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creativo
por Ingrid San Martin
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Escrito por Ingrid San Martin
1. Desarrolla metas y expectativas realistas, la cosecha es al final de los tiempos, no
al final de tu reunión de jóvenes. Evita depender de resultados inmediatos para
determinar el éxito o el fracaso. Los resultados duraderos llegan después,
frecuentemente mucho después.
2. Invita a comer a un pastor o líder de jóvenes de otra iglesia o iglesia hermana. No
hablen de los jóvenes.
3. Anticipa todo. Nunca utilices un video que no hayas visto o programes a un
predicador que no hayas escuchado.
4. Conoce a los padres de tus adolescentes. Aprende sus nombres y consigue sus
contactos.
5. Toma tiempo para leer libros nuevos cada año. Trata de leer un libro acerca del
ministerio de jóvenes, otro sobre la administración del tiempo, otro sobre teología,
uno de los clásicos y un par de novelas populares.
6. No tengas miedo de sonreír, reírte mucho y divertirte frente a los adolescentes.
7. Visita a cada uno de los jóvenes de tu grupo en sus casas. Es importante que
puedas conocer en dónde viven y con quién.
8. Imprime trípticos o tarjetas contando sobre tu grupo de jóvenes y sus actividades.
Hazlas llegar a los padres, a los jóvenes del grupo y a jóvenes que no estén
familiarizados con el grupo. Incluye fotos, descripciones cortas, horarios y lugares.
9. Planea al menos dos retiros por año. Un día en un retiro vale más que un mes
entero de sábados (o cuando realices tu reunión de jóvenes).
10. Relájate y deja que los adolescentes sean adolescentes. Los chicos no son adultos
así que no esperes que actúen como tales.
11. Nunca canceles algún evento o reunión simplemente porque no van muchos
jóvenes. Necesitarás adaptar tus planes pero no mandes a nadie a su casa. Deja que
los que sí fueron sientan que son tan importantes como los que no fueron.
12. Familiarízate con la música que los jóvenes escuchan. Periódicamente discute la
música con tus jóvenes en una forma positiva.
13. Toma un curso de primeros auxilios y anima a los que te ayudan a hacer lo
mismo.
14. Ten a la mano un archivo de referencias para consejería. Si te sientes inadecuado
o inseguro de ti mismo, no dudes en referir a tus jóvenes a manos de profesionales
que tengan el entrenamiento apropiado y la experiencia correspondiente.
15. Ofrécete para servir de voluntario en un hospital local en la unidad de
adolescentes o en los programas de rehabilitación de drogadictos o alcohólicos.
16. Ten a la mano un par de libros de la Biblioteca de Ideas de «Especialidades
Juveniles». Jamás usarás todas esas ideas pero la próxima vez que necesites alguna
tendrás muchas de dónde escoger.
17. Has un «closet para teatro o drama» lleno de disfraces, ropa vieja y utilería para la
producción de obras de teatro o ilustraciones de última hora. Pide a la gente de la
iglesia que done ropa que se vea ridícula y otras cosas. *Una tienda de segunda mano
es un buen recurso también.
18. Da a conocer tu disponibilidad. No des la impresión a tus jóvenes que estás
demasiado ocupado para ellos.
19. Cuando los jóvenes te ayuden con algún juego frente al grupo, no te burles de
ellos. Utiliza actividades para edificarlos – hazlos ver como héroes no como idiotas.
20. No lo hagas todo solo, aunque lo hagas mejor. Aprende a delegar y a trabar en
equipo.
21. Mantén listo al menos un programa o actividad de jóvenes «bajo la manga» para
usarlo en caso de emergencia. Será muy provechoso cuando tu conferencista invitado
no aparezca o no llegue el video que programaste.
22. Pídeles a los adultos de la iglesia que «adopten a un adolescente» que conozcan
del grupo de jóvenes y que oren específicamente por esa persona regularmente.
Fuente: Especialidades Juveniles
Actividades Adultos Jóvenes Liderazgo Reunión Voluntarios
impaciente
Redefina su función
Comience a evaluar su función como líder. Según Efesios 4 la tarea primordial de
apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros es capacitar a los santos para la
obra del ministerio, no llevar adelante ellos mismos esa tarea. Muchos pastores creen
teológicamente en el concepto del sacerdocio universal del creyente, pero, en la
práctica, viven como si solamente ellos fueran los llamados y capacitados para el
ministerio. Hasta su lenguaje delata su perspectiva, pues hablan de un llamado «al
ministerio de tiempo completo».
No es suficiente con que usted tenga en claro su función. Debe proclamarlo
públicamente, enseñando a las personas a las que sirve que su tarea primordial es
formarlos. Además, afirme el valor de los dones y las capacidades observadas en sus
discípulos. Demuéstreles que usted realmente cree en la riqueza del cuerpo de Cristo,
manifestada en cada miembro.
Diseñe estructuras apropiadas
Si usted no crea las estructuras necesarias para que las personas puedan experimentar
y ejercitar sus dones, sus enseñanzas al respecto no fructificarán. Más bien, les dará
motivos para sentirse frustradas, pues no encontrarán el espacio para utilizar sus
dones. Por ejemplo, no surgirán otros predicadores en la congregación si usted insiste
en ser el único que comparte la Palabra con ellos. Muchos domingos no predico,
permanezco en la reunión para que otros hermanos de la congregación me ministren
con la Palabra. Es una de las maneras en que demuestro mi convicción de que, entre
nosotros, existen muchos predicadores.
Conozca sus prioridades
Las prioridades en el ministerio pocas veces se refieren a elegir entre lo bueno y lo
malo. En la mayoría de los casos giran entorno a escoger lo mejor entre muchas
opciones buenas. En el caso que compartí al inicio de este artículo, hubiera sido
bueno que yo visitara a la persona hospitalizada; pero la posibilidad de capacitar a
otro para esa obra era una opción aún mejor que la primera.
Para ordenar sus prioridades usted debe anticiparse a las consecuencias de sus propias
acciones y decisiones. Para ello pregúntese en cada circunstancia si el camino
escogido es el que producirá mayor fruto para el ministerio. En cada situación me
resulta útil plantearme las siguientes preguntas: • ¿Hay alguien en mi grupo que
realice mejor esta tarea que yo? • ¿Es esta una oportunidad para capacitar a otros? •
¿Esta actividad encaja bien con los objetivos y las metas que me he propuesto para el
ministerio?
Delegue con fe
Confiar en otros para que desarrollen un proyecto siempre procede de una actitud de
fe. Muchas veces queremos convencernos de que no les delegamos responsabilidades
a las personas porque ellas no están listas para cargar con ellas. Con frecuencia, sin
embargo, el problema no radica en la incapacidad de ellos sino en los temores de
nuestros propios corazones. Para confiar en otros usted deberá enfrentar estos
temores. Si no ha trabajado nada para capacitar a los demás quizás sus temores estén
bien fundados; no obstante, si ha invertido en sus vidas confíe en que su esfuerzo no
ha sido en vano.
Busque su reemplazo
Es muy fácil trabajar de tal manera que usted y yo nos volvamos indispensables para
la continuidad del ministerio: simplemente necesitamos centrar todas las decisiones y
actividades en nuestra propia persona. El problema se verá cuando usted salga de ese
ministerio, por el motivo que sea, pues toda la estructura se desmoronará, porque ya
no está la persona que la sostenía.
El ministro sabio comienza a trabajar, desde el primer día, para aquel momento en el
que otros lo sucederán. De esta manera asegurará que la transición generada por su
salida sea lo más manejable posible. Lejos de socavar su propio ministerio, preparar a
su sucesor le abrirá puertas para que avance a nuevos y mayores desafíos en el
servicio a Cristo, pues al que ha sido fiel en lo poco se le encargarán asuntos
mayores.
Celebre la diversidad
A medida que sus discípulos se vayan afianzando en el servicio aproveche cada
situación para animarlos y reconocer, en público, su aporte al ministerio. Esta es una
de las maneras más claras para que usted revele su convicción de la riqueza de la
diversidad de dones que existen en el Cuerpo. Además del impacto de este proceder
en la congregación, se genera también ánimo y confianza en el corazón de las
personas que usted capacita, pues ellas comprueban que su aprobación y apoyo es
genuino. Aun cuando las personas fracasen en sus intentos de ejercitar sus dones,
jamás olvide que su tarea consiste en edificar y levantar, no en destruir ni humillar.
Descentralice actividades
Uno de los elementos que inhiben el crecimiento de los individuos es la tendencia, en
la iglesia moderna, de centrar sus actividades y programas en un solo edificio, el
salón donde se reúnen. Para muchas personas esto implica un obstáculo porque sus
compromisos y horarios no les permiten desarrollar un ministerio en ese lugar. No
obstante, sí disponen de tiempo y voluntad para trabajar en otros proyectos fuera de
ese ámbito, como servir en sus propios barrios o lugares de trabajo.
Para que ellos puedan crecer hacia estos objetivos es importante que usted, como
líder, ayude a la congregación a entender que el ministerio es fruto de la acción de los
hijos de Dios, ya sea reunidos como cuerpo, o dispersos por los diferentes lugares
donde llevan adelante su vida cotidiana. De esta manera podrán surgir gran diversidad
de ministerios que no necesariamente requieren de la estructura centralizada de la
iglesia.
llamado
Cuando dudo de mi
llamado
por Daniel Diaz Nauto
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Yo no sé a cuantos de ustedes le ha sobrevenido la pregunta ¿Será el ministerio
juvenil mi llamado? He hablado con un sin número de lideres jóvenes que se sienten
confundidos en su rol como líder juvenil. Pasan años trabajando en el ministerio,
mientras sostienen una lucha interna de inseguridad e incertidumbre que no les
permite desarrollar su liderazgo al máximo.
Yo pensaba que había comenzado en el ministerio porque nadie hacia nada con el
ministerio de jóvenes el cual yo pertenecía y no quería ir a una reunión de jóvenes
aburrida y sin sentido. Por lo tanto, tomé la iniciativa, sin darme cuenta que los años
pasaban y me involucraba más y más. Joven al fin, no veía que Dios había puesto en
mi una compasión especial por la juventud y el don de liderar y servir; un llamado.
Muchos de nosotros nos sentimos incapaces de trabajar con la juventud y nos
pasamos comparándonos con otros y auto derrotándonos. Esta duda viene cuando
comenzamos a hacerle caso a todo lo que las personas dicen y no a lo que Dios piensa
de nosotros, cuando medimos por cantidad y no calidad y cuando tomamos el
síndrome de Marta (Lucas 10:40-41).
Unos años atrás fui con un grupo de jóvenes a esquiar en las montañas de Colorado.
Nunca había esquiado, pero no pensaba quedarme como espectadora y pensé que era
tremenda oportunidad para conectarme con los jóvenes. Para mi sorpresa ya los
demás sabían esquiar y yo tenía que de alguna manera llegar a su nivel, aún cuando
yo venía de las playas de Puerto Rico. Practiqué varias veces y mientras bajaba la
montaña muchos se reían de mí y otros huían de mí. Al final del día me enteré que
había una montaña que no había esquiado todavía, le llamaban el diamante negro. Los
jóvenes me decían que tenía que experimentarla. Cuando vi a lo que me enfrentaba,
mis piernas empezaron a temblar, mi corazón a palpitar sin control y mis ojos se
abrieron como los ojos de un pescado congelado. Ya estaba allí y tenía que
“zumbarme”. ¿Sabes algo? Descendí la montaña más peligrosa de ese lugar, pero
arrastrándome sentadita. ¡Fue algo espectacular! Me tomó casi media hora pero lo
logré. ¿Es así como tú quieres tomar el liderazgo de jóvenes, tratando de sobrevivir
como líder o quieres ser un líder preparado y listo a tomar el don que Dios te dio con
lo mejor de ti? Yo descendí la montaña sin estar lista, sólo porque quería impresionar
y terminé burlándome de mi misma.
¿Cuál es tu motivo de ser líder juvenil? Cualquiera que sea la razón por la cual estás
en el ministerio es tuya, y sólo tú la podrás evaluar ante Dios. Pero te quiero decir que
si estás en el ministerio juvenil y te sientes con deseos de rendirte, haz un alto y
analiza si has estado escuchando mentiras o verdades. Si te sientes que no estás
realizando un buen trabajo, entonces busca las herramientas y recursos que te
capacitarán para ser un líder de excelencia.
Evalúa si el ministerio de Dios es el lugar donde debes estar. Habla con tu Pastor o un
líder sabio que te ayude a encontrar el camino a tu llamado. Hay ocasiones que el
servir en un área específica es una temporada de nuestras vidas y el pasar la
responsabilidad a otro puede ser beneficioso para todos. No podemos olvidar que
descansar y delegar es una disciplina que muchos necesitamos dominar.
Tal vez estas desanimado porque no ves cómo la visión que Dios te dio se cumplirá.
Sé paciente porque los cambios muchas veces no se ven rápido. En ocasiones nuestro
rol es simplemente sembrar y otro cosechará. (1 Corintios 3:6). Sé fiel en lo que Dios
a puesto delante de ti y Él hará su obra a perfección en la vida del joven.
Finalmente termino animándote a que reafirmes tu llamado y rol como siervo,
leyendo la Palabra y pasando tiempo con Dios. De seguro Él te guiará a su voluntad
(Isaías 40: 29-31). El ministerio juvenil es uno lleno de aventuras y es un proceso en
el cual andamos lado a lado del joven que está convirtiéndose en el hombre y mujer
que Dios destinó que fuese; esto no ocurre de una noche a otra. Cuando cuestiones tu
llamado, recuerda que cuando Dios llama Él capacita y en nuestra debilidad Él se
perfecciona. Sigue adelante porque esta generación necesita consistencia y un
ejemplo transparente como el de Cristo.
Fuente: Especialidades Juveniles
Dios Jóvenes Llamado Ministerio Trabajar
Estilos de liderazgo
por Daniel Diaz Nauto
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1. Líder visionario. Estos líderes tienen una imagen bien clara de lo que quieren que
suceda. Proyectan las visiones con poder. Están orientados al futuro. Por lo general,
son idealistas y están llenos de fe.
2. Líder director. En los puntos críticos de una organización, este líder es capaz de
evaluar los valores, misión, puntos fuertes y débiles, recursos, personal y apertura al
cambio de una organización; y luego, con sabiduría asombrosa, llevar a la
organización en la dirección correcta.
3. Líder estratégico. Esta persona puede descomponer una visión apasionante en
pasos alcanzables, formando un plan de acción que todos pueden entender y en el que
todos pueden participar.
6. Líder protector. Este hombre o esta mujer ama a los miembros del equipo
profundamente, los apoya en forma constante, y ora por ellos diligentemente, tanto
que la misión del equipo se cumple.
Si has vivido de cerca el ver caer a un líder yo sé que duele. Recuerdo cuando un
famoso predicador que era muy respetado cuando yo era niño cayó en adulterio y su
caída fue usada por la televisión como burla para la iglesia.
Al principio nadie podía creer que esto fuera verdad y hasta me acuerdo que mi mamá
no podía creerlo aún después de que él mismo lo reconociera llorando por
televisión. ¡Qué dolor! Pero era obvio que el problema no había comenzado el día que
la noticia salió a la luz.
Nadie con su equipo mental funcionando se levanta un día y dice: hoy voy a hacer un
desastre con mi vida, lastimar a mucha gente y hacer quedar mal a Cristo. Todo
comienza poco a poco. Mucho antes que nadie se entere. Empieza con un flojo sí en
un momento de soledad. Emerge de a poco adentro del corazón descuidado.
El camino de salida a este problema es que se levante una generación de lideres con
autenticidad y transparencia. Yo soy un pecador y todavía hay cosas de mi carácter
que me cuesta controlar. He tomado decisiones en el ministerio que han estado
equivocadas y muchas veces he actuado con motivaciones erradas. Al reconocer eso
quedo menos expuesto a crear una barrera de hipocresía que impida que otros
demanden cuentas de mi vida y ministerio.
Demasiada exposición sin lugar para el refresco
No es fácil ser responsable del crecimiento espiritual de otras personas. Algunos
lideres pasan todo el tiempo dando sin separar un tiempo para recibir también. Esto
los debilita y fastidia. Muchas de las historias de caídas de lideres dan cuenta que
fueron en momentos de defensas bajas. Y si a la responsabilidad natural del liderazgo
le agregamos fama, viajes y una agenda descomunal el refresco se necesita con más
urgencia. Separar tiempo en familia, buenas vacaciones y también nutrirse del
ministerio de otros previene un estado de debilitamiento.
Claro que hay mucho más por decir pero por ultimo me gustaría ayudarte a responder
una pregunta que es muy importante
Lucas Leys
Fuente: Cristomorfosis.es
Líder Miedo Misericordia Pecado Predicador
Estilos de liderazgo
“Es justo que yo sienta esto acerca de todos vosotros, porque os llevo en el corazón,
pues tanto en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio, todos
vosotros sois participantes conmigo de la gracia.” Filipenses 1:7 (LBLA)
“Os llevo en el corazón”. Deje que esas palabras penetren. ¿Podría el equipo que
lidera decir que usted los lleva en su corazón?
Un ministerio que honra a Cristo nunca se logra a costa de los que forman nuestro
equipo.
Hay algunos síntomas o indicadores de que usted necesita trabajar en ésta área.
La gente podría sentirse desvalorada si usted está…
* Relacionado superficialmente
Si usted no está experimentando auténticamente comunidad bíblica y en lo personal
no está disfrutando de relaciones vitales, su propio corazón se volverá duro hacia
otros
* Espiritualmente drenado
Cuando su propia alma es saludable y rellena, su corazón será suave con los demás.
Pero, cuando está vacía y no tiene nada que dar, la gente se volverá una molestia
* Siempre de prisa
¿Camina rápido a cualquier lugar que va? Aun cuando usted haga un alto para habla
con la gente, ¿sienten que usted tiene urgencia de dejarlos? La prisa es el
archienemigo de la intimidad y una relación profunda.
* Nunca conectado con su vida personal
Cuándo fue la última vez que usted se sentó con alguien de su equipo y le preguntó
“¿Realmente como te va?”, y entonces tomo tiempo para realmente escucharla.
Intente preguntarle a alguien que usted lidera ahora como puede orar por ellos
personalmente.
* No orando por ellos
Cuando Aaron iba delante del Señor, llevaba los nombres de la gente de la que era
responsable. Es nuestro trabajo en el ministerio llevar los nombres de aquellos de los
que somos responsables delante del Señor. Orar por ellos le ayudara a llevarlos en su
corazón.
Fuente: liderinnova.blogspot.com
Gente Iglesia Jesús Liderar Ministerio
El llamado al Liderazgo
Cristiano.
por Daniel Diaz Nauto
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El liderazgo cristiano es algo muy peculiar porque al contrario
del liderazgo secular, el liderazgo cristiano es un llamado de parte de Dios. Una
selección. Dios nos llama, nos separa y nos impone una carga que demanda
abnegación de parte de aquel que lo recibe y acepta.
El llamado a la predicación y al liderazgo cristiano es recibido por una selección
amorosa de nuestro Dios para que llevemos este mensaje. Tal parece que a veces se
nos olvida que nosotros llevamos en las venas, en el corazón y encrustrada en el alma
la tarea de comunicar con excelencia el mensaje de Dios. En otras palabras, nosotros,
los que hemos sido escojidos por Dios somos la voz de Dios en la tierra y para
nuestras iglesias.
El mensaje del ministro/líder debe ser un mensaje motivador y entusiasta. debe ser un
mensaje que equipa a la audiencia. Debe ser un mensaje acojedor e instructivo. Debe
llevar una actitud positiva y debe demostrar el liderazgo de aquel que lo comunica.
Nosotros somos comunicadores de este mensaje. Somos los ejemplos de aquellos que
desean seguir el liderazgo de Jesucristo. Somos ministros (Servidores de la
multigracia de Dios). Nuestra competencia es la televisión no cristiana, la radio no
cristiana, las revistas, la filosofía y la tecnoloía cibernética. Aquella tecnología que no
rinde sus servicios a los pies de Jesucristo. Por eso, como líderes cristianos y
comunicadores del evangelio, debemos estar al tanto de nuestra competencia y estar
dos o tres pasos en adelanto ante la misma.
I. Una de las cosas que el líder cristiano debe procurar es el de mantenerse humilde.
1. El apostol Pablo con todos sus estudios se mantuvo humilde. Asi reconoció el valor
del mensaje y no necesariamente del mensajero. Efesios 3:8-10
a) Mantuvo la humildad por medio del exaltamiento a Dios.
b) Mantuvo la humildad reconociendo la autoridad de la palabra.
c) Mantuvo la humildad reconociendo el tiempo.
d) Mantuvo la humildad a traves del exaltamiento de la sabidura de Dios.
e) Mantuvo la humildad reconociendo su posición en el reino.
II. El lider cristiano debe tener disposición para llevar el mensaje de Dios como
comunicador. Romanos 1:15
1. El apostol Pablo tenia una disposición para comunicar el mensaje.
a) El sabia qu el tenia una responsabilidad. El sabia que era el y nadie mas podia
hacer lo que Dios le habia encomendado a el para hacer.
b) El lider cristiano debe saber que el es el que Dios llamó para llevar a cabo la
misión que esta llevando. Tu eres el unico que lo puedes llevar a cabo.
c) El lider cristiano debe saber que Dios lo llamó para hacer la tarea que el está
haciendo. Debe cominicar el mensaje de la palabra y la visión con la disposición mas
preaprada del mundo.
d) El apostol sufria de una pasión y deseo profundo de comunicar el mensaje de Dios.
III. El lider cristiano es un hombre/Mujer que reconoce la urgencia de llevar este gran
mensaje. 1ra Corintios 9:16
1. El mundo en el cual vivimos, es un mundo cruel. No lleva prisioneros. Mata a los
que se atreven a vivir en desenfreno. Nuestra audiencia tiene problemas sinceros.
Nuestra audiencia tiene sed de un mensaje que venga verdaderamente del cielo. Por
eso nosotros como lideres debemos saber,
a) La necesidad del pueblo
b) el problema del pueblo
c) a estar dispuestos a morir por este mensaje si tivieramos que hacerlo.
d) relacionar el mensaje a la necesidad y problematica del pueblo.
El mundo en el cual vivimos nos quiere hacer ver que ya no hay necesidad para
lideres cristianos. La competencia nos abruma de tal manera que muchos de los que
han sido llamados se dan por vencidos. En una encuesta reciente se dice que de 10
ministros que entran al ministerio 8 de ellos se dan por vencidos durante su primer
año de ministerio.
El resto se danpor vencidos durante los primeros cinco años. Pero Dios tiene algo
preparado para aquellos ue permanecemos en las filas de este dificil liderazgo. El
renuevo se acerca. Un mesaje nuevo viene para tus labios. Dios esta derramando vino
nuevo en odres nuevos. Dios te está enviando un palabra del cielo. Tus fuerzas estan
regresando y hay un poder que te está llenando. Levantate y resplandece. Aunque te
sientas solo todavia hay siete mil rodillas que no se han doblado ante Baal. Es tiempo
de predicar.
Fuente: recursoadventista.org
Dios Liderazgo Líderes Llamado Mensaje Predicar
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Un líder en busca de lo
imposible.
por Daniel Diaz Nauto
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Cuando Pablo explicó las virtudes que debían reunir los diáconos dijo que quienes
ejercieran bien el diaconado, ganarían para sí un “grado honroso” (1 Timoteo 3:13).
El líder no es exaltado por sobre los creyentes a quienes sirve. Es puesto sólo un
peldaño por encima de manera que los demás puedan ver su ejemplo.
El lugar de liderazgo es de alta responsabilidad
Cuando Moisés los mandó a reconocer Canaán, les dijo que observaran cómo era la
tierra y sus habitantes. Esa generación del pueblo de Dios nunca había vivido una
crisis de liderazgo mayor que la presentada cuando se otorgó a esos hombres la
responsabilidad de explorar la tierra, informar y luego desafiar la fe del pueblo.
Dos estuvieron a la altura de las circunstancias, pero diez se doblaron ante el peso de
la responsabilidad. Al comienzo todos tuvieron un gesto de valentía. Entraron a una
tierra donde vivía el enemigo y corrieron peligros. Los doce regresaron sanos y
salvos: habían completado la primera parte del desafío.
La responsabilidad del grupo no se limitaba a hacer una exploración del lugar. Habían
sido elegidos para transmitir el mensaje de Dios. Cualquiera sea la tarea que deban
realizar, los líderes deben estar bien cimentados en su fe. He allí donde el grupo falló.
En lugar de que la fe ocupara un lugar importante en sus informes, diez mostraron
temor. Solamente dos transmitieron el desafío de entrar en la tierra.
Cuarenta años más tarde Josué y Caleb conducirían a los hijos y nietos hacia la tierra
prometida. Si va a liderar es mejor que comprenda que siempre habrá piedras en el
camino. Moisés lo sintetizó así: Hoy se quejan por el maná; mañana se quejarán por
las codornices.
Cuando Dios enumeró las quejas dijo que lo habían probado en diez ocasiones
(Números 14:22). ¿Cómo es que este pueblo que escapó de Egipto, que caminó por el
lecho seco del Mar Rojo y que recibió comida milagrosa dudó que Dios estuviera con
ellos? ¿Acaso no habían visto el Tabernáculo y el fuego iluminando la noche? ¿Se
habían olvidado de las plagas que, a una orden de Moisés, se desencadenaron en
Egipto? La fe es un atributo. La persona que va a liderar al pueblo de Dios no puede
hacerlo sin fe.
Cuando atravesemos una crisis, un problema o un desafío, el registro de lo vivido por
los israelitas sirve para ayudarnos a recordar qué acción debemos tomar y la gran
recompensa que aguarda al líder que logra ejecutarlas.
Enseñe a orar.
El llamado al Liderazgo Cristiano.
Alabanza y Adoración
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren”.
Juan 4:23
Nos resulta increíble que Dios esté buscando -”necesitando” podríamos decir, pero
nos resulta escandaloso- hijos con una disposición particular de adoración. Si no fuera
porque está escrito en Su Palabra, esa búsqueda de parte de Dios nos resultaría
inadmisible.
Adorarán al Padre
La primer pregunta que nos surge es obvia… casi infantil: ¿para qué necesita Dios
adoradores?
Evidentemente no es para inflar su vanidad (como esos dictadores que nunca faltan en
la historia, que se erigen estatuas a sí mismos y se rodean de aduladores). Dios no es
vanidoso.
Otra situación en la que en términos humanos podríamos interpretar la búsqueda de
adoradores, es la que se plantea en aquellas personas con una identidad débil, que
necesitan que permanentemente les estén diciendo cuán buenos, inteligentes o
hermosos son; están sedientos de confirmar su precaria identidad. Dios no necesita de
tal cosa, Él sabe quién es: “Yo soy el que soy”, dice de manera terminante, y
enigmática a la vez.
No, Dios busca adoradores por otra razón: Él desea establecer una relación de amor,
vincularse a través del lenguaje tierno y afectivo de la alabanza, en una comunicación
en ambas direcciones, es decir, en un diálogo. Dios desea escuchar, y también decir
palabras de amor.
Adorar en espíritu significa abrir nuestro corazón a Dios, no hacer una adoración en
la que predomine la actividad cerebral, sino que todo nuestro ser, nuestra persona,
participe en este diálogo de amor. Que con nuestros sentimientos percibamos el calor
de Su persona, que con nuestro espíritu nos unamos a Su Espíritu para abrirnos al
misterio de que Dios es nuestro Abba; un Papito tierno que nos toma en sus brazos.
Todo nuestro ser, cuerpo, alma y espíritu en unidad integrada a Dios y a sí mismo.
Fuente: Compromisocristiano.com
Adoradores amor Corazón Dios Verdad
Muchos, quienes dirigen hoy los modelos contemporáneos, dicen que ellos están en
una Renovación de Adoración.
El salmo 100 es considerado como una profecía e incluso como una oración acerca de
la ocasión cuando todos los pueblos conocerán que el Señor es Dios. Y en medio de
ese salmo sobresale el aspecto de la genuina adoración.
Este salmo es un llamado a toda la tierra para adorar al Señor. El llamado va mucho
más allá de los estrechos límites de Israel y se extiende hacia los gentiles. La
adoración no pertenece a una sola nación ni tiene características de una sola nación.
La adoración no estaba ni está confinada a un solo pueblo.
Este es un salmo muy simple y sencillo, porque el tema del cual habla: Es La
adoración como algo simple y sencillo.
Esta gema poética es una pieza clave para la vida espiritual exitosa.
“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría;
venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios él nos hizo y no
nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias por sus atrios con alabanza ¡Alabadlo,
bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno para siempre es su misericordia, y su
fidelidad por todas las generaciones”.
Salmo 100.
La Adoración a Dios no está limitada a un solo pueblo ni a una sola nación. Todos
los habitantes de la tierra estamos invitados y la Biblia nos presenta un grupo de
adoradores en el libro de Apocalipsis que esta integrado con gente de todas las
lenguas, tribus y naciones.
…CON ALEGRÍA:
Palabra Hebrea: simchah sim-khaw’
Y esta palabra significa: Gozo, Placer. Gozo de Dios- Felicidad.
El servicio que nace de la adoración es un servicio impregnado de alegría. Un
servicio que nace de un corazón meramente impregnado de lo humano pronto perderá
la alegría. La alegría es el fuego que mantiene encendidos los motores del servicio a
Dios.
…ANTE SU PRESENCIA:
Palabra Hebrea: paniym paw-neem’ . Esta palabra significa:
Cara a Cara. Estar ante una persona. Estar frente a:
La presencia de Dios es la experiencia más importante que nosotros podemos tener.
Estar en su presencia es encontrarnos cara a cara con su rostro.
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y BUSCAREN MI
ROSTRO. II Crónicas 7:14
Buscar el rostro del Señor es estar en su presencia. Estar frente a Dios. Somos
urgidos a buscar su rostro y encontrarnos cara a cara en su presencia. Su presencia
nos transforma y no somos los mismos cuando llegamos a su presencia.
…CON REGOCIJO:
Palabra Hebrea: r@nanah ren-aw-naw’,
Esta palabra hebrea quiere decir: Gritar con Gozo, Regocijo , grito de gozo ,
explosión del alma y efervescencia de espíritu es el resultado de estar en la presencia
del Señor.
Nuestras tristezas se caen, nuestros dolores se desintegran, nuestros resentimientos se
desvanecen y nuestros odios se despedazan para dar paso triunfante a un regocijo
infinito y un gozo indescriptible que termina afectando toda mi existencia.
…CON ALABANZA:
Palabra Hebrea: t@hillah teh-hil-law’.
Esta Palabra significa: Canto o himno de alabanza. Acto de alabanza pública.
Reconocer la fama y la gloria de alguien.
La Casa del Padre es mi casa , y esa casa es casa de alabanza donde los himnos se
elevan como incienso agradable y los actos públicos de alabanza se exteriorizan sin
inhibiciones para reconocer la fama y la gloria de aquel quien vive para siempre”.
“Las alabanzas se lanzan como proyectiles benditos y flechas doradas no para matar
sino para pegar en el blanco”.
Tiene mi adoración, a él, la Médula y el corazón del verso 3 del Salmo 100 o sólo
tiene las tapas del sándwich pero sin la sustancia que da sabor.
Que nuestra vida sea un genuina adoración diaria al Dios Único y Poderoso.
La Paz de Cristo
por Daniel Diaz Nauto
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Las últimas horas antes de El ser entregado por Judas Iscariote, las pasó junto a sus
discípulos dándoles instruyéndoles acerca de la vida, tanto en orden físico como
espiritual. Pero un punto que me llamó a la atención es el que trataremos hoy, es el
asunto de La Paz.
Algo que llama a la atención es que Jesús dice que El no da una paz como el mundo
la da. Ahora ¿Qué tipo de paz es que da El Mundo?
El mundo da una paz efímera, una paz pasajera, muchas veces una paz basada en
mentiras, mejor dicho en multitudes de engaños, pero mas que nada, el mundo ofrece
una paz emocional, Jesús nos da Paz Espiritual.
Lo primero que hace Jesús con una persona cuando lo acepta, es consolar su corazón,
El en ese instante se convierte en un fuerte limpiadora, y se encarga de purificar y
erradicar todo lo que tenía abatido nuestro corazón.
No obstante Jesús también llega como ese refrigerio que se necesita a la hora
indicada, como ese vaso de agua fría al momento mas critico de la sequía espiritual
que tenemos.
Luego de todo eso, pues Jesús viene y nos da ánimos, nos sube la defensa, nos sirve
como la adrenalina necesitada, como la medicina en el momento de la tormentosa
gripe, como el gatorade que nos sirve para reanimarnos.
Ahora ¿A qué se refiere esa paz?, se refiera a tranquilidad, tanto física como
espiritual, se refiere a respiro, se refiere a descanso, se refiere a perder el miedo, a
perder cuidado de los que nos pueda acontecer, no es que seremos descuidado, no es
que dejaremos de trabajar, no es que nos sentaremos a esperar que llueve para arriba,
no es eso.
El punto es que pase lo que pase, venga lo que venga, no importe lo que suceda,
estamos tranquilos, porque nuestra vida está escondida en Dios, y nosotros
dependemos únicamente y exclusivamente de El.
El nos da las fuerzas para trabajar, la inteligencia para estudiar, la fortaleza para no
rendirnos en los momentos difíciles, el consuelo en los momentos tristes, si tenemos
que salir de emergencia a las 3 de la mañana lo hacemos sin miedo porque El es
nuestro protector.
Paz provee Regocijo Espiritual, porque pase lo que pase, nuestra alma está guardada
por Dios.
Esto me recuerda, también, que debo mencionar cuán sencillas eran las
conversaciones del Salvador con Sus discípulos, consecuentes con este
deseo de confortar sus corazones. ¡He pensado a menudo que Él hablaba
justo de la manera en que cualquiera de nosotros habla a nuestros hijos
cuando deseamos alentarlos! No hay nada relativo al lenguaje del Salvador
que te lleve a decir: «¡qué grandioso discurso! ¡Cuán buen orador es! ¡Qué
bien habla!
Si alguien te hace decir eso de Él, puedes sospechar que anda un poco
perdido. Esa persona está olvidando el verdadero objeto de una mente
amorosa, y está buscando ser un conferencista, y quiere impresionar a la
gente con la idea que está diciendo algo verdaderamente maravilloso, y que
lo está diciendo de manera grandilocuente.
Por eso Él habla con palabras muy sencillas, tales como las de nuestro texto:
«Pues aun vuestros cabellos están todos contados.» Los hombres que son
grandes y estudiosos no hablarían acerca de los cabellos de tu cabeza; todo
su discurso es acerca de las nebulosas y de las estrellas, las eras geológicas
y los fósiles, la evolución y la solidaridad de la raza, y no sé qué otras cosas
más.
Ellos no se inclinarían ante las cosas comunes; ellos deben decir algo
grandioso, sublime, deslumbrante, brillante, lleno de fuegos artificiales. El
Señor está tan lejos de todo esto como lo están los cielos del dosel más
llamativo que jamás haya engalanado el trono de algún mortal. Él habla en
lenguaje sencillo porque Él se siente en casa; El habla el lenguaje del corazón
porque Él es todo corazón, y quiere alcanzar los corazones de aquellos que le
escuchan. Les recomiendo este texto por esa razón, además de muchas
otras. «Pues aun vuestros cabellos están todos contados.»
Encontrarán que esa traducción es una versión más precisa del texto que la
versión que tenemos ante nosotros. El verbo no está en presente, sino en el
tiempo pluscuamperfecto. Aun vuestros cabellos han sido todos contados
antes que los mundos fueran creados.
En segundo lugar, veo en el texto conocimiento. Esto es muy claro: Dios
conoce a Su pueblo de tal manera que aun los cabellos de sus cabezas están
todos contados por Él.
En tercer lugar hay aquí valoración: Él estima de manera tan elevada a Sus
propios siervos, que de ellos se dice: «aun vuestros cabellos están todos
contados.» Ustedes son tan preciosos que la más pequeña porción de
ustedes es preciosa; el Rey conserva un registro de cada parte de ustedes,
«Pues aun vuestros cabellos están contados.»
Y, por último, aquí hay de manera muy evidente preservación. El Salvador les
ha estado diciendo que no teman a los que pueden matar el cuerpo, pero que
son incapaces de destruir el alma. Él dice que Dios los preserva. En otro lugar
les había dicho a Sus discípulos, «Pero ni un cabello de vuestra cabeza
perecerá,» y Él quiere significar lo mismo en este caso; habrá una
preservación perfecta de Su pueblo. «Pues aun vuestros cabellos están todos
contados.»
La providencia de Dios no sabe de cosas que son tan pequeñas como para
estar más allá de su conocimiento, ni de cosas que son tan grandes como
para estar más allá de su control. Nada es demasiado pequeño o demasiado
grande para que Dios lo gobierne y lo domine.
Las ruedas de la providencia siempre son altas y terribles; pero están llenas
de ojos, y esos ojos ven con una clara visión de sabiduría, y justicia, y amor, y
miran al bien de aquellos que aman a Dios, y que son los llamados de
acuerdo a Su propósito.
Es cierto que es terrible pensar que las cosas son fijadas por un plan eterno;
pero el terror desaparece cuando sentimos que somos hijos de este Padre
grandioso, y que Él no quiere nada sino aquello que al fin va a lograr nuestra
conformidad a la imagen de Su Hijo, y mostrar la gloria de Su propia justicia, y
gracia, y verdad.
Si esta cruz hubiera sido puesta sobre ti por un enemigo, te habrías quejado,
pero ha sido ordenada para ti por Aquél que no puede ser injusto ni cruel; por
tanto debes decir: «Jehová es; haga lo que bien le pareciere.» Se nos ha
enseñado que oremos, «Hágase tu voluntad.» ¿Acaso vamos a contradecir
nuestras propias oraciones dando coces contra esa voluntad?
Job glorificó a Dios, y sin embargo no dijo sino lo que tenía que decir cuando
afirmó, «Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.»
Siempre he admirado a Job porque atribuyó todas sus aflicciones al Señor;
porque aparentemente fueron los sabeos los que tomaron los bueyes y las
asnas; fueron los caldeos los que se llevaron sus camellos; fue un gran viento
que vino del lado del desierto, levantado por el diablo, el que arrebató a sus
hijos.
A Job no le importan tanto los sabeos, ni los caldeos, ni los demonios, como
para mencionarlos; pero él clama, mirando a la Primera Causa de todos los
eventos, «Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.»
Él es quien del mal, real o supuesto, todavía produce bien, y mayor bien, y
mayor bien, en progresión infinita. Yo digo que cuando llegamos a esta
Primera Fuerza y fuente real de poder, entonces llegamos adonde
aprendemos sabiduría, y recibimos ayuda en las luchas de la vida. Cuando
vemos que todas las cosas son arregladas por Aquél que ordenó todas las
cosas de conformidad al consejo de Su propia voluntad, entonces inclinamos
nuestras cabezas y adoramos.
Se dice que este viejo Sr. Dodd, tenía un gran problema, una queja de su
cuerpo que no voy a mencionar, pero es una de las más dolorosas que un
hombre puede sufrir; y cuando se le dijo que tenía esta enfermedad, y que era
incurable, el anciano derramó unas cuantas lágrimas naturales a causa del
dolor muy grande y agudo; pero al fin dijo: «esto me viene evidentemente de
Dios, y Dios nunca me envió nada que no fuera bueno para mí, por tanto
arrodillémonos juntos, y agradezcamos a Dios por esto.» Ese anciano dijo
algo muy bueno, e hizo muy bien en agradecer a Dios de todo corazón.
Por tanto, concluyamos esto: si aun los cabellos de nuestra cabeza están
todos contados, si verdaderamente todo es ordenado por el Altísimo en lo
relativo a Su pueblo, gocémonos en lo que Dios da, y tomémoslo como venga,
y alabemos Su nombre, ya sea que lo que nos toca sea duro o suave, amargo
o dulce. Digamos con alegría: «Si Dios lo quiere así, nosotros también; si es
un propósito de Dios, que así sea; puesto que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.» No me voy a hundir en el pantano de las dificultades que algunos
de ustedes ven colocado en el camino; yo tropiezo en el fango con el ágil pie
de la fe.
Cuando uno tiene a un hijo enfermo, y lo vigila día y noche, cada pequeño
detalle en relación a él es conocido y registrado. Mi amor se ve un poco
pálido hoy, o no tiene mucho apetito ahora; el síntoma es notado con
ansiedad. Ustedes saben cuán fácilmente el amor puede degenerar en
insensatez en esa dirección; pero sin ningún desatino, Dios es infinitamente
cuidadoso y amable con nosotros, pues Él sabe cuando hemos perdido uno
de los cabellos de nuestra cabeza.
Nosotros no podemos hacer que nuestro cabello se vuelva blanco o negro,
pero Él sabe cuando nuestros cabellos se tornan blancos por el dolor o por la
edad. Él entiende todo acerca de la pérdida de color de nuestro cabello, de
cuando encanecemos, los pequeños detalles relativos a nuestro cuerpo, así
como de las más diminutas circunstancias que atribulan nuestras almas.
Esta persuasión nos ayudará a sentir que el Señor nos liberará de todas las
dificultades, pues El conoce el camino de salida de cada laberinto, Él percibe
la respuesta para cada enigma. Si Él cuenta todos los cabellos de tu cabeza,
puedes tener la certeza que Él tiene una gran discreción para cosas mayores,
y es un piloto incomparable a través de las olas, y de las rocas, y de las
arenas movedizas, que suavemente te conducirá en el camino, y te llevará al
puerto deseado.
Hay tanto consuelo en esta doctrina del conocimiento infinito de Dios que yo
quisiera que cada pobre pecador recordara que Dios lo sabe todo acerca de
él, y por consiguiente Él puede tratar con todos sus pecados y temores. Si
quieren misericordia, vengan al Señor de inmediato; Él conoce sus caminos,
Él conoce su posición, Él conoce su corazón quebrantado, Él conoce sus
luchas angustiosas, Él sabe lo que ustedes no pueden expresar. Todo el mal
que han hecho y todo el bien que anhelan, Él lo percibe; pues «aun vuestros
cabellos están todos contados.»
III. Ahora, en tercer lugar, y de manera muy breve: ¿Acaso este texto no
expresa VALORACIÓN? «Pues aun vuestros cabellos están todos contados.»
Parece, entonces, que los humildes santos son sumamente preciosos para el
Señor. Todo el rebaño de Cristo en la tierra fue constituido por gente pobre; si
poseían un bote y unas cuantas redes, era todo lo que valían. Si alguien
hubiera visto a Cristo en Su pequeña iglesia en la tierra, habría dicho: «No hay
ninguna persona respetable en medio de ellos.» Así es como se habla ahora;
como si fuera respetable tener dinero; como si el respeto no perteneciera al
carácter, sino únicamente a las posesiones.
Sin embargo, Él escogió a esos doce hombres pobres, y los tenía en tan alta
estima que contó todos los cabellos de sus cabezas. Por allá veo a un pobre
anciano junto al pasillo, que lleva una chaqueta de pana; la chaqueta no es
importante, pero aun los cabellos de su cabeza están todos contados. Por
allá está también una pobre anciana que acaba de salir del asilo, y a ella le
encanta escuchar el Evangelio; es una anciana tan pobre, que a nadie le gusta
invitarla para que tome un asiento en la iglesia. Ella es uno de los santos de
Cristo, y la santidad es una patente de nobleza.
Si vendieras una hacienda podrías contar los árboles, pero no las ramas ni las
hojas; pero si vendieras una joyería, contarías todos los prendedores, y todos
los anillos de diamante, porque en una joyería todo es precioso; ahora Dios
considera todo lo relativo a Su pueblo como algo tan precioso que inclusive le
da importancia a los cabellos de sus cabezas.
¡Cuán preciosos son los santos a los ojos del Señor! He estado tratando de
hacer un cálculo: si los cabellos de sus cabezas valen tanto que Dios los
cuenta, ¿cuánto valdrán sus cabezas? ¿Quién me responderá eso? Si sus
cabezas valen tanto que el Señor Jesucristo murió para redimirlas, ¿quién
podrá decir cuánto valen sus almas, o más bien qué es lo que no valen? Las
almas valen más que todos los mundos colocados juntos.
Pregúntenle a una madre cuánto vale su hijo. «Señora, ¿cuánto aceptaría por
su hijo?» Amigos míos, si ella lo vendiera por el precio que ella considerara
una compensación justa, no podríamos juntar todos nosotros el dinero
suficiente aunque pusiéramos todo lo que tenemos en un fondo común.
El Señor puso tal valor en Sus hijos que entregó a Su Hijo Jesucristo a la
muerte para no perder a ninguno de ellos; y Jesús mismo eligió morir en la
cruz para que ninguno de Sus pequeñitos pereciera. ¡Oh, el valor y naturaleza
preciosa de un hijo de Dios! Los mundos no servirían de nada para servir de
base de la valuación.
Si los cabellos de sus cabezas están todos contados, ¿cuánto valdrán sus
almas? Debemos sentir que todo lo que podamos hacer para salvar un alma
de la muerte no es sino un trabajo barato comparado con la gema invaluable
que buscamos. ¡Oh, ustedes, buzos, vengan y zambúllanse en el mar: las
perlas que saquen les pagarán con creces todo su riesgo y esfuerzo!
¡Ustedes, cazadores de almas, vengan, no hay cacería como ésta! Cacen
almas como los valerosos suizos cazan antes (venados) en las montañas, y
que ninguna dificultad los intimide, pues «el que gana almas es sabio.» No
hay compra más provechosa que ésta, aunque ustedes deban entregar sus
vidas para traer a los hombres a Cristo. ¡En cuánto valora Dios las almas de
Su pueblo!
Recuerden ese otro texto, «El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será
quebrantado.» Ahora, un cristiano puede fracturarse los huesos de su cuerpo,
pero en un sentido real y espiritual él está libre de ese peligro, Dios lo
guardará; ¡ay, lo guardará por toda la eternidad! «no quedará ni una pezuña,»
le dijo Moisés a Faraón, y ni un solo hueso, ni un fragmento de un hueso de
los rescatados será cedido al dominio de la muerte y de la tumba.
Cuando suene la trompeta, toda la humanidad redimida despertará a la vida.
Cuando Pedro salió de la prisión, el ángel lo tocó, y sus cadenas se
rompieron, y él salió de la prisión, pero no la abandonó hasta no ponerse sus
sandalias. Ni siquiera dejó algún par de zapatos para Herodes o sus
carceleros. Lo mismo sucederá con los hijos de Dios al final: «de lechos de
polvo y arcilla silenciosa,» cuando suene la trompeta del ángel, se levantarán,
y no dejarán atrás nada; no dejarán ninguna partícula esencial en la tumba.
Resucitarán, cuerpo, alma y espíritu, completamente redimidos por el Señor.
«Pues aun vuestros cabellos están todos contados.»
¡Ay!, dices, «he perdido a un querido amigo.» Confía en Dios y por medio de la
amistad divina el vacío de tu corazón será llenado con creces. ¿Has perdido a
un hijo? El Señor será mejor para ti que diez hijos. Si tu padre y tu madre te
son arrebatados, los encontrarás a ambos en Cristo, y dejarás de ser
huérfano.
Esto dice la promesa: «No quitará el bien a los que andan en integridad.» «No
te desampararé, ni te dejaré.» Confía en el Señor en cualquier peligro. Confía
en Él en medio de aguas profundas, y también cuando estés en la costa.
Cuando las olas estén agitadas, confía en tu Dios, así como también cuando
el mar esté tranquilo como un espejo. Cuando el mar ruge y las montañas
son sacudidas por las mareas altas, confía en Jehová sin la menor sombra
de duda, pues, «aun vuestros cabellos están todos contados.»
¿Por qué habías de temer? Tu barca lleva a Jesús con toda Su vida. Si tú te
ahogas, Él no puede nadar, Él se hunde o nada contigo; pues así ha dicho Él:
«Porque yo vivo, vosotros también viviréis.» Si tu Señor vive, tú debes vivir.
Por tanto, consuélense unos a otros con estas palabras, y vayan
tranquilamente, pacientemente, alegremente, gozosamente por la vida, bajo
la preservación divina, pues «aun vuestros cabellos están todos contados.»
En cuanto a ustedes que no están en Cristo, siento por ustedes un gran dolor,
porque ustedes no pueden participar del gozo de esta preservación. En
cuanto a los justos, las estrellas en su curso luchan por ellos, y las bestias del
campo han hecho pacto con ellos. Pero en cuanto a ti, la tierra gime al cargar
el peso de tal pecador, y los elementos están impacientes para vengar la
queja del Dios del pacto, destruyéndote.
Todas las cosas trabajan conjuntamente para traer sobre ti la justicia que tú
mismo provocas. ¡Huye! ¡Huye! ¡Huye! No te queda sino un solo amigo: ¡huye
a Él! Ese amigo, «el Amigo de los Pecadores,» te implora que vengas a Él.
Escúchalo cuando clama con los acentos más tiernos: «Venid a mí todos los
que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» ¡Ven a Jesús; ven
de inmediato, por causa de Su amor! Amén.
Cabello Consolador Corazón Fe Jesús Señor