Está en la página 1de 3

Universidad Rafael Landívar

Facultad de Teología
PEM en filosofía
Curso: Introducción a los Documentos de la Iglesia.
Licenciado Rudy Tizol

Elaborado por: Ronald Jenner Samayoa Martínez (2356121)


¿Qué es la verdad según la encíclica Fides et Ratio?
La encíclica Fides et Ratio, demuestra un punto fundamental sobre el hombre; el hombre tiene
muchas dudas y por ello surge la pregunta “¿Qué es la verdad?”, se presenta inicialmente como
el interrogante por el sentido de la vida, que moviliza a toda la persona en busca de una respuesta
definitiva, que llene de sentido a toda la existencia, especialmente lo que hay más allá de su final.
La encíclica plantea una línea sobre la "verdad en el hombre", como el eje desde el que se despliega
la existencia del hombre y como fin que se persigue a lo largo de la ruta vital (fe y razón). De esta
manera el papa Juan Pablo II, entiende a la razón como una instancia que abre al hombre a la
trascendencia, capaz de ir siempre a más, y no quedar nunca limitada a los límites de sus hallazgos.
Como desarrollos de la razón, la encíclica muestra la conexión de la razón con la fe, especialmente
la circularidad de enriquecimiento mutuo que se establece entre ambas, en el que la fe es fuente de
conocimiento y de asentimiento a la verdad (Dios).

Palabras claves: hombre, verdad, Fides et Ratio, libertad, hombre, Dios…

¡La verdad!

Papa Juan Pablo II patrocina la capacidad de la razón humana para estar al tanto de la verdad, y
demanda que la fe y la filosofía vuelvan a encontrar su unidad profunda, Él como cabeza de nuestra
Iglesia, quiere afirmar la necesidad de reflexionar sobre la verdad, claro está que el ser humano al
trascurrir el tiempo se ha planteado importantes preguntas sobre su propia identidad, como también
¿cuál es su origen? ¿qué es lo que le sucederá después de su muerte? sobre estos aspectos, los
cuales se da una explicación concreta en un fin tras la búsqueda de la verdad misma y ¿cuál es su
fundamento? El que se resuelve al entender que la razón encuentra su apoyo más dotado de
hermosura en la fe, lo que hace ese vínculo extraordinario para hallar la verdad auténtica siendo
libres amándolo a Él para que también se encuentre ese amor propio y no aturdidos tanto solo por
la razón o solo por la fe, resumido en el numeral #5 de la encíclica donde se describe que: “La fe
y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación
de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en
definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena
verdad sobre sí mismo”.

Al inicio en el numeral 5, el Papa expone: “La Iglesia, por su parte, aprecia el esfuerzo de la
razón por alcanzar los objetivos que hagan cada vez más digna la existencia personal. Ella ve en
la filosofía el camino para conocer verdades fundamentales relativas a la existencia del hombre.
Al mismo tiempo, considera a la filosofía como una ayuda indispensable para profundizar la
inteligencia de la fe y comunicar la verdad del Evangelio a cuantos aún no la conocen” es de esta
manera que el ser humano siempre está en búsqueda del saber y el objeto de este es la verdad, es
por ello que se ve inmerso en una serie de preguntas: ¿tiene sentido la vida? ¿hacia dónde se dirige?
a la que por su capacidad de raciocinio llega a descubrir que la primera verdad es su existencia, a
la cual se da la tarea de ir tras la búsqueda de una respuesta absoluta, reconociendo que la verdad
es única y universal, de esta manera el hombre busca un absoluto que sea capaz de dar respuesta y
sentido a toda su búsqueda. Algo que sea último y fundamento de todo lo demás. En otras palabras,
busca una explicación definitiva, un valor supremo, más allá del cual no haya ni pueda haber
interrogantes o instancias posteriores, todo esto por el deseo de alcanzar la certeza de la verdad y
de su valor absoluto.

De esta manera nos damos cuenta que la verdad es auténtica y absoluta, estamos necesitada de ella
para alcanzar nuestro fin último, claro está que se tienen diversas facetas las cueles son: 1. Las más
numerosas son las evidencias inmediatas o confirmadas experimentalmente. 2. Verdad propia de
la vida diaria y de la investigación científica. 3. Verdades de carácter filosófico, a las que el hombre
llega mediante la capacidad especulativa de su intelecto 4. Verdades religiosas, que en cierta
medida hunden sus raíces también en la filosofía. Cada una de ellas se van construyendo por la
capacidad de raciocinio que tiene el mismo ser humano, pero que en esta encíclica no se aparta de
ninguna de ellas, las fundamenta en el trascurso de la misma, dándole un eje primordial a la
relación entre las verdades filosóficas y religiosas, porque el hombre está en búsqueda; búsqueda
de verdad y búsqueda de una persona de quien fiarse.

La fe cristiana ayuda ofreciendo la posibilidad concreta de ver realizado el objetivo de esta


búsqueda en Jesucristo, que es la Verdad, la cual es revelada por Dios, esta “no está en contraste
con las verdades que se alcanzan filosofando. Más bien los dos órdenes de conocimiento conducen
a la verdad en su plenitud. La unidad de la verdad es ya un postulado fundamental de la razón
humana, expresado en el principio de no contradicción. La Revelación da la certeza de esta
unidad, mostrando que el Dios creador es también el Dios de la historia de la salvación” (#34)
porque esta es la verdad que el ser humano busca sin conocerlo, porque en Él se revela la plena
verdad haciendo un vínculo estrecho entre la fe y la razón, porque desde ellas se podrán dictar
principios para un buen orden del conocimiento tras la búsqueda de esa verdad revelada.

De esta manera podemos concluir que la verdad es la afirmación de algo que corresponde con la
realidad, de esta manera comprendemos que Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de
conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda
alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo; el papa el hombre con su razón, tiene la
posibilidad de alcanzar la verdad que por su naturaleza es universal. El Papa expone diversas
"facetas" de la verdad, llegando a afirmar que: "se puede, pues, definir al hombre como aquél que
busca la verdad", si el conocimiento lleva al progreso, qué mayor progreso puede tener la
humanidad sino el conocimiento de Dios por medio del obrar ético de cada persona, actuando
según su libre y recto querer, en el camino de la felicidad y que tiende a la perfección (Dios).

Referencias bibliográficas:

• https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_14091998_fides-et-ratio.html
• https://conceptodefinicion.de/verdad/

También podría gustarte