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Seminario Mayor Nacional de la Asunción (Etapa del Encuentro)

Curso: Iniciación a la Liturgia


Padre: Juan José Oliva
Nombre: Ronald Jenner Samayoa Martínez
Diócesis: Huehuetenango

Ensayo “Tiempo Ordinario”


Introducción
Como católicos sabemos que durante el año tenemos varios “tiempos” en los cuales
distribuimos la lectura de la Palabra de Dios, meditamos sobre un aspecto de la vida de Jesús,
y profundizamos en un misterio de la vida de Jesús. Tenemos el tiempo de Adviento, de
Navidad, de Pascua, etc. Y hay un tiempo bastante distintivo, es el llamado Tiempo Ordinario.
Este tiempo es peculiar, es el más largo del año, dura entre 33 a 34 semanas, se espera que
nosotros profundicemos en la fe en el misterio Pascual y se subrayan las exigencias morales
de una vida nueva, que es la vida que debemos de vivir cada uno de nosotros los cristianos,
además se incluyen solemnidades, el culto a María, Santos y Mártires.
Contenido
Otro de los tiempos litúrgicos es denominado “tiempo Ordinario”, abarcan un total de 33 a
34 semanas destinadas no a celebrar un aspecto particular del misterio de Cristo, sino al
misterio de Cristo en su globalidad, especialmente en los días domingos. El tiempo ordinario
se divide en dos partes: desde la Epifanía y Bautismo del Señor hasta el Miércoles de Ceniza
(5 a 9 semanas) y desde Pentecostés hasta después de haberse celebrado la solemnidad de
Jesucristo Rey del Universo.
Dentro de este tiempo se incluyen solemnidades del Señor las que son: Solemnidad de la
Santísima Trinidad (Dios manifestar el misterio de su voluntad, donde los hombres, por
medio de Cristo y en el Espíritu Santo, tienen acceso al Padre), Solemnidad del Santísimo
Cuerpo y Sangre de Cristo (busca afirmar la presencia real de Cristo en las especies
consagradas del pan y el vino), Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (busca celebrar
el amor a Dios que encuentra su máxima manifestación en Cristo) y Solemnidad de
Jesucristo Rey del Universo (nos ayuda a meditar sobre el final de los tiempos).
Así mismo se da culto a la devoción Mariana, Santos y Mártires, en el que se busca sobre
resaltar el triunfo de la resurrección de Jesús en cada uno de los santos y de los mártires,
especialmente en nuestra Madre, concebida inmaculada, es decir: sin pecado. Debemos
comprender que toda fiesta que busca honrar a María así como algún santo o mártir, son en el
fondo fiesta y triunfo de Jesús. Estas celebraciones nos ayudan a crecer en la fe pero también
en la alegría de nuestra entrega a Dios y a nuestros hermanos.

Conclusión
El tiempo ordinario nos ayuda para recorrer paso a paso la vida de la salvación revelada en la
existencia de Jesús. Cada domingo tiene valor propio porque se convierte así en un camino
cotidiano y sencillo, en el que aprendemos de Jesús y compartimos con él las pequeñas cosas
de nuestra propia vida, a través de las solemnidades de Jesús, devoción Mariana, Santos y
Mártires donde Dios siempre nos ayuda a confiar en Él (fe) y nos da generosidad para que
nosotros logremos abrir nuestro corazón a su gracia.

Ronald Jenner Samayoa Martínez

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