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MINIMALISMO

minimalismo

El minimalismo en la música

El minimalismo, en el ámbito musical, comienza en la década del 60 como reacción a la


complejidad de la música de posguerra.
El objetivo del minimalismo musical es, principalmente, lograr la simplicidad en el uso de
recursos compositivos, eliminando cualquier elemento complejo que no pueda ser apreciado por
un público general.
Economía de recursos compositivos, simplicidad y repetición son algunos conceptos generales
que podrían definir al minimalismo musical. Pero es necesario, y de suma importancia, aclarar
que utilizar elementos “simples” a la hora de componer no significa que la obra acabe sonando
como algo simple, desnudo, desabrido, ya que la suma y la combinación de diferentes motivos
pequeños o sencillos, puede derivar en una composición compleja pero posible de apreciar por
un público amplio. Esto es, de hecho, lo que ocurre en con minimalismo musical.

CUALQUIER TIPO DE MÚSICA QUE TRABAJE


CON MÍNIMOS MATERIALES Y BIEN DEFINIDOS
PODRÍA SER CONSIDERADA MINIMALISTA.

Si bien cada compositor puede elegir de qué manera construir su obra minimalista, hay ciertas
características que pueden encontrarse en la mayoría de la música de este tipo:

El minimalismo musical sugiere no utilizar demasiados acordes, por lo que la armonía suele
basarse en un grupo reducido de acordes, incluso puede llegar a formarse con solo dos, uno o
ninguno. Por lo general, es una armonía estática, sin desarrollo funcional o con muy poco
desarrollo.
En el aspecto rítmico, es típico del minimalismo utilizar repeticiones, ostinatos de pequeños
motivos que pueden ser rítmicos o melódico-rítmicos. Una palabra que suele usarse para este
tipo de técnica compositiva es el loop, que traducido al español significa “círculo”, por lo que es
posible imaginar a este tipo de música como una constante repetición de una idea musical.

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Pero el minimalismo no se basa en la repetición sinsentido de una idea musical, sino que se
eligen patrones o modelos, determinados en este tipo de composición como patterns, que
pueden ser pequeños grupos melódicos, acordes, grupos rítmicos breves, sonidos, como eje
principal sobre el cual se mueve la obra y al cual se pueden ir agregando elementos, es decir que
la obra va evolucionando de acuerdo a la combinación de patrones que se realice.

Menos es más

“Menos es más”. Seguramente hemos escuchado esta afirmación en diversas ocasiones,


incluso hasta al hablar. El minimalismo busca la cuota justa de recursos y combinaciones para
crear música, porque considera que siempre menos es más. Se parte desde lo simple, por
ejemplo, un patrón rítmico -como se expuso anteriormente- que se encuentra con otro y se
combinan, se unen y se separan, haciendo que cada movimiento, encuentro y desencuentro
genere un efecto sonoro complejo, profundo.
El minimalismo ha sido llevado, a lo largo del tiempo y con los diferentes compositores que
se han animado a experimentarlo, hacia diferentes grados, incluso extremos como la escucha del
silencio mismo (que nunca es silencioso) o dos notas sostenidas por un tiempo indefinido. No
hay una sola manera de expresarse a través del minimalismo, aunque sí existen algunas reglas o
características -mencionadas antes-.
Lo interesante de este tipo de composición es cómo puede crearse, con mínimos elementos, un
momento musical que nos atrape, nos envuelva y nos mantenga cautivados y expectantes a
seguir escuchando y descifrar lo simple que se esconde debajo de la complejidad sonora.

Ideas:

Que sea un material que pueda usarse en el aula.

Introducción (no contar mucha historia).

Aspectos técnicos, compositivos, características, etc.

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Ejemplos de diferentes compositores y análisis de los mismos teniendo en cuenta las
características compositivas mencionadas.
En paralelo, comparar con otras artes minimalistas.

Composición minimalista propia, para varios ejecutantes (idea para hacer en el aula).

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