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Escojo la vida

Escoge un lugar tranquilo, que te permita disponerte a tu encuentro. Respira hondo, siente la vida en
tus pulmones. Te puede ayudar el quitarte los zapatos como gesto de presencia.

Pídele luz a tu Dios para que te enseñe a escoger siempre la vida verdadera, la vida abundante.

Vamos a hacer una contemplación: imagínate que este mundo -con sus gentes tan distintas, y tu dentro-
es como un campo de batalla: por un lado, tenemos la bandera de Jesús y su proyecto para que
hombres y mujeres tengan vida en abundancia; por otro lado, esta el mal espíritu, con una intención
totalmente contraria de restarle vida a los seres humanos…

Trata de contemplar la actitud de Jesús, su modo de dirigirse a las personas, la hondura de su mirada
escucha las palabras de Jesús: palabras sencillas, que dan vida, que alegran, que enseñan, que invitan al
ser humano a ser más humano, a practicar la paz, la justicia, la solidaridad. Las Palabras de Jesús se
inspiran en el sueño de Dios para los hombres, esto es, que tengan vida plena.

Trata de contemplar el modo de seducir del mal espíritu, las artimañas para hacer infelices a tantos
hombres y mujeres. El mal espíritu no toca el corazón del ser humano, seduce sus deseos con
apariencias para luego encadenarlo y hacerlo su esclavo. Causa ruido, se comporta como un extraño, no
te deja del todo tranquilo, es incoherente y te lleva a la incoherencia, a justificar la maldad, el egoísmo,
la mentira y la falta de amor: sabe jugar con tus deseos de poseer cosas y personas, con tu deseo de
reconocimiento, de estar “on the top of the world”… y allá te deja solo…

Ahora un test de lucidez: el anterior escenario acontece en el mundo de hoy, por ello vivimos en un
mundo tan roto… acontece en ti, por eso te sientes fragmentado… ¿Dónde y cómo descubres este
campo de batalla hoy? ¿Cómo te deja el llamado de Jesús y cómo te deja la seducción del mal espíritu?
¿A través de qué cosas o personas o situaciones percibes que acontece el llamado o la seducción? ¿qué
tiene que ver esto con tu proyecto de vida?

Lápiz a la mano: representa esto que contemplas en una imagen o dibujo en la hoja anexa; que no se te
pierda ni un detalle.

Lee con atención: “Dirigiéndose Jesús a quienes les seguían, les dijo: -nadie puede servir a dos amos,
porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a
las riquezas pues ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá
pagar el hombre por su vida?”. (Mateo 6)

Puedes terminar saboreando el siguiente salmo:


Salmo para dar la vida
Señor, dame la valentía
de arriesgar la vida por ti,
el gozo desbordante
de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar
y pies para caminar
al paso de los hombres.
Entrega, Señor, entrega
para «dar la vida»
desde la vida,
la de cada día.

Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida
en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro
de tu amor que salva.

Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu


para ser conducidos
a dar la vida desde la cruz,
desde la vida que brota
cuando el grano muere en el surco.

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