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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Acatlán

Licenciatura en Historia

Herrera Ramírez Marisol

Grupo 2651

“El México de Ignacio. Paisajes y leyendas. Tradiciones y

costumbres de México de Ignacio Manuel Altamirano como una

obra nacionalista”.

Esquema:

Introducción.

1. Ignacio Manuel Altamirano


1.1 Obras
2. La literatura nacionalista.
3. Paisajes y Leyendas. Tradiciones y Costumbres de México.
3.1 Artículos de fiestas.
3.2 Artículos de vida cotidiana.
3.3 Artículos de Paisajes.
3.4 Artículos diversos.

Conclusiones.
Introducción.

Ignacio Manuel Altamirano realizó esta obra con base a una recopilación de sus
artículos realizados en diferentes periódicos en el año 1884 incentivado por sus
amigos, según alega, todos los artículos contenidos fueron bien recibidos, en su
introducción nos cuenta Altamirano algunos de ellos se encuentran tal y como los
publicó, mientras que otros si han sido modificados para una mejor comprensión.

Altamirano siempre presentó una preocupación porque México tuviera su propia


literatura, no una literatura criolla, una literatura que cumpliera con el objetivo de
que la naciente nación mexicana se identificara y pudiera expresarse a través de
la literatura, por lo que Altamirano siempre intentó cumplir con ello en sus escritos,
por lo que para este trabajo se plantea estudiar cómo y por qué la obra antes
mencionada cumple con este propósito.

Este trabajo tiene como tema principal la obra Paisajes y Leyendas. Tradiciones y
costumbres de México del autor Ignacio Manuel Altamirano con el interés de
estudiar las lecturas recopiladas en el libro para poder reconocer la importancia de
esta obra para la literatura nacionalista que comenzaba a aparecer en México
durante el siglo XIX, responder el por qué de que se considere como una obra
nacionalista y cómo cumple con los objetivos de este tipo de literatura.

Altamirano es un autor reconocido como un autor nacionalista, la obra principal de


este trabajo fácilmente pertenece a este género, por lo que el objetivo del trabajo
es responder ¿cómo? y ¿por qué? Es que entra en dicho género, este objetivo va
de la mano con el problema que se plantea para este trabajo, Altamirano creo esta
obra con una recopilación de artículos que escribió para algunas publicaciones
periódicas, la recopilación la hizo a consejo de amigos, en estos artículos plasmó
su visión de México del siglo XIX, el problema que se plantea es si lo plasmado en
la obra realmente puede considerarse para el discurso nacionalista que se
buscaba luego de la independencia en México.

Si bien el tema de la novela en la historiografía ha sido tratado, y en el caso de


Ignacio Manuel Altamirano se habla sobre todo de Clemencia y El zarco, sin
embargo, no hay trabajos centrados en la obra Paisajes y Leyendas. Tradiciones y
costumbres de México, por otro lado, se han hecho diversos trabajos alrededor de
la obra y vida del autor, por ejemplo Ralph E. Warner es uno de los mayores
especialistas en la bibliografía y biografía de Altamirano, Warner cuenta con una
tesis doctoral The life and Works of Ignacio Manuel Altamirano de la Universidad
de California, 1936, también destaca su trabajo “Bibliografía de las obras de
Ignacio Manuel Altamirano” en la Revista iberoamericana vol. III, núm. 6, (mayo
1941).

También se encuentra el trabajo de Rafael Heliodoro Valle en Homenaje a Ignacio


Manuel Altamirano (imprenta universitaria de México, 1935), también se encuentra
Nicole Girón quien ha trabajado alrededor del autor de manera directa e indirecta,
entre sus trabajos se encuentra Homenaje a Ignacio Manuel Altamirano 1834-
1893 e Ignacio Manuel Altamirano en Toluca.1

1. Ignacio Manuel Altamirano.

Nació un 13 de noviembre de 1834, en Tixtla, perteneció a una familia humilde,


durante su educación en la escuela se le inculcó la doctrina cristiana, su padre fue
electo alcalde y debido a ello fue admitido a los niños de “razón” por el maestro de
la escuela, esto benefició a Altamirano, pues fue gracias a eso adquirió el dominio
escrito del español, para 1849 sus habilidades intelectuales le llevaron a ser
seleccionado como representante del distrito de Chilapa para beneficiarse de una
beca de estudio en el Instituto Literario de Toluca.

Dicha beca formaba parte de un programa educativo diseñado por el doctor José
María Luis Mora cuando se creó el Estado de México, en 1847, por las
autoridades liberales del estado con el fin de propiciar el acceso a la cultura de los
hijos de familias pobres, preferentemente indígenas.2 En el Instituto Literario el

1
Se puede consultar los trabajos de Girón en el siguiente enlace
http://www.elem.mx/autor/obra/directa/2440/
2
Nicole, Girón, “Ignacio Manuel Altamirano”, en Historiografía mexicana. Volumen IV. En busca de un
discurso integrador de la nación, 1848- 1884, Instituto de Investigaciones históricas, 1996, p. 257, en
https://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/317_04/317_04_04_11_IgnacioManue
l.pdf, [21 de abril 2021].
autor disfruto de excelentes maestros como Ignacio Ramírez, y pese a tener una
carrera brillante, fue expulsado antes de concluir sus estudios secundarios.

“Parece entonces haber interrumpido sus estudios para participar en la revolución


de Ayutla. Victorioso el movimiento, Altamirano fue favorecido por una “beca de
gracia” e ingresó en enero de 1856 al Colegio Nacional de San Juan de Letrán, en
la Ciudad de México dónde permaneció hasta mediados de 1859”3 donde cursó
una carrera de derecho.

Tras terminar sus estudios fue profesor de latín en el Colegio Nacional de San
Juan de Letrán, puso en práctica su carrera de derecho en el despacho del
abogado Covarrubias y por las tardes tomaba clases en la Academia Teórico-
práctica que dependía del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados, a la par se
inició en el periodismo en el entorno de Francisco Zarco, publicando traducciones
y artículos sin firma.4

El 5 de junio de 1859 Altamirano se casó con Margarita Pérez Gavilán, y luego de


los sucesos conocidos como “los fusilamientos de Tacubaya” en los que
fallecieron sus amigos decidió irse junto con Margarita de la Ciudad hacia
Guerrero, sin embargo, en 1861 volvió a la Ciudad tras ser electo diputado al
Congreso General de la Nación. En 1862 tras la invasión francesa Altamirano
intentó levantar una guerrilla para poder combatir contra los franceses, sin
embargo, fue reelecto como diputado del estado de Guerrero lo que le impidió
continuar.

Para 1863 figuró como miembro de la diputación permanente del congreso en San
Luis Potosí, ente 1864 y 1866 reanudó sus actividades periodísticas, colaborando
en La voz del pueblo, publicado en Tixtla, en 1874 fue reelecto como magistrado
de la Suprema Corte de Justicia, por seis años, se desempeñó al mismo tiempo
como profesor en diversas instituciones también se manifestó en aquellos años
como novelista, poeta, periodista cultural y halló tiempo para animar las

3
Ibid.
4
Ibid., pág. 258.
actividades de numerosas sociedades literarias y científicas, muy particularmente
la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, formó parte del décimo
Congreso constitucional en 1880 y 1881, y reinició abiertamente su participación
en el periodismo político.

En 1886 se le diagnosticó la enfermedad de diabetes por la que se atendió a lo


largo de toda su estancia en Europa viajó a Italia, Suiza, Bélgica. Atacado por una
forma benigna de cólera en el verano de 1892, en París, sufrió posteriormente una
afección pulmonar. Nunca se repondría de este último padecimiento. En diciembre
de 1892, su yerno Joaquín Casasús, de paso por París en el curso de una misión
oficial a Europa, lo encontró muy desmejorado y lo obligó a pedir licencia para
enviarlo a pasar el invierno, lejos del frío parisino, a orillas del mar Mediterráneo.
Fue en San Remo, precioso pueblito de la Riviera italiana, donde falleció el 13 de
febrero de 1893.5

1.1 Obras.

Altamirano dejó diversas obras, fue un autor bastante versátil ya que dejó varias
obras que abarcaron distintos géneros, por ejemplo, cuento, novela, biografías,
ensayos y otros, entre sus obras más destacadas se encuentran:

Clemencia. (1869)
La navidad en las montañas. (1871)
El zarco. (póstuma)
Rimas. (1880)
Antonia y Beatriz.
Atenea.
Cuentos de invierno.
Paisajes y Leyendas. Tradiciones y costumbres de México. (1884)
Crónicas de la semana. (1869)
La literatura nacional. (1849)
Obras. (1899)

5
Ibid., pág. 264.
Obras literarias completas. (1859)
Obras completas (1886)

Por otro lado, también se destacó en el periodismo, sobre todo porque participó en
la fundación de algunos periódicos y revistas como lo fueron: El Correo de México,
periódico en el que invirtió su dinero ganado como general y en donde llego
publicar su apoyo a Porfirio Díaz; El Renacimiento, el “intento más claro por
unificar a todos los literatos de la época independiente de su filiación ideológica”6;
El Federalista, La Tribuna y La República.

La obra de Altamirano siempre tuvo impresa la crítica y sobre todo defendía al


genero de la novela como un género que llevaría a la sociedad al progreso, “su
deseo era que la narrativa auxiliara la instrucción y expusiera las costumbres,
paisajes y episodios históricos mexicanos “a las clases pobres”7. En general la
obra de Altamirano es importante por su ardua búsqueda de generar cultura para
el país y su constante preocupación por crear una identidad

2. La literatura nacionalista.

En el siglo XIX México atravesó diversas transformaciones, mientras se seguía en


la búsqueda de un sistema político que se pudiera establecer y también una forma
de gobierno, por otro lado, los intelectuales y escritores buscaban trabajar en una
literatura nacional que reflejara lo que eran los mexicanos y que eran distintos a
los españoles8, “un grupo de criollos construye a través de la lengua, raza, religión
y costumbres, lo que conoceremos como nació mexicana”9.

Durante el desarrollo de la literatura en México esta tuvo un propósito moralizante


y didáctico que correspondían a la necesidad de la construcción de una nación,
una de las primeras escrituras fueron poesía pues era necesario exaltar los
sentimientos de la patria luego de la lucha de independencia y en los diferentes

6
Pág. 310
7
Canto Mayén, op.cit., pág. 78.
8
Víctor, García Esquivel, “Siglo XIX: la construcción de la literatura nacional”, en Crónica, México, 29 de
diciembre 2016, en https://www.cronica.com.mx/notas/2014/857993.html , [consultada 21 de abril 2021].
9
Ibid.
obstáculos que se presentarían a la nación como la separación de Texas, la
guerra de los pasteles o la guerra de reforma.

“[…] la novela fue el género más atrevido y nuevo y contó con un nutrido público
lector. Narradores como José Joaquín de Arriaga, Ignacio M. Altamirano y Juan
Díaz Covarrubias se propusieron explícitamente convertir a la novela en el
vehículo de la educación, soporte del discurso nacionalista y “libro de las
masas”10. Además, este género literario estaba completamente ligado con las
sociedades europeas logrando relacionar a México con el avance.

Los novelistas del momento estaban uy cerca de las novelas extranjeras, “se
apropiaron de su estilo, contenidos y formas e intentaron replicar en México un
género que convocaba a un conjunto vasto de lectores”11. Fueron diversos
escritores los que consideraban que la novela era “el instrumento ideal para
inculcar un sentido de orgullo nacional”12

“Mientras que, por medio de la crónica y ensayo, publicados en los periódicos,


está claro que se tiene comunicación con la sociedad y ayuda a la construcción de
esa sociedad, más avanzada y moderna. Mientras que el género del cuento es el
mejor formato para los escritores y los periódicos por su mensaje en pocas
palabras.”13 Por ello la literatura nacionalista nació como una necesidad de formar
a través de las letras una identidad nacional, los escritores aprovecharon los
diferentes sucesos para reafirmar los sentimientos de la patria.

Era necesario, en la reconstrucción de la patria liberada, crear una literatura mexicana. Si la


primera meta urgía, no le quedaba atrás la segunda que, al fin y al cabo, participaba del
mismo objeto: las instituciones habían de dar vida a la nación entre los demás pueblos del
universo, habían de permitir su natural desarrollo y progreso; pero la literatura había de

10
Emiliano Enrique, Canto Mayén, El novelista mexicano: espacios familias, prácticas y
autorrepresentaciones de la ciudad letrada (1830-1880), 2018, pág. 13
11
Ibid., pág. 78
12
Guadalupe, Gómez Aguado, La literatura como medio de instrucción, pág. 618.
13
García Esquivel, Op.cit.
hacer patente este desarrollo, dándole la palabra al pueblo recién nacido, y permitiendo que
expresara sus aspiraciones, sus miedos y sus esperanzas.14

3. Paisajes y leyendas. Tradiciones y Costumbres de México.

La obra de Ignacio Manuel Altamirano está compuesta de diversos artículos del


autor, tal como él lo afirma en su prefacio los artículos incluidos los tomó en
cuenta porque habían tenido mucho éxito en los periódicos, tuvo una
preocupación por que fuera una buena lectura, en su prefacio expresa “[…]
comienzo en este volumen, primero de la serie que me propongo publicar, a reunir
aquellos humildes escritos, no sin corregir cuidadosamente las erratas de que
adolecieron en la publicación diaria, y procurando que el esmero tipográfico haga
agradable y cómoda lectura.”15

La primera edición de una primera serie data de 1884, en 1949 hubo una segunda
serie, y la primera edición en la colección “sepan cuantos…” de la editorial Porrúa
se realizó en 1974, la edición utilizada en este trabajo proviene de esta primera
edición de Porrúa, siendo la novena edición del 2015, la cual se basó para la
segunda serie de Paisajes y Leyendas. Tradiciones y costumbres de México, en la
recopilación de Ralph E. Warner, que publicó la Antigua Librería Robredo en el
año de 1949.

El libro esta divido en series, dos específicamente, cada una consta de diferentes
artículos, la primera serie consta de 10 artículos, cada uno numerados con
números romanos, de estos diez uno de estos artículos está dividido en apartados
que llevan subtítulos breves que hace alusión de lo que tata dicho apartado, para
la serie dos se compone por nueve artículos, y al igual que la primera serie cuenta
con un artículo que está subdividido, por lo que en total el libro está conformado
por diecinueve artículos y cuenta con 334 páginas.

14
Ignacio Manuel, Altamirano, Paisajes y leyendas. Tradiciones y costumbres de México, Porrúa, México,
2015, pág. IX.
15
Ibid., pág. XXXV.
En cuanto a cómo decidí dividir el libro para poder abordarlo en el trabajo, lo dividí
en temáticas que creo son abordadas en diferentes artículos, entre los primeros
consideré los que están dedicados a hablar de alguna festividad, seguidos de los
que hablan de la vida cotidiana en México, los que hablan de paisajes del país y
por último de temas diversos, si bien los he dividido por temática en algunos casos
los artículos también contienen varios temas que podrían relacionarse a otra
temática.

Estas divisiones más que temáticas considero son aspectos que Altamirano
consideraba eran parte de lo que forma la identidad nacional, las cosas que se
comparten entre los grupos de personas, el pasado compartido y las acciones
cotidianas similares entre muchos, ver como habla de cada uno de estos aspectos
ayudaran a entender como concebía la identidad y como intentó que sus lectores
también se identificaran con ella cumpliendo con el objetivo de este tipo de lectura.

3.1 Artículos de fiestas.

En los artículos de fiesta se encuentran artículos como “La semana santa en mi


pueblo”, “El corpus”, “La fiesta de los ángeles”, “El día de los muertos”, “La fiesta
de Guadalupe”, “El viernes de Dolores” y “Las tres caídas de Tacuba” lo que
puedo observar es que al momento de elegir las fiestas de las que habla se fijó en
las fiestas con mayor participación del pueblo, y algo que destaco es que su
sentido de pertenencia lo tiene desde el sentimiento que tiene por su pueblo,
Tixtla, por eso dedica dos artículos hablando de celebraciones que se llevaban a
cabo en su pueblo.

Si bien Altamirano habla de las festividades y que se hacían en estas, vemos


muchos otros aspectos, por ejemplo, vemos el orgullo que siente por su pueblo, y
desea transmitirlo y que los lectores también lo vean, por ejemplo menciona que
en ese mismo pueblo nació Vicente Guerrero y que todos están orgullosos de ello,
habla un poco de la historia de su pueblo y orgulloso menciona que resistieron
mucho a la entrada de los españoles y por eso “ […] que la lengua misma de los
españoles fue influida al grado de que no puede llamarse castellana ahí […]”16, por
lo que podemos ver que el pasado prehispánico es importante para Altamirano, es
algo de lo que sentirse orgulloso.

Ya entrando en el tema, uno de los primeros artículos del libro es acerca de las
celebraciones de la semana santa, volviendo a lo orgulloso que está de su pueblo
menciona que los indios son los que han hecho perdurar dichas celebraciones en
el pueblo, como habla de la semana santa la división del artículo es según los
eventos de la misma, por ejemplo, el día de las palmas, el domingo de ramos, el
jueves santo, de cada uno nos menciona un poco de lo que se hace, los indios en
busca de las palmas, las campanas repicando, las procesiones, siempre
transmitiendo un sentimiento de nostalgia pues todo ello lo vivió de niño.

Algo importante es la introducción que hace de la historia, por ejemplo, en el


artículo de “la fiesta de Guadalupe” no sólo habla de lo grande que era la
celebración, lo importante de este artículo toda la relación que hace de la historia
de la virgen más que de la fiesta, y es que todo ese pasado es importante para
comprender porque es que en la fiesta de Guadalupe, indios, españoles y
mestizos se juntan todos para celebrarla, “[…] puede decirse que todo México, que
la nación entera toma parte en el culto que no cesa un solo día […]”17

Este artículo es rico en información acerca de Altamirano porque habla desde las
primeras apariciones de la virgen, de su origen, de la devoción de españoles e
indios, y esto nos da la oportunidad de conocer el amplio conocimiento que
Altamirano tiene ya que vemos el uso de muchos autores recopilando información
acerca de la virgen. Además, con este podemos ser conscientes de la devoción en
esta virgen ya que cuando habla de la celebración de la virgen de los ángeles nos
queda claro que si bien es importante no reúne a la misma cantidad de personas y
además su celebración ha sido un tanto olvidada.

16
Ibid., pág. 13.
17
Ibid., pág. 75.
Altamirano recurre al pasado para explicar la devoción que se tiene a la Virgen, la
cual servía para dar explicaciones a ciertos sucesos, por ejemplo, luego de la
terrible inundación en México en 1629 el pueblo creía que la virgen era quien la
había detenido, fue entonces que se le nombró la señora de la ciudad. Algo
importante y que resalta en estos artículos es la recuperación de tradición oral que
hace Altamirano para contar el origen de las celebraciones.

Cuando Altamirano habla de las fiestas habla con un tono nostálgico, desde las
celebraciones que presencio de niño hasta las de día de muertos la cuál para él ha
cambiado mucho, el hecho de que hable de la historia de las celebraciones nos
refleja lo importante que es para él el pasado, es un primer factor que podemos
tener en cuenta que el considera para el sentido nacionalista además de que
busca que los lectores se identifiquen con este desde los hechos que logran
unirlos a los demás, las fiestas, esta es una primera forma de hacer una escritura
nacionalista.

3.2 Artículos de vida cotidiana.

Entre los artículos que se encuentran en esta división están: “La vida de México”;
“Los espectáculos” y “El otoño y las fiestas de noviembre”; en particular en el
artículo “La vida de México” Altamirano habla mucho del trabajo del cronista ya
que es él quien debe escribir sobre los sucesos cotidianos en México. Pese a que
hay un apartado especial para aquellos artículos que describen el paisaje
mexicano en este se narra un poco de él con diferencia de que este habla de los
lugares que los mexicanos frecuentaban como las pulquerías y cantinas.

Algo que también es necesario rescatar de este artículo es como Ignacio veía a la
sociedad mexicana comparada con otras, como son los mexicanos, algo que en
ese momento necesitaba una respuesta clara, Altamirano dice: “Pero aquí, donde
nuestras costumbres son otras, donde nuestra sociedad es inocente todavía,
donde no hay esos elementos de gran lujo, ni esas fiestas devoradoras, ni esa
fiebre de vanidad y de brillo, ni ese movimiento constante de población, ni esa sed
de viajes y de ruido”18.

Esta breve descripción sirve para aclarar que para él la sociedad mexicana era
monótona, y que no es relevante hacer crónicas de la vida cotidiana ya que no hay
mucho en la sociedad de que hablar, en cambio de la da peso a un estudio más
profundo de las costumbres nacionales, la historia de los sucesos políticos, las
leyendas locales (que para él aún no habían sido tocadas); y la biografía de
hombres útiles para el país y el extranjero.

También nos da un vistazo a la transformación de la sociedad mexicana con la


llegada de diversas innovaciones como el telégrafo, la prensa libre y el aumento
de las comunicaciones con el extranjero. En la vida cotidiana se encuentra
también la diversión, otro aspecto identificador de donde provenimos es como nos
divertimos como sociedad, en conjunto, Altamirano recupera los espectáculos de
México, el lugar donde la gente se divierte.

Si bien hace una crítica al teatro, si podemos ver que este era un entretenimiento
común, así como las peleas de gallo, “[…] la numerosísima concurrencia de todas
las noches pide siempre la pelea de gallos.”19 El autor realmente se fijo en hablar
de aquellos espectáculos con mayor concurrencia y por ello no deja atrás las
procesiones, que hasta el día de hoy siguen siendo comunes y con mucha
asistencia del pueblo mexicano.

El otoño se mece apacible obre nuestra región. Tiéndese sobre nuestras cabezas ese cielo
azul limpísimo que caracteriza a México, azul de turquesa que es el encanto de los europeos
y que causa nostalgia a los mexicanos cuando visitan las nebulosas comarcas de la Europa
septentrional; y corre el viento sumamente frío, precursor del invierno y que viene a tostar las
hojas de los árboles, las flores de los jardines y la grama de las llanuras 20

Así describe Altamirano el otoño en la Ciudad de México, y no sólo eso sino


también de cómo la gente buscaba divertirse en esta época, habla de las

18
Ibid., pág. 49.
19
Ibid., pág. 52.
20
Ibid., pág. 55.
caminatas en el zócalo, la apertura de teatros para los títeres, en el otoño era
también cuando la gente iba a los cementerios, si bien el día de muertos era una
celebración Altamirano habla de cómo eran los cementerios, de cuáles eran los
importantes, como se arreglaba la gente para ir a ver a sus difuntos, hace una
descripción de lo que bebían, sobre todo el pulque, y como estas celebraciones
duraban hasta muy tarde.

Estos artículos dan una breve relación e como pasaban los días en la Ciudad de
México y lo que resalta son las diversiones, los eventos que sin ser fiestas reunían
a gran parte de la población donde la risa y diversión unían a todos por un
momento, igual una época en específico del año creaba paisajes que Altamirano
describe con admiración y que si algún habitante no había notado lo haría luego
de leer la descripción de Altamirano

3.3 Artículos de paisajes.

En los artículos de paisajes se encuentran los artículos titulados “Emociones de


viaje”; “Tetzcoco y Tetzcotzingo”; “Los caminos de antaño (de Toluca a México)”;
en el primer artículo Altamirano hace una relación de un viaje largo que realizó a
Orizaba, describe los paisajes que ve y hace una relación con personajes
históricos y la historia de los lugares, esto ayudaría a los lectores a identificar los
bellos paisajes y la historia como parte de su nación.

Cuando Altamirano habla del paisaje no se limita únicamente a describir las


formas del lugar, como mencione anteriormente se asegura de contar la historia,
por ejemplo, de Orizaba cuenta lo siguiente: “Si nos hubiéramos quedado en
Orizaba, hubiéramos recorrido esa población histórica con el bello libro de Arróniz
en la mano; hubiéramos, sobre todo, visitado el ingenio donde es fama que existió
el pueblo de Ostoticpac en que se casó la famosa Malinche […]”21 a continuación
continúa hablando de Cortés y su viaje a las Hibueras.

21
Ibid., pág. 191.
Ese breve párrafo nos permite ver que Altamirano no sólo buscaba hablar de la
naturaleza de México sino también de la historia de los lugares, con eso podría
lograr que el lector aparte de identificarse y maravillarse por su alrededor
conocería su historia y se identificaría con ella, también vemos que se apoya en
varios autores para conocer esta historia.

Texcoco es una de estas poblaciones. Hija de la antigua y hermosa capital del imperio
chichimeca que despareció completamente, ella se asentó sobre los escombros de la
antigua reina hundida para siempre en los bordes del lago, y prolongó, por decirlo así, una
especie de vida póstuma de ésta, siquiera para acusar con su aspecto miserable los
estragos de la conquista extranjera y la inestabilidad de las grandezas humanas.

Altamirano al hablar de Texcoco retoma las culturas prehispánicas, y habla de


su grandeza, en la búsqueda de una identidad era importante para él retomar
las culturas prehispánicas, eran parte de la historia de México e identidad del
pueblo mexicano, no sólo cuando habla de estos paisajes las retoma sino
también cuando habla de las fiestas.

Más adelante aun hablando de Texcoco dice: “La Texcoco actual es híbrida,
híbrida por sus habitantes, por sus costumbres, por su fisonomía. Lo mismo que
la Ciudad de México, ha cambiado completamente de habitantes, al grado de
que puede decirse que los que hoy se encuentran en ella no tiene nada de
común con los que la habitaban antes de la conquista.”22

Está última cita nos deja claro como para Altamirano el pasado era mejor que la
actualidad, sin embargo acepta que no sólo Texcoco sino México es “Híbrido”,
si Altamirano habla del paisaje es para dejar claro ese carácter híbrido y
además aprovecha la situación para hablar de la historia del país, dejando claro
como mencioné antes que el pasado era mejor, “Hanle quedado de su
antecesora el nombre, el sitio, el lago, sólo aquello que no pudieron destruir los
españoles; ni reducir a polvo la fe cándida de los misioneros, ni llevarse consigo

22
Ibid., Pág. 275.
la desesperación de los indígenas asustados por la esclavitud o ahuyentados
por la miseria”23.

La sociedad también es parte del paisaje y podemos ver que era una sociedad
pobre, en el paisaje quienes era más vistos eran “los que traían ganado vacuno
de Morelia, los conductores de piaras de cerdos, los carreteros que
transportaban maíz o trigo de aquel valle, los arrieros que cruzaban con sus
recuas, los indios vendedores de mantequillas, de loza, de huevos, de morcillas
o de” ponteduros”, los representantes, en fin, de la pobre industria toluqueña,
venían como les era posible”24.

Ese era el verdadero paisaje en México, los vendedores, los indios, los viajeros,
más allá de los cerros, caminos, lagos o montañas, además también nos habla
de los verdaderos lectores de Altamirano, estos eran los de las clases altas, la
minoría, ya que el pueblo, la mayoría estaba trabajando, además es importante
recodar que eras más quiénes no sabían leer ni escribir por lo que no tenían
gran acceso a estas publicaciones, por lo que ese sentido de identidad no se
inculcaría en todos.

3.4 Artículos diversos.

En este apartado incluí los artículos “El señor del Sacromonte”; “Los mártires de
Tacubaya”, “el 27 de abril en Querétaro” y “La noche buena”; estos artículos
tienen en común que hablan de historia, pese a que en los demás artículos
nunca falta agregar historia varios de estos se enfocan en un suceso histórico
específico, sucesos que él considera importantes retomar.

Si Altamirano recupera estos sucesos, tradiciones y leyendas es porque el dice:


“[…] busquemos otros cuadros de la vida mexicana, la emoción de lo
desconocido […] escojamos un rumbo para atravesar los campos y las
cordilleras, para visitar los pueblos y las aldeas y mezclarnos en la vida íntima

23
Ídem.
24
Íbid., pág. 317.
de las gentes sencillas que conservan algo de las viejas costumbres y la pureza
típica de la antigua provincia, apenas modificada por la modernidad”25

Gracias a este mismo artículo podemos ver que las leyendas es algo que
Altamirano consideró para la construcción de la identidad, “ella forma la historia
primitiva de los sucesos y sirve de vínculo moral a los hombres en los tiempos
que preceden a la civilización”26, la leyenda hasta hoy sigue siendo una fuente
importante de historia y sobre todo es parte de la identidad de un país.

Altamirano se aprovechó de algunas creencias y costumbres populares para


hablar más a fondo de México además es importante la recopilación que hace
debido a que son propias de los pueblos de México. ¿Qué otra cosa es propia
de una nación?, no hay duda qué son las batallas ¿Qué otra cosa daría gloria a
una nación si no fuera una batalla?, Altamirano lo sabía, y por eso se dedicó a
hablar con mucho detalle histórico de una de estas tantas batallas.

Altamirano al hablar de batallas tenía muchas ventajas, en particular habla de


una librada en Querétaro, en primer lugar, él era un buen militar y había
participado ya en varias batallas, en segundo sus habilidades de escritura, al
ser un testigo de las batallas pudo dejar escrito mucho de los hechos además
de tener acceso a escritos de otros militares, al ser participe de dichos eventos
sabía muy bien lo que una batalla fuera ganada o no era para una nación.

Altamirano no habla de manera aduladora de la batalla librada el 27 de abril en


Querétaro, primero utiliza la narración de otros autores y participantes para al
final dar su versión, se basa en fuentes para contar los hechos, sin embargo,
para él los autores han olvidado el trabajo de una de las líneas de defensa,
hablando de el general Escobedo menciona:

“Para él es un dogma el de que el cumplimiento del deber no merece jamás elogio. Pero yo
creo que cuando muy pocos cumplen con él en su país como sucedía entonces, esa era una
virtud tanto más digna de consideración cuanto que los patriotas a quienes generalmente se

25
Ibid., pág. 1.
26
Ídem.
gratifica después del triunfo con la ingratitud y a veces con la proscripción no cuenta con otra
recompensa que la muy pequeña de las menciones honoríficas”27.

Esto nos deja ver que lo que hace importantes las batallas para la identidad
nacional no era el ganarlas sino las personas que participaban en ellas, porque
lo hacían por su país y eran ellos quienes merecían el reconocimiento, esto
también sirve como un ejemplo para las personas, que su deber era para con
su país y que si lo hacían serían reconocidos.

Otro artículo que Altamirano incluye en su libro es uno dedicado al de la noche


buena, habla de los orígenes de la celebración, algo importante que menciona
es que esta es una celebración no es única en México, se hace en muchos
países y lugares, sin embargo, en México se tiene una forma peculiar de
celebrar, esto se puede entender como una forma de Altamirano de hacer que
la gente se identifique no con la celebración sino con la forma de celebrar.

Conclusiones.

Gracias a este libro podemos ver que consideraba Altamirano eran parte de la
nación y creaban un sentido de pertenencia, las fiestas, esas donde el pueblo
se unía; los paisajes, porque no importaba la condición todos podían verlo,
además a través de estos pudimos ver quienes eran los más vistos en el
paisaje mexicano; la historia, todos los mexicanos comparten un pasado en
común.

Altamirano toma estos elementos para definir la identidad nacional, logra crear
ese sentimiento y cumplir con el objetivo de la literatura nacionalista no sólo
hablando de las cosas buenas, sino fundamentado las cosas con otras fuentes,
le da un papel importante a la historia, porque es el pasado lo que mejor se
comparte. Otro punto a favor que lo ayuda a cumplir con el objetivo es el
carácter de las publicaciones, en primer lugar, estos artículos fueron publicados

27
Ibid., pág. 242.
en los periódicos y el bien sabía que tuvieron éxito, de esta manera estuvieron
más cerca de la sociedad.

Logra darle un lugar importante a los indios en sus artículos sobre todo
retomando el pasado prehispánico, esto logra hacer que con sus lectores
empaticen los indígenas, sin embargo, hay un punto a desfavor, si bien se
apoya en diversas fuentes y eso es importante hoy para nosotros en ese
momento la mayoría del pueblo no conocía y no tenía acceso a esas obras por
lo que les eran ajenas, esto también podría hacer que el pueblo a quien era
importante inculcarles ese sentido de pertenencia no recibieran del todo el
mensaje.

La respuesta a como Altamirano logra hacer un discurso nacionalista se


encuentra en los elementos que toca en sus obras y como los aborda, por
ejemplo, las fiestas que se enfoca en fiestas que llegan a tener un origen en los
antepasados y a las que suelen asistir muchas personas, por ejemplo, en el
artículo de batallas donde le da la importancia a quienes pelean y cumplen un
“deber” con su país, habla con el ejemplo.

La siguiente pregunta a responder en este trabajo era si lograba cumplir con el


objetivo, considero que sí, sus textos cumplen con las características, retoma
elementos importantes de México y al describirlos da las razones suficientes
para valorar e identificarse con dichos elementos, sin embargo, creo que no
lograba llegar realmente a las masas a quienes debían estar dirigidas estas
obras, teniendo en cuenta que la mayoría de la población no tenía fácil acceso
a libros o periódicos además del alto analfabetismo, a diferencia de sus novelas
que estaban escritas con el propósito de ser una lectura para las masas.

Esta obra de Altamirano puede ser importante porque a través de esta podemos
ver que elementos consideraban en ese momento necesarios resaltar para la
identidad nacional y que tanto han cambiado hoy, también para ver como
intentaban inculcarlos sobre todo teniendo en cuenta el contexto en que se
estaba escribiendo, teniendo en cuenta las invasiones que México había
atravesado.
Por esta obra podemos no sólo ver un México descrito por Ignacio Manuel
Altamirano sino ver que aspectos para él conforman la nación o el sentido de
pertenencia, fiestas, paisajes y con paisajes no sólo hablando del natural, sino
también de la arquitectura como las iglesias, santuarios, incluso la lengua, la
gente del día a día y sobre todo retoma la importancia de la historia y no sólo la
escrita por autores importantes sino también las leyendas, la historia oral
transmitida entre los pobladores.

Bibliografía.

Altamirano, Ignacio Manuel, Paisajes y leyendas. Tradiciones y costumbres de


México, Editorial Porrúa, México, 2015, 334 pp.

Bedoya Sánchez, Gustavo Adolfo, “Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893):


mediador cultural de la vida literaria (México: 1867-1889)”, Anales de literatura
hispanoamericana, España, vol. 45, 301- 323 pp.

Canto Mayén, Emiliano, (2018), El novelista mexicano: espacios familias,


prácticas y autorrepresentaciones de la ciudad letrada (1830-1880), [tesis
doctoral, El Colegio de México],

Girón, Nicole, “Ignacio Manuel Altamirano”, en Historiografía mexicana.


Volumen IV. En busca de un discurso integrador de la nación, 1848-1884,
Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1996, 257-294 pp.

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