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Es importante que la marca propiedad de cada empresa de moda sea diferenciable y que

no dé lugar a confusión, para que los clientes puedan de este modo identificar los
productos de unas y otras fácilmente. Pero lo que ocurre en la realidad es que muchas
veces se crean conflictos entre firmas de moda por esta misma razón, ya que algunas de
las funciones de la marca son por ejemplo la reputacional, con la que busca trasmitir su
prestigio, los valores de la marca, es decir, su reputación corporativa, y si se dá el caso
de que aparece otra marca demasiado similar esto podía verse afectado. También podría
afectar a su función publicitaria incluso creando el efecto contrario, ya que si se dirige a
un mismo target o grupo de consumidores las personas al confundirlas podrían pasar a
comprar en la otra simplemente por mera equivocación, lo mismo con su función
informativa, fácilmente intercambiable. Por ello es necesario a la hora de ser
propietarios de una empresa de moda vigilar nuestro derecho de marca respecto a la
competencia o marcas nuevas.
Veamos unos ejemplos en la vida real sobre estos conflictos; en 2018, Tiffany llevó a
los juzgados a una empresa británica de una mujer llamada Tiffany Parmar que quiso
registrar el nombre de su pequeña empresa bajo el sello Costwold Lashes by Tiffany
que más tarde rebautizó como Beaty by Tiffany.
Esta decisión no gustó a una de las mayores firmas estadounidenses de lujo, que en
octubre de 2018 presentó una oposición formal ante la oficina de propiedad Intelectual
de Reino Unido alegando que su marca registrada era “muy similar” a su propia marca
en Reino Unido y Europa registrada como Tiffany & Co, que se extiende a artículos de
cosmética y perfumería. Finalmente se concluyó que había una “probabilidad de que los
consumidores estén confundidos directa o indirectamente”. En este caso se trata de una
marca nueva, como antes mencionaba, por eso se deben tener en cuenta ya que esto
podría afectar considerablemente a la marca establecida puesto que se dirigen en parte
al mismo sector. Desde mi punto de vista la decisión de que se cambiase la
denominación es acertada, ya que se trata exactamente de la misma palabra y esto
constituye realmente un peligro no solo en su reputación si no también en sus ingresos.

Esquivar este tipo de problemas es lo que motivó la denominación por la que el público
extranjero conoce hoy a la cadena irlandesa de moda low cost Penneys. Para su salto
internacional en 1974, la empresa cambió su nombre a Primark para evitar problemas
con el grupo estadounidense JC Penney. Hoy, la empresa mantiene su denominación
histórica en Irlanda y opera bajo el nombre de Primark en el resto del mundo. Esto es
algo de lo que pocas empresas en el mundo pueden presumir, de ser conocidas por dos
nombres, ya que este es un elemento que podría generar una bajada de popularidad por
la posible confusión, sin embargo, este gigante de moda rápida, contra todo pronóstico,
se ha hecho un sitio en el mundo del fast-fashion.
 
Otro ejemplo es Inditex, que también ha tenido que defenderse en juicio. Después de
pleitear con Zarina o Zaratous, en 2017 el Tribunal Superior de Justicia rechazó su
última demanda, que tenía como objetivo anular el registro de la marca Zaravan por su
semejanza con la cadena que más beneficios produce a la compañía, Zara. En esta
ocasión, el Tribunal falló que “no existe ningún riesgo de confusión” respecto a la
empresa especializada en reparación y equipamiento interior de caravanas y furgonetas,
Zaravan. En 2014, Inditex consiguió que el Tribunal Supremo anulara la marca Viajes
Zaratours, y en 2008 la marca Zaratos, una empresa de venta de calzado. Dos años
después, la empresa llevó a los juzgados a Zarina Perfumerías, pero en este caso el
Supremo falló en contra del grupo gallego.
En este caso, en mi opinión, la parte resolutiva del caso es justa y correcta porque esto
no pone en peligro la imagen comercial de la marca de moda como en el caso anterior,
ya que en este caso se trata de industrias completamente diferentes, una de caravanas y
otra de moda, que no tienen ningún tipo de relación y por lo tanto los consumidores no
deberían verse confundidos ante esto de ninguna forma. Si es cierto que la marca
“Zaratos” al ser de calzado y coincidir con Zara en este hecho puede traer algo más de
confusión que el ejemplo anterior. Se trata Zara de una marca denominativa, es decir,
está compuesta por una palabra simple y sin ningún elemento figurativo por eso quizá es
más fácil que existan conflictos de este tipo.

Ya para finalizar, si observamos más allá, podemos considerar como una opción que lo
que estas marcas hacen al adquirir un nombre o símbolo tan parecido no viene dado por
un simple error si no un intento de beneficiarse de la confusión que pueda crear. Por
ejemplo, en el conflicto entre Gucci y Guess, el hecho de que este último haya imitado
diseños y signos distintivos de Gucci como por ejemplo las dos G entrelazadas y haya
sido acusado de competencia desleal y plagio puede que fuese utilizado para confundir
la mente de los consumidores a la hora de comprar en una firma o otra o también que
una firma con algo menos popularidad y prestigio, como es Guess, haya querido buscar
el reconocimiento del consumidor en los elementos de su marca al compararlos con
Gucci ,aunque esto se trata de algo imposible de conocer con certeza, por eso es tan
importante el registro de las marca a la hora de su creación, para poder enfrentarse luego
a los conflictos que surjan alrededor de ella y vigilarla.
    

Bibliografía:
https://www.modaes.es/back-stage/hugo-boss-comico-la-moda-defiende-sus-marcas-a-
golpe-de-sentencia.html
https://www.thefashionlaw.com/as-glossiers-pink-pouch-gets-the-go-ahead-in-the-
trademark-registration-process-lookalike-packaging-emerges/
https://abcblogs.abc.es/laboratorio-de-estilo/otros-temas/gucci-y-guess-fin-de-
conflicto.html

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