Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
COMERCIO.
A pesar de todas las fundadas críticas, ese instrumento legal sirvió durante muchos años
como estructura reguladora de las innumerables transferencias de establecimientos
mercantiles. Pero hay que reconocer que el régimen ha dado ya todo cuanto tenía que
dar de sí y es hora de renovarlo.
Son transferibles todas las instalaciones y mercaderías, el derecho al local (que, sin
embargo, deberá regirse por las reglas de cada situación especial), y los derechos
inmateriales (marcas, patentes, nombre y enseña, clientela, dibujos y modelos).
Si no se hace la transferencia en bloque, que es la regulada por la ley, hay otras formas
jurídicas para lograr la misma finalidad: la transferencia de determinadas mercaderías o
maquinarias; la compra de una empresa económica con estructura societaria, cediéndola
in integrum, con su dinámica y en marcha, con un simple cambio de titular; hay otras
modalidades de absorción, fusión, sucesión o compra de “activo”, que no es del caso
enumerar aquí.
El titular del fondo de comercio debe entregar al comprador una nota enunciativa de los
nombres de los acreedores, detallando además sus domicilios, el monto de sus créditos y
las fechas de vencimiento (art. 3°, ley 11.867).
La intención de transferir se publicará por edictos en el Boletín Oficial, en la Capital
Federal, o similar en cada provincia por cinco días; constará la clase y el local o
dirección del negocio, nombre y domicilio del vendedor y del comprador; si intervienen
escribano o martillero, sus nombres (art. 2º, ley 11.867).
Hasta diez días después de la última publicación, los acreedores del vendedor podrán
oponerse, notificando su voluntad en el domicilio denunciado en el anuncio o en el del
escribano o rematador (si intervienen); en el respectivo acto de oposición podrán exigir
la retención de las sumas que se les adeuden (art. 4°, ley 11.867). También deberán
pagarse las deudas previsionales, tasas, impuestos y toda otra que corresponda al giro
del fondo de comercio que se transmite.
Cuando el crédito sea cuestionable (art. 6°, ley 11.867), el vendedor podrá pedir
autorización judicial para recibir el precio, prestando caución para eventualmente
responder si se verifica su procedencia.
La venta se puede hacer en remate público; así está previsto en el art. 10, que señala la
posibilidad de ventas en bloque o fraccionadas. El martillero deberá hacer un inventario
y las publicaciones que prescribe la ley; y también retener el dinero en caso de
oposición, siguiendo el procedimiento legal.
Si la subasta no cubre la suma que se tiene que retener, habrá que depositarla en el
banco que corresponda a los depósitos judiciales (el propio del fuero comercial, en la
Capital Federal); podrá deducir su comisión y gastos, pero no más del 15 % del total
que la venta produzca. Si hiciere pagos el rematador, habiendo oposición, quedará
obligado solidariamente por las sumas que hubiere pagado en esas condiciones.