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7 de diciembre de 1997
Ojos: Cerrados
Para terminar: Inhala profundamente, tensa con fuerza todo el cuerpo. Retén 15
segundos. Exhala por la boca como un cañón. Inhala una segunda vez, tensa
todo el cuerpo con el fin de que la energía vaya a todas partes. Retén 15
segundos. ¡Exhala de nuevo como un cañón! Inhala una tercera vez, tomando
control sobre cada musculo de tu cuerpo, aprieta. Retén 15 segundos. Exhala
como un cañón otra vez. Relájate.
Para bendecir, el ego debe ser menos. Las bendiciones y las oraciones están
muy relacionadas. Ambas requieren una comunicación o creación de una
noción común. Las oraciones representan la noción común de unión entre tú y
tu desconocido. Las bendiciones representan la noción común de elevación y
expansión entre cada parte finita de tu vida y ser ilimitado.
Lo que a menudo ignoramos es la auto-bendición. La auto-bendición no es
narcisismo o estar concentrado en satisfacer cualquier necesidad de
reconocimiento por parte del ego. Es más bien parecida a la responsabilidad
que tienes de cambiar el aceite del coche o regar las orquídeas en un
invernadero. Cuando Yogi Bhajan guió a sus estudiantes a través de esta
meditación, dijo:
Puede que sea la primera vez en tu vida que hayas aprendido a bendecirte a ti
mismo, y que el sonido que emites apela al Dios infinito. Mantente muy tranquilo,
quieto, y proyéctate hacia los cielos. Lleva tu mente al infinito. Concéntrate en
la altura de tu mente. Disfruta de los cielos.
Siente que es tu Dios interior quien repite este mantra. Tan solo siéntate en
presencia de Dios y estate alerta. Dirige la mente como un misil que dispara
directamente arriba, hacia la vastedad e infinito. Deja atrás todas las
limitaciones.