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La sociología de la educación de Veblen

Bettsy Yanella Abad Timaná

Facultad de Ciencias Sociales y Educación, Universidad Nacional de Piura

Sociología de la educación

Dr. Manuel Burgos Cabrejos

Enero del 2022


La sociología de la educación de Veblen
Es preciso iniciar mencionando que, Veblen a partir de una visión social y
económica de la cultura esboza un esquema de evolución de la misma, además, nos dice
que la sociología del sistema de enseñanza y la sociología del curriculum surgen de
manera coherente gracias a marco teórico general de la sociología de la educación y la
cultura.
1. Sociología de la cultura y de la educación
Thorstein Veblen se formó inicialmente en la vivienda rural de su padre, en medio
de un grupo social coherente, dinámico y muy eficiente, lamentablemente esté estuvo
marcado por la inmigración social.
Debido a esto, comenzó a cuestionar la intemporalidad del sistema clásico de economía
política, mostrando así, que su idea del “hombre económico” no es más que una creación
artificial con un fondo de verdad.
Dentro de sus obras más reconocidas tenemos, La teoría de la clase ociosa: un
estudio sobre la evolución de las instituciones. La teoría de la empresa de negocios, la
cual, ahonda en el conflicto actual entre la cultura y la educación “pecuniarias” del capital
financiero y la cultura u la educación realistas y “eficientemente” industriales de los
hombres de ciencia, los ingenieros y todos los grupos sociales realmente productivos.
Otra obra destacada es El instinto del trabajo eficaz y el estado de las artes industriales,
esta también, desarrolla sus hipótesis sobre la importancia social y la continuidad
histórica de la “cultura industrial”.
Por otro lado, en la obra La enseñanza superior en América, se denuncia el control
de los colegios universitarios y de las universidades estadounidenses por las grandes
empresas capitalistas.
1.1. Evolucionismo tecnológico y darwinismo social
Es indispensable mencionar que, para Veblen, el hombre es ante todo
homo faber, y el trabajo, la nota distintiva de la acción y experiencia propias de
nuestra especie. Dado esto, surgen sucesivamente el régimen de status patriarcal
y la sociedad dominada por la clase ociosa, la cual, es esencialmente conservadora
y que usualmente frena el progreso histórico. Además, el autor nos menciona que,
como animal humano, trata de mejorar en lo posible sus condiciones de vida con
el apoyo precisamente de la cultura, la organización sociocultural y su evolución
son el resultado de esa lucha permanente. Asimismo, recalca que, la sociedad se
compone de individuos y de instituciones, los cuales, los primeros son los agentes
reales de la vida social y, las instituciones son el resultado objetivo de la actividad
social de los agentes humanos.
Otro aspecto que destaca, es que la evolución de la cultura depende
fundamentalmente del progreso del conocimiento objetivo de la naturaleza y de
la técnica capaz de dominar el ambiente físico-natural específico del hombre para
ponerlo a su servicio.
Como último punto, nos menciona que, el cambio de la sociedad y la
dirección principal del desarrollo histórico dependen del cambio de los intereses
materiales y de la medida en que las diferentes clases sociales acusen su
influencia.

1.2. Esquemas de evolución de la cultura, la educación y la psicología


Es preciso mencionar que en este aspecto Veblen distingue también entre
la educación general común a todos los individuos y grupos de una determinada
sociedad y su educación diferencial. Asimismo, nos dice que, la cultura, la
educación y la psicología humanas han evolucionado de forma diferencial, siendo
su forma de estructuración más básica de tipo dual.

1.3. De la cultura pacífica a la cultura depredadora


Es de suma relevancia, destacar que, la sociedad primitiva era una
comunidad pacífica, solidaria e instintivamente inclinada hacia cuanto facilitara
la supervivencia del grupo y, por tanto, intransigente con la más mínima
inhibición del individuo en la continua, dolorosa y difícil lucha común por la
supervivencia. Dado esto, a partir de los instintos comunes de los animales
superiores, fue plasmándose una psicología (personal y social) definida por un
sistema de hábitos mentales y prácticos básicos.

1.4. Hazaña varonil y “tráfago femenino: código de género de la cultura patriarcal


La diferenciación de la cultura resulta de la división sexual del trabajo: la
hazaña del varón en la caza o en la lucha se contrapone al tráfago constante de la
mujer; y la honorabilidad, dignidad y prepotencia de la actividad del primero acaba
por transmitirse a sus instrumentos y a sus armas. Asimismo, para Veben, la clase
ociosa surge ya en la barbarie superior a partir de la evolución del régimen de status
patriarcal. Recalca que, Los hombres están exentos de esas tareas vulgares y se
reservan para la guerra, la caza, los deportes y las prácticas devotas. En esta materia
se hace con frecuencia una discriminación rigurosa.
1.5. Condición bárbara de la mujer y origen de la propiedad de la clase ociosa
Según Veblen, para que surja una clase ociosa tienen que darse antes algunas
condiciones sociales fundamentales. A saber: 1) la existencia de una cultura
depredadora, especializada en la guerra y/o en la caza mayor; 2) la producción de un
excedente económico suficiente; 3) la discriminación ideológica entre trabajos dignos
y trabajos indignos; y 4) el origen y consolidación de la propiedad privada de las
personas y de las cosas.
2. La educación de la clase ociosa y sus códigos culturales

2.1. El derroche del tiempo como código ceremonial y mecanismo de dominación


simbólica
En este apartado, es indispensable mencionar que, la lógica de una sociedad
regulada por el hábito del ocio ostensible determina la estructuración en cascada de la
clase ociosa hasta el límite de la privación y, casi, de la mendicidad del caballero o la
dama venidos a menos. Asimismo, para legitimarse socialmente, la clase ociosa tiene que
admitir la prueba sistemática de su capacidad de derroche de tiempo como una ley social
y un código de conveniencias que regula su educación, su honorabilidad pecuniaria y su
buena reputación en general.
2.2. Educación especial de la clase ociosa vicaria: La dama noble y los sirvientes del
señor
Es necesario recalcar que, la ociosidad de la esposa y de los sirvientes se produce
en función de la del señor. La liberación de la mujer del trabajo servil, su reconocimiento
como transmisora de sangre hidalga y el desarrollo, crecimiento y diferenciación
funcionales y piramidales de las diversas capas de esta clase ociosa dependiente
constituyen una prueba funda mental de la alta posición social, de la distinción personal
y del decoro pecuniario del señor.
Asimismo, la nobleza de sangre de la mujer es, producto de su contacto
prolongado con la riqueza y los privilegios del señor. De igual manera, el ocio de la dama
no es igual al del caballero. Este está totalmente exento de toda clase de trabajo industrial
o productivo. En cambio, en el de la esposa hay que incluir el cuidado diligente del señor
y determinados trabajos caseros que, en función de su carácter ceremonial, no pueden ser
considerados nunca como productivos. En cuanto al ocio servil, está igualmente en
función de la comodidad personal y de la respetabilidad social del señor.
2.3. El consumo ostensible y diferencial como código de respetabilidad social
El desarrollo del servicio doméstico y de la clase ociosa vicaria en general implica
también el de un consumo creciente de alimentos, vestidos, habitación, mobiliario y otros
bienes económicos. Pero el consumo diferencial es incluso más antiguo. Así, desde los
orígenes de la cultura patriarcal, el guerrero disfrutaba de alimentos y artículos raros de
adorno, que eran, en cambio, tabú para las mujeres y para los niños. Asimismo, en la
civilización esclavista y/o servil, una parte de la clase trabajadora no alcanza a satisfacer
más que las necesidades más elementales. En cambio, ciertas vituallas, bebidas y
narcóticos son exclusivas de los señores y caballeros (de la clase ociosa) y tabú para todos
los demás. En otras palabras, consumir más y mejor es ahora el signo honorífico principal.
Consumir pocas cosas y de mala calidad es signo de inferioridad social y un demérito
moral.
2.4. Educación del sentido del gusto y consumo devoto
En función de la unidad del sistema de hábitos mentales y prácticos de la mente
humana, los principios del ocio y del gasto ostensible acaban extendiéndose a todos los
aspectos importantes de la vida: el sentido del gusto o la religión.
Se prefiere el trabajo imperfecto realizado a mano al perfecto acabado del
producto fabril; se encomia incluso lo defectuoso, y hasta se reclama la vuelta al taller
artesanal y a la industria doméstica frente a lo impecable del remate fabril. El ocio vicario
de una mujer medianamente adinerada tiene que contar con un cuerpo importante de
senadores domésticos. Se trata de una necesidad impuesta por el código de las
conveniencias sociales.
Por otra parte, en tanto que el trabajador común permanece oculto para la
divinidad, el sacerdote, liberado del trabajo industrial, tiene al menos el privilegio de
servir directamente a su señor. Además, como la mujer y el criado de librea, el sacerdote
participa también vicariamente del ocio y del consumo ostensibles de su señor.

3. Estructuración dual de la cultura y la educación en la sociedad industrial avanzada


3.1. Educación realista y solidaria de la clase trabajadora asalariada de la gran
industria moderna
Además, durante esas dos etapas de la evolución social, la cultura y la educación
se han visto dominadas por un esquema general de la vida que incluía el desprecio del
trabajo productivo de las mujeres y de las capas sociales dependientes.
3.2. Culto al dinero o producción y distribución racionales solidarias de la riqueza
Es preciso recalcar que, se debe distinguir dos tipos culturales y educativos
distintos y contrapuestos entre sí. A saber: la cultura dineraria del capital y de todos los
grupos sociales que comparten sus intereses materiales: y la cultura industrial de los
obreros y los técnicos que trabajan en la gran industria moderna. La primera es
esencialmente egoísta y «depredadora»: busca ante todo la «eficiencia dineraria».
La segunda, producto de la «eficiencia industrial», es esencialmente solidaria y
racionalista.
Por otro lado, la cultura industrial educa la mente para la “eficiencia industrial”.
La cultura dineraria la modela con vista a la «eficiencia pecuniaria», apoyándose para ello
en las tradiciones y en la psicología social de la cultura depredadora primitiva y de la
cultura especial de la clase ociosa.
Otro punto a mencionar es, en la moderna sociedad industrial acaban por
contraponerse dos visiones de la realidad y dos tipos antagónicos de hombre: el hombre
económico y el hombre industrial.
3.3. Resistencia social de la clase ociosa y carácter incierto del futuro histórico
El autor en este punto menciona que, hasta ahora, la reacción de la clase ociosa
ha sido básicamente defensiva, y se ha producido en todos los dominios fundamentales
de la cultura (social y económico, político e ideológico).
Por otro lado, la alternativa entre el culto al dinero o la producción y la
distribución racionales y solidarias de la riqueza constituye, sin duda, la clave principal
del presente histórico. Y la fuerza de la primera de estas dos opciones es tan grande, que
podría imponer de forma definitiva su ideal particular del ser humano: el hombre
económico, que no tiene más móvil para su conducta que el afán de riqueza.
Otro aspecto en el que hace hincapié el autor es que, el hombre de negocios es el
responsable del patrioterismo nacionalista y del armamentismo en ascenso,
esencialmente conservadores y que restablecen de hecho la cultura, la educación y la
psicología social estamentales.
4. Sociología del sistema de enseñanza
4.1. Estructuración dual del sistema de enseñanza moderno y del saber escolar
Veblen en este punto nos explica que, mientras en los países industriales
avanzados la ciencia y los conocimientos prácticos penetran en la enseñanza elemental y
en las escuelas técnicas profesionales, la educación de tipo tradicional, pese a ciertos
cambios, continúa dominando la enseñanza secundaria y la enseñanza superior. De igual
manera, nos menciona que estos hechos acontecen debido a que, el sistema educativo se
halla todavía bajo el control de la clase académica tradicional y constituye la base
material de su distinción social como una clase ociosa dependiente más.
4.2. Universidad sexuada y Kindergarten
En este apartado, el autor recalca, la educación tan desigual que existía, nos
menciona también pues, que, la educación superior de la mujer siempre fue marginada,
y que las puertas de la universidad no se abren para ella sino de forma tardía y siempre
discriminatoria. Cuando finalmente se produce, esa admisión tiene lugar por la puerta de
servicio de los estudios profesionalmente menos prometedores, mientras, de un modo o
de otro, continúa viéndose excluida de las "carreras" realmente "superiores".
4.3. Educación como forma de consumos ostensible y de distinción social
Veblen nos menciona que, el control del sistema escolar es, por tanto, el arma
cultural básica de la clase académica y erudita. Esa es la clave de la transformación del
sistema escolar en un mecanismo de distribución jerarquizada de la distinción social y
del prestigio académico.
Por otro lado, explica que el consumidor de educación y de cultura que se opone
al progreso científico-técnico, a la modernización del sistema escolar y a la eliminación
de la desigualdad entre el varón y la mujer y entre las clases sociales en general. Para
él, el sistema de enseñanza constituye un mecanismo eficaz de distinción social y de
distribución del poder. Permitir el acceso de la mujer en igualdad de circunstancias es
aumentar la competencia y dificultar relativamente la función de selección y de
movilidad social del sistema.
5. Sociología del Curriculum
5.1.Formalismo pedagógico, consumo de erudición y oposición a las ciencias de la
clase académica
Es importante mencionar en este aspecto que, el sistema escolar funciona como
un mecanismo de dominación cultural orientado a la inculcación de un sistema de
hábitos mentales y morales determinado. Asimismo, se menciona que el control del
sistema de enseñanza por la clase académica es el factor clave en orden a explicar la
composición y la evolución de los contenidos básicos del curriculum escolar.
Por otro lado, Veblen aborda el estudio de los clásicos en tanto que modelador de una
mentalidad aristocrática, como prueba del derroche de ocio ostensible y de consumo
erudito, y como garantía de distinción social, por más que se disfrace con el culto
formal del rigor.
5.2.Mercantilización del curriculum, la pedagogía y el sistema de enseñanza en
general
Como último aspecto que explica Veblen, resalta las consecuencias principales
de la enseñanza media y superior por el poder económico sobre los nuevos planes de
estudio, los métodos de enseñanza y la orientación general de la política educativa de
los distintos centros.
Menciona, además, que todas las deficiencias parciales son solo una pequeña
parte del un proceso de mercantilización creciente y general del sistema de enseñanza:
los centros compiten duramente para conseguir los alumnos más pudientes y los
mejores medios financieros, se adaptan a la psicología social conservadora de sus
principales benefactores y ponen incluso la dirección en manos de los hombres de
negocios.

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