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Se afirma que la ((vida)) junto pasa por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico, o
ficticio; el estado metafísico, o abstracto y por último el estado científico, o positivo. El primero es
un punto de partida necesario para la inteligencia humana; el segundo está destinado únicamente
a servir como etapa de transición y el tercero es su estado fijo y definitivo.
Cuando hacemos mención del estado teológico nos referimos a atributos que se le dan a los
hechos que pasan de una u otra forma, hace mucho tiempo atrás en los primeros estados las
personas pensaban y afirmaban que todos los sismos y desastres que se daba naturalmente
provenía de todo lo que había sido formado por Dios o como algunas personas lo llaman
sobrenatural. Cuando hablamos de hechos sobrenaturales se explica que es un suceso/ acción que
pasa sin que el ser humano pueda actuar en contra de estos como ejemplo: Un terremoto es un
acontecimiento que solo Dios dispone. (1) El estado teológico se refiere a la explicación por las
deidades personificadas. Durante los primeros Estados, la gente creía que todos los fenómenos de
la naturaleza eran producto de la creación de lo divino o lo sobrenatural. Los hombres y los niños
no consiguieron descubrir las causas naturales de diversos fenómenos y por lo tanto les atribuyen
poderes sobrenaturales o divinos.1 Comte dividió este Estado en tres subestados:
1A. Fetichismo - El fetichismo fue el estado primario del estado teológico de pensamiento. A lo
largo de este estado, los pueblos primitivos creían que los objetos inanimados tenían un espíritu
vivo en ellos, también conocido como el animismo. La gente adora a objetos inanimados como
árboles, piedras, un trozo de madera, erupciones volcánicas, etc.1
1B. Politeísmo - La explicación de las cosas se da mediante la utilización de muchos dioses. Los
pueblos primitivos creían que todas las fuerzas de la naturaleza eran controladas por diferentes
dioses, algunos ejemplos serían el dios del agua, el dios de la lluvia, el dios del fuego, dios el aire, o
el dios de la tierra, etc.1
El Estado positivo, también conocido como Estado científico, se refiere a la explicación científica
basada en la observación, la experimentación y la comparación. Las explicaciones positivas se
basan para su justificación en un método distinto, el método científico. Durante este estado, los
seres humanos trataron de establecer relaciones de causa y efecto. El positivismo es una manera
puramente intelectual de ver el mundo, que a su vez, hace hincapié en la observación y
clasificación de los datos
Comte propuso una jerarquía de las ciencias basada en la secuencia histórica, con áreas de
conocimiento que pasa por estos estados en orden de complejidad. Las áreas más simples y más
remotas de conocimiento (mecánica o física) fueron las primeras en llegar a ser científicas. Estas
son seguidas por las ciencias más complejas, las que se consideran más cercanas a nosotros.
El superhombre, es capaz, pues, de aceptar la muerte de Dios, de transmutar todos los valores, de
volver a construir allí donde se ha destruido. Es el momento del superhombre, y con él llega el fin
de la moral de siervos. No se trata, por tanto, de renunciar a los valores, sino más bien de
invertirlos, de dar la vuelta a la moral de esclavos, que reniega contra la vida y construir unos
nuevos, que constituyan un sí rotundo contra la misma, esto es, la moral del amo.
La moral judeo cristiana supone una negación de la vida, de la naturaleza, de la tierra, del cuerpo,
y es precisamente lo que hay que recuperar, el sentido de la tierra, que se ha perdido por culpa de
Sócrates y su sobre todo, a su discípulo Platón, que a con su duplicación de la realidad, consigue
dar un fundamento a la religión, servir de base teórica al sinsentido del cristianismo, que da la
vuelta a los verdaderos valores naturales, como el amor. En su lugar, los sustituye por
resentimiento contra la vida.
El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre — una cuerda sobre un abismo
(Así Habló Zaratustra).
El hombre es algo que debe ser superado. Este hombre que ha de ser superado es el que sigue
aferrado a la moral del esclavo, de la moral del rebaño, esa moral que desprecia la vida en la tierra
y vive con la ilusión de alcanzar la inmortalidad en el más allá, y con esa idea, deja de vivir. Esta
renuncia a la vida es lo que hay que superar, construir unos valores que supongan la total
afirmación de la vida, y no al contrario, como ocurre con la moral tradicional. El nacimiento del
superhombre solo es posible con la muerte de Dios, con la aceptación de la misma, la cual lleva al
nihilismo positivo.
Existencialismo es Una tendencia particular de la concepción humanista qué tiene por objetivo
el análisis, la descripción del sentido y la contradicción de la vida humana. Entre lo que son los
principales postulados el existencialismo presenta las siguientes peculiaridades La objetividad
está dada por la intensidad intuitiva y los modos de observar con rigor y pureza. En este caso,
el investigador se incorpora al medio (ecosistema) para conocerlo y cooperar con él.
• Se incluyen, por vez primera, el azar y el desorden como elementos del conocimiento.
• Abre la opción a una relación simétrica; y señala que se puede hablar como tú o yo, esto
y no como usted, ello o eso
. • Desde una posición pragmática señala que lo abstracto deja de tener valor absoluto y
se relativiza en función de la observación, la experimentación y la cooperación.
Se presume, al parecer con cierto fundamento, que Nietzsche no leyó directamente los textos de
Kant, y que los conoce a través de sus intérpretes, principalmente Arthur Schopenhauer y Friedrich
Albert Lange (como también Gustav Teichmuller, Otto Leibman, Kuno Fischer). Sin embargo, hasta
intentó hacer una tesis sobre Kant sobre el tema "El concepto de lo orgánico a partir de Kant",
influido por la lectura del Kant de Fischer.
Pueden ser muchos los motivos de esta carencia de lectura directa, no especularemos sobre eso
ahora. La cuestión es que Nietzsche pone a Kant ante sí como a uno de sus rivales fundamentales,
porque es conciente de la importancia y la influencia de su pensamiento en la filosofía alemana. Y
lejos de pensarlo como un mal menor, le parece muy peligroso: lo cierto es que Kant es peligroso
para Nietzsche y Nietzsche para Kant. Nietzsche "detesta" a Kant (aunque a veces muestre ciertos
atisbos, siempre muy contradictorios, de admiración por él), y gran parte de su obra se construye
en oposición a este filósofo.
Autores como, por ejemplo, el español Jesús Conill, quieren acercar a Kant y Nietzsche, en el
entendido de que ambas filosofías constituyen los dos grandes paradigmas de la filosofía crítica.
En este sentido, dice Conill que Nietzsche lleva hasta el límite la crítica kantiana, para preguntarse
no solo por los límites de la razón formal, sino también por las condiciones reales y valorativas que
hacen posible interpretar al mundo como perspectiva, y hacerlo accesible a una razón corporal y
hermenéutica (Conill, 1997: 20). Pero lo que ocurre es exactamente lo contrario: la crítica
nietzscheana podría entenderse, lo dice Deleuze, como una "crítica a la razón impura", y no se
trata de que Nietzsche "amplíe" el criticismo kantiano, dando cuenta de lo "otro de la razón", sino
que lo desborda. En Nietzsche el "timón" de la crítica es genealógico y apunta a ser una critica
histórica del valor a partir de su procedencia , y a partir de una serie de criterios que valoran el
valor, en tanto estimulen o no la voluntad de poder, la afirmación de la vida entendida como
voluntad de poder, último y primer criterio desde el cual se asume la crítica total, que pasa por ser
una crítica a la misma voluntad de verdad (a través de la "máxima prueba", que es la prueba del
eterno retorno).
Dice Nietzsche: "La falsedad de un juicio no es para nosotros ya una objeción contra él(...).La
cuestión es saber hasta qué punto favorece la vida, conserva la vida(...) y nosotros estamos
inclinados por principio a afirmar que los juicios más falsos (de ellos forman parte los juicios
sintéticos a priori) son los más imprescindibles para nosotros, que el hombre no podría vivir si no
admitiese las ficciones lógicas, si no midiese la realidad con el metro del mundo puramente
inventado de lo incondicionado(...). Admitir la no-verdad es condición de la vida: esto significa,
desde luego, enfrentarse de un modo peligroso a los sentimientos de valores habituales; y una
filosofía que osa hacer esto, se coloca, ya solo con ello, más allá del bien y del mal" (Nietzsche,
Más allá del bien y del mal: 25-26).
Estaríamos totalmente de acuerdo con Gilles Deleuze y con Olivier Reboul (Deleuze, 1971, y
Reboul, 1993) en que la crítica nietzscheana, lejos de acercarlo a Kant, le permite superarlo
totalmente. Kant es el primer filósofo que entiende la exigencia de que la crítica ha de ser total
("no se le debe escapar nada"), en tanto que es crítica, y se vale para ello de la razón, pero ese es
su límite. Para Nietzsche, en cambio, el criterio fundamental para la crítica no es racional; su crítica
"total" no parte de la razón, sino que devela las fuentes mismas de ese valor de lo racional, que en
el marco de la ilustración permanece incuestionado. Es capaz de ver, como dice M. Foucault, que a
través de la voluntad de saber, que tanto marcó Occidente, hay una voluntad de poder, o una
voluntad de poder-saber o de saber-poder.
5. Fundamentos de la hermenéutica
Sin grandes pretensiones históricas acerca del surgimiento de la hermenéutica, ni con intención de
brindar concepciones epistemológicas profundas sobre esta ciencia, se intenta revelar las
potencialidades que la hermenéutica aporta a la investigación mediada por el método clínico,
como un enfoque metodológico totalizador, en la búsqueda de una profunda interpretación del
objeto de investigación, ósea del problema salud enfermedad.
En su origen fue concebida como el arte de la interpretación de los textos sagrados, tanto desde el
punto de vista de la significación lingüística como desde la interpretación filosófica del
pensamiento.
Un acercamiento a un estudio histórico sitúa sus raíces en la cultura griega desde las
interpretaciones de Homero y en la tradición judeocristiana ante las versiones de los textos
bíblicos, por lo que su surgimiento ha estado en la exégesis bíblica y en la filología clásica.
En sus raíces históricas, la hermenéutica asumió tres direcciones básicas del significado, que
constituyeron un enfoque primario para su aplicación: se trató la “expresión” a partir del decir
algo, o sea, desde la expresión de un significado; la “explicación”, en dar razones de ese
significado, y la “traducción”, como la reconstrucción de ese significado, pero desde la
interpretación individual del sujeto. Hoy en día han sido superadas por otros estudios científicos
contemporáneos, pero ellas han permitido conocer las fuentes de su surgimiento y ofrecer, desde
otra conceptualización más profunda, una sistematización de la misma como una metodología
básica para su incorporación al proceso investigativo, al convertirse en un enfoque trasversal de la
lógica y el discurso científico.
Antidualista: Los postmodernos aseveran que la filosofía occidental creó dualismos y así excluyó
del pensamiento ciertas perspectivas. Por otro lado, el posmodernismo valora y promueve el
pluralismo y la diversidad (más que negro contra blanco, occidente contra oriente, hombre contra
mujer). Asegura buscar los intereses de "los otros" (los marginados y oprimidos por las ideologías
modernas y las estructuras políticas y sociales que las apoyaban).
Cuestiona los textos: Los posmodernos también afirman que los textos ―históricos, literarios o de
otro tipo― no tienen autoridad u objetividad inherente para revelar la intención del autor, ni
pueden decirnos "qué sucedió en realidad". Más bien, estos textos reflejan los prejuicios y la
cultura particular del escritor.
La verdad como perspectiva: Además, la verdad es cuestión de perspectiva o contexto más que
algo universal. No tenemos acceso a la realidad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a
lo que nos parece a nosotros.