Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(*) Sajardo Lucas, T.; Romero del Rey, M.J.; López Córcoles, H.; de Juan Valero, J.A.; López Fuster, P.
SUMARIO
1 INTRODUCCIÓN ......................................................................................................2
2 OBJETIVOS ...............................................................................................................5
3 PROYECTO INTERREG...........................................................................................6
4 MATERIAL Y METODOS........................................................................................8
5 RESULTADOS ........................................................................................................19
6 CONCLUSIONES ....................................................................................................28
7 BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................29
(*) Autores
(**) Colaboradores
1 INTRODUCCIÓN
12000 90000
80000
10000
70000
Producción (kg)
Superficie (ha)
8000 60000
50000
6000
40000
4000 30000
20000
2000
10000
0 0
30
50
70
90
92
94
96
98
00
02
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
Año
Superficie (ha) Producción (kg)
Castilla-La Mancha siempre ha sido la Comunidad Autónoma mayor productora del país, dentro
de la cual, la provincia de Albacete ha sido el área que ha producido gran parte del azafrán
(www.jccm.es, 2006). El aspecto más destacable es la situación de regresión en la que se encuentra el
cultivo en toda la Comunidad Autónoma y la desaparición del mismo en comarcas de cultivo
tradicional. Así, por ejemplo, el cultivo ha llegado a desaparecer en la provincia de Ciudad Real y, en
la de Guadalajara, no se ha cultivado en los últimos 20 años. Por su parte, Toledo y Albacete son las
provincias que mantienen la poca superficie (29 y 51 %, respectivamente) y producción (39 y 52 %,
respectivamente) en Castilla-La Mancha (Figs. 2 y 3). La tendencia señalada para la Comunidad
Autónoma es la misma que la de España en conjunto, debido al fuerte peso de Castilla-La Mancha,
casi único, en la producción española.
0% 0%
20%
Albacete
52%
Ciudad Real
Cuenca
39%
Guadalajara
Toledo
0% 9% 0%
La gran demanda de mano de obra en un período relativamente corto, repercute de forma muy
importante en el precio final del producto, haciendo que sea difícil competir con el que viene de países
en los que la mano de obra representa un coste muy bajo, tales como Irán, India o Marruecos.
País Producción
Irán 150-170 t
India 8-10 t
Grecia 4-6 t
Marruecos 0,8-1 t
España 0,3-0,5 t
Italia 100 kg
Turquía 10 kg
Francia 4-5 kg
Suiza 1 kg
Fuente: Carmona et al. (2006).
Tabla 1. Datos oficiosos de la producción de azafrán mundial.
En los países de cultivo, sobre todo en los que los costes de mano de obra son elevados (España,
Italia, Israel, Japón, etc.), para mantenerlo en una posición competitiva ventajosa, es necesario reducir
los costes de producción. Esto supone extensificar el cultivo, abandonando las condiciones de
marginalidad a las que se ha asociado tradicionalmente y trasladarlo de las explotaciones familiares a
otras más profesionales. Con este fin, es fundamental actuar sobre los aspectos fitotécnicos que exigen
mucha mano de obra, de modo que la tecnificación aparece como una fase imprescindible para la
extensificación del cultivo.
2 OBJETIVOS
3 PROYECTO INTERREG
El ITAP, desde abril del año 2005 (primero de los dos que tendrá vigencia el mismo) ha
liderado uno de los 17 proyectos encuadrados en la Iniciativa INTERREG IIIC aprobados en la Unión
Europea, y está enmarcado en la línea de cooperación interregional; este proyecto, que se titula
“Amélioration de la compétitivité du secteur européen du safran en favorisant la qualité et
l´innovation“, denominado “Saffron” comúnmente, es un Proyecto Individual, cuyas características
más destacadas son que consiste en actividades de cooperación enfocadas a un tema específico, y que
exige un mínimo de tres países participantes, debiendo ser, al menos, dos de ellos, Estados Miembros.
Los socios del mismo son (Fig. 4): Instituto Técnico Agronómico Provincial de Albacete (que junto a
IDETRA y la Universidad de Castilla-La Mancha, componen la parte española), Ente Regionale di
Sviluppo e Assistenza Tecnica in Agricultura (ERSAT, como participantes de Italia), y Western
Macedonian Region (WMR, como partícipes de Grecia).
Figura 4. Regiones incluidas (mostradas en color rojo) en el Programa INTERREG de la Zona Sur. Se
señalan los países participantes (con cuadrados azules) y el Secretariado Técnico Conjunto de la
misma Zona localizado en la ciudad de Valencia.
Cultivo
Recolección
Procesado
Almacenamiento
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
Envasado y Etiquetado
Comercialización
Modo de empleo
Fomento del consumo
Análisis de las prácticas actuales
INTERCAMBIO DE BUENAS PRÁCTICAS
Identificación de buenas y malas prácticas
DE CADA REGIÓN
Actividades de intercambio de buenas prácticas
Recomendaciones políticas agrarias
Líneas prioritarias de proyectos de investigación
Lucha contra el fraude
ACTIVIDADES SINÉRGICAS Difusión: potenciar el uso de productos naturales
Desarrollo de normas de implantación a nivel
europeo
Seguridad alimentaria
Tabla 2. Esquema de trabajo en el proyecto Interreg “Saffron”.
En la Tabla nº 3 se muestran las tareas que se han llevado a cabo a lo largo del año 2005 en el
proyecto de la Iniciativa INTERREG encabezado por el ITAP. Todas estas tareas forman parte de las
llamadas “Composantes” 1 y 2, de las cuales, el ITAP, junto con IDETRA en la primera de ellas, es la
parte que se responsabiliza de su adecuada ejecución. Se trata de hacerse cargo de toda la parte
administrativa del proyecto (lo que tendrá que hacerse a lo largo de toda la extensión del mismo) y del
estudio de las prácticas regionales de producción, tratamiento y comercialización del azafrán.
En el caso de la Composante 2, a lo largo del año 2005, las partes española, italiana y griega se
han encargado de recopilar información en los respectivos países sobre las prácticas y métodos de:
cultivo, tratamiento, almacenamiento y envasado, control de calidad y comercialización y promoción
del azafrán. Con esta revisión del estado del cultivo y la especia en los diferentes aspectos
mencionados, cada uno de los tres países participantes ha elaborado 5 informes, habiéndose encargado
la parte española de establecer criterios comunes para su realización y de la refusión de los mismos
creando un único informe final que refleja la situación real del sector europeo del azafrán. Este
informe final servirá como punto de partida para desarrollar las siguientes fases de este proyecto.
nov-05
ago-05
sep-05
jun-05
abr-05
oct-05
dic-05
jul-05
INTERREG III C -SAFFRON
C.1 Administración del proyecto R1
C.1.1.Administración del proyecto
C.2 Estudio de las prácticas regionales de producción, tratamiento y
comercialización del azafrán. M1 M2
C.2.1.Recopilación de las prácticas regionales de cultivo del azafrán R1
C.2.2.Recopilación de los métodos regionales de tratamiento del azafrán R2
C.2.3.Recopilación de los métodos regionales de almacenamiento y envasado de R3
C.2.4.Recopilación de las técnicas para el control de calidad del azafrán R4
C.2.5.Recopilación de los métodos de comercialización y promoción del azafrán R5
R, report (informe); M, meeting (reunión)
Tabla 3. Tareas realizadas dentro del proyecto “Saffron” a lo largo del año 2005.
4 MATERIAL Y METODOS
4.1 PRODUCCIÓN FORZADA
Una de las aspiraciones del ITAP en este proceso de producción es que, en la transferencia de la
sistemática y tecnología del mismo al sector productor, todas las fases del mismo se centralicen y
lleven a cabo por una misma empresa o cooperativa, esquema que, abarcando desde la producción de
cormos hasta la venta del azafrán especia, sería uno de los factores que contribuirían al éxito del
mismo.
Así pues, una vez puesto en marcha este sistema, es necesario realizar en campo la plantación,
cultivo y extracción de los cormos que van a alimentar este proceso. Sin embargo, los cormos
empleados en el proceso de forzado del año 2005, del mismo modo que ocurrió en la primera y
anterior campaña, tienen una procedencia externa al ciclo de producción de cormos iniciado en 2004
en la Finca Experimental “Las Tiesas” del ITAP, ya que todavía no se había conseguido el grado
preciso de multiplicación en la plantación propia, al haber transcurrido un único año desde su
establecimiento en campo. Se precisan entre dos y tres años de cultivo, aplicando las técnicas
adecuadas, para poder extraer un número elevado de cormos y con un elevado porcentaje del calibre
mayor (diámetro superior a 3,00 cm), que es el que contribuye a incrementar la rentabilidad del
proceso, puesto que serán estos cormos los que tengan la capacidad de producir un mayor número de
flores.
Concretamente, los cormos empleados en 2005, tuvieron tres orígenes: las localidades
albaceteñas de San Pedro y Santa Ana y los ensayos de azafrán “levantados” en junio de este año. Se
introdujeron en las bandejas cormos de tamaños grande y mediano (diámetro entre 2,25 y 3,00 cm), e
incluso algunos de calibre pequeño (diámetro inferior a 2,25 cm) para analizar sus respectivos
comportamientos. La mayoría de estos bulbos tuberosos presentaban una sanidad aceptable, sin
embargo, se introdujeron algunas partidas de material vegetal que presentaban daños, para cubrir los
objetivos planteados inicialmente en cuanto al número de bandejas a forzar, debido a que los
suministradores de este material no pudieron proporcionar al ITAP mayor cantidad de cormos.
Tanto si los cormos se han extraído de una plantación propia, como si son proporcionados por
proveedores externos, como ocurrió en 2005, se procede al cribado de los cormos, separando los del
tamaño que interese del resto para llevarlos al proceso de forzado, en este caso, grandes y medianos.
También se separaron los cormos que presenten algún tipo de daño, con el objetivo de evitar el efecto
perjudicial que éstos pueden ejercer sobre cormos sanos, al presentar, los primeros, vías de entrada
para posibles organismos nocivos. Para facilitar el cribado se eliminó previamente la broza y la tierra,
Fotografía 1. Línea de procesado empleada para realizar la clasificación de cormos por calibres
en 2005.
Una vez separados por calibres, se pesaron los cormos limpios para así poder distribuirlos entre
el proceso de forzado y futuras nuevas plantaciones en campo para producir nuevos cormos que
alimenten este proceso en función del calibre que presenten. Así pues, en el mes de octubre de 2005,
se efectuó una nueva plantación mecanizada de los cormos recibidos y que no intervinieron en el
forzado.
Las cantidades concretas de cormos, según su origen, introducidas en bandejas para su forzado,
fueron las que se muestran en la Tabla 4.
La desinfección de los cormos clasificados, del mismo modo que previamente a la plantación
del mes de octubre para producir nuevos cormos hijos, se realizó con una mezcla de Tiabendazol 33%
p/v. (330 g/l) y Dicloran 10% p/v (100g/l) con una dosis del 0,3 al 0,4 % durante un tiempo de
inmersión de 10 minutos. La inmersión de los cormos se realizó empleando palots de base enrejillada
que se introdujeron en una cubeta especialmente fabricada para esta operación (Fot. 2) y que
permitieron que el desinfectante mojase adecuadamente todo el material vegetal. Transcurrido el
tiempo establecido, se realizó, durante unos minutos, un escurrido de los cormos, lo que facilitó el
posterior secado de los mismos.
A continuación, los mismos palots empleados para la desinfección conteniendo los cormos, se
colocaron frente a una estructura con un ventilador de gran capacidad y con dos salidas de aire
canalizadas (Fot. 3), con el fin de realizar un secado homogéneo y efectivo de los cormos aplicando
aire durante un máximo de 8 horas para no llegar a producir pérdida de peso en los mismos por
desecación. Para forzar al aire a circular desde la base de los palots hacia arriba, introduciéndose así
entre los cormos, se tapan los frontales de estos palots, cortando la dirección de salida de aire desde la
estructura del ventilador.
Durante todo el tiempo que los cormos han permanecido en el proceso de forzado, se han
realizado una serie de muestreos (algunos de los cuales son puntuales, mientras que otros han tenido
lugar periódicamente).
Fotografía 4. Recuento del número de heridas de los cormos por tinción con iodo.
Muestreo de humedad. Se tomó el peso fresco de algunos cormos de cada lote y, a
continuación, se colocaron en estufa a 105 ºC durante 24 horas, hasta que perdieron toda la
humedad y su peso se mantuvo constante. Pasado este tiempo, se pesaron nuevamente y se
determinó el porcentaje de humedad inicial de los cormos.
Muestreos semanales de seguimiento del estado fenológico con observación al
binocular y fotografiado de las yemas. Tras escoger cormos de todos los lotes y limpiarlos
de sus cubiertas, se observaron al binocular sus yemas principales, eliminando,
sucesivamente, las capas que las protegían, de modo que, en función de la estructura
observada, se determinó el estado fenológico en el que se encontraban los cormos de ese
lote, datos que, junto a la evolución del peso de los testigos, aportaban la información
básica para tomar las decisiones de manejo de los lotes (Fot. 5).
Fotografía 5. Observación de yemas en el binocular. Se aprecian dos flores con todas sus
partes ya formadas.
Cultivo de las zonas dañadas de los cormos. Este análisis, que nos permitió identificar
los organismos patógenos que estaban atacando el material vegetal (Fot. 6), y, por tanto, la
forma más adecuada para frenar su desarrollo, fue llevado a cabo, como en otros casos
mencionados anteriormente, por el Servicio de Diagnóstico y Asistencia Fitopatológica
(SEDAF) del ITAP.
Las bandejas en las que se colocan los cormos dentro de las cámaras, deben haber sido
limpiadas con detergente o amoniaco y agua a presión y desinfectadas con lejía previamente. Estos
contenedores están especialmente diseñados para este proceso, puesto que están fabricados en un
material resistente, son apilables, y tienen los orificios precisos para permitir una adecuada circulación
de los gases producidos por el material vegetal y del aire del interior de las cámaras con las
características fijadas. Del mismo modo, las cámaras, antes de la introducción de las bandejas, deben
estar limpias y desinfectadas con lejía, funcionando según la programación establecida en cuanto a
temperatura, humedad relativa y número de renovaciones de aire, así como con todos los sensores
controlando los parámetros necesarios.
La operación de siembra de las bandejas se realizó, en primer lugar, colocando en su base una
plancha de lana de roca, de las mismas dimensiones que la bandeja, y que cuando, más tarde, se
regaron las bandejas, previamente al inicio de la floración, ejerció un efecto de retención del agua.
Sobre este lecho se dispusieron, manualmente, los cormos al tresbolillo (Fot. 7). En este momento, se
atendió a una serie de precauciones, tales como eliminar los restos del cormo madre de la base de los
cormos (para evitar introducir otra fuente de contaminación) y como colocarlos en la posición
adecuada para evitar dificultades de brotación. En el año 2005 se introdujeron 65 bandejas en
condiciones de forzado.
Fotografía 7. Bandejas sembradas dispuestas para iniciar el forzado en cámara bajo condiciones
controladas.
Una vez rellenadas se pesaron las bandejas, acción que se volvió a repetir tras todo el período
de almacenamiento, antes de colocar cada bandeja en la mesa de floración; al relacionar ambos datos,
obtuvimos un índice del peso perdido por los cormos a lo largo del proceso de forzado, personalizado
para cada bandeja.
Antes de pasar las bandejas a la zona de floración, se cubrieron los cormos hasta el enrase de
las mismas con un sustrato inerte, concretamente vermiculita, que sirvió como anclaje para los mismos
y como medio para conservar la humedad de riego.
Ambas cámaras contaban con sensores (Fot. 9) que ofrecían cifras cada 20 minutos de los
valores de temperatura del producto, temperatura del aire, humedad relativa del aire, y niveles de CO2,
los cuales eran recogidos en un datalogger y posteriormente descargados para comprobar si los
sensores medían adecuadamente y si los valores de los parámetros mencionados se ajustaban a los
objetivos de programación de las cámaras. Igualmente, estos datos se comparaban con mediciones
externas (en temperatura y humedad relativa) de psicrómetros.
Con respecto a la zona de floración, en la misma nave donde están ubicadas las cámaras, se
localizan dos mesas de dimensiones 3,00*1,20*1,00 m, y con capacidad para seis bandejas dispuestas
para florecer cada una de ellas (Fot. 10). Para desencadenar la floración de cada bandeja, una vez que
los brotes de los cormos alcanzaron una longitud mínima de 3-4 cm, en primer lugar, se procedió al
riego de las bandejas hasta drenaje de las mismas, cuyo efecto inmediato fue el enraizamiento de los
cormos. La temperatura se fijó en 18 ºC y la intensidad lumínica entre los 700 y los 4000 lux, lo que
se consiguió colocando en la propia estructura de la mesa, y sobre las bandejas, a una altura de unos
30 cm, una serie de tubos fluorescentes de las características adecuadas. El fotoperíodo precisado para
la emisión de flores es de 8 horas de luz seguidas por 16 de oscuridad.
El tiempo de permanencia de las bandejas en las condiciones descritas para el inicio, desarrollo
y finalización del período de floración, es variable en función del momento en el que las bandejas se
ubiquen en esta zona con respecto al de floración habitual en campo, de modo que a medida que nos
alejamos de este momento, el ciclo de producción de flores se acelera, tardándose menos tiempo en
iniciarse la floración y concentrándose ésta en el tiempo.
Diariamente, se recogieron las flores de cada bandeja, evitando así que se abriesen con la
consiguiente pérdida de calidad, efectos que se hubiesen producido al transcurrir demasiado tiempo
desde su aparición (Fots. 11 y 12).
Para cada bandeja que se encontraba en período de floración, se valoró el número y el peso total
de flores producido diariamente. A continuación, se desbriznaron las flores de forma diferenciada para
cada bandeja y se pesaron sus estigmas, y para poder tener un índice de las longitudes de los mismos,
se cogieron los tres estigmas de 10 flores, y se midió la longitud máxima y mínima del conjunto de
cada uno de los tres estigmas.
Una vez tostados, los estigmas se conservaron en recipientes herméticos, donde permanecen a
la espera de realizar los análisis de calidad pertinentes.
En el mes de junio del año 2005 se levantaron los azafranales correspondientes a los ensayos
que valoraban los efectos en las producciones y calidad de estigmas y cormos, de: la aplicación de
distintas fuentes fertilizantes (“ensayo de fertilización”, Tabla 5), el uso de distintas materias activas
de acción herbicida sobre la flora adventícia (“ensayo de herbicidas”, Tabla 6) y el sombreado con la
cubrición plástica de parcelas (“ensayo de sombreado”, Tabla 7).
El arranque se realizó empleando una reja de mini-vertedera (Fot. 14) y cuando el terreno tuvo
la humedad suficiente (tras la aplicación de agua de riego), para facilitar la correcta penetración del
apero, lo que redujo la posibilidad de provocar daños mecánicos en los cormos. Una vez que éstos
estuvieron desenterrados, se recogieron manualmente de la superficie del terreno.
El material vegetal, procedente de la multiplicación de 3 años (ya que los ensayos mencionados
se plantaron en septiembre del año 2002), se recolectó individualizadamente de cada parcela (Fot.15),
para, a continuación, valorar el número y peso de cormos totales obtenidos, así como por calibres
(grande, mediano y pequeño).
Fotografía 15. Recogida de cormos diferenciada por parcelas en los ensayos levantados en 2005.
En el mes de octubre del año 2005 se procedió a efectuar una nueva plantación mecánica de
cormos en mallas (Fot. 16) con el objetivo de ampliar la superficie de multiplicación de material
vegetal, en algo menos de una hectárea, que servirá para proporcionar los cormos, una vez
seleccionados, que se introducirán en el sistema de producción forzada. Esta nueva plantación se
realizó en una parcela contigua a la ocupada por la plantación del año anterior, contando con cobertura
total enterrada para su riego por aspersión. Los cormos que se plantaron fueron adquiridos en las
localidades de Santa Ana y San Pedro (Albacete) y en Campillo de Altobuey (Cuenca). Previamente,
se separaron por calibres en función de su origen, fueron desinfectados y adecuadamente secados.
Se evitará, con estas plantaciones propias, la dependencia del abastecimiento externo, que
constituye un problema ante la escasez de cormos en el mercado.
En esta segunda campaña de producción forzada de azafrán a nivel de planta piloto 2005-2006,
se crearon 11 lotes de cormos, entre los que se distribuyeron distinto número de bandejas (fueron en
total 65), en función de las características del material vegetal que contenían (Tabla 8).
LOTE BANDEJAS
L1 (Grandes, San Pedro) B1 a B15
L2 (Grandes, San Pedro) B16 a B31
L3 (Medianos, San Pedro) B32 a B37
L4 (Medianos-Pequeños, San Pedro) B38 a B42
L5 (Grandes-Dañados, San Pedro) B43 a B50
L6 (Medianos-Dañados, San Pedro) B51 a B53
L7 (Medianos-Pequeños, San Pedro) B54 a B55
L8 (Grandes ensayos, ITAP) B56 a B57
L9 (Medianos ensayos, ITAP) B58
L10 (Grandes, Santa Ana) B59 a B61
L11 (Grandes dañados, Santa Ana) B62 a B65
Tabla 8. Distribución en lotes y bandejas de los cormos para forzado de la campaña 2005-2006.
En general, la humedad real en las cámaras, considerando como tal a los valores ofrecidos por
el psicrómetro, siempre ha estado por debajo de lo que marcaban los otros dos sensores de medida de
esta parámetro, en torno a un 10 % menos. Muestra de ello son los valores promedio para toda la
campaña correspondientes a cada una de las cámaras: 71 % en la cámara de 25 ºC y 69 % en la cámara
de 30 ºC. Estas cifras justifican la pérdida de peso de los cormos y la consiguiente ausencia de
producción de flores por el prácticamente seguro aborto de flores cuando los cormos se someten
durante largos períodos de tiempo a un ambiente en el que la humedad relativa es inferior al 70 %.
Las bandejas 32 a 37 salieron a floración entre el 29/11/05 y el 24/02/06. Las bandejas B33,
B32 y B34 no produjeron flores por a misma razón apuntada para las bandejas sin flores del Lote 1
(pérdida de peso de entre el 20 y el 30 %). En este Lote 3, el peso de flores y el número de flores por
cormo máximos fueron de 99,8 g.bandeja-1 y de 0,39 flores.cormo-1, respectivamente. De entre las
bandejas con producción de flores, 15,0 y 338,3 fueron el mínimo y máximo número de flores por m2,
mientras que 0,03 y 2,41 g fueron los límites entre los que varió el rango de peso de estigmas tostados
por m2.
Lote 9 (B58)
Inicialmente, se introdujo a 30 ºC, desde el 28/07/05 hasta el 2/12/05, 4 meses, con un 11,1 %
de pérdida, luego estuvo otro mes a 25 ºC hasta que la cámara se estropeó, donde perdió un 6,4 %, y
finalmente volvió a 27 ºC, donde permanece 2 meses, a lo largo de los cuales perdió otro 15,5 % de
peso.
En lo que a la fenología respecta (Fig. 5), durante el mes de julio, las yemas de los lotes
observados estuvieron en estadio A-B. En agosto, desde principios de mes, teniendo en cuenta los
últimos lotes que se introdujeron en cámara que estaban ya bastante avanzados, se encontraron
estadios desde el A hasta el F, predominando ya éste último a final de mes. A lo largo del mes de
septiembre, los estadios fenológicos oscilaron entre D y H, manteniéndose algo retenido el desarrollo
de las yemas. En octubre se pudieron observar yemas en estadio E hasta yemas en estadio I,
observándose también un desarrollo detenido. Finalmente, en noviembre, las variaciones de estadio
también van del E al I, abundando más hacia los últimos días del mes, las yemas en estadio G-H.
Ya en ese mes de noviembre es cuando queda patente que muchos brotes carecen de flores en
su interior, que los que las tienen, en su mayoría es en número de una, y es frecuente observar flores
con estructuras “raras” y gran cantidad de yemas puntiagudas en las que sólo se aprecian formadas las
hojas pero ninguna estructura floral (Fot. 17).
Fotografía 17. Yema de un cormo de azafrán que sólo presenta estructuras foliares, careciendo
de las florales.
1600
1400
Nº flores/bandeja
1200
1000
800
600
400
200
0
04/10/2005
18/10/2005
02/11/2005
02/12/2005
08/11/2005
30/09/2005
02/12/2005
29/12/2005
02/12/2005
23/01/2006
29/12/2005
13/01/2006
27/01/2006
23/01/2006
27/01/2006
23/01/2006
24/02/2006
28/02/2006
28/02/2006
24/02/2006
27/02/2006
24/02/2006
Fecha de salida a floración
Destaca que las bandejas sin flores fueron todas las que se sacaron a la mesa
de floración en el mes de febrero. En general, las bandejas que tuvieron entre 2 y
500 flores se colocaron en condiciones para florecer en el mes de diciembre (a
finales) y en enero. Las bandejas con floración durante el mes de diciembre,
produjeron entre 500 y 1000 flores. Y las cifras de más de 1000 flores por bandeja
fueron las correspondientes a las floraciones de octubre y noviembre.
Con respecto al peso seco de estigmas (Fig. 7), tan sólo 4 bandejas superaron
la cifra de 10 g de estigmas secos por bandeja, que fueron las que antes se pusieron
en condiciones de floración, hasta la primera mitad del mes de octubre. La máxima
producción fue de 18 g de estigmas secos. Se produjeron entre 5 y 10 g en 12
bandejas. Estas 16 bandejas que produjeron entre 5 y 18 g, se correspondieron con
las 16 bandejas que tuvieron una producción superior a las 1000 flores.Hubo otras
16 bandejas que dieron entre 1 y 5 g de estigmas secos, y con menos de 1 g se
registraron 13 bandejas. Finalmente, hubo 18 bandejas sin producción de estigmas
por la ausencia de flores, y 2 bandejas carentes de flores en el primer cuadrante,
por lo que no se registraron datos relativos a parámetros de flores.
20,00
18,00
g estigmas secos/bandeja
16,00
14,00
12,00
10,00
8,00
6,00
4,00
2,00
0,00
30/09/2005
07/10/2005
18/10/2005
02/11/2005
08/11/2005
15/11/2005
22/11/2005
29/11/2005
02/12/2005
02/12/2005
02/12/2005
02/12/2005
02/12/2005
02/12/2005
29/12/2005
29/12/2005
04/01/2006
13/01/2006
23/01/2006
23/01/2006
23/01/2006
23/01/2006
27/01/2006
27/01/2006
24/02/2006
24/02/2006
24/02/2006
24/02/2006
27/02/2006
27/02/2006
28/02/2006
28/02/2006
28/02/2006
Figura 7. Producción de estigmas tostados por bandeja (g) en función de la fecha de su salida
a floración.
A continuación se presentan las Tablas 10 y 11 que reflejan el valor medio del número y peso
de cormos total obtenido, así como su distribución por calibres, tras la extracción de los cormos de
cada una de las parcelas experimentales de los ensayos de “fertilización” y “sombreado”. También se
presentan en estas Tablas los respectivos coeficientes de variación (CV).
Las abreviaturas que se presentan en las dos Tablas citadas, son: NCT, número de cormos total
(cormos.m-2); NCTCPI, número de cormos total por cormo plantado inicialmente (cormos.cormo
plantado-1); PCT, peso de cormos total (kg.m-2); NCG, número de cormos de calibre grande
(cormos.m-2); NCGCPI, número de cormos grandes por cormo plantado inicialmente (cormos.cormo
plantado-1); PCG, peso de cormos de calibre grande (kg.m-2); NCM, número de cormos de calibre
mediano (cormos.m-2); NCMCPI, número de cormos medianos por cormo plantado inicialmente
(cormos.cormo plantado-1); PCM, peso de cormos de calibre mediano (kg.m-2); NCP, número de
cormos de calibre pequeño (cormos.m-2); NCPCPI, número de cormos pequeños por cormo plantado
inicialmente (cormos.cormo plantado-1); PCP, peso de cormos de calibre pequeño (kg.m-2); NCG_P,
número de cormos de calibre grande en porcentaje (%); NCM_P, número de cormos de calibre
mediano en porcentaje (%); y NCP_P, número de cormos de calibre pequeño en porcentaje (%). La
definición de los tratamientos para cada ensayo se presenta en las Tablas 5 y 6 del epígrafe 4.2.
TRATAMIENTO
1 2 3 4 5 6 7
Media CV Media CV Media CV Media CV Media CV Media CV Media CV
NCT 132 25,3 159 19,1 162 20,1 145 35,7 187 14,2 158 22,0 175 13,7
NCTCPI 2,2 25,3 2,6 19,1 2,7 20,1 2,4 35,7 3,1 14,2 2,6 22,0 2,9 13,7
PCT 0,818 24,1 0,847 15,9 1,001 11,2 0,850 39,4 0,963 1,7 0,940 17,0 0,959 16,4
V NCG 3,5 88,4 2,1 70,3 4,3 75,8 2,2 73,4 1,3 36,1 2,9 65,6 1,6 77,7
A NCGCPI 0,058 88,4 0,035 70,3 0,072 75,8 0,037 73,4 0,022 36,1 0,048 65,6 0,027 77,7
R PCG 0,055 83,3 0,035 70,2 0,071 76,4 0,033 69,9 0,021 35,3 0,047 72,4 0,025 73,1
I NCM 47 29,4 42 27,8 60 14,2 52 45,0 51 12,4 52 23,6 56 49,5
A NCMCPI 0,78 29,4 0,70 27,8 1,00 14,2 0,87 45,0 0,85 12,4 0,86 23,6 0,93 49,5
B PCM 0,418 29,6 0,384 25,0 0,540 14,0 0,456 43,2 0,429 12,5 0,472 18,9 0,485 40,1
L NCP 82 28,2 114 16,6 98 29,7 91 31,1 134 21,7 104 26,1 118 28,4
E NCPCPI 1,4 28,2 1,9 16,6 1,6 29,7 1,5 31,1 2,2 21,7 1,7 26,1 2,0 28,4
S PCP 0,345 23,8 0,428 8,5 0,390 25,8 0,361 36,1 0,514 10,9 0,422 30,2 0,450 17,7
NCG_P 2,6 87,7 1,3 68,5 2,7 71,5 1,5 49,2 0,7 36,1 2,1 84,1 0,9 71,5
NCM_P 35,6 19,6 26,2 10,1 37,4 13,4 34,7 13,4 28,0 22,1 32,8 14,0 31,8 48,4
NCP_P 61,8 14,9 72,4 4,4 59,9 11,3 63,8 8,0 71,3 8,8 65,1 9,2 67,3 23,0
Tabla 10. Resultados del arranque de cormos en el ensayo de “fertilización”. Valores medios y
coeficientes de variación de las variables elaboradas.
El tratamiento 5 es el que tiende a ofrecer mayores valores de las variables NCT, NCTCPI,
NCP, NCPCPI y PCP, mientras que el tratamiento 3 da lugar a las cifras más altas para el resto de las
variables calculadas, excepto para el NCP_P, cuyo mayor porcentaje tiende a corresponder al
tratamiento 2. En el caso de las tres variables relativas a cormos totales, el tratamiento 1 es el que
registra los valores más bajos de las mismas; para las variables relativas a cormos grandes, medianos y
pequeños son los tratamientos 5, 2, y 1, respectivamente, los que dan lugar a una menor presencia de
cada uno de los calibres de cormos.
TRATAMIENTO
1 2 3 4
Riego NO-Acolchado SÍ Riego SÍ-Acolchado NO Riego SÍ-Acolchado SÍ Riego NO-Acolchado NO
Media CV Media CV Media CV Media CV
NCT 127 66,4 136 17,5 157 33,8 124 30,3
NCTCPI 2,1 66,4 2,3 17,5 2,6 33,8 2,1 30,3
PCT 0,388 46,3 0,404 11,7 0,490 22,4 0,353 24,1
V NCG 0,0 0,0 0,0 0,0
A NCGCPI 0,000 0,000 0,000 0,000
R PCG 0,000 0,000 0,000 0,000
I NCM 33 87,4 27 55,1 57 32,5 14 28,0
A NCMCPI 0,55 87,4 0,45 55,1 0,94 32,5 0,24 28,0
B PCM 0,179 48,4 0,165 19,9 0,273 13,5 0,117 22,4
L NCP 94 63,7 109 14,4 100 34,6 110 31,6
E NCPCPI 1,6 63,7 1,8 14,4 1,7 34,6 1,8 31,6
S PCP 0,208 45,8 0,238 7,7 0,217 33,8 0,236 26,6
NCG_P 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
NCM_P 25,3 31,3 19,2 41,8 36,2 2,9 11,6 20,8
NCP_P 74,7 10,6 80,8 10,0 63,8 1,6 88,4 2,7
Tabla 11. Resultados del arranque de cormos en el ensayo de “sombreado”. Valores medios y
coeficientes de variación de las variables elaboradas.
Los factores riego y acolchado han sido estadísticamente significativos para las variables
PCM, NCM_P y NCP_P, careciendo de esa significación la interacción de los mismos.
Los mayores CV para las variables relativas a cormos totales, medianos y pequeños se han
localizado en el tratamiento 1, mientras que con el tratamiento 2, se han producido los valores más
bajos en cormos totales y pequeños y con el 4 la menor variabilidad en cormos medianos. Finalmente,
los tratamientos 2 y 3 son en los que se encuentran el mayor y menor CV de las variables NCM_P y
NCP_P.
6 CONCLUSIONES
Por otra parte, ante los resultados obtenidos, es obvia la relación directamente proporcional
entre el peso del bulbo y el número y tamaño de las flores a las que da lugar. Así pues, las mayores
producciones han correspondido a los cormos con mayores pesos y diámetros.
Se ha observado, también, que el factor temperatura, en función de su nivel, variando entre los
25 y los 30 ºC, determina la velocidad de crecimiento y los procesos de morfogénesis que se producen
en el meristemo. La incubación a 30º C, redujo claramente el crecimiento de las yemas en el tiempo.
Igualmente, sería interesante llevar a cabo la plantación de cormos en la zona cálida de Jerez,
cuya posibilidad se contempló en la campaña precedente. Esta operación nos permitiría adelantar la
producción de flores incluso al mes de agosto.
7 BIBLIOGRAFÍA
http://www.jccm.es/agricul/paginas/agricultura-ganaderia/cifras/azafran.htm (2006).
Carmona, M; Zalacaín, A.; Alonso, G. (2006). El color, sabor y aroma del azafrán especia. Altabán,
Albacete, España.