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CONCEPTO DE DIOS Y SU DEMOSTRACIÓN EN SAN ANSELMO, DESCARTES Y

SPINOZA

CARLOS EDUARDO RINCÓN PÁRRAGA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
PROPEDÉUTICA
2017-1
Introducción

El debate sobre si Dios realmente existe ha estado presente a lo largo de toda la historia de
la filosofía, y especialmente, como cuestión primaria, en la escolástica del medioevo, en
donde, por medio de la razón o la experiencia, se dieron intentos para demostrar su
existencia. A las demostraciones enteramente a priori se les llama “Argumento Ontológico”
para poder diferenciarlas de las demostraciones cosmológicas o físico-teológicas, como es
el caso de Santo Tomás de Aquino, que en su Summa Teológica expone las Quinque Viae,
cinco argumentos que demuestran la existencia de Dios por medio de la experiencia1,
demostraciones que no serán tratadas en el presente documento.

En cuanto al argumento ontológico, uno de los primeros intentos para dar una prueba de la
existencia Dios por medio de la razón en el periodo escolástico es Anselmo de Canterbury,
que en su Proslogión parte de una definición de Dios para demostrar su existencia 2. Luego,
entrado el siglo XVII, Rene Descartes prueba en sus Meditaciones Metafísicas la existencia
de Dios que sería grosso modo, dado que cualquier cosa que se perciba clara y
distintamente es cierta, y que se percibe clara y distintamente la existencia necesaria
contenida en la idea de Dios, en consecuencia, Dios existe necesariamente3. Baruch
Spinoza siguiendo la línea de Descartes, también postula un argumento ontológico en su
Ética, donde demuestra la existencia de Dios partiendo la facultad de la absoluta infinitud y
la única substancia4.

En este trabajo Dios será tomado como concepto, y se buscaran las definiciones que los
autores anteriores dan de este, los argumentos serán expuestos pero no se entrará en debate
sobre la existencia de Dios. Ahora, expuesta la forma en que se intenta demostrar la
existencia de Dios por medio del argumento ontológico y como varios autores intentan usar
esta vía para aquel propósito, el área en la que el trabajo se desarrollará será esta.

El objetivo del trabajo ha de ser, en primer lugar, exponer las ideas acerca de Dios de los
tres autores antes mencionados, es decir, su concepto y las facultades que le son atribuidas,
así como su articulación estos en los argumentos de la demostración de la existencia de
Dios. En segundo lugar, encontrar similitudes y diferencias entre estos conceptos y
articulaciones en los argumentos. Y al finalizar, contraponer las ideas distintas intentando
refutar un argumento con otro, para de esta forma, dar una consideración acerca del
argumento sea menos refutado y demuestre mejor articulación entre la definición y su
demostración.

Dios en San Anselmo

San Anselmo procede a desarrollar dos argumentos ontológicos en dos de sus textos que se
entrelazan por uso de conceptos, estos son el Monologión y el Proslogión. En el primero
afirma la existencia de Dios como ser único partiendo de que, si todos los objetos son tales

1
Santo Tomás, Summa Teológica, Prima Pars, cuestión 2, articulo 3
2
Proslogión, cap. 2
3
Descartes Tercera Meditación
4
Spinoza, Ética Primera Parte, Definiciones, VI
en virtud de otra cosa, como por ejemplo, las cosas justas son tales en virtud de la justicia,
así existe algo en el caso de las cosas de bondad y también de las cosas grandes las cuales,
por la definición, son tales en virtud de un supremo bien y también de algo soberanamente
grande5 que han de pertenecer a algún ser único del cual todas provengan. De la misma
forma la existencia se añade a este ser como característica dado que las demás cosas no
pueden existir por sí mismas, y hay algún ser que saque la existencia de su propio seno.
Así, existe una naturaleza por la cual todo lo es que es: bien sea llamado substancia, esencia
o naturaleza, esta es perfectamente buena y grande6. La cual subsiste por sí misma y es
absolutamente superior a todo lo que existe y las cosas de las cuales no proviene ninguna de
las características nombradas (existencia, grandeza y bondad) son tales en virtud de este
ser. Por lo tanto, Dios existe porque de él y por él las demás cosas existen7.

En el desarrollo siguiente del argumento, se dice que la existencia y todas las facultades de
Dios provienen de sí mismo y por lo tanto este no puede provenir de la nada8. Aunque esto
parezca que no viene al caso, la importancia está en la diferenciación que se da entre Dios y
el mundo. Al principio la premisa “todas las cosas provienen “de” él y “por” él” se puede
interpretar así: al decir “por” él se afirma una causalidad por parte de Dios frente a las
demás cosas, no solo en medida de la existencia, sino de las demás virtudes. Y al decir “de”
él relaciona a Dios con las demás cosas en pertenencia y estas provienen de él por su
grandeza. Para San Anselmo la segunda interpretación puesto que “de” y “por” en este caso
deben ser usadas de forma recíproca y lo ejemplifica diciendo que se debe entender como la
luz y como esta ilumina de sí misma y por sí misma9. Dios no pertenece al mundo, las
virtudes que da no pueden ser imperfectas y las otras cosas, creadas por Dios, no
pertenecientes a él, están en virtud de estas pero no hacen parte del seno de Dios. De este
seno provienen las facultades que tienen las cosas, no las cosas en si dado que di este fuera
el caso, de Dios provendrían cosas imperfectas y esto va en contra de la concepción de Dios
de San Anselmo. Esta idea conlleva implícitamente la eliminación del posible panteísmo
que se pudiera entender erróneamente de la afirmación “de” él. De esta forma, esta es la
primera forma en la que Sam Anselmo demuestra la existencia de Dios de forma a priori y
además permite generar ideas que podrán ser contrapuestas posteriormente.

5
La forma en que San Anselmo coloca estas dos caracterizas a Dios dan para debatir acerca del uso del
término “soberanamente grande”. Puesto que se puede entender la grandeza de Dios de forma soberana como
una grandeza absoluta o infinita. Es de hablar posteriormente de esta característica para entenderla como
infinita.
6
San Anselmo Monologión Cap. 3
7
Posteriormente en el Monologión (Cap. V-VI-VII) San Anselmo desarrolla las razones por la cuales Dios
existe por sí mismo y no proviene de la nada. Es de entender que estas cosas no son necesarias dado que ya
se expuso el primer argumento ontológico de parte suya. Pero, hay que entender la forma en la que utiliza la
idea de cómo las cosas son “´por” él y “de” él. Argumento a
8
Este argumento se puede como una nueva característica a Dios, dado que es un ser increado dado que la
existencia proviene de sí mismo, así la eternidad es parte de sus características.
9
Este ejemplo podría ser usado en contra del intento posterior de San Anselmo para aclarar la diferencia
entre las demás cosas y Dios, eliminando el panteísmo que se puede presentar en la afirmación “las cosas son
de Dios”. La luz ilumina por y de sí misma, pero cuando las demás cosas puedan ser de la luz, serán también
de lo que hace que ilumine, es decir, la luz en sí, de esta forma las cosas que sean en virtud de la luz harían
parte de ella o su esencia partiría de ella.
Ahora, la segunda forma en que demuestra la existencia de Dios está en el Proslogión. Este
argumento ontológico es mucho más corto y tiene explícitos varios de los conceptos acerca
de este ser que se articulan para demostrar su existencia. Define a Dios como: “un ser del
que encima de él no se puede concebir nada en el pensamiento10” y se usa el personaje del
“insensato” para tener una contraposición a los argumentos de San Anselmo. Así, el
“insensato” dice que Dios no existe, pero cuando escucha que hay un ser del que encima
del cual no se puede imaginar nada mayor, este comprende lo que se está diciendo y esta
idea yace en su entendimiento aunque no crea que en realidad exista. Este pensamiento es
comprendido por el insensato, y sin duda alguna este objeto superior a cualquier cosa
imaginable no existe en la inteligencia solamente, porque, si así fuera, se podría suponer
que también existe en la realidad, lo cual haría que el ser imaginado en la realidad sea
superior al que se supone yace en el entendimiento. De esta forma, si este objeto por
encima de lo cual no hay nada mayor estuviese solamente en la inteligencia, seria, sin
embargo, tal, que habría algo por encima de él, conclusión que no sería legitima. Existe por
consiguiente, un ser por encima del cual no se puede imaginar nada, ni en el pensamiento ni
en la realidad11.

De esta forma, los dos argumentos anteriores que demuestran la existencia de Dios de
forma a priori expresan definiciones y cualidades que serán reiteradas. Dios es por lo
anterior: “un ser del que encima de él no se puede concebir nada en el pensamiento” y
además se aclara que existe una naturaleza por la cual todo lo es que es: bien sea llamado
substancia, esencia o naturaleza, esta es perfectamente buena y grande. La cual subsiste por
sí misma y es absolutamente superior a todo lo que existe y las cosas de las cuales no
proviene ninguna de las características nombradas (existencia, grandeza y bondad) son
tales en virtud de este ser. Por lo tanto, Dios existe porque de él y por él las demás cosas
existen. En San Anselmo de Dios parten tres facultades o características: la existencia, la
bondad y la grandeza, y además da a Dios una suprema perfección que el a que no permite
pensar que de él provenga la imperfección y que el mundo, aunque preveniente de él, no
pertenece a él.

Dios en Descartes

Después de concebir como sustancia al “yo”, Descartes en la tercera meditación trata de


encontrar alguna otra idea que pueda ser clara y distinta. De esta forma, dice que debe
existir alguna substancia que sea infinita la cual debe contener más objetividad que las
demás sustancias presentadas como modos o accidentes. Aquella sustancia es la que
Descartes entiende por Dios, sustancia infinita, independiente, eterno, omnisciente,
omnipotente y creadora de todas las cosas que hay en mundo que sin duda tiene en sí más
realidad objetiva que aquellas por las cuales se muestran sustancias finitas12. Con esto,
Descartes entiende que hay una causa absoluta, y además, esta debe contener más grados de

10
San Anselmo Proslogión Cap. 2
11
Idiem Cap. 2 No se hablara sobre el paso que muchos consideran invalido que da San Anselmo entre
realidad y pensamiento, pero es de resaltar que es una cuestión problemática que no es explicada por el autor
en posteriores capítulos del Proslogión.
12
Tercera Meditación 40
ser o de perfección que las otras cosas finitas y mi ser está imposibilitado de obtener esta
idea de perfección objetiva puesto que es sustancia infinita.

Entonces, dado que tengo la idea de sustancia puesto que soy yo mismo sustancia, no por
esto tendría la idea de sustancia infinita siendo yo finito, si no procediera de alguna
sustancia que en realidad sea infinita. A si mismo tampoco es cierto que pueda concebir la
idea de sustancia infinita, puesto que esta no está dada al entendimiento y se expresa solo
con la negación de la mi finitud. Esta sustancia infinita es clara y distinta en más alto grado,
conteniendo más realidad objetiva que cualquier otra cosa sin tener duda de que por sí sea
más verdadera, o en la cual se encuentre menos sospecha de falsedad. Y si todo lo que
percibo clara y distintamente es verdadero y real. Así, esta sustancia infinita llamada Dios
debe tener en sumo grado la realidad y la veracidad. En consecuencia Dios existe13.

De esta forma, el atributo de perfección con sus grados es claro en Descartes, además de su
determinación la existencia de las otras sustancias, entre menos perfección tenga, menos
realidad objetiva estará presente. Pero es de resaltar lo limitado que es este argumento
ontológico en cuanto a conceptos y atributos, el único atributo que Descartes le da a Dios
que es realmente desarrollado es la infinitud y los grados de perfección.

Dios en Spinoza

Spinoza en su Ética al modo geométrico, expone al principio, imitando el modo de la


geométrica de Euclides, las definiciones acerca de cuestiones metafísicas. Así, en primer
lugar define a la substancia: “es aquello que es en sí y se concibe por sí, esto es, aquello
cuyo concepto, para formarse, no precisa del concepto de otra cosa14”. Además la
definición de Dios como:

“un ser absolutamente infinito, esto es, una substancia que consta de infinitos atributos (lo
que el entendimiento concibe de la substancia) cada uno de los cuales expresa una
esencia eterna e infinita.
Explicación: Digo absolutamente infinito y no infinito en su género; pues de aquello es
meramente infinito en su género podemos negar infinitos atributos, mientras que a
la esencia de lo que es absolutamente infinito pertenece todo cuanto su esencia, y no
implica negación alguna15”. (Spinoza, 1987)

De esta forma, partiendo de sus definiciones y axiomas desarrolla proposiciones que llevan
después a su demostración de la existencia de Dios. Varias de estas proposiciones son: “una
sustancia no puede ser producida por otra sustancia, puesto que no pueden haber dos
sustancias con el mismo atributo” (Prop. VI); “A la naturaleza de la sustancia pertenece el
existir puesto que existe por sí misma” (Prop. VII). “Toda sustancia es infinita” (Prop.
VIII). Muchas de estas proposiciones son fundamentales para llegar a demostrar la
existencia y darlo como única sustancia y que todo lo demás son modos y atributos de esta
substancia infinita. La preposición XI es la que demuestra la existencia de Dios, donde dos

13
Descartes, Tercera Meditación 47
14
Spinoza, Ética, I, Def, III
15
Spinoza, Ética, I, Def. VI
de los tres argumentos presentados son a priori (i) (ii) y el último a posteriori (iii). Spinoza
resalta mucho la infinitud absoluta de Dios, que como ya se dijo, si fuera infinita en su
género no podría ser absoluta y no sería Dios. Mostrados de

La proposición XI dice:
“Dios, o sea, una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales
expresa una esencia eterna e infinita, existe necesariamente”.
Demostración: (i) si niegas esto, concibe, si es posible, que Dios no existe. En este caso
(por el axioma 716) su esencia no implicaría su existencia, es decir, que haya la posibilidad
de pensar en su no existencia, este pensamiento no determina la existencia de Dios. Pero
eso, pensar en su no existencia, (por la proposición 717) es absurdo: luego, Dios existe
necesariamente. (ii) Otra forma en la que intenta demostrar a Dios diciendo que, dado que a
toda cosa se le debe dar la causa de su existencia y a su vez la causa por la cual no pueda
existir (por contradicción, etc.) y no puede darse una razón o causa alguna que impida que
Dios exista o que le prive de su existencia, habrá que concluir absolutamente, que existe de
modo necesario. Finalmente demostrando la existencia de Dios de modo a posteriori: (iii)
Poder existir es impotencia, y, por el contrario, poder existir es potencia (como es notorio
por sí). De este modo, so lo que ahora existe necesariamente no son sino entes finitos,
entonces hay entes finitos más potentes que el ser absolutamente infinito, pero esto (como
es notorio) es absurdo; luego, o nada existe, o existe también necesariamente un ser
absolutamente infinito. Ahora bien, nosotros existimos, o en nosotros o en otra cosa que
existe necesariamente (Axioma 1 y proposición 718) Por consiguiente, un ser absolutamente
infinito, esto es (por definición 619) Dios, existe necesariamente. (Spinoza, 1987)

La proposición XIV dice: “No puede darse ni concebirse sustancia alguna excepto Dios”.
Esto se demuestra con que, puesto que no puede existir otra sustancia porque Dios es el
único con todos los atributos, si existiera otra sustancia con algún atributo idéntico a Dios
que no está determinada por este, por la preposición V, esta segunda no podría existir.
Además la segunda substancia estaría limitada a la infinitud absoluta de Dios, pero por la
definición III, una substancia no puede estar determinada por otro. En consecuencia, Dios
es la única sustancia. De esta forma sigue la proposición XV que dice:
“Todo lo que es, es en Dios, y sin Dios nada puede ser ni concebirse”.
Dado que no hay otra substancia, o sea, cosa alguna que sea en sí y se conciba por sí. Pero
lo modos no pueden concebirse sin la sustancia, siendo lo modos por la definición V
aquello que es en otra cosa, por medio del cual es también concebido, estos no pueden ser
concebidos sin una sustancia, por lo cual pueden ser solo en la naturaleza divina y
concebirse por ella sola. Ahora bien, nada hay fuera de sustancias y modos. Luego nada
puede ser ni concebirse sin Dios20. De esta forma todo lo que hay es un modo de la
sustancia infinita de Dios, diciendo así que todos es parte de la esencia de Dios y sin este
nada puede ser.
Similitudes, diferencias e influencias

16
La esencia de todo lo que puede concebirse como no existente no implica la existencia
17
A la naturaleza de una substancia pertenece existir
18
Axioma 1, Yodo lo que es, es en sí o en otra cosa. Prop. 7 a la naturaleza de una substancia pertenece existir
19
Definición de Dios
20
Ética, libro I, Proposiciones XIV y XV
Después de haber expuesto los argumentos ontológicos de los tres autores (San Anselmo,
Descartes y Spinoza) se procederá a comparar sus definiciones, las facultades que le
confieren a Dios y encontrar en estos alguna influencia por parte de los tres.

En primer lugar, todos los autores concuerdan en sus definiciones acerca de la superioridad
de Dios sobre las demás cosas, pero San Anselmo y Descartes parten en sus defunciones
con una influencia por parte del “yo” ¿de qué forma? Al decir que es superior a cualquier
cosa que se pueda imaginar, el que imagina determina la superioridad de este ser. Descartes
del mismo modo habla de la negación de la finitud de la sustancia conocida que es la res
cogitas lo cual permite determinar la existencia de una infinitud que no es cognoscible dada
la limitaciones del ser pensante. De forma distinta, Spinoza introduce su concepto de Dios
sacándolo de la relación con la limitación del “yo” diciendo que es absolutamente infinito,
facultad que está implícita en su forma como sustancia la cual será demostrada
posteriormente como única.

La perfección en San Anselmo demostrada cuando dice que aunque las cosas procedan de
Dios, este no pertenece a las demás cosas puesto que ellas con imperfectas o tienen ciertos
grados de perfección con los cuales son tales en virtud de Dios. El ser en este caso del cual
procede la existencia y por la cual las cosas existen tiene en sumo grado la existencia y
existe más que cualquier otra cosa, de esta forma la perfección está presente y la carencia
más mínima de esta facultad en las demás cosas permite que puedan llamarse imperfectas.
Ahora, Descartes procede de la misma forma para afirmar la existencia de aquella
perfección que es, en sumo grado, la superior a cualquier otra cosa y en este caso las dos
ideas concuerdan en la forma como funciona la perfección para demostrar la existencia de
Dios y como es la perfección una facultad determinante en este. En cambio, en Spinoza esta
facultad no está presente, por lo menos en los textos expuestos anteriormente. Así, se puede
decir que Spinoza no confiere de forma inicial la perfección a Dios, sino la facultad
principal de Dios es la infinitud21, y esta infinitud es absoluta. Y es posible que el concepto
de bondad dado por San Anselmo sea eliminado por Spinoza en sus consideraciones sobre
el bien y el mal.

La forma en que se encontraran similitudes en cuanto a la infinitud será recordando algunas


ideas de los autores: en primer lugar, San Anselmo refiere a la soberana grandeza de Dios
cosa por la cual las cosas son tales en grandeza, esta podría ser interpretada como la
infinitud de Dios, que además en San Anselmo coloca con la necesidad de existir por sí
misma diciendo que, para que Dios no existiera por sí mismo tendría que haber salido de la
nada, y para esto tendría que haber sido ayudado por otra cosa o por la misma nada, lo cual
considera absurdo. Por lo cual Dios debe ser increado o creado por sí mismo, y con la idea
de que Dios tendría que haber existido antes que si mismo para poder crearse, la idea
correcta seria la increación22. Al ser Dios un ser increado es infinito en tiempo dado que no
tendría inicio en este caso. Pero, contraponiendo esta idea con Spinoza, ¿es Dios infinito
absolutamente?, tomando lo anterior y la idea de que Dios ni el mundo están en el mismo
conjunto, puesto que San Anselmo piensa que si las cosas pertenecieran al ser de Dios, este

21
Definición VI
22
Monologión Cap. VIII
tendría atributos imperfectos, lo cual no es correcto, dada la perfección de Dios. Así, Dios
no abarcaría el mundo, o sea, las demás cosas creadas, de esta forma Dios no es totalmente
infinito en San Anselmo aunque tenga cualidades infinitas, en consecuencia, usando las
definiciones de Spinoza acerca de la sustancia y Dios, el Dios de San Anselmo esa limitado
por su propia creación al no abarcarla.

Del mismo modo se puede usar el argumento de Spinoza para refutar a Descartes. Este
segundo considera tres sustancias: Dios (infinito), el “yo” y el mundo. Dios no puede ser
totalmente infinito si su ser no abarca la totalidad de creación como en el caso anterior, para
poder el “yo” ser una sustancia, esta tendría que no ser limitada por ninguna otra sustancia
y esta otra sustancia no puede tener los mismos atributos. En la definición de Descartes,
Dios tiene suprema inteligencia23, es decir, una inteligencia infinita. La sustancia limitada,
es decir, el “yo”, tiene inteligencia aunque limitada, pero esta sería un atributo de la
sustancia infinita que pertenece a la sustancia finita, de esta forma una de las dos no puede
ser sustancia puesto que las dos tienen un atributo idéntico lo cual, en la las definiciones de
Spinoza, no es posible. Ahora, el argumento de Descartes también cae cuando hablamos
que una sustancia no puede ser causa de otra24, pero si Dios es causa del yo, puesto que de
este procede la existencia, el “yo” no puede ser sustancia, de esta forma, el argumento de
Descartes sería errado y solo habría una sustancia.

Con todo lo anterior se ve similitud en la cualidad de infinitud para Dios, pero los
argumentos de los autores pueden ser refutados con las definiciones y proposiciones de
Spinoza. Esta labor no podría hacerse al revés, puesto que los dos autores anteriores no
definen sus términos, y no llevan las definiciones de estas facultades para dar idea de Dios.
Las sustancias limitadas o la grandeza limitada por la imaginación no son posibles en la
filosofía de Spinoza.

Ahora, se ve una influencia por parte de San Anselmo a Descartes en cuanto a los grados de
perfección, y este sigue el camino del primero cuando habla de cómo Dios aunque tenga la
facultad de la infinitud, no abarca su creación. En este caso también los dos argumentos
hablan de la existencia de la idea de Dios y como esta da una noción por medio del
pensamiento de la existencia de Dios, es decir, como el “yo” incide en la percepción de las
cualidades de Dios y en la posibilidad de su demostración. También se ve otra influencia
conceptual en la infinitud como principal en el término en el desarrollo del argumento de la
demostración de la existencia de Dios de Spinoza. La forma en la que Dios es infinito en
Descartes permite darle a este las demás facultades.

Conclusiones

Después de dar una diferenciación y un intento de refutación entre los tres argumentos y
conceptos, se evidencia la forma en que Spinoza es más claro conceptualmente, además
permite dar una demostración menos refutable, por lo menos en este caso. Es posible que
esto se haya dado por el tiempo histórico, porque si San Anselmo y Descartes son
anteriores a Spinoza, este último habrá conocido estos argumentos y habrá sido capaz de

23
Tercera Meditación 46
24
Proposición III
refutarlo. Pero en cualquier caso Spinoza es capaz de aclarar de forma más funcional la
forma en que Dios puede ser totalmente infinito y como esta facultad solo puede funcionar
de una forma, en cuanto Dios sea todo y todo sea Dios.

En comparación el argumento de Spinoza es el menos refutado y en consecuencia para este


caso, el más valido para dar una definición de Dios más acertada. Dios es absolutamente
infinito y es sustancia, la cual es única dado que si hubiese otra, la primera se vería limitada
por esta. Así, tampoco el yo puede ser sustancia dado que al tener cualidades idénticas a la
sustancia de Dios, por las definiciones de Spinoza, no sería correcta esta afirmación. En fin,
aunque parezca que solo se usa en este trabaja las posibles refutaciones del argumento de
Spinoza, el objetivo del trabajo aparentemente se cumplió al haber expuesto los conceptos
generales acerca de Dios de los autores nombrados y además, contraponerlos para encontrar
el argumento más completo y al parecer, valido.

Bibliografía:

Anselmo, S. (1952). Obras completas de San Anselmo. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.

Descartes. (2005). Meditaciones Metafisicas. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Spinoza, B. (1987). Ética. Madrid: Alianza Editorial.

Tomás, S. (1996). Summa Teologica. Madrid: Alianza Editorial.

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