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Examinando la vida: filosofía

para todos
Profesora: Mercedes Rivero

merivero@hum.uc3m.es
PORCENTAJES PARA LA EVALUACIÓN:

Será imprescindible entregar todos los trabajos para poder aprobar la asignatura. Es
decir, no se aplicarán los porcentajes indicados si no se entregan todos los trabajos
requeridos.

- Trabajo final: 60%


- Trabajo/presentación en grupos: 25%
- Debate en grupos: 10%
- Asistencia y participación a clase: 05%
INTRODUCCIÓN

La identidad se puede considerar desde una perspectiva ontológica (o


metafísica): según la cual, toda cosa es igual a sí misma.

O desde una perspectiva lógica (principio de identidad) que se


expresa con el condicional: "si p entonces p" o "p si y sólo si p".
Ambas perspectivas se han entrelazado con el tiempo y son difíciles
de separar actualmente.
La identidad se puede definir a grandes rasgos como la relación que
todo ente mantiene consigo mismo.

Designa el carácter de todo aquello que permanece único e idéntico


a sí mismo, aunque muestre diferentes apariencias o se perciba de
distinta forma.

A lo largo de la historia, se ha atribuido a la identidad los rasgos de


permanencia e invariabilidad: el verdadero ser.
Platón consideraba "la esencia" como una
realidad pura y en absoluto reposo de plena
identidad consigo misma. Por ello, las cosas del
mundo sensible eran imperfectas en el orden
del ser: por ser una imitación de la esencia
ideal, pero también por ser engañosas. De todo
esto se debía apartar el sabio para llegar a la
contemplación de las ideas eternas.
Aristóteles se opuso a Platón por enfrentarse cognoscitivamente a las
cosas particulares. Su interés se centraba en el individuo y se
distanciaba del idealismo platónico. Se introdujo así en el mundo de la
realidad material, constatable mediante los sentidos: aquello que se ve
y se puede tocar.

Sin embargo, Aristóteles terminó cayendo de alguna manera en las


ideas platónicas. Se diferenciaban básicamente en que, para Platón, los
entes eran identidades puras y separadas del mundo sensible; y, para
Aristóteles, eran dinámicos e informaban de toda la realidad material.
Por ejemplo, Platón podría situar como ente puro a una oveja blanca,
dándose en la realidad una representación de tal ente. Sin embargo,
Aristóteles indica que una oveja no es oveja por ser blanca, pues
puede haber ovejas que no lo sean. Así, la oveja del mundo real no
sería una representación de un ente ideal. Para Aristóteles lo que es
verdaderamente real en las cosas particulares es la “esencia
sustantiva” y, aquí, se encontró con el problema de explicar lo que era
la “realidad sustantiva” para no caer en el mundo ideal de Platón.
Así, en el análisis de la identidad, aunque Platón no soluciona el
problema identitario al separar a los individuos particulares de las
entidades puras y esenciales, lo cierto es que Aristóteles tampoco
consigue resolver el conflicto.

El pensamiento de Aristóteles se acerca más al de Sócrates. Para éste,


todos los individuos tienen una identidad común a la especie a la que
pertenecen. Por lo que conocer a un individuo humano ya se puede
conocer su esencia respecto a la identidad de la especie y no de su
individualidad.
Así, la materia no se puede considerar un "principio de
individualización" por el cuál se llegue a conocer algo mediante su
identidad. Ni tampoco un "principio de conocimiento“, porque la
materia sería igual en todos los individuos de la especie. Ej.) Sócrates es
griego, todos los hombres son griegos.

Si partimos, entonces, de que la sustancia es común para todos los


individuos de una misma especie, ¿qué es lo que hace que alguien sea
él mismo y no otro?
La sustancia sería necesaria para entender, por ejemplo, que un
individuo es un ser humano, pero no suficiente. El conocimiento
material ha de ser admitido en su sentido genérico, pero no como
principio de individualización, que también contempla los rasgos
concretos que configuran una identidad.

Es necesario diferenciar al individuo del resto de la especie por otro


camino que sea inteligible y que no sea el material.
Si cuestiono si la persona que tengo en frente es ella misma, como
un ser único en el lugar a y en el tiempo t, no necesariamente se
podría responder “sí que lo es” solo por alegar que su cuerpo es el
mismo que en el lugar a y en el tiempo t.

¿Es esa persona la misma que solía ser?

¿Es esa persona la misma persona que se fue a dormir la noche


pasada?
La identidad de un cuerpo no es, al menos, condición suficiente de la
identidad personal. Hay que tener en cuenta otras características
generales como la memoria o los rasgos de personalidad.

El problema de la identidad, en definitiva, se produce en relación con


dos razones:

1) Poseer un cuerpo específico no es suficiente para afirmar


identidad.
2) La autoconsciencia: ¿alguien puede ser consciente de su propia
identidad?
La identidad implica también ciertos rasgos de personalidad,
cualidades que nos diferencian y los unos de los otros.
Con frecuencia, el concepto de identidad se entiende, también,
como un conjunto
de características
que hacen que
alguien sea un cierto
tipo de persona.
Si añadimos a esta ecuación la memoria, la identidad también sería la
posesión de un pasado particular y la autoría de ciertos actos.
▪ Mis rasgos son los que me hacen ser la misma persona a lo largo
del tiempo.
▪ ¿Es la personalidad actual de alguien la misma que solía ser
antes?
▪ ¿Puede existir una identidad sin ser también una identidad
corporal?
▪ ¿Si me cambiaran alguna parte de mi cuerpo, sería yo misma?
▪ ¿Dónde reside, entonces, la identidad?
Orphan Black (2013 - 2017). Serie de ciencia ficción canadiense, compuesta por cinco
temporadas. Protagonizada por Tatiana Maslany.
https://www.youtube.com/watch?v=WY8irg1Ep_g
En lo referente a la identidad, nuestros actos también definen lo que
somos y, a su vez, son capaces de transformarnos como sujetos.

Mis acciones son mías porque solo yo puedo ponerlas en práctica del
modo en el que lo hago. No sería la misma persona si hubiera actuado
de otra manera en el pasado.

Pero entonces, ¿si dos individuos fueran idénticos físicamente y


actuaran igual, serían la misma persona?
Lo que diferencia mis acciones son mis características como sujeto
agente. Es decir, mis intenciones al llevarlas a cabo. Actuar del mismo
modo, no supone tener las misma razones para actuar así.

Además, alguien puede interactuar en contextos sociales con otras


personas porque estos le reconocen sus acciones como suyas. Le
reconocen como sujeto agente.

En este sentido, podemos concebir a la persona como una unidad


compuesta por varios factores: memoria, características personales,
cuerpo, autoconsciencia, agencia...
Sin embargo, con frecuencia solemos identificar acciones sin
necesidad de identificar el agente: como en el caso de la descripción
de un asesinato. Dichas descripciones pueden jugar un papel muy
útil para descubrir una identidad, como en una novela policiaca.

Tratar de indagar en todas las razones que han llevado a alguien a


actuar de tal manera, primero, nos llevaría a identificar una serie de
acciones; después, de características personales; e incluso
podríamos ser capaces de reconstruir su historia vital hasta ese
momento.
Así, conocer una determinada acción, puede conducirnos a un
conocimiento mucho mayor.

El principio de identidad de los indiscernibles señala que dos seres no


pueden compartir todas sus cualidades y ser numéricamente
distintas.

El principio lógico de no contradicción señala que no es posible


afirmar de un mismo sujeto un determinado atributo y su contrario:
“aquello que es, es; lo que no es, no es”.
Por otro lado, también debemos admitir que existe la posibilidad de
variación y modificación del ser, y que esto mismo podría ser lo que lo
caracterizaría como verdadero. Es decir, nos encontraríamos ante una
ausencia de identidad, al menos como algo fijo y determinado. La
identidad, entonces, ya no sería unificadora.

¿Poseo los mismos rasgos de hace diez años?


¿Sería la misma persona si hubiera sido educada en otro país o con
otra familia?
La identidad incluye nuestro pasado, nuestro presente y nuestra
proyección en el futuro. Sabemos que el pasado es inamovible
(memoria), que el presente sí podemos variarlo y que el futuro está
por hacer.

▪ ¿De qué forma podría influir todo esto en nuestra construcción


identitaria?
▪ ¿Somos lo que queremos ser al construirnos a nosotros mismos
mediante estructuras narrativas?
▪ ¿Somos meras descripciones de nuestros actos?
https://www.youtube.com/watch?v=trqDnLNRuSc 8’32”

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