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Sentencia 2019-93
Sentencia 2019-93
BUCARAMANGA, SANTANDER
REF: 68001400301920190009300
Proceso: Ejecutivo
Demandante: Estephanie Katherine Diaz Tanco
Demandados: Jorge Augusto Cadena Calderon y Otro
1.1 LA DEMANDA
Ø Por auto calendado del 27 de febrero de 2019 (fl. 7 C.1), se dispuso librar
mandamiento de pago a favor de ESTEPHANIE KATHERINE DIAZ TANCO y en
contra de JORGE AUGUSTO CADENA CALDERON Y ALEXANDER LOPEZ, por
la suma de UN MILLON TRESCIENTOS MIL PESOS M/CTE ($1.300.000.oo),
librándose por demás orden de pago por los intereses moratorios causados
sobre el capital contenido en el título valor, a partir del 14 de junio de 2016.
Ø Mediante auto calendado del 12 de febrero de 2020 (fl.28 C.1), se dispuso correr
traslado a la parte actora, de las excepciones de fondo propuestas por el
extremo demandado.
Ø Por auto del 5 de marzo de 2020 (fl. 32 C.1), en aplicación a lo dispuesto por el
artículo 278 del Código General del Proceso, al verificarse que no se encuentran
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“2. Tal codificación, en su artículo 278, dispuso que «[e]n cualquier estado del proceso, el juez deberá
dictar sentencia anticipada, total o parcial… [c]uando no hubiere pruebas por practicar».
Significa que los juzgadores tienen la obligación, en el momento en que adviertan que la etapa probatoria
es inocua, de proferir sentencia definitiva sin más trámites, los cuales, por cierto, se tornan innecesarios,
al existir claridad fáctica sobre los supuestos aplicables al caso.
Esta es la filosofía que inspiró las recientes transformaciones de las codificaciones procesales, en las que
se prevé que los procesos pueden fallarse a través de resoluciones anticipadas, cuando se haga
innecesario avanzar hacia etapas posteriores[1].
Por consiguiente, el respeto a las formas propias de cada juicio se ve aminorado en virtud de los
principios de celeridad y economía procesal, que reclaman decisiones prontas, adelantadas con el menor
número de actuaciones posibles y sin dilaciones injustificadas. Total que las formalidades están al
servicio del derecho sustancial, por lo que cuando se advierta su futilidad deberán soslayarse, como
cuando en la foliatura se tiene todo el material suasorio requerido para tomar una decisión inmediata y
no hay pruebas adicionales que deban despacharse.
Lo contrario equivaldría a una «irrazonable prolongación [del proceso, que hace] inoperante la tutela de
los derechos e intereses comprometidos en él»[2]. Insístase, la administración de justicia «debe ser
pronta, cumplida y eficaz en la solución de fondo de los asuntos que se sometan a su conocimiento»
(artículo 4 de la ley 270 de 1996), para lo cual se exige que sea «eficiente» y que «[l]os funcionarios y
empleados judiciales [sean] diligentes en la sustanciación de los asuntos a su cargo, sin perjuicio de la
calidad de los fallos que deban proferir conforme a la competencia que les fije la ley» (artículo 7 ibidem).
En consecuencia, el proferimiento de una sentencia anticipada, que se hace por escrito, supone que
algunas etapas del proceso no se agoten, como una forma de dar prevalencia a la celeridad y economía
procesal, lo que es armónico con una administración de justicia eficiente, diligente y comprometida con el
derecho sustancial.
Por supuesto que la esencia del carácter anticipado de una resolución definitiva supone la pretermisión
de fases procesales previas que de ordinario deberían cumplirse; no obstante, dicha situación está
justificada en la realización de los principios de celeridad y economía que informan el fallo por
adelantado en las excepcionales hipótesis que el legislador habilita dicha forma de definición de la litis.
De igual manera, cabe destacar que aunque la esquemática preponderantemente oral del nuevo
ordenamiento procesal civil, supone por regla general una sentencia dictada de viva voz, es evidente que
tal pauta admite númerosas excepciones, de la que es buen ejemplo la presente, donde la causal para
proveer de fondo por anticipado se configuró cuando la serie no ha superado su fase escritural y la
convocatoria a audiencia resulta inane (SC12137, 15 ag. 2017, rad. n° 2016-03591-00).
3. En el sub lite resulta procedente proferir un fallo anticipado pues, como se advirtió en el auto de 21 de
noviembre del año anterior, «no [existen] pruebas adicionales que deban practicarse» (folio 57), siendo
anodino agotar las etapas de alegaciones y sentencia oral a que se refiere el numeral 4 del artículo 607
del Código General del Proceso.”
Bajo tales presupuestos, tenemos entonces, que se cumplen los requisitos de la norma
en cita por el Honorable Tribunal, esto es, el Art. 278 del C.G.P., a efectos de dictar
sentencia anticipada dentro de la presente lid, pues en diferentes proveídos así lo ha
reiterado el H. Tribunal de Casación1, ello teniendo en cuenta que no fueron solicitadas
pruebas ni por la activa, ni la pasiva, así como que el despacho no consideró la
necesidad de decretar probanza alguna de oficio.
1 Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Civil, Mg. Ponente. Dr. Luis Alonso Rico Puerta, SC12137-2017,
Radicación N° 11001-02-03-000-2016-03591-00.Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Civil, Mg. Ponente. Dr.
Aroldo Wilson Quiroz Monsalvo, SC132-2018, Radicación N° 11001-02-03-000-2016-01173-00.
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El título valor en este proceso ejecutivo corresponde a una letra de cambio suscrita por
los señores JORGE AUGUSTO CADENA CALDERON Y ALEXANDER LOPEZ, en su
condición de girados y obligados cambiarios directos y ESTEPHANIE KATHERINE
DIAZ TANCO, como giradora y beneficiaria de aquella, por valor de UN MILLON
TRESCIENTOS MIL PESOS M/CTE ($1.300.000.oo), suscrita el 13 de junio de 2015
siendo exigible el 13 de junio de 2016 (fol. 6).
La letra de cambio objeto del presente asunto, es un título ejecutivo, de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 422 del Código General del Proceso, porque en el documento
se encuentra obligaciones claras, expresas y exigibles a favor de la demandante y a
cargo de los demandados.
Los títulos valores son definidos por el artículo 619 del Código de Comercio, como los
documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo que
en ellos se incorpora; pueden ser de contenido crediticio, corporativos o de
participación, y de tradición o representativos de mercaderías. En este artículo se
establecen los principios de literalidad, necesidad, autonomía, legitimación e
incorporación de los títulos valores como rectores de los mismos.
Por otra parte, el título valor objeto del litigio, deberá reunir los requisitos generales y
especiales previstos por los artículos 621 y 671 del Código de Comercio.
Al respecto, el artículo 621 del Código de Comercio, establece los requisitos comunes a
todos los títulos valores, indicando que, además de lo dispuesto para cada título valor
en particular, los títulos valores deberán reunir los siguientes:
La firma podrá sustituirse, bajo la responsabilidad del creador del título, por un signo o
contraseña que puede ser mecánicamente impuesto”.
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En tanto que, el artículo 671 ibídem, prevé que además de lo dispuesto en el artículo
621 del Código de Comercio, la letra de cambio deberá contener:
Revisado el título valor a que refiere el presente litigio, se establece que éste reúne los
requisitos generales y especiales contenidos en las precitadas normas comerciales.
Además, los demandados actuando a través de curador ad litem no tacharon de falso
el título de valor (Fl.6 C. 1), por lo tanto, el título valor conserva su presunción de
autenticidad, presunción que a su vez, tiene alcance general y no simplemente
limitada o circunscrita a determinado asunto o entre determinadas partes, y hasta
tanto no se desvirtué lo contrario, todo esto conforme al Art. 793 del C. Co.
PROCEDENCIA
por ser de orden taxativo los allí previstos, las partes deberán atenerse de no formular
excepciones de mérito por causales que no estén en dicha preceptiva legal enlistadas.
Así las cosas y como quiera que las excepciones propuestas por el curador ad litem de
los demandados, denominadas -“ESPACIOS EN BLANCO DILIGENCIADOS SIN
AUTORIZACION O INSTRUCCIONES PARA ELLO Y FALTA DE CONFORMACION DEL
LITISCONSORCIO NECESARIO”-, se encuentran enlistadas en el precitado artículo,
ordinales 5º y 13º, el Juzgado procederá a su estudio.
Con base en lo argumentos expuestos por el excepcionante y como quiera que dicho
sustento se inclina frente al incorrecto diligenciamiento del título valor con espacios
en blanco, el Juzgado hará claridad en los siguientes aspectos.
Por una parte el artículo 622 del Código de Comercio, establece lo pertinente con
relación a la emisión de títulos en blanco o con espacios sin llenar, a la letra indica:
Una firma puesta sobre un papel en blanco, entregado por el firmante para
convertirlo en un título-valor, dará al tenedor el derecho de llenarlo. Para que el
título, una vez completado, pueda hacerse valer contra cualquiera de los que en él
han intervenido antes de completarse, deberá ser llenado estrictamente de
acuerdo con la autorización dada para ello.
Ø Que la letra de cambio presentada para la ejecución, fue otorgada con espacios
en blanco.
Ø En que consistieron las instrucciones para el diligenciamiento de la letra de
cambio.
Ø En qué consistió la contravención de dichas instrucciones
tampoco las hubo con posterioridad o que, en todo caso, el acreedor sobrepasó las
facultades que la ley le otorga para perfeccionar el instrumento crediticio en el que
consta la deuda atribuida a los ejecutados.” -negrillas y subrayas fuera de texto-
“En Colombia se aplican las dos teorías, de una parte se atiende a la intención del
documentante, cuando el título no ha circulado y de otra, se presume que el
tercero de buena fe, lo ha llenado de acuerdo con las instrucciones, cuando el
instrumento ha circulado; la posición objetiva es la mayor fuerza, dada la
naturaleza de los títulos-valores y la necesaria protección de los terceros
adquirientes de buena fe.
De cara al caso concreto, se presenta que frente al primero de los supuestos, cual es,
probar que la letra de cambio presentada para la ejecución, fue otorgada con espacios
en blanco, teniendo como referencia los argumentos esbozados por ambos extremos a
través del escrito introductorio de la demanda y el escrito de contestación allegado por
el curador ad litem de los demandados, resulta incierto para el despacho que el título
valor haya sido otorgado con espacios en blanco. Se resalta que el extremo demandado
al incumbirle la carga de la prueba, no logró demostrar en primer lugar que el título
valor hubiere sido suscrito por los demandados con espacios en blanco, nótese que no
se allegó probanza alguna en dicho sentido.
Ahora bien, en tanto en lo que refiere al segundo y tercer aspecto, se establece que no
se logran demostrar y/o probar los supuestos de hecho sobre los cuales se pactaron
las instrucciones para el diligenciamiento de la letra de cambio, por tanto es imposible
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Curso de Títulos Valores, Lisandro Peña Nossa, Quinta Edición., pags 69 ss.
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Lo anterior máxime si se tiene en cuenta el dicho del curador ad litem cuando indica
que: “manifiesto que no me constan ninguno de los hechos expuestos en el escrito de
demanda”, argumento que de contera lleva a concluir al Juzgado el desconocimiento
por parte del excepcionante sobre los términos y condiciones pactadas por las partes al
momento de la suscripción del título valor, no habiendo otro camino más que
apegarse a la literalidad del título, como principio cardinal que regenta la materia
consagrado en el artículo 619 del Co. de Com.
Así, en armonía con lo que antecede, resulta evidente que, reuniéndose todos y cada
uno de los requisitos que prescribe la ley comercial, para que acorde a lo plasmado en
el artículo 620 del Co. de Com., el título valor produzca plenos efectos como tal -
literalidad formalista-, amén de encontrarse que el cartular fue suscrito por los
demandados, y que el mismo se creó para ser pagadero a la orden de ESTEPHANIE
KATHERINE DIAZ TANCO, debe concluirse que lo consignado presume de
autenticidad al no haberse tachado de falso, entre otras las firmas de los obligados
cambiarios directos. Razones suficientes para derivar la plena eficacia de la obligación
cambiaria en él contenida, acorde lo dispuesto en los artículos 793, 625 y 626 del Co.
de Com.
Por tanto, al quedar sin asidero jurídico el medio de defensa incoado por el curador ad
litem de los demandados, en tanto que no logró demostrar que efectivamente la letra de
cambio base de la presente ejecución, fue otorgada por los girados y a favor de la
giradora con espacios en blanco, y que aunado a ello los espacios en mención fueron
diligenciados en contravención a lo pactado por las partes, el Juzgado declarará la no
prosperidad del medio exceptivo.
A través del medio exceptivo en comento, el curador ad litem de los demandados indica
que el señor JUAN CARLOS ROJAS PARADA, aceptó la letra de cambio base de la
presente ejecución, sin que hubiese sido demandado por la ejecutante,
encontrándonos frente a una indebida conformación del Litis consorcio necesario por
cuanto la demanda deberá resolverse de manera uniforme debiéndose dirigir en contra
de todos los demandados, teniendo en cuenta que los efectos de la sentencia deberá
aplicarse a cada una de las personas que hacen parte y se encuentran legitimadas por
pasiva para actuar en la presente demanda.
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Por un lado, el artículo 61 del Código General del Proceso indica frente a esta figura
jurídica lo siguiente:
“Se analizó anteriormente que únicamente pueden existir dentro del proceso dos
partes, la demandante y la demandada, pero acontece que ellas pueden estar
integradas por un número plural de sujetos de derecho. Cuando tal característica
se presenta surge el fenómeno procesal conocido universalmente como
litisconsorcio, el cual se denomina activo, pasivo o mixto, según la diversidad de
sujetos de derecho se presente en la posición de demandantes, demandados o en
ambas.
Ahora bien, cuando esos varios sujetos de derecho deben obligatoriamente, so pena
de invalidez de la actuación surtida a partir del fallo de primera instancia, estar
vinculados al proceso, la figura se denomina litisconsorcio necesario; si esa
pluralidad se da por razones de economía procesal y comparecen voluntariamente
varios en cualquiera de las dos posiciones mencionadas encontramos el
litisconsorcio facultativo y cuando la diversidad de sujetos obedece a que, no
obstante que no es obligatoria la vinculación de alguno de ellos al proceso dadas
las características de determinadas relaciones sustanciales, la sentencia les es
igualmente oponible y por eso voluntariamente se pueden hacer presentes dentro
del mismo, se estructura el denominado litisconsorcio cuasinecesario.
Cualquiera que sea la forma que adopte el litisconsorcio siempre sus integrantes
serán considerados como parte, así intervengan después de establecida la relación
jurídico-procesal, porque el sujeto procesal que en tal calidad interviene, siempre se
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De otro lado, los artículos 1570 y 1571 del Código Civil prescriben que, en el caso de
obligaciones solidarias, cualquiera de los acreedores puede exigir el todo de la
obligación (solidaridad activa) y cada uno de los deudores está obligado por el todo
(solidaridad pasiva), por lo que es posible que uno o varios acreedores demanden a uno
o varios deudores, sin que sea necesaria la presencia de todos, pero los fenómenos de
extinción de la obligación operarán de igual manera respecto de quienes participaron
en el proceso como respecto de los ausentes.
En tanto que, en virtud de la solidaridad que reza sobre los ejecutados y frente al
ejercicio de la acción cambiaria, el artículo 785 del Código de Comercio, dispone:
“El tenedor del título puede ejercitar la acción cambiaria contra todos los
obligados a la vez o contra alguno o algunos de ellos, sin perder en este caso la
acción contra los otros y sin obligación de seguir el orden de las firmas en el título.
El mismo derecho tendrá todo obligado que haya pagado el título, en contra de los
signatarios anteriores”
Luego entonces, se establece que aunque exista una solidaridad en lo que respecta a la
obligación de satisfacer el derecho incorporado en el título valor base de recaudo, lo
cierto es que dicha obligación no implica que entre los aceptantes en el mismo grado,
que para el caso concreto serían deudores solidarios, exista una relación jurídica
sustancial que implique que el proceso no se pueda resolver si falta alguno de ellos,
puesto que es optativo de la parte demandante al tenor de lo dispuesto en el artículo
785 del Co. de Com., accionar para la satisfacción del pago de la obligación en contra
de todos los obligados cambiarios en el mismo grado (deudores solidarios), o solamente
frente a alguno de ellos, ya que en razón de la solidaridad, la parte demandante cuenta
con la posibilidad de cobrar la obligación a uno sólo de ellos o a dos de los mismos o a
todos, pues ese es el beneficio que se obtiene cuando la obligación es solidaria, más no
que si uno de ellos no aparece como demandado la obligación no se pueda exigir, pues
se hace necesario dejar en claro que para que exista un litisconsorcio necesario debe
existir una sola relación jurídica de derecho sustancial entre todos los que actúan y
que al tratar de discutir esa sola relación jurídica sustancial es obligatorio que todos
ellos intervengan, ya que la decisión que se tome va a afectar a todos los que
participan de esa sola relación jurídica sustancial.
Así las cosas, bajo los anteriores considerados, y teniendo en cuenta que lo expuesto
por el curador ad litem no afecta la prosperidad de lo pretendido por el extremo
demandante en tanto que no logró demostrar los supuestos sobre los cuales fincó su
mecanismo de defensa en aras de salvaguardar los intereses de los demandados, el
Juzgado declarará no probada la excepción planteada.
CONCLUSIÓN
En tanto que con relación al segundo problema jurídico, se establece que tal y como
quedó demostrado del estudio realizado a los medios exceptivos formulados, no hay
lugar a declararlos probados, al no acreditarse, ni configurarse los postulados sobre
los cuales fueron planteados; por tanto, así se declarará, y se ordenará por demás
seguir adelante con la ejecución a favor y en contra de los extremos vinculados,
efectuando las demás declaraciones a que hubiere lugar.
DECISIÓN
CUARTO. DAR cumplimiento a lo ordenado en el artículo 446 del Código General del
Proceso, por lo cual se ordena practicar la liquidación del crédito conforme a la ley.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
La Jueza,
El (la) Secretario(a)