Emiliano Treviño 173266

Marian Tafoya 179732

Resumen parte 1- De las reformas liberales a la gran depresión.

En la lectura se nos presenta el proceso por el cual pasó la economía mexicana para recuperarse de un
prolongado estancamiento emprendiendo una transición compleja de una economía “tradicional” a un
crecimiento económico moderno. Pare esto se dieron cambios institucionales como la introducción de la
Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma. Como resultado comenzaron a moverse recursos que
antes se habían mantenido inmóviles. Mejoraron los derechos de propiedad, eliminaron trabas e
impuestos a la circulación interior que impedían la formación de un libre mercado nacional. Como era
de esperar, hubo varios retos a superar por los cuales estas medidas no pudieron introducirse de
manera lineal e inmediata. La autora distingue dos fases distintas en el proceso, la primera fue de
recuperación y un crecimiento inicial por adición de recursos, resultante de estos cambios
institucionales. La segunda, el crecimiento estuvo acompañado de procesos de cambio estructural
donde a través de la industrialización y la urbanización se constituyó el inició del crecimiento económico
moderno. Uno de los motivos principales por los que el país logro mejorar fue que para formar capital e
inversión, que luego ayudarían a mejorar industrias y sectores, se abrieron más a la inversión extranjera
y lograron integrarse de una manera más consolidada a la economía internacional. Fue el capital
extranjero lo que ayudo a modernizar la economía mexicana. Este primera parte analiza el trayecto largo
que tuvo lugar para modernizar una economía de antiguo régimen hasta una fundada en el concepto
moderno de crecimiento económico, el cual inició a finales del siglo XIX. Así mismo, el capítulo igual
analiza los frutos y alcances de esta transformación económica, no sin antes mencionar las debilidades
de este modelo de crecimiento. La autora contextualiza primeramente las tendencias que estaban
ocurriendo en la economía entre 1856 y 1929. Nos habla de cómo la economía mexicana ya comenzaba
a actualizar procesos económicos y expandirse en el mercado internacional todo para tratar de salir de
un estancamiento claro resultante de una escasa especialización productiva y una participación
internacional limitada. También nos habla de las tendencias y coyunturas de crisis por las que paso el
país como la Gran depresión a fines de 1929, las recesiones en la economía internacional, la Revolución,
entre muchas otras que provocaron la caída de variables como el ingreso nacional y seguidamente el
PIB. El texto empieza a mostrar como el cambio estructural a una economía más liberal fue el causante
del crecimiento económico que no se daba antes dada la inestabilidad del régimen anterior, sin
embargo menciona que no se aprovechó al máximo dada la falta de un gobierno limitado por un orden
democrático. Algunos factores internos importantes a mencionar son el aceleramiento del crecimiento
de la población y los cambios en los patrones del asiento demográfico, la construcción de ferrocarriles
que facilitaron el movimiento de mercancías y la inversión extranjera. Entre 1877 t 1810 se produjo una
aceleración en el crecimiento de algunos sectores como la minerometalúrgia, el comercio exterior y las
exportaciones de bienes agropecuarios. En la lectura igual menciona la autora la depreciación de la
plata que ofrecía un “premio” a las actividades exportadoras ya que pagaban los costos en plata y
obtenían oro a cambio por sus ventas extranjeras y que fue en 1905, mediante una reforma monetaria,
cuando cesaron estos beneficios ya que México adopto un patrón de cambio oro. En esta primera parte
el último tema que toca Sandra Kuntz es el capital humano. El capital humano es un aspecto que esta
insuficientemente estudiado, la inversión encauzada mediante la educación y la capacitación de la
fuerza laboral que tienen efectos inmediatos y directos sobre la productividad del trabajo. Entre 1878 y
1910 el número de estudiantes por cada 1000 personas se duplicó.