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Este modelo fue adoptado en los años 40’s bajo el sexenio de Manuel Ávila
Camacho, dicho modelo impulso el crecimiento de la industria ligera productora de
bienes de consumo no duradero, lo cual se convirtió en el eje de la acumulación de
capital. Es así como se desarrolló una industrialización “auto centrada” o “hacia
adentro”.
En el año de 1955 se promulga una ley para el fomento de las industrias nuevas y
necesarias cuyo ordenamiento permitió que se estableciera un importante número
de empresas industriales y fundamentalmente medianas y pequeñas, y que un gran
número de talleres y artesanías se transformaran en pequeñas empresas, por lo
cual el estado instauro mecanismos financieros para poder atender a la demanda
de créditos de las pequeñas y medianas empresas de tipo industrial, generando un
rápido proceso de industrialización en nuestro país.
Durante esta etapa (1940 -1955) la política económica de nuestro país estaba
orientada a promover la expansión y desarrollo de la industria en México.
Por fortuna de nuestra economía, durante esos años se firmó un convenio entre los
gobiernos de México y Estados Unidos que permitió la contratación legal de
trabajadores mexicanos, este convenio en cierta forma ayudo a mitigar la demanda
nacional de empleo.
El beneficio económico del que tanto se había hablado solo llego a unos cuantos
mexicanos, el desarrollo económico era ajeno a la mayoría de los mexicanos.
Política económica
López Portillo propuso este modelo, en el que su eslogan era “La solución somos
todos”, lo que significaba que para superar lo estragos económicos era necesario
establecer compromisos con los distintos sectores de la población siguiendo un
desarrollo más equitativo que garantizara:
-Alimentación
-Vestido
-Vivienda
-Educación
-Asistencia medica
Los objetivos que configuraron su política económica fueron:
Para el año de 1976, se descubrieron importantes yacimientos petrolíferos en
Chiapas y Tabasco, con esto México se convirtió en uno de los principales países
exportadores de petróleo; esto le permitió contar con nuevos créditos con el
exterior
Las divisas obtenidas por la venta del petróleo crudo permitieron enfrentar los
rezagos económicos heredados del régimen anterior
Reforma económica
Para poder reactivar la economía se hizo un llamado a la concordia y solidaridad
social por medio de la Alianza Popular Nacional y Democrática, la cual buscaba
superar la crisis con una mayor participación de los factores de producción, como
parte de la reforma económica de Alianza para la Producción
Este periodo se centró en una reforma administrativa que planteaba la
descentralización de algunas actividades del sector público, eliminando la
duplicidad de funciones y trámites burocráticos que obstaculizaban el desarrollo
económico y social del país
Reforma política
Otro cambio importante fue la reforma política, la cual:
En Bretton Woods fue por iniciativa de la delegación mexicana que los países de
América Latina formaran un bloque para defender sus intereses en forma común.
Esa estrategia consiguió que, sin tener la aportación suficiente, América Latina
obtuviera dos de los 12 asientos en el Directorio Ejecutivo del organismo. En Bretton
Woods la delegación mexicana también luchó porque entre los objetivos del Banco
Mundial se le otorgara igual importancia al desarrollo que a la reconstrucción.
Bretton Woods fue el punto de partida para una tradición de participación activa e
innovadora por parte de México en la política financiera internacional. A principios
de los 70, México tuvo una intervención activa en el Comité de Reforma del Sistema
Financiero Internacional, en la conformación del Grupo de los 24 y en la creación
en 1974 del Comité de Desarrollo del Banco Mundial y del FMI, en contraparte del
Comité Interino de ese último organismo. El Ministro de Hacienda David Ibarra fue
posteriormente presidente de ese órgano.
Banco Internacional de Desarrollo (BID)
El BID y México han compartido una historia de más de cinco décadas de trabajo
ininterrumpido, de compromiso a largo plazo y de metas comunes con el desarrollo
equitativo y sostenible. Esta historia de éxito contempla el financiamiento de
programas y proyectos con miras a disminuir la pobreza, apoyar reformas al sistema
financiero, consolidar la agenda de México en áreas como la educación, la salud, el
agua y el cambio climático, y fortalecer los gobiernos de estados y municipios.
A lo largo de 50 años el BID ha aprobado operaciones para México por más de
US$25.000 millones, monto que lo convierte en el mayor receptor de préstamos y
desembolsos del BID en América Latina y el Caribe, además de constituir el mayor
volumen de financiamiento en la historia de la relación bilateral.
Durante el 2009 y el 2010 se actualizó la estrategia del BID en México, que incluye
áreas estratégicas para la modernización del sector laboral y del Estado, la
eliminación de las barreras competitivas a empresas, el apoyo a la consolidación de
la agenda de cambio climático y el fortalecimiento de la sostenibilidad de la política
fiscal mexicana, entre otras.
El BID está impulsando la modernización del sector social de México para reducir la
pobreza, a través del financiamiento del programa Oportunidades, implementado
por el gobierno federal. Asimismo, el BID apoya programas en favor de la educación,
la salud y la nutrición de niños y jóvenes y el campo.
Para ampliar los márgenes de participación de la iniciativa privada, y con ello
fomentar el desarrollo sostenible de particulares, el BID ha financiado programas
con miras a eliminar barreras a la competitividad en los sectores de vivienda,
agricultura y energía.
El cambio climático se ha convertido en un tema prioritario para México y es parte
fundamental de la estrategia. Por ello el BID apoya al gobierno federal para definir
y consolidar la agenda de cambio climático mediante la aprobación de una serie de
préstamos de reforma de políticas de carácter programático, con dos operaciones
individuales aprobadas y una en diseño para el sector.
Esta estrategia también comprende la estructuración de programas financieros en
eficiencia energética y energías renovables a través de la banca de desarrollo y la
banca comercial. El BID también busca, mediante asistencia técnica, consolidar la
fortaleza institucional, tanto nacional como de estados y municipios, para lograr una
implementación efectiva de programas de mitigación y adaptación al cambio
climático.
En cuanto al desarrollo de energías limpias en México, el BID ha jugado un papel
fundamental en la consolidación del marco regulatorio y de programas federales
relacionados con la eficiencia energética y las energías renovables, dentro de las
cuales se destaca el financiamiento de proyectos eólicos en Oaxaca.
Banco mundial (BM)
México fue el país que mayores recursos recibió del Grupo Banco Mundial(BM)
para respaldar su recuperación económica. Al cierre del ejercicio fiscal 2011, que
terminó en junio, obtuvo 2,700 millones de dólares que representan 18.37% del
total.
Este financiamiento buscó generar oportunidades para todos a través de programas
para el incremento de la productividad, creación de nuevos puestos de trabajo de
alta calidad, y asistencia para aquellos con mayores necesidades a través de
transferencias condicionadas en efectivo, utilizadas por primera vez en la región.
México, con 2,700 millones de dólares, y Brasil, con un total de 2,500 millones,
fueron los mayores prestatarios de la región. La mayor parte del financiamiento se
asignó a servicios de salud y sociales, administración pública y marco legal, y
transporte. El respaldo a la región representó un tercio de los préstamos del BIRF y
22% por ciento de los préstamos totales del BIRF/AIF.
El BM también puntualizó que la región de América Latina y el Caribe experimentó
uno de los periodos de crecimiento más fuertes en un siglo entre los años 2002 y
2010, gracias a sus políticas macroeconómicas adecuadas y al aumento en el precio
de las materias primas.
El crecimiento se recuperó rápidamente luego de la recesión mundial, llegando a
6% en 2010, dijo la institución por medio de un comunicado. Como resultado, más
de 50 millones de personas dejaron la pobreza atrás entre 2002 y 2010, y por
primera vez se logró avanzar en la lucha contra la desigualdad. Se estima que el
crecimiento económico alcanzará una tasa de 4 a 5% en 2011.