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Los Sujetos Procesales Intervinientes en el

Proceso Penal.

Una característica central del modelo acusatorio es la rigurosa


determinación que efectúa de las funciones procesales básicas y la
asignación de ellas al correspondiente sujeto procesal. Siguiendo
las pautas contenidas en sus artículos 159º, 139º.14 y 138º, la Ley
Suprema identifica las tareas centrales sin la cuales no podría
siquiera hablarse de proceso penal, éstas son: la de persecución
del delito, que importa, a su vez, investigar, acusar - cuando
corresponda - y probar la acusación para alcanzar un veredicto de
culpabilidad y una condena; la de defensa o resistencia a la
persecución, dirigida a desvirtuar las imputaciones que soporta el
procesado, entendida tanto en sentido material, o derecho a ser
escuchado, como técnica, o ser patrocinado por un profesional del
derecho, de elección o de oficio; y, la de enjuiciamiento o fallo
para resolver el conflicto impartiendo justicia imparcial sobre la
base de la valoración de la actuación probatoria practicada en
juicio por las partes en contienda.
Este círculo de funciones se cierra con la atribución
que se hace de ellas al sujeto procesal respectivo: La de
persecución al Ministerio Público, la de defensa al
propio imputado y su abogado patrocinador y la de
administración de justicia al órgano jurisdiccional.

El nuevo Código Procesal Penal, de 2004, (en adelante


CPP), al desarrollar las pautas constitucionales en este
campo, hace igual reconocimiento de las funciones
procesales básicas y la asignación específica de ellas,
por eso, su Título Preliminar distingue los alcances de
la titularidad de la acción Penal (IIº)1 , el derecho de
defensa (IXº) y la competencia judicial (Vº); a lo que
debe agregarse el tratamiento que luego da al
Ministerio Público (60º), a su brazo operativo, la Policía
(67º), al imputado (71º), al abogado defensor (80º) y al
órgano jurisdiccional (16º).
He aquí los actores principales, no los únicos, del drama procesal
penal, ya que no hay que olvidar que el nuevo modelo también rescata
y revitaliza a la víctima (94º) y al actor civil (98º), así como reconoce los
derechos de las personas jurídicas, sujetos pasivos de la relación
procesal, en la medida que se les atribuya haber sido organizadas para
delinquir, o empleadas con ese fin (90º), del tercero civil (111º), del
querellante particular (107) y de aquellos que celebraron actos
jurídicos con el imputado, luego de la comisión del delito, sobre su
patrimonio y arguyen buena fe (15º).

Los sujetos procesales. En materia penal es muy común hablar de las


partes del proceso o de los sujetos procesales, para referirnos a las
personas que intervienen durante el proceso. En sentido amplio el
término “Partes” se utiliza para significar a los contendientes, a la
contraposición de personas, a los adversarios que buscan alcanzar un
objetivo, una victoria.

Jurídicamente se identifica a las partes en atención a la formulación de


intereses contrapuestos, y de la totalidad de personas intervinientes
en el proceso se destacan los sujetos procesales que son: el Juez, el
acusador y el acusado. Ellos cumplen un papel primordial y esencial en
el proceso penal. Sin ellos no hay proceso. A cargo de estos tres polos
procesales está la realización de actos procesales merced a los cuales
el proceso nace, se prosigue, avanza y arriba a la sentencia.
Dentro del sector de la acusación y como
complemento eventual y accesorio del mismo
puede en el proceso penal aparecer el actor
civil, por el otro lado, en el del acusado,
puede aparecer el responsable civil.
En el proceso intervienen otras personas,
que tienen relación al proceso, como son
testigos, peritos, etc, quienes como terceros
al proceso aportan su conocimiento y se
retiran.
Los Sujetos procesales. Son personas capaces
legalmente para poder participar en una
relación procesal de un proceso, ya
sea como parte esencial o accesoria.
El proceso penal es eminentemente formalista y en
aquél intervienen una serie de sujetos legitimados por
ley, que son conocidos con el nombre de “sujetos
procesales”, Binder, señala: que los sujetos que
intervienen en el proceso penal se pueden agrupar en
tres sectores: el Juez y sus auxiliares, quienes acusan y
llevan adelante la pretensión penal (Fiscal), y quienes se
defienden –el imputado y el defensor como asistente
suyo-, junto a ellos encontramos a los demandados
civiles (tercero civil responsable). A esta línea se puede
agregar a la víctima o el agredido que en el
procedimiento se puede constituir en actor civil y en ese
mismo nivel se coloca a los abogados del Estado –
Procuradores, y finalmente el órgano auxiliar encargado
de ejercer la investigación del delito bajo la dirección del
Ministerio Público que viene a ser la Policía Nacional.
Los primeros de ellos (Juez y Fiscal) actúan como
órganos estatales como órganos de justicia y órganos
persecutores.
La investigación judicial del delito, se actúa por denuncia que
se hace de conocimiento del Ministerio Público como titular
de la acción penal, con intervención del Juez, no se puede
prescindir de la intervención de los demás sujetos procesales
en las etapas del proceso penal. La Necesidad de la
recopilación de los elementos probatorios, a cargo de la
autoridad competente, la aportación de los mismos y la
evaluación que sobre ellos ya se van haciendo, involucran a
todos los sujetos procesales.

En la etapa del juzgamiento la intervención de los sujetos


procesales es trascendental pues la decisión judicial se ve
precedida del debate de contradicciones que realizan las
partes sobre las pruebas. El Fiscal reafirmará su acusación
escrita analizando la prueba ofrecida y la defensa hará lo
propio, sin perjuicio de los elementos propios incorporados
por el acusado y agraviado, así como los que aparezcan del
debate mismo o los que sean dispuestos de oficio por el
juzgador.
EL JUEZ, JURISDICCIÓN y ATRIBUTO

Como la Constitución indica, la potestad de impartir justicia emana


del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial. La resolución de los
conflictos generados por los delitos no puede efectuarse de
cualquier manera, requiere que en la cúspide de la estructura
procesal actúe un órgano investido de plenas prerrogativas que le
permitan que todos, personas e instituciones, le deban obediencia
y colaboración, que sus disposiciones tengan efectividad al estar
respaldadas por el poder coercitivo y que sus decisiones sean
efectivamente ejecutadas. Así lo entiende el CPP cuando indica que
la justicia penal se imparte con imparcialidad por los órganos
jurisdiccionales competentes (Iº.1). La jurisdicción penal común es,
entonces, la llamada a zanjar la pugna establecida entre las
pretensiones procesales, punitiva del Fiscal y libertaria del acusado,
dentro del marco de un juicio previo, oral, público y contradictorio
(Iº2). Ambos asuntos van de la mano porque están relacionados
tanto con el órgano que decide como con el escenario y
actuaciones, las del juzgamiento, sobre cuya base se emite la
sentencia (393º1). La idea que descansa en todo esto es que el
órgano jurisdiccional cumpla eficientemente su trabajo haciéndose
cargo de un juicio en el cual se aseguren sus principios capitales
(356º).
Ñ

Potestad jurisdiccional
El colectivo de órganos que ejercen la potestad jurisdiccional del
Estado en materia penal esta compuesto por la Sala Penal de la
Corte Suprema, las Salas Penales de las Cortes Superiores, los
Juzgados Penales, colegiados o unipersonales, los Juzgados de la
Investigación Preparatoria y los Juzgados de Paz Letrados (16º).
Detenerse a considerar por qué se ha hecho esta distribución es
instructivo, pues permite descubrir que el CPP, inteligentemente, ha
querido preservar al máximo la imparcialidad judicial, de ahí que
esencialmente diferencie entre los Juzgados de la Investigación
Preparatoria, órganos de tutela y de garantías en esta fase y de
control y saneamiento en la etapa intermedia (29º, 345º y 351º), de
los Juzgados Penales, dedicados, más bien, a dirigir el juicio público
y a emitir sentencia, evitando así que los órganos de juzgamiento se
contaminen innecesariamente con intervenciones en actuaciones
precedentes al juzgamiento. Con respecto a las Salas Penales
Superiores, interesa saber que entre sus funciones más señaladas
está la de conocer las apelaciones de autos y sentencias que emitan
los Juzgados de la Investigación Preparatoria y los Juzgados Penales
(27º1), y que para resolver impugnaciones de sentencias es
admisible el ofrecimiento de pruebas en segunda instancia (422º) y
la necesaria realización de audiencia de apelación (424º).
En relación a la potestad de la Sala Penal de Corte Suprema, destaca el
conocimiento del recurso de casación interpuesto contra las sentencias y
autos expedidos en segunda instancia por las Salas Penales de las Cortes
Superiores, en los casos previstos por la Ley (26º). Tratándose de un
recurso extraordinario las causas de procedencia son muy estrictas, esto
es, tasadas, aunque discrecionalmente la Sala Penal Suprema puede
concederlo cuando lo considere necesario para el desarrollo de la doctrina
jurisprudencial (427º).

Es correcto decir que la jurisdicción penal se extiende a los delitos y a las


faltas y que invoca como criterios de aplicación los establecidos en el
Código Penal (CP) y en los Tratados Internacionales, aprobados y
ratificados por el Perú, conforme a la Constitución (17º, 482º), de ahí que
el CPP destine, por ejemplo, todo su Libro Séptimo (508º - 566º), vigente a
plenitud conforme Ley Nº 286712 , publicada el 31 de enero de 2006, a La
Cooperación Judicial Internacional, incluida la sección referente a la
Cooperación con la Corte Penal Internacional (554º). La jurisdicción penal
ordinaria encuentra su límite (18º), en cambio, frente a los delitos de
función militar o policial (173º Constitución), cuya esencia reside en la
afectación de bienes jurídicos no comunes sino estrictamente castrenses;
a las infracciones de la ley penal que cometen los adolescentes (183º
Código de los Niños y Adolescentes); y, he aquí algo muy interesante,
aunque poco referido y menos estudiado, a los casos privativos dela
función jurisdiccional por las comunidades y rondas campesinas y nativas
(149º Constitución).
Competencia

Entendida como la distribución de la jurisdicción entre los


diferentes órganos que la detentan, presenta en el CPP
criterios territoriales (21º), en determinada medida
afectados por la ocurrencia de delitos graves y de
trascendencia nacional (24º, modificado por D. Leg.983)
que permite su conocimiento por los jueces de la capital de
la República, con prescindencia del lugar de perpetración; y
razones objetivas y funcionales relacionadas con
determinado tipo de personas (aforados), división de los
hechos punibles en delitos y faltas, mayor o menor
gravedad de los primeros y rol cumplido por los órganos
judiciales durante las diversas etapas del proceso (26° - 30°)
En esta área importa anotar que el CPP ha efectuado una
terminante diferenciación entre los órganos
jurisdiccionales, para asignarles a unos la condición de
Juzgados de la Investigación Preparatoria y a otros la de
Juzgados Penales, de enjuiciamiento y fallo.
El Juez de la Investigación Preparatoria o Juez de Garantías

Se trata de una figura novísima (29º) que rompe el viejo


esquema de la instrucción con dos órganos persecutores, por
un lado, el Fiscal, desplegando indagaciones preliminares
hasta formalizar su denuncia, y, por el otro, el Juez Instructor
o pesquisa a cargo de la llamada investigación formal una vez
emitido el auto de apertura de instrucción. Esta rémora,
propia de los procedimientos sumarios (D. Leg. 124º) y
ordinarios (Código de Procedimientos Penales - C. de PP – y
Ley Nº 26689), ha sido cortada de raíz por el CPP porque para
él sólo existe un órgano investigador, desde el inicio o noticia
criminal, el Ministerio Público (IVº.1), en tanto que el Juez que
participa en esta etapa de pesquisa no se inmiscuye en la
misma, ni cumple la menor tarea de inquirir o indagar, sino
que efectiviza su presencia para asegurar garantías y tutelar al
justiciable (71º4), despachar medidas coercitivas o restrictivas
de derechos fundamentales y efectuar el control y
saneamiento en la etapa intermedia del proceso común (29º);
sin perjuicio de practicar, en casos extremos y a solicitud de
las partes, prueba anticipada (242º) proceso (26º - 30º).
Claros ejemplos de estas importantes tareas del Juez de la
Investigación Preparatoria los encontramos lo siguiente:
 Audiencia de tutela, para subsanar omisiones o dictar medidas de
corrección o protección, a solicitud del imputado cuando éste
considere que sus derechos no son respetados, que es objeto de
medidas limitativas de derechos indebidas o requerimientos
ilegales (71º4).
 Expedición de medidas restrictivas de un derecho fundamental en
razón de búsqueda de pruebas (203º1), como lo es, entre otros, el
allanamiento (214º) y la intervención de comunicaciones
telefónicas o análogas (230º)
 Emisión de medidas de coerción procesal o su cesación (254º), por
ejemplo, la prisión preventiva (268º)
 Audiencia de control del plazo de las diligencias preliminares de
investigación (334º2)
 Procedencia de actos de investigación solicitadas por los sujetos
procesales interesados, rechazadas por el Fiscal
 Audiencia de control del plazo de conclusión de la investigación
preparatoria, luego de su formalización (343º)
 Control en audiencia del requerimiento fiscal de sobreseimiento
(346º)
 Control en audiencia preliminar de la acusación fiscal (352º)
Además del resguardo de garantías, a este Juez le toca
jugar un papel muy activo en el campo de la simplificación
procesal o descarga de despachos, que haga manejable el
número de causas que se ventilan cotidianamente, por eso
es que, luego de emitida la disposición fiscal de
formalización de la investigación preparatoria (336º), queda
facultado para aplicar el principio de oportunidad y los
acuerdos reparatorios (2º), acoger el requerimiento fiscal
de un procedimiento abreviado o inmediato (446º), que
hace innecesaria gran parte de la investigación formal y la
fase Intermedia, y aprobar el acuerdo de terminación
anticipada al que arriban el Fiscal y el imputado, emitiendo
sentencia condenatoria que recoja el consenso (468º)

Aunque la regla del CPP es que la verdadera prueba se


actúa en juicio y no en las etapas precedentes, como se ha
dejado ver más arriba, existen circunstancias, por lo general
sustentadas en razones de urgencia, para anticiparla,
actuación que ha de llevarse adelante mediante audiencia
conducida por el Juez de la Investigación Preparatoria
durante esta fase o en el curso de la intermedia.
El Juzgado Penal y el juzgamiento
La estructura o vía procesal emblemática del CPP es el proceso
común (Libro Tercero), compuesto por tres etapas: la investigación
preparatoria, la etapa intermedia y el juzgamiento. Si bien entre
estas tres fases hay una perfecta sincronía no todas tienen igual
peso o significado, es por esto que el canon ritual establece que “El
juicio es la etapa principal del proceso” (356º), es decir, que las
otras se encuentran claramente a su servicio y no podría ser otro
modo porque mientras la investigación preparatoria busca que el
Fiscal reúna los elementos de convicción que le permitan decidir si
formula o no acusación ya la defensa prepararse (321º); la etapa
intermedia persigue confirmar o no la procedencia del
sobreseimiento (344º), o, en su caso, que la acusación tenga base
suficiente para ser ventilada y discutida en juicio; mientras que el
juzgamiento es el escenario donde la oralidad y publicidad plenas
permiten que las pretensiones procesales adversas compitan,
litiguen y que sobre la base de la actuación probatoria (375 – 385)
de los medios de prueba ofrecidos por las partes y admitidos
oportunamente, el tercero imparcial, el órgano jurisdiccional,
valorando el resultado de la misma, pronuncie sentencia
absolutoria o condenatoria (398º, 399º).
El CPP confiere la conducción de tan trascendente etapa al Juzgado Penal,
organismo que no ha intervenido en ninguna de las fases anteriores para
de esta manera acendrar su imparcialidad y dejar que sean los adversarios
los que mediante la prueba le lleven información de calidad y busquen
alcanzar su convicción en un legítimo juego dialéctico, contradictorio,
abonado por la igualdad de armas entre acusación y defensa (Iº.3). Este
Juzgado Penal puede ser unipersonal o colegiado, dependiendo ello de la
entidad de la causa que les competa, así los Juzgados Penales Colegiados
(28º) conocerán materialmente sólo de los delitos que tengan señalados
en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor de
seis años, reservándose los demás asuntos para los órganos
unipersonales.

Por lo dicho, no cabe duda cabe que el éxito del juzgamiento dependerá
de la acertada conducción que de esta fase haga el Juzgado Penal, pues
habrá de tomar todos los cuidados para que durante el período inicial se
produzcan los alegatos preliminares o de apertura de la acusación y la
defensa, informará de sus derechos al acusado, entre ellos, la libertad de
manifestarse sobre la imputación o de no declarar (371º), le preguntará si
admite ser responsable del delito y la reparación civil, dando pie, en caso
de admisión, a la conclusión anticipada del juicio por conformidad (372º);
caso contrario, abrirá la posibilidad de ofrecimiento y admisión de nueva
prueba, para enseguida dar curso a la actuación probatoria consistente en
el examen del acusado, si éste acepta deponer, la actuación de
testimonios y examen de peritos, la prueba material y oralización de
medios probatorios documentales, en su caso, la inspección o la
Durante la declaración del acusado – si ocurre - los exámenes
de testigos y peritos, el Juez moderará el interrogatorio y
decidirá, paso a paso, las objeciones que se formulen a
preguntas capciosas, sugestivas o impertinentes (378º4), que
siempre desnaturalizan la limpieza de los interrogatorios y
contra interrogatorios y demuestran una indebida técnica de
litigación oral. Terminada la actuación de pruebas, el Juez
escuchará atentamente los alegatos finales, de cierre o
clausura de las partes (386º), así como la autodefensa del
acusado (391º), procediendo luego a deliberar según las
reglas de la sana crítica, conforme a los principios de la lógica,
las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos
(393º, 158), cuidando de excluir del acervo probatorio la
prueba ilícita, obtenida con violación de los derechos
fundamentales (VIIIº, 159º). El producto de la deliberación
judicial ha de ser la sentencia que impartirá justicia en el caso
concreto, destacando entre sus componentes la motivación
clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y
circunstancias que se dan por probados o no y la valoración
de la prueba que la sostiene, indicando el razonamiento que
la justifique (394º).
Sobre la lectura de la sentencia el CPP trae una
novedad que seguramente servirá para
reconciliar al pueblo con sus magistrados, se trata
de aquellos casos en los cuales por la
complejidad del asunto o lo avanzado de la hora
convenga diferir la redacción de la sentencia,
leyéndose, entonces, sólo la parte dispositiva,
mientras el Juez o uno de los miembros del
colegiado relatará sintéticamente al público los
fundamentos que motivaron la decisión. Aquí,
con este contacto oral del Juez con el pueblo,
surge la figura del magistrado docente o maestro,
interesado en mejor las costumbres cívicas de sus
conciudadanos (396º2)
La imparcialidad judicial: Inhibición y recusación
Porque las partes son parciales, el Juez debe ser imparcial, este axioma
procesal rige el nuevo modelo que, como ya se tiene dicho, intenta no
contaminar al Juzgado Penal con actividades precedentes al juicio. Ocurre,
sin embargo, que la imparcialidad judicial no es necesaria sólo en la
oportunidad del juzgamiento, sino desde mucho antes, desde los primeros
momentos de la investigación preparatoria y también en la etapa
intermedia porque en esas fases el Juez de Garantías interviene para
tutelar al justiciable o restringir sus derechos fundamentales ante los
requerimientos, por ejemplo, del Ministerio Público, y para ejercer control
sobre el pedido de sobreseimiento o la acusación. Desde esta óptica,
cuando existan razones objetivas que pongan en entredicho su
imparcialidad es deber del Juez inhibirse de seguir conociendo el caso
(53º). La gran mayoría de esas causales son explícitas, como el interés del
juez en el proceso, su condición de acreedor o deudor del imputado, la
víctima o el tercero civil, etc., y una de ellas abierta: “cualquier otra causa,
fundada en motivos graves (…). Si pese a la concurrencia de alguno de los
supuestos de inhibición previstos por la Ley, el Juez no se inhibe, las partes
podrán recusarlo, dentro de los tres días de conocida la causal que
invoquen (54º), mientras la incidencia no esté resuelta el Juez cuestionado
podrá resolver sobre la libertad o privación de ésta del imputado, así como
practicar diligencias urgentes e irrealizables ulteriormente o
improrrogables (56º, 52º).
Entre persecución penal y defensa siempre habrá un
conflicto, la regla estipula que el Ministerio Público
tiene, entre sus obligaciones, agrupar objetivamente
elementos de convicción que le permitan acusar y
probar, luego, lo acusado, en tanto que establece, a su
vez, que la defensa tiene derecho a resistirse y
desvirtuar la imputación. He aquí desnuda la esencia
del litigio que sostienen estos actores del proceso, el
que resultaría interminable e injusto si un tercero
neutral no se ocupa del respeto al debido proceso y
todas sus garantías, como del pronunciamiento de una
sentencia que con justicia y razón condene o absuelva.
A nadie debe extrañar, en consecuencia, que cuando se
inicia el juzgamiento el Juez deba carecer de perjuicios
o ideas preconcebidas, tenga bien abiertos los oídos y
los ojos para espectar la actuación probatoria de las
partes y recoger el resultado de la misma al valorarla.
LA DIVISIÓN DE FUNCIONES PROCESALES COMO CARACTERÍSTICA
RESALTANTE DEL CPP
El programa procesal penal de la Constitución desde 1979
estableció las vigas maestras sobre las cuales debía edificarse el
nuevo proceso penal o el mecanismo de resolución de conflictos
generados por el delito. Transcurridas muchas décadas y varios
intentos de reforma, recién con el D.Leg 957 (CPP), de 29 de julio de
2004, se han desarrollado estas grandes pautas, conforme a las
cuales no existe proceso penal posible sin la concurrencia de
sujetos procesales esenciales como el Ministerio Público, el
imputado y su defensa y el órgano jurisdiccional, encargados de
específicas tareas: perseguir el delito, resistirse a la incriminación y
fallar, respectivamente, sin admitir interferencias o postergaciones
como las que caracterizan el modelo mixto de tendencia inquisitiva,
donde el Juez toma todas las riendas del caso y devalúa la
intervención de los otros actores del proceso. Esta situación es la
que finalmente nos ha conducido al estado de crisis e ineficacia
crónica del servicio de justicia penal, generador permanente de
descontento en la colectividad que se siente cada vez más insegura
e intranquila, en los agraviados que no son resarcidos, menos
indemnizados, y en los imputados que ven la escandalosa violación
del plazo razonable, circunstancia tanto más dramática cuando se
trata de presos preventivos, sin condena.
Ante semejante debacle el CPP ha lanzado el reto, en el campo
normativo, de una nueva estructura denominada proceso común
(Libro Tercero), al que deben sujetarse las causas para alcanzar
justicia pronta y cumplida. En el proceso común se ensamblan
armoniosamente finalidades y tareas de diversa índole, bajo
comando de su respectivo responsable. Así, la investigación
preparatoria es entregada al Ministerio Público para que con toda
amplitud decida el ejercicio de la acción penal y cumpla con la carga
de la prueba, sin perder de vista que en esta fase el Juez ejerce
tarea de tutela y al imputado se le reconoce derechos esenciales
emanados de la presunción de inocencia (IIº, IXº). En la etapa
intermedia, gracias a las audiencias de control se asegura la
regularidad del sobreseimiento de lo actuado o el pase de la
acusación a la etapa de juzgamiento, mediante la emisión del
respectivo auto, cuando no la emisión de sobreseimiento por
petición de parte o de oficio al carecer el dictamen fiscal acusatorio
de suficiente peso para ingresar al juicio público y oral. En el
juzgamiento lo medular es la actuación probatoria que sostienen las
partes ante el tercero imparcial para alcanzar su convicción y lograr
que confirme su teoría del caso mediante una condena o
absolución.
Según se ve, en cada etapa del proceso común los
actores cumplen la tarea asignada sin interferencias o
invasiones funcionales, porque cada uno de ellos tiene
su respectiva misión. Normativamente no hay forma,
por ejemplo, que el Juez sustituya al Fiscal en la tarea
de pesquisa, o que en el juicio la actuación probatoria
de las partes sea totalmente reemplazada por la
prueba judicial de oficio (385º.2). En suma, sin división
de funciones procesales no tendría el menor sentido
asignarle al CPP la característica de acusatorio,
garantizador y de tendencia adversativa, no pasaría de
ser un cuerpo normativo más enfrascado en revitalizar
el añoso y fracasado modelo mixto de tendencia
inquisitiva, cuya peor expresión es el procedimiento
sumario, enemigo jurado de la publicidad y la
transparencia.
El Estado ejerce su poder soberano de administrar justicia a
través de la función jurisdiccional y esta labor de primer orden
es conferida a los órganos jurisdiccionales, potestad que
según la Constitución emana del pueblo y se ejerce por el
Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos
funcionalmente autorizados. Para Binder “el Juez es un
funcionario del Estado con poder para solucionar un litigio
que otras personas llevan a su consideración”.

El Juez solo puede ejercer válidamente la jurisdicción penal,


conforme a dos presupuestos: capacidad de adquisición y
capacidad de ejercicio. La primera se refiere a las
características individuales que debe concurrir en él; edad,
ciudadanía, grado académico, concurso público, etc., en tanto
que la capacidad de ejercicio se refiere a que debe haber
sido admitidito como Juez en un concurso público y como tal
se haya constituido regularmente en un proceso penal.
El juzgador es el director del proceso, es el encargado de
otorgar las garantías a los justiciables y de controlar la
legalidad en las actuaciones de los demás sujetos
procesales. (Art. 139° Constitución Política del Estado)
El Juez penal es el encargado de administrar justicia
criminal, conforme al ordenamiento jurídico y acorde con
los valores de justicia y de igualdad.

El Juez Penal es el representante del Poder Judicial


para el ejercicio de la función penal, esto es la potestad
estatal de aplicar el derecho objetivo con relación a
casos concretos. Actúa en forma unipersonal o
colegiada, en juzgados o en tribunales o salas.
Es importante comprender que los Jueces no son contratados, por el
contrario, son elegidos mediante un concurso de oposición de
credenciales, en el que el perfil del ABOGADO es evaluado por un jurado o
comité que analiza su carrera profesional, sus valores, integridad y méritos
académicos.

Los Jueces deben funcionar de manera independiente, objetiva y como


intermediarios justos y neutrales, por lo cual deben comportarse de una
manera correcta, respetuosa y profesional en todo momento.

Funciones principales
A continuación, las funciones más comunes de un Juez:

Dirigir los casos presentados en juzgados y tribunales, interpretando y


haciendo valer la legislación aplicable al procedimiento correspondiente y
establecer parámetros a ser considerados para efectos de la admisibilidad
de la evidencia:
- Escuchar los testimonios de los testigos.
- Decidir si la evidencia presentada es admisible o no.
- Escuchar los alegatos del Ministerio Público y de la defensa.
- Comunicar sus derechos y deberes al acusado.
- Revisar los escritos, argumentos y evidencias presentadas por el Ministerio
Público y la defensa.
- Utilizar el buen juicio y basarse en la evidencia presentada
para tomar la decisión correcta al anunciar el veredicto.
- Ejecutar la sentencia de quienes sean condenados en casos
penales.
- En los casos penales, decidir si las personas imputadas
deben permanecer en una medida privativa de libertad
hasta el momento del juicio o si pueden ser juzgados en
libertad.
- Mantener una postura imparcial en la corte, velando por los
derechos civiles y humanos de las partes.
- Emitir órdenes judiciales.
- Estar al corriente de las modificaciones en la ley y
procedimientos judiciales.

El juez garantizará que se cumpla la ley durante el


procedimiento penal. Además de controlar que se respeten
las garantías constitucionales.
LA INVESTIGACION PRELIMINAR

La investigación preliminar es una fase extraproceso, y es


de competencia funcional del Ministerio Público, como
fase preprocesal que se determina por las primeras
actuaciones, en el marco de las primeras averiguaciones,
relacionadas con la presunta perpetración del delito.

El persecutor público (Fiscal) no actúa en un interés


propio, sino en el interés colectivo, es el fiel y celoso
guardián de la legalidad, el director de la investigación
preliminar, y ente cautelar de los derechos subjetivos –
amparados por el ordenamiento jurídico;
consecuentemente asume la tarea de resguardar los
derechos fundamentales de cualquier detenido, y con tal
fin poner coto a cualquier tipo de arbitrariedad policial
La investigación Preliminar, es el acto inicial ante la
denuncia que se presenta ante la autoridad Fiscal o
Policial o cuando tales autoridades proceden de oficio,
es decir cuando por propia iniciativa deciden dar inicio a
los primeros actos de investigación.
Se trata de la primera fase del proceso penal y la forma
de proceder de quien formula la denuncia de parte y se
encuentra regulada en el Arts. 326° al 328° del CPP.
La importancia de esta etapa radica en la necesidad de
perseguir la conducta delictuosa, de conocer de toda
denuncia con características de delito, con la finalidad
de verificar su contenido y verosimilitud; conocer de las
primeras declaraciones, de recoger los primeros
elementos probatorios, de asegurar los mismos, de
adoptar las primeras medidas coercitivas o cautelares y
decidir seguidamente si existen elementos probatorios
suficientes para continuar con la persecución del delito y
sus autores.
Esta etapa está a cargo del Ministerio Público, la
dirige y cuenta con el apoyo de la Policía Nacional,
con la que coordina su actuación conjunta; la
intervención de la defensa constituye garantía para las
partes involucradas y se posibilita la intervención del
Juez de la Investigación Preparatoria en el ámbito de
las decisiones sobre medidas de coerción penal o
cautelar.

ROL DEL MINISTERIO PUBLICO

El Ministerio Público de acuerdo con la Constitución


Política ejerce el monopolio del ejercicio público de la
acción penal, promueve de oficio, o a petición de parte
la acción penal (Art. 139. 1.5); conduce o dirige la
investigación del delito (Art. 139. 4). Esta titularidad es
exclusiva del Ministerio Público, de tal manera que la
acción penal, si bien es cierto siempre es pública el
ejercicio público está a cargo del Fiscal y ninguna otra
autoridad puede ejercitarla.
En esta etapa de investigación preliminar, el Ministerio
Público se rige bajo sus principios, de los cuales resaltan los
de independencia, imparcialidad y sobre todo objetividad, y
se encuentra regulada en los Arts. 329 a 333 del CPP, siendo
sus principales características:

1. La investigación está a cargo del Ministerio Público y cuenta


con el apoyo de la Policía Nacional.
2. El Fiscal puede iniciar la investigación a instancia de la parte
denunciante o de oficio (informaciones periodísticas que se
hacen públicas).
3. Esta etapa requiere de diligencias preliminares, las mismas
que bajo la dirección del Fiscal, las asume directamente o los
delega a la policía con las instrucciones específicas
necesarias.
4. La finalidad de estas investigaciones es la de practicar los
actos urgentes o inaplazables destinados a determinar si han
tenido lugar los hechos objeto de conocimiento y su
delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales de
su comisión, individualizar a las personas involucradas,
incluyendo al agraviado y dentro de los límites de la ley (Art.
330.3).
5. La dirección y responsabilidad de la investigación
preliminar faculta al Fiscal a constituirse de
inmediatamente al lugar de los hechos, con el personal y
medios necesarios para su indagación, asegurando los
elementos probatorios; puede ir acompañado de peritos
especializados para los exámenes correspondientes.

6. El Fiscal, puede recibir declaraciones, pedir informes a


instituciones públicas y/o privadas, disponer la práctica
de pericias, realizar reconocimientos en los lugares
donde se cometió el delito, asegurar las pruebas,
organizar operativos con la policía, pedir al Juez penal la
adopción de medidas coercitivas preliminares, entre
otras.

Como se puede advertir, las funciones del Fiscal en la


etapa preliminar, son asumidas por el Ministerio Público.
Lo que hace el legislador es resaltar tales actividades
bajo su control y responsabilidad.
INTERVENCION DEL ORGANO JURISDICCIONAL

Durante esta etapa de la investigación preliminar la


actuación del órgano jurisdiccional parece reducida
pero no es así, su rol es muy importante, pues si bien
el Fiscal es el dueño y responsable de la indagación,
cualquier medida cautelar o coercitiva que requiera el
aseguramiento de su investigación pasa por el control
y decisión judicial.

En este sentido el Fiscal al no tener facultades


coercitivas, por lo tanto si en la investigación penal,
necesita realizar o tomar algún tipo de medida, que
facilite la mejor obtención de pruebas, estas medidas
deberá solicitarla al Juez de la Investigación
Preparatoria las medidas que considere necesarias,
cuando corresponda hacerlo (Art. 61.2), pedido que
debe estar debidamente motivado y fundamentado.
INTERVENCION DE LA DEFENSA
La intervención de la persona imputada y su defensa es
amplia en la investigación preliminar. Además el abogado
defensor tiene derecho a:
1. Apersonarse en la investigación preliminar y conocer de los
cargos que se incriminan contra su defendido.
2. Intervenir en las diligencias de interrogatorio de su
patrocinado.
3. Conocer de las diligencias que se realicen.
4. Tener copia de la documentación relativa a las diligencias
preliminares, entendiéndose que pueden limitarse
temporalmente aquellas que afecten la continuidad de la
investigación.
5. Pedir la realización de diligencias que favorezcan a su
defendido y ofrecer los elementos probatorios de descargo.

La actuación del defensor del imputado se ve rodeada de las


garantías necesarias y conducentes a su objetivo. De igual
forma, se debe de afirmar que el defensor de la persona
natural o jurídica agraviada, tiene los derechos en igualdad
de condiciones durante la etapa inicial de la investigación.
ROL DE LA POLICIA - EL INFORME POLICIAL

En el texto del CPP, se pone de relieve la actuación de


la Policía en su función investigadora, para diferenciarla
de las demás funciones que desarrolla. Durante el
desarrollo de la investigación preliminar, la Policía
Nacional tiene un rol importante pues coadyuva a la
labor de la investigación fiscal y en la práctica realiza
directamente aquellas diligencias dispuestas por el
Ministerio Público así como las que inicia o adelanta
antes de la intervención fiscal. En efecto, la Policía por
iniciativa propia puede intervenir en un hecho que
considera delito, adelantar la investigación y dar cuenta
inmediata al Fiscal. La ley le faculta a realizar las
diligencias que son urgentes e imprescindibles para
impedir sus consecuencias y asegurar los elementos
de prueba que puedan servir para la aplicación de la ley
penal (Art. 67.1).
Las atribuciones de la Policía se encuentran reguladas
principalmente en el Art. 68 del CPP, entre ellas:
a) Recibe las denuncias escritas y verbales. En este último
caso dejará constancia en acta. También tomar las
declaraciones a los denunciantes.
b) Custodia y vigilancia de la escena del crimen, a fin de
evitar que sean borrados las huellas o vestigios del
delito.
c) Practica el registro de personas y presta auxilio a las
víctimas del delito.
d) Recoge y conserva los objetos vinculados con el delito.
e) Practica las diligencias encaminadas a la identificación
física de los autores y partícipes del delito.
f) Recibe la declaración de los testigos del delito.
g) Levanta los planos, toma fotografías, realiza
grabaciones en video y demás operaciones técnicas o
científicas, vinculadas con la investigación del delito.
h) Captura a los autores y partícipes del delito, en los casos de
flagrancia, a quienes les informará de sus derechos.
i) Asegura los documentos privados útiles para la investigación,
los que pondrá a disposición del Fiscal cuando existan
razones de cantidad. Se establece que en estos casos, se
remitirán a su ves al Juez de la investigación preparatoria
para su examen. De no ser posible le hará conocer de dicha
documentación a través de una documentación concisa.
j) Allanar locales de uso público o abiertos al público en caso de
flagrancia del delito o mandato judicial.
k) Realizar los secuestros de documentos e incautaciones en
los casos de delitos flagrantes o de peligro inminente de su
perpetración, dejando constancia escrita y detallada de ellos.
l) Recibir las declaraciones de las personas denunciadas
(presuntos autores y partícipes) con la presencia obligatoria
de su abogado defensor. Si éste no estuviere presente, no se
podrá realizar la diligencia, limitándose la policía a constatar
la identidad de ellos.
m) Reunir toda información necesaria que permita la
criminalística para ponerla a disposición del Fiscal.

Se pretende que desde que la policía conoce de un


delito o de un hecho con características delictuosas,
debe comunicar al Ministerio Público, a fin de que dicha
autoridad pueda disponer lo conveniente, lo que no
impide a que la policía pueda dar inicio a las
investigaciones o actuaciones policiales inmediatas.

Con el conocimiento del Fiscal de la investigación en


curso, la Policía proseguirá su labor y las que disponga
dicha autoridad. Por lo mismo la Policía puede citar a las
personas involucradas, las mismas que solo puede
realizarse hasta por tres veces (Art. 331.3.).
Como podemos apreciar, las funciones de la policía son muy
amplias y no difieren de las que actualmente realiza, solo que
deben comunicar inmediatamente al Fiscal de la investigación
preparatoria los actos que realizan al tomar conocimiento de
la noticia criminal. Por ello toda actividad que realiza debe
constar en acta o encontrarse debidamente documentada, las
mismas que entregará al Fiscal. Para estos efectos la policía
seguirá y respaldará las formalidades que se prevean para
las investigaciones, sean aquellas impartidas por el Fiscal a
cargo de la investigación, de la Fiscalía de la Nación, como
de aquellas propias de su Comando. (Art. 62.2).

El informe policial mantiene la misma estructura formal, antes


llamado Atestado Policial, que solo cambia de denominación
en el nuevo texto a Informe Policial, que es el documento
técnico administrativo que se debe elaborar en todos los
casos en que interviene la policía y que remitirá al Fiscal.
Dicho documento contendrá los antecedentes que motivaron
su actuación, la relación de diligencias realizadas, análisis de
los hechos investigados, y a diferencia de la legislación
actual, se establece que la policía en dicho informe se
abstendrá de realizar calificación jurídica y de imputar
responsabilidades (Art. 332).
El informe policial mantiene la misma estructura formal,
debiendo tenerse en cuenta lo dispuesto por el Art. 332
del CPP. Interesa destacar sus partes más importantes y
que están relacionadas con:

a) El motivo y forma de intervención, es decir, si se inició


de oficio la indagación, o denuncia de parte por
disposición de la Fiscalía. Cabe señalar que iniciada de
oficio la investigación o por denuncia de parte, la
comunicación al Fiscal debe ser inmediata. Es más en el
documento que se forme debe constar las disposiciones
y mandatos emanados de la autoridad Fiscal.

b) Las diligencias que se practiquen y que se relacionan


con las manifestaciones de las personas involucradas;
las pericias que se practiquen (médico legal, química,
toxicológica, alcoholemia, absorción atómica, balística,
grafológica, etc.); las que se levantan (incautación,
hallazgo, allanamiento, constatación, etc.).
c) El análisis de los hechos que realiza la Policía y que
serán de utilidad para que el Fiscal pueda hacer la
calificación jurídica respectiva.

d) La documentación sustentatoria del informe policial


comprende: los documentos pertinentes, los elementos
objetivos de prueba, los instrumentos utilizados o el
lugar donde aquellos se encuentran.

Como podrá apreciarse, el trabajo coordinado entre la


Fiscalía y la Policía permitirá elaborar estrategias tanto a
nivel nacional como regional, en la lucha contra el
crimen común y organizado.
MEDIDAS COERCITIVAS PRELIMINARES
Durante esta etapa el Fiscal realiza sus investigaciones
preliminares conforme a las necesidades y estrategias que el
caso requiera, citará a las personas denunciadas,
denunciantes, testigos, pedirá informes, dispondrá de
pericias, realizará constataciones, etc. Pero también podrá
considerar necesario asegurar la presencia de las personas
imputadas a su investigación y la investigación preparatoria
por lo que la ley le faculta a requerir al Juez la adopción de
medidas coercitivas o cautelares o de aseguramiento para
tales objetivos.

De acuerdo con la ley, solicitará al Juez de la Investigación


preparatoria ordene las pedidas coercitivas que corresponda
especialmente las siguientes:
a) Impedimento de salida del país.
b) La comparecencia con detención domiciliaria.
c) La comparecencia con otras restricciones.
d) El allanamiento.
e) La inmovilización.
f) Detención preventiva.
PLAZO DE LA INVESTIGACION PRELIMINAR

Dentro de la dinámica de la perspectiva dinámica del


nuevo código , se establece un plazo de sesenta (60)
días para la realización de la investigación preliminar.
Se pretende con ello que ante la denuncia o
investigación preliminar del delito, de oficio, se proceda
de inmediato a la recepción de declaraciones, práctica
de pericias, pesquisas policiales y demás diligencias
complementarias en dicho plazo. Se computa el plazo
desde el momento en que el Fiscal da inicio a la
investigación preliminar y también entendemos que
puede disponerse un plazo adicional (Art. 334.2 NCPP)
que no supere el señalado, a cuyo término deberá dictar
la disposición motivada que corresponda.
Se exceptúa de este plazo, si es que se produce la detención
de una persona (48 Horas).
CASOS COMPLEJOS
Tratándose de investigaciones complejas el plazo
máximo para llevar a cabo las diligencia preliminares es
de ochos meses, computo del plazo se inicia a partir de
la fecha en que el Fiscal tiene conocimiento del hecho
punible.
Se consideran complejos:
1. Requieran de la actuación de una cantidad significativa
de actos de investigación.
2. Comprenda la investigación de numerosos delitos.
3. Involucra una cantidad importantes de imputados o
agraviados.
4. Demanda la realización de pericias que comportan la
revisión de nutrida documentación o de complicados
análisis técnicos
5. Necesita realizar gestiones de carácter procesal fuera
del país.
6. Involucra llevar a cabo diligencias en varios distritos
judiciales.
7. Revisar la gestión de personas jurídicas o entidades
estatales.
8. Comprende la investigación de delitos perpetrados por
integrantes de una organización criminal, personas
vinculadas a ella o que actúan por encargo de la misma.

El artículo citado, también señala, que el interesado o


afectado por la excesiva duración de la investigación
preliminar, podrá solicitar al Fiscal le dé termino y si éste no
acepta o fija un plazo irrazonable, podrá acudir al Juez de la
Investigatoria en el plazo de cinco días instando su
pronunciamiento, y dicha autoridad resolverá, previa
audiencia con el Fiscal y el interesado.

Tratándose de una persona detenida, el plazo señalado no se


considera, sino, la autoridad Fiscal deberá tener en cuenta el
plazo común de 48 horas para poner al investigado con el
informe policial y denuncia, si fuera el caso, ante la autoridad
jurisdiccional, conforme lo ordena la Constitución.
POSIBILIADES DE DECISIÓN DEL FISCAL
INVESTIGADOR Art. 336 CPP.

Al final de la investigación preliminar, el Fiscal puede,


dependiendo el caso y de los elementos probatorios
obtenido a:

a) Formalizar la investigación y Disponer pasar a la


fase Preparatoria, si aparecen indicios que revelen la
existencia del delito, se ha individualizado al imputado,
la acción penal no ha prescrito y se han satisfecho los
requisitos de procedibilidad. Art. 336. CPP.

b) Si no existen elementos de juicio sobre la existencia


del delito, o ha prescrito o no se ha individualizado
al imputado, dispondrá el archivo de la investigación
o denuncia Art. 334.1.6. CPP.
c) Si el hecho fuere delictuoso y la acción no hubiere
prescrito, pero se desconoce al imputado, se dispondrá
que la policía investigue para lograr la identificación del
imputado; lo que en esencia significa un archivo
provisional de lo actuado. Art. 334.1.3. CPP.

d) Si en la denuncia se ha omitido una condición de


procedibilidad que depende del denunciante, también se
dispondrá de la reserva provisional de la investigación,
debiéndose notificar al denunciante a fin de que
subsane la omisión. En otros casos donde se requiera
de presupuestos de procedibilidad la subsanación de los
mismos estará a cargo del Fiscal. Art. 334.1.4. CPP.

e) Antes de proceder conforme al apartado a) puede


aplicar el principio de oportunidad, si el supuesto de
hecho así lo amerita.
ARCHIVO DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
La investigación preliminar puede culminar con el archivo de
la misma porque no existen elementos de juicio –elementos
probatorios- sobre la realización del delito o sobre la persona
denunciada, por lo que no cabe continuar con la investigación
preparatoria. La nueva ley procesal señala la decisión del
archivo cuando:
a) El hecho denunciado no constituye delito,
b) O no es justiciable penalmente,
c) Cuando se presentan casos de extinción penal (art.
334.1).
El archivo puede ser definitivo o provisional, según el
hecho no constituye delito o siéndolo no se ha identificado al
imputado, respectivamente.

De acuerdo con la nueva ley, la Disposición de archivo se


notifica al interesado o denunciante y si no estuviera de
acuerdo con la decisión fiscal de archivo o reserva provisional
de la investigación, impugnará tal decisión para que en el
plazo de 05 días eleve lo actuado al Fiscal Superior.
Admitida la impugnación dentro del plazo
correspondiente (3 días, Art. 414.c NCPP), se elevará lo
actuado al Fiscal Superior competente a fin de que
resuelva dentro del quinto día, quien dispondrá:
a) El archivo definitivo de lo actuado;

b) La formulación de la investigación, es decir, se pasa a la


fase preparatoria; y

c) “se proceda según corresponda”, lo que nos permite


señalar que el Fiscal Superior puede dictar disposición
ordenando la ampliación de las investigaciones
preliminares o quizás la nulidad de la disposición por
algún vicio procesal.
PROHIBICIÓN DE NUEVA DENUNCIA
Se introduce una norma de suma importancia para el
debido control de las denuncias que se presentan ante
el Ministerio Público, pues prohíbe formular nuevas
denuncias sobre los mismos hechos que ya han
merecido una disposición de archivo por el Fiscal
Provincial e incluso por el Superior. De tal manera
que dicha norma impide que otro Fiscal pueda promover
la acción penal bajo tales supuestos de archivo, lo que a
su vez obliga a no admitir nuevas denuncias que sobre
los mismos hechos puedan presentarse en otras
Fiscalías, (Art. 335.1).

Sin embargo, según el Art. 335.2, exceptúa la regla


antes mencionada, y señala que si la denuncia anterior
no fue debidamente investigada, el Fiscal Superior que
previno podrá designar a otro Fiscal Provincial que
realice la investigación preliminar si es que existiera o
aportaran nuevos elementos de convicción.
CONCLUSION DE LA INVESTIGACION PRELIMINAR

Dentro de la perspectiva dinámica del NCPP, se


establece un plazo de sesenta (60) días para la
realización de la investigación preliminar. Se pretende
con ello que ante la denuncia o investigación del delito
de oficio, se proceda de inmediato a la recepción de
declaraciones, practica de pericias, pesquisas policiales
y demás diligencias complementarias en dicho plazo, el
mismo que se computa desde el momento en que el
Fiscal da inicio a la investigación preliminar y
entendemos que puede disponerse un plazo adicional
que no supere lo señalado, a cuyo término deberá dictar
la disposición que corresponda:

- Archivo de la denuncia.
- Inicio formal de la investigación preparatoria.
La Víctima (Art. 94 y sgtes. CPP.)

La víctima o agraviado es la persona natural o jurídica,


grupo o comunidad directamente afectada por la
comisión del delito o perjudicada por las circunstancias
de éste.

Dependiendo de la naturaleza del delito, puede ser


afectado directamente (violación sexual) o el familiar
más cercano (homicidio) o su representante (empresa).

La víctima debe constituirse en parte civil del proceso


(actor civil) para que se establezca una reparación
económica por el daño sufrido, siempre que cumpla con
los requisitos y el trámite correspondiente establecido en
el CPP.
La víctima es el sujeto ofendido por el delito, es aquella
persona sobre la cual recaen los efectos nocivos del delito,
como titular del bien jurídico protegido, expresado en la lesión
cuantificable o una concreta aptitud de lesión (estado de
peligro).

El Art. 94° Inc.1 del CPP estima que se considera agraviado


a todo aquel que resulte directamente ofendido por el delito o
perjudicado por las consecuencias del mismo. Tratándose de
incapaces de personas jurídicas o del Estado, su
representación corresponde a quienes la Ley designe.

El agraviado en principio es una persona física, viva, quien


se ha visto perjudicada por los efectos nocivos de la conducta
criminal, como en el caso de lesiones, estafa, daños,
calumnia, usurpación, etc.. Empero, existen delitos que
suponen la eliminación del sujeto pasivo de la persona, en
cuanto a sujeto de derechos, como el homicidio y sus
derivados, desaparición forzada de personas y genocidio; en
tales casos, la víctima real del delito no podrá apersonarse a
la instancia jurisdiccional, en su lugar lo hará sus sucesores
(ascendientes o descendientes).
En la descripción dogmática del delito, la víctima es
identificada como el sujeto pasivo, aquella persona que
posee la titularidad del bien jurídico objeto de tutela por
el Derecho Penal.

La consecuencia jurídica inmediata del delito es la pena,


sin embargo para procurar que se acojan los intereses
reparatorios de la víctima, se considera en el proceso
penal el pago de una reparación civil y el Art. 92 CP
señala que la reparación civil se determina
conjuntamente con la pena. En consecuencia la
reparación civil es accesoria a la acción penal, pues si la
acción penal se extingue, igual suerte corre la acción
civil.

La víctima ingresa al procedimiento penal, constituyendo


una relación triangular conjuntamente con el imputado y
el Fiscal, no como acusador, sino como sujeto procesal
que dirige su actuación a garantizar la efectiva tutela
judicial de su pretensión indemnizatoria.
La parte civil tiene la facultad de proponer
pruebas, así como el cuestionamiento de las
pruebas ofrecidas por el investigado, participar en
los actos de investigación y de prueba, intervenir
en el juicio oral, interponer los recursos
impugnativos que la ley le faculta.

Su naturaleza jurídica es la de índole civil, el


interés que persigue es sólo económico y se
requiere de toda una formalidad para su
intervención en el proceso penal.

De allí se le prohíbe la pretensión penal, la misma


que está a cargo del Ministerio Público. El actor
civil o parte civil puede aportar pruebas,
analizarlas y alegar la responsabilidad del
imputado, pero solo con la finalidad de justificar la
pretensión pecuniaria que persigue.
En consecuencia, durante la Investigación preliminar,
a la víctima se le permite lograr un Acuerdo
Reparatorio con el imputado, suscribiendo un acta de
reparación económica como resarcimiento o
reparación del daño causado.

Este acuerdo debe ser voluntario, prestado libremente


entre la víctima y el imputado, quienes deben conocer
sus derechos y obligaciones, así como los efectos
establecidos en el CPP. El imputado se compromete a
satisfacer los daños materiales y morales, así como
los perjuicios originados.

Puede ser promovido de oficio por el Fiscal, pero


también lo puede solicitar el imputado o la víctima. Si
bien se requiere el consentimiento de ambos, es
posible que éstos se hagan representar mediante sus
abogados.
Los efectos del acuerdo implica que el Fiscal se
abstenga de ejercer la acción penal. La disposición de
Abstención del ejercicio de la Acción Penal tiene los
mismos efectos de la cosa juzgada, porque luego no se
podrá iniciar un nuevo proceso en contra del imputado.

Se puede implementar antes del proceso penal


(formalización de la investigación preparatoria). Así
mismo las partes (víctima e imputado) pueden solicitarlo
antes de que se formule la Acusación Fiscal, debiendo
el Juez de la Investigación Preparatoria aprobar el
Acuerdo, previa audiencia con las partes, mediante un
Auto de Sobreseimiento en el que puede establecer
reglas de conducta (Art. 2° Inc. 7).

El Acuerdo Reparatorio solo está permitido para los


delitos expresamente señalados en la norma (Art. 2° Inc.
6 del CPP, Arts. 122,185, 187, 189-A 1er párrafo, 190,
191, 192, 193, 196, 197, 198, 205, y 215 C.P.).
ACTOR CIVIL: Art. 98 CPP
El actor civil es quien resulte perjudicado por el delito y
esté legitimado para reclamar la reparación

La persona que pretende que le sea reparado el daño


emergente del comportamiento que provoca la
persecución penal, estatal o privada, en el
procedimiento penal.

César San Martín, citando a SOLER RIERA, “actor civil,


es la persona que puede ser agraviado o sujeto pasivo
del delito; es decir, quien directamente ha sufrido un
daño criminal. Es el sujeto pasivo del daño indemnizable
o el titular del interés directa o inmediatamente
lesionado por el delito…”. Aquella que persigue la
reparación civil.
Para Carlos Villegas: “el actor civil adquiere la calidad
de demandante de una pretensión resarcitoria dentro del
proceso penal”, convirtiendo al imputado al mismo
tiempo en demandado civil, y de ser el caso, también al
tercero civilmente responsable.
La intervención del agraviado cuando se constituye en
actor civil en el proceso penal, solo estará limitada a la
acción reparatoria.

Requisitos: Art. 100 CPP


Solicitud por escrito ante el Juez de investigación
preparatoria, y debe contener bajo sanción de
inadmisibilidad:
- Generales de ley de la persona física o denominación
de la persona jurídica con las generales de ley de su
representante legal.

- Nombre el imputado, y en su caso del tercero


civilmente responsable, contra quien se va a proceder.

- Relato circunstanciado del delito en su agravio, y


exposición de razones que justifican su pretensión.

- Prueba documental que acredita su derecho.


Oportunidad: Art. 101 CPP
Antes de la culminación de la investigación preparatoria.

Facultades: Art. 104 CPP


• Deducir nulidad de actuados
• Ofrecer medios de investigación y de prueba
• Participar en actos de investigación y de prueba
• Intervenir en el juicio oral
• Interponer los recursos impugnatorios que la ley prevé.
• Cuando corresponda intervenir en el procedimiento de imposición
de medidas limitativas de derechos
• Colaboración en el esclarecimiento de los hechos delictivos.
• Acreditar la reparación civil que pretende.

Impedimentos: Art. 106 CPP


 Presentar demanda indemnizatoria en la vía extra penal.
 Si se desiste antes de la acusación fiscal no está impedido para
ejercer la acción indemnizatoria.
QUERELLANTE PARTICULAR Art. 107 CPP

Persona particular que ha sufrido la acción delictiva, y


por ello, tiene la condición de ofendido.
En estos casos la acción penal, pierde su carácter
público al no existir interés social en su averiguación y
castigo; y por ello la pretensión penal se deja en manos
del directamente afectado por el delito.

Requisitos: Art. 108 CPP


• Identificación del querellante, y en su caso, de su
representante.
• Relato circunstanciado del hecho punible y exposición
de razones fácticas y jurídicas que justifican su
pretensión, con indicación de la persona contra quien se
dirige.
• Precisión de la pretensión penal y civil que deduce, con
la justificación correspondiente.
• Ofrecimiento de medios de prueba.
Facultades del Querellante: Art. 109 CPP

• Delitos de ejercicio privado de la acción


penal.
• El ofendido ante el órgano jurisdiccional
puede formular medios de defensa y
requerimientos en salvaguarda de su
derecho
• Participa en todas las diligencias del proceso.
• Puede intervenir a través de apoderado
• Ofrece pruebas de cargo sobre culpabilidad y
reparación civil.
• Interpone recurso impugnatorio referidos al
objeto penal y civil del proceso.
• Puede desistirse expresamente de la
querella en cualquier estado del
procedimiento, sin perjuicio de las costas.
EL TERCERO CIVIL RESPONSABLE
(Art. 111 - 113 CPP.)
La comisión de un hecho delictivo da lugar a una
responsabilidad penal y responsabilidad civil, y las
pretensiones que se formulan se dirigen a la figura del
imputado por el delito, esto es, la pretensión sobre la pena y
sobre la reparación civil. De tal manera que el imputado
asume la responsabilidad civil como es la restitución,
reparación del daño o el pago de su valor y la indemnización
por los daños y perjuicios ocasionados.

Sin embargo, muchas veces esta responsabilidad civil es


compartida con un tercero no interviniente en los hechos
delictivos pero que asume el pasivo civil de esos hechos por
exigencia de la ley penal.

La Ley penal establece una reparación civil entre los


responsables del hecho punible y el tercero civilmente
obligado (Art. 95 CP).
El tercero civil responsable es aquella persona natural o
jurídica que sin haber participado en la comisión del
hecho punible interviene en el proceso penal a efecto de
responder económicamente a favor del agraviado.

Esta persona natural o jurídica no causante del delito,


aparece como un tercero civil solidario del inculpado a
quien le une algún tipo de relación especial y tiene que
pagar sus consecuencias económicas. La ley civil
establece que aquel que tenga a otro bajo sus órdenes
“responde por el daño causado por éste último”, si ese
daño se realizó en el ejercicio del cargo o en el
cumplimiento del servicio respectivo, resultando ambos
sujetos a responsabilidad solidaria (Art. 1981° CC).

Se trata de una responsabilidad civil por un hecho ajeno.


El tercero civil esta vinculada al obligado el
resarcimiento a favor del agraviado en virtud de
la garantía de reparación, pues aquel asume la
calidad de garante del infractor en virtud del
nexo existente entre ambos y para ello debe
detectarse la existencia de dos presupuestos
importantes: a) debe acreditarse con elementos
probatorios el vínculo existente entre el tercero y
el imputado del delito, y b) la infracción atribuida
al imputado debe haberse realizado en el
ámbito de dicha vinculación o relación.

Derechos y Garantías: Art. 113 CPP

• Goza de todos los derechos y garantías que el CPP


concede al imputado.
LA POLICIA NACIONAL (Art. 67 y sgtes. CPP.)
Art. 166° de la Constitución Política del Perú, establece:
“La Policía Nacional tiene por finalidad fundamental
garantizar, mantener y restablecer el orden interno.
Presta protección y ayuda a las personas y a la
comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la
seguridad del patrimonio público y del privado. Previene,
investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las
fronteras.”

La Policía Nacional en su función de investigación, debe


inclusive por propia iniciativa, tomar conocimiento de los
delitos y dar cuenta inmediata al Fiscal, sin perjuicio de
realizar las investigaciones de urgencia e imprescindibles
para impedir sus consecuencias, individualizar a sus autores
y partícipes, reunir y asegurar los elementos de prueba que
puedan servir para la aplicación de la Ley penal.
Los Policías que realicen funciones de investigación están obligados
a apoyar al Ministerio Público para llevar a cabo la investigación
preparatoria.

Atribuciones:
Según el art. 68 Inc. 1, son:
En su función de investigación, bajo la conducción del Fiscal podrá:

- Recibir las denuncias escritas o verbales y tomar declaraciones.


- Vigilar y proteger el lugar de los hechos.
- Registro de las personas y prestar el auxilio a las víctimas.
- Recoger y conservar los objetos e instrumentos relacionados con el
delito.
- Practicar diligencias orientadas a la identificación física de los
autores y partícipes del delito.
- Recibir las declaraciones de testigos.
- Levantar planos, tomar fotografías, realizar grabaciones y
demás.

- Capturar a los presuntos autores y partícipes en caso de


flagrancia, informando de inmediato sus derechos.

- Practicar diligencias orientadas a la identificación física de los


autores y partícipes del delito.

- Recibir las declaraciones de testigos.

- Levantar planos, tomar fotografías, realizar grabaciones y


demás.

- Capturar a los presuntos autores y partícipes en caso de


flagrancia, informando de inmediato sus derechos.

- Asegurar documentos privados, poniendo a disposición del


Fiscal y sea examinado y resuelto por el Juez.
- Allanar locales de uso público o abiertos al público.

- Efectuar, bajo inventario, los secuestros e incautaciones.

- Recibir declaraciones de autores o partícipes, con presencia


obligatoria de su abogado defensor. Si no está, sólo se va a
constatar la identidad de aquellos.

- Reunir cuanta información adicional de urgencia permita la


Criminalística para ponerla a disposición del Fiscal.

- Las demás diligencias y procedimientos de investigación necesarios


para el mejor esclarecimiento de los hechos investigados.

De todas las diligencias se sentará Actas.

El imputado y su defensor tendrán acceso a las investigaciones


realizadas.
Según las previsiones constitucionales, resulta siendo el
Fiscal, quien dirige la Investigación Preliminar y quien decide
las actuaciones a realizarse; sin embargo, la Policía debe
acatar las órdenes que imparta el Fiscal, en tal virtud la
Policía Nacional solo puede actuar unilateralmente en el caso
de delito flagrante o de inminente peligro de perpetración.

El código Procesal Penal destierra la figura del Atestado


Policial, al prescribir en su Art. 332° inciso 2 que el Informe
Policial contendrá los antecedentes que motivaron su
intervención, la relación de las diligencias efectuadas y el
análisis de los hechos investigados, absteniéndose de
calificarlos jurídicamente y de imputar responsabilidades.

Bajo el sistema Acusatorio-Garantista, esto implica que el


Fiscal tiene la conducción de la Investigación del delito y el
control de la actuación policial, a fin de proteger los derechos
fundamentales del imputado.
PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD
El principio de oportunidad es un método alternativo para
poner fin de manera concisa a un conflicto. Es la facultad de no
adelantar un proceso penal o iniciar un enjuiciamiento contra
una persona por algún delito cometido de leve o mediana
gravedad.

El Principio de Oportunidad es un instrumento legal que faculta


al Fiscal a que discrecionalmente, en los casos previstos en la
norma y con el consentimiento del imputado, pueda abstenerse
de ejercitar la acción penal, ello sin perjuicio de procurar
satisfacer íntegramente los intereses del agraviado.

El principio de oportunidad de acuerdo a la jurisprudencia es


una institución nuclear del sistema penal de tendencia
acusatoria que consiste en la suspensión, interrupción o
renuncia de la persecución penal, atendiendo diversos factores
inmersos en la política criminal del Estado.
La aplicación del principio de oportunidad con el nuevo
Código Procesal Penal (CPP), permitió que los distritos
judiciales a nivel nacional apliquen dicha norma y el
número de acuerdos reparatorios haya alcanzado un
nivel satisfactorio en aplicación de esta política.

Esto evidencia la confianza de la ciudadanía hacia la


aplicación de estas fórmulas de decisión temprana,
según lo manifiestan los Fiscales Superiores
coordinadores del nuevo Código Procesal Penal.

El principio de oportunidad, introducido en el nuevo


modelo procesal penal, viene a ser el medio o
mecanismo a través del cual se faculta al Fiscal titular
de la acción penal, decidir sobre la pertinencia de no
dar inicio a la actividad jurisdiccional penal.
El Principio de Oportunidad fue incorporado en el proceso
penal moderno como mecanismo despenalizador y a su vez
reductor de la carga procesal del Ministerio Público, se
trata de una expresión del principio de consenso en el
derecho penal y una vía alternativa al proceso ordinario.
Consiste en una atribución del Fiscal para decidir si
promueve el ejercicio de la acción penal o se abstiene de
hacerlo al aceptar el Principio de Oportunidad invocado
cuya consecuencia es el archivo del proceso, siempre que la
investigación resulte de manifiesto que el investigado
cometió el delito y que además tiene voluntad de reparar el
daño y acogerse al Principio.

El Principio de Oportunidad no puede ser aplicado a todos


los delitos por tanto procede en el marco de un sistema
de numerus clausus (catálogo cerrado), de oficio o a pedido
de parte siempre mediante voluntad del imputado quien
puede expresar su renuncia en cualquier momento del
procedimiento dando fin a su continuación
Diferencia entre Principio de Oportunidad y Acuerdo
Reparatorio
Antes de continuar con el análisis del mencionado
principio y en aras de evitar confusiones futuras es
necesario distinguir la terminología que utiliza el
legislador en la redacción del art. 2 del CPP., pues el
acuerdo reparatorio no siempre es el resultado del
Principio de Oportunidad, sino que el Principio de
Oportunidad propiamente dicho se encuentra
reconocido en el numeral primero del citado artículo,
tiene supuestos de procedencia distintos al Acuerdo
Reparatorio señalado a partir del numeral sexto, tal
clasificación también es reconocida en el nuevo
reglamento para la aplicación de Principio de
Oportunidad & Acuerdo Reparatorio - Res. 1245-2018-
MP-FN- cuando reglamenta lo correspondiente a
una Audiencia de Principio de
Oportunidad propiamente dicho y a una Audiencia de
Acuerdo Reparatorio.
Supuestos de procedencia

En caso el Fiscal haya optado por avalar el Principio


de Oportunidad, la consecuencia procesal es su
desistimiento del ejercicio de la acción penal en
contra del imputado quien suscribe el acuerdo
reparatorio obligándose a sí mismo a pagar un
monto dinerario, como resultado del acuerdo el
imputado queda excluido del proceso penal.

De la lectura del artículo 2 del CPP., advertimos que


el legislador ha reconocido dos contextos en los
cuales se aplica el Principio de Oportunidad, el
primero esta regulado en el numeral 1 mientras que
el segundo se encuentra establecido en el numeral 6.
PRINCIO DE OPORTUNIDAD Art. 2 Numeral 1 CPP.

- Si el imputado resulta gravemente por las


consecuencias del delito.
- Si el delito no afecta gravemente el interés público
- Y además concurren atenuantes privilegiados, y
- No procede si el delito supera los 4 años de pena, o es
cometido por un funcionario público en ejercicio de su
cargo.

ACUERDO REPARATORIO Art. 2 Numeral 6 CPP.

Si imputado comete uno de los 14 delitos siguientes: Arts.


122, 149 1er párrafo, 185, 187, 189 A 1er párrafo, 190, 191,
192, 193, 196, 197, 198, 205, 215 y delitos culposos.

No procede si hay pluralidad de víctimas o concurso con otro


delito grave.
Falta de necesidad o no merecimiento de imponer una pena
(num.1)
La falta de necesidad de pena ocurre cuando el agente se ha visto
afectado de manera directa y gravemente por las consecuencias de
su delito, tanto que la pena resulta innecesaria pues el imputado se
ha castigado a si mismo de tal manera que la pena resultaría
insignificante en relación al daño que sufrió el autor al cometerlo,
tanto que la pena no cumpliría con sus fines, como por ejemplo
ocurriría en el supuesto en que un padre está manejando el
vehículo familiar pero debido a su impericia como conductor
termina impactando en un árbol y su hijo quien se encontraba en el
asiento del copiloto resulta expulsado ante el impacto y muere
(homicidio culposo).

Mientras que la falta de merecimiento de pena se relaciona a


aquellos delitos cuya pena no es mayor a dos años (delitos de
bagatela) lo que genera un desinterés en su persecución tanto más
si el imputado se obliga a reparar tales daños, es este ítem también
se encuentran incluida la mínima culpabilidad cuando se presentan
eximentes de responsabilidad incompletos. Todo esto se encuentra
regulado en el numeral primero del artículo citado que a la letra
indica:
Artículo 2.- Principio de oportunidad
1. El Ministerio Público, de oficio o a pedido del imputado y con su
consentimiento, podrá abstenerse de ejercitar la acción penal en
cualquiera de los siguientes casos:
a. Cuando el agente haya sido afectado gravemente por las consecuencias
de su delito, culposo o doloso, siempre que este último sea reprimido
con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años, y la pena resulte
innecesaria.

b. Cuando se trate de delitos que no afecten gravemente el interés público,


salvo cuando el extremo mínimo de la pena sea superior a los dos años de
pena privativa de libertad, o hubieren sido cometidos por un funcionario
público en ejercicio de su cargo.

c. Cuando conforme a las circunstancias del hecho y a las condiciones


personales del denunciado, el Fiscal puede apreciar que concurren los
supuestos atenuantes de los artículos 14, 15, 16, 18, 21, 22, 25 y 46
del CP., y se advierta que no existe ningún interés público gravemente
comprometido en su persecución. No será posible cuando se trate de un
delito conminado con una sanción superior a cuatro años de pena
privativa de libertad o cometido por un funcionario público en el ejercicio
de su cargo.
El artículo citado indica en su numeral segundo, que los supuestos
previstos tanto en el apartado b) como en el c) serán procedentes para
aplicar este principio solo si el autor ha cumplido con reparar los daños y
perjuicios ocasionados o exista acuerdo con el agraviado en ese sentido.
Acuerdo reparatorio (num.6)
Regulado en el numeral sexto del artículo 2, identifica los catorce
delitos dolosos que pueden integrarlo además de todo delito que
sea culposo, como por ejemplo en el caso que aquel conductor en
estado de ebriedad impacta contra una reja que es propiedad
privada y se compromete a pagar los daños. Sin embargo, su
aplicación sobre esos delitos no será aplicable si como
consecuencia del delito han resultado una gran cantidad de
víctimas o cuando los delitos hayan concurrido con otros
(concurso), salvo que el delito adicional sea de menor gravedad o
afecte bienes jurídicos disponibles, conforme lo advertimos la
redacción del mismo:

Artículo 2.- Principio de oportunidad


6. Independientemente de los casos establecidos en el numeral 1)
procede un Acuerdo Reparatorio en los delitos previstos y
sancionados en los artículos 122, 149 primer párrafo, 185, 187, 189-
A primer párrafo, 190, 191, 192, 193, 196, 197, 198, 205 y 215
del CP:, y en los delitos culposos. No rige esta regla cuando haya
pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito; salvo
que, en este último caso, sea de menor gravedad o que afecte
bienes jurídicos disponibles
Además de los supuestos de aplicación abordados en el numeral
primero, el Acuerdo Reparatorio tiene también supuestos de
procedencia que pueden versar en caso los delitos sean:
- Lesiones leves (art. 122)
- Omisión a la asistencia familiar (art. 149)
- Hurto simple (art. 185), hurto de uso (art. 187), hurto de ganado
(art. 189-A)
- Apropiación ilícita común (art. 190), sustracción de bien propio
(art. 191), apropiación irregular (art. 192), apropiación de prenda
(art. 193)
- Estafa agravada (art. 196), modalidades de estafa (art. 197)
- Administración fraudulenta (art. 198)
- Daño simple (art. 205)
- Libramiento indebido (art. 215) y delitos culposos.

Sin embargo, no será procedente en caso exista una pluralidad


importante de víctimas o concurso con otros delitos; salvo que en
este último caso de concurso, el segundo delito sea de menor
gravedad o afecte bienes jurídicos disponibles
Procedimiento del principio de oportunidad
En cuanto a la oportunidad procesal para su aplicación, el
principio analizado se puede dar en tres momentos
diferentes:
i) Antes de la promoción de la acción penal (sede fiscal) o al
haberse realizado la acusación fiscal (art. 350, Numeral 1 .e
del CPP)

ii) En audiencia de incoación de Proceso Inmediato (art. 459 -


del CPP - querella) realizado ante el Juzgado de
investigación preparatoria, y

iii) En el marco de la audiencia de juicio inmediato (arts. 446-


448 del CPP), todo esto al amparo del artículo 350 1,e)
del CPP. que precisa que las partes podrán instar la
aplicación de un criterio de oportunidad como medida
alternativa para dar fin al proceso.
AUDIENCIA DE PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD (numeral 1)
- Si no asiste el imputado, el fiscal debe citar por 2da vez.
- Si luego no asiste el agraviado, el Fiscal podrá determinar el monto de la
reparación civil.
- Si asisten ambos pero no llegan a un acuerdo, el Fiscal fijará la
reparación.

La audiencia única de principio de oportunidad requiere de la


concurrencia de ambas partes, en caso falte una se dicta fecha y hora para
una segunda citación, si no asiste el imputado continuará con el ejercicio
de la acción penal, sin embargo en caso no concurra el agraviado, de
manera excepcional el fiscal determinará el monto de la reparación civil y
lo fijará razonablemente.
En caso de asistencia de ambas partes, el fiscal procurará que se pongan
de acuerdo respecto al monto en efectivo o cualquier tipo de
compensación, en caso arriben a un acuerdo, el fiscal dejará constancia de
ello.
El objetivo es llegar a un acuerdo pero si no es posible el fiscal fijará la
reparación que corresponda así como determinará el plazo de su
cumplimiento en cuyo caso se trata de una medida realizada en sede fiscal
sin intervención del órgano jurisdiccional, sin embargo en caso ya se haya
se haya formulado la acusación fiscal, el juez de investigación preparatoria
intervendrá ejerciendo un control de legalidad, lo que no quiere decir que
reemplace lo pactado sino que avalará lo acordado en caso sea legal.
AUDIENCIA DE ACUERDO REPARATORIO (numeral 6)
- Si no asiste el imputado, el fiscal debe citar por 2da vez.
- Si luego no asiste el agraviado el Fiscal ejercita la acción penal.
- Si asisten ambos pero no llegan a un acuerdo, fiscal ejercitará la acción
penal.
El fiscal emite una disposición promoviendo la probable aplicación del
acuerdo reparatorio citando a las partes dentro del plazo de 10 días, si el
imputado no concurre a la primera citación el fiscal procederá a
reprogramar la misma por única vez, la cual no podrá exceder de 10 días
calendarios. Si el imputado no concurre a la segunda citación o se ignora
su paradero, el fiscal promoverá la acción penal.
En caso las partes asistan a la audiencia única, el fiscal procurará que
acuerden la reparación civil en monto y forma de pago, seguidamente se
emitirá disposición de abstención del ejercicio de acción penal. No será
necesaria audiencia de acuerdo reparatorio si las partes procesales
arriban a acuerdo consignado en instrumento público o documento
privado legalizado notarialmente.
De forma primordial, quienes concurran al acuerdo deben haber prestado
su consentimiento en forma libre y voluntaria con pleno conocimiento de
sus derechos, conocimiento de la imputación de uno de los delitos
comprendidos en el numeral mencionado y de cualquier otra situación
que directa o indirectamente tenga incidencia como resultado de aceptar
dicho acuerdo
Nuevo reglamento de aplicación de principio de
oportunidad y acuerdo reparatorio (Resolución 1245-
2018-MP-FN)
Anteriormente, mediante resolución de la Fiscalía de la Nación
1.470-2005-MP-FN, se aprobó el Reglamento de Aplicación del
Principio de Oportunidad, que regulaba el procedimiento a seguir
para la aplicación del principio de oportunidad dispuesto en el
artículo 2 del CPP, sin embargo era necesario un nuevo reglamento,
es así que mediante Resolución 1245-2018-MP-FN del 20 de abril
de 2018, el Ministerio Público ha aprobado un nuevo reglamento
que regula la aplicación del principio analizado.
Supuesto de procedencia extraordinario (art. 7 del reglamento)
Regula el procedimiento a seguir para la aplicación del principio de
oportunidad y su especial interacción cuando ocurre en el marco de
un proceso inmediato. Así pues, este reglamento agrega un
supuesto adicional a los dispuesto en el artículo 2 del CPP, de
manera que indica en el inciso d) de su artículo 7 que también
podrá aplicarse principio de oportunidad
Artículo 7. Supuestos de procedencia del Principio de Oportunidad
d) En los casos en que el agente esté comprendido en la comisión
de los delitos previstos en los artículos 307-A, 307-B, 307-C, 307-D,
307-E del CP..
En el supuesto comprendido en el inciso d) (delitos ambientales), el Fiscal
podrá abstenerse de ejercer la acción penal luego de la verificación
correspondiente de que el agente haya suspendido sus actividades ilícitas de
modo voluntario, definitivo e indubitable, comunicando este hecho al
Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental mediante instrumento de
fecha cierta. Si la acción penal hubiera sido promovida, se aplican, en lo
pertinente, las mismas reglas establecidas en el artículo 2 del CPP.
5.2 Prohibiciones expresas (art. 9 del reglamento)
• No procede la aplicación de principio de oportunidad ni de acuerdo
reparatorio cuando el imputado tenga la condición de reincidente o
habitual, tampoco procede cuando el imputado se haya acogido a este
mecanismo en dos ocasiones y se trate de delitos contra el mismo bien
jurídico, tampoco procede una tercera aplicación dentro de los cinco años
de la segunda abstención de la acción penal, pero si procederá al sexto
año.
• No procede su aplicación si el imputado sin ser reincidente o habitual
cumplió principio de oportunidad pero comete nuevo delito dentro de los
5 años de emitida la disposición de abstención de la acción penal.
• Finalmente, no procederá su aplicación por segunda vez, si el imputado se
acogió; pero no cumplió con reparar los daños y perjuicios a los que se
comprometió.
Sobre el pago de la reparación (art. 15 del reglamento)
Cuando las partes acuerden el plazo del pago de la reparación, el fiscal
procurará que no exceda los nueve meses pudiendo designar un tiempo
menor a este, una vez que haya sido cumplido lo pactado, se emitirá
disposición de abstención de la acción penal. Sin embargo, en caso se haya
incumplido en alguno de los extremos acordados, el fiscal notificará con el
apercibimiento expreso de ejercitar la acción penal y tendrá que ser
notificado al imputado.
Principio de oportunidad en la jurisprudencia
Sobre la posibilidad de imponer sanción administrativa (suspender licencia
de conducir) pese a haberse aplicado principio de oportunidad en sede
fiscal por delito de conducción en estado de ebriedad, que conforme el
Tribunal Constitucional no resultaría en una infracción al ne bis in idem.
(STC 2405-2006-PHC/TC))
En cuanto a la posibilidad de mantenerse la responsabilidad civil por
concepto de daños a indemnizar por parte del tercero civil responsable si
el imputado se acoge al principio de oportunidad debido a que le juicio de
atribución de responsabilidad civil es totalmente independiente al de la
imputación de la responsabilidad penal. (CASACIÓN 1767-2017. Arequipa)
Sobre el elemento de discrecionalidad del principio de oportunidad como
resultado de la potestad que tiene el fiscal de decidir si iniciar o no las
diligencias preliminares cuando conoce un proceso inmediato. Por cuanto,
no puede imponérsele u obligársele a que acceda a dicho principio por lo
menos, en etapa de diligencias. (CASACIÓN 833-2019).
Como conclusión podemos señalar que el Principio de Oportunidad es un
mecanismo de despenalización que faculta al Fiscal para que de manera
discrecional y en los casos que la norma prevé, pueda abstenerse de
ejercitar la acción penal siempre que cuente con el consentimiento del
investigado, esto en aras de evitar la sobrecarga procesal y la congestión
penitenciaria.
La razón de que el legislador haya ubicado los supuestos de procedencia
para la aplicación del Principio de Oportunidad en el numeral 1 y para la
procedencia del Acuerdo Reparatorio en el numeral 6; ambos en el art. 2
del CPP, obedece a que tienen supuestos para su aplicación distintos:

i) Por falta de merecimiento o necesidad de imponerse una pena (numeral


1); y

ii) Por acuerdo reparatorio entre el imputado y la victima (numeral 6). Esta
distinción lógicamente devendrá en una Audiencia de Principio de
oportunidad para los supuestos del numeral 1 y Audiencia de Acuerdo
Reparatorio para los demás supuestos, tal como lo regula el nuevo
reglamento en sus artículos 10 y 11.
De acuerdo con lo señalado en el Artículo 2 - Numeral 8 del
CPP, el Fiscal podrá también de abstenerse de ejercer la
acción penal, luego de la verificación correspondiente, en los
casos en que el agente comprendido en la comisión de los
delitos previstos en el CP, Art. 307-A Minería Ilegal, 307-B
formas agravadas, 307-C delito de Financiamiento de la
minería ilegal, 307-D delito de obstaculización de la
fiscalización administrativa, y 307-E delito de tráfico ilícito de
insumos químicos y maquinarias destinados a minería ilegal,
artículos que fueron incorporados el año 2012, 2015 y 2017.

El Fiscal podrá abstenerse de ejercer la acción penal, siempre


y cuando el agente haya suspendido sus actividades ilícitas de
modo voluntaria, definitiva e indubitable, comunicando este
hecho al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental
mediante documento de fecha cierta.

En caso de haberse ya promovido la acción penal el Fiscal


podrá aplicar en lo pertinente, las mismas reglas del presente
artículo.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en casos de delitos cometidos
por funcionarios públicos esta figura no puede ser aplicada, pues se trata
de personas en las cuales el Estado deposito su confianza y que debieron
actuar con mayor prudencia y responsabilidad respecto a los demás
ciudadanos.
Así mismo se destaca que entre las ventajas que tiene la aplicación del
principio de oportunidad es que se logra una pronta reparación a la
víctima, no tendrá que esperar un largo proceso al final del mismo para
obtener una reparación civil por el daño causado.
Por otra parte, alivia el sistema de administración de justicia a través de la
descarga procesal, evita los efectos criminógenos de las penas privativas
de libertad, evita la superpoblación de los establecimientos penitenciarios
y no genera antecedentes judiciales en los denunciados.

El acuerdo reparatorio no procede cuando hay pluralidad de víctimas o


cuando exista concurso con otro delito. Por ejemplo en el caso de los
accidentes de tránsito, pues concurre el delito de lesiones, homicidio
culposo o delito de conducción de vehículo en estado de ebriedad.
Pero hay otros delitos como hurto simple, lesiones leves, estafa, daño
simple en los que necesariamente se debe procurar acuerdos
reparatorios”.
La audiencia única de Principio de Oportunidad requiere de la concurrencia de
ambas partes, en caso falte una se dicta fecha y hora para una segunda citación,
si no asiste el imputado continuará con el ejercicio de la acción penal, sin
embargo en caso no concurra el agraviado, de manera excepcional el fiscal lo
representa.

No procede la aplicación del Principio de Oportunidad cuando el imputado:

a) Tiene la condición de reincidente o habitual, de conformidad con los artículos


46-B y 46-C del Código Penal;

b) Sin tener la condición de reincidente o habitual, se hubiera acogido


al principio de oportunidad o acuerdo reparatorio en dos oportunidades
anteriores dentro de los 5 años de su última aplicación, siempre que se trate,
en todos los casos, de delitos de la misma naturaleza, o que atenten contra un
mismo bien jurídico.

c) Sin tener la condición de reincidente o habitual, se hubiera acogido al principio


de oportunidad o acuerdo reparatorio y no haya cumplido con reparar los
daños y perjuicios ocasionados o lo establecido en el acuerdo reparatorio.

En estos casos el Fiscal promueve indefectiblemente la acción penal y procede


de acuerdo con sus atribuciones.
LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA EN EL NUEVO
CÓDIGO PROCESAL PENAL

El nuevo CPPP divide al proceso en 3 etapas:


Investigación preparatoria, Etapa Intermedia y el
Juzgamiento, reconociéndose una etapa preparatoria,
denominada “Diligencias Preliminares”.

La eficacia del Proceso Penal depende sobremanera


de la etapa de Investigación Preparatoria (Sumarial),
pues, es en este ámbito donde las agencias de
persecución penal se dirigen a obtener o adjuntar los
medios de prueba necesarios para la formación de la
acusación fiscal.
La Investigación Preparatoria prepara el camino para el
juzgamiento, fijando la naturaleza de los hechos
incriminados y el debate a desarrollarse.

Todos los actos o diligencias que se efectúen en el


ámbito der la Investigación Preparatoria no pueden ser
reputados como actos de prueba, pues, para que
puedan adquirir esta condición jurídica, dichos actos
necesitan ser sometidos a los principios del:
contradictorio, debate, inmediación, publicidad, oralidad,
bilateralidad, etc. La excepción a esta regla lo constituye
la Prueba Anticipada y la Prueba Pre constituida (aquellas
actuaciones de investigación que por su particular naturaleza no
pueden ser reproducidas ni repetidas en el juzgamiento, cuya
objetividad como medios de prueba está condicionada a su debida
oralización en el Juicio Oral).
Los actos de investigación sirven para facilitar a las
partes la fundamentación fáctica de sus respectivos
escritos de calificación o acusación, pero no permiten al
Juez o Tribunal sentenciador extender sobre ellos
conocimiento en la declaración de hechos probados de
la sentencia.

Consecuentemente, podemos decir que la Investigación


Preparatoria prepara el camino para el Juicio Oral y de
cierta forma delimita el objeto del juzgamiento, en la
medida en que lo ejecutado y realizado en esta fase, por
el Fiscal, condicionará el contenido de su acusación. La
Investigación Preparatoria es la fase del procedimiento
en la cual se realizan y ejecutan una serie de actos de
coerción y de restricción, destinados fundamentalmente
al recojo y acopio de pruebas que puedan sostener en la
etapa intermedia, la pertinencia de llevar a juzgamiento
un caso que revela suficientes indicios objetivos de
criminalidad.
La Investigación Preparatoria también nos conduce a la
imposibilidad de llevar a juzgamiento una causa que no
se adecúa con los elementos materiales que exige la
legalidad para llevar a cabo la culminación del ejercicio
persecutorio estatal.

El Inc. 1 del Art. 321° del CPP señala que la


Investigación Preparatoria persigue reunir los elementos
de convicción, de cargo o de descargo, que permitan al
Fiscal decidir si formula o no acusación y, en su caso al
imputado preparar su defensa. Tiene por finalidad
determinar si la conducta incriminada es delictuosa, las
circunstancias o móviles de su perpetración, la identidad
del autor o partícipe y de la víctima, así como la
existencia del daño causado.
La investigación es única, flexible, dinámica y se realiza bajo
la dirección del Fiscal, quien podrá actuar de manera directa
o por medio de la Policía, es el Fiscal quien establece las
pautas a seguir y su objeto, encomendando la investigación a
la Policía, bajo ciertas formalidades específicas que deben
reunir los actos de investigación, y es quien decide la
estrategia adecuada a cada caso concreto (Art. 322.

El Fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga


conocimiento de la sospecha de la comisión de un hecho que
reviste los caracteres de delito. Promueve la investigación de
oficio o a petición de los denunciantes (Art. 329°).

En cuanto a la investigación del delito, el Art. 65° del CPP


establece que el Ministerio Público, en el desarrollo de dicha
actividad deberá obtener los elementos de convicción
necesarios para la acreditación de los hechos delictivos, así
como para identificar al autos o autores o partícipes en su
comisión. Además delimita lo que es la investigación
preliminar, incorporándola como parte de la investigación
preparatoria, limitándola en el tiempo a partir de la noticia
criminal, iniciando las investigaciones preliminares para
decidir si formaliza o no la investigación preparatoria.
CARACTERÍSITICAS DE LA INVESTIGACION PREPARATORIA

A) No jurisdiccional, pues las funciones de investigación están


bajo conducción del Fiscal y no del Juez a quien compete las
labores decisorias. Los elementos de convicción colectados en
esta fase no sirven para fundar la sentencia, pero sí para
emitir resoluciones dentro de la misma investigación y en la
etapa intermedia.

B) Finalidad preparatoria, porque busca reunir los elementos


de cargo o de descargo que permitan al Fiscal acusar o no
hacerlo y al imputado preparar su defensa, determinar si hay
causa probable o base para iniciar un juicio.

C) Protección de derechos y garantías El Juez de la


investigación preparatoria controla que las diligencias que
realiza la policía y el Fiscal no violen los derechos
fundamentales del imputado, caso contrario dicta medidas de
corrección o protección. La restricción de los derechos
fundamentales está sujeta a autorización previa,
convalidación y control judiciales.
D) Flexibilidad, la investigación podría culminar antes del
vencimiento del plazo cuando se haya cumplido el objeto de la
investigación, y cuando no se afecte el derecho de defensa del
imputado. Vale decir, el objeto de la investigación debe culminarse
dentro del plazo legal que tuvo el Ministerio Púbico y no fuera de
este. Si ese fuera el caso, daríamos carta abierta para que el ente
persecutor investigue sin ningún límite de tiempo, lo cual implicaría
la vulneración al derecho constitucional del plazo razonable.

E) Eficacia, Dirigida a la seguridad ciudadana, procesando con éxito


los casos y priorizándolos según su trascendencia social, reduciendo
la impunidad, frustración y demoras que suscitan excarcelaciones o
prescripciones. El diseño de estrategias importará, en ciertos casos,
que el Fiscal desarrolle diligencias preliminares, sin formular un
requerimiento al Juez o solicitar una medida cautelar personal
contra el imputado.
Una de las características más resaltantes es que la investigación
preparatoria está sujeta a control judicial que, conforme al numeral
2 del art. 343 del CPP, se regula mediante el control de plazo,
mecanismo procesal que sirve para vigilar el plazo legal que tiene la
fiscalía para investigar y cumplir el objeto que persigue dentro de
un tiempo determinado y previsto por ley.
Instrumentos para la eficacia de
la persecución del delito
* Control de identidad.
* Vídeo vigilancia.
* Pesquisas.
* Intervenciones corporales.
* Allanamiento.
* Exhibición e incautación de bienes, actuaciones y
documentos no privados.
* Agente encubierto.
* Entrega vigilada de bienes.
* Interceptación o intervención postal y de comunicaciones
o telecomunicaciones.
* Aseguramiento e incautación de documentos privados.
* Levantamiento del secreto bancario y de la reserva
tributaria.
* Clausura o vigilancia de locales e inmovilización.
* Prueba anticipada.
* Colaboración eficaz.
* Medidas de protección.
* Mecanismos de cooperación judicial internacional
F) Racionalización o flujo adecuado de casos, para ello el Fiscal
puede:
1. No iniciar la investigación, indicando que no procede formalizar y
archivar lo actuado.
2. Reservar provisionalmente.
3. Aplicar el principio de oportunidad y los acuerdos reparatorios.
4. Propiciar la terminación anticipada.

Ingreso de la oralidad y contradicción


Mediante audiencias ordenadas y dirigidas por el Juez con
intervención de las partes, en las cuales se debate y resuelve, entre
otros asuntos, los medios de defensa técnica, la prisión preventiva.
FINALIDAD DE LA INVESTIGACION PREPARATORIA
La Investigación Preparatoria persigue, reúne los elementos de
convicción, de cargo y de descargo, que permitan al Fiscal decidir si
formula o no acusación y, en su caso, al imputado preparar su
defensa.
Tiene por finalidad determinar si la conducta incriminada es
delictuosa, las circunstancias o móviles de la perpetración, la
identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como la
existencia del daño causado.
Dirección de la Investigación preparatoria
El Fiscal dirige la Investigación Preparatoria. A tal efecto podrá realizar por
sí mismo o encomendar a la Policía las diligencias de investigación que
considere conducentes al esclarecimiento de los hechos, ya sea por propia
iniciativa o a solicitud de parte.

Función del Juez de la Investigación Preparatoria


1. Autorizar la constitución de las partes.
2. Pronunciarse sobre las medidas limitativas de derechos que requieren
orden judicial y – cuando correspondan – las medidas de protección.
3. Resolver excepciones, cuestiones previas o prejudiciales.
4. Realizar actos de prueba anticipada.
5. Controlar el cumplimiento del plazo en las condiciones fijadas en el
código.

CARÁCTER RESERVADO Y SECRETO DE LA INVESTIGACION


PREPARATORIA

RESERVADO
Sólo podrán enterarse de su contenido las partes de manera directa o a
través de sus abogados debidamente acreditados en autos. Se puede dar
copias a las partes.
SECRETO
El Fiscal puede ordenar que alguna actuación o documento se mantenga en
secreto por un tiempo no mayor de veinte días, prorrogables por el Juez de la
Investigación Preparatoria por un plazo no mayor de veinte días, cuando su
conocimiento pueda dificultar el éxito de la investigación. La Disposición del
Fiscal que declara el secreto se notificará a las partes.
COPIAS DE LO ACTUADO PARA LAS PARTES
Las copias que se obtengan son para uso de cada una de las partes. El Abogado
que las reciba está obligado a mantener la reserva de Ley, bajo responsabilidad
disciplinaria.
Esto permitirá que las partes puedan ejercer de manera eficaz el derecho que
le corresponde.
CARÁCTER DE LAS ACTUACIONES DE LA INVESTIGACIÓN
Las actuaciones de la investigación tienen carácter de acto de investigación y
solo servirán para emitir las resoluciones propias de la investigación y de la
etapa intermedia.
Para los efectos de la sentencia solo tienen carácter de acto de prueba las
pruebas anticipadas y la prueba preconstituida, que se obtuvo en la etapa de
investigación preparatoria.
DENUNCIA Y ACTOS INICIALES DE INVESTIGACIÓN
FACULTAD Y OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR
FACULTAD
Cualquier persona tiene la facultad de denunciar los hechos delictuosos
ante la autoridad respectiva, siempre y cuando el ejercicio de la acción
penal para perseguirlos sea público.

OBLIGACION
1. Quienes están obligados a hacerlo por expreso mandato de la Ley. En
especial lo están los profesionales de la salud por los delitos que conozcan
en el desempeño de su actividad, así como los educadores por los delitos
que hubieren tenido lugar en el centro educativo.

2. Los funcionarios que en el ejercicio de sus atribuciones, o por razón del


cargo, tomen conocimiento de la realización de algún hecho punible.

¿QUIÉNES NO ESTAN OBLIGADOS A DENUNCIAR?


Nadie está obligado a formular denuncia contra su cónyuge y parientes
comprendidos dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad.
Tampoco existe esta obligación cuando el conocimiento de los hechos está
amparado por el secreto profesional.
¿CUÁLES SON LAS FORMAS DE INICIAR LA INVESTIGACION?

1. El Fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga conocimiento de la


sospecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito.
Promueve la investigación de oficio o a petición de los denunciantes.

2. La inicia de oficio cuando llega a su conocimiento la comisión de un delito de


persecución pública.

DILIGENCIAS PRELIMINARES - FINALIDAD


Las Diligencias Preliminares tienen por finalidad realizar los actos urgentes o
inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de
conocimiento y su delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales
de su comisión, individualizar a las personas involucradas en su comisión,
incluyendo a los agraviados.
El Fiscal puede, bajo su dirección, requerir la intervención de la Policía o
realizar por sí mismo diligencias preliminares de investigación para determinar
si debe formalizar la Investigación Preparatoria.
El Fiscal, al tener conocimiento de un delito de ejercicio público de la acción
penal, podrá constituirse inmediatamente en el lugar de los hechos con el
personal y medios especializados necesarios y efectuar un examen con la
finalidad de establecer la realidad de los hechos y, en su caso, impedir que el
delito produzca consecuencia ulteriores y que se altere la escena del delito.
ACTUACIÓN POLICIAL
La Policía al tomar conocimiento de la comisión de un delito, pondrá en
conocimiento del Fiscal por la vía más rápida y también por escrito,
indicando los elementos esenciales del hecho y demás elementos
inicialmente recogidos.
Después de comunicada la noticia del delito, la Policía continuará las
investigación hasta que se apersone el Fiscal. Después de ello practicará
las demás diligencias que indique el Fiscal.

INFORME POLICIAL
1. La Policía en todos los casos en que intervenga elevará al Fiscal un Informe
Policial.
2. El Informe Policial contendrá los antecedentes que motivaron su
intervención, la relación de las diligencias efectuadas y el análisis de los
hechos investigados, absteniéndose de calificarlos jurídicamente y de
imputar responsabilidades.

Al Informe Policial adjuntará las actas levantadas, las manifestaciones


recibidas, las pericias realizadas, así como la comprobación del domicilio,
los datos personales de los imputados, entre otros..
CALIFICACION DE LA DENUNCIA
1. Si el Fiscal al calificar la denuncia o después de haber realizado o
dispuesto realizar diligencias preliminares, considera que el hecho
denunciado no constituye delito, no es justiciable penalmente, o
se presentan causas de extinción previstas en la Ley, declarará
que no procede formalizarla.
Esta Disposición se notificará al denunciante y al denunciado.
2. En caso que el hecho fuese delictuoso y la acción penal no
hubiere prescrito, pero faltare la identificación del autor o
partícipe, ordenará la intervención de la Policía para tal fin.
3. Cuando aparezca que el denunciante ha omitido una condición de
procedibilidad que de él depende, dispondrá la reserva
provisional de la investigación, notificando al denunciante.
4. El denunciante que no estuviese conforme con la Disposición de
archivar las actuaciones o de reservar provisionalmente la
investigación, requerirá al Fiscal, en el plazo de cinco días, eleve
las actuaciones al Fiscal Superior.
5. El Fiscal Superior se pronunciará dentro del quinto día. Podrá
ordenar se formalice la investigación, se archiven las actuaciones
o se proceda según corresponda.
Formalización de la Investigación preparatoria
Vencido el plazo de la Investigación Preliminar, el
Fiscal – entre una de las opciones de actuación –
podrá disponer la formalización y continuación de
la Investigación Preparatoria, mediante la
expedición de una DISPOSICIÓN, adjuntando
copia de ésta al Juez de la Investigación
preparatoria, si concurren los requisitos.

Efectos de la formalización de la investigación


1. La formalización de la investigación suspenderá
el curso de la prescripción de la acción penal.
2. El Fiscal perderá la facultad de archivar la
investigación sin intervención judicial.
INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

El Código Procesal Penal utiliza el término investigación,


mientras que el de instrucción es empleado por el Código de
Procedimientos Penales de 1940, para referirse a la actividad
en el compendio de elementos de pruebas importantes para el
desarrollo del juicio.
Bajo esa premisa, respecto de la justificación de la
investigación realizada por el Estado, mediante el ente
persecutor del delito, Ministerio Público, el maestro San
Martín Castro ha señalado que:
El carácter oficial de la investigación se justifica por el deber
que incumbe al Estado de salvaguardar la estabilidad social y
amparar a los ciudadanos frente a las acciones delictivas (art.
44 de la Constitución peruana) y, en consecuencia, de imponer
las sanciones a los infractores del orden jurídico. Como el ius
puniendi es de atribución exclusiva del Estado y se ejerce
previo proceso (art. 159 del mismo cuerpo normativo
constitucional), no cabe dejar a la iniciativa de los particulares
el descubrimiento de las fuentes de información sobre los que
ha de ser materia de juzgamiento.
En resumen, es un procedimiento informativo a fin de
descubrir la existencia de un delito, así como de la
persona o personas inmersas en la comisión de ese
presunto ilícito penal. Tal como lo señala Ricardo
Leve “constituye una mera etapa preparatoria del juicio
y sirve para obtener los elementos de convicción que
son indispensables durante el juicio efectuándose una
averiguación previa durante la cual casi todas las
medidas son provisorias y no causan instancia

Es el objetivo central de la investigación preparatoria


consiste en la preparación del juicio y de la defensa,
cuya única finalidad es obtener de forma equitativa
pruebas suficientes que conlleven a demostrar la
culpabilidad o inocencia del acusado.
FORMALIZACIÓN Y CONTINUACION DE LA INVESTIGACION
PREPARATORIA
Esta se inicia cuando:
•Indicios reveladores de la existencia del delito
• La acción penal no ha prescrito
• Individualizado el imputado

ACUSACION DIRECTA
Cuando las diligencias actuadas preliminarmente establecen
suficientemente la realidad del delito y la intervención del
imputado en su comisión

FISCAL PROVINCIAL > CALIFICACIÓN DE DENUNCIA


ARCHIVO DE LA DENUNCIA

NOTIFICACION A: DENUNCIADO –DENUNCIANTE - FISCAL


PROVINCIAL - FISCAL SUPERIOR 5 DIAS –ORDENARÁ
- Se formalice la investigación
- Se archiven Las actuaciones
- Se procede según corresponda
LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
Formalización investigación preparatoria
Vencido el plazo de la Investigación Preliminar, Preliminar, el Fiscal – entre
una de las opciones de actuación – podrá disponer la formalización y
continuación de la Investigación Preparatoria, Preparatoria, mediante la
expedición de una DISPOSICIÓN, adjuntando copia de ésta al Juez de la
Investigación preparatoria, preparatoria, si concurren los ciertos requisitos.

Requisitos para la formalización de la Investigación preparatoria


1. Existencia de indicios reveladores de la indicios reveladores de la existencia de
un delito.
2. Que la acción penal no hay prescrito.
3. Que se haya individualizado al imputado
4. Que se hayan satisfecho los requisitos de procedibilidad, si fuera el caso.

Efectos de la formalización de la investigación

1. La formalización de la investigación suspenderá el curso de la prescripción de


la acción penal.
2. Asimismo, el Fiscal perderá la facultad de archivar la investigación sin
intervención judicial.
CONTROL DEL PLAZO Y CONCLUSION DE LA
INVESTIGACION PREPARATORIA
La determinación del plazo de la investigación preparatoria es la
columna vertical de la primera etapa del proceso penal, pues se
constituye como una limitación a la persecución penal que
recae sobre un investigado. Nadie puede estar sometido a un
proceso penal para siempre, afirmar lo contrario significaría que
una persona viva con el estigma de una investigación perpetua
en su contra. Sin embargo, el control de plazo en nuestra
realidad nacional es un arma de doble filo: si bien, por un lado,
evita una excesiva dilación investigatoria; por el otro, genera
que se archiven procesos en el Ministerio Público debido a una
sobrecarga procesal, desidia del fiscal o falta de personal. Esto
ocasiona que no se pueda investigar correctamente y que, al
término del plazo, se soliciten sobreseimientos o se requieran
acusaciones débiles en su fundamentación.
El control de plazo es un mecanismo legal que tiene por
finalidad realizar un control respecto al plazo de
una investigación preparatoria, su legalidad, sus diligencias
preliminares y su prórroga. Sirve para impedir que el persecutor
del delito se exceda en el plazo que ha establecido la norma.
L

El plazo en la etapa de investigación preparatoria


La etapa de investigación preparatoria puede dividirse en dos
fases:
a) Diligencias preliminares
b) Investigación preparatoria formalizada; ambas permiten que el
procesado solo pueda ser acusado una vez que ha sido investigado
en el marco del debido proceso, asimismo, resguardan el respeto
de sus derechos fundamentales y de las garantías procesales que lo
asisten.

Plazo de las diligencias preliminares


La finalidad de las diligencias preliminares conforme lo señala la
Corte Suprema en múltiples ejecutorias es:
1) Realizar actos urgentes solo para determinar si los hechos
denunciados son reales y si además configuran uno o varios ilícitos
penalmente perseguibles;
2) Asegurar la escena del crimen y la evidencia sensible de la presunta
comisión del ilícito, y evitar en lo posible mayores consecuencias
derivadas de la perpetración del delito; y
3) Individualizar al presunto imputado fundamentalmente y al
agraviado si es posible.
El artículo 334.2 del CPP estipula que el plazo de las
diligencias preliminares es de60 días, sin embargo, el fiscal
podrá fijar un plazo distinto según las características y
circunstancias de los hechos objeto de investigación. Este
periodo no podrá superar los 120 días para casos simples, 8
meses para casos complejos y 36 meses para casos
de crimen organizado (integrantes, personas vinculadas o
que actúan bajo su encargo sin integrarlas).

Plazo de la investigación preparatoria formalizada


La investigación preparatoria formalizada se inicia con la
expedición de la disposición fiscal de continuación y
formalización de la investigación preparatoria, la que
judicializa la investigación, habilita al fiscal a solicitar contra
el imputado la imposición judicial de cualquiera de las
medidas de coerción procesal, sean personales o reales
(art. 338.4), entre otros efectos señalados en el art. 339 del
CPP.
Prórroga del plazo de investigación preparatoria
El artículo 342 del CPP regula el plazo de duración de
la etapa de investigación preparatoria (ordinario y
ampliatorio), cuya prórroga o ampliación procede a
solicitud del fiscal ante el juez de la investigación
preparatoria. Esta prórroga se obtiene cuando falta
concretar todos los ámbitos esenciales para un
pronunciamiento efectivo sobre el sobreseimiento o la
acusación en atención a la cantidad y/o dificultad de su
realización. Procede de la siguiente manera:

a) Simple: 120 días + 60 días


b) Complejo: 8 meses + 8 meses
c) Crimen organizado: 36 meses + 36 meses
El control de plazo
El control de plazo no es otra cosa que el control
procesal para controlar la actividad persecutoria del
Ministerio Público, especialmente cuando se afecten
derechos fundamentales. Si bien el Estado tiene el
poder de investigar y sancionar los delitos (ius
puniendi), este encuentra su límite en que la
investigación debe realizarse dentro del plazo que
señala la ley (plazo legal) y en el menor tiempo posible
(plazo razonable).

La solicitud de control del plazo se presenta cuando


vence el plazo establecido, haya sido prorrogado o no;
corresponde a solicitud de parte y el órgano
competente para examinar el pedido de conclusión de
investigación preparatoria formalizada es el juez de
investigación preparatoria.
Audiencia de control de plazo
Regulada en el art. 343 del CPP, prescribe que previa remisión
del expediente por parte del fiscal hacia el juez, sumado a los
alegatos de las partes procesales que concurran a la
audiencia. La resolución se dictará al término de los debates o
dentro de 2 días de celebrada la audiencia.
Las audiencias de control de plazo son las siguientes:
1) Audiencia de control de plazo en diligencias preliminares,
2) Audiencia de control de plazo de investigación
preparatoria; y
3) Audiencia de control de la investigación preparatoria
prorrogada por el juez.

Si el juez estima fundada la solicitud de control de plazo,


dispondrá la conclusión del procedimiento de investigación y
otorgará al fiscal un plazo de 10 días para que emita el
requerimiento sobre el fondo del asunto (si sobresee o
acusa), bajo responsabilidad.
El Fiscal dará por concluida la Investigación Preparatoria
cuando considere que ha cumplido su objetivo, aún cuando
no hubiere vencido el plazo.

Si vencidos los plazos previstos en nuestra norma adjetiva


el Fiscal no dé por concluida la Investigación Preparatoria,
las partes pueden solicitar su conclusión al Juez de la
Investigación Preparatoria. Para estos efectos el Juez citará
al Fiscal y a las demás partes procesales a una audiencia de
control del plazo, quien luego de revisar las actuaciones y
escuchar a las partes, dictará la resolución que
corresponda.

Si el Juez ordena la conclusión de la Investigación


Preparatoria, el Fiscal en el plazo de diez días debe
pronunciarse solicitando el sobreseimiento o formulando
acusación, según corresponda. Su incumplimiento acarrea
responsabilidad disciplinara en el Fiscal.
CONCLUSIONES
La investigación preparatoria debe culminar cuando venza el plazo legal conforme al
art. 342 del NCPP. En caso contrario, nos encontraríamos frente a la vulneración del
derecho al plazo razonable, es decir, a ser investigado en un plazo fijado por ley.

El significado desde una perspectiva axiológica de la norma, conforme al numeral 1


del art. 342 del NCPP, es que el objeto de la investigación preparatoria debe ser
culminada dentro del plazo establecido por ley, o cuando se solicita prórroga del
plazo, y no fuera de dichos plazos o mediante la emisión de una disposición que dé
por concluida la investigación preparatoria.
Los plazos en el proceso penal se deben cumplir escrupulosamente, sea en horas o
días, sin distinción entre hábiles o inhábiles, cuando se trate de actuaciones
procesales en las que se afecta directamente la libertad del investigado.
La etapa de investigación preparatoria comprende el plazo en que se realizan las
diligencias preliminares y, posteriormente, la investigación formalizada.
El control de plazo es un mecanismo legal que tiene por finalidad realizar un
control respecto al plazo de una investigación preparatoria, su legalidad, sus
diligencias preliminares y su prórroga. Sirve para impedir que el persecutor del
delito se exceda en el plazo que ha establecido la norma.
EL MINISTERIO PÚBLICO (Art. 60 - 66 CPP.)
Es un órgano jurídico procesal instituido para actuar en el
proceso penal como titular de la acción penal, por lo que está
a su cargo la promoción, impulso y ejercicio de la misma ante
los órganos jurisdiccionales. Es por ello que la titularidad del
Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal, resulta
acorde con los principios constitucionales de juicio previo y de
inviolabilidad de la defensa.
Marcial Rubio Correa señala: “el Ministerio Público es un
órgano autónomo del Estado, esto es independiente en sus
decisiones, que tiene por finalidad principal velar por la
adecuada administración de justicia en representación de la
sociedad. No es un contralor ni un censor de la labor de los
tribunales y juzgados, pues no tiene capacidad para
imponerles decisiones ni de pedir sanciones para ellos.
Cumple sus labores realizando investigaciones,
acompañando permanentemente el trabajo de los
magistrados judiciales y ejercitando que el órgano
jurisdiccional juzgue, que realice su función, pero no juzga”.
ROL DEL FISCAL
“Art. 159° de la Constitución Política del Perú.
Corresponde al Ministerio Público:
(…)
4. Conducir desde su inicio la investigación del delito.
Con tal propósito, la Policía Nacional está obligada a
cumplir los mandatos del Ministerio Público en el
ámbito de su función.
(…)”
1) Título Preliminar (art. IV).
2) Artículos 60° al 66°.
3) En cada etapa.

FUNCIONES
- Titular del ejercicio de la acción penal.
- Deber de la carga de la prueba.
- Conduce la investigación desde su inicio.
ROL GENERAL

A) Colaboración para abolir el sistema inquisitivo.


B) Constituirse en el nuevo motor del sistema acusatorio.
- Desformalizar la investigación (dinámico), es de carácter
preparatorio, tiene por finalidad evitar la formación de
criterios anticipados de solución de los casos, hacer y
conservar las pruebas para la etapa de juicio como la
más importante.
- Descarga procesal (Salidas tempranas y de simplificación
procesal).
C) Protección a la víctima y testigo.

ROL ESPECÍFICO
(Investigación Preparatoria)

• Diseña la estrategia de investigación.


• Requiere las medidas coercitivas (personales o reales).
• Conducción compulsiva.
• Dirige y conduce la investigación preparatoria.
• Actos de investigación.
• Califica la denuncia (Archivo, diligencias preliminares,
reserva provisional, formalización).
• Dispone las diligencias, requiriendo apoyo.
• Reúne elementos de convicción de cargo y de descargo.
• Sustentar oralmente sus requerimientos
• Dar por concluida la investigación.
• Requiere y sustenta la Acusación o Sobreseimiento,
según sea el caso.
• Fiscal puede ser sustituido.
• Subsanar Acusación.
• Teoría del Caso.
• Sustentar y defender la Acusación.
• Alegato de Apertura.
• Actuación probatoria.
• Interrogatorio, contrainterrogatorio y objeciones.
• Alegato final.
DECIDE Y FORMULA Arts. 64 y 122 CPP.
a) Disposiciones: se dictan para decidir inicio, continuación y archivo;
conducción compulsiva; intervención de la PNP; principio de
oportunidad; previsto por ley.
b) Requerimientos: realizar un acto procesal ante el Juez.
c) Providencias: ordenar materialmente la etapa de investigación.
d) Derecho a impugnar.

Atribuciones: Según el art. 68° son:


1. En su función de investigación, bajo la conducción del Fiscal
podrá:
- Recibir las denuncias escritas o verbales y tomar declaraciones.
- Vigilar y proteger el lugar de los hechos.
- Registro de las personas y prestar el auxilio a las víctimas.
- Recoger y conservar los objetos e instrumentos relacionados con el
delito.
- Practicar diligencias orientadas a la identificación física de los autores
y partícipes del delito.
- Recibir las declaraciones de testigos.
- Levantar planos, tomar fotografías, realizar grabaciones y demás.
- Capturar a los presuntos autores y partícipes en caso de flagrancia,
informando de inmediato sus derechos.
- Asegurar documentos privados, poniendo a disposición del Fiscal y
sea examinado y resuelto por el Juez.
- Allanar locales de uso público o abiertos al público.
- Efectuar, bajo inventario, los secuestros e incautaciones.
- Recibir declaraciones de autores o partícipes, con presencia
obligatoria de su abogado defensor. Si no está, sólo se va a
constatar la identidad de aquellos.
- Reunir cuanta información adicional de urgencia permita la
Criminalística para ponerla a disposición del Fiscal.
- Las demás diligencias y procedimientos de investigación necesarios
para el mejor esclarecimiento de los hechos investigados.
- De todas las diligencias se sentará Actas.
- El imputado y su defensor tienen acceso a las investigaciones
realizadas.
La Constitución de 1979, en su Art. 250°, crea el
Ministerio Público como “órgano autónomo y
jerárquicamente organizado” (L.O.M.P. Art. 1°). La Ley
Orgánica del Ministerio Público regula su organización y
funciones (D. Ley N° 052, de 12 de Marzo de 1981). La
Constitución de 1993 reitera y refuerza su autonomía.
Hasta antes de la Constitución de 1979, el Ministerio
Público formaba parte del Poder Judicial, se regía por
sus disposiciones así como las establecidas por la ley
procesal.
Sus Órganos son los siguientes:
1. La Fiscalía de la Nación.
2. Los Fiscales Supremos.
3. Los Fiscales Superiores.
4. Los Fiscales Provinciales, y
5. Los Fiscales Adjuntos de todas las instancias.
La titularidad del ejercicio de la acción penal a cargo del Ministerio
Público, lo establece el Art. 11° de la LOMP, coherente con el
mandato constitucional –implica que será éste quien monopolice la
acción penal, y que a través de sus Fiscales se encargue de
denunciar todos aquellos hechos que constituyen delitos, dirigiendo
además la investigación del delito desde la notitia criminis, hasta la
formulación de la correspondiente acusación, correspondiéndole la
carga de la prueba, así como la persecución del delito y de la
reparación civil.
Su obligación fundamental es asegurarse de que toda denuncia e
investigación realizada contenga causa probable de la imputación
penal, esto es, no debe acusar por acusar, sino solo debe de poner
en marcha el aparato jurisdiccional por existencia de suficientes
elementos probatorios de la realización y certeza del delito y de la
vinculación del implicado o denunciado en su comisión.
La actuación será de oficio, cuando el Ministerio Público actúa por
iniciativa propia, ejerciendo facultades que el Estado le ha
conferido, esto se justifica, en la necesidad de defender a la
sociedad.
La actuación a instancia de parte, es promovida cuando la persona
que ha sido agraviada, solicita al Ministerio Público, que se ejercite
la acción penal.
Principales Funciones

Las principales funciones del Ministerio Público nacen de la


Constitución (Art. 159°).
1. Defensa de la legalidad, en sentido amplio, sea en el
ámbito jurisdiccional como en el prejurisdiccional. En tal
sentido, con su intervención se garantiza la regularidad del
procedimiento realizado. El Fiscal promueve la acción judicial
en defensa de la legalidad y de los intereses tutelados por el
Derecho. El ejercicio de esta función lo es de oficio o a
instancia de parte.

2. Vela por la independencia de los Órganos Jurisdiccionales


y por la recta administración de justicia. Por ello se
encomienda al Fiscal de la Nación a vigilar la independencia
y recta administración de justicia (Art. 69° LOMP) y cuando
consideran los jueces que existe alguna amenaza al respecto
de su independencia, pueden dirigirse al Ministerio Público,
con conocimiento del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial
(Art. 16° LOMP).
3. Representa a la sociedad en los procesos judiciales,
respecto a la defensa de la familia, del menor e incapaces.

4. Conduce desde su inicio la investigación del delito. Con tal


propósito, la Policía Nacional está obligada a cumplir con los
mandatos del Ministerio Público en el ámbito de su función.
Mediante este precepto constitucional, se otorga al Ministerio
Público el monopolio del ejercicio público de la acción penal
y se le faculta para dirigir la investigación del delito, quedando
la Policía Nacional bajo su subordinación funcional. Sin
embargo debe tenerse en cuenta que la Policía Nacional
tiene por finalidad entre otros aspectos, la de prevenir,
investigar y combatir la delincuencia, y ello no se contrapone
con la función que realiza con el Ministerio Público quien
tiene la dirección de la investigación.

De tal manera se trata de una complementación de funciones


y no de contraposición.
5. Ejercita la acción penal de oficio o a petición de parte, en
ambos casos, tratándose de aquellos delitos que requieren
del ejercicio público de la acción penal. En los delitos que
requieren ejercicio privado de la acción penal (querellas por
difamación, injuria) no interviene el Fiscal ejercitando la
acción penal, la persona que se siente afectada deberá
acudir directamente ante la autoridad judicial a presentar su
denuncia.

6. La acción popular que este artículo menciona, se refiere a


la denuncia que puede hacer cualquier persona que
presencia o tiene conocimiento de un hecho delictuoso, cuya
intervención termina con la denuncia que ésta hace ante el
Ministerio Público o la Policía Nacional.

7. Emite dictamen previo a las resoluciones judiciales en los


casos previstos por la ley.

8. El Ministerio Público tiene iniciativa legislativa, en tal


sentido, puede presentar proyectos de ley debidamente
motivados; o dar cuenta al Congreso o al Presidente de la
República, de los vacíos o defectos de la legislación.
EL IMPUTADO (Art. 71 - 79 CPP.)

El imputado es la persona a quien se le incrimina la comisión


de un hecho punible. Es el sujeto sometido a investigación y
juicio y sancionado con una pena si es declarado culpable.

Con esta expresión se denomina al sujeto citado, como si


fuera un denominador común, por cuanto su situación, según
el grado de pruebas que se vayan acumulando en el curso
del proceso, se le considera imputado, luego pasa a ser
denunciado, inculpado, procesado y luego acusado.

En torno a él, el Código regula su situación en el proceso, en


sus distintas etapas de desarrollo, indica sus derechos y
facultades, instituye la intangibilidad de sus garantías
constitucionales y todo se construye en su entorno, hasta la
sentencia.
Por tanto, imputado es aquella persona física contra
quien se dirige la acción penal, desde inicio del proceso.
Siendo él, quien tiene el papel central y protagonista en
el proceso, conjuntamente con el Juez y el Fiscal, que
son sujetos indispensables y necesarios de la relación
procesal.

Ahora bien, toda persona a la que se le imputa un delito,


debe ser respetada como poseedor de derechos y no
solo tratado como objeto del proceso. Dichas garantías
se encuentran consagradas no solo en la Constitución y
las Leyes internas, si no también en los tratados
Internacionales de Derechos Humanos, donde se
consagra los derechos fundamentales de la persona, y
de las que derivan los principios que rigen todo el
proceso penal; por lo que el derecho a la defensa es
irrestricto, estando vinculado a los derechos
fundamentales de la persona de conformidad con la
legislación nacional e internacional.
La condición de imputado se adquiere desde el momento en
que la autoridad comunica a una persona que se están
siguiendo en su contra actuaciones por la comisión de
determinados hechos delictivos y se le atribuye una
participación en el mismo.

Derechos del imputado: Art. 71 CPP.


- Conocer los cargos formulados en su contra y en caso de
detención que se le exprese la causa o motivo de tal medida.
- Elección de su abogado defensor o nombramiento del mismo
desde el momento en que es citado por la autoridad policial.
- Abstenerse de declarar que es un derecho al silencio; y si
acepta hacerlo, a que su Abogado esté presente en su
declaración y en todas las diligencias en que se requiere su
presencia.
- Que, no se empleen en su contra medios coactivos,
intimidatorios o contrarios a su dignidad, es el respeto a su
integridad personal.
- Presencia en la práctica de los actos de
investigación.

- Requerir los actos de investigación y de prueba.

- Interponer recursos.

- Ser examinado por el Médico Legista u otro


profesional cuando su estado de salud así lo
requiera.

Cuando se trasgrede algunos de los derechos del


imputado, éste puede acudir en vía de tutela al
Juez de la Investigación Preparatoria para que se
subsane la omisión o dicte las medidas de
corrección o de protección que correspondan.
EL ABOGADO DEFENSOR Art. 80 – 85 CPP.

El Abogado, es aquel profesional que ejerce la


abogacía, previo cumplimiento de los presupuestos y
requisitos legales (Art. 285° y siguiente, LOPJ) entre los
que se encuentra el referido título académico, así como
las pautas éticas (Código de Ética).

Este nuevo modelo busca garantizar y fortalecer el


derecho de defensa desde el primer acto de imputación
judicial.

Si bien el imputado puede actuar en el proceso penal


protegido por las garantías propias que tiene, sin
embargo es necesario que exista una equiparación entre
la acusación y la defensa, resultando exigible que junto
al imputado se encuentre su Abogado defensor, que
ayudará a realizar la defensa.
El imputado no puede dejar de tener su abogado
defensor, y desde el momento en que aquél tenga
contacto con el proceso se le debe hacer conocer el
derecho a designarlo. Así, en la oportunidad en que el
Fiscal y la autoridad policial le reciba su declaración,
debe estar asistido por un Abogado de su libre elección
estando aún incomunicado.

Los defensores pueden ser varios actuando como


Estudio Asociado y pueden ejercer la defensa de un
mismo procesado, puede ser de manera conjunta o
separada. La notificación realizada por el Fiscal o el
Juez, en el domicilio procesal señalado en autos por el
Estudio Asociado, comprenderá a todos y cada uno de
los abogados que participan en la defensa.
Como está establecido, el derecho de defensa es irrestricto,
por tanto un letrado puede tener la defensa de varios
procesados en un mismo proceso, siempre y cuando no
exista entre ellos incompatibilidad, es decir, cuando existe
entre los co-inculpados una contradicción de posición jurídica
y de intereses.

Existe incompatibilidad si es que el letrado quisiera asesorar


al imputado y al agraviado a la vez, más no si asesora al
imputado y al tercero civil responsable o a los co-inculpados a
los cuales se les imputa la comisión de un mismo hecho.(Art.
81 CPP).

La concurrencia e intervención del letrado es importante


sobre todo para la defensa del imputado y el desarrollo
normal del proceso. Es obligación del Abogado concurrir a
todas las diligencias a las que es citado. Si no pudiera
concurrir a la diligencia, será reemplazado por otro que
designe el imputado, o por un abogado de oficio.
El Abogado Defensor actúa como servidor de la justicia
y colaborador de los Magistrados (Art. 288°, inc. 1.,
LOPJ) y goza de todos los derechos que le confiere la
Constitución y las leyes. Tiene derecho a defender o
prestar asesoramiento ante las autoridades judiciales,
parlamentarias, políticos, administrativas, policiales y
militares y ante entidades o corporaciones de derecho
privado. (Art. 293 LOPJ).

Los derechos del Abogado están señalados en el Art. 84


del CPP.

En un sistema eminentemente acusatorio, como el que


se establece en el CPP, la función del Abogado cobra
mayor realce, toda vez que esta en igualdad de
condiciones con el Ministerio Público, lo cual le permite
un mejor planteamiento de su defensa, pues ahora no
solo ‘podrá tener acceso al expediente desde la etapa
Investigatoria, sino podrá solicitar copia del mismo,
Inasistencia injustificada del Abogado:

Para salvaguardar el derecho de defensa, la norma prevé


que cuando el Abogado defensor no concurra
injustificadamente a dos diligencias, el procesado será
requerido para que en el término de 24 horas designe al
reemplazante, y de no hacerlo se nombrará uno de oficio
(art.85 inc.2 del CPP).

ROL DE LA DEFENSA Art. 83 CPP

* Prestar asesoramiento desde que su patrocinado fuere citado


o detenido por la autoridad policial.

* Interrogar directamente a su defendido así como a los demás


procesados, testigos y peritos.

* Recurrir a la asistencia de un experto en ciencia, técnica o


arte durante el desarrollo de una diligencia, siempre que sus
conocimientos sean requeridos para mejor defender.
* Participar en todas las diligencias.

* Tener acceso al Expediente al expediente


Fiscal y judicial para informarse y solicitar
copia.

* Aportar medios de investigación y de prueba


y de prueba que estime pertinente.

* Presentar peticiones orales o escritas.

* Realizar todas las acciones en pro de su


patrocinado.
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL
El fin del proceso penal es el de averiguar la verdad de los
hechos, no una verdad histórica por su carácter normativo-
deductivo, sino una verdad (formal) lo más aproximada a la
actividad acontecida, que contenga los fundamentos de
punibilidad; de acreditar la comisión del delito, los fundamentos
de imputación personal y de que la víctima puede verse
satisfecha en sus legítimos intereses reparatorios, más allá de un
ideal de justicia; ambos compromisos , pretensión punitiva y
pretensión indemnizatoria, ser refunden en la idea de un
Debido Proceso y de la tutela jurisdiccional efectiva.

El proceso penal presenta un decurso procesal sumamente


extenso, pudiendo presentarse una serie de acontecimientos
que pueden afectar finalmente el cumplimiento de sus fines
esenciales. Ante ello, para garantizar que la pretendida sentencia
condenatoria pueda ejecutarse cabalmente, la jurisdicción penal
dicta una serie de medidas justamente para evitar cualquier
posibilidad destinada a perturbar su cumplimiento.
Las medidas cautelares.
Son las resoluciones judiciales, dictadas con el fin de asegurar,
conservar o anticipar la efectividad de la resolución estimatoria
que pueda dictarse en el curso de un proceso judicial
considerado principal, y podrá realizarse en el caso de un litigio
en trámite o por iniciarse.

FINALIDAD. Su finalidad es asegurar la efectividad de la


sentencia que en su momento se dicte. En este sentido, las
medidas cautelares reales tienen por misión asegurar un
conjunto de bienes en los cuales posteriormente se hará
efectiva la responsabilidad pecuniaria que se derive del delito.

Características de las medidas cautelares.


Las medidas cautelares, tanto en el proceso penal deben
cumplir, entre otros, tres requisitos. Deben ser
instrumentales, provisionales y proporcionales.
Instrumentalidad. Las medidas cautelares son
instrumentales respecto al proceso principal. No se pueden
solicitar de forma independiente, sino que garantizan la
tramitación de un proceso. También protegen los intereses
de las víctimas del delito. Esto no significa que el proceso
principal deba haberse iniciado cuando se solicitan las
medidas cautelares. Pueden solicitarse antes.

Provisionalidad. Las medidas cautelares garantizan la


efectividad de la sentencia. Por tanto, en cuanto esta se
dicta, se extinguen. En algunos casos, como en la detención
o la prisión provisional, la ley establece un plazo máximo de
duración.

Proporcionalidad. Las medidas cautelares deben ser


adecuadas para los fines que se persiguen. No pueden
imponer un sacrificio que sea más oneroso que la propia
condena que se persigue con el proceso principal.
Desde que se inicia el proceso penal hasta que finaliza,
transcurre mucho tiempo. En ese período, surgen
contratiempos: los investigados pueden fugarse o destruir
pruebas. El proceso penal debe ofrecer garantías y, al mismo
tiempo, ser rápido, para que no se ocasionen otros daños y
para que el juicio se pueda realizar. Para ello existen
mecanismos, que, actúan como soluciones de compromiso, y
son las medidas cautelares.

CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL.


Estas medidas son en suma aflictivas y gravosas, pues recaen
sobre los bienes jurídicos más preciados del imputado, por
ende, su adopción debe sujetarse estrictamente a
determinados presupuestos que legitimen su dictado e
imposición, por el Órgano Jurisdiccional que asumió
competencia de la causa penal.
En el ámbito procesal penal, existen dos clases claramente
diferenciadas de medidas cautelares:
1. Las medidas cautelares personales
2. Las medidas cautelares reales.
1. Medidas cautelares personales.
Las medidas cautelares personales suponen una
limitación o prohibición de las libertades
individuales del imputado. Permiten limitar, e
incluso prohibir, su libertad de movimientos para
evitar que manipule o destruya pruebas. También
sirven para proteger los derechos de la víctima.

Son medidas que per se pueden ser de


naturaleza personal, el mandato de
detención que priva de su libertad personal al
imputado a fin de asegurar su
comparecencia en el procedimiento, lo que lo
vincula a una serie de derechos vinculados
con la esfera de la libertad personal.
Entre las medidas de coerción personal conforme al NCPP,
tenemos:
• Detención policial en delito flagrante (Art.259)
• Detención Judicial en flagrancia (Art. 266).
• Arresto ciudadano (Art.260, y Art.2.24.b Constitución Política del
Perú )
• Detención preliminar judicial (Art.261)
• Prisión preventiva (Art.268)
• Libertad del Imputado (Art. 273 - 288)
• Incomunicación (Art.280)
• Comparecencia simple (Art. 286, 291)
• Comparecencia restrictiva (Art.287)
• Detención domiciliaria (Art.290)
• Impedimento de salida (Art.295)
Otra de las peculiaridades es el de la internación
preventiva prevista en el NCPP específicamente en el
Art. 293
El procesamiento de personas inimputables

Estas medidas cautelares personales, las cuales


suponen principalmente una prohibición o limitación
de las capacidades del individuo. Las medidas
cautelares personales “tienen por objeto asegurar la
presencia del inculpado en todas las fases del proceso
y, singularmente, en la de juicio oral, así como en la
eventual de ejecución de la pena impuesta, lo que se
logra mediante la restricción, más o menos intensa, de
su libertad”. Ello se da con el fin de proteger los
derechos de la víctima, es posible impedir o limitar la
libre voluntad del investigado a efectos de no
obstaculizar el proceso penal.
a) La detención. Consiste en la privación de la libertad de
movimientos de una persona por un período de tiempo
muy corto. Puede practicarla la policía e incluso cualquier
persona (en flagrancia), si se ha cometido un delito. El
Fiscal si considera que en relación al hecho delictivo
concurren los elementos objetivos podrá solicitar al Juez de
la Investigación Preparatoria la detención preventiva caso
contrario dejarla sin efecto antes de 48 horas; o
dependiendo del tipo penal que se investiga, como es el
caso de TID que puede ser hasta de 15 días.

b) La Prision Preventiva. Con ella se priva de libertad al


imputado durante el tiempo imprescindible para la defensa
de bienes jurídicos fundamentales. Es la intromisión más
grave que el Estado puede ejercer de forma lícita sobre el
individuo por lo que se trata de una medida excepcional.
También se conoce como «prisión preventiva».
c) La libertad del imputado. Implica la restricción de la
libertad de movimientos del imputado. Se le suelen
imponer obligaciones y condiciones para asegurar su
comparecencia en el procedimiento. Es una medida que
comparte los objetivos de la prisión preventiva, pero que es
mucho menos gravosa que esta. Puede ir acompañada del
pago de una caución económica, es decir, de una garantía
económica que tiene como objetivo impedir que el
imputado se sustraiga de la acción de la justicia.

Existen, no obstante, otras medidas de carácter personal,


previstas para supuestos más específicos, como las órdenes
de alejamiento, la prohibición de conducir vehículos
motorizados, la suspensión de cargos públicos o
determinadas restricciones a la libertad de movimientos
que se prevén en los procedimientos de extradición y otras
menores como alternativas a la prisión preventiva.
2. Medidas cautelares reales
La medida cautelar es real cuando el conjunto
de medidas que la integran recaen sobre objetos materiales
(derechos reales de los involucrados en un proceso penal, o
sobre los objetos vinculados al proceso), afectan elementos
probatorios distintos de la persona misma, o bienes del
imputado o de terceros.

Las medidas cautelares reales son las que tienen por objeto
conservar los objetos o instrumentos del delito, con la
restricción de la disponibilidad de ciertos bienes del
imputado. Es una medida anticipada para que una futura
decisión definitiva no devenga en inejecutable.

Estas medidas, también denominadas patrimoniales, son


aquellas que se dirigen contra los bienes del encausado.
Pretenden garantizar que este hará frente a sus
responsabilidades económicas: la multa prevista en el tipo
penal, la responsabilidad civil derivada del delito y el pago de
las costas, entre otras obligaciones.
Las medidas de coerción real son instrumentos a través
de los cuales se aseguran las consecuencias civiles
derivadas de un hecho ilícito. Estas medidas recaen
sobre el patrimonio del imputado o sobre sus bienes
jurídicos patrimoniales, limitándolos con la finalidad de
impedir que durante el proceso determinadas
actuaciones dañosas o perjudiciales por parte de aquel,
afecten la efectividad de la sentencia o la eficacia del
proceso.

Las medidas de coerción real son instrumentos a través


de los cuales se aseguran las consecuencias civiles
derivadas de un hecho ilícito. Estas medidas «recaen
sobre el patrimonio del imputado o sobre sus bienes
jurídicos patrimoniales, limitándolos con la finalidad de
impedir que durante el proceso determinadas
actuaciones dañosas o perjudiciales por parte de aquel,
afecten la efectividad de la sentencia o la eficacia del
proceso.
Por otro lado, las denominadas medidas cautelares reales o
patrimoniales son dirigidas contra los bienes del sujeto
investigado. De esta forma, su objetivo principal es garantizar
la satisfacción de las potenciales obligaciones económicas en
las que pueda derivar el proceso penal, interponiendo las
cautelas necesarias para identificar, disponer o inmovilizar los
valores pertinentes. Para ello, serán conservados los
instrumentos del delito, o bien se actuará hacia el
aseguramiento de las responsabilidades pecuniarias.

Esta medida cautelar de naturaleza real, que son todas


aquellas medidas que recaen sobre el patrimonio del
imputado o de un tercero responsable, ante la posibilidad de
ocultamiento patrimonial, con el fin de garantizar la
efectividad del pago de los daños y perjuicios a la víctima o
actor civil, que importan un gravamen, que afecta su libre
disponibilidad en el tráfico inmobiliario. Ambas medidas –
personales y reales- tienen como objetivo esencial garantizar
la efectiva plasmación del ius puenendi, a través de una
sentencia condenatoria y los efectos civiles de la sentencia,
con el que se garantizaría la futura reparación civil, de
acuerdo a lo establecido en el Art. 92 del C.P.
Las medias cautelares generalmente tienen por objetivo:
• Velar por la seguridad de la sociedad o la víctima.
• Velar por asegurar los procedimientos de investigación.
• Asegurar la existencia de bienes para una eventual reparación.
Las medidas cautelares reales recaen directamente sobre el
patrimonio del imputado o los limitan; esto es, impiden que
durante la tramitación del proceso el imputado pueda disponer de
estos a fin de incumplir con el aspecto económico de la sentencia.
Por ejemplo, el embargo y la orden de inhibición tienen como
finalidad asegurar el patrimonio del autor del delito a efectos de
que cumpla con el pago de la reparación civil.

La orden de inhibición es una medida personalísima, es decir, una


prohibición dirigida en exclusividad al imputado -en calidad de
titular de los bienes que forman parte de su patrimonio-, que le
restringe el ejercicio de la facultad de disponer o gravar los mismos.
Esta orden de inhibición puede ser decretada a nivel de diligencias
preliminares, porque esta fase no solo tiene como finalidad la
preparación de la acción penal, sino también de la acción civil

La orden de inhibición no está sujeta a un plazo especifico, dada su


naturaleza y la finalidad que persigue.

Dentro de las medidas patrimoniales entre otras tenemos:

- La caución económica (Art. 288 . 4, 289 CPP).


Es una medida que busca la disponibilidad de dinero de forma
inmediata, ya sea en efectivo o mediante la afección de bienes. Suele
ser una alternativa menos gravosa al embargo.

También se dice que la caución es una suma de dinero que ha


servido, en varios procesos, como garantía para asegurar que el
imputado cumpla con lo dispuesto por el juez, a efectos de disminuir
el peligro procesal. ... Si se aceptó la caución personal, no procederá
la subsidiaria garantía real ofrecida (289 del CPP).
- El embargo (Art. 302 CPP).
La medida cautelar de embargo es una de las medidas
reconocidas por el Nuevo Código Procesal Penal.
Específicamente, el artículo 302º y siguientes, que establecen
qué es y cómo se ejecuta. Se trata de una medida patrimonial
que afecta los bienes del acusado, imposibilitándolo de
venderlos o deshacerse de ellos.

El embargo como medida cautelar que recae sobre los bienes


de una persona (denominada deudor) que no ha cumplido con
alguna obligación o que le adeuda algo a otra persona
(denominada acreedor). El objetivo principal del embargo es
garantizar que el deudor cumpla la obligación o pague la deuda
a favor del acreedor.
Para determinar la procedencia del embargo, debe observarse
lo señalado en el Inc. 3 del Art. 303 del CPP: ”Se adoptará la
medida de embargo, siempre que en autos existan suficientes
elementos de convicción para sostener razonablemente que el
imputado es con probabilidad autor o partícipe del delito objeto
de imputación, y por las características del hecho o
del imputado, exista riesgo fundado de insolvencia del imputado
o de ocultamiento o desaparición del bien”.

El embargo puede solicitarse en el proceso penal según los


artículos 302 y siguientes del CPP, en concordancia con los
artículos 642 y 656 del Código Procesal Civil.

En tal sentido, existen dos requisitos:


1. El juicio de probabilidad razonable de la participación del
imputado en el delito, sostenido por elementos de convicción
suficientes (apariencia de derecho); y
2. El riesgo fundado de insolvencia, ocultamiento o
desaparición, según las características del hecho o del imputado
(peligro en la demora).
Es una medida cautelar de naturaleza patrimonial en contra del
imputado (y del tercero civil) a fin de garantizar la efectividad de
la indemnización de los daños y perjuicios que ocasiona la
conducta delictiva.

En cuanto al embargo en forma de inscripción, se tiene que es


una medida cautelar de naturaleza civil que puede dictarse
cuando la pretensión es apreciable en dinero, lo que implica la
incorporación en los registros públicos del monto ejecutable de
los bienes afectados. De esta forma, se asegura la posibilidad de
ejecutar los bienes ante un fallo que declare fundada la
pretensión civil, sin necesidad de ordenar su traslado, prohibir su
disposición o gravamen, e incluso frente a terceros.

La pensión provisional Art. 314 CPP, para los procesos por hechos
derivados de los delitos de homicidio, lesiones graves, violación
de la libertad sexual, o delitos de violencia familiar, en la que el
Juez a solicitud de la parte legitimada impondrá una pensión de
alimentos para los directamente ofendidos que como
consecuencia del delito en su agravio se encuentran
imposibilitados de obtener el sustento para sus necesidades.
LA ORDEN DE INHIBICIÓN Art. 310 CPP.
En los casos en que tiene lugar el embargo, pero éste no se puede hacer
efectivo, porque no se conocen bienes del afectado o porque estos no
cubren el monto, se puede solicitar orden de inhibición.
El Fiscal o el actor civil, en su caso, podrán solicitar, cumplidos los
requisitos establecidos en el artículo 303, que el Juez dicte orden de
inhibición para disponer o gravar los bienes del imputado o del tercero
civil, que se inscribirá en los Registros Públicos.

EL DESALOJO PREVENTIVO Art. 311 CPP


Se trata de una medida real, inmediata y con fines de aseguramiento del
patrimonio afectado. En los delitos de usurpación, el Juez, a solicitud del
Fiscal o del agraviado, podrá ordenar el desalojo preventivo del
inmueble indebidamente ocupado en el término de veinticuatro horas,
ministrando provisionalmente la posesión al agraviado, siempre que
exista motivo razonable para sostener que se ha cometido el delito y
que el derecho del agraviado está suficientemente acreditado.
La solicitud de desalojo y ministración provisional puede presentarse en
cualquier estado de la Investigación Preparatoria. Se acompañarán los
elementos de convicción que acrediten la comisión del delito y el
derecho del ofendido.
MEDIDAS ANTICIPADAS Art. 312 CPP

Las medidas anticipadas surgen ante la necesidad


de hacer que la justicia sea mas rápida, se deriva
del principio de celeridad procesal.

El Juez, excepcionalmente, a pedido de parte


legitimada, puede adoptar medidas anticipadas
destinadas a evitar la permanencia del delito o la
prolongación de sus efectos lesivos, así como la
ejecución anticipada y provisional de las
consecuencias pecuniarias del delito.
MEDIDAS PREVENTIVAS CONTRA PERSONAS JURÍDICAS Art. 313 CPP

El Juez, a pedido de parte legitimada, puede ordenar respecto


de las personas jurídicas:
a) La clausura temporal, parcial o total, de sus locales o
establecimientos.
b) La suspensión temporal de todas o alguna de sus actividades.
c) El nombramiento de un Administrador Judicial.
d) El sometimiento a vigilancia judicial.
e) Anotación o inscripción registral del procesamiento penal.

Para imponer estas medidas se requiere:


a) Suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito y
de la vinculación de la persona jurídica en los supuestos
previstos en el artículo 105 del Código Penal.
b) Necesidad de poner término a la permanencia o
prolongación de los efectos lesivos del delito, peligro concreto
de que a través de la persona jurídica se obstaculizará la
averiguación de la verdad o se cometerán delitos de la misma
clase de aquél por el que se procede.

LA INCAUTACIÓN Art. 316 y 317 CPP


La incautación o secuestro consiste en la aprehensión de una
cosa, por orden judicial, con el objeto de asegurar el
cumplimiento de su función especifica: La investigación de la
verdad y la actuación de la ley penal.

Pueden ser incautados los efectos provenientes de la


infracción penal o los instrumentos con que se hubiere
ejecutado, así como los objetos del delito permitidos por la
Ley, siempre que exista peligro por la demora, pueden ser
incautados durante las primeras diligencias y en el curso de la
Investigación Preparatoria, por la Policía o por el Ministerio
Público.

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