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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL

El fin del proceso penal es el de averiguar la verdad de los hechos, no


una verdad histórica por su carácter normativo-deductivo, sino una
verdad (formal) lo más aproximada a la actividad acontecida, que
contenga los fundamentos de punibilidad; de acreditar la comisión del
delito, los fundamentos de imputación personal y de que la víctima
puede verse satisfecha en sus legítimos intereses reparatorios, más allá
de un ideal de justicia; ambos compromisos , pretensión punitiva y
pretensión indemnizatoria, ser refunden en la idea de un Debido
Proceso y de la tutela jurisdiccional efectiva.

El proceso penal presenta un decurso procesal sumamente extenso,


pudiendo presentarse una serie de acontecimientos que pueden afectar
finalmente el cumplimiento de sus fines esenciales. Ante ello, para
garantizar que la pretendida sentencia condenatoria pueda ejecutarse
cabalmente, la jurisdicción penal dicta una serie de medidas justamente
para evitar cualquier posibilidad destinada a perturbar su
cumplimiento.
Las medidas cautelares.
Son las resoluciones judiciales, dictadas con el fin de asegurar, conservar o
anticipar la efectividad de la resolución estimatoria que pueda dictarse en
el curso de un proceso judicial considerado principal, y podrá realizarse en
el caso de un litigio en trámite o por iniciarse.

FINALIDAD. Su finalidad es asegurar la efectividad de la sentencia que en


su momento se dicte. En este sentido, las medidas cautelares reales tienen
por misión asegurar un conjunto de bienes en los cuales posteriormente
se hará efectiva la responsabilidad pecuniaria que se derive del delito.

Características de las medidas cautelares.


Las medidas cautelares, tanto en el proceso penal deben cumplir, entre
otros, tres requisitos. Deben ser
instrumentales, provisionales y proporcionales.
Instrumentalidad. Las medidas cautelares son instrumentales
respecto al proceso principal. No se pueden solicitar de forma
independiente, sino que garantizan la tramitación de un proceso.
También protegen los intereses de las víctimas del delito. Esto no
significa que el proceso principal deba haberse iniciado cuando
se solicitan las medidas cautelares. Pueden solicitarse antes.

Provisionalidad. Las medidas cautelares garantizan la efectividad


de la sentencia. Por tanto, en cuanto esta se dicta, se extinguen.
En algunos casos, como en la detención o la prisión provisional, la
ley establece un plazo máximo de duración.

Proporcionalidad. Las medidas cautelares deben ser adecuadas


para los fines que se persiguen. No pueden imponer un sacrificio
que sea más oneroso que la propia condena que se persigue con
el proceso principal.
Desde que se inicia el proceso penal hasta que finaliza, transcurre mucho
tiempo. En ese período, surgen contratiempos: los investigados pueden
fugarse o destruir pruebas. El proceso penal debe ofrecer garantías y, al
mismo tiempo, ser rápido, para que no se ocasionen otros daños y para
que el juicio se pueda realizar. Para ello existen mecanismos, que, actúan
como soluciones de compromiso, y son las medidas cautelares.

CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL.


Estas medidas son en suma aflictivas y gravosas, pues recaen sobre los
bienes jurídicos más preciados del imputado, por ende, su adopción debe
sujetarse estrictamente a determinados presupuestos que legitimen su
dictado e imposición, por el Órgano Jurisdiccional que asumió competencia
de la causa penal.
En el ámbito procesal penal, existen dos clases claramente
diferenciadas de medidas cautelares:
1. Las medidas cautelares personales
2. Las medidas cautelares reales.
 
1. Medidas cautelares personales.
Las medidas cautelares personales suponen una
limitación o prohibición de las libertades individuales del
imputado. Permiten limitar, e incluso prohibir, su
libertad de movimientos para evitar que manipule o
destruya pruebas. También sirven para proteger los
derechos de la víctima.

Son medidas que per se pueden ser de naturaleza


personal, el mandato de detención que priva de
su libertad personal al imputado a fin de asegurar
su comparecencia en el procedimiento, lo que lo
vincula a una serie de derechos vinculados con la
esfera de la libertad personal.
Entre las medidas de coerción personal conforme al NCPP,
tenemos:
• Detención policial en delito flagrante (Art.259)
• Detención Judicial en flagrancia (Art. 266).
• Arresto ciudadano (Art.260, y Art.2.24.b Constitución Política del
Perú )
• Detención preliminar judicial (Art.261)
• Prisión preventiva (Art.268)
• Libertad del Imputado (Art. 273 - 288)
• Incomunicación (Art.280)
• Comparecencia simple (Art. 286, 291)
• Comparecencia restrictiva (Art.287)
• Detención domiciliaria (Art.290)
• Impedimento de salida (Art.295)
Otra de las peculiaridades es el de la internación
preventiva prevista en el NCPP específicamente en el Art.
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El procesamiento de personas inimputables

Estas medidas cautelares personales, las cuales suponen


principalmente una prohibición o limitación de las
capacidades del individuo. Las medidas cautelares
personales “tienen por objeto asegurar la presencia del
inculpado en todas las fases del proceso y, singularmente,
en la de juicio oral, así como en la eventual de ejecución de
la pena impuesta, lo que se logra mediante la restricción,
más o menos intensa, de su libertad”. Ello se da con el fin de
proteger los derechos de la víctima, es posible impedir o
limitar la libre voluntad del investigado a efectos de no
obstaculizar el proceso penal.
a) La detención. Consiste en la privación de la libertad de
movimientos de una persona por un período de tiempo muy
corto. Puede practicarla la policía e incluso cualquier persona
(en flagrancia), si se ha cometido un delito. El Fiscal si considera
que en relación al hecho delictivo concurren los elementos
objetivos podrá solicitar al Juez de la Investigación Preparatoria
la detención preventiva caso contrario dejarla sin efecto antes
de 48 horas; o dependiendo del tipo penal que se investiga,
como es el caso de TID que puede ser hasta de 15 días.

b) La Prision Preventiva. Con ella se priva de libertad al imputado


durante el tiempo imprescindible para la defensa de bienes
jurídicos fundamentales. Es la intromisión más grave que el
Estado puede ejercer de forma lícita sobre el individuo por lo
que se trata de una medida excepcional. También se conoce
como «prisión preventiva».
c) La libertad del imputado. Implica la restricción de la libertad de
movimientos del imputado. Se le suelen imponer obligaciones y
condiciones para asegurar su comparecencia en el procedimiento.
Es una medida que comparte los objetivos de la prisión preventiva,
pero que es mucho menos gravosa que esta. Puede ir
acompañada del pago de una caución económica, es decir, de una
garantía económica que tiene como objetivo impedir que el
imputado se sustraiga de la acción de la justicia.  

Existen, no obstante, otras medidas de carácter personal, previstas


para supuestos más específicos, como las órdenes de alejamiento,
la prohibición de conducir vehículos motorizados, la suspensión
de cargos públicos o determinadas restricciones a la libertad de
movimientos que se prevén en los procedimientos de extradición y
otras menores como alternativas a la prisión preventiva.
 
2. Medidas cautelares reales
La medida cautelar es real cuando el conjunto de medidas que la
integran recaen sobre objetos materiales (derechos reales de los
involucrados en un proceso penal, o sobre los objetos vinculados
al proceso), afectan elementos probatorios distintos de la persona
misma, o bienes del imputado o de terceros.

Las medidas cautelares reales son las que tienen por objeto conservar


los objetos o instrumentos del delito, con la restricción de la
disponibilidad de ciertos bienes del imputado. Es una medida anticipada
para que una futura decisión definitiva no devenga en inejecutable.

Estas medidas, también denominadas patrimoniales, son aquellas que


se dirigen contra los bienes del encausado. Pretenden garantizar que
este hará frente a sus responsabilidades económicas: la multa prevista
en el tipo penal, la responsabilidad civil derivada del delito y el pago de
las costas, entre otras obligaciones.
Las medidas de coerción real son instrumentos a través de los
cuales se aseguran las consecuencias civiles derivadas de un
hecho ilícito. Estas medidas recaen sobre el patrimonio del
imputado o sobre sus bienes jurídicos patrimoniales,
limitándolos con la finalidad de impedir que durante el
proceso determinadas actuaciones dañosas o perjudiciales por
parte de aquel, afecten la efectividad de la sentencia o la
eficacia del proceso.

Las medidas de coerción real son instrumentos a través de los


cuales se aseguran las consecuencias civiles derivadas de un
hecho ilícito. Estas medidas «recaen sobre el patrimonio del
imputado o sobre sus bienes jurídicos patrimoniales,
limitándolos con la finalidad de impedir que durante el
proceso determinadas actuaciones dañosas o perjudiciales por
parte de aquel, afecten la efectividad de la sentencia o la
eficacia del proceso.
Por otro lado, las denominadas medidas cautelares reales o
patrimoniales son dirigidas contra los bienes del sujeto investigado. De esta
forma, su objetivo principal es garantizar la satisfacción de las potenciales
obligaciones económicas en las que pueda derivar el proceso penal,
interponiendo las cautelas necesarias para identificar, disponer o inmovilizar
los valores pertinentes. Para ello, serán conservados los instrumentos del
delito, o bien se actuará hacia el aseguramiento de las responsabilidades
pecuniarias.

Esta medida cautelar de naturaleza real, que son todas aquellas medidas
que recaen sobre el patrimonio del imputado o de un tercero responsable,
ante la posibilidad de ocultamiento patrimonial, con el fin de garantizar la
efectividad del pago de los daños y perjuicios a la víctima o actor civil, que
importan un gravamen, que afecta su libre disponibilidad en el tráfico
inmobiliario. Ambas medidas –personales y reales- tienen como objetivo
esencial garantizar la efectiva plasmación del ius puenendi, a través de una
sentencia condenatoria y los efectos civiles de la sentencia, con el que se
garantizaría la futura reparación civil, de acuerdo a lo establecido en el Art.
92 del C.P.
Las medias cautelares generalmente tienen por objetivo:
• Velar por la seguridad de la sociedad o la víctima.
• Velar por asegurar los procedimientos de investigación.
• Asegurar la existencia de bienes para una eventual reparación.
Las medidas cautelares reales recaen directamente sobre el
patrimonio del imputado o los limitan; esto es, impiden que
durante la tramitación del proceso el imputado pueda disponer de
estos a fin de incumplir con el aspecto económico de la sentencia.
Por ejemplo, el embargo y la orden de inhibición tienen como
finalidad asegurar el patrimonio del autor del delito a efectos de
que cumpla con el pago de la reparación civil.

La orden de inhibición es una medida personalísima, es decir, una


prohibición dirigida en exclusividad al imputado -en calidad de
titular de los bienes que forman parte de su patrimonio-, que le
restringe el ejercicio de la facultad de disponer o gravar los mismos.
Esta orden de inhibición puede ser decretada a nivel de diligencias
preliminares, porque esta fase no solo tiene como finalidad la preparación de
la acción penal, sino también de la acción civil

La orden de inhibición no está sujeta a un plazo especifico, dada su naturaleza


y la finalidad que persigue.

Dentro de las medidas patrimoniales entre otras tenemos:

- La caución económica (Art. 288 . 4, 289 CPP).


Es una medida que busca la disponibilidad de dinero de forma inmediata, ya
sea en efectivo o mediante la afección de bienes. Suele ser una alternativa
menos gravosa al embargo.

También se dice que la caución es una suma de dinero que ha servido, en


varios procesos, como garantía para asegurar que el imputado cumpla con lo
dispuesto por el juez, a efectos de disminuir el peligro procesal. ... Si se aceptó
la caución personal, no procederá la subsidiaria garantía real ofrecida (289 del
CPP).
- El embargo (Art. 302 CPP).
La medida cautelar de embargo es una de las medidas
reconocidas por el Nuevo Código Procesal Penal.
Específicamente, el artículo 302º y siguientes, que establecen
qué es y cómo se ejecuta. Se trata de una medida patrimonial
que afecta los bienes del acusado, imposibilitándolo de
venderlos o deshacerse de ellos.

El embargo como medida cautelar que recae sobre los bienes


de una persona (denominada deudor) que no ha cumplido con
alguna obligación o que le adeuda algo a otra persona
(denominada acreedor). El objetivo principal del embargo es
garantizar que el deudor cumpla la obligación o pague la deuda
a favor del acreedor.
Para determinar la procedencia del embargo, debe observarse lo
señalado en el Inc. 3 del Art. 303 del CPP: ”Se adoptará la medida de
embargo, siempre que en autos existan suficientes elementos de
convicción para sostener razonablemente que el imputado es con
probabilidad autor o partícipe del delito objeto de imputación, y por las
características del hecho o del imputado, exista riesgo fundado de
insolvencia del imputado o de ocultamiento o desaparición del bien”.

El embargo puede solicitarse en el proceso penal según los artículos


302 y siguientes del CPP, en concordancia con los artículos 642 y 656 del
Código Procesal Civil.

En tal sentido, existen dos requisitos:


1. El juicio de probabilidad razonable de la participación del imputado
en el delito, sostenido por elementos de convicción suficientes
(apariencia de derecho); y
2. El riesgo fundado de insolvencia, ocultamiento o desaparición, según
las características del hecho o del imputado (peligro en la demora).
Es una medida cautelar de naturaleza patrimonial en contra del imputado
(y del tercero civil) a fin de garantizar la efectividad de la indemnización de
los daños y perjuicios que ocasiona la conducta delictiva.

En cuanto al embargo en forma de inscripción, se tiene que es una medida


cautelar de naturaleza civil que puede dictarse cuando la pretensión es
apreciable en dinero, lo que implica la incorporación en los registros públicos
del monto ejecutable de los bienes afectados. De esta forma, se asegura la
posibilidad de ejecutar los bienes ante un fallo que declare fundada la
pretensión civil, sin necesidad de ordenar su traslado, prohibir su disposición
o gravamen, e incluso frente a terceros.

La pensión provisional Art. 314 CPP, para los procesos por hechos
derivados de los delitos de homicidio, lesiones graves, violación de la libertad
sexual, o delitos de violencia familiar, en la que el Juez a solicitud de la parte
legitimada impondrá una pensión de alimentos para los directamente
ofendidos que como consecuencia del delito en su agravio se encuentran
imposibilitados de obtener el sustento para sus necesidades.
 
LA ORDEN DE INHIBICIÓN Art. 310 CPP.
En los casos en que tiene lugar el embargo, pero éste no se puede hacer efectivo,
porque no se conocen bienes del afectado o porque estos no cubren el monto, se
puede solicitar orden de inhibición.
El Fiscal o el actor civil, en su caso, podrán solicitar, cumplidos los requisitos
establecidos en el artículo 303, que el Juez dicte orden de inhibición para disponer
o gravar los bienes del imputado o del tercero civil, que se inscribirá en los Registros
Públicos.

EL DESALOJO PREVENTIVO Art. 311 CPP


Se trata de una medida real, inmediata y con fines de aseguramiento del
patrimonio afectado. En los delitos de usurpación, el Juez, a solicitud del Fiscal o del
agraviado, podrá ordenar el desalojo preventivo del inmueble indebidamente
ocupado en el término de veinticuatro horas, ministrando provisionalmente la
posesión al agraviado, siempre que exista motivo razonable para sostener que se ha
cometido el delito y que el derecho del agraviado está suficientemente acreditado.
La solicitud de desalojo y ministración provisional puede presentarse en cualquier
estado de la Investigación Preparatoria. Se acompañarán los elementos de
convicción que acrediten la comisión del delito y el derecho del ofendido.
MEDIDAS ANTICIPADAS Art. 312 CPP

Las medidas anticipadas surgen ante la necesidad


de hacer que la justicia sea mas rápida, se deriva
del principio de celeridad procesal.

El Juez, excepcionalmente, a pedido de parte


legitimada, puede adoptar medidas anticipadas
destinadas a evitar la permanencia del delito o la
prolongación de sus efectos lesivos, así como la
ejecución anticipada y provisional de las
consecuencias pecuniarias del delito.
MEDIDAS PREVENTIVAS CONTRA PERSONAS JURÍDICAS Art. 313 CPP

El Juez, a pedido de parte legitimada, puede ordenar respecto


de las personas jurídicas:
a) La clausura temporal, parcial o total, de sus locales o
establecimientos.
b) La suspensión temporal de todas o alguna de sus actividades.
c) El nombramiento de un Administrador Judicial.
d) El sometimiento a vigilancia judicial.
e) Anotación o inscripción registral del procesamiento penal.

Para imponer estas medidas se requiere:


a) Suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito y
de la vinculación de la persona jurídica en los supuestos
previstos en el artículo 105 del Código Penal.
b) Necesidad de poner término a la permanencia o prolongación de
los efectos lesivos del delito, peligro concreto de que a través de la
persona jurídica se obstaculizará la averiguación de la verdad o se
cometerán delitos de la misma clase de aquél por el que se procede.

LA INCAUTACIÓN Art. 316 y 317 CPP


La incautación o secuestro consiste en la aprehensión de una cosa,
por orden judicial, con el objeto de asegurar el cumplimiento de su
función especifica: La investigación de la verdad y la actuación de la
ley penal.

Pueden ser incautados los efectos provenientes de la infracción


penal o los instrumentos con que se hubiere ejecutado, así como los
objetos del delito permitidos por la Ley, siempre que exista peligro
por la demora, pueden ser incautados durante las primeras
diligencias y en el curso de la Investigación Preparatoria, por la Policía
o por el Ministerio Público.

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