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Ciencias Psicológicas

ISSN: 1688-4094
ISSN: 1688-4221
Facultad de Psicología - Universidad Católica del Uruguay.

Contini, Norma
Algunos enlaces conceptuales entre psicopatología del
desarrollo, personalidad y evaluación psicológica infantojuvenil
Ciencias Psicológicas, vol. 12, núm. 1, 2018, pp. 147-157
Facultad de Psicología - Universidad Católica del Uruguay.

DOI: 10.22235/cp.v12i1.1604

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© P. M. Latinoamericana ISSN 1688-4094 ISSN en línea 1688-4221 Ciencias Psicológicas 2018; 12 (1): 147 - 157
doi: 10.22235/cp.v12i1.1604

Comunicaciones Short Communications

Algunos enlaces conceptuales entre psicopatología del desarrollo, personalidad y


evaluación psicológica infantojuvenil
Some conceptual links between psychopathology of development, personality and psychological
assessment of children and adolescents

E. Norma Contini1
1
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Tucumán. Argentina

Resumen: Objetivos: 1) analizar conceptos sobre psicopatología infantojuvenil que permitan


abordar la normalidad/anormalidad del comportamiento. Se deslindan conceptos de temperamento,
carácter y personalidad. 2) considerar donde situar los trastornos que se detectan en el área
emocional en la infancia. Se discute si corresponde hacerlo bajo el concepto de personalidad. Se
desarrollan teorías de las que han derivado pruebas de evaluación de la personalidad en niños
y adolescentes. Se concluye que no hay datos empíricos suficientes que permitan aseverar la
estabilidad del temperamento; sería prudente conceptualizar la personalidad como estructura a
partir de la adolescencia; en la infancia sería factible enunciarla solo en torno a dimensiones.
La comunicación supone una reflexión crítica de conceptos de psicopatología del desarrollo,
trastornos emocionales de inicio en la infancia y su vinculación con el concepto de personalidad
que se presentan dispersos en la literatura y que sirven de respaldo a la evaluación psicológica.

Palabras clave: psicopatología, niñez, adolescencia, personalidad; problemas emocionales,


evaluación psicológica

Abstract: Objectives: 1) To provide concepts on child-adolescent psychopathology that allow


an approach to the behavioral normality/abnormality. Concepts of temperament, character and
personality are defined. 2) To analyse where to locate the disorders that are detected in the
emotional area in childhood. It is discussed whether to do so under the concept of personality. To
develop theories that have derived personality assessment tests in children and adolescents. It is
concluded that there is insufficient empirical data to assert the temperament´s stability; it would
be prudent to conceptualize personality as a structure of adolescence. In childhood it would be
feasible to enunciate it only around dimensions. The work offers a critical analysis of concepts of
developmental psychopathology, emotional disorders of initial childhood and their relationship with
the concept of personality that is scattered in the literature and supports psychological assessment.

Key words: psychopathology; childhood; adolescent; personality; emotional problems,


psychological assessment

Cómo citar esta comunicación:


Contini, E. N. (2018). Algunos enlaces conceptuales entre psicopatología del desarrollo, personalidad y
evaluación psicológica infantojuvenil. Ciencias Psicológicas,12(1), 147-157.
doi: https://doi.org/10.22235/cp.v12i1.1604

Correspondencia: E. Norma Contini. Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. San Juan 150, 3er.p.,
Dpto.5. (4000). S.M. de Tucumán, e-mail: contini.norma@gmail.com

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Algunos enlaces conceptuales entre psicopato- afirmarse que la Psicopatología Infantil es propia
logía del desarrollo, personalidad y evaluación del siglo XX y que las relaciones con la Psico-
psicológica infantojuvenil logía Clínica y la Psicología del Desarrollo son
recientes. Tales teorizaciones han ocurrido a partir
Las tareas de evaluación psicológica en el de la aceptación de que la infancia es un período
campo de la infancia y adolescencia se han con- del ciclo vital distinto del adulto y, más reciente-
solidado en las últimas décadas. Este desarrollo mente, por el reconocimiento del niño como un
está en íntima conexión con la comprobación sujeto de derechos. Un tema crítico, aún en estudio
que la intervención temprana – apoyada en la rudimentario es el papel que juega el desarrollo y
información que provee la evaluación psicológi- de qué modo puede derivar en problemas psico-
ca - evita la instalación y cristalización posterior patológicos (Schoeps y González Barrón, 2015).
de cuadros psicopatológicos. El uso de pruebas Existe coincidencia en que las líneas actuales de
construidas y validadas con rigor metodológico investigación se centran en los estudios longitu-
ha sido fundamental. Igualmente decisivos han dinales, que aportan datos muy importantes sobre
sido los aportes de teorías como la sistémica, la continuidad o discontinuidad en psicopatología
cognitiva y los desarrollos de las neurociencias. entre la infancia y la edad adulta. Igualmente, los
La complejidad de asumir esta tarea reside en que estudios epidemiológicos (Jiménez Hernández
el niño / adolescente es un sujeto en desarrollo. Se 1995; Schoeps & González Barrón, 2015) hacen
hace imprescindible deslindar los comportamien- posible formular hipótesis causales acerca de
tos esperables de los no esperables. En tal sentido cómo evoluciona la psicopatología a lo largo del
los aportes de la psicopatología infantojuvenil ciclo vital. Así también han cobrado relevancia los
constituyen un pilar básico desde donde respaldar estudios sobre la incidencia de factores sociales,
hipótesis diagnósticas. de tal modo que la interrogante gira en torno al
El objetivo de este trabajo es, a partir de una papel de la familia, la escuela, el grupo de pares y
síntesis de conceptos sobre psicopatología infan- la comunidad misma en la generación de salud o
tojuvenil que sean útiles, pensar la anormalidad psicopatología en esta etapa.
/normalidad del comportamiento del niño y del
adolescente, o dicho de otro modo, el grado de Cómo conceptualizar la psicopatología
ajuste del comportamiento según lo que se espe- infantojuvenil
ra de acuerdo a la edad cronológica y contexto
ecológico y cultural. De lo contrario se corre el Siguiendo a Luciano (1997) y Jiménez
riesgo de operar en un vacío conceptual, que no Hernández (1995) puede conceptualizarse a la
podrá ser remediado con un abordaje metodológi- Psicopatología infantojuvenil como aquella dis-
co, por riguroso que sea. Un segundo objetivo es ciplina que estudia el comportamiento anormal,
analizar si es posible conceptualizar en la infancia o alteraciones en el comportamiento en el niño
y adolescencia la personalidad, estableciendo / adolescente. Se propone explicar dicho com-
conexiones entre ésta y los incipientes trastornos portamiento y los factores responsables de tales
psicopatológicos. Los conceptos que se discuten alteraciones.
en este trabajo forman parte del marco teórico del Almonte (2012) la define como aquella dis-
Proyecto de investigación Adolescentes en riesgo: ciplina cuyo objetivo es el estudio de las organi-
indicadores de agresividad y vulnerabilidad psi- zaciones y dinámicas psicológicas que subyacen a
copatológica.1 las perturbaciones del psiquismo, con el propósito
Tal como señala Jiménez Hernández (1995), de conocer sus determinantes, evolución y conse-
Campbell (1990), Rodríguez Sacristán, Lozano cuencias que un trastorno puede ocasionar en el
Oyola & Rodríguez-Sacristán Cascajo (2005), desarrollo del niño/adolescente.
González Barrón & Montoya Castilla (2015) no La particularidad de la psicopatología in-
abundan los textos sobre psicopatología infantil fantojuvenil es que realiza estudios tanto a nivel
y sus desarrollos han sido siempre más tardíos transversal (enfoque sincrónico) de un fenómeno
que los referidos a adultos. En tal sentido puede psíquico, como longitudinal (enfoque diacrónico)
1 Proyecto de Investigación, (Plan de Mejoras en Psicología, PMP).
con el propósito de constatar posibles cambios que
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Tucumán, Argen- ocurren de acuerdo al desarrollo.
tina. Subsidio: Sec. Políticas Universitarias (2016-2018).

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Psicopatología del desarrollo, personalidad y evaluación psicológica

La definición de lo anormal adquiere comple- primordiales: frecuencia, duración e intensidad


jidad porque se debe tener en cuenta la variable del comportamiento (Jiménez Hernández, 1995),
del desarrollo. Si bien el desarrollo en la infancia lo cual lleva a considerar si se dan por exceso o
y adolescencia presenta diversas secuencias uni- por defecto.
versales, no es menos cierto que dicho desarrollo b) Nivel de desarrollo cognitivo: el nivel de
adquiere particularidades según el contexto cultu- desarrollo cognitivo alcanzado por el niño influye
ral. En tal sentido la Psicología Transcultural ha en la valoración que los adultos hacen del compor-
hecho aportes sustanciales a la comprensión de la tamiento de aquel. Por ejemplo, no se atribuirá el
diversidad /universalidad del comportamiento mismo significado si un niño de 3 años no acepta
(Contini, 2013; Georgas, van de Vijver & Berry, compartir un juguete con otro niño, pudiendo
2004). Como afirma Berry, Poortinga, Breugel- inclusive agredirlo si este lo toma para jugar, que
mans, Chaisotis & Sam (2011) una cuestión central si el niño tiene 8 años y se vincula con sus pares
en inacabado debate en Psicología Transcultural solo por medio de la agresión.
refiere hasta qué punto las funciones psicológicas c) La valoración del comportamiento es
y los procesos subyacentes son comunes a la realizada por adultos: son principalmente los pa-
condición humana (Universalismo) o, por el con- dres, maestros o cuidadores que conviven con el
trario, son específicos de ciertos grupos culturales niño quienes valoran el comportamiento en base
(Relativismo). a normas propias del grupo social en el cual están
Siguiendo a Jiménez Hernández (1995) se inmersos Este es un tema crítico, pues no será igual
tendrán en cuenta los siguientes factores para iden- la valoración que puede hacer una madre perfec-
tificar el comportamiento normal o patológico: cionista y exigente, que otra de estilo laisse faire.
a) Valoración del comportamiento en el Así es como en evaluación psicológica infantil
contexto del desarrollo: una característica cen- se trabaja con multinformantes, y muchas veces
tral en el niño es la movilidad de los estilos de no hay coincidencia en los juicios de valor que
comportamiento; por ende, un comportamiento provienen de padres, otros familiares o maestros.
puede ser normal en una etapa y no serlo en otra. d) Criterio situacional: un comportamien-
La edad cronológica (EC) es básica para definir to puede ser adecuado en un contexto y en una
el problema, por ejemplo, las dificultades en el situación, y no en otro, por ejemplo, el modo
habla a los 3 años de EC no tienen la misma sig- de vincularse verbalmente los compañeros en el
nificación que a los 10 años de EC. Por lo tanto, recreo y en una hora de clase.
las normas propias del desarrollo son un criterio
ineludible para evaluar los comportamientos. En Psicopatología del desarrollo
el mismo sentido Ross (1980) señala que tener
en cuenta el desarrollo supone la observación del En función de los argumentos planteados
comportamiento de grupos de niños de la misma precedentemente respecto al peso que las variables
edad y representativos de una población específica. del desarrollo tienen cuando se debe definir si
A su vez, Rodríguez Sacristán et al (2005) alude a un comportamiento es esperable o normal, se ha
cronodependencia, es decir que las organizaciones desarrollado una disciplina que se conoce como
psicopatológicas se estructuran según las edades. Psicopatología del Desarrollo. Sroufe & Rutter
Son diversos los criterios que se emplean para dilu- (1984) la definen como “el estudio de los orígenes
cidar si un comportamiento se encuentra dentro de y curso de los patrones individuales de la no adap-
lo esperado. Uno de ellos es el estadístico (Jiménez tación del comportamiento sea cual fuere la edad
Hernández, 2005), otro criterio es el cultural en de comienzo, sus causas, las transformaciones en
un sentido amplio, lo que implica tener en cuenta la manifestación de dicho comportamiento y lo
diversos contextos y subculturas. complejo del curso del patrón evolutivo” (p. 18).
Tomando a Ross (1980) se dirá que se consi- Como bien ha planteado Rodríguez Sacris-
dera perturbado al comportamiento del niño que tán et al (2005) la psicopatología del desarrollo
se aleja de normas sociales propias de un grupo ha tenido el mérito de interconectar criterios del
y que ocurre con una frecuencia e intensidad que desarrollo con aportes de la Psicología Clínica.
los adultos que rodean al niño consideran como El objetivo de la psicopatología del desarrollo
excesiva o insuficiente. De esta definición se des- es estudiar el comportamiento según la secuen-
taca la necesidad de tener en cuenta tres aspectos cia del desarrollo en el orden físico, cognitivo y

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socioemocional. Es también un objetivo central / anormal como variaciones dentro de un continuo


estudiar cómo se produce la integración entre los de características y no como fenómenos dicotómi-
sistemas biológico, psicológico y social del niño/ cos (Lemos Giraldez, 2003). En esta misma línea
adolescente para poder explicar tanto el comporta- Achenbach (1992) alude que los comportamientos
miento adaptado como el desadaptado. Se parte del desviados, motivo de la consulta psicológica,
supuesto que la vulnerabilidad para los trastornos serían variaciones cuantitativas y no cualitativas
psicológicos se vincula a la cualidad de la orga- de las características que pueden ser normales en
nización entre todos estos sistemas y no de algún cierto periodo del desarrollo.
componente aislado (Lemos Giráldez, 2003).
Desde este enfoque se admite la existencia de ¿Es posible conceptualizar la personalidad en
estructuras psicopatológicas cambiantes a través este ciclo vital?
del tiempo. El niño/adolescente tiene capacidad
de autorregulación, conforme ocurre el proceso Como bien han señalado numerosos inves-
de maduración. A partir de unas bases biológicas, tigadores como Eysenck (1992, 2007), Millon
e inmerso en un contexto social, se observan pe- (1990; 1999; 2010) o Páez & Casullo (2000) el
riodos de organización y otros de desorganización concepto de personalidad ha sido objeto de discu-
del aparato psíquico, que siempre se encuentra sión durante décadas, sin lograrse una definición
en situaciones de adaptación, en ocasiones con con aceptación universal; más aún si se trata de
riesgos de no seguir el curso que se espera. Otra niños. Millon se interroga acerca de cuáles son los
característica propia de la psicopatología del de- límites del concepto de personalidad y cómo se
sarrollo es la comorbilidad (Rodríguez Sacristán puede distinguir de otros conceptos relacionados,
et al, 2005), es decir que las organizaciones psi- cuyos significados se solapan y hasta se utilizan
copatológicas rara vez ocurren solas, sino que se como sinónimos. A ello hay que agregar que no
acompañan de otros síntomas o trastornos. Así, un existe consenso entre los estudiosos de la infan-
niño de 7 años, agresivo en su modo de vinculación cia, si es posible situar los incipientes trastornos
con los pares en el aula, puede presentar al mismo psicopatológicos en una matriz denominada per-
tiempo déficit de atención. sonalidad; es por lo que, en este apartado se trata-
Otro aspecto que considera la psicopatología rán de deslindar los conceptos de temperamento,
el desarrollo es la relación de continuidad- dis- carácter y personalidad y se discutirá si es posible
continuidad a largo plazo entre las organizaciones estudiarlos en la infancia y adolescencia.
psicopatológicas del niño y el adulto (Rodríguez Los constructos carácter y temperamento se
Sacristán et al, 2005) y se plantea si dichas mani- han utilizado con frecuencia, al decir de Millon
festaciones psicopatológicas han sido superadas, (1999), como términos intercambiables en la lite-
mantenidas o acrecentadas. Se preocupa por ratura sobre la personalidad. Se señala con énfasis,
estudiar si el desarrollo presenta regresiones, inhi- que el temperamento sería el modo inicial de res-
biciones o signos de desviaciones. En esta línea, puesta del niño; va dotándolo de una sensibilidad
Almonte y Montt (2012) señalan, citando datos que incidirá en cómo afrontará los estímulos, en
de la OMS que el 50% de adultos con patología cómo va a procesar la información y en el tipo de
psiquiátrica comenzó su desarrollo en la niñez o reactividad ante determinados hechos (Del Barrio
adolescencia. Gándara, 2005; Castro Solano, 2015). Se trataría
Igualmente se plantea que las manifestaciones de un rasgo bastante estable, componente y base
clínicas del desarrollo psíquico anormal expresan de la personalidad del adulto. Conceptualmente
la coexistencia de áreas de funcionamiento per- precisos resultan los planteos de Thomas, Chess
turbado y áreas de funcionamiento normal que & Birch (1968), quienes argumentan en la misma
hacen posible la adaptación. Este concepto de la línea, señalando que el temperamento es un patrón
psicopatología infantojuvenil, sintoniza plena- de conducta con el que nace el niño. Tendría una
mente con la concepción actual de la evaluación base biológica y se modificaría con las interaccio-
psicológica, interesada en identificar síntomas nes del pequeño con el medio ambiente. Rothbart
y potencial psicopatología, pero también áreas (2007), reconocida estudiosa del tema asume una
saludables y libres de conflicto. postura biologisista, al considerar que las respues-
A su vez, cabe destacar que la psicopatología tas del niño implican actividad eléctrica cerebral
del desarrollo entiende al comportamiento normal y calidad de neurotransmisores; todo ello va a

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generar un particular modo de funcionamiento prensión del desarrollo de la personalidad. Cita así
del sistema nervioso central y autónomo. Esta diferencias en la regularidad de funciones biológi-
investigadora argumenta que el temperamento da cas, tales como reactividad autónoma (respuestas
cuenta de formas iniciales de configuración de la iniciales a nuevas situaciones); alerta sensorial a
personalidad; ésta se estructurará por la conjunción estímulos, adaptabilidad al cambio; estados de
del temperamento y las experiencias de vida. Ello ánimo característicos e intensidad de respuestas,
implica el desarrollo de la cognición acerca del distractibilidad y persistencia o cualidad del tono
sí mismo, de los otros, del mundo físico y social, emocional (Goldsmith & Gottesman, 1981). El
tanto como los valores, actitudes y estrategias de interrogante es si estas diferencias individuales
afrontamiento. iniciales provocarán una cualidad de experiencias
Por otra parte, Rothbart & Bates (2006) ha- vitales posteriores. Así, cabe preguntarse si tales
cen un aporte al conocimiento de la naturaleza y características del niño pueden generar reacciones
componentes del temperamento, señalando que se distintas en los padres. En lugar de preguntarnos
debe tener en cuenta: a) nivel de actividad, en el qué efecto tiene el medio ambiente en el niño, el
caso del niño se dirá la energía con que funciona, interrogante debiera plantear el efecto que el niño
o a la inversa, el sedentarismo; b) sociabilidad, es tiene sobre el medio y por ende, cuáles de esas
decir qué tipo de interacciones tiene con otros y consecuencias afectan su desarrollo.
c) emocionalidad, definida como la intensidad de T. Millon (1990, 2004) en concordancia con
la respuesta afectiva. otros investigadores, tales como Kagan (1989),
MiIlon (1990, 1999, 2001), uno de los in- considera que esos patrones iniciales se modifican
vestigadores contemporáneos más destacados en poco entre la infancia y la niñez y pareciera ser que
el campo de la personalidad señala que la noción las experiencias de vida reforzaran las caracterís-
de temperamento -desde su aparición en lengua ticas que se manifiestan al comienzo de la vida.
inglesa en la Edad Media (Millon, 1999)- se asoció Los comportamientos del bebé y del niño pequeño
al sustrato biológico del cual emergería luego la determinarán efectos en el entorno que acentuarían
personalidad. Alude a variables constitucionales, los comportamientos iniciales de aquel.
en el sentido de determinantes bioquímicos, endo- Un tema central de debate con relación al
crinológicos y neurológicos que subyacen al modo temperamento es la estabilidad de este patrón de
de responder a los estímulos. Agrega que, el tem- comportamiento a lo largo del tiempo. Diversos
peramento y las experiencias tempranas afectan estudios plantean la estabilidad a partir de cierta
el desarrollo y naturaleza de ciertas estructuras y edad. Se podría situar la misma a los 2 años, se-
funciones psicológicas. A partir de características gún afirman Mathiesen & Tabs, (1999) y Bates &
iniciales del sujeto – actitudes, afectos, mecanis- Bayle (1988).
mos de defensa - ocurren experiencias vitales que Como contrapartida, otras investigaciones
determinan la adquisición de nuevos atributos psi- se centran en la modificación del temperamento
cológicos relacionados causalmente con aquellas por la interacción con el medio ambiente. Desde
características iniciales del niño. esta perspectiva serán fundamentales los estilos
En función del objetivo de esta reflexión de de crianza (afectividad, estilo comunicacional), y
dilucidar si es posible conceptualizar la persona- el propio carácter del padre y de la madre. En un
lidad en la infancia, merece profundizarse en los sentido amplio cuenta la cultura como variable de
patrones iniciales de comportamiento del niño. incidencia en la propia organización familiar (Del
Con relación al temperamento, Millon (1999; Barrio Gándara, 2005).
2004) profundiza su planteo al decir que cada niño El carácter por su parte es un término que se
nace con un patrón particular de tendencias de empleó inicialmente para designar lo que distin-
respuestas. Afirma que dichos patrones de compor- guía a una persona, en términos de una especie de
tamiento, que se observan en los primeros meses marca propia. El carácter, según Millon (1990)
de vida parecen ser de origen biogenético más refiere a cualidades personales vinculadas a valores
que psicógenos. Y hay quienes hacen referencia y costumbres de una comunidad. El uso europeo de
a patrones primarios, puesto que se manifiestan este constructo se asemeja más al de personalidad.
antes de que el aprendizaje posnatal pueda influir Habiendo deslindado los conceptos de tem-
en ellos. Respalda sus aseveraciones en investi- peramento y carácter, se intentará conceptualizar
gaciones con niños que han contribuido a la com- la personalidad. Ha variado a lo largo de la his-

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toria y según Millon hoy se concibe como “un para niños, el (EPQ-J). En la definición de los
patrón complejo de características psicológicas constructos no diferencia adultos de niños, salvo
profundamente arraigadas, que son en su mayor en dureza emocional, lo cual se considera una
parte inconscientes, y difíciles de cambiar, y se limitación. Si se parte del supuesto que el niño es
expresan automáticamente en casi todas las áreas un sujeto en desarrollo y que los comportamientos
de funcionamiento del individuo” (Millon, 1999, presentan variaciones que los diferencian de los
pág. 4). Estos rasgos parecieran emerger de una adultos, sería necesario que estuvieran reflejados
matriz compleja de factores biológicos y de apren- en la definición de los constructos y en la prueba
dizajes que constituirían el patrón propio del sujeto específica para niños (EPQ-J).
de percibir, sentir, pensar y comportarse. En segundo lugar, conduce a pensar que,
A su vez, se puede abordar la conceptuali- si construyen pruebas para niños, sería posible
zación de la personalidad desde las perspectivas conceptualizar la personalidad en este ciclo vital.
nomotética e ideográfica. El enfoque nomotético Ahora bien, se alude a la misma desde un enfoque
busca individualizar unidades fundamentales de empírico, es decir, las dimensiones de las que está
la personalidad, investigando regularidades que compuesta la personalidad han sido identificadas
puedan ser aplicables a numerosos sujetos, y a tales por medio del análisis estadístico de datos deriva-
regularidades se las identifica mediante el análisis dos de la prueba. En el diseño de dichas pruebas
factorial. De este modo, la personalidad puede estarían representadas partes del constructo.
ser definida como la desviación de la media del Entre los componentes de la personalidad
grupo con relación a determinadas organizaciones Eysenck define la dimensión emocionalidad (o
psicológicas; la combinación de varios niveles de neuroticismo, designada N) como propia de sujetos
diferencias individuales constituiría la singulari- preocupados, con cambios de humor y emotivos
dad propia de cada sujeto. (Eysenck & Eysenck, 2007). Pueden presentar
Como contrapartida, el enfoque ideográfico se trastornos en el sueño y quejas psicosomáticas.
centra en la individualidad. La personalidad sería Con relación a la dimensión extroversión /intro-
una combinación única entre factores biológicos versión este autor sigue la línea de Jung; el sujeto
y contextuales. extrovertido es descripto como sociable, con una
Teniendo en cuenta la diversidad de teorías y red variada de amigos, le agrada la excitación, el
enfoques existentes sobre la personalidad y, siendo riesgo; en general es impulsivo, disfruta de las
nuestro foco de interés la infancia y adolescencia, bromas y le da placer el cambio, suele ser despreo-
se analizarán algunos conceptos centrales de teo- cupado, optimista y está orientado a la actividad.
rías de las que han derivado pruebas de evaluación Es probable que se ofusque con facilidad, a la vez
de la personalidad en niños y adolescentes. Así se que no logra un control de sus sentimientos. No
hará referencia a teorías empíricas factoriales, suelen ser sujetos altamente confiables. Como
como las de Eysenck y la de Costa & McCrae; a contrapartida, el sujeto introvertido es retraído,
los aportes de Achenbach y se concluirá con los reservado, tranquilo, introspectivo, distante, salvo
desarrollos de Millon, por tratarse de una teoría con sus allegados íntimos. Eysenck agrega que es
integradora. más proclive a disfrutar de la lectura que de las
Una de las teorías factoriales, de carácter personas, piensa antes de actuar, no le atrae la di-
biologicista, que sitúa al temperamento como los versión, tomándose con mucha seriedad los hechos
cimientos de la personalidad, es la formulada por de la vida cotidiana. El sujeto introvertido suele ser
el Eysenck (2007). Propone tres dimensiones cons- algo pesimista y tiene un elevado respeto por las
titutivas de la personalidad: neuroticismo (o Ines- normas. Se caracteriza por ser muy controlado en
tabilidad emocional); introversión / extroversión y la expresión de sus sentimientos y muy confiable
dureza emocional (Psicoticismo). Estas categorías para su entorno.
encuentran sus fuentes en Jung y Kretschmer. La dimensión dureza emocional fue designa-
Para Eysenck (1992), las respuestas del sujeto da inicialmente como Psicoticismo; este último
a los estímulos están vinculadas a la capacidad de término resulta, a todas luces inadecuado en el
reacción del sistema nervioso autónomo. Este in- contexto científico actual. Eysenck define como
vestigador construye una prueba para evaluar tales dureza emocional en el adulto, a un sujeto solita-
dimensiones, tanto para adultos, el Cuestionario rio, a quien no le preocupan los otros, pudiendo
de Evaluación de la Personalidad (EPQ-A), como ser cruel e insensible. Se presenta hostil, agresivo

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Psicopatología del desarrollo, personalidad y evaluación psicológica

y carente de empatía, inclusive con las personas temprana de variables emocionales, se destacan
afectivamente próximas a él. Suele tener inclina- los realizados por Achenbach (1992, 2008). No
ción por temas extravagantes y no puede valorar se muestra interesado en identificar rasgos de
el riesgo de sus actos. Tiende a crear problemas personalidad, pero hace un aporte sustancial a
a otros y no logra consensos con facilidad. Es la la comprensión de las tempranas organizaciones
única dimensión en la cual Eysenck hace descrip- emocionales y estilos de orientación interperso-
ciones diferenciadas entre adultos y niños. Con nal, que pueden derivar luego en determinados
respecto a los niños los describe como solitarios y patrones de personalidad en la adultez. Achenbach
“raros” (2007: pág. 14), carentes de sentimientos desarrolla un modelo con base empírica y clínica.
con compañeros o animales. Suelen ser agresivos, Argumenta la existencia de patrones amplios de
hostiles y el proceso de socialización no siempre problemas infantiles, denominados externalizantes
es eficaz con ellos. El sentimiento de culpa o la e internalizantes. Los problemas internalizantes
sensibilidad para con los demás, son conceptos son comportamientos con contenido emocional y
extraños para estos niños. expresan un modo desadaptativo de resolver con-
Eysenck ha utilizado el análisis factorial para flictos, con una orientación al sí mismo, al decir de
discriminar las tres dimensiones de la personalidad Millon (1999). Se caracterizan por la inhibición, al-
que propone. En tal sentido, su teoría se inscribe teraciones en el pensamiento, en el desarrollo y en
dentro de las denominadas monotaxonómicas la autonomía, retraimiento, depresión y ansiedad.
empíricas (Castro Solano, 2015). Identifica dimen- Mientras que los problemas externalizantes son
siones de la personalidad, aun en niños, desde el comportamientos asociados a la expresión de con-
enfoque de rasgos. No está haciendo referencia a flictos emocionales con orientación hacia los de-
la personalidad desde la concepción de una estruc- más (Millon, 1999), es decir, exteriorización de la
tura. A nuestro criterio, definir la personalidad en agresión o descarga impulsiva (Achenbach, 2008).
términos de una estructura, de una matriz, sería El modelo de Achenbach utiliza datos
propio en adultos o adolescentes, una vez que ya provistos por una muestra significativa de ni-
no tiene peso la variable del desarrollo. ños; mediante técnicas de análisis factorial se
En la década del ‘80 del siglo XX McCrae determinaron agrupamientos de características
& Costa (1987) formulan el modelo de los cinco de comportamiento. Este tratamiento estadístico
factores o Big Five, que se sitúa entre las teorías asegura una elevada correlación entre los diversos
politaxonómicas empíricas (Castro Solano, 2005). comportamientos del niño. Lemos Giráldez (2003)
Plantean desde la teoría de los rasgos, que los señala que, teniendo en cuenta la co-ocurrencia
distintos modos como los sujetos se expresan de síntomas pertenecientes a diferentes entidades
desde un punto de vista emocional, de relaciones clínicas, es posible hipotetizar que dicha co-
interpersonales, en sus actitudes y motivaciones variación obedece a la existencia de características
son constantes y pueden sintetizase en cinco comunes subyacentes a varios trastornos; por ende
factores. Proponen un modelo que incluye las algunos diagnósticos representarían facetas de una
dimensiones: extroversión (E), neuroticismo (N), misma dimensión de banda ancha, por ejemplo:
agradabilidad (A), apertura a la experiencia (O) y en la adolescencia los trastornos de dependencia
escrupulosidad (consciencia y rectitud, C). Se han de sustancias, la conducta antisocial y el compor-
llevado a cabo estudios transculturales en adultos tamiento desinhibido, compartirían mecanismos
utilizando el cuestionario creado por estos autores de vulnerabilidad propios de la dimensión exter-
y se concluyó que existiría una estructura uni- nalizante. La propuesta de Achenbach ofrece la
versal de la personalidad (Páez y Casullo, 2000). posibilidad de combinar los sistemas categoriales
Con relación a la estabilidad de las dimensiones (banda angosta), con los sistemas dimensionales
de la personalidad a lo largo del tiempo, es decir (banda ancha). Silva, Martínez Arias & Ortet
entre infancia y adultez, se han realizado estudios (2000) señalan que estos dos potentes agrupa-
longitudinales con resultados contradictorios. mientos de trastornos infantojuveniles expresan a
Mientras algunos encontraron estabilidad en los nivel psicopatológico los polos desadaptativos de
rasgos (Lemos, 2006), otros (Del Barrio, 2005) dos ejes básicos identificados por ellos: conducta
descubrieron variabilidad en los resultados. prosocial versus antisocial y sociabilidad versus
Por otra parte, dentro de los estudios facto- insociabilidad.
riales empíricos focalizados en la organización

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Achenbach, junto a Edelbrock (1981) diseñó Millon & Davis (1999) proponen una integra-
un instrumento de evaluación muy utilizado en el ción de los enfoques nomotético e ideográfico y
campo de la clínica, el Child Behavior Checklist consideran que el concepto de sistema es óptimo
(CBCL). Se trata de un sistema de evaluación para establecer un nexo entre ambas perspec-
multiaxial que toma en cuenta la percepción de tivas. La personalidad se caracterizaría por su
los padres, de los profesores, la dimensión cog- holismo, siendo necesario diferenciar diversos
nitiva, las condiciones físicas y la evaluación del comportamientos de algunos principios organi-
Psicólogo clínico. Esta propuesta supera a los zadores que subyacen a aquellos. Esos principios
sistemas clasificatorios clásicos y su mérito es nomológicos serían aplicables a todo organismo
haber aportado conceptos para la comprensión de vivo como sistema biopsicosocial y se sustentan
la psicopatología del desarrollo y su potencial vin- en actividades adaptativas, según Millon y Davis
culación con la personalidad del adulto; en tanto pueden sintetizarse en: existencia (placer – dolor);
se le critica la falta de énfasis en el contexto, a los adaptación (activo-pasivo); relación (yo-otros) y
contenidos que incluye - que resultan muy globales abstracción (pensamiento-sentimiento).La teoría
- y a los datos que provee que resultan subjetivos. de Millon tiene el mérito de haber hecho una sín-
La interrogante gira en torno a cuál es la inci- tesis integradora entre diversos enfoques, como el
dencia de esos patrones incipientes de respuestas psicoanalítico, el evolucionista, el biologicista o el
emocionales en la aparición de trastornos en la factorialista, a los que considera muy doctrinales.
infancia y su vinculación con la progresiva orga- Es de destacar que Millon construye pruebas
nización de lo que se denominará personalidad. para evaluar la personalidad, pero a partir de los 13
Otro interrogante es la estabilidad de los rasgos a años, como el Inventario Clínico de Personalidad
lo largo del tiempo. Así, mientras Eysenck (2007) para adolescentes (MACI o el Inventario de Perso-
y Costa & McCrae (1987) argumentan la estabili- nalidad de Millon para adolescentes (MAPI); para
dad de aquellos a lo largo de la infancia y adultez, adultos el Inventario Clínico Multiaxial (MCMI
Del Barrio (2005) plantea la conveniencia de ser –III) y el Inventario de Estilos de Personalidad
cautelosos, puesto que se ha encontrado una baja (MIPS). De ello se infiere que, hasta la adolescen-
estabilidad en las puntuaciones – al administrar cia no sería posible, o no sería prudente conceptua-
pruebas - a lo largo del tiempo. Se está en pre- lizar la personalidad, paso previo a la construcción
sencia de un tema sobre el cual falta proseguir de pruebas de evaluación de esta. En cambio, hace
las investigaciones, ya que una línea de hipótesis contribuciones muy valiosas acerca de cómo el
apunta al cambio por acción del ambiente, y otra, temperamento, desde el momento del nacimien-
a las limitaciones intrínsecas de la evaluación del to, sería un modo preferente de respuestas, que
constructo, puesto que son los padres o cuidadores operarían como base de la configuración de lo que
los informantes. posteriormente se denominará personalidad.

Una perspectiva integradora Clasificación de los trastornos de la infancia y


adolescencia.
Millon afirma que ni la perspectiva nomotéti- ¿Son útiles?. Ventajas y riesgos
ca – como la de Eysenck o la de Costa & McCrae o
Achenbach – ni la ideográfica - como la psicoanalí- Puede afirmarse que los sistemas clasificato-
tica – son satisfactorias. La limitación del enfoque rios, tales como los publicados por la Organización
nomotético es que no considera la singularidad del Mundial de la Salud (OMS, 1999), denominados
sujeto y el ideográfico no admite que cada sujeto CIE, los editados por la American Psychiatric As-
puede ser comparado con otros. Aunque cada in- sociation -DSM (2002)- o la Clasificación China
dividuo tiene una historia única, dicha biografía, de Desórdenes Mentales de la Chinese Society of
por si sola impide hacer generalizaciones, que Psychiatry (CCMD-3, 2001) – en sus sucesivas
el método científico exige. Con acierto Millon revisiones y basados en la tradición kraepeliana -
afirma que “…Los constructos no pueden existir responden a una posición universalista.
sin individuos con los que ser comparados ni los Plantean que es posible construir categorías
individuos pueden ser entendidos sino a través de aplicables en diversos contextos. Se trata de siste-
los constructos “(1999, pág.8). mas de diagnóstico estandarizado que ofrecen una
clasificación categorial de los trastornos mentales

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Psicopatología del desarrollo, personalidad y evaluación psicológica

basándose en criterios bien definidos. El propósito aquí a agrupamientos de problemas. El segundo


es lograr una mayor fiabilidad; así, el principal interrogante es si ambas son posturas excluyentes
requisito para incluir un patrón de comportamiento o, por el contrario, complementarias.
en el DSM, por ejemplo, es que genere un síntoma
perturbador (distress) o discapacidad (dissability) A modo de Síntesis
(Tanaka-Matsumi & Draguns, 1997).
Si bien los sistemas clasificatorios se ins- Uno de los objetivos de esta comunicación
criben dentro de una concepción universalista, ha sido conceptualizar la psicopatología infan-
el CCMD-3 admite le incidencia de la cultura tojuvenil y dilucidar algunas cuestiones que se
en determinados trastornos propios de la cultura tornan sustanciales en el proceso de evaluación
china. En el caso del DSM- IV se incluyó una psicológica; lo que será imprescindible para iden-
Apéndice (J) con lo que se denominó síndromes tificar el grado de ajuste del comportamiento del
culturalmente limitados (Contini, 2013). En la niño/adolescente según lo que se espera para su
5°edición del DSM (2014), dichos síndromes edad cronológica y contexto ecológico cultural.
pasaron a denominarse conceptos culturales del A la Psicopatología se la conceptualizó como una
malestar. Igualmente se agregó una Entrevista disciplina que se propone estudiar las organiza-
para tener en cuenta las variables culturales. Para ciones y dinámicas psicológicas que subyacen a
quienes adscriben a un enfoque ideográfico de la las perturbaciones del psiquismo, con el propósito
personalidad, desde una perspectiva extrema, las de conocer sus determinantes, evolución y con-
taxonomías de la personalidad, tales como el DSM secuencias que un trastorno puede generar en el
presentan profundas limitaciones en cuanto a su desarrollo del niño/adolescente.
capacidad explicativa. Se hizo referencia a la importancia de la
Este modelo ha sido resistido desde la co- combinación de estudios transversales con estu-
munidad de psicólogos. Más aún si se los analiza dios longitudinales y se desarrollaron conceptos
desde una mirada de clínica psicoanalítica. Esas centrales para poder esclarecer cuándo se está en
resistencias se han visto agudizadas más en niños presencia de un comportamiento normal o pato-
que en adultos, debido a la condición estática de lógico. Se destacó que se han de tener en cuenta
las referidas categorías para ser aplicadas a un tres aspectos primordiales: frecuencia, duración
niño /adolescente en desarrollo. Las críticas se e intensidad del comportamiento, lo que conduce
centran en las consecuencias del etiquetado y la a analizar si ocurren por exceso o por defecto. Se
falta de sensibilidad al contexto (Jiménez Her- planteó así también el análisis del comportamiento
nández, 1995; Contini, 2013; Tanaka-Matsumi & en el contexto del desarrollo, la cronodependen-
Draguns, 1997). cia, la valoración de este según el nivel cognitivo
No obstante ello, han persistido a lo largo del alcanzado por el niño/adolescente, el sesgo de
tiempo e inclusive son de uso obligatorio para que los multinformantes, en particular de padres y
la prestación que realiza el psicólogo (diagnóstico) maestros; el análisis del comportamiento según la
sea reconocida por los seguros de salud. A favor situación y el progresivo peso que se atribuye a los
de los sistemas clasificatorios se puede argumentar factores culturales. En tal sentido la interrogante
que han creado un lenguaje común que permite gira en torno al papel de la familia, la escuela, el
la comunicación entre los diversos integrantes de grupo de pares y la comunidad misma en la ge-
equipos de salud mental. (Contini, 2013). neración de salud o psicopatología en la infancia
En contraposición a este modelo de clasifica- y adolescencia.
ción en cientos de categorías, se fue desarrollando Un segundo objetivo fue analizar cómo si-
otro, con base empírica y clínica, aplicable a la tuar los incipientes trastornos psicopatológicos
infancia, al cual se hizo referencia en apartados an- en infancia y adolescencia y así se definieron los
teriores. Se trata del Modelo de Achenbach (1990). conceptos de temperamento, carácter y personali-
Ahora bien, se consideran particularmente dad. Se analizó si era posible emplear la noción de
adecuados los interrogantes planteados por Jimé- personalidad en la Infancia. Para ello se sometieron
nez Hernández (1995), referidos al valor de foca- a análisis algunas teorías como las de Eysenck y
lizar en la identificación de conductas simples y McCrae y Costa de las que se han derivado pruebas
aisladas, o si es más relevante diferenciar patrones para evaluar personalidad en niños.
de comportamiento. Se está haciendo referencia

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Se tuvieron también en cuenta los estudios Referencias


de Achenbach quien, si bien no ha estado intere- Achenbach, T & Edelbrock, C. (1981). Behavioral problems
sado en el tema de la personalidad, hace aportes and competences reported by parents of normal and
sustanciales a la comprensión de las primeras disturbed aged 4 through 16. Monographs of the Society
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muy valiosas para ahondar en la incidencia de esos psychopathology. En J. Rosen & P. McReynolds (Dir.),
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Por último, se tuvieron en cuenta las concep- psychology,(pp.15-48). New York, USA: John Wiley
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entre los enfoques- a nuestro criterio parciales – Almonte, C. (2012). Características generales de la psicopa-
tología infantil y de la adolescencia, en Almonte, C. y
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Así también se discutió la conveniencia, al- cencia, (pp. 114-125). Santiago de Chile: Mediterráneo.
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Se buscó perfilar una respuesta provisional Castro Solano, A. (2015). La aproximación teórico-racional:
-a una pregunta central- respecto a si es posible el modelo de T. Millon en M. Fernández Liporace y
conceptualizar la personalidad en la infancia. Si A. Castro Solano (Comp.), Evaluación de la perso-
se la considera como una estructura, una matriz – nalidad normal y sus trastornos, (pp.15-47), Buenos
Aires: Lugar.
producto de la relación temperamento /ambiente Chinese Society of Psychiatry (2001). The third edition of The
- se concluye que sería factible a partir de la ado- Chinese Classification and Diagnostic Criteria of Men-
lescencia, cuando ya no tuvieran tanta incidencia tal Disorders (in Chinese. CCMD-3) Jinan: Shandong
Science and Technology Press.
las variables del desarrollo. Eso explicaría por Contini, N. (2013). La Evaluación Psicológica en debate.
qué las pruebas para niños disponibles responden Aportes desde la Psicología Transcultural, Conferen-
a teorías dimensionales cia por invitación. Libro de Actas. XXXIV Congreso
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Finalmente se puede afirmar que tanto la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP): 165-178.
psicopatología como los estudios sobre perso- Del Barrio Gándara, V. (2005). Temperamento, en L. Ezpeleta
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