Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Índice
1 Antecedentes
2 Las novedades militares de los Reyes Católicos
3 Los ejércitos de los Austrias
4 Reformas borbónicas
5 De Carlos IV a Fernando VII
5.1 El Ejército durante la guerra de la Independencia
5.2 La restauración
6 De María Cristina de Borbón-Dos Siclias a María Cristina de Habsburgo
7 Reinado de Alfonso XIII
8 Segunda República y Guerra Civil
9 El Ejército de la dictadura franquista
10 El Ejército de la Constitución de 1978
11 Véase también
12 Referencias
12.1 Bibliografía
Antecedentes
Reformas borbónicas
Los Ejércitos Reales fueron divididos en tres elementos: las Tropas de la Casa
Real, las Tropas de Continuo Servicio y la Milicia Provincial. Las Tropas de la
Casa Real incluían una única compañía de alabarderos que reemplazaba las tres
existentes anteriormente y que se encargaba de la protección de las estancias del
palacio real, la Guardia de Corps que era la escolta personal del monarca, una
brigada de carabineros reales como guardia móvil a caballo del rey, y dos
regimientos de reales guardias de infantería, uno español y otro valón, con una
compañía por regimiento encargada de custodiar los Reales Sitios y el resto del
regimiento, formado por 6 batallones, siendo usado como infantería de línea de
élite.8:37-3910:275
Portada del primer tomo del las reales ordenanzas de Carlos III publicadas en 1768.
Las Tropas de Continuo Servicio abarcaban todas las otras unidades profesionales
del Ejército, e incluían unidades de infantería, caballería, artillería e
ingenieros, así como a los cirujanos, capellanes y contables militares.8:39-40. La
infantería contaba al final del reinado de Fernando VI con treinta y ocho
regimientos, veintisiete de españoles, dos de italianos, tres irlandeses, tres
valones y tres suizos. Cada regimiento tenía dos batallones, excepto los de
italianos que tenían tres, y cada batallón incluía una compañía de granaderos y
diez compañías de fusileros, con entre cuarenta y sesenta hombres en cada
compañía.10:275-279 En 1762 se crearon unidades permanentes de infantería ligera,
que en 1763 constaban de un Batallón de Voluntarios de Aragón y dos Regimientos de
Voluntarios de Cataluña. Estas fuerzas eran usadas en tiempo de paz para patrullar
la frontera pirenaica e impedir la huida de desertores y el contrabando.10:279-282
El número de regimientos de caballería varió desde cuarenta y seis de línea y
dieciséis de dragones en 1707 a veintitrés de línea y diez de dragones en 1718. En
1718 cada regimiento de caballería contaba con tres escuadrones de cuatro compañías
cada uno, con treinta y dos hombres por compañía. En 1766 el número de regimientos
de caballería de línea era de doce, con ocho de dragones y uno ligero.10:320-336 En
1710 se creó el Estado Mayor de Artillería para atender el servicio de las piezas
de plaza, y el Real Regimiento de Artillería para encuadrar los trenes de
artillería de campaña. El mismo año fue creado el Cuerpo de Ingenieros, cuyos
efectivos y atribuciones crecieron rápidamente, incluyendo no solo las
correspondientes a obras militares sino también las civiles. También parte de las
Tropas de Continuo Servicio fue el Cuerpo de Inválidos, que encuadraba a militares
no aptos para el combate, pero que podían realizar labores administrativas o de
vigilancia.8:42-44
En 1802 las Tropas de Continuo Servicio del Ejército contaban con cuarenta y tres
regimientos de infantería de línea, incluyendo tres irlandeses, dos mixtos y seis
suizos, y once batallones de infantería ligera. Los regimientos de línea, excepto
los suizos, debían contar ahora con tres batallones de cuatro compañías cada uno,
un total de dos compañías de granaderos y diez de fusileros, con 84 hombres por
compañía en tiempo de paz y 188 en tiempo de guerra. Los batallones ligeros
contaban con seis compañías de 130 hombres cada una en tiempo de paz y de 200 en
tiempos de guerra. Los hombres que completaban las plantillas en tiempo de guerra
debían salir de los regimientos de Milicias Provinciales, en el caso de los
regimientos de línea, y de voluntarios de las provincias exentas, en el caso de los
de infantería ligera.11:67-72,80 En 1803 los regimientos de caballería contaban con
cinco escuadrones cada uno, a dos compañías con 67 hombres y 54 caballos cada una.
Del 1803 a 1805 se suprimieron los dragones, pasando estos a ser cazadores a
caballo y húsares. Así se contaba en 1803 con doce regimientos de línea, tres de
cazadores a caballo, y otros seis de húsares; y después de 1805 cuatro de los de
cazadores y otros cuatro de los de húsares volvieron a ser de dragones.11:300-301
En 1806 la artillería estaba organizada en cuatro regimientos con dos batallones
cada uno, con cuatro compañías a pie y una a caballo en cada batallón.12:566 En
1802 se creó un Regimiento de Zapadores-Minadores-Pontoneros en Alcalá de Henares,
con dos batallones de a cinco compañías cada uno.12:575-576
En 1805 Napoleón Bonaparte planeó una expedición conjunta de las armadas españolas
y francesas al Caribe con el fin atraer a la flota británica, para que así quedaran
desguarnecidas las costas británicas y fuera posible la invasión del Reino Unido
por los ejércitos napoleónicos. La flota francesa partió de Tolón y se le unió en
Cádiz la flota española. Juntas pusieron rumbo al Caribe y la flota de Horacio
Nelson lo hizo también. Tras pasar una semanas en el Caribe la flota hispano-
francesa dio la vuelta para dirigirse al canal de la Mancha, pero se encontró con
otra escuadra británica a la altura del cabo de Finisterre y desviándose primero a
La Coruña y luego a Cádiz, donde permaneció varios meses, dando tiempo a la
escuadra de Nelson y a otros escuadrones ingleses a concentrarse en la zona. El
consecuente combate cuando la flota hispano-francesa intento salir al mar abierto,
la batalla de Trafalgar, resultó en la destrucción de lo mejor de la flota española
y francesa.10:432-463 Esta batalla decidió la suerte del Imperio español, al dejar
la América española aislada de la metrópoli.8:66 Cuando los británicos intentaron
invadir el Virreinato del Río de la Plata, la defensa se tuvo que basar en las
unidades que existían o se pudieron crear en el virreinato, sin auxilio de la
metrópoli.
El dos de mayo de 1808 en Madrid, por Francisco de Goya (1814). Los madrileños se
enfrentan a la caballería mameluca.
En los días siguientes el resto de la Familia Real española fue trasladada a Bayona
por los franceses, incluyendo el presidente de la Junta, puesto que entonces se
arrogó Murat. En Bayona Napoleón consiguió sucesivamente la renuncia de Fernando
VII a favor de su padre, la abdicación de Carlos IV a su favor, y la renuncia de
toda la familia real a sus derechos dinásticos. Napoleón otorgó pensiones a los
miembros de la Casa Real y les asignó residencia en el interior de Francia.13:82-91
Antes del 2 de mayo se habían congregado en Madrid personas de toda España para
celebrar la ascensión al trono por Fernando VII. El levantamiento y su cruenta
represión les hicieron regresar a sus lugares de origen, propagando la noticia de
lo que había sucedido. Al mismo tiempo se supo lo que había pasado en Bayona, y que
ahora toda la Familia Real, y la corona misma, estaban en poder de Napoleón.13
:82,98 Se produjeron disturbios y enfrentamientos con los franceses en varios
lugares, con la primera provincia en organizar la resistencia siendo Asturias. Su
Junta General declaró la guerra a Napoleón el 25 de mayo, mandó emisarios al Reino
Unido para recabar ayuda, y distribuyó armas y formó unidades para luchar contra
los franceses.13:102-104 Otras provincias y reinos también organizaron juntas y el
alzamiento fue propagándose por toda España. El 27 de mayo se formó en Sevilla la
autodenominada Junta Suprema de España e Indias, que se aseguró el apoyo de la
división situada frente a Gibraltar al mando del general Castaños, estableció
relaciones con los británicos estacionados en Gibraltar y con el escuadrón
británico que vigilaba Cádiz, mandó noticia a las Canarias y a las Indias de lo que
estaba sucediendo, declaró solemnemente la guerra a Francia el 6 de junio, y ordenó
la captura de los buques franceses fondeados en Cádiz.13:118-125 En Bayona Napoleón
eligió como Rey de España a su hermano José, con la aquiescencia de la Junta
Suprema de Gobierno dirigida por Murat en Madrid y del Consejo de Castilla. También
hizo convocar una diputación general de notables españoles que se congregaron en
Bayona para reconocer a José como Rey de España y para refrendar una nueva
constitución para el reino que establecería una alianza militar perpetua entre
Francia Y España. José entró en España el 9 de julio y en Madrid el día 20, donde
fue proclamado rey el 25.13:94-96,156-167,201-203
1809
El 9 de enero de 1809 la Junta firmó con el Reino Unido un Tratado de Paz y Alianza
y empezó a recibir subsidios y pertrechos británicos.13:284-373 Los franceses
continuaron avanzando para ocupar Andalucía, y derrotaron a un nuevo ejército
español en la batalla de Medellín.13:381 Los ejércitos españoles habían sido
derrotados, pero tras cada derrota los combatientes que podían salvarse se volvían
a juntar y, junto con nuevos reclutas, volvían a formar otro ejército con el que
luchar una vez más, a veces creciendo el tamaño del ejército de derrota a derrota.
Esta práctica negaba a los franceses la posibilidad de ganar una batalla decisiva,
ya que incluso las peores derrotas no mermaban el espíritu de lucha de los
ejércitos españoles. La mayoría de los españoles luchaban sin uniformes y con las
armas que podían encontrar y nunca había dinero suficiente para pagar a la tropa o
para mantenerla en condiciones de combate. La situación implicaba que el número de
tropas regulares con instrucción militar adecuada decrecía con el tiempo. Los
franceses a veces consideran bandidos a todos los que luchaban sin uniforme,
ejecutándolos cuando eran capturados.15:249-252 Había expertos militares que
insistían en que lo importante no era el número de soldados, sino el poder
equiparlos, mantenerlos e instruirlos adecuadamente, pero no era fácil hacerlo.14
:164 Un problema más era la tendencia a crear nuevas unidades y a nombrar nuevos
mandos, en vez de reforzar las unidades existentes bajo el mando de oficiales
experimentados, y otro la falta de un mando unificado que pudiera decidir el mejor
despliegue de las unidades y pudiera coordinar sus acciones.14:179-180
1810
Joaquín Blake, general jefe del Ejército Central, jefe de los ejércitos aliados que
defendían Cádiz, primer jefe del Estado Mayor Central de la Regencia, y uno de los
tres miembros del Consejo de Regencia nombrado por las Cortes de Cádiz, por Manuel
Ojeda y Siles.
En enero de 1810 la Junta fue remplazada por el Consejo de Regencia de España e
Indias. Los franceses, con José al frente, procedieron a invadir Andalucía y
alcanzaron la bahía de Cádiz el 5 de febrero. La defensa de la isla de León contaba
con un ejército español de 14 000 hombres, una división anglo-lusa de 5000 hombres
y una milicia gaditana de 8000 hombres, así como la asistencia de una escuadra
naval inglesa y otra española.16:80-113 En abril el general Joaquín Blake fue
nombrado comandante en jefe del ejército aliado que defendía Cádiz y en julio la
Regencia creó un Estado Mayor General con él como jefe para proporcionar al mando
de todos los ejércitos españoles la información necesaria para sus decisiones, para
detallar y transmitir las órdenes, y para vigilar su cumplimiento.14:169-170 Ante
la imposibilidad de tomar la isla de León, los franceses decidieron someterla a
sitio y, mientras tanto, expulsar a los ingleses de la península. Tras tomar Ciudad
Rodrigo, los franceses entraron en Portugal, por tercera vez, en agosto de 1810.
Wellington, en previsión de la invasión francesa, había hecho construir una serie
de fortificaciones para proteger Lisboa, las Líneas de Torres Vedras, y había
evacuado y desnudado el área delante de las líneas de todo aquello que pudiera ser
consumido o usado por los franceses. Las fortificaciones estaban guarnecidas por
tropas portuguesas, inglesas, y también españolas: una división al mando de la
Romana, y tras ellas Wellington dispuso fuerzas de reserva para reforzar cualquier
punto de las líneas que fuera atacado por los franceses.16:147-171 Los franceses
avanzaron hasta las líneas, pero no pudieron superarlas, y con sus líneas de
abastecimiento hostigadas por guerrilleros y ejércitos regulares, se vieron
forzados a retirarse en noviembre de 1810, perseguidos por los anglo-lusos mientras
que los españoles se reintegraban en el Ejército de Extremadura. 16:267-268
1811
El ejército francés que había intentado tomar Portugal volvió a España en marzo de
1811 y fuerzas anglo-lusas al mando de Wellington les siguieron, enfrentándose a
los franceses en la batalla de Fuentes de Oñoro en abril y, junto con ejércitos
españoles, en la batalla de La Albuera en mayo.16:292-299 En agosto de 1811 fue
creada por las Cortes la Orden Nacional de San Fernando para reconocer acciones
militares distinguidas.16:370-371 En noviembre de 1811 un ejército anglo-portugués
al mando de Wellington tomó Ciudad Rodrigo, tras lo que Wellesley fue creado Duque
de Ciudad Rodrigo por las Cortes. Ese año las fuerzas francesas en la península
decrecieron, ya que fueron más las bajas que los reemplazos. El año siguiente
Napoleón retiró parte de las tropas más veteranas estacionadas en España para
emplearlas en su proyectada invasión de Rusia. El 26 de diciembre la comisión
constitucional de las Cortes presentó la cuarta y última parte de su trabajo, que
incluía el título octavo sobre la fuerza militar nacional. Este título establecía
que todos los españoles tenían la obligación del servicio militar en la forma como
se dispusiera por ley, acabando con las exenciones territoriales y estamentales, y
continuaba dividiendo el Ejército en una tropa de servicio continuo y una milicia
de servicio temporal, que solo se podría emplear fuera de su propia provincia con
la autorización de las Cortes.
1812
Arthur Wellesley fue creado en 1812 grande de España, duque de Ciudad Rodrigo y
marqués de Wellington, y nombrado general en jefe de los ejércitos españoles en la
península, tal y como lo era de los ingleses y portugueses, por Goya. El general
luce el Toisón de oro que se le fue otorgado por su victoria en la batalla de los
Arapiles.18:119-120
La nueva Constitución fue firmada el 18 de marzo de 1812 y jurada el día siguiente,
aniversario de la exaltación al trono de Fernando VII cuatro años antes.18:35-75 En
abril una fuerza anglo-portuguesa al mando de Wellington tomó Badajoz, por lo que
el general inglés recibió la gran cruz de San Fernando, mientras que en el resto de
España ejércitos y guerrillas continuaban hostigando a los ocupantes franceses.18
:77-91 Napoleón partió de Francia en mayo de 1812 para invadir Rusia al frente de
un Gran Ejército de 600 000 hombres, entre ellos algunos de los españoles de la
División del Norte que no pudieron ser evacuados a España.18:97 En junio Wellington
se dirigió hacia Salamanca al frente de un ejército anglo-luso-español y en julio
derrotó a un ejército francés al mando del mariscal Marmont en la batalla de los
Arapiles. Tras tomar Valladolid el ejército aliado se tornó hacia Madrid, forzando
a José a abandonar de nuevo la capital para dirigirse a Valencia. El 12 de agosto
de 1812 los aliados entraron en Madrid, tanto el ejército de Wellington, como
bandas de guerrilleros como la del Empecinado. Después de dos años y medio de
sitio, los franceses levantaron el cerco de Cádiz el 24 de agosto para evitar ser
atrapados, siendo la retirada de Andalucía y Extremadura por los franceses hacia
Murcia hostigada y azuzada por los aliados. Los ingleses habían desembarcado una
fuerza anglo-siciliana-española en Alicante el 9 de agosto. El 2 de octubre
conectaron los ejércitos franceses provenientes de Andalucía y Extremadura con el
ejército de José y con las fuerzas francesas que ocupaban Valencia. En Castilla el
ejército aliado al mando de Wellington se reforzó con el Sexto Ejército español al
mando de Castaños, entrando en Burgos el 18 de septiembre. El 22 Wellington fue
nombrado por las Cortes general jefe de todos los ejércitos españoles, unificándose
por fin tanto el mando de todas las fuerzas españolas como el de los ejércitos
aliados en la península. Las fuerzas francesas volvieron a entrar en Madrid y
pasaron a Castilla la Vieja, forzando la retirada de los aliados hacia Portugal,
Galicia y Asturias, donde estos establecieron sus cuarteles de invierno. Wellington
se trasladó a Cádiz para concertar las operaciones futuras, reorganizar los
ejércitos españoles, y reglamentar las facultades de generales y otros mandos.18
:112-161
1813
El desastre sufrido por el ejército napoleónico en Rusia requirió la salida de
España de más unidades francesas para luchar contra la Sexta Coalición. Wellington
ordenó a los ejércitos y guerrillas españoles que se encontraban en zonas dominadas
por los franceses que evitaran acciones generales y que se concentraran en hostigar
al enemigo, interrumpir sus comunicaciones y destruir fortificaciones. Napoleón
salió de París el 15 de abril de 1813 al frente de sus reconstituidos ejércitos
para empezar su campaña en Alemania y en mayo Wellington comenzó su campaña en la
península. Contaba Wellington para su avance con 48 000 británicos y 28 000
portugueses bajo su mando directo y con 26 000 españoles del Cuarto Ejército. El
ejército aliado avanzó desde sus cuarteles de invierno en el noroeste peninsular.
Los franceses abandonaron Burgos y cruzaron el Ebro seguidos por los aliados el 15
de junio. El ejército aliado atacó a los franceses cerca de Vitoria el 21 de junio,
haciéndoles huir y capturando su artillería y bagajes. Madrid fue evacuado por
última vez el 27 de junio, lo que permitió que dos ejércitos españoles más pudieran
unirse a las operaciones, trasladándose uno a Castilla la Vieja y otro a Valencia,
este último para impedir que las fuerzas francesas allí destacadas pudieran
reforzar a los franceses en el norte. El ejército aliado continuó su persecución de
los franceses, que se hicieron fuertes en las plazas de San Sebastián y Pamplona.
En el este los franceses evacuaron Valencia y Zaragoza para concentrar sus fuerzas
en Cataluña. El 1 de julio Napoleón decidió unificar todas sus fuerzas en España en
el llamado Ejército de España y puso al mariscal Soult a su mando, reemplazando a
José que pasó a Francia. Los ingleses pusieron sitio a San Sebastián e intentaron
tomar la ciudad al asalto, consiguiéndolo en el segundo intento, tras lo que
saquearon la ciudad. El Cuarto Ejército español se había situado en los alrededores
de Irún para bloquear una posible misión de alivio a San Sebastián y derrotó un
ejército al mando de Soult en la batalla de San Marcial. El 7 de octubre los
ejércitos aliados cruzaron el Bidasoa y entraron en Francia. El 31 de octubre
Pamplona se rindió a los españoles, lo que permitió a Wellington continuar su
campaña en Francia. Wellington decidió ordenar que los españoles volvieran a su
país, ya que temía que pudieran buscar venganza con los civiles franceses y así
provocar una nueva guerrilla que dificultaría su avance.18:215-298
1814
En enero de 1814 la Regencia y las Cortes se trasladaron a Madrid. La mayor parte
de las fuerzas francesas que aún ocupaban partes de Cataluña, Aragón y Valencia
fueron retiradas para defender otras fronteras, replegándose los que quedaron hacia
Figueras. El 12 de marzo tropas inglesas entraron en Burdeos acompañadas por el
duque de Angulema. Napoleón había firmado en diciembre un tratado con Fernando VII
por el que este se comprometía a que las tropas inglesas abandonaran España cuando
lo hicieran las francesas y en marzo permitió que regresara a España. Fernando VII
entró en España el 22 de marzo y el 24 cruzó el Fluviá, pasando a territorio
controlado por las tropas españolas, donde recibió los respetos de Francisco Copons
y Navia, general jefe del Primer Ejército, y pasó revista a las tropas allí
formadas; el mismo día Fernando VII entró en la arruinada Gerona. Wellington
continuaba su campaña en Francia, apoyado por el Tercer y Cuarto Ejércitos que
volvieron a cruzar la frontera. El 27 de marzo las tropas aliadas alcanzaron las
afueras de Toulouse y en la batalla de Toulouse se enfrentaron al ejército de
Soult. Tras la batalla los franceses abandonaron la ciudad y entraron en ella los
aliados el 12 de abril, el mismo día en que recibieron la noticia de que los
aliados del norte también habían entrado en París y de que Napoleón había abdicado.
La guerra había terminado.18:305-354
La restauración
Fernando VII, después de pasar por Tarragona y Reus, llegó a Zaragoza el 6 de abril
y el 16 a Valencia, donde recibió la noticia de la abdicación de Napoleón. Allí el
capitán general de Valencia y general jefe del Segundo Ejército, Francisco Javier
de Elío, hizo jurar a sus tropas que sostendrían al rey en la plenitud de sus
derechos. También recibió el rey una representación de una facción de las Cortes
que elogiaba la monarquía absoluta y pedía la disolución de las Cortes y la
anulación de la Constitución de Cádiz. El rey salió de Valencia camino de Madrid
escoltado por Elio y dictaminó el cese del Consejo de Regencia y la disolución de
las Cortes; ordenó la prisión de varios regentes, ministros del gobierno y
diputados liberales; y anunció que no juraría la Constitución.18:355-364
De mayo de 1808 a marzo de 1814 se crearon 218 regimientos de infantería de línea y
101 regimientos de infantería ligera, con un total de 417 batallones de infantería,
y otras 41 compañías sueltas y extraordinarias de infantería. En el mismo periodo
se crearon once regimientos de caballería de línea, dos regimientos de lanceros,
diez regimientos de húsares, otros diez regimientos de cazadores y seis regimientos
de dragones, más veintidós escuadrones sueltos de distintos tipos, con un total de
160 escuadrones de caballería. La organización del Ejército sufrió numerosos
cambios durante la guerra, resultando en el refundimiento o extinción de unidades,
y la reorganización de los regimientos.11:284-296,310-312 Tras finalizar la guerra
unas tres cuartas partes de los hombres en armas fueron licenciados sin sueldo,
unos 150 000 soldados, casi 10 000 oficiales y 440 generales.8:83 Se retornó a un
número de unidades similar al que había antes de la guerra, con dos regimientos de
reales guardias de infantería, cuarenta y dos regimientos de infantería de línea,
doce batallones de infantería ligera, dieciséis regimientos de caballería de línea,
tres de cazadores y otros tres de dragones. También se recrearon cuarenta y dos
batallones de milicias provinciales. Dificultades presupuestarias forzaron
posteriormente a reducciones adicionales en el número de batallones por regimiento
y en el de regimientos.11:418-435 17:5-6
Alfonso XII entra en Madrid al frente del Ejército, por Ricardo Balaca y Frédéric
Lix
Alfonso XII había recibido una formación muy distinta de la de reyes anteriores.
Debido al exilio, estudió en colegios franceses, suizos y austriacos, y entró en la
Academia militar de Sandhurst, en Inglaterra, de donde salió tres meses después
para volver a España como rey. Su mentor político, Antonio Cánovas del Castillo,
quiso fomentar la imagen de rey-soldado e insistió en que vistiera un uniforme de
capitán general para su entrada en Madrid. Era la primera vez que un rey se
atribuía un rango particular del Ejército. A los pocos días se marchaba al norte de
España para ponerse al frente de las tropas que combatían a los carlistas. Los
carlistas fueron finalmente derrotados en febrero de 1876, tras lo que el Rey
volvió a Madrid al frente de un ejército de 50 000 hombres. La Constitución de 1876
en su artículo 52 confirmó ese papel, al decir que el Rey Tiene el mando supremo
del Ejército y Armada, y dispone de las fuerzas de mar y tierra, mientras que el
artículo 54 establecía que también le correspondía Declarar la guerra y hacer y
ratificar la paz, dando después cuenta documentada a las Cortes.8:111-112 Una nueva
organización del Ejército fue decretada en 1877: la infantería debía tener sesenta
regimientos de línea a dos batallones cada uno, veinte batallones de cazadores, un
regimiento de disciplina y cien batallones de reserva; la caballería veinticuatro
regimientos, de ellos once de lanceros, diez de cazadores y dos de húsares; el
Cuerpo de Artillería, reconstituido durante la república, contaría con cinco
regimientos a pie, cinco montados de batalla, dos montados de posición y tres de
montaña; y el Cuerpo de Ingenieros con cuatro regimientos mixtos de zapadores-
minadores y un regimiento montado de pontoneros, telegrafistas y ferrocarriles, con
dos batallones por regimiento. El Ejército contaba por entonces con 24 000
oficiales y 500 generales, con solo una cuarta parte de los oficiales encuadrados
en unidades.8:117-119 En 1878 fue publicada la Ley Constitutiva del Ejército, que
regulaba la organización territorial en catorce Capitanías Generales metropolitanas
y tres de ultramar, y cinco comandancias militares: Ceuta, Melilla, Campo de
Gibraltar, Cartagena y Mahón; cada una de las 49 provincias de la metrópoli tenía
asignado un gobernador militar. 22 Ese mismo año se publicó una Ley de
Reclutamiento y Reemplazo del Ejército que establecía un servicio militar
obligatorio de cuatro años en activo y cuatro en la reserva, y regulaba el sorteo
para cubrir el cupo establecido. Eran excluidos de la obligación de servicio los
inútiles por defecto físico o enfermedad, los de menos de 154 cm de altura, los
religiosos, y ciertos mineros. También contemplaba la exclusión en caso de
necesidad familiar y la sustitución o redención, permitiendo que los hijos de
familias acomodadas pudieran eludir el servicio mediante el pago de 2000 pesetas.23
Una exclusión que desapareció con esta ley fue la de las provincias vascas, desde
entonces los vascos tuvieron la misma obligación de servir que el resto de los
españoles.8:117-119 También en 1878 fue posible concluir la guerra de los Diez Años
en Cuba con la paz de Zanjón, después de que murieran más de 80 000 hombres debido
al combate y las enfermedades.8:128 Alfonso XII murió de tuberculosis en 1885, a
los 27 años de edad. En ese momento tenía dos hijas legítimas de cinco y tres años
y su mujer, María Cristina de Habsburgo-Lorena, estaba esperando al futuro Alfonso
XIII, que nació seis meses después de morir su padre.
La guerra del Rif se inició en 1911 con la declaración de la Guerra Santa por El
Mizzian y se expandió en 1912 por la necesidad de ocupar los territorios del
Protectorado español de Marruecos. En febrero de 1913 fue creado el Servicio de
Aeronáutica Militar con oficiales provenientes del Arma de Ingenieros, y en
noviembre de ese mismo año realizó sus primeras misiones de combate en Marruecos.
Al declararse la Primera Guerra Mundial, España, que no formaba parte de ninguna de
las dos alianzas enfrentadas, decidió declararse neutral, ya que no tenía ni
motivos ni recursos suficientes para participar en la guerra. Inicialmente la
guerra benefició a la economía española, al incrementarse la demanda de sus
productos, pero también generó inflación, dificultó el comercio y redujo la
emigración, con lo que se acabaron agudizando los problemas sociales. Se estima que
los submarinos de la Marina Imperial alemana hundieron un 20 % de la flota mercante
y de pasajeros española, pero eso no fue considerado motivo suficiente para que
España entrara en el conflicto.268:164-165
Alfonso XIII, Miguel Primo de Rivera, el cuadrilátero y los generales miembros del
directorio militar.
El desastre provocó una crisis política que hizo dimitir al Gobierno y forzó la
formación de un gobierno de unidad nacional. El perímetro alrededor de Melilla fue
asegurado con la ayuda de tropas provenientes de Ceuta y de la península, se
empezaron a usar armas químicas para combatir a los rebeldes rifeños28:145 y se
adquirieron carros de combate franceses. También se ordenó una investigación del
desastre, resultando en el Expediente Picasso –que detallaría irregularidades,
corrupción, fallos, negligencias y faltas de previsión en las operaciones militares
anteriores al desastre– y las Juntas de Defensa fueron disueltas a finales de
1922.8:197-198 Pocas semanas antes de que el pleno del Congreso de los Diputados
pudiera debatir el Expediente Picasso, el general Miguel Primo de Rivera, alentado
por un cuadrilátero de generales africanistas, dio un golpe de Estado y, con el
respaldo del rey, suspendió la Constitución de 1876 y formó un directorio militar.
El directorio estaba integrado por ocho generales de brigada del Ejército de
Tierra, representando cada una de las regiones militares peninsulares, y un
contralmirante representando a la Armada.
Uno de los asuntos de los que se ocupó la dictadura fue la unificación del régimen
de ascensos en el Ejército. Los junteros defendían el ascenso basado en los años de
servicio, los africanistas querían mantener los ascensos por méritos de guerra,
mientras que los artilleros y los ingenieros querían preservar su sistema de escala
cerrada, en el que se ascendía por orden de antigüedad y solo cuando existía una
vacante en el grado superior. En 1926 se publicó un decreto que establecía la
obligatoriedad de aceptar los ascensos electivos, que los artilleros
tradicionalmente declinaban a cambio de una cruz del mérito. Cuando los primeros
ascenso electivos de oficiales de artillería fueron publicados, los agraciados
pidieron el retiro y el resto del cuerpo procedió a acuartelarse. El Gobierno
reaccionó promulgando el estado de guerra y suspendiendo a todos los alumnos,
oficiales y jefes del cuerpo. Los amotinados acabaron entregándose y fueron
arrestados y procesados. Los artilleros tuvieron que aceptar la nueva realidad y
pidieron el reingreso, pero sintiéndose resentidos contra Primo de Rivera y contra
el rey por la manera como habían sido tratados.30:211-220 Primo de Rivera decidió
reabrir la Academia General Militar, que ya había operado entre 1882 y 1893, para
unificar la formación básica de los oficiales y proporcionarles un espíritu militar
común antes de que pasaran a sus academias de especialización. En 1928 nombró
director al ahora general Francisco Franco, para que reclutara al profesorado y
preparase los planes de estudio. La plantilla de profesores fue copada por
oficiales de infantería procedentes del Ejército de África que habían mandado
unidades de regulares y de la Legión.8:199-200
El rápido crecimiento del tamaño de las dos fuerzas enfrentadas, con el llamamiento
a filas de numerosos reemplazos para completar las plantillas de las unidades que
se iban creando, creó la necesidad de formar oficiales para mandar las tropas. Las
plantillas de oficiales, sobredimensionadas en tiempo de paz para un ejército de
nueve divisiones, eran totalmente insuficientes cuando el número de divisiones se
multiplicó hasta las más de cien que existían a finales de 1938. El problema
también se agravó por la ejecución o encarcelamiento de muchos oficiales que
titubearon, o que se encontraban en el momento del alzamiento en la zona opuesta a
la de sus inclinaciones políticas. Ambos bandos crearon escuelas y academias para
formar oficiales provisionales que pudieran cubrir las plazas vacantes y también
permitir a los oficiales de carrera desempeñar mandos superiores a los
correspondientes a su grado. En el bando sublevado se crearon escuelas de alféreces
provisionales –que formaron 5133 alféreces– y posteriormente academias, separadas
para cada arma, cuerpo, especialidad o milicia, en las que se formaron unos 22 000
alféreces y 1000 tenientes provisionales. También se organizaron cursos de
ampliación y perfeccionamiento para el ascenso a teniente y capitán, formándose
casi 5000 tenientes, capacitados para mandar compañías, y unos 500 capitanes, con
capacitación para mandar batallones. En el bando republicano las primeras escuelas
de mandos fueron creadas por las milicias de partido, como las comunistas y las del
POUM. El gobierno procedió a reconocer los empleos de sus mandos, de sargento a
comandante, incorporándolos en la escala activa del Ejército a la vez que las
milicias fueron militarizadas e incorporadas. El gobierno también procedió al
ascenso automático de los suboficiales y oficiales profesionales que se hubiesen
mantenido leales. Se eliminaron los empleos de brigada, suboficial y alférez,
pasando los sargentos ascendidos directamente a teniente. La primera unidad en la
que se creó una escuela de mandos fue en el comunista Quinto Regimiento de Milicias
Populares; cuatro de los jefes de las seis primeras brigadas mixtas procedían del
5º Regimiento. Luego también crearon escuelas la CNT-FAI, las Juventudes
Socialistas Unificadas, y el propio gobierno estableció las Escuelas Populares de
Guerra para la instrucción de oficiales provisionales con el título de tenientes de
campaña. Se calcula que el bando republicano creó un total de 35 000 a 40 000
oficiales durante la guerra.3235
Los sublevados acabaron imponiéndose, pero su victoria les costó mucho más esfuerzo
y tiempo de lo que habían pensado. Los planes iniciales del general Mola asumían la
victoria del alzamiento en Valencia y Barcelona31:59, lo que hubiera permitido un
ataque convergente sobre Madrid para tomar la capital39:6, 15 y conseguir un rápido
reconocimiento internacional.31:129 En realidad, la reacción de las fuerzas de
izquierda y la distribución de armas a las organizaciones obreras permitió resistir
el alzamiento en algunas capitales clave,31:55-56 con las milicias recién armadas
demostrando una capacidad efectiva de combate.31:55-56 La natural desconfianza de
los milicianos hacia las autoridades establecidas hizo difícil imponer la
disciplina necesaria, con algunos milicianos por ejemplo negándose a cavar
trincheras.31:105-106 Las milicias, con cierta experiencia en la lucha urbana, al
principio del conflicto no tenían la preparación necesaria para combatir en campo
abierto, ni contaban con el apoyo aéreo y artillero con el que contaban los
sublevados.31:101 Aun así, las milicias fueron capaces de detener el avance de las
vanguardias sublevadas enviadas por Mola para atacar Madrid31:101 y, transformadas
en el Ejército Popular de la República y con la ayuda de suministros soviéticos y
de las brigadas internacionales, fueron también capaces de detener en las afueras
de Madrid el hasta entonces victorioso avance del Ejército de África.31:138-140 Las
divisiones internas en el bando republicano y las diferencias en cuanto a las
prioridades distrajeron recursos que hubieran podido ser utilizados contra los
sublevados31:91 y contrastaron con la unidad de propósito y de mando en el bando
sublevado.31:117-118 Al principio del conflicto parte del bando republicano decidió
que era más importante hacer la revolución31:93-96 que ganar la guerra, culminando
el conflicto en enfrenamientos armados entre milicias de distinto tinte político.31
:185-194 La creciente influencia y poder de los comunistas en el gobierno y el
ejército republicano, y de sus asesores soviéticos, incrementaron la autoridad del
gobierno central, pero también crearon suspicacias por parte de aquellos que
recelaban de su motivación.31:182-194 El ejército republicano demostró competencia
en acciones defensivas, como la batalla de Guadalajara o la defensa de Valencia,
pero sus disensiones internas contribuyeron a su derrota final.31:252-257 Los
sublevados no solo contaban con las unidades más profesionales del ejército, los
regulares y legionarios,31:51-52 sino también con el apoyo de la Legión Cóndor
alemana, y el Corpo Truppe Volontarie y la Aviación Legionaria italianos. La
creación del Comité de No Intervención no detuvo el apoyo de Alemania, Italia y
Portugal al bando sublevado, pero dificultó los suministros al bando republicano.31
:201-204
Un cañón soviético de 122 mm M1931/37 como los capturados por Alemania y luego
suministrados a España en 1943 durante el Programa Bär. Estos cañones permanecerían
en servicio en España hasta el inicio de la década de 1990.
En 1943, tras la ocupación por los aliados del norte de África y la pérdida de
iniciativa alemana en el frente del este, el Gobierno español volvió a declararse
neutral y anunció la retirada de la mayoría de los integrantes de la División Azul.
Al mismo tiempo, el Ejército fue reorganizado con la creación de un Grupo de
Divisiones de Reserva, integrado por tres divisiones de infantería, el refuerzo de
las divisiones de montaña y de las fuerzas de defensa de bases navales, y la
creación de una división acorazada.40:28-29 Con el Programa Bär se intentó adquirir
armamento alemán para reequipar a los ejércitos, pero las necesidades propias de
Alemania solo permitieron la transferencia de materiales en una cantidad inferior a
la deseada por España.40:42 El año siguiente se creó una nueva región militar con
capital en Granada para defender mejor el sur de España ante una posible
invasión.40:29 La liberación aliada del sur de Francia dio libertad de acción a los
republicanos españoles en Francia, que se trasladaron a áreas próximas a la
frontera con España para preparan una invasión, cruzando la frontera pirenaica en
octubre de 1944 en la llamada invasión del Valle de Arán, pero fracasando al no
realizarse el esperado levantamiento popular y al contraatacar el Gobierno con
tropas de montaña, legionarios y regulares. La resistencia por parte de las
guerrillas republicanas continuó –no solo en el Pirineo, sino también en otras
zonas de España– por varios años, y fue reprimida por fuerzas de la Guardia Civil y
la Policía Armada, tabores de regulares, y otras unidades del Ejército.31:274-278
Carro M47 como los suministrados por la ayuda estadounidense desde 1954
La llegada de ayuda estadounidense influyó a que en 1958 se organizaran tres
divisiones experimentales según el modelo «pentómico». La implementación española
agrupaba a las unidades de maniobra de cada división en cinco agrupaciones
tácticas, cada una mandada por un teniente coronel, que se dividían a su vez en
cinco grupos tácticos mandados por comandantes. En 1960 la organización pentómica
fue aplicada al resto de las divisiones de infantería en una reorganización del
Ejército que redujo el número total de divisiones a catorce (ocho de infantería,
cuatro de montaña, una acorazada y una de caballería), más tres brigadas blindadas
independientes y tres brigadas de artillería de campaña.42:82-83
Carro de combate AMX-30 del Ejército español. Tras un acuerdo en 1970, Francia
suministró en 1974 diecinueve AMX-30D a España que fueron usados en el Sahara, y
posteriormente 280 AMX-30E fueron fabricados en España bajo licencia.
Durante los años finales del franquismo, y tras el éxito de la Revolución de los
Claveles en el vecino Portugal, un pequeño grupo de oficiales fundó la clandestina
Unión Militar Democrática (UMD) para promover la idea de que el Ejército debía
estar al servicio de la sociedad, y no al servicio de la perpetuación del régimen
franquista.42:95-96 En el verano de 1975 los líderes de la UMD fueron arrestados y
posteriormente fueron expulsados de las Fuerzas Armadas.8:258-259
El régimen de Franco acabó como había empezado, con conflicto en África. En 1973,
el Frente Polisario inició su lucha por la independencia del Sahara Occidental y
comenzó una campaña armada de acoso a las fuerzas españolas en el territorio.
Destacamentos de carros y obuses de la División Acorazada Brunete fueron enviados
al territorio para reforzar la guarnición española. En 1975, Marruecos organizó la
Marcha Verde para demandar la anexión del territorio a Marruecos. España acordó
abandonar el territorio, cediendo su administración a Marruecos y Mauritania. Las
últimas unidades militares españolas se retiraron del Sahara en enero de 1976.49
:138-144
Véase también
Ejército de Tierra de España
Guerras de España
Militarismo en España
Referencias
GALLEGOS VÁZQUEZ, Federico (2011). «El ejército visigodo: El primer ejército
español». Reflexiones sobre poder, guerra y religión en la Historia de España
(Universidad Rey Juan Carlos): 52-56. ISBN 978-84-615-2931-5.
QUATREFAGES, René (1993). «La organización militar en los siglos XV y XVI». En
Cátedra General Castaños, ed. Actas de las II Jornadas Nacionales de Historia
Militar. ISBN 84-600-8633-X.
FERNÁNDEZ Y GONZÁLEZ, Francisco (1866). Estado social y político de los mudéjares
de Castilla. p. 210.
MARTÍNEZ PEÑAS, Leandro; FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Manuela (2014). «La evolución del
ejército de la monarquía». La guerra y el nacimiento del Estado Moderno (Asociación
Veritas para el Estudio de la Historia, el Derecho y las Instituciones). ISBN 978-
84-616-8611-7.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1851). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 2.
MARTÍNEZ RUIZ, Enrique (2001). El ejército de los Austrias. Real Sociedad
Económica de Amigos del País.
NAVARRO MÉNDEZ, Joaquín (2010). «La instrucción de 1536 u Ordenanza de Génova».
Revista Ejército (Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa) (827): 108-
110. ISSN 1696-7178.
PUELL DE LA VILLA, Fernando (2005). Historia del Ejército en España. Alianza
Editorial. ISBN 978-84-206-4792-0.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1853). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 4.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1854). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 5.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1854). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 6.
BARADO Y FORT, Francisco (1880). Historia del Ejército Español 3. Museo Militar.
QUEIPO DE LLANO, José María (1838). Historia del levantamiento, Guerra y
Revolución de España 1.
CASSINELLO PÉREZ, Andrés (2009). «La dirección de la guerra: 1808-1810, La
dirección de la guerra: 1810-1814». Revista de Historia Militar (Instituto de
historia y cultura militar) (extraordinario). Archivado desde el original el 3 de
octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de 2016.
GUERRERO ACOSTA, José Manuel (2009). «Ejército y pueblo durante la Guerra de la
Independencia. Notas para el estudio de una simbiosis histórica». Revista de
Historia Militar (Instituto de historia y cultura militar) (extraordinario).
Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de
2016.
QUEIPO DE LLANO, José María (1851). Historia del levantamiento, Guerra y
Revolución de España 2.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1856). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 7.
QUEIPO DE LLANO, José María (1851). Historia del levantamiento, Guerra y
Revolución de España 3.
«Web Oficial de la Guardia Civil: Historia: La Fundación». Archivado desde el
original el 3 de mayo de 2014.
POBLACIÓN Y FERNÁNDEZ, Antonio (1860). Histoire de la guerre de l'Espagne avec le
Maroc (en francés).
BAUDOZ, Augustin; OSIRIS, I. (1860). Historia médica de la guerra de África.
Ministerio de la Guerra (1878). Ley Constitutiva del Ejército.
Ministerio de la Guerra (1878). Ley de Reclutamiento y Reemplazo del Ejército.
CACHINERO, Jorge (1988). «Intervencionismo y reformas militares en España a
comienzos del siglo XX». Cuadernos de Historia Contemporánea 10: 155-183. ISSN
0214-400X.
«Las fiestas reales». La Ilustración Española y Americana (XX). 30 de mayo de
1902.
PEREA RUIZ, Jesús (2004). «Guerra submarina en España (1914-1918)». Espacio,
Tiempo y Forma, Serie V, H.- Contemporánea (16): 193-229.
LACOMBA ABELLÁN, Juan Antonio (1965). «La Crisis Militar de 1917: Maura y las
Juntas de Defensa». Saitabi (15): 73-101.
FONTENLA BALLESTA, Salvador (2012). «Las Campañas del Rif». Revista de Historia
Militar (Instituto de historia y cultura militar) (extraordinario II). ISSN 0482-
5748. Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de
octubre de 2016.
SUEIRO SEOANE, Susana (1994). «El mito del estratega. Primo de Rivera y la
resolución del problema de Marruecos». Cuadernos de Historia Contemporánea
(Editorial Complutense) (16): 114-129. ISSN 0214-400X.
GONZÁLEZ-POLA DE LA GRANJA, Pablo (2014). «Las Disoluciones del Cuerpo y su
Repercusión sobre el Colegio/Academia de Artillería». Revista de Historia Militar
(Instituto de historia y cultura militar) (extraordinario 1). ISSN 0482-5748.
BEEVOR, Antony (2001) [1982]. The Spanish Civil War. Penguin Group. ISBN 0-14-
100148-8.
GÁRATE CÓRDOBA, José María (2010). «Improvisación de mandos en 1936». Revista de
Historia Militar (Instituto de Historia y Cultura Militar) (extraordinario): 53-
164. ISSN 0482-5748. Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016.
Consultado el 3 de octubre de 2016.
«Orden, circular, creando un Comisariado general de Guerra con la misión que se
indica.». Gaceta de Madrid: diario oficial de la República. Año CCLXXV Tomo IV
(Núm. 290): 355. 16 de octubre de 1936. Consultado el 3 de septiembre de 2016.
HERRERO PÉREZ, José Vicente (2003). «De la división orgánica a la brigada mixta
(la evolución de las grandes unidades en España 1914-1927)». Revista de Historia
Militar (Instituto de Historia y Cultura Militar) (93): 109-134. ISSN 0482-5748.
Archivado desde el original el 9 de octubre de 2016.
GIL OSSORIO, Fernando (1961). «Oficiales provisionales». Revista de Historia
Militar (Instituto de Historia y Cultura Militar) (9): 122-144. ISSN 0482-5748.
Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de
2016.
CANDIL, Antonio J. (1999). «Soviet Armor in Spain: Aid Mission to the Republicans
Tested Doctrine and Equipment». Armor (en inglés) (US Army Armor Center) CVIII (2):
31-38. ISSN 0004-2420. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012.
Consultado el 3 de octubre de 2016.
DALEY, John (1999). «The Theory and Practice Of Armored Warfare in Spain October
1936 – February 1937». Armor (en inglés) (US Army Armor Center) CVIII (2): 30, 39-
43. ISSN 0004-2420. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. Consultado
el 3 de octubre de 2016.
DALEY, John (1999). «Soviet and German Advisors Put Doctrine to the Test: Tanks in
the Siege of Madrid». Armor (en inglés) (US Army Armor Center) CVIII (3): 33-37.
ISSN 0004-2420. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. Consultado el 3
de octubre de 2016.
HURTADO, Víctor (2011). La sublevación. Edicions DAU. ISBN 978-84-936625-6-1.
Archivado desde el original el 2 de abril de 2013. Consultado el 3 de octubre de
2016.
MUÑOZ BOLAÑOS, Roberto (2010). «La Institución Militar en la Postguerra (1939-
1945)». Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 15-54. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
RODRIGO FERNÁNDEZ, Rafael (2010). «El Ejército Español en 1940». Fuerzas armadas y
políticas de defensa durante el franquismo (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 51-75. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
PUELL DE LA VILLA, Fernando (2010). «El devenir del Ejército de Tierra (1945-
1975)». Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 63-96. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
MORCILLO SÁNCHEZ, Emilio (2010). «Planes militares frente al exterior durante el
primer franquismo». Fuerzas armadas y políticas de defensa durante el franquismo
(Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 209-242. ISBN 978-84-
608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
MORENO JULIÁ, Xavier (2010). «España en la Segunda Guerra Mundial: la División
Azul». Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 243-268. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
«Declaración de Postdam» (en inglés).
ALBERT SALUEÑA, Jesús (2010). «El Ejército de África». Los Ejércitos del
Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED):
151-180. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
PASTRANA PIÑERO, Juan (2010). «El «Plan Madrid»: la defensa del A.O.E. que nunca
llegó a ser». Fuerzas armadas y políticas de defensa durante el franquismo
(Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 147-164. ISBN 978-84-
608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
DIZ MONJE, Juan Carlos (2010). «La guerra irregular en el marco de la defensa
operativa del territorio (1965-1975)». Fuerzas armadas y políticas de defensa
durante el franquismo (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED):
217-236. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
MAS VAYÁ, Enrique (2007). «Revolución estratégica y medios armados en España 1975‐
2005.». Fuerzas armadas y políticas de defensa: transición y modernización
(Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED). ISBN 978-84-608-0557-1.
Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de
2016.
«Escudo del Ejército de Tierra». www.ejercito.mde.es. Consultado el 1 de octubre
de 2016.
«Proclamación del Rey Juan Carlos I». RTVE. 22 de noviembre de 1975. Consultado el
25 de septiembre de 2016.
«Su Majestad el Rey Don Juan Carlos». Página oficial de la Casa de Su Majestad el
Rey. Consultado el 25 de septiembre de 2016.
PUELL DE LA VILLA, Fernando (2012). «La transición militar». Colección Testimonios
(Fundación Transición Española) (6). ISSN 2171-7699. Consultado el 26 de septiembre
de 2016.
MUÑOZ BOLAÑOS, Roberto (2014). «El general Torres Rojas en la división acorazada
Brunete: el involucionismo militar ante la transición democrática, 1975-1980».
Vínculos de Historia (3): 343-369. ISSN 2254-6901.
MUÑOZ BOLAÑOS, Roberto (2012). La involución militar durante la transición. El
golpe de estado del 23-F.
FERNÁNDEZ VARGAS, Valentina (2009). «El proceso de incorporación de la mujer a las
Fuerzas Armadas en España. Pasado, presente y futuro». Las mujeres militares en
España (1988-2008) (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 95-
118. ISBN 978-84-608-0912-8. Archivado desde el original el 7 de septiembre de
2011. Consultado el 3 de octubre de 2016.
CANDIL, Antonio J. (1998). «Spain’s Armor Force Modernizes». Armor (en inglés) (US
Army Armor Center) CVII (2): 41-42. ISSN 0004-2420.
«Real Decreto 416/2006». Boletín Oficial del Estado. 11 de abril de 2006.
«Misiones Internacionales». www.ejercito.mde.es. Consultado el 2 de octubre de
2016.
«Racionalización de las estructuras de las Fuerzas Armadas. Hacia una organización
conjunta». Monografías de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (Secretaría
General Técnica del Ministerio de Defensa) (183). 2013. ISBN 978-84-9781-898-8.
Archivado desde el original el 30 de enero de 2016.
«Orden DEF/1265/2015, de 29 de junio, por la que se desarrolla la organización
básica del Ejército de Tierra». Boletín Oficial del Estado. 29 de junio de 2015.
Bibliografía
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1851). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 2.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1853). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 4.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1854). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 5.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1854). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 6.
MARÍA DE SOTTO, Serafín (1856). Historia orgánica de las armas de Infantería y
Caballería españolas 7.
MARTÍNEZ PEÑAS, Leandro; FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Manuela (2014). «La evolución del
ejército de la monarquía». La guerra y el nacimiento del Estado Moderno (Asociación
Veritas para el Estudio de la Historia, el Derecho y las Instituciones). ISBN 978-
84-616-8611-7.
FERNÁNDEZ Y GONZÁLEZ, Francisco (1866). Estado social y político de los mudéjares
de Castilla. p. 210.
POBLACIÓN Y FERNÁNDEZ, Antonio (1860). Histoire de la guerre de l'Espagne avec le
Maroc (en francés).
PUELL DE LA VILLA, Fernando (2005). Historia del Ejército en España. Alianza
Editorial. ISBN 978-84-206-4792-0.
BARADO Y FORT, Francisco (1880). Historia del Ejército Español 3. Museo Militar.
QUEIPO DE LLANO, José María (1838). Historia del levantamiento, Guerra y Revolución
de España 1.
QUEIPO DE LLANO, José María (1851). Historia del levantamiento, Guerra y Revolución
de España 2.
QUEIPO DE LLANO, José María (1851). Historia del levantamiento, Guerra y Revolución
de España 3.
BAUDOZ, Augustin; OSIRIS, I. (1860). Historia médica de la guerra de África.
HURTADO, Víctor (2011). La sublevación. Edicions DAU. ISBN 978-84-936625-6-1.
Archivado desde el original el 2 de abril de 2013. Consultado el 3 de octubre de
2016.
Ministerio de la Guerra (1878). Ley Constitutiva del Ejército.
Ministerio de la Guerra (1878). Ley de Reclutamiento y Reemplazo del Ejército.
BEEVOR, Antony (2001) [1982]. The Spanish Civil War. Penguin Group. ISBN 0-14-
100148-8.
CANDIL, Antonio J. (1999). «Soviet Armor in Spain: Aid Mission to the Republicans
Tested Doctrine and Equipment». Armor (en inglés) (US Army Armor Center) CVIII (2):
31-38. ISSN 0004-2420. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012.
Consultado el 3 de octubre de 2016.
CANDIL, Antonio J. (1998). «Spain’s Armor Force Modernizes». Armor (en inglés) (US
Army Armor Center) CVII (2): 41-42. ISSN 0004-2420.
DALEY, John (1999). «Soviet and German Advisors Put Doctrine to the Test: Tanks in
the Siege of Madrid». Armor (en inglés) (US Army Armor Center) CVIII (3): 33-37.
ISSN 0004-2420. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. Consultado el 3
de octubre de 2016.
GÁRATE CÓRDOBA, José María (2010). «Improvisación de mandos en 1936». Revista de
Historia Militar (Instituto de Historia y Cultura Militar) (extraordinario): 53-
164. ISSN 0482-5748. Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016.
Consultado el 3 de octubre de 2016.
GIL OSSORIO, Fernando (1961). «Oficiales provisionales». Revista de Historia
Militar (Instituto de Historia y Cultura Militar) (9): 122-144. ISSN 0482-5748.
Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de
2016.
HERRERO PÉREZ, José Vicente (2003). «De la división orgánica a la brigada mixta (la
evolución de las grandes unidades en España 1914-1927)». Revista de Historia
Militar (Instituto de Historia y Cultura Militar) (93): 109-134. ISSN 0482-5748.
Archivado desde el original el 9 de octubre de 2016.
MARTÍNEZ RUIZ, Enrique (2001). El ejército de los Austrias. Real Sociedad Económica
de Amigos del País.
NAVARRO MÉNDEZ, Joaquín (2010). «La instrucción de 1536 u Ordenanza de Génova».
Revista Ejército (Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa) (827): 108-
110. ISSN 1696-7178.
GUERRERO ACOSTA, José Manuel (2009). «Ejército y pueblo durante la Guerra de la
Independencia. Notas para el estudio de una simbiosis histórica». Revista de
Historia Militar (Instituto de historia y cultura militar) (extraordinario).
Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de
2016.
PUELL DE LA VILLA, Fernando (2010). «El devenir del Ejército de Tierra (1945-
1975)». Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 63-96. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
ALBERT SALUEÑA, Jesús (2010). «El Ejército de África». Los Ejércitos del Franquismo
(1939-1975) (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 151-180.
ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
RODRIGO FERNÁNDEZ, Rafael (2010). «El Ejército Español en 1940». Fuerzas armadas y
políticas de defensa durante el franquismo (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 51-75. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
GALLEGOS VÁZQUEZ, Federico (2011). «El ejército visigodo: El primer ejército
español». Reflexiones sobre poder, guerra y religión en la Historia de España
(Universidad Rey Juan Carlos): 52-56. ISBN 978-84-615-2931-5.
MUÑOZ BOLAÑOS, Roberto (2014). «El general Torres Rojas en la división acorazada
Brunete: el involucionismo militar ante la transición democrática, 1975-1980».
Vínculos de Historia (3): 343-369. ISSN 2254-6901.
SUEIRO SEOANE, Susana (1994). «El mito del estratega. Primo de Rivera y la
resolución del problema de Marruecos». Cuadernos de Historia Contemporánea
(Editorial Complutense) (16): 114-129. ISSN 0214-400X.
PASTRANA PIÑERO, Juan (2010). «El «Plan Madrid»: la defensa del A.O.E. que nunca
llegó a ser». Fuerzas armadas y políticas de defensa durante el franquismo
(Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 147-164. ISBN 978-84-
608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
FERNÁNDEZ VARGAS, Valentina (2009). «El proceso de incorporación de la mujer a las
Fuerzas Armadas en España. Pasado, presente y futuro». Las mujeres militares en
España (1988-2008) (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 95-
118. ISBN 978-84-608-0912-8. Archivado desde el original el 7 de septiembre de
2011. Consultado el 3 de octubre de 2016.
MORENO JULIÁ, Xavier (2010). «España en la Segunda Guerra Mundial: la División
Azul». Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 243-268. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
PEREA RUIZ, Jesús (2004). «Guerra submarina en España (1914-1918)». Espacio, Tiempo
y Forma, Serie V, H.- Contemporánea (16): 193-229.
CACHINERO, Jorge (1988). «Intervencionismo y reformas militares en España a
comienzos del siglo XX». Cuadernos de Historia Contemporánea 10: 155-183. ISSN
0214-400X.
LACOMBA ABELLÁN, Juan Antonio (1965). «La Crisis Militar de 1917: Maura y las
Juntas de Defensa». Saitabi (15): 73-101.
CASSINELLO PÉREZ, Andrés (2009). «La dirección de la guerra: 1808-1810, La
dirección de la guerra: 1810-1814». Revista de Historia Militar (Instituto de
historia y cultura militar) (extraordinario). Archivado desde el original el 3 de
octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de 2016.
DIZ MONJE, Juan Carlos (2010). «La guerra irregular en el marco de la defensa
operativa del territorio (1965-1975)». Fuerzas armadas y políticas de defensa
durante el franquismo (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED):
217-236. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
MUÑOZ BOLAÑOS, Roberto (2010). «La Institución Militar en la Postguerra (1939-
1945)». Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975) (Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado - UNED): 15-54. ISBN 978-84-608-1110-7. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016.
MUÑOZ BOLAÑOS, Roberto (2012). La involución militar durante la transición. El
golpe de estado del 23-F.
QUATREFAGES, René (1993). «La organización militar en los siglos XV y XVI». En
Cátedra General Castaños, ed. Actas de las II Jornadas Nacionales de Historia
Militar. ISBN 84-600-8633-X.
FONTENLA BALLESTA, Salvador (2012). «Las Campañas del Rif». Revista de Historia
Militar (Instituto de historia y cultura militar) (extraordinario II). ISSN 0482-
5748. Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de
octubre de 2016.
GONZÁLEZ-POLA DE LA GRANJA, Pablo (2014). «Las Disoluciones del Cuerpo y su
Repercusión sobre el Colegio/Academia de Artillería». Revista de Historia Militar
(Instituto de historia y cultura militar) (extraordinario 1). ISSN 0482-5748.
«Las fiestas reales». La Ilustración Española y Americana (XX). 30 de mayo de 1902.
PUELL DE LA VILLA, Fernando (2012). «La transición militar». Colección Testimonios
(Fundación Transición Española) (6). ISSN 2171-7699. Consultado el 26 de septiembre
de 2016.
«Orden, circular, creando un Comisariado general de Guerra con la misión que se
indica.». Gaceta de Madrid: diario oficial de la República. Año CCLXXV Tomo IV
(Núm. 290): 355. 16 de octubre de 1936. Consultado el 3 de septiembre de 2016.
MORCILLO SÁNCHEZ, Emilio (2010). «Planes militares frente al exterior durante el
primer franquismo». Fuerzas armadas y políticas de defensa durante el franquismo
(Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED): 209-242. ISBN 978-84-
608-1110-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016.
«Racionalización de las estructuras de las Fuerzas Armadas. Hacia una organización
conjunta». Monografías de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (Secretaría
General Técnica del Ministerio de Defensa) (183). 2013. ISBN 978-84-9781-898-8.
Archivado desde el original el 30 de enero de 2016.
«Real Decreto 416/2006». Boletín Oficial del Estado. 11 de abril de 2006.
MAS VAYÁ, Enrique (2007). «Revolución estratégica y medios armados en España 1975‐
2005.». Fuerzas armadas y políticas de defensa: transición y modernización
(Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado - UNED). ISBN 978-84-608-0557-1.
Archivado desde el original el 3 de octubre de 2016. Consultado el 3 de octubre de
2016.
«Orden DEF/1265/2015, de 29 de junio, por la que se desarrolla la organización
básica del Ejército de Tierra». Boletín Oficial del Estado. 29 de junio de 2015.
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q28501917
Categorías: Ejército de Tierra de EspañaHistoria militar de EspañaUnidades
militares históricas de España
Menú de navegación
No has accedido
Discusión
Contribuciones
Crear una cuenta
Acceder
ArtículoDiscusión
LeerEditarVer historial
Buscar
Buscar en Wikipedia
Portada
Portal de la comunidad
Actualidad
Cambios recientes
Páginas nuevas
Página aleatoria
Ayuda
Donaciones
Notificar un error
Herramientas
Lo que enlaza aquí
Cambios en enlazadas
Subir archivo
Páginas especiales
Enlace permanente
Información de la página
Citar esta página
Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
Crear un libro
Descargar como PDF
Versión para imprimir
Idiomas
Añadir enlaces
Esta página se editó por última vez el 24 feb 2022 a las 01:01.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.