Está en la página 1de 11

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Nacional Experimental de la Seguridad

UNES-Guárico

Facilitador: Participante:

Aleyda García Alba Díaz, C.I V-11.631.039

Diego Malave CI: V-15.526.148

José Guevara CI: V-13.794.910

Marilys Guaran CI:V-18.519.242

San Juan de los Morros, Abril 2021

Capitalismo y Socialismo como Sistema Político Antagónico:


El socialismo y el capitalismo son dos sistemas sociales, políticos y económicos
de relación antagónica en cuanto al manejo de los bienes y los mecanismos de
producción en una sociedad.

Ambos términos son de uso común en los debates sociales y políticos


contemporáneos, y representan popularmente los dos modelos contrapuestos de
dirección de las sociedades: uno centrado en la acumulación de capitales (capitalismo)
y el otro en la conducción social de la producción (socialismo).

La pugna entre estos dos modelos deriva de los tiempos de la Guerra Fría, en
que se opusieron dos bloques políticos y económicos en el mundo: el comunista,
orquestado por la U.R.S.S. y el capitalista, por E.E.U.U y los países aliados (Francia,
Inglaterra).

Características del socialismo y el capitalismo:

1.- Orígenes

El capitalismo como sistema de organización socioeconómico nació en la


Europa del siglo XVI, en el marco del surgimiento del mercantilismo y el reemplazo de
la antigua aristocracia feudal por la burguesía.

El socialismo se origina en el contexto de la Revolución Francesa, con el


pensador francés Francois Babeuf, y tendrá distintas acepciones y transformaciones a
lo largo de los siglos: el socialismo utópico inglés, primero en considerar al proletariado
como una clase social independiente, y el filosófico, heredero del humanismo francés.

2. Conceptos

El capitalismo es un sistema de ordenamiento de la producción de bienes en el


cual las clases pudientes controlan los medios de producción y se benefician de la
plusvalía generada por los trabajadores, es decir, controlan el excedente una vez
cubiertos los costos de producción, acumulando la riqueza monetaria para reinvertir
en diversas maneras.

El socialismo es un modelo que socializa el control de los medios de


producción, entregándole buena parte de los mismos (si no toda) a los propios
trabajadores para que el reparto de las riquezas sea equitativo entre los involucrados y
no se produzca la “explotación del hombre por el hombre”, como la llamó Carlos Marx.

3. Diferencias entre capitalismo y socialismo

Las diferencias fundamentales entre capitalismo y socialismo tienen que ver


con la propiedad privada: en el capitalismo el modelo de propiedad privada permite
que el dueño de los medios de producción concentre la plusvalía, mientras que el
socialismo propone una propiedad social o estatal que tenga el cometido de satisfacer
las necesidades de los trabajadores antes que generar riqueza.

4. Tipos de capitalismo

Existen muchas formas de capitalismo, desarrolladas a lo largo de los años en


que este sistema se ha mantenido en vigencia. Podemos hablar de,
fundamentalmente:

 Mercantilismo. Una forma de capitalismo temprano y nacionalista,


surgida en el siglo XVI y que va de la mano con el imperialismo y los intereses del
Estado.
 Libre mercado. También llamado “laissez faire” (del francés “dejar
hacer”) es un sistema capitalista de mínima intervención estatal, en el que la oferta y
la demanda regulan las características de la economía.
 Economía social de mercado. Semejante al de libre mercado, pero con
mínimas intervenciones estatales para brindar servicios básicos protegidos a la
población, manteniendo sin embargo la mayor parte de las empresas como propiedad
privada.
 Capitalismo corporativo. Forma de capitalismo en que las empresas y
los grandes capitales corporativos trasnacionales ejercen el dominio económico,
manejando el Estado a favor de su crecimiento.
 Economía mixta. Una suerte de capitalismo intermedio, que cree en la
propiedad privada y en la autorregulación del mercado, pero corrige los posibles
“fallos” del mismo a través de políticas de protección pública.

5. Tipos de socialismo

Del mismo modo, en sus numerosos intentos de aplicación, se han teorizado


varios tipos de socialismo:

 Socialismo utópico. La primera corriente socialista surgida en el siglo


XVIII y XIX en Europa, surge como alternativa a las terribles condiciones de trabajo y
vida a que el socialismo de la época sometía a los trabajadores urbanos y a los
campesinos.
 Socialismo científico. Con este nombre distinguió Carlos Marx sus
propuestas elaboradas junto a Friedrich Engels, del resto de las doctrinas socialistas de
la época. Se llama así porque propuso el materialismo histórico como una doctrina de
estudio “científico” de las sociedades.
 Socialismo democrático. También llamado “socialdemocracia”, persigue
la construcción democrática de un sistema más justo, que logre reformar
paulatinamente los mecanismos políticos y socioeconómicos.
 Socialismo cristiano. Un intento por imponer el socialismo desde la
religión cristiana y sus valores morales. Muchos afirman que desde las épocas primeras
del cristianismo, ya esta ideología se profesaba.

6. Políticas

 Capitalismo. Ha demostrado una enorme adaptabilidad a los más


diversos regímenes políticos y de organización social, si bien las democracias liberales
parecen ser los escenarios ideales para su realización plena y su mayor generación de
riquezas.
 Socialismo. Tiende hacia la centralización del poder económico, social y
político en modelos unipartidistas, que puedan tomar las decisiones pertinentes y
mantener la estabilidad del sistema. Esto ha conducido a menudo a dictaduras y
regímenes autoritarios.

7. Críticas

Ambos sistemas han sido objeto de numerosas críticas de sus detractores.

 El capitalismo ha demostrado no ser un modelo naturalmente justo, ni


mucho menos, de manejo de riquezas: ha ocasionado no sólo enormes desigualdades
sociales, márgenes de pobreza y por lo tanto de violencia y de miseria urbana y rural,
sino además daños ecológicos sostenidos.
 Al socialismo se le reprocha su tendencia hacia el autoritarismo, su
capacidad para abandonar la democracia en la persecución de la justicia social y
económica, tanto como su manejo económico que tiende al reparto y la redistribución
más que a la generación de riquezas.

8. Modelo de sociedad

Según Karl Marx la construcción de clases crea luchas de ascenso a la riqueza.

El capitalismo construye sociedades de clases, que Carlos Marx definió como en


una perenne “lucha de clases”, en la que los sectores inferiores aspiran al ascenso y los
superiores intentan impedírselo para no perder sus privilegios obtenidos.

El socialismo, en cambio, persigue una sociedad sin clases sociales, en la que el


reparto sea equitativo y no existan sectores privilegiados.

9. Economía

El socialismo se apega a la planificación y control de la economía.


Las economías del socialismo y capitalismo operan, en teoría, de manera muy
distinta, ya que el primer modelo se apega a la planificación y control de la economía,
mientras que la segunda permite el “libre” ocurrir de la economía, basándose en la
oferta y la demanda para su autorregulación.

10. Comunismo

En teoría, el socialismo sería un régimen de transición hacia el comunismo: una


verdadera sociedad de justicia económica y social y equitativa repartición de la
riqueza. Pero hasta ahora no existe evidencia de la posibilidad real de alcanzar dicho
sistema.

Políticas progresivas y regresivas:


En primer lugar, las políticas de seguridad regresivas comprenden la acción de
contener, detener, castigar y perseguir actuaciones políticas o sociales desde el poder
político hacia un individuo o grupo. La regresión niega e impide el ejercicio de los
derechos civiles y de libertad política: expresión, reunión, manifestación, asociación,
sindicación que suelen considerarse propias de los sistemas democráticos.
Por su parte las políticas de seguridad progresivas son todas aquellas normas
que en seguridad social funcionan como servicio público para el desarrollo de los
derechos sociales especialmente para las poblaciones menos favorecidas.
Es decir, las características de una política regresiva en materia de seguridad
ciudadana reproducen el orden social injusto y de relaciones dentro de una sociedad,
que victimizan a nuestro pueblo. Por el contrario, una política progresiva, pone al ser
humano como principio y fin de todo razonamiento político y nos permite garantizar la
seguridad integral y los Derechos Humanos.
Por lo tanto, las ideales son las progresivas, para que una política de seguridad
sea progresista debe plantearse para actuar tanto sobre el delito como sobre sus
causas, incluyendo y protegiendo a los más pobres, a través de políticas que garanticen
la dignidad y respeto de los derechos humanos:
1) Lograr la inclusión social de las grandes mayorías. Sólo será posible reducir el
delito y la pobreza si se actúa sobre los factores estructurales que los generan,
promoviendo la inclusión y la justicia social, la reconstitución de tejido social en las
comunidades populares, garantizando a todos sus derechos y dignidad. Más que el
derecho a la seguridad, se trata de ofrecer la seguridad de los derechos.
2) Proteger a todos, especialmente a los más pobres. La seguridad y la
inseguridad se distribuyen desigualmente según la clase social: los sectores populares
están más desprotegidos, y enfrentan mayor cantidad de riesgos. Una política
democrática de seguridad "socializaría" la seguridad, protegiendo a los que son más
vulnerables: los pobres, las mujeres, los niños, los jóvenes.
3) Garantizar los derechos y la dignidad. La mejor política de seguridad es la que
garantiza los derechos de los ciudadanos, pues el delito común y la violación de los
derechos con que se les pretende enfrentar tienen una misma naturaleza. Por otra
parte, las actuaciones que vulneran los derechos terminan por producir más delito,
pues pierden legitimidad y cualquier efecto disuasivo. Por lo general, las medidas que
pretenden "mano dura" contra el delito, aumentando la violencia policial o llenando
las cárceles de manera indiscriminada, terminan por producir más delitos, más
violencia y reproducen la división de clases y la injusticia social. La "mano dura"
siempre recae en los más pobres.
4) Construir la convivencia y la solidaridad. El delito disuelve los vínculos
sociales, atenta contra la convivencia y la solidaridad, y promueve la intolerancia. A la
vez, la ruptura de los vínculos sociales, la ausencia de solidaridad y la intolerancia,
producen e incrementan el delito. Sólo será posible la seguridad si sustituimos el
egoísmo por la solidaridad. Esta política va dirigida a desvanecer las odiosas diferencias
sociales, promover una cultura de la solidaridad, recuperar el encuentro y la
convivencia ciudadana.
5) Devolverle al pueblo su lugar como sujeto en la historia. La comunidad tiene
un rol fundamental en la seguridad, ya que el delito es expresión de una relación
política que les niega el poder a las mayorías populares. El delito, sobre todo en sus
formas más violentas, es una forma de ejercer el poder por aquellos que no lo tienen,
generalmente contra otros tan desposeídos como ellos. Por otro lado, las comunidades
que se miran sin poder, sin capacidad para regular y dirigir su propio destino, son las
comunidades en que prolifera el delito.
Las políticas regresivas están prohibidas en naciones democráticas, ya que esto
representa un componente esencial de la garantía de los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, y dentro de ellos los derechos de seguridad social. En términos
generales, es posible afirmar que la prohibición de las políticas regresivas constituye
una de las diversas manifestaciones de la perspectiva social e igualitaria de los
derechos fundamentales.
Como el país puede enfrentar dificultades, que pueden hacer imposible el
mantenimiento de un grado de protección que había sido alcanzado, es obvio que la
prohibición de las políticas regresivas no puede ser absoluta sino que debe ser
entendida como una prohibición prima fase. Esto significa que una política regresiva
debe presumirse en principio inconstitucional, pero puede ser justificable, y por ello
está sometido a un control judicial más severo. Para que pueda ser constitucional, las
autoridades tienen que demostrar que existen imperiosas razones que hacen
necesario ese paso regresivo en el desarrollo de un derecho social.

Las políticas de seguridad de Venezuela son progresivas, estas medidas son


necesarias para controlar la delincuencia, las opciones sociales genéricas, como
mejoramiento familiar y fortalecimiento de la educación, predominan entre la
población de más alto nivel socioeconómico, mientras el mejoramiento del empleo
predomina entre los más pobres. Si bien medidas de regresión son sugeridas por todos
los sectores sociales, los de más alto nivel socioeconómico parecen inclinarse por
aquéllas más moderadas, que guardan relación con la efectividad del sistema de
justicia dentro del marco de su operación ordinaria, mientras los más pobres parecen
inclinarse por aquéllas más extremas, como permitir la pena de muerte, restringir las
garantías constitucionales y militarizar la lucha contra la delincuencia
Las políticas requieren ocuparse, por una parte de la reducción de la
desigualdad social y el incremento del empleo, y por la otra, del fortalecimiento de la
policía, en particular, de su sistema de coordinación e inteligencia, para lo cual se
contaría con participación ciudadana. A pesar que la familia, la escuela y los medios de
comunicación son mencionados dentro del concepto más general de "seguridad
permanente", no hay nada dentro de las estrategias y las políticas específicas que
tomen en cuenta estas instancias dentro de un modelo preventivo se encuentran
centradas en el incremento de la presencia policial ostensiva como elemento
disuasivo, con lo cual pareciera estarse enfatizando el segundo término de la ecuación
preventiva: la presencia policial.
Los planes de desarme son una política centrada a corto plazo en un control
estricto centrado en el decomiso de armas de porte cotidiano por parte de la policía,
evitando su reciclaje, puede significar una reducción significativa de los episodios de
violencia extrema. Y a mediano plazo, en la distinción entre porte (no permitido) y
tenencia (admisible en la residencia, bajo ciertas condiciones) que puede favorecer la
restricción de la circulación cotidiana de armas de fuego sin crear mayores resistencias
en cuanto a la disposición de armas para la defensa personal. Una política sensata
debería apuntar a la supresión del porte cotidiano de armas entre todos los
particulares, al registro de seriales y balístico de las armas orgánicas de los
funcionarios autorizados, y a la destrucción rápida de las armas ilegítimamente
portadas o detentadas. Si bien puede haber un su registro en la información que
suministra la gente sobre las armas que declara tener para defenderse, la consistente
baja proporción de personas que reporta tenerlas sugiere que los particulares no ven
como la opción más ventajosa armarse para enfrentar la delincuencia.
Dentro del marco de propuestas de políticas públicas para el control de la
criminalidad y la violencia, el nuevo modelo policial propuesto en el Decreto Ley sobre
Policía Nacional y Servicio Policial apunta en este sentido, y dado que la policía es una
instancia fundamental para la seguridad ciudadana, su aplicación y consolidación en el
tiempo podría contribuir con ello, siempre que se respeten los principios de
transparencia, coparticipación y consenso informado.
También predomina una campaña de control funcional, mediante protocolos
de reporte de episodios que incluyen cualquier uso del arma de fuego y supervisión
diaria y concentrada, todo esto ha contribuido a la reducción de la participación
funcional en actividades delictivas. A mediano plazo, estos procedimientos pueden
consolidarse para desarrollar una cultura de operación policial controlada y a fomentar
buenas prácticas policiales como medidas complementarias a las sanciones más graves
de retiro y enjuiciamiento penal. Los datos recabados hasta ahora no sugieren que la
gente quiera prescindir de la policía, sino que desea contar con una policía más
efectiva, menos maltratadora y más supervisada para adecuar su desempeño a la
tutela de los derechos de los ciudadanos.
Se ha observado también un mejoramiento de los procedimientos de registro y
comunicación de información entre diversos tribunales y la policía, en cuanto a sujetos
solicitados, beneficios otorgados y cumplimiento o no de las obligaciones impuestas, lo
cual puede contribuir a la aprehensión y reclusión de quienes violan las condiciones
bajo las cuales fueron otorgadas medidas cautelares sustitutivas o beneficios en el
cumplimiento de las penas. A mediano plazo, una revisión de la superposición de
beneficios y de la expansión de las causas para reducir el monto de la pena
efectivamente cumplida, incluyendo los casos de los adolescentes sancionados por la
jurisdicción especial, puede contribuir a la certeza y prontitud en la aplicación de
sanciones, reduciendo los márgenes de impunidad. Esto debería ir acompañado de una
diversificación de las sanciones penales, del mejoramiento de las condiciones de
reclusión y diversificación de los centros de detención y de la restricción de las penas
de prisión para los hechos más graves, violentos y de reincidencia comprobada.
Finalmente, la intervención en familia y escuela, la supervisión primaria, en
cuanto a los niños y adolescentes, es fundamental en el proceso de socialización. Uno
de los rasgos actuales es la pérdida de autoridad de padres y maestros para orientar y
contener a los jóvenes durante los periodos que permanecen, al menos desde el punto
de vista formal, bajo su custodia y supervisión. Por lo tanto, se han desarrollado
campañas intensas para reducir conflictos interpersonales como consecuencia de
conductas como extorsión, promiscuidad y porte de armas en el ambiente escolar, que
pueden escalar hasta confrontaciones fatales fuera del recinto escolar. A mediano
plazo sería útil reforzar la autoridad de los maestros para que mediante la disciplina y
el respeto procuren condiciones más apropiadas para la escolaridad, desestimulando
la deserción y el vandalismo.

Fuente: https://www.caracteristicas.co/socialismo-y-capitalismo/#ixzz6seJfa6Xv

También podría gustarte