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LA CONVERSION DEL SERVIDOR

Joel 3.13

 Rasguen su corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yahvé su Dios, porque él


es bondadoso y compasivo; le cuesta enojarse, y grande es su misericordia;
envía la desgracia, pero luego perdona.
1. La palabra de Dios por medio de Joel nos dice que no es un cambio de
conducta externa V. 13 “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros
vestidos”. Los judíos, como parte de su cultura, cuando había algo que les
afligía, les molestada o era algo terrible, lo manifestaban rasgando su ropa.
El rasgar su ropa era supuestamente una forma externa de demostrar su
enojo en el corazón. Pero aquí Dios nos dice que la verdadera conversión no
es rasgar el vestido y sino “rasgar el corazón”.
Para ingresar a una casa hay que hacerlo por la puerta. Entrar por la ventana o
saltando la pared no es la manera adecuada de ingresar en una casa. Para
ingresar a Jesùs , a conocerlo y amarlo, tambien hay una puerta: La conversión
cristiana.
Mientras una persona no haya pasado por esa puerta, no puede llamarse
seguidor de Jesùs, cristiano.
Este es un serio problema en la Iglesia. Muchos desde niños han sido llamados
cristianos porque fueron bautizados, son cristianos en potencia. Pero cristianos
de corazón comenzaran a serlo cuando hayan pasado a través de la puerta de
la conversión Cristiana.
Son Muchas las personas que porque son practicantes de determinados ritos
religiosos creen que por eso mismo ya son cristianos. No es así.
Esto lo podemos comprobar plenamente en el Evangelio de San Marcos. Las
primeras palabras que Jesùs pronuncia, al iniciar su evangelio son: “El tiempo
se ha cumplido: el reino se ha acercado a ustedes. Arrepiéntanse y crean en el
evangelio” ( Mc. 1.15) Jesús con toda claridad expone que para que Dios
pueda reinar en nosotros son necesarias dos condiciones: Arrepentirse y creer
en el Evangelio, estas dos condiciones engloban lo que se llama la conversión
Cristiana.

QUE SIGNIFICA ARREPENTIRSE


El arrepentimiento no consiste en un sentimiento de insatisfacción por el
pecado. El arrepentimiento no es el temor que se experimenta ante los
conflictos que nos trae todo pecado. El arrepentimiento es el dolor que
experimentamos al pensar en lo bueno que Dios ha sido con nosotros, y en lo
ingratos que somos con él, al rebelarnos contra sus mandamientos .
El hijo pródigo, al encontrarse desolado cuidando cerdos, porque había
quedado en la pobreza, al malgastar su dinero, hizo una revisión de vida .
Pensó en lo bueno que había sido su padre: a pesar de su rebeldía, le había
entregado por adelantado su herencia, no le había echado candado a la puerta
para impedirle marchara de casa. Todo esto le dolió en el alma. Pero no se
quedo anclado en la autocompasión. Recapacito y dijo: “ Me levantare e iré a
mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti “ ( Lc 15.18)
El arrepentimiento implica un cambio, un levantarse y caminar de regreso a la
cas del Padre, a la amistad de Dios.
En nuestra vida debe darse una segunda conversión, ya hemos tenido una
primera y sencilla conversión. Pero hoy debemos profundizar mas en nosotros
ya hay una conciencia mas clara por medio del Espíritu Santo , es necesario
una “segunda conversión”, cuando la persona, más consiente de lo que
significa arrepentimiento y fe en Jesùs, se entrega en más profundidad al Señor
. Algunos a esta experiencia le llaman “ Bautismo en el Espíritu Santo”
Mientras no exista esta conversión, habrá un hombre religioso, pero no un
cristiano. Bien decia San Pablo : “ El hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para èl son locura y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente” (I Cor 2,14)

Es fácil pensar que no necesitamos conversión. Que eso es para otros para
los ladrones, para los asesinos. Pero la paz, el gozo espiritual se pierden no
sólo con robar o matar, sino al apartarse del camino que el Señor nos señalo
como camino autentico de la felicidad . En el libro de Deuteronomio, el Señor
con autoridad recalco: “ Les doy a elegir en la bendición o la maldición.
Bendición si obedecen los mandamientos del Señor su Dios… Maldición, si por
seguir a los dioses desconocidos, desobedecen los mandamientos del Señor
su Dios” ( Dt 11,26-28) Convertirse es regresar al lugar en que antes teníamos
paz, gozo espiritual, bendición.

Santiago 1.21
21
 Por eso, rechacen la impureza y los excesos del mal y reciban con sencillez
la palabra sembrada en ustedes, que tiene poder para salvarlos.

San Mateo, 23

1422 "Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de


Dios el perdón de los pecados cometidos contra El y, al mismo tiempo, se reconcilian
con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su
amor, su ejemplo y sus oraciones" (LG 11).
I. El nombre de este sacramento
1423 Se le denomina sacramento de conversión porque realiza sacramentalmente
la llamada de Jesús a la conversión (cf Mc 1,15), la vuelta al Padre (cf Lc 15,18)
del que el hombre se había alejado por el pecado.

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