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Los Hechos Apostólicos
Un Estudio sobre el libro de los Hechos de los Apóstoles
Estimados lectores: Primeramente les queremos agradecer mucho por sus comentarios acerca de
la literatura que esta produciendo la Secretaría de Educación Cristiana. También aprovecho esta car-
ta para decirles que hace aproximadamente un año la Mesa Directiva y Cuerpo Episcopal, y recien-
temente el Pastorado aprobaron la idea de que el Expositor de adultos sea publicado cada seis me-
ses. De esta manera se garantizará material didáctico a la iglesia para un semestre, y a la vez nos da-
rá tiempo para la producción de otros materiales que nuestra iglesia necesita. De antemano les agra-
decemos mucho su comprensión y cooperación a este respecto. La Iglesia Apostólica primitiva princi-
pió hace dos milenios con jubileo y ahora al inicio del tercer milenio continua con jubileo, el cual es el
Lema anual de nuestra Asamblea.
Introducción a la Etapa Histórica de la Iglesia Primitiva : Deseo que esta introducción sirva de re-
ferencia panorámica del libro de los Hechos de los Apóstoles. Esta etapa abarca un período de apro-
ximadamente 38 años, desde el milagro del pentecostés hasta el martirio de Pablo. Es una historia
admirable de testimonio cristiano. La acción se centra alrededor de dos “cruzadas”; la gran cruzada
de Jerusalén (Hechos 1 al 12), dirigida por Pedro, y la cruzada mundial (Hechos 13al 28), dirigida por
Pablo. Los asociados que aparecen involucrados en estas campañas son: El apóstol Juan, Esteban,
Felipe, Bernabé, Silas, Timoteo y Lucas. Los registros bíblicos nos hablan desde los primeros diáco-
nos (Hechos 6:1-5), mártires (Santiago y Esteban; véase Hechos 7:60 y 12:2), y misioneros (Hechos
13:1-13). Los creyentes fueron llamados cristianos por primera vez durante este periodo (11:26).
También se nos habla de las dos últimas resurrecciones bíblicas: Dorcas (9:40,41) y Eutico (20:9-12).
La predicación del evangelio enfrenta toda suerte de dificultades diabólicas en este periodo. Satanás
intenta impedirlo (4:18; 5:28), comprarlo (8:18), y finalmente desacreditarlo (16:16-18).
Vemos ángeles y demonios en acción. Un ángel protege a un apóstol (Pedro, Hechos 12:7,8) y hiere
a un rey (Herodes, Hechos 12:23). Los demonios usan a magos (8:9; 13:6-10), adivinos (16:16-18), y
vagabundos (19:13-16). Se producen grandes movimientos de conversiones (19:18-20) y tumultos
(19:28-34). En esta etapa de la iglesia aparecen tres conversiones significativas. La primera es la del
eunuco (8:36-38), un descendiente de Cam (Gn. 10:6-20); la segunda es la de Saulo (Hechos 19:1-6),
un descendiente de Sem (Gn. 10:21-31) y la tercera es la de Cornelio (Hechos 10:44-48), un descen-
diente de Jafet (Gn. 10:2-5). El número de convertidos aumenta de 120 (1:15) a 3.120 (2:41), a 8.120
(4:4), a un gran numero de hombres y mujeres (5:14). Pablo predica el evangelio a carceleros (16:25-
34), a filósofos (17:16-31), a fariseos (23:6), y a potentados (24:24,25; 26:24-28). Y por último, la his-
toria que empieza con una reunión de oración en el aposento alto (Hechos 1:14) termina con alaban-
zas a Dios en la celda de una prisión (2 Tim. 4:6-8, 18).
Atenta y respetuosamente:
Luciano M. Montes
Secretario de Educación Cristiana EE.UU.
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Expositor Bíblico Apostólico
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Introducción al 1
Libro De Los Hechos
Por Baldemar Rodríguez
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8)
Introducción
El Libro de los “Hechos de los Apóstoles,” es uno de los libros más importantes e indispensables del Nuevo Testa-
mento. Sin el solo tendríamos los hechos del Apóstol San Pablo y otros pocos hechos de otros apóstoles, cuyos escri-
tos no son historia, como este bello libro apostólico. La historia puede ser analítica o una narración de hechos de mo-
mentos especiales o de personalidades y esto último es, precisamente, lo tratado por este único libro histórico del
Nuevo Testamento.
San Lucas enseña en los Hechos el progreso de la Iglesia comenzando desde Jerusalén hacia delante:
3. La Iglesia de Jesucristo
El hecho maravilloso de que el libro de los Hechos no tiene conclusión, nos habla de diferentes puntos muy interesan-
tes. ¿Por qué no tiene un final? Termina con Pablo en la prisión y esperando el juicio romano. Nos gustaría haber
tenido un final, pero el fin esta encerrado en misterio. Enseño como la Iglesia principió en Jerusalén y se extendía por
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todo el mundo. San Lucas principió dando en su Evangelio el “como” el Señor Jesucristo comenzó su ministerio terre-
nal y en su libro de los Hechos de los Apóstoles continúa sin terminar el trabajo que todavía sigue hoy hasta el fin.
4. Conclusión
Para la Asamblea Apostólica, este libro es uno de los más leídos y practicados. Es aquí donde se encuentra la prácti-
ca apostólica del Bautismo en el Nombre de Jesucristo (Hch. 2:38), en cumplimiento del mandamiento del Señor en
Mt. 28:19. Este evento fue histórico y debe practicarse también hoy. Si los apóstoles cumplieron de esta manera el
mandato del Señor, nosotros no debemos cambiar la doctrina una vez dada los santos.
En todo el libro se encuentra esta formula bautismal, haciendo referencia al bautismo para perdón de los pecados en
el Nombre del Señor. También la recepción y el poder del Espíritu Santo, lo cual bendijo y prosperó a su iglesia en el
primer siglo, es lo mismo que tenemos nosotros hoy; para seguir predicando, enseñando y practicando su evangelio,
siendo testigos personales de su poder y hechos (no hay punto final tampoco aquí, todavía hay mucho que hacer por
Cristo en todo el mundo.
Un llamado a la Reflexión
1. ¿Cuáles son algunos otros posibles títulos del Libros que estamos estudiando?
2. ¿Quién fue el escritor del Libro de los Hechos?
3. ¿Cuáles son los propósitos del Libros de los Hechos?
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19).
“Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecado
y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38)
Texto Memorial
“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el
día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había
escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apare-
ciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios”
1. Motivo Histórico
Lucas ofrece a sus lectores la historia de los primeros 60 a 70 años del cristianismo. En cada una de las dos obras
incluye unos 30 años. Es la historia de las Buenas Nuevas de Salvación, a partir del pesebre en Belén hasta llegar al
centro mismo del Imperio Romano (Fil. 4:22). El relato comienza con el testimonio de los pastores en los campos de
Judea y concluye con las salutaciones de los santos de la casa de Cesar. Es importante este aspecto, por razón de
que es el único libro en toda la Biblia que nos narra históricamente los hechos de la Iglesia Apostólica. Sin esta infor-
mación histórica no podríamos enlazar las cartas de los Apóstoles.
2. Motivo Doctrinal
Según se observa uno de los puntos básicos de Lucas fue exponer la doctrina del Bautismo en el Nombre de Jesu-
cristo, esto lo vemos en Lc. 24:47-49 y su cumplimiento en Hechos 2:38; 4:12; 8:16; 19:1-6; 22:16. Nadie puede ar-
gumentar en contra de la verdad del bautismo de la Iglesia primitiva. ¿Por qué el mundo religioso no bautiza como la
iglesia primitiva? ¿A caso los apóstoles se equivocaron? ¿Se equivocó el E.S. al inspirar a Lucas para que escribiera
esta doctrina? ¿Contiene errores la Biblia? ¿Se contradice Dios?
Otras doctrinas básicas es el recibimiento del E.S. conforme lo anunció Jesucristo en Lc. 24:46-49. Cristo ordenó el
bautismo en su Nombre y el bautismo del E.S., según lo relata Lucas en estos versículos. Leamos en Hechos los si-
guientes textos de esta Doctrina: Hch. 1:8; 2:1-4; 4:31; 8:17; 10:44-48; 11:17; 19:5,6.
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El E.S. actuó en situaciones en las que se requería disciplina (5:3,4), sabiduría (6:3), o dirección (16:6,7). Mediante su
venida, grupos diferentes se unieron para formar un solo cuerpo que es la Iglesia (los judíos, Capítulo 2; los samarita-
nos, Cap. 8; los gentiles, Cap. 10; y algunos discípulos de Juan el Bautista, cap. 19. Existen muchas doctrinas, como
lo son la Sanidad Divina, Evangelismo por medio de misiones, Etc..
3. Motivo Apologético
La palabra Apología significa “discurso en defensa o alabanza de personas o cosas.” Apología es sinónimo de “defen-
der.” Lucas al escribir Hechos tenía en mente el motivo apologético, pues quería defender el Evangelio de Jesucristo,
por la razón que había muchas sectas religiosas falsas, con conceptos orientales, filosofías de hombres, ideologías
que atacaban la creciente fe Apostólica o sea el evangelio que se extendía como un río desbordado, cubriendo miles
de kilómetros. La historia cuenta que el Evangelio avanzó casi 10.000 Km. desde el inicio en Jerusalén. Algunas es-
cuelas de filosofía eran los Epicúreos, que creían solo en lo material y eran ateos. Otra secta era la de los Estoicos.
Estos creían que Dios es todo lo que hay en el universo, y que todo es igual, pues ya no existía la distinción entre lo
humano y lo Divino; en otras palabras el hombre es su propio dios.
4. Motivo Biográfico
La palabra biografía significa “Historia de la vida de una persona.” De entre las muchas personas interesantes e im-
portantes que aparecen el libro de los Hechos encontramos a Pedro y Pablo, quienes son los que más resalta Lucas.
Su relato se centra en gran parte en las actividades de ellos. Pedro ocupa la mayor parte de los capítulos (1 al 12)
mientras que Pablo los restantes (13 al 28).
Junto con Pedro y Pablo trabajaron una serie de personajes notables: Esteban (cap. 6 y 7); Felipe el evangelista (cap.
8); Bernabé (cap. 4:9; 11:13-15), Juan Marcos (cap. 12, 13 y 15); Silas (cap. 15, 16 y 17); Timoteo (cap. 16 y 17);
Aquila y Priscila (cap. 18); Apolos (cap. 18 y 19). Algunos de ellos y otros también aparecen en las cartas de Pablo,
donde se los describe como compañeros de trabajo del Apóstol.
Ya mencionamos anteriormente que en Hechos se hace mención de más de 100 personas, así que podemos apreciar
este motivo biográfico con que Lucas escribió. De este modo los hechos ocurridos nos resultan más claros gracias a
sus relatos.
El Versículo Clave
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8)
El versículo clave de Hechos 1:8 suministra la base para el esquema del libro. Al hablar el Señor Jesús del ministerio
que iban a llevar a cabo sus seguidores después de la venida del Espíritu Santo, subrayó 2 cosas: 1) Personas. 2 )
Lugares:
“me seréis testigos...”, este es el personal de la misión; “... en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último
de la tierra...”, esta es la geografía de la misión. Las divisiones principales del esquema apuntan a las localidades
primarias; las subdivisiones indican las personas principales en cada lugar.
En resumen, lo que se ha mencionado, es que si usted aprende Hechos 1:8 es como si usted estuviera comprendien-
do todo el libro de Los Hechos de manera más amplia y es quizás el único libro aparte de Apocalipsis que nos da un
versículo clave para hacer sus divisiones, de esta manera hay mayor comprensión y una memorización extracta de del
contenido general.
Esquema
1. Introducción: La Comisión Apostólica (1:1-11).
2. El Evangelio en Jerusalén: Sus Orígenes (1:12-8:3).
a. El Ministerio de Pedro (1:12-5:42).
b. El Ministerio de Esteban (6:1-8:3).
Nota: Estos Bosquejos o Esquemas son solo ejemplos de cómo se puede dividir el Libro de los Hechos de los Apósto-
les.
Texto Memorial:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8).
Introducción:
Hechos 1:8 es el versículo clave y la tabla de contenido, cada una de la palabras de este texto señalan una sección
integra del Libro de los Hechos, es la base para el desarrollo del mismo.
El primer libro de Lucas (Evangelio según San Lucas) es un relato de “todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar”
durante su vida terrenal. Los Hechos continúan la Historia de su obra por el poder del Espíritu Santo en la vida de los
Apóstoles después de la ascensión de Jesucristo (Hechos 1:9).
En la vida del pueblo apostólico necesitamos del mismo poder para cumplir la misión y el desarrollo del mismo libro de
Hechos, ya que se encuentra abierto para seguir publicando las potentes maravillas que sigue efectuando el Cristo
Glorificado. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8)
1. El Poder de la Iglesia
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo...”
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a) La recepción del Poder (Espíritu Santo) fue algo profetizado en el Antiguo Testamento (Joel 2:28,29) y predi-
cho también por el mismo Señor Jesucristo en su ministerio (Juan 14:26, 15:26 y 16:7). Al ser glorificado, nuevamente
lo predice (Hechos 1:8). En Hechos 2:1-4 se cumple y hasta nuestros días se sigue derramando ese poder glorioso en
la Iglesia.
b) Hay dos palabras en el Nuevo Testamento que traducen “Poder”
1. “Dunamis” significa : “Capacidad, eficacia, fuerza, maravilla, milagro, potencia, señal, valor.” Nos ayuda más a ver el
carácter de esa palabra. Significa solo la fuerza o poder (Génesis 1:1,3, etc.; ver Juan 18:6).
2. “Exousia” significa: “autoridad delegada, derecho, privilegio.” Esta palabra denota derecho o potestad delegada con
el poder necesario para ponerlo en vigor (Hechos 3:1-10; 8:17; Marcos 16:15-18).
c) El poder de Dios en nuestras vidas no es únicamente una experiencia (Hechos 2:1-4), tiene propósitos especiales:
• Tener el carácter de Jesús (Gálatas 5:22,23).
• Dar a conocer ese carácter para extender el reino de Dios (Santiago 1:25)
El poder en nuestras vidas es el elemento principal para que la Palabra de Dios se encarne en nosotros. En Gálatas
5:22,23 se encuentra el fruto del Espíritu que es el carácter de Dios...
° Dios es amor (1 Juan 4:16) ° Dios se goza (Sofonías 3:17)
° Dios es paz (Hebreos 13:29) ° Dios es paciente (2 Pedro 3:9)
° Dios es benigno (Efesios 2:7) ° Dios es bondadoso (Salmo 27:13)
° Dios es fiel (1 Corintios 10:13) ° Dios es manso (Mateo 11:29)
° Dios es poder (Hebreos 4:15)
Jesucristo vino a dar a conocer el carácter de Dios, pero al ser resucitado y al haber ascendido (Hechos 1:10) derramó
de su poder para que tuviéramos el carácter de él. Se puede observar en la siguiente forma según Gálatas 2:20;
5:22,23 :
La Misión de la Iglesia
“...y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8).
a) En ocasiones Jesús encomienda directamente a sus discípulos a “ir y predicar el evangelio a todo el mundo.”
- a la mesa en Jerusalén (Marcos 16:14-18; Juan 20:21)
- en un monte en Galilea (Mateo 28:18-20)
- en el Monte de los Olivos (Lucas 24:45-48; Hechos 1:8)
b) Antes del inicio de la Gran Comisión está la promesa de derramamiento del Espíritu Santo y esta promesa es para
convencernos de “ir.”
En Lucas 4:18,19 se mencionan características del ministerio o misión de Jesús que son Predicar, Sanar y Libertar.
La Iglesia es el cuerpo místico (figurativo, alegórico) de Jesucristo y como tal tenemos esa misma misión en el Nom-
bre glorioso de Jesucristo. Porque el Espíritu del Señor está sobre nosotros.
La misión de la Iglesia es proclamar el Evangelio de Jesucristo y persuadir a los hombres para que se conviertan en
sus discípulos y en miembros responsables de Su Iglesia.
c) Son muy claras las fronteras para la expansión de la predicación del evangelio.
... Y me seréis testigos en Jerusalén (Localmente).
... En toda Judea (Nacional).
... En Samaria (A otras culturas).
... Y hasta lo último de la tierra (Internacional).
1. Consagración a Cristo
- Enseñando (Hechos 2:42)
- Bautizando (Hechos 2:38)
- Adorando (Hechos 2:47)
Conclusión
Como Iglesia tenemos una misión: Predicar, pero para cumplir necesitamos pasión y esto viene por el poder del Espí-
ritu Santo
Hemos considerado 2 aspectos muy importantes: El Poder y la Misión de la Iglesia. El Señor quiere que recibamos
continuamente de su potencia para seguir testificando (ser testigos) de El. Somos sus discípulos y por medio de noso-
tros el mundo necesita conocer el mensaje bíblico de salvación en el Nombre de Jesucristo. “Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12)
Un Llamado a la Reflexión
1. Mencione de memoria el versículo clave en el Libro de los Hechos.
2. Explique las 2 palabras del Nuevo Testamento que traducen “poder.”
3. ¿Cuáles son los propósitos del poder de Dios en nuestras vidas?
4. ¿Qué es la misión de la iglesia?
Doctrina Fundamental 4
Joel M. Montes Hechos 2
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Una Comparación del Día de Pentecostés en el..
... Nuevo Testamento (Hch. 2:1-47) ...Antiguo Testamento (2 Cr. 5:11-14; 7:1-3)
1. Ciento veinte discípulos presentes 1. Ciento veinte sacerdotes presentes (1:15)
(5:12)
2. Unidad (un acuerdo) (v.1) 2. Unidad (un sonido) (5:13)
3. Adoración y alabanza predominó (v.11) 3. Adoración y alabanza predomi-
naba (5:13)
4. La gloria del E.S llenó la casa (v.2) 4. La Gloria de Dios llenó la casa (5:14)
5. Fuego espiritual descendió en el 5. Fuego descendió del sacrificio (7:1)
sacrificio humano (v.3)
6. Marcó la dedicación del Templo del E.S 6. Marcó la dedicación del templo
En los creyentes (1 Co. 6:20) del Antiguo Testamento (5:1)
7. 3.000 murieron al pecado en la 7. 3.000 murieron en pecado en la
dispensación de la gracia (Hch. 2:38-41) ley (Ex. 32:28)
Pruebas Bíblicas
La Iglesia del Nuevo Testamento fue formada por aquellos que aceptaron la fe apostólica y eran bautizados por in-
mersión y en el Nombre de Jesucristo.
Pruebas Históricas
No sólo abundan las pruebas bíblicas, sino que también históricamente hay fuentes de información que verifican de
hecho, la iglesia en el principio sólo bautizó por inmersión y en el nombre de Jesucristo, y no practicó el bautismo de
niños.
1. Diccionario de la Iglesia Apostólica: (vol. 1, pag. 29). El profesor Kirsopp Lake, D.D., dice “No hay duda que
el escritor de Hechos se refirió al bautismo como una forma para entrar a la iglesia cristiana. También no existe duda
que él representa un estado temprano de la práctica del bautismo que era del nombre del Señor Jesús (o de Jesucris-
to), y no en la forma trina (o trinitaria) (Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:5).”
2. Los padres Ante-nicenos: (vol.1, pag. 574). En los documentos Fragmentos de los Escritos perdidos de
Ireneo, se da testimonio del uso del nombre del Señor Jesucristo en el bautismo cristiano, un poco después de la
clausura de la edad Apostólica (año 100 D.C.) : Ireneo fue uno de los llamados “Padres de la Iglesia”!, discípulo de
Policarpio, quien al la vez fue discípulo del Apóstol Juan, y discípulo de Jesucristo.
3. Enciclopedia Británica: (Edición II, vol. III, pag. 365). Dice que la fórmula original de bautizar en el nombre
de Jesucristo fue cambiada por la forma Padre, Hijo, y Espíritu Santo en el segundo Siglo.
4. Enciclopedia de Religión Canney: (pag. 53). Dice que la Iglesia primitiva bautizaba en el nombre de Jesu-
cristo hasta el segundo siglo.
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5. Enciclopedia Católica: (vol. II, pag. 263). Aquí los autores reconocen que la fórmula fue cambiada por su
iglesia.
6. Enciclopedia de Religión Hasting, vol. II _ Dice que el bautismo cristiano se administraba usando las pala-
bras “En el nombre de Jesús”, (pag. 377). El bautismo era siempre en el nombre de Jesús hasta el tiempo de Justino
Martir,(pag. 389)
7. Diccionario de la Biblia Hastings, pag. 88- “Debe reconocerse que la forma trina del nombre en Mateo
28:19 no parece que se usó en la Iglesia primitiva, sino a la viceversa, en el nombre de Jesús, Jesucristo o del Señor
Jesús.
La lista de referencias bíblicas e históricas que respaldan las doctrinas y prácticas de la iglesia primitiva como la del
bautismo es extensa. La Iglesia Apostólica del libro de los Hechos enseñó que el bautismo es extensa. La Iglesia
Apostólica del libro de Los Hechos enseñó que el bautismo, no sólo es esencial para la salvación, sino que también
debe ser para personas de una edad consciente, por inmersión y en el nombre de Jesucristo para perdón de los pe-
cados. Que Dios nos ayude a seguir “contendiendo por la fe, una vez dada a los santos.”
Texto Bíblico: “y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho voso-
tros esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que
hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea
notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros
crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús
es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Entonces viendo
el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían
que habían estado con Jesús.”
Introducción:
Que poderoso es el Nombre de Jesucristo!! Los impedimentos que el pecado ha traído al ser humano no pueden ser
eliminados por los esfuerzos físicos del hombre. Solo el poder milagroso de Jesucristo puede restaurar y transformar a
quienes sufren del cuerpo y del alma. Ni la ciencia médica en lo físico, como tampoco la religión en lo espiritual han
podido hacer para el hombre lo que ha hecho el Nombre de Jesucristo. Bien dijo el apóstol Pedro en su segundo ser-
món. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que podamos
ser salvos” (Hch. 4:12).
Si bien, ellos no tenían oro ni plata pero si tenían el poder del Espíritu Santo en su vida, la Fe y la Unción para impartir
la bendición, y sobre todo, tenían lo más necesario para que se efectuara el milagro, es decir, el Nombre de Jesucris-
to.
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Porque el paralítico aparentemente no tenía fuerza para levantarse, Pedro le dio la mano derecha y lo levantó. Cuan-
do él por primera vez en su vida sintió fuerzas en sus pies y tobillos, empezó a andar y a saltar. Allí se cumplió literal-
mente la profecía de Isaías 35:6 que dice : “Entonces el cojo saltará como un ciervo.” Cuando entendemos que este
hombre tenía más de 40 años de estar paralítico, y ahora de repente era un hombre normal, podemos entender su
emocionante demostración de gozo (Hechos 4:40).
¿Por qué se encuentra esta historia en la Biblia? Porque es un cuadro representativo de la sanidad espiritual que to-
dos hemos recibido del Señor. El nos levantó de los “pobres y débiles rudimentos” que nos tenían esclavizados (Ga.
4:9). Y lo más precioso de esto es que la Iglesia no ha perdido el privilegio y el derecho de hacer uso del poder que
hay en el Nombre de Jesús. ¡Oro y plata no tenemos en abundancia, pero si tenemos el Nombre de Jesús!!
Cuantos ministros y hermanos han tenido que sufrir persecución por causa del “Nombre.” En un tiempo de libertad
religiosa en que la justicia, la libertad y el bienestar humano son cuidadosamente protegidos – cuando aun los ofenso-
res de las leyes son llevados a la muerte de la manera más tranquila posible- nos quedamos sorprendidos de la ma-
nera en que algunos de nuestros hermanos tuvieron que sufrir por su fe en el Nombre de Jesús. En su libro titulado
“Libro de los Mártires Cristianos” Juan Fox trabaja sobre la muerte de hombres inocentes como los Apóstoles y otros
cristianos desde el inicio de la Iglesia hasta los últimos años de la reforma. El, habla de cómo fueron quemados, col-
gados, torturados, despedazados por animales, echados a los ríos con una piedra atada al cuello, etc. Todo por no
querer renunciar al Nombre de Jesucristo.
Por aproximadamente 2.000 años el Nombre de Jesús ha sido el factor que ha mantenido viva nuestra Fe Apostólica.
Desde su inicio ésta se lanzó con poder para proclamar la verdad del nombre de Jesucristo. El mensaje y la manera
en que lo hicieron fue tal que en poco tiempo cambiaron radicalmente el mundo de entonces. Aun cuando el mensaje
era contradictorio para muchos, la Iglesia lo proclamó con denuedo, y Dios hizo lo demás.
¡Que privilegio conocer su Nombre! Ahora más que nunca el Nombre de Jesucristo puede y debe ser nuestra “gran
arma de batalla”. Ese nombre no ha perdido su autoridad ni su poder. La Palabra de Dios claramente nos enseña que
toda la autoridad y poder investidos en ese Nombre, han sido dados a la Iglesia para que le glorifiquemos a El.
El Nombre en manos de los Apóstoles y en las nuestras es lo que fue la vara en las manos de Moisés. Si los Egipcios
hubieran podido robarle la vara, hubieran dejado a Moisés sin arma. Si el enemigo pudiera privar a la Iglesia de usar
el Nombre de Jesús nos dejaría sin arma. ¡Pero no existe evidencia que el Nombre ha sido robado!! Todo lo que Je-
sucristo logró en su ministerio terrenal, lo sigue haciendo a través de su Iglesia hoy!! “De cierto, de cierto os digo: El
que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Jn. 14:12).
Nosotros hemos descubierto que el sacramento más importante en toda la Biblia es el Bautismo, y además sabemos
que siempre debe efectuarse en el Nombre de Jesucristo. En ese Nombre hay salvación y sanidad. Es el Nombre que
ángeles adoran, y ante ese Nombre los demonio tiemblan!! Con mucha razón dijo el escritor de Cantares, “Tu nombre
es como ungüento derramado” (Cant. 1:3).
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Conclusión
No podemos negar que la “llave” que la Iglesia usó para abrir las puertas de bendición fue la oración. La práctica de la
oración trajo muchos resultados positivos a la Iglesia Primitiva e igual lo esta haciendo en nuestros días.
Desde hace un tiempo atrás se ha despertado un gran interés en nuestras iglesias por envolvernos más en la practica
de la oración por las mañanas. Si su congregación no ha empezado esta práctica de abrir el templo temprano para
buscar a Dios en oración, pruébelo y verá que la oración produce poder.
Texto Memorial:
“Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde
muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada
Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva
de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos de-
cían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos” (Hechos 5:12-
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Introducción
La Sanidad Divina, que es la sanidad supernatural del cuerpo humano, sin duda alguna es una de las manifestaciones
más grandes del poder de Dios que una persona puede experimentar. Nada atrae tanto la atención de la gente como
un milagro de sanidad Divina. Fue algo que sucedió en tiempos bíblicos, y es algo que sigue sucediendo hoy, simple-
mente porque “Dios es el mismo ayer, hoy y , y por los siglos.” Algunos creen que el tiempo de los milagros ha cesado
porque, según ellos, fue algo que existió solo hasta el tiempo de los Apóstoles. Sin embargo, nosotros somos testigos
que en nuestros días Dios sigue confirmando su gran poder por medio de señales, prodigios y milagros de sanidad
Divina.
a. La Sanidad del Cojo en la puerta del Templo (Hechos 3): Este fue el primer milagro después del día de
Pentecostés. Encendió la llama de avivamiento en la ciudad de Jerusalén. Abrió puertas para que los Apóstoles pudie-
ran empezar a predicar, y hasta causó que pasaran una noche en la cárcel por causa del “nombre.” Pero fue por este
primer milagro que muchos recibieron el mensaje apostólico y se entregaron a la verdad del evangelio (Hechos 4:4).
b. La Sanidad de Eneas (Hechos 9:32-35): Este incidente prueba que aun en los lugares más desconocidos y
remotos, los hermanos se preocupan por las necesidades de los enfermos.
Cuando Pedro visitó a los hermanos en la ciudad de Lida, Eneas (postrado en cama por 8 años) fue traído para que
orasen por él. Pedro dijo, “Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama...” Eneas se levanto al instante y los
que vieron el milagro dice la Palabra que, “se convirtieron al Señor.”
c. Dorcas Resucitada de la Muerte (Hechos:936-43): Mientras Pedro visitaba a los hermanos en Lida, Dorcas
(una hermana llena de buenas obras) murió. Pedro fue notificado de su muerte y cuando llegó a Jope los hermanos ya
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se habían preparado para sepultarla. Le rodeaban todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y vestidos que
Dorcas había hechos. Pedro le pidió que se levantara, y ella abriendo los ojos se incorporó. –Este milagro produjo un
efecto extraordinario en toda la ciudad de Jope y fue la razón porque allí hubo muchas conversiones. De esta mujer
hemos tomado el nombre de nuestras Sociedades Femeniles cuyo nombre es Dorcas.
d. La Sanidad del Paralítico en Listra (Hechos 14:8-10): Pablo sintió una confirmación del Señor de que este
hombre tenía fe para ser sanado. Pablo se dirigió a él diciéndole, “Levántate derecho sobre tus pies...” El hombre
obedeció y fue sanado al instante, pues todos lo vieron saltar y andar. Los que fueron testigos de este milagro fueron
tan impactados que aun creyeron que Pablo y Bernabé eran unos dioses.
El ministerio de Felipe en Samaria llegó a tener mucha efectividad porque Dios permitía que sanidades se llevaran a
cabo. El pueblo respondió favorablemente a la predicación después de haber sido testigos de algunos milagros he-
chos en el Nombre de Jesucristo (Hechos 8). Hay ocasiones que el primer contacto que algunas personas tienen con
nuestra Iglesia es cuando piden que oremos por alguna necesidad física, económica, etc. Aun cuando no tienen de-
seos de cosas espirituales, algunos se ven en necesidad de clamar al Señor en su angustia. Esto les abre el camino,
no solamente para obtener respuesta física, sino también para obtener la salvación. Muchos de los que reciben un
milagro físico, están tan agradecidos que le abren el corazón al Señor.
a. “¿Está alguno enfermo entre vosotros?” (v.4): Recordemos que la epístola de Santiago fue escrita a la Iglesia.
Esta pregunta se hace a la Iglesia, es decir, a aquellos que han sido redimidos por su sangre y bautizados en el
Nombre de Jesús.
b. “Llame a los ancianos de la Iglesia...” (v.14): Esto claramente significa que debemos acudir a nuestros líderes
(pastores y ministros). Es difícil que estos conozcan nuestras necesidades sino se las comunicamos.
c. “Y oren por él...” (v.14): Cuando el enfermo y el ministro con fe se unen en oración de intercesión, se cumple la
Palabra de Dios y se produce el milagro de sanidad.
d. “Ungiéndole con aceite...” (v.14): En el Antiguo Testamento el aceite era usado para la consagración. En el Nue-
vo Testamento, el aceite se relaciona con el ministro y su obediencia. No existe ningún poder en el aceite, pero
cuando obedecemos, combinando el aceite con el “Nombre de Jesús”, sanidades vienen de Jesús.
e. “En el Nombre de Jesús” (v.14): He aquí la llave que abre la fuente de sanidad para nuestros cuerpos. Es en el
“Nombre de Jesús” que las enfermedades y aún los espíritus malos se sujetan.
Conclusión
Dios siempre ha deseado que aprendamos a confiar en él por nuestra sanidad. Fue por esta razón que estas instruc-
ciones fueron dadas en el Libro de Santiago. En conclusión explicamos que cuando Dios nos sana, el milagro nor-
malmente sucede así:
1. El milagro puede ser un toque instantáneo donde se siente la presencia del Señor por todo nuestro ser. El pro-
blema puede desaparecer en ese mismo momento y nuestros ojos pueden ver literalmente lo que Dios esta haciendo.
2. Por otra parte, puede ser que en el momento de la oración no se sienta ni se vea nada. El enemigo puede em-
pezar a perturbar la mente causando duda de que hemos sido tocados por la mano divina de Dios. En cierta ocasión
el Señor maldijo una higuera por no producir fruto. Pero no fue hasta que los discípulos notaron que el árbol había
muerto sencillamente porque el cambio empezó desde las “raíces”. Si usted no se siente diferente, ni puede ver resul-
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tados instantáneos después de la oración, no dude. Ponga su confianza en el Sanador, y para cuando menos sepa, la
enfermedad desaparecerá porque a su vida ha llegado el milagro de sanidad divina.
Problemas en la 7
Iglesia – parte 1
Felipe Gaxiola Hechos 6
Texto Memorial:
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la
ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez” (Santiago 4:11).
Introducción
En todas las Iglesias hay problemas y la Iglesia primitiva tampoco fue la excepción. Afortunadamente los discípulos
guiados por el Espíritu Santo actuaron con sabiduría y el problema fue resuelto.
En una sociedad tan cosmopolita como la nuestra, es decir con tanta gente y de tantas culturas diferentes, brotan
tensiones producidas por las relaciones entre personas con diferentes trasfondos culturales. Como en la iglesia primi-
tiva surgieron problemas entre griegos helenistas y los judíos, hoy día, también dentro de las iglesias existen
desacuerdos donde se reúnen individuos de diferentes nacionalidades. Esta lección toca un punto muy delicado, y
está enfocada en las relaciones humanas. Es muy importante estar siempre preparados para hacer frente a cualquier
dificultad que pudiera presentarse. Hay que aprender a tratar con la gente cuando surgen conflictos en la iglesia. Las
medidas que los apóstoles adoptaron para resolver la crisis congregacional, seguirán siendo básicas y aplicables en la
solución de conflictos de esta naturaleza que en un futuro pudieran presentarse en una iglesia local.
Muchos de los judíos habían adoptado el idioma y muchas de las costumbres de los griegos tenían nombres griegos,
estudiaban en universidades griegas y se los llegó a conocer como “helenistas” (griegos). A los judíos aferrados al
idioma y a las costumbres de su raza se les llamaba “hebreos”.
c. En Cristo desaparecen las nacionalidades. ¿Existirán todavía choques o desacuerdos entre gente de dife-
rentes nacionalidades en el seno de las iglesias? Es ingenuo pensar que la iglesia va a permanecer exenta de pro-
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blemas y dificultades entre sus miembros. Los cristianos somos seres humanos y por lo mismo siempre cometeremos
faltas de distintas clases. Tengamos cuidado en cuanto surja una dificultad entre nosotros, no nos aferremos a nuestra
ciudadanía terrenal. Como dijera San Pablo: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también espera-
mos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil 3:20) Y “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo” (Gal. 6:2).
Se estudia el problema
El problema consistía en que hubo disensión entre dos grupos de la Iglesia, a causa de deficiencias en la distribución
de alimentos para las viudas de nacionalidad griega. Los apóstoles al ver que la murmuración aumentaba, se dieron
cuenta que el problema no se iba a resolver por sí solo y convocaron a la Iglesia a una reunión de negocios.
a. “No es justo...” (v.2): Indudablemente que los apóstoles pasaron un buen tiempo en oración mientras deli-
beraban sobre la manera en que se enfrentarían a la dificultad surgida. La expresión “no es justo” nos da la idea de
que los 12 se sentían abrumados por la tremenda carga que llevaban de predicar y servir a las mesas y que ya no
podían soportar mas haciendo ellos solos el trabajo.
b. La Biblia, Dios Habla Hoy, dice: “No esta bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para
dedicarnos a la administración” (v.2): Los 12 llegaron a la conclusión de que no podían continuar haciendo las cosas
de esa manera. Indudablemente que el Espíritu Santo dio a los líderes de la iglesia una palabra de sabiduría para
comunicar a los creyentes sobre la causa del problema y la solución. Los apóstoles estaban conscientes de que la
carga de servir alimentos no podía ser abandonada. Pero se necesitaba que otros líderes se encargaran de hacerlo.
Luego le señalaron a la congregación que la predicación de la Palabra de Dios era y es prioritaria. Como líderes espi-
rituales de la iglesia debían de estar continuamente ocupados en la enseñanza y predicación. Su ministerio espiritual
corría el riesgo de debilitarse si se ocupaban de los quehaceres materiales también.
Una vez que estos fueron elegidos, los apóstoles pudieron dedicarse de lleno a la oración y la predicación de la Pala-
bra de Dios. La solución garantizaba la continua salud espiritual de la iglesia. Lamentablemente todavía hay pastores
que hoy en día no tienen suficiente ayuda y se sienten como los apóstoles abrumados por tantos deberes que cumplir.
El panorama completo de este pasaje nos demuestra la visión que tenían los apóstoles sobre el trabajo de la iglesia.
El ministerio espiritual tenía la prioridad más alta, pero al mismo tiempo reconocían que no podían pasar por alto las
necesidades materiales del pueblo. Hicieron lugar con los ministerios de los diáconos para que se suplieran esas ne-
cesidades.
Los resultados espirituales se presentaron inmediatamente. Al disolverse la tensión de la iglesia, floreció la libertad del
Espíritu, continuó el avivamiento y multitud de almas fueron salvas.
Conclusión
Con frecuencia nos absorbe el egoísmo de la época que pone a prueba nuestra dedicación a Cristo. No hagamos
alarde ni presumamos sobre la nacionalidad que tenemos. Seamos amables, comprensivos y poniéndonos en el lugar
de aquellos que por causa del destino ostentan una raza o costumbres diferentes a las nuestras. Si bien es cierto que
en la iglesia primitiva hubo un choque de nacionalidades, no tiene que suceder lo mismo en la nuestra.
Aun existen problemas semejantes en algunas iglesias hoy. Pero Dios puede ayudarnos a aceptarnos unos a otros
como hermanos unidos en el amor de nuestro Padre celestial. Muchas de las murmuraciones y excesivo trabajo que
hay en las iglesias de hoy son indicadores claros de que se necesita reclutar, entrenar y poner a trabajar a mayor nú-
mero de obreros en cada congregación. Usted es parte de la solución a los distintos trabajos de la iglesia. ¿Está dis-
puesto a cooperar, ayudar y a hacer todo lo que este de su parte para que su iglesia este mejor atendida?
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Un llamado a la reflexión
1. ¿Qué sucede en ocasiones en las iglesias de hoy cuando se reúnen personas de diferentes nacionalidades, cos-
tumbres o idiomas?
2. ¿Por qué murmuraban los griegos contra los hebreos en la iglesia?
3. ¿Qué nos dice Filipenses 3:20?
4. ¿En qué deberían ocuparse los apóstoles y en que ayudarían los diáconos?
5. ¿Qué puede hacer usted para que la iglesia este mejor atendida?
La Organización de la Iglesia 8
Sam Valverde Hechos 6
Texto Memorial:
“Y crecía la palabra del Señor, y el numero de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también mu-
chos sacerdotes obedecían a la fe” (Hechos 6:7)
1. Introducción
La Iglesia es un cuerpo vivo porque Dios la ha vivificado a través de su palabra y de su Espíritu. Mientras que la Igle-
sia es un organismo, la organización es una herramienta en la mano del cuerpo. El diccionario Larrouse define la pa-
labra Organizar así: “Dar a las partes de un todo la organización necesaria para que puedan funcionar. Disponer, es-
tablecer, reformar.” Hechos 6 establece el patrón a seguir para organizar a la iglesia para una mayor efectividad en su
operación espiritual. La organización permite que se le de la eminencia al propósito de la iglesia.
Hechos 6:1 dice : “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos
contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria”.
Mientras no hay crecimiento, no se ocupa mucha organización ni reorganización, pues todo permanece mas o menos
igual. Fue cuando aumentó el número de personas que se empieza a ver el desajuste y la necesidad de organizar..
No todos los problemas son malos, las murmuraciones se oyeron porque la multitud había crecido. Cuando existen
problemas porque no hay lugar en el templo para tanta gente, o el estacionamiento del templo ya no basta, o como en
este caso, en el ministerio cotidiano, podemos decir que son buenos problemas. Es interesante notar que la iglesia de
Hechos 6 enfrentaba los problemas de 2 idiomas y 2 culturas, los griegos y los hebreos. El poder ministrar en 2 idio-
mas a 2 pueblos es una bendición. No obstante se ocupa mucha organización para comunicarnos efectivamente. El
escritor sugiere que si la comunicación ha de ser bilingüe, que sea verdaderamente bilingüe para hacerle justicia a
todos lo oyentes.
La primera palabra del versículo dos “Entonces” , indica que corrigieron las cosas inmediatamente. Los problemas no
atendidos empiezan despedir mal olor, y tienden a hacerse aun más grandes. Las viudas le hubieran contado a sus
hijos y nietos, y luego toda la iglesia se hubiera contaminado con información errónea, porque sencillamente no se
convoca a reunión para hablar las cosas de adulto a adulto. Lo segundo que hacen, y tal vez lo más importante, fue
confirmar y declarar su misión a todo el pueblo. “No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a
las mesas”. No se distrajeron de su misión de predicar la palabra de Dios. Una iglesia organizada conoce cual es su
misión, y mantiene su enfoque en sus propósitos.
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Los apóstoles sabían que ellos no podían hacer todo el trabajo. No titubearon en delegar o dar la responsabilidad a
alguien más para ellos dedicarse a su misión. Notemos que de nuevo recalcan que el trabajo de ellos es persistir en la
oración y en la palabra. Que bendición si la iglesia de hoy adoptara estos conceptos. ¿Qué sucedería si otros se en-
cargaran de los trabajos domésticos y cotidianos de la iglesia, y el pastor se dedicara solamente a orar y a preparar
mensajes ungidos?
Muchos años después el Apóstol Pablo explicó que el trabajo de los pastores era equipar a los santos para la obra del
ministerio. Ef. 4:11 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros...”
Fijémonos que no hay coma después de la palabra “santos”, dando a entender que Dios puso a pastores para que
con la misma predicación y enseñanza preparen a los santos para que Ellos, los santos, hagan la obra del ministerio.
Al no ser así, el pastor se ve muy limitado de fuerzas y de tiempo, pues quiere servir las mesas y predicar y orar. Ani-
mo a los lectores, hermanos apostólicos, a ponerse a la orden del pastor para ministrar de tal manera que dejen libre
al pastor los trabajos espirituales que ocupa la iglesia como son el orar y predicar.
Los apóstoles se confiaron de este grupo de 7 varones porque primero los calificaron. Los requisitos para servir a las
mesas eran:
1. Un buen testimonio.
2. Llenos del E.S.
3. Llenos de sabiduría
La iglesia organizada delega, pero primero toma el tiempo para calificar a los que se harán cargo. Si no se califica a
las personas, aun para los trabajos más pequeños, después son más los problemas. Es indispensable que la iglesia
local consistente y sistemáticamente entrene a sus líderes para un mejor trabajo.
Una iglesia organizada le quita trabajo al pastor. Los miembros que ven a su pastor haciendo otras aparte de lo ya
mencionado, oración y predicación y enseñanza, harían bien en ponerse a las órdenes. El ejemplo bíblico nos prueba
que los apóstoles conocían bien su misión.
Texto Memorial
“Pero Esteban lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba a la
diestra de Dios” (Hechos 7:55).
Introducción
El libro de los Hechos de los Apóstoles describe la vida del diácono Esteban como hombre lleno del Espíritu Santo, y
con amplio conocimiento en las Sagradas Escrituras. Esto le permitió a Esteban ejercer un ministerio efectivo lleno de
poder y revelación.
El Libro de los Hechos relata que cuando Esteban testificaba, los hombres contemplaban su rostro como el rostro de
un ángel (6:15). Hechos 6:8 dice: “Esteban, lleno del gracia y de poder, hacia grandes prodigios y señales entre el
pueblo.” También, Esteban con sus hechos, daba testimonio de que tenía completa revelación de quien era el Señor
Jesús.
• Isaías 43:10 dice: “Antes de mi no fue formado Dios, ni lo será después de mi”.
• Jeremías 10:10 dice: “Mas Jehová Dios es la verdad; él es Dios vivo y rey eterno”
• El Señor Jesucristo dijo que él es la verdad, es el Dios vivo y el Rey de reyes y el Eterno (Hebreos 13:8).
• 1 Juan 5:20 dice: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que
es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”
Nuestra revelación divina es que Jesucristo es el único Dios verdadero, el Justo y Redentor del mundo. Colosenses
2:9,10 dice: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que
es la cabeza de todo principado y potestad”
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La revelación de Jesucristo como el único Dios que salva
El apóstol Pablo presenta al Salvador del mundo de esta manera, en Tito 2:13 dice: “Aguardando la esperanza biena-
venturada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
Debemos definir bíblicamente que “a la diestra de Dios” no significa otro Dios con El, realmente expresa el lugar de
Poder y Autoridad de Dios. Así que, en esta activa presencia de Dios, el Hijo tendrá el poder y la autoridad hasta que
termine su misión. El Salmo 110:1 dice: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mis diestra hasta que ponga a tus enemi-
gos por estrado de tus pies”. El salmista presenta al Señor Jesús sentado en el trono que le pertenece solamente a
Jehová el Dios de Israel. En Mateo 28:18, el Señor Jesús dice: “Toda potestad mes es dada en el cielo y en la tierra”.
En las Sagradas Escrituras la expresión “la diestra de Dios” tiene un significado muy único y especial, que es necesa-
rio que lo estudiemos realmente como lo enseña la Biblia.
En el libro de Exodo se relata la forma milagrosa como Jehová, el Dios de Israel, los libró de los egipcios cuando cru-
zaron el Mar Rojo: “Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al
enemigo”. Literalmente el pueblo de Israel no vio la mano derecha de Jehová abriendo el mar y destruyendo al enemi-
go, lo que vieron fue la manifestación gloriosa del poder del Dios Todopoderoso (El-Shhadai). Aquí en este pasaje, la
diestra de Jehová significa su grande y glorioso poder. El Salmo 17:7 dice: “Tu (Jehová) que salvas a los que en ti
confían, de los que se levantan contra tu diestra”, o sea, los que se levantan contra su poder. El Salmo 18:35 dice: “Y
tu diestra me sustentó...”, o sea, tu poder me sustentó.
En su visión, cuando Esteban uso la expresión “la diestra de Dios”, afirmó que vio al Señor Jesús en el lugar de gloria,
poder y autoridad, que obviamente le pertenecía al Dios Todopoderosos, a Jehová Dios de Israel. Para los judíos que
lo escucharon, Esteban estaba diciendo una blasfemia, y por ello lo apedrearon hasta la muerte. Para ellos, Esteban
afirmó que el Señor Jesús era Jehová, que Jesús de pie estaba en el lugar de gloria, poder y autoridad que pertenece
únicamente a Jehová el Dios y Rey de Gloria..
El Salmo 24:10 dice: “¿Quién es el Rey de Gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de Gloria”. Esta es la misma
razón por la cual los judíos muchas veces trataron de apedrear al Señor Jesús, y por ello, también lo crucificaron,
porque el Señor Jesús enseñó que era Jehová.
Leemos lo que dicen las Escrituras, cuando el Señor Jesús enseñó lo concerniente al tema de la diestra de Dios. En
Juan 10:27-33 dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar
de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le res-
pondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te
haces Dios”
En Efesios 1:20-22 Pablo presenta al Señor Jesús resucitado: “la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y
sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo
nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y
lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”
Conclusión
El poder y la autoridad del Todopoderoso, se recibe por proclamar su nombre. “Haced todo en el nombre del Señor
Jesús”. La iglesia, ahora tiene la revelación de que el Señor Jesús está a la diestra de Dios, es decir, que El es el Dios
Todopoderosos. También sabe, que el poder y la autoridad de Todopoderoso se obtiene cuando se proclama el nom-
bre (latín “nomen”) del Señor Jesús (proclamar del latín “proclamare”, significa “publicar en voz alta; proclamación del
latín, “proclamatio” que significa “publicación solemne de un decreto”.
El mandato del Señor Jesucristo, concerniente a la proclamación de su Nombre debe de ser una de las prácticas en
nuestra adoración diaria, así como está escrito en su Palabra.
Colosenses 3:17 dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre por medio de él.” La expresión “sea de palabra” significa claramente que en nuestro vo-
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cabulario debe de existir la practica de mencionar, usar el nombre de nuestro Dios, no dice que proclamemos la pala-
bra “Dios”, esta palabra es un sustantivo que define “El Ser Supremo”, y naturalmente se debe usar propiamente en
las expresiones debidas y cuando sea aplicable; pero nunca sustituirlo por el nombre de Jesús, el nombre de nuestro
Dios. Isaías 63:16 dice: “Perpetuo es tu nombre”, y por ello el único sobre todo nombre.
Debemos estimular a la iglesia que en su adoración y alabanza, la proclamación e invocación del Nombre de Jesucris-
to, no debe ser limitada, al contrario, debe de ser una publicación solemne en voz alta.
Todos nuestros hechos y dichos, deben hacerse en el nombre del Señor Jesús, y con esta práctica seremos más que
vencedores. El Nombre de Jesús tiene poder para salvar, perdonar pecados, sanar enfermos, reprender al diablo y
muchas otras cosas más que están escritas en la Palabra de Dios. ¡Gloria al Señor Jesús, que está sentado a la dies-
tra de Dios! De El recibimos poder y autoridad a través de la “proclamación e invocación de su Nombre”.
• Lucas 24:47, “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén”
• Salmo 29:2 “Dad a Jehová la gloria debida a su nombre”
• Colosenses 3:1 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
diestra de Dios”
• Hebreos 1:3 "el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas
las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
• Hebreos 10:12 “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sen-
tado a la diestra de Dios”
Problemas en la 10
Iglesia – Parte 2
Cornelio Quintero Hechos 8
Texto Memorial
“Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y
todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles hombres piadosos llevaron a ente-
rrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hom-
bres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el
evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo” (Hechos 8:1-4)
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Introducción
Nuestra lección trata acerca de problemas en la iglesia. El problema de la Iglesia en Jerusalén era la persecución.
Trataremos de dividir la lección en tres partes: 1) ¿Por qué surgió el problema? 2) ¿Cómo comenzó? 3) La solución a
dicho problema. El propósito de esta lección será invitarnos a descubrir de donde vienen los problemas a nuestra vida,
el porque del problema, y como solucionarlo. Las dificultades son parte de la vida humana. Son obstáculos que impi-
den o retrasan la marcha de los proyectos que nos proponemos desarrollar. Vienen de diferentes medios, unos de
parte del trabajo, otros vienen de los que se oponen y otros los provocamos nosotros.
Quisiéramos saber la razón por la cual la iglesia no había seguido las instrucciones del Señor acerca del sistema de
evangelización. Sabemos que la iglesia comenzó solo con judíos y que creían que el evangelio solo era para ellos.
Desde que fueron liberados de Egipto, sentían que el Dios que se revelo a ellos, era un Dios nacional y nunca estuvie-
ron dispuestos a compartirlo. ¿Cuál será la razón por la que en nuestro tiempo la gran mayoría de las iglesias no
evangeliza?
¿Podrá hacer algo el Señor para que cumplamos con la evangelización a nuestros vecinos? ¿Cree usted que hubiera
menos problemas en la iglesia si todos se ocuparan de testificar de Cristo? La iglesia en Jerusalén atrajo problemas
porque estaba impidiendo el plan de Jesús.
Un llamado a la Reflexión
1. ¿Cuáles problemas surgieron en la iglesia primitiva de acuerdo con esta lección?
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2. ¿Por qué surgió este problema?
3. ¿Cómo comenzó este problema? ¿Cuál será la razón por la que en nuestro tiempo la gran mayoría de las iglesias
no evangelizan?
4. ¿Cuáles soluciones daría a este problema en la actualidad? De aplicaciones prácticas.
El Instrumento 11
Escogido
Cornelio Quintero Hechos 9
Texto Memorial
“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y
de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hechos
9:15,16).
Lectura Bíblica: (Hechos 9:1-18). Tenemos el gusto de estudiar esta lección acerca de la elección de Cristo por Sau-
lo. Nuestra lección está dividida en tres partes: 1) Saulo de Tarso, 2) ¿Por qué eligió Jesús a Saulo?, 3) Saulo aceptó
y honró el llamamiento del Señor.
Nos proponemos con nuestro estudio, evaluar 3 cosas en relación a Cristo: ¿Quién soy yo? ¿A qué fui llamado? y
¿Qué estoy haciendo?
1. Saulo de Tarso
a. Nació en una ciudad importante llamada Tarso. Tenía dos nombres: Saulo y Pablo. Saulo era su nombre judío
y Pablo su nombre romano. Sus dos nombres se deben a que tenía 2 ciudadanías.
b. Era judío porque era descendiente de Benjamín, una de las doce tribus de Israel, y era romano porque nació
en Tarso, que pertenecía a una de las tantas provincias romanas.
c. Era de familia acomodada y recibió la mejor educación de su tiempo. En teología tuvo el maestro más distin-
guido y prestigioso llamado Gamaliel.
d. Era fariseo y posiblemente zelote. Estos mataban a quien se opusiera al judaísmo.
e. Era distinguido en la nación y preferido del sumo sacerdote, de los principales sacerdotes y de los gobernan-
tes para combatir a los enemigos del judaísmo.
f. Era indomable. Quizás a eso se deba su conversión dramática. Caído en tierra por el poder del Cristo resuci-
tado, abría y estiraba sus ojos para ver al que hablaba con él, pero la gloria del Señor lo había cegado (Después es-
cribió que Jesús habita en luz inaccesible).
Los más grandes líderes de la Biblia como los que hemos mencionado, no fueron personas de fácil manejo. Realmen-
te fueron unos visionarios dispuestos a morir por lo que creían. Esta es la clase de gente que Dios buscó y sigue bus-
cando. Hemos mencionado a Moisés, solamente como referencia para ilustrar lo que estamos diciendo de Pablo. Este
último fue un líder completo. Era intelectual y espiritual. Muchos de nosotros no hacemos más en la obra de Dios por-
que nos vamos a los extremos. Queremos ser solo intelectuales, o solo espirituales. Se necesitan los dos elementos.
Cuando los intelectuales y los gobernantes dijeron que los apóstoles eran hombres sin letras, no se referían a que
eran analfabetos. No olvidemos que desde su liberación de Egipto, no hubo judíos analfabetos, para la edad de 12
años, los niños debían memorizar el contenido del Pentateuco (los 5 primeros libros de la Biblia). Un proverbio judío
dice: “No educar a tu hijo y no enseñarle una carrera, es como enseñarle a robar.” Los gobernantes se maravillaban
de que los apóstoles sin tener títulos universitarios, hablaban como si los tuvieran. Ananías se asustó cuando Jesús le
mandó que fuera a orar por Saulo y fue necesario explicarle que aquel perseguidor implacable, sería un instrumento
escogido para ir ante los reyes, ante Israel y especialmente ante los gentiles.
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2. Saulo Acepta y Honra el Llamado del Señor.
“El dijo: ¿Quién eres Señor?” Saulo aceptó el llamado del Señor no porque estaba asustado o porque Jesús lo forzó.
Aceptó porque comprendió que el que hablaba era Dios. Por eso le llamó Señor. Los judíos no le llamaban Señor a
nadie que no sea Dios. Se dice que durante la persecución romana, se exigía bajo pena de muerte, que los cristianos
quemaran incienso ante la estatua del emperador y dijeran: “Cesar es el Señor”. Sin embargo, ellos en lugar de confe-
sar a Cesar como Señor, decían: “Jesucristo es el Señor”. Cuando Saulo entendió que Jesús es el Señor, le dijo:
“¿Qué quieres que yo haga?”. Aquella pregunta llevaba implícita su entrega total y sin condiciones. Desde aquel mo-
mento se convirtió en un prisionero del Señor Jesús que lo llamó al ministerio. Vivió y murió por la iglesia a la que
llamaba “el cuerpo de Cristo”. Nunca dio un paso atrás. Cuando el enemigo lo desafiaba cara a cara, el decía: “todo lo
puedo en Cristo que me fortalece.” Ninguna prueba o circunstancia lo detuvo.
2 Corintios 11:22-28
v.22 ¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? También yo. v.23
¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número;
en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. v.24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes
menos uno. v.25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una
noche y un día he estado como náufrago en alta mar; v.26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de
ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros
en el mar, peligros entre falsos hermanos; v.27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos
ayunos, en frío y en desnudez; v.28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación
por todas las iglesias” En dos mil años no ha habido otro cristiano como Pablo.
Un llamado a la reflexión: 1. ¿Quiénes somos? 2. ¿A que fuimos llamados? 3. ¿Qué estamos haciendo? 4. ¿Esta-
mos seguros que Jesús es el Señor de nuestras vidas?
Pedro: Un Hombre 12
De Oración
Marco Zacarías Hechos 10
Introducción
Notemos que tanto Cornelio el centurión, como el apóstol Pedro estaban en oración cuando Dios les dio las revelacio-
nes. Esto nos enseña que a través de la oración Dios nos revela Sus diferentes propósitos. “Había en Cesarea un
hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa,
y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre” (Hechos 10:1,2)
“Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cer-
ca de la hora sexta” (Hechos 10:9)
25
6. Negó al Señor (Mr. 14:29-31)
7. Satanás lo reclama (Lc. 22:31)
8. Le corta la oreja a Malco (Juan 18:10) (Los otros escritores omiten su nombre)
9. Se va a la pesca y los demás lo siguen (Juan 21:3)
Texto Memorial:
“Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo” (Hechos 11:16)
26
Lectura Bíblica: Hechos 11
1. Introducción
¿Qué hace una Iglesia grande?
• ¿Será su tamaño, ubicación o fuerza económica?
• ¿Será el tipo de pastor o coro que tiene?
• ¿Será su crecimiento y efervescencia?
Si buscamos bien, el capítulo 11 de Hechos nos da los elementos de una iglesia grande. Es decir, “grande” no se re-
fiere al número de miembros, ni al tamaño del templo. La iglesia que tiene estos ingredientes, será grande en las
áreas de comprensión, cambios, y extensión del evangelio y en amor. Después del derramamiento del Espíritu Santo
en la casa de Cornelio, Pedro tuvo que enfrentarse con los judíos cristianos. Esto lo acusaban de comer con los incir-
cuncisos en sus propias casas. Dividiremos Hechos 11 en las siguientes partes:
➢ Versículos 1-3 El reclamo de los de la Circuncisión (judíos convertidos)
➢ Versículos 4-18 La respuesta de Pedro.
➢ Versículos 19:26 La evangelización de los gentiles.
➢ Versículos 27-30 La ofrenda para los hermanos de Jerusalén
La iglesia grande es aquella que tiene libertad de dialogar. El diálogo, las charlas, las preguntas justas y sinceras ayu-
dan a aliviar el corazón. En ocasiones los hermanos traen escondidos en su corazón, sombras y sospechas, pregun-
tas y asuntos viejos, que si no se exteriorizan debidamente, pueden causar enfermedad espiritual. Fijémonos que
Pedro no se molestó. Tampoco respondió ásperamente, ni acusó a los hermanos de poner su autoridad o liderazgo
en tela de juicio. Sencillamente respondió relatando la visión que había tenido de parte de Dios, y todos aceptaron su
respuesta. Una iglesia grande es una iglesia sana. La iglesia sana goza del respeto mutuo entre el pastor y los demás
ministros y la congregación. La iglesia sana acepta explicaciones, como en este caso, pero también sabe aceptar
corrección, disciplina y amonestación. Estas se hacen en un espíritu de amor y mansedumbre, pues con la misericor-
dia y verdad se corrige el pecado (Proverbios 16:6).
La iglesia grande es obediente a la visión de Dios y se alinea dentro de sus propósitos. La evangelización del mundo
es el enfoque principal de esa visión.
Cuando una iglesia se extiende, Dios la bendice con dones. Al añadirse hermanos gentiles, pues “la mano del Señor
estaba con ellos y gran numero creyó, y se convirtió al Señor”, Dios añadió hombres capacitados, como lo fueron Ber-
nabé y Saulo, para enseñar a la iglesia (Hechos 11:22-25). Allí fueron llamados cristianos por primera vez, pues la
gente se identificó con Cristo. Cabe decir aquí, que una iglesia grande no solamente se compone de gente, sino de
gente que refleja a Cristo, estos son los verdaderos cristianos.
Conclusión
La iglesia es grande porque Cristo es grande. Si luchamos por tener los elementos que encontramos en Hechos 11, y
procedemos como ellos lo hicieron, seremos grandes en comprensión, en aceptar cambios, en la extensión del evan-
gelio y en amor.
Confía, en Medio de tu 14
Adversidad Dios esta Contigo
Marco Zacarías Hechos 12
28
Introducción
Los períodos de la Historia de la Iglesia principia con la Iglesia Apostólica, la iglesia perseguida; y en este capítulo
miraremos como fue la iglesia perseguida. El Pentecostés y las sanidades y maravillas que Dios permitió a través de
Pedro, era algo que marcaría la historia hasta el día de hoy. La lección que hoy debemos aprender es, que el Dios del
Día de Pentecostés continúa con nosotros en todos los momentos (Mateo 28:20; Juan 14:16,17).
Trasfondo Histórico
Herodes Agripa I (Herodes) no era su nombre, significa “Descendiente de Héroes”. Era de una dinastía de príncipes
que ejercía el poder en Palestina. Originarios de Idumea de Edom (tierra roja) descendientes de Esaú (Deut. 2:8-12).
El reinó en Judea en el año 41 al 44 D.C.. En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia
para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan; y viendo que esto había agradado a los judíos, pro-
cedió a arrestar también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura (Hechos 12:1,2).
1. Persecución (v.1-4)
Desde el principio de la raza humana el diablo a través de varias influencias siempre ha tratado de destruir la obra de
Dios de bendecir a todos los seres humanos, dándoles muerte. La familia herodiana fue usada por el diablo, cuando
Jesús nació trataron de matarlo y asesinaron a muchos niños (Mateo 2:16), Juan el bautista es decapitado por Hero-
des Antipas, Jacobo es decapitado por Herodes Agripa I. La iglesia en Jerusalén estaba siendo atribulada por una
gran hambre y lo peor de todo es que la persecución principió por los sacerdotes del judaísmo y ahora es el rey que
es usado por Satanás para poner fin al movimiento apostólico para que el mundo antiguo no se salvara y no nos llega-
ra la bendición a nosotros. Aquí, al diablo se le había olvidado que Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores.
Aprisionando a Pedro se terminaba todo. ¡Que precioso es saber que por mas sobresalientes que sean nuestros líde-
res, Cristo es la cabeza de la iglesia y nosotros somos su cuerpo! Así que, los que creen que la iglesia va a pasar por
la gran ira de Dios ubicarían a Cristo castigándose El mismo, decapitándose El solo y destruyéndose El solo, que ig-
norancia tan nefasta y que blasfemia tan inconcebibles es aceptar esta doctrina tan torcida. Todo lo contrario a la
epístola de los Efesios 5:21-32. En Hechos 12 verso 1-4, Herodes pensó congraciarse con los judíos al mirar que les
agradó que matara a Jacobo y ahora tenía a Pedro en sus manos y planeaba decapitarlo al siguiente día y empezar
una feroz persecución sobre todos los creyentes apostólicos.
La Cadena del 15
Ministerio Apostólico
30
Lupe Zuñiga Hechos 13
Texto Memorial:
“Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase
primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos vol-
vemos a los gentiles. 47Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de
que seas para salvación hasta lo último de la tierra” (Hechos 13:46,47)
Introducción:
El capitulo 13 es el primer capítulo de la segunda gran división del Libro de los Hechos, el cual trata con la evangeli-
zación del mundo. Antes de este capítulo, la iglesia primordialmente estuvo trabajando en Judea, Samaria y el resto
de Palestina. Después de la persecución, los cristianos fueron esparcidos por todos los lugares alrededor del mundo
por entonces conocido; muchos de ellos se establecieron en colonias judías en otras partes de Asia Menor. El capítulo
11 relata como la iglesia en Antioquía comenzó entre judíos y griegos (11:19-30). Este capítulo nos introduce a una
iglesia que es vibrante y viva. Era una iglesia con un corazón para misiones, una hambre para la enseñanza ungida y
por un movimiento fresco de Dios. Fue la primer iglesia verdaderamente misionera. También relata el lanzamiento del
primer viaje misionero por Pablo y sus compañeros (capítulos 13 al 14). Al salir en este viaje, encontraron severa opo-
sición a lo largo del camino en forma de falsos cristianos, caminos peligrosos entre las montañas, enfermedades, so-
ledad y persecución. Las fuerzas del mal están siempre determinadas para detener completamente el evangelio de
Cristo.
1. La Iglesia de Antioquía
a. La Ciudad: Antioquía de Siria (no confundir con Antioquía de Pisidia, a la que nos referiremos después), era
una Ciudad cosmopolita de Siria, situada sobre el río Orontes a 26 km del Mediterráneo y unos 480 km al norte de
Jerusalén. La fundada en el 301 a.C.. Tenía una situación geográfica ideal. Por hallarse entre montañas y casi rodea-
da de agua, gozaba de un clima muy favorable en contraste con la mayor parte de Siria. Llegó a ser una ciudad prós-
pera y populosa (500.000 habitantes). Su vitalidad comercial se debía en parte al río y en parte a su posición en el
cruce de importantes rutas de caravanas. Fue sometida a Roma en 64 a.C. y llegó a ser la tercera ciudad de todo el
imperio; Roma era la primera y Alejandría la segunda. Famosa por sus carreras de carros romanos, pero también por
la inmoralidad y placeres sensuales.
Mas que cualquier otra cosa era conocida por su adoración a la diosa Dafne. La leyenda nos dice que Dafne era una
doncella amada por el dios Apolo. Para evadir sus seducciones se convirtió en un huerto de arboles de laurel. El tem-
plo estaba localizado en la afueras de la ciudad en este bosque de laureles.
b. Antioquía, La Iglesia: Primero que todo, era una iglesia bien cuidada. No solo había un ministro, sino muchos. Los
primeros versículos enumera los nombres de 5 personas que estaban ministrando en la iglesia. También era una igle-
sia donde los seguidores de Cristo fueron llamados por primera vez “cristianos” (Hechos 11). Originalmente, este tér-
mino “cristiano” al principio se decía como un insulto o burla. Sin embargo, la palabra “cristiano” significa “siervo o
esclavo de Cristo”. Que nombre tan apropiado para una iglesia que en el capítulo 11 responde generosamente a la
necesidad en Judea. ¿Qué tan cristiano es usted? ¿Vive usted el nombre de “cristiano” al máximo? Hay una historia
que cuenta que Alejandro el Grande permitió que algunos de sus soldados llevaran su nombre, pero si algunos de
ellos se comportaba de manera deshonrosa o cobarde, Alejandro le decía: “O cambias tu manera de ser o te cambias
el nombre”. Vivamos nosotros también de acuerdo al nombre de Cristo, en todo lo que nos enfrentamos en esta vida.
c. La Comisión: La iglesia de Antioquía tomó en sus hombros el arduo trabajo de llevar el evangelio de salvación al
mundo. Tomaron muy a pecho las palabras de Jesús (Mateo 28:18-20). El impulso del Espíritu Santo siempre debe
ser obedecido. Este impulso siempre nos guiará a la voluntad de Dios, y no a nuestra voluntad. A través del ministerio
del Espíritu Santo, esta iglesia fue guiada a enviar 2 de sus mejores líderes como misioneros. La Escritura nos dice
que había profetas y maestros en la iglesia (Romanos 12:6; 1 Corintios 12:28). Profetas, de acuerdo a William Barclay,
eran predicadores de pasada que no estaban asociados con ninguna iglesia. Los maestros estaban encargados de
instruir a todos los que entraban a la comunidad de fe. Es claro que la iglesia de Antioquía era una iglesia cosmopolita
(toda clase de gentes), multicultural y multifacética. Incluía a gente de muchos trasfondos, como lo eran:
Bernabé : Un judío de Chipre.
Lucio : Venía de Cirene, que esta en la parte norte de Africa.
31
Simón : También era judío. Se cree que Simón probablemente venía de Africa por causa del nombre Niger que signi-
fica “negro”. También hay una historia de que éste es el Simón al que se le pidió que llevara la cruz de Cristo al Gólgo-
ta (Lucas 23:26).
Manaén : Significa una persona que tenía tendencias aristocráticas y de la corte, porque se dice que creció con Hero-
des el Tetrarca.
Saulo : El apóstol Pablo, era de Tarso de Cilicia y educado por Gamaliel un maestro judío.
2. El Evangelio es Desafiado.
En un incidente similar al de Samaria (capítulo 8), un mago con el nombre no muy querido de Barjesús, que significa
“hijo de Jesús “, desafió el ministerio de Pablo y Bernabé. Esto se llevó a cabo en Chipre, una isla que era una provin-
cia romana conocidas por sus minas de cobre y por su industria de construcción de barcos. Barjesús (su nombre tra-
ducido es Elimás), era un falso profeta que se oponía a los misioneros, y trataba de prevenir la conversión del gober-
nador, pero Saulo, bajo la influencia del Espíritu Santo lo azotó con ceguera.
Cuando el gobernador vio esto, creyó en la doctrina que Pablo y Bernabé predicaban. También fue aquí que a Saulo
de Tarso por primera vez se le comienza a nombrar como Pablo. Esto sucedió en parte porque desde ahora en ade-
lante, su ministerio estaría directamente dedicado a los gentiles. Algunos dicen que él cambió su nombre. Sin embar-
go, en aquellos días casi todos los judíos tenían dos nombres, un nombre judíos y otro griego. Por ejemplo, Tomás,
también llamado Dídimo (en griego significa gemelo), Eliacim en hebreo y Alcimo en griego; el nombre Josué se con-
virtió en el nombre Jesús. Por lo tanto Pablo también era conocido como Saulo. Después de ministrar en Chipre, los
misioneros zarparon para Asia Menor. Fue aquí donde Juan Marcos los abandonó. Es claro que a Pablo no le gustó el
hecho de que Marcos los abandonara, aunque tiempo después dijo que le era útil en el ministerio. Ha habido muchos
posibles motivos para el abandono de Marcos. Uno de los motivos es que las montañas de las costas hasta Antioquía
de Pisidia eran muy peligrosas, y los ladrones esperaban a aquellos que trataban de pasar por esos lugares. Un mi-
sionero debe estar listo para soportar sufrimiento. Es también aquí donde Pablo habla de su “aguijón en la carne”, al
cual las más antiguas tradiciones le atribuyen unos severos dolores de cabeza y migraña. La explicación mas proba-
ble es que Pablo era víctima de una continua y virulenta fiebre de malaria, la cual era muy común en esta área (Gála-
tas 4:13). Pero nada detuvo a estos misioneros. Siguieron a Antioquía.
Un Llamado a la Reflexión: 1) De una descripción de la ciudad de Antioquía de Siria y la iglesia cristiana que estaba
allí. 2) De una descripción de la ciudad donde usted vive y también de una buena descripción de su iglesia. 3) ¿Cómo
su iglesia puede hacer un impacto con el Evangelio en su ciudad? 4) Describa algunos de los personajes sobresalien-
tes de la iglesia en Antioquía de Siria.
Sucesos Importantes 16
En los Viajes de Pablo
Marco Zacarías Hechos 13 al 19
32
Texto Memorial
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los
he llamado” (Hechos 13:2)
Introducción
Es muy importante que en la iglesia siempre haya ministerios en función, o sea, hombres y mujeres de oración y
ayuno; las iglesias que estén en ese nivel serán iglesias prosperas que harán historia, no solo en la comunidad local,
sino que en todo el Distrito o a nivel Nacional, produciendo maestros, profetas, evangelistas y misioneros.
Trasfondo Bíblico
Antioquía de Siria, no confundir con la de Pisidia. Pedro usó las “Llaves” en Cesarea, pero el mandamiento era a to-
das las naciones y aquí podemos aprender que debemos estar unidos en la diversidad de ministerios que hay en la
iglesia.
Bernabé: Su nombre original era José, Levita de Chipre, Hechos 4:36 “Hijo de Consolación”.
Simón: Hermano de color llamado Niger, “originario de Nigeria”.
Lucio de Cirene: Ciudad de Libia al norte de Africa.
Manaén: Del hebreo “Consolador”, el que se había criado junto con Herodes el Tetrarca, Antipas.
Saulo: Heb. “Deseado” de Tarso, criado a los pies de Gamaliel; de Saulo a Pablo (del Latín Pequeño).
Este movimiento misionero nace de un grupo consagrado en oración, y que hermoso es mirar que en el día de hoy
figuran otros nombres en el campo misionero de diferentes culturas y de escuelas pero con un mismo objetivo salvar
las almas para Cristo.
En Hechos 15:36 Pablo invita a Bernabé al segundo viaje misionero y Bernabé quería llevar ¿a quién? ___________ y
¿qué dijo Pablo? _____. Entonces Bernabé se va a Chipre con Marcos y Pablo escogió a ___________ y pasó por
_________ y _________________ Llegando a _______________.
El apóstol regresa al lugar donde lo apedrearon y encuentra a un joven llamado ________.
33
Atravesando Frigia y la provincia de Galacia tuvo una visión (cap. 16:9) vio a un ________
___________________. En Filipos fue bautizado el primer creyente de Europa, el ______
______________ (Hch. 16:11-40).
El apóstol de los gentiles pasó a Anfípolis y predicó en una sinagoga en Tesalónica donde fundó la iglesia. En Berea
llegan a una sinagoga y varias personas muy importantes creyeron y luego viene la persecución; Pablo zarpa para el
mar y Timoteo y Silas se quedan allí, Pablo llega a ________________ (Hechos 17:16). Los atenienses adoraban a
varios dioses pero tenían un lugar al Dios No Conocido y el apóstol les trae un mensaje y varios se burlan, pero otros
______________.
Pablo en Corinto (Hechos 18) se encuentra con _________ y ___________. Pablo amaba a los de su nación por lo
cual estaba entregado a la predicación, pero cuando miró que su trabajo no era aceptado (v.6) dijo desde
____________________________________.
En Efeso bautizan a unos discípulos (19:4) de ______________. En el v.11dice “Y hacía Dios __________________.
Conclusión
Cuando el Señor escogió a Pablo en Hechos 9:15,16 dijo a Ananías: “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogi-
do me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le
mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.”
34
Pablo: El León de Dios 17
Luciano M. Montes Hechos 19
Texto Memorial
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. (2 Timoteo 4:7)
Introducción
A través de las Escrituras el león ha sido simbólico por las características naturales que Dios le dio. En esta lección
estudiaremos sobre la vida de Pablo. Saulo, “el León de Tarso”, tuvo un encuentro con “El León de la Tribu de Juda
(Cristo)” (Hechos 9). Desde ese momento se convirtió en el “León Apostólico”, pues cuando el hombre tiene un en-
cuentro con Cristo, nunca será mismo otra vez.
35
Pablo, El León de Dios
El león un animal que se menciona aproximadamente 150 veces en la Biblia. Sus características son asombrosas.
Alcanza a brincar una cerca de 2 metros de altura, puede cubrir una distancia de 6 metros de un salto, puede arrastrar
lo doble de su peso, puede quebrar huesos con sus dientes y puede correr unos 60 kilómetros por hora.
En la Biblia se enfatizan 4 palabras hebreas, donde se menciona la palabra león dando fuerza a una de sus caracte-
rísticas. Queremos es esta parte de la lección comparar estas 4 características con la vida poderosa de San Pablo.
Un Corazón Valeroso
La Escritura de 2 Samuel 17:10 dice “Y aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león” enfatiza la
palabra hebrea “ariy” (león) que significa “coraje, heroísmo y valor”. Se confrontó con los problemas más grandes de
esta vida y los venció, salió victorioso. Piense, en estos momentos en uno de los problemas que Pablo venció.
Un Corazón Confiado
Proverbios 28:1 dice “Mas el justo esta confiado como león”, (hebreo “kephiyr”). Aquí a la palabra león se la da énfasis
a la melena de león, que indica madurez, majestad y protección en combate. Se dice que la melena del león es para
protegerse en el combate. Pablo, muestra la confianza que tenía en los combates de la vida y por la fe, cuando dijo:
“He peleado la buena batalla...” (2 Timoteo 4:7). Esa confianza la mostró hasta el fin de su batalla cristiana, que su
vida nos inspire esa confianza. Piense en estos momentos, en un instante donde Pablo mostró confianza.
Un Corazón Fuerte
Proverbios 30:30 dice: “El león, fuerte entre todos los animales, que no vuelve atrás por nada”. Aquí el énfasis está en
la fuerza para “aplastar” especialmente en combate. Esta es una de las características sobresalientes de Pablo, como
se enfatiza en Proverbios; el león de Dios no volvía hacia atrás por nada ni nadie, aun cuando se trataba de golpearlo,
maltratarlos, en ayunos, desvelos, tumultos, pobrezas, hambres, cansancio, azotes, prisiones, este “León de Dios” no
retrocedía, aun hasta la muerte como mártir por la fe apostólica (2 Timoteo 4:7,8).
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y
el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24). Pien-
se en estos momentos, en un instante donde Pablo no se hizo para atrás en el combate por la fe en Cristo Jesús.
Se dice de Pablo, que son pocos los hombres que han sido tan amados y tan aborrecidos como él; también se ha
dicho que en sus batallas físicas y espirituales pocos hombres, hubieran resistido y soportado, si no fueran de su cali-
bre espiritual.
a. Administrar: “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de
Dios” (1 Cor. 4:1). Esta palabra significa uno que maneja una empresa, y en el lenguaje griego, es uno que pilotea un
barco. Dios nos ha encomendado la dirección de su barco (iglesia) en medio de un mar turbulento y tempestuoso.
b. Embajador: “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Cor. 5:20). El Señor nos ha puesto aquí en esta tierra, como
embajadores de El para que llevemos Su nombre a todos los que necesitan conocerle como Señor y único Dios Ver-
dadero.
c. Padre: “así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada
uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria” ( 1Tes.
2:11,12). Nosotros somos padres en el Evangelio de aquellos que criamos en el camino del Señor.
36
d. Hermano: “Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero no de corazón,
tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro” (1 Tes. 2:17). Debemos ayudarnos y amarnos, hermanos,
porque hemos nacido en la misma familia, la familia de Dios.
e. Líder: “el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace
misericordia, con alegría” (Romanos 12:8). Que nuestra manera de presidir sea de acuerdo con los principios bíblicos,
para que así haya más prosperidad en la iglesia del Señor.
f. Anciano: “Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia” (Hechos 20:17).
g. Obispo: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos,
para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (hechos 20:28). Este término significa “so-
breveedor, guardián, protector de la iglesia”. Tenía que ver con la responsabilidad que cada pastor tiene en cuanto a
velar, y proteger el rebaño de Dios.
San Pablo, “El León de Dios”, fue un hombre de muchas dimensiones en su ministerio, como ya hemos ilustrado en
esta parte de la lección. Llama la atención lo que dice Charles E. Jefferson en su libro titulado “El Carácter de Pablo”,
cuando escribía de Pablo “El Hombre”; no escribió de Pablo el Teólogo, Pablo el Filosofo, Pablo el Metafísico, Pablo el
Lógico, Pablo el Místico, Pablo el Ciudadano Romano, Pablo el Viajero, Pablo el Orador, Pablo el Clérigo, Pablo el
Misionero, Pablo el Apóstol, Pablo el Pastor y Maestro, sino de “Pablo el Hombre”. No escribió ni siquiera de “San
Pablo”. Por lo pronto dejemos a un lado la palabra “Santo”. Para algunos, es una especie de velo verbal que cubre el
rostro del hombre que lo lleva. Abre un abismo entre el hombre que lo lleva y el hombre que sabe que está lejos de la
santidad. Quitemos las barreras y libremos toda sima. El propósito es acercarnos más a Pablo. El deseo es traerlo tan
cerca que podamos sentir el latido de su corazón y oír su respirar.
Pablo hizo una lista de las pruebas de su ministerio. Nótese que tan sólo 2 o 3 de ellas pueden conseguirse en un
salón de clases. Se pueden dividir las pruebas de Pablo en 3 categorías.
37
Conclusión
Está en nosotros extraer más lecciones espirituales de la vida de San Pablo, que su ejemplo nos inspire a ser mejores
cristianos; en ciertas coacciones Pablo tuvo el sentir de revelar su profundo grado de humanidad diciendo:
“Soy el más pequeño de los apóstoles...”
“Soy el más pequeño de los santos...”
“Soy el primero de los pecadores...”
Para nosotros, esta triple declaración solo nos sirve para pensar que grande era el carácter de Pablo. Con mucha
razón nos invita a que seamos imitadores de él como él de Cristo.
Un Llamado a la Reflexión
Introducción
La relación de Pablo con los líderes de la iglesia y sus compañeros creyentes fue un hermoso ejemplo de la confrater-
nidad y comunión cristiana. Se había preocupado por ellos y los amaba... aun lloró por sus necesidades. Ellos res-
pondieron con amor y cuidado hacia él y lamentaron mucho su despedida. Habían orado y consolado los unos a los
otros.
Como Pablo, usted puede establecer relaciones fuertes con los líderes y otros cristianos compartiendo, cuidando,
sobrellevando las cargas, regocijándose y orando con ellos y por ellos. Usted reunirá a personas a su lado con el solo
hecho de darse a ellos.
1. “Vosotros sabéis como me he comportado entre vosotros todo el tiempo” (Hch. 20:18). Es importante lo que
la gente piensa de usted antes que ellos puedan tenerle confianza, crean en usted y estén dispuestos a establecer
una gran relación con usted.
2. Hechos 19a
a. Pablo servía al Señor Jesús.
b. No se servía a él mismo ni a otros.
c. La palabra servir proviene de la palabra siervo, también prisionero o esclavo (Efesios 4:1; Romanos 1:1)
d. Pablo constantemente se llamaba a sí mismo “siervo” o “esclavo” de Jesucristo.
3. Hechos 20:19b
38
Tres características del servicio de Pablo:
a. Servía con humildad de mente y corazón
1) Se movía entre la gente
2) Reconocía, realizaba y compartía con todos (personas de bajo y alto nivel).
3) Se detenía para ayudar en cualquier manera posible.
b. Servía con muchas lágrimas y tenía un corazón tierno, comprensivo y apasionado.
Lloró por:
1 Corintios 2:1-5
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o
de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve
entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas
de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabi-
duría de los hombres, sino en el poder de Dios”
No usó palabrerío ni grandes palabras; habló al nivel de las personas (Hechos 10:34,35; Romanos 10:12):
C. Hechos 20:22,23
“Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu
Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones”
D. Hechos 20:24
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y
el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”
1. Consagración y dedicación.
2. Este es un versículo muy precioso y muy poderosos.
3. Nos permite saber porque él fue tan amado y respetado por sus compañeros ministros.
a. Pablo no estimó su vida “preciosa” para él mismo. Su vida no era para él mismo ni para agradarse a sí mismo. No
era para comodidad o placer terrenal. Su meta era vivir para Cristo.
b. Su vida era “preciosa”, estimada y valiosa... pero no para él mismo porque no era para su uso propio. Su vida era
una posesión preciosa y valiosa del Señor Jesús. El Señor poseía su vida y el Señor la estaba usando al máximo.
c. Pablo había entregado su vida al Señor por 2 razones:
39
1. El deseaba terminar la carrera de su vida con gozo (2 Timoteo 4:6-8).
2. El deseaba terminar el ministerio que había recibido del Señor Jesucristo (Hechos 9:15; 26:16-18)
E. Con una Vida y Testimonio como el de Pablo, con Razón era tan Amado y Apreciado.
1. El decía que era libre de la sangre de todos los hombres, ¿por qué?
2. El le predicaba a todos los hombres no importando la raza que fueran. Usted, ¿hace distinción de personas para
hablarles de Cristo?
3. El testimonio de Pablo debe ser el anhelo que cada predicador o maestro en la iglesia debería desear. “¡Todo el
Evangelio a todo el mundo!”
4. Piense por unos momentos y califíquese de 0 a 10 puntos ¿cómo está su testimonio personal? Ante Dios; ante
su familia; en su trabajo o estudio; en la Iglesia; como siervo o sirva de Dios.
La Disciplina de la 19
Vida Cristiana
Herminio Leal Hechos 21
Texto Memorial:
“Entonces Pablo respondió: ¿qué haces llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no solo a
ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús” (Hechos 21:13).
Introducción
Sin lugar a duda son palabras poderosas de un hombre con una grande convicción en su corazón, un hombre que
sabía en quien había creído. Él conoció que el mensaje que le había traído el profeta llamado Agabo (v. 10) era la
confirmación de lo que ya Dios estaba haciéndole saber desde tiempo atrás. Esto lo deducimos de Hechos 20:22-24,
“Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu
Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna
cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que
recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.” Es a través de estas palabras que
podemos nosotros mirar la relación que el tenía con su Señor. Ciertamente él tuvo ese encuentro, esa experiencia
camino a Damasco, como leemos en Hechos capítulo 9 “mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de
damasco, repentinamente le rodeo un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Sau-
lo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿quién eres, Señor? Y le dijo: yo soy Jesús, a quien tu persigues; dura cosa
te es dar coses contra el aguijón.” Y ahora encontramos a un hombre diferente. Allá en el capítulo 9 él pregunta por su
Nombre, capítulos después en el 21, él está dispuesto a morir por este Nombre.
No son solo las experiencias las que nos hacen conocer lo que Dios nos permite saber de El, sino la relación que te-
nemos con El; relación que se fundamenta en nuestra vida de consagración, vida de acercamiento y nuestra vida de
disciplina.
Hablar de disciplina es hablar de hábitos. No se puede ser discípulo sin ser disciplinado. Aquellos malos hábitos que
practicábamos en nuestra antigua forma de vivir, ahora tienen que cambiar. Miremos con cuidado la pregunta que hizo
Saulo a Cristo en el versículo 6 “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Lo que el apóstol estaba diciendo es - ¡Señor
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reconozco tu autoridad. Yo soy humano, tú eres Divino. Tú eres santo, yo soy pecador; Tú no necesitas de mí, sino yo
necesito de ti! ¡ ya no mi voluntad sino la tuya!” Cuando hay ese verdadero encuentro, Dios cambia todo. Cambia a la
persona junto con sus actitudes, ideas y pensamientos. Debemos dejar de ser “yo” para que sea El, la Palabra nos lo
dice en Colosenses 3:9-10 “no mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos
(hábitos), y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creo se va renovando hasta el conocimiento
pleno...”
Amados hermanos no ignoremos o hagamos a un lado lo que es obvio. Dios busca que alcancemos un crecimiento y
una madurez espiritual dejando de hacer lo que antes hacíamos, reemplazando todo eso con las cosas buenas que
Cristo nos enseña a través de su palabra “... Así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la
inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia” (Ro.
6:19).
Es interesante ver como el apóstol Pablo se refiere o ejemplifica en dos formas prácticas lo que debería de ser la vida
del cristiano. La primera es como un soldado, no solo lo que implica su armadura y que hermosamente nos la describe
en Efesios 6:13-18, sino que también el carácter que se debe tener “tu, pues, sufre penalidades como buen soldado
de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por sol-
dado” (2 Timoteo 2:3-4). Él conocía lo relacionado con aquello que rodea la preparación y la disciplina de los que se
enrolan en las fuerzas militares. El tenía bajo su mando hombres de ejército con los cuales perseguían y asolaban las
casas de los seguidores de Jesús (Hechos 8:3), hasta que un día se encontró con ¡Jesús, el Señor de la Gloria!
La segunda aplicación con la que él nos muestra la vida cristiana es como la de una atleta, y la forma en la que el se
prepara; nos la enseña con aplicación muy personal en su vida.
1. Él Disciplinó Su Cuerpo
“Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la aventura; de esta manera peleo, no como quien golpea
el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo
venga a ser eliminado” (1 Cor. 9:25-27).
Y cuando hablamos del cuerpo y de sacrificar el cuerpo nuestra mente inmediatamente lo relaciona con el abstenerse
de los alimentos un día o más. Eso es bueno pero el Apóstol Pablo comienza diciéndonos “de todo se abstiene” no
solamente un día cuando a la congregación se le invita a ayuno general, o cuando se abren las puertas para una vigi-
lia, es más que esto, la marca de un discípulo es la de “cargar una cruz” ¿qué significa cargar una cruz? Hacer todo lo
necesario para que Cristo ocupe el primer lugar en mi vida. ”Y decía a todos: si alguno quiere venir en pos de mí, nié-
guese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame” (Lucas 9:23). Una verdadera disciplina se practica diariamente
¡muriendo al “yo” cada día para que El viva en mí!
2. El Se Disciplinó a la Soledad
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les era tomado en cuenta” (2
Tim. 4:16-17). No es delante de los hermanos o de nuestros conocidos, o delante de un micrófono donde todos nos
pueden ver para mirar que tan cristianos somos ¡no! Es en la soledad donde no esta nadie, donde los pensamientos
vienen, donde los recuerdos llegan a nosotros ni en nuestras fuerzas y conocimientos sino
que le escribe a Timoteo su segunda carta y le dice “pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerza..” (v.17) el se
disciplinó a la soledad sabiendo que el Señor estaba con él.
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3. El Se Disciplinó a la Burla y la Murmuración
Una de las cosas con las cuales nuestros jóvenes son perseguidos, es precisamente con esto. En el trabajo, en las
escuelas, dondequiera que nuestros jóvenes cristianos van, son atacados, pero gracias a Dios que hay en nuestra
iglesia hombres y mujeres que se levantan con la palabra con la cual Pablo se mantuvo para afirmar. “Antes bien, nos
recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
....En palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por
mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como mo-
ribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como
pobres, m as enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo!” (2 Cor.6:4-10).
5. El Se Disciplinó A La Pobreza
Permítanme hablar un poco sobre este punto. Uno de los grandes problemas con el que el matrimonio sé esta enfren-
tando en estos tiempos es precisamente en el área de la economía. No es un secreto que el porcentaje de divorcios
sigue incrementándose astronómicamente en este país, y la mayor razón es precisamente el no control en las finan-
zas. ¿Sabía usted que es una responsabilidad dada a nosotros de la cual un día daremos cuenta? Dios nos ha dado
la habilidad para responder a la vida, a las tentaciones, a las crisis, temores, oportunidades, problemas, relaciones y
demás. Nosotros tenemos responsabilidad. Y estamos viviendo unos días peligrosos donde nadie acepta la respon-
sabilidad de nada. Todo mundo quiere obtener las cosas inmediatamente y si alguien tiene que dar muestra de esa
confianza en Dios es la iglesia del Señor.
Sabiendo que él tiene cuidado de nosotros, lo único que tenemos que hacer nada mas es seguir su palabra y ella nos
dice “si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y
sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la tem-
prana y la tardía; y recogerás tu grano...,” (Deut. 11:13-14). Hay muchas promesas para nosotros en la Biblia, solo
necesitamos escudriñar las Escrituras y poner por obra sus mandatos. Dios nos quiere bendecir, él no quiere que su
pueblo padezca pero ¿cómo podrá hacerlos, si nosotros no somos responsables y no ministramos lo que tenemos?
Y aun más, vivimos quejándonos y murmurando, que nuestra oración sea la del proverbista. “vanidad y palabra menti-
rosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario; no sea que me sacie, y la niegue, y
diga: ¿quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte y blasfeme el nombre de mi Dios.” (Proverbios 30:8-9).
6. El Se Disciplinó a Sufrir
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en noso-
tros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).
Si de alguna cosa nosotros debemos estar seguros, es que el Señor es fiel a sus promesas, él cumple lo que promete,
hay quienes quieren presentar a nuestro Dios acorde a sus mentes limitadas, que bueno es saber que nuestro Dios se
escribe con letra mayúscula y su Nombre es Jesús, el mismo que libró a Pablo y lo fortaleció para el decir “por lo cual,
por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte.” En la mayoría de las ocasiones, ahí en el sufrimiento es cuando viene a noso-
tros el temor. La duda es el enemigo número uno de la confianza, eso es precisamente lo que el enemigo quiere traer
a nosotros “en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33) que Dios ponga ese
sentir y esa confianza siempre en nosotros y juntos poder decir como Pablo “por lo cual, por amor a Cristo me gozo
en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte.” (2 Cor 12:10).
7. El Se Disciplinó A Morir
Si hubiera una palabra con la cual pudiésemos reducir todo lo antes dicho sería ¡¡Compromiso!! Dios sigue buscando
a hombres y mujeres que estén dispuestos a dar ese paso. Ciertamente Cristo nos ha llamado con propósito para vivir
nuestras vidas en disciplina; una vida dedicada a su trabajo, se separan de los placeres con una meta en su mente y
corazón. Pablo miró esto y lo trasmite en él capitulo 12 a los Hebreos “por tanto, nosotros también, teniendo en derre-
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dor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante”. La palabra por tanto entrelaza o une este capítulo con el anterior y no
solo eso sino que ahora somos partícipes en él. Sí hermanos, el estadio está lleno, estamos rodeados por grandes
testigos, podemos oír las voces que nos dicen ¿sigue iglesia sigue? Pero hay obstáculos ¡sí! Sáltalos porque eso son,
no cargues con ellos, pero me siento cansado, “él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene nin-
gunas” (Is.40:29). Iglesia es tiempo de morir para el mundo y todo lo que él ofrece, y vivir para Cristo. “Puestos los
ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrí la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
Recordando Nuestra 20
Conversión
Baldemar Rodríguez Hechos 22
TESTIMONIO PAULINO
Texto Memorial:
“Yo entonces dije ¿quien eres, Señor? Y el Señor dijo: yo soy Jesús, a quien tu persigues” (Hechos 26:15)
Introducción
Las manos de Pablo estaban atadas (v.29) de modo que al estirarlas deben haber sido un mensaje en sí mismo, aquí
estaba el apóstol, encarcelado a causa de su fidelidad a Cristo. En filipenses 1:13 dice que sus cadenas eran “en Cris-
to” y una bendición antes que una carga. Nótese la manera cortés en que Pablo se dirige al rey. Podía no respetar al
hombre pero sí el oficio. Véase Romanos 13 y 1 Pedro 2:13-17. Agripa era “experto” en cuestiones relacionadas con
los judíos, de modo que Pablo pensó que tendría una audiencia justa e inteligente. La defensa y testimonio personal
de Pablo pueden resumirse de la siguiente manera.
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El fiel apóstol abrió su corazón a Cristo; sus ojos fueron abiertos y recibió el Espíritu Santo y fue bautizado invocando
su Nombre, Jesucristo (22:16). Obedecer a Cristo provoca la ira de los hombres, pero Pablo fue fiel a su llamamiento.
Exhortación Paulina:
1. Festo acusó a Pablo de estar loco; así como acusaron a Cristo sus amigos y parientes (Mr 3:20-21, 31-35. Festo
atribuyó la “locura” de Pablo a su mucha educación; lo cual muestra que Pablo era hombre brillante y gran estudiante.
Dios nunca desacredita el estudio, a menos que este desacredite su palabra.
2. El apóstol reprendió a Agripa e ignoró a Festo, porque Pablo sabía que Agripa era hombre que leía; mientras más
luz tiene una persona, más responsable el de lo que sabe de Dios. Es posible tener fe y quedarse corto en cuanto a la
salvación. Agripa sabía de los profetas, pero no creía para salvación.
3. Algunos piensan que Agripa estaba bajo convicción y que casi se salva. El himno dice “¿Te sientes casi resuelto
ya? Pero eso sí no te salvara” así hay mucha gente hoy en día, muy cercas; pero no llegan a la salvación.
Mas tal vez; Agripa fue irónico usando las palabras “por loco” como diciendo “con eso poco me quieres hacer cris-
tiano” ¿usaría la palabra “cristiano” en el sentido más despreciativo o de burla? Hay quienes se burlan de la fe apostó-
lica y dicen, sí, y después voy. Mas la Palabra de Dios tiene su efecto en diferentes corazones. Así se cerró el juicio,
Pablo testificando y Agripa dudando y negando. ¿Cuál es tu reacción ante el evangelio? Te invitamos a creer y acep-
tar, que en Cristo puedes y debes ser salvo.
Un Llamado a la Reflexión
¿Cómo fue la conversión de Saulo de tarso?
¿Cómo fue su conversión personal? ¿hubo algunas características especificas?
¿Cómo puede usted usar su conversión para evangelizar eficazmente?
El Respeto a la 21
Autoridad
Felipe Gaxiola Hechos 23
Texto básico:
“Pablo dijo: no sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: no maldecirás a un príncipe de tu pue-
blo” (Hechos 23:5).
Introducción
El texto de esta lección trata de la comparecencia de San Pablo ante el supremo tribunal judío encabezado por el
sumo pontífice de nombre Ananías. La historia dice que Ananías era un hombre codicioso, orgulloso y sin escrúpulos.
Terminó sus días asesinado por los miembros del movimiento judío político religioso llamados los zelotes, quienes le
dieron muerte por ser amigo de los romanos. Durante este juicio Ananías abusando de su autoridad, ordenó ilegal-
mente que Pablo fuese golpeado. Pablo respondió a la agresión llamándolo “pared blanqueada”. Cuando el apóstol se
dio cuenta que había ofendido al sumo sacerdote, reconoció su falta de respeto para la autoridad y pidió disculpas por
su error. El apóstol pudiera haber justificado su proceder diciendo que Ananías no merecía respeto porque era un
hombre con los antecedentes antes mencionados. Sin embargo, la reacción y rectificación de Pablo nos enseña a ser
respetuosos con las autoridades, poniendo nuestra visita no en lo que la persona es, sino en el cargo que ocupa.
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Falta De Autoridad Paternal.-
Los padres tenemos la responsabilidad ante Dios y ante nuestros hijos de corregirlos cuando se portan mal. “corrige a
tu hijo, y te dará reposo; Él dará satisfacciones a tu alma” (Proverbios 29:17) muchos padres de hoy en día no se sien-
ten realizados como padres de familia, porque han sido descuidados en ejercer la autoridad sobre sus hijos.
“y ustedes padres, no hagan enojar a sus hijos...” (Efesios 6.4a) niños abusados, niños que tuvieron padres demasia-
dos autoritarios y exagerados en la aplicación de la disciplina, viven hoy frustrados, resentidos y alejados de los pa-
dres.
Después de considerar los dos extremos anteriores, no elija uno de los dos. Es mejor situarnos en el medio. Parece
ser que en estos tiempos las cosas no son así y se han invertidos roles. Algunos hogares son gobernados por un pe-
queño reyezuelo, tirano y egoísta que tiene unos padres que lo obedecen y le cumplen toda clase de antojos. Sé de
unos padres que antes de ir a la iglesia le preguntan al chico a cual iglesia quiere ir. Durante el año visitan varias igle-
sias de acuerdo con los gustos del niño. El rey de este hogar es el niño y los padres son sus vasallos que se rigen por
las órdenes que les dicta el pequeño monarca. El respeto a la autoridad de los padres es la primera lección que se
debe enseñar a un hijo. Los niños tienen que saber que en el hogar los que dan las órdenes son los padres. Tenga-
mos cuidado en no irnos a los dos extremos de la autoridad. Como padres que somos, es necesario revisar como está
funcionando el ejercicio de la autoridad que hemos recibido de Dios.
Pablo sabía que muchos de los gobernantes de esa época como de la actual eran malos. Después de todo estaba
viviendo bajo el gobierno de Roma. Pero aun así instaba a los creyentes a obedecer las leyes de las autoridades civi-
les. Si desobedeciésemos las leyes del país donde vivimos, seremos castigados por quebrantar esas leyes. En estos
casos Dios le da al gobierno terrenal la facultad de administrar la justicia y si violamos esas leyes nos enfrentamos
también al juicio divino. Es un oprobio para nuestro carácter cristiano y para el reino de Dios, la desobediencia de la
ley civil. En esencia, ser obediente a las leyes terrenales, es ser obediente a Dios. Los ciudadanos que no respetan a
las autoridades civiles, no agradan a Dios ni le dan gloria a su Nombre. El mismo Cristo señaló nuestra obligación de
respetar las leyes de la tierra cuando dijo: “Dad a cesar lo que es del cesar, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22:21).
San Pablo, al llamar a Ananías, pared blanqueada (Hechos 23:3) usó el término similar al que Cristo dijera cuando
comparó a los fariseos con los “sepulcros blanqueados” (Mateo 23:27) ambas frases se referían a una persona que
oculta un corazón perverso bajo un disfraz de piedad. Cristo llamó a los fariseos hipócritas, porque como Ananías,
guardaban celosamente los elementos externos de la religión mientras sus corazones estaban llenos de orgullo, arro-
gancia, amargura y odio. Como dijimos al principio, el concepto que Pablo pudo tener acerca de Ananías, no era ra-
zón para que le faltara el respeto. Él reconoció que había actuado equivocadamente. Recordando quizás su mal pro-
ceder contra el sumo sacerdote, Pablo escribió posteriormente a los creyentes para aconsejarlos sobre como deberían
comportarse con las autoridades religiosas. “Imitad su fe” (Heb. 13:7); los líderes espirituales merecen respeto porque
ellos les enseñan a los creyentes la Palabra de Dios. Los pastores de Hebreos 13:17 vivían de una manera que hon-
raban a Dios. Su vida era tan ejemplar que San Pablo pudo ordenarles a estos creyentes que imitaran su fe.
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“Obedeced a vuestros pastores...” (Hebreos 13:17) así como Cristo cuida de la iglesia, así la cuidan nuestros pastores
líderes. Debemos mostrarles respeto y obediencia porque ellos son instrumentos de Dios para el desarrollo espiritual
de la iglesia. Orad por ellos... (1 de Ti. 2:1,2) Dios ha bendecido la iglesia con quienes la ha llamado para cumplir la
gravísima responsabilidad de cuidar el pueblo de Dios. La oración esta catalogada como el instrumento más poderoso
que Dios usa para cambiar vidas. Si usted siente que a los lideres de su iglesia les hace falta más sabiduría para ha-
cer las cosas, pida a Dios que les dé entendimiento para guiar a su pueblo por los caminos de justicia, pureza espiri-
tual, avivamiento, etc.
Conclusión
Dios ha puesto a los padres para que transmitan sus enseñanzas a los hijos. La primera lección que los padres de-
bemos de enseñar a un hijo es el respeto a la autoridad paternal. Los cristianos tenemos el deber de respetar a los
líderes del gobierno. Cuando respetamos a nuestros dirigentes políticos, estamos dando un testimonio positivo a
nuestra comunidad y Dios es honrado por medio de nuestra conducta. Dios le ha dado líderes a la iglesia para ayudar
a los creyentes a crecer en Cristo. Nuestras congregaciones y el reino de Dios sufrirán si nosotros no respaldamos a
nuestros dirigentes religiosos. Hay que pedir a Dios que nos ayude a cultivar una actitud bíblica hacia ellos, imitando
su fe, respetándolos y orando para que Dios les dé más sabiduría para administrar a la iglesia.
Un Llamado A La Reflexión
El Embajador en 22
Cadenas
Baldemar Rodríguez Hechos 24 al 25
PROBLEMAS PAULINOS
Texto Memorial:
“Alegando Pablo en su defensa: ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra cesar he pecado en nada”
(Hechos 25:8).
Introducción
En estos dos capítulos (24 y 25), San Pablo presenta su defensa apostólica ante Félix, Agripa y Berenice. Nos pre-
guntamos si Pablo se apoyaba firmemente en el Salmo 23.4; “aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré
mal alguno, porque tu estarás conmigo.” Pues su defensa es fuerte, clara y decisiva, dando testimonio del Señor Je-
sús con valor y ahínco. Hoy estamos llegando a tiempos en donde la iglesia también tendrá que dar testimonio cabal y
firme ante el mundo que sigue cuestionando la fe apostólica, el poder de Dios y su Palabra. Sirva esta lección para
afirmar nuestra fe y aprender del apóstol San Pablo el dar testimonio del evangelio de nuestro Señor Jesús.
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clamar que Jesucristo es el Señor (Filipenses 2;11), y que era “indiscutiblemente... Dios... Manifestado en carne...” (1
Tim 3:16)
B. El apóstol Pablo usó la Ley de Dios para protegerse a sí mismo y al Evangelio. Esperó hasta que el gober-
nados le cedió el lugar, entonces tranquilo y reposado presentó sinceramente su defensa, estando el Señor con él.
San Pablo respondió a sus acusaciones con hechos diciendo: “confieso, que según el camino que ellos llaman here-
jía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; teniendo
esperanza en Dios...”
Así Pablo presentó su defensa (24;10-21) y dio testimonio de la fe en Jesucristo(v.24). El les dijo que cada día procu-
raba “tener una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres” (v.16). Los acusadores no podían probar con
testigos que hubiera causado ningún disturbio; es más, ellos fueron los que empezaron el problema en el templo
(21:27.)
C. Félix entendía algo del “camino” de fe cristiana, pero rehusó aceptarlo. El gobernador le concedió cierta liber-
tad, como vaciando su corazón. Luego trajo a Drucila para que escuchara a Pablo, el cual les predicó la salvación.
Les expuso un argumento triple por el cual debían aceptar a Cristo: 1) Rectitud o justicia; ellos debían hacer algo res-
pecto al pecado pasado; 2) Temperancia (dominio propio); debían vencer las tentaciones de hoy; 3) El juicio venidero;
debían prepararse para este juicio (24;22-27.)
El mensaje fue tan poderoso que Félix tembló, pero pospuso su decisión, pues él esperaba un soborno de Pablo. Félix
dejó preso a Pablo dos años más, antes que Porcio Festo le sucediera en el cargo. San Pablo nos da un ejemplo
bueno para nosotros hoy de hechos sinceros y de verdad; su anhelo era la salvación de las almas, no la seguridad de
su vida. Los pecadores y aduladores como Tertulo, Félix y Drucila hoy, rehusan aceptar a Jesucristo. Los historiadores
nos dicen que Drucila murió a los veintiún años de edad, durante la erupción del monte Vesubio de Italia.
Festo le preguntó a Pablo si quería ir a Jerusalén para ser juzgado. Mas Pablo se aferró a la promesa de Cristo de
que iría a Roma (Hch 22:17-18). Por lo tanto, San Pablo apeló a Roma para ser juzgado, pero tenía en mente el dar
testimonio de la fe en Jesucristo a la realeza romana, sede del imperio.
Festo tenía el complejo problema familiar y político. Al dejar ir a San Pablo se ganaría la ira de los judíos, de los cua-
les buscaba su buena voluntad; los cuales decían: “no tenemos mas rey que cesar” (San Juan 19::8-15). Festo trajo a
sus familiares para que le ayudaran y oyeran a Pablo (Hch. 25:23-27. Ante tal realeza, de pompa y ostentación, Festo
presenta a Pablo: “aquí tenes a este hombre” (v.24.) Mas San Pablo era el apóstol de Jesucristo, embajador en cade-
nas, ¡rey y sacerdote de Jesucristo! El mundo no tiene más que nosotros. ¡Cristo nos ha enriquecido y nos ha dado un
llamamiento celestial y una esperanza de gloria! Pablo no era digno de muerte (25:25). Él dijo, “para mí el vivir es Cris-
to y el morir es ganancia” (Filip. 1:21). ¡Esta es también nuestra Fe!
Texto memorial
"Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano" (Hechos 26:28)
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Introducción
La escena se desarrolló en la ciudad de Cesarea, dentro de una sala del lujoso palacio imperial del rey Agripa. Un
endeble y enfermizo prisionero llamado Saulo de Tarso, se defendía de los cargos que le imputaban y al mismo tiem-
po daba testimonio de su milagrosa conversión. La palabra de Dios que es como una espada de dos filos no pudo
traspasar la incredulidad, los prejuicios y la ignorancia de estas personas que participaron en el juicio, debido a que
cerraron sus corazones al mensaje. Todos ellos tuvieron un momento en la vida para escoger entre recibir a Cristo o
rechazarlo. Lamentable y tristemente optaron por esto último. Toda vida espiritual depende del contacto continuo con
el mensaje de la palabra de Dios. Esa palabra es la que nos trajo a Cristo y mantiene en nosotros la vida espiritual. El
desprecio o rechazo de esta Palabra será el factor que condene a los que así proceden. La presente lección trata
sobre un mensaje más que fue aprovechado. Estudiaremos como estas personas rechazaron el mensaje, las conse-
cuencias del desprecio y además aprenderemos como aprovechar mejor los mensajes predicados por los siervos de
Dios.
c. La visión celestial (26:19) seguramente que Pablo estaba hablando aquí de su propia experiencia que el tuvo
cuando conoció a Cristo en el camino a Damasco.
Antes de su conversión el apóstol tenía una visión equivocada y distorsionada de lo que significa servir a Dios. En ese
entonces era dominado por el egoísmo y el odio para los que no creían como él. La nueva visión le enseñó a Pablo
que era un pecador que estaba perdido y necesitaba una nueva luz para que guiara su vida. Ahora veía un cielo nue-
vo y una tierra nueva.(Ap.21:1;2)
En el libro de los hechos existen muchos testimonios de personas que se convirtieron por los mensajes que Pablo les
predicó. Algunos de ellos fueron: el carcelero de Filipos, Lidia de Tiatira, la muchacha del espíritu de adivinación, Dio-
nisio el areopagita y muchos otros más. Sin embargo la predicación de san Pablo en el palacio del rey Agripa no cau-
só efecto en ninguna persona y lamentablemente a todos ellos les espera la condenación eterna por despreciar la
invitación al arrepentimiento.
a. Escuchar la predicación es más importante que cualquier otra cosa (Lc. 10:38-42)
Una vez pusimos a un hermano a vigilar el estacionamiento de la iglesia. Tomó muy en serio su papel y en la mayoría
de los cultos se la pasaba afuera cuidando los autos. Por dejar de escuchar los mensajes perdió fuerza espiritual. Los
resultados no se hicieron esperar, empezó a tratar mal a su mujer y su matrimonio terminó en divorcio. ¿Qué me dicen
de las hermanas que prefieren trabajar en la cocina haciendo y vendiendo empanadas? Las vemos más en la cocina
que en el servicio. ¿Y qué de los músicos que solamente los vemos cuando están tocando? Se desaparecen del culto
cuando llega el momento de la predicación como por obra de magia y aparecen cuando llega el llamamiento al altar.
No haga lo que hacen estas hermanas y no sea de esa clase de músicos que nomás van a tocar.
b. La predicación no es trabajo de un solo hombre. Dijo un pensador: “se necesitan dos personas para hablar
una verdad. Uno que le diga y otro que la escuche“. Una audiencia que no ame a Dios y a su Palabra, puede con su
actitud, echar a perder un sermón cuando el predicador desarrolla el mensaje, los oyentes pueden unirse en el proce-
so. El mejor sermón puede perder su eficacia si la congregación no presta atención y no se interesa en lo que dice.
c. Es más importante el mensaje que el mensajero. Otro factor que le quita el efecto al mensaje es dar preeminen-
cia al mensajero. El mensaje lleva en sí mismo la dinamita para causar explosión en el corazón del que lo oye. Pero
cuando vamos a escuchar al mensajero y no al mensaje, estamos rindiendo culto a la persona y no a Dios. Cuando se
menciona de algún servicio lo primero que nos preguntamos es, ¿quién va a predicar? ¿no sería acaso mejor pensar
en lo “qué” se va a predicar y no en el “quién”?. San Pablo llamó mundanos a los hermanos que en Corinto preferían
a ciertos ministros sobre otros. No era la elocuencia de Apolos, ni la sapiencia de Pablo lo que hacía crecer a los cre-
yentes, era Dios por medio de su palabra. Unos predican como si estuvieran sembrando. Otros predican mensajes
refrescantes como el agua que riega la tierra. pero no es nada ni el que siembra ni el que riega, porque el crecimiento
lo da Dios (1 Corintios 3:1-8).
Conclusión
Las autoridades ecológicas se han preocupado mucho en instruir a la población sobre el mejor aprovechamiento de
los recursos naturales, el agua es uno de ellos. La malversación de este importante elemento traerá como consecuen-
cia la extinción de la vida en nuestro planeta. Si algún cristiano persiste en desaprovechar el mensaje que se le pred i-
ca, corre también el peligro de la extinción espiritual. El cristiano convertido que quiere ser fiel necesita ser más cuida-
doso en escuchar y poner por obra el mensaje. La próxima vez que vayamos a oír la palabra de Dios, colaboremos
con el predicador prestando atención y demostrando interés en lo que se enseña. De no ser así, se repetirá la historia
de un mensaje más que fue desaprovechado. Tenga cuidado que no suceda lo mismo con usted.
Un Llamado a la reflexión
1. ¿Por qué no pudo la Palabra de Dios efectuar un cambio en Festo y Agripa?
2. ¿Cuáles fueron los tres temas que Pablo trató en su mensaje?
3. ¿Cuáles fueron las respuestas de Festo y de Agripa al mensaje que Pablo predicó?
4. ¿Por qué es importante estar atento al mensaje?
5. ¿Cómo se rinde a la personalidad?
Cuando la Brisa se 24
Convierte en Huracán
Juan Fortino Hechos 27
Introducción
Bernardo López lloraba mientras a su alrededor todo era destrucción y dolor. Lloraba de pena, una y otra vez se repe-
tía a sí mismo "si hubiera atendido los llamados de alerta, esto no me hubiera pasado". Y es que Bernardo jamás hu-
biera imaginado que perdería además de todo lo material a su esposa e hija, durante el paso del huracán Andrew que
azotó el sur de la Florida en 1992. La Florida es un Estado bello y muy atractivo. Su sol resplandeciente hace llamar la
atención a todo aquel que desee pasar las más extraordinarias vacaciones, rodeado de sol y una brisa marítima. Sin
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embargo, todo sería paz y solaz si durante la temporada que va desde el 1 de junio al 30 de noviembre, los meteoró-
logos atentos a la más mínima brisa no divisaran en el horizonte la llegada de algún temido huracán.
Los huracanes son sistemas de vientos en forma de espiral que se desplazan sobre una superficie, y cuya circulación
se encuentra cerrada alrededor de un punto central. Estos son ubicados en cinco categorías dependiendo de la velo-
cidad de sus vientos. En la categoría 1, encontramos aquellos que llevan vientos entre 100 y 150 kilómetros por hora y
son considerados como mínimos; en la categoría 2 se ubican los huracanes que llevan entre 150 y 170 kilómetros por
hora, y son considerados como moderados; en la categoría 3 están los huracanes llevan entre 170 y 200 kilómetros
por hora y están considerados como intensos; en la categoría 4 están los huracanes que llevan entre 200 y 248 kiló-
metros por hora y están considerados como extremos; y por último los de categoría 5 que llevan vientos de 248 kiló-
metros y más, considerados catastróficos, y son los más temidos.
Así como los huracanes comienzan con una brisa, de la misma manera nuestra historia se origina con una "leve brisa
del sur" que terminó siendo un huracán de categoría 5. Sirva esta experiencia registrada en hechos 27, como una
enseñanza para el cristiano de hoy, que a veces movido por un impulso de "brisa" se encuentra con huracanes que no
puede controlar. Estudiemos la historia...
Lucas estaba con él y también un hombre llamado Aristarco, macedonio de Tesalónica, quien en varias ocasiones se
encuentra presente junto a Pablo, hasta el punto de llegar a poner en peligro su vida, tal como lo podemos comprobar
durante el alboroto en Efeso (19:29). Es interesante notar, que tanto Lucas como Aristarco no estaban presos, pero
que gracias al compañerismo y al amor que les unía en Cristo, decidieron unirse a Pablo y seguirle en su arduo viaje.
¡Qué bueno es contar con un buen compañero, en los tiempos difíciles!. A pesar de que Pablo se encontraba preso y
yendo hacia una comparecencia de nivel superior, como era presentarse ante el Cesar; Lucas y Aristarco iban junto a
él atendiéndole y animándole para que la carga pudiera ser más llevadera. Ahí está el carácter de servicio que todo
cristiano debe tener, no solamente cuando se cuenta con un título dentro de la iglesia, o bien por algo que se nos ha
encomendado. Aristarco, que era un amigo común de Pablo estaba dispuesto en acompañar, aún, hasta las últimas
consecuencias al siervo de Dios y tomar del mismo trago, por más amargo que este fuera.
Después de haber atravesado el mar arribaron a Mira, ciudad de Lisia en donde Julio el centurión a quien había sido
entregada la custodia de Pablo, encontró una nave alejandrina, que precisamente estaba zarpando hacia Italia. Esta
nave según podemos constatar en el versículo 38, podría estar cargada con trigo, el cual muy probablemente era
transportado de Alejandría a Roma. Una de las mayores actividades comerciales de los romanos, era la importación
de granos desde Egipto, además de diferentes artículos de Persia y la India. Pablo junto a los otros fue embarcado en
esta nave, aprovechando su destino que era Italia. Debemos recordar que la nave adramitena iba hacia los puertos de
Asia, y debido a que la trayectoria de Cesarea hacia Roma es extensa, era necesario hacer una "escala", por lo que
fue necesario buscar otra nave para que los condujera hacia Italia. También es importante notar que desde ese mo-
mento estaban navegando con vientos contrarios, lo que hacía más difícil la navegación. Esto hizo que la trayectoria
la siguieran despacio, ya que una brisa avisaba que una tempestad estaba pronto por llegar.
Los Tripulantes
Según el relato de Lucas, eran doscientas setenta y seis personas (v.37). Entre ellos como vimos anteriormente esta-
ban Pablo y sus compañeros, Lucas y Aristarco, además del centurión. La tripulación estaba comandada no obstante
por el capitán y al mismo tiempo propietario de la nave. Él tenía el mando de la embarcación y la tripulación, el piloto
sin embargo ere el encargado de guiar la embarcación a lo largo de las costas peligrosas, bajo la dirección del capi-
tán. Ahora bien, el centurión (era el jefe de una Centuria Romana; una centuria equivalía a una compañía de 100
hombres y constituía una unidad política y administrativa) tenía autoridad para hacerles proseguir el viaje o para entrar
al puerto en busca de refugio, ya que en la nave también estaban siendo conducidos otros prisioneros del estado, y
todos eran la responsabilidad de él. Aunque el viaje ya era tortuoso debido a los vientos contrarios, Pablo inspirado
por el Espíritu Santo ve más allá, y provee del sabio consejo a quienes se aventuran en el mar (de la cual él mismo es
parte), advirtiendo que si proseguían, se corría el riesgo de naufragar. Sin embargo tanto el piloto como el capitán
haciendo caso omiso, afirmándose en su propia opinión aseguran que no hay peligro alguno, convencido así al centu-
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rión, quien ordena seguir el viaje hacia Roma. ¡Qué ignorante es el hombre! Cuando Dios por medio de su siervo, ve
la brisa que anuncia una gran
tempestad, y que prefiere adentrarse en el mar y enfrentarse a los vientos, sin importarle el futuro del él mismo y el de
los demás. ¿Cuántas veces nosotros, porque solo vemos una brisa venir, pensamos que podemos por si solos domi-
nar la situación y en vez de oír la voz de Dios, oímos la opinión de alguien más?. Generalmente, por actuar así, la
brisa simple, se convierte en huracán.
EL NAUFRAGIO
Debido a que en la antigüedad no contaban con los instrumentos de navegación con los que contamos ahora, las
embarcaciones navegan bordeando las costas, quizás por esto según el relato de Lucas, se mantenían bordeando las
costas de Creta. Sin embargo es probable que también lo hicieran así, creyendo que ese viento del sur que les estaba
dando y que soplaba suavemente, no fuera de mucho peligro. Sin embargo y como ya Pablo lo había advertido, no
mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidon. Según el Codex Alejandrino dice “eurak-
ylon” o viento del nordeste. Imagínese pasar un huracán categoría 5 en alta mar. La experiencia nos dice que es prác-
ticamente imposible que una nave pueda mantenerse a flote, cuando es conmovida por los vientos de un huracán,
aún peor siendo de esta categoría. La nave en que Pablo iba fue violentamente empujada, de tal forma que práctica-
mente fue imposible enfrentar el viento, o bien como es muy popular entre los marinos, buscar la manera de librarse
de él. A veces nuestra vida es golpeada por un huracán, el cual hace que la valla de aquí para allá, tal y como sucedió
con la nave que nos ocupa ahora. A pesar de que se nos previene que una tormenta está próxima, hacemos caso
omiso, y terminamos como esa nave que fue dejada a la deriva, dejando que fuera el viento tempestuoso quien deci-
diera el rumbo de la misma.
La Misericordia De Dios
Durante muchos días y a pesar de la experiencia con que contaba la tripulación, la nave fue azotada sin misericordia
por los vientos. Por varios días no vieron ni el sol ni las estrellas, haciendo mayor la desesperación de los navegantes.
A pesar de que se encontraban en esa situación por no oír la voz de Dios, Él siempre está buscando tratar con el
hombre ofreciéndole una oportunidad para rectificar sus decisiones hacia la vida. Igual como le sucedió a Bernardo
durante el huracán Andrew, se hace caso omiso a los avisos de Dios y se termina lamentando algo que pudo haberse
evitado. No obstante, Dios es misericordioso. Mientras la mayoría que viajaban en la nave alejandrina habían perdido
toda esperanza (v20), Pablo hace referencia que no habrá pérdida humana alguna sino solamente materiales. ¡Qué
interesante! Aunque no le hicieron caso al principio de la travesía, ahora sigue afirmando y transmitiendo seguridad en
Dios a los demás. Así es el cristiano que confía en Aquél que le salvó. Transmite una voz de aliento y fe a los demás,
no importa cuán dura sea la tormenta, “... los que confían en Jehová son como el monte de Sión que no se mueve ,
sino que permanece para siempre” (Salmos 125:1). El cristiano se mantiene fiel a sus convicciones, y sabe a ciencia
cierta que su Dios nunca lo abandonará.
El cristiano sabe cuando Dios actúa, es porque tiene un propósito en mente, y acepta lo que Él haga con humildad de
corazón. El cristiano sabe que Él es un Dios clemente y piadoso, que es tardo en enojarse y de gran misericordia, y es
por eso que en lo más cruento de la tormenta habla a los demás, palabras de esperanza y confianza en Dios, y
por el
contrario a lo actuado por Jonás (Jonás 4:2), ansía que la misericordia de Jehová alcance al desobediente, y aún me-
jor le insta a prevenir las consecuencias del pecado. Él se deleita en su misericordia, sepulta nuestras iniquidades y
echa a lo profundo del mar nuestros pecados, (Miqueas 7:18-19). Dios es rico en su misericordia y estando nosotros
muertos, nos dio vida juntamente con Cristo y por su gracia somos salvos, ( Efesios 2:4-5). Este es el mensaje cons-
tante del que posee la luz del evangelio en su corazón... “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados,
de entrañable misericordia, de humildad, de mansedumbre, de paciencia ...” (Colosenses 3:12).
Conclusión
¡Qué triste! Cuando el hombre dejándose gobernar por las opiniones basadas en las apariencias (por que solo ve una
brisa ), se ve envuelto en situaciones realmente catastróficas (el Euroclidón). Pero, que hermoso cuando a pesar de
las tormentas por las que atraviesa, encuentra un mensaje de salvación en el Señor. Ahora bien, encontramos cuatro
tipos de personas en esta travesía por el mar, que al mismo tiempo representa un tipo del mundo:
• Encontramos al hombre que a pesar de estar enfrentando juicio a causa de su fe, está dispuesto aún a enfren-
tarse a lo más poderoso con tal de llevar el mensaje de Cristo hasta lo último de la tierra (Pablo el apóstol).
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• Encontramos al hombre que convencido de la fe en su Señor, está dispuesto a acompañar al siervo de Dios
hasta las últimas consecuencias, aunque esto signifique poner en peligro su vida, este es el cristiano que sirve y ani-
ma a los demás (Lucas, Aristarco, Macedonio).
• Encontramos al hombre, que aún reconociendo al siervo con autoridad divina y a los que sirven y animan,
atiende prioritariamente el mensaje errado, y se adentra en el mar agitado, arriesgándose a todo tipo de vientos y
otros fenómenos de la naturaleza (Julio, el centurión).
• Por último encontramos al que siempre esta eludiendo el Mensaje Divino, juzgando por las apariencias, y con-
fundiéndose no solo a sí mismo, sino también guiando a los demás a la destrucción (El Piloto y el Patrón).
¿En cuál de estos grupos se encuentra Ud.? Necesitamos reflexionar primeramente en Dios aunque veamos solamen-
te soplar una “leve brisa del sur”. No quite a Dios de sus decisiones finales. Reconózcalo en “todos sus caminos” (Pro-
verbios 3:6), por más sencillos que se vean. ¡Cuidado! Con las brisas de la moda. ¡Cuidado! Con las brisas de las
amistades mundanas. ¡Cuidado! Con las brisas del materialismo. ¡Cuidado! Con las brisas de la música aparentemen-
te cristiana. ¡Cuidado iglesia! ¡Cuidado pastores! Cuidado maestros de la escuela dominical! No se confundan con la
brisa. No siempre es sinónimo de seguridad y paz. Hoy tenemos un mensajero más poderoso que el apóstol, es el
Espíritu Santo. El tiene la capacidad de revelar las “ intenciones ocultas” de la brisa. Y si por razones del trabajo y su
obra, la brisa se convierte en huracán y nos toma por sorpresa, recordemos que el Señor es capaz, aún de sosegarlo
(Mateo 8:24-27).
Texto Memorial:
“Predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hechos
28:31)
Introducción
A propósito el texto lo escribo sin punto final, porque el libro de Hechos de los apóstoles no tiene una conclusión. To-
davía seguimos predicando el Reino de Dios y enseñamos acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedi-
mento, Gloria a Dios. Este capítulo nos presenta a una iglesia creciente, en avance y conquista. Por tal razón, esta-
mos empleando el título de “Corre, iglesia corre”, porque esa es la idea central de ese sermón predicado en 1977, el
cual dio a la Asamblea Apostólica dirección e inspiración para lanzarse a la conquista de almas para Cristo. En esta
lección consideraremos tres secciones del capítulo 28 de Hechos, enfocado en el avance de la iglesia Primitiva en la
conquista de pecadores para la salvación de sus almas. Los pecadores son candidatos para el cielo, porque Cristo no
vino a llamar justos, sino pecadores al arrepentimiento (Mt. 2:17 y Lc. 5:32). Corre Iglesia Corre, con el mensaje apos-
tólico del Nombre de Jesucristo, para salvación de todo aquél que cree (Hechos 2:38; 4:16; 22:16 y Romanos 1:16).
La iglesia puede ser atacada por el enemigo, el Señor lo reprenda, pero el Nombre Poderoso de Jesucristo y Su San-
gre preciosa, es nuestro antídoto contra el veneno mortal de la serpiente. En la lucha, la Iglesia del Señor marcha
gallardamente hacia delante en su conquista espiritual que Dios le ha encomendado. Corre Iglesia Corre, creyendo en
tu Salvador Jesús de Nazaret, nada te acobarde, ni te desanime en tu trabajo espiritual. Publio, el principal de la Isla,
le concedió a Pablo tres días para que se hospedara con él, los cuales él uso para sanar a muchos, por lo cual ganó
la confianza de la gente; quienes les ayudaron al partir para Roma después de tres meses. Este ministerio de milagros
y sanidades atrae a la gente para ser salva. Corre Iglesia Corre a conseguir estos dones y tendrás favor ante el pue-
blo y el Señor añadirá a la iglesia los que han de ser salvos (Hch. 2:47; 1Cor. 12;13 y 14). “Seguid el amor, procurad
los dones espirituales...” (1 Cor. 14.1).
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Dios quiere usarte con su Espíritu Santo en ti. Despierta estos ministerios espirituales en oración y ayuno ante Dios.
Los judíos rechazaron el mensaje Apostólico; sí, no todos creerán al Evangelio, pero tú diles a todos, “El que oye,
oiga; y el que no quiera oír, no oiga...” (Ezeq.2:27). Corre con el mensaje a todo el mundo, Cristo viene pronto y su
galardón con El, “para recompensar a cada uno, según fuera su obra” (Ap. 22:12). “Y el Espíritu y la Esposa dicen:
Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tenga sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”
(v.17). Ciertamente Cristo viene en breve. “Amén; sí, Ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con todos vosotros. Amén” (v.20-21). Corre Iglesia Corre, predicando el Reino de Dios y enseñando su Palabra, abier-
tamente y sin impedimento (Hch. 28:31); y al encuentro de tu Señor y Dios, Cristo Jesús (1 Tim. 3:16; 1 Jn 5:20 y Ju-
das 25) (No hay punto final)
Introducción
Es a través de la 2 Carta a Timoteo donde podemos ver el sentir y el corazón del Apóstol Pablo, el hombre que un día
a la luz de aquel nítido rayo que alcanzaba entrar en aquella que era su celda, podía levantar sus ojos al cielo, a la
vez que su pluma en la mano y brotaban de sus labios aquellas palabras que aún resuenan en el corazón del cristiano
“....cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Éstas eran expresiones de un hombre que esperaba la muerte y de esa
fortaleza que sólo viene del cielo le escribe a Timoteo su hijo en la fe, y en su segunda carta lo exhorta con consejos
que más que para Timoteo son para nosotros en nuestros días, tenemos una carrera por delante la iglesia tiene que
seguir corriendo y Pablo lo sabía y es por esto que le dice a su discípulo amado...
“Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti”(1:8)
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Es interesante que en su primer consejo nos hace recordar el fuego, y es que esta iglesia nació con fuego, y es nece-
sario que vivamos con ese fuego en nosotros, ese fuego que sólo el Espíritu de Dios nos da para vencer todo aquello
que venga contra nosotros.
“No te avergüences...sino participa de las aflicciones.”(1:8)
Si alguien pudiera hablar de aflicciones después que Cristo ascendió, ese era Pablo, “Tres veces he sido azotado con
varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noches y un día he estado como náufrago en alta
mar..” pero también el sabía que “...de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda tam-
bién por el mismo Cristo nuestra consolación.”
“Retén la forma de las sanas palabras”(1:13)
¡Qué palabras! ¡Qué consejo! Y él mismo nos advierte cómo: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”
(Colosenses 2:8).
“Guarda el buen depósito.”(1:14)
El depósito se refiere al contenido del Evangelio, la verdad revelada.
“Lo que has oído de mi ante muchos testigos, encarga a otros.” (2:2)
¡Discipulado! ¡Discipulado! Y ¡Discipulado! Eso es precisamente la vida y crecimiento de la iglesia; una iglesia que no
evangeliza tiende a morir, una iglesia que no discipula tiende a no crecer, Pablo nos encomienda esto.
“Recuérdales esto”(2:4)
Cuán importante es en el tiempo en que vivimos el que se nos hable, que se nos recuerde y aceptar que nuestra auto-
ridad es la Palabra de Dios, es necesario para nosotros hablar y hablar con la Palabra. En un mundo donde los dere-
chos están por todas partes, hay derechos para todos, todo el mundo tiene derecho, todos tienen el derecho de ha-
blar, pero necesitamos saber hablar derecho, es por eso que el Apóstol aconseja a Timoteo “Recuérdales esto”.
Un Llamado a la Reflexión
Acorde a las ultimas letras del apóstol Pablo y sus consejos, pudiéramos nosotros preguntarnos ¿Cómo está nuestra
vida espiritual? ¿Tenemos ese fuego vivo en nosotros el cual nos ayudará a vencer las aflicciones venideras y a dis-
cernir lo que escuchamos y retener las sanas palabras? ¿Estamos dispuestos a ofrecer a Dios? Nuestro hablar, Nues-
tro caminar, Nuestra voluntad. ¿Estoy cumpliendo mi ministerio...? ¿Cómo es mi servicio hacia los demás? ¿Puedo
ver la necesidad de aquellos que me rodean? ¿Estoy anunciando las virtudes de aquel que me llamó de la tinieblas a
su luz admirable?
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