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U8

“EL ESPIRITU DE DIOS NOS DÀ


LIBERTADAD”
2da. Corintios 3,17
17
 Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la
libertad.
Esta es una promesa muy grande, es una palabra poderosa que ha traído impacto a mi
vida y se que tambien lo hará en cada uno de ustedes., "Porque el Señor es espíritu, y
donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad.

CATIC. No. 1748 “Para ser libres nos libertó Cristo” (Ga 5, 1).
¿Ya se lo aprendió de memoria?, muy fácil, lo decimos fuerte, si usted es libre lo va a
decir fuerte, por último mueva la boca bien grande así. Porque el Señor es espíritu, y
donde está el Espíritu del Señor ahí hay libertad.
¿Puede mirar a su hermano si tiene cara de libre?, y si se aprendió el texto de memoria,
y si su hermano no tiene cara de libre, aproveche para repetírselo ahí. Es uno de los
grandes desafíos de la Iglesia. Yo creo que el vivir en el Espíritu tiene consecuencias
poderosas en nuestra vida, y una de esas cosas algunas veces la limitamos a solo una
experiencia emocional, yo creo que muchos de nosotros aquí hemos tenido una
experiencia con el Espíritu Santo, muchos han hablado en lenguas, muchos han
danzado, muchos han levantado sus brazos, muchos sienten ciertos servicios donde
ojalá pudiéramos correr por la Iglesia porque es tan fuerte esta sensación de visitación
del Señor. Pero sabe, muchas veces limitamos esa obra del Espíritu a ese tipo de
emociones o experiencias. Y si bien es cierto podemos tenerla, aún el vivir en el
Espíritu tiene muchas más consecuencias que las que podemos ver en una Iglesia.
Hay muchos que dejamos la libertad del Señor dentro del grupo , porque cuando
salimos volvemos a estar atados de las cosas del diablo, de las cosas del mundo. Yo
quiero decirle que si usted ha abierto su corazón al Señor, si usted ha reconocido a
Jesucristo como el Señor de su vida, el espíritu de libertad, el Espíritu Santo, el espíritu
de Verdad, el espíritu de Vida, está en usted. El deseo hermoso de sentirse libre, muchos
de nosotros de alguna manera la hemos experimentado. Una de las esencias más grandes
del hombre es sentirse libre, no sentirse manipulado por nada. Algunos queremos ser
libres, cuando somos hijos queremos ser libres de nuestros padres, cuando somos padres
queremos ser libres de nuestros hijos. Cuando somos solteros, de esos límites que la
sociedad o el mundo nos quiere poner, y cuando somos casados, prediqué en mi iglesia
y alguien dijo de la suegra.
Las gentes mundanas no tienen al Espíritu Santo; o, si lo tienen, no es más que de
paso: Él no se detiene en ellos. El ruido del mundo le hace marcharse.” Santo Cura
de Arce
Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíri
esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!,
¡Padre!”
Siempre esta necesidad de libertad la estamos trayendo para cualquier cosa, queremos
tener un trabajo independiente para sentirnos libres, ganar nuestro propio dinero,
esforzarnos ¿para qué?, para no estarle mirando la cara a nadie, queremos liberarnos de
nuestro jefe, queremos liberarnos de las deudas, queremos liberarnos de los prejuicios,
pero no hay mayor libertad que sentirse libre por el Espíritu del Señor en nuestra vida.
Mire, cuando el hombre y la mujer son verdaderamente libres por el Espíritu del Señor,
no importa que usted no tenga nada en el bolsillo, usted es dueño del mundo, pero hay
algunos que tienen el bolsillo lleno, y se sienten pobres, miserables. Sabe, me cautiva la
idea de una expresión libre como hijos o hijas del Señor. Pero hay algo más que quiero
yo poner en su mente, en su corazón. Génesis capítulo 1, versículo 2, hay una palabra
que se usa en medio de este texto. Cuando usted piensa en algo libre, pensamos en algo
sin límites, sin restricciones, en ir más allá de lo que muchas personas han pensado que
nosotros podemos llegar, mire esta característica del Espíritu. Génesis capítulo 1
versículo 2, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía.
Una Iglesia que permite que el Espíritu Santo, yo no estoy hablando de una iglesia bajo
denominación o grupo de comunidad, usted y yo somos la Iglesia del Señor, estamos en
el bus y representamos la Iglesia del Señor, estamos en el trabajo y representamos la
Iglesia del Señor, estamos en el hospital y representamos la Iglesia del Señor, por tanto
la Iglesia del Señor muestra libertad, muestra movimiento, la Iglesia del Señor no se
estanca. ¿Alguien se ha bañado en un pozo de agua estancada?, ¿alguien ha pasado por
ahí?, uno pasa bien rapidito porque la cantidad de olores, así que el Espíritu nos da
libertad, por esa libertad tenemos movimiento, por el poder del Espíritu de Dios.
Hechos capítulo 1 versículo 8: "Pero recibiremos", así que además de darnos libertad y
recibir movimiento del Espíritu, ¿cuántos tienen poder del Espíritu?, ¿cuántos tienen
poder del Espíritu?, ¿cuántos se están moviendo por el Espíritu?, ¿a cuántos el Espíritu
los mueve a voluntad de Dios, ¿cuántos se sienten libres por este poder del Señor, del
Espíritu en su vida?. Debemos aprender a experimentar esa libertad. En el libro de
Romanos en el capitulo 8, hay una expresión constante que nosotros deberíamos
considerar mirar hacia el futuro, está muy amarrado con el capítulo 7, Pablo expresa
algunas cosas en el capítulo 7 de Romanos, en algunos de sus versículos en el capítulo 7
está diciéndonos yo hago lo que no quiero hacer. Si usted lee el capítulo 7 se va a
encontrar con muchas de estas confrontaciones de Pablo, pero luego comienza con el
capítulo 8 y dice ahí en Romanos 8:1 "Ahora pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne si no conforme" ¿a
qué?.
Si el diablo esta semana te hizo sentir condenado, no le hagas caso, ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, ¿y cuántos están en Cristo Jesús?,
¿cuántos no están en la carne?. Los amenes fueron pocos (risas). Bueno ¿cuántos
intentamos no andar en la carne?, ¿eso lo grabaron bien?, cuando vean la predicación en
el internet ojalá salga fuerte. Estamos intentando todos los días dejar esas cosas de la
carne para que el diablo no nos haga pensar de que estamos condenados por eso, cuando
estamos en Cristo Él va perfeccionando nuestra vida, por el Espíritu al final dice en el
versículo 1, si no conforme al Espíritu, así como el Espíritu quiere que sea.
Esa expresión conforme a es como el Espíritu quiere que se haga, no conforme a como
nos sintamos, el Espíritu Santo quiere que nos sintamos hoy como hombres y mujeres
sin condenación. Quiere que nos sintamos como hombres y mujeres que a pesar del
pecado original no andamos bajo los designios de la carne. Pero ¿quién experimenta
eso?, aquél que tiene el espíritu en libertad, aquél que tiene el espíritu en movimiento, y
aquél que tiene el espíritu que le da poder.
Aún en este capítulo 8 de Romanos, dice que en el Espíritu Santo no nos sentimos
condenados. En el versículo 5 del capítulo 8 de Romanos, nos dice es que el Espíritu
nos da a conocer que somos hijos de Dios. En el versículo 6 dice que los que viven en el
Espíritu tienen vida y paz. Los versículos 8 y 9 del capítulo 8 de Romanos dicen que, el
que vive en el Espíritu agrada al Señor, eso está diciendo ahí, así que no sólo con fé y
santidad agradamos al Señor, también lo agradamos viviendo en el Espíritu. La
necesidad de una Iglesia que muestre los valores del Señor se muestra en su calidad
espiritual a través del Espíritu. Si no tenemos experiencia con el Espíritu y nos
conformamos con una mentalidad religiosa, no vamos a tener éxito en lo que el Señor
quiere y ha propuesto para nosotros.
Dice que el Señor nos selló como propiedad de Él en Efesios. Somos sellados. Cuando
recibimos al Señor fuimos sellados por el Espíritu Santo. Así que el Espíritu Santo no se
limita solamente a ciertas expresiones en algunos horarios determinados de la semana,
usualmente los domingos, si no cada día. No solamente cuando oramos, cuando estamos
todos juntos, si no en la manera como nos comportamos cuando estamos solos, en la
manera que representamos a Cristo cuando vamos en la calle, estamos haciendo un
trámite, o cómo confiamos en el Señor en esos momentos difíciles cuando el diablo dice
ya no puedes, o cuando el diablo dice, ya te gané. Pero nadie que es libre deja de
moverse, y nadie que deja de moverse tiene poder, el movimiento sin poder no es nada,
y el poder sin movimiento tampoco.
Necesitamos esa libertad del Espíritu que nos permita proyectarnos hacia lo que el
Señor está proponiendo en nuestras vidas. Usted dirá, es un sermón demasiado
subjetivo, ambiguo, depende cómo se mire, pero yo conozco una sola libertad del
Espíritu, la que me permite pelear y vencer cada día al enemigo. Yo conozco a ese
Espíritu del Señor, de Génesis, dice que el Señor se movía sobre la faz de las aguas.
¿Sabe qué dice luego en el versículo 3 de Génesis capítulo 1?, cuando el Espíritu del
Señor comenzó a crear, vamos a traerlo así, en el principio Dios creó los cielos y la
tierra, en algún momento estabas desordenado y vacío y las tinieblas estaban sobre ti,
hasta que un día el Espíritu del Señor comenzó a moverse, a traer movimiento, y
comenzó a pasar sobre ti, y ¿sabe qué creó?, esa gran lumbrera, comenzó a crear en ti lo
que Él había diseñado como mente creadora para que fueras su creación, su alabanza, la
alabanza de su gloria.
Cuando estamos envueltos en el Espíritu no hay nada que pueda derrotar al hombre, a la
mujer de Dios. San Juan, en el capítulo 14, uno de los pasajes más emblemáticos, el
libro de San Juan en el capítulo 14, la promesa del Espíritu Santo. Sabe que es tan
importante este pasaje porque no solo muestra al Espíritu Santo en una faceta solo, algo
místico, religioso, si no que nos hace un todo en nuestra vida. En el versículo 16: "Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre."
También le llama en el versículo 17 el Espíritu de Verdad, el cual el mundo no puede
recibir porque no le conoce, pero vosotros le conocéis, porque mora en vosotros.
Pregúntele a su hermano si está en movimiento todavía. Pregúntele. Además este
Espíritu del Señor, que está nombrado de diferentes maneras, nosotros que nos criamos
en cultura pentecostal se llama el Espíritu Santo, pero también se llama el Espíritu de
Vida, el Espíritu de Verdad, el Espíritu del Señor, es el mismo Espíritu, es el mismo
Dios. En el versículo 16 quiero recalcarle otra característica importante de este Espíritu
que necesitamos tener siempre con nosotros, "Mas el consolador, el Espíritu Santo a
quien mi Padre enviará en mi nombre", ¿en el nombre de quién?, en el nombre de Jesús,
"Él primero nos enseñará todas las cosas."
Le quiero hacer una pregunta, ¿qué significa todas?, ¿qué es todo?, totalidad, ¿qué
más?, ¿ah?, absoluto, ¿qué más?. Sabe que esta es una de las expresiones más detallistas
de Dios.
Así que una Iglesia que vive en el Espíritu es una Iglesia que es libre, que está en
constante movimiento, que tiene poder, que tiene vida. Si tú sigues leyendo Romanos
capítulo 8 te vas a dar cuenta que te vivifica, aún en tu cuerpo mortal, dice que si
alguien pasó los 29, si alguien anda buscando el secreto de la eterna juventud, yo le
presento al Espíritu del Señor, que lo va a vivificar, que lo va a renovar, te devolverá la
vida, el deseo, la esperanza, ese es el Espíritu del Señor.
Si alguien quiere gastarse miles de dólares en un cirujano plástico, pregúntele al Espíritu
del Señor qué puede hacer, a lo mejor se los ahorra. Y dice Señor yo te voy a dar esta
primicia que se la iba a dar al doctor Michael Mahorovtzki. Deja que el Espíritu del
Señor traiga esa vida nueva. Hay una coincidencia bien linda en la Palabra acerca de lo
que es el Señor, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, dice que si el Hijo libertare seréis
verdaderamente libres, y si está el Espíritu del Señor hay libertad. ¿Cómo no adorarte
Señor, cómo no expresar esta alabanza y esta adoración?. Necesitamos una Iglesia que
sea apasionada por las cosas del Espíritu, que dejemos de vivir una religiosidad
espiritual, botemos ese gigante religioso y comencemos a introducirnos en el Espíritu
del Señor, mire, los milagros van a aparecer de una manera milagrosa.
Aún si alguien piensa que hay situaciones en su vida que no tienen arreglo, pregúntenle
al Espíritu, Él está haciendo movimientos en su vida, y si lo estás buscando seguro que
Él te va a ayudar a encontrar y a crear algo sobre lo que nadie había creado. Esa es la
diferencia de la Iglesia del Señor, esa es la diferencia de la Iglesia que muestra al Señor
en la calle, esa es la diferencia de la Iglesia que muestra la vida que llevamos ante los
que nos rodean, hay muchos de nosotros que no nos quieren ver ni en fotos. Decimos
que el Espíritu es vida y vamos a una fiesta y hasta la luz se va, se para la música, se
para todo, en el Señor tenemos vida, y cuando algo tiene vida tiene movimiento, y
cuando algo tiene movimiento hay poder, y cuando hay algo que tiene poder tiene
libertad.
Cierre sus ojos, vamos a ponernos de pie y cierre sus ojos, vamos a reclamarle al Señor,
y si hay alguien que aún no ha tenido esta experiencia de la vida íntegra, el apóstol
Pablo nos habla de cuerpo, alma y espíritu. Deja que el Espíritu del Señor traiga
libertad, deja que el Espíritu de Verdad te enseñe y te recuerde las promesas que el
Señor Jesús dejó para tu vida. Es un desafío movernos a nivel del Espíritu, el diablo no
quiere que nos movamos a ese nivel, el diablo no quiere que nosotros busquemos esta
libertad del Espíritu, este poder del Espíritu, este movimiento del Espíritu. En nuestra
vida el diablo no quiere que lo hagamos. Quiere mantenernos en un concepto, quiere
mantenernos en un cajón cuadrado.
Hoy día necesitamos una Iglesia, que sea vivificada cada día por esta experiencia con el
Espíritu. No sólo en los niveles religiosos, si no también en los niveles económicos,
profesionales, cuando está el Espíritu, el diablo se doblega, el diablo no tiene poder, el
diablo huye, el diablo ya no tiene nada que hacer contigo, cuando dejamos que el Señor
nos permita vivir en el Espíritu.
Quiero invitarle a levantar sus brazos al cielo. Dile Señor llena mi copa, llena mi vida,
Señor llena mi ser, si he experimentado prisiones, dame libertad. Si he experimentado
estancamiento Señor, muéveme con tu Espíritu. Cuando me sienta sin autoridad Señor,
déjame saber cada día que Tú me has dado poder por Tu Espíritu. Cuando el enemigo
quiera acusarme cuando he fallado recuérdame que no puedo ser condenado porque yo
te tengo a ti en mi vida. Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba y no
en las de la tierra dice el Señor, porque vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Hay una alabanza que dice ven, Espíritu ven, y vamos a decirle ven, Espíritu, ven. ¿Quiere
que el Espíritu Santo venga?, y así como puede gozarse usted va a notar en la calle un día que
el Espíritu está con usted. Gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor, reclama
tu libertad.                    

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