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Ángel Salazar1
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Instituto Geológico y Minero de España. C/ La Calera, 1, 28760 – Tres Cantos (Madrid, España). a.salazar@igme.es
Resumen La cartografía geológica tiene una especial relevancia en el estudio del Cuaternario en
dos aspectos diferentes. Por un lado, los mapas geológicos detallados del Cuaternario
son necesarios en diversos campos de la ingeniería y el medioambiente. Por otro lado,
la investigación del Cuaternario también necesita el apoyo del mapa geológico como
herramienta básica de análisis, clasificación y ordenamiento temporal relativo de las
unidades estratigráficas. Ambas cosas se relacionan directamente con el hecho de
que los materiales geológicos del Cuaternario casi siempre son también formaciones
superficiales. En este artículo se explica, a través de una aproximación histórica, que
tipos de mapas del Cuaternario existen, que es exactamente una formación superficial
y por qué la cartografía geológica es una herramienta básica y, en muchas ocasiones,
imprescindible para la estratigrafía del Cuaternario. Por último, se resalta que la casi
ubicuidad del Cuaternario, unido a su carácter de formación superficial, hacen que su
examen en el campo, junto con el análisis de información cartográfica adecuada, sea
una herramienta didáctica a tener en cuenta en cualquier actividad de campo con el
alumnado.
Abstract Geological mapping has strong relevance in the study of the Quaternary in two
different ways. On the one hand, detailed geological maps of the Quaternary
are needed in various fields of engineering and environmental research. On the
other hand, Quaternary research also needs the support of geological maps as a
basic tool for analysis, classification and for the relative temporal arrangement of
stratigraphic units. Both are directly related to the fact that geological materials from
the Quaternary are almost always surface formations. This article takes a historical
approach to explain about the different types of Quaternary geological maps; to see
what exactly a superficial formation is; and why geological mapping is an essential
tool for Quaternary stratigraphy. Finally, we emphasize that the near-ubiquity of
the Quaternary materials together with their properties as surface formations, lend
themselves easily to be used, together with appropriate cartographic information, as
an educational tool for any field activity with students.
el alcance concreto que tienen estos mapas suele can a partir del análisis de su morfología, litología y
ser algo más amplio. De hecho, lo que se espera de génesis (Lee y Booth, 2006; Hughes, 2010). Por otro
un mapa geológico del Cuaternario es que también lado, las relaciones estratigráficas que permiten es-
nos informe sobre los procesos geológicos que han tablecer una cronología relativa entre unidades con-
actuado, o siguen actuando, durante ese periodo tiguas, también suelen seguir patrones singulares,
de tiempo en el territorio, e indique los resultados que rara vez se basan en la simple superposición de
de dichos procesos (Bargel, 2003). Además, ese lí- estratos. Este será el tercer asunto que trataremos
mite temporal, que fue modificado hace pocos años en este artículo, pues la cartografía geológica se
(Head et al., 2008; Bardají y Zazo, 2009; Cohen convierte aquí en una herramienta casi imprescindi-
y Gibbard, 2011), no suele ser fácil de determinar, ble para definir las unidades y establecer las relacio-
siendo muchas veces necesario agrupar unidades nes cronológicas relativas.
de edad indeterminada bajo denominaciones tales
como Plio-Pleistoceno o Plio-Cuaternario. En otros
casos, por razones prácticas, se incluyen también en MAPAS DEL CUATERNARIO: UN POCO DE
los mapas del Cuaternario materiales resultantes de HISTORIA
la alteración de la roca, el regolito autóctono, cuyos
límites temporales no son sencillos de determinar. Según algunos autores (Heringman, 2004),
La cartografía geológica del Cuaternario aparece existió una estrecha conexión intelectual y estética
entonces bajo diversas denominaciones tales como entre el romanticismo y los orígenes de la Geología
mapas de depósitos o formaciones superficiales como ciencia. Sin embargo, el desarrollo de la car-
(superficial deposits maps en el Reino Unido, anti- tografía geológica tuvo unos comienzos más prag-
guamente llamados drift maps), mapas de geología máticos y prosaicos, en estrecha conexión con las
superficial (surficial geology maps en los Estados necesidades de materias primas minerales de la pri-
Unidos de América) o mapas geológicos del Cuater- mera revolución industrial e, indirectamente, como
nario (Quaternary Geological Maps en países como una consecuencia de las excavaciones realizadas
Canadá, Irlanda, etc.). El objeto cartográfico que para transportar dichas materias a través de canales
representan muchos de los mapas del Cuaternario y ferrocarriles, y que en los albores del siglo XIX de-
está constituido, en realidad, por formaciones su- jaron al descubierto amplios afloramientos de rocas,
perficiales, un concepto un tanto impreciso, que no hasta entonces ocultos a la vista de los geólogos
tiene una definición sencilla, y cuyo significado va- (Veneer, 2006). Es por ello que, cuando el Ordnance
mos a tratar de exponer a los lectores de Enseñanza Geological Survey (actualmente British Geological
de las Ciencias de la Tierra. Survey) inició hacia 1835 la primera serie de mapas
El análisis y clasificación de la sucesión estrati- geológicos sistemáticos a escala 1:63.000 de Ingla-
gráfica local del Cuaternario se ha basado casi siem- terra y Gales, solamente se representaba en dichos
pre en criterios estratigráficos un tanto atípicos. En mapas la geología del substrato y, puntualmente,
lugar de utilizarse unidades litoestratigráficas defi- los principales depósitos aluviales, pero se ignora-
nidas formal o informalmente a través de los proce- ban los depósitos de origen glaciar o drift, puesto
dimientos estratigráficos estándares, las unidades que estos últimos carecían de interés minero, ocul-
cartográficas del Cuaternario se delimitan y clasifi- taban la geología subyacente y, además, no tenían
a determinar la génesis, o lo que es lo mismo, los Una definición completa de las formaciones
depósitos conservan rasgos morfogenéticos distin- superficiales debe incluir todos estos aspectos y
tivos (Fig. 3). podría ser: sedimentos, rocas sedimentarias, pi-
En cuanto a su litología, las formaciones super- roclastos y rocas volcánicas formadas y situadas
ficiales incluyen tanto materiales de origen exógeno en la interfase atmósfera-litosfera, incluyendo am-
(sedimentos recientes y alteritas) como endógeno bientes subacuáticos someros, con espesor métri-
(volcánicos). Pueden ser por lo tanto materiales de co a decamétrico, con o sin relación genética con el
carácter muy diverso, incluyendo toda clase de ma- substrato, pero estrechamente asociadas a la evo-
teriales detríticos, desde bloques a arcillas, depó- lución del relieve actual del que son su expresión
sitos organógenos (turbas), rocas de precipitación litológica. Las formaciones superficiales, además
química (costras carbonatadas, travertinos, costras de incluir siempre el regolito, incluyen cualquier
salinas, etc.), materiales residuales resultantes de material geológico consolidado que quede situado
la alteración de las rocas, y rocas eruptivas efusivas sobre el substrato y esté relacionado con los proce-
(lávicas) y explosivas (piroclásticas). sos superficiales (Fig. 4).
Fig. 4. Ejemplos de diferentes tipos de formaciones superficiales. 1) Ejemplo de formación superficial autóctona, alterita con desarrollo de un Cambisol
(horizontes edáficos A/Bw/BC/Cox/R). 2) Ejemplo de formación superficial alóctona, deposito aluvial con desarrollo de un Luvisol (horizontes edáficos A/E/
Bt/Cox/C/R). 3) Ejemplo de una formación superficial para-autóctona, alterita inhumada por un coluvión en el que se desarrollan niveles de Regosoles
sepultados sucesivamente (horizontes edáficos A/Cox/C; 2Cox/2C; 3A/3Cox/3C). 4). Ejemplo de formación superficial compleja, deposito aluvial cubierto
por coladas y brechas volcánicas con desarrollo de Leptosol (horizontes edáficos A/R). Fuente: elaboración propia.
Como hemos tratado de explicar en este artícu- Crandell, D.R. (1969). Surficial Geology of Mount Ra-
inier National Park, Washington. U.S. Geological Survey
lo, los materiales geológicos del Cuaternario gozan
Bulletin 1288. 41 p. y 1 mapa.
casi siempre de las cualidades que permiten afirmar
que son formaciones superficiales y, por ello, su es- Elias, S.A. (2007a). Societal relevance of Quaternary
research. En: Encyclopedia of Quaternary Science (Ed.: S.A.
tudio necesita del apoyo del mapa geológico como
Elias). Elsevier, Oxford, 17-25.
herramienta básica para su análisis, clasificación
y ordenamiento temporal relativo. Esto se debe al Elias, S.A. (2007b). Introduction, History of Quaternary
hecho de que su morfología contiene información Science. En: Encyclopedia of Quaternary Science (Ed.: S.A.
Elias). Elsevier, Oxford, 10-18.
diagnóstica necesaria para determinar su origen,
esto es, conservan rasgos morfogenéticos origina- García Ruiz, J.M., Martí Bono, C., Valero Garcés, B. y
les. Así mismo, las relaciones espacio - temporales González Sampériz, P. (2001). La evolución de los glacia-
res del Pleistoceno Superior en el Pirineo Central español.
existentes entre unidades sucesivas siguen patro-
El ejemplo de los glaciares de Escarra y Lana Mayor, Alto
nes de yuxtaposición o encajamiento, que necesitan Valle del Gállego. Cuaternario y Geomorfología, 15 (1-2),
de la cartografía geológica como herramienta de 103-119.
correlación.