Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La materia es un montón de átomos pegados ahí. Pero cuando nos preguntamos, porqué no nos
sentimos como el agua que también son un montón de átomos pegados, no es necesario sacar
una concepción metafísica referente al alma o el espíritu. Podemos decir que la materia que
compone a los seres vivos es muy distinta y naturalmente mucho más compleja que la materia que
forma a otras sustancias o materiales que no están vivos. Toda la materia viva está hecha de
carbono, y sólo en algunas estructuras específicas de carbono podemos hablar de compuestos
orgánicos.
Esto quiere decir que todos los compuestos orgánicos contienen carbono, aunque no todos los
compuestos que poseen carbono son orgánicos.
Los compuestos orgánicos están presentes en todos los seres vivos, sus restos y productos. Por
ende, representan la mayoría de los compuestos conocidos. Aunque son sintetizados por los
organismos (como el petróleo), algunos se pueden obtener a través de síntesis artificial en
laboratorios (como la vitamina C).
Generalmente, los elementos que participan en los compuestos orgánicos son el carbono y el
hidrógeno, seguidos por el nitrógeno, el oxígeno, el fósforo y el azufre. Estos son elementos no
metales, y una de sus características es unirse mediante enlaces covalentes, esto es, enlaces en los
que comparten electrones.
Algunos ejemplos de compuestos
orgánicos son:
• Proteínas, como las enzimas, las fibras musculares y los anticuerpos;
• Lípidos, presentes en los aceites y la mantequilla; también el colesterol y los triglicéridos
en la sangre; las ceras y los esteroides;
• Carbohidratos, como la glucosa, la sacarosa y la fructosa;
• Hidrocarburos, como el benceno o el petróleo y sus derivados (gasolina, queroseno, etc.);
• Ácidos nucleicos, como el ADN o el ARN.
Tenemos también que definir para nuestra ahora precisa dicotomía entre materia orgánica e
inorgánica algunas características que las diferencian, y en éste caso, señalando sólo algunas
características de los compuestos orgánicos.
Y ya que estamos entendiendo que los compuestos orgánicos son suficientemente diferente a los
compuestos químicamente inorgánicos, podemos hablar de que no sólo tienen características
físicas que los diferencían, si no que también tienen características químicas. Propiedades.
Y tenemos también una variedad tan grande de compuestos orgánicos que hemos tenido la
obligación clasificarlos para poder entenderlos, organizarlos y trabajarlos mejor. Con más
precisión, Pero existen diferentes clasificaciones a pesar de ser los mismos.
Clasificación de los compuestos
orgánicos
Existen muchas formas de clasificar los compuestos orgánicos, cada una de las cuales obedecen a
diferentes necesidades. Las clasificaciones pueden responder a su origen, a sus grupos
funcionales, a su estructura y a su polaridad, entre otros criterios.
Cuando hablamos de estructura, nos referimos a la forma en que se unen los átomos de carbono
entre sí. Pueden ser alifáticos, aromáticos o heterocíclicos.
• Compuestos alifáticos: son los que forman estructuras de cadenas, bien sean lineales
o ramificadas. Por ejemplo, los hidrocarburos como el propano.
• Compuestos aromáticos: son aquellos que forman estructuras de anillos, de las
cuales deriva la propiedad de la aromaticidad. Por ejemplo, la naftalina (C10H8) y el
benceno (C6H6).
• Compuestos heterocíclicos: su estructura se forma de anillos de carbono enlazados
a otros elementos, como el nitrógeno. Por ejemplo, la sacarina (C7H5NO3S).
•
Tipos de compuestos orgánicos según sus grupos funcionales
En algunos compuestos orgánicos se encuentran presentes grupos funcionales, que son conjuntos
de átomos arreglados en una forma específica que determinan la forma de reaccionar de los
compuestos. Así, los compuestos orgánicos pueden ser: