Está en la página 1de 2

Destrezas del pensamiento

Las destrezas de pensamiento son habilidades y procesos mentales que permiten desarrollar
en el individuo la capacidad para:

Observar, analizar, reflexionar, sintetizar, hacer inferencias, analogías, ser creativos. Estas
capacidades se enfocan a la adaptación a su entorno y a la solución de problemas. Y las
encontramos ubicadas en los sentidos a nivel de los hemisferios derecho e izquierdo del
cerebro.

Las destrezas de pensamiento son más fáciles de desarrollar como métodos de aprendizaje en
los niños, desde los primeros grados de la enseñanza hasta la universidad lo que le permite al
niño apropiarse primero de un conocimiento elemental con cierto rasgo de critica hasta llegar
al pensamiento crítico, ya definido y elaborado en la medida que cursa los diferentes niveles
de estudio.

Muchos pedagogos, psicólogos hoy en día para estar bien con ambos términos, han adoptado
el criterio de llamarlos a ambos -destrezas y habilidades- como habilidades o destrezas
humanas, fundiendo por tanto operaciones y acciones en actividades sencillas y lógicas que
ayuden al aprendizaje, pero obviamente la esencia conceptual no cambia.

Las destrezas de pensamiento son organizadores que nos ayudan a realizar un tipo de
pensamiento profundo y cuidadoso (Del Pozo, 2009). Sirven para desarrollar el pensamiento
profundo y eficaz. Emplean procedimientos reflexivos específicos y apropiados para un
ejercicio de pensamiento determinado. Se apoyan en organizadores gráficos y llevan asociado
un mapa de pensamiento (Swartz, 2015).

Cada destreza de pensamiento posee su propio mapa de pensamiento (preguntas que guían el
pensamiento) y organizador gráfico (esquema visual donde se recogen las respuestas a las
preguntas del mapa de pensamiento).

Del Pozo (2009) clasifica estas destrezas de pensamiento en tres categorías:

 Destrezas para generar ideas: Facilitan el pensamiento creativo, que consiste en una
serie de habilidades para generar el conocimiento y desarrollar la imaginación.

 Destrezas para clarificar ideas: Proporcionan habilidades para mejorar la comprensión


y la capacidad de usar la información.

Destrezas para evaluar si las ideas son razonables: Facilitan el pensamiento crítico, relacionado
con la capacidad de evaluar e infieren información. Ante esta forma de trabajo, el papel del
profesor es enseñar a sus alumnos a comparar y contrastar y resolver problemas de forma
eficiente. Esto mejoraría la frecuencia con la que los alumnos llevan a cabo en el aula estos
tipos de pensamiento con eficacia. Cuando los alumnos se hayan acostumbrado a seguir los
pasos necesarios en cada ejercicio, haciendo preguntas relevantes y contestándolas, así como
seleccionando información de manera adecuada, se podrá considerar que los esfuerzos han
merecido la pena. Esto es lo que debería definir los objetivos a la hora de considerar los tipos
de pensamiento que se va a exigir a los alumnos para que estén a la altura del nuevo modelo
educativo del siglo XXI.

Del mismo modo, Swartz, Costa, Beyer, Reagan y Kallick (2008), afirman que “el uso activo de
las destrezas de pensamiento está resultando beneficioso en los contenidos curriculares”.
Aplicando el pensamiento eficaz en el aula se pretende “ayudar a los alumnos a que aprendan
más sobre los contenidos y sean capaces de aplicar de forma eficiente las destrezas de
pensamiento en diversas asignaturas y contextos”.

Emplear técnicas educativas apropiadas.

También podría gustarte