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2.1.

La gestión de la oficina de farmacia


La oficina de farmacia se orienta al cumplimiento de unos objetivos…
La gestión de una oficina de farmacia está orientada a la consecución de dos objetivos
simultáneos e interdependientes:
-La prestación del servicio sanitario público de asistencia farmacéutica.

-La obtención de un beneficio empresarial.

¡Tenlo en cuenta!
Si en lugar de una oficina de farmacia se tratase de un servicio de farmacia de un centro de atención primaria o

de un hospital, en lugar de la obtención de un beneficio empresarial el objetivo sería el de minimizar el coste del

servicio.

Estos dos objetivos no se pueden dar el uno sin el otro, al menos a medio o largo plazo.
Esto es debido a que una labor profesional, de acuerdo con las condiciones legalmente
establecidas, revierte en la satisfacción del usuario; a su vez, la obtención de un buen
resultado económico anual asegura la continuidad del servicio con un nivel de calidad
suficiente. En este sentido hablamos de la oficina de farmacia como un establecimiento
sanitario privado de interés público.
El aseguramiento de la calidad de la atención farmacéutica viene regulado por la
reglamentación correspondiente y limita la búsqueda desmesurada del beneficio en favor de
la protección sanitaria de la sociedad.
Por ejemplo, debemos saber que no siempre son necesarios los antibióticos y, en cualquier
caso, la ley establece que no se deben dispensar nunca sin prescripción facultativa, aunque
esta restricción reduzca el posible beneficio empresarial de una farmacia. La ley, en este
caso, responde a una necesidad general de evitar un uso indiscriminado.

En una oficina de farmacia, la prestación del servicio sanitario


debe coexistir con la obtención del beneficio empresarial.

… Y debe ofrecer unos productos y unos servicios…


La actividad principal de la oficina de farmacia consiste en dispensar y asesorar sobre una
selección de productos y atender una serie de servicios sanitarios.
La gestión de los medicamentos es la parte más destacable de esta actividad, pero también
tiene especial importancia el tratamiento de todo el surtido de productos de salud.
Igualmente, por su condición de proximidad, atención permanente, cobertura del territorio,
accesibilidad y profesionalidad, el colectivo de oficinas de farmacia es la plataforma sanitaria
ideal para prestar un conjunto importante de servicios de salud públicos y privados.
… Para lo que necesita disponer de unos recursos…
Para llevar a cabo su actividad y ofrecer a las personas usuarias los productos y servicios
necesarios, la oficina de farmacia debe contar con una serie de recursos.
En esta unidad hablaremos de los recursos siguientes:
-Un local en el cual desarrollar la actividad.

-Unas personas con formación, capacidades y conocimientos apropiados, cada una con
sus responsabilidades, que serán las encargadas de realizar las diferentes tareas. A
estos recursos los llamaremos recursos humanos.

-Una serie de documentos, con distintas funciones: fuentes de información, registro de la


actividad comercial, justificantes de dispensación, etc.

Además de estos recursos, evidentemente, también serán necesarios recursos financieros


que permitan desarrollar la actividad; en próximas unidades nos referiremos a ellos.

¡Tenlo en cuenta!
La amplia reglamentación de la actividad farmacéutica comporta la regulación por normativa de las condiciones

que deben cumplir los recursos citados.

… Y está sometida a inspecciones


Además de las inspecciones a que está sometida cualquier empresa mercantil, como las
fiscales, laborales o de protección de datos, las oficinas de farmacia, como establecimientos
sanitarios, están sujetas a inspecciones de los servicios de sanidad, para garantizar que la
organización y funcionamiento del servicio farmacéutico se llevan a cabo de manera
adecuada.

2.2. Los productos y los servicios


La oficina de farmacia ofrece a las personas usuarias distintos tipos de productos –
medicamentos, productos de cosmética, alimentos infantiles, etc.– y
también servicios relacionados con la salud, algunos por obligación legal y otros de forma
voluntaria.

2.2.1. Los productos


Los productos que se comercializan en las oficinas de farmacia se pueden agrupar en dos
grandes categorías: los medicamentos y los productos de salud.

Los medicamentos
Las oficinas de farmacia, como ya hemos explicado en la unidad anterior, tienen la obligación
de tener disponibles los medicamentos que puede necesitar la población a la que atienden.

Los medicamentos son los productos principales de cualquier oficina de


farmacia y no se pueden vender en otros establecimientos.
Un medicamento es toda sustancia o combinación de sustancias que cumpla alguna de las
siguientes funciones: el tratamiento o la prevención de enfermedades; la restauración,
corrección o modificación de funciones fisiológicas mediante una acción farmacológica,
inmunológica o metabólica; o el establecimiento de un diagnóstico médico.
Existe una gran variedad de medicamentos, que podemos clasificar de muchas maneras,
en función del criterio que elijamos. En el módulo de DISPENSACIÓN DE PRODUCTOS
FARMACÉUTICOS estudiaremos las distintas clasificaciones; ahora solo destacaremos, por su
incidencia sobre la gestión de la oficina de farmacia, los tipos de medicamentos según
requieran o no receta y según sean o no financiables por el SNS.

Medicamentos según requieran o no receta para su dispensación


Con base en este criterio podemos distinguir entre:
-Medicamentos para cuya dispensación es obligado presentar una receta médica.
Entre ellos distinguimos:

1-Medicamentos que requieren una receta normal. Son la mayoría de los


medicamentos de venta en farmacia, incluidos los psicotrópicos.

2-Medicamentos que requieren receta de estupefacientes. Son los medicamentos que


contienen sustancias incluidas en la lista oficial de estupefacientes. Esta receta
diferenciada no es necesaria en el caso de que se efectúe una prescripción
electrónica.

En ambos casos, la receta puede ser pública o privada según cuáles sean los servicios
médicos que la han emitido. Las recetas públicas pueden ser en papel o electrónicas.

-Medicamentos que no requieren receta médica. Estos medicamentos se pueden


vender sin que la persona deba presentar una receta.

Medicamentos según sean financiables o no por el SNS


-Medicamentos excluidos de la prestación del SNS (EXO). Los medicamentos de este
grupo no pueden recibir financiación pública en ningún caso; la persona usuaria debe
abonar su importe íntegro.

-Medicamentos susceptibles de recibir financiación del SNS. Para que esta


financiación se pueda hacer efectiva, la persona debe presentar una receta oficial del
SNS. Entre estos medicamentos distinguimos:

1-Medicamentos de aportación normal. La aportación de la persona usuaria es del


porcentaje que le corresponda, en función de su renta. En las últimas unidades
estudiaremos estos porcentajes y las excepciones que se prevén.

2-Medicamentos de aportación reducida. La aportación de la persona usuaria es del


10% del precio del medicamento, con un límite máximo que se actualiza anualmente
(en 2013 es de 4,20 €).

3-Medicamentos de aportación reducida con visado de inspección (CPD). Se


consideran de aportación reducida solo si la receta va acompañada de un visado; en
caso contrario se consideran de aportación normal. Se incluye un subgrupo de
medicamentos que requieren visado solo si la persona tiene más de 75 años (CPD75).
Los productos de salud
Se denominan productos de salud todos aquellos productos de uso tradicional
farmacéutico que no son medicamentos pero se consumen, aplican o utilizan para mejorar
o contribuir a cuidar la salud de las personas sanas.
La variedad de productos que se incluyen en la definición de productos de salud es muy
grande y se pueden clasificar de diversas formas. La clasificación que recomienda el
Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) es la siguiente:
-Productos sanitarios. Son artículos o materiales que no contienen sustancias
medicamentosas y que se aplican externamente para diagnosticar, aliviar, curar o
prevenir un problema de salud. Por ejemplo: gasas, vendas, termómetros, preservativos,
cánulas, jeringas, bolsas de drenaje, etc.

-Productos de puericultura. Son todos aquellos que van a tener contacto directo con el
bebé o con su entorno inmediato. Por ejemplo: chupetes, biberones, etc.

-Productos biocidas. Son aquellos cuya función es destruir, contrarrestar, neutralizar,


impedir la acción o ejercer un control de otro tipo sobre cualquier organismo nocivo, por
medios químicos o biológicos. Por ejemplo: productos antipiojos, repelentes de insectos,
etc.

-Productos de dermofarmacia o cosméticos. Son productos de higiene, cuidado o


embellecimiento que se aplican sobre la piel, las uñas o el cabello. Por ejemplo:
hidratantes corporales, champús, barras labiales, etc.

Bajo la denominación de productos de salud se incluye una amplia variedad


de productos distintos.

-Productos dietéticos. Son productos alimenticios distintos de los de uso corriente,


destinados a personas o grupos de personas concretos, para satisfacer alguna necesidad
nutricional especial.
En la oficina de farmacia encontramos tres grandes grupos de productos dietéticos:
1-Alimentos infantiles, preparados para atender las necesidades nutricionales de los
primeros años de vida.
2-Productos dietéticos para necesidades derivadas del estado fisiológico, de la
actividad o de determinados trastornos o enfermedades. Por ejemplo, sustitutivos
de la sal para personas hipertensas, suplementos para deportistas, complementos
alimentarios para embarazadas, etc.
3-Productos dietéticos destinados a usos médicos especiales. Son productos
destinados a tratamientos dietoterápicos para personas que sufren trastornos
metabólicos congénitos, o a la nutrición enteral domiciliaria (NED).
Los alimentos infantiles son los productos dietéticos que generalmente
encontramos en mayor cantidad y variedad en las oficinas de farmacia.

La financiación pública de los productos de salud


La mayoría de los productos de salud no pueden recibir financiación pública. Solo hay dos
grupos de productos que sí son susceptibles de recibirla:
-Algunos productos sanitarios, que reciben de forma conjunta la denominación de efectos
y accesorios, entre los que se distinguen:

1-Un primer grupo de aportación normal, constituido por: algodones, gasas, vendas,
esparadrapos, apósitos, parches oculares, tejidos elásticos para proteger o reducir
lesiones internas, duchas vaginales y accesorios, cánulas rectales y vaginales,
bragueros y suspensorios, y productos absorbentes para la incontinencia urinaria.

2-El segundo grupo de aportación reducida, constituido por: aparatos de inhalación y


otros dispositivos, como sondas, cánulas, bolsas de recogida de orina, etc.

La aportación normal y la aportación reducida se calculan igual que en el caso de los


medicamentos, ya que ambos grupos de productos están incluidos en la prestación
farmacéutica.

-Los productos dietéticos destinados a usos médicos especiales. En este caso se


establecen unos precios máximos, que dependen del tipo de producto y a los que deben
adaptarse los laboratorios fabricantes.

Hasta principios de 2013, el usuario no debía efectuar aportación alguna para estos
productos. No obstante, se está pendiente de una nueva normativa que regule una posible
aportación.

Para que se pueda producir la financiación por parte del SNS es necesario que la persona
presente una receta médica oficial debidamente cumplimentada. Los productos de salud
que pueden recibir esta financiación llevan un cupón precinto en su envase, que se debe
retirar y adjuntar a la receta en el momento de su dispensación.

2.2.2. Los servicios

Además de comercializar medicamentos y productos de salud, la oficina de farmacia, en


cuanto establecimiento sanitario privado de interés público que es, está legalmente obligada
a prestar unos servicios básicos de salud. Además, puede ampliar su oferta, ya de forma
opcional, con servicios adicionales.

Servicios básicos de salud


La oficina de farmacia deberá prestar a la población una serie de servicios básicos que están
establecidos en Ley 16/1997, de 25 de abril, de regulación de servicios de las oficinas de
farmacia:
-La vigilancia, control y custodia de las recetas médicas dispensadas. Las recetas son el
justificante de la dispensación y, en el caso de los medicamentos o productos de salud
financiados, el documento necesario para que la administración abone el porcentaje que
le corresponde.

¡Tenlo en cuenta!
Como puedes ver, las funciones de la farmacia no se limitan a dispensar una receta, aconsejar un jarabe para la

tos o tomarse la tensión.

-La coordinación con las demás oficinas de farmacia de la zona básica de salud para
garantizar la atención farmacéutica ininterrumpida durante veinticuatro horas todos los
días del año.

-La garantía de la atención farmacéutica, en su zona farmacéutica, a los núcleos de


población en los que no existan oficinas de farmacia.

-La dispensación de medicamentos elaborados en la oficina de farmacia. Estos


medicamentos se denominan fórmulas magistrales o preparados oficinales, y en el
módulo de FORMULACIÓN MAGISTRAL los explicaremos detalladamente.

-La información a los pacientes sobre los tratamientos farmacológicos y el seguimiento de


los que se apliquen.

-La colaboración en el control del uso individualizado de los medicamentos, a fin de


detectar las reacciones adversas que puedan producirse y notificarlas a los organismos
responsables de la farmacovigilancia.

-La colaboración en los programas que promuevan las administraciones sanitarias sobre
garantía de calidad de la asistencia farmacéutica y de la atención sanitaria en general,
promoción y protección de la salud, prevención de la enfermedad y educación sanitaria.

-La colaboración con la Administración sanitaria en la formación e información dirigidas a


los demás profesionales sanitarios y usuarios sobre el uso racional de los medicamentos
y productos sanitarios.

-La actuación coordinada con las estructuras asistenciales de los servicios de salud de las
comunidades autónomas.

-La colaboración en la docencia para la obtención del título de licenciado en Farmacia, de


acuerdo con lo previsto en las directivas comunitarias y en la normativa estatal y de las
universidades, por las que se establecen los correspondientes planes de estudio en cada
una de ellas.

Las oficinas de farmacia tienen obligación de prestar determinados


servicios, como la gestión de recetas.
Servicios adicionales
Junto a una extensa oferta de productos, suficiente para cubrir las necesidades sanitarias
de la población, la oficina de farmacia tiene la posibilidad de proporcionar a las personas
usuarias un variado conjunto de servicios de salud adicionales.

¡Tenlo en cuenta!
Todos estos servicios los estudiarás de manera detallada en el módulo de PROMOCIÓN DE LA SALUD.

Control y seguimiento de la salud


Las oficinas de farmacia colaboran en el seguimiento de la salud de sus clientes haciendo
controles esporádicos o rutinarios de diferentes aspectos, como son:
-Medición de parámetros somatométricos. Los más importantes son el peso, la altura y
el índice de masa corporal.

-Medición de constantes vitales. Especialmente la tensión arterial, pero también la


temperatura, el pulso o la respiración.

-Análisis sencillos. En la oficina de farmacia se realizan test o análisis sencillos, como la


determinación del grupo sanguíneo, el nivel de colesterol o triglicéridos, etc. También se
pueden analizar cuestiones más específicas como el tipo de piel facial −grasa, mixta o
seca− y su nivel de hidratación, el tipo de cabello, etc.

Algunos de estos controles se pueden hacer manualmente con instrumentos sencillos, pero
otros requieren maquinaria específica para obtenerlos de manera automatizada.

En las oficinas de farmacia se puede efectuar el control de determinados


parámetros, como la tensión arterial.

Servicio de recepción y gestión de peticiones de vacunas


individualizadas
Todas las farmacias ofrecen el servicio de recepción y gestión de las peticiones de vacunas
individualizadas, preparadas con agentes inmunizantes, a concentración y dilución
específicas, con base en la correspondiente prescripción facultativa.

Servicio personalizado de dispensación


Ante la necesidad de mejorar el uso racional de los medicamentos, en 2011 se modificó la
normativa para autorizar a las oficinas de farmacia a prestar el Servicio Personalizado de
Dispensación (SPD) a los pacientes que lo soliciten.
Este sistema consiste en que, una vez dispensada la medicación al paciente, se extraen las
unidades de los envases y se distribuyen en un pastillero tipo blíster de forma ordenada,
distinguiendo el día de la semana y el momento del día en que se debe tomar cada unidad.
El objetivo es mejorar el cumplimiento terapéutico del tratamiento y evitar las confusiones
por parte de la persona usuaria en el número de unidades por toma o en el número de tomas
diarias.
Cada comunidad autónoma establece los requisitos que se deben cumplir para poder prestar
este servicio específico. Normalmente consiste en disponer de un local y condiciones
adecuadas, realizar un curso de formación y llevar el registro documental de los protocolos
establecidos.

Desarrollo de programas de educación para la salud


Desde la oficina de farmacia se llevan a cabo programas y campañas para el cuidado y
promoción de la salud; algunos los pone en marcha la propia farmacia, mientras que otros
están organizados por laboratorios, por asociaciones o por las propias Administraciones
sanitarias. Por ejemplo, algunos de los programas que desarrollan habitualmente son:
-El Programa de Intercambio de Jeringas, mediante el cual se ofrece la posibilidad de
intercambiar una jeringa usada por un kit que contiene una jeringa nueva y material de
desinfección.

-El Programa de Mantenimiento con Metadona, conjuntamente con servicios hospitalarios,


con el que se suministra metadona oral a pacientes que se están desintoxicando de
opiáceos bajo control médico.

También se efectúan campañas de cesación tabáquica, control de alergias, cribado de


cáncer de colon, patologías oculares, prevención y diagnóstico del sida, uso prudente de los
antibióticos o prevención de la obesidad infantil, entre muchos otros.

Las oficinas de farmacia suelen colaborar con la Administración en


muchas campañas de promoción de la salud.

Recuperación de medicamentos sin uso


La mayoría de las farmacias colaboran con los distribuidores y con la Administración,
mediante la instalación de contenedores receptores en la oficina de farmacia, en la recogida
de medicamentos sin uso, recuperados de las personas usuarias, para su tratamiento
selectivo.

Servicios o secciones adicionales


Algunas oficinas de farmacia completan su oferta con servicios adicionales como son una
sección de óptica o de ortopedia. También pueden disponer de locales y personal
adecuados para la toma de muestras de sangre, actuando como centros receptores de
laboratorios de análisis clínicos privados.
Para implantar estos servicios se requiere personal con formación específica y titulación
pertinente, además de instalaciones e inversiones considerables.
2.3. El local: ubicación, características y horarios

Los locales en que se instalen las oficinas de farmacia deben cumplir requisitos legales
tanto en lo concerniente a su ubicación, como a sus propias características. También hay
condicionantes en cuanto a los horarios de atención al público del establecimiento.

Los locales que acogen oficinas de farmacia deben cumplir una serie
de requisitos legales.

2.3.1. La ubicación del local


Las oficinas de farmacia deben estar distribuidas en el territorio de forma que se garantice
la prestación farmacéutica a la población. La planificación se realiza con base en la Ley
16/1997, que regula los servicios de las oficinas de farmacia y fija los criterios básicos de la
ordenación farmacéutica. Estos criterios básicos se desarrollan posteriormente en las
normas específicas de las comunidades autónomas. (DOC. 2.1)
La planificación de oficinas de farmacia de cada comunidad autónoma se hace teniendo en
cuenta la densidad demográfica, las características geográficas y la dispersión de la
población, con vistas a garantizar accesibilidad y calidad en el servicio farmacéutico.
La ley prevé que esta ordenación farmacéutica se elabore tomando como referencia las
unidades básicas de atención primaria y que el módulo de población mínimo para la apertura
de oficinas de farmacia sea, con carácter general, de 2.800 habitantes por establecimiento.
También queda establecida por ley la distancia mínima entre oficinas de farmacia que, de
forma general, debe ser de 250 metros. La distancia se debe fijar teniendo en cuenta criterios
geográficos y de dispersión de la población.
Por tanto, cuando un farmacéutico o farmacéutica quiere abrir una farmacia nueva no puede
hacerlo en cualquier local, sino que debe localizar uno que cumpla la normativa de ubicación
de la comunidad autónoma y obtener las autorizaciones pertinentes.

Documento 2.1
Ordenación farmacéutica de las diferentes
comunidades autónomas
-Andalucía. Ley 22/2007, de 18 de diciembre, de Farmacia de Andalucía.

-Aragón. Ley 4/1999, de 25 de marzo, de Ordenación Farmacéutica para Aragón.

-Canarias. Ley 4/2005, de 13 de julio, de Ordenación Farmacéutica de Canarias.

-Cantabria. Ley 7/2001, de 19 de diciembre, de Ordenación Farmacéutica de Cantabria.

-Castilla y León. Ley 13/2001, de 20 de diciembre, de Ordenación Farmacéutica de la


Comunidad de Castilla y León.

-Castilla-La Mancha. Ley 5/2005, de 27 de junio, de Ordenación del Servicio Farmacéutico


de Castilla-La Mancha.

-Cataluña. Ley/31/1991 de 13 de diciembre.


-Comunidad de Madrid. Ley 19/1998, de 25 de noviembre, de Ordenación y Atención
Farmacéutica de la Comunidad de Madrid.

-Comunidad Valenciana. Ley 6/1998, de 22 de junio, de Ordenación Farmacéutica de la


Comunidad Valenciana.

-Extremadura. Ley 6/2006, de 9 de noviembre, de Farmacia de Extremadura.

-Galicia. Ley 5/1999, de 21 de mayo, de ordenación farmacéutica.

-Islas Baleares. Ley 7/1998, de 12 de noviembre, de Ordenación Farmacéutica de las Islas


Baleares.

-La Rioja. Ley 8/1998, de 16 de junio, de Ordenación Farmacéutica de la Comunidad


Autónoma de La Rioja.

-Murcia. Ley 3/1997, de 28 de mayo, de ordenación farmacéutica de la Región de Murcia

-Navarra. Ley Foral 12/2000, de 16 de noviembre, de Atención Farmacéutica

-País Vasco. Ley 11/1994, de 17 de junio, de Ordenación Farmacéutica de la Comunidad


Autónoma del País Vasco.

-Principado de Asturias. Ley 1/2007, de 16 de marzo, de atención y ordenación


farmacéutica.

2.3.2. Las características del local


La oficina de farmacia debe instalarse en un local –que puede ser de propiedad o de
alquiler–, que tenga acceso directo y permanente a vía pública y sin barreras
arquitectónicas.

Ejemplo de distribución de
espacios en un local destinado a
oficina de farmacia.

El local debe tener dispositivos de iluminación y de toma de corriente, suministro de agua y


de acondicionamiento de temperatura y renovación de aire. También hay que considerar
las alarmas y las cámaras de vigilancia, las redes informáticas, las instalaciones de
telecomunicaciones, los cerramientos diversos, las puertas automáticas, etc.
Documento 2.2
El laboratorio de farmacotecnia y control
En el laboratorio de farmacotecnia y control se elaboran las fórmulas magistrales y los
preparados oficinales. Tiene que disponer de fuentes de agua potable con suministro de
agua caliente y fría y una zona de escurrido y secado, así como fuentes de energía y
sistemas de aireación suficientes.
La normativa de cada comunidad autónoma concreta las condiciones materiales y los
requisitos técnicos que deben cumplir las oficinas de farmacia que realizan formulación
magistral.
En su interior se deben delimitar las siguientes zonas o áreas de trabajo:
-Zona de atención a las personas usuarias. Esta zona debe permitir una atención
particular e individualizada a las personas usuarias.
-Zona de almacenaje. Se divide a su vez en varias subzonas: de recepción de mercancías,
de almacenamiento y reposición, de inmovilización y para encargos. En la unidad
dedicada a la gestión del almacén detallaremos los usos de cada una de ellas.
-Laboratorio de farmacotecnia y control. En él se efectúan la formulación magistral, los
controles de calidad y los ensayos de identificación que correspondan.
-Despacho de atención farmacéutica. Debe tener fácil acceso desde la zona de atención
a las personas y disponer de los medios adecuados para las labores de información
individualizada del medicamento, de farmacovigilancia y de educación sanitaria
orientadas al paciente.

2.3.3. Los horarios de atención al público


Existen una serie de regulaciones referentes a los horarios de atención al público, ya que se
debe garantizar un servicio permanente e ininterrumpido a la población. Estas regulaciones
implican que las oficinas de farmacia de una misma Área de Salud deben coordinarse.

Tipos de horarios
Se distingue entre el horario ordinario y el servicio de urgencia. También se pueden
autorizar servicios especiales.

¡Tenlo en cuenta!
Las oficinas de farmacia exponen en el exterior su horario de atención al público. También informan sobre las

farmacias de guardia que hay en la zona.

Horario ordinario
La actividad de atención farmacéutica en las oficinas de farmacia en horario ordinario se
regula desde cada comunidad autónoma. A pesar de que son similares, cada una tiene sus
propias especificidades. Fíjate en algunos ejemplos:
-En la Comunidad Autónoma de Madrid el horario ordinario y mínimo de atención al público
es de lunes a viernes de 9.30 a 13.45 y por la tarde de 17.00 a 20.00 h. (excepto entre el
15 de junio y el 15 de septiembre, cuando es 17.30 a 20.30). Los sábados permanecen
abiertas de 10.00 a 13.45 h.
-En la Comunidad Valenciana se establece que el horario ordinario, dentro de la jornada
semanal, debe estar comprendido entre el siguiente: los laborables de lunes a viernes,
entre las 09.00 y las 14.00 horas y las 16.00 y las 22.00 horas; y los sábados laborables
entre las 09.00 y las 14.00 horas. Aparte, establece excepciones en el caso de las
farmacias situadas en zonas turísticas.

-La Región de Murcia establece horarios similares pero diferenciando entre horarios de
verano e invierno, y dentro de estos entre zonas urbanas, zonas rurales y zonas turísticas.

-En Andalucía el horario ordinario establecido es de 9.30 a 13.30 y de 17.00 a 19.00 horas
de lunes a viernes laborables, entre el 1 de octubre y el 3 de marzo (entre el 1 de abril y
el 30 de septiembre de 9.30 a 13.30 y de 17.30 a 19.30). Durante todo el año, se incluye
el sábado, de 9.30 a 14.30 horas.

-En Cataluña se fijan 1.800 horas anuales, que se distribuyen en días laborables de lunes
a viernes, mañana y tarde, y los sábados por la mañana. Las oficinas de un mismo
municipio deben tener el mismo horario.

Servicio de urgencia
Fuera del horario ordinario se establecen servicios de urgencia para garantizar la atención
farmacéutica a la población en todo momento. Los servicios de urgencia pueden ser:
-Los servicios de urgencia diurnos comprenden, por norma general, desde las 9 horas
hasta las 22 horas, de manera ininterrumpida, aunque pueden variar ligeramente según
la comunidad autónoma.

-Los servicios de urgencia nocturnos abarcan desde las 22 hasta las 9 horas de la
mañana siguiente, también con posibles variaciones.

En los días festivos se establecen turnos entre las oficinas de farmacia pertenecientes a
cada zona básica de salud para cubrir el servicio.
En principio, todas ellas tienen la obligación de participar en el Servicio de Urgencias, pero
en determinadas circunstancias se puede solicitar la exención a la norma. Por ejemplo, si
una oficina cercana abre en horario de 24 horas.
Durante los servicios de urgencia deben dispensarse todos aquellos medicamentos y
productos sanitarios que sean solicitados mediante prescripción facultativa y cuando se
produzca un problema de salud que requiera una atención farmacéutica inmediata o que lo
justifique.
Servicios especiales
En algunas comunidades se regula el establecimiento de horarios superiores al ordinario.
Por ejemplo, se regula la posibilidad de que haya farmacias abiertas 24 horas o 13 horas
(de 9 a 22 horas).

La apertura 24 horas es un servicio especial que está regulado.


Normalmente en estos casos se obliga a estas oficinas a cumplir una serie de requisitos:
-Comunicar esta circunstancia al Colegio de Farmacéuticos de la provincia
correspondiente.

-Mantener el horario escogido durante un tiempo mínimo determinado, normalmente no


inferior a un año.

-La acreditación de que se tiene personal titulado y auxiliar suficiente para cubrir las
necesidades de la atención farmacéutica.

Las vacaciones
Con carácter general, las oficinas de farmacia permanecen cerradas por vacaciones durante
un periodo no superior a un mes por año. Pero, con el mismo objetivo de que quede
garantizada la asistencia farmacéutica permanente a toda la población, tienen que fijar
turnos entre todas las oficinas de farmacia del Área de Salud.

2.4. Los recursos humanos

Las personas son el recurso más importante, ya que combinan, emplean e incluso, en
algunos casos, aportan, los demás recursos necesarios para alcanzar los objetivos fijados.
Los recursos humanos incluyen el personal de la farmacia más los profesionales
subcontratados, a los que se recurre para actividades específicas, como la limpieza, el
asesoramiento contable o el mantenimiento informático.

2.4.1. El personal de la farmacia


La oficina de farmacia debe estar regida por un farmacéutico o farmacéutica colegiados,
cuya presencia y actuación profesional es condición y requisito inexcusable para la
dispensación al público de medicamentos, aunque puede contar con el apoyo de personal
técnico y auxiliar.

En las oficinas de farmacia encontramos distintas categorías laborales.

En cuanto a las relaciones laborales, tenemos el farmacéutico o farmacéutica propietarios


(empresa) y los trabajadores y trabajadoras (personal), con diferentes grados de titulación y
con diferentes funciones y responsabilidades, que podemos clasificar en los siguientes
grupos:
-Personal facultativo. Deben tener la licenciatura en Farmacia. Ejercen los servicios
profesionales para los que están legalmente capacitados. Dejando de lado al propietario
o propietaria, en la oficina de farmacia podemos encontrar el personal facultativo
siguiente:
1-Farmacéutico regente. Ejerce las funciones y asume las responsabilidades del titular
o cotitular de forma temporal, en casos como fallecimiento, jubilación, incapacitación
o declaración judicial de ausencia de cualquiera de ellos.
2-Farmacéutico sustituto. Es corresponsable de la oficina de farmacia junto con el
propietario o con el regente. Ejerce su actividad en casos previstos
reglamentariamente, como vacaciones o ausencias esporádicas de los responsables
titulares.
3-Farmacéutico adjunto. Ejerce su actividad junto a propietarios o regentes con las
responsabilidades propias de la profesión.
-Personal técnico. Necesita la titulación de formación profesional. Pueden tener las
siguientes categorías:
1-Técnico en Farmacia. Poseedor de la titulación adecuada de Formación Profesional,
ejerce las funciones recogidas en el Real Decreto 1689/2007, de 14 de diciembre, por
el que se establece el Título de Técnico en Farmacia y Parafarmacia y se fijan sus
enseñanzas mínimas. (DOC. 2.3)
2-Auxiliar mayor diplomado y auxiliar diplomado. Poseen los diplomas
correspondientes y ejercen las tareas que en su titulación se relacionan, pero son
categorías laborales en proceso de extinción.

Documento 2.3
El Técnico en Farmacia
El Técnico en Farmacia asume funciones muy diversas según la dimensión y especificidad
del establecimiento. No obstante, podríamos agrupar las funciones que desarrolla el
personal técnico, en menor o mayor medida y en colaboración con uno o varios
farmacéuticos, de la siguiente forma:
Adquisición de productos:
-Elaboración de pedidos.

-Recepción de mercancías y archivo de albaranes.

-Gestión de devoluciones a proveedores.

Almacenaje y ordenación de productos:


-Colocación de los productos en el almacén.

-Control periódico y sistemático de caducidades.

-Gestión de productos caducados.

-Elaboración de inventarios.

-Ordenación de almacenes.

-Rotulación de productos, precios y secciones.

-Altas y bajas de productos de la base de datos.


-Revisiones de los precios de venta al público.

Operaciones de venta y dispensación:


-Dispensación tutelada por el farmacéutico.

-Altas de clientes y prescriptores en la base de datos.

-Venta activa de productos parafarmacéuticos.

-Colocación de productos y material de publicidad en exposición.

-Medida de tensión arterial y controles de parámetros biológicos, como la glucemia o el


colesterol.

-Participación en las campañas de promoción de la salud a que se adhiera la farmacia.

-Gestión de programas de fidelización de clientes: clubes de clientes, canastillas,


obsequios, muestras, demostraciones, etc.

-Organización y gestión de encargos de clientes.

Gestión de la documentación contable:


-Recepción, control y archivo de facturas.

-Seguimiento financiero de pagos a proveedores.

-Seguimiento y control de los pagos diferidos de los clientes.

-Elaboración de facturas a clientes.

-Gestión de clientes morosos.

Gestión de la documentación administrativa:


-Gestión de la documentación generada en la dispensación de productos a cargo del SNS.

-Gestión del Libro Recetario y del Libro de Estupefacientes.

-Elaboración de los vales de adquisición de estupefacientes para su compra.

-Archivo, elaboración y envío de los resúmenes periódicos de movimientos de


estupefacientes y de medicamentos de especial control médico.

-Elaboración de los listados resumen de la facturación del SNS.

Gestión de la documentación técnica:


-Recepción, clasificación y archivo de la información técnica sobre productos y campañas.

-Gestión de la documentación de farmacovigilancia.

-Actualización y conservación de la bibliografía básica de la oficina de farmacia.

-Actualización de las bases de datos sobre los productos farmacéuticos.

Formulación magistral:
-Bajo la supervisión del farmacéutico, preparación y elaboración de fórmulas magistrales y
preparados oficinales y de toda la documentación asociada.

-Compra, recepción y almacenamiento de materias primas y envases para formulación.


-Preparación y mantenimiento de las condiciones adecuadas del laboratorio y del utillaje.

-Archivo de la documentación generada.

-Calibrado periódico de las balanzas de precisión.

Actividades auxiliares:
-Gestión de residuos de embalajes y destrucción de copias de recetas.

-Gestión de residuos de medicamentos procedentes de devoluciones de pacientes.

-Control de diversos parámetros: temperatura en nevera, temperatura y humedad


ambiental, higiene de las secciones, etc.

-Aprovisionamiento y gestión de material de oficina y material auxiliar diverso.

El personal facultativo y el personal técnico atienden a las personas


usuarias.

-Personal auxiliar de farmacia. No necesita ninguna titulación; son categorías laborales


en proceso de extinción. Se distingue entre:
1-Auxiliar de farmacia. Realiza labores diversas concernientes al despacho de
fórmulas y medicamentos, prepara pedidos, clasifica y registra documentos, efectúa
trámites administrativos para la liquidación de recetas del SNS, etc.
2-Ayudante y ayudante en formación. Cooperan con el auxiliar en sus labores.

-Personal administrativo. Puede ser:


1-Jefe administrativo. Asume la dirección, vigilancia y realización de las funciones
administrativas y contables del establecimiento.
2-Administrativo. Se ocupa de las tareas administrativas y contables:
correspondencia, albaranes, facturas, salarios, impuestos, trámites bancarios,
relaciones con la Seguridad Social, estadísticas e informes varios.
-Personal subalterno. Comprende las categorías siguientes:
1-Mozo, encargado de tareas que requieren esfuerzo físico.
2-Personal de limpieza, que debe conocer lo concerniente al uso y precauciones de
los productos de limpieza y desinfección.
2.4.2. Aptitudes y habilidades del personal de farmacia

La aptitud es la capacidad que tiene una persona para ejecutar correctamente una labor.
La aptitud tiene relación con la actividad que se va a llevar a cabo y con la persona que la
realizará. La calidad de la ejecución de una actividad dependerá fundamentalmente de la
formación que haya recibido esta persona.
La habilidad es la destreza o facilidad para alcanzar un nivel elevado de aptitud y para
aplicarla en su ejecución.
La habilidad se adquiere por unas características personales innatas aunque mejora con la
experiencia y el perfeccionamiento.
En ambos casos nos referimos a actividades realizadas individualmente o en equipo,
incluyendo la facultad de saber coordinar y motivar grupos de personas.

¡Tenlo en cuenta!
Cada persona cuenta con un determinado conjunto de habilidades que, si lo complementa con un buen programa

de formación, le permitirá hacerse más apta para ciertas actividades.

Unas personas serán más hábiles que otras en el aprendizaje de idiomas, en este caso dispondrán de una

facilidad natural en la comunicación en las lenguas estudiadas. Otras tendrán habilidades de tipo manual, otras

destacarán por su memoria o capacidad de retentiva, otras mostrarán un don especial para la creatividad o la

estética, otras tendrán una capacidad especial de relacionarse y tratar con la gente, etc.

Las aptitudes
Podemos distinguir entre las profesionales, las personales y las sociales.
Aptitudes profesionales
Las aptitudes profesionales hacen referencia a todos aquellos saberes, experiencias,
técnicas y procedimientos específicos empleados por el personal farmacéutico para el
desempeño de sus funciones.
Todas las personas que trabajen en una oficina de farmacia han de disponer de una
aptitud técnico-sanitaria adecuada a las funciones que realizan y unos
conocimientos legislativos actualizados, pero además, mejorarán su eficiencia si disponen
de buenas aptitudes para la gestión empresarial y un buen manejo de las aplicaciones
informáticas.

¡Tenlo en cuenta!
No olvides que el farmacéutico es un sector muy activo, en el que hay investigación e innovación constantes.

Recuerda que un profesional responsable tiene la obligación ética de estar al día respecto de todas las

innovaciones.

-La aptitud o conocimientos técnico-sanitarios. La gestión de una oficina de farmacia


requiere por ley de una persona responsable con una aptitud técnico-sanitaria
determinada, garantizada por la obtención de una titulación obligatoria. También hemos
apuntado la exigencia de que todo el personal disponga de conocimientos técnico-
sanitarios ajustados a las funciones laborales que le corresponde cumplir.

La aptitud técnico-sanitaria se obtiene inicialmente por medio de una formación


específica, acompañada después por la experiencia que se obtiene en el desarrollo del
trabajo diario y de los aprendizajes que proporciona el reciclaje formativo continuo.

-Los conocimientos legislativos y su actualización. Estos conocimientos son


importantes porque se trata de un sector restringido legalmente en su actividad. Ya
hemos comentado que la actividad farmacéutica está muy regulada: existe una
reglamentación que indica cómo relacionarse con el paciente, con el medicamento, con
los proveedores, con las administraciones, etc. Toda esta normativa debe conocerse y
mantenerse actualizada para una correcta gestión de la oficina de farmacia.

-Aptitudes de gestión empresarial. La aptitud para la gestión empresarial consiste en


conocer de forma más o menos profunda los procesos de gestión empresarial: la
planificación y análisis financiero, la gestión de los recursos humanos, las estrategias de
mercadotecnia y las habilidades y técnicas de negociación. Sin duda, una buena aptitud
para la gestión aporta a la actividad de la oficina de farmacia un valor adicional en la
calidad del servicio y en la eficiencia de los procesos.

-Manejo de aplicaciones informáticas. En la actualidad es imposible gestionar una


oficina de farmacia sin el uso de aplicaciones informáticas. La gran cantidad de
referencias disponibles y la complejidad en la gestión de la información para el servicio
de salud de la comunidad autónoma correspondiente obliga a disponer de programas
informáticos adecuados y del equipamiento tecnológico necesario.

Además, muchas otras gestiones se efectúan a través de aplicaciones informáticas: buscar


y capturar información veraz necesaria para la actividad farmacéutica, emplear firmas
electrónicas sabiendo en qué sitios es seguro hacerlo, enviar archivos de facturación a la
administración sanitaria, consultar albaranes de proveedores, efectuar consultas y
operaciones bancarias, y todo un sinfín de aplicaciones rutinarias en el trabajo diario.

¡Tenlo en cuenta!
Los colegios y asociaciones profesionales disponen de servicios de asesoría jurídica que mantienen informados

a sus asociados sobre los cambios legales que afectan a su actividad.

Aptitudes personales
Las aptitudes personales se refieren a aquellas habilidades o capacidades de las que
dispone una persona, generalmente no vinculadas al ejercicio de su profesión.
Cada persona, independientemente del sector profesional en que actúe, dispone de unas
capacidades personales que son muy importantes para la configuración de su competencia
profesional.
Algunas de estas aptitudes tienen relación con:
-La asunción de responsabilidades de una persona para cumplir con las obligaciones que
le son encomendadas.

-La capacidad de implicación y compromiso en los proyectos y las actividades en las que
participa.

-La facilidad para actuar con autonomía en la realización de las tareas encomendadas.
-El grado de iniciativa en la toma de decisiones o en sus actuaciones, especialmente en
situaciones poco habituales o conflictivas.

-La capacidad de liderazgo o de influencia sobre las demás personas para orientar sus
esfuerzos hacia unos objetivos determinados. Este reconocimiento puede fundamentarse
en el carisma, la empatía, el prestigio profesional o la mayor capacidad de trabajo de la
persona que ejerce la función de líder.

Aptitudes sociales
Las aptitudes sociales se refieren a aquellas habilidades de que dispone una persona para
relacionarse con las demás.
El campo de actuación social del personal farmacéutico es muy amplio y excede los límites
de la farmacia. Disponer de habilidades sociales y relacionales será fundamental en distintos
planos, entre los que podemos destacar los siguientes:
-En el equipo de trabajo. La cantidad, calidad y forma de establecer la comunicación
dentro del equipo de trabajo es un aspecto muy influyente para generar actitudes
positivas en el equipo. La información debe ser completa y suficiente, además de
comprensible y asimilable por las personas que la reciben. También se deben cuidar las
formas de respeto y corrección. Conviene establecer circuitos que no solo fluyan en el
sentido superiores-empleados sino también en sentido inverso, estimulando la
comunicación para recoger las inquietudes, iniciativas y necesidades de todo el grupo.

-Con los clientes. Una relación consolidada con la clientela ayudará a proporcionar un
servicio más personalizado y, por lo tanto, con una percepción de calidad superior; sin
embargo, el factor que aporta mayor valor a este nivel es la confianza. Cuando una
persona confía en un profesional sanitario, su nivel de fidelidad es mucho más alto. Las
habilidades sociales para escuchar atentamente, entender y dar una respuesta adecuada
ayudan mucho en la creación de esta confianza.

Las aptitudes sociales son muy importantes en la atención a las personas


usuarias.

-Con los proveedores. El hecho de conocer a los proveedores y sus condiciones de


compra, así como la confianza que se logra, simplifican mucho la gestión del
aprovisionamiento.

-Con otras farmacias. Las relaciones con las demás farmacias de la zona básica de salud
son necesarias para establecer los servicios de guardia, combinar los periodos de
vacaciones y garantizar conjuntamente la atención farmacéutica ininterrumpida a la
población. Por lo tanto, se debe fomentar la máxima fluidez posible en estas relaciones.

-Con el colegio profesional. Una relación periódica con el colegio profesional aporta
información y consejos que permiten resolver los problemas con mayor celeridad y
ofrecer soluciones de mayor calidad a los clientes.
¡Tenlo en cuenta!
En un contexto de trabajo en equipo de todos los profesionales sanitarios de la zona básica de salud, el fomento

de las relaciones y el intercambio de experiencias e información contribuyen a hacer más eficiente el conjunto

de la actividad sanitaria.

Las actitudes
Las actitudes son disposiciones o estados de ánimo que conducen a un determinado
comportamiento.
Algunas de las que pueden considerarse deseables en los profesionales farmacéuticos son:
una actitud entusiasta por el trabajo que realiza, una actitud inquieta por mantener los
conocimientos relativos a su actividad y una actitud o comportamiento ético ante las
personas, la sociedad y el medio.

Actitud entusiasta. La motivación


Las actitudes de las personas vienen determinadas en gran medida por sus motivaciones.
Estas se definen como aquellos deseos, necesidades, aspiraciones y fuerzas que impulsan
a las personas a realizar sus actividades de una determinada forma.
El ser humano percibe en su entorno, y a partir de los factores que más le influyen, el impulso
de satisfacer unas determinadas necesidades. Si estas necesidades no están cubiertas se
genera una tensión que lo impulsa a realizar acciones tendentes a satisfacerlas. Este
impulso es la motivación.
La motivación por el trabajo encomendado y el valor que se le da son factores determinantes
en la calidad que se alcanza al llevarlo a cabo, pero también en la satisfacción que produce
en la persona que lo hace.

Actitud inquieta. La formación continuada


La disposición a mantener actualizados los conocimientos y continuar la formación a lo largo
de toda la vida es una cualidad muy valorada en el ámbito profesional.
Gran parte del conocimiento que necesita el profesional de farmacia se adquiere en el día a
día: con el desarrollo de la actividad aprendemos las dinámicas de trabajo, asimilamos los
procesos más habituales, nos acostumbramos a reaccionar ante situaciones imprevistas,
nos habituamos a trabajar en equipo… Todos estos aprendizajes los adquirimos
paulatinamente de forma natural, pero es conveniente que sean periódicamente
complementados mediante la formación continua.
No cabe duda de que el sector farmacéutico es muy dinámico, tanto en el aspecto técnico,
con la fabricación de nuevos medicamentos; como en el instrumental, con el desarrollo de
las nuevas tecnologías, como pueden ser la receta electrónica o nuevos equipos de
medición de constantes; o el legislativo, con la promulgación de nuevas leyes, la aparición
de los medicamentos genéricos o las sucesivas revisiones de los precios de referencia. Por
lo tanto, tener una actitud abierta al aprendizaje es fundamental para estar al día en un sector
abierto a tantas innovaciones.

Actitudes éticas y comportamiento responsable


Dada su alta implicación en la salud de las personas, la profesión farmacéutica requiere la
adopción de unos principios éticos de actuación básicos. Los más importantes son los
siguientes:
-Confidencialidad de la información a la que se tiene acceso. En este sentido, el personal
sanitario debe proteger y salvaguardar el derecho del paciente a la intimidad y
confidencialidad de sus datos.

-Respeto a todas las personas a las que atiende, sea cual sea su condición, rango, origen
o religión, proporcionándoles un trato afectuoso y cercano y una comunicación
personalizada.

-Sinceridad y veracidad en la información proporcionada a cada paciente, sin promover


expectativas terapéuticas inadecuadas y respetando su derecho individual a aceptar o
rechazar determinado tratamiento.

-Tolerancia y prevención de la desigualdad frente a la diversidad personal, religiosa,


cultural o étnica.

Muchos de estos principios aparecen recogidos en el Código de ética y deontología de la


profesión farmacéutica, que constituye un texto de mínimos susceptible de ser ampliado y
desarrollado.

Documento 2.4
Fuentes de formación continuada
Este reciclaje continuo lo podemos conseguir a través de los colegios profesionales o de los
centros de formación continua. Otra buena fuente de información son los propios
proveedores de recursos: por ejemplo, los suministradores de sistemas informáticos o los
representantes de laboratorios en la presentación de nuevos medicamentos.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación nos facilitan enormemente esta actitud
ofreciéndonos abundante y actualizada información y poniéndola a nuestro alcance: los
colegios profesionales de farmacéuticos de cada provincia, las consejerías de Sanidad de
las comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad, las revistas y páginas web
profesionales del sector (algunas de ellas vinculadas a los organismos anteriores), las
comunicaciones de los laboratorios fabricantes, los departamentos técnicos de los
distribuidores o de asociaciones profesionales sanitarias diversas, etc., son varias de estas
fuentes informativas que están a nuestra disposición.
En la mayoría de los casos solamente hace falta estar suscrito o mantenerse atento a las
novedades que se vayan publicando. No obstante, habrá sido necesario efectuar una
selección de fuentes de información y revisar con periodicidad las que se hayan considerado
más interesantes. Asimismo, hará falta recopilar esta información de forma ordenada para
recuperarla cuando se desee consultarla.
En este sentido existe una base de datos, actualizable en línea, con todas las especialidades
farmacéuticas y sus características, elaborada por el Consejo General de Colegios de
Farmacéuticos de España y disponible en CD-Rom. Estos datos son muy interesantes para
un servicio de información inmediata en el momento de la dispensación, ya que se adaptan
a la mayoría de las aplicaciones informáticas de gestión de farmacia y se puede disponer de
ellos en los ordenadores del mostrador para asistir en la tarea de atención farmacéutica.

Documento 2.5
Comportamiento ético en la profesión farmacéutica
Decálogo ético de la profesión farmacéutica en el ámbito de la Comunidad de Madrid
I. Considera prioritaria, en el ejercicio de tu profesión, la mejora de la salud.
II. Mantén al día tus conocimientos científicos y técnicos para mejor servir a tu función social.
III. Adopta la más exigente actitud ética en todos los aspectos y facetas de tu ejercicio
profesional.
IV. Abstente de participar en todos aquellos casos en que tu actividad profesional pueda
actuar, directa o indirectamente, contra la vida, los derechos humanos o la dignidad humana.
V. Tu derecho a la objeción de conciencia deriva de tu responsabilidad profesional y de tu
libertad personal. En el ejercicio de este derecho has de tener a tu lado el asesoramiento y
la ayuda de tu colegio profesional, incluida la vía legal.
VI. Establece con el paciente una comunicación personalizada que humanice el acto
profesional.
VII. La dignidad del paciente, su derecho a la libertad, a la intimidad, a la confidencialidad
de sus datos y a una información veraz, son principios fundamentales que debes anteponer
incluso a tus legítimos intereses personales, profesionales o económicos.
VIII. Colabora lealmente con las administraciones sanitarias; cumple escrupulosamente los
estatutos y normas de tu colegio profesional; presta tu desinteresada colaboración a la
organización profesional farmacéutica.
IX. Actúa siempre con respeto, integridad y lealtad en tus relaciones profesionales, con tus
compañeros, con tus subordinados y con otros profesionales sanitarios.
X. Cumple y exige el cumplimiento del Código Deontológico de tu colegio, cuyas normas se
resumen en este decálogo. Con ello contribuirás al recto ejercicio de tu actividad profesional
en beneficio de la salud, y obtendrás el mejor premio: La satisfacción del deber cumplido.
FUENTE: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. En: http://www.cofm.es

2.4.3. La gestión eficiente de los recursos humanos

La gestión de los recursos humanos consiste en analizar a sus componentes y actuar


sobre las pautas de comportamiento de estos.
Una eficiente gestión de los recursos humanos trata de aprovechar al máximo su potencial
en la organización para conseguir los objetivos propuestos.
El proceso es el siguiente:
-Se describen las funciones que se deben efectuar en un lugar de trabajo.

-A partir de estas funciones se describen los puestos de trabajo que se van a crear y los
perfiles ideales de los candidatos a cubrirlos.

Después empieza el proceso de asignación de personas a puestos. Esto puede plantear


la necesidad de incorporar a nuevas personas e iniciar un proceso de captación de
candidatos o candidatas que puede ir en dos direcciones: por promoción interna o
por selección externa.

-La promoción interna consiste en evaluar si se puede cubrir un puesto de trabajo con
los recursos humanos existentes, complementando con formación, si es necesario, las
aptitudes del posible candidato.

-La selección externa se basa en acudir al mercado de trabajo para encontrar nuevos
componentes del equipo. En el sector farmacéutico se suele recurrir a las bolsas de
trabajo de los centros formativos o de los colegios y asociaciones profesionales y
empresariales.
Posteriormente, se controlará la ejecución de las actividades, se analizará el grado de
cumplimiento y se propondrán mejoras y acciones correctoras, ya sea redistribuyendo tareas
o llevando a cabo nuevas sesiones de formación.

¡Tenlo en cuenta!
Como en cualquier otro sector, para la selección externa de profesionales también se puede acudir a las oficinas

del INEM, a empresas privadas especializadas en la selección de personal, a empresas de trabajo temporal, a

anuncios clasificados de los medios de comunicación, a páginas web de empleo o a la comunicación informal

mediante vecinos, clientes y compañeros.

2.5. La documentación
En las oficinas de farmacia se maneja una considerable cantidad de documentos, muchos
de ellos por obligación legal. Algunos están en soporte de papel, pero cada vez son más
los que están solamente disponibles en soporte digital.

2.5.1. Documentación de consulta


La oficina de farmacia dispone de una variada documentación de consulta. Según dónde se
genere, distinguimos entre documentación interna y externa.

Una de las obligaciones legales de las oficinas de farmacia es la tenencia,


cumplimentación y archivo de determinada documentación.

Documentación interna
Se trata de documentos que se elaboran en la propia oficina de farmacia. Los más
destacados son los Procedimientos Normalizados de Trabajo.
Los procedimientos normalizados de trabajo (PNT) son documentos que definen
detalladamente cómo se deben llevar a cabo procedimientos habituales en la oficina de
farmacia.
Se pueden elaborar PNT sobre una gran variedad de procedimientos, por ejemplo la
recepción, control de conformidad y almacenamiento de materias primas, el control y registro
de temperatura de las neveras, la elaboración de pomadas, la atención a una persona
usuaria que solicita consejo farmacéutico por un problema respiratorio, etc.
En los PNT se describe cómo se debe efectuar el procedimiento a que hacen referencia y,
cuando corresponde, se detallan los materiales y equipos que se deben usar, los
procedimientos de control de calidad, etc. Algunos de ellos son obligatorios en todas las
oficinas de farmacia, otros lo son si la oficina presta determinados servicios –como
formulación magistral o dosificación personalizada−, y otros son opcionales.
Gracias a la existencia de estos documentos, todo el personal sigue el mismo protocolo para
llevar a cabo el procedimiento correspondiente.

Documento 2.6
Otra documentación
Las oficinas de farmacia disponen de documentación de consulta, de registro y de gestión.
Pero también deben guardar otros documentos, que no son específicos de su actividad.
Entre ellos destacan los distintos contratos que la empresa tiene firmados, como por
ejemplo:
Los contratos laborales del personal.

Los contratos con las compañías de suministros: agua, gas telefonía e internet, etc.

El contrato del local, si está alquilado.

El contrato y los recibos de los seguros contratados.

Los contratos con proveedores: de productos, de servicios de salud, de limpieza, de


desinsectación, etc.

También se deben guardar todos los recibos de los impuestos, como justificante de su pago,
y toda la documentación referente a la prevención de riesgos laborales.

Documentación externa
La oficina de farmacia debe disponer de información sobre los medicamentos y productos de
salud que comercializa, sobre formulación magistral si la lleva a cabo y sobre
cualquier equipo o máquina que se utilice en sus instalaciones.

Medicamentos y productos de salud


Es necesario que el personal pueda consultar información como el precio, si un producto es
financiable o no y qué tipo de financiación le corresponde, la ficha técnica de los
medicamentos, etc. La mayoría de estos datos son consultables desde los programas de
gestión, pero también se puede recurrir a las bases de datos oficiales y de libre acceso como
son:
-El Nomenclátor de facturación del Ministerio de Sanidad, que incluye información sobre
todos los productos susceptibles de recibir financiación del SNS. También es habitual
consultarlo en la web o por teléfono en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia,
ya que dispone de información específica sobre las diferentes prestaciones de la
comunidad autónoma a la que se pertenece.

-El Centro de Información Online de Medicamentos (CIMA), de la AEMPS, que contiene


información de todos los productos cuya venta está autorizada en España. Se puede
consultar directamente vía web o a través de los servicios informativos del Colegio Oficial
de Farmacéuticos de la provincia.
¡Tenlo en cuenta!
En los módulos de DISPENSACIÓN DE PRODUCTOS FARMACÉUTICOS y DISPENSACIÓN DE PRODUCTOS

PARAFARMACÉUTICOS estudiaremos con más detalle las fuentes de información sobre medicamentos y productos

de salud.

Otras fuentes de información son los catálogos que elabora el Consejo General de Colegios
Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF): el Catálogo de Medicamentos y el Catálogo de
Productos de la Salud, que se actualizan anualmente. El CGCOF también comercializa
una base de datos, la bot PLUS, que incluye la información de los catálogos y muchas
aplicaciones adicionales.
En caso de duda sobre la comercialización de un medicamento concreto, debe contemplarse
la posibilidad de consultar su estado tanto a los mayoristas como al propio laboratorio
fabricante, que es quien tiene la información más precisa. Los catálogos del CGCOF
incluyen los datos de los laboratorios farmacéuticos para contactar con ellos.
Además, para la gestión de compraventa de los productos de salud, es básico disponer
del vademécum de cada laboratorio, de su tarifa de precios actualizada y de sus
condiciones comerciales. Esta información la suministra el propio laboratorio.

Formulación magistral
El personal que realiza formulación magistral debe tener a su disposición el Formulario
Nacional (FN) y la Real Farmacopea Española (RFE), ya que contienen información
esencial para elaborar fórmulas.

¡Tenlo en cuenta!
En el módulo de FORMULACIÓN MAGISTRAL estudiaremos la información que contienen el FN y la RFE, y la

importancia que tienen estos libros en formulación magistral.

Equipos y máquinas
Los manuales de instrucciones y de mantenimiento de todos los equipos y máquinas que
haya en la oficina de farmacia deben estar disponibles para su consulta. Por ejemplo:
balanzas, tensiómetros, neveras, etc.

2.5.2. Documentación de registro


Los requisitos de calidad son muy rigurosos en las oficinas de farmacia. Por ello existe la
obligación de registrar documentalmente bastantes actuaciones y procesos, de forma que
posteriormente se puedan evaluar y analizar. Como ocurría en el caso anterior, algunos
registros se efectúan a partir de documentación interna y otros se deben efectuar en
documentos externos que, en este caso, son oficiales.

En la oficina de farmacia se maneja una gran variedad de


documentación.
Documentación interna
Existe obligación de registrar algunos procesos, como los que se llevan a cabo en
formulación magistral, los controles de temperatura de las neveras o las operaciones de
limpieza, entre otros. Para estos casos la oficina de farmacia debe elaborar documentos
apropiados, que se deben cumplimentar en la forma y frecuencia que prevea el PNT
correspondiente.

Documentación externa
Algunos registros se deben efectuar en documentos oficiales. Los más importantes son:
-El libro recetario, donde se deben anotar las dispensaciones de psicotrópicos, fórmulas
magistrales, estupefacientes y medicamentos de especial control médico.

-El libro de contabilidad de estupefacientes, donde se deben anotar las dispensaciones


de los medicamentos que están incluidos en la lista oficial de estupefacientes. Las
dispensaciones de estos medicamentos se deben comunicar, mediante el documento o
informe que corresponda, a las autoridades sanitarias con la periodicidad que esté
establecida.

Estos libros pueden estar en soporte de papel o bien informatizados.

2.5.3. Documentación de farmacovigilancia


La farmacovigilancia es el conjunto de procedimientos establecidos para obtener
información sobre los medicamentos comercializados, principalmente para identificar
reacciones adversas que no se habían detectado en las fases previas a la comercialización.
Para llevarla a cabo, la legislación establece las obligaciones de los distintos sectores
implicados y los procedimientos por los cuales se debe notificar cualquier incidencia para
que sea investigada y se adopten las medidas oportunas.

El Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de uso humano está integrado


por:
-La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que obra
como centro coordinador de los órganos autonómicos de farmacovigilancia y centraliza
las notificaciones que se efectúan a la Agencia Europea de Medicamentos o las que se
reciben desde ella.

-Los centros de farmacovigilancia autonómicos, dependientes de las autoridades


sanitarias de la comunidad.

-Todos los profesionales sanitarios, entre los que se incluye el personal farmacéutico,
que debe conocer el procedimiento de notificación que seguirá si detecta reacciones
adversas inesperadas y también el protocolo de actuación que observará en caso de que
reciba una alerta por parte del sistema de farmacovigilancia.
Las reacciones adversas
El objetivo principal de la farmacovigilancia, como ya hemos señalado, es
detectar reacciones adversas a los medicamentos.

¡Tenlo en cuenta!
El Real Decreto 1344/2007, de 11 de octubre, regula la farmacovigilancia de medicamentos de uso humano. Este

real decreto desarrolla el capítulo VI del título II de la Ley 29/2006, de 29 de julio, de garantías y uso racional

de los medicamentos y productos sanitarios.

Una reacción adversa a un medicamento (RAM) es cualquier respuesta a ese


medicamento que sea nociva y no intencionada, y que tenga lugar con una dosificación
normal.
La ficha técnica y el prospecto de cada medicamento describen las reacciones adversas que
se pueden esperar del medicamento; esas reacciones no se deben notificar. Solamente se
deben notificar las reacciones adversas inesperadas.
Una reacción adversa inesperada es cualquier reacción adversa cuya naturaleza,
gravedad o consecuencias no sean coherentes con la información descrita en la ficha
técnica del medicamento.
Así, cualquier profesional sanitario que sospeche que un medicamento ha ocasionado una
RAM inesperada tiene la obligación de notificarlo, a través de los canales establecidos en el
Sistema Español de Farmacovigilancia.

Documento 2.7
La investigación clínica de medicamentos
La investigación clínica de los medicamentos se divide en cuatro fases:

La fase IV se instauró tras el problema causado en la década de 1950 por la talidomida. Este
medicamento se comercializó como tratamiento para los mareos de las embarazadas,
habiendo superado satisfactoriamente las tres fases de investigación clínica. Cuatro años
después del inicio de su comercialización, se observó un aumento de casos de focomelia
(una malformación congénita que hace que los bebés nazcan sin extremidades o con
malformaciones graves en ellas) y un estudio epidemiológico demostró que la causa había
sido la exposición del feto a la talidomida durante el embarazo.
Tras este problema, se vio la necesidad de revisar las fases de investigación de los
medicamentos y de mantener la vigilancia tras la autorización y comercialización.
La notificación
La notificación por parte de profesionales sanitarios es la forma más eficiente para la
identificación de riesgos previamente no conocidos de los medicamentos.
Para realizar una notificación se debe cumplimentar una ficha llamada tarjeta amarilla y
enviarla al centro de farmacovigilancia que corresponda. Esta tarjeta originalmente era de
papel y se enviaba por correo postal; en la actualidad es más habitual la tarjeta amarilla
electrónica, que se puede rellenar y enviar directamente a través de internet.

Cada vez son más habituales los formatos digitales de tarjeta


amarilla para notificar RAM inesperadas.

La tarjeta amarilla es un formulario para la notificación de sospechas de RAM inesperadas


que los órganos autonómicos responsables de la farmacovigilancia facilitan a los
profesionales sanitarios.
Estas tarjetas se dividen en cinco partes principales:
-Persona usuaria. Nombre, sexo, edad y peso de la persona que ha sufrido la RAM.

-Medicamento/s. Se notifica primero el fármaco sospechoso de haber producido la


reacción y luego los demás fármacos que haya estado tomando la persona durante los
tres meses anteriores. Se debe indicar, si se conoce, el comienzo y el final del tratamiento
y el motivo de la prescripción para cada medicamento que se incluya en la lista.

-RAM. Detalle de las reacciones que ha tenido la persona. También se debe especificar la
fecha del inicio y, si es el caso, del final.

-Observaciones. En este apartado se incluyen otros datos de interés: alergias,


enfermedades crónicas, pruebas diagnósticas recientes, etc.

-Profesional. Datos de la persona que realiza la comunicación.

Las alertas
Los organismos competentes dan respuesta personal a todas las notificaciones que reciben.
En ocasiones detectan que una determinada reacción adversa, advertencia o
incompatibilidad se debe incorporar a la ficha técnica del medicamento o, incluso, que un
medicamento se debe retirar del mercado.

¡Tenlo en cuenta!
Las alertas de efectos desconocidos indeseados se pueden consultar en la página web http://www.agemed.es de

la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).


Cuando esto sucede, emiten a través del sistema de farmacovigilancia una alerta que
desencadena una serie de actuaciones:
-El laboratorio farmacéutico realiza las acciones que le soliciten: retirar el medicamento o
inmovilizarlo, hacer una nueva ficha técnica, etc.

-El personal que prescribe el medicamento recibe la información sobre los cambios que se
van a producir y sobre las posibles reacciones hasta entonces desconocidas, así podrá
adoptar las medidas oportunas.

-El personal farmacéutico también recibe la información y actúa en consecuencia. Cuando


se solicita una devolución del medicamento, todas las unidades se deben retirar y
almacenar en la zona de devoluciones, hasta que el distribuidor o el laboratorio pasen a
recogerlas.

2.5.4. Documentación de gestión

La gestión de una oficina de farmacia es compleja, ya que incluye todos los aspectos de
gestión de almacén y compraventa que tiene cualquier empresa, más aspectos específicos
debidos a las características de los pro- ductos que comercializa: control sobre la compras
de determinados produc- tos por parte de las autoridades, recetas que se deben conservar
para demostrar que la dispensación ha sido correcta, recetas que se deben enviar a la
administración o a mutuas para que abonen el porcentaje del importe que les corresponde,
medicamentos que es obligatorio tener en la oficina de farmacia, etc.
Podemos distinguir dos grupos de documentación de gestión, que estudiaremos en
próximas unidades:
-Gestión de compraventa. Los documentos de compraventa son diversos: hojas de
pedido, albaranes, facturas, hojas de devolución, etc. Algunos de los documentos se
presentan en papel, pero la elaboración y el procesamiento de la información se llevan a
cabo con programas de gestión. En las próximas unidades estudiaremos estos
documentos y otros aspectos de la compraventa.

-Gestión de la dispensación. La obligatoriedad de presentar recetas para que se puedan


dispensar ciertos medicamentos, y el hecho de que ciertas recetas comporten una forma
de pago compartido entre la persona usuaria y el SNS hacen que la gestión de la
dispensación –de la forma de venta– sea compleja y específica de las oficinas de
farmacia.

En esta gestión se deberán tener en cuenta varios aspectos, que estudiaremos en la parte
final del módulo:

1-Se deben identificar los distintos tipos de recetas y validar que son correctas para la
dispensación solicitada.

2-Se debe calcular al momento el importe que abonará la persona que presenta una
receta del SNS.

3-Se debe recopilar periódicamente toda la información sobre las recetas con cargo al
SNS y presentarla a las autoridades sanitarias para que procedan a abonar el
porcentaje que corresponde.

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