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La concentración
En la unidad anterior empezamos a estudiar las disoluciones, en esta aprenderemos cómo
debemos proceder para elaborarlas. Como es lógico, necesitaremos un soluto y un
disolvente para hacerlo.
Cuando elaboramos fórmulas que sean disoluciones, usaremos los solutos que corresponda
y deberemos escoger un disolvente:
En el cual el soluto sea soluble.
Que sea adecuado para el uso a que vamos a destinar la disolución. Por ejemplo, si la
vamos a usar para elaborar un producto bebible destinado a niños no deberemos usar un
disolvente alcohólico.
Una vez que sabemos qué soluto y qué disolvente usaremos, debemos determinar qué
cantidad de cada uno tenemos que mezclar. Si aplicamos una fórmula o un método analítico,
la información estará en la documentación, expresada en forma de concentración.
La concentración de una disolución es la cantidad de soluto que hay en una determinada
cantidad de disolución o de disolvente.
Existen distintas formas de expresar la concentración, como veremos a continuación. En
todos los casos, deberemos hacer los cálculos prestando mucha atención a las unidades
(las que corresponden a la expresión de la concentración, las de los instrumentos o equipos
de medición, etc.) para no cometer errores.
¡Tenlo en cuenta!
El término concentración se refiere a la cantidad de soluto presente en una disolución. Sin embargo, se usa
también para la cantidad de principio activo o excipientes contenidos en cualquier forma farmacéutica, ya sea
una disolución, una suspensión o un comprimido. Por ello el correcto manejo de concentraciones es
Su cálculo requiere conocer el peso de la disolución que será, lógicamente, la suma de los
pesos del soluto y del disolvente.
Otra forma de expresar la concentración mediante un porcentaje en peso son las partes por
millón.
Las partes por millón (ppm) expresa los gramos de soluto que se encuentran disueltos en
106 g de disolución.
Las ppm son una forma de expresar la concentración que se emplea mucho en farmacia,
donde muy a menudo las concentraciones de principio activo son muy pequeñas.
Esta expresión de concentración se utiliza cuando tanto el soluto como el disolvente son
líquidos.
¡Tenlo en cuenta!
En las disoluciones hidroalcohólicas, es decir, en disoluciones alcohol-agua, el porcentaje en volumen equivale
a los grados alcohólicos. Por ejemplo, un alcohol de 90º contiene un 90% v/v de alcohol.
5.2.3. El porcentaje en peso/volumen
El porcentaje en peso/volumen (% p/v) expresa los gramos de soluto contenidos en 100
ml de disolución.
5.2.4. La molaridad
La molaridad (M) indica la cantidad de soluto en moles que puede encontrarse en 1 l de
disolución.
Los moles
El mol es la unidad de cantidad de sustancia en el Sistema Internacional y también el
símbolo de dicha unidad.
¡Tenlo en cuenta!
La molaridad se expresa con el valor que corresponda y la letra M, que se lee «molar». Por ejemplo, si vemos
12.
Los compuestos
En este caso la partícula es una molécula. Su masa, que se denomina masa molecular o
peso molecular, se calcula sumando las masas de todos los átomos que la forman. Por
ejemplo, para conocer la masa molecular del agua (H2O) debemos sumar la masa atómica
de dos átomos de hidrógeno más la masa atómica de un átomo de oxígeno:
1,0079 · 2 + 15,9999 = 18,0157 u
Para calcular los moles, en este caso tendremos en cuenta que 1 mol equivale a la masa
molecular en gramos. Siguiendo con el ejemplo:
1 mol de H2O equivale a 18,0157 g de H2O
↓
En 18,0157 g de H2O hay 6,022 · 1023 moléculas de H2O
Para saber la cantidad moles de una sustancia que corresponden a un determinado peso,
seguiremos el mismo procedimiento que en el caso de las sustancias simples, dividiendo el
peso en gramos por la masa molecular.
El cálculo de la molaridad
En la práctica, para calcular la molaridad seguimos tres pasos:
1.Calculamos la masa atómica o molecular del soluto.
2.Calculamos la cantidad de moles de soluto.
3.Aplicamos la fórmula de la molaridad.
También en este caso debemos prestar atención a las unidades y hacer las conversiones
necesarias.
5.2.5. La normalidad
La normalidad (N) expresa el número de equivalentes-gramo de soluto existentes en un
litro de disolución.
¡Tenlo en cuenta!
La normalidad se expresa con el valor que corresponda y la letra N, que se lee «normal». Por ejemplo, si vemos
Los equivalentes-gramo
El número de equivalentes-gramo (Eq-g) de un compuesto se obtiene dividiendo el número
de moles de dicho compuesto por su valencia.
La valencia es el número de electrones que un elemento pone en juego cuando forma un
compuesto determinado o durante una determinada reacción química.
Por ejemplo, en el agua la valencia del oxígeno es 2 (comparte 2 electrones) y la del
hidrógeno, 1 (comparte un electrón) por lo que se formarán 2 enlaces combinándose un
átomo de oxígeno con dos de hidrógeno para formar agua (H2O).
¡Tenlo en cuenta!
Si la valencia del soluto es 1, la normalidad coincide con la molaridad.
¡Tenlo en cuenta!
Muchos elementos pueden actuar con más de una valencia. En la tabla periódica se incluyen las valencias con
El cálculo de la normalidad
Para calcular la normalidad podemos seguir cuatro pasos:
1.Calculamos la masa atómica o molecular del soluto.
2.Calculamos la cantidad de moles de soluto.
3.A partir del número de moles calculamos los equivalentes-gramo de soluto.
4.Aplicamos la fórmula de la normalidad.
5.2.6. La molalidad
La molalidad (m) es el número de moles de soluto que hay en un kilogramo de disolvente.
Observa que esta expresión de concentración es la única de las que hemos visto que utiliza
la cantidad de disolvente en lugar de la cantidad de disolución.
¡Tenlo en cuenta!
La molalidad se expresa con el valor que corresponda y la letra m, que se lee «molal». Por ejemplo, si vemos
La pureza
Si necesitamos que la concentración resultante sea muy exacta, deberemos tener en cuenta
la pureza del producto comercial que consta en la etiqueta de este, ya que nos indica la
cantidad real del soluto que habrá en 100 g de producto. Por ejemplo, un producto comercial
de NaCl con pureza del 95% tiene 95 g de NaCl en cada 100 g de producto; el resto son
impurezas.
5.3.2. Preparación de los materiales, equipos y
compuestos necesarios
Equipos agitadores
Existen diferentes equipos agitadores, aunque los más utilizados en la preparación de
disoluciones son los agitadores magnéticos. Estos equipos constan de una placa sobre la
cual se pone el vaso de precipitados con el soluto y el disolvente. El interior del equipo
consiste simplemente en un imán alargado, al que se puede imprimir un giro muy rápido.
El aumento de temperatura
Como ya estudiamos en la unidad anterior, un aumento de la temperatura implica un
aumento de la solubilidad y de la velocidad de disolución. Por tanto, si elevamos la
temperatura podremos elaborar la disolución con mayor facilidad. Para ello suelen usarse
baños de agua o placas calefactoras. Los baños de agua son más aconsejables porque el
calor es más uniforme que en las placas y es más fácil controlar la temperatura.
¡Tenlo en cuenta!
Muchos de los equipos agitadores magnéticos están dotados de sistemas de calentamiento, de forma que la
¡Tenlo en cuenta!
Además de estos pasos básicos, algunas disoluciones necesitan unos pasos adicionales para su preparación,
como puede ser ajustar su pH o esterilizarlas. Para regular el pH, muchas disoluciones van a incluir en su
composición buffers o disoluciones amortiguadoras, que estudiaremos al final de la unidad; para esterilizarlas,
podemos utilizar dos métodos que hemos estudiado en detalle en la UNIDAD DIDÁCTICA 3: el autoclave y la
Los datos de la disolución inicial los conocemos, y el volumen final que damos a la
dilución, también. Por tanto, el cálculo de la concentración resultante es sencillo:
Debemos tener en cuenta que ambos volúmenes de deben medir en las mismas unidades,
y que la concentración que obtendremos tendrá las mismas unidades que la inicial.
Otro dato que podemos obtener a partir de esta fórmula es la relación que hay entre las
veces que aumenta el volumen y las que se reduce la concentración al hacer una dilución.
Veamos cuál es la concentración final cuando aumentamos x veces el volumen (es decir,
para un volumen final igual a x veces el volumen inicial):
Así, vemos que cuando el volumen aumenta x veces, la concentración disminuye x veces.
5.4.2. ¿Cómo se expresan las diluciones?
Como ocurre con cualquier actividad que realicemos en el laboratorio, debemos poder
expresar de forma inequívoca qué es exactamente lo que hemos hecho. En el caso de las
diluciones, lo que se tiene en cuenta es el valor en que aumenta el volumen. Por ejemplo, si
hemos aumentado el volumen 10 veces expresaremos esa dilución como 1:10; si lo
hubiéramos aumentado 100 veces, sería 1:100, y así sucesivamente.
Esta forma de expresión nos informa de las veces que ha aumentado el volumen y, en
consecuencia, de las que se ha reducido la concentración.
¡Tenlo en cuenta!
Las disoluciones electrolíticas son las más habituales, ya que la mayoría de los compuestos químicos son iónicos
y el disolvente más habitual es el agua, una molécula bipolar. Sin embargo, hay muchos solutos que no se disocian
en disolución sino que mantienen su estructura. Por ejemplo, una disolución de agua y glucosa es una disolución
¡Tenlo en cuenta!
La magnitud opuesta a la conductividad es la resistividad, que mide la resistencia de un material a dejar pasar
la corriente eléctrica.
Por ejemplo, el agua pura no es conductora de la electricidad, mientras que una disolución
de cloruro de potasio en agua sí lo es, y su conductividad es mayor al aumentar la
concentración de soluto. De hecho, la conductividad es una forma común de medir la pureza
del agua.
La conductividad se puede medir directamente con un voltímetro, que nos dará la lectura en
pantalla. La unidad de conductividad eléctrica en el sistema internacional es el siemens por
metro (S/m), aunque los organismos de normalización europeos recomiendan utilizar un
submúltiplo, el milisiemens por metro (mS/m).
¡Tenlo en cuenta!
Decimos que el agua pura no conduce la electricidad, pero, en realidad, tiene una conductividad muy pequeña
que puede medirse con aparatos muy sensibles. Esto significa que, si bien en pequeñísima proporción, el
agua debe de estar disociada y que en agua pura debe de haber iones, aunque en concentraciones
extremadamente pequeñas. Este proceso se llama, a veces, autoionización o autoprotólisis del agua.
5.5.2. El pH
Una propiedad importante de las sustancias es su acidez o basicidad, es decir el pH que
producen cuando están en disolución.
El pH es una medida de la acidez o basicidad de una disolución. En concreto, es una forma
sencilla de indicar la concentración de iones hidrógeno o hidrones (H+) en una disolución.
La concentración de hidrones en las disoluciones suele dar cifras tan bajas que resultan muy
difíciles de manejar. Para resolverlo se utiliza el pH, que es el logaritmo negativo de la
concentración de hidrones (pH = −log [H+]).
Así, si decimos que una disolución tiene un pH x, significa que tiene una concentración de
hidrones de 10-x M, es decir, que en cada litro de esa disolución hay 10-x moles de hidrones.
¡Tenlo en cuenta!
El pH es una característica de las sustancias que se utiliza como parámetro de identificación. A partir de un pH
no podemos decir a qué sustancia corresponde; pero conociendo la sustancia que estamos analizando, sí
podemos obtener información a partir de su pH, por ejemplo, sobre su pureza (si tiene impurezas el pH será
pH Concentración
de hidrones
pH > 7 Básico −
↓
pH = 7 Neutro +
pH < 7 Ácido
Los ácidos
Los ácidos son compuestos químicos que disueltos en agua dan una disolución con un pH
menor a 7, debido a que al formar la disolución se disocian y liberan hidrones (H+).
Por ejemplo, el compuesto HNO3 en disolución acuosa se disocia en sus iones: H+ y NO3−.
Como libera hidrones, es un ácido.
¡Tenlo en cuenta!
Maneja con cuidado los ácidos y las bases. Los ácidos y bases fuertes son sustancias corrosivas y pueden producir
quemaduras muy graves. Es peligroso incluso comprobar el tacto jabonoso de algunas bases.
Dependiendo del grado de disociación distinguimos entre ácidos fuertes que son los que
en disolución acuosa se encuentran totalmente disociados en sus iones correspondientes
y ácidos débiles, que son los que se disocian solo parcialmente cuando están en disolución
acuosa.
¡Tenlo en cuenta!
Los ácidos débiles tienen pH más elevados que los ácidos fuertes. Cuanto más bajo es el pH, mayor es la acidez.
Las bases
Las bases son compuestos químicos que disueltos en agua dan una disolución con un pH
mayor a 7, debido a que al formar la disolución se disocian y liberan iones hidróxido (OH−),
o lo que es lo mismo, reducen la concentración de hidrones.
Por ejemplo, el compuesto NaOH en disolución acuosa se disocia en sus iones: Na+ y OH−.
Los iones hidróxido liberados se combinarán con los iones hidrógeno presentes para formar
agua:
H+ + OH− ⟶ H2O
Por tanto, la liberación de iones hidróxido hará reducir la concentración de iones hidrógeno
porque hará que formen agua; en consecuencia, aumentará el pH.
Dependiendo del grado de disociación distinguimos entre bases fuertes, que en disolución
acuosa se encuentran totalmente disociadas en sus iones correspondientes y bases
débiles, que se disocian solo parcialmente cuando están en disolución acuosa.
¡Tenlo en cuenta!
Las bases débiles tienen pH más bajos que las bases fuertes. Cuanto más alto es el pH, mayor es la basicidad.
Ácidos Bases
Ácido clorhídrico Limpiar, tratar y galvanizar Hidróxido de sodio Industria papelera y textil
(HCl) metales, curtir cueros (sosa) (NaOH)
El papel pH o papel indicador universal son tiras de papel coloreadas, que están
impregnadas de una mezcla de indicadores de pH y que cambian de color según el pH de
la disolución.
Medir el pH con papel indicador es muy simple: se toma una porción de papel y se impregna
con una gota de disolución de pH desconocido. El papel cambia de color a los pocos
segundos, según el pH de la disolución. Habitualmente, el papel indicador va acompañado
de una escala de colores en la que figura el valor de pH con el que se corresponde cada
color. Con este método solo se obtiene una medida aproximada del pH.
Los pHmetros
Los pHmetros son aparatos que sirven para medir el pH con gran exactitud. Estos equipos
son voltímetros que cuentan con un electrodo que se sumerge en el líquido cuyo pH
queremos conocer y una pantalla en la cual podemos leer directamente el resultado.
Antes de utilizar el pHmetro hay que comprobar que está calibrado. La calibración del
pHmetro en los laboratorios suele hacerse diariamente, usando disoluciones patrón de pH
conocido, y siguiendo las instrucciones del fabricante.
¡Tenlo en cuenta!
A la hora de preparar una disolución tampón hay que tener en cuenta que la capacidad reguladora de la
disolución tampón es máxima cuando las concentraciones del ácido y de la sal son iguales. Por ejemplo, una