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Mundo Ibérico: Oliveira Márquez

Desde el siglo XIV hasta el XV la península Ibérica estuvo repartida en 5 estados distintos:

En el occidente con fronteras no muy diferentes a las de hoy, se encontraba Portugal con unos
90.000 km2 de superficie;

En el centro se encontraba Castilla, con Galicia, Asturias, León, Castilla la Vieja, Castilla la
Nueva, Extremadura, Andalucía y Murcia con una superficie total aproximada de 350.000km2;

En el Noreste se encontraba el pequeño reino de Navarra con solamente 10.000km2;

Al oriente estaba el Reino de Aragón con sus cuatro subdivisiones: Aragón, Cataluña, Valencia
y las islas Baleares, con un total de 100.000km2;

Finalmente al sur se encontraba el reino musulmán de Granada, con las actuales provincias de
Málaga, Granada y Almería con unos 30.000km2 como máximo.

Tanto Castilla como Portugal y Aragón siempre tuvieron en sus planes unificar la península y
ser los soberanos pero esto no se pudo dar y los intereses económicos separaron la península
en áreas distintas. Así que el pensamiento unificador derivó en estrategias matrimoniales o
pretensiones sucesorias por un lado y guerras por otro.

Se dieron 5 momentos de unificación de la península:

Portugal con Castilla entre 1383-1385

Castilla con Aragón 1469-1479

Portugal con Castilla 1474-1479

España con Granada 1492

España con Portugal 1497-1500 (casi conduce a una unión total)

1383Beatriz hija de Fernando Primero de Portugal, se casó con el Rey de Castilla Juan I.

Tras la muerte de Fernando I los dos esposos fueron aclamados como Reyes de Castilla y
Portugal, pero esto derivó en una guerra y el derrocamiento de Juan I en la batalla de
Aljubarra. Después de unos cuantos años de hostilidad y mediación de Inglaterra y Francia,
Castilla reconoce nuevamente la separación y autonomía de Portugal.

1469 Isabel hermana y heredera de Enrique IV de Castilla se casó con Fernando el heredero
a la corona de Aragón. 1474 tras la muerte de Enrique IV Isabel es aclamada como la soberana
de Castilla. Cinco años después murió Juan II de Argón y subió al trono Fernando II
comenzando a utilizar otra vez el término “España” para referirse al reino unificado.

1474 Enrique IV de Castilla designo designó como sucesora de la corona a su hija Juana
quien ante los ojos de todos no era hija legitima del rey sino de la reina y su amante, es por
ello que reconocieron a Isabel como heredera del trono tras la muerte de su padre. Juana se
casó con Alfonso V quien se proclamaría soberano de Portugal y Castilla. Pero este no pudo
contra la unión de Isabel y Fernando de Aragón. En 1479 Alfonso V es obligado reconocer los
derechos legales de Isabel a la corona de Castilla.

1479 Manuel I de Portugal desposo a Isabel hija mayor de los Reyes Católicos. Tras la
muerte de Juan el único heredero varón, Isabel paso a ser la heredera de la corona de Castilla y
Aragón. De su matrimonio con Manuel I nació su hijo Miguel en 1498 quien llevaría a cabo la
unión de las tres coronas. Pero Isabel murió en 1498 y la muerte prematura del hijo Miguel en
1500 puso fin al sueño. Tras la muerte de Isabel, Manuel se casa con María la hermana de
Isabel, pero no sirvió de nada dado a que la heredera era Juana por ser más grande

A comienzos del s XIV la península tendría alrededor de unos 7.5 millones de habitantes

Peste negra en 1348-1351 hizo bajar drásticamente el número de habitantes de todos los
estados ibéricos. A mediados del S VX comenzó nuevamente el aumento demográfico,
llegando a más de 7.5 millones de habitantes. Entre los rasgos a destacar está el hecho de que
la población del campo se desplazó a los centros urbanos en busca de mejoras de vida y
laborales.

Aunque el España la mayor parte de la población estaba en el medio rural, las ciudades
también tenían un papel muy importante, por ello las ciudades fueron aflorando en toda la
Península Ibérica. En Castilla por ejemplo la gran metrópolis era Sevilla con unos 50mil
habitantes a fines del S XV. En la Corona de Aragón, Valencia igualaba a Sevilla seguida por
Barcelona con unos 30mil habitantes. En Portugal el fenómeno urbano se mostraba distinto,
pues a una gran ciudad, Lisboa, comparable a Sevilla y Valencia seguía un conjunto de ciudades
pequeñas, todas ellas de meno de 10mil habitantes. Las ciudades más importantes de este
mundo Ibérico, Sevilla, Valencia y Lisboa eran ciudades portuarias, dos de ellas daban al
Atlántico. En el caso de Sevilla se encontraba alejada del centro de decisión del rey, sin
embargo Lisboa en Portugal, suponía la capital económica, política y cultural.

La sociedad seguía organizada por sus tres órdenes oficiales: Nobleza, Clero y el pueblo. Pero la
realidad de las ciudades demandaban otra forma de clasificar; por un lado se hallaban los ricos
hombres, los distinguidos y con títulos. Por debajo de ellos estaba un sector más amplio y
heterogéneo de caballeros, escuderos e hidalgos.

Entre la nobleza y el pueblo de productores y artesanos se había creado algo así como una
“clase media” de caballeros villanos que tenían una participación más activa en la ciudad. Este
grupo estaba comprendido principalmente por mercaderes, y pequeños y medios propietarios
de tierras, artesanos ricos letrados, clérigos y otros. La crisis resalto su importancia política y
social y los hizo aliados de los soberanos.

El tercer y último escalón estaba ocupado por los campesinos y artesanos quienes suponían la
mayoría del pueblo.

Por último viviendo separados de todos estos se encontraban los judíos y los moros. Los judíos
eran generalmente de condición urbana.

Bajo el punto de vista económico, el hecho más importante de los siglos finales de la Edad
Media fue la “inserción de la Península en el circuito comercial atlántico y en los itinerarios
mercantiles internacionales”. Hasta entonces, el comercio internacional de mayor relieve se
hacía con el mundo mediterráneo y la Corona de Aragón <más particularmente Cataluña> era
el participante privilegiado.

Apertura del estrecho de Gibraltar para la navegación resultante de las conquistas


intermitentes de los cristianos en Gibraltar y Ceuta en África, esto permitió una mayor
circulación comercial.
Principales exportaciones: Lana, aceite, vino y hierro. Castilla Ganadería trashumante de
Castilla adquirió mayor importancia.

Sal, vino, fruta, corcho. Portugal

Estos elementos permitieron la reconstrucción agraria de siglo XV, permitiendo una agricultura
rentable t la reconversión de muchas rentas señoriales.

Se exportaban a todo el norte de Europa, desde Francia hasta Europa.

Progreso Económico se hiso sentir en los medios y las técnicas comerciales: ferias, lonjas,
sociedades, actividades bancarias, medios de pago, seguros, correspondencia mercantil, entre
otros. Pero la moneda de las tres grandes monarquías ibéricas, cada vez más utilizada, se
devaluó gradualmente. Las doblas, las blancas y los reales de Castilla, los escudos y reis de
Portugal y, con menos intensidad, los florines y los croats de la Corona de Aragón, carecían de
una base firme de oro y plata abundantes en los Estados respectivos.

Toda la península, como toda Europa tenía “hambre” de metales preciosos, sobre todo de oro.
En Portugal, la devaluación alcanzo límites incalculables, un marco de plata valía 14 libras en
1325 y 70mil libras en 1480. Las ciudades se convirtieron en un polo económico indispensable
en cada una de las monarquías ibéricas.

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