Está en la página 1de 3

1.

La consolidación del reino de Castilla y la formación del reino de Portugal


y el de Navarra.

Fernando III consiguió unificar definitivamente el reino de Castilla y el reino de


León, apareciendo la Corona de Castilla en 1230 y convirtiéndose en el reino más
poderoso y extenso de la Península Ibérica.
Al inicio del siglo XII, Portugal pasó a ser un condado dependiente de Castilla y
León y posteriormente conseguirá la independencia con Alfonso Enríquez.
El reino de Pamplona había estado unido al de Aragón. Tras su separación de
este reino, el reino de Pamplona se quedó encajonado entre los reinos de Castilla
y Aragón, bloqueando su expansión hacia el sur. A mediados del siglo XII, Sancho
VI cambio el nombre de Pamplona por el reino de Navarra.

2. Formación y consolidación de la Corona de Aragón

La Corona de Aragón se formó en el año 1137, con el matrimonio de Petronila,


heredera del rey de Aragón y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. La
Corona de Aragón incluía el reino de Aragón, los condados catalanes y los
condados de occitania (Norte de los Pirineos) y posteriormente también el reino de
Valencia y el reino de Baleares. A principios del siglo XIII perdió sus posesiones al
norte de los Pirineos, tras ser derrotada por Francia que había ocupado los
territorios occitanos de Aragón para luchar contra la herejía de los cátaros.

3. La gran expansión cristiana del siglo XIII.

Los reinos cristianos (Castilla, Aragón y Navarra) unieron sus fuerzas y


derrotaron a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Los
almohades desaparecieron de la península y los reinos cristianos pudieron
reiniciar el avance de la Reconquista hacia el sur. Durante el siglo XIII, Castilla
ocupó Extremadura y también en Valle del Guadalquivir. Aragón conquistó las
islas Baleares, Valencia y Murcia en el Este, mientras que Portugal ocupó hasta
el sur sus fronteras actuales. De Al-Andalus solo quedó el reino de Granada.

4. La repoblación del siglo XIII.

Castilla repobló sus nuevos territorios con vascos, leoneses y castellanos,


concediéndoles tierras o viviendas en las ciudades. Pero la mayor parte de la
tierra se entregó como grandes latifundios a nobles y órdenes militares por su
ayuda en las campañas militares. La mayor parte de los musulmanes de los
nuevos territorios castellanos fueron expulsados o huyeron al norte de África o al
reino de Granada.
La Corona de Aragón usó mayoritariamente catalanes para repoblar sus nuevos
territorios y en menor medida aragoneses. La mayor parte de los musulmanes de
esta zona permanecieron en sus territorios. También se concedieron grandes
latifundios a órdenes militares, nobles y monasterios por su ayuda en las
campañas militares.

5. La organización política de la Corona de Castilla

La Corona de Castilla y el reino de Navarra constituían un único estado, con


unas únicas Cortes para todo el territorio y una misma ley. El monarca castellano
tenía poderes muy extensos ya que las Cortes castellanas solo tenían funciones
consultivas sin la capacidad de legislar y tampoco limitaba el poder del rey al
dejar de asistir a ellas la nobleza y el clero. La nobleza acabó dominando los
municipios castellanos a partir del siglo XIV aprovechando su cierta autonomía.

6. La organización política de la Corona de Aragón

La Corona de Aragón era una asociación de reinos (Aragón, Cataluña, Valencia y


Baleares ) cada uno con sus propias Cortes, instituciones y leyes. Solo
compartían el monarca. El rey tenía un representante en cada reino (virrey).
El poder del monarca estaba muy limitado, porque para gobernar y establecer
nuevos impuestos y leyes debía de pactar con las Cortes. Para vigilar lo acordado
en las Cortes, se creó la Diputación del General (Generalitat) primero en Cataluña
y luego en Aragón. En las ciudades de la Corona de Aragón, una burguesía
mucho más poderosa y enriquecida consiguió controlar el gobierno de las
ciudades a través de los Consejos (por ejemplo el Consejo del Ciento ).

7. La Mesta y la economía de Castilla

La mayor parte de la población en Castilla era campesina y se dedicaba a la


agricultura de secano (cereales), aunque fueron aumentando el cultivo de vino y
aceite para la exportación. Sin embargo, la economía castellana acabó
especializándose en la ganadería de oveja merina, que producía una lana de gran
calidad que era comercializada en los principales mercados y ferias textiles
(Burgos, Medina del Campo, Villalón) y luego exportada por vía marítima a
Flandes, donde se fabricaban los productos textiles de mejor calidad y precio.
Esta exportación benefició a los marineros vascos y cántabros, que se encargaban
de exportar la lana (también hierro) desde sus puertos del norte y acabaron
creando la Hermandad de la Marina de Castilla y también a la nobleza castellana,
que eran dueños de inmensos territorios llenos de ovejas, enriqueciéndose con la
exportación de lana. Los perjudicados fueron la burguesía castellana que no pudo
prosperar por la falta de calidad y el excesivo precio de sus productos textiles.
La Mesta surgió como una asociación que regulaba la trashumancia ( el viaje de
los rebaños de ovejas desde las tierras bajas a las montañas en verano y desde
las montañas a las tierras bajas en invierno) a través de las cañadas. La Mesta
siempre se vio favorecida por por los monarcas castellanos obteniendo grandes
privilegios en detrimento de la burguesía y los campesinos.

8. La expansión comercial y militar de la Corona de Aragón

La Corona de Aragón compaginó la ganadería ovina y la agricultura de regadío


con un desarrollo artesanal, textil, metalúrgico y de naviero. Además, desde el
siglo XII, la Corona de Aragón desarrollo un activo comercio exterior por el
Mediterráneo, exportando desde los puertos de Barcelona, Palma y Valencia
tejidos, aceites, instrumentos o armas de hierro e importando especias, tejidos de
seda, azúcar y trigo. Aparecieron los Consulados del Mar para defender los
intereses de los comerciantes de la Corona de Aragón. Para proteger sus rutas
comerciales por el mediterráneo, los monarcas llevaron a cabo una política de
conquistas, ocupado Sicilia, Cerdeña y más adelante los ducados de Atenas y
Neopotria gracias a los mercenarios almogávares. En el siglo XV alcanzó su
máxima expansión con la conquista de Nápoles.

9. La crisis de la Baja Edad Media en la península ibérica.

Durante crisis del siglo XIV en Castilla se produjo la lucha entre los monarcas,
que querían imponer su autoridad a la nobleza y la propia nobleza, que querían
aumentar su privilegios e independencia. La primera guerra civil castellana
enfrentó a Pedro I el Cruel contra parte de la alta nobleza de Castilla que apoyaba
a Enrique de Trastámara, hermano bastardo del rey, como nuevo monarca de
Castilla. La victoria de Enrique de Trastámara, aumentó el poder y privilegio de la
nobleza castellana, que siguió rebelándose con los posteriores reyes castellanos.
Además tuvo lugar en Galicia la revuelta Irmandiña, entre la pequeña nobleza,
burguesía y los campesinos contra los abusos de la nobleza, provocando grandes
destrucciones de castillos pero finalmente fue sofocada.

En la Corona de Aragón la crisis del siglo XIV afectó aún más, con grandes brotes
de Peste Negra que provocó despoblamiento en el campo y colapsó el comercio
mediterráneo. Se abrió una crisis política con la muerte sin descendencia de
Martín el Humano, solventada con el Compromiso de Caspe de 1412, donde
Fernando de Antequera de los Trastámara fue elegido como nuevo monarca.

En Cataluña se desarrollaron dos graves conflictos sociales: Los campesinos


llamados remensas, se sublevaron contra los abusos de los nobles. En Barcelona,
estalló un enfrentamiento entre la oligarquía urbana, que controlaba el gobierno
municipal y había formado el partido de la Biga, contra el rey Juan II, que era
apoyado por los remensas y por el partido llamado la Busca, formado por
pequeños artesanos y comerciantes arruinados por la crisis económica.

También podría gustarte