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EL TRATADO DE MICHELENA DE POMBO

El Tratado Michelena-Pombo, fue un tratado de amistad, alianza, comercio,


navegación, y límites, firmado en Bogotá en 1833 entre el ministro plenipotenciario
de Venezuela, Santos Michelena, y el secretario de Relaciones Exteriores de la
República de la Nueva Granada (actual Colombia), Lino de Pombo.
Una vez ocurrida la desintegración de la Gran Colombia y la reconstitución de
Venezuela como Estado independiente y soberano, el gobierno del presidente
José Antonio Páez se propuso normalizar sus relaciones con la Nueva Granada
en torno a 2 objetivos fundamentales: la redistribución de la deuda de la Gran
Colombia y la celebración de un acuerdo que sellara de manera definitiva la
amistad entre ambos países, reglamentara su comercio y fijara formalmente sus
fronteras. Para tramitar estos asuntos, Páez designó el 6 de mayo de 1833, a su
secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores, Santos Michelena, con el carácter
de ministro plenipotenciario en Bogotá, quien se convirtió en el primer
representante diplomático venezolano con sede fija. Al llegar a la capital
neogranadina Michelena presentó sus cartas credenciales al presidente Francisco
de Paula Santander el 29 de agosto de 1833. Por su parte, Santander designó
como ministro plenipotenciario a su secretario de Interiores y Relaciones
Exteriores Lino de Pombo.
Las negociaciones entre Venezuela y la Nueva Granada comenzaron el 9 de
diciembre de 1833 y culminaron el 14 de diciembre del mismo año.

LAUDO ARBITRAL
El Laudo Arbitral de París del 3 de octubre de 1899 fue la sentencia emitida por un
tribunal arbitral reunido en París, creado según lo establecido dos años antes en el
Tratado Arbitral de Washington D.C. del 2 de febrero de 1897, en el cual, Estados
Unidos (en representación de Venezuela) por una parte y el Reino Unido (como
propietario de la colonia de Guayana Británica, actual República Cooperativa de
Guyana) por la otra, habían convenido someter a arbitraje internacional la disputa
sobre la frontera al Oeste de la colonia británica y el Este de la independiente
Venezuela, como mecanismo de solución amistosa al diferendo territorial

¿PORQUE SE DICE QUE EL ESEQUIBO ES NUESTRO?


La posición venezolana partía de que la frontera debía ser línea media del río
Esequibo en virtud del principio por el cual le correspondía los territorios de la ex
Capitanía General de Venezuela al momento de su independencia en 1810, la
cual tenía como frontera Este el río Esequibo; en contraste, la posición de Reino
Unido se basaba en un mapa de 1840 (aunque con algunas modificaciones
posteriores) del naturalista prusiano Robert Schomburgk cuya línea fronteriza
llegaba hasta Punta Barema en las bocas del río Orinoco (en el actual estado
Delta Amacuro) y los montes de Upata (en el actual estado Bolívar) abarcando un
área aproximada de 203.310 km² al Oeste de río Esequibo.
El dictamen fue favorable a Reino Unido al adjudicarle el territorio que hoy en día
se conoce como Guayana Esequiba de 159.500 km², al Oeste del río Esequibo,
aunque no en su máxima aspiración de abarcar hasta las bocas del río Orinoco y
controlar su navegación. Venezuela inmediatamente protestó el laudo resuelto por
el tribunal arbitral por considerar que habían existido vicios de nulidad en la
decisión, sin embargo, no fue sino hasta 1962 que logra un avance tangible al
denunciarlo ante el mundo en la máxima instancia internacional de la Organización
de Naciones Unidas (ONU), después del hallazgo de documentos que
comprometieron la legalidad del mismo.
La demanda venezolana fue admitida en el marco de la ONU, poniendo así en tela
de juicio la validez del laudo. Este evento conllevó a la firma del denominado
Acuerdo de Ginebra, el 17 de febrero de 1966, entre ambas partes más la
presencia del gobierno local de Guayana Británica, próxima a recibir la
independencia, momento en el cual sustituiría a Reino Unido en la cuestión del
diferendo territorial con Venezuela.
El aún vigente Acuerdo de Ginebra, es en sí un acuerdo transitorio para llegar a un
acuerdo final, por lo tanto, hasta no llegar a un arreglo práctico para una solución
satisfactoria definitiva, como lo plantea su texto, se mantiene el statu quo
plasmado en el Laudo Arbitral de París en 1899, donde la autoridad de
administración y ocupación permanece ligada al Reino Unido (poco después
sucedida a la independiente Guyana) sobre toda el área que le adjudicó el
dictamen y que desde entonces es reclamada por Venezuela. No obstante, se
reconoce la salvaguarda de los derechos de soberanía venezolanos sobre dicha
zona, por lo que ambos países se obligan a encontrar una solución concluyente,
pacífica y honorable para las partes.
Actualmente el diferendo territorial está en manos del Secretario General de las
Naciones Unidas en el marco del Acuerdo de Ginebra. Guyana sustituye a Reino
Unido en la controversia con Venezuela el 26 de mayo de 1966, fecha en la que
recibe la independencia de sus antiguos colonos, pocos meses después de la
firma del mencionado acuerdo. Los actuales gobiernos de Guyana y Venezuela
han dispuesto utilizar la figura del Buen oficiante cuya labor consiste en aproximar
a ambos gobiernos para que estos den con una solución satisfactoria para las
partes.

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