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El Laudo Arbitral de París del 3 de octubre de 1899 fue la sentencia emitida por un

tribunal arbitral reunido en París, creado dos años antes según lo establecido en
el Tratado Arbitral de Washington D.C. del 2 de febrero de 1897, en el cual Estados
Unidos (en representación de Venezuela) por una parte y el Reino Unido (como
propietario de la colonia de Guayana Británica, actual República Cooperativa de
Guyana) por la otra, habían convenido someter a arbitraje internacional la disputa
sobre la frontera al oeste de la colonia británica y el este de la independiente
Venezuela, como mecanismo de solución amistosa al diferendo territorial.

La posición venezolana partía de que la frontera debía ser línea media del río
Esequibo en virtud del principio Uti possidetis iure (como poseías, seguirás
poseyendo) por el cual le correspondía los territorios de la ex Capitanía General
de Venezuela al momento de su independencia en 1810, la cual, se alega, tenía como
frontera este el río Esequibo. Sin embargo, la Real Cédula de 1777 no específica
hasta dónde llega el territorio de la Capitanía General de Venezuela, ni tampoco
las Capitulaciones de las Provincias. En contraste, la posición de Reino Unido se
basaba en un mapa de 1840 (aunque con algunas modificaciones posteriores) del
naturalista prusiano Robert Schomburgk cuya línea fronteriza llegaba hasta Punta
Barima en las bocas del río Orinoco (en el actual estado Delta Amacuro) y los
montes de Upata (en el actual estado Bolívar) abarcando un área aproximada de
203.310 km² al oeste de río Esequibo.

El dictamen fue favorable a Reino Unido al adjudicarle el territorio denominado por


Venezuela como Guayana Esequiba de 159.500 km², al oeste del río Esequibo, aunque
no en su máxima aspiración de abarcar hasta las bocas del río Orinoco y controlar
su navegación. Venezuela inmediatamente protestó el laudo resuelto por el tribunal
arbitral por considerar que habían existido vicios de nulidad en la decisión; sin
embargo, no fue sino hasta 1962 cuando logró un avance tangible al denunciarlo ante
la ONU, después del hallazgo de documentos que comprometieron la legalidad del
mismo.[cita requerida]

La demanda venezolana fue admitida en el marco de la ONU, poniendo así en tela de


juicio la validez del laudo.[cita requerida] Este evento conllevó a la firma del
denominado Acuerdo de Ginebra, el 17 de febrero de 1966, entre ambas partes más la
presencia del gobierno local de Guayana Británica, próxima a recibir la
independencia, momento en el cual sustituiría a Reino Unido en la cuestión del
diferendo territorial con Venezuela.

El aún vigente Acuerdo de Ginebra es en sí un procedimiento o acuerdo transitorio


para llegar a un acuerdo final, por lo tanto, hasta no llegar a un arreglo práctico
para una solución satisfactoria definitiva, como lo establece su texto, se mantiene
el statu quo plasmado en el Laudo Arbitral de París en 1899, donde la autoridad de
administración y ocupación permanece ligada al Reino Unido (poco después sucedido
por la independiente Guyana) sobre toda el área que le adjudicó el dictamen de
París y que desde entonces es reclamada por Venezuela. No obstante, se reconoce la
salvaguarda de los derechos de soberanía venezolanos sobre dicha zona, por lo que
ambos países se obligan a encontrar una solución concluyente, pacífica y honorable
para las partes.

El diferendo territorial estuvo en manos del Secretario General de las Naciones


Unidas en el marco del Acuerdo de Ginebra. Guyana sustituye a Reino Unido en la
controversia con Venezuela el 26 de mayo de 1966, fecha en la que recibe la
independencia de su antigua metrópoli, pocos meses después de la firma del
mencionado acuerdo. Los gobiernos de Guyana y Venezuela dispusieron utilizar los
buenos oficios en la figura del Buen Oficiante cuya labor consistió en aproximar a
ambos gobiernos para que éstos den con una solución satisfactoria para las partes.
El último Buen Oficiante fue el jamaicano Norman Girvan, propuesto por ambos
gobiernos y aceptado por el Secretario General de la ONU,1 quien falleció en abril
de 2014. Se esperó que ambos gobiernos decidieran, junto al Secretario General de
las Naciones Unidas, nombrarán un nuevo buen oficiante como ha sido tradicional
desde 1982 o si, por el contrario, tomarían algún mecanismo alternativo del
artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas sobre la solución pacífica de
controversias, contemplado en el Acuerdo de Ginebra en su artículo IV, numeral 1.

El 31 de enero de 2018 el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, anunció


que trasladaría el diferendo territorial entre ambos estados a la CIJ (Corte
Internacional de Justicia).

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