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EL ESEQUIBO ES NUESTRO

El Esequibo es una región disputada entre Guyana y Venezuela, que abarca aproximadamente el
60% del territorio de Guyana. Venezuela sostiene que el Esequibo es parte de su territorio
histórico y que fue arrebatado por Inglaterra durante la época colonial.

Venezuela reclama el territorio del Esequibo como suyo debido a que considera que el laudo
arbitral de 1899, que estableció los límites entre Venezuela y Guyana, fue injusto y no tuvo en
cuenta los derechos históricos de Venezuela sobre esa región. Además, Venezuela argumenta que
el acuerdo de Ginebra de 1966, que estableció un mecanismo para resolver la disputa, no ha sido
respetado por Guyana.

Venezuela y Guyana se enfrentan de nuevo política y diplomáticamente por el destino de la


Guayana Esequiba. Se trata de una parte sustancial del territorio guyanés –alrededor de dos
tercios- que es reclamada por Caracas en un contexto en el que, además, la ex-colonia británica
descubrió enormes riquezas petroleras.

Según Venezuela, el Laudo de París de octubre de 1899, que refrendó su frontera con el Reino
Unido en lo que se llamó la Guayana Británica hasta 1966, es nulo e írrito. Guyana piensa lo
contrario. El tema se ha reactivado en los últimos meses a partir de la decisión de Guyana de ir a la
Corte Internacional de Justicia de La Haya, dejando atrás el compromiso bilateral pautado en el
Acuerdo de Ginebra de 1966.  

La controversia territorial entre Venezuela y Guyana incluye dos aspectos principales. Uno es de
carácter jurídico y otro es de carácter político. El de naturaleza jurídica se basa en el reclamo de
Venezuela de más de 70% del territorio de la República Cooperativa de Guyana. El de carácter
político se deriva del anterior y ha pasado por diversas etapas, en las que cada país ha tratado de
lograr y mantener respaldos domésticos e internacionales, con el fin de cumplir con sus objetivos.
Uno pretende que se le devuelva una parte de su territorio despojado, el otro se niega a
desprenderse de lo que estima es suyo. 

El Laudo de París es un instrumento jurídico que sirvió para confirmar la anexión de Reino Unido
de ese territorio perteneciente a Venezuela de jure, con base en el principio jurídico del uti
possidetis juris. Venezuela reclama ese espacio y Guyana ha utilizado y proyectado la tesis de ser
un país pequeño agredido por una nación vecina con recursos, que busca quitarle de manera ilegal
e ilegítima una buena parte de su superficie.

Luego de su independencia en 1821, Venezuela tomó como su frontera oriental el río Esequibo.
Reino Unido la reconoció, luego de que los Países Bajos le cedieran lo que se conocería, desde
1814, como la Guayana Británica, y aceptó como válido el Tratado de Reconocimiento de España y
la soberanía venezolana sobre el territorio de la antigua Capitanía General de Venezuela. Sin
embargo, a partir de 1849, Londres comenzó a anexar parte de la superficie que era de Venezuela
y se negó a llevar la controversia a un arbitraje, sin respetar los acuerdos anteriores y su debido
reconocimiento.

Venezuela no aceptó la sentencia del laudo, que estaba basada en falsas informaciones
cartográficas y documentales y en el desconocimiento del Tratado de Arbitraje de 1897, pero se
vio obligada a participar en la demarcación de la nueva frontera, aunque sin asumir el territorio
trazado en el Laudo de París, tal como se observa en un escrito de Venezuela ante la Corte de La
Haya en 1903.

Desde el punto de vista jurídico, debemos recordar que Guyana ha considerado la cuestión de la
validez del laudo como el tema central de la controversia. En cambio, Venezuela considera que
tiene pruebas suficientes para justificar la nulidad e invalidez del tratado. Como consecuencia de
lo anterior, los dos países difieren en el objetivo mismo de la controversia. Georgetown plantea la
validez del laudo y Caracas, la devolución de lo que define como la Guayana Esequiba.

Desde ese momento y hasta 1962, los sucesivos gobiernos venezolanos sostuvieron la tesis de una
solución amistosa del conflicto fronterizo, procurando una justicia territorial al grave daño
cometido a la integridad geográfica del país. Reino Unido respondió siempre a las diligencias
venezolanas afirmando que la controversia era «cosa juzgada». En febrero de 1962, Venezuela
denunció ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la necesidad de revisar el estado de
la reclamación venezolana y reiteró la posición venezolana de que el Laudo Arbitral de 1899 era
nulo e írrito, en el momento en que Reino Unido se preparaba para darle la independencia a la
Guayana Británica. La independencia se postergó hasta 1966, una vez que Londres y Caracas
llegaron al acuerdo de crear una comisión mixta con la incorporación de representantes de la
Guayana Británica, que durante cuatro años y en el marco del Acuerdo de Ginebra buscaron una
salida jurídica al contencioso entre las dos naciones. El documento permitió a Venezuela
condicionar la independencia de la ahora República Cooperativa de Guyana al reconocimiento de
Reino Unido y de la propia Guyana de la reclamación venezolana. 

Con la excepción del congelamiento de jure de las conversaciones entre 1970 y 1982, una vez
finalizados los cuatro primeros años de conversaciones bilaterales y bajo la firma del Protocolo de
Puerto España, la comisión mixta creada por el Acuerdo se reunió en varias ocasiones sin llegar a
una solución al contencioso fronterizo. Venezuela, por su parte, alentó años antes y de manera
indirecta una rebelión de amerindios guyaneses al este de la frontera en 1968. La revuelta buscaba
que el territorio Esequibo de Guyana se independizara y pidiera la anexión a Venezuela. El
movimiento secesionista no tuvo éxito, aunque dejó un trago amargo en las relaciones entre
Caracas y Georgetown. 

Ese mismo año se cerró por parte de las autoridades venezolanas la desembocadura del río
Orinoco, cuestión que introduciría un elemento nuevo en el diferendo: el tema de la delimitación
futura de áreas marinas y submarinas, sumado a otros altercados fronterizos de menor
importancia. En 1983, una vez finalizado el periodo de 12 años de congelamiento de la
controversia –de acuerdo con el ya citado Protocolo de Puerto España–, ambas naciones se
acogieron a una disposición contemplada en el texto del Acuerdo de Ginebra de dirigirse al
secretario general de las Naciones Unidas para lograr una solución «práctica» del problema.

Entre 1983 y 2018, continuaron reuniéndose los comisionados de cada país con el fin de lograr un
acuerdo sobre el contencioso sostenido por tantos años, sobre la base de las tesis de los buenos
oficios, una solución pacífica y una metodología bilateral, y a la espera de la decisión del secretario
general de las Naciones Unidas, António Guterres. Sin embargo, es necesario aclarar que en el
periodo 1999-2018 las negociaciones perdieron mucha eficacia y se congelaron las deliberaciones
sobre contencioso territorial entre ambos países. La decisión de Guterres se dio finalmente en el
mes de enero de 2018, cuando estableció que la Corte Internacional de Justicia de la Haya
examinara el caso con base en la posibilidad de impulsar una solución jurídica y multilateral.

En marzo de 2018, Guyana solicitó ante la misma Corte que se resolviera en esa instancia el
conflicto territorial y pidió que «se confirme la validez legal y el efecto vinculante del laudo arbitral
de 1899 con respecto a la frontera común para que el máximo tribunal dictamine sobre su
jurisdicción y competencia sobre el tema, y conozca sobre el fondo del conflicto». Para el gobierno
del presidente Nicolás Maduro, la Corte de la Haya carece de jurisdicción para conocer el tema
sobre el Esequibo. Pero el tribunal se declaró competente el 18 de diciembre de 2020 para
conocer la demanda unilateral de Guyana sobre la validez del laudo arbitral y decidir sobre la
controversia concerniente a la frontera terrestre. Venezuela no se presentó para conocer la
decisión e insistió en regresar a las bases del Acuerdo de Ginebra y a los buenos oficios de la ONU.

Tomado de:

Romero Carlos (2021) Venezuela-Guyana: razones de un conflicto.


https://nuso.org/articulo/venezuela-guayana-razones-de-un-conflicto/

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