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Cepillado dental en bebés

1. ¿Cuándo empezar?
2. ¿Qué cepillo y pasta de dientes usar?
3. ¿Como se cepillan los dientes?
4. ¿La leche materna causa caries?
5. ¿Qué hago si mi bebe no se deja cepillar los dientes?

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Introducción:

Es indiscutible el beneficio de la higiene dental. Pero, como mamás, nos surgen mil dudas de
cómo hacerlo de manera correcta con nuestros pequeños. En este articulo encontrareis la
respuesta a todas las dudas referentes al cepillado dental y también enlaces a videos y cuentos
infantiles.

Contamos con la ayuda de la las Odontopediatras:

Dra. Diana Álvarez de Apodaca Santa Rosa, México, y

la Dra. Isabel Catalán Campos, de Valencia, España.

Las mamás que practicamos el método BLW y damos el pecho, llevamos una cierta ventaja en
la salud bucal de los bebes, ya que la leche materna tiene un factor protector y regulador del
PH de la boca del bebe y la misma masticación ayuda al desarrollo y crecimiento cráneo-facial
y evitará problema a largo plazo, por no hablar que al promover una alimentación saludable, la
ingesta de azúcares libres en nuestros bebés será mínima y tardía.

¿Cómo aparecen las caries?

Hay varios factores fundamentales que debemos tener en cuenta, ya que todos intervienen en
la aparición de las caries. Es decir, si solo quitamos los azucares, pero no realizamos una
higiene dental correcta, no evitamos la aparición de las caríes.

1. Ingesta de azúcares libres: azúcar en todos sus nombres, alimentos industrializados, zumos
de fruta, incluidos los naturales, etcétera.
2. Los hábitos que se heredan de los padres. Se hablaba sobre la posible predisposición
genética a tener caries, pero varios estudios demuestran que no se heredan las caries, sino los
malos hábitos de higiene.
3. Higiene oral no adecuada.

Lo que debemos tener muy claro es que las caries en un diente de leche tienen la misma
importancia que en un diente definitivo. Hay que tratarlo cuanto antes. Las caries no hacen
distinción entre los dientes de leche y definitivos, lo que se traduce que si un diente de leche

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tiene caries, y/o infección, puede pasar al diente definitivo, incluso antes que termine de salir,
ya que empiezan a formarse años antes de erupcionar.
Por no hablar que hacer un tratamiento dental en niños de corta edad es muy difícil.

Aún hay dentistas y pediatras que dicen que no es necesario lavarle los dientes a los bebes
hasta los 3 o 4 años. Que total, son dientes de leche. ¡Ojo! Son los mismos pediatras que
mandan cereales de caja con un 30% de azúcares a los bebes de 4 meses.
Y aún hay odontopediatras que afirman que las caries dentales en los bebés son por la leche
materna, aunque las evidencias científicas muestran claramente que hasta los 6 meses, la
leche materna previene las caries y que en los cráneos de bebés encontrados, nunca
presentaban caries, y eso que la edad estimada del destete natural es entre los 2 años y medio
y 7 años y tampoco había pastas de dientes o cepillos especiales.
¡Pero! Si hay caries por el biberón, especialmente en los bebes que se duermen con el biberón
en la boca.

¿Qué podemos hacer para evitar que nuestros bebes tengas caries?

En primer lugar, no darles azucares, al menos hasta los dos años y reducir la ingesta a mínimos
siempre que sea posible.

No darles zumos de frutas, aunque sean naturales. La fruta siempre entera.

Enseñar el hábito de la higiene dental y hasta los 8 años realizar el cepillado dental dos veces al
día, con refuerzos positivos.

¡No soplar sus comidas, no usar los mismos cubiertos y no besarles en la boca!

Llevarlos al Odontopediatra desde la salida del primer diente y hacer un seguimiento según sus
recomendaciones.

Dar ejemplo.

El primer diente puede salir entre los 4 y 12 meses. Pero hay bebes que nacen con un diente.

La caries dental es la enfermedad más común en el mundo, por encima de la diabetes.

Depende de nosotros, los adultos, no caer en los extremos y proporcionar las herramientas
adecuadas, material educativo y emociones incluidas para enseñar el hábito de la correcta
higiene dental.

Y dependerá de cómo se aprenden estos hábitos para poder construir recuerdos positivos y
conseguir que el bebe se convierta en un adulto capaz por si solo de entender la importancia
de la salud bucodental.

Existen medicamentos como las tetraciclinas y los imunosupresores que causan tinciones en
los dientes, mas pronunciadas en los dientes definitivos. Siempre consultar con los médicos y
buscar medicamentos alternativos, si existen.

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1. ¿Cuándo empezar?
La OMS da las siguientes indicaciones referentes al cepillado dental de los bebés:

Desde el primer diente, con pasta de dientes que contenga mínimo 1000ppm de flúor y hasta
1500ppm, en una cantidad no mayor a medio grano de arroz, dos veces al día.
Y pone mucha énfasis en la reducción de la ingesta de azúcares.

En la Sociedad Española de Odontopediatra, nos detallan aún más las recomendaciones:

Empezar desde antes de la salida del primer diente con una gasita, después del primer diente
con cepillo y pasta de dientes con 1000ppm de flúor y a partir de la salida de las muelas, con
hilo dental todas las noches.

Antes, se recomendaba limpiar con una gasita tras cada toma, pero estudios recientes han
demostrado que la lactancia materna NO produce caries, porque la leche materna tiene un
factor protector y regulador del PH de la boca del bebe.

Aclarar que la leche de formula no dispone de un factor protector y es la razón por la que se
recomienda ir sacando las tomas nocturnas, cepillado dental después del último biberón de la
noche y nunca poner cereales en el biberón o zumos.

Lo ideal es empezar la higiene bucal desde el nacimiento. Con una gasita, de manera muy
suave, durante el baño. Se puede usar un cepillo de silicona sobre el dedo, pero solo para dar
masajes en las encías.
Con la salida del primer diente, usar un cepillo de dientes adecuado y pasta de dientes.
Hasta los 8 años, serán los padres quienes realizan la limpieza de los dientes, por razones
motoras.

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2. ¿Qué cepillo y pasta de dientes usar?

Desde el nacimiento y hasta la salda del primer diente - una gasita o dedo de silicona. Es
Opcional.
Desde el primer diente - cepillo de dientes con cabezal pequeño y cerdas suaves, y mango
cómodo, tanto para los padres que para el bebe, ya que se lo dejaremos también.
A partir de los 3 años - se puede usar un cepillo eléctrico, pero siempre que acepten el ruido y
el cosquilleo.

Cambiar el cepillo de dientes cada 3 meses.

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Las pastas de dientes:

En los últimos años se ha generado mucha controversia acerca del flúor en las pastas de
dientes. Las ultimas recomendaciones oficiales, de la OMS, la FDA, SEOP, AAON y todas las
sociedades y asociaciones de Odontopediatra del mundo dejan claro que hay que usar una
pasta de dientes con 1000ppm de flúor desde el primer diente.

¿Porque con flúor?

Porque crea una capa protectora sobre el diente y previene las caries.

Hay mucha confusión aún sobre ello, ya que una cantidad demasiado grande de flúor puede
producir fluorosis. Pero la cantidad que hay en las pastas de dientes y la cantidad que se usa,
está calculada para que no afecte a la salud.

No enjuagar ni escupir.

Dado que entre las recomendaciones oficiales y los fabricantes de pastas de dientes aún no
hay consenso, os explicamos como elegir la pasta de dientes adecuada.

No hay que mirar de las edades que ponen en los envases, sino a dos aspectos fundamentales:
1. Que contengan entre 1000ppm y 1500ppm de flúor. Para empezar pastas de dientes de
1000ppm y sobre los 6 años ya se pueden usar los de 1450ppm.
2. Que no contengan muchos azúcares.

La Doctora Diana nos explica:

"Los edulcorantes de las pastas de dientes no son cariogénicos.
El azúcar viene en distintas formas y nombres. Esta la lactosa que la encontramos en la leche,
está la fructuosa en la fruta, pero es la sacarosa la más peligrosa para las caries.
En el caso del xilitol y el sorbitol, las bacterias cariogénicos no son capaces de metabolizar sus
componentes y es un ingrediente aceptado por la FDA"

En cuanto a que hacemos con los azucares en unas pastas de dientes que se pueden emplear
en bebes menores de un año, cuando su ingesta de azúcar debe ser cero, nos explica:
"Es de suma importancia vigilar la cantidad que se coloca de pasta y no poner más de la
recomendada. La cantidad que un bebe puede ingerir es muy mínima para poder causar un
daño. Y el cepillado no debe hacerse con el estómago vacío."

Es muy importante seguir las indicaciones oficiales sobre la cantidad de pasta de dientes que
se debe usar:

• Hasta 8 dientes - 1000ppm de flúor y cantidad de medio grano de arroz crudo.

• Desde los 8 dientes y hasta los 3 años - 1000ppm de flúor y cantidad de un grano de
arroz crudo.
• Entre 3 y 6 años – 1000ppm de flúor y cantidad del tamaño de una lenteja.
• Después de los 6 años - 1450ppm de flúor y cantidad del tamaño de un guisante.

¡Ojo!

En cuanto a las pastas de dientes, no existe en estos momentos ninguna que no contenga
azúcares o edulcorantes. Y es porque sin esos edulcorantes es sabor seria horrible. La mayoría
tiene sabores tipo fresa, chicle, etcétera. Hay una sola en el mercado, que solo se puede

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comprar por internet, producida en Inglaterra, que no tiene sabor. Fue pensada para los niños
autistas. Pero en estos momentos se encuentran sin existencias. Es la marca ORANURSE.

Es muy probable que los bebes, más los de BLW, no acepten los sabores tan dulces y tan
artificiales de las pastas de dientes. Buscar una que no tenga tanto sabor artificial, o usar una
con un poco más de flúor, pero en aun menos cantidad.

Las pastas de dientes sin flúor, o con flúor de 500ppm, se pueden usar antes de la salida del
primer diente, o en caso de uso en las escuelas infantiles, pero solo tienen un efecto placebo,
ya que no protegerá los dientes de las caries.

NUNCA usar geles o anestésicos para las molestias de la dentición. Por mucho que os lo
recomienden en farmacias. Nunca.

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Os dejo algunas pastas de dientes que contienen la cantidad adecuada de flúor y menos
edulcorantes que otras:

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3. ¿Cómo se cepillan los dientes?

Buscando la colaboración del bebe, con suavidad, con movimientos circulares y de barrido,
reforzando con mensajes positivos en todo momento.

El cepillado debe ser rápido y efectivo, cuidando mucho en no hacer daño.

La correcta técnica de cepillado es muy importante. Por ello, en la primera cita con el
odontopediatra que debe ser al salir el primer diente o como muy tarde en el primer
cumpleaños del bebe, se nos enseñará como hacerlo. El trabajo de educación a los padres y
prevención del Odontopediatra es de suma importancia, por ello, es el especialista a
consultar.

Aquí el enlace a un video de hace 5 años, explicando la técnica correcta:

https://www.youtube.com/watch?v=Fkihv4qo52Q
Dos veces al día, siendo el cepillado de por la noche el mas importante. Desde que se le juntan
los dientes y las muelas, pasar todas las noches el arco con hilo dental, con suavidad y
movimiento de serrucho.

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4. ¿La leche materna causa caries?

La OMS ha sacado recientemente un completo manual sobre la prevención de las caries en los
bebes.

En el manual explica detalladamente que la leche materna no produce caries.

Os pongo algunos extractos del libro y el enlace a ello.

https://apps.who.int/iris/handle/10665/330643

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5. ¿Qué hago si mi bebe no se deja cepillar los dientes?

Esta pregunta se merece una explicación detallada, ya que los bebes hasta los 3 años no suelen
cooperar y la mayoría lloran durante el cepillado, que es totalmente normal, ya que le estamos
invadiendo y realizando una acción cuya importancia ellos no entienden, como cortar las uñas
o administrar alguna medicina. Pero al igual que vestirles, lavar los dientes es un habito que se
va aprendiendo y se acostumbran a ello.

La Doctora Isabel nos explica:

“Lo más importante de la higiene bucal en los más pequeños es que aprendan a que sea un
hábito, y para ello es conveniente hacerlo de una forma divertida (contando una historia o
cantando una canción). ¿Cuántos de nosotros nos lavamos los dientes casi sin darnos
cuenta? Porque de pequeños aprendimos ese hábito y ya forma parte de nuestra rutina.”
“No te preocupes! Del año y medio a los 3 años es una etapa difícil para los niños (más bien
para los padres) porque quieren hacerlo todo solos. El "No" lo ponen en todas las frases y no
les convence cualquier explicación que les hagamos. ¡¡Paciencia!! ¡¡No te rindas con el
cepillado dental!!”
“hay miles de técnicas para hacer el cepillado dental ameno: libros, canciones, jugar, dejarles
que nos cepillen”
“Las experiencias en la infancia nos marcan de adultos.”
Podéis ver sus publicaciones originales en su cuenta de Instagram @odontopediatra_isa.

La Doctora Diana nos da los siguientes consejos:

“La mayoría de los bebés lloran, pero lo MÁS importante, es que el adulto haga refuerzos
positivos mientras cepilla.
Sé ejemplo, primero lávalos tú y luego al bebé;
Juega mucho, el bebé puede cepillar a mamá y luego mamá o papá al bebé;
Elabora rutinas y hazlo en el mismo horario del día;
Usa distractores: canciones, cantos, videos;
No importa la edad SIEMPRE, SIEMPRE explica lo que haces;
Usa un cepillo cómodo de cabeza pequeña especial para bebés;
Dale juguetes para que sus manos estén ocupadas;
Hazlo en un lugar cómodo como su silla de comer o la cama.

Al finalizar abraza a tu bebé, explica que sus dientes quedaron muy limpios, demuestra tu
amor.
Esto te ayudará a crear registros de memoria positivos en tu bebé, para que vaya asociando
esta actividad en la rutina de sus días.
❌ No regañes, golpees o grites si tu bebé llora al lavarle los dientes. Ten mucha paciencia,
algunos niños comienzan a cooperar a los 3 años.”
Aquí el enlace a su publicación original:

https://www.facebook.com/dgodontologia/photos/a.604068486368014/2940674732
707366/?type=3&theater

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Hay muchos cuantos infantiles sobre el lavado de los dientes, videos y canciones. Os pongo
algunos cuentos y enlaces a videos y canciones. Os dejamos 3 cuentos muy bonitos:

El Cuento del Sapo Dentudo

Hace mucho tiempo, un joven mago creó, por casualidad, un hechizo capaz de
dar una sonrisa perfecta a aquel que lo recibiera. Para probarlo, decidió utilizarlo en
una de sus mascotas, un sapo. El sapo que convirtió en un animal muy sonriente, capaz
de comer cualquier cosa e incluso de hablar.
Encantado con sus nuevos dientes, el sapo dejó de comer insectos y empezó a
comer gominolas. Su amigo el mago le advirtió de que, si sólo comía alimentos con
mucho azúcar y no se lavaba los dientes adecuadamente, terminaría perdiéndolos.
Pero el sapo no le hacía caso, creía que su nueva dentadura era
suficientemente resistente como para no necesitar limpieza. Además, las gominolas le
gustaban tanto que no se planteaba dejar de comerlas.
Al cabo de unos días, empezaron a aparecer caries en algunos de sus dientes y
se extendieron por toda la boca. Intentó cuidarlos, pero ya era demasiado tarde… ¡y se
le cayeron todos!
Con la pérdida de sus dientes, también perdió el don de hablar. No pudo decirle
al mago que, si le volviera a dar el don de tener dientes, los cuidaría cada día y no
comería tantas gominolas, ¡no le gustaba nada volver a comer insectos!

Ángel no quiere lavarse los dientes

Ángel era un niño muy bueno y cariñoso. Pero, a veces, era un poco
desobediente.
Un día, decidió que ya no quería volver a lavarse los dientes. Su madre insistió, su
padre también, e incluso su abuela le llamó por teléfono para intentar convencerle.
“Si no te los lavas, se te caerán”, le decía su madre.
Ángel pensaba que, si se le caían, el Ratoncito Pérez le traería regalos, así que
siguió sin lavárselos.
Con el paso de los días, sus dientes cada vez estaban más sucios. Además, sus
amigos del colegio no querían acercarse a él porque le olía mal el aliento.
Entonces, se le cayó un diente. Ángel, muy emocionado, lo dejó debajo de su
almohada. Pero… ¡Al día siguiente seguía ahí! Pérez le había dejado una nota que
decía: “Ángel, este diente está demasiado sucio para mi colección. Lo siento, pero no
lo quiero”.
Muy preocupado, el niño empezó a frotarse los dientes con el cepillo hasta que
quedaron perfectamente limpios. Además, limpió el diente que se le había caído para
volver a ofrecérselo a Pérez con una nota de disculpa. Al día siguiente, el Ratoncito se
lo había cambiado por un regalo y sus compañeros de colegio volvieron a hablar con él
porque su boca volvía a oler bien.

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Ana y los ratoncillos

Ana no quería lavarse los dientes. No había manera. Después de cada comida
siempre tocaba discusión. Ni aún con la promesa de que los primos vendrían a jugar
por la tarde. No era no y Ana no quería ni acercarse al baño y cuando no la veían hacía
desaparecer todos los cepillos de dientes del resto de la familia.
Tenía prohibidas las chuches y su mamá le había explicado que el Hada de los
Dientes o su colega, el Ratoncito Pérez, no la visitarían cuando se le cayera alguno,
porque si el diente no estaba muy, pero que muy brillante, no irían a su cuarto por la
noche a llevárselo a cambio de una sorpresa.
Cada día que pasaba Ana estaba más enfadada. Incluso, había días que ni
siquiera quería abrir la boca para comer. Pero lo que nadie sabía es que Ana tenía
miedo. No entendía por qué había que cepillarse los dientes cuando sus dientes no
tenían pelo. Y tenía miedo de que, si empezaba a cepillarse los dientes, el pelo le
creciera dentro de la boca y a los días tuviera que aprender a hacerse coletas en las
muelas.
Pero una mañana, Ana se levantó con un fuerte dolor en un diente. Intentó no
decírselo a nadie y ella sola pensó que si se ponía una ‘tirita mágica’, como las llamaba
su mamá, se le pasaría. No funcionó. El diente seguía doliendo. Entonces pensó que
faltaba el ‘besó mágico’ que su mamá le daba en las heridas antes de poner la tirita y,
convencida de que necesitaba un beso de su mamá sobre el diente malito, intentó
idear una treta para conseguirlo.
Claro que su mamá jugó con ella a ver quién era la que más besos conseguía
dar. Además, si el beso era en un sitio menos habitual del cuerpo, puntuaba doble. Su
mamá pronto notó el raspón que la tirita dejaba en ella con cada beso que recibía de
su pequeña. Ya no quedaba tiempo para la paciencia, ni para más explicaciones ni
razonamientos.
Al día siguiente la mamá de Ana ideó una excursión. La pequeña acudió por
sorpresa al Club de los Ratoncillos. Allí le esperaban sus amigos armados con coloridos
cepillos de dientes. Y con una dentista con cuerpo de ratón y cabeza de hada descubrió
que la boca siempre estaba más fresquita si se lavaba la boca; que los sábados podría
comer alguna golosina si se cepillaba los dientes, que las canciones sonaban más
bonitas si las cantaba tras dejar su dentadura reluciente, y lo más importante, que
nunca le crecería pelo en los dientes por cepillárselos.
Ana, al fin, ya estaba preparada para empezar a cepillarse los dientes.

Mas cuentos en este enlace:

http://cuentoscortosparalavarselosdientes.com/

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Cuentos que podemos encontrar en librerías:

Youtube canciones para cantarles a los bebes mientras les lavamos los dientes:
https://www.youtube.com/watch?v=srLuzoS31BM
https://www.youtube.com/watch?v=5phwb42db68
https://www.youtube.com/watch?v=3fyYiJbecAg

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Youtube videos para niños mayores de 2 años para aprender a cepillarse los dientes:
https://www.youtube.com/watch?v=15tsGQ3htUs
https://www.youtube.com/watch?v=vlSGPTr1Pcc
https://www.youtube.com/watch?v=2OjAABCPoWs
https://www.youtube.com/watch?v=W94P5_ft8dA
https://www.youtube.com/watch?v=y8OfeI61ojo
https://www.youtube.com/watch?v=9gLRkl6u4-A - Peppa Pig
https://www.youtube.com/watch?v=XjtGQXI4zLA

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Conclusión:
El cepillado dental en bebés, desde el primer diente, con pasta dental con 1000ppm
de flúor, con edulcorantes aceptados y en cantidades adecuadas.
En el caso de las mamas que no quieren usar una pasta de dientes con flúor, por el
motivo que sea, que el cepillado sea lo mas efectivo posible, al menos 2 veces al día,
y reducir al mínimo la ingesta de azucares.
Dos veces al día.
Es el adulto quien realiza del cepillado dental hasta los 8 años.
Refuerzos positivos y dar ejemplo.
Paciencia, amor y no desistir. La salud, incluida la bucal, es nuestra responsabilidad y
será la mejor herencia que le vamos a dejar.

Administradora - Ioana Furtuna - Mama de Marius

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