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Errores y soluciones para mejorar la conducta preventiva

Los hábitos de prevención se adquieren desde la infancia. Por esto, es esencial conocer en qué
podemos mejorar, para poder modificar nuestra conducta preventiva y ofrecer la mejor salud.

Tengamos en cuenta 12 errores más frecuentes de la higiene dental de los niños:

1 Dejar que los niños se cepillen sin supervisión.

Todo aprendizaje requiere una supervisión. Al principio, tendrá poca habilidad, pero irá
acostumbrándose a usar el cepillo y la habilidad manual del niño será cada vez más eficaz en la
eliminación de placa, debemos irle acompañando en su evolución. En la adolescencia, es
recomendable controlar la frecuencia de cepillado.

2 Poco tiempo de cepillado.

Retirar la placa requiere al menos 2 minutos dos veces al día.

3 No seguir un orden, necesario para no olvidar ninguna zona.

Es bueno establecer un recorrido del cepillo, empezando, por ejemplo, por las caras externas de
los dientes, desde la zona más posterior de la última muela para ir siguiendo hasta la última cara
del diente del lado opuesto. Después el recorrido se hace del mismo modo por la parte interna de
los dientes. Debe hacerse tanto en la arcada superior como inferior. No hay que olvidar la cara que
mastica.

4 Saltarse el cepillado por la noche.

No seguir una rutina.

5 No seguir una rutina horaria, facilita el despiste.

Es especialmente importante la higiene nocturna, porque pasa más tiempo sin cepillado y por
reducción del flujo salivar.

6 No usar pasta con flúor o usar una dosis inadecuada.

A partir de los tres años se recomienda usar dentífrico de 1000 a 1450 ppm de flúor. La cantidad a
usar es la del tamaño de un guisante. A partir de los 6 años se recomienda pasta con 1450 ppm de
flúor, o la cantidad equivalente a un guisante. Elegir un cepillo de cabezal muy grande o de
demasiada dureza. No cambiar el cepillo cada 3 meses. Debemos controlar también el estado de
los utensilios de limpieza para asegurar su eficacia e higiene.

7 No iniciar la higiene bucal desde el nacimiento y no iniciar el cepillado desde la aparición del
primer diente.

Es recomendable limpiar las encías del bebé una vez al día con una gasa húmeda o un dedal de
silicona, A partir de la erupción del primer diente, ya se debe cepillar con un cepillo suave.
8 Mojar el cepillo antes de aplicar la pasta.

Enjuagarse tras el cepillado. Se puede escupir el sobrante de la pasta, no es recomendable


enjuagarse para que el dentífrico haga su acción preventiva.

9 Cepillar sólo los dientes que se ven.

Es especialmente importante supervisar este aspecto en adolescentes.

10 Olvidar cepillarse la lengua.

La lengua contiene gran cantidad de bacterias. Sólo necesitamos tres pasadas del cepillo en la
lengua: uno central, y lateral derecho e izquierdo. Insistir excesivamente irritaría la lengua.

11 No complementar el cepillado con el uso de seda dental.

La higiene interdental es tan importante como el cepillado dental. Hay que acceder a todas las
caras visibles del diente.

12 No dar importancia al cepillado desde la infancia.

Cuidado dental infantil: 10 errores comunes que cometen los padres

1. No cuidar los dientes de leche – Muchos creen que los dientes de leche no necesitan
atención. No obstante, las mismas infecciones que sufren los dientes de leche se transmiten a
la dentición permanente. Por eso es importante que los niños adquieran buenos hábitos de
higiene oral desde la infancia y, además, que los dientes sean restaurados.

2. No tratar las caries – La caries es una enfermedad infecciosa y transmisible. No sólo hay
que tratar las infecciones bucales de los más pequeños, sino también las de los padres,
hermanos mayores y las personas que los cuidan.

3. Retrasar la primera consulta al dentista – Es recomendable que la primera visita se


realice a los 12 meses. El profesional hará una revisión de dientes y encías, verá si existen
caries del biberón, se evaluarán posibles problemas como mordida cruzada, abierta o
alteraciones de crecimiento

4. No acudir de forma periódica al dentista – Para mantener una salud óptima, los
pequeños deberían acudir al dentista por lo menos dos veces al año.

5. Usar pasta dental sin flúor – El flúor es un mineral que refuerza el esmalte dental
haciéndolo más resistente a la caries

- Niños de 1 a 3 años
La pasta debería llevar menos de 1000ppm de ion flúor y la cantidad debe ser del tamaño de
un grano de arroz.

- Niños a partir de los 3 años de edad


La cantidad de flúor aumenta entre 1000 y 1450ppm y la cantidad no debe ser mayor que la
un guisante
- Niños de 6 años de edad en adelante
Tendrá una cantidad de 1450 ppm de flúor y será del tamaño de un guisante. En niños
con riesgo elevado de caries se podrá administrar pastas con hasta 5000ppm de flúor pero
prescrita por su odontopediatra. 

Actualmente contamos con gran variedad de sabores y de formatos, pastas cuyo envase es
divertido y con los dibujos de moda. Un sabor agradable y un envase con su personaje
favorito motivarán a los más pequeños a introducirse en el cepillado dental y será más fácil
que consigamos buenos resultados.

6. No ayudarles con el cepillado – A partir de los 7 u 8 años los niños son capaces de
cepillarse correctamente los dientes, pero mientras tanto deberíamos ayudarles a llegar a las
zonas más inaccesibles, como las muelas o caras internas.

7. No limpiar la lengua – Al igual que cepillamos nuestros dientes, es recomendable también


dar un ligero raspado a nuestra lengua para eliminar las numerosas bacterias que se
depositan sobre ella.

8. No usar el hilo dental – El hilo dental Ayuda a eliminar la placa que hay entre los dientes,
en zonas a las que el cepillo de dientes no llega.

9. Darles demasiados alimentos y refrescos dulces – Cuanto menos dulce sea la comida
y la bebida de los niños, mucho mejor, tanto para prevenir la caries como la posible diabetes
infantil.

10. No dar ejemplo – Al cuidar nuestros propios dientes el niño recibirá el mensaje de que la
salud bucal es algo importante e imitará nuestra conducta.

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