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ESCRITOR
Los antiguos declaran que Lucas, el médico, el compañero de Pablo,
escribió este Evangelio. Entre los testimonios más antiguos está el del
Canon de Muratori con su complicado texto. Algunas enmiendas suge-
ridas afectan ciertos detalles, pero no cuestionan el hecho de que Lucas
haya sido el escritor.
Más o menos del mismo período llega la afirmación de Ireneo de que
Lucas, seguidor de Pablo, registró el evangelio que había sido predicado
por éste (Pablo).2 La noción de que cuando Pablo se refiere a "mi
evangelio" (Ro. 2:16) él tiene en mente el relato evangélico hecho por
Lucas, estaba bastante difundida entre los Padres. Esta noción, empero, no
resistirá un ajustado examen a la luz del prólogo, donde las afirmaciones
de testigos oculares son mencionadas como base de los materiales
utilizados. Pablo no reúne los requisitos de un testigo ocular.
El Prólogo antimarcionita al Evangelio, compuesto en una época (cerca
del año 175) en que la iglesia luchaba vigorosamente contra este here-
2
Contra las herejías III. i. I.
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El Evangelio Según Lucas
194
El Evangelio Según Lucas
EL PROLOGO
Esta sección (Le. 1:1-4) tenía presumiblemente la intención de introducir
no sólo el Evangelio sino también Hechos. Que la misma fue escrita
después de la redacción del cuerpo del Evangelio puede inferirse a partir del
hecho de que el versículo siguiente (v. 5) carece de una partícula conectiva,
lo que parecería indicar que Lucas comenzó a escribir en ese punto y no
en el prólogo.
Aparte del interés que estos versículos introductorios tienen para
poder valorar la habilidad literaria de Lucas, está su valor como testi-
monio de escritos evangélicos en general y de la obra de Lucas en par-
ticular. Aquellos que escribieron, nos dice Lucas, se ocupaban de "las
cosas que se han verificado entre nosotros" (Biblia de Jerusalén). Un si-
nónimo para esto sería "el hecho de Cristo". Esta frase (el verbo utilizado
aquí es ) no debe ser interpretado en el sentido estricto de
cumplimiento de ciertos pasajes profetices específicos, idea que es
comunicada por el verbo afín (Le. 4:21; Hch. 1:16), sino más
bien de aquello que se ha realizado en el sentido de la Heilsgeschichte
(véase 2 Ti. 4:17, donde la palabra es utilizada en un marco diferente).
Aquellos que transmitieron esta información a los escritores de Evan-
gelios son descritos como testigos oculares y ministros de la palabra. Sin
duda estos eran mayormente los apóstoles, aunque quizá existiese la in-
tención de abarcar un círculo más amplio. Para ser idóneos, sin em-
bargo, era necesario que ellos hubiesen estado con el Señor desde el principio
(v. 2). Una comparación entre Marcos 1:1, que es seguido inmediatamente
por un relato del ministerio de Juan el Bautista, y Hechos 1:21-22 hace
que sea evidente que la referencia que hace Lucas se aplique al comienzo del
ministerio público de Jesús. Este período del ministerio fue para estos
hombres generalmente un tiempo de observación y aprendizaje, si bien hubo
algún servicio limitado. Con el comienzo de la iglesia llegó la oportunidad
del ser ministros de la palabra en un sentido más significativo. Ellos
transmitieron lo que sabían a quienes escribieron. Este término tan
importante, que en su forma sustantiva es la palabra
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Introducción al Nuevo Testamento
"tradición", enfatiza la fidelidad y el cuidado con que los datos eran tra-
tados y transmitidos (ver 1 Co. 11:23; 15:3).
Esto es, entonces, el esquema general de los escritos evangélicos pre-
vios. Lucas no aparece como crítico de sus predecesores (nótese la palabra
también en el versículo 3), aunque opina que él tiene algo que aportar.
Además de los informes de los testigos oculares y de los escritos a que
hace referencia, Lucas hizo por su cuenta aquellas investigaciones que le
parecieron útiles (v. 3). La palabra significa literalmente
seguir acompañando o seguir de cerca. Cadbury la entiende de un modo
diferente, interpretándola como el modo en que Lucas afirma su adhesión
personal al movimiento cristiano.15 Esta actividad adicional por parte de
Lucas fue efectuada "desde su origen", lo que no es lo mismo que
"desde el principio", algo ya notado en el versículo 2. Con este rápido
golpe de pluma, Lucas justifica y anticipa la inclusión de los relatos sobre
la natividad (Le. 1-2). Ramsay ha argumentado de modo convincente
que fue María, la madre de Jesús, la autoridad a que el historiador recurrió
para esta porción de su evangelio.16
Lucas enfatiza además su propósito de escribir precisa y ordenada-
mente. Este último adverbio quizá esté echando una mirada hacia atrás,
refiriéndose a la obra de tantos que le habían precedido. Es muy posible
que en su mayor parte éstas fueran breves y carecieran de un ordena-
miento sistemático. Lucas ocasionalmente pasa por alto el orden crono-
lógico, así que la presente frase debe entenderse probablemente en el sentido
más amplio de un relato bien concebido y artísticamente estructurado.
Finalmente, el propósito del historiador es el de transmitir certeza respecto
a las cosas que eran corrientes como elementos de instrucción catequética en
la iglesia primitiva. (v. 4) de acuerdo a la práctica de dicha iglesia, según la
cita de Lucas en Hechos 2:42. El contenido debe haber sido la tradición
apostólica que más tarde, en forma escrita, aproximaría el con tenido de los
Evangelios. Sin embargo, quizá Lucas sólo esté queriendo decir
"informado".
LECTORES
Sólo uno es mencionado, cierta persona prominente llamada Teófilo. El
epiteto KpáTiote es aplicado también al gobernador romano Félix (Hch.
24:3) y a Festo (Hch. 26:25), y sirve para eliminar la noción de que Teófilo
sea simplemente un término genérico aplicable a todos los creyentes
como "amados del Señor", ya que indica una persona de cierta posición
(contrástese esto con 1 Corintios l:26ss). Pero este modo de dirigirse a
Teófilo es realmente una dedicatoria. Se puede destacar aquí el
15
7Vie Making of Luke-Acts, pp. 345-347. í6Was
Christ Born at Bethlehem? pp. 73-86.
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El Evangelio Según Lucas
17
Op. cit., pp. 55-57. 187Vie Four
Gospels, p. 540.
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Introducción al Nuevo Testamento
PRECISIÓN DE LA INFORMACIÓN
Este es un asunto que tiene más relación con el libro de Hechos que
con el Evangelio, pero también aquí el tema tiene relevancia porque
Lucas ha profesado dedicarse particularmente a proveer un relato digno
de confianza.
El principal punto de tensión ha sido el relato del censo efectuado por
orden de Augusto, tiempo en el cual Jesús nació en Belén (Le. 2:lss). No
hay fuentes contemporáneas que certifiquen este censo. Sin embargo,
debe reconocerse que Lucas hubiera puesto toda su obra bajo sospecha si
se hubiese equivocado en un asunto que sería de conocimiento común si
realmente llegó a suceder. Además, los primeros críticos del
cristianismo, que presumiblemente estaban bien informados respecto a la
historia del período neotestamentario, no recurrieron a este elemento para
hacer uso del mismo. Se puede entonces presumir que no encontraron
ningún error en esto.19
La investigación moderna ha hecho mucho por vindicar a Lucas, si
bien no podemos hablar de pruebas en este asunto del censo. La
probabilidad de la presencia de Quirinio (o Cirenio) en Siria durante el
período en cuestión nos viene de dos fuentes. En primer lugar está el
testimonio de la inscripción de Tibur de que el oficial romano en ella
descrito (reconocido como Quirinio por historiógrafos competentes—la
inscripción está rota y el nombre ausente) era legado imperial en Siria y
tomó la posición de legado por segunda vez. En segundo lugar está el
descubrimiento hecho por Ramsay de dos inscripciones, una en
Antioquía de Pisidia y otra cerca de la ciudad, en las que se honra a cierto
prefecto que sirvió bajo Quirinio en esta región durante su campaña
contra la tribu de los homonadenses. Ramsay mismo estaba convencido
de que el tiempo concordaba con el periodo requerido por el relato de
Lucas.20 Es posible, entonces, considerar a Quirinio como representante
especial del emperador en esta región en vez de ser gobernador en el
sentido técnico de la palabra.21
El problema de hacer concordar el relato de Lucas con el de Josefo
(Antigüedades XVIII. i. 1), que menciona solamente el censo impositivo
del año 6 d.C., puede ser resuelto, según Stauffer, reconociendo que allí
donde la imposición no estaba bien arraigada, la misma requería un largo
proceso que llevaba bastante tiempo. El estima que el relato de Lucas se
refiere a la primera etapa, la apógrafo, una lista sistemática de todas la
personas y propiedades imponibles, a cuyo propósito todos debían
aparecer personalmente. Más tarde venía la apotimeesis, la etapa
conclusiva, que era la fijación oficial de los impuestos. Esta es la etapa
19
Ramsay, op. cit., pp. 70-71.
20
The Bearing of Recent Discovery on the Tntstworthiness of the New Testament, pp.
289-290.
21
Ramsay, op. cit., p. 239.
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El Evangelio Según Lucas
CONTENIDO
El material puede ser agrupado así: (1) Prólogo (1:1-4); (2) Narraciones
de la natividad (1:5—2:52); (3) Preparación para el ministerio de Jesús
(3:1—4:13); (4) Ministerio en Galilea (4:14—9:50); (5) Ministerio en el
camino hacia Jerusalén (9:51 —19:27); (6) Ministerio en Jerusalén
(19:28—24:53).
CARACTERÍSTICAS
(1) En concordancia con el destacado lugar que se le da al Espíritu Santo en
el libro de los Hechos, el Evangelio según Lucas magnifica el papel del
Espíritu en la vida y ministerio de Jesús. El Espíritu llena a su precursor
(1:15), es activo en la concepción del Hijo de Dios (1:35), desciende sobre
él en su bautismo en una manifestación extraordinaria (3:22), lo llena para
su ministerio (4:1) según lo. anunciado por la palabra profética (4:18), lo
fortalece para superar la tentación (4:1-2), lo capacita para su obra una vez
que ha conquistado al maligno (4:14), y le imparte alegría en medio de sus
tareas (10:21).
(2) El templo es mencionado frecuentemente, no sólo en relación con la
semana de pasión, sino de modo especial en los relatos que tienen que ver
con la natividad (1:8,21-22; 2:27,37) y con la visita durante la niñez
(2:41-51). Al final del Evangelio los discípulos aparecen allí (24:53), pre-
parando así al lector para el significado central del templo en la vida de la
iglesia primitiva (Hch. 2:46: 3:1).
(3) Frecuentes referencias a los ángeles (más de 20 veces) sirven para
destacar la conciencia del carácter celestial y revelador del hecho de
Cristo (1:11, 26; 2:9, 13).
22
E. Stauffer, Jesús and His Slory, pp. 21-32.
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Introducción al Nuevo Testamento
(4) Hay ciertos elementos distintivos que se destacan en la narración de
Lucas sobre la Pasión. Los cargos formulados por el Sanedrín contra
Jesús son detallados en presencia de Pilato (23:2). Respondiendo a estos
tres alegatos surge la triple declaración del gobernador de que él no
puede detectar crimen alguno en el acusado (23:4,15,22). La inclusión de la
aparición del prisionero ante Heredes da pruebas del interés histórico de
Lucas y de su preocupación por aportar un relato lo más completo
posible.
(5) El uso de un pasaje específico de Isaías 53 en 22:21, apoyado por
numerosos ejemplos de la influencia del vocabulario de Isaías 40-66,
sugiere, cuando se lo toma junto con 24:27, 44, 46, que Lucas trata de
enfatizar la misión redentora del Señor. En concordancia con esta pers-
pectiva está su abundante empleo de SEI para indicar la conciencia que
Jesús tenía de dicha misión como tarea que le había sido asignada (4:43,
13:33; 22:37; 24:44).
(6) La atención se centra con frecuencia en Jerusalén, tanto en los pri-
meros capitules como en el relato que va de 9:51 en adelante. El envío de
mensajeros que lo preceden, incluyendo a los 70, da un aura muy impre-
sionante y casi de carácter real a este viaje. Un séquito tal puede ayudar a
explicar las grandes multitudes que le salieron al paso a Jesús cuando él
llegó a Judea, a pesar de una aparente disminución de su popularidad en los
meses previos.
(7) Sólo Lucas entre los evangelistas relaciona el relato sagrado con la
historia secular (2:1-2; 3:1).
(8) Privativos de Lucas son ciertos elementos en las historias del naci-
miento y de la infancia. Estos son: el nacimiento de Juan el Bautista, la
anunciación, la adoración de los pastores, la circuncisión de Jesús, su
presentación en el templo, y la visita a Jerusalén a la edad de 12 años.
Hay un fuerte sabor semítico en estos dos capítulos, tanto en el vocabulario
como en la fraseología, que contrasta marcadamente con el prólogo.
Respecto a este tema Matthew Black escribe lo siguiente, "La opción
parece residir entre una teoría de fuentes hebreas y arameas traducidas al
griego por Lucas o halladas por él ya traducidas, o una simple com-
posición de Lucas en un griego semítico, que debe mucho, si no todo, a la
Septuaginta".2" Black ha hecho también la sugerencia de que Lucas se
encontraba como en su casa en Antioquia, y puesto que el siriaco era
bien conocido allí, nuestro escritor bien podria haberse familiarizado con
este lenguaje.25 Si se tiene en cuenta que esta lengua es muy cercana al
arameo, el corte semítico de la primera parte de Lucas y también el de los
primeros capítulos del libro de Hechos se hace más fácil de entender.
(9) Lucas tiene una sección especial (9:51 —18:14) que presenta algunas
dificultades, no siendo la menor de ellas el marco geográfico de dicho
24"The Problem of the Aramaic Element in the Gospels," ET, 59 (abril 1948), 173. 2SAn
Aramaic Approach to the Gospels and Acts, 2' edición, p. 15.
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El Evangelio Según Lucas
ESTUDIOS RECIENTES
El interés en los escritos lucanos experimenta hoy en día algo así como un
reavivamiento. En esta relación puede notarse un cambio que va del interés
histórico y arqueológico de Ramsay y del análisis literario de Har-nack a
una preocupación por el mensaje de Lucas, por su interés teológico.
De gran importancia aquí es la obra de Hans Conzelmann. El título de su
libro en alemán es Die Mine der Zeit. Este punto medio del tiempo, como
Lucas lo entiende, es el ministerio de Jesús, que está entre el antiguo orden
de la ley y de los profetas (Le. 16:16), y el período de la igle-
21
Luke ¡he Historian in Receñí Study, p. 64.
28
"On Dispensing with Q" en Studies in the Gospe/s, D. E. Nineham, ed., p. 69.
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El Evangelio Según Lucas
sia que será llevado a conclusión por la Parousía. Así como Jesús es el fin del
antiguo orden, es también el principio del nuevo orden.
La reconstrucción de Lucas es considerada como una solución a un pro-
blema muy molesto, el del retraso de la Parousía y la consecuente necesidad
de que la iglesia se ajuste de algún modo a continuar en medio del orden
mundano por un tiempo indeterminado, aunque no sin la esperanza de una
consumación final. El evangelista le da un lugar central al reino de Dios,
pero al eliminar la insistencia en el arrepentimiento quita el elemento de
inminencia (pág. 114). "Como el Fin está todavía muy lejos, la adaptación a
un corto periodo de espera es reemplazada por una 'vida cristiana' de larga
duración, que requiere una regulación ética y que ya no depende de una
terminación definitiva" (pág. 132). El Espíritu Santo es presentado como
reposando sólo sobre Jesús durante el período del ministerio, pero
haciéndose accesible a su iglesia a partir de Pentecostés.
Conzelmann ha aportado muchos vislumbres útiles, pero sus conclu-
siones son vulnerables, especialmente en dos puntos. El mantiene que el
"hoy" del ministerio de Jesús (Le. 4:21), el tiempo del cumplimiento, de la
salvación, "no se extiende hasta el presente en el cual el autor vive, sino
que es visto como un período pasado" (pág. 195). Sin embargo, es este
mismo Lucas quien ve la era de la iglesia como un período en el cual Jesús
continúa en su actividad (Hch. 1:1). En lo que tiene que ver con el retraso
de la Parousía, este tema está muy trillado. Si el punto de vista de Lucas
hubiese sido tan fuertemente afectado por esta concepción como lo supone
Conzelmann, es extraño que hubiese puesto en su documento el discurso de
Pedro en Hechos 3, en el cual el regreso del Señor ascendido es presentado
como condicionado solamente por el arrepentimiento de la nación que lo
crucificó.
Helmut Flender se queja de que Conzelmann "carece de una clara con-
cepción de las verdaderas presuposiciones del pensamiento de Lucas".» Su
propia investigación le ha llevado a discernir en Lucas un paralelismo
dialéctico. Por ejemplo, "En lugar del cambio de eras que según Pablo fue
inaugurado con la resurrección de Jesús, para Lucas la transición va de este
mundo al mundo celestial que existe de modo concurrente" (pág. 19). Se le
adjudica un triple esquema al material considerado: (1) el nivel de la
ambigüedad humana es contrastado con (2) el nivel de la consumación
celestial; (3) en la fe vital en Jesús como Hijo de Dios la realidad celestial
se hace presente sobre la tierra (pág. 46).
La sección central de Lucas (9:51 —18:14), tan difícil de clasificar dentro
de la totalidad de la obra de Lucas, está recibiendo mucha atención. C. F.
Evans piensa que puede hallarse una pista comparando 9:51-52 con
Deuteronomio 1:21-25. El relato del viaje que hace Lucas demuestra, en-
2<>
Sl. Luke: Theologian of Redernptive History, p. 6.
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Introducción al Nuevo Testamento
tonces, tener muchos paralelos con Deuteronomio.3» El modo de abordar
esta sección que utiliza Bo Reicke se caracteriza por notar la ausencia total
de nombres de lugares y por llegar a la conclusión de que Lucas, deseando
preservar cierto material importante e instructivo de Jesús—parte del cual es
material Q, y parte derivado de tradiciones que estaban a su alcance—lo
insertó aqui, dándole "una relación superficial con el marco biográfico al
insertar algunas acotaciones respecto al viaje del Señor a Jerusalén"3i
30
"The Central Section of Luke's Cospel", en Sludies in the Gospels, D. E. Nineham, ed.,
pp. 37-53.
3>
The Gospels Reconsidered, p. 109.
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