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ESI Algunas Consideraciones - Mariana Scrinzi
ESI Algunas Consideraciones - Mariana Scrinzi
INTRODUCCION
Hoy asistimos a una época cuyo rasgo característico es la preeminencia de las imágenes por
sobre los relatos, esto tiene efectos y el mundo adulto muchas veces queda sin nada que decir,
en consecuencia los vínculos intergeneracionales se transforman…. Aquello que pertenecía al
ámbito de lo íntimo o, al menos de lo privado en nuestra época se volvió público…La pregunta
por la educación sexual sin dudas suscita múltiples interrogantes, tales como en qué momento,
dónde, cómo y quiénes serán los responsables de llevar adelante la Educación Sexual.
Desde los inicios mismos del psicoanálisis el tema de la educación sexual ha sido un tópico de
profundos y arduos debates en la Sociedad Psicológica de los Miércoles (1902-1907), cuyos
registros de las Actas llegan a través de Federn y Nunberg. Las famosas Actas se preservaron
gracias a la cuidadosa conservación de Freud, ya que las salva del nazismo cuando se las
entrega al vienés Paul Federn.
En el cenáculo del 13 de noviembre de 1907, sentados en torno a una mesa oval, Fritz Wittels
habló de las enfermedades venéreas, y durante el debate se discutió sobre la conveniencia de
la educación sexual en aras de la prevención del desencadenamiento de trastornos neuróticos.
Al respecto, Otto Rank manifestó que él no recomendaría la educación sexual de los niños,
pues la ignorancia en esa materia sería uno de los factores que más contribuyen al deseo de
conocimiento. En tanto que Paul Federn no acordó con Rank, Schwerdtner abogó por la utilidad
de un esclarecimiento gradual de los pequeños. Por último, y en lo que debe tomarse como una
respuesta a la intervención de Rank, Wittels concluía que ―La protección de las enfermedades
venérea es más importante que el ansia de saber del niño‖ (Federn & Nunberg, 1962: p. 241).
En el año 1907, Freud escribe una carta abierta sobre El esclarecimiento sexual del niño al
médico de Hamburgo, M. Fürst. Dicha carta sería publicada en una revista dedicada a la
medicina social y a la higiene, que el mismo Fürst dirigía.
¿Qué se pretende lograr escatimando a los niños -digamos a los jóvenes- tales
esclarecimientos sobre la vida sexual humana? ¿Se teme despertar su interés por estas
cosas prematuramente, antes que nazca en ellos mismos? ¿Acaso mediante ese
encubrimiento se espera detener a la pulsión sexual hasta el momento en que pueda
encaminarse por las únicas vías que le abre el régimen de la sociedad civil? ¿Se cree
que los niños no mostrarían interés alguno por los hechos y enigmas de la vida sexual,
ni inteligencia alguna para ellos, si terceros no se los señalasen? ¿Se cree posible que
la noticia que se les deniega no les sea aportada por otros caminos? ¿O se busca real y
seriamente que más tarde juzguen inferior y abominable todo lo sexual, de lo cual tanto
padres cuanto educadores se propusieron mantenerlos alejados el mayor tiempo
posible? (Freud, 1907: p. 115)
Freud, en esa misma carta abierta, señala que en las cartas familiares del gran pensador y
filántropo Multatuli, ha hallado algunas líneas que darán sobrada respuesta:
En general, y para mi sentir, ciertas cosas son veladas en exceso. Es sano mantener
limpia la fantasía de los niños, pero esa pureza no se preserva mediante la
ignorancia. Antes bien, creo que mientras más se oculte algo al varón o a la niña, tanto
más maliciarán la verdad. Uno por curiosidad cae sobre el rastro de cosas a las que
poco o ningún interés habría concedido si le hubieran sido comunicadas sin mucha
ceremonia. Más aún: si fuera posible preservar esa ignorancia, acaso yo me reconciliara
con ella; pero es imposible: el niño entra en contacto con otros niños, caen en sus
manos libros que lo inducen a meditar, y los mismos tapujos con que sus padres
tratan lo que empero él ha comprendido no hacen sino atizarle el ansia de saber más. Y
esta ansia satisfecha sólo en parte, sólo en secreto, exacerba el corazón y corrompe la
fantasía; el niño ya peca, y los padres todavía creen que él no sabe qué es pecado.
Duda si podría decirse nada mejor acerca de esto, pero acaso, aclara, quepa agregar algo.
El mismo Freud en 1937, es decir 30 años más tarde y ya muy cerca de su muerte, va a
retomar la cuestión en su obra ―Análisis terminable e interminable‖ para reconsiderar las
reflexiones de aquella carta abierta sobre el esclarecimiento sexual en el niño de 1907.
Aquí escribirá que es evidente que se ha sobreestimado en mucho el efecto profiláctico de
estas liberales prevenciones. Los niños saben ahora algo que antes ignoraban, pero no atinan
a nada con las nuevas noticias que le regalaron. Uno se convence de que ni siquiera están
prontos a sacrificar tan rápido aquellas teorías sexuales –uno diría: naturales- que ellos han
formado en acuerdo con su organización libidinal imperfecta y en dependencia de esta: el papel
de la cigüeña, la naturaleza del comercio sexual, la manera en que los niños vienen al mundo.
Todavía largo tiempo después de haber recibido el esclarecimiento sexual se comportan como
los primitivos a quiénes se les ha impuesto el cristianismo y siguen venerando en secreto a sus
viejos ídolos (Freud, 1937: p. 236)
Esta comparación entre lo que escribe en la carta abierta y en una de las últimas obras de su
vida, da cuenta del modo en que Freud ponía a trabajar provisionalmente sus ideas y como
desarrollos posteriores le permitieron replantear aquella ilusión del esclarecimiento sexual y la
consecuente prevención. Ideas solidarias aparecen en la Introducción a Oskar Pfister (1913)
donde se lee:
Más tarde, en 1925 en el prólogo a August Aichhnor, ya plantea al educar como uno de los tres
oficios imposibles (Freud, 1925:p.296).
En el ensayo titulado La Pedagogía pervertida, realizado en 1970 por el francés, René Scherer,
en el contexto de la implementación de la educación sexual en Francia, el autor describe que la
época abunda en tomas de posición, en estudios, en testimonios, en encuestas, acerca de la
escuela y el sexo: La educación sexual está de moda, mientras que la revolución sexual intenta
infiltrarse en los colegios. Los maestros se dividen en dos clanes, y algunos, que siguen
teniendo el poder, usan y abusan de este, mientras otros hacen todavía el papel de
perseguidos y de precursores. Y otros, el papel de francotiradores que van a reconvertirse en
otra parte después de haberse quemado en el contacto con los niños y, sobre todo, con sus
tutores oficiales‖ (Scherer, 1983).
En sentido general, veremos si la Educación Sexual Integral constituye, lo que Foucault ubica
como conjunto de mecanismos por los cuales lo que en la especie humana constituye sus
trazos biológicos fundamentales puede ingresar dentro de la política del Estado – nación
(biopolítica).
¿Es la Educación Sexual Integral en el Sistema Educativo Formal argentino (Ley Nº 26.150)
una estrategia de control biopolítico del estado-nación? ¿Qué supuestos de educación y de
sexualidad se juegan en los legisladores (diputados) que sancionaron la ESI como obligatoria?
Algunas hipótesis:
* La Ley de referencia actúa como una suerte de bisagra que pretende lograr una
nueva articulación entre el sistema educativo argentino y el dispositivo político de la sexualidad;
articulación que hasta el presente se ha mostrado difusa y fragmentaria, para asegurar ciertos
efectos de saber-poder inherentes a las políticas destinadas al control de la vida.
La idea es desplegar los discursos que hicieron posible en el año 2006, la sanción de la Ley
26.150, que establece la obligatoriedad de la implementación curricular de la Educación Sexual
Integral (ESI) en el sistema educativo formal argentino.
Nos aclara Veyne (Veyne, 2009), que el discurso es esa parte invisible, ese pensamiento
impensado donde se singulariza cada acontecimiento de la historia. Y, para comprender mejor
en qué consiste el esfuerzo de apercepción del discurso, recurre a una cita de Foucault en
L’Archéologie du savoir: “El enunciado puede no estar oculto, y pese a ello no es visible; no se
ofrece a la percepción como el portador manifiesto de sus límites y de sus caracteres. Se
requiere cierta conversión de la mirada y de la actitud para poder reconocerlo y considerarlo en
sí mismo. Tal vez sea eso demasiado conocido que se escabulle sin cesar, tal vez sea {una}
transparencia demasiado familiar.‖ (Veyne, 2009, pág. 26).
Resulta insoslayable a la hora de reflexionar sobre el par Educación-Sexualidad las formas que
asumen hoy los procesos de disciplinarización que se encuentras vinculados con el avance del
biologismo.
Las ciencias sociales, la medicina o incluso la ecología sufren sus embates, por lo que no es
extraño que se hable tanto – al punto de ser hoy su forma predominante en todos lados- de una
psicobiología (es decir de una biología de los comportamientos o de las funciones psíquicas),
de una sociobiología, de una economobiología, etc..
Se trata de una demanda de justificación, de legitimación que las formas políticas, sociales y
económicas le realizan al discurso científico naturalista. Esto viene de lejos, pero reasume un
lugar importante en el marco de las políticas académicas, científicas y sociales
contemporáneas desde hace unos años. El descubrimiento y la descripción del genoma
humano es un aval más a la idea de que todo es ‗naturaleza‘, y que todo está determinado por
ella. Comte creía que no hay nada humano que fuera ajeno a la naturaleza, y que por tanto no
hay nada en la historia, la antropología, la psicología que fuera ajeno al progreso y a los
métodos de las ciencias naturales. A propósito de ello la relación biología-poder se hizo
evidente ya en el siglo XIX. El propio Comte, como se sabe, sostenía que la sociedad es un
organismo que había enfermado a causa de la revolución francesa de 1789, y que la sociología
fundada en las bases naturales que la biología debía proporcionar le revelaría las leyes que le
devolverían la salud perdida.
Foucault afirma que es a partir de finales del siglo XVIII cuando el Estado comienza a
preocuparse por el cuidado de los cuerpos.
La importancia repentina que asume la medicina del siglo XVIII encuentra su raíz allí
donde se entrecruzan una nueva economía “analítica” de la asistencia y la emergencia
de una “policía” general de la salud. La nueva noso-política inscribe la cuestión
específica de la enfermedad de los pobres dentro del problema general de la salud de
las poblaciones; se desplaza del marco estrecho de los socorros de caridad hacia la
forma más general de una “policía médica” con sus obligaciones y servicios (Foucault,
1991, págs. 94-95).
Hay una inclusión de la enfermedad de los pobres en el problema más general de la salud de
las poblaciones, y un desplazamiento desde la ‗caridad‘ a la forma general de una ‗policía
médica‘, con sus exigencias y con sus servicios.
Durante el ejercicio de los análisis arqueológicos el método foucaultiano intenta describir los
discursos de las diferentes epistemes; sin embargo desde esta sola perspectiva le es imposible
– como él mismo admite luego- analizar algo más que los resultados de esos cambios de
episteme y no los cambios en sí mismos. A esta necesidad responde la creación del concepto
de dispositivo, que es entonces el objeto de la tarea descriptiva de la genealogía. Un dispositivo
es, en la obra de Foucault, una red de relaciones que es posible establecer entre elementos
heterogéneos tales como leyes, reglamentos, formas arquitectónicas, proposiciones de la
ciencia o de la filosofía, etc. En el tema que nos ocupa, podemos decir, que las sociedades
modernas a partir del siglo XVIII han inventado el ‗dispositivo de la sexualidad‘, que de una
manera general tiende al control de los cuerpos individual y social (Foucault, 2002).
El debate
Estos escritos traslucen una impronta en los discursos sobre sexualidad, educación y política,
que es susceptible de ser analizada.
La diputada, dice que el primer eje tiene que ver con el concepto de cuidado1, pero no a un
cuidado coercitivo sino a aquel que habla de la responsabilidad de los adultos con relación a
1
La biopolítica como gestión de la vida biológica de la población ha sido abordada por Foucault, desde
cuatro ángulos diferentes: El surgimiento de la medicina social, el derecho soberano, la transformación
los jóvenes y a los niños. Nos basamos además en otro eje, que es el derecho de niños y
jóvenes a recibir educación, formación e información sobre educación sexual.
Desde la filosofía, Foucault afirma que es a partir de finales del siglo XVIII cuando el Estado
comienza a preocuparse por el cuidado de los cuerpos.
“La importancia repentina que asume la medicina del siglo XVIII encuentra su raíz allí
donde se entrecruzan una nueva economía “analítica” de la asistencia y la emergencia
de una “policía” general de la salud. La nueva noso-política inscribe la cuestión
específica de la enfermedad de los pobres dentro del problema general de la salud de
las poblaciones; se desplaza del marco estrecho de los socorros de caridad hacia la
forma más general de una “policía médica” con sus obligaciones y servicios” (Foucault,
1991, págs. 94-95).
La exposición de la diputada finaliza diciendo que: estamos definiendo una cuestión que no
sólo tiene que ver con la educación en términos generales, sino también con el bien
común…Se trata de un reconocimiento explícito de que existe una deuda del Estado a partir
de reconocer el derechos de los jóvenes de informarse y formarse en un tema tan específico
pero también tan sensible a la formación humana. (Aplausos)
Sin embargo, a pesar de la declamación anterior plantea que los educandos argentinos se
formen de acuerdo con lo que hoy necesita nuestro país… La pregunta que podríamos formular
aquí es: qué necesitan los educandos de nuestro país? quien define con qué y cómo in-formar-
los? La diputada agrega: El objetivo es que nuestros niños y jóvenes se formen para que
Se pregunta: Por qué no sacarnos la venda de los ojos y reconocer que cuando un niño está
informado sabe a ciencia cierta qué se está haciendo con su cuerpo y qué consecuencias
puede tener ello?
Si bien está planteada como pregunta, es una aseveración que no tiene asidero y pasible de
ser refutada con parte del mismo enunciado ¿un niño que está informado, sabe a ciencia
cierta qué se está haciendo con su cuerpo y qué consecuencias puede tener ello? —
retomando aquellos argumentos ligados a la ineducabilidad de la sexualidad, que se
presentaron al comienzo—.
Podría ser lícito preguntar ¿cómo es posible que un enunciado de estas características tenga
lugar en el siglo XXI? ¿Qué es lo que permite pensar y darle semejante entidad al hecho de
simplemente ―estar informado‖? O, considerando el valor que se le da en la actualidad a la
―información‖ ¿qué concepción de educación y de sujeto prevalecen en este discurso? Quizás
ésta pueda ser nuestra vía de análisis… Detrás de este enunciado subyace la suposición de un
individuo racional regido por la voluntad de in-formarse y prever consecuencias. A la vez queda
rechazado lo sintomático en el sujeto y esa cámara del tesoro que le permite amortiguar los
avatares de la vida: la fantasía.
La diputada que acabamos de citar, continúa su exposición y admite que darles información no
es terminar con la inocencia de los niños, por el contrario afirma que el hecho de ser abusados
hace que se termine con su ―inocencia e ingenuidad‖. Luego dirá informar para evitar abortos,
embarazos no deseados, prevenir enfermedades de transmisión sexual con consecuencias que
derivan en infertilidad y muerte, sin obviar, por supuesto, las consecuencias de la epidemia que
produce el sida.
Se iguala educar con informar —como leeremos lo hacen la mayoría de los legisladores—.
Aquí lo llamativo es la contradicción con el inicio de su propia exposición, donde defiende el
aspecto integral y el discurso se cierra sobre las cuestiones literales referidas a la genitalidad.
Dice Winnicott: las dificultades no se resuelven mediante disertaciones sobre temas sexuales
en clase. Además, la instrucción de este tipo elimina la poesía y torna secas y banales la
función y las partes sexuales.
En virtud de esto, existe un marco legal pertinente, incluso reconocido por la diputada, que
asegura a las familias participación activa en las decisiones sobre la educación de sus hijos en
lo relativo a la sexualidad, paternidad responsable así como también educación religiosa y
moral. Mencionamos algunas normas jurídicas que dan cuenta de que la familia es agente
natural y primario: en la anterior Ley Federal Educación (24.165) —sancionada en abril de
2
Recuperado de http://www.hcdn.gov.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-124/124-713.pdf
1993—, en sus artículos 4º y 5º se reconoce la participación de los padres como prioritaria.
También, en el artículo 18º del la Convención sobre lo Derechos del Niño se reconoce a los
padres como representantes legales sobre la crianza y desarrollo del niño. El Pacto
Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 18º. El artículo 26º de la
Declaración Universal de Derechos Humanos. La Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) en el artículo 12º. Posterior a este debate, en
diciembre de 2006, el mismo congreso de la nación sanciona la Ley de Educación Nacional N
26206. En el artículo 6 donde el estado tiene la responsabilidad indelegable de transmitir
educación integral. Abordaje que se encuadra en la doctrina de la protección integral.
El diputado por la Capital Federal, apoya el proyecto. Propone la participación de los padres a
través de talleres de educación sexual. Destaca la importancia de la familia, como parte integral
de la escuela. Fundamenta la disidencia parcial, y expone que la familia será quien decida
sobre los principios en los que se desea educar a los hijos, en tanto es necesario brindar
información por medio de talleres para docentes y padres, de ese modo formar agentes
multiplicadores. Propone que en uno de los artículos de la ley 26150, se inserte el derecho de
los padres a expresar su objeción a la participación de sus hijos en las actividades sistemáticas
de educación sexual integral (…).4
Por su parte y contrariamente una de las diputadas, docente y representante de Buenos Aires,
describe al proyecto de ley, entre otras cosas, como una norma humana, ética, respetuosa,
consensuada, democrática y participativa a todos los niveles. Menciona que está basado en
dos cuestiones fundamentales: el derecho de los jóvenes a recibir educación sexual y la
obligación de la escuela de otorgarla.
La diputada dice que no necesita recordar aquí lo que ha sido la historia de siglos con la
obturación de la información, del conocimiento y de la educación sexual… Qué enorme
incapacidad que hemos tenido en juntar el placer con la función reproductiva! Y agrega una
observación desde su práctica docente: la mayoría de los que se oponen a la educación sexual
terminan siendo los que en la casa realizan abuso sexual. Justifica la afirmación con una
información estadística: el 68 por ciento de todas las violencias proviene del ámbito familiar, el
ámbito más íntimo, el de las personas que deberían cuidar a los niños; incluso, en la escuela,
en las instituciones deportivas. Y dice: ya es tiempo de educar la voluntad.
La diputada por Santa Fe (bioquímica), acentúa que el proyecto de ley de educación sexual
integral es un instrumento esencial que ayudará a disminuir los embarazos adolescentes, las
infecciones HIV, los embarazos no deseados y, por lo tanto, el aborto y a mortalidad materna.
3
Sobre los Lineamientos Curriculares nos remitiremos en el próximo apartado.
4
Recuperado de: http://www.hcdn.gov.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-124/124-713.pdf
atravesados, comandados, regidos, por procesos de leyes biológicas. Una población posee una
natalidad, una mortalidad, una población tiene una curva etaria, una pirámide etaria, tiene una
morbilidad, tiene un estado de salud, una población puede perecer o al contrario puede
desarrollarse.
El diputado tucumano, inicia la disertación lamentando que un tema tan importante sea tratado
a tanta velocidad. A continuación presenta bibliografía científica internacional sobre temas en
sexualidad e indica una publicación que exhibe información estadística sobre HIV: luego de
años de intentar disminuir el contagio del virus del sida sólo a través de la distribución gratuita
de profilácticos. Dice que Uganda, adoptó consensuadamente la estrategia ABeCé. Consiste
en primer lugar en que la abstinencia es el único método para evitar el contagio, en segundo
lugar se “debería” recomendar a la a la población que mantenga relaciones sexuales
monógamas con personas no infectadas, y solamente en tercer lugar se advierte a la población
que el preservativo puede reducir el riesgo de contagio, pero nunca eliminarlo del todo.
Continúa su exposición con datos científicos –estadísticos— que indican que el preservativo
reduce en un 80 por ciento el riesgo de contagio, pero la promiscuidad acaba incrementando su
probabilidad real.
5
Polizeiwissenschaft es la forma que toma una tecnología gubernamental dominada por el principio de
la razón de Estado, dirá Foucault en El Nacimiento de la Biopolítica.
¿Cómo se ha llegado a la situación de tener que implementar obligatoriamente la Educación
Sexual Integral en el sistema educativo formal argentino?
En nuestra época, adquiere interés no solo académico, sino también ético-político, el intento de
desnudar un modo de gobernar. La ley de educación sexual integral como una manera de
construir gubernamentalidades a través de tecnologías de sí, que apelan a la voluntad para
constituir desde lo público un bios, un ser y un hacer, no solo en el ámbito privado sino también
íntimo.
En La inmanencia absoluta (Giorgi & Rodriguez, 2007, pág. 90), Agamben dirá que el concepto
―vida‖ es el legado testamentario tanto de Foucault como de Deleuze. Expresará que ambos
deberán constituir el tema de la filosofía que viene. Además de resaltar la necesidad de leer
juntas las reflexiones de Foucault sobre BIOPODER y procesos de subjetivación, y de Deleuze
sobre ―Una vida…‖ como inmanencia absoluta y beatitud, aclarando, que es éste el elemento
que signa la sumisión al biopoder.
En La voluntad de saber Foucault refiere a una particular forma de ejercicio del poder que tiene
por objeto el cuerpo, aclarando que: “los gobiernos advierten que no tienen que vérselas con
individuos simplemente,ni siquiera con un “pueblo” sino con una población y sus fenómenos
específicos…” (Foucault, 2002, pág. 35). En este sentido la sexualidad es la bisagra que
articula la anátomopolitica y la biopolítica. En palabras de Foucault (Foucault, 2002, pág. 34): El
sexo no es cosa que sólo se juzgue, es cosa que se administra. Participa del poder público;
solicita procedimientos de gestión; debe ser tomado a cargo por discursos analíticos. En el
siglo XVIII el sexo llega a ser asunto de ―policía‖. Cuando refiere a policía del sexo aclara que
no tiene que ver con el rigor de una prohibición sino con la necesidad de reglamentar el sexo
mediante discursos útiles y públicos. Es precisamente en La gubernamentalidad (Foucault,
2002, pág. 215) donde planteará tres grandes elementos, a partir de los cuales se ha podido
producir lo que él denomina un fenómeno fundamental en la historia de Occidente: La
gubernamentalización del Estado. El primero de estos elementos es la pastoral cristiana, el
segundo corresponde a un modelo o técnica diplomático-militar, y por último, la policía6, que el
autor afirma que es cómo esta gubernamentalidad sólo pudo adquirir las dimensiones que tiene
gracias a una serie de instrumentos muy particulares, cuya formación es precisamente
contemporánea del arte de gobernar.
Bibliografía
6
Polizeiwissenschaft es la forma que toma una tecnología gubernamental dominada por el principio de la razón de
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