Está en la página 1de 14

Educación Sexual Integral en el sistema educativo formal; algunas consideraciones

sobre la obligatoriedad de su enseñanza.

Autora: Mariana Scrinzi


Psicóloga y Profesora universitaria en Psicología (UNR). Especialista en Ciencias Sociales con
Mención en Curriculum (FLACSO). Profesora en distintas universidades argentinas. Directora
de la Revista Aula Hoy Educativa- Editorial Homo Sapiens Rosario, Santa Fe.

INTRODUCCION

Hoy asistimos a una época cuyo rasgo característico es la preeminencia de las imágenes por
sobre los relatos, esto tiene efectos y el mundo adulto muchas veces queda sin nada que decir,
en consecuencia los vínculos intergeneracionales se transforman…. Aquello que pertenecía al
ámbito de lo íntimo o, al menos de lo privado en nuestra época se volvió público…La pregunta
por la educación sexual sin dudas suscita múltiples interrogantes, tales como en qué momento,
dónde, cómo y quiénes serán los responsables de llevar adelante la Educación Sexual.

1. Educación Sexual y Psicoanálisis

Desde los inicios mismos del psicoanálisis el tema de la educación sexual ha sido un tópico de
profundos y arduos debates en la Sociedad Psicológica de los Miércoles (1902-1907), cuyos
registros de las Actas llegan a través de Federn y Nunberg. Las famosas Actas se preservaron
gracias a la cuidadosa conservación de Freud, ya que las salva del nazismo cuando se las
entrega al vienés Paul Federn.

En el cenáculo del 13 de noviembre de 1907, sentados en torno a una mesa oval, Fritz Wittels
habló de las enfermedades venéreas, y durante el debate se discutió sobre la conveniencia de
la educación sexual en aras de la prevención del desencadenamiento de trastornos neuróticos.
Al respecto, Otto Rank manifestó que él no recomendaría la educación sexual de los niños,
pues la ignorancia en esa materia sería uno de los factores que más contribuyen al deseo de
conocimiento. En tanto que Paul Federn no acordó con Rank, Schwerdtner abogó por la utilidad
de un esclarecimiento gradual de los pequeños. Por último, y en lo que debe tomarse como una
respuesta a la intervención de Rank, Wittels concluía que ―La protección de las enfermedades
venérea es más importante que el ansia de saber del niño‖ (Federn & Nunberg, 1962: p. 241).

En el año 1907, Freud escribe una carta abierta sobre El esclarecimiento sexual del niño al
médico de Hamburgo, M. Fürst. Dicha carta sería publicada en una revista dedicada a la
medicina social y a la higiene, que el mismo Fürst dirigía.

El creador del psicoanálisis dice:

Debo, pues, responderle a estas cuestiones: si en general es lícito proporcionar a los


niños esclarecimiento sobre los hechos de la vida genésica, a qué edad
convendría hacerlo y de qué manera. Pero desde el comienzo mismo reciba usted mi
confesión de que hallo enteramente comprensible que se discuta sobre los puntos
segundo y tercero, pero no entiendo, en absoluto, cómo el primer punto podría ser
motivo de una diferencia de opiniones (Freud, 1907: p. 115).
En este momento no hay dudas de la posición freudiana respecto de proporcionar
esclarecimientos y deja planteados una serie de interrogantes como:

¿Qué se pretende lograr escatimando a los niños -digamos a los jóvenes- tales
esclarecimientos sobre la vida sexual humana? ¿Se teme despertar su interés por estas
cosas prematuramente, antes que nazca en ellos mismos? ¿Acaso mediante ese
encubrimiento se espera detener a la pulsión sexual hasta el momento en que pueda
encaminarse por las únicas vías que le abre el régimen de la sociedad civil? ¿Se cree
que los niños no mostrarían interés alguno por los hechos y enigmas de la vida sexual,
ni inteligencia alguna para ellos, si terceros no se los señalasen? ¿Se cree posible que
la noticia que se les deniega no les sea aportada por otros caminos? ¿O se busca real y
seriamente que más tarde juzguen inferior y abominable todo lo sexual, de lo cual tanto
padres cuanto educadores se propusieron mantenerlos alejados el mayor tiempo
posible? (Freud, 1907: p. 115)

Freud, en esa misma carta abierta, señala que en las cartas familiares del gran pensador y
filántropo Multatuli, ha hallado algunas líneas que darán sobrada respuesta:

En general, y para mi sentir, ciertas cosas son veladas en exceso. Es sano mantener
limpia la fantasía de los niños, pero esa pureza no se preserva mediante la
ignorancia. Antes bien, creo que mientras más se oculte algo al varón o a la niña, tanto
más maliciarán la verdad. Uno por curiosidad cae sobre el rastro de cosas a las que
poco o ningún interés habría concedido si le hubieran sido comunicadas sin mucha
ceremonia. Más aún: si fuera posible preservar esa ignorancia, acaso yo me reconciliara
con ella; pero es imposible: el niño entra en contacto con otros niños, caen en sus
manos libros que lo inducen a meditar, y los mismos tapujos con que sus padres
tratan lo que empero él ha comprendido no hacen sino atizarle el ansia de saber más. Y
esta ansia satisfecha sólo en parte, sólo en secreto, exacerba el corazón y corrompe la
fantasía; el niño ya peca, y los padres todavía creen que él no sabe qué es pecado.

Duda si podría decirse nada mejor acerca de esto, pero acaso, aclara, quepa agregar algo.

Por cierto no es sino la vulgar mojigatería y la propia mala conciencia en asuntos


sexuales lo que mueve a los adultos a usar de esos «tapujos» con los niños; no
obstante, es posible que influya también algo de ignorancia teórica conjurable mediante
el esclarecimiento de los adultos mismos. En efecto, se cree que la pulsión sexual
falta en los niños, y sólo se instala en ellos en la pubertad, con la maduración de los
órganos genésicos. He ahí un grosero error, de serias consecuencias tanto para el
conocimiento como para la práctica. Y es tan fácil corregirlo mediante la observación
que nos maravilla que pudiera engendrarse. En realidad, el recién nacido trae consigo
al mundo una sexualidad, ciertas sensaciones sexuales acompañan su desarrollo
desde la lactancia hasta la niñez, y son los menos los niños que se sustraen, en la
época anterior a la pubertad, de quehaceres y sensaciones sexuales. Quien desee
conocer la exposición particularizada de estas tesis la hallará en Tres ensayos de teoría
sexual (Freud, 1907: p. 117)

El mismo Freud en 1937, es decir 30 años más tarde y ya muy cerca de su muerte, va a
retomar la cuestión en su obra ―Análisis terminable e interminable‖ para reconsiderar las
reflexiones de aquella carta abierta sobre el esclarecimiento sexual en el niño de 1907.
Aquí escribirá que es evidente que se ha sobreestimado en mucho el efecto profiláctico de
estas liberales prevenciones. Los niños saben ahora algo que antes ignoraban, pero no atinan
a nada con las nuevas noticias que le regalaron. Uno se convence de que ni siquiera están
prontos a sacrificar tan rápido aquellas teorías sexuales –uno diría: naturales- que ellos han
formado en acuerdo con su organización libidinal imperfecta y en dependencia de esta: el papel
de la cigüeña, la naturaleza del comercio sexual, la manera en que los niños vienen al mundo.
Todavía largo tiempo después de haber recibido el esclarecimiento sexual se comportan como
los primitivos a quiénes se les ha impuesto el cristianismo y siguen venerando en secreto a sus
viejos ídolos (Freud, 1937: p. 236)

Esta comparación entre lo que escribe en la carta abierta y en una de las últimas obras de su
vida, da cuenta del modo en que Freud ponía a trabajar provisionalmente sus ideas y como
desarrollos posteriores le permitieron replantear aquella ilusión del esclarecimiento sexual y la
consecuente prevención. Ideas solidarias aparecen en la Introducción a Oskar Pfister (1913)
donde se lee:

La educación es una profilaxis que quiere prevenir ambos desenlaces, el de la neurosis


y el de la perversión (Freud, 1913: p.352)

Más tarde, en 1925 en el prólogo a August Aichhnor, ya plantea al educar como uno de los tres
oficios imposibles (Freud, 1925:p.296).

2. La educación sexual está de moda

En el ensayo titulado La Pedagogía pervertida, realizado en 1970 por el francés, René Scherer,
en el contexto de la implementación de la educación sexual en Francia, el autor describe que la
época abunda en tomas de posición, en estudios, en testimonios, en encuestas, acerca de la
escuela y el sexo: La educación sexual está de moda, mientras que la revolución sexual intenta
infiltrarse en los colegios. Los maestros se dividen en dos clanes, y algunos, que siguen
teniendo el poder, usan y abusan de este, mientras otros hacen todavía el papel de
perseguidos y de precursores. Y otros, el papel de francotiradores que van a reconvertirse en
otra parte después de haberse quemado en el contacto con los niños y, sobre todo, con sus
tutores oficiales‖ (Scherer, 1983).

En el prólogo de este libro el psicoanalista argentino Germán García se pregunta: ¿Cómo


hablar de las relaciones entre sexualidad y educación? Y a continuación afirma que lo que
Scherer muestra es que la sexualidad no puede ser una materia, no puede introducirse en un
programa. La educación sexual en la escuela es una respuesta, en nombre de los intereses de
la familia, a fenómenos que escapan a su control: masturbación, prostitución, pornografía,
perversión. Agrega que la educación de la familia, es convertida por la escuela en educación
para la familia: la sexualidad entonces queda reducida a la reproducción, con el agregado,
como señuelo, de una sanción positiva sobre el placer. El conocimiento que se llama educación
sexual, nada puede decir del saber que causa el deseo. La educación sexual, hija de la
emancipación naturalista del deseo pregonada desde el siglo XVIII, fracasa en la misma
instauración de una psicopatología sexual en el siglo XIX.

Algunas consideraciones sobre Educación Sexual


La organización de los sistemas educativos modernos se sitúa para Focault en el momento —
en cuanto a la organización política— de las monarquías y se acentúa en el fin de los
absolutismos. Es importante el tema de la Educación, indubitablemente, en relación a los
procesos de disciplinarización que cumple y allí la nueva importancia que tomará en ella en el
problema del cuerpo. A partir de la Revolución Francesa lo Normal se impone como principio
de coerción en las escuelas y a través de la instauración de una enseñanza estandarizada, que
antes no existía. La cuestión de la Educación está vinculada en Michel Foucault básicamente a
la formación de las disciplinas. Las referencias principales se encuentran en dos textos: Vigilar
y Castigar (Foucault, 1996) y Los anormales (Foucault, 2000).

En Los anormales, Foucault se ocupa de la educación en su vínculo con la cruzada contra la


masturbación y en relación a la sexualización de las conductas infantiles. Allí señala también
que es a fines del siglo XVIII nace con fuerza la idea de una educación ‗natural‘, que seguiría
cierto esquema racional, y que implicaría una puesta en relación del vínculo padres- hijos
atravesado por instancias disciplinares pedagógicas y médicas. Es ese también el momento en
el que se instala la gran discusión acerca de la educación estatal. Las investigaciones
indagadas, en países de América Latina y el Caribe, resaltan la importancia de tratar la
temática sexual en la escuela y abordar contenidos relacionados a la salud sexual y
reproductiva. Otros casos afirman en considerar esta temática incluyendo las dimensiones
afectivas y emocionales: “(…) resulta de toda necesidad implementar masivamente en el
sistema educacional, programas de educación sexual que no sólo entreguen información sobre
la anatomía y biología de la sexualidad, sino que enfaticen fuertemente los aspectos
emocionales y afectivos. Estos programas no debieran reemplazar el rol primordial de los
padres en este sentido; pero, (…) se hace necesario informarles de sus contenidos y conocer
su opinión al respecto.” (Montenegro, 2000)

La educación sexual, históricamente ha incomodado y producido malestar, hoy podemos


afirmar que se ha buscado racionalizar este problema planteado a la práctica gubernamental.

En sentido general, veremos si la Educación Sexual Integral constituye, lo que Foucault ubica
como conjunto de mecanismos por los cuales lo que en la especie humana constituye sus
trazos biológicos fundamentales puede ingresar dentro de la política del Estado – nación
(biopolítica).

Vamos a ubicar entonces, algunas preguntas de inicio:

¿Es la Educación Sexual Integral en el Sistema Educativo Formal argentino (Ley Nº 26.150)
una estrategia de control biopolítico del estado-nación? ¿Qué supuestos de educación y de
sexualidad se juegan en los legisladores (diputados) que sancionaron la ESI como obligatoria?

Algunas hipótesis:

* La estrategia biopolítica puesta en funcionamiento con la Ley de Educación Sexual Integral


procura la racionalización de problemas planteados a la práctica gubernamental por ciertos
fenómenos constitutivos de la población como objeto de poder, es decir, problemas de salud,
higiene, natalidad, morbilidad, longevidad.

* La Ley de referencia actúa como una suerte de bisagra que pretende lograr una
nueva articulación entre el sistema educativo argentino y el dispositivo político de la sexualidad;
articulación que hasta el presente se ha mostrado difusa y fragmentaria, para asegurar ciertos
efectos de saber-poder inherentes a las políticas destinadas al control de la vida.

La idea es desplegar los discursos que hicieron posible en el año 2006, la sanción de la Ley
26.150, que establece la obligatoriedad de la implementación curricular de la Educación Sexual
Integral (ESI) en el sistema educativo formal argentino.

Los discursos existentes en torno a la sexualidad y a su educación, en el marco de los debates


parlamentarios producidos alrededor de la mencionada ley, permiten ubicar el interés por
enseñar educación sexual integral en la escuela y establecer posibles vínculos con la noción de
gubernamentalidad. Nos serviremos del análisis de discurso en tanto ―la exploración en
profundidad del discurso, la explicitación de las últimas diferencias entre formaciones
históricas…‖ (Veyne, 2009, pág. 22).

Nos aclara Veyne (Veyne, 2009), que el discurso es esa parte invisible, ese pensamiento
impensado donde se singulariza cada acontecimiento de la historia. Y, para comprender mejor
en qué consiste el esfuerzo de apercepción del discurso, recurre a una cita de Foucault en
L’Archéologie du savoir: “El enunciado puede no estar oculto, y pese a ello no es visible; no se
ofrece a la percepción como el portador manifiesto de sus límites y de sus caracteres. Se
requiere cierta conversión de la mirada y de la actitud para poder reconocerlo y considerarlo en
sí mismo. Tal vez sea eso demasiado conocido que se escabulle sin cesar, tal vez sea {una}
transparencia demasiado familiar.‖ (Veyne, 2009, pág. 26).

El avance del biologismo

Resulta insoslayable a la hora de reflexionar sobre el par Educación-Sexualidad las formas que
asumen hoy los procesos de disciplinarización que se encuentras vinculados con el avance del
biologismo.

Las ciencias sociales, la medicina o incluso la ecología sufren sus embates, por lo que no es
extraño que se hable tanto – al punto de ser hoy su forma predominante en todos lados- de una
psicobiología (es decir de una biología de los comportamientos o de las funciones psíquicas),
de una sociobiología, de una economobiología, etc..

Se trata de una demanda de justificación, de legitimación que las formas políticas, sociales y
económicas le realizan al discurso científico naturalista. Esto viene de lejos, pero reasume un
lugar importante en el marco de las políticas académicas, científicas y sociales
contemporáneas desde hace unos años. El descubrimiento y la descripción del genoma
humano es un aval más a la idea de que todo es ‗naturaleza‘, y que todo está determinado por
ella. Comte creía que no hay nada humano que fuera ajeno a la naturaleza, y que por tanto no
hay nada en la historia, la antropología, la psicología que fuera ajeno al progreso y a los
métodos de las ciencias naturales. A propósito de ello la relación biología-poder se hizo
evidente ya en el siglo XIX. El propio Comte, como se sabe, sostenía que la sociedad es un
organismo que había enfermado a causa de la revolución francesa de 1789, y que la sociología
fundada en las bases naturales que la biología debía proporcionar le revelaría las leyes que le
devolverían la salud perdida.
Foucault afirma que es a partir de finales del siglo XVIII cuando el Estado comienza a
preocuparse por el cuidado de los cuerpos.

La importancia repentina que asume la medicina del siglo XVIII encuentra su raíz allí
donde se entrecruzan una nueva economía “analítica” de la asistencia y la emergencia
de una “policía” general de la salud. La nueva noso-política inscribe la cuestión
específica de la enfermedad de los pobres dentro del problema general de la salud de
las poblaciones; se desplaza del marco estrecho de los socorros de caridad hacia la
forma más general de una “policía médica” con sus obligaciones y servicios (Foucault,
1991, págs. 94-95).

Hay una inclusión de la enfermedad de los pobres en el problema más general de la salud de
las poblaciones, y un desplazamiento desde la ‗caridad‘ a la forma general de una ‗policía
médica‘, con sus exigencias y con sus servicios.

Durante el ejercicio de los análisis arqueológicos el método foucaultiano intenta describir los
discursos de las diferentes epistemes; sin embargo desde esta sola perspectiva le es imposible
– como él mismo admite luego- analizar algo más que los resultados de esos cambios de
episteme y no los cambios en sí mismos. A esta necesidad responde la creación del concepto
de dispositivo, que es entonces el objeto de la tarea descriptiva de la genealogía. Un dispositivo
es, en la obra de Foucault, una red de relaciones que es posible establecer entre elementos
heterogéneos tales como leyes, reglamentos, formas arquitectónicas, proposiciones de la
ciencia o de la filosofía, etc. En el tema que nos ocupa, podemos decir, que las sociedades
modernas a partir del siglo XVIII han inventado el ‗dispositivo de la sexualidad‘, que de una
manera general tiende al control de los cuerpos individual y social (Foucault, 2002).

En definitiva, la relevancia política de la cuestión sexual se vincula al hecho de que el sexo es


la bisagra entre los mecanismos de las disciplinas y las políticas que tiene por objeto a las
poblaciones, lo cual implica que la sexualidad está en el centro de la articulación entre los dos
ejes de las tecnologías políticas de la vida.

El debate

A continuación se presentan algunos fragmentos discursivos del debate de la Cámara de


Diputados enunciados oportunamente en agosto del 2006 y extraídos de las Versiones
Taquigráficas del Congreso.

Estos escritos traslucen una impronta en los discursos sobre sexualidad, educación y política,
que es susceptible de ser analizada.

La sesión ordinaria celebrada el 16 de Agosto 2006 en la Cámara de Diputados estuvo


presidida por la diputada de Entre Ríos (psicopedagoga), y lo hizo en calidad de miembro
informante de la Comisión de Educación, en cuya oportunidad presentó el proyecto de ley.

La diputada, dice que el primer eje tiene que ver con el concepto de cuidado1, pero no a un
cuidado coercitivo sino a aquel que habla de la responsabilidad de los adultos con relación a

1
La biopolítica como gestión de la vida biológica de la población ha sido abordada por Foucault, desde
cuatro ángulos diferentes: El surgimiento de la medicina social, el derecho soberano, la transformación
los jóvenes y a los niños. Nos basamos además en otro eje, que es el derecho de niños y
jóvenes a recibir educación, formación e información sobre educación sexual.

Desde la filosofía, Foucault afirma que es a partir de finales del siglo XVIII cuando el Estado
comienza a preocuparse por el cuidado de los cuerpos.

“La importancia repentina que asume la medicina del siglo XVIII encuentra su raíz allí
donde se entrecruzan una nueva economía “analítica” de la asistencia y la emergencia
de una “policía” general de la salud. La nueva noso-política inscribe la cuestión
específica de la enfermedad de los pobres dentro del problema general de la salud de
las poblaciones; se desplaza del marco estrecho de los socorros de caridad hacia la
forma más general de una “policía médica” con sus obligaciones y servicios” (Foucault,
1991, págs. 94-95).

La exposición de la diputada finaliza diciendo que: estamos definiendo una cuestión que no
sólo tiene que ver con la educación en términos generales, sino también con el bien
común…Se trata de un reconocimiento explícito de que existe una deuda del Estado a partir
de reconocer el derechos de los jóvenes de informarse y formarse en un tema tan específico
pero también tan sensible a la formación humana. (Aplausos)

En definitiva, la relevancia política de la cuestión sexual se vincula al hecho de que el sexo es


la bisagra -charniére- entre los mecanismos de las disciplinas de los cuerpos anátomo-política y
las políticas, es decir regulaciones, que tiene por objeto a las poblaciones –bio-política-, lo cual
implica que la sexualidad está en el centro de la articulación entre los dos ejes de las
tecnologías políticas de la vida. Pues con una política del sexo podemos cambiar las relaciones
entre natalidad y mortalidad; en todo caso la política del sexo se va a integrar al interior de toda
esa política de la vida…(Foucault,1976)

El proyecto destaca fundamentalmente la creación del Programa Nacional de Educación


Sexual Integral, con la obligatoriedad de que niños, niñas y jóvenes de nuestro país, que
concurren a las escuelas de gestión oficial y privada, puedan recibir esta propuesta de
educación sexual. (Versiones Taquigráficas. Diputados, 2006).

Aquí nuevamente es pertinente la referencia a la idea de Winnicott acerca de la posibilidad de


revisar la conveniencia de desalentar a las personas que muestran una inclinación a enseñar
cuestiones sexuales a los niños (Winnicott, 1949).

La diputada por la provincia de Catamarca (Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación)


toma la palabra y expresa que se trata de un programa que no tiene en cuenta, como por allí
se dice, solamente la genitalidad, la sexualidad o aspectos biológicos, sino que
específicamente trabaja sobre la base de una formación psicológica, afectiva y ética.

Sin embargo, a pesar de la declamación anterior plantea que los educandos argentinos se
formen de acuerdo con lo que hoy necesita nuestro país… La pregunta que podríamos formular
aquí es: qué necesitan los educandos de nuestro país? quien define con qué y cómo in-formar-
los? La diputada agrega: El objetivo es que nuestros niños y jóvenes se formen para que

de la guerra de razas y la aparición de la gubernamentalidad liberal. ―El descubrimiento de la población


es, al mismo tiempo que el descubrimiento de individuo y del cuerpo adiestrable, el otro núcleo
tecnológico en torno al cual se han transformado los procedimiento políticos de Occidente‖ Diccionario
Foucault. Edgardo Castro.
puedan defenderse incluso de los acosos y abusos sexuales que se pueden ejercer en su
contra, aun desde la propia familia o su ámbito educativo.

Se pregunta: Por qué no sacarnos la venda de los ojos y reconocer que cuando un niño está
informado sabe a ciencia cierta qué se está haciendo con su cuerpo y qué consecuencias
puede tener ello?

Si bien está planteada como pregunta, es una aseveración que no tiene asidero y pasible de
ser refutada con parte del mismo enunciado ¿un niño que está informado, sabe a ciencia
cierta qué se está haciendo con su cuerpo y qué consecuencias puede tener ello? —
retomando aquellos argumentos ligados a la ineducabilidad de la sexualidad, que se
presentaron al comienzo—.

Podría ser lícito preguntar ¿cómo es posible que un enunciado de estas características tenga
lugar en el siglo XXI? ¿Qué es lo que permite pensar y darle semejante entidad al hecho de
simplemente ―estar informado‖? O, considerando el valor que se le da en la actualidad a la
―información‖ ¿qué concepción de educación y de sujeto prevalecen en este discurso? Quizás
ésta pueda ser nuestra vía de análisis… Detrás de este enunciado subyace la suposición de un
individuo racional regido por la voluntad de in-formarse y prever consecuencias. A la vez queda
rechazado lo sintomático en el sujeto y esa cámara del tesoro que le permite amortiguar los
avatares de la vida: la fantasía.

La diputada que acabamos de citar, continúa su exposición y admite que darles información no
es terminar con la inocencia de los niños, por el contrario afirma que el hecho de ser abusados
hace que se termine con su ―inocencia e ingenuidad‖. Luego dirá informar para evitar abortos,
embarazos no deseados, prevenir enfermedades de transmisión sexual con consecuencias que
derivan en infertilidad y muerte, sin obviar, por supuesto, las consecuencias de la epidemia que
produce el sida.

Se iguala educar con informar —como leeremos lo hacen la mayoría de los legisladores—.
Aquí lo llamativo es la contradicción con el inicio de su propia exposición, donde defiende el
aspecto integral y el discurso se cierra sobre las cuestiones literales referidas a la genitalidad.
Dice Winnicott: las dificultades no se resuelven mediante disertaciones sobre temas sexuales
en clase. Además, la instrucción de este tipo elimina la poesía y torna secas y banales la
función y las partes sexuales.

La diputada tucumana, aborda su discurso fundamentando su apoyo a la iniciativa legal.


Adjudica a la sexualidad importancia, por ser un elemento básico de la personalidad. Señala el
valor de una educación para el amor, una educación afectivo-sexual y opina que deberá ser
una educación integral. Al mismo tiempo celebra que se esté debatiendo la ley, pero lamenta
que se haya excluido a los padres, pues tienen derecho a estar informados sobre los
contenidos. Y expresa que el papel de la familia jamás puede ser reemplazado por el Estado ni
la escuela ni institución alguna.2

En virtud de esto, existe un marco legal pertinente, incluso reconocido por la diputada, que
asegura a las familias participación activa en las decisiones sobre la educación de sus hijos en
lo relativo a la sexualidad, paternidad responsable así como también educación religiosa y
moral. Mencionamos algunas normas jurídicas que dan cuenta de que la familia es agente
natural y primario: en la anterior Ley Federal Educación (24.165) —sancionada en abril de

2
Recuperado de http://www.hcdn.gov.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-124/124-713.pdf
1993—, en sus artículos 4º y 5º se reconoce la participación de los padres como prioritaria.
También, en el artículo 18º del la Convención sobre lo Derechos del Niño se reconoce a los
padres como representantes legales sobre la crianza y desarrollo del niño. El Pacto
Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 18º. El artículo 26º de la
Declaración Universal de Derechos Humanos. La Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) en el artículo 12º. Posterior a este debate, en
diciembre de 2006, el mismo congreso de la nación sanciona la Ley de Educación Nacional N
26206. En el artículo 6 donde el estado tiene la responsabilidad indelegable de transmitir
educación integral. Abordaje que se encuadra en la doctrina de la protección integral.

Además, la diputada por Tucumán, propone que se garantice la pluralidad en la comisión


interdisciplinaria que creará los Lineamientos Curriculares.3

El diputado por la Capital Federal, apoya el proyecto. Propone la participación de los padres a
través de talleres de educación sexual. Destaca la importancia de la familia, como parte integral
de la escuela. Fundamenta la disidencia parcial, y expone que la familia será quien decida
sobre los principios en los que se desea educar a los hijos, en tanto es necesario brindar
información por medio de talleres para docentes y padres, de ese modo formar agentes
multiplicadores. Propone que en uno de los artículos de la ley 26150, se inserte el derecho de
los padres a expresar su objeción a la participación de sus hijos en las actividades sistemáticas
de educación sexual integral (…).4

Por su parte y contrariamente una de las diputadas, docente y representante de Buenos Aires,
describe al proyecto de ley, entre otras cosas, como una norma humana, ética, respetuosa,
consensuada, democrática y participativa a todos los niveles. Menciona que está basado en
dos cuestiones fundamentales: el derecho de los jóvenes a recibir educación sexual y la
obligación de la escuela de otorgarla.

La diputada dice que no necesita recordar aquí lo que ha sido la historia de siglos con la
obturación de la información, del conocimiento y de la educación sexual… Qué enorme
incapacidad que hemos tenido en juntar el placer con la función reproductiva! Y agrega una
observación desde su práctica docente: la mayoría de los que se oponen a la educación sexual
terminan siendo los que en la casa realizan abuso sexual. Justifica la afirmación con una
información estadística: el 68 por ciento de todas las violencias proviene del ámbito familiar, el
ámbito más íntimo, el de las personas que deberían cuidar a los niños; incluso, en la escuela,
en las instituciones deportivas. Y dice: ya es tiempo de educar la voluntad.

La diputada por Santa Fe (bioquímica), acentúa que el proyecto de ley de educación sexual
integral es un instrumento esencial que ayudará a disminuir los embarazos adolescentes, las
infecciones HIV, los embarazos no deseados y, por lo tanto, el aborto y a mortalidad materna.

Nuevamente la ESI se circunscribe y se subyuga a un aspecto, el profiláctico: proteger de una


enfermedad y como preservativo para prevenir un embarazo no planificado. Además la
diputada santafesina considera que el Estado no puede dejar que el proceso educativo quede
supeditado al exclusivo arbitrio de los padres… el Estado tiene la responsabilidad de
implementar acciones destinadas a prevenir enfermedades o embarazos prematuros. Cuando
Foucault en Las Redes del Poder, se pregunta ¿qué quiere decir población? No quiere decir
simplemente un grupo humano numeroso, quiere decir un grupo de seres vivos que son

3
Sobre los Lineamientos Curriculares nos remitiremos en el próximo apartado.
4
Recuperado de: http://www.hcdn.gov.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-124/124-713.pdf
atravesados, comandados, regidos, por procesos de leyes biológicas. Una población posee una
natalidad, una mortalidad, una población tiene una curva etaria, una pirámide etaria, tiene una
morbilidad, tiene un estado de salud, una población puede perecer o al contrario puede
desarrollarse.

Este enfoque, de la diputada santafesina, hace de la ESI, un reduccionismo biologicista que


aborda un aspecto de la sexualidad, el anatomofisiológico y lo integral se reduce a la forma y
función de un aparato que ―funciona‖, a través de un sujeto capaz de decidir volitiva y
racionalmente. La diputada dogmatiza su postura, cuando plantea que los contenidos sobre
salud reproductiva pueden abordarse en Ciencias Naturales en los primeros años de
escolaridad y en Biología en el nivel medio.

El diputado tucumano, inicia la disertación lamentando que un tema tan importante sea tratado
a tanta velocidad. A continuación presenta bibliografía científica internacional sobre temas en
sexualidad e indica una publicación que exhibe información estadística sobre HIV: luego de
años de intentar disminuir el contagio del virus del sida sólo a través de la distribución gratuita
de profilácticos. Dice que Uganda, adoptó consensuadamente la estrategia ABeCé. Consiste
en primer lugar en que la abstinencia es el único método para evitar el contagio, en segundo
lugar se “debería” recomendar a la a la población que mantenga relaciones sexuales
monógamas con personas no infectadas, y solamente en tercer lugar se advierte a la población
que el preservativo puede reducir el riesgo de contagio, pero nunca eliminarlo del todo.

Continúa su exposición con datos científicos –estadísticos— que indican que el preservativo
reduce en un 80 por ciento el riesgo de contagio, pero la promiscuidad acaba incrementando su
probabilidad real.

En este sentido la sexualidad es la bisagra que articula la anátomopolitica y la biopolítica. En


palabras de Foucault (Foucault, 2002, pág. 34): El sexo no es cosa que sólo se juzgue, es cosa
que se administra. Participa del poder público; solicita procedimientos de gestión; debe ser
tomado a cargo por discursos analíticos. En el siglo XVIII el sexo llega a ser asunto de ―policía‖.
Cuando refiere a policía del sexo aclara que no tiene que ver con el rigor de una prohibición
sino con la necesidad de reglamentar el sexo mediante discursos útiles y públicos. Es
precisamente en La gubernamentalidad (Foucault, 2002, pág. 215) donde planteará tres
grandes elementos, a partir de los cuales se ha podido producir lo que él denomina un
fenómeno fundamental en la historia de Occidente: La gubernamentalización del Estado. El
primero de estos elementos es la pastoral cristiana, el segundo corresponde a un modelo o
técnica diplomático-militar, y por último, la policía5, que el autor afirma que es cómo esta
gubernamentalidad sólo pudo adquirir las dimensiones que tiene gracias a una serie de
instrumentos muy particulares, cuya formación es precisamente contemporánea del arte de
gobernar.

3. Educación Sexual y gubernamentalidad

Proponernos analizar la Ley Nº 26.150 que establece el Programa Nacional de Educación


Sexual Integral y su implementación en el Sistema Educativo Formal Argentino como control
biopolítico en nuestra época; problematizar conlleva la tarea de cuestionar las continuidades y
las discontinuidades que viabilizaron las condiciones de posibilidad para la sanción de esta ley.

5
Polizeiwissenschaft es la forma que toma una tecnología gubernamental dominada por el principio de
la razón de Estado, dirá Foucault en El Nacimiento de la Biopolítica.
¿Cómo se ha llegado a la situación de tener que implementar obligatoriamente la Educación
Sexual Integral en el sistema educativo formal argentino?

Es pertinente interrogarse cómo la educación sexual integral llega a tomar estado


parlamentario y luego se sanciona, en concomitancia con otras leyes que signan una política
deliberada para el control de la vida de la población argentina.

En nuestra época, adquiere interés no solo académico, sino también ético-político, el intento de
desnudar un modo de gobernar. La ley de educación sexual integral como una manera de
construir gubernamentalidades a través de tecnologías de sí, que apelan a la voluntad para
constituir desde lo público un bios, un ser y un hacer, no solo en el ámbito privado sino también
íntimo.

En la obra Historia de la Sexualidad: La Voluntad de saber, Foucault alude al término biopolítica


situándolo en un momento histórico específico, en el cual la vida pasa a ser considerada por el
poder. Aquí el filósofo francés, ubica en el siglo XVII acontecimientos que marcan el paso de
las disciplinas sobre el cuerpo al control de la población, que comienzan a realizarse a
mediados del siglo XVIII. Acontecimientos como la tecnología disciplinaria del trabajo en los
albores del capitalismo, las políticas de natalidad y morbilidad, son ejemplos que marcan como
la vida empieza a ocupar el centro de las estrategias políticas. Foucault condensa su
pensamiento acerca de lo que él designó como biopolítica citando a Aristóteles. ―Durante
milenios, el hombre siguió siendo lo que era para Aristóteles: un animal viviente y además
capaz de una existencia política; el hombre moderno es un animal en cuya política está puesta
en entredicho su vida de ser viviente‖ (Foucault, 2002). A partir de la reflexión de Foucault,
Agamben manifiesta la necesidad de dar cuenta acerca de las transformaciones de la
biopolítica moderna, haciendo hincapié en la política totalitaria. Para comenzar su análisis, el
filósofo italiano, marca una ruptura que caracteriza a la política occidental con el mundo
antiguo. Para ello refiere a los griegos y a sus dos modos de entender la palabra vida. La
distinguían entre zoé —que expresaba el simple hecho de vivir— y bíos –que indicaba una
forma de vivir propia de un individuo o un grupo– (Agamben, 2006). Así es como la política
marca la diferencia entre la ―simple vida natural‖ y ―una vida cualificada, un modo de vida
particular‖.

En La inmanencia absoluta (Giorgi & Rodriguez, 2007, pág. 90), Agamben dirá que el concepto
―vida‖ es el legado testamentario tanto de Foucault como de Deleuze. Expresará que ambos
deberán constituir el tema de la filosofía que viene. Además de resaltar la necesidad de leer
juntas las reflexiones de Foucault sobre BIOPODER y procesos de subjetivación, y de Deleuze
sobre ―Una vida…‖ como inmanencia absoluta y beatitud, aclarando, que es éste el elemento
que signa la sumisión al biopoder.

En La voluntad de saber Foucault refiere a una particular forma de ejercicio del poder que tiene
por objeto el cuerpo, aclarando que: “los gobiernos advierten que no tienen que vérselas con
individuos simplemente,ni siquiera con un “pueblo” sino con una población y sus fenómenos
específicos…” (Foucault, 2002, pág. 35). En este sentido la sexualidad es la bisagra que
articula la anátomopolitica y la biopolítica. En palabras de Foucault (Foucault, 2002, pág. 34): El
sexo no es cosa que sólo se juzgue, es cosa que se administra. Participa del poder público;
solicita procedimientos de gestión; debe ser tomado a cargo por discursos analíticos. En el
siglo XVIII el sexo llega a ser asunto de ―policía‖. Cuando refiere a policía del sexo aclara que
no tiene que ver con el rigor de una prohibición sino con la necesidad de reglamentar el sexo
mediante discursos útiles y públicos. Es precisamente en La gubernamentalidad (Foucault,
2002, pág. 215) donde planteará tres grandes elementos, a partir de los cuales se ha podido
producir lo que él denomina un fenómeno fundamental en la historia de Occidente: La
gubernamentalización del Estado. El primero de estos elementos es la pastoral cristiana, el
segundo corresponde a un modelo o técnica diplomático-militar, y por último, la policía6, que el
autor afirma que es cómo esta gubernamentalidad sólo pudo adquirir las dimensiones que tiene
gracias a una serie de instrumentos muy particulares, cuya formación es precisamente
contemporánea del arte de gobernar.

Bibliografía

Agamben, G. (2007). Lo abierto. Buenos Aires: Adriana Hidalgo.


Bataille, G. (1979). El erotismo. Barcelona: Tusquets Editores.
Carli, S. (2002). Infancia, educación y política. Transformaciones de los discursos acerca de la
infancia en la historia de la educación argentina entre 1880 y 1955. Buenos Aires: UBA-Miño y
Dávila.
Darré Otero, S. (2008). Cuando el saber no tiene lugar: la difícil implementación de la
educación sexual en el sistema educativo uruguayo. En Estudios sobre sexualidades en
América Latina. Ecuador: FLACSO Ecuador.
De Certeau, M. (1987). Historia y Psicoanálisis. México: Univ. Iberoamericana.
Donzelot, J. (1998). La policía de las familias. Valencia: Pre-Textos.
Elias, N. (1989). El proceso de civilización. México: FCE.
Esposito, R. (2006). Bíos. Biopolítica y filosofía. Buenos Aires: Amorrortu.
Esposito, R. (1999). El Origen de la política. Barcelona: Paidós.
Esposito, R. (2005). Immunitas. Protección y negación de la vida. Buenos Aires: Amorrortu.
Feher, M., Naddaff, R., & Tazi, N. (1990). Fragmentos para una historia del cuerpo humano.
Madrid: Turus.
Flandrin, J.-L. (1987). La vida sexual matrimonial en la sociedad antigua. En Sexualidades
occidentales. Buenos Aires: Paidós.
Federn, E. & Nunberg, H. (eds.) (1962). Minutes of the Vienna Psychoanalytic Society. Volume
I: 1906-1908. New York: International Universities Press.
Federn, E. & Nunberg, H. (eds.) (1967). Minutes of the Vienna Psychoanalytic Society. Volume
II: 1908-1910. New York: International Universities Press.
Federn, E. & Nunberg, H. (eds.) (1974). Minutes of the Vienna Psychoanalytic Society. Volume
III: 1910-1911. New York: InternationalUniversities Press.
Federn, E. & Nunberg, H. (eds.) (1975). Minutes of the Vienna Psychoanalytic Society. Volume
IV: 1912-1918. New York: International Universities Press.
Foucault, M. (2002). 1-La voluntad de saber. En Historia de la sexualidad. México: Siglo XXI.
Foucault, M. (2003). 2- El uso de los placeres. En Historia de la sexualidad. México: Siglo XXI.
Foucault, M. (2000). Los Anormales. Buenos Aires: FCE.
Foucault, M. (2007). Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires: FCE.
Foucault, M. (1991). Políticas de Salud en el Siglo XVIII. En Saber y Verdad (J. Varela, & F.
Alvarez-Uría, Trads., págs. 94-95). Madrid: Las Ediciones de la Piqueta.
Foucault, M. (1996). Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. México: Siglo XXI editores.
Freud, S. (1925). Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos.
Freud, S. (1908). Carácter y erotismo anal.
Freud, S. (1909). Cinco conferencias sobre psicoanálisis, 4ª conferencia.

6
Polizeiwissenschaft es la forma que toma una tecnología gubernamental dominada por el principio de la razón de
Estado, dirá Foucault en El Nacimiento de la Biopolítica.
Freud, S. (1916,1917). Conferencias de introducción al psicoanálisis, 20ª, 21ª, 22ª y 26ª
conferencias.
Freud, S. (1912). Contribuciones para un debate sobre el onanismo.
Freud, S. (1907). El esclarecimiento sexual del niño.
Freud, S. (1908). La moral sexual “cultural” y la nerviosidad moderna”.
Freud, S. (1923). La organización genital infantil.
Freud, S. (1898). La sexualidad en la etiología de la neurosis.
Freud, S. (1905). Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis.
Freud, S. (1932). Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis, 32ª y 33ª conferencias.
Freud, S. (1919). Pegan a un niño.
Freud, S. (1913). Prólogo a J. G. Bourke, Scatologic Rites of All Nations .
homosexualidad, sección C .
Freud, S. (1912). Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa.
Freud, S. (1931). Sobre la sexualidad femenina.
Freud, S. (1917). Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal.
Freud, S. (1910). Sobre un tipo particular de elección de objeto en el hombre. Freud, S. (1922).
Teoría de la libido. En Dos artículos de enciclopedia: “Psicoanálisis” y “Teoría de la libido”.
Freud, S. (1905). Tres ensayos de teoría sexual, Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
Giberti, E., & otros. (1997). Políticas y niñez. Buenos Aires: Losada.
Lacan, J. (1978). La Familia. Barcelona: Argonauta Editores.
Laqueur, T. (1994). La construcción del sexo. Cuerpo y género de los griegos hasta Freud.
Madrid: Cátedra.
Laqueur, T. (2007). Sexo solitario. Una historia cultural de la masturbación. Buenos Aires: FCE.
Le Breton, D. (1995). Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva Visión.
Le Goff, J., & Truong, N. (2005). Una historia del cuerpo en la Edad Media. Buenos Aires:
Paidós.
Matsuí, O., & Otros. (1997). La educación sexual y las experiencias de los jóvenes
universitarios. Mexico.
Millot, C. (1979). Freud Anti-pedagogo. Barcelona: Paidós.
Montenegro, A. (2000). Educación sexual de niños y adolescentes . Chile: Revista Médica.
Régnier-Bohler, D. (1900). “Ficciones”, “El cuerpo”, “El individuo”, en Ph.Ariès; G. Duby,
Historia de la vida privada. El individuo en la Europa Feudal. Buenos Aires: Taurus.
Walker Bynum, C. (1990). El cuerpo femenino y la práctica religiosa en la Baja Edad Media. En
M. Feher, Fragmentos para una historia del cuerpo humano. Madrid: Taurus.

Documentos oficiales

 Encuadre Legal de la Educación Sexual Escolar en la Provincia de Entre Ríos. Módulo I.


Programa Educación Sexual Escolar de la Provincia de Entre Ríos. Consejo General de
Educación.
 Ley Nacional Nº 26.150. Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Fecha de
publicación: B.O.: 24/10/2006.Sancionada: Octubre 4 de 2006. Promulgada: Octubre 23 de
2006

 Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral. Ministerio de Educación –


Presidencia de la Nación y Consejo Federal de Educación. Resolución CFE Nº 45/08, 29 de
Mayo de 2008
 Marco Orientador. Educación Sexual en el Sistema Educativo Entrerriano. Programa
Educación Sexual Escolar de la Provincia de Entre Ríos. Consejo General de Educación.

 Revista del Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología. El Monitor. Nº 10. 2007.


“La población de mayor riesgo es heterosexual y de los sectores más pobres.” Entrevista a
Pedro Cahn, médico especialista en HIV.
 Revista del Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología. El Monitor. Nº 11. Abril de
2007.
Entrevista a Rafael Freda, quién desarrolla el programa de Formación para Educadores
Sexuales en la Federación Sexológica Argentina.
 Revistas del Ministerio de Educación. Hacía una sexualidad responsable y feliz. AAVV.
Documento Teórico-metodológico. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana, Cuba.
Año: 1997
 Versión Taquigráfica (provisional) Cámara de Diputados de la Nación 26ª. Reunión –
19ª. Sesión ordinaria - 16 de agosto de 2006
 Versión Taquigráfica (provisional) Cámara de Senadores de la Nación 24° Reunión - 22°
Sesión ordinaria - 4 de octubre de 2006

También podría gustarte