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De civitate Dei, Libro X, cap 3-10
distinta, sino como formando el cuerpo de JC, siendo una víctima con él. La eucaristía es
un sacrificio ofrecido por la Iglesia, es decir, por JC, con y por medio de la Iglesia.
¿Cómo puede ser el mismo sacrificio de JC? La eucaristía es el sacramento de la
pasión, sacramento en el sentido de memorial. Ella comprende indisolublemente la
inmolación cruenta y el sacrificio interior, es decir, el don de sí y del género humano hecho
por JC al Padre. Este don de sí, a causa del pecado, es expresado por una inmolación
cruenta y se consuma en el retorno de JC al Padre. Esto es posible porque el sacrificio de
JC comprende todos los tiempos, tiene la virtud de salvar, santificar y vivificar toda la
humanidad, pero su acción es lenta y progresiva por su desarrollo en el tiempo (su
aplicación en los hombres).
Entonces, esta acción, distinta y separada en el espacio y el tiempo, esta revestida
del valor sacrificial de la muerte de JC; él está realmente presente y operante, y es ofrecido
por sí mismo y por su Iglesia (=se ofrece él y la Iglesia lo ofrece).
Eficacia sacrificial
La eucaristía en cuanto sacrificio da gracias a aquellos por los cuales ella es
ofrecida, es decir, Dios acepta el sacrificio que se le ofrece y da su gracia a aquellos por los
que se ofrece. Sin embargo, la eucaristía tiene efecto en aquellos que están unidos a JC por
la fe y la caridad y según la devoción de cada uno. Es necesaria la fe en JC para unirnos a él
y, si bien tiene un valor infinito por parte de JC, los efectos dependen de las disposiciones
de los que celebran la eucaristía (tanto el sacerdote como la comunidad). Este sacrificio,
formado de los actos de caridad y religión, se desenvuelve en concreto en esta celebración
particular, por eso, considerada como un acto de la Iglesia, su eficacia depende del que
celebra esta eucaristía, del sacerdote y de la comunidad litúrgica. Refugiarse detrás del
valor objetivo (sacrificio de JC), para reducir al mínimo la importancia del fervor subjetivo,
es desconocer el sentido mismo de la institución eucarística, que es permitir a la Iglesia
hacer suyo el sacrificio de JC.