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3 ENERO 2018

febrero

2022

FEBRERO

Ciclo C N.º 134


4
febrero
TEXTOS UTILIZADOS

Valoremos la santidad:
Santa Águeda, pág. 44
Santa Josefina Bakhita, pág. 59 CENTROS DE DIFUSIÓN
Santa Escolástica, pág. 66
Santos Cirilo y Metodio, pág. 82 PERÚ
San Policarpo, pág. 114 LIMA: Jr. Callao 198 / Teléfono: 427-8276
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Anexo: La vida consagrada, un don
San Isidro: Av. Víctor A. Belaúnde 121-129
de Dios, pág. 134
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Palabra y Eucaristía no es un libro litúr- pe
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Martes 1 de febrerofebrero
IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
4.a semana del Salterio - Verde

Monición general
La rebelión de Absalón contra su padre David termina de forma
trágica. Aunque el ejército de David resulta vencedor, la victoria
no da lugar a la celebración, sino al duelo. Así, esta escena nos
muestra el corazón paternal del rey David.
El evangelio también nos abre una ventana al corazón de
Jesús. Un padre desesperado se acerca para pedirle que salve
a su hija. En el trayecto, una mujer deja renacer su esperanza
y se aproxima a Jesús en busca de salud. Jesús, en lugar de
fastidiarse porque lo interrumpen, reconfirma a ambos en su fe.
Señor, nosotros también nos acercamos humildemente a ti
para que sanes nuestros corazones.

Antífona de entrada Sal 105, 47


Sálvanos, Señor, Dios nuestro, reúnenos de entre los gentiles:
daremos gracias a tu santo nombre, y alabarte será nuestra gloria.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, concédenos adorarte con toda el alma y amar a
todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel 18, 9-10.14b.24-25a.30—19, 3
En aquellos días, Absalón se encontró frente a los hombres de David.
Iba montado en un mulo y, al meterse el mulo bajo el ramaje de una
enorme encina, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina
y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que
montaba se le escapó. Lo vio uno y avisó a Joab: «¡Acabo de ver a
Absalón colgado de una encina!». Agarró Joab tres dardos y se los
clavó en el corazón a Absalón. David estaba sentado entre las dos
puertas. El centinela subió al mirador, encima de la puerta, sobre la
muralla, levantó la vista y vio a un hombre que venía corriendo solo.
El centinela gritó y avisó al rey. El rey dijo: «Retírate y espera ahí».
Se retiró y esperó allí. Y en aquel momento llegó el etíope y dijo:
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«Buenas noticias, majestad. ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los


que se habían rebelado contra ti!». El rey le preguntó: «¿Está bien mi
hijo Absalón?». Respondió el etíope: «¡Acaben como él los enemigos
de su majestad y cuantos se rebelen contra ti!». Entonces el rey se
estremeció, subió al mirador que estaba encima de la puerta y se
puso a llorar, diciendo mientras subía: «¡Hijo mío, Absalón, hijo mío!
¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti, Absalón,
hijo mío, hijo mío!». A Joab le avisaron: «El rey está llorando y hace
duelo por su hijo Absalón». Así la victoria de aquel día se convirtió
en duelo para el ejército, porque los soldados oyeron que el rey
estaba afligido a causa de su hijo. Y el ejército entró aquel día en la
ciudad a escondidas, como cuando va a escondidas un ejército que
huye avergonzado de la batalla. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 85, 1-6
R . Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva a tu siervo, que confía
en ti.R.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo
el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti.R.
Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con
los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de
mi súplica.R.

Aclamación antes del Evangelio Mt 8, 17


Aleluya. Cristo tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras
enfermedades. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 5, 21-43
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en una barca a la otra
orilla; una gran multitud se reunió a su alrededor, y se quedó a
la orilla del mar. Se acercó uno de los jefes de la sinagoga, que
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se llamaba Jairo, y al verlo, se echó a sus pies, rogándole con
insistencia: «Mi niña está agonizando; ven, pon las manos sobre
ella, para que se cure y viva». Jesús se fue con él, acompañado de
mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos
de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a mano
de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero
en vez de mejorar se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y,
acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando:
«Con solo tocarle el manto, quedaré sana». Inmediatamente se secó
la fuente de sus hemorragias, y sintió que su cuerpo estaba curado
de la enfermedad. Jesús, notando la fuerza que había salido de él,
se volvió enseguida, en medio de la gente, y preguntó: «¿Quién me
ha tocado el manto?». Los discípulos le contestaron: «Ves cómo te
apretuja la gente y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”».
Él seguía mirando alrededor para ver quién había sido. La mujer
se acercó asustada y temblorosa al comprender lo que había pasado,
se postró ante él y le confesó toda la verdad. Y él le dijo: «Hija, tu
fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad».
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de la casa del jefe de la
sinagoga para decirle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar más
al maestro?». Jesús, que oyó lo que habían dicho, dijo al jefe de
la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe». No permitió que lo
acompañara nadie más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de
Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y vio el alboroto
y a los que lloraban y gritaban sin parar, y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: «¿Qué alboroto y qué lloros son estos? La niña no
está muerta, está dormida». Se reían de él. Pero él los echó fuera
a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes,
entró donde estaba la niña, la tomó de la mano y le dijo: «Talitha
qum» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se
levantó inmediatamente y comenzó a caminar; tenía doce años. Y se
quedaron totalmente admirados. Les insistió mucho en que nadie lo
supiera; y les dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.
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Oración sobre las ofrendas


Presentamos, Señor, estas ofrendas en tu altar como signo de nuestro
reconocimiento; concédenos, al aceptar con bondad, transformarlas
en sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 5, 3-4
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán
la tierra.
Oración después de la comunión
Alimentados por estos dones de nuestra redención, te suplicamos,
Señor, que, con este auxilio de salvación eterna, crezca continuamente
la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.

L as personas pueden desarrollar algunas


actitudes que presentan como valores
morales: fortaleza, sobriedad, laboriosidad
y otras virtudes. Pero para orientar
adecuadamente los actos de las distintas
virtudes morales, es necesario considerar
también en qué medida estos realizan un
dinamismo de apertura y unión hacia otras
personas. Ese dinamismo es la caridad que Dios
infunde.
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 91)
9 SÁBADO
Miércoles 2 de febrero
febrero

PRESENTACIÓN DEL SEÑOR (F) (F)


IV semana del Tiempo Ordinario - Propio del Salterio - Blanco

Monición general
Hace unas semanas, acogimos al niño Jesús en el día de su
nacimiento. Hoy, junto a José y María, lo acompañamos en
el día de su presentación en el templo. Su presencia, como
lo simbolizan las velas encendidas que portamos, es luz para
nuestras vidas.
Por ello, el profeta Malaquías nos habla del mensajero
que tendrá la misión de prepararnos para acoger al Señor que
viene como nuestra luz y salvación. El evangelio nos muestra
la realización de esa promesa. Simeón y Ana, iluminados por el
Espíritu Santo, descubren en el niño Jesús al Señor que ha llegado.
Así, Dios, en su Hijo, irrumpe en nuestro mundo asumiendo
nuestra humanidad, no desde el poder, sino desde la fragilidad.
La Iglesia también ha escogido esta fiesta para orar y dar
gracias a Dios por todos los que se han consagrado a Dios en la
vida religiosa.
Pidamos a Dios que las religiosas y los religiosos sigan
iluminando al mundo con la luz del evangelio y su testimonio
de vida.

Bendición y procesión de las candelas


En la hora más oportuna, se reúnen todos en una iglesia menor o en
otro lugar conveniente, fuera de la iglesia hacia la que va a encaminarse
la procesión. Los fieles tienen en sus manos las candelas apagadas.
Llega el sacerdote con sus ministros, revestidos con vestiduras blancas
como para la misa; no obstante, el sacerdote puede usar, en lugar de la
casulla, la capa pluvial, que se quita terminada la procesión.
Mientras se encienden las candelas se canta la antífona:
Nuestro Señor llega con poder, para iluminar los ojos de sus siervos.
Aleluya.
U otro canto apropiado.
El sacerdote, terminado el canto, vuelto hacia el pueblo dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
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Después saluda, como de costumbre, al pueblo y luego hace una


monición introductoria para invitar a los fieles a celebrar esta fiesta de
manera activa y consciente, con estas o parecidas palabras:
Queridos hermanos: Hace cuarenta días celebrábamos, llenos de
gozo, la fiesta del Nacimiento del Señor. Hoy es aquel día santo
en el cual Jesús es presentado en el templo por María y José para
cumplir públicamente con la ley, pero en realidad para encontrarse
con el pueblo creyente.
Los santos ancianos Simeón y Ana, impulsados por el Espíritu
Santo, habían acudido al templo y reconocieron al Señor, iluminados
por el mismo Espíritu, y lo proclamaron con alegría.
Del mismo modo, congregados también nosotros por el Espíritu
Santo, vayamos hacia la casa de Dios al encuentro de Cristo. Lo
encontraremos y lo reconoceremos en la fracción del pan, hasta que
vuelva revestido de gloria.
Después de la monición, el sacerdote bendice las candelas diciendo con
las manos extendidas:
Oremos: Oh, Dios, fuente y origen de toda luz, que manifestaste
hoy al justo Simeón la Luz para alumbrar a las naciones, te rogamos
suplicantes que santifiques estos cirios con tu † bendición; acepta
los deseos de tu pueblo que se ha reunido para cantar la alabanza
de tu nombre, llevándolos en sus manos, y así merezca llegar, por
la senda de las virtudes, a la luz eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.R. Amén.
Asperja las candelas con agua bendita, sin decir nada, y pone el incienso
para la procesión.
El sacerdote recibe, del diácono o de otro ministro, su propia candela
encendida y comienza la procesión, después de decir el diácono (o, en
su defecto, el propio sacerdote):
C. Vayamos en paz al encuentro del Señor.
R. En el nombre de Cristo. Amén.
Durante la procesión, llevando todos las candelas encendidas, se canta
alguna de las siguientes antífonas: la antífona Luz para alumbrar… con
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el cántico indicado (Lc 2, 29-32), o la antífona Adorna… u otro canto
apropiado:
ANTÍFONA I
Ant. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Ant. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador.
Ant. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
A quien has presentado ante todos los pueblos.
Ant. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
ANTÍFONA II
Ant. Adorna tu tálamo, Sion, y recibe a Cristo Rey: abraza a María,
puerta del cielo, pues ella conduce al Rey de la gloria, luz nueva.
Permanece Virgen llevando en sus manos al Hijo engendrado antes
del lucero del alba, al que Simeón tomó en sus brazos y proclamó ante
las naciones: Señor de la vida y de la muerte y Salvador del mundo.
Al entrar la procesión en la iglesia se canta la antífona de entrada de la
misa. Llegado el sacerdote al altar, lo venera y, si parece oportuno, lo
inciensa. Va a la sede, se quita la capa pluvial, si es que la ha usado en
la procesión, y se pone la casulla; después del cántico del gloria, dice la
colecta. Y la misa prosigue como de costumbre.

MISA
Antífona de entrada Sal 47, 10-11
Oh, Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como
tu Nombre, oh, Dios, tu alabanza llega al confín de la tierra. Tu
diestra está llena de justicia.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, rogamos humildemente a tu majestad
que, así como tu Hijo Unigénito ha sido presentado hoy en el templo
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en la realidad de nuestra carne, nos concedas, de igual modo, ser


presentados ante ti con el alma limpia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Dios envía su mensajero para preparar sus caminos. ¿Estamos
dispuestos a dejar que su mensaje moldee nuestras vidas y nos
prepare para acoger al Señor?

Lectura de la profecía de Malaquías 3, 1-4


Así dice el Señor: «Mira, yo envío a mi mensajero, para que prepare
el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien
ustedes buscan, el mensajero de la alianza que ustedes desean.
Mírenlo al entrar, dice el Señor de los ejércitos. ¿Quién podrá resistir
el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será
un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un
fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los
hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda, como es debido.
Entonces, agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como
en los días pasados, como en los años antiguos». Palabra de Dios.
Segunda lectura
Jesús nos libera del dominio del pecado y de la muerte. Pero ¿lo
hizo desde el poder o desde la humildad?

Lectura de la carta a los Hebreos 2, 14-18


Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y
de nuestra carne y sangre participó también Jesús; así, muriendo,
aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo,
y liberó a todos los que por miedo a la muerte pasaban la vida
entera como esclavos. Noten que tiende una mano a los hijos de
Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a
sus hermanos, para ser Sumo Sacerdote compasivo y fiel en lo que
a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo. Como él ha
pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan
por ella. Palabra de Dios.
13 MIÉRCOLES
febrero 2
Salmo responsorial Sal 23, 7-10
R. El Señor, Dios de los ejércitos, es el rey de la gloria.
¡Portones!, alcen los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.R.
¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, héroe valeroso; el Señor,
héroe de la guerra.R.
¡Portones!, alcen los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.R.
¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos. Él es
el Rey de la gloria.R.

Aclamación antes del Evangelio Lc 2, 32


Aleluya. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo
Israel. Aleluya.
Santo Evangelio
José y María, cumpliendo con la ley de Moisés, llevan a Jesús
al templo para consagrarlo a Dios. Y dos ancianos descubren en
este pequeño niño el cumplimiento de las promesas de Dios y la
realización de sus esperanzas. ¡Escuchemos!

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-40


R. Gloria a ti, Señor.
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés,
los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor,
de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito
varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como
dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Vivía
entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo
y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo
moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no
vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por
el Espíritu, fue al templo. Cuando entraba el niño Jesús con sus
padres, para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en
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brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa,


puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu
Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para
alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su
madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los
bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, este niño está puesto
para que muchos en Israel caigan o se levanten; será como un signo
de contradicción: así quedará clara la actitud de muchos corazones.
Y a ti, una espada te traspasará el alma».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de
Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años
casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba
del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.
Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba
del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo
y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo
acompañaba. Palabra del Señor.
Forma breve:

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-32


R. Gloria a ti, Señor.
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los
padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de
acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón
será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la
ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Vivía entonces en
Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que
aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él.
Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte
antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al
templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir
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con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo
a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a
tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a
quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a
las naciones y gloria de tu pueblo de Israel». Palabra de Dios.
Oración universal
Hermanos, oremos a Dios, que en Jesucristo nos muestra el camino
de la salvación, y pidámosle por toda la humanidad. Digamos: R.
Haz brillar tu luz sobre nosotros.
1. Para que el papa Francisco, los obispos, los sacerdotes y los
diáconos salgan al encuentro del Señor y dejen que su Espíritu los
ilumine y sostenga en su actividad pastoral. Oremos al Señor.R.
2. Para que los religiosos y religiosas y todos los que han consagrado
su vida al Señor sean signos proféticos en medio de la pandemia,
de la crisis económica, política, y del desplazamiento forzado que
estamos viviendo. Oremos al Señor.R.
3. Para que el Señor purifique el corazón de todos los gobernantes
y líderes del mundo, de modo que promuevan el don de la vida,
que es sagrada en todas sus expresiones. Oremos al Señor.R.
4. Para que Jesús, a través de nosotros, manifieste su compasión a
los que sufren, a los pobres, a los enfermos, a los migrantes y a
los excluidos de la sociedad. Oremos al Señor.R.
5. Para que el Señor tenga en su gloria a todos los fieles difuntos
que han partido durante este tiempo, especialmente a quienes
consagraron su vida a él. Oremos al Señor.R.
5. Para que sepamos perseverar en la presencia del Señor
contemplando su luz y siendo luz para los demás. Oremos al
Señor.R.
Oh Dios, que aniquilaste al que tenía el poder de la muerte y que en
Cristo manifestaste tu amor salvador y la luz de tu verdad a todos los
hombres; escucha nuestras súplicas y haz que vivamos en la claridad
de tu presencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
2 MIÉRCOLES
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Oración sobre las ofrendas


Te pedimos, Señor, que te sean gratos los dones presentados por la
Iglesia exultante de gozo, pues has querido que tu Hijo Unigénito
se ofreciera como Cordero inocente por la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio: El misterio de la Presentación del Señor
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque tu Hijo, eterno como tú, es presentado
hoy en el templo y es mostrado por el Espíritu como gloria de Israel
y luz de las naciones. Por eso, nosotros, llenos de alegría, salimos al
encuentro de tu Salvador, mientras te alabamos con los ángeles y
los santos cantando sin cesar: Santo, Santo, Santo…
Antífona de comunión Lc 2, 30-31
Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos
los pueblos.
Oración después de la comunión
Por estos dones santos que hemos recibido, llénanos de tu gracia,
Señor, tú que has colmado plenamente el anhelo expectante de
Simeón y, así como él no vio la muerte sin haber merecido acoger
antes a Cristo, concédenos alcanzar la vida eterna a quienes
caminamos al encuentro del Señor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
17 DOMINGO
Jueves 3 de febrerofebrero
IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Ss. Blas, obispo, y Óscar (ML) - 4.a semana del Salterio - Verde

Monición general
Al final de su vida, el rey David se despide en paz dejando el
reino en manos de su hijo Salomón. Pero más que el poder y sus
conquistas, lo que quiere legar a su hijo es el tesoro de su fe en
la misericordia infinita de Dios, fuente de toda sabiduría.
En el evangelio vemos que Jesús no solo nos llama para
estar con él, sino también para participar de su misión: llevar
por el mundo la luz de la buena noticia; pero siempre de manera
comunitaria y sin equipajes pesados que nos obstaculicen el
camino.
Señor Jesús, que con nuestra vida y testimonio sigamos
haciendo crecer las semillas del reino que sembraste en el
mundo.

Antífona de entrada Sal 105, 47


Sálvanos, Señor, Dios nuestro, reúnenos de entre los gentiles:
daremos gracias a tu santo nombre, y alabarte será nuestra gloria.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, concédenos adorarte con toda el alma y amar a
todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 2, 1-4.10-12
Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a
su hijo Salomón: «Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un
hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por
sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas,
como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito
en todo lo que hagas, dondequiera que vayas; para que el Señor
cumpla la promesa que me hizo: “Si tus hijos saben comportarse,
caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón
y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de
3 JUEVES
febrero
18

Israel”». David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en


la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y
treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino
se consolidó. Palabra de Dios.
Salmo responsorial 1 Cro 29, 10-12
R. Tú eres Señor del universo.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de
los siglos.R.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la
majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.R.
Tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria.R.
Tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú
engrandeces y confortas a todos.R.

Aclamación antes del Evangelio Mc 1, 15


Aleluya. Está cerca el reino de Dios, dice el Señor: conviértanse y
crean en el Evangelio. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en
dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó
que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan,
ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero
no una túnica de repuesto. Y añadió: «Cuando entren en una casa,
quédense en ella hasta que se vayan de aquel lugar. Y si en algún
sitio no los reciben ni los escuchan, márchense de allí, sacudan el
polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia». Ellos
salieron a predicar la conversión, expulsaban a muchos demonios,
ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. Palabra del
Señor.
19 JUEVES
febrero 3
Oración sobre las ofrendas
Presentamos, Señor, estas ofrendas en tu altar como signo de nuestro
reconocimiento; concédenos, al aceptar con bondad, transformarlas
en sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 5, 3-4
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán
la tierra.
Oración después de la comunión
Alimentados por estos dones de nuestra redención, te suplicamos,
Señor, que, con este auxilio de salvación eterna, crezca continuamente
la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.

D e otro modo, quizás tendremos solo


apariencia de virtudes, que serán
incapaces de construir la vida en común. Por
ello decía santo Tomás de Aquino —citando a
san Agustín— que la templanza de una persona
avara ni siquiera es virtuosa. San Buenaventura,
con otras palabras, explicaba que las otras
virtudes, sin la caridad, estrictamente no
cumplen los mandamientos «como Dios los
entiende».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 91)
DOMINGO 20
febreroViernes 4 de febrero
IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
4.a semana del Salterio - Verde

Monición general
A lo largo de estas semanas, la primera lectura nos ha presentado
la figura de David. Ahora, el libro del Eclesiástico nos muestra
una semblanza más sobre este gran rey, un personaje clave en
la historia del pueblo elegido.
En el evangelio, san Marcos aprovecha las preguntas y
dudas que suscita Jesús para presentarnos el trágico final de
Juan Bautista. Su coherencia de vida y su mensaje lo llevaron
a chocar con el poder. Su muerte se decide por los caprichos de
quienes no toleran la verdad.
Señor, fortalécenos con el ejemplo y coherencia de vida de
tu hijo Juan Bautista.

Antífona de entrada Sal 105, 47


Sálvanos, Señor, Dios nuestro, reúnenos de entre los gentiles:
daremos gracias a tu santo nombre, y alabarte será nuestra gloria.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, concédenos adorarte con toda el alma y amar a
todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico 47, 2-13
Como se separa la grasa del sacrificio, así David fue separado de
entre los hijos de Israel. Jugaba con leones como con cabritos, y
con osos como con corderos; siendo un muchacho, mató a un
gigante, y quitó así la humillación de su pueblo, cuando su mano
hizo girar la honda, y derribó el orgullo de Goliat. Invocó al Dios
altísimo, quien hizo fuerte su diestra para eliminar al poderoso
guerrero y restaurar el honor de su pueblo. Por eso le cantaban
las muchachas alabándolo por sus diez mil. Ya coronado, peleó
y derrotó a sus enemigos vecinos, derrotó a los filisteos hostiles,
quebrantando su poder hasta hoy. De todas sus empresas daba
gracias, alabando la gloria del Dios altísimo; de todo corazón amó
21 VIERNES
febrero 4
a su Creador, entonando salmos cada día; trajo instrumentos para
el servicio del altar y compuso música de acompañamiento; celebró
solemnemente fiestas y ordenó el ciclo de las solemnidades; cuando
alababa el santo nombre del Señor llenando de cánticos el Santuario
desde el amanecer. El Señor perdonó sus pecados y exaltó su poder
para siempre; le confirió el poder real y le dio un trono en Jerusalén.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 17, 31.47.50-51
R. Bendito sea mi Dios y Salvador.
Perfecto es el camino de Dios, acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen.R.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor, y tañeré en honor
de tu nombre.R.
Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu ungido, de
David y su linaje por siempre.R.

Aclamación antes del Evangelio Lc 8, 15


Aleluya. Dichosos los que con un corazón noble y generoso guardan
la palabra de Dios y dan fruto perseverando. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 14-29
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey
Herodes oyó hablar de él. Unos decían: «Juan Bautista ha resucitado,
y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él». Otros decían: «Es
Elías». Y otros: «Es un profeta como los antiguos». Herodes, al oírlo,
decía: «Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado». Es que
Herodes había mandado arrestar a Juan y lo había metido en la
cárcel encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con
Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era
lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan e
intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan,
4 VIERNES
febrero
22

sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Cuando


lo escuchaba, quedaba desconcertado y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, ofreció un
banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a la gente principal
de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a
Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que
quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea
la mitad de mi reino». Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le
pido?». La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista».
Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de
Juan, el Bautista». El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y
los convidados no quiso desairarla. Enseguida mandó a un verdugo
que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo
la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la
entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el
cadáver y lo enterraron. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Presentamos, Señor, estas ofrendas en tu altar como signo de nuestro
reconocimiento; concédenos, al aceptar con bondad, transformarlas
en sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 5, 3-4
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán
la tierra.
Oración después de la comunión
Alimentados por estos dones de nuestra redención, te suplicamos,
Señor, que, con este auxilio de salvación eterna, crezca continuamente
la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
23 DOMINGO
Sábado 5 de febrerofebrero
SANTA ÁGUEDA, virgen y mártir (MO)
IV semana del Tiempo Ordinario - 4.a semana del Salterio - Rojo

Monición general
Dios se revela en sueños al nuevo rey de Israel, Salomón, y le
da libertad de pedirle lo que desee. ¿Será poder y riquezas lo
que pida o, más bien, sabiduría para gobernar a su pueblo? Su
actitud nos da un gran ejemplo de humildad.
En el evangelio, los discípulos han vuelto de su gira
misionera y Jesús quiere tener un tiempo a solas con ellos. Sin
embargo, al llegar a su destino, se encuentran con una gran
multitud esperándolos. Jesús reacciona dejándose llevar por su
compasión.
Jesús, maestro, tú dijiste que la mies es grande y los obreros
son pocos; envía a tu Iglesia más pastores compasivos como tú.

Antífona de entrada
Esta virgen valiente, ofrenda de pureza y castidad, sigue al Cordero
crucificado por nosotros.
Oración colecta
Señor, que santa Águeda, virgen y mártir, nos alcance tu perdón,
pues ella te agradó siempre por la fortaleza en el martirio y por el
mérito de su castidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 4-13
En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios,
pues era el santuario principal. En aquel altar ofreció Salomón mil
holocaustos. Y en Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón
y le dijo: «Pídeme lo que quieras». Respondió Salomón: «Tú le hiciste
una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en
tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has
cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su
trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho
que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy
un muchacho y no sé por dónde empezar o terminar. Tu siervo se
5 SÁBADO
febrero
24

encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable,


innumerable. Concede a tu siervo un corazón dócil para gobernar
a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues, ¿quién sería
capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?». Al Señor le
agradó que Salomón le hiciera tal petición y Dios le dijo: «Por haber
pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la
vida de tus enemigos, sino que pediste inteligencia para escuchar
y gobernar, te daré lo que has pedido: te doy un corazón sabio e
inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti.
Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y gloria mayores
que las de rey alguno». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 118, 9-14
R. Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus
palabras.R.
Te busco de todo corazón, no consientas que me desvíe de tus
mandamientos.R.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti.R.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes.R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca.R.
Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las
riquezas.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 10, 27


Aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, yo las conozco y
ellas me siguen. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le
contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Vengan
ustedes solos a un sitio tranquilo a descansar un poco». Porque eran
25 SÁBADO
febrero 5
tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para
comer. Se fueron solos en la barca a un sitio tranquilo y apartado.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de
todos los pueblos fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se
les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y sintió
compasión de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor. Y se
puso a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que los dones que te presentamos en la fiesta de santa
Águeda, sean tan agradables a tu bondad como lo fue para ti el
combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Ap 7, 17
El Cordero que está delante del trono los conducirá hacia fuentes de
aguas vivas.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que coronaste a la bienaventurada Águeda entre los santos
con el doble triunfo de la virginidad y del martirio, concédenos,
en virtud de este sacramento, vencer con fortaleza toda maldad y
alcanzar la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

L a altura espiritual de una vida humana está


marcada por el amor, que es «el criterio
para la decisión definitiva sobre la valoración
positiva o negativa de una vida humana».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 92)
LUNES 26
26
febrero

Santa Águeda
Águeda nació al sur de Italia, hacia el
año 230. En tiempos de la persecución
del tirano emperador Decio, el
gobernador Quinciano se propone
enamorarla, pero ella le declara que
se ha consagrado a Cristo.
Para hacerle perder la fe y la
pureza, el gobernador manda que
la lleven a una casa de mujeres de
mala vida para que permanezca allí
un mes, pero nada ni nadie logra hacerla quebrantar el voto de
virginidad y de pureza que le había jurado a Dios. El gobernador
ordena que le destrocen el pecho a machetazos y la azoten
cruelmente. Pero esa noche se le aparece el apóstol san Pedro,
quien la anima a sufrir por Cristo y la cura de sus heridas.
Al encontrarla curada al día siguiente, el tirano le pregunta:
«¿Quién te ha curado?». Ella responde: «He sido curada por el poder
de Jesucristo». El malvado le grita: «¿Cómo te atreves a nombrar
a Cristo, si eso está prohibido»? Y la joven le responde: «Yo no
puedo dejar de hablar de aquel a quien más fuertemente amo en
mi corazón».

Testimonio de vida
Fue arrojada sobre llamas y brasas ardientes, y mientras
se quemaba iba diciendo en su oración: «Oh Señor, creador
mío: gracias porque desde la cuna me has protegido siempre.
Gracias porque me has apartado del amor a lo mundano y de
lo que es malo y dañoso. Gracias por la paciencia que me has
concedido para sufrir. Recibe ahora en tus brazos mi alma». Y,
diciendo esto, expiró. Era el 5 de febrero del año 251.
Es la protectora de los partos difíciles, los problemas de la
lactancia o el cáncer de mama, y de las enfermeras.
Santa Águeda, alcánzame un gran amor a Jesús que me
lleve a seguirlo con radicalidad, paciencia en mis sufrimientos
y coherencia entre mi fe y mi obrar.
27
Domingo 6 de febrero
febrero

V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


1.a semana del Salterio - Verde

«Dejándolo todo, lo siguieron»


Is 6, 1-2a.3-8; Sal 137, 1-5.7-8; 1 Co 15, 1-11 F.B. 1 Co 15, 3-8.11; Lc 5, 1-11

Dios toma la iniciativa y elige a sus profetas y enviados. La primera


lectura nos ofrece una de esas experiencias. Isaías es un hombre
distinguido, buen poeta, casado y con dos hijos. En una liturgia
solemne en el templo, hacia el año 740 a. C., se siente en la presencia
de Dios, que está sentado en un trono real. Él es el verdadero rey. Su
manto cubre el piso del templo e impide llegar hasta él. Tiene una
corte de serafines que proclaman su majestad con un canto que ha
llegado a nosotros: ¡Santo, santo, santo, es el Señor de los ejércitos,
la tierra está llena de su gloria! Se estremece el templo y se llena de
humo, signos inequívocos de la presencia del Altísimo. La reacción de
Isaías es la normal ante lo sagrado: temor y conciencia de indignidad
por el pecado. Pero Dios lo purifica y lo prepara para la misión.
Isaías escucha en su interior a Dios que habla consigo mismo:
¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí? Isaías, decidido, todo lo
contrario del joven Jeremías, responde: Aquí me tienes, envíame.
Se entrega a un servicio que va a cambiar su vida; se puede decir
que, desde ahora, ya no se pertenece. La Palabra de Dios lo invade.
La proclamará con sus labios purificados. Por ella sufrirá, e incluso,
según una tradición extrabíblica, morirá como mártir (Hb 11, 37).
A partir de la encarnación, Jesús, Hijo de Dios, llama y envía
desde lo cotidiano, en medio de las faenas ordinarias, no ya desde
la majestad del templo. El lago y la barca de Simón son ahora los
lugares donde Jesús muestra su presencia divina y donde va a llamar
y enviar a los nuevos profetas y apóstoles del reino de Dios. Todo
inicia con la invitación a emprender una faena nueva. La pesca
anterior fue estéril. Pero la fe de Simón se aviva y dice: Si tú lo dices,
6 DOMINGO
febrero
28

echaré las redes. Esta nueva pesca les revela el misterio de Jesús.
Como Isaías, Simón, Santiago, Juan y sus demás compañeros sienten
viva su condición de pecadores, de indignidad ante la experiencia
que viven. Pero Jesús le dice a Simón: No temas; desde ahora serás
pescador de hombres. Su palabra llena de capacidad nueva el
corazón de sus discípulos y les señala un nuevo horizonte a donde
entrarán como quienes llevan en sí el misterio de Dios.
Por eso, ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo
siguieron. Horizonte nuevo, faena nueva, vida nueva, tres momentos
de toda vocación en el plan de Dios: una fase de abandono y
renuncia. Así lo reflejan las barcas dejadas en tierra sin atar; quien
va a regresar las deja amarradas y en el agua. La barca ya no es el
instrumento necesario. Otra barca, la Iglesia, surge en el horizonte
del discípulo. Dejarlo todo, dejar para encontrar; no dejar y añorar,
no dejar y caer en el vacío, sino encontrar a Jesús y llenarse de él. Lo
siguieron: a partir de ese momento, la vida y la misión de Jesús serán
su propia vida y misión.
La carta de san Pablo que hemos escuchado nos dice cuál es la
misión: anunciar la resurrección de Jesús, el Señor, como el mundo
nuevo que Dios ofrece al hombre y lo conduce a la plena realización
de la vida. La resurrección es la fuerza nueva en el mundo que llena
de vitalidad la debilidad humana. No saca al hombre del mundo, no
lo hace vivir en un mundo ilusorio, sino que llena de sentido su vida
terrena.
Esos discípulos que Dios llama, con la misma fuerza que a Isaías,
que a Simón y sus compañeros, somos también los discípulos de
hoy. Dios ha querido tener necesidad de nosotros. Dios ha querido
involucrarnos en su acción salvadora. Que Dios nos dé la fortaleza
de decir, como Isaías: Aquí estoy, envíame; y hacer lo que hicieron
Simón y sus compañeros: dejar y seguir. Dejar para seguir, no lo uno
sin lo otro. Amén.
29 DOMINGO
febrero 6
Monición general
En este quinto domingo del Tiempo Ordinario, la liturgia de
la Palabra nos invita a reflexionar sobre las vocaciones dentro
de la Iglesia. Jesús, como nos narra el evangelio, no realizó su
misión solo; sino que convocó a un grupo de discípulos para
que participen de ella y la continúen en la posteridad. Nosotros
somos herederos de esa fe, como nos lo recuerda san Pablo. El
profeta Isaías también nos comparte su experiencia vocacional,
resaltando que esta no se debe a mérito alguno suyo, sino a la
pura gracia de Dios.
Por ello, hoy es una ocasión propicia para dar gracias a Dios
por tantas mujeres y hombres que dedican su vida de lleno al
evangelio y también para escuchar la voz de Jesús, que siempre
nos está llamando a cada uno de nosotros.
Señor, permite que, en la cotidianidad de nuestra vida,
sigamos llevando al mundo la luz de tu evangelio.

Antífona de entrada Sal 94, 6-7


Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador
nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El profeta Isaías tiene una visión de la gloria de Dios. En medio
de ese escenario sagrado, y viéndose capacitado por Dios, nace
su vocación como profeta de su pueblo. ¡Escuchemos!

Lectura del libro de Isaías 6, 1-2a.3-8


El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un
trono alto y excelso: el borde de su manto llenaba el templo. Y vi
serafines de pie junto a él. Y se decían el uno al otro: «¡Santo, santo,
santo es el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!».
6 DOMINGO
febrero
30

Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el


templo estaba lleno de humo. Yo dije: «¡Ay de mí, estoy perdido! Yo,
hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de
labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos».
Y voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en la mano una brasa,
que había tomado del altar con unas tenazas; tocó con ella mi boca
y me dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa,
está perdonado tu pecado». Entonces, escuché la voz del Señor, que
decía: «¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí?». Contesté: «Aquí estoy,
envíame». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 137, 1-5.7-8
R. Delante de los ángeles tocaré para ti, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tocaré
para ti, me postraré hacia tu santuario.R.
Daré gracias a tu nombre, por tu misericordia y tu lealtad, porque
tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqué, me escuchaste,
aumentaste el valor en mi alma.R.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar las
palabras de tu boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria
del Señor es grande.R.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor,
tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.R.

Segunda lectura
¿Cuál es la fe que nos ha sido anunciada? San Pablo nos ofrece
una bella síntesis de la fe que se nos ha transmitido por medio
de los apóstoles. ¡Escuchemos!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo


a los Corintios 15, 1-11
Les recuerdo, hermanos, el evangelio que les proclamé y que ustedes
aceptaron, en el que están fundados, y que los está salvando, si es
que conservan el evangelio que les proclamé; de lo contrario, habrán
31 DOMINGO
febrero 6
creído en vano. Porque lo primero que yo les transmití, tal como lo
había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados,
según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día,
según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los
Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la
mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se
le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último,
como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy el
menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque
he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy
lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he
trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia
de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo, esto es lo que
predicamos; esto es lo que ustedes han creído. Palabra de Dios.
Forma breve:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios 15, 3-8.11
Lo primero que yo les transmití, tal como lo había recibido, fue esto:
que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que
fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que
se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció
a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales
viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago,
después a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me
apareció también a mí. Pues bien; tanto ellos como yo, esto es lo que
predicamos; esto es lo que ustedes han creído. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Mt 4, 19
Aleluya. Vengan y síganme, dice el Señor, y los haré pescadores de
hombres. Aleluya.
Santo Evangelio
Pedro y otros discípulos de Jesús reciben el llamado a seguirlo
en medio de su trabajo y luego de una jornada de frustraciones.
6 DOMINGO
febrero
32

La gran redada de peces de la que son testigos es quizás un


preludio de la vida fecunda que nos brinda el hacerse discípulos
del Señor.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 1-11


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para
oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret.
Desde allí vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores
habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de
las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de la
orilla. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó
de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echen las redes para
pescar». Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado toda la noche
trabajando y no hemos sacado nada; pero, si tú lo dices, echaré
33 DOMINGO
febrero 6
las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan
grande que reventaba la red. Hicieron señas a sus compañeros, que
estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se
acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver
esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: «Apártate
de mí, Señor, que soy un pecador». Y es que el asombro se había
apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la cantidad de
peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y
Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo
a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Ellos
sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra
del Señor.
Se dice el credo.

Oración universal
Al Santo de Israel y al Señor de la historia oremos en nombre de
toda la humanidad. Digamos: R. Escucha, Señor, nuestra oración.
1. Por el papa y los pastores del pueblo de Dios, los ministros de la
Palabra, los consagrados y los fieles laicos: para que vivamos el
evangelio con espíritu profético y convicción orante. Oremos.R.
2. Por los que gobiernan las naciones: para que promuevan la justicia,
la igualdad y los derechos básicos de todos los ciudadanos.
Oremos.R.
3. Por todos los que invocan al Señor desde las cárceles, los
hospitales y la marginación: para que experimenten la liberación
interior y descubran, en el servicio generoso a sus hermanos, la
presencia de Dios que los ama. Oremos.R.
4. Por todos nosotros: para que conozcamos, amemos y
practiquemos la Palabra de Dios; que esta guíe nuestros pasos
en el servicio y la entrega solidaria a los demás. Oremos.R.
5. Para que el Señor se manifieste en el corazón de los que hoy
morirán y les infunda la paz eterna. Oremos.R.
6 DOMINGO
febrero
34

6. Por nosotros: para que la gracia que recibimos en esta Eucaristía


no se frustre en nuestras vidas, sino que dé muchos frutos para el
reino. Oremos.R.
Escucha, Señor, la oración de tu pueblo, y ya que recompensaste
la fe de los discípulos que echaban las redes en nombre de tu Hijo
dándoles una pesca abundante, no desoigas lo que con confianza te
hemos suplicado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que has creado estos dones como remedio
eficaz de nuestra debilidad, concédenos que sean también para
nosotros sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos
los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo pan y
de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos en
Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

H ay creyentes que piensan que su grandeza


está en la imposición de sus ideologías al
resto, o en la defensa violenta de la verdad, o
en grandes demostraciones de fortaleza. Todos
los creyentes necesitamos reconocer esto: lo
primero es el amor, lo que nunca debe estar en
riesgo es el amor, el mayor peligro es no amar
(cf. 1 Co 13, 1-13).
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 92)
35 JUEVES
Lunes 7 de febrero febrero
V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
1.a semana del Salterio - Verde

Monición general
El rey Salomón impulsó la construcción de un templo, un
santuario para el Señor. Ahora, la primera lectura nos narra
el día de su consagración y cómo Dios elige ese lugar para ser
signo de su presencia en medio de su pueblo.
En el evangelio, san Marcos nos presenta un resumen de
las actividades de Jesús. Él, junto con sus discípulos, recorre
pueblos y aldeas anunciando el reino y llevando salud a quienes
se le acercan.
Señor, humildemente acudimos a ti para que cures nuestras
dolencias del cuerpo y del espíritu, y nos des tu fortaleza para
vivir nuestro día a día.

Antífona de entrada Sal 94, 6-7


Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador
nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 8, 1-7.9-13
En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los
ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de
los israelitas, para hacer subir el Arca de la Alianza del Señor desde
la ciudad de David, que es Sion. Todos los israelitas se congregaron
en torno al rey Salomón, en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la
fiesta de las Tiendas. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel,
los sacerdotes cargaron con el Arca del Señor, y los sacerdotes levitas
llevaron la Tienda del Encuentro, con todos los objetos sagrados del
culto que había en la tienda. El rey Salomón, acompañado de toda
la asamblea de Israel reunida con él ante el Arca, sacrificaba una
7 LUNES
febrero
36

cantidad incalculable de ovejas y bueyes. Los sacerdotes llevaron


el Arca de la Alianza del Señor al Santuario del Templo, al Santo
de los Santos a su propio lugar, bajo las alas de los querubines. Los
querubines extendían las alas sobre el sitio del Arca y cubrían el Arca
y las andas por encima. En el Arca se hallaban solo las dos tablas de
piedra que colocó allí Moisés en el Horeb, las tablas de la Alianza
que estableció el Señor con los hijos de Israel cuando salieron de la
tierra de Egipto.
Cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó
el Templo del Señor, de forma que los sacerdotes no podían seguir
oficiando a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba el
Templo. Entonces, Salomón dijo: «El Señor puso el sol en el cielo,
pero el Señor ha decidido habitar en densa nube y yo he querido
erigirte una casa para morada tuya, un lugar donde habites para
siempre». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 131, 6-10
R. Levántate, Señor, ven a tu mansión.
Oímos que estaba en Efrata, la encontramos en el soto de Jaar:
entremos en su morada, postrémonos ante el estrado de sus pies.R.
Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder: que
tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles vitoreen. Por amor a
tu siervo David, no niegues audiencia a tu ungido.R.

Aclamación antes del Evangelio Mt 4, 23


Aleluya. Jesús proclamaba el evangelio del reino curando las
dolencias del pueblo. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 53-56
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, después de atravesar el lago,
llegaron a Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Apenas
desembarcaron, lo reconocieron enseguida, y recorrieron toda
aquella región; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús,
37 LUNES
febrero 7
le llevaba los enfermos en camillas. En todas partes donde entraba,
pueblos, ciudades y aldeas, colocaban a los enfermos en la plaza y
le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los
que lo tocaban se sanaban. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que has creado estos dones como remedio
eficaz de nuestra debilidad, concédenos que sean también para
nosotros sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos
los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo pan y
de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos en
Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

E n un intento de precisar en qué consiste


la experiencia de amar que Dios hace
posible con su gracia, santo Tomás de Aquino
la explicaba como un movimiento que centra la
atención en el otro «considerándolo como uno
consigo».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 93)
JUEVES 38
febreroMartes 8 de febrero
V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Santa Josefina Bakhita (ML) - 1.a semana del Salterio - Verde

Monición general
Frente al templo y ante la comunidad, Salomón ora a Dios con
humildad. ¿Puede Dios caber en ese pequeño recinto? Salomón
es consciente de nuestros límites, el templo lo necesitamos más
nosotros que Dios. Es un signo de su presencia entre nosotros.
En el evangelio, Jesús nos llama a poner en orden nuestros
valores. A veces, las preocupaciones por las apariencias nos
hacen olvidar lo verdaderamente importante; o, peor aún,
considerar lo superficial como lo principal.
Señor, ayúdanos a estar despiertos para vivir, de verdad,
según los valores del evangelio.

Antífona de entrada Sal 94, 6-7


Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador
nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 8, 22-23.27-30
En aquellos días, Salomón, de pie delante del altar del Señor, en
presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo
y dijo: «¡Señor, Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra
hay un Dios como tú, fiel a la alianza con tus siervos si caminan de
todo corazón en tu presencia. Pero, ¿es posible que Dios habite en
la tierra? Si el cielo, en toda su inmensidad, no puede contenerte,
¡cuánto más este templo que he construido para ti! Vuelve tu rostro
a la oración y súplica de tu siervo, Señor Dios mío, escucha el
clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo. Día y noche estén
tus ojos abiertos sobre este templo, sobre este lugar del que dijiste
39 MARTES
febrero 8
que residiera tu nombre. Escucha la oración que tu siervo te dirige
en este lugar, del que dijiste: "En él estará mi nombre". Escucha la
súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel, cuando recen en este sitio;
escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 83, 3-5.10-11
R . ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi
carne saltan de gozo por el Dios vivo.R.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos: tus altares, Señor de los ejércitos, rey
mío y Dios mío.R.
Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre. Fíjate, oh
Dios, en nuestro escudo, mira el rostro de tu ungido.R.
Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral
de la casa de Dios a vivir con los malvados.R.

Aclamación antes del Evangelio Sal 118, 36a.29b


Aleluya. Inclina mi corazón a tus preceptos, Señor, y dame la gracia
de tu voluntad. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-13
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos
escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían
con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. Los fariseos,
como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos
meticulosamente, aferrándose a la tradición de los antiguos; y, al
volver de la plaza, no comen si no se purifican, y hay otras muchas
cosas que observan por tradición, como la purificación de vasos,
jarras y ollas. Por eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:
«¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la
tradición de los antiguos?». Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de
8 MARTES
febrero
40

ustedes, hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con


los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está
vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”.
Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios para aferrarse a
la tradición de los hombres». Y añadió: «¡Ustedes dejan de lado el
mandamiento de Dios para conservar sus tradiciones! Moisés dijo:
“Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldiga a su padre o a su
madre tiene pena de muerte”. En cambio, ustedes dicen: Si uno le
dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte
son corbán, es decir, ofrenda sagrada", ya no le permiten hacer nada
por su padre o por su madre. De ese modo anulan la palabra de
Dios por una tradición que ustedes mismos se han transmitido; y
como estas, hacen muchas otras cosas». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que has creado estos dones como remedio
eficaz de nuestra debilidad, concédenos que sean también para
nosotros sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos
los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo pan y
de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos en
Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
3
41 LUNES VIERNES
febrero
41

Santa Josefina Bakhita


Nació alrededor del año 1869 en la región
sudanesa occidental de Darfur; en el
pueblo de Olgossa. Su padre era hermano
del jefe del pueblo. Estaba rodeada por
una familia cariñosa de tres hermanos y
tres hermanas.
En algún momento, entre los siete
y nueve años, fue secuestrada por los
comerciantes árabes de esclavos, que ya
habían secuestrado a su hermana mayor
dos años antes. El trauma de su secuestro
le hizo olvidar hasta su propio nombre: tomó uno que le dieron los
esclavistas, «Bakhita», que en árabe significa «afortunada».
Un comerciante italiano fue el quinto de sus amos en 1882, y por
primera vez fue tratada bien. En 1888, cuando la familia Michieli
compró un hotel en Suakin y se trasladaron para allá, Bakhita
decidió quedarse en Italia. Ingresó al noviciado del Instituto de las
Hermanas Canosianas. Recibió el bautismo, primera comunión y
confirmación al mismo tiempo.

Testimonio de vida
Pese a perder todo y ser vendida a distintos amos que la
maltrataron durante años, Bakhita conservó la inocencia y un
corazón limpio. No permitió que el sufrimiento se adueñase
de su existencia, lo transformó en esperanza y nunca dudó de
la presencia de Dios, fe que la preservó de la tristeza y le dio
ánimo para seguir adelante.
Un joven estudiante le preguntó una vez: «¿Qué harías si te
encontraras con tus captores?». Sin dudarlo, ella respondió:
«Si me encontrara con los que me secuestraron, e incluso con
los que me torturaron, me arrodillaría y les besaría las manos.
Porque si estas cosas no hubieran sucedido, no habría sido
cristiana y religiosa hoy».
Bakhita, intercede para que logremos descubrir el paso
de Dios por nuestra historia personal y para que vivamos en
actitud de perdonar siempre a quien nos hace el mal.
VIERNES 42
Miércoles
febrero 9 de febrero
V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
1.a semana del Salterio - Verde

Monición general
Cuando Salomón inició su reinado, en lugar de poder y riquezas,
pidió a Dios un corazón sabio. Hoy la primera lectura nos da una
muestra de su sabiduría, que nos recuerda la fidelidad de Dios
a sus promesas.
En el evangelio, luego de las críticas de los fariseos a Jesús
porque sus discípulos no guardaban los rituales de pureza,
él explica al público qué es lo que realmente hace impuro al
hombre. Más que a la exterioridad, él nos invita a mirar nuestros
propios corazones.
Señor, tú nos quieres limpios de corazón, purifícalo de toda
mala intención y maldad.

Antífona de entrada Sal 94, 6-7


Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador
nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 10, 1-10
En aquellos días, la reina de Saba oyó la fama de Salomón en honor
del nombre del Señor, y fue a ponerlo a prueba, proponiéndole
más enigmas. Llegó a Jerusalén con una gran caravana de camellos
cargados de perfumes, de muchísimo oro y de piedras preciosas.
Entró en el palacio de Salomón y le propuso todo lo que pensaba.
Salomón respondió todas sus preguntas; no hubo ninguna cuestión
tan oscura que el rey no pudiera resolver. Cuando la reina de Saba
vio la sabiduría de Salomón, el palacio que había construido, los
manjares de su mesa, toda la corte sentada a la mesa, los camareros
con sus uniformes sirviendo, las bebidas, los holocaustos que ofrecía
43 MIÉRCOLES
febrero 9
en el Templo del Señor, se quedó asombrada y dijo al rey: «¡Es verdad
lo que me contaron en mi país de ti y de tu sabiduría! Yo no quería
creerlo. Pero ahora que he venido y lo veo con mis propios ojos,
resulta que no me habían dicho ni la mitad. En sabiduría y riquezas
superas todo lo que yo había oído. ¡Dichosa tu gente, dichosos tus
servidores que están siempre en tu presencia, aprendiendo de tu
sabiduría! ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que, por el amor eterno
que tiene a Israel, te ha elegido para colocarte en el trono de Israel y
te ha nombrado rey para que gobiernes con rectitud y justicia!». La
reina regaló al rey cuatro mil kilos de oro, gran cantidad de perfumes
y piedras preciosas; nunca más se recibieron tantos perfumes como
los que la reina de Saba regaló al rey Salomón. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 36, 5-6.30-31.39-40
R . La boca del justo expone la sabiduría.
Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu
justicia como el amanecer, tu derecho como el mediodía.R.
La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho;
porque lleva en el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan.R.
El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro; el
Señor los protege y los libra, los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 17, 17b.a


Aleluya. Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 14-23
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús llamó de nuevo a la gente y les dijo:
«Escúchenme todos y entiendan: Nada que entre de fuera puede
hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro
al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga». Cuando dejó a
la gente y entró en casa, sus discípulos le pidieron que les explicara
9 MIÉRCOLES
febrero
44

la parábola. Él les dijo: «¿También ustedes siguen sin entender? ¿No


comprenden? Nada que entre de fuera puede hacer al hombre
impuro porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y va a
parar al excusado». Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y
siguió: «Lo que sale de dentro, eso sí hace impuro al hombre. Porque
de dentro, del corazón del hombre, salen las malas intenciones, las
fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias,
fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, insensatez. Todas
esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro». Palabra
del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que has creado estos dones como remedio
eficaz de nuestra debilidad, concédenos que sean también para
nosotros sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos
los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo pan y
de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos en
Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
45 SÁBADO
Jueves 10 de febrerofebrero
SANTA ESCOLÁSTICA, virgen (MO)
V semana del Tiempo Ordinario - 1.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Dios le demostró con creces a Salomón que él es fiel a sus
promesas, ¿pero podrá Salomón también mantenerse fiel al
Señor? La primera lectura nos llama a revisar nuestras actitudes
y a volver nuestros corazones a Dios.
En el evangelio, Jesús va a territorio extranjero, tratando de
pasar desapercibido. Pero la fe de una mujer pagana, desesperada
por la salud de su hija, hace que Jesús caiga en la cuenta de que
la buena noticia no conoce de nacionalidades ni fronteras.
Señor, que nuestra fe en ti cree unidad y colaboración,
nunca divisiones ni exclusivismos.

Antífona de entrada
Esta es una virgen sabia y prudente, que salió a recibir a Cristo con
la lámpara encendida.
Oración colecta
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te rogamos, Señor,
que, por su ejemplo, te sirvamos con caridad pura y alcancemos los
saludables efectos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 11, 4-13
Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres hicieron que su
corazón se desviara hacia otros dioses extranjeros, pues no se había
entregado por completo al Señor su Dios como lo había hecho David,
su padre. Salomón se interesó por Astarté, diosa de los fenicios,
y Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba;
no siguió plenamente al Señor como su padre David. Entonces
construyó un altar a Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza
frente a Jerusalén, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto
para sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban
en honor de sus dioses. El Señor se encolerizó contra Salomón,
10 JUEVES
febrero
46

porque había desviado su corazón del Señor Dios de Israel, que se


le había aparecido dos veces, y que precisamente le había prohibido
seguir a dioses extranjeros; pero Salomón no cumplió esta orden.
Entonces el Señor le dijo: «Por haberte portado así conmigo, siendo
infiel a mi alianza y a los mandatos que te di, te voy a arrancar
el reino de las manos para dárselo a un siervo tuyo. No lo haré
mientras vivas, en consideración a tu padre David; se lo arrancaré de
la mano a tu hijo. Y ni siquiera le arrancaré todo el reino; dejaré a tu
hijo una tribu, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, mi
ciudad elegida». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 105, 3-4.35-37.40
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Dichosos los que respetan el derecho y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo, visítame con tu salvación.R.
Se emparentaron con los paganos e imitaron sus costumbres;
adoraron sus ídolos y cayeron en sus lazos.R.
Inmolaron a los demonios sus hijos y sus hijas. La ira del Señor se
encendió contra su pueblo, y aborreció su herencia.R.

Aclamación antes del Evangelio St 1, 21bc


Aleluya. Acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en
ustedes, y es capaz de salvarlos. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 24-30
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa,
procurando pasar desapercibido, pero no lo consiguió. Una mujer
que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida,
fue a buscarlo y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana, siro-
fenicia de nacimiento. Le rogaba que expulse el demonio de su hija.
Y él le dijo: «Espera primero que se sacien los hijos. No está bien
tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella le
respondió: «Tienes razón, Señor; pero también los perritos, debajo
47 JUEVES
febrero 10
de la mesa, comen las migajas que tiran los niños». Él le contestó:
«Por lo que has dicho, anda, que el demonio ha salido de tu hija». Al
llegar a su casa, encontró a su hija acostada en la cama; el demonio
había salido. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, al proclamarte admirable en santa Escolástica, virgen,
suplicamos humildemente a tu majestad que, así como te agradaron
sus méritos, aceptes de igual modo nuestro servicio. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 25, 6
Que llega el esposo, salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Oración después de la comunión
Señor, Dios nuestro, alimentados por la participación en estos dones
divinos, te pedimos que, a ejemplo de santa Escolástica, llevando
en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, nos esforcemos por unirnos
solamente a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

L a atención afectiva que se presta al otro


provoca una orientación a buscar su bien
gratuitamente. Todo esto parte de un aprecio, de
una valoración, que en definitiva es lo que está
detrás de la palabra «caridad»: el ser amado es
«caro» para mí, es decir, «es estimado como de
alto valor». Y «del amor por el cual a uno le es
grata la otra persona depende que le dé algo
gratis».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 93)
3 DOMINGO
LUNES
febrero
VIERNES
74848
Santa Escolástica
Nació hacia el año 480, en el municipio
italiano de Nursia, en el seno de una
familia noble. Hermana gemela de san
Benito. Ambos se consagraron a Dios
desde muy jóvenes y compartían la
misma espiritualidad. Ella solía pasar
la mayor parte del tiempo en oración.
Cuando su hermano fundó Montecasino,
abrió cerca un convento femenino con la
misma regla.
Tenía la costumbre de visitar a san
Benito una vez al año, él salía a su
encuentro para llevarla a una casa de confianza. En su última
visita, presintiendo que no volvería a ver más a su hermano, le rogó
que no partiera esa noche sino al día siguiente, pero san Benito se
sintió incapaz de romper las reglas de su monasterio.
Entonces, Escolástica apeló a Dios con una ferviente oración
para que interviniera en su ayuda, y acto seguido, estalló una fuerte
tormenta que impidió que su hermano regresara al monasterio.
Los dos santos pasaron la noche hablando de las cosas santas y
de asuntos espirituales. Tres días después, la santa murió, y su
hermano, que se encontraba absorto en la oración, tuvo la visión
del alma de su hermana ascendiendo al cielo en forma de paloma.
Él falleció cuarenta días después.

Testimonio de vida
Esta historia revela la intensidad espiritual del amor fraterno
y el deseo de ambos hermanos de vivir la santidad como
obediencia perpetua a Dios, asentada sobre la confianza en él.
Es patrona de las monjas, de los niños que sufren convulsiones
y de algunas ciudades de Francia y de España. También se
pide su intercesión en las tormentas y las lluvias torrenciales.
Señor, que con el ejemplo de Escolástica nos mostraste
hacia donde conduce la inocencia, alcánzame, por sus méritos
y oraciones, que podamos así vivir en la inocencia para lograr
las alegrías eternas.
49 DOMINGO
Viernes 11 de febrero
febrero

V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


Nuestra Señora de Lourdes (ML) - 1.a semana del Salterio - Verde

Jornada Mundial del Enfermo


Monición general
Las decisiones tienen consecuencias. Salomón, al final de sus
días, alejó su corazón de Dios. Luego de su muerte, su reino se
dividirá, tal como lo anuncia el profeta Ajías.
En el evangelio, le presentan a Jesús un sordomudo para
que le imponga las manos. Él va más allá de lo que le piden y
le devuelve también la capacidad de escuchar y hablar. Dios
siempre nos da más de lo que le pedimos.
Señor, abre nuestros oídos para escuchar tu palabra y
nuestros labios para anunciarla.

Antífona de entrada Sal 94, 6-7


Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador
nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 11, 29-32; 12, 19
Un día salió Jeroboán de Jerusalén y el profeta Ajías, de Silo, envuelto
en un manto nuevo, lo encontró en el camino. Estando los dos solos
en campo abierto, Ajías agarró su manto nuevo, lo rasgó en doce
trozos y dijo a Jeroboán: «Recoge diez trozos, porque así dice el
Señor, Dios de Israel: “Voy a arrancarle el reino a Salomón y voy a
darte a ti diez tribus; lo restante será para él, en consideración a mi
siervo David y a Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus
de Israel”». Así fue como se independizó Israel de la casa de David
hasta hoy. Palabra de Dios.
11 VIERNES
febrero
50

Salmo responsorial Sal 80, 10-15


R. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
No tendrás un dios extraño, no adorarás un dios extranjero; yo soy
el Señor, Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto.R.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer: los
entregué a su corazón obstinado, para que anduviesen según sus
antojos.R.
¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino! En
un momento humillaría a sus enemigos y volvería mi mano contra
sus adversarios.R.

Aclamación antes del Evangelio Hch 16, 14b


Aleluya. Ábrenos el corazón, Señor, para que aceptemos las palabras
de tu Hijo. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dejó el territorio de Tiro, pasó por Sidón, y fue
hacia el mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentaron un
sordo que, además, hablaba con dificultad. Le pidieron que imponga
las manos sobre él. Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los
dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo,
suspiró y le dijo: «Effetá», que quiere decir: «Ábrete». Y al momento
se le abrieron los oídos, se le soltó la atadura de su lengua y hablaba
sin dificultad. Jesús les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto
más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en
el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los
sordos y hablar a los mudos». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que has creado estos dones como remedio
eficaz de nuestra debilidad, concédenos que sean también para
nosotros sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
51 VIERNES
febrero 11
Antífona de comunión Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos
los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo pan y
de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos en
Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

E l amor implica entonces algo más que una


serie de acciones benéficas. Las acciones
brotan de una unión que inclina más y más
hacia el otro considerándolo valioso, digno,
grato y bello, más allá de las apariencias físicas
o morales. El amor al otro por ser quien es nos
mueve a buscar lo mejor para su vida. Solo en el
cultivo de esta forma de relacionarnos haremos
posibles la amistad social que no excluye a
nadie y la fraternidad abierta a todos.
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 94)
DOMINGO 52
Sábado
febrero 12 de febrero
V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
1.a semana del Salterio - Verde

Monición general
¿Hasta dónde nos pueden llevar la codicia y el ansia de poder?
Luego de ser proclamado rey de las tribus del norte, Jeroboán
percibe como una amenaza para su poder que el pueblo siga
yendo al templo de Jerusalén y tomará medidas al respecto, sin
importar el respeto a Dios ni a las tradiciones del pueblo.
El evangelio, por su parte, nos abre una ventana al corazón
de Jesús. Una multitud lo viene siguiendo ya por tres días y
se han quedado sin comida. Si cada quien no tiene suficiente,
¿puede el milagro del compartir hacer que el pan alcance para
todos?
Jesús, maestro, abre nuestros corazones para seamos
generosos en el compartir con el prójimo.

Antífona de entrada Sal 94, 6-7


Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador
nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 12, 26-32; 13, 33-34
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede
volver el reino a la casa de David. Si la gente continúa subiendo a
Jerusalén para hacer sacrificios en el Templo del Señor, terminarán
poniéndose de parte de su señor Roboán, rey de Judá. Me matarán y
volverán a unirse a Roboán, rey de Judá». Después de pedir consejo,
el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: «¡Basta ya de
subir a Jerusalén! ¡Este es tu dios, Israel, el que te sacó de Egipto!».
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a
pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También
53 SÁBADO
febrero 12
edificó lugares de culto en los lugares altos he instituyó sacerdotes
a personas tomadas del común de la gente, que no pertenecía a
la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes
octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar
que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que
había hecho. Y en Betel estableció sacerdotes para los lugares de
culto que había construido. Pero después de esto Jeroboán no se
convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes para los
lugares de culto a gente del pueblo común. A todo el que deseaba,
lo consagraba sacerdote de los lugares de culto. Este proceder hizo
caer en pecado a la dinastía de Jeroboán y fue causa de su perdición
y su exterminio de la superficie de la tierra. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 105, 6-7.19-22
R . Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Hemos pecado con nuestros padres, hemos cometido maldades
e iniquidades. Nuestros padres en Egipto no comprendieron tus
maravillas.R.
En Horeb se hicieron un becerro, adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen de un toro que come hierba.R.
Se olvidaron de Dios, su salvador, que había hecho prodigios en
Egipto, maravillas en el país de Cam, portentos junto al mar Rojo.R.

Aclamación antes del Evangelio Mt 4, 4b


Aleluya. No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 1-10
R. Gloria a ti, Señor.
Por aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer,
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de esta
gente, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué
comer. Si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar
por el camino y algunos han venido de lejos». Le respondieron
12 SÁBADO
febrero
54

sus discípulos: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a estos aquí


en el desierto?». Él les preguntó: «¿Cuántos panes tienen?». Ellos
contestaron: «Siete». Mandó que la gente se sentara en el suelo,
tomó los siete panes y pronunció la acción de gracias, los partió y
se los dio a sus discípulos para que los sirvieran. Y ellos los sirvieron
a la gente. Tenían también unos cuantos peces. Jesús los bendijo,
y mandó también que los sirvieran. La gente comió hasta quedar
saciada, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas. Eran
unos cuatro mil. Y Jesús los despidió. Enseguida subió a la barca con
sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que has creado estos dones como remedio
eficaz de nuestra debilidad, concédenos que sean también para
nosotros sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos
los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo pan y
de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos en
Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
55
Domingo 13 de febrero
febrero

VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


2.ª semana del Salterio - Verde
«Dichosos los pobres; ¡ay de ustedes, los ricos!»
Jr 17, 5-8; Sal 1, 1-4.6; 1 Co 15, 12.16-20; Lc 6, 17.20-26

Ricos y pobres, pobreza y riqueza, son realidades que conocemos,


incluso a nivel personal. Pero ¿podemos leer estas dos realidades
a la luz de la Palabra de Dios? ¿Qué significado tienen en nuestra
relación con Dios y con los hermanos?
La primera lectura nos ayuda a hacer una interpretación, la
vincula con la confianza. Confiar supone, a veces, una relación entre
un débil y un poderoso; lo cual, a su vez, va unido a la pobreza y
la riqueza. Entonces, ¿confiar en el hombre o confiar en el Señor?
Optar por la confianza en el hombre mortal y caduco —carne según
el lenguaje bíblico— es optar por la inseguridad. Confiar en el Señor,
en cambio, es asegurar vida y fecundidad. Evidentemente este es un
lenguaje figurado y extremo. Jeremías dice esto en un contexto de
guerra y opresión, de ruina y deportación. Algunas voces del pueblo
decían que era necesario confiar en el poder del pueblo vecino, uno
más rico y poderoso. La historia demostrará luego que ese fue un
camino al fracaso. Jeremías, por el contrario, defendía la confianza
en el Señor y en su fidelidad a la alianza. El camino de Dios fue
desoído y sobrevino la ruina.
Evitemos, sin embargo, lecturas equivocadas. Hay un
providencialismo que puede resultar engañoso. Dios nos quiere
llenos de confianza en él, en su amor, pero comprometidos con
la construcción de un mejor mundo. No nos invita a desconfiar
de los hermanos; los ha puesto en nuestro camino como apoyo
y orientación. El camino recto, por tanto, consiste en hermanar la
confianza en el hombre y en Dios.
A esta cuestión responde el evangelio de san Lucas que hemos
escuchado. Jesús había subido a una montaña y había pasado la
noche orando (Lc 6, 12). Fruto de ese encuentro con Dios, eligió a los
13 DOMINGO
febrero
56

doce apóstoles (Lc 6, 13-14). Haciendo comunidad con ellos, Jesús


ahora baja del monte, del lugar de encuentro con Dios. Lo espera
una multitud en la llanura, que es el dominio propio del hombre.
Están sus discípulos, pero también gente venida de lejos, incluso del
extranjero.
Sin preámbulos, irrumpe con unas frases cortas, hirientes,
cautivantes, sin adjetivos (Hb 4, 12), sin rodeos: Dichosos ustedes
los pobres. Con esta última palabra, define, sobre todo, una actitud:
el pobre es un necesitado, un vacío que pide ser llenado, está
disponible, ávido; en él puede entrar el amor de Dios. Su misma
pobreza es un clamor que pide ser escuchado. Y Jesús lo proclama
dichoso no por ser pobre, sino porque la hora de Dios llegó para
él. Entonces la vida del pobre empieza a tener sentido. Luego
Jesús aplica esa pobreza a tres casos: el hambre, las lágrimas, las
persecuciones que traen exclusión y maltratos.
A continuación, Jesús proclama cuatro duras frases contra
los ricos. Se dirige a aquellos que creen haber encontrado ya su
seguridad, aquellos que tienen el corazón ocupado en sus haberes.
No solo carecen de espacio para Dios en su vida, sino que, incluso,
pueden llegar a negar su acción en el mundo. Eso es tener todo,
pero carecer de lo más importante. Por ello, deben empezar por
abrir su corazón a Dios, hacerse pobres, en cierto sentido, y hacer
espacio también para los hermanos.
Estamos invitados a dar un sentido integral a nuestra vida. Tanto
el rico como el pobre tienen un punto de referencia superior: Dios
y su plan salvador. Jesús nos ha dado el ejemplo. En su encarnación
escogió el camino de la pobreza auténtica. Nadie puede decir que
su obra salvadora se debió al poder del dinero. Quiso que los ricos
de su tiempo aprendieran a hacer buen uso de sus bienes. Entró en
sus casas y fue atendido por ellos; pero les recordó siempre que,
en un verdadero corazón de discípulo, Dios, fuente de todo amor y
justicia, tiene el primer puesto, y junto a él, el hermano, el prójimo.
Amén.
57 DOMINGO
febrero 13
Monición general
Siempre es oportuno hacer un alto para evaluar nuestra vida
y reconsiderar el rumbo que ha tomado y los valores que la
sostienen. Por ello, hoy el profeta Jeremías nos invita a ver si
nuestra confianza la tenemos puesta en Dios o solo en nosotros
mismos. En el evangelio, Jesús nos pone en frente los valores del
reino. Dios no es indiferente ante los pobres y oprimidos de este
mundo, cuya dicha y destino estamos llamados a compartir. Y
san Pablo, en la segunda lectura, nos invita a tener en cuenta que
la resurrección de Jesús es la que da pleno sentido a nuestra fe.
Señor, abre nuestros corazones y oídos para dejarnos
iluminar por tu Palabra.
Antífona de entrada Sal 30, 3-4
Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que
eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de
corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes
habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Ante la amenaza del ejército babilonio, muchos promovían que se
haga una alianza con Egipto, una nación poderosa. Pero ¿dónde
queda la confianza en Dios?, pregunta el profeta Jeremías. ¿Da
lo mismo confiar en Dios que solo en las fuerzas humanas?
¡Escuchemos!

Lectura del libro de Jeremías 17, 5-8


Así dice el Señor: «Maldito quien pone su confianza en el hombre,
y en él busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como
un cardo en el desierto, que no disfruta del agua cuando llueve;
habitará en la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito
quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será
como un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa
raíces; cuando llegue el calor no lo sentirá, sus hojas se conservarán
13 DOMINGO
febrero
58

siempre verdes; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar


fruto». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 1, 1-4.6
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra
por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los
cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y
noche.R.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto a su
tiempo y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen
fin.R.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el
Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos
acaba mal.R.

Segunda lectura
¿Se puede predicar a Cristo resucitado sin creer en la
resurrección? San Pablo nos aclara por qué la resurrección es la
que da pleno sentido a nuestra fe.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo


a los Corintios 15, 12.16-20
Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos,
¿cómo es que dice alguno de ustedes que los muertos no resucitan?
Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no
ha resucitado, la fe de ustedes no tiene sentido, siguen con sus
pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra
esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más
desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el
primero de todos. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Lc 6, 23ab
Aleluya. Alégrense y salten de gozo, dice el Señor, porque su
recompensa será grande en el cielo. Aleluya.
59 DOMINGO
febrero 13
Santo Evangelio
Jesús baja de la montaña y se detiene en un llano para anunciar
el reino. Su mensaje nos sorprende. Dios no es imparcial frente
al sufrimiento, pero sus caminos, con frecuencia, no son como
los imaginamos. ¡Escuchemos!

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 17.20-26


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se detuvo
en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo,
procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de
Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos
los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. Dichosos los que
ahora tienen hambre, porque quedarán saciados. Dichosos los que
ahora lloran, porque reirán. Dichosos ustedes, cuando los hombres
los odien, y los excluyan, y los insulten, y desprecien el nombre de
ustedes como infame, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese
día y salten de gozo, porque la recompensa de ustedes será grande
en el cielo. Eso es lo que hacían sus padres con los profetas. Pero, ¡ay
de ustedes, los ricos!, porque ya tienen su consuelo. ¡Ay de ustedes,
los que ahora están saciados!, porque tendrán hambre. ¡Ay de los
que ahora ríen!, porque harán duelo y llorarán. ¡Ay si todo el mundo
habla bien de ustedes! Eso es lo que hacían sus padres con los falsos
profetas». Palabra del Señor.
Se dice el credo.

Oración universal
Pongamos en Dios nuestra confianza y pidámosle que, así como
resucitó a Jesucristo de entre los muertos, nos haga esperar nuestra
resurrección poniendo en sus manos de Padre nuestras inquietudes
y anhelos. Digámosle: R. Escúchanos, pues confiamos en ti.
1. Por el papa y toda la Iglesia: para que viva el espíritu de las
bienaventuranzas del reino y anuncie el secreto de la verdadera
felicidad a la que conduce el evangelio. Oremos.R.
13 DOMINGO
febrero
60

2. Por los jefes de las naciones y los poderosos del mundo: para que
promuevan proyectos de justicia, educación, salud y bienestar
para todos. Oremos.R.
3. Por los enfermos, los oprimidos, los pobres, los excluidos y los que
más sufren, para que encuentren su consuelo en la solidaridad de
sus hermanos y en la cruz de Cristo. Oremos.R.
4. Por todos nuestros seres queridos que han muerto: para que
Jesús resucitado los tenga gozando de su presencia. Oremos.R.
5.
Por todos los cristianos: para que encontremos en las
bienaventuranzas el estilo de vida que nos hace verdaderos
profetas y testigos del reino de Dios. Oremos.R.
6. Para que la celebración de la resurrección de Cristo en esta
Eucaristía avive nuestra fe, renueve nuestra esperanza y nos haga
vivir la caridad. Oremos.R.
Oh Dios, que llamas dichosos a los que el mundo llama desgraciados,
escucha las oraciones que con fe te presentamos, y haz que un día
gocemos de la dicha eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
61
Lunes 14 de febrerofebrero
SANTOS CIRILO, monje, y METODIO, obispo (MO)
VI semana del Tiempo Ordinario - 2.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Esta semana y algunos días de la siguiente, en la primera lectura,
escucharemos la carta del apóstol Santiago. Hoy leemos el inicio
de su escrito. Sus palabras son un llamado a mantenerse firmes
en la fe en medio de las dificultades, pero siempre con humildad.
En el evangelio, un grupo de fariseos, expertos en su
religión, se acercan a Jesús pidiendo un signo, un milagro. Pero
¿acaso los milagros de Jesús son un espectáculo? ¿No son, más
bien, una gracia de Dios para aliviar el sufrimiento de sus hijos?
¿Buscan asombrarnos o despertar nuestra fe en él?
Señor Jesús, tú eres el mayor signo del Padre, ayúdanos a
acrecentar nuestra fe en ti.

Antífona de entrada
Estos son los varones santos, amigos de Dios, insignes en la
predicación de la verdad divina.
Oración colecta
Oh, Dios, que iluminaste a los pueblos eslavos por medio de los
santos hermanos Cirilo y Metodio, concédenos acoger en nuestros
corazones las palabras de tu enseñanza, y haz de nosotros un
pueblo concorde en la fe verdadera y en su recta confesión. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Comienzo de la carta del apóstol Santiago 1, 1-11
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce
tribus de la dispersión. Hermanos míos, ténganse por muy dichosos
cuando se vean asediados por toda clase de pruebas. Sepan que,
al poner a prueba la fe, ustedes aprenden a tener paciencia. Y si la
paciencia llega hasta el final, serán perfectos e íntegros, sin que les
falte nada. En caso de que alguno de ustedes carezca de sabiduría,
que la pida a Dios. Dios da generosamente y sin reproches. Pero
tienen que pedir con fe, sin dudar lo más mínimo, porque quien
14 LUNES
febrero
62

duda se parece al oleaje del mar, agitado por el viento y sacudido


de una parte a otra. Un hombre así no recibirá nada del Señor; no
sabe lo que quiere, es inestable en todos sus caminos. El hermano
de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad y el rico
de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale
el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto
perece; así se marchitará también el rico en sus empresas. Palabra
de Dios.
Salmo responsorial Sal 118, 67-68.71-72.75-76
R . Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor.
Antes de sufrir, yo andaba extraviado, pero ahora me ajusto a tu
promesa.R.
Tú eres bueno y haces el bien; instrúyeme en tus leyes.R.
Me estuvo bien el sufrir, así aprendí tus mandamientos.R.
Más estimo yo los preceptos de tu boca que miles de monedas de
oro y plata.R.
Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, que con razón
me hiciste sufrir.R.
Que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 6


Aleluya. Yo soy el camino, la verdad y la vida, dice el Señor, nadie va
al Padre, sino por mí. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 11-13
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los fariseos se presentaron y se pusieron a discutir
con Jesús; le pidieron un signo del cielo, para ponerlo a prueba.
Jesús, suspirando profundamente, dijo: «¿Por qué esta generación
pide un signo? En verdad les digo, no se le dará un signo a esta
generación». Y dejándolos, subió a la barca de nuevo y se fue a la
otra orilla. Palabra del Señor.
63 LUNES
febrero 14
Oración sobre las ofrendas
Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad en la
conmemoración de los santos Cirilo y Metodio, y haz que se
conviertan en signo de la humanidad nueva, reconciliada contigo
en ferviente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mc 16, 20
Los discípulos se fueron a predicar el evangelio, y el Señor cooperaba
confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, Padre de todos los pueblos, que nos haces partícipes de
un mismo pan y un mismo Espíritu, y herederos del convite eterno,
concédenos con bondad, en la fiesta de los santos Cirilo y Metodio,
que la multitud de tus hijos, perseverando en la misma fe, construya
unánime el reino de la justicia y de la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

E l amor nos pone finalmente en tensión


hacia la comunión universal. Nadie madura
ni alcanza su plenitud aislándose. Por su propia
dinámica, el amor reclama una creciente
apertura, mayor capacidad de acoger a otros,
en una aventura nunca acabada que integra
todas las periferias hacia un pleno sentido de
pertenencia mutua. Jesús nos decía: «Todos
ustedes son hermanos» (Mt 23, 8).
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 95)
64
64
febrero

Santos Cirilo y Metodio


Ambos son hermanos y patronos de
Europa. Nacieron en Tesalónica, Grecia.
Su padre era un importante funcionario
gubernamental. Cirilo y Metodio llegaron
al imperio de la Gran Moravia en el año
863 y desarrollaron allí una extraordinaria
labor religiosa y cultural.

Testimonio de vida
Cirilo realizó un gran e importante
aporte a la cultura siendo el fundador
de la literatura eslava. Elaborada la
escritura eslava, de inmediato se enfrascó en la traducción
de libros religiosos al eslavo antiguo. Terminados sus cuatro
años misioneros en la Gran Moravia, Cirilo viajó a Roma e
ingresó en un convento de monjes griegos. Falleció a los 50
días de su estancia en la Ciudad Eterna, el 14 de febrero del
869. Al morir, el primer educador y maestro de los eslavos
tenía tan solo 42 años.
Metodio nació alrededor del año 815. Su padre lo destinó a la
carrera militar, para la cual tenía notables dotes. Disgustado
por violentos sucesos en la corte bizantina, Metodio renunció
al puesto de comandante militar e ingresó en un convento
ubicado al pie del Olimpo. Se desempeñó como archidiácono
del templo de Haghia Sophia, de Constantinopla, y como
profesor de filosofía. Fue el arzobispo metropolitano.
Bajo su dirección se desarrolló la escuela literaria morava,
de la cual salieron las traducciones al eslavo antiguo de todos
los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento. La traducción
de las Sagradas Escrituras fue realizada en ocho meses.
Metodio la dictó a los escribanos que utilizaban una especie
de taquigrafía. San Metodio murió el 6 de abril del año 885.
Santos Cirilo y Metodio, intercedan para que crezca
en nosotros el amor por la palabra de Dios y el deseo de
comunicarla a todos.
65 MIÉRCOLES
Martes 15 de febrero
febrero

VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


2.a semana del Salterio - Verde

Monición general
El apóstol Santiago nos llama a estar atentos a nuestra
interioridad y a las motivaciones que dirigen nuestros actos. La
tentación del mal siempre va a estar allí, pero con la fuerza de la
gracia podremos caminar por los senderos de Dios.
En el evangelio, en medio del lago, Jesús plantea a sus
discípulos varios cuestionamientos por su poca fe. Habiendo
sido testigos de las dos multiplicaciones de los panes, andan
preocupados porque ahora solo les queda uno. Eso es lo que
ocurre cuando solamente nos fijamos en nuestras propias
fuerzas y no confiamos en Dios.
Señor, sabemos que tenemos poco, pero tú, que sacas fuerza
de la debilidad, aumenta nuestra fe.

Antífona de entrada Sal 30, 3-4


Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que
eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.
Oración colecta
Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de
corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes
habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 12-18
Queridos hermanos: Dichoso el hombre que soporta la prueba,
porque, después de haberla superado recibirá la corona de la vida
que el Señor ha prometido a los que lo aman. Cuando alguien se
ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no es tentado por el
mal y él no tienta a nadie. A cada uno le viene la tentación cuando
su propio deseo lo arrastra y seduce, el deseo concibe y da a luz
el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra la muerte.
Mis queridos hermanos, no se engañen. Todo beneficio y todo don
perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en quien no hay
15 MARTES
febrero
66

fases ni periodos de sombra. Por propia iniciativa, con la Palabra de


la verdad, nos engendró, para que seamos como las primicias de su
creación. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 93, 12-15.18-19
R. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.
Dichoso el hombre a quien tú educas, al que enseñas tu ley, dándole
descanso tras los años duros.R.
Porque el Señor no rechaza a su pueblo, ni abandona su heredad: el
justo obtendrá su derecho, y un porvenir los rectos de corazón.R.
Cuando me parece que voy a tropezar, tu misericordia, Señor, me
sostiene; cuando se multiplican mis preocupaciones, tus consuelos
son mi delicia.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 23


Aleluya. El que me ama guardará mi palabra, dice el Señor, mi Padre
lo amará y vendremos a él. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 13-21
R. Gloria a ti, Señor.
Jesús subió de nuevo a la barca y se fue al otro lado del lago. Los
discípulos se habían olvidado llevar panes y no tenían más que un
pan en la barca. Jesús les recomendó: «Estén atentos con la levadura
de los fariseos y con la levadura de Herodes». Ellos comentaban:
«Lo dice porque no tenemos pan». Dándose cuenta, Jesús les dijo:
«¿Por qué comentan que no tienen panes? ¿Aún no comprenden
ni entienden? ¿Es que tienen la mente enceguecida? ¿Teniendo
ojos no ven y teniendo oídos no oyen? ¿No recuerdan cuántos
canastos llenos de pan recogieron, cuando repartí cinco panes
entre cinco mil personas?». Ellos contestaron: «Doce». «¿Y cuántas
canastas de sobras recogieron cuando repartí siete entre cuatro
mil?». Le respondieron: «Siete». Entonces, Jesús les dijo: «¿Y aún no
entienden?». Palabra del Señor.
67 MARTES
febrero 15
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

E sta necesidad de ir más allá de los propios


límites vale también para las distintas
regiones y países. De hecho, «el número
cada vez mayor de interdependencias y de
comunicaciones que se entrecruzan en nuestro
planeta hace más palpable la conciencia de que
todas las naciones de la tierra […] comparten
un destino común. En los dinamismos de la
historia, a pesar de la diversidad de etnias,
sociedades y culturas, vemos sembrada la
vocación de formar una comunidad compuesta
de hermanos que se acogen recíprocamente y se
preocupan los unos de los otros».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 96)
JUEVES 68
Miércoles
febrero 16 de febrero
VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
2.a semana del Salterio - Verde

Monición general
¿Qué vale más: una religiosidad basada en puro conocimiento
o apariencias o una que se hace realidad en la práctica de la
justicia y la caridad? El apóstol Santiago nos invita a evitar el
divorcio entre fe y vida.
En la lectura del evangelio, algunas personas presentan
un ciego a Jesús. Marcos nos hace notar que Jesús no busca
el espectáculo ni la fama, sino, ante todo, nuestro bien. Si le
abrimos nuestra casa, él nos abrirá los ojos para ver el mundo
con la mirada del evangelio.
Señor Jesús, nosotros también queremos ver el mundo con
los ojos que tú lo ves.

Antífona de entrada Sal 30, 3-4


Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que
eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.
Oración colecta
Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de
corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes
habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 19-27
Tengan esto presente, mis queridos hermanos: Sean todos prontos
para escuchar, lentos para hablar y lentos para la ira. Porque la ira del
hombre no produce la justicia que Dios quiere. Por lo tanto, eliminen
toda impureza y resto de maldad y acepten dócilmente la palabra
que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos. Llévenla
a la práctica y no se limiten a escucharla, engañándose a ustedes
mismos, pues quien escucha la palabra y no la pone en práctica
se parece a aquel que se mira la cara en el espejo y, apenas se da
media vuelta, se olvida de cómo era. Pero el que se concentra en la
69 MIÉRCOLES
febrero 16
ley perfecta, la de la libertad, y es constante, no para oír y olvidarse,
sino para ponerla por obra, este será dichoso al practicarla. Hay
quien se cree religioso y no domina su lengua: se engaña a sí mismo
y su religión es vacía. La religión pura e intachable a los ojos de Dios
Padre es esta: visitar huérfanos y viudas cuando están necesitados
en sus tribulaciones y no mancharse las manos con la maldad de
este mundo. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 14, 2-5
R. ¿Quién puede habitar en tu monte santo, Señor?
El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene
intenciones leales y no calumnia con su lengua.R.
El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera
despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.R.
El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.R.

Aclamación antes del Evangelio Ef 1, 17-18


Aleluya. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de
nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la
que nos llama. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 22-26
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron
un ciego y le rogaban que lo tocara. Jesús, tomando al ciego de la
mano, lo sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los
ojos, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?». El ciego, que
empezaba a ver, le respondió: «Veo a los hombres como si fueran
árboles que caminan». Jesús le puso otra vez las manos sobre los
ojos; y el ciego comenzó a ver perfectamente y quedó curado, y veía
todo con claridad. Jesús lo mandó a casa, diciéndole: «Ni siquiera
entres en el pueblo». Palabra del Señor.
16 MIÉRCOLES
febrero
70

Oración sobre las ofrendas


Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

H ay periferias que están cerca de nosotros,


en el centro de una ciudad, o en la propia
familia. También hay un aspecto de la apertura
universal del amor que no es geográfico sino
existencial. Es la capacidad cotidiana de
ampliar mi círculo, de llegar a aquellos que
espontáneamente no siento parte de mi mundo
de intereses, aunque estén cerca de mí.
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 97)
71 VIERNES
Jueves 17 de febrerofebrero
VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Siete santos fundadores de los Siervos de María (ML)
2.ª semana del Salterio - Verde

Monición general
Nos recuerda el apóstol Santiago que los ojos de la fe nos llevan
a ver el mundo con criterios distintos a los que son comunes
en nuestras sociedades. Dios siempre nos manifestó a quiénes
pone en primer lugar: a los últimos y más necesitados. ¿Nos
conducimos nosotros bajo el mismo principio?
En el evangelio, Jesús plantea a sus discípulos una de
las cuestiones centrales para los cristianos: ¿quién es él para
nosotros? Frente a la respuesta de Pedro, Jesús nos previene
inmediatamente del peligro de esperar un Cristo triunfalista. Su
camino fue el de la cruz.
Señor, que no nos escandalice ni intimide tu cruz y que la
esperanza de participar de tu resurrección sea nuestra fortaleza
en medio de las dificultades.

Antífona de entrada Sal 30, 3-4


Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que
eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.
Oración colecta
Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de
corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes
habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1-9
Hermanos míos: Que la fe de ustedes en nuestro glorioso Señor
Jesucristo no vaya unida a favoritismos. Por ejemplo: si entran en
su asamblea dos hombres, uno con un anillo de oro y un vestido
espléndido, y entra también un pobre con vestido andrajoso. Si
ustedes se fijan en el que va espléndidamente vestido y le dicen:
«Siéntate aquí, en el lugar de honor», y en cambio, al pobre le
dicen: «Tú quédate ahí de pie o siéntate en el suelo a mis pies». Si
17 JUEVES
febrero
72

hacen eso, ¿no son inconsecuentes y juzgan con criterios malos?


Queridos hermanos, escuchen: ¿Acaso no ha elegido Dios a los
pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino,
que prometió a los que lo aman? Ustedes, en cambio, desprecian
al pobre. ¿Acaso no son los ricos los que los oprimen y arrastran
a los tribunales? ¿No son ellos los que denigran ese nombre tan
hermoso que les impusieron? Por lo tanto, si ustedes cumplen la
ley soberana que dice la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a
ti mismo», proceden bien. Pero, si muestran favoritismos, cometen
pecado y son condenados por la ley como transgresores. Palabra
de Dios.
Salmo responsorial Sal 33, 2-7
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi
boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y
se alegren.R.
Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su
nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas
mis ansias.R.
Contémplenlo y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si
el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 6, 63c.68c


Aleluya. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-33
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los pueblos de
Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: «¿Quién
dice la gente que soy yo?». Ellos le contestaron: «Algunos dicen
que eres Juan Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas».
Entonces él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?».
73 JUEVES
febrero 17
Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías». Jesús les ordenó que no
hablaran a nadie sobre eso. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del
hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por
los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar
a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro
lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a
los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú
piensas como los hombres, no como Dios!». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

C ada hermana y hermano que sufre,


abandonado o ignorado por mi sociedad
es un forastero existencial, aunque haya nacido
en el mismo país. Puede ser un ciudadano con
todos los papeles, pero lo hacen sentir como
un extranjero en su propia tierra. El racismo
es un virus que muta fácilmente y en lugar de
desaparecer se disimula, pero está siempre al
acecho.
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 97)
SÁBADO 74
Viernes
febrero 18 de febrero
VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
2.a semana del Salterio - Verde

Monición general
¿Fe u obras, cuál tiene mayor valor? Seguro hemos escuchado
esa pregunta. La primera lectura nos invita a tomar conciencia
de que nuestra fe tiene que traducirse en acciones, en una forma
de vida. De lo contrario, es estéril.
En el evangelio, luego de que Jesús anunciara a sus
discípulos el camino de cruz que le esperaba, plantea a todo el
que quiera seguirlo lo que significa e implica ser discípulo suyo.
No nos promete una vida fácil, pero sí auténtica.
Señor Jesús, aunque haya tribulaciones, tú eres quien tiene
palabras de vida eterna. Haznos fieles discípulos tuyos.

Antífona de entrada Sal 30, 3-4


Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que
eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.
Oración colecta
Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de
corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes
habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-24.26
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene
obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano
o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que
uno de ustedes les dice: «Dios los ampare; abríguense y llénense el
estómago»; y no les da lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve?
Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno
dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo
por las obras te probaré mi fe». Tú crees que hay un solo Dios; muy
bien, pero eso lo creen también los demonios, y los hace temblar.
¿Quieres enterarte, tonto, de que la fe sin obras es inútil? ¿No quedó
75 VIERNES
febrero 18
justificado Abrahán, nuestro padre, por sus obras, por ofrecer a su
hijo Isaac en el altar? Ya ves que la fe actuaba en sus obras, y que
por las obras la fe llegó a su perfección. Así se cumplió lo que dice
aquel pasaje de la Escritura: «Abrahán creyó en Dios, y esto le valió
la justificación». Y en otro pasaje se le llama «amigo de Dios». Como
ven, el hombre queda justificado por las obras, y no solo por la fe.
Por lo tanto, lo mismo que un cuerpo sin espíritu está muerto, así
también la fe sin obras está muerta. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 111, 1-6
R . Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su
linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será
bendita.R.
En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin
falta. En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y
compasivo.R.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus
asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 15, 15b


Aleluya. A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque todo lo
que he oído a mi Padre les he dado a conocer. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 34—9, 1
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo:
«El que quiera venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, que cargue
con su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida la perderá;
pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará. Pues,
¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?
¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí
y de mis palabras, en esta generación adúltera y pecadora, también
el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga en la gloria
18 VIERNES
febrero
76

de su Padre entre los santos ángeles». Y añadió: «En verdad les digo,
que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto que el
reino de Dios ha llegado con poder». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

Q uiero recordar a esos «exiliados ocultos»


que son tratados como cuerpos extraños en
la sociedad. Muchas personas con discapacidad
«sienten que existen sin pertenecer y sin
participar». Hay todavía mucho «que les impide
tener una ciudadanía plena». El objetivo no es
solo cuidarlos, sino «que participen activamente
en la comunidad civil y eclesial».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 98)
77 DOMINGO
Sábado 19 de febrero
febrero

VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


2.a semana del Salterio - Verde

Monición general
¿Se puede vivir la fe cristiana en función de lindos discursos? El
apóstol Santiago nos llama a ser coherentes entre el decir y el
actuar antes que pretender ser maestros de los demás.
Como Santiago, el evangelio también nos habla de una
voz, la palabra auténtica del Padre que nos confirma a quién
debemos escuchar realmente, quién es el verdadero Maestro de
nuestras vidas.
Padre, que, escuchando a tu Hijo amado, seamos también
dignos hijos tuyos.

Antífona de entrada Sal 30, 3-4


Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que
eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.
Oración colecta
Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de
corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes
habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 1-10
Hermanos míos: Son demasiados los que pretenden ser maestros,
y tengan por cierto que nuestra sentencia será más severa. Todos
faltamos a menudo, y si hay uno que no falta en el hablar es un
hombre perfecto, capaz de dominar todo el cuerpo. A los caballos
les ponemos un freno en la boca para que nos obedezcan, y así
dirigimos a todo el animal. Fíjense también en los barcos: por grandes
que sean y por recio que sople el viento, se gobiernan con un timón
pequeñísimo y siguen el rumbo que quiere el piloto. Eso pasa con
la lengua: como miembro es pequeño, pero puede alardear de
muchas hazañas. Miren cómo una chispa de nada prende fuego a
tanta madera. También la lengua es una chispa. Entre los miembros
19 SÁBADO
febrero
78

del cuerpo, la lengua representa un mundo de iniquidad, contamina


a la persona entera, pone al rojo el curso de la existencia y sus llamas
vienen del infierno. Toda especie de fieras y aves, de reptiles y bestias
marinas, se pueden domar y han sido domadas por el hombre. La
lengua, en cambio, ningún hombre es capaz de domarla. Es dañina
e inquieta, cargada de veneno mortal. Con ella bendecimos al que
es Señor y Padre; con ella maldecimos a los hombres, creados a
imagen de Dios; de la misma boca salen bendiciones y maldiciones.
Eso no puede ser, hermanos míos. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 11, 2-5.7-8
R . Tú nos guardarás, Señor.
Sálvanos, Señor, que se acaban los buenos, que desaparece la lealtad
entre los hombres: no hacen más que mentir a su prójimo, hablan
con labios embusteros y con doblez de corazón.R.
Extirpe el Señor los labios embusteros y la lengua fanfarrona de
los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios nos
defienden, ¿quién será nuestro amo?».R.
Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata limpia de
tierra refinada siete veces. Tú nos guardarás, Señor, nos librarás para
siempre de esa gente.R.

Aclamación antes del Evangelio Mc 9, 7


Aleluya. Se abrió el cielo, y se oyó la voz del Padre: «Este es mi Hijo
amado; escúchenlo». Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 2-13
R. Gloria a ti, Señor.
Diez días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan,
subió únicamente con ellos a un monte alto, y se transfiguró delante
de ellos. Sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos,
como nadie en el mundo podría blanquearlos. Se les aparecieron
Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la
palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien que estamos aquí!
79 SÁBADO
febrero 19
Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías». Pedro no sabía lo que decía, pues estaban asustados. Se
formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este
es mi Hijo amado, escúchenlo». De pronto, al mirar alrededor, no
vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó: «No cuenten
a nadie lo que ustedes han visto, hasta que el Hijo del Hombre
resucite de entre los muertos». Esto se les quedó grabado, y
discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los
muertos». Le preguntaron: «¿Por qué dicen los escribas que primero
tiene que venir Elías?». Jesús les respondió: «Elías vendrá primero
y lo restablecerá todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del
hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Les digo que
Elías ya ha venido, y han hecho con él lo que han querido, como
estaba escrito acerca de él». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO 80
Domingo
febrero 20 de febrero
VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
3.a semana del Salterio - Verde

«Sean compasivos como es compasivo su Padre»


1 S 26, 2.7-9.12-13.22-23; Sal 102, 1-4.8.10.12-13; 1 Co 15, 45-49; Lc 6, 27-38

La palabra de Dios nos lanza el gran desafío del perdón al enemigo.


Lo hace con criterios propios. La primera lectura nos trae un caso de
ese perdón generoso al enemigo. David es perseguido por Saúl, el
rey. Dispone de tropas y fuerzas para ir a darle muerte. Mientras Saúl
y los suyos duermen, David, el perseguido, lo tiene a su alcance. ¿Qué
hacer? Sus amigos le dicen que el enemigo está a su disposición.
Incluso le aseguran que Dios lo ha puesto en sus manos. Pero David,
como en otras ocasiones, demuestra una vez más un gran corazón.
Matarlo mientras duerme sería cobardía. Pero, sobre todo, ¿quién
es Saúl? El rey, ungido por Dios, consagrado a su servicio. Atentar
contra él sería atentar contra Dios mismo. David le perdona la vida
y abre el camino de la reconciliación. Ha encontrado el verdadero
criterio: Saúl es, a los ojos de David, una presencia de Dios.
En el evangelio, hoy Jesús también nos encara con el enemigo.
¿Cuál es la actitud de un discípulo de Cristo frente a los demás, sobre
todo, ante el enemigo? Nuestro instinto natural nos lleva a defensas
y represalias. Pero, para Cristo, el otro, el enemigo, es alguien que
merece una actitud diferente, positiva de parte del cristiano. No nos
llama a ignorarlo, a mantenerlo distante o combatirlo. Nos pide
otros actos concretos: ámenlo, háganle el bien, oren por él. Esto
último consiste en presentarse ante Dios con el enemigo en una
dimensión distinta: es un hijo de Dios como nosotros, amado por él.
Su persona es también un signo de la presencia de Dios.
Es posible que recibamos ofensas de los demás, incluso físicas;
también es probable que los encontremos necesitados y hasta
impertinentes; pero, si te pide, dale; si se lleva lo tuyo, no lo reclames.
¿Actitudes comprensibles? Quizás no. Pero para nosotros, el otro
81 DOMINGO
febrero 20
vale más que nuestras cosas. Y algo más: ¿llegar incluso a amar al
otro? El amor nos ata con los demás. Es lo contrario de la indiferencia.
Aquel que pasa a nuestro lado tiene un valor grande para nosotros,
a los ojos de Cristo. Hay que amarlo; no medirlo con reciprocidad:
lo amo si me ama. Pues esto lo hacen todos, incluso quienes no son
discípulos de Jesús y hasta los alejados de Dios por el pecado. Lo
que nos distingue es un amor generoso, gratuito, que vence todo
obstáculo. Amor como el que nos tiene el mismo Cristo. Para él
no somos indiferentes ni adversarios, somos siempre la imagen de
Dios. Y nos da la motivación más profunda: hacer presente ante el
otro el mismo amor compasivo del Padre celestial. Dios no tiene
enemigos, esa palabra no existe para él.
Jesús abre ante nosotros un mundo quizás desconocido. Lo
que encontramos en la realidad es distinto. La vida cristiana con
sus exigencias es una utopía y como toda utopía es un llamado a
arriesgar. No contentarse con mirar ese camino como bello y bueno,
sino caminar por él.
En el mundo en que vivimos, oímos hablar mucho de los derechos
del hombre: la vida digna procurada y respetada. La finalidad es
la construcción de una convivencia pacífica y se crean organismos
que buscan cómo implantarla. Las motivaciones, sin embargo, son
meramente de conveniencia: un no molestar para no ser molestado.
¿Pero cómo no molestar sin molestarse? Solo en el evangelio de Jesús
encontramos las motivaciones profundas. No solo la búsqueda de
un mundo donde podamos vivir, sino la creación de una humanidad
redimida. Jesús nos lleva a valorar positivamente la persona del otro,
a descubrir su verdadera significación para nosotros. En el otro nos
contemplamos a nosotros mismos. Hay una dimensión que va más
allá de lo meramente humano, tiene una auténtica dimensión divina:
todos somos imagen y semejanza de Dios, todos los bautizados en
Cristo hemos sido consagrados a él. Todos llevamos algo de Dios en
nosotros. Mirémonos como Cristo nos mira. Amén.
20 DOMINGO
febrero
82

Monición general
Hoy continuamos leyendo una sección del evangelio de Lucas,
conocida como el «discurso del llano». El domingo pasado,
Jesús planteaba que Dios se pone de parte de los pobres y los
débiles. Pero ¿es eso una incitación al conflicto de unos contra
otros? Jesús nos pone enfrente un principio fundamental: «Sean
compasivos como el Padre es compasivo». Un ejemplo de ello nos
presenta la primera lectura. David es perseguido por su enemigo,
pero no recurre a la violencia para librarse de él.
En la segunda lectura, san Pablo nos llama a valorar nuestra
humanidad en su real dimensión. Somos Adán, hijos de la tierra,
pero también tenemos esperanza en Jesús, el nuevo Adán.
Padre bueno, que nosotros, como tú, también seamos
siempre compasivos.
Antífona de entrada Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El rey Saúl había iniciado una persecución contra David porque
pensaba que quería quitarle el trono. De pronto, se le presenta a
David la oportunidad de terminar con su enemigo, pero ¿sacará
ventaja de esta situación? ¡Escuchemos!

Lectura del primer libro de Samuel 26, 2.7-9.12-13.22-23


En aquellos días, se levantó Saúl y bajó al desierto de Zif, acompañado
de tres mil de los mejores soldados israelitas, para buscar allí a David.
David y Abisay se dirigieron de noche hacia la tropa; Saúl estaba
acostado durmiendo en el centro del campamento, su lanza clavada
en tierra a su cabecera. Y en torno a él, dormían Abner y su ejército.
Entonces Abisay dijo a David: «Dios ha puesto hoy en tus manos a
83 DOMINGO
febrero 20
tu enemigo. Déjame que ahora mismo lo clave en tierra con la lanza,
no hará falta repetir el golpe». Pero David replicó: «¡No lo mates!,
porque no quedará sin castigo quien atente contra el ungido del
Señor». David tomó la lanza y el jarro de agua de la cabecera de
Saúl, y se fueron. Nadie los vio ni se enteró ni se despertó: estaban
todos dormidos, porque el Señor les había enviado un profundo
sueño. David cruzó a la otra parte, y se detuvo en la cima del monte,
lejos, dejando mucho espacio en medio, y gritó: «Aquí está la lanza
del rey. Que venga uno de los muchachos a recogerla. El Señor
pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en
mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 102, 1-4.8.10.12-13
R . El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.R.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata
tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en
clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos
paga según nuestras culpas.R.
Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros
delitos; como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor
ternura por sus fieles.R.
Segunda lectura
San Pablo nos presenta la contraposición entre el primer Adán,
el hombre terreno; y Jesús, el hombre nuevo. El nuevo Adán es
futuro, pero también esperanza para el presente.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo


a los Corintios 15, 45-49
Hermanos: Esto es lo que dice la Escritura: El primer hombre, Adán,
fue creado como un ser viviente. El último Adán, en cambio, es un
20 DOMINGO
febrero
84

espíritu que da vida. No es primero lo espiritual lo que primero


aparece, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El primer
hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del
cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que
el celestial son los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen
del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.
Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Jn 13, 34
Aleluya. Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor: que se
amen unos a otros, como yo los he amado. Aleluya.
Santo Evangelio
El domingo pasado, Jesús nos planteaba algunos antagonismos
entre ricos y pobres, los que viven a las justas y quienes tienen
de sobra. Esas palabras, ¿acaso eran una incitación al conflicto
entre ambos grupos? Jesús propone un camino completamente
distinto, el del amor.
85 DOMINGO
febrero 20
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escuchan
les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian,
bendigan a los que los maldicen, oren por los que los injurian. Al
que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el
manto, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se
lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieren
que ellos los traten a ustedes. Pues, si aman solo a los que los aman,
¿qué mérito tienen? También los pecadores aman a los que los
aman. Y si hacen el bien solo a los que les hacen el bien, ¿qué mérito
tienen? También los pecadores lo hacen. Y si prestan solo cuando
esperan cobrar, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan
a otros pecadores, con intención de cobrárselo. Más bien, amen a
sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada; tendrán
ustedes un gran premio y serán hijos del Altísimo, que es bueno
con los malvados y desagradecidos. Sean compasivos como es
compasivo su Padre; no juzguen, y no serán juzgados; no condenen,
y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados; den, y se les
dará: recibirán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante.
Porque la medida con que ustedes midan también se usará para
ustedes». Palabra del Señor.
Se dice el credo.
Oración universal
Hermanos, Dios nos invita a vivir en el amor sin poner condiciones,
a vivir como él vivió. Por eso, digámosle junto a todos los hombres:
R. Enséñanos a amar.
1. Por el papa, todos los sacerdotes, religiosos y laicos: para que,
ungidos por el Señor, sean testigos de su amor y promuevan la
justicia, la paz y la libertad en la Iglesia y en el mundo. Oremos.R.
2. Por nuestros gobernantes y los del mundo entero: para que
trabajen con honestidad y entrega, combatan la corrupción
20 DOMINGO
febrero
86

y se dejen guiar por el Espíritu de la verdad y no defrauden la


esperanza de su gente. Oremos.R.
3. Por todos los marginados, los pobres, los que están en las cárceles
y los enfermos: para que a través de sus hermanos experimenten
que el Señor es compasivo y misericordioso. Oremos.R.
4. Para que, mirando al Resucitado, todos los cristianos pongamos
en él nuestra alegría, nuestra esperanza y trabajemos juntos por
instaurar su reino. Oremos.R.
5. Para que el amor disipe el odio de los corazones, desaparezca el
rencor, la venganza y las persecuciones, y reine la civilización del
amor. Oremos.R.
6. Para que, imitando a Jesús, sigamos sus huellas, y para que,
viviendo la santidad a la que él nos llama, tengamos sus mismos
sentimientos de compasión, perdón y bondad. Oremos.R.
Escucha, Dios de misericordia, las oraciones de tus hijos, y ya que
nos llamas a vivir tu misma vida, danos tu Espíritu Santo para no
desfallecer en nuestra peregrinación por este mundo. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las ofrendas
Al celebrar tus misterios con la debida reverencia, te rogamos,
Señor, que los dones ofrecidos en reconocimiento de tu gloria nos
aprovechen para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 9, 2-3
Proclamo todas tus maravillas, me alegro y exulto contigo, y toco en
honor de tu nombre, oh Altísimo.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar el fruto de la salvación,
cuyo anticipo hemos recibido por estos sacramentos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
87 MARTES
Lunes 21 de febrerofebrero
VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
San Pedro Damián (ML) - 3.a semana del Salterio - Verde

Monición general
En la primera lectura, el apóstol Santiago insiste sobre cómo se
demuestra la verdadera sabiduría. ¿Será en formas elocuentes
de hablar o en nuestro comportamiento? Bien podemos evaluar
nuestros valores y actitudes a luz de esta palabra.
En el evangelio, un padre desesperado y la crítica situación
de un muchacho hacen tambalear la fe de los discípulos. El padre
del niño, sin embargo, nos da un gran ejemplo de humildad:
reconoce sus propios límites y pide que Jesús lo fortalezca.
Señor, nosotros también acudimos a ti para que aumentes
nuestra poca fe.

Antífona de entrada Sal 12, 6


Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 13-18
Queridos hermanos: ¿Hay entre ustedes alguien sabio y entendido?
Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad
propia de la sabiduría. Pero, si tienen el corazón amargado por la
envidia y las rivalidades, no se jacten ni se burlen de la verdad. Esa
sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica.
Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males.
La sabiduría que viene de arriba, ante todo, es pura y, además, es
amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas
obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando
la paz, y su fruto es la justicia. Palabra de Dios.
21 LUNES
febrero
88

Salmo responsorial Sal 18, 8-10.15


R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del
Señor es fiel e instruye al ignorante.R.
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma
del Señor es límpida y da luz a los ojos.R.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los
mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.R.
Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el
meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío.R.

Aclamación antes del Evangelio 2 Tm 1, 10


Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo
irradiar vida, por medio del evangelio. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 14-29
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, después de la transfiguración, Jesús, Pedro,
Santiago y Juan bajaron del monte. Al llegar adonde estaban los
demás discípulos, vieron mucha gente alrededor y a unos escribas
discutiendo con ellos. La gente, al ver a Jesús, se sorprendió y corrió
a saludarlo. Él les preguntó: «¿Sobre qué están discutiendo?». Uno
le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu
que no le deja hablar; y cuando se apodera de él, lo tira al suelo,
echa espuma por la boca, rechina los dientes y se queda tieso. He
pedido a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido».
Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes?
¿Hasta cuándo los tendré que soportar? Tráiganmelo». Y ellos se lo
trajeron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; este cayó
al suelo y se revolcaba, echando espuma por la boca.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa
esto?». Contestó él: «Desde niño. Y muchas veces lo ha arrojado
al fuego y al agua para acabar con él. Si puedes hacer algo,
89 LUNES
febrero 21
compadécete de nosotros y ayúdanos». Jesús replicó: «¿Qué es eso
de “si puedes”? Todo es posible para el que tiene fe». Entonces el
padre del niño gritó: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!». Jesús, al ver que
acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo
y sordo, yo te lo mando: sal de él y no vuelvas a entrar en él». Y el
Espíritu, gritando y sacudiéndolo violentamente, salió de él. El niño
se quedó como un cadáver, tanto que la multitud decía que estaba
muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó y el niño se
puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas:
«¿Por qué no pudimos expulsarlo nosotros?». Él les respondió: «Esta
clase de demonios se expulsa solo con la oración». Palabra del
Señor.
Oración sobre las ofrendas
Al celebrar tus misterios con la debida reverencia, te rogamos,
Señor, que los dones ofrecidos en reconocimiento de tu gloria nos
aprovechen para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 9, 2-3
Proclamo todas tus maravillas, me alegro y exulto contigo, y toco en
honor de tu nombre, oh Altísimo.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar el fruto de la salvación,
cuyo anticipo hemos recibido por estos sacramentos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
MIÉRCOLES 90
Martes
febrero 22 de febrero
CÁTEDRA DE SAN PEDRO, apóstol (F)
VII semana del Tiempo Ordinario - Propio del Salterio - Blanco

Monición general
Hoy celebramos la fiesta de la Cátedra de san Pedro, en la que
recordamos, de modo especial, la autoridad que Jesús confirió
al apóstol Pedro al constituirlo como cabeza de su Iglesia. En la
primera lectura, él, como pastor de los pastores, se dirige a los
presbíteros para recordarles cómo se ejerce el liderazgo dentro
de nuestras comunidades cristianas.
En el evangelio, frente a la pregunta por la identidad de
Jesús, es Pedro quien toma la iniciativa para responder, lo que
es ya un reflejo de la autoridad que tenía dentro del grupo de
discípulos. Jesús luego lo reconfirma como piedra y cimiento de
su Iglesia.
Señor Jesús, fortalece a tu hijo el papa Francisco, sucesor
de san Pedro, para que tú seas siempre su modelo de servicio.

Antífona de entrada Lc 22, 32


El Señor dice a Simón Pedro: «Yo he pedido por ti, para que tu fe
no se apague, y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus
hermanos».
Se dice el gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso, no permitas que seamos sacudidos por ninguna
perturbación quienes hemos sido afianzados sobre la roca de la
confesión apostólica. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 1-4
Queridos hermanos: A los presbíteros en esa comunidad, yo,
presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe
de la gloria que va a manifestarse, les exhorto: Sean pastores del
rebaño de Dios que tienen a su cargo, gobernándolo no a la fuerza,
sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia,
91 MARTES
febrero 22
sino con generosidad; no como déspotas sobre la heredad de Dios,
sino convirtiéndolos en modelos del rebaño. Y cuando aparezca el
supremo Pastor, recibirán la corona de gloria que no se marchita.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 22, 1-6
R . El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.R.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.R.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la
cabeza con perfume, y mi copa rebosa.R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi
vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.R.

Aclamación antes del Evangelio Mt 16, 18


Aleluya. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
poder del infierno no la derrotará. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús
preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del
hombre?». Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que
Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó: «Y
ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra
y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús le respondió:
«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado
nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora
te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino
22 MARTES
febrero
92

de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo


que desates en la tierra quedará desatado en el cielo». Palabra del
Señor.
Oración sobre las ofrendas
Acepta con bondad, Señor, las oraciones y ofrendas de tu Iglesia,
para que llegue a la heredad eterna bajo el cuidado pastoral de san
Pedro, cuyo magisterio sostiene la integridad de la fe. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio I de los Apóstoles
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque tú, pastor eterno, no abandonas
nunca a tu rebaño, sino que por medio de los santos apóstoles lo
proteges y conservas, y quieres que tenga siempre por guías a los
mismos pastores a quienes tu Hijo estableció como enviados suyos.
Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones, y con
todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de comunión Mt 16, 16.18
Simón Pedro dijo a Jesús: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».
Jesús le respondió: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia».
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que nos has alimentado con la comunión del Cuerpo y
la Sangre de Cristo al celebrar la festividad de san Pedro, apóstol,
concédenos que este intercambio de redención sea para nosotros
sacramento de unidad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
93 JUEVES
Miércoles 23 de febrero
febrero

SAN POLICARPO, obispo y mártir (MO)


VII semana del Tiempo Ordinario - 3.a semana del Salterio - Rojo

Monición general
A veces, vivimos demasiado preocupados por el futuro, por lo
que puede o no ocurrir mañana. Pero ¿es eso lo que realmente
nos ayuda a vivir mejor? El apóstol Santiago nos llama a tomar
conciencia de la finitud de la vida.
Por su parte, el evangelio nos plantea un dilema: ¿qué hacer
si alguien ajeno a la comunidad, a la Iglesia, procura el bien de
la humanidad en nombre de Jesús? ¿Hay que impedirlo? Jesús
nos sorprende con su respuesta que promueve la colaboración
en lugar del exclusivismo.
Señor, que, en lugar de ser obstáculo, alimentemos siempre
las semillas del bien que surgen en el mundo.

Antífona de entrada
Este santo luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no
temió las palabras de los malvados: estaba cimentado sobre roca
firme.
Oración colecta
Dios de todas las criaturas, que te has dignado agregar a san
Policarpo, obispo, al número de los mártires, concédenos, por
su intercesión, que, participando con él en el cáliz de Cristo, por
el Espíritu Santo resucitemos a la vida eterna. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 4, 13-17
Queridos hermanos: Ustedes dicen: «Mañana o pasado iremos a esa
ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero». Y ni
siquiera saben qué pasará mañana. Pues, ¿qué es su vida? Una nube
que aparece un momento y enseguida desaparece. Digan más bien:
«Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro». En vez de
eso, se enorgullecen de sus indolencias, sin darse cuenta de que tal
23 MIÉRCOLES
febrero
94

actitud es reprochable. Al fin y al cabo, quien conoce el bien que


debe hacer y no lo hace es culpable. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 48, 2-3.6-11
R. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos.
Oigan esto, todas las naciones; escúchenlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres.R.
¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando me cerquen y
acechen los malvados, que confían en su opulencia y se jactan de
sus inmensas riquezas?R.
¿Si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? Es tan caro el
rescate de la vida, que nunca les bastará para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.R.
Miren: los sabios mueren, lo mismo que perecen los ignorantes y
necios, y legan sus riquezas a extraños.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 6


Aleluya. Yo soy el camino y la verdad y la vida, dice el Señor; nadie
va al Padre, sino por mí. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-40
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que
expulsaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir,
porque no viene con nosotros». Jesús respondió: «No se lo impidan,
porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego
hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está con nosotros».
Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Santifica con la eficacia de tu bendición, Señor, estos dones que,
por tu gracia, han de encender en nosotros aquel fuego de tu amor
95 MIÉRCOLES
febrero 23
que dio fuerza a san Policarpo para vencer todos los tormentos
corporales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 10, 39
El que pierda su vida por mí la encontrará para siempre, dice el
Señor.
Oración después de la comunión
Te pedimos, Señor, que los sacramentos recibidos nos den aquella
fortaleza de espíritu que hizo a tu mártir san Policarpo fiel en tu
servicio y victorioso en el martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

« Es un camino exigente y también fatigoso,


que contribuirá cada vez más a la formación
de conciencias capaces de reconocer a cada
individuo como una persona única e irrepetible».
Igualmente pienso en «los ancianos, que,
también por su discapacidad, a veces se sienten
como una carga». Sin embargo, todos pueden
dar «una contribución singular al bien común
a través de su biografía original». Me permito
insistir: «Tengan el valor de dar voz a quienes
son discriminados por su discapacidad, porque
desgraciadamente en algunas naciones, todavía
hoy, se duda en reconocerlos como personas de
igual dignidad».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 98)
96
96
febrero

San Policarpo
Nació hacia el año 70, probablemente,
en el seno de una familia que se
convirtió al cristianismo. Su nombre,
«Policarpo», tiene un hermoso
significado: «el que produce muchos
frutos».
Fue discípulo del apóstol san Juan
y, bajo su guía espiritual, conoció a
profundidad las enseñanzas de Cristo.
Años después de su conversión, fue
nombrado obispo de Esmirna (actual
Turquía), ciudad a la que sirvió con
celo y dedicación. Se le considera
uno de los obispos más famosos de
la Iglesia primitiva, entre varias razones, por haber tenido como
discípulos a santos de la talla de san Ireneo de Lyon y san Papías.
Desde su sede en Esmirna, alentó a los fieles a vivir el evangelio
y tener cuidado de aquellos que enseñaban ideologías que se
alejaban de la sana doctrina. En ese propósito, condenó las herejías
que empezaban a difundirse entre los miembros de la Iglesia.

Testimonio de vida
El martirio de san Policarpo se produjo el 23 de febrero del año
155. Aquel día, el santo fue llevado ante el procónsul Decio
Quadrato, quien le ofreció perdonarle la vida si renunciaba
al cristianismo. San Policarpo se negó y fue condenado a la
hoguera.
«Me amenazas con fuego que dura unos momentos y
después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca
al fuego eterno que nunca se apaga», fueron las palabras del
santo, registradas en las actas de su martirio. Finalmente,
sus verdugos tomaron la decisión de atravesarle el corazón
con una lanza.
Que el testimonio de Policarpo afiance nuestra fe y nos
mueva a ser testigos creíbles de la vida verdadera y eterna
que nos alcanzó Jesucristo.
97 VIERNES
Jueves 24 de febrerofebrero
VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
3.a semana del Salterio - Verde

Monición general
¿Se puede construir la vida con bienes conseguidos mediante
el atropello de los demás? El apóstol Santiago nos llama a no
hacernos ilusiones: la injusticia no puede proporcionarnos una
auténtica felicidad.
En el evangelio, Jesús nos brinda una serie de consejos para
aprender a conducirnos en la vida siendo agradecidos con el
bien que recibimos de los demás y estando atentos a los rumbos
que nos desvían de los caminos del reino.
Señor, quita de nosotros las ataduras que nos impiden vivir
según los valores del reino que tu Hijo anunció.

Antífona de entrada Sal 12, 6


Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6
Queridos hermanos: Ahora, ustedes, los ricos, lloren y laméntense ante
las desgracias que se les avecinan. Sus riquezas están podridas y sus
vestidos están apolillados. Su oro y su plata están enmohecidos y ese
moho será una prueba contra ustedes y devorará sus cuerpos como
el fuego. ¡Han amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo
final! El salario que no les dieron a los obreros que han cosechado
sus campos está clamando contra ustedes; y el clamor de los que
cosecharon ha llegado hasta el oído del Señor del universo. Ustedes
han vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Engordando
como reses para el día de la matanza. Han condenado y matado a los
inocentes sin que ellos opusieran resistencia. Palabra de Dios.
24 JUEVES
febrero
98

Salmo responsorial Sal 48, 14-20


R. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos.
Este es el camino de los confiados, el destino de los hombres
satisfechos: son un rebaño para el abismo, la muerte es su pastor.R.
Y bajan derechos a la tumba; se desvanece su figura, y el abismo es
su casa.R.
Pero a mí, Dios me salva, me saca de las garras del abismo y me lleva
consigo.R.
No te preocupes si se enriquece un hombre y aumenta el fasto de su
casa: cuando muera, no se llevará nada, su fasto no bajará con él.R.
Aunque en vida se felicitaba: «Ponderan lo bien que lo pasas», irá a
reunirse con sus antepasados, no verán nunca la luz.R.

Aclamación antes del Evangelio 1 Ts 2, 13


Aleluya. Acojan la palabra de Dios, no como palabra de hombre,
sino, cual es en verdad, como palabra de Dios. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 41-50
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Todo aquel que les
dé a beber un vaso de agua, por ser ustedes de Cristo, les aseguro
que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de
estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al
cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano te hace
caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con tus
dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te hace
caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado
con tus dos pies al infierno. Y si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te
vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser arrojado con tus dos
ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Pues todos serán salados con fuego. Buena es la sal, pero si la sal
99 JUEVES
febrero 24
se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes y
vivan en paz unos con otros». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Al celebrar tus misterios con la debida reverencia, te rogamos,
Señor, que los dones ofrecidos en reconocimiento de tu gloria nos
aprovechen para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 9, 2-3
Proclamo todas tus maravillas, me alegro y exulto contigo, y toco en
honor de tu nombre, oh Altísimo.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar el fruto de la salvación,
cuyo anticipo hemos recibido por estos sacramentos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

E l amor que se extiende más allá de las


fronteras tiene en su base lo que llamamos
«amistad social» en cada ciudad o en cada país.
Cuando es genuina, esta amistad social dentro
de una sociedad es una condición de posibilidad
de una verdadera apertura universal. No se
trata del falso universalismo de quien necesita
viajar constantemente porque no soporta ni
ama a su propio pueblo.
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 99)
SÁBADO 100
Viernes
febrero 25 de febrero
VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
3.a semana del Salterio - Verde

Monición general
¿Cómo afrontar las tormentas y sufrimientos de la vida?
¿Debemos ceder a la desesperanza? El apóstol Santiago nos
invita a mirar el ejemplo de algunos personajes bíblicos, quienes,
desde su confianza en la misericordia de Dios, descubrieron un
camino distinto.
Por su parte, en el evangelio, un grupo de fariseos se acerca
a preguntarle a Jesús si el divorcio es lícito. Pues, en ese tiempo,
la ley judía solo permitía al varón divorciarse de su esposa, no al
revés. Jesús retoma el proyecto original de Dios, que reconoce la
igual dignidad del varón y la mujer.
Señor, fortalece y bendice nuestras familias para que
permanezcan unidas sobre la base del amor mutuo.
Antífona de entrada Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 9-12
Hermanos: No se quejen unos de otros, para no ser condenados.
Miren que el juez ya está a la puerta. Tomen, hermanos, como
ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en
nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron paciencia.
Ustedes han oído hablar de la paciencia de Job, sus sufrimientos, y
conocen el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo
y misericordioso. Pero, ante todo, hermanos míos, no juren ni por
el cielo ni por la tierra, ni pronuncien ningún otro juramento; que
el sí de ustedes sea un sí, y el no sea un no; así no serán juzgados.
Palabra de Dios.
101 VIERNES
febrero 25
Salmo responsorial Sal 102, 1-4.8-9.11-12
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.R.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata
tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en
clemencia; no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo.R.
Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre
sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros
nuestros delitos.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 17, 17b.a


Aleluya. Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 1-12
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Judea y al otro lado
del Jordán. Otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y,
según acostumbraba, les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y
le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre
divorciarse de su mujer?». Él les replicó: «¿Qué les mandó Moisés?».
Contestaron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y separarse».
Jesús les dijo: «Moisés dejó escrito este precepto teniendo en cuenta
la dureza de sus corazones. Pero al principio de la creación, Dios “los
creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su
madre, se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”. De modo
que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no
lo separe el hombre». En casa, los discípulos volvieron a preguntarle
sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa
con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de
su marido y se casa con otro, comete adulterio». Palabra del Señor.
25 VIERNES
febrero
102

Oración sobre las ofrendas


Al celebrar tus misterios con la debida reverencia, te rogamos,
Señor, que los dones ofrecidos en reconocimiento de tu gloria nos
aprovechen para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 9, 2-3
Proclamo todas tus maravillas, me alegro y exulto contigo, y toco en
honor de tu nombre, oh Altísimo.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar el fruto de la salvación,
cuyo anticipo hemos recibido por estos sacramentos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

Q uien mira a su pueblo con desprecio,


establece en su propia sociedad categorías
de primera o de segunda clase, de personas
con más o menos dignidad y derechos. De esta
manera niega que haya lugar para todos.
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 99)
103 DOMINGO
Sábado 26 de febrero
febrero

VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


3.a semana del Salterio - Verde

Monición general
La enfermedad y el sufrimiento, ¿lo debe afrontar cada quien al
margen de la comunidad? La primera lectura nos invita, más
bien, a constituirnos en comunidades solidarias en las que
prime la fraternidad, con mayor razón en tiempos de dolor.
El evangelio nos confronta con una actitud común: el
desprecio a los pequeños, a los que se considera inferiores.
Jesús, sin embargo, pone nuestros valores de cabeza: el reino de
Dios se construye desde abajo y con los de abajo.
Señor, danos corazón de niño para que trabajemos por el
reino con nuestra confianza puesta plenamente en ti.

Antífona de entrada Sal 12, 6


Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 13-20
Queridos hermanos: ¿Sufre alguno de ustedes? Rece. ¿Está alegre
alguno? Cante salmos. ¿Está enfermo alguno de ustedes? Llame
a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después
de ungirlo con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de fe
salvará al enfermo, y el Señor lo curará y si ha cometido pecado,
lo perdonará. Así pues, confiesen sus pecados unos a otros, y
recen unos por otros y se sanarán. Mucho puede hacer la oración
intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición
que nosotros, rezó insistentemente para que no lloviese y no llovió
sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y
26 SÁBADO
febrero
104

el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos. Hermanos míos,


si alguno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo encamina,
sepan que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará
de la muerte y obtendrá el perdón de una multitud de sus pecados.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 140, 1-3.8
R . Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.
Señor, te estoy llamando, ven deprisa, escucha mi voz cuando te
llamo. Suba mi oración como incienso en tu presencia, el alzar de
mis manos como ofrenda de la tarde.R.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca, un centinela a la puerta de
mis labios. Señor, mis ojos están vueltos a ti, en ti me refugio, no me
dejes indefenso.R.

Aclamación antes del Evangelio Mt 11, 25


Aleluya. Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has
revelado los secretos del reino a la gente sencilla. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 13-16
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara,
pero los discípulos los regañaban. Jesús, viendo esto, se enojó y les
dijo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan; porque
el reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les
digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño no entrará en
él». Y, tomándolos en sus brazos a los niños, los bendecía poniendo
las manos sobre ellos. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Al celebrar tus misterios con la debida reverencia, te rogamos,
Señor, que los dones ofrecidos en reconocimiento de tu gloria nos
aprovechen para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
105 SÁBADO
febrero 26
Antífona de comunión Sal 9, 2-3
Proclamo todas tus maravillas, me alegro y exulto contigo, y toco en
honor de tu nombre, oh Altísimo.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar el fruto de la salvación,
cuyo anticipo hemos recibido por estos sacramentos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

T ampoco estoy proponiendo un universalismo


autoritario y abstracto, digitado o
planificado por algunos y presentado como
un supuesto sueño en orden a homogeneizar,
dominar y expoliar. Hay un modelo de
globalización que «conscientemente apunta
a la uniformidad unidimensional y busca
eliminar todas las diferencias y tradiciones en
una búsqueda superficial de la unidad. […] Si
una globalización pretende igualar a todos,
como si fuera una esfera, esa globalización
destruye la riqueza y la particularidad de cada
persona y de cada pueblo».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 100)
DOMINGO 106
Domingo
febrero 27 de febrero
VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
4.a semana del Salterio - Verde

«De la abundancia del corazón habla la boca»


Eclo 27, 4-7; Sal 91, 2-3.13-16; 1 Co 15, 54-58; Lc 6, 39-45

Todos tenemos la tendencia natural a juzgar a los demás. Juicios


que las circunstancias vividas nos imponen; casi espontáneamente
decimos bueno o malo, correcto o incorrecto. Hoy, la Palabra de Dios
nos invita a considerar esto a la luz de la mirada de Dios. El sabio
judío Jesús ben Sirá, autor del libro del Eclesiástico, lo expresa con
claridad en su análisis de la vida común y corriente del ser humano.
Seguramente, tenía ante los ojos la tarea diaria de tamizar los granos
de una cosecha. Una vez cernidos, nos quedamos con lo bueno y
botamos los desechos. Así pasa con los desperdicios del hombre
cuando es examinado. ¿Cómo calificar algo como bueno o malo?
Un árbol se conoce por sus frutos, he ahí la respuesta. Oímos razonar
a los demás y nos permitimos juzgar lo que dice como bueno o
malo, como aceptable o desdeñable.
Actualmente lo llamamos crítica o autocrítica. Las enseñanzas de
Jesús en el evangelio nos invitan a hacer eso en la forma debida.
El guía del ciego debe prestar sus ojos al invidente. Para juzgar
al hermano que yerra, debemos estar ciertos de que nuestro
conocimiento es justo. De lo contrario, nos convertiremos en guías
ciegos. Cuando advertimos las fallas del hermano, tendríamos que
estar seguros de que tenemos autoridad moral para hacerlo. De allí
la necesidad de una suficiente dosis de autocrítica que debe preceder
nuestros intentos de juzgar a los demás. Pues tendemos a juzgar a
los demás sin mirarnos previamente a nosotros mismos. Una fábula
griega decía que llevamos la vida ajena delante de nosotros, y la
vida propia, en nuestra espalda.
¿Qué criterios usar? Lo que ya dijimos antes: examinar los frutos.
No aventurar juicios partiendo simplemente de nuestros pareceres.
107 DOMINGO
febrero 27
Jesús nos brinda una regla de oro: El que es bueno, de la bondad que
atesora en su corazón saca el bien…, porque de la abundancia del
corazón habla la boca. En eso consiste nuestra capacidad de pensar,
de querer, de decidir. ¿De qué forma están constituidos nuestros
pensamientos, deseos y decisiones? ¿Buenos o malos, correctos o
incorrectos? ¿Con qué criterios los juzgamos? Nos hace bien leer
y releer, igualmente, lo que nos dice Jesús en Mc 7, 20-23, donde
indica que lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace
impuro. También podemos recordar las palabras de san Pablo en
Ga 5, 19-26: lo bueno es fruto del Espíritu, lo perverso es fruto del
maligno.
Parece una simple cuestión de convivencia humana. Pero, como
cristianos, debemos ahondar en el sentido profundo de nuestro
proceder a la luz de nuestra fe. Para el verdadero discípulo de Jesús,
nada escapa a la mirada del Señor. Debemos preguntarnos, incluso
en cuestiones sencillas, si el Señor se complace en ello o no. Que no
pretendamos que algo quede oculto a su mirada, es imposible. Toda
nuestra vida, en lo personal y social, está cobijada por la presencia
del Señor. Si Cristo vive en el cristiano, todo lo que acontece en su
vida debe ser asumido por él.
La gran regla será siempre lo que el Señor nos dice categóricamente
en el evangelio: No juzguen y no serán juzgados. Del modo como
juzguen serán juzgados; la medida que usen se usará con ustedes.
No se trata de no ver el mal del mundo; no se trata de hacerse de la
vista gorda con lo que sucede a nuestro alrededor; se trata de dejar
el juicio al Señor. Es él quien juzga, quien premia o castiga. A su
juicio sometemos toda nuestra vida y la vida de nuestros hermanos.
Dios, en su bondad, ha dado a su Iglesia la capacidad de escuchar al
pecador, de darle el perdón en su nombre a través del sacramento
de la penitencia. Es lo que nos permite hacer experiencia de la
presencia del Señor, que escucha, juzga, ama y perdona. El mediador,
quien presta este ministerio, sepulta en su corazón lo escuchado y
perdonado. Amén.
27 DOMINGO
febrero
108

Monición general
Hoy concluimos con la lectura del discurso del llano. El domingo
pasado, Jesús nos llamaba a amar al prójimo, incluso al enemigo.
También nos había dicho que no juzguemos ni condenemos a los
demás. Ahora nos ofrece una serie de razones que nos orientan
sobre esto último. La primera lectura también nos interpela
si lo que somos se expresa en las apariencias o, más bien, en
nuestra interioridad. Por su parte, san Pablo nos llama a vivir
con esperanza, a partir de una convicción: la muerte no es la
última palabra. Dejemos, pues, que esta Palabra nos infunda
ánimo en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir.
Señor, ilumina nuestras sombras y oscuridades con la luz
de tu palabra.

Antífona de entrada Sal 17, 19-20


El Señor fue mi apoyo: me sacó a un lugar espacioso, me libró
porque me amaba.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Concédenos, Señor, que el mundo progrese según tu designio de
paz para nosotros, y que tu Iglesia se alegre en su confiada entrega.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
¿Cómo conocernos a nosotros mismos y a los demás? La primera
lectura nos muestra un camino, que nos recuerda lo que dijo
Jesús: «De lo que rebosa el corazón habla la boca». ¡Escuchemos!

Lectura del libro del Eclesiástico 27, 4-7


Al agitar el cernidor, quedan los desechos; cuando el hombre habla
se descubren sus defectos. El horno prueba la vasija del alfarero, el
hombre se prueba en su razonar. El fruto muestra el cultivo de un
árbol; la palabra, la mentalidad del hombre. No alabes a nadie antes
de que razone, porque esa es la prueba del hombre. Palabra de
Dios.
109 DOMINGO
febrero 27
Salmo responsorial Sal 91, 2-3.13-16
R. Es bueno darte gracias, Señor.
Es bueno dar gracias al Señor y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia y de noche tu fidelidad.R.
El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del
Líbano: plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de
nuestro Dios.R.
En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para
proclamar que el Señor es justo, que en mi Roca no existe la
maldad.R.
Segunda lectura
El triunfo de Jesús sobre la muerte no es tanto un hecho del
pasado, sino fortaleza para vivir el presente, con mayor razón en
tiempos adversos como los que estamos viviendo. ¡Escuchemos!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo


a los Corintios 15, 54-58
Hermanos: Cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad,
y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá la
palabra escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde
está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?». El aguijón
de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado es la ley. ¡Demos
gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
Así, pues, hermanos míos queridos, manténganse firmes y constantes.
Trabajen siempre por el Señor, sin reservas, convencidos de que su
fatiga por el Señor no quedará sin recompensa. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Flp 2, 15d.16a
Aleluya. Brillan ustedes como lumbreras del mundo, mostrando una
razón para vivir. Aleluya.
Santo Evangelio
El domingo pasado, Jesús nos decía que no juzguemos ni
condenemos. Ahora, nos explica, justamente, por qué, en lugar
27 DOMINGO
febrero
110

de apuntar el foco hacia los demás, es siempre mejor mirarse


primero a uno mismo. ¡Escuchemos!

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 39-45


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola: «¿Acaso
puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su
aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la astillita
que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas
en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame
que te saque la astillita del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en
el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces
verás claro para sacar la astillita del ojo de tu hermano. No hay árbol
bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno. Cada
árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las
111 DOMINGO
febrero 27
zarzas, ni se vendimian uvas de los espinos. El que es bueno, de la
bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de
la maldad saca el mal. Porque de la abundancia del corazón habla la
boca». Palabra del Señor.
Se dice el credo.

Oración universal
Demos gracias a Dios, que en Jesucristo nos dio la victoria sobre la
muerte y el pecado, y supliquémosle que conceda su fuerza y su
amor a todos los hombres para que, permaneciendo unidos a él,
demos frutos de santidad. Digamos: R. Danos tu salvación.
1. Por el papa y todo el pueblo de Dios: para que proclamemos
con nuestra vida la alegría y la esperanza en la resurrección.
Oremos.R.
2. Para que la evangelización sea fruto de nuestra vida interior y de
nuestra oración. Oremos.R.
3. Para que los gobernantes de las naciones garanticen a todos los
hombres y mujeres que habitan nuestra tierra un nivel de vida
digno. Oremos.R.
4. Para que a los que sufren en el exilio, en los campos de refugiados,
en los hospitales o en las cárceles no les falte la ayuda de sus
hermanos. Oremos.R.
5. Por todos los fieles difuntos que hoy han dejado este mundo:
para que gocen de la victoria de Cristo sobre la muerte en el cielo.
Oremos.R.
6. Para que, a nosotros, que celebramos nuestra fe en la comunión
fraterna, el Señor nos ayude a dar frutos de bondad y de amor en
nuestro vivir cotidiano. Oremos.R.
Danos tu salvación, Padre de bondad, oye las súplicas de tus hijos
y haz que un día cantemos junto a todos los santos la victoria de
Cristo sobre la muerte y el pecado. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos. Amén.
27 DOMINGO
febrero
112

Oración sobre las ofrendas


Oh, Dios, que nos das lo que hemos de ofrecerte y vinculas esta
ofrenda a nuestro devoto servicio, imploramos tu misericordia, para
que cuanto nos concedes redunde en mérito nuestro y nos alcance
los premios eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los
tiempos, dice el Señor.
Oración después de la comunión
Saciados con los dones de la salvación, invocamos, Señor, tu
misericordia, para que, mediante este sacramento que nos alimenta
en nuestra vida temporal, nos hagas participar, por tu bondad, de la
vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

E se falso sueño universalista termina


quitando al mundo su variado colorido,
su belleza y en definitiva su humanidad.
Porque «el futuro no es monocromático, sino
que es posible si nos animamos a mirarlo en
la variedad y en la diversidad de lo que cada
uno puede aportar. Cuánto necesita aprender
nuestra familia humana a vivir juntos en
armonía y paz sin necesidad de que tengamos
que ser todos igualitos».
Papa Francisco
(Extracto de la encíclica Fratelli tutti, N.° 100)
113
Lunes 28 de febrerofebrero
VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
4.a semana del Salterio - Verde

Monición general
San Pedro, en la primera lectura, nos presenta un bello himno
que resume los rasgos principales de nuestra fe cristiana. Lo
que Dios nos ha revelado en su Hijo Jesucristo es una puerta a
la esperanza, incluso, en medio de tiempos aciagos como los que
estamos viviendo.
En el evangelio, un hombre observante de la ley de Moisés y
de buen corazón se acerca a Jesús. Solo le queda un paso más
para entrar en el camino del reino de Dios: romper con su apego
a las riquezas.
Señor, danos un corazón desprendido para que superemos
los apegos y ataduras que nos impiden seguirte con libertad.

Antífona de entrada Sal 17, 19-20


El Señor fue mi apoyo: me sacó a un lugar espacioso, me libró
porque me amaba.
Oración colecta
Concédenos, Señor, que el mundo progrese según tu designio de
paz para nosotros, y que tu Iglesia se alegre en su confiada entrega.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 3-9
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que, en su gran
misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los
muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva,
para una herencia incorruptible, pura, perenne, reservada en el
cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios, por medio de la fe,
protege para la salvación, dispuesta a ser revelada en el momento
final. Alégrense por ello, aunque de momento tengan que sufrir un
poco, en pruebas diversas: así la autenticidad de su fe más valiosa
que el oro, el cual es perecedero a pesar de haber sido purificado en
el fuego llegará a ser alabanza, gloria y honor cuando se manifieste
28 LUNES
febrero
114

Jesucristo. Ustedes no han visto a Jesucristo, y lo aman; sin verlo,


creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y radiante; así
recibirán la salvación, que es la meta de nuestra fe. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 110, 1-2.5-6.9-10
R. El Señor recuerda siempre su alianza.
Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos,
en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio
para los que las aman.R.
Él da alimento a sus fieles, recordando siempre su alianza; mostró a su
pueblo la fuerza de su obrar, dándoles la heredad de los gentiles.R.
Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza; la
alabanza del Señor dura por siempre.R.

Aclamación antes del Evangelio 2 Co 8, 9


Aleluya. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para que su pobreza
los hiciera ricos. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-27
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno
corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué
haré para heredar la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué
me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo Dios. Ya conoces los
mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás,
no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu
madre». Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi
juventud». Jesús, fijando en él su mirada, lo amó, y le dijo: «Una cosa
te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un
tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme». Al oír estas palabras, se
entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes. Jesús,
mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los
que tienen riquezas entren en el reino de Dios!». Los discípulos se
quedaron sorprendidos de estas palabras. Jesús añadió: «¡Hijos, qué
115 LUNES
febrero 28
difícil es para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios! Es
más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico
entre en el reino de Dios». Y los discípulos se asombraron aún más y
comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús, mirándolos
fijamente, les dijo: «Es imposible para los hombres, pero no para
Dios, porque para Dios todo es posible». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, que nos das lo que hemos de ofrecerte y vinculas esta
ofrenda a nuestro devoto servicio, imploramos tu misericordia, para
que cuanto nos concedes redunde en mérito nuestro y nos alcance
los premios eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sepan que estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los
tiempos, dice el Señor.
Oración después de la comunión
Saciados con los dones de la salvación, invocamos, Señor, tu
misericordia, para que, mediante este sacramento que nos alimenta
en nuestra vida temporal, nos hagas participar, en tu bondad, de la
vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Ordinario de la misa 116
febrero

RITOS INICIALES

Canto de entrada
Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras
se entona el canto de entrada. Cuando llega al altar, habiendo hecho con los
ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno,
inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede. Terminado
el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal
de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.


El pueblo responde: Amén.
Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo, diciendo:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión
del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
O bien:
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el
Señor, estén con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.

Acto penitencial
A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles,
diciendo:
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reco-
nozcamos nuestros pecados.
O bien:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos
pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
O bien, pero solo en los domingos y durante la Octava de Pascua:
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre
la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia
del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.
117 Ordinario de la misa
febrero

Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos dicen en común la fórmula
de la confesión general:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Y, golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa
María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
Y el pueblo responde: Amén.
I
Tú, que eres el camino que conduce al Padre: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
Tú, que eres la verdad que ilumina los pueblos: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
Tú, que eres la vida que renueva el mundo: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
II
Tú, que eres la plenitud de la verdad y de la gracia: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
Tú, que te has hecho pobre para enriquecernos: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
Tú, que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo: Señor, ten
piedad. R. Señor, ten piedad.
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde: Amén.

A continuación, cuando está prescrito, se canta o se dice el himno:


Ordinario de la misa 118
febrero

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el


Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo; Señor Dios, Cordero de
Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque solo tú eres Santo, solo tú Señor, solo tú Altísimo, Jesucristo, con
el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración colecta
Acabado el himno, el sacerdote, con las manos juntas, dice: Oremos.
Todos, con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de
tiempo. Al finalizar, el pueblo aclama: Amén.
La colecta termina siempre con la conclusión larga:
— Si la oración se dirige al Padre:
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
— Si la oración se dirige al Padre, pero al final de ella menciona al Hijo:
Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
— Si la oración se dirige al Hijo:
Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
El lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan
sentados. Al final de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Todos responden: Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la
respuesta.
119 Ordinario de la misa
febrero

Segunda lectura
Después, si hay segunda lectura, el lector la lee desde el ambón, como
la primera.
Para indicar el final de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Todos responden: Te alabamos, Señor.
Aclamación que precede a la lectura del Evangelio
Sigue el Aleluya o, en Cuaresma, un canto indicado antes del Evangelio.

Evangelio
----------------------------------------------------------------------------
Si el diácono va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el
sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja: Padre, dame tu bendición.
El sacerdote, en voz baja, dice: El Señor esté en tu corazón y en tus
labios, para que anuncies dignamente su Evangelio; en el nombre del
Padre, y del Hijo †, y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde: Amén.
----------------------------------------------------------------------------
Si el sacerdote debe proclamar el Evangelio, inclinado ante el altar, dice
en secreto: Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para
que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.
----------------------------------------------------------------------------
El sacerdote, o el diácono: El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
El sacerdote, o el diácono: Lectura del santo Evangelio según san N.
Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente,
labios y pecho.
El pueblo aclama: Gloria a ti, Señor.
Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y
proclama el Evangelio.
Acabado el Evangelio, el diácono, o el sacerdote, aclama:
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Homilía
Luego se pronuncia la homilía, que corresponde al sacerdote o al diá-
cono, y que debe hacerse todos los domingos y fiestas de precepto; se
recomienda los otros días.
Ordinario de la misa 120
febrero

Profesión de fe
Acabada la homilía, cuando está prescrito, se canta o se dice el símbolo
o profesión de fe:
El credo niceno-constantinopolitano
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos
de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración
y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

El credo de los apóstoles


Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de
los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la
vida eterna. Amén.
121 Ordinario de la misa
febrero

Oración universal
Después se hace la oración universal u oración de los fieles.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Preparación de los dones


El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola
con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros pan de vida.
Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir
estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:
Bendito seas por siempre, Señor.
El sacerdote echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la
divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.
El sacerdote, de pie junto al altar, toma el cáliz y, manteniéndolo elevado, dice:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y
del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.
R. Bendito seas por siempre, Señor.
Luego el sacerdote, inclinado, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde;
que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu
presencia, Señor Dios nuestro.
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos diciendo:
Lava del todo mi delito, Señor, y limpia todo mi pecado.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo
y juntando las manos, dice:
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.
Ordinario de la misa 122
febrero

El pueblo se pone de pie y responde:


El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su
nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas
Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las
ofrendas. A continuación el pueblo aclama: Amén.

Plegarias eucarísticas
Entonces, el sacerdote empieza la plegaria eucarística.
Extendiendo las manos, dice: El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue: Levantemos el corazón.
El pueblo: Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:


Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
El pueblo: Es justo y necesario.
Concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

PREFACIOS

Prefacio I dominical del Tiempo Ordinario


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Quien, por su Misterio pascual,
realizó la obra maravillosa de llamarnos de la esclavitud del pecado y
de la muerte, al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de su propiedad, para que, trasladados de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones, y con
123 Ordinario de la misa
febrero

todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:


Santo, Santo, Santo…
Prefacio II dominical del Tiempo Ordinario
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno, por Cristo, Señor nuestro. El cual, compadecido del extravío
de los hombres, quiso nacer de la Virgen; sufriendo la cruz, nos libró
de eterna muerte, y, resucitando de entre los muertos, nos dio vida
eterna. Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones
y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu
gloria: Santo, Santo, Santo…
Prefacio común I
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno, por Cristo, Señor nuestro. A quien hiciste fundamento de todo
y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. Siendo él de
condición divina, se despojó de su rango, y, por su sangre derramada
en la cruz, puso en paz el universo; y así, exaltado sobre todo cuanto
existe, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él. Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…

Prefacio III de la Bienaventurada Virgen María


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, y alabarte debidamente en esta celebración
en honor de la Virgen María. Ella, al aceptar a tu Verbo con
inmaculado corazón, mereció concebirlo en su seno virginal, y, al dar
a luz al Creador, preparó el nacimiento de la Iglesia. Ella, al recibir
junto a la cruz el testamento de tu amor divino, tomó como hijos a
todos los hombres, nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de
Cristo. Ella, esperando con los apóstoles la venida del Espíritu, al unir
sus oraciones a las de los discípulos, se convirtió en el modelo de la
Ordinario de la misa 124
febrero

Iglesia suplicante. Desde su asunción a los cielos, acompaña con


amor materno a la Iglesia peregrina y protege sus pasos hacia la
patria celeste, hasta la venida gloriosa del Señor. Por eso, con los
santos y todos los ángeles, te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo…
Prefacio de los santos pastores
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque nos
concedes la alegría de celebrar hoy la fiesta de san N., fortaleciendo
a tu Iglesia con el ejemplo de su vida santa, instruyéndola con su
palabra y protegiéndola con su intercesión. Por eso, con los ángeles
y con la multitud de los santos, te cantamos el himno de alabanza
diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio I de los apóstoles
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno. Porque tú, Pastor eterno, no abandonas nunca a tu rebaño,
sino que por medio de los santos apóstoles lo proteges y conservas, y
quieres que tenga siempre por guías a los mismos pastores a quienes
tu Hijo estableció como enviados suyos. Por eso, con los ángeles y
arcángeles, tronos y dominaciones y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…
Prefacio II de los santos
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque mediante el testimonio admirable
de tus santos fecundas sin cesar a tu Iglesia con vitalidad siempre
nueva, y nos das así pruebas evidentes de tu amor. Su insigne ejemplo
nos anima, y a su permanente intercesión nos confiamos para que se
cumplan tus designios de salvación. Por eso, Señor, nosotros, llenos
de alegría, te aclamamos con los ángeles y con todos los santos,
diciendo: Santo, Santo, Santo…
125 Ordinario de la misa
febrero

Prefacio de santas vírgenes y religiosos


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno. Porque celebramos tu providencia admirable en los santos
que se entregaron a Cristo por el reino de los cielos. Por ella llamas de
nuevo a la humanidad a la santidad primera que de ti había recibido,
y la conduces a gustar los dones que espera recibir en el cielo. Por
eso, con los santos y todos los ángeles, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo…

Prefacio I de los difuntos


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno, por Cristo, Señor nuestro. En él brilla la esperanza de nuestra
feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos entristece,
nos consuela la promesa de la futura inmortalidad. Porque la vida de
tus fieles, Señor, no termina, se transforma, y, al deshacerse nuestra
morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo. Por eso,
con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones, y con todos los
coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo,
Santo, Santo…
Prefacio I de los santos mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque la sangre del glorioso mártir san N.,
derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta
las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado
fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio;
por Cristo, Señor nuestro. Por eso, con las virtudes del cielo, te
aclamamos continuamente en la tierra, alabando tu gloria sin cesar:
Santo, Santo, Santo…
Ordinario de la misa 126
febrero

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o Canon Romano


V: El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V: Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Padre misericordioso, te pedimos humildemente por Jesucristo,
tu Hijo, nuestro Señor, que aceptes y bendigas † estos dones, este
sacrificio santo y puro que te ofrecemos, ante todo, por tu Iglesia santa
y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en
la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el papa
N., con nuestro obispo N.,
----------------------------------------------------------------------------
Aquí se puede hacer mención del obispo coadjutor o de los obispos
auxiliares: con el obispo coadjutor (auxiliar) N.,
O bien: y sus obispos auxiliares,
El obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: conmigo, indigno siervo tuyo,
O bien, cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano dice:
con mi hermano N., obispo de esta iglesia de N., conmigo indigno
siervo tuyo,
----------------------------------------------------------------------------
y todos los demás obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe
católica y apostólica.
Acuérdate, Señor, de tus hijos [N. y N.] y de todos los aquí
reunidos, cuya fe y entrega bien conoces; por ellos y todos los
suyos, por el perdón de sus pecados y la salvación que esperan, te
ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza a ti,
eterno Dios, vivo y verdadero.
127 Ordinario de la misa
febrero

Reunidos en comunión con toda la Iglesia, [en los domingos,


cuando no hay otro Reunidos en comunión propio, puede añadirse:
para celebrar el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte
y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal,] veneramos la
memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de
Jesucristo, nuestro Dios y Señor; la de su esposo, san José, la de los
santos apóstoles y mártires Pedro y Pablo, Andrés, [Santiago y Juan,
Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo; Lino,
Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono,
Juan y Pablo, Cosme y Damián,] y la de todos los santos; por sus
méritos y oraciones concédenos en todo tu protección. [Por Cristo,
nuestro Señor. / Amén.]
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de
toda tu familia santa; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de
la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos. [Por Cristo,
nuestro Señor. / Amén.]
Bendice y santifica esta ofrenda, Padre, haciéndola perfecta, espi-
ritual y digna de ti: que se convierta para nosotros en el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo amado, Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, la víspera de su Pasión, tomó pan en sus santas y venerables
manos, y, elevando los ojos al cielo, hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso,
dando gracias te bendijo, lo partió, y lo dio a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO,


QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en


sus santas y venerables manos, dando gracias te bendijo, y lo dio a sus
discípulos, diciendo:

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI


SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ
DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN
DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Ordinario de la misa 128
febrero

El sacerdote muestra el cáliz al pueblo, haciendo una genuflexión y


luego dice:
Este es el Misterio de la fe.
O bien: Este es el Sacramento de nuestra fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:


Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
O bien: Aclamemos el Misterio de la fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:


Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos
tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
O bien: Proclamemos el Misterio de la fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:


Sálvanos, Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y resu-
rrección.
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Por eso, Padre, nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo, al
celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor; de su santa resurrección del lugar de los muertos y
de su admirable ascensión a los cielos, te ofrecemos, Dios de gloria y
majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro,
inmaculado y santo: pan de vida eterna y cáliz de eterna salvación.
Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste
los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la
fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec.
Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofren-
da sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos de
tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu
Hijo, al participar aquí de este altar, seamos colmados de gracia y
bendición.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]
129 Ordinario de la misa
febrero

Acuérdate también, Señor, de tus hijos [N. y N.], que nos han
precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A
ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del
consuelo, de la luz y de la paz.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]
Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita
misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y
mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [Ignacio, Alejandro,
Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia,
Anastasia,] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía, no por
nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.
Por Cristo, Señor nuestro. Por quien sigues creando todos los bienes,
los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes entre nosotros.
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad
del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.

PLEGARIA EUCARÍSTICA II
V: El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V: Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias,
Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Verbo, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María,
la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
Ordinario de la misa 130
febrero

Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y


manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió
para ti un pueblo santo.
Por eso, con los ángeles y con todos los santos, proclamamos tu
gloria, diciendo a una sola voz: Santo, Santo, Santo…
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te
pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de
manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo † y la Sangre de
Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente acep-
tada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE
SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias
de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR
USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN
ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Luego el sacerdote dice una de las siguientes fórmulas:
Este es el Misterio de la fe.
O bien: Este es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
O bien: Aclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz,
anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
O bien: Proclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Sálvanos, Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y
resurrección.
131 Ordinario de la misa
febrero

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:


Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección
de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te
damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te
pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a
cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
En los domingos, cuando no hay otro Acuérdate, Señor más propio,
puede decirse:
y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte
y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal; y con el papa N., con
nuestro obispo N.,
Aquí se puede hacer mención del obispo coadjutor o de los obispos
auxiliares:

con el obispo coadjutor (auxiliar) N.,


O bien: y sus obispos auxiliares,
El obispo, cuando celebra en su diócesis, dice:
conmigo, indigno siervo tuyo,
O bien cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano dice:
con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N., conmigo indigno
siervo tuyo, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su
perfección por la caridad.

En la misa por los difuntos:


Recuerda a tu hijo (hija) N., a quien llamaste (hoy) de este mundo a
tu presencia; concédele que, así como ha compartido ya la muerte de
Jesucristo, comparta también con él la gloria de la resurrección.
Acuérdate, Señor, también de nuestros hermanos que durmieron
en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu
misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ordinario de la misa 132
febrero

Ten misericordia de todos nosotros, y así con María, la Virgen


Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en
tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Junta las manos, toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, y
elevándolos, dice:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad
del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de siglos.
El pueblo aclama: Amén.

RITO DE LA COMUNIÓN

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza,


nos atrevemos a decir:
O bien:
Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la
oración que Cristo nos enseñó:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;


venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como
en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros


días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres
de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la
gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
El pueblo concluye la oración aclamando:
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
133 Ordinario de la misa
febrero

RITO DE LA PAZ

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz les dejo, mi paz les
doy»; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y,
conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Junta las manos.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos,
añade:
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:
Dense fraternalmente la paz.

Fracción del pan


Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y pone una
partícula dentro del cáliz, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz,
sean para nosotros alimento de vida eterna.
Mientras tanto se canta o se recita:
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.

Comunión
El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo
un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, hacia el pueblo, dice
con voz clara:
Ordinario de la misa 134
febrero

Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos


los invitados a la cena del Señor.
Y, juntamente con el pueblo, añade:
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
Después toma la patena y se acerca a los que van a comulgar.
El Cuerpo de Cristo.
El que va a comulgar responde: Amén.

Oración después de la comunión


Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el
pueblo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos
momentos.
Luego el sacerdote dice la oración después de la comunión, al final de
la cual, el pueblo aclama: Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

Después tiene lugar la despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo,


extendiendo las manos, dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.

El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:


La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
El pueblo responde: Amén.
El diácono dice o el sacerdote dice: Pueden ir en paz.
135 Ordinario de la misa
febrero

O bien:
Glorifiquen al Señor con su vida. Pueden ir en paz.
O bien:
En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
El pueblo responde: Demos gracias a Dios.

Bendiciones solemnes y oraciones sobre el pueblo


Tiempo ordinario, I
El Señor los bendiga y los guarde. R. Amén.
Haga brillar su rostro sobre ustedes y les conceda su favor.R. Amén.
Vuelva su mirada a ustedes y les conceda la paz.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.

Tiempo ordinario, II
La paz de Dios, que supera todo juicio, custodie sus corazones y sus
pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo
Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.

Tiempo ordinario, III


Dios todopoderoso los bendiga con su misericordia y los llene de la
sabiduría eterna.R. Amén.
Él aumente en ustedes la fe y les dé la perseverancia en el bien
obrar.R. Amén.
Atraiga hacia sí sus pasos y les muestre el camino del amor y de la
paz.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.
136
febrero

La vida consagrada,
un don de Dios
Cada 2 de febrero, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida
Consagrada. Por ello, en esta ocasión, queremos presentarles un
breve resumen mediante el cual explicaremos en qué consiste este
estilo de vida.
Antes, hagamos una aclaración. En la Iglesia católica, los
fieles estamos organizados en dos grandes grupos. El primero lo
constituyen quienes reciben el sacramento del orden, es decir, los
diáconos, los presbíteros (o sacerdotes) y los obispos. A ellos se les
llama clérigos o ministros sagrados. A los demás fieles bautizados
no ordenados se les denomina laicos. Ahora, una forma de vivir la
condición de laico o de clérigo es la vida consagrada, de la que
hablaremos en este apartado.
¿Qué es la vida consagrada?
Todos los cristianos somos discípulos de Jesús, quien, como dice el
evangelio, nos llama para estar con él y para enviarnos a anunciar
el reino de Dios. Una forma de vivir este discipulado es la vida
consagrada, la cual es una manera especial de seguimiento de Jesús
que, como los apóstoles, implica dejar todo para estar con Jesús y
ponerse, como él, al servicio de Dios y los hermanos (cf. Juan Pablo
II, Vita consecrata, 3).
La consagración no depende de la sola decisión humana, sino
que es, ante todo, un don, un llamado de Dios que invita a una
137 La vida consagrada, un don de Dios
febrero

respuesta libre por parte de aquel que es llamado. Por eso, decimos
que hay que tener vocación para esta forma de vivir la fe.
Existe una gran diversidad de tipos e instituciones de vida
consagrada1. Pero todas tienen en común la entrega (consagración)
total a Dios y al servicio del prójimo, tomando como modelo a
Jesús. La radicalidad de esta entrega se expresa en los consejos
evangélicos, tres principios que resumen la forma de ser y vivir de
Jesús. Los resumimos a continuación:

Pobreza Castidad Obediencia

Entrega de la
Desprendimiento Asumir una vida propia voluntad
de los bienes célibe, como a la voluntad de
materiales para tener Jesús, para vivir más Dios, como Jesús,
un corazón más libre plenamente el amor y obediencia a los
y abierto a los bienes a Dios y al prójimo. superiores de la
espirituales. comunidad.

Origen histórico de la vida consagrada


Desde los inicios del cristianismo, hubo personas que se dedicaron
de lleno a Cristo optando por una vida célibe. En el Nuevo
Testamento, por ejemplo, se mencionan grupos de viudas (1 Tm 5,
3-16) y vírgenes (1 Co 7, 34-35) consagradas a Cristo y entregadas a
la oración y el servicio de la comunidad.
Sin embargo, fue en el siglo iv cuando la vida consagrada tomó
un mayor impulso. Muchas personas, en una búsqueda por nuevas
formas de vivir el seguimiento de Jesús, se marcharon al desierto y
empezaron a vivir en silencio y soledad, como ermitaños dedicados
a la oración, la penitencia y el trabajo.

1
Para mayor especificidad, el concilio Vaticano II prefiere reservar el término laico
solo para los fieles que no son ni clérigos ni consagrados (cf. Lumen gentium, 31).
La vida consagrada, un don de Dios 138
febrero

Ese movimiento se difundió rápidamente por el mundo cristiano


de entonces. Más adelante, algunos monjes se organizaron en
comunidades y dieron origen a las órdenes monásticas. Uno de los
principales organizadores en Occidente fue san Benito (480-547),
quien escribió una regla para ordenar y guiar la vida de sus monjes.
Lo mismo hizo su hermana santa Escolástica para las comunidades
femeninas.
Como lo estipuló san Benito, la vida monástica (ver Doc. 1) se
caracteriza por el ora et labora («orar y trabajar»). El énfasis no
estaba tanto en el apostolado o la misión, sino, sobre todo, en la vida
fraterna y la oración. Sin embargo, a partir del siglo xiii, surgieron
otras órdenes religiosas que, además de la vida fraterna y la oración,
se dedicaban a apostolados específicos según el carisma que Dios
había inspirado a sus fundadores. Por ejemplo, los dominicos, a la
predicación y la enseñanza, y los mercedarios, a la liberación de los
cautivos.
Desde entonces, han surgidos una serie de órdenes,
congregaciones y otras instituciones de vida consagrada que
desempeñan misiones específicas dentro de la Iglesia, según
el carisma de sus fundadores. Cabe precisar que con carisma
nos referimos a la misión particular que Dios ha inspirado a los
fundadores. Esa es una de las razones de que haya gran diversidad
de formas e instituciones de vida consagrada y que vayan surgiendo
otras según las necesidades de cada época.
Una mención adicional merecen las instituciones femeninas. Hasta
el siglo xvi, solo había órdenes femeninas de vida contemplativa al
estilo monástico. Pero san Vicente de Paúl (1581-1660) y santa Luisa
de Marillac (1591-1660) fundan en Francia las Hijas de la Caridad, una
congregación dedicada a labores asistenciales en hospitales, asilos,
orfanatos, centros psiquiátricos, entre otros. Desde entonces, han
surgido muchos institutos femeninos dedicados a distintos ámbitos
de servicio en la Iglesia y la sociedad.
139 La vida consagrada, un don de Dios
febrero

Monasterio de Leyre, monjes. Fuente: Por Soleá

La jornada de un monje
Toda nuestra jornada se desenvuelve al compás del ora
et labora («reza y trabaja»), sin que tampoco falten momentos
para cultivar la vida fraterna en comunidad ni el necesario
tiempo libre. A nivel comunitario, nos reunimos para orar siete
veces al día, celebrando la Eucaristía y la Liturgia de las Horas,
el Oficio Divino, que jalona la jornada desde la madrugada
hasta la noche. También dedicamos otro espacio de tiempo
importante a la lectio divina (lectura orante de la Palabra de
Dios) y a la oración personal. Intercalándose con la oración,
se distribuyen los tiempos de trabajo. Mediante el trabajo —
intelectual o manual— el monje desarrolla sus capacidades
humanas, las consagra a Dios, sirve a sus hermanos y colabora
con el mantenimiento de la casa.
La vida consagrada, un don de Dios 140
febrero

Formas de vida consagrada


En la Iglesia, podemos distinguir las siguientes formas de vida
consagrada:
• Vírgenes y viudas consagradas. Como dijimos, esta forma de
vida consagrada ha existido desde los orígenes del cristianismo.
Lo constituyen mujeres que viven en estado de virginidad
perpetua o que hacen voto de castidad (en el caso de las viudas).
Se consagran a Cristo y al servicio de la Iglesia mediante un rito
litúrgico celebrado por el obispo de la diócesis. Pueden vivir en
sus propios hogares o asociarse con otras consagradas. Santa
Rosa de Lima, por ejemplo, fue una virgen consagrada, no una
monja, que adoptó la espiritualidad dominica.
• Vida eremítica. Comúnmente, los conocemos como ermitaños.
Ellos hacen profesión de los tres consejos evangélicos y se
dedican a la oración, la ascesis y el trabajo. Se caracterizan
por vivir apartados del mundo. Ellos escogen dónde vivir y
dependen del obispo que los reconoce o pertenecen a alguna
orden monástica.
• Institutos dedicados totalmente a la contemplación. Están
conformados por comunidades de personas dedicadas a la
oración, el silencio y el trabajo, cuyo fin último es la contemplación
de Dios. Ellos le hablan a Dios de las necesidades del mundo.
• La vida religiosa apostólica. Lo constituyen personas que
viven en comunidad y profesan los consejos evangélicos según
el carisma inspirado a sus fundadores, el cual define su misión
dentro de la Iglesia. Por tanto, participan de manera activa en
las labores apostólicas y misioneras de la Iglesia y en cualquier
obra de caridad cristiana (ver Doc. 2), como el anuncio del
evangelio a través de la educación, la asistencia sanitaria, el
cuidado de ancianos o de niños abandonados, de los medios
de comunicación, la atención a los presidiarios o los migrantes
etc. Ellos le hablan al mundo sobre el amor de Dios.
141 La vida consagrada, un don de Dios
febrero

Testimonio de una
misionera comboniana
Mi servicio durante los años de
misionera en Egipto ha sido, sobre
todo, en el campo de la educación
con los refugiados sudaneses. Digo
sobre todo porque, al mismo tiempo,
tenemos que preocuparnos de la
salud y la situación social de las
familias de los niños si deseamos
ayudarlos. […] Colaboramos con
nuestros hermanos combonianos
en la administración de tres escuelas
para los refugiados sudaneses y
Fuente: OMP España
algunos de otros países como Etiopía,
Camerún o Nigeria. […] Son niños cristianos y musulmanes, [al
igual que] los maestros y maestras […]. Cada año, además, se
brinda ayuda a algunos de los niños que necesitan operarse y
corregir malformaciones óseas provocadas por la falta de calcio
en su alimentación.
Hna. Expedita Pérez, misionera en Egipto

• Institutos seculares. Se caracterizan porque sus miembros


profesan los consejos evangélicos, pero no abandonan sus
labores cotidianas, sus empleos, por ejemplo. Muchos viven
solos, con sus familias o en comunidad, pero siempre de acuerdo
con las normas de sus instituciones. El objetivo es transformar
el mundo desde dentro, como la levadura del reino de Dios que
fermenta la masa.
• Sociedades de vida apostólica. Están conformadas por laicos o
clérigos que, sin hacer la profesión de los consejos evangélicos
—salvo excepciones—, viven en comunidad y realizan un
apostolado propio, según el carisma de su institución.
La vida consagrada, un don de Dios 142
febrero

Clero religioso y clero diocesano


Como ya mencionamos antes, en el caso de los institutos masculinos
de vida consagrada, muchos de sus miembros son, asimismo,
clérigos, es decir, diáconos, presbíteros u obispos; aunque la
mayoría de instituciones masculinas tienen también integrantes que
solo profesan los consejos evangélicos. A ellos, normalmente, se les
llama hermanos. San Martín de Porres, por ejemplo, fue hermano
dominico. Entonces, ¿en qué se diferencian el clero diocesano del
religioso? Lo resumimos en la siguiente tabla.

Clero religioso Clero diocesano

Hacen la profesión de los tres No profesan los consejos


consejos evangélicos; aunque evangélicos. Cuando son
normalmente en un rito ordenados, solo hacen
distinto al de la ordenación. promesa de celibato y de
obediencia al obispo.
Viven en comunidad y
Pueden vivir solos en la casa
comparten los bienes entre
parroquial o asociarse con
todos. Sus ingresos los
otros sacerdotes diocesanos.
entregan a la congregación,
Viven de su trabajo o del sueldo
que es la que suministra lo que
que les provea la diócesis.
necesite cada uno.
La misión y actividades que Generalmente, su misión
realizan dependen del carisma principal es la atención de las
de su congregación y se parroquias, aunque el obispo
deciden en comunidad, con puede asignarles también
autorización de los superiores. otras misiones de la diócesis.
Están supeditados a la Dependen directamente del
autoridad de los superiores de obispo de la diócesis. Es a él a
la congregación, pero también quien dan cuenta y con quien
coordinan con los obispos del coordinan sus actividades.
lugar donde laboran.
143
febrero

Mi cuerpo es comida

Mis manos, esas manos y tus manos


hacemos este gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en tu muerte y en tu vida.

Unidos en el pan los muchos granos,


iremos aprendiendo a ser la unida
ciudad de Dios, ciudad de los humanos.
Comiéndote, sabremos ser comida.

El vino de sus venas nos provoca.


El pan, que ellos no tienen, nos convoca
a ser contigo el pan de cada día.

Llamados por la luz de tu memoria,


marchamos hacia el Reino haciendo historia,
fraterna y subversiva Eucaristía.

Pedro Casaldáliga
la Palabra de Dio
Lleven s
re
a los homb s de hoy
con los medios de hoy.
Beato Santiago Alberione

Entre las Hijas de San Pablo


realizarás plenamente tu vida,
viviendo y comunicando a
Cristo Jesús Camino, Verdad y Vida,
en el espíritu del apóstol Pablo;
utilizando todos los medios
y formas de la comunicación.

ASOCIACIÓN
HIJAS DE SAN PABLO

PERÚ: Av. El Santuario 1800,


Urb. Mangomarca, SJL, Lima
Teléfono: 379-5336
Email: rafaela@paulinas.org.pe
editorial@paulinas.org.pe
www.paulinas.org.pe

BOLIVIA: Calle Loayza 143, La Paz


Telefax: 2316263 Cel.: 73749676
Email: librerialapaz@paulinas.org.bo
mariapaz@paulinas.org.bo
www.paulinas.org.bo
145
CENTRO DE ESPIRITUALIDAD febrero
“Nuestra Señora del Camino”
Av. Los Pinos 993, Chaclacayo

El Centro de Espiritualidad “Nuestra Señora del Camino” (Chaclacayo), a


cargo de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, ponemos a su
disposición, durante el año una serie de oportunidades para realizar ejercicios
espirituales dirigidos a laicos, sacerdotes, religiosas y religiosos. A continuación,
les presentamos las fechas de los ejercicios y las de nuestros talleres.

Ejercicios espirituales y talleres 2022


Enero
Del dom. 2 al dom. 9, H. Emma Martínez Ocaña IT. Virtual y presencial.
Del martes 11 al miércoles 19, P. Carlos Silva Canessa SJ. Presencial.
Del domingo 23 al lunes 31, H. Norka Yrigoyen ACI. Presencial.
Febrero
Del viernes 4 al sábado 12, P. Duval Delgado SJ. Presencial.
Del viernes 18 al sábado 26, P. Santiago Vallebona SJ. Presencial.
Marzo
Del jueves 3 al viernes 11, P. Miguel Ángel Carvajal, SJ. Presencial.
Abril
Retiro de Semana Santa
Del jueves 14 al domingo 17, Equipo del Centro. Presencial.
Agosto
Del miércoles 3 al jueves 11, P. Deyvi Astudillos SJ. Presencial.
Del domingo 14 al domingo 21, H. Vivian Vera ACI. Presencial.
Además, durante todo el año, acompañamos ejercicios espirituales
personalizados de 3, 5, 8 días y hasta de un mes. El Centro está
disponible para acoger a grupos para jornadas, encuentros o cursos.
Para ello, los invitamos a llamar y coordinar la fecha. ¡Los esperamos!
CONSULTAS:
Los Pinos 993, Chaclacayo, Lima 8
Teléfonos: 301 0458 / 933 370 801
espiritualidad.aci@gmail.com
146

30
febrero
Adquiera

en todas nuestras librerías o suscríbase.

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Epiconsa, que contiene la liturgia para cada día (lecturas y oraciones,
comentarios diarios y dominicales).
Puede realizar la suscripción en todas nuestras librerías que
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S/ 70.00 (no incluye los gastos de envío a provincias), la puede
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el Banco de Crédito: Cuenta Corriente N.º 191-0045450-0-90 a
nombre de Asociación Hijas de San Pablo.

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