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febrero
2022
FEBRERO
Valoremos la santidad:
Santa Águeda, pág. 44
Santa Josefina Bakhita, pág. 59 CENTROS DE DIFUSIÓN
Santa Escolástica, pág. 66
Santos Cirilo y Metodio, pág. 82 PERÚ
San Policarpo, pág. 114 LIMA: Jr. Callao 198 / Teléfono: 427-8276
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de Dios, pág. 134
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Palabra y Eucaristía no es un libro litúr- pe
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5
Martes 1 de febrerofebrero
IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
4.a semana del Salterio - Verde
Monición general
La rebelión de Absalón contra su padre David termina de forma
trágica. Aunque el ejército de David resulta vencedor, la victoria
no da lugar a la celebración, sino al duelo. Así, esta escena nos
muestra el corazón paternal del rey David.
El evangelio también nos abre una ventana al corazón de
Jesús. Un padre desesperado se acerca para pedirle que salve
a su hija. En el trayecto, una mujer deja renacer su esperanza
y se aproxima a Jesús en busca de salud. Jesús, en lugar de
fastidiarse porque lo interrumpen, reconfirma a ambos en su fe.
Señor, nosotros también nos acercamos humildemente a ti
para que sanes nuestros corazones.
Monición general
Hace unas semanas, acogimos al niño Jesús en el día de su
nacimiento. Hoy, junto a José y María, lo acompañamos en
el día de su presentación en el templo. Su presencia, como
lo simbolizan las velas encendidas que portamos, es luz para
nuestras vidas.
Por ello, el profeta Malaquías nos habla del mensajero
que tendrá la misión de prepararnos para acoger al Señor que
viene como nuestra luz y salvación. El evangelio nos muestra
la realización de esa promesa. Simeón y Ana, iluminados por el
Espíritu Santo, descubren en el niño Jesús al Señor que ha llegado.
Así, Dios, en su Hijo, irrumpe en nuestro mundo asumiendo
nuestra humanidad, no desde el poder, sino desde la fragilidad.
La Iglesia también ha escogido esta fiesta para orar y dar
gracias a Dios por todos los que se han consagrado a Dios en la
vida religiosa.
Pidamos a Dios que las religiosas y los religiosos sigan
iluminando al mundo con la luz del evangelio y su testimonio
de vida.
MISA
Antífona de entrada Sal 47, 10-11
Oh, Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como
tu Nombre, oh, Dios, tu alabanza llega al confín de la tierra. Tu
diestra está llena de justicia.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, rogamos humildemente a tu majestad
que, así como tu Hijo Unigénito ha sido presentado hoy en el templo
2 MIÉRCOLES
febrero
12
Monición general
Al final de su vida, el rey David se despide en paz dejando el
reino en manos de su hijo Salomón. Pero más que el poder y sus
conquistas, lo que quiere legar a su hijo es el tesoro de su fe en
la misericordia infinita de Dios, fuente de toda sabiduría.
En el evangelio vemos que Jesús no solo nos llama para
estar con él, sino también para participar de su misión: llevar
por el mundo la luz de la buena noticia; pero siempre de manera
comunitaria y sin equipajes pesados que nos obstaculicen el
camino.
Señor Jesús, que con nuestra vida y testimonio sigamos
haciendo crecer las semillas del reino que sembraste en el
mundo.
Monición general
A lo largo de estas semanas, la primera lectura nos ha presentado
la figura de David. Ahora, el libro del Eclesiástico nos muestra
una semblanza más sobre este gran rey, un personaje clave en
la historia del pueblo elegido.
En el evangelio, san Marcos aprovecha las preguntas y
dudas que suscita Jesús para presentarnos el trágico final de
Juan Bautista. Su coherencia de vida y su mensaje lo llevaron
a chocar con el poder. Su muerte se decide por los caprichos de
quienes no toleran la verdad.
Señor, fortalécenos con el ejemplo y coherencia de vida de
tu hijo Juan Bautista.
Monición general
Dios se revela en sueños al nuevo rey de Israel, Salomón, y le
da libertad de pedirle lo que desee. ¿Será poder y riquezas lo
que pida o, más bien, sabiduría para gobernar a su pueblo? Su
actitud nos da un gran ejemplo de humildad.
En el evangelio, los discípulos han vuelto de su gira
misionera y Jesús quiere tener un tiempo a solas con ellos. Sin
embargo, al llegar a su destino, se encuentran con una gran
multitud esperándolos. Jesús reacciona dejándose llevar por su
compasión.
Jesús, maestro, tú dijiste que la mies es grande y los obreros
son pocos; envía a tu Iglesia más pastores compasivos como tú.
Antífona de entrada
Esta virgen valiente, ofrenda de pureza y castidad, sigue al Cordero
crucificado por nosotros.
Oración colecta
Señor, que santa Águeda, virgen y mártir, nos alcance tu perdón,
pues ella te agradó siempre por la fortaleza en el martirio y por el
mérito de su castidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 4-13
En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios,
pues era el santuario principal. En aquel altar ofreció Salomón mil
holocaustos. Y en Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón
y le dijo: «Pídeme lo que quieras». Respondió Salomón: «Tú le hiciste
una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en
tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has
cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su
trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho
que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy
un muchacho y no sé por dónde empezar o terminar. Tu siervo se
5 SÁBADO
febrero
24
Santa Águeda
Águeda nació al sur de Italia, hacia el
año 230. En tiempos de la persecución
del tirano emperador Decio, el
gobernador Quinciano se propone
enamorarla, pero ella le declara que
se ha consagrado a Cristo.
Para hacerle perder la fe y la
pureza, el gobernador manda que
la lleven a una casa de mujeres de
mala vida para que permanezca allí
un mes, pero nada ni nadie logra hacerla quebrantar el voto de
virginidad y de pureza que le había jurado a Dios. El gobernador
ordena que le destrocen el pecho a machetazos y la azoten
cruelmente. Pero esa noche se le aparece el apóstol san Pedro,
quien la anima a sufrir por Cristo y la cura de sus heridas.
Al encontrarla curada al día siguiente, el tirano le pregunta:
«¿Quién te ha curado?». Ella responde: «He sido curada por el poder
de Jesucristo». El malvado le grita: «¿Cómo te atreves a nombrar
a Cristo, si eso está prohibido»? Y la joven le responde: «Yo no
puedo dejar de hablar de aquel a quien más fuertemente amo en
mi corazón».
Testimonio de vida
Fue arrojada sobre llamas y brasas ardientes, y mientras
se quemaba iba diciendo en su oración: «Oh Señor, creador
mío: gracias porque desde la cuna me has protegido siempre.
Gracias porque me has apartado del amor a lo mundano y de
lo que es malo y dañoso. Gracias por la paciencia que me has
concedido para sufrir. Recibe ahora en tus brazos mi alma». Y,
diciendo esto, expiró. Era el 5 de febrero del año 251.
Es la protectora de los partos difíciles, los problemas de la
lactancia o el cáncer de mama, y de las enfermeras.
Santa Águeda, alcánzame un gran amor a Jesús que me
lleve a seguirlo con radicalidad, paciencia en mis sufrimientos
y coherencia entre mi fe y mi obrar.
27
Domingo 6 de febrero
febrero
echaré las redes. Esta nueva pesca les revela el misterio de Jesús.
Como Isaías, Simón, Santiago, Juan y sus demás compañeros sienten
viva su condición de pecadores, de indignidad ante la experiencia
que viven. Pero Jesús le dice a Simón: No temas; desde ahora serás
pescador de hombres. Su palabra llena de capacidad nueva el
corazón de sus discípulos y les señala un nuevo horizonte a donde
entrarán como quienes llevan en sí el misterio de Dios.
Por eso, ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo
siguieron. Horizonte nuevo, faena nueva, vida nueva, tres momentos
de toda vocación en el plan de Dios: una fase de abandono y
renuncia. Así lo reflejan las barcas dejadas en tierra sin atar; quien
va a regresar las deja amarradas y en el agua. La barca ya no es el
instrumento necesario. Otra barca, la Iglesia, surge en el horizonte
del discípulo. Dejarlo todo, dejar para encontrar; no dejar y añorar,
no dejar y caer en el vacío, sino encontrar a Jesús y llenarse de él. Lo
siguieron: a partir de ese momento, la vida y la misión de Jesús serán
su propia vida y misión.
La carta de san Pablo que hemos escuchado nos dice cuál es la
misión: anunciar la resurrección de Jesús, el Señor, como el mundo
nuevo que Dios ofrece al hombre y lo conduce a la plena realización
de la vida. La resurrección es la fuerza nueva en el mundo que llena
de vitalidad la debilidad humana. No saca al hombre del mundo, no
lo hace vivir en un mundo ilusorio, sino que llena de sentido su vida
terrena.
Esos discípulos que Dios llama, con la misma fuerza que a Isaías,
que a Simón y sus compañeros, somos también los discípulos de
hoy. Dios ha querido tener necesidad de nosotros. Dios ha querido
involucrarnos en su acción salvadora. Que Dios nos dé la fortaleza
de decir, como Isaías: Aquí estoy, envíame; y hacer lo que hicieron
Simón y sus compañeros: dejar y seguir. Dejar para seguir, no lo uno
sin lo otro. Amén.
29 DOMINGO
febrero 6
Monición general
En este quinto domingo del Tiempo Ordinario, la liturgia de
la Palabra nos invita a reflexionar sobre las vocaciones dentro
de la Iglesia. Jesús, como nos narra el evangelio, no realizó su
misión solo; sino que convocó a un grupo de discípulos para
que participen de ella y la continúen en la posteridad. Nosotros
somos herederos de esa fe, como nos lo recuerda san Pablo. El
profeta Isaías también nos comparte su experiencia vocacional,
resaltando que esta no se debe a mérito alguno suyo, sino a la
pura gracia de Dios.
Por ello, hoy es una ocasión propicia para dar gracias a Dios
por tantas mujeres y hombres que dedican su vida de lleno al
evangelio y también para escuchar la voz de Jesús, que siempre
nos está llamando a cada uno de nosotros.
Señor, permite que, en la cotidianidad de nuestra vida,
sigamos llevando al mundo la luz de tu evangelio.
Oración colecta
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre
fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El profeta Isaías tiene una visión de la gloria de Dios. En medio
de ese escenario sagrado, y viéndose capacitado por Dios, nace
su vocación como profeta de su pueblo. ¡Escuchemos!
Segunda lectura
¿Cuál es la fe que nos ha sido anunciada? San Pablo nos ofrece
una bella síntesis de la fe que se nos ha transmitido por medio
de los apóstoles. ¡Escuchemos!
Oración universal
Al Santo de Israel y al Señor de la historia oremos en nombre de
toda la humanidad. Digamos: R. Escucha, Señor, nuestra oración.
1. Por el papa y los pastores del pueblo de Dios, los ministros de la
Palabra, los consagrados y los fieles laicos: para que vivamos el
evangelio con espíritu profético y convicción orante. Oremos.R.
2. Por los que gobiernan las naciones: para que promuevan la justicia,
la igualdad y los derechos básicos de todos los ciudadanos.
Oremos.R.
3. Por todos los que invocan al Señor desde las cárceles, los
hospitales y la marginación: para que experimenten la liberación
interior y descubran, en el servicio generoso a sus hermanos, la
presencia de Dios que los ama. Oremos.R.
4. Por todos nosotros: para que conozcamos, amemos y
practiquemos la Palabra de Dios; que esta guíe nuestros pasos
en el servicio y la entrega solidaria a los demás. Oremos.R.
5. Para que el Señor se manifieste en el corazón de los que hoy
morirán y les infunda la paz eterna. Oremos.R.
6 DOMINGO
febrero
34
Monición general
El rey Salomón impulsó la construcción de un templo, un
santuario para el Señor. Ahora, la primera lectura nos narra
el día de su consagración y cómo Dios elige ese lugar para ser
signo de su presencia en medio de su pueblo.
En el evangelio, san Marcos nos presenta un resumen de
las actividades de Jesús. Él, junto con sus discípulos, recorre
pueblos y aldeas anunciando el reino y llevando salud a quienes
se le acercan.
Señor, humildemente acudimos a ti para que cures nuestras
dolencias del cuerpo y del espíritu, y nos des tu fortaleza para
vivir nuestro día a día.
Monición general
Frente al templo y ante la comunidad, Salomón ora a Dios con
humildad. ¿Puede Dios caber en ese pequeño recinto? Salomón
es consciente de nuestros límites, el templo lo necesitamos más
nosotros que Dios. Es un signo de su presencia entre nosotros.
En el evangelio, Jesús nos llama a poner en orden nuestros
valores. A veces, las preocupaciones por las apariencias nos
hacen olvidar lo verdaderamente importante; o, peor aún,
considerar lo superficial como lo principal.
Señor, ayúdanos a estar despiertos para vivir, de verdad,
según los valores del evangelio.
Testimonio de vida
Pese a perder todo y ser vendida a distintos amos que la
maltrataron durante años, Bakhita conservó la inocencia y un
corazón limpio. No permitió que el sufrimiento se adueñase
de su existencia, lo transformó en esperanza y nunca dudó de
la presencia de Dios, fe que la preservó de la tristeza y le dio
ánimo para seguir adelante.
Un joven estudiante le preguntó una vez: «¿Qué harías si te
encontraras con tus captores?». Sin dudarlo, ella respondió:
«Si me encontrara con los que me secuestraron, e incluso con
los que me torturaron, me arrodillaría y les besaría las manos.
Porque si estas cosas no hubieran sucedido, no habría sido
cristiana y religiosa hoy».
Bakhita, intercede para que logremos descubrir el paso
de Dios por nuestra historia personal y para que vivamos en
actitud de perdonar siempre a quien nos hace el mal.
VIERNES 42
Miércoles
febrero 9 de febrero
V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
1.a semana del Salterio - Verde
Monición general
Cuando Salomón inició su reinado, en lugar de poder y riquezas,
pidió a Dios un corazón sabio. Hoy la primera lectura nos da una
muestra de su sabiduría, que nos recuerda la fidelidad de Dios
a sus promesas.
En el evangelio, luego de las críticas de los fariseos a Jesús
porque sus discípulos no guardaban los rituales de pureza,
él explica al público qué es lo que realmente hace impuro al
hombre. Más que a la exterioridad, él nos invita a mirar nuestros
propios corazones.
Señor, tú nos quieres limpios de corazón, purifícalo de toda
mala intención y maldad.
Monición general
Dios le demostró con creces a Salomón que él es fiel a sus
promesas, ¿pero podrá Salomón también mantenerse fiel al
Señor? La primera lectura nos llama a revisar nuestras actitudes
y a volver nuestros corazones a Dios.
En el evangelio, Jesús va a territorio extranjero, tratando de
pasar desapercibido. Pero la fe de una mujer pagana, desesperada
por la salud de su hija, hace que Jesús caiga en la cuenta de que
la buena noticia no conoce de nacionalidades ni fronteras.
Señor, que nuestra fe en ti cree unidad y colaboración,
nunca divisiones ni exclusivismos.
Antífona de entrada
Esta es una virgen sabia y prudente, que salió a recibir a Cristo con
la lámpara encendida.
Oración colecta
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te rogamos, Señor,
que, por su ejemplo, te sirvamos con caridad pura y alcancemos los
saludables efectos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 11, 4-13
Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres hicieron que su
corazón se desviara hacia otros dioses extranjeros, pues no se había
entregado por completo al Señor su Dios como lo había hecho David,
su padre. Salomón se interesó por Astarté, diosa de los fenicios,
y Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba;
no siguió plenamente al Señor como su padre David. Entonces
construyó un altar a Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza
frente a Jerusalén, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto
para sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban
en honor de sus dioses. El Señor se encolerizó contra Salomón,
10 JUEVES
febrero
46
Testimonio de vida
Esta historia revela la intensidad espiritual del amor fraterno
y el deseo de ambos hermanos de vivir la santidad como
obediencia perpetua a Dios, asentada sobre la confianza en él.
Es patrona de las monjas, de los niños que sufren convulsiones
y de algunas ciudades de Francia y de España. También se
pide su intercesión en las tormentas y las lluvias torrenciales.
Señor, que con el ejemplo de Escolástica nos mostraste
hacia donde conduce la inocencia, alcánzame, por sus méritos
y oraciones, que podamos así vivir en la inocencia para lograr
las alegrías eternas.
49 DOMINGO
Viernes 11 de febrero
febrero
Monición general
¿Hasta dónde nos pueden llevar la codicia y el ansia de poder?
Luego de ser proclamado rey de las tribus del norte, Jeroboán
percibe como una amenaza para su poder que el pueblo siga
yendo al templo de Jerusalén y tomará medidas al respecto, sin
importar el respeto a Dios ni a las tradiciones del pueblo.
El evangelio, por su parte, nos abre una ventana al corazón
de Jesús. Una multitud lo viene siguiendo ya por tres días y
se han quedado sin comida. Si cada quien no tiene suficiente,
¿puede el milagro del compartir hacer que el pan alcance para
todos?
Jesús, maestro, abre nuestros corazones para seamos
generosos en el compartir con el prójimo.
Segunda lectura
¿Se puede predicar a Cristo resucitado sin creer en la
resurrección? San Pablo nos aclara por qué la resurrección es la
que da pleno sentido a nuestra fe.
Oración universal
Pongamos en Dios nuestra confianza y pidámosle que, así como
resucitó a Jesucristo de entre los muertos, nos haga esperar nuestra
resurrección poniendo en sus manos de Padre nuestras inquietudes
y anhelos. Digámosle: R. Escúchanos, pues confiamos en ti.
1. Por el papa y toda la Iglesia: para que viva el espíritu de las
bienaventuranzas del reino y anuncie el secreto de la verdadera
felicidad a la que conduce el evangelio. Oremos.R.
13 DOMINGO
febrero
60
2. Por los jefes de las naciones y los poderosos del mundo: para que
promuevan proyectos de justicia, educación, salud y bienestar
para todos. Oremos.R.
3. Por los enfermos, los oprimidos, los pobres, los excluidos y los que
más sufren, para que encuentren su consuelo en la solidaridad de
sus hermanos y en la cruz de Cristo. Oremos.R.
4. Por todos nuestros seres queridos que han muerto: para que
Jesús resucitado los tenga gozando de su presencia. Oremos.R.
5.
Por todos los cristianos: para que encontremos en las
bienaventuranzas el estilo de vida que nos hace verdaderos
profetas y testigos del reino de Dios. Oremos.R.
6. Para que la celebración de la resurrección de Cristo en esta
Eucaristía avive nuestra fe, renueve nuestra esperanza y nos haga
vivir la caridad. Oremos.R.
Oh Dios, que llamas dichosos a los que el mundo llama desgraciados,
escucha las oraciones que con fe te presentamos, y haz que un día
gocemos de la dicha eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
61
Lunes 14 de febrerofebrero
SANTOS CIRILO, monje, y METODIO, obispo (MO)
VI semana del Tiempo Ordinario - 2.a semana del Salterio - Blanco
Monición general
Esta semana y algunos días de la siguiente, en la primera lectura,
escucharemos la carta del apóstol Santiago. Hoy leemos el inicio
de su escrito. Sus palabras son un llamado a mantenerse firmes
en la fe en medio de las dificultades, pero siempre con humildad.
En el evangelio, un grupo de fariseos, expertos en su
religión, se acercan a Jesús pidiendo un signo, un milagro. Pero
¿acaso los milagros de Jesús son un espectáculo? ¿No son, más
bien, una gracia de Dios para aliviar el sufrimiento de sus hijos?
¿Buscan asombrarnos o despertar nuestra fe en él?
Señor Jesús, tú eres el mayor signo del Padre, ayúdanos a
acrecentar nuestra fe en ti.
Antífona de entrada
Estos son los varones santos, amigos de Dios, insignes en la
predicación de la verdad divina.
Oración colecta
Oh, Dios, que iluminaste a los pueblos eslavos por medio de los
santos hermanos Cirilo y Metodio, concédenos acoger en nuestros
corazones las palabras de tu enseñanza, y haz de nosotros un
pueblo concorde en la fe verdadera y en su recta confesión. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Comienzo de la carta del apóstol Santiago 1, 1-11
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce
tribus de la dispersión. Hermanos míos, ténganse por muy dichosos
cuando se vean asediados por toda clase de pruebas. Sepan que,
al poner a prueba la fe, ustedes aprenden a tener paciencia. Y si la
paciencia llega hasta el final, serán perfectos e íntegros, sin que les
falte nada. En caso de que alguno de ustedes carezca de sabiduría,
que la pida a Dios. Dios da generosamente y sin reproches. Pero
tienen que pedir con fe, sin dudar lo más mínimo, porque quien
14 LUNES
febrero
62
Testimonio de vida
Cirilo realizó un gran e importante
aporte a la cultura siendo el fundador
de la literatura eslava. Elaborada la
escritura eslava, de inmediato se enfrascó en la traducción
de libros religiosos al eslavo antiguo. Terminados sus cuatro
años misioneros en la Gran Moravia, Cirilo viajó a Roma e
ingresó en un convento de monjes griegos. Falleció a los 50
días de su estancia en la Ciudad Eterna, el 14 de febrero del
869. Al morir, el primer educador y maestro de los eslavos
tenía tan solo 42 años.
Metodio nació alrededor del año 815. Su padre lo destinó a la
carrera militar, para la cual tenía notables dotes. Disgustado
por violentos sucesos en la corte bizantina, Metodio renunció
al puesto de comandante militar e ingresó en un convento
ubicado al pie del Olimpo. Se desempeñó como archidiácono
del templo de Haghia Sophia, de Constantinopla, y como
profesor de filosofía. Fue el arzobispo metropolitano.
Bajo su dirección se desarrolló la escuela literaria morava,
de la cual salieron las traducciones al eslavo antiguo de todos
los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento. La traducción
de las Sagradas Escrituras fue realizada en ocho meses.
Metodio la dictó a los escribanos que utilizaban una especie
de taquigrafía. San Metodio murió el 6 de abril del año 885.
Santos Cirilo y Metodio, intercedan para que crezca
en nosotros el amor por la palabra de Dios y el deseo de
comunicarla a todos.
65 MIÉRCOLES
Martes 15 de febrero
febrero
Monición general
El apóstol Santiago nos llama a estar atentos a nuestra
interioridad y a las motivaciones que dirigen nuestros actos. La
tentación del mal siempre va a estar allí, pero con la fuerza de la
gracia podremos caminar por los senderos de Dios.
En el evangelio, en medio del lago, Jesús plantea a sus
discípulos varios cuestionamientos por su poca fe. Habiendo
sido testigos de las dos multiplicaciones de los panes, andan
preocupados porque ahora solo les queda uno. Eso es lo que
ocurre cuando solamente nos fijamos en nuestras propias
fuerzas y no confiamos en Dios.
Señor, sabemos que tenemos poco, pero tú, que sacas fuerza
de la debilidad, aumenta nuestra fe.
Monición general
¿Qué vale más: una religiosidad basada en puro conocimiento
o apariencias o una que se hace realidad en la práctica de la
justicia y la caridad? El apóstol Santiago nos invita a evitar el
divorcio entre fe y vida.
En la lectura del evangelio, algunas personas presentan
un ciego a Jesús. Marcos nos hace notar que Jesús no busca
el espectáculo ni la fama, sino, ante todo, nuestro bien. Si le
abrimos nuestra casa, él nos abrirá los ojos para ver el mundo
con la mirada del evangelio.
Señor Jesús, nosotros también queremos ver el mundo con
los ojos que tú lo ves.
Monición general
Nos recuerda el apóstol Santiago que los ojos de la fe nos llevan
a ver el mundo con criterios distintos a los que son comunes
en nuestras sociedades. Dios siempre nos manifestó a quiénes
pone en primer lugar: a los últimos y más necesitados. ¿Nos
conducimos nosotros bajo el mismo principio?
En el evangelio, Jesús plantea a sus discípulos una de
las cuestiones centrales para los cristianos: ¿quién es él para
nosotros? Frente a la respuesta de Pedro, Jesús nos previene
inmediatamente del peligro de esperar un Cristo triunfalista. Su
camino fue el de la cruz.
Señor, que no nos escandalice ni intimide tu cruz y que la
esperanza de participar de tu resurrección sea nuestra fortaleza
en medio de las dificultades.
Monición general
¿Fe u obras, cuál tiene mayor valor? Seguro hemos escuchado
esa pregunta. La primera lectura nos invita a tomar conciencia
de que nuestra fe tiene que traducirse en acciones, en una forma
de vida. De lo contrario, es estéril.
En el evangelio, luego de que Jesús anunciara a sus
discípulos el camino de cruz que le esperaba, plantea a todo el
que quiera seguirlo lo que significa e implica ser discípulo suyo.
No nos promete una vida fácil, pero sí auténtica.
Señor Jesús, aunque haya tribulaciones, tú eres quien tiene
palabras de vida eterna. Haznos fieles discípulos tuyos.
de su Padre entre los santos ángeles». Y añadió: «En verdad les digo,
que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto que el
reino de Dios ha llegado con poder». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve, y sea causa de
eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que
todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Oración después de la comunión
Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que
procuremos siempre aquello que nos asegura la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Monición general
¿Se puede vivir la fe cristiana en función de lindos discursos? El
apóstol Santiago nos llama a ser coherentes entre el decir y el
actuar antes que pretender ser maestros de los demás.
Como Santiago, el evangelio también nos habla de una
voz, la palabra auténtica del Padre que nos confirma a quién
debemos escuchar realmente, quién es el verdadero Maestro de
nuestras vidas.
Padre, que, escuchando a tu Hijo amado, seamos también
dignos hijos tuyos.
Monición general
Hoy continuamos leyendo una sección del evangelio de Lucas,
conocida como el «discurso del llano». El domingo pasado,
Jesús planteaba que Dios se pone de parte de los pobres y los
débiles. Pero ¿es eso una incitación al conflicto de unos contra
otros? Jesús nos pone enfrente un principio fundamental: «Sean
compasivos como el Padre es compasivo». Un ejemplo de ello nos
presenta la primera lectura. David es perseguido por su enemigo,
pero no recurre a la violencia para librarse de él.
En la segunda lectura, san Pablo nos llama a valorar nuestra
humanidad en su real dimensión. Somos Adán, hijos de la tierra,
pero también tenemos esperanza en Jesús, el nuevo Adán.
Padre bueno, que nosotros, como tú, también seamos
siempre compasivos.
Antífona de entrada Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El rey Saúl había iniciado una persecución contra David porque
pensaba que quería quitarle el trono. De pronto, se le presenta a
David la oportunidad de terminar con su enemigo, pero ¿sacará
ventaja de esta situación? ¡Escuchemos!
Monición general
En la primera lectura, el apóstol Santiago insiste sobre cómo se
demuestra la verdadera sabiduría. ¿Será en formas elocuentes
de hablar o en nuestro comportamiento? Bien podemos evaluar
nuestros valores y actitudes a luz de esta palabra.
En el evangelio, un padre desesperado y la crítica situación
de un muchacho hacen tambalear la fe de los discípulos. El padre
del niño, sin embargo, nos da un gran ejemplo de humildad:
reconoce sus propios límites y pide que Jesús lo fortalezca.
Señor, nosotros también acudimos a ti para que aumentes
nuestra poca fe.
Monición general
Hoy celebramos la fiesta de la Cátedra de san Pedro, en la que
recordamos, de modo especial, la autoridad que Jesús confirió
al apóstol Pedro al constituirlo como cabeza de su Iglesia. En la
primera lectura, él, como pastor de los pastores, se dirige a los
presbíteros para recordarles cómo se ejerce el liderazgo dentro
de nuestras comunidades cristianas.
En el evangelio, frente a la pregunta por la identidad de
Jesús, es Pedro quien toma la iniciativa para responder, lo que
es ya un reflejo de la autoridad que tenía dentro del grupo de
discípulos. Jesús luego lo reconfirma como piedra y cimiento de
su Iglesia.
Señor Jesús, fortalece a tu hijo el papa Francisco, sucesor
de san Pedro, para que tú seas siempre su modelo de servicio.
Oración colecta
Dios todopoderoso, no permitas que seamos sacudidos por ninguna
perturbación quienes hemos sido afianzados sobre la roca de la
confesión apostólica. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 1-4
Queridos hermanos: A los presbíteros en esa comunidad, yo,
presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe
de la gloria que va a manifestarse, les exhorto: Sean pastores del
rebaño de Dios que tienen a su cargo, gobernándolo no a la fuerza,
sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia,
91 MARTES
febrero 22
sino con generosidad; no como déspotas sobre la heredad de Dios,
sino convirtiéndolos en modelos del rebaño. Y cuando aparezca el
supremo Pastor, recibirán la corona de gloria que no se marchita.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 22, 1-6
R . El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.R.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.R.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la
cabeza con perfume, y mi copa rebosa.R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi
vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.R.
Monición general
A veces, vivimos demasiado preocupados por el futuro, por lo
que puede o no ocurrir mañana. Pero ¿es eso lo que realmente
nos ayuda a vivir mejor? El apóstol Santiago nos llama a tomar
conciencia de la finitud de la vida.
Por su parte, el evangelio nos plantea un dilema: ¿qué hacer
si alguien ajeno a la comunidad, a la Iglesia, procura el bien de
la humanidad en nombre de Jesús? ¿Hay que impedirlo? Jesús
nos sorprende con su respuesta que promueve la colaboración
en lugar del exclusivismo.
Señor, que, en lugar de ser obstáculo, alimentemos siempre
las semillas del bien que surgen en el mundo.
Antífona de entrada
Este santo luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no
temió las palabras de los malvados: estaba cimentado sobre roca
firme.
Oración colecta
Dios de todas las criaturas, que te has dignado agregar a san
Policarpo, obispo, al número de los mártires, concédenos, por
su intercesión, que, participando con él en el cáliz de Cristo, por
el Espíritu Santo resucitemos a la vida eterna. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 4, 13-17
Queridos hermanos: Ustedes dicen: «Mañana o pasado iremos a esa
ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero». Y ni
siquiera saben qué pasará mañana. Pues, ¿qué es su vida? Una nube
que aparece un momento y enseguida desaparece. Digan más bien:
«Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro». En vez de
eso, se enorgullecen de sus indolencias, sin darse cuenta de que tal
23 MIÉRCOLES
febrero
94
San Policarpo
Nació hacia el año 70, probablemente,
en el seno de una familia que se
convirtió al cristianismo. Su nombre,
«Policarpo», tiene un hermoso
significado: «el que produce muchos
frutos».
Fue discípulo del apóstol san Juan
y, bajo su guía espiritual, conoció a
profundidad las enseñanzas de Cristo.
Años después de su conversión, fue
nombrado obispo de Esmirna (actual
Turquía), ciudad a la que sirvió con
celo y dedicación. Se le considera
uno de los obispos más famosos de
la Iglesia primitiva, entre varias razones, por haber tenido como
discípulos a santos de la talla de san Ireneo de Lyon y san Papías.
Desde su sede en Esmirna, alentó a los fieles a vivir el evangelio
y tener cuidado de aquellos que enseñaban ideologías que se
alejaban de la sana doctrina. En ese propósito, condenó las herejías
que empezaban a difundirse entre los miembros de la Iglesia.
Testimonio de vida
El martirio de san Policarpo se produjo el 23 de febrero del año
155. Aquel día, el santo fue llevado ante el procónsul Decio
Quadrato, quien le ofreció perdonarle la vida si renunciaba
al cristianismo. San Policarpo se negó y fue condenado a la
hoguera.
«Me amenazas con fuego que dura unos momentos y
después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca
al fuego eterno que nunca se apaga», fueron las palabras del
santo, registradas en las actas de su martirio. Finalmente,
sus verdugos tomaron la decisión de atravesarle el corazón
con una lanza.
Que el testimonio de Policarpo afiance nuestra fe y nos
mueva a ser testigos creíbles de la vida verdadera y eterna
que nos alcanzó Jesucristo.
97 VIERNES
Jueves 24 de febrerofebrero
VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
3.a semana del Salterio - Verde
Monición general
¿Se puede construir la vida con bienes conseguidos mediante
el atropello de los demás? El apóstol Santiago nos llama a no
hacernos ilusiones: la injusticia no puede proporcionarnos una
auténtica felicidad.
En el evangelio, Jesús nos brinda una serie de consejos para
aprender a conducirnos en la vida siendo agradecidos con el
bien que recibimos de los demás y estando atentos a los rumbos
que nos desvían de los caminos del reino.
Señor, quita de nosotros las ataduras que nos impiden vivir
según los valores del reino que tu Hijo anunció.
Monición general
¿Cómo afrontar las tormentas y sufrimientos de la vida?
¿Debemos ceder a la desesperanza? El apóstol Santiago nos
invita a mirar el ejemplo de algunos personajes bíblicos, quienes,
desde su confianza en la misericordia de Dios, descubrieron un
camino distinto.
Por su parte, en el evangelio, un grupo de fariseos se acerca
a preguntarle a Jesús si el divorcio es lícito. Pues, en ese tiempo,
la ley judía solo permitía al varón divorciarse de su esposa, no al
revés. Jesús retoma el proyecto original de Dios, que reconoce la
igual dignidad del varón y la mujer.
Señor, fortalece y bendice nuestras familias para que
permanezcan unidas sobre la base del amor mutuo.
Antífona de entrada Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las
realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti
te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 9-12
Hermanos: No se quejen unos de otros, para no ser condenados.
Miren que el juez ya está a la puerta. Tomen, hermanos, como
ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en
nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron paciencia.
Ustedes han oído hablar de la paciencia de Job, sus sufrimientos, y
conocen el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo
y misericordioso. Pero, ante todo, hermanos míos, no juren ni por
el cielo ni por la tierra, ni pronuncien ningún otro juramento; que
el sí de ustedes sea un sí, y el no sea un no; así no serán juzgados.
Palabra de Dios.
101 VIERNES
febrero 25
Salmo responsorial Sal 102, 1-4.8-9.11-12
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.R.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata
tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en
clemencia; no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo.R.
Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre
sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros
nuestros delitos.R.
Monición general
La enfermedad y el sufrimiento, ¿lo debe afrontar cada quien al
margen de la comunidad? La primera lectura nos invita, más
bien, a constituirnos en comunidades solidarias en las que
prime la fraternidad, con mayor razón en tiempos de dolor.
El evangelio nos confronta con una actitud común: el
desprecio a los pequeños, a los que se considera inferiores.
Jesús, sin embargo, pone nuestros valores de cabeza: el reino de
Dios se construye desde abajo y con los de abajo.
Señor, danos corazón de niño para que trabajemos por el
reino con nuestra confianza puesta plenamente en ti.
Monición general
Hoy concluimos con la lectura del discurso del llano. El domingo
pasado, Jesús nos llamaba a amar al prójimo, incluso al enemigo.
También nos había dicho que no juzguemos ni condenemos a los
demás. Ahora nos ofrece una serie de razones que nos orientan
sobre esto último. La primera lectura también nos interpela
si lo que somos se expresa en las apariencias o, más bien, en
nuestra interioridad. Por su parte, san Pablo nos llama a vivir
con esperanza, a partir de una convicción: la muerte no es la
última palabra. Dejemos, pues, que esta Palabra nos infunda
ánimo en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir.
Señor, ilumina nuestras sombras y oscuridades con la luz
de tu palabra.
Oración colecta
Concédenos, Señor, que el mundo progrese según tu designio de
paz para nosotros, y que tu Iglesia se alegre en su confiada entrega.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
¿Cómo conocernos a nosotros mismos y a los demás? La primera
lectura nos muestra un camino, que nos recuerda lo que dijo
Jesús: «De lo que rebosa el corazón habla la boca». ¡Escuchemos!
Oración universal
Demos gracias a Dios, que en Jesucristo nos dio la victoria sobre la
muerte y el pecado, y supliquémosle que conceda su fuerza y su
amor a todos los hombres para que, permaneciendo unidos a él,
demos frutos de santidad. Digamos: R. Danos tu salvación.
1. Por el papa y todo el pueblo de Dios: para que proclamemos
con nuestra vida la alegría y la esperanza en la resurrección.
Oremos.R.
2. Para que la evangelización sea fruto de nuestra vida interior y de
nuestra oración. Oremos.R.
3. Para que los gobernantes de las naciones garanticen a todos los
hombres y mujeres que habitan nuestra tierra un nivel de vida
digno. Oremos.R.
4. Para que a los que sufren en el exilio, en los campos de refugiados,
en los hospitales o en las cárceles no les falte la ayuda de sus
hermanos. Oremos.R.
5. Por todos los fieles difuntos que hoy han dejado este mundo:
para que gocen de la victoria de Cristo sobre la muerte en el cielo.
Oremos.R.
6. Para que, a nosotros, que celebramos nuestra fe en la comunión
fraterna, el Señor nos ayude a dar frutos de bondad y de amor en
nuestro vivir cotidiano. Oremos.R.
Danos tu salvación, Padre de bondad, oye las súplicas de tus hijos
y haz que un día cantemos junto a todos los santos la victoria de
Cristo sobre la muerte y el pecado. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos. Amén.
27 DOMINGO
febrero
112
Monición general
San Pedro, en la primera lectura, nos presenta un bello himno
que resume los rasgos principales de nuestra fe cristiana. Lo
que Dios nos ha revelado en su Hijo Jesucristo es una puerta a
la esperanza, incluso, en medio de tiempos aciagos como los que
estamos viviendo.
En el evangelio, un hombre observante de la ley de Moisés y
de buen corazón se acerca a Jesús. Solo le queda un paso más
para entrar en el camino del reino de Dios: romper con su apego
a las riquezas.
Señor, danos un corazón desprendido para que superemos
los apegos y ataduras que nos impiden seguirte con libertad.
RITOS INICIALES
Canto de entrada
Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras
se entona el canto de entrada. Cuando llega al altar, habiendo hecho con los
ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno,
inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede. Terminado
el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal
de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
Acto penitencial
A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles,
diciendo:
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reco-
nozcamos nuestros pecados.
O bien:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos
pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
O bien, pero solo en los domingos y durante la Octava de Pascua:
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre
la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia
del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.
117 Ordinario de la misa
febrero
Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos dicen en común la fórmula
de la confesión general:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Y, golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa
María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
Y el pueblo responde: Amén.
I
Tú, que eres el camino que conduce al Padre: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
Tú, que eres la verdad que ilumina los pueblos: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
Tú, que eres la vida que renueva el mundo: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
II
Tú, que eres la plenitud de la verdad y de la gracia: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
Tú, que te has hecho pobre para enriquecernos: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
Tú, que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo: Señor, ten
piedad. R. Señor, ten piedad.
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde: Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
El lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan
sentados. Al final de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Todos responden: Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la
respuesta.
119 Ordinario de la misa
febrero
Segunda lectura
Después, si hay segunda lectura, el lector la lee desde el ambón, como
la primera.
Para indicar el final de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Todos responden: Te alabamos, Señor.
Aclamación que precede a la lectura del Evangelio
Sigue el Aleluya o, en Cuaresma, un canto indicado antes del Evangelio.
Evangelio
----------------------------------------------------------------------------
Si el diácono va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el
sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja: Padre, dame tu bendición.
El sacerdote, en voz baja, dice: El Señor esté en tu corazón y en tus
labios, para que anuncies dignamente su Evangelio; en el nombre del
Padre, y del Hijo †, y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde: Amén.
----------------------------------------------------------------------------
Si el sacerdote debe proclamar el Evangelio, inclinado ante el altar, dice
en secreto: Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para
que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.
----------------------------------------------------------------------------
El sacerdote, o el diácono: El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
El sacerdote, o el diácono: Lectura del santo Evangelio según san N.
Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente,
labios y pecho.
El pueblo aclama: Gloria a ti, Señor.
Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y
proclama el Evangelio.
Acabado el Evangelio, el diácono, o el sacerdote, aclama:
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Homilía
Luego se pronuncia la homilía, que corresponde al sacerdote o al diá-
cono, y que debe hacerse todos los domingos y fiestas de precepto; se
recomienda los otros días.
Ordinario de la misa 120
febrero
Profesión de fe
Acabada la homilía, cuando está prescrito, se canta o se dice el símbolo
o profesión de fe:
El credo niceno-constantinopolitano
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos
de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración
y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Oración universal
Después se hace la oración universal u oración de los fieles.
LITURGIA EUCARÍSTICA
Plegarias eucarísticas
Entonces, el sacerdote empieza la plegaria eucarística.
Extendiendo las manos, dice: El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue: Levantemos el corazón.
El pueblo: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
PREFACIOS
Acuérdate también, Señor, de tus hijos [N. y N.], que nos han
precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A
ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del
consuelo, de la luz y de la paz.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]
Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita
misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y
mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [Ignacio, Alejandro,
Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia,
Anastasia,] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía, no por
nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.
Por Cristo, Señor nuestro. Por quien sigues creando todos los bienes,
los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes entre nosotros.
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad
del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
V: El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V: Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias,
Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Verbo, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María,
la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
Ordinario de la misa 130
febrero
RITO DE LA COMUNIÓN
RITO DE LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz les dejo, mi paz les
doy»; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y,
conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Junta las manos.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos,
añade:
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:
Dense fraternalmente la paz.
Comunión
El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo
un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, hacia el pueblo, dice
con voz clara:
Ordinario de la misa 134
febrero
RITO DE CONCLUSIÓN
O bien:
Glorifiquen al Señor con su vida. Pueden ir en paz.
O bien:
En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
El pueblo responde: Demos gracias a Dios.
Tiempo ordinario, II
La paz de Dios, que supera todo juicio, custodie sus corazones y sus
pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo
Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.
La vida consagrada,
un don de Dios
Cada 2 de febrero, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida
Consagrada. Por ello, en esta ocasión, queremos presentarles un
breve resumen mediante el cual explicaremos en qué consiste este
estilo de vida.
Antes, hagamos una aclaración. En la Iglesia católica, los
fieles estamos organizados en dos grandes grupos. El primero lo
constituyen quienes reciben el sacramento del orden, es decir, los
diáconos, los presbíteros (o sacerdotes) y los obispos. A ellos se les
llama clérigos o ministros sagrados. A los demás fieles bautizados
no ordenados se les denomina laicos. Ahora, una forma de vivir la
condición de laico o de clérigo es la vida consagrada, de la que
hablaremos en este apartado.
¿Qué es la vida consagrada?
Todos los cristianos somos discípulos de Jesús, quien, como dice el
evangelio, nos llama para estar con él y para enviarnos a anunciar
el reino de Dios. Una forma de vivir este discipulado es la vida
consagrada, la cual es una manera especial de seguimiento de Jesús
que, como los apóstoles, implica dejar todo para estar con Jesús y
ponerse, como él, al servicio de Dios y los hermanos (cf. Juan Pablo
II, Vita consecrata, 3).
La consagración no depende de la sola decisión humana, sino
que es, ante todo, un don, un llamado de Dios que invita a una
137 La vida consagrada, un don de Dios
febrero
respuesta libre por parte de aquel que es llamado. Por eso, decimos
que hay que tener vocación para esta forma de vivir la fe.
Existe una gran diversidad de tipos e instituciones de vida
consagrada1. Pero todas tienen en común la entrega (consagración)
total a Dios y al servicio del prójimo, tomando como modelo a
Jesús. La radicalidad de esta entrega se expresa en los consejos
evangélicos, tres principios que resumen la forma de ser y vivir de
Jesús. Los resumimos a continuación:
Entrega de la
Desprendimiento Asumir una vida propia voluntad
de los bienes célibe, como a la voluntad de
materiales para tener Jesús, para vivir más Dios, como Jesús,
un corazón más libre plenamente el amor y obediencia a los
y abierto a los bienes a Dios y al prójimo. superiores de la
espirituales. comunidad.
1
Para mayor especificidad, el concilio Vaticano II prefiere reservar el término laico
solo para los fieles que no son ni clérigos ni consagrados (cf. Lumen gentium, 31).
La vida consagrada, un don de Dios 138
febrero
La jornada de un monje
Toda nuestra jornada se desenvuelve al compás del ora
et labora («reza y trabaja»), sin que tampoco falten momentos
para cultivar la vida fraterna en comunidad ni el necesario
tiempo libre. A nivel comunitario, nos reunimos para orar siete
veces al día, celebrando la Eucaristía y la Liturgia de las Horas,
el Oficio Divino, que jalona la jornada desde la madrugada
hasta la noche. También dedicamos otro espacio de tiempo
importante a la lectio divina (lectura orante de la Palabra de
Dios) y a la oración personal. Intercalándose con la oración,
se distribuyen los tiempos de trabajo. Mediante el trabajo —
intelectual o manual— el monje desarrolla sus capacidades
humanas, las consagra a Dios, sirve a sus hermanos y colabora
con el mantenimiento de la casa.
La vida consagrada, un don de Dios 140
febrero
Testimonio de una
misionera comboniana
Mi servicio durante los años de
misionera en Egipto ha sido, sobre
todo, en el campo de la educación
con los refugiados sudaneses. Digo
sobre todo porque, al mismo tiempo,
tenemos que preocuparnos de la
salud y la situación social de las
familias de los niños si deseamos
ayudarlos. […] Colaboramos con
nuestros hermanos combonianos
en la administración de tres escuelas
para los refugiados sudaneses y
Fuente: OMP España
algunos de otros países como Etiopía,
Camerún o Nigeria. […] Son niños cristianos y musulmanes, [al
igual que] los maestros y maestras […]. Cada año, además, se
brinda ayuda a algunos de los niños que necesitan operarse y
corregir malformaciones óseas provocadas por la falta de calcio
en su alimentación.
Hna. Expedita Pérez, misionera en Egipto
Mi cuerpo es comida
Pedro Casaldáliga
la Palabra de Dio
Lleven s
re
a los homb s de hoy
con los medios de hoy.
Beato Santiago Alberione
ASOCIACIÓN
HIJAS DE SAN PABLO
30
febrero
Adquiera
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