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INTRODUCCIÓN
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PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al
mundo.
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SEGUNDA ESTACIÓN
JESÚS TRAICIONADO POR JUDAS, ES
ARRESTADO
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QUINTA ESTACIÓN
JESÚS ES JUZGADO POR PILATO
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SEXTA ESTACIÓN
JESÚS ES AZOTADO Y CORONADO DE
ESPINAS
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Entonces los soldados del procurador
llevaron a Jesús al pretorio y reunieron en
torno a él a toda la cohorte. Le desnudaron,
le pusieron una túnica roja y, trenzando una
corona de espinas, se la pusieron en la
cabeza, y en su mano derecha una caña; se
arrodillaban ante él y se burlaban diciendo:
Salve, Rey de los Judíos.
Le escupían, le quitaron la caña y le
golpeaban en la cabeza. Después de reírse de
él, le despojaron de la túnica, le pusieron sus
vestidos y le llevaron a crucificar.
Comentario
Pilato busca contentar a los judíos, y
entrega a Jesús a sus soldados, que lo
desnudan y lo atan a una columna.
Comienzan los azotes sin asomo de piedad:
uno tras otro descargan sus golpes hasta
quedar exhaustos. Se producen desgarrones,
sufridos en un silencio que no sirve para
conmoverlos.
A la tortura terrible de los latigazos, se
unen los ultrajes, llenos de frivolidad, de
unos inconscientes. El Señor, Rey de cielos y
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tierra, se ve escarnecido con una corona de
espinas, con un manto de púrpura. Y así es
presentado por Pilato: "Aquí lo tenéis, éste es
el hombre". Nos lo presenta como deshecho
de los hombres, y vemos en Él a nuestro
Dueño, a nuestro Señor. Porque es el Hijo de
Dios que va a reinar en un Reino sin ocaso.
Oración
Señor, te vemos llagado y lleno de
heridas. Nosotros, que tanto cuidamos
nuestro cuerpo, quedamos conmovidos de
tu entrega sin límites. Cada latigazo nos
recuerda nuestra sensualidad, cada silencio
ante las espinas, nuestros pensamientos
innobles y egoístas. Enséñanos a vivir con
humildad y pureza de corazón, con
generosidad y desprendimiento; y a respetar
nuestro cuerpo que es morada del Espíritu
Santo.
Padre nuestro… Ave María… Gloria…
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SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Comentario
Jesús toma la cruz. La abraza. Y le pesa.
Le abre las heridas de sus hombros llagados.
Es cruz redentora. ¡Qué duro se hacen los
pasos por la Vía Dolorosa! En torno a Él se
forma un cortejo de curiosos y de gente sin
escrúpulos que aprueba la injusticia. Pero, a
pesar de su debilidad, avanza sudoroso y
sediento, con una sed de amor.
Nosotros, ahora, no podemos
permanecer impasibles ante el Señor que
carga con todas nuestras debilidades. Porque
la cruz, que era signo de oprobio, va a ser
instrumento de nuestra salvación. Y al
contemplar a Jesús sentimos en nuestro
interior, una vez más, su invitación
constante: "Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada
día y sígame".
Oración
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Señor ¿y yo? ¿tomo mi cruz, la mía, la
de cada día, la que tanto me cuesta y tanto
me santifica? Que no le tenga miedo a la
cruz, a esa cruz del dolor, de la enfermedad,
de las incomprensiones, de las derrotas. Que
sepa ver en ella la voluntad de Dios; porque
la cruz, llevada con gallardía es santificante,
es redentora. Enséñame, Señor, a amar la
cruz, a abrazarme a ella.
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OCTAVA ESTACIÓN
EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA
CRUZ
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le cargaron la cruz para que la llevara detrás
de Jesús.
Comentario
A veces nos encontramos con la cruz sin
buscarla. Simón de Cirene tampoco contaba
pensaba encontrarse con el Señor. Habla
realizado, como todos los días, su trabajo en
el campo, y volvía a casa para el merecido
descanso. Sin embargo, los planes de Dios,
son distintos y se le exige un esfuerzo
añadido.
Jesús sale a buscamos cuando menos lo
esperamos, y nos pide que le ayudemos a
llevar tantas cargas… La redención no es una
empresa que hizo el Hijo de Dios, y como tal
ya está olvidada. El Señor nos pide que
seamos corredentores, que seamos sus
hombros en nuestro camino por la vida. Y
eso, a pesar de que nuestros planes sean muy
distintos. Hemos de saber "cambiar nuestros
planes" ante cualquier insinuación del Señor,
como Simón.
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Oración
Señor, estás fatigado y nos pides ayuda:
has querido necesitar de nuestro apoyo.
Enséñanos a tener la humildad de pedir
ayuda cuando lo necesitemos. Enséñanos
también a ser los cireneos de los demás, sin
humillarlos. Haz, Señor que sepamos
descubrir tu rostro amabilísimo en los que
sufren, en los más necesitados, en los
marginados, y que sepamos ser su apoyo y su
consuelo.
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NOVENA ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE
JERUSALÉN
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DÉCIMA ESTACIÓN
LA CRUCIFIXIÓN DEL SEÑOR
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UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS PROMETE SU REINO AL LADRÓN
ARREPENTIDO
Comentario
Allí está Jesús, cosido al madero,
contado entre los malhechores. Estas dos
vidas, que también se están apagando junto
a Él, son el ejemplo de tantas existencias
apartadas de Dios; apartadas incluso de los
hombres, porque están ancladas en el
egoísmo, en la desesperanza, en la falta de
ideales nobles.
A pesar de las propias limitaciones y
errores, no podemos tener una visión
pesimista y oscura de la propia vida. La
misericordia y la gracia de Dios son más
grandes que nuestros fallos. La promesa de
Cristo al buen ladrón es una invitación a
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luchar por amor hasta el último instante. No
podemos tener miedo a acogernos al perdón
de Dios. No nos ha de preocupar perder
alguna escaramuza, lo importante es luchar
por ganar la última batalla.
Oración
Señor, nos vemos pecadores, y nos
avergüenza no haber estado, no estar, a la
altura de las circunstancias. Que no
permanezcamos indiferentes o desesperados
ante nuestros errores. Enséñanos a
reaccionar, a luchar para salir del pecado, y
ayudar también a los demás a salir de él. Que
sepamos, Señor, estar muy pegados a Ti; y
que te "robemos" el cielo, como hizo el
ladrón arrepentido.
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DUODÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS COLGADO EN LA CRUZ, SU MADRE
Y EL DISCÍPULO
Comentario
La Santísima Virgen ha querido asociarse
a la obra de nuestra salvación. Unida
especialmente a su Hijo, su corazón de
madre se ve traspasado por un dolor hecho
de entrega. Ella, que dijo al ángel: "hágase en
mi según tu palabra", vuelve ahora a renovar
esa entrega total, absoluta a los planes de
Dios.
Contempla Jesús a su Madre y se cruza
entre ellos una mirada de ternura, de amor
sin tasa. No ha querido reservarse nada y nos
la entrega. María es ya madre de todos los
creyentes, porque ha creído contra toda
esperanza que se cumplirían las promesas de
Dios. Y el Señor nos invita también a
nosotros, como a Juan, a acogerla en nuestro
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interior, a tener plena confianza en ella, a
poner en sus manos nuestras preocupaciones
y alegrías, para que las presente al Padre.
Oración
Santa María, Madre de Jesús y Madre
nuestra, tú, que estuviste asociada más
íntimamente que nadie al misterio del
sufrimiento redentor de Cristo, enséñanos a
permanecer unidos a Él y a Ti como hizo
Juan, el discípulo amado. Ayúdanos para que
cuando la cruz aparezca en nuestra vida,
también nosotros nos unamos al sacrificio
redentor de su Hijo.
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DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Comentario
Oración
Señor, has bebido el cáliz de la pasión
hasta el final. Tú dijiste que "no hay mayor
amor que el de dar la vida por los amigos".
Has dado tu vida por amor. Haz que yo
aprenda a entregar mi vida a Ti y a los
hermanos que me necesiten.
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DECIMOCUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO
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ORACIÓN FINAL
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UNIDOS AL PAPA
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ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA POR EL
PAPA
Virgen María,
que amas con amor solicito a todos tus
hijos,
cuida con particular amor de Madre
al Vicario de Cristo en la tierra,
a nuestro Santo Padre, el Papa,
para que, en sus desvelos por la Iglesia y el
hombre,
sienta siempre el apoyo y la oración
de los hijos de la Iglesia.
Regálale con la alegría cotidiana que brota
del amor.
Protégelo contra las insidias de quienes no
aman a Dios;
contra las incomprensiones de quienes no le
aman lo suficiente.
Ofrécele tu ternura de Madre,
para que no se sienta solo
en la tarea de regir la Iglesia.
Muéstrate como Madre amorosísima suya.
Y ofrécele siempre tu consuelo. Así sea.
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