Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tesis
Que para obtener el grado de
Maestro en Geografía Humana
Presenta
José Manuel Castellanos Martínez
Director de tesis
Dr. Octavio Martín González Santana
Lectores
Dr. J. Luis Seefoó Luján
Mtro. Roberto Briseño Hurtado
A Dios, gracias.
Agradecimientos
1
Habitar en el Centro.................................................................................................. 115
Habitar en La Luneta................................................................................................. 128
La calidad de vida en el entorno, una comparación entre los asentamientos.............. 134
Capítulo cuatro. Habitar la casa: una construcción simbólica y material.........................145
La necesidad nos hizo, la colonia Fernando Amilpa....................................................145
Casa y familia, una transformación simultánea........................................................ 145
La idea de habitar la casa.........................................................................................154
La relación entre habitar el espacio doméstico y el espacio público........................ 157
La autoconstrucción, una forma de vida...................................................................160
La casa un sistema, el habitar una conexión............................................................173
La subsistencia de la familia a través de la casa en el Centro.................................... 175
La construcción familiar al interior de la casa...........................................................175
Habitar la casa en El Centro de la ciudad................................................................ 182
Habitar el espacio doméstico y la percepción de los habitantes..............................185
La construcción material y simbólica de las casas...................................................190
El prestigio de la familia y la casa en Residencias La Luneta....................................... 192
Composición familiar.................................................................................................. 192
La idea de habitar...................................................................................................... 197
El habitante en el espacio doméstico.........................................................................198
La construcción de las casas..................................................................................... 205
Reflexiones finales............................................................................................................209
Bibliografía........................................................................................................................ 217
Fondo documental......................................................................................................... 217
Obras citadas................................................................................................................ 217
Anexos..............................................................................................................................227
Índice de diagramas
2
Diagrama 5. El habitus, un sistema de necesidades que se cumplen mediante un proceso
repetitivo..............................................................................................................................97
Índice de gráficas
Índice de mapas
Índice de tablas
Índice de imágenes
3
Imagen 18. Publicación sobre la destrucción de "la canchita” en el periódico ZZamora. 110
Imagen 19. Capilla de La Virgen de Guadalupe................................................................113
Imagen 20. Mercado Hidalgo de Zamora en la década de 1930 y en la actualidad......... 116
Imagen 21. Interior del mercado Morelos, adaptado para cancha de basquetbol, en la
década de los sesenta.......................................................................................................118
Imagen 22. Puente del río Duero en 1947 sobre la actual avenida Madero..................... 121
Imagen 23. Cierre de la calle Suiza.................................................................................. 132
Imagen 24. Entorno en la colonia Fernando Amilpa......................................................... 140
Imagen 25. Entorno del Centro......................................................................................... 141
Imagen 26. Entorno de La Luneta..................................................................................... 142
Imagen 27. Mural revolucionario en lo alto de una casa en la colonia Fernando Amilpa. 154
Imagen 28. Una casa con tintes de autoconstrucción en la colonia................................. 155
magen 29. Apropiación del espacio público para lavado y tendido de ropa en una casa.
.........................................................................................................................................158
magen 30. Entorno de la colonia a finales de los setenta y principios de los ochenta. ... 163
magen 31. Doña Enriqueta y su nieta al interior de su casa........................................... 169
magen 32. Una casa tradicional en el centro de la ciudad..............................................182
Imagen 33.Fuente en patio central de casa en el centro, al fondo se observa un alto
edificio en construcción con materiales prefabricados que daña la vista interior de la casa.
...........................................................................................................................................187
Imagen 34. Hermoso traspatio en una casa, lo que anteriormente fue una huerta......... 190
Imagen 35. Casa enLa Luneta...........................................................................................197
Imagen 36. Una casa moderna en La Luneta.................................................................. 199
Imagen 37. Frentes de casastotalmente cerrados al público............................................ 201
Imagen 38. Casas con diferentes tipos de construcción y estilos distintos, construidas en
diferentes épocas.............................................................................................................. 206
4
Introducción
El análisis de las ciudades, su localización, dinamismo poblacional y el
conocimiento de los sistemas de ciudades son algunos objetos de estudio de la
Geografía Humana en el campo de los procesos urbanos. Entre otros aspectos, no
menos importantes, están los procesos que se dan al interior de éstas, como los
esquemas de usos de suelo, el desarrollo cultural, la dinámica social, el
crecimiento territorial, la construcción de diferentes tipos de asentamientos, entre
otros, resultan importantes para analizar.
A partir de 1930, el país experimentó un significativo crecimiento de la
población, donde el enorme poder de atracción de las áreas urbanas modificó las
formas de vida. Debido al proceso de transformación económica, social y
tecnológica, las zonas urbanas se convirtieron en desordenados desarrollos
habitacionales para la población que iba en aumento de una manera
desenfrenada, sin infraestructura, equipamiento o servicios básicos. Desde
entonces, las ciudades se han convertido en un punto de atención privilegiado por
los estudiosos de la sociedad y los procesos urbanos.
6
intereses de empresas inmobiliarias que tratan de justificar la construcción de
asentamientos humanos (a partir de aquí tomo como referente los proyectos de
vivienda, la casa) con el argumento del crecimiento de población, el cual
disminuyó de manera considerable después de 1990 a diferencia del territorial.
Lo más importante de estos procesos de cambio es que han sido
construidos con prácticas espaciales, complejos procesos políticos, económicos y
culturales que cada tipo de sociedad desarrolla. Así, se hace presente la
transformación espacial en la imagen urbana y en el territorio y, sobre todo, en los
significados y las valoraciones que la gente asigna a los lugares y espacios que
habita dentro del entorno urbano. De esta manera, la sociedad crea espacios para
habitarlos como una posibilidad de respuesta a sus propias necesidades. En este
sentido, Sara Makowski (2007) plantea que se trata de una ciudad que no es una
sola ciudad, sino múltiples ciudades que coexisten y dialogan entre sí. Por tanto, la
temática del habitar recorre procesos que tienen que ver con la geografía humana,
con el urbanismo y la arquitectura. Ésta alcanza su sentido pleno cuando el
individuo es capaz de crear relaciones afectivas y materiales entre él y el espacio.
La ciudad de Zamora ha tomado un carácter de importancia en el país, ya
que en la actualidad sobresale junto con otras 58 zonas urbanas como sedes de
las 59 zonas metropolitanas existentes en el país, que por su número de
población, ocupa el tercer lugar entre las mayores ciudades del estado de
Michoacán. Debido a su privilegiada ubicación, caracterizada por sus tierras
agrícolas, la zona cerril que la rodea y la cuenca del río Duero que la abastece del
recurso hídrico, la ciudad se erige en el centro de una zona económica de gran
importancia para el estado de Michoacán y otras partes de la República Mexicana.
Quienes han realizado investigaciones de Zamora desde la perspectiva
urbana, afirman que va en deterioro asegurando que cada vez son más los
problemas urbanos. Por un lado, está la urbanización que moviliza grandes
conjuntos inmobiliarios sin una adecuada planeación y, por el otro, el incremento
de asentamientos irregulares que avanza de una manera impresionante sobre
tierras ejidales, privadas y federales. Así, la “planeación” urbana en Zamora se ha
usado como una máscara para llevar a cabo el “ordenamiento territorial” a partir de
7
los intereses políticos y económicos que benefician a la elite capitalista, quien
junto con el gobierno hace a un lado las necesidades más apremiantes de la
población.
En este contexto, tomar la casa y la familia como referentes principales para
llegar al objeto de estudio - el significado y el sentido de habitar - es un punto de
partida para exponer muchos de los problemas urbanos en Zamora, pues la casa
es un lugar de equilibrio entre su interior y su exterior para quienes la habitan.
Además, es también un eje central para desarrollar el sistema urbano y sus
relaciones socioespaciales. Por esto, el crecimiento de la ciudad no debe
entenderse como un conjunto de casas adheridas, de calles, espacios abiertos y
comercio, sino como un proceso en crecimiento ordenado, con un modo singular
de relacionarse y, también, con una manera singular de ser o de habitar.
De acuerdo con Gasca Salas (2007), la ciudad da mucho qué pensar, ésta
ofrece gran cantidad de objetos pensables y teorizables, traducidos en problemas
descriptivos y explicativos, muchos de ellos constituidos en campos de
investigación de las ciencias sociales2, de acuerdo a sus componentes,
estructuras, formas y funcionamientos determinados por su campo epistemológico
(Gasca S., 2007). El habitar no es posible verlo o palparlo, sin embargo se puede
teorizar. Aunque pareciera que no existe, al desarrollar las actividades cotidianas
dentro y fuera de la casa, éste habitar es el centro de atención, se construye con
cada paso que damos, con cada movimiento y con cada situación que da vida a
un espacio. Por lo tanto, el habitar existe con nuestro ser o estar en un lugar y
cobra vida en los espacios y tiempos vividos, deja de ser un objeto para
transformarse en nuestro propio sujeto.
El habitar lo podemos valorar en su plenitud desde dos puntos de vista. El
primero tiene que ver con las valoraciones materiales y económicas determinadas
en el medio urbano, el medio geográfico y el medio arquitectónico. El segundo es
un conjunto de valoraciones que no se ven, pero están presentes; las construimos
a diario pues son valoraciones simbólicas. De esta manera el habitar es una
2 De las edificaciones (la arquitectura), de la edificación (ingeniería: física aplicada a la construcción), de los
grupos sociales (sociología), de la cultura (antropología); del entorno (ecología), de las necesidades y
capacidades de producción, circulación, consumo (economía) etcétera, Gasca S. (2007).
8
entidad fundamental de cada individuo, mediante el cual construye un cuerpo de
valoraciones espaciales en el lugar habitado, la casa, el entorno urbano.
Contenido de la estructura
9
propia historia. Este apartado lo desarrollo a partir de los conceptos habitar,
habitus y cotidianidad, como expresiones complementarias, ya que no puede
existir una sin la otra. En un último apartado complementario de este capítulo,
basado en las características del entorno, servicios, infraestructura, vivienda y
población, que presenta INEGI, hago una descripción y comparación de la calidad
de vida en cada asentamiento.
En el cuarto y último capítulo enfatizo en la configuración y transformación
familiar, las formas de la casa, los materiales, procesos de construcción y su
transformación en cada uno de los asentamientos de estudio. También hago una
descripción de las prácticas, expresiones y usos de los espacios interiores de la
casa por parte de sus habitantes, la familia. De esta manera expongo las
representaciones simbólicas del espacio, ligado a lo mental, lo que se codifica, lo
que gana significado, mediante costumbres, cotidianidades y expresiones en la
casa.
Por último, planteo un apartado reflexivo a manera de conclusiones y las
posibles vertientes que pueden dar seguimiento a esta investigación, con mayor
profundidad y particularidad en estos y otros asentamientos. Finalmente expongo
la bibliografía consultada y los anexos.
10
Antecedentes
Después de 1970, el crecimiento y producción del espacio urbano han tenido
mayor valoración por parte del sistema capitalista, lo cual provoca la percepción
del espacio como un bien de consumo; aunque buena parte de las expresiones
sociales, arquitectónicas y urbanas son el resultado de las diferentes valoraciones
simbólicas que el individuo proporciona al espacio a través del habitar3.
El clásico trabajo de Henri Lefebvre de 1974 es una de las bases teóricas
en esta investigación de tesis, pues conceptualiza el habitar como una producción
social. El autor sostiene que es posible conocer la vida social en la morfología
urbana y el espacio en la morfología social. Afirma que "el espacio es a lo vivido,
como lo que al organismo vivo es a su propia forma”. Según Lefebvre cada
elemento espacial es configurado de acuerdo a las experiencias, momentos,
vivencias y el desarrollo de quien lo habita.
En su obra, Lefebvre resalta tres puntos importantes de reflexión teórica y
metodológica. El primero tiene que ver con la particularidad4 de cada espacio,
antes que hacer un análisis a partir del capital, es necesario hacerlo a partir de su
historia. El segundo se refiere a todo tipo de relaciones que el espacio adopta. En
el tercer punto se presenta un espacio conformado por símbolos, códigos, signos y
leguajes a partir de representaciones simbólicas5, las cuales funcionan para
mantener las relaciones sociales en el espacio.
El autor hace la siguiente triada conceptual de las representaciones
simbólicas del espacio como elementos estructuradores del concepto: a) La
práctica espacial, b) Las representaciones del espacio y c) Los espacios de
representación (Lefebvre, 2013 [1974]). Saber leer estas representaciones
simbólicas para dar a conocerlas es uno de los retos del presente. Afirma Lefebvre
que en épocas anteriores era tarea del arquitecto y urbanista, no solo leer códigos
3 Para de Certeau la concepción del habitar es fomentar o restaurar esta narratividad [...]. Hay que despertar
a las historias que duermen en las calles y que yacen a veces en un simple nombre, replegadas en ese dedal
como las sedas del hada [...] (de Certeau, 1999:145 [1994]).
4 Cabe aclarar que cada espacio posee una particularidad especial desde su historia, hasta su función y su
estructura, a pesar que haya espacios similares, ninguno es idéntico, sino cada uno tiene sus rasgos propios.
5 Las representaciones simbólicas sirven para mantener estas relaciones sociales en estado de coexistencia y
de cohesión (Lefebvre, 2013:92 [1974]).
11
espaciales, sino que además estas disciplinas se encargaban de producirlos. En lo
particular creo que no hay nadie mejor que el creador de su propio texto para darlo
a conocer.
A partir del razonamiento anterior, Soja (1997) sostiene que la triada
conceptual de Lefebvre responde a los tres espacios siguientes: a) el espacio
percibido (practica espacial), b) el espacio concebido (representaciones del
espacio) y c) el espacio vivido (los espacios de representación). Esto no quiere
decir que sean diferentes espacios, se trata de un solo espacio construido y leído
desde diferentes enfoques, con fronteras teóricas (pero no empíricas) al tratarse
de un espacio habitado. Para Soja, el tercer espacio abre una infinidad de
posibilidades de estudio, ya que no sólo hace referencia a lo espacial, sino
también a lo temporal y a lo humano, que encierra los tres conceptos que pueden
llevar al estudio de una plena complejidad y otra forma de pensar la geografía6.
Lefebvre y Soja profundizan en el espacio habitado a través de conceptos
como apropiación, habitar, identidad, producción, símbolos, signos, entre otros.
Sin embargo sus planteamientos teóricos no se refieren a un determinado espacio
o a un lugar, sino al espacio en toda su complejidad. Con un contexto conceptual
como el anterior, es posible estudiar y comprender un espacio habitado específico
como la casa y su propio entorno, el cual por naturaleza es el primer espacio
habitado y cargado de significado.
Por otra parte, Bachelard (1957) realiza un estudio sobre la apropiación del
espacio amado por el hombre, la casa; y aunque el autor no lo afirma, ésta es un
espacio vivido, percibido y concebido. Bachelard sostiene que todo espacio
realmente habitado lleva como esencia la noción de casa (Bachelard, 2000:28
[1957]), por lo tanto, el espacio habitado trasciende el espacio geométrico (ibídem,
59). Así, para conocer el sentido del habitar la casa en Zamora, es necesario ir
más allá de los aspectos descriptivos y de las formas espaciales y arquitectónicas
de la casa y su entorno. Lo importante aquí son los hechos, impresiones,
6Soja (1997) plantea que los dualismos limitan la imaginación geográfica, de manera principal en las
disciplinas espaciales como la geografía, la arquitectura y el urbanismo, ya que tieneden a polarizar el
pesamiento espacial en torno a oposiciones tan fuendamentales como objetivo vs subjetivo, real vs
imaginario, entre otros, por lo que es necesario reperensar la bifurcacion lograr los equilibrios del
pensamiento y del analisis espacial.
12
expresiones, vivencias o necesidades que llevan al hombre a adaptar y adoptar un
espacio y habitarlo como un lugar.
Por otro lado, enfocado en el habitar y en la cotidianidad, Michel de Certeau
(1999) realiza un estudio donde ya no es solo la casa la que entra en escena, sino
ahora es también el barrio (el propio entorno de la casa) donde acontece un
escenario de vida cotidiana llena de formas, deberes e intereses, una organización
aglutinante de relatos y aventuras urbanas; donde también se ubica el espacio
privado que pertenece a la familia y a su infinidad de relaciones que dan cuenta
del arte de manipular y disfrutar los alimentos y el espacio de memoria compartida.
El autor se refiere al barrio como el espacio donde se desarrolla una relación con
otro ser social, quien exige un tratamiento especial. Salir de casa, caminar en la
calle, es para empezar, el planteamiento de un acto cultural no arbitrario: inscribe
al habitante en una red de signos sociales cuya existencia es anterior a él
(vecindad, vecindario o configuración de lugares). No puede existir el proceso de
dar significado al barrio sin el sujeto (sujeto-barrio). Al tener en cuenta al barrio
como un dominio del entorno social, la casa pasa a ser el entorno del espacio
íntimo, así los espacios comienzan a ser habitados de forma personal, familiar y
social (de Certeau, 1999 [1994]).
Existe una obra muy interesante de Sara Bak-Geller (2006) titulada "Habitar
una cocina”, donde la cocina es otro espacio doméstico usado de manera
particular por la familia, el cual ha sufrido una transformación considerable por dos
diferentes esposas en un mismo territorio; con ideologías distintas y diferente
distribución espacial. La autora problematiza la cocina a partir de la casa burguesa
del Porfiriato en comparación con la cocina de la casa moderna, construida
después de la primera mitad del siglo XX, cuando la cocina recibe la entrada
poderosa e implacable de la modernidad y con ello se impone a un nuevo modo
de disponer este espacio y de concebir el tiempo que trascurre en él.
Así, la autora forma una discusión sobre los saberes familiares que la
cocina guarda a través de prácticas cotidianas desarrolladas a partir de distintas
épocas; sin dejar de lado su decoración, sus relaciones, su distribución
arquitectónica, incluyendo el planteamiento de la cocina como un laboratorio social
13
en continuos ajustes y negociaciones entre distintos géneros y sujetos que habitan
el lugar y lo recrean en un ambiente familiar.
Bak-Geller (2006) también da a conocer las orientaciones femeninas y
masculinas de los espacios de la casa en comparación con la cocina. En la casa
del Porfiriato, por ejemplo, el despacho se considera un lugar con orientación
masculina y, además, el centro de la casa, mientras la cocina es un lugar con
orientación femenina y la última parte de la casa donde estaban las sirvientas, un
lugar oscuro, feo y descuidado que nadie quería habitar. De esta manera, la
autora contrasta la cocina moderna, que para la familia contemporánea no solo es
un espacio para preparar alimentos y remedios caseros, sino además suele ser un
lugar sin fronteras físicas, donde se consumen los alimentos, un espacio de
reunión familiar, de convivencia; un lugar para hacer las tareas escolares,
eventualmente para recibir visitas, etc. Para la autora, la multifuncionalidad o
inmutabilidad reflejadas por la disposición de los espacios y las prácticas sociales,
configuran una lógica de segregación familiar y fragmentación del espacio o bien
una lógica de constante convivencia y relación familiar en el lugar en dos épocas
distintas.
Otro autor que aborda estos temas es el arquitecto Cuervo C., quien ha
hecho investigaciones sobre el hábitat, la casa, la vivienda, entre otros. Todos en
torno a la teoría del habitar. En uno de sus artículos, titulado "Habitar: el tránsito
de la casa individual a la casa compartida. El inquilinato en Niquitao, Medellín”,
aporta importantes elementos teóricos sobre el habitar en el contexto de los
inquilinatos. El autor plantea que la casa se constituye en el elemento comparativo
a partir del cual se establecen las transformaciones del habitar, las expresiones
estéticas, el cuerpo, la relación con el espacio, los enseres y su condición afectiva,
las cotidianidades y la relación con el vecindario, entre otras (Cuervo, 2009:47).
Aquí el autor logra dar a conocer las representaciones simbólicas del espacio de
las que habla Lefebvre, ya que es un trabajo que trasciende lo físico, lo estético o
lo visible. De esta manera, puntualiza en las actividades cotidianas que el usuario
realiza en una vivienda, la cual guarda la subjetividad en su forma, en las familias
y en el entorno.
14
Sánchez E. (2013) realiza una interesante discusión teórica-metodológica
en su investigación, “La significación de la casa y del habitar en dos grupos
sociales en la ciudad de México”. Su objetivo principal es conocer el significado
que sujetos de grupos sociales diferentes otorgan a la casa que habitan, que
miran, conocen y comparan con la suya, junto con una posible casa ideal, todo ello
en un marco de construcciones urbanas y condiciones socioculturales específicas,
ubicadas en un contexto en la Ciudad de México. La autora afirma que la casa ha
sido estudiada desde lo económico, antropológico, demográfico, etcétera, pero lo
que le interesa destacar son los sentidos culturales, las diferencias en los
aspectos formales, tipos de construcción, ubicación o decoración, o incluso
aquellos menos visibles como los usos de una casa y los roles de los habitantes7.
Así mismo, Randle (2008) presenta en términos teóricos y empíricos cuatro
modos de habitar. Sostiene que la condición espacial del hombre está delimitada
por sus extremidades, según él, esta condición se refleja en cuatro espacios
palpables: el propio cuerpo, el asentamiento, el espacio urbano y la casa. Al hablar
Randle de las extremidades del cuerpo, pretende dar a conocer que las manos y
pies permiten al hombre delimitar sus espacios, caminar, cocinar y trascender
físicamente a otros lugares dentro de su propio entorno. Aunque la expresión
queda limitada hasta cierto punto, se entiende que las necesidades del hombre
son las que condicionarán el espacio en el que habita y de acuerdo a estas
necesidades delimita su espacio habitable. Así, para abordar este tipo de
investigaciones Randle propone estudiar y comprender lo cotidiano como un pilar
importante entre la arquitectura y el hombre. En este sentido, sostiene que la
arquitectura llega a la madurez a través de su más alta expresión humana, cuando
el hombre cubre casi todas sus necesidades, cuando llega realmente a habitar la
casa, cuando la arquitectura se torna madura. En lo particular, puede ser una
afirmación confusa, ya que el habitar es real y maduro desde que se comienza a
vivir en el mundo, desde la concepción del ser.
15
Por otro lado, Rapaport (1972:98-99) afirma que el espacio, las viviendas,
los asentamientos y el paisaje es producto de un mismo sistema cultural. Al
analizar la casa y su entorno en un área geográfica específica, pareciera que los
horizontes entre los arquitectos y los geógrafos son totalmente opuestos, ya que
los primeros se enfocan más al diseño, proyección, habilidad para considerar las
prácticas sociales en los proyectos arquitectónicos. Mientras que los segundos, los
geógrafos, están centrados en mayor medida en la investigación del medio físico,
entre el espacio y las humanidades. De esta manera ambas disciplinas se enfocan
en la relación hombre-espacio con distintas formas de expresarlo; los arquitectos
como un ser artístico abrigado por un espacio delimitado, confortable y funcional; y
los geógrafos como un territorio físico y social; no obstante uno y otro apuntan a
un espacio-tiempo cada vez con un mayor grado de precisión.
Al respecto, afirma Ortiz (1984) que la casa, como un cuerpo de imágenes,
no sólo refleja un orden, sino que es ella misma concepción del mundo, es una
coraza mediante la cual el individuo o una familia logra habitar un espacio.
También, Bachelard (2000 [1957]) afirma que la casa es nuestro rincón del mundo,
siempre y cuando exista un arraigo con ella misma y sólo para quien de verdad la
habita o, mejor dicho, hace uso total de la casa. Ortiz realiza un trabajo en el sur
de la ciudad de México, específicamente con un grupo de familias del Pedregal de
Santa Úrsula procedentes del campo. El autor presenta la casa como un espacio
de la vida cotidiana, como una institución y además expresa lo que sus formas
significan, representan o reflejan en un entorno habitado y construido (Ortiz, 1984).
Así, elegir la casa como un referente del objeto de estudio es la diferencia última y
a la vez el punto de partida que se podría tomar en cuenta como una forma de
vida entre miles dentro de un entorno urbano. Por otro lado, en su investigación
efectuada en la ciudad de Zamora, el autor muestra la urgencia de buscar
alternativas urbanas para detener el deterioro que experimentan las ciudades
mexicanas en la calidad de vida y en la calidad del entorno construido. Ortiz
(1990) toma consideraciones culturales principalmente para demostrar la
trascendencia material-simbólica de un asentamiento en la ciudad. También
enfatiza en la constante y reprobatoria demolición de edificios importantes y
16
elementos arquitectónicos cargados de significado histórico; los cambios de
movilidad que hacen casi imposible los desplazamientos a pie en una ciudad tan
relativamente pequeña. Todo ello abordado desde los aspectos cotidianos y
costumbres del Barrio de Madrigal.
Entre los estudios mencionados de este apartado es posible recabar
aportes teóricos, metodológicos, conceptuales y el conocimiento sobre el uso,
análisis y la obtención de datos importantes. Sin lugar a dudas ofrecen una
fundamentación teórico-práctica que facilita la delimitación de conceptos y
variables; y las herramientas para el desarrollo metodológico.
Al respecto, también se pueden mencionar a autores como Jean Robert
(1995), Licona Valencia (2007), Heidegger (1951), Stroeter (2007), Sarquis (2006),
entre otros, quienes han discutido los conceptos del habitar, la casa y sus
significados. Así mismo, expresan la afinidad entre la arquitectura, la geografía y la
antropología, como disciplinas con un fin social.
Así también, la familia es una dimensión esencial examinada, en este
trabajo, a través de los cambios materiales de la casa. Es también el grupo
humano con estrechos lazos de relación y comunicación que habita el interior de
la casa, la construye mediante la constante relación entre los integrantes y sus
lugares privados y públicos.
Existe un incontable número de investigaciones teóricas y empíricas sobre
la familia en el mundo y en México. Diferentes enfoques y tipos de familia, en
tiempos y espacios distintos, donde en cada uno de ellos se perciben ciertas
particularidades en diferentes dimensiones, lo que demuestra que la familia se
puede ver como una red de procesos en constante construcción e involucra
grandes unidades de análisis, espacio-tiempo-familia. Se puede analizar a la
familia en el ámbito cultural, académico, en el proceso de socialización, la salud,
como un proceso de construcción histórica, como un fenómeno económico y
político que tiene influencia en una sociedad determinada; Todo ello conformado
por una red en conexión y dinamismo constante que la provee de carácter y cierta
particularidad.
17
Desde una perspectiva sociológica, Pastor R. (1988) discute la dinámica
interpersonal que se desarrolla en el espacio doméstico (motivaciones, afectividad
y cognición) a partir de distintas teorías y metodologías. Discute la versatilidad de
la familia y sostiene que es difícil delimitarla como objeto de estudio, porque la
historia cambia de una familia a otra, es diferente según las clases sociales, el
espacio y la región, el tiempo al que pertenece, la ideología, sistemas políticos y
económicos impuestos, entre otros. De esta manera, al final de su obra reflexiona
sobre la amplia interacción en la familia, su organización estructurada a partir del
estatus de cada integrante y de los roles según el sexo. Aquí, el estatus hace
referencia a la importancia que tiene cada integrante de la familia en términos de
liderazgo, poder, autoridad, privilegio y prestigio. El rol, por otro lado, se refiere a
las funciones desempeñadas por los integrantes de acuerdo al comportamiento de
cada uno según el sexo, así como a la capacidad o facilidad de realizar ciertos
deberes y conductas (Pastor R., 1988).
En su obra "La Sociología de la familia”, Anderson (1970) realiza una
compilación de investigaciones que hacen hincapié en los sistemas familiares de
la sociedad industrial de Occidente y en los problemas que implican estos
estudios. Aquí se plantea que la familia ha sido un elemento importante en la
estructura social, ya que sus integrantes tienen la responsabilidad de la
concepción, el sostenimiento y la primera socialización. Se expresa la diversidad
en los sistemas familiares a partir de la historia social donde convergen las
familias y sus subjetividades; normas, jerarquías, limites, roles, la comunicación,
los afectos entre hermanos, padres y el resto de los familiares; la autoridad, los
nuevos integrantes y los que se van; los pequeños y los que crecen; entre una
infinidad de características que diferencian a cada familia, pero generalizan el
patrón de cambio constante (Anderson, 1980). Así, la familia se convierte en un
factor importante en la formación socioespacial de una casa, plasma el carácter y
la personalidad de ser de cada lugar y cada individuo, constituye un refugio para él
y sus miembros. En este sentido, la sala, el patio central, la cocina o el despacho
pueden ser el corazón de una casa, por ser lugares centrales con mayor jerarquía
o por las actividades que se realizan en determinado lugar. De la misma manera la
18
familia es el corazón de la sociedad, tanto en el pasado como en el presente y,
quizá, en el futuro.
Respecto a la relación entre la casa y la familia, Schteingart y Solís (1994)
analizan la situación de la vivienda en México a partir de los datos del Censo de
1990, esto con el fin de brindar una visión general de la problemática habitacional.
Aunque la investigación tiene un carácter descriptivo, es posible vincular la
situación de las viviendas con las características de las familias que las habitan.
Lo trascendente para ésta investigación de tesis está en el capítulo cuarto, donde
las autoras dan a conocer el hábitat y la familia, la calidad de la vivienda y sus
servicios, así como el tipo de tenencia y las características sociodemográficas y
socioeconómicas de las familias que la habitan, con el fin de poner en evidencia la
relación familia-vivienda y la relación vivienda-hogares. Se conoce el tamaño y tipo
de familia, condición migratoria, edad, sexo y ocupación del jefe de hogar y el
ingreso per cápita en la vivienda como variables principales. Así, las autoras
logran describir las características sociodemográficas y socioeconómicas de la
familia en su posible relación con la vivienda (Schteingart, 1994). Ésta es otra
clara manera de dar a conocer la relación entre la transformación familiar y la
trasformación de la casa, a partir del habitar, lo cual es una aproximación al objeto
de estudio.
Es necesario mencionar un último trabajo sobre la familia en Zamora
realizado por Lizama (2000). Con el objetivo de comprender la particularidad
económica de la región antes, durante y después de una etapa revolucionaria en
torno al estudio de las familias burguesas de Zamora en la época porfirista, la
autora hace un estudio de las familias a partir de su capital, como una manera de
entender la formación y dinámica social, política, económica y cultural de las
familias con poder económico y su modo de vida en Zamora.
Es una investigación desarrollada a través de las consultas de archivos, en
fuentes primarias y hemerotecas, que sin embargo no permite conocer un sentido
amplio del habitar por parte de las familias burguesas, aunque si es posible
identificar un estilo de vida al conocer las posiciones, las propiedades, el capital y
el medio de dónde provenía todo ello para que estuviera en manos de estas
19
familias zamoranas. Afirma Lizama (2000) que la economía del bajío zamorano
experimentó un crecimiento espectacular durante el Porfiriato y la historia de las
fortunas familiares tiende a evidenciar la historia de la elite económica zamorana,
donde el crecimiento de la riqueza tuvo que ver, y mucho, con la participación de
los hijos, hermanos, cuñados, tíos y, en general la red familiar tejida a través de
los vínculos consanguíneos y matrimoniales. También fueron importantes las
relaciones que ésta creó en el entorno social y político. Finalmente, la autora habla
sobre la estructura y la composición de las casas y los materiales de construcción,
además da a conocer quiénes eran los grupos familiares que estaban inmersos en
el mercado de la propiedad urbana. Todo esto da cuenta de una forma de
organización familiar a partir de la economía y los intereses en los espacios dentro
y fuera de la ciudad.
De esta manera, se sabe que el sentido y el significado de habitar es
consecuencia de la transformación de la familia y la casa, y viceversa. Así como la
familia y sus expresiones políticas, culturales, económicas y sociales son
determinadas por medio de la construcción de las expresiones materiales de la
casa, ésta última también es construida por los cambios ocurridos en la familia. Es
una doble interacción porque no puede ser la una sin la otra, casa y familia se
construyen a la par.
20
Planteamiento de la problemática y delimitación de estudio
¿Qué sentido y significado tiene para los zamoranos habitar - un espacio
construido - la casa y su entorno?
En un contexto de expansión de la mancha urbana de Zamora
caracterizada por la segregación y la falta de planeación, la ejecución del presente
trabajo consistió en realizar una aproximación a habitantes y familias de tres
asentamientos humanos en Zamora para conocer su propio sentido y significado
al habitar un espacio construido como la casa y su entorno urbano. De esta
manera se conoce el proceso de apropiación espacial en un barrio, una colonia y
un fraccionamiento al interior de la ciudad. Para esto fue necesario conocer las
expresiones que confluyen en el habitar, como la cotidianidad, costumbres,
vivencias, los significados, símbolos y valoraciones que tiene la casa para quienes
la habitan, las relaciones y trasformaciones familiares y espaciales, entre otras.
Para dar cuenta de esto, se tomó la casa y la familia como referentes principales
en tres tipos de asentamientos con características formales físicas, sociales,
económicas culturales y urbanas diferentes; entornos construidos, habitados y
desarrollados de forma casi contrastante. Dichos asentamientos fueron: la colonia
irregular Fernando Amilpa, el fraccionamiento Residencias La Luneta y el Centro
de la ciudad percibido y concebido como un barrio.
21
A través de un análisis histórico se conoce la evolución que han tenido los
asentamientos mencionados, referente la apropiación del suelo, la trasformación
de la familia, los cambios físicos, habituales y prácticos en los espacios de la casa
(espacio privado) y la calle (espacio público), así como las relaciones entre estas
dimensiones de estudio. De esta manera, se puede tener una idea clara sobre
cómo se ha desarrollado el sentido del habitar y la valoración que tiene el individuo
sobre su casa y su propio entorno.
Aquí la casa es concebida con un doble significado para sus habitantes. Por
un lado, me refiero a la distribución y organización arquitectónica en su función de
dar cobijo. Por el otro, se concibe a partir de un sentido de construcción simbólica,
de significados, costumbres y valoraciones.
En este sentido, la investigación resulta importante desde tres puntos de
vista. El primero tiene que ver con la forma de apropiación de un espacio
construido, por parte de una familia, bajo determinados “lineamientos”, que no
necesariamente obedecen a normas de planeación, sino a diferentes manera de
percibir, concebir y vivir un espacio; es decir, una forma de hacerlo propio a través
de las practicas no solo espaciales, sino también sociales y hasta apropiarse de
un espacio por los argumentos de un ideal preconstruido. El segundo hace
referencia a la calidad de vida que puede tener un grupo social o una familia que
habita determinado tipo de asentamiento. Este término tiene una relación directa
con el desarrollo social y territorial de un lugar, ya que determina un cierto grado
de satisfacción de las necesidades del hombre, ya sean éstas espaciales,
ambientales, identitarias, económicas o cualquiera que tenga que ver con el
desarrollo humano. El tercero se refiere a la capacidad de organización colectiva,
referido a la familia y al vecindario como un grupo social. En este sentido los
habitantes de un entorno urbano se convierten en sus propios actores al
desarrollar una cotidianidad en el mismo, son ellos quienes hacen uso del espacio
y, además, son capaces de producir modificaciones tanto colectivas como
individuales. Según las necesidades de apropiación de un espacio y de calidad de
vida se acciona un hacer colectivo. Es importante aclarar que estos tres tópicos
conforman un sentido y significado de habitar la casa en cada asentamiento,
22
dándose a conocer a través de las vivencias, cotidianidades, costumbres hábitos,
experiencias y espacios vividos de los habitantes entrevistados.
Objetivo
Justificación
23
vehiculares y peatonales libres de congestionamiento; c) está ubicada sobre el
viejo cauce del río Duero, cuya desecación tuvo origen con la invasión de
paracaidistas en esta zona federal; d) es importante tener en cuenta que en este
asentamiento vive la persona que organizó a los habitantes de toda la zona federal
(los asentamientos irregulares: Fernando Amilpa, La Lima, La Antorcha
Campesina y la Jacinto López) para la obtención de escrituras y la gestión de los
servicios públicos, además es el sucesor del líder que comenzó la invasión de la
zona federal y es contacto directo para el acercamiento a las familias del lugar. A
pesar de ser una colonia informal de apenas cuatro décadas y media de
formación, ya tiene tintes de barrio, un concepto -en el que influyen factores
culturales, históricos y espaciales-, ganado a través de una corta historia en la
ciudad y una fuerte relación y comunicación entre los habitantes.
Explorar la casa y su entorno en el Centro de Zamora, es conocer un lugar
que conserva una particularidad histórica, cultural y social de la ciudad. Se trata de
un área culturalmente diferenciada del resto de la ciudad, no hay dos
asentamientos iguales al Centro en ningún aspecto, ya que las acciones en los
inmuebles civiles, religiosos, calles, la plaza y casas viejas, deben realizarse de
acuerdo a reglamentos específicos orientados a proteger, restaurar, conservar y
recuperar los aspectos socioespaciales, culturales, arquitectónicos e históricos, sin
perder sus características. Por lo tanto, se percibe una forma particular de habitar
la casa.
Finalmente, el fraccionamiento Residencias La Luneta fue autorizado en
1966 y construido a partir de 1970 a causa de la bonanza agrícola. Este
asentamiento ha tenido un alto prestigio social, ya que siempre ha sido promovido
como un lugar "ideal” para habitar. Fue el primer fraccionamiento de tipo
residencial construido hacia el sur - donde estaban las tierras más productivas del
Valle - y uno de los elementos de especulación para atraer el crecimiento de la
ciudad hacia esta zona y llenarla de servicios. La autorización y construcción de
dicho fraccionamiento es un símbolo de la modernidad que comenzaba en la
ciudad después de 1960. Es una manera de dar a conocer la forma en que se ha
llevado a cabo la especulación de tierras agrícolas para un futuro crecimiento
24
urbano a partir de un polo de atracción, en este caso el asentamiento humano.
Además parece ser que la construcción de dichos fraccionamientos es un requisito
para posibles invasiones paracaidistas cercanas a estos.
Resultó fructuoso - con una visión de arquitecto, no de antropólogo ni de
historiador - llevar la investigación de tesis a un estudio del habitar que relaciona a
su vez la geografía y la arquitectura. De esta manera, se conoce la urgencia de
buscar y encontrar nuevas alternativas para lo que sucede hoy en día con la casa
y el asentamiento en Zamora como un lugar importante del crecimiento urbano.
Con base a la pregunta principal y a las siguientes preguntas orientadoras
se desarrolló la investigación:
1. ¿Qué significado tiene para los habitantes de cada asentamiento vivir en
esa zona?
2. ¿Qué relación existe entre el habitar la casa y habitar el asentamiento?
3. ¿Cuándo un espacio es realmente habitado?
4. ¿Cómo ha sido la transformación de las casas y el asentamiento,
considerando cambios de materiales, procedimientos de construcción y
sobre todo la transformación familiar?
Hipótesis
25
De esta manera el habitar interrelaciona un sistema complejo de lugares y
objetos a partir del sujeto, quien expresa dimensiones simbólicas y materiales que
corresponden al espacio que habita.
Estrategia Metodológica
Lefebvre (2013 [1974]) afirma que la construcción del espacio social, es una
manera de construir el habitar consiste en representaciones simbólicas, las cuales
sirven para mantener un estado de coexistencia y de cohesión. En este sentido,
abordo la casa y su entorno a partir de la triada conceptual y metodológica de
Lefebvre para conocer las representaciones simbólicas del espacio en cada uno
de los asentamientos. Las prácticas espaciales, las representaciones del espacio y
los espacios de representación.
En las prácticas espaciales se conoce lo percibido del espacio, el cual es
producido, descifrado, disfrutado y apropiado por una sociedad con condiciones
culturales similares desde una realidad cotidiana y urbana. El espacio percibido
sería el experimentado subjetivamente, el que se materializa solo a través de las
representaciones.
Las representaciones del espacio se distinguen de diferentes maneras, ya
sea a través de signos o elementos materiales. Es el mundo objetivo, lo que se
mide, se cuantifica y se concibe a través de una cartografía.
Los espacios de representación se conocen, en su forma espacial, a través
de su valoración y su significado durante el tiempo. Son espacios que expresan
afecto o sentimientos mediante recuerdos de la vida familiar y social a partir de su
propia historia. Es el espacio vivido.
La utilización de los conceptos metodológicos anteriormente mencionados
pudo verse complicada en un inicio, porque ninguno de los tres espacios en sus
tres dimensiones espaciales se puede comprender de forma aislada, pero la
identificación y el conocimiento de estos espacios teóricos, en torno a la casa y en
el contexto de los asentamientos, significó la comprensión de una realidad
multidimensional compleja. Aquí es donde se abordó la casa como un sistema
complejo construido por diferentes lugares, objetos y sujetos relacionados entre sí.
26
Estrategias para la recolección de datos
27
La observación se realizó de forma directa para conocer el entorno, las
casas, conductas sociales, formas materiales, el medio social, actividades
cotidianas en el espacio público en la actualidad.
La historia oral se utilizó como un sistema extractor de recuerdos, ideas,
hechos y memorias que contribuyen a formular la historia social en el
asentamiento. Se recogieron datos históricos sobre los inicios del asentamiento
hasta la actualidad para conformar un recuento histórico social del espacio
geográfico y arquitectónico. El objetivo de la historia oral fue obtener información
sobre la invasión o fundación de los asentamientos, características de
trasformación física, rasgos particulares del lugar, la transformación de la
organización vecinal, unión o división social, actividades colectivas, festejos,
actores sobresalientes, entre otros. En Los Espinos se aplicó a personas que
integraron el grupo de paracaidistas que invadieron la zona federal, quienes han
habitado en el lugar desde entonces, este tipo de personas son mayores de 65
años. En La Luneta se aplicó a familiares de los dueños originales de las tierras
donde se asentó el fraccionamiento residencial, de manera específica a los hijos
mayores de 60 años. Y finalmente en el Centro entrevisté a personas mayores de
65 años, quienes tienen toda una vida en el lugar y dan cuenta de las
representaciones simbólicas del espacio.
Realice una serie de entrevistas semiestructuradas con el fin de conocer las
particularidades familiares, las prácticas cotidianas dentro y fuera de la casa, los
cambios y relaciones en la familia, la transformación de la casa, los hábitos, entre
otros aspectos que me llevaron a madurar la concepción y percepción del habitar
la casa y su entorno. La entrevista se aplicó a uno o varios integrantes de familias
o jefes de familia que han habitado cada uno de los asentamientos durante
determinado tiempo:
• En la colonia Fernando Amilpa entrevisté a personas mayores de 65
años, quienes han habitado en el lugar entre 40 y 47 años.
• En el Centro se aplicaron entrevistas a personas mayores de 65,
quienes han vivido ahí toda su vida.
28
• En el fraccionamiento La Luneta, las personas entrevistadas han
vivido entre 30 y 40 años en el fraccionamiento, son mayores de 60
años y, algunos de ellos vivieron gran parte de su vida en el Centro.
Mediante el uso de fotografías se exploraron fenómenos sociales,
temporales y espaciales para precisar y comparar evoluciones, hechos,
personajes o actividades, que son parte del entorno del asentamiento.
Fue de gran apoyo redactar notas de campo sobre asuntos relevantes para
la investigación, además de reflexiones, dificultades, contratiempos y logros. Esto
fue un lenguaje escrito cotidiano con notas metodológicas, personales y teóricas.
El número de entrevistas fue determinado durante el proceso de
recopilación de datos, donde se orientaron las preguntas principalmente a los jefes
de la familia, ya que fue imposible lograr reunir a toda la familia al momento de la
entrevista, aunque hubo casas donde sí se entrevistó a la mayoría de los
integrantes de la familia. El proceso de selección utilizado fue el muestreo de
conveniencia, también conocido como selección intencionada8.
Los filtros fueron los siguientes:
1. Se consideró el tiempo que han vivido en cada asentamiento, ya
sean primeras o segundas generaciones que llegaron al lugar.
2. La entrevista se aplicó a habitantes de casa propia, no arrendatarios.
3. La diferenciación de clases no fue un filtro, ya que en los tres
asentamientos se realizaron entrevistas a personas de distinta
posición social y de cierta edad en cada asentamiento como lo
menciono en la página anterior.
Se entrevistaron a otras personas directamente relacionados con el tema,
con el lugar o con la gente y la historia del asentamiento, por ejemplo: Jesús
Álvarez del Toro, Eduardo Vargas (propietario de la hacienda de los espinos), Don
8 Sostiene Mayan (2001) que la indagación cualitativa trabaja sobre muestras seleccionadas
intencionalmente. El investigador elige individuos y contextos al preguntarse: ¿Quién puede darme la mayor
y mejor información acerca de mi tópico?, ¿en qué contextos seré capaz de reunir la mayor y mejor
información [...]? Entonces se seleccionan los individuos y contextos desde los cuales puede aprenderse
mucho acerca del fenómeno. Es una forma de elección de las personas entrevistadas por medio de filtros.
Debido a que no se pretenden medir datos ni generalizar hallazgos, sino conocer y comprender el proceso
de construcción del habitar, determina un número representativo de la población de estudio. Aquí, lo que
hace que tenga objetividad la muestra de conveniencia, es el perfil de las personas entrevistadas.
29
Francisco García Pacheco (Jefe de la Asociación de Productores Agrícolas del
Río Nuevo A.C., Modulo de riego III, CONAGUA), quienes aportaron datos y
opiniones de mucha importancia.
Finalmente, es importante comunicar que se realizaron 18 entrevistas a
habitantes de Los Espinos, además de dos entrevistas grupales con el jefe de
colonia y las personas ancianas del lugar; 22 entrevistas entre los habitantes del
Centro, dentro y fuera del primer cuadro; y 20 entrevistas en La Luneta. Cabe
aclarar que el número no tiene que ver con el tamaño de población, ni mucho
menos con la superficie de los asentamientos. Se optó por detener la aplicación de
entrevistas en un número similar en los tres asentamientos por dos motivos. El
primero, porque fue imposible entrevistar a cada una de las familias en un periodo
de tiempo limitado. El segundo motivo fue la saturación de datos9 (Mayan, 2001).
La investigación también se apoyó en la consulta de archivo para la
recolección de datos, donde se consultaron las siguientes fuentes:
• Elaboración y consulta de cartografía de Zamora
• Fotografías
• Archivo municipal
• Archivo de biblioteca de El Colegio de Michoacán
Es importante aclarar que la recopilación de archivo me permitió tener
antecedentes escritos para realizar el trabajo de campo, así como respaldar el
trabajo empírico con documentos. La elaboración cartográfica fue resultado de la
revisión de archivo y trabajo de campo.
Procesamiento de análisis
9 Según Mayan (2001:10-11) el muestreo ocurre hasta que la saturación de datos es alcanzada [...]. La
recolección de datos se debe detener cuando las categorías de datos han sido saturadas [...] Esto ocurre
cuando ningún dato nuevo o relevante emerge, cuando todos los caminos o salidas han sido seguidos, y
cuando la historia o teoría es completa [...] Cuando el desarrollo de categorías es denso.
30
(2001) indica dos formas de análisis cualitativo: análisis de datos10 y análisis de
contenido11. En la presente, se optó por el análisis de contenido.
Según Mayan, este tipo de análisis se caracteriza por un proceso detallado,
en el que se identifican palabras, frases, temas o conceptos dentro de los datos,
de tal forma que los esquemas inferiores se puedan identificar y analizar de
manera fácil. Esto obedece a una primera etapa de codificación. En el presente
proyecto basado en el proceso de análisis que plantea Mayan (2001), se incluyen
puntos generales en una primera lectura de los datos, se anexan comentarios con
temas de interés, formas de trabajar con los datos, etc. Posteriormente se pasó a
la categorización de datos, agrupados los códigos en categorías para facilitar la
sistematización. Las categorías de análisis del espacio fueron las siguientes:
• La familia
• La casa
• El entorno socio-espacial12
• El tiempo
El objetivo de las categorías de análisis fue reducir los datos de la
investigación con el fin de expresarlos de forma escrita, de tal manera que se
10 Según Mayan (2001) es el proceso de observar patrones en los datos, hacer preguntas sobre esos
patrones, construir conjeturas, deliberadamente recolectar de individuos específicamente seleccionados
sobre tópicos buscados, confirmar o refutar esas conjeturas, luego, continuar el análisis mediante el
clasificar, cuestionar, pensar, construir y probar conjeturas, y así sucesivamente [...] este proceso circular, sin
embargo, no aplica al análisis de datos de entrevista semiestructurada o de grupo focal [...].
11 Se divide en dos. En el análisis de contenido manifiesto, el investigador busca palabras específicas o ideas
expresadas, las cuales son registradas y usadas para generar estadísticas sobre el contenido de los datos. Por
otro lado, el análisis de contenido latente es el proceso de identificar, codificar y categorizar patrones
primarios en los datos [...] el investigador examinará el significado de pasajes o parágrafos específicos dentro
de los datos y determinara una categoría apropiada, Mayan (2001).
12 Para trabajar metodológicamente la "escenificación de la vida cotidiana" que propone Certeau (1999
[1994]), la cual se explicó anteriormente propongo abordar estas cuatro categorías de análisis. Ya que para
todo habitante, o para casi todos los que habitan una casa, es el lugar donde se nace en algunas ocasiones,
en otras el primer lugar que pisa uno como ser humano y escenario donde se desarrolla toda una vida. La
casa acoge nuestra condición terrestre, nos entrega un lugar de confianza donde permanecemos a salvo de
la intemperie, y nos atrae hacia ella como a un centro, donde el ser humano tiende a sustraerse hacia sí
mismo, lo deja bajo cobijo, lo alimenta y lo sostiene. Este ámbito congrega lo que se tiene de más preciado,
la familia, la intimidad, los anhelos y sueños. Cuando este espacio se le da sin contradicciones al ser humano,
le permite morar, hundir sus raíces, reunir a los seres más cercanos, fundar lugar y memoria: hacer casa. En
tal sentido la casa y el ser humano se afirman como dualidad. De ahí que la arquitectura de la casa no puede
separarse del cuerpo humano, pues se concibe como una extensión del propio cuerpo, Uzcátegui (2011).
31
pudieran organizar de forma conceptual y facilitar la clasificación y codificación de
los datos registrados.
En este sentido, las categorías son etiquetas que usan el mismo lenguaje
que los datos y forman la percepción de una imagen en la primera impresión. El
siguiente mapa muestra la ruta del análisis de la información en esta investigación,
el cual está basado en el análisis de contenido latente, con el conteo de palabras -
realizado en el software Maxqda para jerarquizar los conceptos más
sobresalientes -, y el de manifiesto con la codificación y categorización de los
datos (Mayan, 2001).
Fuente. Elaboración propia a través del MAXQDA, software para el análisis de datos
cualitativos.
32
Capítulo uno. Marco teórico conceptual: el habitar, un lugar
en la geografía humana
La intención de este apartado es contextualizar las dimensiones geográficas y
espaciales de las cuales se desprende el tema en cuestión. Veo pertinente
prevenir al lector sobre dos aspectos importantes en este apartado y de todo el
trabajo. El primero de ellos es que, a pesar de estar seccionado en varios
capítulos y apartados se debe descartar su fragmentación, ya que sigue un solo
eje de referencia desarrollado y seccionado en todo el capítulo, el cual forma parte
de un argumento de conjunto. El segundo, es referente a la postura teórica y
conceptual, pues aunque los autores mencionados en el presente, tienen posturas
teóricas diferentes, fueron seleccionados según una búsqueda bibliográfica
sucinta con el objeto de llegar a un fin complementario. Por ejemplo, Bachelard
desde un paradigma fenomenológico construye de manera especial el concepto
de la casa a partir de la imaginación material, de la cual surge con mayor
importancia el fenómeno simbólico. También está Heidegger, quien expone en sus
conceptos y teorías, a partir de la preocupación por el ser y el tiempo, algo
trascendental al hombre. Se puede encontrar cierta familiaridad, mas no
semejanza entre la fenomenología y el existencialismo, pero no así en el
estructuralismo, materialismo dialectico y la sociología urbana con las que puedo
identificar a Lefebvre, quien ha sido inspiración para muchos geógrafos
posmodernos, como David Harvey, Manuel Castells o Edward Soja. Además de
mencionar a Yi-Fu Tuan con su geografía humanística y otros.
Una postura, un enfoque o modelo de investigación, no solo es una opción
o un modo sistemático de investigar, ya que también expresa una manera de ver
el mundo, el conocimiento humano y sus procesos de construcción. Si se entiende
así, estos deberían ser complementarios y no excluyentes, lo cual permite
aprender la realidad con mayores posibilidades de objetividad visualizando lo real
desde distintas perspectivas.
33
La expresión, "espacialidad explosiva”13 -también conocida como el giro
cultural o el giro espacial- ha sido discutida de manera amplia en la disciplina
geográfica durante el siglo XXI. Es una muestra de la transdisciplinariedad14 entre
las ciencias sociales y la geografía humana, lo que hace posible comprender la
complejidad actual del mundo y la necesidad de nuevos aportes teóricos y
metodológicos (Lindón & Hiernaux, 2006). En este sentido, tanto la geografía
como la arquitectura se han insertado en muchos campos de las ciencias sociales
y viceversa. Según Muntañola (2008), geógrafos y arquitectos han usado métodos
comunes y colaboraciones interdisciplinares15 de diversas maneras, en las cuales
es posible representar un mismo territorio, una misma región, espacios iguales,
incluso el mismo paisaje y lugar desde perspectivas y complejidades teóricas
distintas.
Según Ortega V. (2000), el término geografía es polisémico, aunque esto no
aplica solo al concepto en sí mismo, sino también al amplio campo de estudio que
abarca la disciplina geográfica, es decir, al ámbito empírico. Si hablamos de
geografía humana y sus diferentes dimensiones de estudio, también podríamos
referirnos a un término polisémico, tanto en la teoría como en la praxis, pero sin
descartar la participación o intervención del hombre. En este sentido, tratar de
comprender los fenómenos sociales y naturales e intentar explicar sus
interrelaciones e interrupciones en la organización espacial, ha sido un desafío
para geografía humana, tanto para su definición conceptual como metodológica
(Cartaya R., 2014).
Es posible posicionar la presente investigación de tesis en el ámbito de la
geografía cultural del medio urbano. Algunos investigadores retoman la geografía
cultural como sinónimo de la geografía humana y otros como una variante, pero
Fernández C. (2006) sostiene que geografía cultural es una manera de estudiar el
34
espacio y no una rama de las ciencias geográficas [...] y, no hay peor atentando
para la geografía cultural que dividirla en geografía física y en geografía humana
para orientarlas a hacia objetivos separados. No obstante, es cierto que la
geografía cultural no tiene una determinada definición, como tampoco hay una
distinción específica con la geografía humana o con otras especialidades afines.
Según Rucinque (1990), al propio Sauer (1889-1975) -fundador de la geografía
cultural-, lo tenían sin cuidado las demarcaciones estrictas en todas las
dimensiones de la geografía. Sin embargo, resulta fructuoso, en la búsqueda de
sus objetivos de estudio, encontrar algunas características que identifican a la
geografía cultural, la cual se caracteriza por:
1) una orientación histórica, 2) un énfasis sobre el papel del hombre como agente
de transformación ambiental, 3) una preocupación por la cultura material, 4) un
sesgo en favor de la investigación sobre áreas rurales en Norteamérica y sobre
sociedades no occidentales o preindustriales en otras regiones del mundo, 5) una
tendencia hacia la búsqueda de apoyo en la antropología, 6) una inclinación hacia
la investigación sustantiva y por tanto una actitud de extremo individualismo y, 7)
una preferencia por el trabajo de campo en vez de la geografía de sillón16.
Entre las diversas ciencias sociales, la geografía es quizá aquella que de forma
más clara ha adoptado el giro posmoderno - mencionado al inicio de este capítulo
-, hasta el punto que los sociólogos, etnólogos y también arquitectos e
historiadores, hacen referencia a la obra de geógrafos cuando hablan del
posmodernismo (Nogué & Albet, 2004). Esto ha llamado la atención de muchos
geógrafos, como: D. Harvey (1990), E. Soja (1996, 1997), D. Massey (1994), Yi-Fu
Tuan (1997) y H. Lefebvre (1972, 2013 [1974]). Son estos autores, entre otros,
quienes han profundizado en diversas variantes de la geografía cultural, por
ejemplo: en la geografía de la percepción; en las representaciones simbólicas del
espacio; las relaciones y diferencias entre espacio y lugar; también está presente
la geografía analizada a través del espacio vivido; etcétera.
16 Rucinque (1990) cita a Mikesell (1978) quien da a conocer las preferencias que definen la personalidad de
la geografía cultural.
35
paso a la dimensión cultural basada en la conducta de los miembros de un grupo
social.
Con base en Lefebvre, Martínez G. (2013) sostiene que para tener
conocimiento de la producción del espacio es necesario tener en cuenta las
siguientes características:
a) la forma en que cada sociedad genera y modela el espacio que ocupa a lo largo
de la historia; b) la forma en que el neocapitalismo modifica las relaciones de
producción para perpetuarse [...]. Pero el espacio no es sólo un continente inerte,
sino que a través de él se realiza la reproducción de las relaciones de producción
[■■■].
Por otro lado, Heidegger (1994 [1951]) sostiene que, sólo se llega a habitar por
medio de un construir. Así, el habitar es la meta del construir. En este sentido, el
construir en Heidegger y la producción en Lefebvre, no pueden ser sinónimos del
habitar, son expresiones diferentes, pero no separadas, ya que el habitar sería, en
cada caso, el fin que persigue todo proceso de construcción (ídem) y producción.
Desde esta óptica, el habitar podría identificarse con el hecho de estar, ya
que este último tiene carácter de libertad, es la manera según la cual los hombres
somos en la tierra, esto también es el habitar (Heidegger, 1994 [1951]). Estar,
entonces, permite al individuo construir un espacio, un recuerdo y una meta. El
recuerdo viene de su historia, de su pertenencia a una familia o a un grupo social,
donde asigna y gana sentido, valoración y significado. La meta comienza en sus
sueños, así se proyecta una determinada condición cultural dentro de un espacio.
Desde la perspectiva existencial de Heidegger es posible concebir el habitar
como una terminología estructurada, donde, si este se posiciona como el centro
de la existencia del hombre, el construir y el pensar nunca dejarían de estar
presentes mientras exista el ser. Siguiendo este razonamiento, Lefebvre (2013
[1974]) no deja de lado la concepción existencial donde afirma que por el habitar
se accedería al ser, a la sociabilidad, por lo tanto, el habitar es posible
considerarlo como una acción necesaria para el desarrollo social, cultural e
individual del hombre (Cuervo C., 2009). En este sentido, no solo queda dentro del
habitar la dimensión existencial, sino también la dimensión antropológica, en la
37
cual Doberti expone explicaciones fundamentales del porqué habitar es una
condición exclusivamente humana:
En primer lugar, el habitar apunta hacia algo que es inevitable para el hombre. No
hay en el universo ser humano que no habite ni momento alguno que deje de
hacerlo. En segundo lugar, al ser una condición necesaria para el sujeto, el
habitar, se puede construir de diversas maneras, tantas como sean posibles.
Finalmente, la existencia ineludible del ser [y de la que el hombre no se da cuenta
por ser invisible], tiene siempre presente al habitar como objeto, sujeto o concepto
que requiera interés teórico (Doberti, 2011).
Este autor sostiene de manera atinada, que el habitar es algo inevitable para el
hombre. También Lefebvre (2013 [1974]) realiza una serie de observaciones para
demostrar la posición del habitar en una cotidianidad concebida como la creación
del espacio y de la vida social, en consecuencia, es posible sostener que la
cotidianidad es otra dimensión, parte del habitar, ineludible en el ser humano.
En uno de sus escritos más ricos en contenido con respecto a esta
temática, Heidegger manifiesta los conceptos, expresiones o prácticas
fundamentales que intervienen en la construcción del habitar, siguiendo la idea de
Lefebvre y Doberti como una expresión inevitable del hombre:
38
subjetivas de Certeau (2000 [1990]), definió lo cotidiano como las artes de hacer,
el pensamiento que no se piensa. El autor centra su atención en la lectura de las
prácticas sociales en el espacio. En un segundo tomo de su obra lleva lo cotidiano
a un espacio concreto, un lugar, y de ahí a conocer la maneras de habitar un
barrio y el rito cotidiano de cocinar en casa.
Estas maneras de hacer constituyen las mil prácticas a través de las cuales los
usuarios se reapropian del espacio organizado por los técnicos de la producción
sociocultural [...] mediante una multitud de tácticas articuladas con base en los
detalles de lo cotidiano (de Certeau, (2000 [1990]).
Para Lefebvre la vida cotidiana es un tema central en su obra, tanto, que dedica
tres volúmenes a la crítica de la vida cotidiana. En una reseña de esta obra,
Lindón (2004) hace un análisis sobre la concepción de lo cotidiano en Lefebvre,
quien construye un enorme dilema entre lo micro y lo macro en la cotidianidad de
la trama de un día -u n a célebre narración de las 24 horas del 16 de junio de 1904
en Dublín-, el cual contiene fragmentos de la historia del mundo o de la sociedad.
A través de ello el autor especula en la presencia y emergencia de los
componentes de la vida cotidiana, estos son el espacio, las pluralidades de
sentido, lo simbólico, el tiempo y la praxis:
39
evocación y la resurrección, también está imbricado en un tiempo cósmico, que
proviene de los ritmos de la naturaleza. Simultáneamente, este tiempo cotidiano
está dentro de un cierto tiempo histórico, que a su vez está inserto en un devenir
histórico. E) Las prácticas sociales como praxis son concebidas como totalidad
social. El autor hace muchas distinciones entre tipos de praxis, pero una de las
más relevantes es entre praxis repetitiva y praxis inventiva o creativa (Lindón V.,
2004).
Con esta lista de componentes es posible ver lo cotidiano como parte del habitar,
el cual no se reduce a la suma de la practicas de la vida cotidiana (Lindón V.,
2004), sino que es parte de un sistema que relaciona los componentes de un todo.
Este sistema de relaciones, es conocido como encadenamientos, los cuales están
presentes en un espacio vivido que, con palabras de Lefebvre, va ligado a lo
mental, a lo cultural, a lo social y a lo histórico.
Al igual que en Lefebvre, en de Certeau y en Heidegger, la teoría
sociológica de Bourdieu sostiene que el mundo social no solo se compone de
estructuras objetivas, sino también de representaciones, percepciones y visiones,
sistemas simbólicos que dotan de sentido a un espacio. Las categorías de
percepción del mundo social son, en lo esencial, el producto de la incorporación
de las estructuras objetivas del espacio social (Bourdieu, 1996). Según Bourdieu,
esta correspondencia entre las estructuras sociales y mentales, tiene su
justificación en el interior del cuerpo, donde se desarrollan los esquemas del
habitus.
40
habilidad que se logra con la práctica y la costumbre20. En este sentido, lo
cotidiano, el habitus, la costumbre, construcción y producción recaen en el habitar.
Así como se construye y produce a diario el espacio social, en la dimensión
material y simbólica, lo cotidiano y el habitus es lo que pasa todos los días en
forma sistemática estructurante.
Ahora bien, si el habitar no es la suma de todas las actividades de cada una
de las dimensiones, como lo aclara Lefebvre, entonces funciona como una
categoría de conexión entre todos estos conceptos que han sido tomados de la
praxis humana, razón por la cual habitar un espacio no se reduce a una práctica o
un conjunto de prácticas cotidianas o habituales, construidas o producidas por un
individuo o una colectividad, habitar es la forma de hacer y estar en el mundo
desde que nace el hombre hasta que muere, es lo que nos sucede a lo largo de
nuestra vida. Es por ello que el habitar toma vida y personalidad en el sujeto
interiorizado que expresa sin darse cuenta, desde las más duras hasta sus más
sensibles manifestaciones en el espacio. En resumen solo el habitar es capaz de
articular todas las expresiones cotidianas, habituales, sentimentales y materiales.
La doble trialéctica.
Lefebvre sostiene que habitar es apropiarse del espacio; y apropiarse del espacio
consistiría en convertir el espacio (vivido) en lugar a través de acciones como
adaptarse a él, usarlo, transformarlo y verter sobre él la afectividad del individuo
mediante su imaginación.
20 Costumbre: habito adquirido por la repetición de actos de la misma especie (José M. Gutiérrez de Alba).
Practica mu usada y recibida que ha adquirido fuerza de ley. Lo que genio o propensión se hace más
comúnmente (José Selgas). Conjunto de calidades o inclinaciones que forman el carácter distintivo de una
nación o persona (Tomás de Iriarte), De Pagés (1902-1932).
41
De esta manera, lo vivido ayuda al autor a categorizar el espacio en una triada
conceptual, la cual Soja (1996) retoma, ya no a partir del espacio, sino a partir del
ser.
42
A pesar de ser este apartado uno de los más productivos en la obra que desarrolla
Lefebvre (1974), no lo retoma después de darlo a conocer, sólo encontrándose
especialmente abordado por la perspectiva crítica que maneja Soja (1996).
43
relacional con el espacio); y de la socialidad (o relaciones interpersonales) [...]
Soja (1996, 1997).
Habitar el lugar
El lugar es uno de los conceptos geográficos que cobra vida en el espacio siendo
debatido entre otros muchos, por Doreen Massey, que lo relaciona con la noción
44
de género y lo global; Yi-fu Tuan, quien conceptualiza el lugar desde el termino
topofilia, una manera muy interesante de conocer el sentido de apropiación; E.
Soja que con el concepto del tercer espacio da vida al lugar, retomado del espacio
vivido de la obra de Lefebvre (1974); y finalmente, Marc Augé (2000 [1992]) como
un complemento perfecto con el lugar antropológico, presentando de una manera
original el lugar a partir de los no lugares producidos por la sobremodernidad. Con
relación al desarrollo conceptual de los autores se irá dando a conocer la
diferencia que existe entre habitar un espacio y habitar un lugar.
El lugar, una dimensión conceptual y empírica, resulta ser una realidad
subjetiva, ya que está acotado al ámbito de la vida cotidiana y permeado por la
identidad de un individuo o una comunidad. La cultura, provista de sentido, se
considera en el lugar, un elemento fundamental en las relaciones sociales de los
individuos y los grupos; que refiere a una apropiación simbólica del espacio
geográfico como elemento de identidad. Lo cotidiano es el lugar donde se
desarrolla la socialidad del ser (Lindón V., 2000).
A través de descripciones y no de concepciones, Yi-Fu Tuan (1977) expone
una diferencia clara entre el lugar y el espacio. Según el autor, el espacio tiene un
sentido de libertad y el lugar de seguridad. Así que estamos ligados al lugar
mientras buscamos el espacio. Pone de manifiesto dos términos que podrían dar
una definición por si solos a cada una de estas dimensiones -lugar y espacio-, el
de experiencia y el de perspectiva. De esta manera es posible afirmar que el lugar
es la experiencia en el espacio y el propio espacio es una perspectiva que puede
tener un sujeto del lugar.
La diferenciación entre espacio y lugar, consiste en el tipo de relaciones,
comunicación y vínculos establecidos entre el sujeto y el espacio. Este fenómeno
ha sido explicado a través de conceptos como apropiación del espacio, apego al
lugar, identidad del lugar, etcétera, pero hasta ahora no se ha profundizado del
todo en la relación habitar el lugar. El lugar, es donde se construye el sentido de
habitar, la experiencia y el sentido humano.
El habitar como el lugar, devienen de lo vivido, es lo que refleja la historia y
la experiencia. A partir del lugar se comienza a dar la existencia del ser, el estar,
45
es decir, al habitar, por lo tanto conforme se transforma el espacio en lugar, el
habitar es construido. Debido a la íntima relación y similitud entre conceptos, se
corre el riesgo de abordarlos como sinónimos, sin embargo, existe una pequeña y
gran diferencia; el lugar se construye en un punto del espacio, pero no es espacio;
y el habitar se construye en el espacio. Durante la existencia de un individuo es
posible que este habite más de un lugar, pero el habitar no es cuantificable ni
medible, el habitar existe a través del ser.
En este sentido, Marc Augé (2000 [1992]) sostiene que los lugares
antropológicos tienen por lo menos los siguientes tres rasgos comunes:
identificatorios, relaciónales e históricos. Si un lugar puede definirse como lugar de
identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como
espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar.
En este sentido, los no lugares son aquellos que muestran los orígenes de una
ciudad, de un asentamiento o de algún espacio que representa a una sociedad o
bien a un grupo social; es decir los no lugares representan colectividades con un
solo interés en común, el consumo en todos sus sentidos. Estos espacios sociales
sistematizan en una red a una colectividad, cuyos ejemplo pueden ser:
aeropuertos, centros comerciales, avenidas con mucho tránsito, metros,
autopistas, plazas, viaductos, parques urbanos, centrales de autobuses, etcétera.
46
Por otro lado, los lugares son las particularidades dentro de esta gran red de
transición, experiencias subjetivas que están y dan sentido al primer espacio
habitado de las personas, el espacio vivido.
Soja (1996, 1997, 2008) realiza la reconstrucción teórica del espacio vivido
-co n base en las contribuciones de Lefebvre (1974) - como un sinónimo de lugar,
el cual se torna real e imaginario, actual y virtual, lugar de experiencia y agencia
estructuradas, individuales y colectivas. A partir de lo establecido, la noción de
espacio vivido o el lugar se enmarca dentro de la vida cotidiana, el habitar, los
h a b itu s y la geografía cultural, en el área de la subjetividad del espacio.
Comprender el espacio vivido puede ser comparado a escribir una biografía, una
interpretación del tiempo vivido de un individuo, o en términos más generales a la
historiografía, es decir, al intento de describir y entender el tiempo vivido de las
colectividades o las sociedades humanas (Soja E., 2008).
Habitar la casa
47
privilegiado considerado a la vez una complejidad unida y fragmentada, es decir,
aunque está compuesta por diversos sistemas simbólicos y materiales, es solo
una estructura que encadena los diferentes sistemas. En el contexto de esta
complejidad, la casa nos brinda a un tiempo imágenes dispersas y un cuerpo de
imágenes; en este sentido, no muestra sólo los aspectos pintorescos, confortables
y físicos, sino que trata de ir más allá de una simple descripción, logrando la
narración de hechos o impresiones para llegar a la máxima virtud de la casa, la
función de habitar (Bachelard, 2000 [1957]).
A partir de este paradigma fenomenológico de Bachelard, se asume que la
casa tiene un vínculo directo con el habitante. Éste es establecido a partir de los
límites materiales, pero lo más importante, no son los muros que limitan el
espacio, son las vivencias, experiencias, hechos y relaciones entre el individuo y el
lugar. La conexión y relación de dichas circunstancias y experiencias dentro de la
casa es lo que da vida al habitar, no la suma de cada una de éstas. El autor
conceptualiza la casa como un espacio puramente destinado al habitar, término
referente al sujeto, quien construye su lugar, su ser y su hacer a través de
expresiones vividas. A pesar de ser la casa un lugar para habitar, no puede ser
construida simbólicamente de manera aislada -quizá en su forma material sí, pero
no en el resto de las expresiones-, ya que está dentro de una ciudad y dentro de
un entorno espacial y social: el asentamiento.
Amerlink y Bontempo (1994) destacan una cita de Lawrence y Low (1990),
para quienes las formas construidas también incluyen espacios definidos y
delimitados, pero no necesariamente encerrados, como las áreas al descubierto
de un núcleo de casas, una plaza o una calle. Pueden incluir también sitios
significativos o lugares como un adoratorio, donde no necesariamente se cobija o
cubre la actividad.
48
salones, etcétera) creados por el ser humano para cobijar, definir y proteger
actividades (Lawrence & Low, 1990).
Con nuestro enfoque el término arquitectura se refiere a algo más que el mero
diseño y decoración de construcciones. Abarca lo que sucede cada que el
pensamiento y la acción humana imparten orden o significado a cualquier espacio:
nombrar lugares [...], planear y construir edificaciones y ordenar los espacios que
las ordenan y las unen. Finalmente incluye los significados sociales y religiosos
codificados en las construcciones y ámbitos espaciales (Nabokov & Easton, 1988).
Por esto, Rapaport sostiene, en Amerlink & Bontempo (1994), que los estudios de
los paisajes culturales y los entornos construidos requieren una documentación
que vaya más allá de los atributos visibles del entorno físico, como las fotografías
sin lectura, planos, diagramas e inventarios, es decir, se requiere documentar la
forma, la organización espacial y los ámbitos subyacentes. Aún más importante,
que la documentación incluya a la gente y su comportamiento, actividades,
valores, esquemas cognoscitivos, visión del mundo, significados y símbolos
usados, imágenes, reglas, respuesta afectiva de la gente ante los entornos y cómo
los percibe21; en fin es un estudio tan completo que abarca desde lo físico u
objetivo hasta lo más subjetivo de un entorno construido.
Al momento de sensibilizar de esta manera la casa, una casa o un conjunto
de casas, es posible comprender que ésta ha sido construida a la par con su
entorno, tanto en lo espacial como en lo social. Un proceso de construcción-
producción-apropiación entre la casa y el entrono construido y todo lo que estos
lugares conllevan. Así, es posible utilizar el método científico para describir y
representar el habitar a partir de la casa, donde la relación interior-exterior
21 Para aclarar el concepto de los paisajes culturales hago alusión a Nogué, quien a lo largo de su libro La
construcción social del paisaje, asume que el paisaje es el resultado de una transformación colectiva de la
naturaleza, es un producto social. Los paisajes reflejan una determinada forma de organizar y experimentar
el territorio y se construyen socialmente en el marco de unas complejas y cambiantes relaciones de género,
de clase, de etnia, de poder, entre otros [...]. En realidad, sólo vemos los paisajes que deseamos ver, es decir,
aquellos que no cuestionan nuestra idea de paisaje construida socialmente, producto, a su vez, de una
determinada forma de aprehensión y apropiación del espacio geográfico (Nogué, 2007). Es decir todo
paisaje socialmente construido o transformado es un paisaje cultural, ya que a este le es asignada la cultura
y constumbres de la sociedad que lo modifica (Amerlink & Bontempo, 1994).
49
constituye el centro de reflexión para la configuración de un nuevo conocimiento
(Sañudo, 2013).
Siguiendo el razonamiento anterior, el habitar se presenta a través de
interrelaciones familiares y vecinales que expresan creencias, habitus,
costumbres, tradiciones y cotidianidades, las cuales se materializan en casas,
calles, parques o cualquier forma arquitectónica que identifica al lugar.
Para Heidegger no existe una relación especifica entre habitar y construir,
ya que son dos expresiones unidas por completo, porque al separar construir y
habitar, se desfiguran las relaciones esenciales: Construir no es solo medio y
camino para el habitar, el construir es en sí mismo ya el habitar (Heidegger, 1994
[1951]). La dialéctica de Heidegger va más allá de construir y habitar, alcanzar el
ser mismo, ya que por ejemplo, trabajar es ya una forma de habitar. Habitamos
desde nuestra profesión, habitamos cuando hacemos negocios o viajamos, incluso
al caminar habitamos. Es lo que hacemos y lo que somos, el ser y el hacer se
construye con el habitar.
50
hombres; las cumbres, las altitudes; y los abismos, las simas. Esos niveles afectan
al espacio absoluto de distintos modos. La altura, la verticalidad, recibe un sentido
privilegiado, a veces total (saber, poder, deber), pero su sentido varía según las
sociedades y las «culturas». En el conjunto, sin embargo, el espacio horizontal
simboliza la sumisión; el espacio vertical, la potencia; y el espacio subterráneo, la
muerte [...].Pero incluso atenuado en su sentido, el espacio absoluto conserva sus
rasgos esenciales. Para los que lo rodean, es el espacio verdadero, el espacio de
la verdad, de sus bruscas apariciones (que destruyen las apariencias, a saber, los
otros tiempos y los otros espacios) (Lefebvre, 2013 [1974]).
Sin embargo, Lefebvre afirma que el espacio absoluto no tiene lugar, ya que reúne
en sí mismo todos los lugares y posee una existencia simbólica, por esto la casa
no es espacio, pero el habitar, el ser, el estar en el mundo puede asemejarse a un
espacio absoluto. El sujeto puede habitar todos sus lugares y en sí mismo, en el
ser interiorizado que conserva sus rasgos esenciales, donde está la verdad y no
hay apariencias.
En este sentido, es necesario marcar diferencias entre la casa, la vivienda,
hogar e incluso del propio entorno familiar y doméstico.
51
entre habitar y vivir y, con lo establecido anteriormente por los demás autores,
podríamos afirmar que el habitar es en sí mismo la vida del hombre.
[...] la casa, pues, es una extensión de la persona, una especie de segunda piel,
un abrigo o caparazón, que exhibe y despliega tanto como esconde y protege.
Casa, cuerpo y mente se encuentran en una continua interacción; la estructura
física, el mobiliario, las convenciones sociales y las imágenes de la casa permiten,
moldean, informan y reprimen al mismo tiempo las actividades y las ideas que se
desarrollan dentro de sus paredes, un entorno creado y decorado como escenario
de la habitabilidad. La casa y la habitación se convierten así en un agente de
pensamiento y en un primer agente socializador, que moldea el carácter de los
hijos, a partir de las primeras impresiones de la mirada [...]. Con las costumbres y
la habitación, cada cual construye un dominio práctico de los esquemas
fundamentales de su forma de vida. No habitamos porque hemos construido, sino
que construimos y hemos construido en la medida que habitamos, es decir, en
cuanto que somos los que habitan. La esencia del construir es el dejar habitar
(Vásquez R., 2005).
52
contenido simbólico, acumulador de sentidos. Por lo tanto, es uno de los espacios
donde se puede tener plena conciencia del ser y además un lugar donde es
posible controlar el mundo desde el habitar personal o familiar.
En contraposición a Bachelard, quien afirma que la casa es el primero y
último refugio en la vida del hombre, es posible dar a conocer a la familia como
este refugio, ya que el individuo se refugia en la familia, donde su vida se
concentra, se prepara y se transforma, donde encuentra sus raíces. Es un refugio
casi animal, de gran seguridad; por lo que la familia no es sólo el espacio de
convivencia íntima, lugar de expresión de la llamada cultura privada; es también
una manera de presentarse ante la sociedad mayor (comunitaria o urbana). Según
Baudrillard (1969 [1968]) el acomodo de muebles, espacios y tipo en una casa es
un reflejo de la organización familiar, cada objeto tiene un fin en la familia. Por esta
razón, el habitar no sería posible en una casa vacía, sin sujeto ni objeto. Los
muebles, junto con los accesorios y los elementos decorativos, se convierten en
una expresión de las personas, quienes viven la casa. Por lo tanto, la casa es el
escenario ideal para representar nuestra estética y cotidianidad.
En De Pagés (1902-1932), se marca una gran diferencia entre el concepto
de casa y el de hogar, donde se conceptualiza en el hogar un devenir de la
palabra hoguera, focus, fuego o fogón, es el sitio donde se coloca la lumbre en las
cocinas, chimeneas, hornos. Ahora bien, la palabra hogar se usa a partir de la
metáfora familiar, el hogar está en la familia, en el núcleo familiar, es el ambiente
más cálido. El hogar ya no hace referencia al espacio material, sino al espacio
social. En una vivienda pueden existir diferentes hogares, diferentes ambientes
familiares, diferentes espacios familiares o bien diferentes núcleos familiares,
incluso diferentes casas y sentidos de habitar. Cuervo C. cita a Silverstone (1994),
quien entiende el hogar como "un constructo” que no necesariamente requiere de
un espacio en particular, "es un lugar, no un espacio” y su sentido no se restringe
a lo que comúnmente entendemos por casa. Sin embargo, la construcción del
hogar si requiere de la casa y la familia donde se mantiene una relación estrecha
para que esta sea posible. En otras palabras, el calor de hogar no se limita a la
53
calidez de una estancia, sino de manera figurada, a un grupo de personas casi
siempre emparentadas (Cuervo C., 2010).
Por otro lado, la vivienda se refiere a las características funcionales de un
espacio; además, no es una sola, sino debe ser un conjunto de viviendas, formas
de construcción, materiales y espacios semejantes (De Pagés, 1902-1932). Un
ejemplo práctico de viviendas lo podemos ver en los conjuntos habitacionales con
casas construidas en serie destinadas a guardar a un grupo social o un individuo,
es decir, un solo tipo de vivienda para diferentes tipos de familias con diferentes
rasgos sociales. Es un espacio físico “pre-construido”.
En este sentido, Bachelard, Heidegger e incluso Rapaport confluyen con
planteamientos teóricos sobre el habitar, en el término topofilia de Yi-Fu Tuan y en
las representaciones simbólicas del espacio social de Lefebvre; donde estas
últimas a su vez trascienden a la trialéctica del espacio y del ser en ese espacio
íntimo y absoluto. El espacio concebido, el percibido y vivido representa para
Heidegger el prototipo del humano.
Al observar la triada de Lefebvre, Soja y Heidegger, queda claro que se
basan en la misma construcción teórica conceptual. Pensar este esquema referido
a la casa, me lleva a tener una visión conjunta de las trialécticas, pero sin dejar de
ver las diferentes dimensiones que componen cada categoría, ya que finalmente
estos tres hilos confluyen en lo vivido, lo histórico y el habitar.
22 Conceptos y realidades que confluyen en el habitar en los planteamientos teóricos de Lefebvre (1974),
Soja (1996) y Heidegger (1951).
54
asocia la palabra vivir o construir que para Heidegger significa habitar (Cuervo C.,
2010).
Por otro lado, Michel de Certeau (1999 [1994]) hace una descripción y análisis
sobre el habitar cotidiano. En uno de los apartados de su obra, sostiene que no
necesariamente se tiene que descubrir el placer de comer buenos platos, sino el
placer de manipular materias primas, organizar, combinar, modificar, inventar, es
decir, el arte de hacer, tal y como el autor llama al habitar. Precisamente ahí está
en juego una fidelidad material más profunda y más pesada, una manera de estar
en el mundo y de hacer aquí su morada. Con el arte de hacer se aborda el
concepto de lo cotidiano, es lo que se nos da cada día, lo que nos preocupa cada
día y hasta nos oprime (de Certeau, 1999 [1994]), pero si se agrega el arte en lo
cotidiano se transforma en el estar cotidiano.
Al respecto, es interesante como de Certeau asemeja los conceptos, artes
de hacer, maneras de habitar y lo cotidiano. El autor toma estos conceptos para
explicar las prácticas culturales de los usuarios de la ciudad en el espacio de un
barrio a partir de la sociología urbana del barrio y del análisis socio etnográfico de
la vida cotidiana. Así, de Certeau afirma una vez más que mediante la cotidianidad
se desarrolla el habitar, ya que se registran los comportamientos en el espacio
social y los beneficios simbólicos esperados por la manera de "hallarse” en el
barrio, es decir, una manera de tener en el barrio un lugar.
La historia es un pilar importante aquí, no se puede conocer el proceso de
adaptación de una familia a la casa o la domesticación del espacio si no se conoce
la historia del lugar, el proceso de construcción y la evolución del entorno en el
cual está situada la casa; ya que no es solo ver el espacio físico, sino comprender
la relaciones entre el espacio y la gente que lo habita.
Hasta aquí se ha hablado de la casa, del entorno construido, del
asentamiento, de los símbolos, del significado de la casa y como la familia influye
en todo esto, pero poco se ha discutido acerca del sentido -de habitar-. Este
sentido tiene muchos significados, pero aquí el sentido asociado al habitar remite
a una particular expresión teórica y práctica. Heidegger aclara que el sentido está
estrechamente ligado con el concepto de significado, sin embargo el sentido es
55
mucho más profundo: es en el propio habitar donde se percibe el sentido de este
espacio (Heidegger, 1994 [1951]). De esta manera, el sentido tiene que ver con
una noción de sentimiento entre el espacio y el ser.
Sostiene Tuan (2007 [1974]) que los modos en que las personas perciben,
valoran y dan sentido a un entorno son variados, pues no hay dos personas que
perciban de la misma manera una realidad ni dos grupos sociales que tengan
exactamente el mismo sentido de valoración de su medio. Si asociamos la
concepción de Tuan con la de Heidegger el sentido va ligado a un sentimiento,
una percepción y valoración por el espacio a través de diferentes formas, ya sean
visuales, táctiles, auditivas, entre otras. Este sentido está ligado a una gama de
significados que enraízan al ser a un lugar.
Por otro lado, el habitar no podría resumirse en una limitada definición, ya
que no sólo es un concepto, sino también es una realidad a la mirada vacía, algo
real que no se ve, sin embargo, está presente en cada segundo de nuestra vida.
La historia, el espacio vivido o el construir constante son dimensiones
infalibles para la comprensión del habitar, están compuestas por un conjunto de
hechos, expresiones o situaciones interconectadas o encadenadas a la vida del
hombre. Por ejemplo, la cotidianidad y el habitus son expresiones integradas por
un conjunto de hechos o situaciones que por sí solas son simples prácticas, pero
si lo percibimos como encadenamientos forman un conjunto de expresiones
cotidianas o habituales que llevan a la comprensión del habitar.
Si el habitar parte de las necesidades primordiales del ser humano, y
además es una construcción histórica, entonces el habitar es el propio ser, el
sujeto, quien articula y conecta todas sus expresiones, hechos, relatos, prácticas y
situaciones vividas, las cuales forman un todo; es por esto que el habitar también
puede verse como una categoría de conexión.
56
Capítulo dos. Contexto sobre la transformación de la casa en
Zamora.2 3
Imagen 1. Vista aérea de la Catedral de Zamora en la década de los setenta.
23Las Fotografías consultadas en el Archivo del Museo de Zamora fueron proporcionadas por Jesús Álvarez
del Toro.
57
La casa en el medio urbano de Zamora es un elemento de cambios que abre una
infinidad de temáticas tangibles e intangibles, uno de los espacios geográficos que
ha marcado diferentes épocas con las formas de construir y acrecentar el entorno
urbano, con los diferentes estilos y maneras de habitar la ciudad. Así, la casa se
considera como el espacio que tiene la función de cubrir las necesidades básicas
de los habitantes, además de ser percibida como el principal factor de
organización en la ciudad. No obstante, la mala de planeación en la estructura
urbana se ha hecho presente a partir de la segunda mitad del siglo XX, donde
muchas familias han logrado construir y vivir su casa a costa del desorden urbano.
Autores zamoranos han destacado la transformación que sufre el espacio
urbano en Zamora; por ejemplo Ortiz (1988) sitúa a Zamora en una crítica
contextual, donde habla metafóricamente de las enfermedades o patologías24 que
adolece la ciudad. Por su parte Luis González (1984) pone en la mesa la discusión
de los hondos contrastes25 que se viven en el entorno urbano, mientras que
Gustavo Verduzco (1992) discute la urbanización como una honda
transformación26. A fin de cuentas, este concepto gira en torno a una metamorfosis
del espacio urbano, carente de sentido, orden y función.
Por esto resulta importante hablar sobre las modificaciones que ha tenido la
casa en Zamora a lo largo de su historia, principalmente las actividades dentro de
ésta y en su entorno, los aspectos cotidianos y por supuesto, las actividades
productivas y procesos migratorios que han influido de forma directa en el habitar
y en el aumento de casas en la ciudad.
24 Que de desastre hablaremos, para tratar de explicar las variables que han hecho de Zamora, en 1988, no
sólo una ciudad de una fealdad esplendorosa sino, sobre todo, una ciudad en la que se ha deteriorado en un
grado importante la calidad de la vida (Ortiz, 1988).
25 No tiene un cinturón de miseria porque aquí los habitantes apretujados en casuchas de mala muerte no
circunvalan el resto de la ciudad, no forman cinto, hacen brazos [...] en la misma ciudad donde crecen tales
tentáculos de mugre y miseria, se inauguran frecuentemente colonias bien arboladas con calles de firmes de
concreto, con servicios de agua, luz y drenaje y con habitaciones furibundamente modernas en términos de
arquitectura y en términos de muebles y decoración. Por lo demás no pasa un mes sin el derrumbe de
alguna de las casas típicas [...] (González, 1984:185-186).
26 El fenómeno de urbanización ha sido importante porque implica una honda transformación de la
estructura de producción, la cual se manifiesta, entre otras reacciones, a través de la existencia de nuevas
demandas laborales, de las migraciones rural-urbanas y de la inserción de la población campesina en un
marco de actividades no agrícolas.
58
Habitar la casa en Zamora y su contexto histórico
27 Mapa del Valle de Zamora en poder del señor Manuel Jasso. No tiene la fecha ni el nombre de quien lo
haya levantado (Rodríguez Z., 1952:14).
59
En 1574 por órdenes de Enríquez de Almanza, segundo virrey de la Nueva
España, se fundó la Villa de Zamora. El cruce entre la acequia del calvario y la
acequia que pasaba a un costado del viejo río Duero, fue el punto de partida para
el trazo de la ciudad, ángulo donde se construyó el primer templo con orientación
oriente-poniente (Rodríguez Z., 1952). Los primeros pobladores construyeron los
drenes necesarios en las partes más bajas y alinearon las casas por lo más alto
del terreno, dejando las partes más anchas y curvadas de las calles en lo bajo,
donde se acumulaba el agua, marcando de esta manera las corrientes del
desagüe.
Imagen 3. Calle del Caracol 1982, vista área y vista de oriente a poniente.
60
recodos29 servían para defenderse de la irrupción de los indios chichimecas, pues
así podían atacarlos a dos fuegos (García U., 1971). Desde sus inicios, Zamora se
ha caracterizado por tener calles trazadas de manera irregular, con recodos y
calles angostas especialmente para peatones, particularidad que no se ha
aprovechado arquitectónicamente, ya que una calle angosta y con un trazo
irregular resulta ser visualmente más atractiva que una recta amplia.
Para finales del siglo XVI ya se había concretado un nuevo asentamiento.
La población establecida alrededor de lo que ahora es la plaza principal, con
casas de adobe, marcó su estilo de vida mediante una ardua forma de trabajo. Al
interior de sus casas desarrollaban las actividades productivas, que finalmente se
convirtieron en actividades cotidianas y fueron parte del habitar, así, éstas cubrían
todas las necesidades domésticas, sin dejar de lado aquellos grandes espacios
para los animales y las herramientas. Por su parte, la cocina era uno de los
lugares más grandes (Sigaut, 1991:25), tenía una fuerte importancia por ser uno
de los más acogedores de la casa; ya que además de cocinar, se hablaba de la
jornada de trabajo, de los problemas domésticos, donde solían comer y reunir a la
familia. La cocina siempre ha sido el resultado de una íntima relación cotidiana
entre los integrantes de la familia, aspecto que hace manifiesto de Certeau (2000:
XXIX [1990]): [...] escogí la cocina por su necesidad primordial, por su capacidad
para atravesar todas las discrepancias y por su relación intrínseca con la ocasión y
la circunstancia.
A finales del siglo XVI y durante el siglo XVII, con lazos de solidaridad los
zamoranos caminaban en esta nueva tierra, donde se habían repartido varias
hectáreas a cada familia, el amor que le tenían a sus posesiones siempre fue un
impulso para su fuerza de trabajo (García U., 1971).
Unos se hacían de más propiedades mientras otros las descuidaban. El que
tuvo tierras y era mediero, sería mediero toda su vida y el que siempre tuvo
propiedades cada vez se hacía más rico. De esta manera se fueron distinguiendo
la burguesía y el proletariado en Zamora. Por un lado, los que utilizaban sus
29 Es la curva o ángulo que forma una calle, camino o río al cambiar de forma brusca su dirección.
61
manos y trabajaban con su fuerza, como los medieros30 y arrendatarios31, se
ubicaban en la clase proletaria, que al no tener propiedades vivían en la pobreza.
Por el otro lado, estaban los propietarios, quienes amaban un estilo de vida lujoso
y sostenían su prestigio con la construcción de grandes casas rodeadas de
amenos jardines y grandes huertas con todo género de frutas (González,
1984:80).
Para el siglo XVIII, había sobre trescientas casas agrupadas en un pequeño
entorno, construidas con muros de adobe y techos madera y teja, llenaban sus
corrales de plantas y macetas sobre apoyos provisorios con tablas de madera, se
formaban corredores encerrados y cuartos muy oscuros (Ortiz, 1988). Los
espacios abiertos, como los corrales y los patios, eran utilizados para realizar su
trabajo cotidiano, ahí estaban sus granjas y huertas, incluso la construcción de la
casa se realizaba en torno a los patios. Así, intentaban edificar sus casas con
buenos soportes y con el mayor esmero posible.
Existieron épocas en las que el aumento demográfico fue el factor principal
para justificar gran cantidad de construcción de casas. Éste era resultado de la
migración a Zamora debido a la demanda de mano de obra en las actividades
productivas, primero agropecuarias y después comerciales.
Según González (1984:66) en el siglo XVIII Zamora recibió su primer golpe
de crecimiento demográfico acelerado. De 577 habitantes en 1750, para 1792 ya
contaba con 1473 vecinos. Después el crecimiento se aceleró todavía más, pues
de 2300 habitantes aumentó a 6000 en 1822 y a 10 000 a finales del siglo XIX.
Dicho crecimiento demográfico, fue el resultado de altas tasas de fertilidad de la
población zamorana, cada vez más joven.
La consecuencia de este aumento demográfico fue el incremento de casas,
servicios, comercio, entre otros. Para finales del siglo XIX, las autoridades en
actividad ya habían adquirido terrenos hacia el norte, sobre la acequia del calvario,
hasta la estación del ferrocarril con el fin de prolongar hasta ese punto la calle de
Madrigal, ahora Pino Suarez (Sigaut, 1991:30). Esto, con el objetivo de abastecer
30 El agricultor que trabaja la propiedad otro con sus propias fuerzas y recursos a fin de obtener una
ganancia, pero la administración se reparte en partes iguales, es decir "se van a medias".
31 El agricultor que paga renta por trabajar determinada propiedad.
62
la necesidad de espacio dentro de la ciudad a la población excedente. Así fue
como Zamora dio su primer salto físico fuera de sus límites originales a raíz de un
aumento de población.
A partir de ese momento se comenzó un proceso de trasformación en la
forma de habitar la ciudad y la casa. Aparecieron novedosos programas
arquitectónicos, con espacios no tan comunes en esa época, los cuales
resolvieron muchas de las necesidades que surgían en la ciudad.
Las casas eran adaptadas a las necesidades humanas cambiantes y a sus
acciones domésticas de trabajo, salud, educación y recreación. De esta manera
nacieron nuevos espacios con el poder de cambiar la imagen y la percepción de la
ciudad. Desde entonces surgió una nueva arquitectura en Zamora, caracterizada
por la mezcla de estilos con elementos y formas arquitectónicas de diferentes
épocas y tendencias escogidas por los habitantes, enmarcando un eclecticismo o
arquitectura ecléctica. Hasta esa época, aún dejaban espacios para realizar
labores de trabajo al interior de las casas.
32 Patio central y traspatio con árboles frutales (huellas de las antiguas huertas). El interior de una casa
tradicional zamorana y escuela para señoritas en la calle Hidalgo a un costado del Antiguo Palacio Episcopal.
63
madera o acero hueco para usarlas como bajantes de agua pluvial, posteriormente
fueron sustituidas por materiales nuevos como la cantera o el concreto (Sigaut,
1991:32).
Los materiales utilizados en elementos arquitectónicos comunes como
cimientos, muros y techos en las casas, siempre fueron los mismos hasta la
primera mitad del siglo XX. Así, se identifica la piedra, adobe, tabique, madera y
teja, pues solo variaban en la ornamentación. El ancho de los muros era de 40 a
60 centímetros. El claro de los vanos en puertas y ventanas se libraba con vigas
de madera. Los techos eran un entramado de vigas y duelas, mejor conocidas
como costillas de madera, sobre las que se ponía la teja. El espacio que quedaba
entre el entarimado del techo y la trama de madera que sostiene las tejas, se
llama tapanco y sirvió para bodega, refrescando las casas con el aire que pasaba
por los extremos (ídem). García Urbizu (1971) afirma, que las casas eran amplias,
con un frente de treinta pasos por cien de fondo, motivo por el cual se creaban sus
traspatios, huertos y corrales. Eran grandes corazones de manzana.3
33 Vista aérea de la ciudad de Zamora de Oriente a Poniente sobre la calle Cazares, a la izquierda sobresale la
Catedral y a la derecha la torre del Templo de San Francisco. Se observan los grandes corazones de manzana
que formaban los patios y traspatios de las casas en 1975.
64
La palabra manzana proviene de la castellanización del catalán "mansana", cuyo
origen es el "manso”, derivado del latín "mansio, mansum”, a su vez derivado de la
forma verbal manere, que significa habitar una casa. Por esta razón, se conoce
como manzana a un conjunto de casas. El término corazón de manzana, parte del
espacio más importante del conjunto de casas, el patio central. A partir de éste, los
espacios de la casa y las familias eran organizados para cuidar la funcionalidad,
su modo de vida y simbolizar las actividades productivas en un solo núcleo
familiar.
Es interesante ver que los límites de los espacios estaban visualmente
disimulados por su estética y la sensación de cobijo que daba el patio central. El
recorrido de la estructura de la casa comenzaba con la puerta de la calle, la cual
conducía a un zaguán traslucido, cuya función principal no fue la seguridad de la
casa, sino delimitar el ámbito privado del público mediante el espacio de transición
resultante entre la puerta y el zaguán. El patio central y los corredores estaban
rodeados de las habitaciones, cocina, comedor y sala.
34Las Fotografías consultadas en el Archivo del Museo de Zamora fueron proporcionadas por Jesús Álvarez
del Toro.
35 Espacio de transición entre el zaguán y la puerta de acceso en la casa Ramos que data desde el siglo XIX
ubicada sobre la calle Amado Nervo.
65
Conforme crecía la ciudad, se producían grandes transformaciones a partir de
elementos tan sencillos como el techo inclinado. Estos cambios influyeron en la
casa, en el entorno, en las expresiones cotidianas y en el habitar. Con la
modificación de los aleros en el techo inclinado, cambió totalmente la imagen de
Zamora y la forma de percibirla.
Para finales del siglo XIX, el techo inclinado se prolongaba hasta la calle,
conociendo dicha prolongación como alero; elemento que suscitó intereses
colectivos, tanto económicos como visuales. Con esto las autoridades
determinaron que la casa que tuviera aleros hacia la calle tendría que pagar
impuesto o, de lo contrario, deberían quitar los aleros. Sin duda, tal
reglamentación evidenció el interés económico para la obtención de recursos en
la ciudad a corto plazo, además de erigirse en un criterio de mejoramiento de la
imagen de la ciudad.
Las razones que tuvo el ayuntamiento para prohibir los aleros fueron las
siguientes:
Por objeto el ornato y mejora material tanto de las calles de esta ciudad, como de
cada una de sus casas. Éstas, sin los canes y en vez de ellos presentan una vista
más despejada que la que hoy ofrecen con pestañas; sin éstas la luz refleja con
más facilidad y además de que el día parece más brillante, el alumbrado produce
todo el efecto que se desea porque su luz no se absorberá en las llamadas
pestañas. Las calles se verán menos feas que ahora, porque las cornisas las
hermosearan y los marcos y ventanas de los edificios lucirán su arquitectura
(Sigaut, 1991:32).
66
Imagen 7. Vista de casas en la calle Madero norte con aleros y sin aleros.
Argumenta Ortiz (1988), que solo se trataba de una nueva cara rasurada, porque
el esquema compositivo de la casa fue el mismo, no obstante la imagen del
entorno cambió y con ella la percepción de los habitantes. Éste hecho trasciende
la estructura de la casa con una nueva imagen de la ciudad. Esos aleros que
protegían de las inclemencias del tiempo a la población andante, ya no estaban,
había entonces que caminar bajo la lluvia o bajo el sol que ardía sobre las calles.
Es indiscutible que las personas ya no sentían igual el espacio público.
A pesar de las trasformaciones de la casa, obligadas por las autoridades
municipales y otras debido a las necesidades familiares, su estructura y función no
se modificó, continuaba su patio central y su traspatio con áreas de servicio para
los instrumentos de trabajo o materiales, los corrales y las hermosas atarjeas3
37.
6
Por otro lado, las familias de escasos recursos, quienes vivían en casas
pobres que parecían chozas, difícilmente podían modificar sus fachadas, mucho
menos aumentar o quitar espacios, ya que sobrevivían a duras penas con el
sustento diario. Sin embargo, seguían el propósito del ayuntamiento de modificar
el entorno visualmente, lo cual no se comparaba con lo que se hacía en la
residencia burguesa. Después del año 1900, los nuevos proyectos y
remodelaciones de las casas respetaron la "norma” de unificar el entorno sin
aleros
36Las Fotografías consultadas en el Archivo del Museo de Zamora fueron proporcionadas por Jesús Álvarez
del Toro.
37 Es un canal pequeño de mampostería de ladrillo de barro al nivel del suelo sobre arcos, el cual funciona
para conducir agua o drenes sanitarios, utilizados en el siglo XIX.
67
Imagen 8. Casas de familias de escasos recursos38.
Implementaciones en el siglo XX
Otro cambio trascendental de las casas sucedió a finales del siglo XIX y durante el
XX. La división de casas fue autorizada por las autoridades a partir de las
herencias y su venta por partes para obtener mayores ganancias. Otra estrategia
fue adquirir propiedades entre dos o más personas, quienes después las dividían
respectivamente. En la actualidad, esta situación es un problema para la imagen
urbana, pues los cambios de uso de suelo y la dosificación del comercio sobre las
casas en el Centro de la ciudad, entre otras situaciones, causan conflictos para la
regulación de la planeación urbana.
Es importante señalar la ausencia de ingenieros o arquitectos hasta la
primera mitad del siglo XX. Las obras eran dirigidas y construidas por maestros de
obra. Después de 1940, llegaron los primeros arquitectos de la ciudad de México,3
9
8
38 Casas de familias con escasos recursos y la vista de mejoramiento sin aleros en la parte Sur del Centro.
Fotografía s/f.
39Las Fotografías consultadas en el Archivo del Museo de Zamora fueron proporcionadas por Jesús Álvarez
del Toro.
68
provenientes de la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde entonces,
se comenzó a destruir una buena cantidad de las mejores construcciones que se
realizaron en el siglo XIX, el periodo de mayor productividad arquitectónica y
urbana.
A partir de entonces el crecimiento de Zamora ha sido constante, y en
ocasiones acelerado. Así, la ciudad se llenó de servicios, surgieron los elegantes
hoteles Fénix, Mendoza y Ramval, junto a los tradicionales y muy queridos Hoteles
Colón y México; también surgieron plazuelas sobre las calles cada vez más
alargadas. Desde luego no podían faltar escuelas y un gran número de casas con
materiales nuevos, como el cemento Portland. Aparecieron los nuevos
asentamientos humanos a partir de 1945. Nacieron también despachos de
materiales para la construcción de una ciudad que evidentemente se vestía a la
moda.
En dicha época, el crecimiento de la traza urbana se daba hacia el oriente
y, con esto, se concretaba el proyecto eclesial propuesto por el Obispo Cazares
con la ubicación de la nueva Catedral (ahora el Santuario Guadalupano), así se
conservaban las mejores tierras productivas del sur. Sin embargo, el cambio de
uso de suelo y la gran especulación sobre el mismo, ha llevado a ocupar tierras de
cultivo del sur, del norte y hasta del poniente.
Es interesante ver la manera en que las actividades productivas agrícolas
influyeron de manera total en el crecimiento urbano de Zamora. Afirma Álvarez del
Toro (1985:42) que el crecimiento de la población fue el resultado de las
tendencias históricas, las cuales conjugaban los factores económicos, sociales y
culturales que promovieron el desarrollo de la región zamorana. Gustavo Verduzco
(1992:112) sostiene que el crecimiento urbano de Zamora se desarrolló debido a
que las actividades agrícolas se libraron de problemas pro y anti-agraristas, la
apertura de la carretera México-Guadalajara y a la especialización de Zamora en
productos agrícolas.
69
Imagen 9. Proyecto de crecimiento de Zamora40.
40 Plano regulador de crecimiento de Zamora hacia el oriente, proyecto de la iglesia propuesto por el Obispo
J. María Cazares (Sigaut, 1991:25).
70
2000 161 918 17 019 35 704 7 761
1950 37 676
71
hemos ido construyendo y todavía no la terminamos. Es decir, nunca terminan de
construir su casa, por tanto, este tipo de familias se mantienen en constante
construcción simbólica y material.
72
Otra desventaja es que este tipo de construcción innovadora es inaccesible para el
sector de la clase obrera.
73
tradicional mujer zamorana, quien se encargaba de los quehaceres de la casa y
los hijos.
El consumismo es otro de los aspectos dominantes sobre la sociedad. La
desigualdad y la segregación urbana se hacen más visibles. Aumenta la violencia.
La creación de asentamientos humanos -de diferentes tipos- lleva a la falta de
cultura y al aumento de inseguridad, porque desaparecen los vínculos sociales.
Los fraccionamientos privados van en aumento acelerado y rompen toda relación
(espacial, cultural, histórica y sobre todo social) con la ciudad.
La separación actual de la ciudad figura una paradoja. Las franjas norte-sur
y oriente-poniente suponen un reflejo de las condiciones sociales y económicas de
sus habitantes. La franja sur, cubierta en su mayoría por fraccionamientos
residenciales como Jardinadas, La Luneta, Río Nuevo, Patria, Los Laureles, entre
otros. La franja Norte, también ocupada por fraccionamientos residenciales
abiertos y cerrados, caso de Lagos del Bosque, Paraíso Azul, Santa Catalina, La
Floresta, La Florida, Jardines de San Joaquín, entre otros: Concentrando familias
de clase media y alta, Por ello, se vive con la idea de una ciudad con límites
intrínsecos, donde la exclusión es una forma de estar fuera de ésta.
Finalmente, todas las colonias ubicadas en la franja oriente-poniente y, los
tentáculos de crecimiento que éstas conllevan, son áreas deficientes en servicios y
equipamiento, donde la pobreza, inseguridad y miseria abunda. Así, el ambiente
del entorno físico influye de forma determinante en la gente: el cómo se siente,
cómo piensa, qué hace.
Resultaría complejo hacer una descripción general sobre el habitar la casa
en Zamora debido a la heterogeneidad y el anarquismo urbano en la ciudad; sin
embargo, con todo lo anterior es posible tener una visión general sobre los
cambios en la casa, el entorno urbano y su habitar.
74
culturales y costumbres. Aquí, el entorno se refiere al asentamiento, ya sea barrio,
colonia o fraccionamiento, que son espacios que ganan su concepto a través de
vivencias, experiencias o formas de apropiación del suelo de parte de la sociedad
que los habita.
En la actualidad, Zamora está dividida en 202 asentamientos, donde sólo 9
de ellos son barrios, según el PMDUZM (2008-2028). Así, el Centro de la ciudad,
El Calvario, El Carmen, El Teco, Emiliano Zapata, Los Dolores, Madrigal, La
Medallita y San Juan corresponden a los barrios que dicho programa reconoce,
desarrolla la esencia del término barrio, aspecto que es necesario abordar.
Al respecto, Ortiz (1990) aclara que la tradición de barrio en Zamora, tiene
que ver con aspectos de formación histórica. Afirmar que un asentamiento es un
barrio, no implica solo la apropiación de un espacio o un territorio, sino va más
allá, trasciende a una construcción del espacio basada en una relación de
aspectos geográficos, culturales y sociales; por lo que es una construcción social
con abundante relación vecinal, familiar y socioespacial.
El barrio es una palabra que proviene del árabe bárri (exterior, salvaje,
campo)42 que designa la oposición a la ciudad; y hace referencia al asentamiento
que estaba fuera de las murallas de la ciudad, a una configuración territorial
tradicional, donde se conjuntaban las actividades propias de la vivienda con las del
trabajo, aspecto constatado en los barrios antes mencionados.
Los barrios en la actualidad son más que calles, son referentes que remiten
a que el concepto vaya más allá de los edificios y casas, pues ha sido configurado
por la gente que ahí habita, incluyendo sus sonidos, ritmos y costumbres. En
síntesis, es una identidad, una práctica, un estilo de vida, una forma y valoración
del sentido de habitar.
Se puede percibir al barrio como una construcción social del espacio en su
sentido más amplio. Entre los barrios conocidos en Zamora, el Teco es el más
antiguo, incluso más antiguo que el propio asentamiento español del siglo XVI, el
cual se mantuvo independiente hasta la primera mitad del siglo XVIII, cuando se
unió a la ciudad. En contraste, el barrio más joven en Zamora es el Emiliano
75
Zapata, surgido en 1950. Los asentamientos construidos después de esa fecha
han sido reconocidos como fraccionamientos, colonias, conjuntos habitacionales e
invasiones; constructos sociales diferentes al barrio, pues son territorios
preconstruidos a partir de un argumento, una idea o una visión.
Es importante mencionar que la cuestión religiosa es un elemento
primordial para construir el barrio, el aspecto cuasi fundacional de éstos lo
constituye la parroquia. En la primera mitad del siglo XX, Zamora estaba
conformada por barrios pequeños, los cuales se distribuían según los templos
existentes, donde para entonces había casi una docena de iglesias, por lo que
donde se construía un templo, casi siempre surgía un barrio. Uno de los más
tradicionales era el barrio de San Bernardo, ubicado en los alrededores del templo
de San francisco. Otro fue la Medallita, también nacido a partir del templo con el
mismo nombre. También está el barrio de Los Dolores, que rodea al templo
llamado Los Dolores, entre otros. Con las nuevas generaciones y la entrada de la
espacialidad propia de la modernidad, los pequeños barrios en el Centro
desparecieron para formar uno solo, el cual no tuvo fuerza suficiente para subsistir
hasta la actualidad.
Debido al crecimiento natural de la ciudad y los sistemas económicos de
producción, después de 1950, llegaron nuevos habitantes y productos comerciales
a Zamora, abriendo paso a la conformación de las colonias; caracterizadas casi
siempre por alojar una masa poblacional con características de empleo y origen
homogéneas, similar a la configuración barrial; no obstante en las colonias no se
mezclan los espacios para la vivienda con los del empleo, caso de los barrios.
Justamente, el concepto colonia se construye de acuerdo a las personas
que habitan el asentamiento. La colonia es un "conjunto de personas que,
procedentes de un territorio, se establecen en otro”, o bien, se refiere a un "grupo
de viviendas semejantes o construidas con una idea urbanística de conjunto”43. Es
decir, existe un factor determinante que caracteriza una colonia en la ciudad de
Zamora, la cual puede ser la forma de apropiación del suelo, la población de
características similares (empleo, origen, etc.) y/o la similitud de las casas. Los
76
dos últimos suelen variar con el paso del tiempo y con la aparición de las nuevas
generaciones en las familias.
Por lo anterior, los tres factores anteriores están relacionados entre sí, pero
existen dos inseparables: la apropiación del terreno y cierta homogeneidad de la
población. Normalmente son grupos de personas que, si no cuentan con un mismo
tipo de empleo, por lo menos están inmersos en un mismo sector de la actividad
económica o bien, son provenientes de un lugar específico, quienes invaden -con
permiso o no- un terreno ejidal, federal o privado, guiados por un líder. Hacen
referencia al término de colonizar o invadir otro lugar que no es su origen. El tercer
factor es la construcción de las casas. El sistema constructivo suele ser muy
peculiar, es notoria su transformación a través del tiempo. La gente normalmente
comienza a habitar en casas que no son dignas ni decorosas, pero el afán de
prosperar y vivir dignamente dirige a las personas a construir sus casas de
acuerdo a sus recursos. Pasan de un estado de miseria a un estado de cierta
plenitud, hasta tener al menos los servicios públicos y el equipamiento necesario.
Así pues, en Zamora sólo 10 asentamientos son reconocidos como colonia
en el PMDUZM (2008-2028); que en la actualidad han pasado por un proceso de
regularización del suelo, como la colonia Fernando Amilpa.
Por último lugar, el concepto de fraccionamiento responde a la actividad de
subdividir o fraccionar un terreno en partes pequeñas, ya sea para vender lotes o
casas; y precisamente esta aparente acción individual, la espacialidad de la
modernidad en países como México la catapultó como mecanismo segregador
bajo la idea que el fraccionamiento es un asentamiento para grupos sociales
superiores, un componente que en la ciudad aparentemente garantiza distinción,
no sólo económica sino social. Este tipo de asentamientos, normalmente tienen
todos los servicios, infraestructura, equipamiento, calles pavimentadas y, en
algunos casos, arboladas. Aquí se apuesta por una buena comunicación vial y
redes de abasto comercial y de servicios, por lo que casi siempre, solo las familias
de mejor posición económica pueden adquirir predios en los fraccionamientos.
Aquí la población ya no obedece a cierta homogeneidad social, sino a sus
características o necesidades de mercado o bien, posibilidad de adquisición.
77
Debido a la forma de apropiación del suelo, los habitantes de cada
asentamiento expresan diferentes percepciones, concepciones, vivencias y
valoraciones al habitarlos. Por ejemplo, reflejan un estilo de vida, una clase social,
culturas, ideologías, entre otros. De ésta manera los fraccionamientos son
concebidos como asentamientos preconstruidos a partir de argumentos de
bienestar económico, social, territorial, cultural y ambiental. Por ello, resulta
importante exponer la formación de los asentamientos siguientes: colonia
Fernando Amilpa/Los Espinos, fraccionamiento Residencias La Luneta y
finalmente El Centro concebido como un barrio (ver Mapa 1).
44 Fernando Amilpa fue un líder obrero y fundador de la CTM (Confederación de Trabajadores de México);
destacando por sus actuaciones en favor del movimiento obrero y del sindicalismo en México. Es recordado
como un luchador fanático y perseverante a favor de las mejores causas de los trabajadores; y justamente.
Éste asentamiento lleva su nombre por ser una colonia construida para trabajadores del sindicato de la CTM
en Zamora, donde su hito urbano primordial es su calle principal, Los Espinos.
78
esas tierras para evitar que alguien más las ocupara. Después llegaron sus
familias. Figuran como primeros pobladores Don Francisco Zamora, Ramón
Alonzo, Pedro C., Mercedes Ruiz, Benjamín Vega F., Francisco Vivanco, Ramón
Quintero, Javier Escobar, Carmen Zamora, Guadalupe Navarrete, entre otros.
Todos ellos liderados y asesorados por Cipriano Ramírez Villaseñor.
Don Cipriano fue un líder muy importante para las familias que llegaron al
lugar en calidad de paracaidistas. Él ofreció a los choferes sindicalizados de la
ciudad los terrenos de esta zona para construir sus casas. Propuso asociarse para
obtener, con mayor facilidad, la autorización federal para ocupar el terreno de los
márgenes del río; como el sindicato de la CTM era una extensión fuerte a nivel
federal, sería más fácil obtener la autorización de nombrarse dueños de los
terrenos. El único requisito que don Cipriano estableció a los trabajadores
sindicalizados fue el pago de cuotas para sus viajes a México, por su parte el
deber del líder era entregar la documentación necesaria a la federación.
Así, fijaron sus objetivos en la obtención del terreno federal que ya estaba
siendo devorando por la mancha urbana. Sin tener formación académica de
abogado, don Cipriano realizó toda la documentación que entregaba y recibía. El
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje45 ubicado en la ciudad de México, fue
el organismo que amparó al sindicato de choferes y canalizó los acuerdos con la
Secretaría de Patrimonio Natural, que posteriormente autorizó la invasión del
terreno con la desincorporación federal del viejo río Duero.
Además de apoyarse con el Sindicato Nacional de Trabajadores de
Autotransportes y Conexos Fernando Amilpa, CTM, Don Cipriano también se
acercó a otros sindicatos de menor peso institucional, entre los que estaban el de
los periodistas, obreros y campesinos.
Todo esto no eximió de pleitos legales a las familias que invadieron ésta
zona y, mucho menos a su líder. Según testimonios de los habitantes que vivieron
éste proceso de apropiación del espacio, dicha zona federal tenía ya supuestos
dueños, personas adineradas y con poder político, no obstante los múltiples
79
intereses, muchos querían apropiarse del terreno. Los casos de don Luis H.
Ramírez, propietario del actual fraccionamiento Los Laureles, quien afirma que
una parte de la colonia fue de su padre; y de don Pascual Magaña, propietario de
la hacienda de Los Espinos, constituyen un claro ejemplo.
En la actualidad uno de los dueños es el señor Eduardo Vargas, nieto de
don Pascual Magaña, y quien tiene las escrituras de una buena parte de terreno
donde están construidas las casas la colonia Fernando Amilpa. Eduardo Vargas
asegura que cuando se establecieron las familias en calidad de paracaidistas
tomaron parte de las tierras de la hacienda, hasta tener el canal de riego dentro de
sus propias casas, por tal motivo lo reconstruyeron. Al respecto, El señor Vargas
recuerda:
Afirma Eduardo Vargas, que fueron casi 2.5 hectáreas de invasión por parte de los
vecinos de la colonia, motivo por el cual han tenido problemas legales, no obstante
el pleito nunca ha trascendido a instancias de peso. La escrituración de la colonia
ahora está en forma, quienes han regularizado su predio solo tienen 7, 10, 11 o
hasta 12 metros de fondo escriturados, aunque la mayoría de las familias tienen
su casa construida de 20, 16 o 18 metros de fondo, con esto se puede confirmar la
invasión de una parte de la hacienda por parte de algunas familias.
Otros reclamantes son Alfonso Méndez Ramírez, quien fue diputado federal
por el PAN en el Distrito de Zamora (1988-1991) y el Padre Alfonso Barragán,
dueños del fraccionamiento Residencias La Luneta, segunda sección o lado
poniente. Justamente con ellos Don Cipriano rivalizó fuertemente, llegando a ver
amenazada su integridad por parte de algunas elites de la ciudad.
Según vecinos de la colonia, estos señores burgueses reclamaban el
terreno como propio, el cual por tener supuestas líneas de teléfono subterráneas,
asumían como urbanizable, y por ende como sujeto a reclamación. Cuentan los
propios vecinos que hubo amenazas hacia ellos mismos:
80
Por cierto este señor tenía problemas con nosotros, nos echaba a cada rato el
ejército, la policía, la judicial y nos quería echar a cada rato pa’ afuera, pero nunca
pudo, él no quería que se hiciera esto por la imagen de su fraccionamiento. Pero a
nosotros, de medio río para ambos lados nos dieron 25 metros [...]. Pero al que ya
traían, era a don Cipriano, la judicial lo iba a buscar hasta México, pero él se
registraba en los Hoteles con el nombre de su chofer, Eduardo Acosta, y lo
escondimos unos días. Su familia le dijo a la gente, si vienen a buscarlo díganles
que no saben [Los Espinos, 15/02/16. Entrevista con integrantes de la familia
Vivanco, habitantes de la colonia Fernando Amilpa].
46 Choferes de la CTM y posteriormente habitantes en Los Espinos. Fotografía de 1969, cuando varios
señores cuidaban la zona federal para que no fuera invadida por alguien más. El cauce del río queda a
espaldas de las personas, quienes observaban al oriente.
81
una vez los quisieron desalojar. Por la noche encendían fogatas a lo largo del río
para evitar que alguien se acercara.
Mientras tanto, con la experiencia de don Cipriano le "hacía de licenciado”
en menesteres legales, logró iniciar los trámites necesarios ante la Secretaría de
Patrimonio Natural, y con el apoyo del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje
gestionó el terreno y logró la desincorporación federal del viejo río Duero, allá en
las postrimerías de la administración de Díaz Ordaz.
Para entonces, don Francisco Vivanco, su hijo y otra persona, ya tenían
lotificado el terreno por partes casi iguales, sorteando las dificultades que ofrecían
las formas caprichosas y curvadas de los terrenos de 6.00 X 12.00 metros en
promedio; subdividiendo los márgenes del río de la siguiente manera: de donde
termina la calle Los Espinos y comienza Circunvalación, hasta donde es ahora el
Centro escolar Juana de Asbaje, correspondió a los trabajadores de Transportes
el Duero (servicio urbano); después, del Centro Escolar Juana de Asbaje, hasta
donde cierran las calles Calcuta y Holanda por el lado de Residencias La Luneta,
fue para los choferes del servicio público federal. El tercer tramo hasta llegar casi
al dren de Los Pozos, fue para la gente de don Cipriano (los obreros y
campesinos); y finalmente, desde Pino Suarez hasta el cruce de las calles
Circunvalación y Los Espinos estaba destinado a periodistas.
Ante tales medidas, que socialmente legitimaban el acto de ocupación, uno
de los reclamantes, Alfonso Méndez Ramírez, no tuvo otra opción más que llegar
a un acuerdo con los habitantes de la colonia para cuidar la imagen de su
fraccionamiento. De esta manera, Solicitó a los vecinos, le cedieran 4 metros para
completar la última calle de su fraccionamiento, la cual colinda directamente con la
colonia, ofreciendo pavimentarla sin costo alguno. También acordó con los vecinos
de la franja oriente de la colonia, el arreglo de sus fachadas "lo mejor que
pudiesen”, cuidando la imagen de su fraccionamiento. De esta manera se
consiguió pactar con uno de los más incómodos reclamantes de los terrenos.
82
Imagen 12. Distribución de lotes en la colonia Fernando Amilpa en su fundación.
83
Después de los años setenta, la invasión se extendió de manera rápida en
todo el cauce del río, no solo en la colonia Fernando Amilpa, sino del oriente al
poniente de la ciudad, dando un giro a la imagen urbana de Zamora.
Las familias que habitaban en Los Espinos en las décadas de 1970-1980,
después de construir sus casas con láminas, hules, troncos, árboles y varas,
comenzaron a construir sus viviendas con materiales firmes como el tabique,
concreto, morteros y demás. Conforme aumentó el número de casas, también
aumentó el número de salidas de drenajes que evacuaban hacia el río, foco de las
más precarias, inseguras e insalubres condiciones; situación que se vio atendida
por las mismas autoridades municipales, que con el apoyo de la comunidad
agraria, instalaron tuberías de agua y drenaje; signando la desaparición total del
río, que a partir de ese entonces fue usado como una línea de drenaje más en la
ciudad. Los malos trabajos de compactación y entubado del viejo cauce se
notaron un par de años después al fallar las tuberías; aspecto que al parecer no
influyó en la atracción que el lugar ofrecía a numerosa población que acudía cada
vez con mayor rapidez. Después nadie pudo poner un alto y finalmente se
reconstruyó el drenaje, el servicio de agua potable y la pavimentación, así como la
dotación de energía eléctrica. Para la primera mitad de los años ochenta, el
asentamiento ya contaba con todos los servicios e infraestructura.4
7
84
Después de tener respuesta por parte del ayuntamiento, don Luis no dio marcha
atrás y continuó con la escrituración de la colonia.
En lo antes mencionado deben quedar éstos datos importantes. Una vez dada la
desincorporación del río por el presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, el
diputado federal don Rodolfo Paniagua (1985-1988) le dio seguimiento a lo que
estaba en frente (las escrituras), acompañado del licenciado Martín Samaguey,
quien puso todo su apoyo en ayuda de estas colonias que formaron parte del
cauce del Viejo Río Duero. Un par de años después, una vez reunida toda la
documentación se acudió al presidente municipal en terreno el licenciado Samuel
Arturo Navarro (1999-2001), quien se oponía a dar la firma del cambio de uso de
suelo, pero finalmente lo hizo [...]. Después de amenazas de tomar oficinas en
Morelia y solicitudes a directivos de gobernación, el cumplimiento de la
documentación formal se logró en el 2001 con la consigna previa federal que se
cobraran $18.00/m2, pero finalmente el "arreglo” quedó en $10.00/m2 [...] y nos
entregaron el contrato de compra-venta por parte del Gobierno del estado el día 26
de enero del 2001 en el teatro Don Bosco de esta ciudad, después fue la entrega
de escrituras el día 29 de octubre del mismo año [...]. Que queden todos los datos
escritos en el libro de la historia de nuestra colonia [Escrito proporcionado por don
Luis León, líder y jefe de la colonia Fernando Amilpa, 30/11/15].
85
arquitectónico, "sin sabor”, donde ni los recuerdos quedan y la belleza de esas
viejas casas lamentablemente se extingue poco a poco. Afirma Don Trino Rizo de
96 años de edad, quien vive sobre la calle Morelos a media cuadra de la plaza de
armas:
Los tiempos van cambiando, y todas las familias que ocuparon esos espacios han
desaparecido, y hablo de familias de arraigo que construyeron fincas muy bonitas
y esos dueños originales ya no están [El Centro, 11/12/15. Entrevista con don
Trino Rizo, habitante del lugar].
48 Transformación de la calle Morelos; foto izquierda superior, a principios del siglo XX; foto derecha
superior; segunda mitad del siglo XX; foto de la derecha inferior 1999; foto de la izquierda inferior, 2015.
49 Revisión de archivo en el Museo de Zamora; trabajo de campo, jueves 29 de octubre de 2015; y AMZ,
respectivamente.
86
transporte público que pasan por el centro, crea elevados índices de
contaminación visual, auditiva y por su puesto ambiental. Así, El Centro se
convierte en un lugar donde "todos los coches van y nadie llega”, concentrando la
mayor oferta comercial y de servicios de todo el municipio. Por ende, es una zona
estratégica que hace posible el funcionamiento de otras zonas de la ciudad, donde
sus usos a través del tiempo ha cambiado, desplazando familias ricas y pobres por
el comercio, los servicios y todo lo que conlleva la modernidad como polaridad
espacial en una ciudad.
Al respecto, existen dos factores que han influido en este proceso de
destrucción del Centro como un barrio o vecindario. El primero es el cambio de
uso de suelo permitido por las autoridades municipales, que altera las actividades
cotidianas de los habitantes del lugar, sus costumbres, expresiones y demás
hechos que confluyen en la forma de habitar. A partir del cambio de uso de suelo
surgen las nuevas construcciones y diferentes sistemas constructivos con nuevos
materiales que borran la huella histórica de Zamora en los edificios antiguos.
El segundo factor recae en la cultura de los propietarios contemporáneos,
herederos o compradores, quienes intervienen las casas para convertirlas en
edificios con un sentido capitalista. Aquí el fin es obtener un bien capital y dejar de
lado el bien cultural. Por lo tanto el Centro se transforma en un espacio de
simulación50 o bien, un no lugar, como los nombra Augé (2000[1992]).
50[...] Los lugares donde las sociedades muestran lo propio, donde pretenden cumplir las expectativas del
"otro". Simultáneamente son espacios donde se despliegan novedosas prácticas de apropiación del espacio
simbólico, a la vez que son poderosos referentes de la violencia simbólica desplegada en el espacio urbano
[...] subrayan distinciones sociales, exclusividad y prestigio de los consumidores en estos espacios (Méndez
S., 2002).
87
son percibidos principalmente por la gente que los habita con características
identitarias, relacionales e históricas. Por lo tanto, los no lugares son zonas
efímeras para la población que los recorre, se presentan como lugares de paso,
ahistóricos, porque aparentemente no significan nada, al menos no para las
personas que los visitan provisionalmente. El Centro de Zamora está lleno de
estos espacios, aunque la multiplicidad de pensamientos opuestos y similares, los
pueden percibir como lugares de trabajo y otros como lugares de paso.
Uno de los pocos espacios transformados, ha sido la plaza principal.
Recientemente durante la administración de Eduardo Curiel, se atrevió a cerrar las
calles Amado Nervo, Guerrero y Allende, para hacerlas peatonales en el tramo de
la plaza principal; sin olvidar que retiró las instalaciones aéreas en para dejarlas
subterráneas.
88
construida en Residencias La Luneta, que actualmente tiene el número 625 sobre
la avenida Madero.
Durante la década de los años sesenta, comenzaron tiempos malos para
los agricultores, pues el mercado de papas se saturó, ya que Toluca, los Mochis y
en ocasiones en Silao tenían una oferta excesiva de papas en el mercado debido
a las abundantes cosechas, por lo que su rendimiento económico era precario
para los agricultores zamoranos, quienes perdían cantidades grandes en dinero y
mercancía. Este fue el motivo principal para que señor Rafael Cortés decidiera
vender sus terrenos e irse a la ciudad de México en el año 1965.
El señor José Gómez Herrera, dueño de una abarrotera importante, fue
quien adquirió las tierras del Rafael Cortés con el objetivo de desarrollar un
fraccionamiento, pero dejó algunos terrenos en propiedad de Rafael para
donación, uno de estos fue el Colegio América, donado a las madres del Colegio
Teresiano, que ha pasado hasta la actualidad por cuatro congregaciones.
Antes de comenzar a construir el fraccionamiento el señor José Gómez hizo
una casa tipo, primera casa de Residencias La Luneta del lado oriente; una casa
agradable, que seguía el estilo de provincia con un tejado a dos aguas tipo
residencial, dando a conocer con ello el tipo de casas que se permitirían construir
en la zona.
Por otro lado, en las tierras del lado poniente había un rancho51 que se
llamaba El Potrero de la Virgen, el cual abarcaba casi desde el hotel Fénix hasta lo
que ahora es el centro comercial Plaza Anna, que al poniente limitaba con el viejo
río Duero. Este rancho fue heredado a cuatro descendientes de la familia Guerra,
y una vez dividido, cada heredero vendió su parte a diferentes personas. Por
ejemplo; lo que es ahora Los Laureles, entre otras porciones de tierra, lo compró
el señor Jesús Ramírez. Las tierras del actual centro comercial Plaza Anna las
compró y desarrolló el señor Cristóbal Ruiz. Finalmente lo que ahora es
Residencias La Luneta poniente, lo compró y desarrolló Alfonso Méndez Ramírez
asociado con el Pbro. Alfonso Barragán. Coordinados los dueños de ambas
51 Aquí la palabra rancho se refiere al estilo de vida y territorio rural, el cual generalmente se ha desarrollado
en una hacienda agrícola y/o ganadera de gran extensión perteneciente a un solo dueño.
89
secciones del fraccionamiento, iniciaron los trámites en conjunto para desarrollar
uno solo, con el mismo argumento que han usado los desarrolladores hasta la
actualidad para justificar la construcción de fraccionamientos: así se dio paso a la
existencia de La Luneta. En primer lugar se remarcó la escasez de vivienda,
enfatizando en que el consumo de materiales de construcción para las casas,
salarios, empleos y sueldos, sería una actividad que vincularía económicamente a
la población principalmente de Zamora y su región, tal y como se muestra en los
motivos de construcción para el desarrollo del fraccionamiento primera y segunda
sección:
90
cantidades importantes para liquidar a este H. Ayuntamiento [los permisos de
construcción], contribuyendo al incremento de los ingresos municipales [...].
Es absolutamente necesario para la realización de los fines que nos
proponemos, dotar al fraccionamiento con todos los servicios urbanos, cosa que
nos proponemos llevando a cabo la pavimentación de calles, construcción de la
red de drenaje, red eléctrica, red de distribución de agua potable, etcétera,
conforme a las características y especificaciones que se expresan por separado en
planos y memorias técnicas que acompañamos esta promoción.
Por lo anteriormente expuesto, SOLICITAMOS; se extienda autorización
para llevar a cabo la urbanización de los predios mencionados, aprobando el
proyecto de lotificación, así como los proyectos de los diversos servicios.
Se autorice la conexión de los servicios de agua a la red Municipal, y la
descarga del drenaje al dren que se señala en el plano respectivo.
Se señalen los derechos que procedan para su pago [,..]52.
91
sus respectivas bocas de tormenta. Finalmente, para la energía eléctrica visible se
colocó alumbrado con lámparas fluorescentes sostenidas en los postes de
concreto54.
Las anteriores especificaciones pretenden señalar el tipo de proyecto
habitacional que se desarrolló, la visión de ciudad de sus constructores, acorde a
una época concreta para Zamora como los años sesenta Teniendo en cuenta la
construcción del entorno urbano y su arquitectura como los primeros factores que
permiten percibir el cambio de vida de un sistema tradicional a uno moderno. Así,
se ajusta un cambio de estilo de vida para la población, el cual se relaciona con
todos los aspectos de la vida económica, social, cotidiana y privada de las familias
que habitarían en Residencias La Luneta.
Aunque las diferencias en materia de habitar se construyen socialmente, las
familias se forman un concepto de un lugar determinado de acuerdo con la
concepción y percepción que se tiene sobre la construcción o complejidad material
de un entorno, los presupuestos, gustos, preferencias y capacidades entre la
población. Por ejemplo, las familias de un fraccionamiento residencial y las
familias de una zona de paracaidistas, han adquirido una experiencia y un
conocimiento diferentes sobre el entorno que los rodea, las casas, el medio
urbano, incluso los otros asentamientos y además la valoración, costumbres,
actividades y cultura que perciben, otorgándole sentido distinto al lugar.
54 Ibídem
92
Capítulo tres. Habitar el entorno construido. Los espacios de
representación y la vida cotidiana
Habitar, habitus y cotidianidad, una construcción simultanea
93
espacio, la unión de sus estructuras, sus funciones y la organización. Así, tanto lo
cotidiano como el habitar y el habitus no se reduce a la suma de actividades
separadas, como el comer, beber, vestirse, caminar o cocinar. Es necesario ver el
contexto de estas prácticas, las relaciones sociales en las cuales toman lugar y
sobre todo (de Certeau, 1999 [1994]), porqué su encadenamiento se efectúa en un
espacio social y en un tiempo social (Lefebvre, 1981). Ahora lo veremos en tres
diferentes entornos urbanos construidos y habitados de formas distintas.
94
porque no hubo una planeación por parte de las familias, ni de las autoridades
para cubrir la demanda de vivienda que provocó la emigración en la segunda
mitad del siglo XX en Zamora. Al contrario, fue un asentamiento que trajo al lugar
y a la ciudad cuestiones de hacinamiento, mala calidad de construcción debido a
los materiales usados -palos, madera, láminas, hules-, contaminación de
recursos naturales, insalubridad y contaminación al medio urbano, entre otros
factores.
De los 202 asentamientos identificados actualmente en Zamora solo 83 se
encuentran en condiciones formales, el resto son asentamientos irregulares,
asentamientos sin municipalizar y asentamientos en proceso de regularización.5
55 Muestra en color naranja la cantidad de asentamientos irregulares en la mancha urbana de Zamora, entre
ellos se encuentra La Fernando Amilpa.
95
Desde la formación del asentamiento, las familias del lugar se han abierto a un
hacer colectivo. Quizá sin dominarlo y sin plantearlo han realizado acciones de
apoyo mutuo, autogestión y participación. De acuerdo con Lefebvre (2013
[1974]:24) estos múltiples, diversos y contradictorios intereses de los ciudadanos
no podrán resolverse sino con una confrontación que exigiría la intervención
constante de dichos interesados, lo cual conduce a una posesión y gestión
colectiva del espacio. Así, se han valido del ejercicio de la participación como un
derecho en sus formas de vida. También es una particularidad, no solo de esta
colonia, sino de todos los asentamientos de este tipo, ver un desorden social,
delincuencia, inseguridad, hacinamiento y además que sean zonas de expulsión
de vandalismo a toda la ciudad.
Narra Alfonso García, quien recuerda a su hermano y el ambiente que el
provocaba en la colonia:
[...] Alejandro García, mi hermano, alias El Cano, ese wey hizo historia aquí en Los
Espinos, fue un hijo de la chingada, aquí cualquier wey que se metía para acá
tenía que toparse con ese wey y era un desmadre, ¡noo! era un cabrón nada más
que ahorita ya está en los cabos. Pero ese wey está medio zafado no creas, lo que
te quiero dar a entender es que era una persona que aquí era líder el wey como
todos los cabrones malditos, ya vez que donde quiera hay gente, no que fulano es
cabrón pa los madrazos y que no sé qué, noo, ese wey del Cano así era [Los
Espinos, 06/11/15. Entrevista con Alfonso García].
[...] tuvimos problemas [se refiere a problemas que han tenido con los vecinos de
la colonia Los Espinos], toda la vida hemos tenido, y pues todavía, porque
desafortunadamente hay mucha gente ahí que es, este pues, muy agresiva y a
veces causan problemas y se emborrachan ahí y sé que por ahí en alguna parte
venden droga, entonces pues eso no les gusta mucho a los vecinos, pero las
autoridades no pueden hacer nada [La Luneta, 14/12/15. Entrevista con L. H.
Ramírez].
96
Finalmente Eduardo Vargas también menciona que los paracaidistas son gente
problemática, recuerda la forma en que expropiaron parte de sus tierras en la
hacienda Los Espinos.
[...] a mí me robaste, te echas 2.5 hectáreas con una horda de gente problemática
y con un líder que se dedicaba a invadir propiedades [Zamora, Michoacán,
20/11/15. Entrevista con E. Vargas].
A pesar de ser procesos cíclicos y repetitivos, las formas, los usos habituales y
cotidianos en el espacio público de la colonia cambian con el tiempo. Esto se
puede visualizar en el templo, un espacio que fue usado como un campo para el
juego de béisbol, y ahora funciona como un lugar para el rito religioso. En este
sentido, vecinos de la colonia recuerdan las malas condiciones de la calle, por
donde no se podía andar ni a pie, solo sobre vigas y tablas, y que ahora es una
97
vialidad totalmente urbanizada, por la cual pasa el transporte público. Señala don
Luis León:
[...] vinieron de planeación, y no se podía andar aquí más que a pie y me dicen,
oiga usted cómo vive aquí, pues vieron que estaban los tubos descargando al río y
toda la gente que llegaba ahí tenían su tubo, pues pronto pusieron el drenaje, pero
como estaba flojo el terreno por el rio, pues no sirvió, ya fui yo y les dije, todavía fui
a exigir yo y sin escrituras ni nada, que nos cambiaran el drenaje [...] se puso
tubería es un tubo más o menos grandecito, y luego cada quien fue rellenando con
tierra y escombro y después ya andábamos a pie y al rato empezaron andar
camionetas aquí y ya yo solicite que nos dieran agua y me la negaron, como todo,
pero yo empecé animar a la gente y después de insistir si nos pusieron el agua,
del pavimento es tanto, del agua es tanto. Pero todavía no teníamos las escrituras
[Los Espinos, 25/11/15. Entrevista con L. León].
98
En este contexto, los habitantes de la colonia comenzaron por solucionar el
aspecto más apremiante, el abastecimiento de agua.
Éramos la comidilla de los moscos, un mosquero bárbaro, con el río y el agua toda
sucia. Pues de primero no estaba tan sucia, es más se veía bien el agua, muy
clarita. Ya se empezó a ensuciar cuando empezó a haber mucha gente allá de
aquel lado [refiriéndose hacia el norte] y estaba todo esto horrible, íbamos al agua
hasta el seguro, allá hasta la carretera, ahí estaba una llave, y todavía está, [...]
nos íbamos con una carretita y con botes para traer para fregar, para tomar, para
comida [Los Espinos, 15/02/16. Entrevista con la familia Vivanco].
[...] no teníamos agua, íbamos al seguro por el agua, y cada quien tenía pozo en
su casa porque definitivamente el agua del río no servía para nada, y para lavar
nos íbamos acá donde está el Circuito Galeana hay un canal donde está la
banqueta de este lado [...] había unas compuertas, ahí nos metíamos a lavar,
metíamos sillas de fierro para que el agua no se las llevara y nos parábamos arriba
de las sillas, cuando el agua subía mucho había veces que nos daba el agua
abajito de la cintura y ahí lavábamos, nos poníamos tres a lavar [Los Espinos,
12/02/16. Entrevista con doña Enriqueta Díaz].
Algo tan común, como es bañarse, lavar, hidratarse, cocinar, haceres domésticos,
acarrea un sinfín de significados necesarios para desarrollar la vida diaria dentro y
fuera de casa, como parte de un conjunto de redes que forman un todo. Michel de
Certeau (1999 [1994]:13) coincide en que lo cotidiano y la organización del
espacio, parten de la satisfacción de necesidades cotidianas como una forma
colectiva de trayectorias individuales.
[...] entonces yo me robe el agua del seguro con ese señor de la gorra y metimos
manguera por todo el bordo, la metimos en las tardes y le decía yo a un amigo
99
[...], aquí está la toma y no la vamos a chingar en la noche [...]. Mi compadre el
prieto fue y le dijo al ingeniero que estaba en urbanística, oiga pues porque unos
tiene agua y otros no, y dice, no, ahí no les voy a dar agua yo a nadie, porque si
les dan agua me van a cortar el pescuezo, y dice vamos pa’ que vea, y lo paso por
unas vigas y una señora le dijo, si tengo mire, que chorrazo [...] y ese fue el que
nos entregó y pues ya nos quitó el agua [Los Espinos, 05/02/16. Entrevista grupal,
discurso de don Luis León].
100
Recuerda la señora Enriqueta que después de entubar el río para descargar los
drenajes de las casas a un colector principal, los mismos vecinos comenzaron a
rellenar la calle con materiales y escombros de la pavimentación de otras calles en
la ciudad:
[...] aquí la calle del río se rellenó con el cascajo que sobraba de otras calles, fue
entonces cuando se rellenó el río y nos beneficiamos grandemente [...],
empezaron a acondicionar para meter el primer drenaje [...], un tubo no muy
ancho y metieron mangueras con agua [...], entonces cuando taparon es cuando
trajeron el cascajo de la Juárez y rellenaron aquí. Entonces, por ejemplo nos
juntábamos y decíamos, que le llego el cascajo a doña Luz, y ahí vamos todos y
cada quien como podía, con lo que podía, lo extendíamos porque enseguida
llegaba otro camión y esa vez fue una unión tan bonita que todos nos ayudamos y
así andábamos, a donde llegara el cascajo andábamos todos rápido a regarlo para
que pasara la aplanadora amacizándolo. Después con el tiempo sacaron ese
drenaje y metieron un tubo más grande y muy profundo y volvieron a meter agua,
tubería nueva pero ya en forma, entonces ya volvieron a arreglar bien [...] pero,
seguíamos sin luz [[Los Espinos, 12/02/16. Entrevista con doña Enriqueta].
101
presencia. La simulación de viviendas dispuestas en estas condiciones tenía esta
trascendental función. Los ranchos56 surgen sin responder aparentemente a
ningún orden establecido, pero el cauce del río era su alineamiento y los bordes el
área de lotes, quizá un criterio muy básico, pero suficiente razón para ellos, tanto
como para tener ese alineamiento aún en la actualidad. Un lugar cotidiano que se
fue ganando con expresiones cotidianas hasta lograr domesticarlo y hacerlo
propio, así se desarrolló la espontaneidad.
[...] los primeros que llegamos aquí no éramos familia, éramos los del movimiento
que nos veníamos aquí a prender fuego y a cuidar el lugar, esperando a que nos
obsequiaran todo el terreno [...]. Pasé hambres, desvelos y todo, porque llegaba la
federal o los soldados y pélale, teníamos un árbol ahí que nos pasaba pa’l otro
lado del río, nos agarrábamos de la rama y todos pasábamos pa’quel lado del río,
mientras se iban ¿porque?, porque no teníamos ningún papel, ninguna nada
todavía que avalara que éramos los dueños de aquí [...] llegaban y ni veían nada,
se estaban un ratito y se largaban, lo único que teníamos nosotros eran las
lumbradas que teníamos ahí para que vieran que había alguien y no se acercaran,
pero pues de todos modos llegaban [Los Espinos, 15/02/16. Entrevista con familia
Vivanco, discurso de Francisco, hijo].
56 De aquí en adelante el término rancho, ranchos o "ranchito" hace referencia a un tipo de casa o vivienda
provisional construida con pocos recursos (palos, cartón, hule, lámina, tablas, entre otros). Generalmente
sin acceso a los servicios públicos básicos (energía eléctrica, agua entubada y drenaje), lo que hace que las
condiciones de vida sean - precarias - insalubres, inestables e inseguras.
102
el lugar es motivo de orgullo porque de ser un grupo social de escasos recursos,
necesitados de vivienda, sin techo, en busca de una tierra donde poder asentarse
y ver en ella un espacio propio para vivir, levantaron un cuarto de lámina
“multiusos” que funcionó como morada; y con el tiempo edificaron su habitar como
reflejo de una esperanza: ahora viven en buenas condiciones, con todos los
servicios y lo más importante, en su propia casa.
103
[...] lo importante es [...], aquí eran pura casitas de lámina, ver cómo la gente pues
le ha hecho la lucha a tener su casita de material, ahorita ya no hay de lámina, una
que otra para allá, ya la gente ya cuando dijeron ¡ya!, empezaron poco a poco y
fuimos saliendo pa’ adelante, o sea que ya pues es otro estilo de vida, porque
ahorita ya es necesidad el carro y el teléfono, antes eran lujos y ya ahorita pues ya
no, [...] ya en su casita no tan fácilmente pasan frío o en las lluvias ya no se mojan,
y pues eso es importante y es bonito ver como esta colonia ha ido creciendo y
creciendo y haciendo sus casitas y todo eso. Lo más importante y pues es bonito
ver un crecimiento, un desarrollo y eso son las raíces que siente uno pues muy
suyas, y yo tanto año de ver como se fue formando la colonia, pues es bonito
llegar así a algo y empezar desde abajo, pues darle gracias a Dios que de alguna
manera estamos aquí, tenemos donde vivir, ya no pagamos renta, porqué pagar
renta, ni debe uno nada y si a pague y pague y tener que dar y dar y no es nada
de uno. Es muy bonito [...], o sea fuimos la orilla, de lo peor de aquí de Zamora y
ahorita ya estamos céntricos, pues no estamos tan mal, ya hay combis [Los
Espinos, 18/0216. Entrevista con Margarita Sambrano y familia].
Quién sabe por qué se desesperaron y empezaron a vender y vender todos los
lotes, como que veían que no iba a haber nunca nada por aquí [...], pensaban que
no iban a tener ningún porvenir, así como está ahorita, y como eran puros
chiqueros decían, quién va a vivir en esos chiqueros [Los Espinos, 15/02/16.
Entrevista con familia Vivanco, discurso de Juana V.].
1 04
cambiar las expresiones cotidianas en el entorno. Aquí podemos mencionar la
construcción del asentamiento desde la perspectiva de Heidegger (1994 [1951]) a
partir de dos dimensiones, como un espacio geográfico y como un lugar. En Los
Espinos, primero se construyó la visión y el ideal de una colonia para trabajadores
sindicalizados, que devino en la construcción de casas de pésima calidad. La
esperanza de tener un mejor lugar para la familia, el sentir aquella aspiración hizo
posible la instalación de los servicios de drenaje, agua, energía eléctrica, y
después hasta el pavimento y finalmente las escrituras; no obstante durante este
proceso, la construcción social y simbólica no fue estática, sino se construyó con
un mayor dinamismo que el propio espacio físico y material. Dicha construcción
dio vida al lugar que hoy es la colonia.
[...] mira lo que te quiero dar a entender es que hay cosas, que pues aquí ha vivido
uno, mira todas estas partes de aquí anteriormente, ¡noo! era otro mundo [...] no
estaba ni el templo, no estaba nada [...], o sea que nosotros vivíamos por aquel
lado [se refiere a que su casa tenia salida por Los Espinos y por la Nueva Luneta,
pero la puerta principal la tenían por la Nueva Luneta], pero haz de cuenta que
nosotros nos rozamos con toda esta raza [hace referencia a las personas que
vivían en la calle Los espinos, en la colonia Fernando Amilpa], o sea somos más
de barrio, más de raza [...], no dejábamos pues que se metieran con nadie de
aquí, nos cuidábamos entre los vecinos [...] nosotros nos íbamos de morrillos a
sacar papas, y dejaban la cebolla y ahí vamos a sacar cebolla, o sea andábamos
en chinga pues; donde hubiera sacábamos lo que hubiera, no hacía falta aquí en
la casa [...] nos íbamos al río Nuevo a comer allá, a pescar, nos íbamos a los
patos aquí cercas [...], te vuelvo a repetir era todo todavía más chingón [...], nos
íbamos a bañar al canal ¡verdad de Dios!, ahorita ni quien chingados se meta a
esa agua, nos metíamos a bañar aquí en la compuerta, haz de cuenta que parecía
un día de fiesta, ¡neta!, los morros ahí bañándose, se metía un cabrón, y hay
vamos todos a bañar [...] si, ¡no, no, no! otro rollo [...] ahorita ya no hay diversión
de algo, no ya no, ahorita ya es puro desmadre, ya no ves nada de eso, ahorita ya
la gente se divierte de otra manera, la Tablet, de ahí no sale uno [Los Espinos,
06/11/15. Entrevista con Alfonso García].
105
De esta manera los habitantes de la colonia se insertaron en la ciudad frente a una
configuración del lugar que poco a poco asimiló y dominó los espacios impuestos
por el urbanismo.
Cabe señalar que no todo se ha llevado a cabo dentro del asentamiento
donde percibían un ambiente fuera de Zamora, una de las actividades cotidianas
de algunos habitantes del lugar, fue ir a la plaza con motivo de distracción, donde
se sentían dentro de la ciudad. Al cambiar de ambiente, su comportamiento y las
formas de expresión eran diferentes. Sin embargo, en la actualidad las distancias,
limites sociales y físicos son demasiado cortos, por lo tanto los habitantes de La
Fernando Amilpa asumen por completo todo lo urbano, incluso para integrar
cualquier comportamiento consumidor.
[...] pues siempre todos le corríamos ahí para la plaza, pues aquí eran puras
parcelas y todo pues no. Mejor nos íbamos pa’ la plaza a dar una vuelta, nos
sentábamos un ratito ahí en la plaza, ya nos desenfadábamos, de hecho como
vivimos unos días nosotros allá todavía mientras se acomodaba aquí el asunto,
allá vendía mi mamá, enchiladas y lo mismo que se vende aquí y nos veníamos de
allá, ya como eso de las 10:00 o 10:30, mi tío en su moto a todas nos traía [Los
Espinos, 15/02/16. Entrevista con familia Vivanco, discurso de Juana V.].
[...] me habló el del ayuntamiento, que iban a venir el jueves, a traer unas cobijas
para la gente y me pidieron una lista de 50 gentes, y aquí se repartieron, aquí
106
afuera de la casa, y yo les avise y vinieron 33, 17 no vinieron y aquí cerquitas, una
cobija regalada no la quisieron [...], también tenía en cuenta a un grupo de 87
gentes para darles despensas y, de las 87, vienen 25 [...], les digo va haber una
reunión, ¿y de que se trata?, no pues que de esto hombre . , nada más tuercen la
boca y se pasan, deberían de quedarse a ver de qué se trata para tomarlos en
cuenta, porque pues nunca vienen [Los Espinos, 30/11/15. Entrevista con L. León].
Hasta hace poco, existió un punto de reunión común en la colonia, conocido como
"la canchita”. Este era utilizado para recreación deportiva, socialización, entre
otros usos que se le daba, un espacio multipropósito ubicado en la calle Calcuta y
donación para el fraccionamiento Los Laureles. Al no ser usado por los habitantes
de este fraccionamiento, los vecinos de Los Espinos se habían apropiado por
completo de "la canchita”, tanto que fueron los habitantes de la colonia quienes
levantaron la voz cuando se demolió este espacio. La destrucción de la cancha, no
107
hace mucho tiempo, provocó conflictos y desacuerdos entre el ayuntamiento, el
actual propietario y los vecinos de la colonia, porque de ser área de donación,
ahora es propiedad privada.
Narra la señora Yolanda:
[...] le decía a don Luis, don Luis lo que nos hace falta aquí es un SEDECO, ahí en
la canchita, ahora que según quitaron ya la canchita, pues un SEDECO, es lo que
nos hace falta para las que ya estamos viejitas, ir a hacer ejercicio ahí [...]. Rosita
Verduzco detuvo la construcción de la finca, que porque va a hacer un asilo de
ancianos ahí [Los Espinos, 11/02/16. Entrevista con la señora Yolanda].
Es evidente que "la canchita”, como un espacio vivido, era el más importante de
manera colectiva y el que la mayoría de los habitantes identificaban como suyo: no
obstante se perdió debido a las negociaciones de las autoridades corruptas con
particulares. Este espacio de representación, según Lefebvre (2013 [1974]), está
ligado a la experiencia subjetiva de los vecinos a símbolos, por ejemplo,
reuniones, juegos ganados, la distracción o buenos ratos que pasaban en el lugar.
1 08
[...] Ahí no la pasábamos jugando. Lo que era para fútbol y básquet, todas las
tardes a partir como de las tres, cuatro de la tarde, ya cuando estaba bajando el
sol, se armaban las retas de fútbol con todos los muchachos y se jugaban que de
cinco pesos para un jugo o que de dos pesos para comprar una coca grande para
todos, o vamos a jugar una reta grande de básquet todos de cuatro o cinco por
pedazo de cancha [...], ahorita andamos que juntando de cinco o diez pesos para
irnos a rentar una cancha allá por el Freinet, la cancha de futbol rápido, o pedimos
permiso aquí a veces a los mormones en la iglesia que está ahí por Wal-Mart, pero
hay veces que si o hay veces que no, o hay veces que andamos jugando aquí en
la calle, pero molestamos a los vecinos, a veces se nos vuelan los balones, que ya
le pegaron al vidrio fulano o que córrele porque ya le llamaron quien sabe a quién
[...], la cosa que ni ellos ni nosotros, y los más perjudicados fuimos nosotros.
Porque desde los más chiquitos se iban ahí [Los Espinos, 18/02/16. Entrevista con
doña Carmen, discurso de su nieto C. Rocha].
Juan Villegas tenía un terreno para allá para el Vergel, y la gente del Vergel le
estaba pidiendo a Juan Villegas que les diera el terreno para una calle que los
comunicaría con Zamora, porque estaban aislados, y después esta gente fue con
Alfonso Martínez, el entonces presidente, y le dijeron que necesitaban una calle en
el terreno de Juan Villegas precisamente, y Alfonso Martínez negoció con este
señor, la cancha a cambio de ese terreno para la gente del Vergel, después la
cancha fue vendida y ahora demolida, y pues la gente anda alborotada y dijo Rosa
Verduzco (Mamá Rosa), que yo me juntara a la gente para protestar y le dije, no
es que yo vi toda la documentación y está legal, esa cancha tiene dueño, no hay
nada que hacer, y Rosa Verduzco vino a parar la obra y ahí está parada [Los
Espinos, 27/01/16. Entrevista con don L. León].
[...] eso se lo dieron a un líder sindical, ¿por qué cabrones?, pues quién sabe, pero
ya él está construyendo ahí, ya ahorita le metieron una protesta y lo pararon, pero
109
ya el otro ya hizo inversión [...], es decir, las áreas de donación de los
ayuntamientos no se manejan con normatividad [...], la junta de vecinos de tal
colonia debe de estar pendiente de que no sea invadida, de que no sea usada en
otra cosa [...], total te encuentras un desmadre [El Centro, 09/12/16 comenta el
señor J. Ramos, habitante del Centro].
Les ío s tm -rt s
[...] pues yo pienso que es el tipo de gente que hay ahí, y pues no los critico ni
nada, pero como que es de las mismas familias, porque en ese lado [refiriéndose
al norte de la calle] ha habido familias grandes y completas con hijos y cuñados y
sobrinos y todo, y pues salían mal, se peleaban con otras familias, y por eso
mucha gente se ha ido, y se peleaban feo y agarraban cadenas, palos, cacerolas,
lo que tuvieran, y ya ha habido como tres, cuatro familias se han ido, aunque ya se
está aplacando también, y se tienen que aplacar porque pues ya están viejos,
además de que vienen otros que también responden, antes si era un caos, ahorita
ya se puede decir que está casi normal. Allá la noche se les hacía día, vendían
droga y muchos muchachos muy inmaduros, incluso pasaban por ahí como a las
110
nueve de la noche y a varios llegaban a quitarles bicicletas, dinero o lo que traían,
o sea bien feo que se puso, pero pues ya ha cambiado de hace como algunos 5
años, si ya está más tranquilo [Los Espinos, 18/02/16. Entrevista con Margarita
Sambrano y familia].
[...] tenemos la parte sur y la parte norte, donde las características de la población
si son muy diferentes, en la parte sur, la mayoría son trabajadores de
dependencias, o jubilados de algún lugar, donde tienen una posición alta o media,
en muchos casos automóvil del año. Sin embargo, lo que es la parte norte todavía
se siente un ambiente más popular, hay demasiados niños, más marginación [...]
como solo es una calle Los Espinos, no hay zona de transición ni nada, así de
repente das el cambio, y nada más en esa zona norte se ve, tanto por la
construcción, que no hay la pintura de las casas, o están descuidadas con grafitis,
se ven bolitas de pandillas [Los Espinos, 22/11/15. Efraín Chávez].
En la parte sur se percibe una diferencia entre los habitantes del oriente y del
poniente y sus casas, ya que en el lado oriente tienen sus fachadas principales y
actividades cotidianas por la calle Calcuta, Holanda y otra calle también llamada
Los Espinos ubicadas en los fraccionamientos los Laureles, La Luneta y La Nueva
Luneta. Este tipo de familias -oriente y poniente- se relacionan aparentemente sin
111
problemas, pero muy distanciados, porque sienten que viven en dos
asentamientos totalmente diferentes. Los del poniente argumentan que viven en la
zona pobre de la colonia y los del oriente creen que viven en el fraccionamiento
vecino.
[...] si este señor fue de los primeros que se vinieron ahí donde están los ricos, en
las casas pegadas a La Luneta [comenta don Luis León], ¡si ahí on’tamos los ricos!
[Los Espinos, 05/02/16. Responde el señor Jesús Álvarez sarcásticamente.
Entrevista grupal].
Así como ve es bien calmado todo esto, pero por aquel lado, ¡aaay! de que no se
pelean en aquella casa ya se pelean enfrente o ya se pelean allá, y al rato ya está
lleno de gente, de policías y todo, y por acá no se ven esos líos, casi todas estas
casas que dan para acá [se refiere a los fraccionamientos residenciales] asisten
cerradas por el lado de Los Espinos, pero que asistan las puertas abiertas como
acá, no [...], de medio día para abajo no pasa nadie [Los Espinos, 15/02/16. J.
Vivanco y familia].
112
La participación en los altares por las calles, las danzas y las celebraciones
que corresponden a ese día son colectivas. El día 11 de diciembre para amanecer
el 12 no hay quien duerma, todos permanecen fuera de sus casas, esperando a la
danza y atentos a bailar en su altar. Es la fiesta que organizan en común, aunque
es cierto, no todos participan, pero la mayoría se une al festejo.
[...] para el día 12 lo que es tradicional es sacar los altares en la calle y cada quien
lo arregla como puede, como quiere [...], se hace danza de guares, danza de los
viejitos y apaches; y el día 11 para amanecer el 12, ni quien duerma, porque la
danza anda que ya va y que ya viene y los chiquillos igual, se hace muy bonito, y
luego ya en la mañana acá es la misa pero somos unos cuantos los que vamos
[Los Espinos, 12/02/16. Doña Enriqueta D.].
[...] nomás cuando los rosarios de la Virgen, es el único festejo que hacen, vamos
casa por casa rezando [Los Espinos, 11/02/16. Entrevista con la señora Yolanda].
Los habitantes de la Luneta especulan que esa capilla se construyó para la gente
de Los Espinos porque no asistían a la medallita, ya que no se sentían a gusto
113
"por obvias razones”. Es esta una clara referencia a una diferencia de clase,
donde por parte y parte unos de otros fundan razones de distinción.
[...] Pues ya hasta ahora que nos hicieron ésta capillita, porque siempre pues
estábamos aquí en la medallita [...]. Y esta era la capilla que se inició aquí para la
colonia, y ahora "los señores de allá” son los que usan la capilla y por eso no van
los de acá porque va pura gente de dinero y óigame no, se quedaron con la capilla
[Los Espinos, 15/02/16. Familia Vivanco].
La capilla como espacio denota también una funcionalidad social muy interesante,
pues siempre es un recuerdo halagador para la comunidad no sólo contar con esta
sino reafirmar la lucha y el sacrificio por su construcción. Así, recuerdan con
mucho cariño las kermeses, que de manera colectiva organizaban con el padre
Cobos para la construcción de su capilla; Kermeses que dejaron de hacer después
de haber logrado su objetivo.
Antes era el puro tecanchito y sus sillitas, nomás un tecanche [el narrador lo
menciona como sinónimo de tejaván] y el altar, la mesa que tenía nomas, pero
luego la gente empezó a ayudar y todo eso y después ya empezaron a juntar su
dinerito, tantito el padre y tantito el apoyo de la gente. Las kermeses que hacia la
gente y pues todo lo que se vendía pues era para la capilla [...], ahorita las
fiestecitas de la capilla, como las que hacíamos antes, que se hacía la kermés, no
ya no [Los Espinos, 15/02/16. F. Vivanco, hijo].
Demostrando que los objetivos planteados y logrados por los vecinos de la colonia
han sido establecidos a partir de cuestiones de necesidad familiar, personal y
colectiva, que llevan a significar aquel ideal de progreso como símbolo de éxito y
superación social.
[...] nosotros aquí vivimos con las ventanas de par en par, la puertas están
abiertas, ya le digo, aquí a las 11 de la noche espantando los moscos y toda la
gente se sale a la calle y los chiquillos jugando, yo nomas entro a esta calle y me
siento que llegué a mi casa. Las posadas que bonito se hacen, el montonal de
chiquillos, el montonal de gente, la gente que organiza la posada el día que le
toca, yo le aseguro que facilito tiene que hacer 200 aguinaldos, ¡porque es de
1 14
gente y chiquillos! y puros del barrio, yo no sé de donde sale tanto, pero un
chiquillerío y mucha gente grande [Los Espinos, 12/02/16. Enriqueta D.].
Así pues, conocer cómo habitan el espacio, cómo lo reclaman con sus
necesidades, la forma en que lo construyen a través de una socialización entre el
sujeto-familia-lugar, constituye una importante forma de registrar las expresiones
sociales en el espacio, que dejan ver la subjetividad y objetividad social; dando
cuenta que para la mayoría de las familias las valoraciones simbólicas tienen más
importancia que las valoraciones materiales.
Habitar en el Centro
[...] antiguamente esta calle [se refiere a la calle Ocampo], eran casas libres de
comercio, eran familias [...], pero con el andar del tiempo, la gente que vivía aquí
se fue a vivir a las colonias nuevas en las periferias y esto lo convirtieron en
oficinas y comercios, por lo tanto se ha convertido en una zona bastante comercial
[El Centro, 09/02/16. P. Alfonso V.].
Para la segunda mitad del siglo XX, el Centro tenía dos espacios para recreación
deportiva. El primero era "El Imperial”, también conocido como el centro recreativo.
El segundo fue precisamente el antiguo Mercado Hidalgo, ahora Mercado Morelos.
En estos años el basquetbol fue un deporte cotidiano; y era tanta la afición que
Zamora fue sede de un evento estatal de baloncesto, siendo además, el anfitrión
del equipo estadounidense de los Harlem Globetrotters5
58, quienes únicamente
7
llegaron a la ciudad para una exhibición. El basquetbol terminó su época hasta
116
que el equipo de fútbol de Zamora estuvo en la primera división, en la década de
los sesenta.
Antes lo teníamos aquí donde está la farmacia Guadalajara, ahí estaba el club
recreativo, que era una cantinita del señor Cobos, entraban por un lado y atrás
estaban las canchas. Entonces eso era una cosa muy bonita porque no había más
que pura convivencia, aunque con rivales, pero una convivencia sana aquí y
afuera. Ahí en los arcos que están enfrente de la plaza y de la farmacia
Guadalajara, ahí había puestecitos, había aguas frescas, chocom iles, tostadas
[...], entonces salía uno de jugar con los amigos y todo eso, pasábamos a
tomarnos un chocomil, una coca, un agua o lo que fuera y nos quedábamos hasta
las 9:00 o 9:30 y después se quedaba solo. No había antes las desveladas como
ahora, siempre estábamos en nuestras casas temprano [El Centro, 04/02/16.
Entrevista con el señor Leoncio].
[...] ¿Deportivos? Sí, pero ya no lo hay, antes lo teníamos aquí en la plaza, ahora
ya no hay aquí [...]. Después una experiencia deportiva que yo tuve, fue asociarme
con el doctor Julio Ibarra, dentista; el Señor Miguel Tejeda, de la Ferretera Tejeda,
trajimos un torneo estatal de basquetbol, en donde vinieron de Zitácuaro, de
ciudad Hidalgo, de Morelia, de Pátzcuaro, de Apatzingán, de Lázaro Cárdenas, de
Los Reyes, de Tocumbo, Jiquilpan, Sahuayo, bueno de todo el estado vinieron
aquí, ahora ya se juega por zonas, pero en ese entonces hicimos el torneo a nivel
117
estatal y fue lo más sobresaliente que hice yo aquí en el deporte de basquetbol [El
Centro, 04/02/16. Entrevista con el señor Leoncio].
Imagen 21. Interior del mercado Morelos, adaptado para cancha de basquetbol, en la
década de los sesenta.
1 18
el lugar es las más fuerte de las emociones humanas, este se percibe como un
símbolo o portador de acontecimientos de gran carga emocional.
El Centro alberga la zona con mayor movilidad vehicular y peatonal. En
cuanto al equipamiento de servicios educativos, podríamos colocarlo como el
asentamiento que más instituciones educativas alberga, desde preescolar, hasta
el nivel superior. Con el comercio sucede lo mismo, pues existe una gran cantidad
de tiendas de ropa, zapaterías, accesorios al menudeo, entre otros. También
abundan los espacios para comidas, tanto restaurantes como fondas. Dentro de la
imagen urbana se perciben los consultorios médicos y de especialidades,
hospitales y laboratorios clínicos; éstos se complementan con una buena cantidad
farmacias. Es impresionante la cantidad de estacionamientos censados en el
Centro, 35 establecimientos para estacionamiento público; lo que da una idea de
la cantidad de vehículos que transitan por el lugar; además de bancos y centros
cambiarios.
Un barrio normalmente es identificado por un templo o capilla. Pero el
Centro no solo tiene un templo principal que es La Catedral, sino cuenta con
muchos espacios cargados de fe católica-cristiana, entre los que están: El Templo
del Sagrado Corazón, El Templo de San Juan Diego, El Santuario, El Templo de
San Francisco, El Templo de La Purísima, La Capilla de la Sagrada Familia y El
Templo de San José. También están los edificios administrativos del municipio o
del estado como las oficinas del Ayuntamiento, la Procuraduría Agraria, la
Comisión Estatal de los Derechos Humanos, oficinas de enlace de la Secretaría
de Relaciones Exteriores, entre muchas más. Alberga agencias de viajes,
instituciones o clubes privados, tiendas de abarrotes, ferreterías, papelerías, entre
otros establecimientos más. Lo relevante aquí es dar a conocer la inexistencia del
vecindario en el Centro y la poca visibilidad de actividad cotidiana que tienen sus
habitantes. Cabe resaltar que cada hecho o situación cotidiana está relacionada
con una sociedad, un espacio y un tiempo específico; situación que aclara
Lefebvre en la trialéctica del espacio, al igual que Soja en el tercer espacio, donde
la socialidad, la temporalidad y la espacialidad, confluyen en el habitar,
íntimamente ligado con lo cotidiano.
119
Según Lefebvre (2013 [1974]:15) el espacio de representación es de la
imaginación, y lo simbólico dentro de una existencia material, es donde se
encuentran los lugares de la pasión y de la acción. Por esto, la plaza principal y los
portales en el Centro -un espacio de representación- son recordados como un
centro natural de reunión, ya que no había cines como los de ahora, ni centros
comerciales o cafés; sin embargo, toda la gente se congregaba en la plaza y
acudían a los portales llenos de puestos de dulces, comida, etcétera. Ahí estaban
las tostadas "El Chema”, las que la gente tanto recuerda con aquel entusiasmo
como si lo estuvieran viviendo en el momento. También había jugos, tacos, estaba
la nevería Hurreca, muy famosa, el billar de Don Albino y el ya mencionado centro
recreativo, que finalmente era el punto de llegada o el espacio de ocio principal.
Recuerda el señor Luis Fernando Alcocer:
[...] entonces al salir a las 7 de tarde todas las personas de trabajar, a donde
acudían era a la plaza o los portales, porque era el centro natural de reunión de
toda la población, porque no había más. Toda la gente venía a dar la vuelta a la
plaza o ya llegaba a sentarse en las bancas a ver pasar a la gente, a comer
cacahuates, a comer cañas, ¿sí? y otros pues a comer de todas las guzgueras,
incluso vendían dulces. Aquí estaba la casa Navarro, una tienda muy elegante, los
billares, una viejita que vendía dulces, luego fruta de horno y acá por la esquina
del portal Morelos había un puesto muy famoso de tacos de cabeza de "el güero" y
era muy famoso porque los tacos eran muy sabrosos y tenía unas hijas muy
guapas unas grandotas güeras, de ojos azules, ¡ojonas! [...], entonces es
interesante antropológicamente como ocurre pues en los lugares chicos, en los
pueblos, que el centro de reunión natural es la plaza, había una nevería Hurreca y
estaba un señor Fernández de los cines Opera que tenía un sistema de perifoneo
y hacía anuncios, como ellos eran los dueños del cine Opera anunciaba las
películas que iban a salir y aparte cobraba por promocionar negocios, entonces
como toda la gente andaba por aquí, pues el agarraba su micrófono y anunciaba a
todos los negocios con los altavoces [El Centro, 28/02/16. L. F. Alcocer].
Puede parecer impresionante que en una sola acera de manzana y en una tarde
pasaran tantas cosas de manera cotidiana, pero resulta más extraordinario que
120
estos hechos se reprodujeran por si solos, sin necesidad de estructurar esta serie
de encadenamientos de los que habla Lefebvre y, que forman una cotidianidad.
Imagen 22. Puente del río Duero en 1947 sobre la actual avenida Madero.
Otro de los espacios reconocidos y recordados con mucha estima es el viejo río
Duero y su puente sobre la calle Madero a un costado del hotel Fénix. Un lugar
con bastantes significados, un espacio de paso entre Zamora y Jacona, un lugar
reconocido para que los campesinos dejaran a sus animales, un recurso que
alimentaba a la población a tal punto de ver la pesca como una actividad cotidiana;
pero sobre todo un elemento que representaba el límite de la ciudad y la puerta de
entrada o salida. En la siguiente fotografía se puede observar el trasfondo de un
paisaje natural totalmente antropizado que refleja cierta homogeneidad a pesar de
combinarse diferentes factores ambientales. Aunque en la actualidad esta zona de
la ciudad ha quedado totalmente urbanizada, la transformación material rara vez
oculta por completo la huella del paisaje natural. En este sentido Tuan (2013
[1974]:112) afirma que el entorno natural y la visión del mundo están tan6
0
60Las Fotografías consultadas en el Archivo del Museo de Zamora fueron proporcionadas por Jesús Álvarez
del Toro.
121
estrechamente relacionados que forman una nueva cosmovisión del lugar,
presentando una evolución y transformación total.
Con los vínculos que las personas establecen en los espacios, se construye
cierta apropiación por el lugar. Esta apropiación se entiende como la
interiorización de las prácticas sobre el entorno, es decir, señales simbólicas con
las cuales el individuo dota al espacio de significado social a través de los
procesos de interacción. Esta es una forma de entender la generación de los
vínculos con los lugares. Un claro ejemplo de esto en el Centro se ve en el templo
de San Francisco y el antiguo Santuario de la Virgen de Guadalupe, estos lugares
son recordados por algunos habitantes con más amor que a la misma Catedral.
Las descripciones de estos templos se centran, no solo en su hermosura, sino en
los actores y las prácticas sociales que ahí concurrían. En la actualidad, el templo
de San Francisco se ha convertido en un punto de convivencia y posible encuentro
para los habitantes de la ciudad, ya que en el atrio hay puestos de comida
tradicional y es escenario de bailes populares, eventos culturales y educativos
para la población zamorana. Para los propios habitantes, esto ha sido una falta de
respeto muy grave, tanto en términos religiosos como históricos, pues molestos
describen el "cochinero” y el "enmantecadero” que dejan los puestos en el atrio y
las personas que llegan a comer. En el momento que reclaman o dan a conocer
ciertos descontentos por los lugares que han habitado toda su vida, demuestran
un respeto y cariño por estos espacios, algo que el resto de la población no lo
hace. La población general los convierte en lugares de transición, de recreación
social, cultural, religiosa y hasta lo ven en términos de mercado sin tener
necesariamente algún cariño por el lugar. Esto permite ejemplificar la noción del
tercer espacio, el espacio vivido (Soja E., 1997), como una construcción social, un
lugar enmarcado en la vida cotidiana y en el área de la subjetividad. Según Lindón
& Hiernaux (2006), el análisis del espacio vivido se centra en los significados
otorgados al espacio. A través de las prácticas los lugares obtienen significados
que se integran en la información espacial.
122
Las tertulias6^ zamoranas también fueron motivo de construcción de lugares
y de la vida de vecindario en el Centro. Una actividad cotidiana que impulsaba la
reunión entre algunos vecinos al interior de sus propias casas con objeto de
convivencia social y recreación cultural. Estas reuniones, por ejemplo en la familia
Castillo, se llevaban a cabo por las tardes cada semana con el propósito de pasar
una tarde de café donde los integrantes declamaban, cantaban, bailaban,
recitaban, o tocaban algún instrumento; expresiones cotidianas muy agradables
para la gente que participaba y hasta para los que solo observaban y escuchaban
por prácticas como esta al interior de las casas, y no solo por su hermosura o
arquitectura tradicional, algunos de los entrevistados las recuerdan con mucho
amor y sentimiento. Así como las tertulias eran una expresión cotidiana en
Zamora, el componer chotis6
62 era lo habitual, sobre todo en las cantinas y
1
espacios de convivencia social. También las serenatas fueron tan cotidianas que
ahorita dicen, "ya pasó de moda”, el romanticismo ya pasó. Existieron muchas
más expresiones cotidianas en el centro de la ciudad, organizadas por los vecinos
del barrio, cada una llevada a cabo en un espacio y tiempo específico. Por ejemplo
entre muchas expresiones por parte de los informante destacan los recuerdos de
aquella vida solidaria y de respeto con un ambiente muy familiar, donde todos se
conocían, todos se saludaban, se veían a diario; evocando un círculo barrial
cerrado y dinámico que, cuando una persona buscaba a un vecino, solo con salir a
la esquina y en cuestión de cinco o diez minutos lo encontraba. O cuando los
sacerdotes fueron muy respetados al hacerles signos de reverencia, se les daba el
paso, les dejaban la banca o incluso estos se dejaban besar la mano. Con
respecto a la inseguridad, los robos en el barrio no eran tan comunes, hubo tanto
respeto y estima entre vecinos, que todo el día se mantenían las puertas de las
casas de par en par. Desde las 6 de la mañana algunos vecinos abrían las puertas
de sus casas, aunque éstas permanecían con el cancel cerrado, pero daban
muestra de que su casa estaba abierta a quien llegara. En las peregrinaciones,
61 Fueron reuniones informales y periódicas, donde se congrega gente interesada en un mismo tema: artes,
literatura, música, poesía, entre otros. El objetivo era promover la amistad y convivencia, reforzar las
relaciones sociales y enriquecer la cultura. Se trata de una costumbre española que fue muy frecuente en
sus colonias independizadas hasta mediados del siglo XX
62 Es una composición bohemia con música y baile.
123
cuando se acercaba el día 12 de diciembre en honor a la Virgen de Guadalupe, lo
común era que la gente se levantara a las seis de la mañana y conforme la
peregrinación pasaba por las calles, todos salían de sus casas y la acompañaban
hasta llegar al Santuario, que actualmente es el templo de San Juan Diego, a un
costado de San Francisco. Estas expresiones fueron hábitos muy particulares de
la región.
Una cuestión importante en el aspecto espacial, es que dichas expresiones
cotidianas siempre se desarrollaron en torno a espacios que han albergado los
tres poderes. El poder económico (comercial) donde confluyen el mercado y los
principales establecimientos de comercio, los hoteles y pequeños comercios; El
poder político, que se espacializa a través de edificios como el palacio de
gobierno, diferentes dependencias públicas, (también estuvieron mucho tiempo en
el Centro la cárcel y la estación de policía), y Finalmente el poder eclesial,
además de una decena de templos. También agregaría un cuarto elemento que
tiene juego en los tres poderes, el cual se hace presente en espacios de
recreación social, como los cafés, restaurantes y espacios para actividades
culturales, sobre todo en la plaza. Esta situación no solo se ve en Zamora, sino en
muchas de las ciudades del país, incluso en las propias comunidades es tan
común tener a los tres poderes representados arquitectónicamente en un espacio
que cuando uno va a otro lugar donde el templo o las oficinas públicas no están en
la plaza, deja mucho que desear, se hace presente una percepción de soledad, de
falta de sociedad o autoridad. Un buen ejemplo es Querétaro en la actualidad, un
domingo en esta ciudad es una fiesta para las personas que van a las plazas, el
mismo gobierno impulsa ese convivir en la gente, ahí convive el arte, la religión, la
política, hay presentaciones culturales y al estar ahí, al mismo tiempo comen, se
divierten, están las iglesias. Todo este encadenamiento de expresiones cotidianas
en la actualidad de Zamora ha ido a menos.
El establecimiento espacial de los tres grandes poderes en la ciudad, no es
mera casualidad. Con respecto a esto sostiene Lefebvre (2013 [1974]), "así pues,
puede decirse que el espacio contiene esos múltiples entrecruzamientos en
lugares asignados”. Las calles del Centro también son recordadas con un gran
1 24
apego, esas calles tranquilas y llenas de piedras que se hermoseaban con las
construcciones y el andar de la gente. Por el periodo de su construcción, sus
dimensiones y condiciones fisiográficas, en el valle se percibe que no estaban
trazadas ni planeadas para la circulación de vehículos, sino para el tránsito de
personas, situación que por mucho tiempo se mantuvo. Sin embargo, en la
actualidad se presenta un caos vial por esta razón. Pero todo cambia, todo
evoluciona y todo se transforma, los estilos de vida, las condiciones económicas,
los poderes políticos y la sociedad, esto es la consecuencia de la satisfacción de
nuevas necesidades cotidianas en la población, necesidades que responden a una
vida moderna, donde las tecnologías están presentes cada vez en mayor medida.
Poco a poco se transformó todo, a partir de la pavimentación de las calles,
aunque no fue el motivo principal, comenzó a cambiar todo en el Centro,
construcciones, formas de ver el barrio, expresiones cotidianas, costumbres,
tradiciones, en fin, la vida en el barrio es otra. En particular, la mayoría de las
personas entrevistadas, sistematizan su experiencia dando a conocer que la lucha
por conservar su pasado ha sido emotiva, pero esta emoción parece estar
reprimida con situaciones que indignan a los mismos habitantes del lugar. Un claro
ejemplo de esto es la ampliación de la calle Juárez, ejecutada en la administración
del Dr. Segura (1972-1974). Con este hecho, el gobierno municipal destruyó
muchas casas de tradición, debido a esta destrucción de casas y despojo de
bienes a las familias, falleció mucha gente, era tan grande el dolor de perder su
casa o buena parte de su casa que incluso perdieron su vida. Afortunadamente, la
Juárez en su momento y por algunos años fue una gran obra, pero en la
actualidad se ha convertido en un embotellamiento por el oriente y el poniente,
errores que no se contemplaron han alcanzado el funcionamiento, la fisionomía y
uso de la calle. Se dice coloquialmente que la mentira tiene patas cortas y la
verdad patas largas, por lo que la verdad siempre alcanzará a la mentira, y en la
Juárez como en las demás calles del Centro está ocurriendo esto.
[...] pese a que el municipio dice, en los años en que estuvo el doctor Guzmán: el
municipio no recibía dinero [...]. Cobraron a los que vivían ahí, mi papá tenía una
propiedad ahí y le rebanaron 18 metros por todo el frente y del lado sur no cortaron
125
un solo centímetro, al contrario le añadieron, para alinearse a lo que es la
secundaría federal, que fue el seminario hace muchos años y la calle de 60 metros
o lo que sea, le midieron ya de ahí para allá y nos tocó 18 metros de corte,
debieron haber sido 9 y 9, pero no, querían alinearse [[El Centro, 09/12/15. Jaime
Ramos].
[...] ahí están las farmacias en Juárez y Madero; y Juárez y Morelos. Todas
remetidas, las dos sin respetar alineamientos de hace siglos. Ahí está también la
Juárez que ya la abrieron en la administración del Dr. Segura, si no mal recuerdo,
recortaron las casas, por cierto que mucha gente falleció por los corajes y aun así
a estas farmacias no les alcanzó toda la Juárez, dicen, vamos a recortarnos otro
pedazo, no, no le dieron en la madre a todas las casas que tenían fachadas con
sus aleros y demás, le dieron en toda la torre [La Luneta, 17/02/16. Manuel
Ambriz].
[...] cuando querían abrir la Pino Suarez, cómo batalló mi papá para salvar su casa
y que no se la cortaran porque querían hacer una avenida como la Juárez desde
allá de la entrada de la estación a salir allá para La Luneta, mi papá y otras
personas se opusieron [...], se terminó respetando, porque cuando abrieron la
Juárez se llevaron todo y mucha gente murió de dolor o de pesar por sus casas y
sus cosas [El Centro, 16/02/16. Cecilia Castillo].
126
[...] yo creo que en un área residencial yo no sería feliz porque siempre viví en el
Centro, no tengo que andar pagando camiones, no tengo que andar en carro,
todos los servicios los tengo aquí, yo estoy viviendo en un privilegio, la plaza la
tengo a una cuadra, una iglesia la tengo a una cuadra, el mercado a una cuadra,
las farmacias a la mano, bueno entonces para mi es felicidad [...] el vivir aquí ya
se acostumbra uno, ¿yo para qué necesito un carro?, para nada, solamente para
poder salir a Guadalajara u otra parte pues sí [...], ahora yo no tengo ningún
problema con el agua caliente, porque el servicio de gas es más efectivo aquí en el
Centro que en las colonias, el del agua igualmente, el agua potable no se diga un
servicio muy bueno, sobre la basura, pasa diario. Bueno por los servicios yo no te
puedo decir que estoy descontento porque todos los tengo [El Centro, 04/02/16.
Entrevista con el señor Leoncio].
Como los de muchas personas, los relatos del señor Leoncio manifiestan
satisfacción a las necesidades básicas de la vida cotidiana, circulaciones rápidas y
sin tener que congestionar la vialidad vehicular, farmacias y servicios médicos,
lugares de abastecimiento doméstico y de entretenimiento.
Finalmente existe una expresión que se ha vuelto habitual desde la
perspectiva cultural, el danzón atrae la atención de los habitantes de manera
positiva. El danzón organizado mediante particulares, pero apoyado por el
municipio, se lleva a cabo en la plaza de Teco; en la plaza principal, a un costado
de Catedral frente al mercado Morelos; y en la plazoleta Hidalgo. Donde combinan
diferentes géneros musicales por los diversos grupos de baile de la tercera edad.
Es importante mencionar que, las personas mayores, quienes han habitado
en el lugar desde la década de los años cuarenta y cincuenta, se refieren al Centro
como un barrio, lo llaman el barrio Centro; y por otro lado, las personas más
jóvenes lo mencionan solo como el Centro, zona Centro o Centro Histórico. Se
puede comprender que ya no tienen la visión del barrio en el que vivieron las otras
personas.
El Centro es un espacio de fuerte arraigo para sus habitantes, es un
espacio en el que ha transcurrido su propia vida, no sólo como elemento material
de existencia, sino como un sitio con el cual se identifican mediante su experiencia
de vida y sus expresiones cotidianas.
127
Habitar en La Luneta
65 Al usar aquí el termino preconstruido, hago referencia al fraccionamiento Residencias La Luneta, que
antes de comenzar a vender un construir las casas los propios habitantes, ya se había construido buena
parte del estilo de vida que se pretendió en su momento vender a los usuarios, es decir, se promovía una
nueva zona residencial moderna, con un cierto tipo de arquitectura y con un mismo entorno urbano fuera
de la ciudad de Zamora. Esa construcción espacial se dio mucho antes de construir el espacio social en el
lugar.
1 28
Además, se tiene la idea que este tipo de comercio no debe estar presente en un
fraccionamiento de este alcance.
Yo estuve pidiendo apoyo para que evitaran unos tacos que se ponen ahí en la
avenida de los Laureles, que se ponen a vender y se roban la luz y sacan sillas en
la calle, y muchos ahí no están de acuerdo, es ahí en la avenida de los Laureles
[La Luneta, 14/12/15. L. H. Ramírez].
[...] acá atrás ya pusieron una reja a media calle, o sea la taparon, que no debe de
ser porque la calle es pública, bueno si es un fraccionamiento privado sí, pero La
Luneta no es privado. Lo que pasa es que ya en cualquier lugar roban. Y la calle
Suiza es un lugar donde roban mucho [La Luneta, 12/02/16. Señora María
Eugenia].
66 La definición más precisa de servidumbre es la que da en el Código Civil, en su artículo 530, que la define
como un "gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño". "El
inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre se llama predio dominante; el que la sufre, predio
sirviente". En este caso el área de servidumbre de una casa, es el área que se tendría que haber dejado al
frente sin construir y con vista desde la calle, solamente con una división para evitar el paso, pero no para
evitar la visibilidad.
130
Con relación a lo anterior, narra el señor Guillermo Cortés:
131
Imagen 23. Cierre de la calle Suiza.
132
Los espacios de recreación en un fraccionamiento son, o al menos deberían ser,
comunes, y en la actualidad, como áreas de donación. En la década de los
sesenta, cuando comenzaron a surgir los nuevos fraccionamientos, no existía
normatividad alguna, sino hasta principios de los ochenta, cuando se reglamentó
la cuestión de fraccionamientos. Durante ese periodo se dio la construcción de La
Luneta y muchos asentamientos más.
Debido a lo anterior, La Luneta es un asentamiento que carece de espacios
para socialización, pero cuenta con todos los servicios públicos y con una buena
infraestructura. Es un asentamiento dividido en dos partes, oriente y poniente,
donde a simple vista se nota un entorno diferente. La Luneta poniente está
compuesta por 12 manzanas con terrenos de aproximadamente 7.50 m de frente x
21.00 m de fondo. Se presenta una oferta comercial moderada en el lugar donde
se ubica el IMSS. Por el lado oriente, se tiene la presencia de un número mayor de
establecimientos comerciales y de servicios como escuelas de idiomas,
instituciones educativas de nivel bachillerato, primaria, secundaria, preescolar e
incluso una guardería; también se observan también consultorios dentales, de
especialidades y el Hospital Santa María. Hay un hotel y un taller mecánico. Todo
esto orientado hacia la avenida principal, Madero, sobre la calzada Zamora-
Jacona. El resto del asentamiento son casas habitación y muchas de ellas con
despachos de servicios de profesionistas, con locales comerciales, etcétera. Todo
esto dentro de 14 manzanas y con predios similares a los del lado poniente.
Aquí la intervención de arquitectos en la construcción de casas ha sido
indispensable, muchos habitantes coinciden en que es necesaria la mano
profesional para el correcto funcionamiento de los espacios. Además, creen que
dejando de lado la autoconstrucción se pierden rasgos de pobreza y mala
organización del espacio. Existe en el entorno un ambiente que expresa
tranquilidad, limpieza, relaciones sociales sobrias, incluso las calles y casas
aparentan estar vacías. Aunque no todo es bueno en este fraccionamiento, esta
soledad en el espacio público y las casas grandes y lujosas atraen mucha
inseguridad en el entorno.
Narra la señora María Eugenia:
133
Un espacio tan grande -refiriéndose a su casa- [...] llama la atención y en tres
ocasiones han intentado meterse a robar [La Luneta, 12/02/16. María Eugenia].
Es interesante ver que en La Luneta, a diferencia del Centro, la mayor parte de las
familias entrevistadas no mezclan en sus narraciones sentimientos profundos con
los vecinos y mucho menos con el entorno, resaltan más los argumentos que dan
prioridad al lugar por la cercanía con sus empleos o con las zonas importantes de
la ciudad. Al ser familias provenientes del Centro, algunas de ellas, sienten un
mayor aprecio por su barrio de origen.
En sus comentarios argumentan un relevante estilo de vida, visto desde lo
familiar y lo individual, sin mezclar a la sociedad del lugar y ni siquiera el entorno.
Se ven lazos fuertes entre el habitante y su casa, aunque si se presentan mejores
oportunidades donde "le vaya bien” a la familia, la casa puede ser sustituida por
otra. Así lo afirma el señor Cortés, donde a uno le va bien es donde debe
considerar su lugar.
A diferencia del Centro y Los Espinos, las expresiones cotidianas en La
Luneta están estrechamente relacionadas con el habitus y el habitar desde
diferentes perspectivas, los lazos sociales que se construyen con base a una
visión del capital y el afán de buscar un mejor lugar donde se habite en
condiciones económicas estables y cada vez en busca de mejorar la calidad de
vida.
Para comprender el sentido de su entorno como un valor simbólico, es
necesario recurrir a de Certeau (1999 [1994]), quien afirma que el campo de lo
simbólico es equivalente al de la regla cultural. Precisamente la cultura del entorno
tiene una fuerte influencia en el comportamiento de la ciudad y es difícil que las
personas cambien esa forma de estar, de habitar o de hacer las cosas.
1 34
nivel de calidad de vida en cada uno de ellos. Sin embargo, para realizar esta
comparación es necesario tener una breve revisión conceptual y metodológica.
La expresión calidad de vida, puede ser un término multidimensional, ya
que es posible abordarlo desde diferentes categorías de estudio e indicadores que
determinan un cierto grado de satisfacción en las necesidades básicas del
hombre. Algunas de estas categorías están orientadas a tener conocimiento en
determinado tipo de sociedad sobre la calidad ambiental, urbana, económica,
incluso en la manera de expresar y relacionarse del ser humano.
Según J. Sobrino (1998) es necesario hacer una revisión a los conceptos de
bienestar y necesidad para comprender el de calidad de vida. Por un lado, se hace
referencia a cubrir las necesidades sociales relacionadas con los servicios
públicos destinados al desarrollo social/humano (educación, dotación de agua, luz,
drenaje, salud, comercio, transporte, vivienda, entre otros) y el equipamiento
(hospitales, escuelas, infraestructura, superestructura, mobiliario urbano, etcétera).
Por el otro, el bienestar se define como un estado de satisfacción física y mental
del individuo, medido a partir de los siguientes indicadores: nivel de educación
formal, condiciones de salud, condiciones de empleo, salario y/o situación material
de una vivienda. Por lo tanto, la calidad de vida es el conjunto de características
bilógicas, psicológicas, físicas, económicas y sociales que se deben alcanzar para
promover un alto nivel de bienestar de la población67.
Hernández Aja (2009) expone el término como el desarrollo de la calidad de
vida en el espacio urbano. Éste hace referencia a un constructo social formado por
tres dimensiones básicas: la calidad ambiental, el bienestar y la identidad. Aunque
también afirma el autor que la determinación del concepto no depende de la
satisfacción de uno solo de los aspectos anteriores, sino de la satisfacción
articulada entre sus distintas dimensiones a través de indicadores que representen
a cada una de éstas.
Por otro lado, Soliz Romero (1998) realiza un estudio sobre la calidad de
vida que presentan ciertos asentamientos desarrollados en la década de los
noventa que orientaron un crecimiento urbano en el departamento de
67 (Sobrino, 1998)
135
Cochabamba, Bolivia. Los indicadores que la autora toma para hacer una
comparación sobre la calidad de vida en dos zonas son: la alimentación, nutrición,
salud, seguridad, vivienda, descanso, recreación, desarrollo cultural, trabajo,
relaciones sociales y estabilidad ecológica ambiental. Con esto Soliz determina la
influencia o impacto del crecimiento urbano en la calidad de vida de los pobladores
de esta zona, tanto en los asentamientos urbanos como en las comunidades
campesinas considerando la propuesta municipal de desarrollo y las necesidades
de los pobladores.
También Luengo (1998) aporta su definición de calidad de vida y agrega el
término de confort como un indicador que ayuda a medir la calidad de vida:
La calidad de vida son las condiciones óptimas que rigen el comportamiento del
espacio habitable en términos de confort asociados a lo ecológico, biológico,
económico productivo, socio-cultural, tipológico, tecnológico y estético en sus
dimensiones espaciales (Luengo, 1998).
136
Pavimento (%) 76.0 81.0 Fuen6e INEGI.
Adoquín (%) 0.0 16.3 0.0
Banquetas (%) 76.0 86.0 99.6
Guarniciones (%) 52.0 77.0 99.4
Rampas (%) 0.0 47.0 15.5
Alumbrado (%) 76.0 92.0 98.8
Fuente: NEGI
Datos tomados del censo del año 2010 sobre las características de población y
vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía:
137
electricidad
Viviendas con agua
disponible dentro de la 165 78 617 73 490 84
vivienda
Viviendas con agua
disponible fuera de la 17 8 0 0 0 0
vivienda
Viviendas con drenaje
conectado a la red 180 85 615 72 492 84
pública
Viviendas electricidad,
163 77 609 72 490 84
agua y drenaje
Viviendas con radio 149 71 527 62 460 78
Viviendas con
177 84 605 71 486 83
televisión
Viviendas con
170 81 584 69 486 83
refrigerador
Viviendas con
138 65 466 55 456 78
lavadora
Viviendas con
53 25 298 35 423 72
automóvil
Viviendas con
34 16 286 34 332 57
computadora
Viviendas con
100 47 446 52 435 74
telefonía fija
Viviendas con celular 112 53 441 52 395 67
Viviendas con internet 24 11 221 26 299 51
Fuente: NEGI
1 38
Aun mayor problema son las condiciones en las que se encuentran estos aspectos
actualmente.
En cuanto al porcentaje cubierto en pavimento, los datos se refieren al
concreto hidráulico que corresponde a un 76 %, el resto, aunque no se menciona,
corresponde al pavimento de asfalto (material no recomendable en zonas
habitacionales), incluso hay tramos de terracería en una calle completamente
pavimentada.
Según datos del Inegi, la misma tabla da a conocer que las banquetas y
alumbrado público están cubiertos en un 76% y las guarniciones en un 52%. No
obstante, la mala calidad de construcción o su estado actual hace que los
números se vean reducidos. En muchos tramos de banquetas es común ver
postes a la mitad de las mismas, sin rampas para discapacitados, banquetas tan
reducidas o invadidas que se hace imposible el tránsito de personas.
Casi siempre es preferible transitar por la calle, a pesar de ser riesgoso
principalmente para los niños debido al paso vehicular y de motocicletas. Además,
la calle se ve obstruida por la invasión de coches debido a la falta de
estacionamientos en las propias viviendas, incluso muchos automóviles invaden,
no solo la calle, sino también las banquetas para dar paso a los coches que
transitan el lugar debido a que ésta se reduce casi en un 50% en la parte norte del
asentamiento.
Aunque está presente y palpable la mala calidad de construcción del
entorno urbano, las personas entrevistadas se mantienen satisfechas viviendo en
el asentamiento, porque argumentan que no les hace falta nada al tener todos los
servicios. Sin embargo, para garantizar una buena calidad de vida se debe
garantizar un entorno e imagen urbanos satisfactorios, algo que este asentamiento
no cumple ni siquiera en un 50%. Cabe mencionar que la colonia ha llegado a
tener altos índices de inseguridad debido al vandalismo, pandillas y venta de
drogas. También es importante mencionar que desde su construcción hasta la
actualidad no ha tenido un área verde o de recreación, algo que muchos vecinos
anhelan.
139
Imagen 24. Entorno en la colonia Fernando Amilpa.
A diferencia de Los Espinos, en el Centro los porcentajes son más altos, pero no
la calidad actual del entorno. De acuerdo con la tabla 3 el porcentaje de pavimento
construido en concreto es del 81%, 16.3% de adoquín (solo en la plaza) y el resto
son parches de asfalto o calles enteras asfaltadas en pleno centro de la ciudad.
Además, el pavimento es muy viejo y de la misma manera la infraestructura de
agua y drenaje, ya que tienen más de medio siglo de vida.
140
Imagen 25. Entorno del Centro.
141
lugar de embellecer la imagen, son motivo de estorbo para el tránsito peatonal,
también los anuncios en las construcciones que provocan disturbio en la imagen
urbana. El alto índice de tráfico vehicular a todas horas provoca altos grados de
contaminación ambiental y auditiva, además de ser motivo congestionamiento vial
en calles más angostas que la misma colonia Fernando Amilpa, la cuales no
tienen el objetivo de tránsito vehicular, sino peatonal.
J ‘ i
Mm M U*
MW* f c . 2 L J e 1*
J . ™^A ? ■ -'- ^ s r
¡ji- " -
ir _ Ib. €3^ I\
1 i8
le lilí é i '* 1fll' ’
VI«'/qc£ ,
^ : U .I V /
.x,-Ov- j / ,
Fuente. Trabajo de campo.
143
modelos para conocer la calidad de vida en los demás asentamientos del mismo
tipo en la ciudad de Zamora, con sus variaciones cada uno de ellos.
1 44
Capítulo cuatro. Habitar la casa: una construcción simbólica y
material
En este cuarto y último capítulo la casa se convierte en el lugar de análisis
principal. A partir de ésta se conoce la evolución de las prácticas familiares dentro
y fuera de ella, es donde se comprende el sentido de habitar formado por y para
sus propios habitantes a través de un cumulo de necesidades que traen
significados y generan habitus, cotidianidades, costumbres, etcétera. Durante el
desarrollo de esta última parte, también daré a conocer cómo se lleva a cabo la
organización y transformación familiar dentro de la casa como una manera de
mostrar la relación entre los espacios de la casa y cada uno de los integrantes de
la familia. Con esto, y sin pretender establecer tipologías de grupos domésticos es
posible exponer el significado que gana la casa ante quien la habita. No obstante,
el eje rector, tanto del capítulo como del trabajo, es la casa; de tal manera que la
familia es una categoría de estudio que se desprende de este espacio. Por lo
tanto, no se lleva a cabo el análisis del grupo familiar a profundidad -ya que este
equivaldría a un extenso y complejo trabajo a parte de este-, sino se trata de
resaltar algunos aspectos sobresalientes históricos y organizacionales que las
familias muestran en la construcción de los aspectos materiales, sociales y
simbólicos dentro de la casa.
Es común en la geografía referenciar a la casa como un espacio, un lugar o
un territorio, a partir del cual el sujeto construye su habitar en un entorno familiar,
social y físico. Así, la casa pertenece a un sistema complejo de objetos, lugares y
sujetos donde la conexión entre estos elementos es el habitar. Solo el ser humano
puede dar vida a esta función, ya que es el nudo que relaciona estas tres
dimensiones, es quien da vida al habitar.
Ha sido común entre las familias de la colonia Fernando Amilpa, que los varones -
padres y esposos- tomen el papel de jefes de familia, incluso, para la obtención
145
de terrenos en la zona federal era necesario pertenecer, como trabajador y jefe de
familia, al sindicato de transportistas de la CTM. Sin embargo, en muchas familias
las esposas y en ocasiones las hijas han participado en actividades laborales, por
ejemplo, la venta de comida y el trabajo doméstico ajeno han sido medios de
empleo para las mujeres. Durante el proceso de invasión y formación del
asentamiento, los hijos más pequeños eran motivo de cuidado, mientras, los que
estudiaban en la primaria solo esperaban a tener la edad suficiente para trabajar o
emigrar a los Estados Unidos. La migración tuvo presencia al finalizar la década
de los setenta, con esto se produjo una diferencia económica entre familias, la
cual se hacía visible en la construcción material de las casas.
La migración en la familia fue un elemento esencial para su trasformación,
reorganización y hasta para su desintegración. La mayor parte de los hijos que
emigraron, se casaron fuera y formaron su propia familia al punto de no regresar al
lugar de sus padres.
Las familias que obtuvieron su terreno durante la formación del
asentamiento, eran familias jóvenes y no tan numerosas. Estaban integradas
normalmente por el padre, la madre y tres hijos promedio. A pesar que los hijos ya
tenían edad para trabajar de empleados u obreros, en las familias menos jóvenes,
las condiciones económicas no mejoraban del todo porque eran más los
integrantes que las comprendían, entre hijos e hijas. Antes de llegar a Los
Espinos, muchas de estas familias ya consolidadas, vivían en casa de los abuelos,
donde habitaban dos o tres núcleos familiares entre padres y hermanos, por esta
razón se habla mucho de un insistente anhelo de la casa propia en el
asentamiento, donde, con el tiempo fue común encontrar más de un núcleo
familiar en una casa.
Por otro lado, los niños y adolescentes también aportaban a la casa de una
manera más amena, algunas ocasiones iban a pescar a las parcelas anegadas y a
pepenar en las parcelas "dejadas” por los agricultores. Otra forma en que
apoyaban los hijos e hijas en las actividades domésticas, junto con los padres, era
en el abastecimiento y acarreo diario de agua hacia su casa.
146
Familias que no pertenecían al sindicato de transportistas ya habían
adquirido terrenos durante la década de los setenta, pero después de 1980 el
lugar se llenó de familias que pertenecían a cualquier tipo de empleo, también
eran grupos familiares jóvenes con otra visión del lugar, ya que no habían vivido el
proceso de adquisición (lucha) de la zona federal, como las primeras familias lo
vivieron. Con la inserción de estos nuevos habitantes jóvenes y, quienes ya tenían
al menos diez años en el asentamiento con casas más o menos construidas, hijos
crecidos y nuevos jefes de familia, se comenzaba a ver un ligero cambio de vida y
de socialización en el asentamiento.
Durante esta etapa, el papel de la migración influyó principalmente en los
hijos varones y padres, además, se dio un buen número de divorcios, desde
entonces muchas madres divorciadas, viudas y solteras han tomado el papel de
jefes de familia, aun en la actualidad existe un índice elevado de madres solteras,
quienes tienen la responsabilidad de su propia familia.
[...] hasta que mis hijos, los más grandes, empezaron a crecer, se empezaron a ir
como a los 16 o 17 años a Estados Unidos, pero entonces no estaba tan difícil
para que pasaran y ya empezaban a trabajar yo no sé en qué, la cosa era que
ellos me mandaban el cinquito [se refiere al dinero] y poco a poquito iba yo
haciendo. Fue de la manera que se fue cambiando la situación [Los Espinos,
18/02/16. Entrevista con doña Carmen].
[...] mis hijas están por allá en Estados Unidos, son dos hijos y tres hijas [Los
Espinos, 15/02/16, Doña Ernestina].
[...] No pues yo tenía un ranchito de lámina, sucede que yo tenía puros palitos,
nomás que digamos no tenía pues el modo de construir [...], la madera por ahí la
buscaba yo, por ejemplo llegaba a ir al cerro, por ahí y traía maderita, así tenía
palitos por aquí y por allá tapado con un tejaváncito68 pues de lámina y todo eso,
no tenía pues el modo, nomás que yo me fui para Estados Unidos allá a trabajar y
me dio muy buena suerte [Los Espinos, 09/02/16. Jesús Bibiano].
68 El tejaván es una construcción rústica y muy pobre, generalmente de techo de teja o de lámina.
147
[...] allá ya es otro rollo [se refiere a la parte norte de la calle]. Es que toda esa
gente, o sea los chavos que viven ahí, son puros chavos nuevos ¡no! la gente que
vivía ahí no era así, sino que ahorita los que viven vienen de otras partes [...]
porque los primeros que vivieron ahí todo bien tranquilo inclusive, se criaron aquí
todo el chiquilla! juntos, todos los que ahorita ya están grandes, pero pues ya no
hay ni uno de esos, se fueron unos pal norte, otros que ya se cambiaron, se
desbalagaron, pero toda esa gente ya es nueva, por eso pues ya trae su modo de
vivir más diferente [Los Espinos, 15/02/16. Familia Vivanco, Francisco hijo].
1 48
casas juntas o, por lo menos, cercanas a lo largo de la calle de los Espinos.
Debido a esto y muchos otros factores es imposible particularizar en este trabajo
cada una de las familias y su estado organizacional en la casa, pero podemos
plasmar en los siguientes ejemplos una visión general de tres familias de la
colonia.
[...] mis hijos fueron los que construyeron aquí [refiriéndose a su esposo, dice] él
no me compró ni unos zapatos, ni unas medias, así con eso le digo todo [...], le
doy muchas gracias Dios que acabo de cumplir mis 80 años [...]. Nos la vimos
muy duro y la necesidad nos hizo [Los Espinos, 16/02/16. Doña Julia]
En la actualidad uno de los hijos de doña Julia vive en el mismo asentamiento, con
su propia familia, a unas cuantas casas de su madre; el otro se fue vivir a otro
municipio con su esposa; y Lupita su hija también está casada, su esposo trabaja
en los Estados Unidos, pero ella vive con doña Julia, quien por su edad ya no
puede trabajar. Por lo tanto, Lupita se hace cargo de los gastos de su madre, de la
casa y de ella misma con el dinero que le manda su esposo. Por este motivo doña
Julia tiene asignada la casa para su hija menor.
149
[...] aquí las escrituras están a nombre de mi hija, ¿sabe por qué?, porque ella
sabe si visto, si como, si calzo, si me medicino y si voy al médico, ella es la de
todo, ella paga la luz, teléfono, compra gas, ella es la de todo aquí en la casa de
todos los gastos, entonces pues con todo el derecho le toca la casa [Los Espinos,
16/02/16. Doña Julia].
Los Vivanco
[...] ya después nos trajimos a todos cuando ya estaba pues mi papá construyendo
el rancho y con otros cuartitos [Los Espinos, 15/02/16. Francisco Vivanco, hijo].
150
A pesar de no conocer el oficio de la construcción, el padre y jefe de familia la
hacía de “maistro” albañil, los hijos eran los peones y la madre se dedicaba a
labores domésticas relacionadas con la construcción como la limpieza y la
preparación de alimentos para ellos y para la venta del día.
[...] aquí nos gustó todo desde que llegamos, pues está hecha a gusto de todos. Y
pues mi papá era chofer y él la empezó a hacer así sin saber, nada más le ayudó
su yerno, era albañil y él le ayudaba porque él sabía más, porque era “maistro”,
aunque aquí todos le ayudamos a meter arena, llevar la mezcla, para colar y todo
lo de la casa, hacer la mezcla para pegar tabiques [...]. [Aclara el hermano mayor]
aquí son dos terrenos uno era mío y otro de mi papá, pero yo le cedí los derechos
a mi mamá y por eso se hizo la casa completa [Los Espinos, 15/02/16. Juana
Vivanco].
Cabe resaltar que la familia Vivanco es una de las más conocidas en la colonia, no
por la posición económica, como se da en otras partes de la ciudad, sino debido a
que el padre de familia siempre fue una persona solidaria con los vecinos, una
persona que le gustaba trabajar y ayudar.
En la actualidad los padres de los hermanos Vivanco ya no viven, Francisco
Vivanco tiene su propia casa fuera de la colonia, pero todos los días visita a sus
tres hermanas, quienes viven con sus hijos en la casa que sus padres le dejaron.
151
embargo, formaron su propia familia y apenas mandaban para ir construyendo
poco a poco. Doña Carmen tuvo que contratar a un albañil para construir su casa
debido a que su esposo no podía trabajar. Poco tiempo después, de haber
terminado de construir su casa, falleció su esposo a causa de la diabetes. Al igual
que todas las familias de la colonia, realizaron el velorio al interior de la casa a
pesar de tener espacios demasiado reducidos.
[...] por cierto que cuando falleció mi esposo, pues yo pensé que lo pusieran aquí
en lo que era la salita, pero resulta que no pudieron acomodar la caja, no cabía la
caja ni nada, porque estaba bien angostito, bien reducido todo [Los Espinos,
18/02/16. Doña Carmen].
[...] cuando estábamos con los ranchitos donde vivíamos, pues para mi eran unos
palacios grandes, porque pues si no teníamos donde vivir ¡huuu! yo me sentía
engrandecida, me sentía como la verdolaga bien ancha ¿porque?, porque pues ya
tenía donde vivir, aunque tuviéramos los ranchitos. Mis hijas ya señoritas [...], yo
las cuidaba mucho a mis hijas, decía, que no las vaya a agarrar algún marihuano o
alguna cosa, porque pues eso era lo que había mucho también, luego ahí
adelantito era donde estaba la zona, si como a dos calles, y seguido se oía que
pasaba la policía, se oían balaceras y todo eso y yo con mis hijas encerraditas,
decía yo, pues no tengo más que cuidar, más que mis hijos, claro a los chicos y
grandes [Los Espinos, 18/02/16. Doña Carmen].
Doña Carmen siempre separó los espacios entre sus hijos, hombres y mujeres
tenían cuartos separados, pero no individuales. A pesar que hacía distinción de
sexos siempre fueron los mismos cuidados y exigencias de trabajo para ambos
casos. Es una familia tranquila que ha sabido llevar una relación sana con los
vecinos y entre sí mismos.
152
Es posible ver en estos breves ejemplos que el papel de los jefes de familia
juega un rol indispensable para la existencia de este grupo social. Además es muy
marcada la transformación del núcleo jerárquico, al principio se componía por un
hombre, una mujer y sus hijos, cada uno de ellos asumió distintas actividades que
tenían que ver con la casa, esto de acuerdo a su edad biológica y jerarquía
familiar. En la actualidad es común encontrar este núcleo jerárquico compuesto
por una cabeza del sexo femenino y los hijos, la ausencia del hombre en muchas
familias se hace presente, por lo tanto las nuevas generaciones tienen una visión,
educación y expresión totalmente diferente a las generaciones anteriores.
El apellido es uno de los muchos objetos de reconocimiento en el ámbito
vecinal. También es posible identificar las funciones y asignación de espacios en
la casa de acuerdo al género y la generación a la que pertenecen los integrantes
de la familia. Finalmente, es importante aclarar que el trabajo ha sido un elemento
que ha marcado el rápido o lento desarrollo de las familias en la colonia.
153
La idea de habitar la casa
Imagen 27. Mural revolucionario en lo alto de una casa en la colonia Fernando Amilpa.
1 54
[...] yo tengo muy buenos recuerdos de muchas gentes que, cuando llegué yo
aquí, ellos me ayudaron mucho porque estábamos pobres, pobres que veníamos
de allá, y le digo que luego teníamos la casa de lámina, pero era lamina de esa de
cartón y unos niños traviesos aventaron por ahí un cerillo y se me quemo toda mi
casa, ¡todo, todo! se nos quemó lo poquito que teníamos, era para una navidad me
acuerdo [...], entonces aquí andaban que quemando palomitas y quien sabe qué y
vuela una y se prende la casa, todo se prendió [...], pero mucha gente nos ayudó
con madera, nos ayudaron con láminas, nos dieron camas, nos dieron cobijas, nos
dieron ropa, todo, todo nos dieron [Los Espinos, 15/02/16. Doña Ernestina].
155
Sin ella el hombre sería un ser disperso. Lo sostiene a través de las tormentas del
cielo y de las tormentas de la vida. En este contexto se encontraron algunas
diferencias y similitudes en las formas de concebir la casa, lo cual lleva a
diferentes formas de habitarla. El 100 % de los entrevistados, recuerdan con
orgullo y sentimiento el sufrimiento y las carencias que vivieron en lo económico,
en salud, la marginación y desprecio por parte de personas con mayores recursos.
Pero los habitantes de la colonia expresan la imagen de este lugar de una manera
emotiva, desde los aspectos materiales y sistemas constructivos, hasta los rasgos
sentimentales, simbólicos, expresivos y el sentido de valoración. Claro que gracias
a la casa, un gran número de nuestros recuerdos tienen albergue. Y si esa casa
se complica un poco, si tiene sótano y guardilla, rincones y corredores, nuestros
recuerdos hallan refugios cada vez más caracterizados (Bachelard, 2000
[1957]:31).
[...] estábamos dormidos y las olitas de agua ahí en la cama, adentro del ranchito
donde vivíamos, nos entraba el agua por atrás por el corral y salían por acá las
culebras, se nos quedaban en medio de las láminas, el zacate nos nacía abajo de
las camas, estaba tan hueco que yo hasta patos tenía, ya nadaban porque allá
atrás era un socavón muy grande, cada quien rellenamos con lo que pudimos y las
casas no se nos han caído porque Dios es grande y la calle igual así la rellenamos
[...]. Somos gente buena y yo estoy muy agradecida con Dios y siento una gran
satisfacción y siento orgullo por ver que venimos de la nada y que a base de
trabajo honrado, a base de esfuerzo, a base de unión nos levantamos y somos
buenos vecinos, estamos rodeados de buenos vecinos [Los Espinos, 12/02/16.
Doña Queta].
[...] en tiempo de las aguas sufrimos mucho porque era un moscal y unos
tormentones y ¿qué hacía yo?, les compraba plásticos a los pabellones de las
camas para no mojarnos, pero de todos modos [...] el agua ya me llegaba hasta
acá [Los Espinos, 18/02/16. Doña Carmen].
156
Duero, la cual duró aproximadamente 10 años. La tercera es la época en la que
actualmente se vive desde la segunda mitad de la década de los noventa. Existe
una segunda etapa, es una etapa de transición entre estos dos momentos, en este
periodo se buscó la superación social a través de su imposición ante las
normativas que, hasta la actualidad, han sido ignoradas.
La colonia Fernando Amilpa fue concebida por algún tiempo en Zamora
como una de las zonas de mayor marginación, ya que en un corto periodo de
tiempo se convirtió un foco de pobreza, insalubridad y hacinamiento. Por lo tanto,
era el resultado de los vicios que más preocupaban a la elite zamorana, me refiero
a la violencia, las drogas y el vandalismo. Es cierto que no se puede generalizar el
perfil a todos los habitantes de la colonia, pero también es verdad que las
costumbres y la forma de vida en esta zona eran juzgadas como inmorales en
comparación con la que se imponía en las familias acomodadas. Los pobres
estaban y están expuestos al señalamiento y a la crítica.
Así, la función de habitar la casa se presenta como un proceso de construcción
material y simbólica a partir de una serie de experiencias vividas en el espacio y
un lugar determinado, un entorno al cual se adapta un conjunto de actores, objetos
y lugares relacionados entre sí como un sistema de conexión en diferentes
escalas y diferentes momentos. Esto es referente al espacio de representación,
este se vive, se habita; tiene un núcleo o centro afectivo: el Ego, el lecho, el
dormitorio, la vivienda o la casa [...] (Lefebvre, 2013 [1974]:100).
157
Imagen 29. Apropiación del espacio público para lavado y tendido de ropa en una casa.
[...] a espaldas del seguro ahí agarrábamos agua y todos nos íbamos a traer agua,
a veces iba en la tarde a veces en la mañana, con mis garrafones, mis cubetas y
ahí voy, porque aquí no había servicios de carro ni de nada, aquí no entraba nadie
[Los Espinos, 09/02/16. Jesús Bibiano].
1 58
[...] íbamos al seguro a traer agua [...], cuando hicieron el río que esta acá atrás
ahí íbamos a lavar porque bajaba mucha agua limpia para los regadíos, no bajaba
sucia, nos metíamos y el agua nos llegaba hasta la cintura y lavábamos, había
veces que durábamos dos o tres horas en el agua [Los Espinos, 15/02/16. Doña
Ernestina].
[...] me tuve que meter al canal a lavar con agua hasta la cintura para ayudarle a
mi marido a pagar el terrenito porque no teníamos nada, le digo todo era láminas y
bolsas de cemento, íbamos al agua hasta el seguro con cantaros y cubetas [Los
Espinos, 12/02/16. Doña Queta].
Según Sañudo (2013) hablar del espacio doméstico permite hablar de entidades
físicas, simbólicas y sociales del habitar, las cuales son prioritarias en la
construcción de la relación hombre-espacio, además, el autor cita a Edward T.
Hall, quien afirma, el hombre guarda distancias, relaciones y comportamientos en
su actuar cotidiano, con los otros y con el espacio, y en este juego constante de
relaciones construye sistemas, códigos, elementos primarios de relación que le
permiten adaptarse al territorio. La adaptación de los habitantes en la zona federal
fue una construcción cotidiana a través de las necesidades que surgían, por
ejemplo, la necesidad de agua limpia no fue el único problema en el asentamiento,
sino también el agua contaminada que había en el río. Era un verdadero foco de
infección, tanto para la colonia como para la ciudad. La ausencia de calle era otra
situación difícil que afectaba las actividades cotidianas y domesticas de las
familias, pues en ese momento era imposible caminar sobre el río casi seco y
contaminado. No se podía andar en bicicletas y mucho menos vehículos. Lo único
que comunicaba las casas entre vecinos eran vigas, tablas o palos provisionales
que colocaban de puentes para cruzar el cauce, donde todas la casas
descargaban las tuberías de drenaje. Sin agua, sin drenaje, sin una calle o vía de
comunicación y mucho menos energía eléctrica, comenzaban a habitar las familias
en el asentamiento de paracaidistas. Sin embargo, se adaptaban al medio de
acuerdo a sus necesidades y de esta manera lo fueron transformando y con él, su
estilo de vida. Comprender lo social como algo dinámico, orgánico y cambiante, es
un ámbito epistemológico que podría permitirnos entender lo doméstico como una
159
condición existencia! de la necesidad de adaptación y apropiación del territorio, ya
que es precisamente lo doméstico un campo cerrado, constante y prolongable.
[...] cuando llegamos aquí pasaba el río bien feo, todo cochino, pues era drenaje,
no hombre aquí feo que estaba, ¡ay no! una porquería, no hombre yo tan grimosa
que era, yo me iba pa’ allá pa’ la parcela, me pasaba y allá comía, aquí no quería
comer, yo y le decía a mi esposo, ay a qué me trajiste a vivir aquí, ira nomas...
dice, no te preocupes con el tiempo se va arreglar [Los Espinos, 15/02/16. Doña
Ernestina].
[...] todavía estaba el río, y sucede que no teníamos drenaje y ya toda la gente
empezó a descargar los drenajes aquí al río y después se comenzó a poner muy
fea el agua y hasta aventaban animales muertos, basura y todo por aquí pasaba
[Los Espinos, 09/02/16. Jesús Bibiano].
Por otro lado, la educación en los niños fue otro problema considerable, al ser
familias de bajos recursos económicos cada uno de los integrantes tenía que
aportar a la casa de diferentes maneras, por lo tanto, se llegó a dar un cierto grado
de migración desde los adolescentes de 15 y 16 años en adelante. Para evitar que
los niños continuaran creciendo sin la oportunidad de recibir una educación formal
y construir en ellos una mentalidad académica, se optó por la instauración de un
kínder provisional, el cual mejoró con el paso del tiempo. Mientras tanto,
aumentaban los servicios y beneficios en la colonia, el entorno se trasformaba
cada vez más rápido. Después del primer lustro de vida del asentamiento, el lugar
era otro, las familias iban en aumento a la vez que su número de integrantes y sus
necesidades eran cada vez mayores. El río había dejado de existir y el cauce
perdía su forma, el uso de la calle aumentaba y comenzaba el tránsito de
vehículos, el objetivo era continuar con la mejora del entorno.
160
convirtiéndonos en lo que expresa, o dicho de otro modo, es a la vez un devenir
de expresión y un devenir de nuestro ser. Aquí, la expresión crea ser (Bachelard,
2000 [1957]:12).
Así, la casa expresa la forma de habitar, de ser. Esto significa vivirla,
construirla, sentirla y pensarla, está totalmente asociada con lo cotidiano. Una
casa se define entonces por su modalidad constructiva, con esto no me refiero
solamente a su figura geométrica, a las técnicas o materiales de construcción, sino
a la capacidad de interacciones sociales que encierra. Es la familia quien
desarrolla estas interacciones a través del tiempo con el trabajo reunido de sus
integrantes o con el auxilio de un albañil. Esta serie de relaciones al momento de
construir la casa, da forma a la misma, ya que territorialmente no es un espacio
físico acotado, sino una construcción cultural (García, 1976:73).
Es importante resaltar que, entre los entrevistados y sus familias, la
autogestión del terreno para invadir la zona federal fue determinante para
desarrollar la autoconstrucción de sus casas. A pesar de ejecutar el mismo
proceso de autoconstrucción, los que no fueron parte de la invasión de
paracaidistas, familias más jóvenes, han tenido un beneficio de seguridad en sus
casas cuando contratan albañiles que trabajan con ingenieros o arquitectos, por
quienes reciben asesorías y aprenden de cierta manera patrones de organización
espacial y construcción. En la actualidad, para llevar a cabo la autoconstrucción se
tiene una mano de obra especializada, aunque no profesional, con bases técnicas
y funcionales. Debido a que las casas han sido construidas de manera
espontánea, se hacen modificaciones constantes con una disminuida mejoría lejos
de verlas totalmente terminadas.
Así, la autoconstrucción de las casas se caracteriza por la falta de cualquier
mecanismo formal y técnico. Es una práctica que genera espacios carentes de
confort tanto material como funcional, sin embargo, rica en expresiones sociales,
culturales y simbólicas entre las familias. Es un proceso ejecutado por etapas.
Algunas casas permanecieron por mucho tiempo incompletas y la mayoría nunca
se ha terminado de construir.
161
[Pregunta don Luis a Jesús Trujillo] ¿Pusiste una lona tu verdad?, como los
húngaros allí en el sauz, como los indios, era como un circo, así estábamos.
[Responde Jesús Trujillo] si llegué yo y puse una lona en un sauz y ahí
acampamos con mi gente nada más, sin más, si, ahí vivíamos en una sola sombra
y aquí al bordo del río nada más había un pedacito, lo que era para caminar nada
más [Los Espinos, 05/02/16. Entrevista grupal].
[...] el vecino ya tenía dos cuartitos, entonces ya mi marido clavó las láminas y acá
las bolsas de cartón en la barda de él, era más chiquito de este cuartito en el que
estamos. O verá, ¿cómo que sería?, pues si era más chiquito porque teníamos
dos camas y enfrente teníamos la estufa de petróleo en una mesa de madera y
luego aquí un gabinete y aquí teníamos otra mesita y aquí enfrente una cuna, y
para poder pasar para allá, si por ejemplo yo estaba parada y mi marido se quería
arrimar a la estufa me tenía que sentar en la cama para que el pasara, así que ha
de haber sido a lo mejor como de unos tres metros de largo y aquí atrás tapado
con una cobija, era todo lo que teníamos [Los Espinos, 12/02/16. Doña Queta].
162
Imagen 30. Entorno de la colonia a finales de los setenta y principios de los ochenta.
No, estas ideas de la casa yo las saque de mi misma cabeza, yo dije, bueno miré
muchas construcciones allá en California, en Estados Unidos, y se me ocurrían
ideas [Los Espinos, 09/02/16. Jesús Bibiano].
163
Mi papá no fue un albañil ni nadie de la casa y fue mi papá el que la construyó. Él
era chofer también en la línea de transportes el Duero Zamora-Uruapan. Aquí,
primero vivimos en un ranchito tapado todo con lámina de cartón y madera en todo
[...] Aquí nos gustó todo desde que llegamos, pues está hecha a gusto de todos
¡eh! [Los Espinos, 15/02/16. Juana Vivanco].
[...] pues ahí la fuimos haciendo al pasito, por qué cree que mire, ahí están los
pedazos que hemos tumbado, aquí también porque pues ahí la hicieron al gusto
1 64
de ellos [...] y ya últimamente hemos quitado cosas, quitamos esa barda que
estaba ahí y luego otra así atravesada y estaba el pasillito así angostito nada más
para pasar para allá, y luego aquí estaban dos arcos y aquí así estaba una
pilastra, donde está un arco y luego el otro. Por cierto [...], ampliamos los espacios
porque pues estaban muy reducidos, muy reducido de a tiro. Bueno la cocina
venia quedando ¡aquí!, se imagina al subir las escaleras era la cocina, nada más
me cabía la estufa, el gabinetito este y era todo, no cabía más, así que todo estaba
muy apretado y yo dije no pues esto no está bien. Primero mande quitar una parte
y luego mande quitar otra y ahí me he ido de a poquito y de poquito [Los Espinos,
18/02/16. Doña Carmen].
[...] cuando colábamos, desde bien tempranito nos levantábamos nosotros, unos a
hacer la mezcla otros a traer el agua desde allá y todos órale, nosotros a subir
baldes y baldes de revoltura, si le digo que hasta que mi cuñado le ayudó a mi
papá a hacer todo bien, porque pues él no sabía y hacia todo mal, pues era chofer,
que iba a saber de hacer casas, y mi cuñado le ayudó mucho pues él era el que
sabía, y antes no costaba pues tan carísimo como está ahorita costando todo, el
material está carísimo y antes no y como todas nos metimos a trabajar a la fresa,
así levantamos esto. Eso sí de pagar mano de obra no, porque pues mi cuñado
era el maistro y todas nosotras con mis hermanos, pues los chalanes [Los
Espinos, 15/02/16. Francisco y Juana Vivanco, hijos].
165
[...] la levantamos a lo que se fue teniendo y a lo que mi papá le gustaba o se le
ocurría [...] porque no nos preguntó ¿quieres esta sala, quieres esto, quieres lo
otro?, no, él solo fue construyendo poco a poco, no nos tomó parecer, como iba
pudiendo. Cada 8 días que venía le hacía algo ahí a la casa compraba cemento y
pegaba unos tabiquitos, echaba un firme y así, ahí fue él poco a poco, ya para ese
entonces los muchachos estaban más grandes y le ayudaban antes de que se
fueran a la plaza con la novia, le ayudaban mis hijos, nomás le arrimaban mezcla o
tabiques y ya [...], ya luego que crecieron iba cuarto por cuarto, primero la sala,
luego ahí la cocina y poco a poco. Pedía préstamos, él trabajaba con José Moreno
y le pidió un préstamo, y ahí fuimos tapando primero una parte y luego otra y así
[Los Espinos, 18/02/16. Margarita Sambrano].
En ese tiempo yo no tenía hijos todavía [...], yo primero levanté esta barda y ya
después me ponía a trabajar adentro [...], es que me interesaba pues a mí tener
algo por eso le echaba yo ganas, entonces yo andaba trabajando allá en
Guadalajara y me venía los viernes, sábado y domingo, y el lunes me iba
pa‘Guadalajara, trabajaba en la construcción con una compañía de allá. Y pues ahí
bendito sea Dios me aliviané echándole ganas en el trabajo y un poco de material
que me ayudaron los ingenieros también y pues ahí me ve toda la vida trabajando
y trabajando, no quitaba yo el dedo del renglón. Cuando yo llegaba de Guadalajara
166
agarraba mi carretilla y allá por la 5 de mayo estaba un señor que se llamaba don
Jesús, vendía de todo, material, lavaderos, varillas cemento y de todo, yo me traía
4 bultos de cal y dos de cemento, hay vengo por toda la subida [...] con mi
carretilla que hasta la lengua sacaba porque ya no podía y luego había puro
granzón, bien cansado que llegaba, pues ya hacia yo dos bultitos de cal pa‘ pegar
piedra pues así me la lleve trabajando y trabajando, pero como le digo cerré yo
aquí la casa, la barda la levante pues ya quien me miraba aquí adentro [Los
Espinos, 09/02/16. Jesús Viviano].
Con relación a los materiales utilizados en la casa, tiene mucha importancia para
las familias de la colonia lo que está a la vista, sobre todo al exterior. Así, los
habitantes tratan de arreglar las fachadas lo mejor que pueden, desde una
perspectiva estética, le dan menos importancia al espacio íntimo, el que nadie
conoce, solo el propio habitante. Privilegian la ornamentación en las paredes
sobre cargadas de cuadros, fotografías familiares, santos, Cristos o cualquier tipo
de imágenes religiosas que hace alusión a su fe o creencias, incluso se observan
enmarcados los recuerdos y ornamentos de un evento religioso, como las
primeras comuniones, entre otros. No faltan los relojes de empresas, paisajes o
cualquier otra publicidad que cuelgan en los muros de su casa. Los muebles
aparentemente desorganizados, están acomodados para colocar objetos
heredados, regalados o de mera ornamentación. Además, están presentes las
macetas de plantas naturales en un lugar específico, sin estar distribuidas en toda
la casa. En algunos casos se dedica un rincón especial para la colocación de
altares, donde básicamente esta su fe y su lugar de oración. De esta manera,
entendida como elaboración cultural y expresión cualitativa del espacio, la casa
permite al hombre mantener un orden. Así, la casa es la creación de un universo
propio donde la disposición de los enseres, el utillaje, el menaje y los elementos
decorativos nos hablan de quién la habita. Este asunto no sería posible en una
casa vacía (Cuervo C. J., 2010).
Desde una perspectiva arquitectónica, siempre es bueno fragmentar la casa
en diferentes áreas que a la vez estén relacionadas. Entre éstas, están el área
pública, semipública, de servicios y privada o íntima. El objetivo es cerrar cada vez
167
más los espacios interiores de la casa a los usuarios ajenos, ya sea de afuera
hacia adentro o de abajo hacia arriba. Consciente o inconscientemente, aquí la
división de los espacios mencionados se hace presente mediante muros, cortinas
o puertas, pero relacionados a través de una red de pasillos o vestíbulos internos.
Algunos espacios suelen estar combinados, por ejemplo, algunas casas
conservan la recamara principal en el mismo espacio de la sala. Con límites
provisionales, cortinas o muebles, dividen estos espacios y los transforman en
lugares de acuerdo a los usos.
La sala suele ser un espacio extremadamente amplio, no en superficie, sino
de manera simbólica, ya que su interior alberga diferentes usos, como la
integración familiar, convivencias, reuniones de amigos, de distracción o de ocio,
incluso de descanso. A su vez, la sala tiene una estrecha relación con el comedor
y la cocina, así como con algunos integrantes de la familia, más que con otros.
Cada lugar de la casa tiene una particular jerarquía de acuerdo a quienes están en
el espacio, la recamara de los jefes de familia resulta ser la más amplia, la que
más "comodidades” tiene y la de mayor calidad en toda la casa. Después están las
recamaras de hijas e hijos, por su parte, la sala, el comedor y la cocina tienen una
particular valoración de uso y apropiación de parte de cada habitante, pero
principalmente son los espacios de la madre. En la actualidad ya no existen los
cuartos redondos o multiusos, donde la casa está comprendida por uno solo,
donde están todos los lugares, todas las funciones y todos los objetos y sujetos.
[...] !no‘mbre lo que queríamos era tener un cuarto!, mire, aquí mis hijos y yo
fuimos el peón, el señor este don Jesús nos vino a levantar las bardas, mi marido
se iba a trabajar y fuimos haciendo tandas69, entonces mire, con unas tandas
compramos piedras, con otras compramos otras cosas, agarraba yo el número y le
decía yo a la que me lo daba, dame el último y el primero, pero me los das juntos,
entonces fuimos comprando lo que no se echaba a perder y las últimas dos tandas
guardamos el dinero para pagarle al albañil, entonces nosotros ya lo que
69 Es una forma de ahorro muy común en México y sirve para fomentar el ahorro del dinero. Por lo regular
son organizadas entre familiares o amigos. Las tandas pueden organizarse semanalmente, quincenalmente o
mensualmente, aunque por lo general son formas de ahorro a corto plazo y, en contadas ocasiones, a
mediano plazo depende de quién lo organiza y del monto del dinero a ahorrar.
1 68
queríamos era un cuarto donde meternos. La ventana me la hicieron con la tablitas
de una cajonera que se quebró al andar sacando todo pa‘ afuera, me destruyeron
el ranchito totalmente y las pocas cositas que teníamos las echaron atrás,
entonces en el único colchón que teníamos mi marido y yo dormíamos en la calle
en lo que estaban construyendo [...] por el miedo de que nos robaran las poquitas
cositas que teníamos, pues allí en la calle nos quedábamos, ahí en la banqueta
[...], a los niños los mandábamos con mi mamá [...], ya lo que queríamos era tener
donde meternos porque se venían aquellos aironazos y ya parecía que el aire se
llevaba el rancho, el techo era de lámina negra y el día que don Jesús echó el
techo, me acuerdo que fue el meritito corpus, él acabo como a las nueve de la
noche de poner el techo y como a las 4 de la mañana se vino un tormentón, nos
"arrejolamos" (hacer referencia arrinconar) en esa esquina y nos cubrimos con
bolsas de cemento, porque el agua estaba chicoteando y no tenía ventana, no
tenía puerta, entonces ya lo que queríamos era tener un cuarto, ya cual estilo y
cual nada [Los Espinos, 12/02/16. Doña Queta].
169
Con el recuerdo, en un instante todas las casas vuelven a la vida (Tuan, 2007
[1974]:75).
En algunas casas sacrifican la cochera para ganarle espacio al terreno y
aumentar el número de cuartos. En otras, la cochera o la sala se convierten en un
local para tienditas, estéticas, talleres, cenadurías y lugares para desayunar.
Además, en algunas situaciones se percibe una ampliación física y apertura del
espacio privado hacia el espacio público.
A pesar de mencionar un cierto grado de inseguridad en la colonia, la
mayoría de las familias tienen la costumbre de estar con la puerta o con las
ventanas abiertas. En esta simple expresión cotidiana, se percibe una cierta
ampliación simbólica del espacio privado, no para realizar sus habituales
actividades en el espacio público, sino para familiarizarse observar y saber lo que
pasa afuera. La puerta abierta hace más fácil la costumbre de salir diario a platicar
con las vecinas, el vecino, el amigo, la señora que tiene su mesita de dulces y
fruta, o para los niños que juegan en la calle. De esta manera, es posible extender
la visión más allá de los muros que encierran al sujeto, se sabe qué pasa, quién
pasa y qué hacen, es una forma de conocerse entre vecinos y tener la confianza
de abrir el espacio privado al público. También es posible tener una visión desde
afuera, el transeúnte o el vecino conoce a los de adentro y a la vez su espacio
privado hasta cierto grado de intimidad. Tanto el de afuera como el de adentro
pueden escrutar el interior y el exterior de la casa.
La sala suele ser el espacio visto desde afuera, es usada como el corazón
de la casa, un lugar que alguna vez funcionó como un todo, un solo espacio lleno
de sistemas de objetos, lugares y funciones. La sala hace la función de un espacio
de socialización y también se convierte en el lugar donde colocan todos los
objetos y recuerdos familiares, por ejemplo fotografías, juegos de cerámica,
juguetes, los propios muebles, la sala, la primera televisión, videocasetera, entre
muchos objetos más que podrían resultar incontables. En este sentido, la
decoración de la sala tiene un orden lógico para las familias, los objetos se dan a
conocer en este espacio privado relacionado con lo público, donde un solo dintel
hace la función de separación entre uno y otro.
170
A diferencia de los asentamientos residenciales, donde los usos domésticos
se limitan al interior de la casa, en esta colonia las expresiones se amplían al
espacio público, en el entorno más próximo. Cabe aclarar que esta situación de
rebasar los límites privados no es general, pero si la mayoría de las familias lo
hacen. En familias jóvenes y pequeñas, el uso del espacio público no es tan
marcado como las que tienen por lo menos cuarenta años viviendo en el lugar, o
las que tienen un número extenso de integrantes, donde existen diferentes
hogares y es posible que alcancen altos niveles de hacinamiento. La casa en vez
de ser un espacio de cobijo, se ha convertido en intemperie, todo se ha hecho
exterior y ajeno (Uzcátegui A., 2010).
Las nuevas familias o nuevas generaciones cuentan con mayor recurso
económico, ya que normalmente hay entre sus integrantes profesionistas,
empleados de dependencias de gobierno o comerciantes, suelen ser familias
pequeñas y viven a puerta cerrada. Tienen su casa "bien” construida, no tienen
vínculos estrechos con los vecinos, cuentan con carro propio y en ocasiones del
año y no descartan la posibilidad de algún día cambiar de residencia a otro
fraccionamiento más tranquilo.
Cabe mencionar que, en la década de los años setenta, casi todos los
“ranchitas” tenían una pequeña granja en la parte trasera de los lotes, donde había
gallinas y patos, en algunos casos chivos y puercos, pero lo que no podía faltar
eran los árboles frutales y pequeñas porciones de siembras de papa, chayotes,
maíz, entre otros. Todo esto se perdió, primero por el crecimiento de la población,
entre más vecinos llegaban más eran las molestias de ruidos ocasionados por los
animales, de tal manera que las familias se deshacían de los animales y se
quedaban solo con las pequeñas huertas. Pero después al ir en aumento el
número de integrantes en las familias, eran necesarios más espacios, crecían las
casas y las huertas desaparecían por completo. En la actualidad muchas familias
conservan el recuerdo y el gusto por la vegetación, forman pequeños jardines en
la parte frontal de sus casas, en la banqueta o hasta en las azoteas con macetas y
plantas domésticas. De esta manera afirman los vecinos que dan vida a la casa.
171
Pues todos tenían huerto, tenían flores, jardincito y de aquel lado era la carretera,
que siempre pasaban camionetillas allá para la parcela [Los Espinos, 15/02/16.
Juana Vivanco].
Tenía muchos chayotes por aquel tiempo y tenía fresas, verduras, frijol de ese de
ocote, si pues tenía espacio acá adentro yo hacía mis siembritas compraba
semillas y sembraba ejotes, sus fresitas, sus cebollitas y pues ahí nos estábamos
manteniendo y luego pues tenía mis gallinas, tenía mis puercos, si tuvimos pues
animales más antes, pero ya ahorita ya no se puede tener nada [Los Espinos,
09/02/16. Jesús Bibiano].
[...] pues toda la casa, si toda la casa me gusta, yo tengo mis plantitas, tengo mis
gallinas, tengo mis animalitos allá en la azotea porque allá atrás tengo más cuartos
[Los Espinos, 15/02/16. Doña Ernestina].
70 Esta expresión alude al ambiente de un barrio bravo, el cual representa una realidad portadora de
violencia, marginación y delincuencia.
172
sensación de un barrio bravo. Aunque los vecinos del sur expresan cierta
incomodidad por la violencia que ha llegado a tener el norte de la colonia, deciden
llevar la fiesta en paz, pero sin tener nada que ver con estas familias, como se
podría decir de manera coloquial, viven "juntos pero no revueltos”.
173
viven cambio constantes. Así, los habitantes viven la autoconstrucción del espacio
como una expresión cotidiana más en el habitar.
Hasta cierto punto puede catalogarse esta actividad como una categoría
representativa del entorno o como una técnica constructiva, pero en mayor
medida, es posible verla como un estilo de vida, un recurso para conocer y
comprender la forma en que las personas viven su casa en el entorno y en la
ciudad misma.
El interior y el exterior de la casa se unen y separan para formar un sistema
complejo aislado que funciona como unidad. Para dar cuenta y razón del sistema
cotidiano de los objetos y espacios, este análisis es superficial pero aporta una
visión general de las expresiones que componen el habitar.
Cada objeto, mueble o elemento en la casa siempre está ligado
simbólicamente al lugar donde se ubica. Por ejemplo, los sillones y sofás en la
sala provén un significado al usuario, al igual que la televisión. En algunas casas
de la colonia, las salas tienen un juego de sofás, una mesa de centro y la
televisión, pero en otras la televisión está ausente en la sala, estar en una sala sin
televisión tiene el objetivo de mera socialización o descanso sin ningún tipo de
distracción visual. Por otro lado, una sala con televisión, incluso con un
minicomponente o consola de video juegos, dan otro significado al espacio. Esto
solo por mencionar un ejemplo del complejo sistema relacional que forman los
objetos en un espacio al intervenir el sujeto.
Como ya se ha ejemplificado, la configuración del mobiliario, de los objetos,
la ornamentación y los lugares de la casa es una imagen fiel a las necesidades,
recuerdos y experiencias vividas durante este proceso. Existe una tendencia a la
acumulación objetos, tanto que se ve el amontonamiento de éstos y se pierde el
sentido de organización desde la perspectiva del otro, pero desde la visión del
habitante etiqueta un orden, incluso una jerarquía, un destino y sentido estricto.
De esta manera, el asentamiento ha estado en constante transformación.
Para muchos de los habitantes "la casa ideal” es donde viven, porque cumple con
sus necesidades afectivas y materiales. En lo particular, la idea de "la casa ideal”
es algo utópico que pasa a ser una casa soñada. La casa ideal la podemos ver
1 74
desde el propio cuerpo humano. Así, el espacio doméstico cotidiano es un sistema
complejo conectado a través del habitar.
175
nos permite soñar en paz. No son únicamente los pensamientos y las experiencias
los que sancionan los valores humanos. Al ensueño le pertenecen valores que
marcan al hombre en su profundidad. El ensueño tiene incluso un privilegio de
autovalorización. Goza directamente de su ser. Entonces, los lugares donde se ha
vivido el ensueño se restituyen por ellos mismos en un nuevo ensueño. Porque los
recuerdos de las antiguas moradas se reviven como ensueños, las moradas del
pasado son en nosotros imperecederas (Bachelard, 2000 [1957]).
En este tipo de familias los padres han jugado un papel importantísimo, primero
como jefes de familia, quienes aun siendo mayores de los sesenta y hasta los
noventa años continúan llevando el sustento al hogar con el liderazgo de algún
negocio familiar, tal es el caso del señor Trino Rizo. La jerarquía que el padre
obtiene ante la familia es otro aspecto influyente sobre los hijos, ya que es el
depositario de una tradición, valores, principios, prestigio y apellido, todo esto por
encima de los aspectos materiales.
[...] nos platicaba mi papá que [...] mi abuelita juntaba a gente, a vecinos que
venían con ella en la tarde los sábados, quién tocaba, quién cantaba, quién
declamaba, quién contaba alguna anécdota y se pasaba la tarde tomándose un
café o tomándose un té, eran unas tertulias zamoranas, entonces mi papá nos
platicaba de todas esas cosas y un día dijo, las voy a retomar y la retomó mi papá,
entonces ahora mi papá empezó invitando a gente de aquí de Zamora que sabía
algo, tocar, cantar, bailar o lo que fuera, y se comenzaron a hacer unos festivales
anualmente y a la fecha siguen siendo los festivales [...]. En el tiempo de mi
abuelita los hacían cada 8 días, pero eran unas tertulias y mi papá lo retomó como
un festival anual y ahora nosotros todos los hermanos. Aquí para organizarlos, lo
hacemos entre todos los hermanos y a cada quien se le da una encomienda [El
Centro, 16/02/16. Cecilia y Margarita Castillo].
176
relacionarse entre hermanos, padres, hijos y esposos. Con esto, las nuevas
generaciones viven principios generados por la modernidad a flor de piel y por lo
tanto tienen otra visión de la casa, percibida más como una estructura material
que como una estructura relacional y simbólica. Un dato interesante es que a
pesar de haber muchas casas grandes en el Centro, casi siempre han albergado
un solo núcleo familiar, a excepción de algunas de ellas que por dos o tres
generaciones han albergado como máximo dos núcleos familiares en una sola
casa. Esto se debe a la cuestiones de herencia al último hijo que se queda en
casa y forma su propia familia.
Uno de los recuerdos malos que tengo es la falta de mis padres y de mi esposo,
porque soy viuda, pero mis papás fueron muy trabajadores, me enseñaron a
trabajar y no me enseñaron a descansar ni un día, aquí trabajo todos los días,
porque todos son iguales y todos los días comemos, ni el domingo descansamos
[...]. Mi papá era granjero, tenía granja de gallinas y mi mamá hacía dulces
zamoranos y los iba a vender en el portal [El Centro, 18/02/16. Doña Mayito].
También existen familias en las que ha influido la casa o bienes materiales como
elementos de desintegración familiar. Pelear o querer la herencia es un motivo de
ambición cuando no se ha vivido con principios de unión familiar. Según las
entrevistas, este tipo de situaciones son mínimas, pero existen, principalmente en
los límites del Centro.
A partir de esto, es posible observar algunos elementos que han influido en
la organización familiar de la casa del Centro. El primero de estos elementos es la
herencia. Para las personas entrevistadas, la herencia cumple un papel importante
en torno a la familia desde dos puntos de vista. Por un lado, la seguridad de
conservar la casa y la familia, es decir, la estabilidad que brinda a sus herederos el
patrimonio familiar y la seguridad de conservarlo para mantener la esencia de
familia. Por el otro, el fin de proyectar a la familia en el tiempo y el espacio,
materializándola en la casa. Todos los entrevistados, a excepción de dos,
resultaron ser herederos de la casa en la que habitan, pero son pocos los que ven
la casa como un recuerdo de sus padres, donde todos sus hermanos pueden
habitar en el momento que deseen. A pesar de vivir y realizar todas sus
177
actividades en esa casa, no la ven como su posesión o su propiedad, pero si como
suya y la de su familia, aunque no esté presente. En este tipo de afirmaciones es
posible ver que se mantiene la unión y esencia de familia, de modo que también
se mantiene la casa en todos los sentidos.
También están las personas que han llevado siempre una vida comercial y
han sido herederos, entre hermanos siempre han tenido bien definidas sus
propiedades cada uno, incluso entre hermanos se han vendido y comprado
propiedades que sus padres heredaron, cuando en otras familias los hermanos
comparten la misma herencia.
Bueno, esta es la casa de todos mis hermanos, los que viven fuera cuando
regresan aquí a Zamora, llegan aquí y aquí está su casa [El Centro, 09/02/16. P.
A. Verduzco].
1 78
Un tercer elemento es la influencia de los padres en los hijos, lo valores,
creencias y principios, como una manera de continuar con un legado o una misma
visión familiar. Y finalmente un cuarto elemento que influye tanto en la casa como
en la familia y forma parte de los tres anteriores, es el interés del capital sobre el
valor simbólico de la casa y viceversa. Todo esto lo podemos esclarecer en los
siguientes ejemplos.
Pues de que las cosas no salieron como yo las planeé en cuestión de la herencia y
uno de los malos recuerdos es el fallecimiento de mi madre y la división que hubo
entre la familia por causa de los bienes [El Centro, 05/02/16. Don Javier].
Don Javier trabajó de taxista toda su vida, siempre le gustó viajar fuera del estado,
fue padre y jefe de familia de tres hijos y en la actualidad es viudo y vive solo
sobre la calle Amado Nervo, en una casa que, afirma, no es de él, tiene un local
de venta de autopartes usadas. Vive en condiciones de pobreza a pesar de las
propiedades que heredó de su madre. La desintegración familiar que se hizo
presente en su generación también ocurrió en la de sus hijos y fue una pérdida de
la esencia familiar a causa de los bienes materiales.
179
¡no, no, no vayan a la chingada! Y respondiéndole a la pregunta que ¿cómo me
siento?, no me siento a gusto, no me dan un trato de dueño de casa e inquilino, no
me ven así, me ven más bien como arrimado [El Centro, 05/02/16. Don Javier].
A modo de ejemplo, los anteriores son algunos de los motivos por los cuales don
Javier y su familia no lograron subsistir en unidad familiar. En lo particular, la
verdadera herencia que se deja es la enseñanza y los valores de familia que una
madre soltera no les pudo dar a sus cuatro hijos debido a la ausencia y falta de
apoyo de una figura paterna a su lado. A lo que voy es que cuando falta un
integrante tan elemental como es el padre o la madre, es posible hablar de una
familia desintegrada, aunque aparentemente no se presenten problemas fuertes,
existe una mayor posibilidad, tarde o temprano, para que la desintegración tome
lugar desde algún aspecto particular e influya en el grupo familiar.
Se le fue dando poco a poco, mi papá compró la casa en obra negra, como te
digo, no había enjarres, baldosa y las paredes de lodo, así poco a poco fue
acondicionando cada espacio de la casa a su modo, la sala, la recamara de mamá,
la de mis hermanas y la de nosotros éramos 4 y 4 mujeres y hombres [...]. Mi
padre pues fue una persona muy singular y tuvo muchos problemas aquí porque
mi padre simpatizo con los cristeros y el gobierno lo quiso eliminar, entonces él
tuvo que ocultarse porque venían por él y él se escapó por la parte de atrás de la
casa y se fue de la ciudad, llegó hasta el paso Texas y de ahí a Torreón y allí duró
más o menos 11 años, allá entró a la Bayer vendiendo productos veterinarios de la
180
empresa porque le entendía un poco a la veterinaria y anduvo por todo el país
vendiendo estos productos y de paso llegaba aquí a vernos y se regresaba [El
Centro, 09/02/16. Alfonso Verduzco].
Recuerda su casa como un lugar donde se desarrolló una vida en familia en todos
los aspectos, desde las actividades de juego hasta las de trabajo, donde casi
todos participaban y tanto el padre como la madre tomaban autoridad con la
jerarquía que se merecían, pero también enseñaron a todos sus hijos los valores
de una familia.
¡A claro!, aquí la casa fue siempre un lugar muy agradable, siempre, mis padres
tuvieron un buen matrimonio y nos inculcaron a nosotros sus hijos un respeto y un
cariño mutuo y mi padre a pesar de que era de una disciplina dura, recia, bueno a
la antigua, ahorita está de moda de que a los niños ya no hay que tocarles ni un
pelo, ni una nalgada, ni jalarles un pelo, no es cierto eso es mentira, él nos
reprendió con todo tipo de castigos: varazos, golpes y castigos, y no le guardo
ningún rencor, al contrario, yo sé que lo hacía porque me amaba y quería
corregirme [El Centro, 09/02/16. Alfonso Verduzco].
¡Huuu! tiene un valor muy importante. Esta casa la compró mi padre recién
casado, estaba prácticamente en obra negra, en adobe con muros muy gruesos y
poco a poco la fue revistiendo, hay conforme podía tenía la oportunidad le iba
haciendo algo, le cambiaba unas puertas, le cambiaba el piso, lo primero que hizo
fue sembrar el chaperno que le da mucha vida a la casa [El Centro, 09/02/16.
Alfonso Verduzco].
181
Es posible identificar que Alfonso Verduzco concibe la casa no por su valor
material o las cosas que tiene en su interior, sino por los recuerdos y lo que se
vivió y continúa viviendo al interior de ella.
[...] en aquel entonces la casa era más grande de lo que es ahora, hasta por allá
atrás había una huerta y un corral, el corral tenía una 8 o 10 vacas y cuando mi
padre tuvo que salir de aquí pues con esas vacas mi madre estuvo
sosteniéndonos para comer leche y los derivados de la leche, había también
gallinas para comer carne de pollo, huevo y otras cosas que se pueden comer. Y
cuando fallaba el vaquero mi hermano mayor y yo le entrabamos a ordeñar, él era
muy trabajador y sabía ordeñar muy bien y yo tenía 8 años y la hacía de becerrero
y bueno la casa tiene muy bonitos recuerdos, era una casa muy grande [El Centro,
09/02/16. Alfonso Verduzco].
182
Habitar la casa no es solo vivir o circular al interior de ella, construirla no se limita
a edificarla desde lo material. Ni tampoco la subsistencia de una casa, depende de
la cabeza de hogar o jefe de familia, sino transciende cualquier orden individual,
material o práctica cotidiana. La casa es concebida como un lugar geográfico,
resultado de un producto social doméstico, es en sí misma, una experiencia
afectiva y emocional. Lo colectivo, ha sido determinado a través del tiempo, es
decir, mediante la historia social, tal y como se menciona en el apartado
metodológico. Porque los recuerdos de las antiguas moradas se reviven como
ensueños, las moradas del pasado son en nosotros imperecederas (Bachelard,
2000 [1957]:29). En este sentido, cada espacio de la casa habitada está inscrita
en nosotros. Nuestros sueños regresan a ella, regresan a nuestra infancia, al calor
humano de aquellos días (Rosario G., 2015)
183
ello el vecindario y la vida doméstica. Con el paso del tiempo se consolida el
sector del comercio y servicios en el Centro. Aumenta el número de tiendas en el
barrio, pequeños centros comerciales, pero disminuye el número de familias
residentes y por ende sus casas.
En la actualidad, muchas familias expresan miedo e inseguridad en el
entorno de su casa debido a las nuevas familias que llegan al lugar y al alto grado
de tránsito de personas desconocidas en sus calles, a quienes los residentes del
lugar no conocen. Así, los hábitos y la cotidianidad se modifican a través de la
construcción de nuevos espacios, otro tipo de casas, calles diferentes y nuevas
avenidas no planeadas, las cuales en su momento resuelven ciertas necesidades,
pero traen consigo futuros problemas, por ejemplo el transporte vehicular y el
comercio que confluyen en el Centro provocando congestionamiento vial.
Para mí es muy cómodo, para otras personas les cuesta conflicto estar, porque
tiempo atrás no requerías de automóvil, no tenías problemas de estacionamiento,
de hecho el carro nuestro se quedaba en la calle -no lo movían- y no pasaba
nada en la noche, porque ahorita no puedes hacer de dejar tu carro en la calle, si
quieres venirte a vivir al Centro necesitas ver donde guardar tu carro en la noche
[El Centro, 11/02/16. Alfonso Bustamante].
Durante esta transformación se vive otro momento histórico y otra forma de habitar
un mismo espacio. Ahora alberga un mundo cambiante, una explanada vacía en
donde ocurren todas las cosas posibles: manifestaciones, actividades religiosas,
políticas, culturales y civiles. Están presentes los que quieren disfrutar de un
evento o los que viven del comercio -fijo, semifijo y ambulante-, los que
simplemente quieren ir a pasear, lo que pasan por el lugar, los curiosos y por
supuesto, en una pequeña minoría, los que viven ahí; los sin casa y los residentes
con casa.
Por esta razón, algunos habitantes encuentran su identidad en su propia
casa y no en el entorno actual. La casa es concebida como un lugar, pero como tal
también contiene una estructura interior diferenciada en varios lugares y en
espacios de conexión, los cuales no responden a una escala, pero si a una posible
jerarquía. Las actividades, lugares y objetos internos tienen una relación variable
1 84
con el exterior, por esto, el habitar está imaginado como un sistema expresiones
cotidianas concretizadas en un lugar compuesto de lugares y objetos con diversos
caracteres, diversos usos y diferentes sujetos dentro de la misma familia. Así,
disminuyen las familias, sus casas y las relaciones sociales cercanas se han
deteriorado.
No, a mí no me gusta nada, ni la plaza, ni el cine, ni nada, como que soy muy
aceda yo, me gusta la tranquilidad de mi casa. A mí me gusta mucho ver la
televisión, quedarme en la casa, estar vendiendo mis almuerzos y ahora que estoy
mala de la rodilla pues menos salgo [El Centro, 25/02/16. Doña Emma].
185
una sensación de unificar y dividir la casa y el entorno urbano. En la actualidad
son pocas las casas que permanecen abiertas con este tipo de accesos.
El agua, junto a estos espacios, es un elemento evocador de tranquilidad al
interior de la casa. Siendo el entorno urbano un caos, la colocación de fuentes en
patios centrales y traspatios es una manera de sentirse relajado y alejado de ese
espacio público agitado y ruidoso. Con la serenidad y frescura que provoca el
agua dentro del lugar, el correr del agua en las fuentes se convierte en un
murmullo que fluye en el patio y los corredores, y también penetra cada rincón de
las habitaciones que los rodean. Los árboles y plantas resultan ser otro elemento
que adornan los patios con su belleza y serenidad que transmiten al habitante.
La importancia de estos elementos varía según los dueños, las familias y sus
necesidades, ya que también existen casas pequeñas, donde habitan familias
viejas, que difieren mucho de las casas de patio central o patio hundido. Este tipo
de casas generalmente son propiedades de familias que algún día adquirieron la
mitad o cierta porción de terreno de una casona vieja. De esta manera, se fueron
llenando de casas pequeñas las calles como Corregidora, Pino Suarez, Aquiles
Serdán, Colón, entre otras. Éstas, suelen ser casas distribuidas a partir de un
largo pasillo lateral, en ocasiones termina con un atractivo patio trasero o una
fuente, pero en otras termina con un pequeño patio de servicio o un corral que
cubre parte de las actividades domésticas realizadas por las amas de casa. El
resto de los espacios de las recamaras, el comedor, baños, cocina, sala, se
encuentran paralelos al pasillo lateral, donde está la puerta de acceso. Son pocas
las casas que tienen cochera, normalmente dejan sus vehículos en pensiones y
estacionamientos. La mayoría de las casas han sido modificadas y ampliadas en
una planta alta, debido al crecimiento familiar.
Desde las casas más hermosas y decoradas hasta la más modestas y
humildes son alteradas por la división de las labores domésticas, comerciales y en
ocasiones productivas. Aunque cabe resaltar que las casas no solo se han
modificado por las nuevas formas de ingreso familiar orientado al comercio, sino
por las dificultades que se presentan para el reparto de la propiedad a los
diferentes miembros de las familias.
186
Imagen 33.Fuente en patio central de casa en el centro, al fondo se observa un alto
edificio en construcción con materiales prefabricados que daña la vista interior de la casa.
Durante cierto tiempo la casa tuvo una extensión al entorno exterior, cuando aún
había vecindario, sin embargo al verse afectado el barrio, muchas de las familias
han adquirido casas en otras zonas de la ciudad o incluso en otras ciudades,
además, la vida colectiva se alteró. Los residentes del lugar suelen llevar una
forma de vida "de encierro” al interior de sus propias casas, sin tener una relación
cercana con el vecindario.
187
antiguamente en esta cuadra había por lo menos 25 familias, ahorita cuando
mucho hay 5 o 4 [El Centro, 09/02/16. Alfonso Verduzco].
Aunque son las mismas casas, los mismos espacios y las mismas familias que
habitan en algunos lugares del Centro, son las nuevas generaciones quienes le
dan un nuevo carácter a la casa, ya sea casa rica o casa pobre. Las viejas familias
tradicionales optaban por tener una relación vecinal armónica y directa, por esto
no tenían impedimento alguno por compartir su casa para sus relaciones sociales
más cercanas y el desarrollo de sus expresiones cotidianas en espacios como la
sala, el patio, el comedor, etcétera. Situación que hoy no suele suceder, las
familias prefieren cerrarse en todos los sentidos al mundo exterior. Dejan fuera del
alcance de la vista los hechos pertenecientes a su propio espacio tanto social
como material, es decir, un mundo más privado dentro del universo.
La transformación más importante en la casa del Centro es la pérdida del
patio, un espacio de ocupación colectiva, el cual se ha destruido para construir
nuevos patios individuales, específicamente para el uso doméstico de las amas de
casa, y aun así en muchas casas ni siquiera existen.
1 88
adaptan las habitaciones de manera especializada a lo doméstico y no a lo
productivo.
El costo de suelo es otro factor que determina el aprovechamiento máximo
de los espacios dentro de la casa, y es uno de los motivos por el cual desaparecen
patios, muros anchos y amplios espacios de circulación. La desaparición de estos
elementos permite la construcción de tres o cuatro casas en la misma área donde
estaba construida una casona tradicional. Además la pérdida de estos lugares
significa un hecho lastimoso para la mayoría de los residentes del lugar.
Da tristeza todo lo que ha ocurrido con las casas, porque si estamos en el mismo
Centro, por lo menos debemos de guardar las fachadas. Por ejemplo la casa del
otro lado era una casa semejante a esta y ahora ya es un estacionamiento. La del
otro lado a dos casas de aquí, bueno esa tiene más tiempo, pero ya es una fábrica
de ropa y era más o menos de este estilo, empedrado con arbolitos en medio,
bueno casas antiguas [...]. La casa del Dr. Alberto Sahagún, los papás de Marta
Sahagún, estaba frente a la Gabriela Mistral, hicieron un colegio, pero era una
casa hermosa, preciosísima, la hicieron colegio, un colegio horrible. La de Don
Jorge Jiménez la hicieron un hotel, es la que está en Colon y Morelos, era una
casa bonita, con su fuentecita, colonial [...]. La casa del Dr. Prisciliano Sahagún,
una casa con unas escalinatas al entrar de cantera como de 4 o 5 escalones y el
patio arriba con su fuente, bueno una casa muy bonita, ahí quien sabe cuántos
pisos llevan ya ahí [...]. Acabándose todas esas propiedades hermosas se va
acabando la historia de Zamora, porque hay unas esquinas, hay casas, hay partes
que tienen o tuvieron algo de historia [El Centro, 16/02/16. Cecilia Castillo].
189
Imagen 34. Hermoso traspatio en una casa, lo que anteriormente fue una huerta.
[...] mira esta foto es frente al santuario, hace 10 años no había ninguna de estas
construcciones, exactamente así estaba pero ve que desastre, antes la gente no
190
construía igual, pero construía con sentido común, ¿cuál es el problema?, que
ahora los adelantos arquitectónicos no se saben utilizar y cada quien se vuela la
calle y todo es cosa de la autoridad [El Centro, 28/02/16. José L. Caballero].
191
decorado, nada más que eso si, se rompieron, las goteras lo desgastaron.
Entonces mi papá optó por ponerle el concreto y quitar una bóveda que era de
baldosa roja y se reventaba, incluso hasta la fecha está arriba la baldosa y por la
hendiduras iba cayendo el agua entonces fue cuando mi papá quitó todo eso [...].
Aquí abajo no hay cimientos de concreto, esto es pura piedra y le digo porque
acabamos de arreglar el drenaje [...] pasaba por una banquetita media cóncava
que teníamos allá en el fondo de adobón [...] entonces cuando se estaba sacando
el drenaje fue cuando vimos que la casa está sentada en pura piedra, ¡y a
montones! [El Centro, 16/02/16. Cecilia y Margarita Castillo].
Composición familiar
192
Como ya se mencionó en el capítulo anterior, la mayoría de este tipo de
familias no se relaciona en el entorno espacial y social del fraccionamiento, su vida
está totalmente centrada a su trabajo, su casa y sus amigos. Con esto, busco
hacer una reflexión sobre el escenario interior de la casa como un resguardo
familiar elemental para el desarrollo de la vida cotidiana.
Aquí, las características familiares de las personas entrevistadas son
tradicionales y conservadoras, la composición del grupo familiar ha cambiado,
pero no se ha desintegrado tanto como sucede en otros lugares. Es muy común
que la relación entre esposos, como jefes de hogar, sea constante. Los
integrantes de la familia suelen estar en constante dinamismo, muchos hijos se
van a trabajar, a estudiar y otros forman su propia familia fuera de la casa de sus
padres, mientras unos se van, otros regresan.
Entre las características más importantes de estas familias, es que el padre
y madre se han mantenido unidos desde siempre, por el solo hecho de estar
casados ante la iglesia. Debido a la disminución del número de hijos en las nuevas
generaciones o porque los hijos comienzan su independencia a temprana edad
desde la universidad, los padres terminan por vivir solos. Hay situaciones de
solteros maduros que optan por esta opción y otros que solo retardan la del
matrimonio, quienes continúan viviendo en casa de sus padres e influyen en la
composición familiar del fraccionamiento.
La estabilidad económica y bienestar social en las familias de este tipo es
buena, algo que influye determinantemente en esta situación es que ambos
padres, hombre y mujer están insertos en la actividad laboral y se han mantenido
unidos. Al menos entre los entrevistados no existen familias de madres solteras
como suele suceder en la colonia Fernando Amilpa. Es posible que las familias de
madre soltera, viuda, separada o divorciada, tienden a tener menos riqueza
material que las familias donde están el padre y la madre, ya que tienen menor
capacidad económica en el ahorro familiar, gastan más en el cuidado de los hijos
o tienen salarios menos remunerados, entre otros. Esta es una de las
explicaciones más generales del porque suelen mantener una estabilidad
económica este tipo de familias.
193
Los roles de los padres en el fraccionamiento disminuyen conforme los hijos
maduran profesionalmente, y no en edad, ya que cuando los hijos comienzan a
trabajar en la vida profesional o inmiscuirse en los negocios familiares son una
carga menos para los padres, de lo contrario continúan siendo mantenidos por los
jefes de familia, incluso cuando viven fuera de su casa, aún sin importar su edad.
Aquí los límites generacionales significan diferentes jerarquías no solo
dentro de la familia, sino también ante la sociedad zamorana, entre más nueva
sea la generación familiar menor jerarquía tiene, solo hasta que alcanza la edad
adulta o vida laboral.
Así como la arquitectura de las casas ha cambiado poco a poco a través del
tiempo, sus funciones y percepciones lo han hecho otro tanto. De esta manera la
casa aparece como un elemento de estabilidad económica y previsión social o
familiar, por lo tanto, ha sido y continúa siendo un asunto de familia, por ser su
lugar de resguardo, ya que ahí se da la re-configuración y reproducción familiar.
Además, la casa resulta ser un espacio de sociabilidad, donde se desarrolla la
vida familiar. Tanto la casa como la familia están definidas por el status y la
riqueza. Las diferencias socioeconómicas se plasman en la casa, en las
soluciones a los problemas de la vida cotidiana y en las posesiones o propiedades
que tiene una familia.
[...] hemos pasado dentro de la casa, o al interior, ratos muy agradables, aquí
donde estamos ahorita, por ejemplo, hemos tenido navidades, año nuevos con la
familia que viene de México y ahí vienen con otros amigos y nos vamos ahí al
parque, a la parte de atrás y ahí hacemos nuestras carnitas asadas diferente [...],
no se diga pues en la habitación donde está uno conviviendo pues allá todos los
días con la gente que tiene uno en su casa y bueno las otras habitaciones pues los
hijos, la parte de arriba donde están los animales, los perros [La Luneta, 23/02/16.
Guillermo Cortés].
A pesar de la diversidad familiar que hay en La Luneta y los cambios de vida que
se han dado, estas familias han sabido llevar de la mano esa visión tradicional y
conservadora, en donde la familia no funciona sin el padre y la madre juntos, aun
1 94
con el modo de vida moderno y capitalista en el que se desarrollan como
personas. Dos grandes ideologías confluyen dentro de estos grupos domésticos.
[...] pues sí porque mis papás siempre vieron por el ambiente familiar, se puede
decir que es una casa que tenía un poco de espacio sobrado porque había un área
de juegos, una biblioteca, entonces en la casa siempre nos inculcaron una
actividad productiva, que leyéramos o jugáramos, pero no que viéramos la
televisión toda la tarde, novelas o cosas así [...]. La propia casa fomentaba que
hubiera siempre gente [...], siempre fue como un espacio social para toda la
familia y los invitados [La Luneta, 12/02/16. María Eugenia].
Pues mira mi estudio, ahí donde tengo y hago mis cosas ahí soy feliz porque pues
aparte tengo ahí un pedacito de jardincito y pues de alguna manera volteas y hay
pasto para relajarte, tengo mi escritorio donde hago mis cosas. Después de que
llego de trabajar es donde se puede decir que me paso horas y horas ahí [La
Luneta, 17/02/16. Manuel Ambriz].
195
o tres hijos, en otras hay hasta siete u ocho hermanos, esto ha influido mucho en
la vida social interna y la reproducción familiar dentro de la casa.
[...] mis hijos llegan y aunque nacieron en otro lado, aquí se formaron, el mayor es
Alejandro ya aquí vino a hacer su sexto año de primaria el venia de Morelia, Karina
nació en Morelia y mi hijo el otro el menor también nació en Morelia [...] mi mujer
por ejemplo, no es de aquí, ella es nacida en Los Reyes, su papá anduvo de un
lado para otro y en una ocasión que estuvo aquí en Zamora, aquí la conocí, [...]
luego llegamos aquí ya de regreso después de andar yo trabajando en un lado y
en otro, pero llegamos por esa situación que yo pretendía con la familia de los
terrenos de mis papás [La Luneta, 23/02/16. Guillermo Cortés].
No son muchos los casos pero los hay, familias que venían de otras ciudades sin
tener algún contacto familiar cercano en la ciudad de Zamora, conforme pasaba el
tiempo fue tan buena su adaptación al lugar que fue posible consolidar relaciones
familiares, no de sangre, sino de amistad. Pero al fin eran familia porque
compartían mismos momentos, personas, espacios y hasta la casa.
[...] ese sótano también sirvió porque hay un taller, hay cuartitos y se guardan
cosas, aparte que hasta familiares o vecinos o amigos guardaban cosas aquí. Y no
familiares de sangre sino de cariño, porque mis papas son de Pachuca Hidalgo
entonces no teníamos familia aquí, [La Luneta, 12/02/16. María Eugenia].
196
La idea de habitar
Una casa en la luneta tiene una infinidad de significados, tanto para quien la habita
como para quien la observa. Sin embargo, hay una visión muy general del lugar,
aquí la casa es un producto inmobiliario de gran valor capital. Así, quien lo
197
adquiere se forma una imagen que determina una alta gama social y económica y,
por lo tanto, se inserta en el sistema de relaciones sociales con poder económico.
En este sentido, la casa es la expresión más genérica de la calidad del espacio
residencial y una extensión de la cultura del habitante.
[...] la propia casa fomentaba que hubiera siempre gente o sea hacíamos muchos
trabajos en equipo con compañeros de la escuela o si salíamos a estudiar fuera,
siempre llegaban los amigos aquí o sea como que el mismo espacio amplio de la
casa, que era la planta baja que da a la calle Madero, era el área de juegos y
siempre fue como un espacio social para toda la familia y aparte de convivir con la
familia, era para los invitados [...], el uso de ese espacio cambió porque ahora que
se vino a vivir mi hermano, en la parte de abajo se hace un consultorio para él,
entonces ya no está esa área de juegos y me platica mi mamá: hay vinieron
amigos de fulanito a hacer trabajo en equipo o cualquier cosa y yo le pregunto ¿y
donde estuvieron? Y dice en la cocina. Entonces me quedo ¡aaahhh!, yo digo
entonces totalmente ya se suprimió el espacio de convivencia familiar por el
consultorio y creo que ese es uno de los cambios que ha dado la casa, pero pues
si también como quien dice se agregó un espacio adicional [La Luneta, 12/02/16.
María Eugenia].
1 98
Imagen 36. Una casa moderna en La Luneta.
[...] si me voy al cine, me voy solo o a tomar un café o cualquier cosa, entonces ya
ese espacio, ya es para mí, si estoy en el estudio [...] me quedo yo ahí y disfruto
una cosa u otra [...] a veces hay etapas en las que me da por la lectura o si estoy
estudiando alguna maestría pues tienes que dedicarle pues tiempo a tus cosas,
pero ese espacio es para ti solo [La Luneta, 17/02/16. Manuel Ambriz].
199
En sus inicios, La Luneta fue un asentamiento construido fuera de cualquier
normatividad. Como se mencionó anteriormente, los dueños del fraccionamiento
únicamente solicitaban dejar un área de servidumbre a los habitantes de las casas
al momento de construirlas. Era una manera de unificar el entorno en el
fraccionamiento. Pero con el tiempo esto se convirtió en un problema de
inseguridad para los residentes. En la actualidad, las familias del fraccionamiento
buscan vivir lo más seguro posible. Sin embargo, al ser un fraccionamiento de tipo
residencial abierto y con muros bajos en las casas evoca un cierto estímulo al
robo, algo que ha experimentado una buena cantidad de familias, no sólo de La
Luneta, sino también de los fraccionamientos aledaños, motivo por el cual
comenzaron a bordear por completo los frentes de sus casas con sobrios diseños
para evitar llamar la atención hacia el interior, de esta manera cierran todo espacio
privado al público.
2 00
público, a los transeúntes, a la inseguridad y sobre todo como una forma de
mantenerse a salvo.
2 01
Esto podría indicar un proceso generacional que marca una diferencia social entre
los habitantes del fraccionamiento, aunque las casas tengan otro aspecto y sean
consideradas por los vecinos como de mejor o peor calidad, se mantiene una
identificación y posición social promedio.
El interior de las casas en La Luneta se mantiene delimitado por áreas, lo
cual aporta una mayor funcionalidad a los espacios. Algo interesante aquí, y que
casi ninguna casa de la colonia Los Espinos tiene, es que todas las residencias
cuentan con cochera, cuando menos para un vehículo y muchas de ellas hacen
espacio para dos o tres autos, esto habla de la capacidad económica para la
adquisición de este tipo de transporte, además, suelen ser vehículos del año o
muy recientes. Casi todas las casas de estas familias son construidas en dos
niveles, la mayoría los espacios de uso común como la sala, la cocina, el comedor
y baño, en la planta baja, algunas casas tienen espacios extra, como una pequeña
antesala, conocida como recibidor, un patio/jardín, área de entretenimiento o
cuarto de tareas para los hijos, incluso, hay casas que tienen una pequeña cantina
junto a la sala y al comedor, donde es claro que existe un grado de socialización
demasiado privado con personas muy cercanas a la familia.
En la planta alta normalmente están las habitaciones, los baños con
regadera, incluso una sala de tv o juegos, en la mayoría suele haber jacuzzi en la
recamara principal y en algunas casas amplias terrazas. Fue posible conocer que
cada espacio está adaptado de acuerdo a quien lo habita. En algunas
habitaciones suele haber áreas de estudio independiente al del jefe de la casa. Se
puede ver una casa totalmente adaptada y equipada. Incluso suele haber espacios
no muy comunes, lugares de sobra donde afirman las propias familias que todo
ello les ha permitido "vivir bien la casa”, es decir, aprovecharla al máximo y si tener
necesidad de otros espacios o muchas ocasiones ni siquiera salir de ella.
2 02
amigos guardaban cosas aquí. Pero entonces eso nos dio la ventaja de si vivir la
casa, al tener todos estos espacios extras [La Luneta, 12/02/16. María Eugenia].
[...] no pues mi casa en aquel entonces, se puede decir que es modernista [...] por
ejemplo si requiere de mantenimiento y le voy a cambiar un piso, si se lo cambié,
porque en aquel entonces le había puesto terrazo y ya después empezó a salir la
cerámica, entonces le puse cerámica y ya tuvo un cambio total la casa en
mantenimiento y estética, porque el piso ese es mucho más fácil de darle
mantenimiento y aquel otro pues darle mantenimiento es muy caro [La Luneta,
17/02/16. Manuel Ambriz].
203
función de chimenea. Pero si se cuidó la parte de la fachada y también se puso la
teja porque en la primera lluvia se minó todo y entonces si se tuvo que hacer [La
Luneta, 12/02/16. María Eugenia].
204
en la casa o una posesión más de la familia, ya que se deja un espacio solo para
este medio de transporte y este objeto supera por completo el uso cotidiano de los
demás objetos funcionales en la casa, ya que es un elemento que acorta el
espacio y alarga el tiempo cotidiano de quien lo posee. Además, por su gran valor
económico, es un objeto ligado a la persona, el cual según la sociedad capitalista
le da un estilo y una posición en esta clase.
A diferencia de los habitantes de Los Espinos, quienes ven la casa como un
patrimonio que satisface la necesidad de refugio de las inclemencias del tiempo,
en La Luneta se identifica como un resguardo contra el medio social en el entorno,
ya que la inseguridad y el miedo son mucho más fuertes que la interacción social.
El distanciamiento y el anonimato son dos de los factores sociales que se ven en
el habitar este grupo moderno con una visión capitalista.
La casa en La Luneta ha sido adquirida por dos vertientes. Por un lado está la
adquisición del terreno por el habitante, quien construye la casa a su gusto con la
diligencia de arquitectos y/o ingenieros. Por el otro está la adquisición de la casa
ya construida por alguna inmobiliaria determinada, aunque no hay duda por los
resultados obtenidos, que la construcción de la casa ha sido bien pensada y
planeada desde el proyecto arquitectónico hasta la colocación de la última chapa,
la autoconstrucción ya no forma parte del estilo de vida de estas familias, por lo
menos una vez, en todas las casas del fraccionamiento, la intervención de un
profesional en la construcción ha sido necesaria.
[...] no, lo que pasa que yo me valí de algún amigo mío que es arquitecto, yo soy
ingeniero civil, y bueno el ingeniero civil no tiene los alcances para diseñar como
un arquitecto, el arquitecto mis respetos son preparaciones diferentes y ellos
saben diseñar cosas más agradables, más confortables, el ingeniero civil lo que
hace es calcular las estructuras y todas esas cosas que permiten a uno mantener
bien la construcción, yo esta casa no fue totalmente un diseño mío, no, yo me valí
de un amigo que es arquitecto y le dije, a ver ayúdame y yo quiero más o menos
esto más o menos aquello, el me propuso algo, le modifique, le dije esto no me
205
gusta, esto sí, esto sí y juntos hicimos esto [La Luneta, 23/02/16. Guillermo
Cortés].
Imagen 38. Casas con diferentes tipos de construcción y estilos distintos, construidas en
diferentes épocas.
2 06
construyen o le dan mantenimiento a la casa”, ya que al ser algunas casas muy
grandes de dos o tres terrenos el mantenimiento suele ser muy costoso.
Con relación al proceso de construcción, las actividades importantes para el
jefe de familia y en pocas situaciones para la familia completa, son el diseño, los
estilos arquitectónicos, los sistemas de construcción, el tipo de materiales, el
tiempo y por supuesto el presupuesto.
Durante las décadas de los setenta y ochenta, las técnicas constructivas,
sobre todo de cimentación, solían ser sistemas innovadores en la ciudad. En
algunas casas del fraccionamiento se continuaba utilizando cimentación de
mampostería con escarpeo de piedra braza, ésta asentada con mezclas de
mortero, pero en otras implementaban la cimentación de concreto armado a base
de zapatas corridas y aisladas con varillas de acero, ahogadas en concreto, donde
se anclan los castillos y columnas principales de la estructura. Ambos tipos de
cimentación con muros de tabique de barro quemado, las trabes y losas de
concreto armado según los cálculos estructurales, los muros levantados sobre las
dalas de desplante impermeabilizadas con cartón asfaltico para la prevención de
humedades y la losa en sus diferentes tipos de concreto, ya sea catalana,
reticular/aligerada o, bien, losa maciza.
Por la época en que se construyeron muchas casas, suelen tener techos
inclinados, a dos o a una caída, con esto las casas reflejaban un estilo provincial
en el propio fraccionamiento residencial. Cabe mencionar que el mejoramiento del
suelo en algunos casos se llevó a cabo, pero en otros no debido al costo que esto
implicaba, ya que al ser tierras de cultivo y, además, suelo inundado una buena
parte del año, no eran aptas para construcción. Sin embargo, el retiro del material
agrícola y el relleno con material macizo para construcción permitieron hacer el
suelo apto para una zona habitacional.
Los materiales, como ya se mencionó, responden al tipo de construcción y
al estilo de la casa, aquí no existe un patrón de construcción y de materiales como
en la colonia Fernando Amilpa o como existió en el Centro. Al construir casas de
diferentes estilos -algunas con losas libres y claros muy grandes u otras con
claros pequeños y muros intermedios- su estructura suele variar inmensamente,
2 07
por lo tanto varían los sistemas de construcción, la resistencia de los materiales y,
por supuesto la terminación de los mismos materiales. Sin embargo, los materiales
de uso común son: el tabique, la piedra, el mortero, acero y concreto.
Los acabados y la ornamentación varían en todas las casas, van desde un
simple aplanado recubierto de pintura vinílica hasta muros verdes con
enredaderas o muros recubiertos de cerámica, incluso de mármol, granito, recinto
u otro tipo de recubrimientos novedosos y lujosos, tanto en su interior como en su
exterior. Este tipo de materiales ostentosos se observan mucho en las casas
nuevas o en las casas remodeladas, el resto de las casas conservan los mismos
acabados tradicionales.
Los tiempos de construcción así como el dinero son dimensiones que
siempre están relacionadas, ya que de acuerdo al presupuesto obtenido es el
tiempo o la rapidez con la que se construye la casa. Muchas casas fueron
construidas entre tres, cinco y hasta siete años, hay otras que nunca se han
terminado de detallar arquitectónicamente, pero hay otras cuantas que se
terminaron en cuestión de uno o dos años.
Finalmente, el proceso de la construcción de la casa no difiere mucho del
proceso de construcción de las relaciones entre el individuo y el lugar habitado, es
decir, si la edificación de la casa fue rápida el individuo se adapta de la misma
manera al lugar, pero también suele des-adaptarse de la misma forma en caso de
ser necesario. Por esto no se perciben relaciones afectivas con el espacio, sino
más bien se adaptan a él por cuestiones de comodidad, funcionalidad, por gustos
o también por necesidad.
208
Reflexiones finales
Si bien el concepto de habitar deviene de una discusión filosófica del ser y el
existir, debatido principalmente por Heidegger (1951), Lefebvre (1974) y Bachelard
(1957), cada cual en su propio posicionamiento. Por lo que resulta difícil para la
geografía humanística no abordarlo como una apropiación del espacio, un lugar o
una forma de desarrollar la vida cotidiana. Al afirmar Heidegger que habitar es
existir y ser, no se refiere solo al propio cuerpo o al aspecto humano, sino que
abarca también su espacio geográfico, donde el hombre existe y deja de ser. Por
esta razón, la afirmación "el sentido y el significado de habitar un espacio
construido”, es una manera transdisciplinar de compaginar elementos teóricos
entre la geografía humana y la arquitectura, a partir de diversos autores, y teorías,
no necesariamente contradictorios, sino complementarios. De esta manera, el
acercamiento al sentido de habitar la casa zamorana en los tres asentamientos
abordados, arrojó una serie de argumentos que destacan la variedad de
problemáticas urbanas dentro de la ciudad, entre estas están: la causa de la
segregación social, el hacinamiento, la mala planeación de asentamientos
formales, el origen de una trama y estructura urbana malogradas, la fragmentación
espacial, la falta de consciencia social y la escasa capacidad de la autoridad
administrativa, entre muchos otros.
Durante el proceso de investigación fue posible demostrar que las
expresiones cotidianas, materiales, recuerdos, costumbres, vivencias y hábitos en
casas de diferentes asentamientos humanos en Zamora, son parte de un conjunto
de representaciones simbólicas que expresa el hombre en el espacio o lugar que
habita a través de la historia social y el análisis histórico de lo cotidiano en la casa
y su entorno de algunas familias zamoranas.
Respecto al razonamiento anterior y la pregunta de investigación: ¿qué
sentido y significado tiene para los zamoranos habitar - un espacio construido - la
casa y su entorno? Reafirmo con mayor certeza que el sentido de habitar es una
categoría de conexión entre el sujeto y las expresiones cotidianas, visibles e
invisibles, realizadas por el hombre. Éstas abarcan desde la construcción material,
social y espacial de una casa, hasta de una ciudad. Así, el habitar existe a través
2 09
de la vida del hombre en todas sus expresiones, ya que éste parte de la
satisfacción de sus necesidades primordiales particulares.
El conocimiento de las vivencias, cotidianidades, costumbres hábitos,
experiencias y espacios de aquellos entrevistados ofreció la identificación de dos
situaciones acerca del sentido y significado de habitar un espacio construido como
la casa en Zamora: 1) se percibió, a través de conocer el habitar cotidiano, la
forma en que el habitante se apropia de un espacio geográfico y arquitectónico y
su entorno socioespacial; y 2) al conocer la apropiación del espacio geográfico-
urbano, con el habitar se muestra la autorización y ejecución negligente de
estrategias aplicadas al espacio urbano en la ciudad, las cuales en lugar proyectar
funcionalmente la trama urbana, la distorsionan y dañan la calidad de vida de la
sociedad, es entonces cuando se abre paso a un accionar colectivo por motivos
de solidaridad o necesidad.
La obtención de resultados en cada uno de los asentamientos difirió
precisamente en la riqueza y cantidad de información, ya que éstos expresan la
construcción del habitar en la casa y su entorno, percibida desde la perspectiva
urbana, arquitectónica, social y geográfica. En este sentido, se concreta que la
casa merece ser proyectada, reconocida y planeada como una forma de vida, ya
que a través de distintas perspectivas en esta investigación de tesis podemos ver
más allá de su apariencia física, pues así se revelaron muchos problemas sociales
que ha provocado el crecimiento desordenado en la ciudad.
La colonia Fernando Amilpa puede ser un modelo de asentamiento en el
cual la riqueza del habitar se percibe a flor de piel en cada uno de los habitantes y
familias, ya que las expresiones tan singulares y libres confluidas en el habitar de
los espacios que viven, experimentan y recuerdan son identificadas por una
naturalidad expresada en sus charlas, espacios y memorias. En esta colonia de
origen irregular es común que las familias habitantes del lugar construyan su
espacio social y material conforme van surgiendo sus necesidades más
apremiantes. No es un espacio preconstruido a través de un discurso, sino resulta
ser un espacio construido por los propios habitantes, quienes algunas vez dieron
vida a la práctica de la autoconstrucción material, social y simbólica de la casa el
2 10
asentamiento, la cual es posible identificar como una manera de habitar específica
en esta colonia. Se convierte así en un proceso que permanece indefinido debido
a que se viven cambios constantes. Así, los habitantes viven la autoconstrucción
del espacio como una expresión cotidiana más en el habitar.
El fraccionamiento La Luneta, a diferencia de otro tipo de asentamientos, es
un entorno urbano y social que da cuenta de un habitar, individual, preconstruido
basado en los ideales del capitalismo y de la modernidad. Aunque todos los
habitantes entrevistados en el fraccionamiento muestran un cierto grado de
satisfacción por el lugar, por su casa y por su familia, aquí la verdadera
importancia del sentido de habitar está en el nivel de la calidad de vida que puede
ofrecer el propio entorno urbano.
Entre algunos de los aspectos de mayor importancia dentro de estas
familias, es que aceptan o rechazan un lugar para habitar según la circulación,
ubicación estratégica con respecto a las zonas más comerciales en la ciudad,
sobre todo para el consumo, según las oportunidades de empleo y producción y la
búsqueda por obtener un mayor estatus o jerarquía social entre la sociedad. Esto
aún a pesar de la aceptación de una visión hasta cierto punto conservadora
destinada a resguardar lo tradicional en la organización y composición familiar.
El Centro, conocido como un asentamiento "conservador y tradicional”, es
quizá el entorno urbano en la ciudad que presenta más paradojas, normativas,
sociales y constructivas. Sin embargo, para sus habitantes entrevistados, habitar
la casa rebaza cualquier orden individual, material o práctica cotidiana. La casa es
concebida como el resultado de un producto social, doméstico, colectivo y, sobre
todo histórico, es una representación socioespacial afectiva y emocional. Coincido
con la afirmación de Bachelard (2000 [1957]), los recuerdos de las antiguas
moradas se reviven como ensueños, las moradas del pasado son en nosotros
imperecederas. Es preciso resaltar que este lugar concentra ideologías
cambiantes, donde la modernidad y negligencia de las autoridades y sociedad en
general para construir y destruir edificaciones de tradición, en las que se guarda
parte de la historia de Zamora, se opone a la perseverancia de los habitantes del
Centro por conservar esta zona histórica. Es por esto que en la actualidad, la
2 11
trascendencia de las casas radica en su capacidad para subsistir a cambios en el
modo de vida, valores, costumbres, tradiciones y sobre todo la necesidad de tomar
la imagen de la casa antigua y conservada como el resultado de un legado familiar
duradero, el cual no puede dejar de existir pese a las transformaciones sociales y
espaciales que trae consigo la modernidad.
A partir de la construcción, transformación y consolidación de las casas en
los tres asentamientos humanos estudiados, es posible darse cuenta de lo que en
realidad ha sido la planeación en Zamora. Es preocupante la fluidez y flexibilidad
con la que se da el crecimiento urbano desordenado. Hasta ahora, este proceso
de dispersión de asentamientos humanos y, por ende, la construcción de casas al
por mayor se caracteriza por la falta de planeación urbana, lo cual genera
impactos negativos en el entorno de la ciudad, en la casa y, además, en la
sociedad.
Uno de los principales problemas de la mala planeación en la ciudad es que
nunca se ha visualizado la expansión urbana en conjunto. Aun con los
mecanismos legales vigentes para el municipio de Zamora, que no son pocos, la
planeación en el municipio carece de sentido, lógica y orden, ya que estos
instrumentos lamentablemente son modificados y adaptados, por diferentes
actores y grupos con poder político y económico, para dirigir el crecimiento urbano
a su antojo previendo sus propios intereses económicos. Esto da cuenta de la
autorización de fraccionamientos residenciales en suelos no aptos para la
construcción, así como las invasiones de asentamientos informales carca de
éstos. De esta manera se lleva a la práctica la segregación social, fragmentación
territorial y por su puesto una mala calidad de vida en la familias habitantes de los
asentamientos humanos anteriormente mencionados.
Sin tener en cuenta las malas o buenas condiciones de vida que pueda
tener un entorno urbano, la construcción de asentamientos en la ciudad se da con
el objetivo de enriquecer cada vez más las cuentas de inmobiliarias y
desarrolladores y hasta quienes están en el ejercicio del gobierno. El desarrollo
empírico de la presente investigación de tesis da cuenta de esto con los
asentamientos estudiados, ya que a partir de la autorización de un fraccionamiento
2 12
residencial en 1966, un grupo de paracaidistas invaden en 1969 una zona federal-
a un costado de dicho fraccionamiento- no apta para la construcción de
asentamientos humanos, primero, por ser precisamente propiedad federal y,
segundo, por ser el cauce de un rio. Así, la construcción de nuevos
fraccionamientos se puede tomar como un patrón para que grupos de
paracaidistas comiencen la invasión de suelos cercanos a los fraccionamientos ya
mencionados, esto lo muestra claramente el mapa 3, donde se marcan los
asentamientos humanos irregulares distribuidos en pequeños grupos en toda la
mancha urbana de la ciudad.
A partir de la lógica de formación de asentamientos humanos, se puede
comprender el vínculo generado entre la casa y la ciudad, así también las
problemáticas surgidas en diferentes escalas que afectan a un colectivo desde sus
lógicas particulares. De esta manera, la formación y construcción de un
asentamiento humano es clave para el desarrollo y consolidación socioespacial
del mismo. Dicho proceso marca la diferencia de los problemas sociales,
espaciales y económicos en diferentes entornos urbanos, pues son lógicas de
planeación determinadas a partir del nivel de informalidad o formalidad con el que
se construye el espacio.
Cuando un asentamiento formal es autorizado, construido y consolidado
bajo la normativa urbana, la construcción de casas, las relaciones socioespaciales,
el control de los problemas y la consolidación de dicho entorno será de manera
ordenada porque supuestamente obedece a un tipo de planeación normada y
pensada. Sin embargo, un asentamiento irregular no tendrá una lógica de
planeación, pero si una de construcción, será una construcción natural, abierta, sin
imposiciones, desordenada espacialmente, pero con un orden social establecido a
partir de la informalidad tanto en la construcción de las relaciones socioespaciales
como en la construcción del espacio, el cual experimenta un cambio continuo.
Por otro lado, tanto la planeación urbana como cualquier otra lógica de
planeación de un entorno urbano, es el resultado de diferentes estilos de vida y
cambios en éstos, por lo tanto, cualquier tipo de planeación se refleja en el entorno
urbano y este expresa un progreso a partir de los niveles de calidad de vida de sus
213
habitantes. Así, los problemas que surjan a partir de formalidad o informalidad de
la construcción de asentamientos afectan directamente la calidad de vida de los
habitantes, ya que cualquier lógica de construcción es parte de los estilos y formas
de vida en determinada sociedad. Estos problemas afectan la calidad de vida en
diferentes aspectos como son: el ambiental, auditivo, visual, económico, cultural,
educativo, salud, entre otros.
En este sentido puede surgir la siguiente pregunta ¿Qué relación tiene la
planeación urbana y el crecimiento urbano desordenado con la casa, la familia, el
habitar y todo lo que conllevan? Precisamente, el tema de interés partió de este
contexto, ya que el elemento material más importante de cualquier asentamiento
humano es la casa, la cual es habitada por la familia. Así, la casa es el escenario
en el que por excelencia el individuo habita, esto encierra todo lo que haga
referencia al término habitar. Por esta razón no se discuten temas centrales de la
planeación urbana en el desarrollo del argumento, sino me centro en la
construcción del espacio (la casa) a partir de un entorno urbano (el asentamiento)
con una “planeación” y desarrollo urbano particulares, en la misma ciudad,
procesados por determinado grupo social. Así, el habitar se relaciona
estrechamente con la planeación urbana desde dos puntos de vista, el material -
que genera significado- y el simbólico -que genera sentido-.
De esta manera es posible concluir que el habitar se transforma en el propio
habitante de la casa, el asentamiento o la ciudad, ya que es una construcción de
la persona o del ser a partir de las necesidades básicas del mismo.
Hay una infinidad de variantes entre las formas de habitar en cada uno de
los asentamientos. Éstas responden a una lógica de construcción o “planeación”
que dan como resultado la construcción socioespacial de la casa y el entorno
urbano. En este sentido Rapaport explica que las formas de las casas construyen
el propio entorno, el cual no es únicamente consecuencia de expresiones
materiales o físicas sino de una compleja red de situaciones presentadas en la
vida diaria.
Por otro lado, una sociedad inconforme y participativa en los asuntos
urbanos es consecuencia de una deficiente gestión municipal, por esto es
214
necesario una mejor coordinación entre los diferentes organismos que llevan a
cabo la planeación y, principalmente, una mayor participación social para que
cada individuo pueda impactar directamente en la casa, su entorno y en la ciudad.
Para determinar si puede haber o no una regulación en la planeación
urbana y el crecimiento urbano desordenado en Zamora, es necesario tener
presente que las problemáticas se intensifican con la segregación social y los
nuevos fragmentos espaciales. Esto se da en Zamora bajo un aparente orden y
marco normativo vigente, pero no efectivo ni si quiera ejecutado y mucho menos
planeado legalmente. En este sentido es necesario discutir ampliamente el papel
de la gobernanza en el proceso de planificar el espacio urbano -lo que podría
llevar a un amplio trabajo de investigación-, pero más importante que esta
discusión de gobernanza, es ejecutar dicha planificación y hacerla visible en la
ciudad, por lo tanto el papel que asume el Estado en este proceso es determinante
para posibilitar una regulación del crecimiento urbano, no solo en Zamora, sino en
todas las ciudades.
Así, el ordenamiento territorial y la planeación urbana podrían tener una
regulación en Zamora a través de tres estrategias principales. En primer lugar es
necesario definir y, más que nada, administrar adecuadamente la zonificación
urbana para controlar las provisiones, usos, destinos y reservas del suelo en el
municipio. En segundo lugar, fomentar la cultura de la planeación urbana en el
ejercicio de la administración pública. En tercer lugar, y desde mi punto de vista el
más importante, propiciar la mayor participación social posible en la planeación y
ordenamiento urbano, así como en la solución de problemas existentes. Además
es necesario procurar el mayor equilibrio posible entre la oferta y la demanda de
viviendas y terminar con la continua autorización de invasiones irregulares para
incrementar la calidad de vida en la población.
Demostrar la presencia de problemáticas en el entorno de la casa a través
de múltiples realidades o experiencias cotidianas y habituales, fue el objetivo de
abordarla desde el habitar, como un espacio simbólico y material, con sentido y
significado, el cual ordena y configura la vida cotidiana en el entorno que nos
215
movemos y vivimos. Además guarda dentro de sí el elemento más importante de
la organización física y social, la familia.
Finalmente la casa termina siendo un vínculo entre el ser y el mundo y tiene
su fundamento en el habitar y todo lo que este conlleva. La casa como una
expresión que configura el hombre no significa posesión sino identidad. Es un
espacio vivido (Soja, 1966,1967), un espacio de representación (Lefebvre, 1974),
el cual abre paso a todo tipo de prácticas sociales y espaciales que tienen que ver
con la cotidianidad. Es un espacio real e imaginario.
2 16
Bibliografía
Fondo documental
Fuentes hemerográficas
Obras citadas
Álvarez del Toro, J. (1985). Zamora antes del boom fresero. Relaciones, 39-59.
Augé, M. (2000 [1992]). Los "no lugares" espacios del anonimato. Barcelona,
España: Gedisa S.A.
Bak-Geller C., S. (2006). Habitar una cocina. Un estudio comparativo del espacio
culinario porfiriano y de mediados del siglo XX. Guadalajara: Universidad de
Guadalajara.
2 17
Baudrillard, J. ((1969 [1968])). El sistema de los objetos. Buenos Aires, Argentina:
Siglo XXI Editores.
218
Ching, F. (1995). Arquitectura: forma, espacio y orden (10a ed., ed. or. 1979.
Architecture: Form, Space and Order. Nueva York: Van Nostrand Reinhold
ed.). México: Gustavo Gili.
Cruz Guzmán, X., & Tamayo, S. (2005). Espacios imaginados y las formas
simbólicas de EZLN en la ciudad de México. (UAM-A, Ed.) Anuario de
espacios urbanos (1).
2 19
Esquive! H., M. (2008). El diseño, la vida cotidiana y el espacio habitacional.
Memorias del Coloquio, División de Ciencias y Artes para el Diseño. ISBN
978-970-31-1019-3, págs. 13-25. UAM- Azcapotzalco.
Gasca S., J. (2007). Pensar la ciudad entre ontología y hombre. México: Instituto
Politécnico Nacional.
2 20
Illich, I. (5 de Junio de 1983). La reivindicación de la casa. Obtenido de El País,
Archivo hemeroteca:
http://elpais.com/diarioZ1983/06/05/opinion/423612014_850215.html
Lawrence L., D., & Low, S. (1990). The Built Envoiroment and Spatial Form.
Annual Review of Anthropology Vol. 19, 453-505.
Lindón V., A. (2004). Las huellas de Lefebvre sobre la vida cotidiana. Revista
Veredas, 39-60.
2 21
Lindón V., A. (2001). De la vida cotidiana a los modos de vida. En E. Patiño, & J.
Castillo, Cultura y territorio. Identidad y modos de vida (págs. 15-28,).
México: Universidad Autónoma de Puebla-Editorial de la RNIU.
López L., L., & Ramírez V., B. (2012). Pensar el espacio: región, paisaje, territorio
y lugar en las ciencias sociales. En Á. López L., & M. Reyes R., Explorando
territorios: una visión desde las ciencias sociales (págs. 21-48). México, D.
F.: UAM-X, CSH, Depto. de Relaciones Sociales.
Nabokov, P., & Easton, R. (1988). Native American Architecture. Nueva York:
Oxford University.
Nogué, J., & Albet, A. (2004). Cartografía de los cambios sociales y culturales. En
J. Romero, Geografía Humana (págs. 159-172). Barcelona, España: Ariel,
S. A.
223
Pallasmaa, J. (12 de Agosto de 2006). La arquitectura de hoy no es para la gente.
(A. Zabalbeascoa, Entrevistador)
Pinassi, A. (2015). Espacio vivido: Análisis del concepto y vínculo con la geografía
del turismo. Geographos. Vol. 6. N° 78, 135-150.
Ramírez Kuri, P., & Aguilar Díaz, M. (2006). Pensar y Habitar la Ciudad.
Afectividad, memoria y significado en el espacio urbano contemporáneo.
México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
Rapaport, A., & K.N. (1992). Interview with Amos Rapaport. Architecture and
comportement/architecture and behavior. Vol. 8 (1), 93-102.
224
Sobrino, J. (1998). Desarrollo urbano y calidad de vida. Zinacantepec, México: El
Colegio Mexiquense A. C.
Tuan, Y.-F. (1997). Sapce and place. The perspective of experience. Minneapolis,
Minnesota: University of Minnesota.
Verduzco I., G. (1992). Una ciudad agrícola: Zamora, del Porfiriato a la agricultura
de exportación. México: El Colegio de México.
2 26
Anexos
Guion de Observación
2 27
7) Finalmente se pretende descubrir con la observación redes de relaciones
sociales y espaciales. Sin olvidar las notas de campo de lo observado, oído
y hecho.
228
Entrevista 1.- Para conocer la historia, fundación y evolución del
asentamiento de forma oral.
El sentido de habitar.
Un acercamiento a la casa zamorana y su entorno.
Datos generales:
Nombre:
Ocupación:
2 29
Asentamiento de residencia:
Lugar de nacimiento:
PREGUNTAS
2 30
g. ¿Cómo ha sido el crecimiento demográfico y físico del lugar? ¿Viejos
habitantes y nuevos habitantes?
4. Actividades económicas y laborales
a. Fuentes de empleo
b. Actividades predominantes
c. Transformaciones económicas
5. Tradiciones
a. ¿Existe un festejo o tradición especial en el asentamiento?
b. ¿Cómo se originó y como se organizan?
c. ¿Existe un festejo o tradición especial como familia? ¿Cuál?
6. Tu quehacer
a. ¿Qué actividades laborales has desempeñado en tu vida, en que ha
consistido cada una de ellas y dónde?
b. ¿Puede describirme un día de trabajo normal en su trabajo anterior y
actual?
c. ¿Yun día de descanso?
7. Una aproximación subjetiva
a. Recuerdos inmediatos de momentos gratos y amargos de la infancia,
juventud y vida adulta en el asentamiento y otros lugares
b. Costumbres y hábitos, personas allegadas a usted.
c. ¿Cómo ha resuelto o sobrellevado problemáticas en el asentamiento
y otros lugares?
d. ¿Te gustaría cambiar de residencia? ¿A dónde y porque?
8. Valoraciones
a. ¿Qué actividades realizas fuera del asentamiento?
b. ¿Cuáles son los límites del asentamiento para ti?
c. ¿Qué es Los Espinos para ti? Importancia
231
Guía de entrevista
La casa y su entorno
1. ¿Cuáles son los límites de Los Espinos para ti?
2. ¿Qué es Los Espinos para ti? Importancia.... ¿Y tu casa....?
3. Hábleme de su casa ¿Quién construyó la casa?
4. Cuanta gente vive en la casa. (Descripción de cada persona, edad,
ocupación)
5. Formas particulares de hacer las prácticas cotidianas en la casa (comer,
dormir, cocinar, entre otras), es decir, ¿Cómo, quién, para qué y cuánto
tiempo al día usan la casa y sus diferentes espacios?
a. ¿Cuánto tiempo dedican a usar cada espacio de la casa, para qué y
quien los usa?
b. Existe algún espacio o espacios restringidos ¿por qué y a quién se
restringe? (reglas).
6. Descripción de datos y/o formas arquitectónicas valiosas para usted y
recopilación de datos geométricos: desniveles, medidas, superficie,
aspectos constructivos, tipos de materiales, su entorno.
7. Estilos, gustos, patrones herencias estéticas de la casa
a. Tiene un estilo ideal o particular la casa
b. Cualidades de ornamentación, formales, espaciales y/o estéticas de
la casa que poseen mucho valor.
8. Cambios y evolución de la casa desde su construcción (materiales,
adaptaciones, gustos, procesos constructivos, entre otros). ¿Y cómo han
sido los cambios en el asentamiento?
9. ¿Existe un tipo de influencia cultural, tradicional o de adaptación para la
realización de estos cambios?
10. ¿Qué cosas valiosas (no materiales), sentimentales, culturales,
generacionales, entre otras, guardan en ella? ¿Existe algún lugar especial
en el que las guardan?
233
11. ¿Cómo se definen los lugares de la casa y que nivel de importancia tiene
cada uno de ellos? (Si es que existen clasificaciones en el entorno y dentro
de la casa)
12. De acuerdo a su vida cotidiana ¿Cómo describiría una red de relaciones
entre su casa, el asentamiento y la ciudad? Describir diferencias visibles en
zonas de transición (cambios espaciales, físicos y sociales a los largo de
esa red) socio-espacial (si es que las hay).
13. Hábleme sobre las dificultades legales que ha tenido el asentamiento, la
cuales repercuten en su casa directamente y sobre las dificulta de legales
que ha tenido en su casa específicamente.
234
11. ¿Cómo complementan los habitantes la vivencia (forma de habitar) de su
propia casa con la vivencia (forma de habitar) del entorno inmediato y
publico del barrio?
12. Frente a los programas de recuperación del centro ¿Cómo se comportan
los habitantes?, ¿Qué percepciones tienen de estos programas?, ¿Se
sienten incluidos?, ¿Han participado?, ¿Consideran que las orientaciones
del sector publico están en detrimento?, ¿Cuáles son las formas de
organización y redes sociales de estos habitantes?
13. ¿Existe en realidad un despoblamiento de El Centro?
14. Motivo de permanencia y desplazamiento: cariño, costumbre, casa propia,
otros, cercanía a los servicios.
15. ¿Cómo son los servicios públicos (de agua, drenaje, alumbrado, calles,
banquetas, luz, etc.)?
16. ¿Qué les gustaría mejorar o cambiar de su casa y de su entorno?
17. ¿Porque vivir en el centro histórico?
2 36
Mapas
2800000
2273000
X IC O
2000000
2272500
1200000
ERE,
interinap,
, GEBCO
2272000
NRCAN
2271500
2271000
KHI-AUA
2270500
PRC OMPAOftN
ScnlOot.POaKot
/ T V
+ —
2270000
í % i
ÍR — ............. Vi/
El Cola#» noMkMMM. A. ,C
te í«*tdludlMín Cw»;l»hunaf;
=* .-liu-UPubJ
2269500
Elabora
A»:, -3cWLVmL-r
OfUW«no>Mi*fn«
Jacona de Planearte CuoRlInatoSyulrn
4<A'wy S;n»r*
• — Oalum:
2269000
A —— FmtK
i Cirf^alln)
Mapa 1.
Esc. 1:25000 ttarzo deZOU. Zanora, Mlch.
2 37
Mapa de red vial entre La Luneta, El centro y Los Espinos
11387700 11387400 11387100 11386800 11386500 11386200 11385900 11385600 12400000 -10800000
MEXICO
o Me* i_o
City
Scuraésltsn HE-PE.
DeLorrn Inte rm a p
incremenj P Cora , GEBCO
USGS. FAO. NPS. NRCAN
Vwlic ades
IK M M
If&kúy. «51.1-VARO
MOLONCAC os
Espihós
CvurcJIiiate 9y>le)n.
.veas vvx-Mee*'- m jm w
rrojfctio*:
m i /.
' I t t i y . j i Wüar? 5 if>en
iV ro ’**»)
M apa 2
Esc 1 11.581
238
Mapa, Viviendas habitadas por manzana
11087600 11387400 11387200 11387000 11386800 11386600
-12400000 -10800000
2800000
2271200
2000000
NWJIC
1200000
2271000
. CENTRO
A m ilp a
2270600
2270600
imora do Hidalgo^
LUNETA
2270400
.UÑETA'
2270200
0MD27S0 05 0-11
D S MONACO
2 39
Mapa, Promedio de habitantes por vivienda
11387600 11387400 11387200 11387000 11386600 -12400000 -10800000
2800000
2271200
2000000
1200000
2271000
CENTRO
'i n an d o A m ilp a
LOS EsglglOS
2270800
2270000
uñara de
29
LA LUNETA
2270400
2270200
2 40
Mapa, Total de viviendas habitadas por manzana
11387100 11386800 11386500 -11386200 11385900 12400000
JvWWrfl'-,
2800000
\! t.O
2271900
2000000
1200000
2271600
2271300
2271000
IMW O
Ai:; _«»r M iri.r
«UVJí7fn«
Covtl'iialc S*»lrt-i:
WCft IBM •••MWrorv vinar*
pi I- • ■"
Vea,»t¿r.*ui i lar* S - v a *
Daten-
W¡39 1W«
A—
2270700
rLítale
NfcC rM Tiao\ w ?rs : s fcíOOiWM
• Úfin¡|\vV<ii
M apa 5
2 41
Mapa, Promedio de habitantes por vivienda
11387100 11386800 11386500 11386200 11385900 12400000 10800000
W 4 1 t9 ff0 )
2800000
XI co
2271900
-- M » ICO
2000000
1200000
intemap,
PC crp G tB C O
NPS NRCAN
2271600
2271300
Mjnr/oafSTtfjwr
2271000
ru b o r*
An .so r
Cucnlmato SjnU «v
lí*M MweoKr a ju inr-
ProfecOM
'-iferut&rAutlIaiyBíoot
D otar:
«V331OT<
2270700
hmmm
rtC ; r « :t l o - í tv jf lin c ;
í íinn^v-iii i
M apa 6
M irto d» >016, ¿isaora Míen
Esc 17.502
■11386800 -11386200 •11385900
2 42
Mapa, Total de viviendas por manzana
11387100 11386800 11386600 11386200 11385900 -12400000 -10800000
2800000
2271900
2000000
1200000
2271600
2271300
2271000
2270700
243
Mapa, Total de hogares por manzana
-12400000 -10800000
2800000
2271200
2000000
1200000
2271000
CENTRO
LA LUNETA
2270400
2270200
27
ICHBD M 45 D11 0165 D22
DD
■11387600 •1 1 3 8 7 4 0 0 -11386600
244
2800000
2271200
2000000
1200000
2271000
T e m a n d o A m ilp a
lo s Espinos
2270800
2270500
itnora de Hidalgo^
LUNETA
2270400
LUNETA
2270200
iKr.aroe'jerE
245