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ASIMETRÍAS E INTERACCIONES
Las dimensiones epistémicas y culturales de la
Comprensión Pública de la Ciencia
A la memoria de mi padre
y de mi amiga Patricia
RECONOCIMIENTOS
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO 1. El modelo del déficit cognitivo en la comprensión pública de la
ciencia ………………………………………………......................................... 7
1.1. Las múltiples caras del campo ………….……………………...……..... 7
1.2. 1957-2007: medio siglo de modelo de déficit ………………………….. 10
1.2.1. Orígenes y consolidación del modelo ………………...…………........ 12
1.3. La tranquilidad y la desazón que provoca el déficit …………................. 20
1.3.1. La tranquilidad ………………………..…………………………........ 20
1.3.2. (…) y la desazón que provoca el déficit …………………………........ 25
1.4. Las críticas al modelo de déficit ………………………………………... 30
CAPÍTULO 2. El enfoque etnográfico-contextual y la actual agenda disciplinar . 39
2.1. El comienzo de un largo debate ………………………………………... 39
2.2. Orígenes y consolidación del enfoque ………………...……………….. 42
2.3. Las críticas al enfoque etnográfico-contextual …………………………. 50
2.4. Las propuestas de renovación de la agenda ……………………………. 57
2.5. Del monólogo alfabetizador al diálogo y sus condicionantes …... 62
CAPÍTULO 3. El reparto del saber en el marco de la epistemología social …….. 67
3.1. ¿Importa o no compartir conocimiento? ……………………………...... 67
3.2. El malestar del déficit radicalizado …………………………………...... 76
3.3. El reparto del saber en condiciones de asimetría epistémica ………...… 78
3.3.1. La epistemología social y su contribución al campo de CPC ………... 81
3.4. Conceptos deferenciales …………………………………………...…… 90
3.5. Nuevos marcos, nuevos problemas ……………………………...……... 95
CAPÍTULO 4. Deferencia a la autoridad epistémica y testimonio ……………… 97
4.1. El vínculo entre los agentes ……………………………………...……... 97
4.2. La justificación del conocimiento deferencial …………………………. 98
4.3. Prejuicios y confianza epistémica ……………………………………… 109
4.3.1. Un nuevo papel para los prejuicios en el reparto del saber …………... 114
4.4. De la idea de “prejuicios” a la de “representaciones sociales” ………… 116
CAPÍTULO 5. Representaciones sociales y comprensión pública de la ciencia ... 119
5.1. La fuente de los prejuicios sociales ……………………………………. 119
5.2. El fenómeno de las Representaciones Sociales ………………………… 121
5.2.1. Los recursos de la “sociedad pensante” ……………………………… 121
5.2.2. Representaciones Sociales: funciones y estructura …………………... 125
5.3. Representaciones Sociales y comprensión pública de la ciencia ………. 136
5.3.1. “Common sense is science made common” 136
5.3.2. Las RS en los estudios de comprensión pública de la ciencia ……….. 140
5.4. La heterogeneidad de las RS de la ciencia ……………………………... 148
CAPÍTULO 6. Asimetrías e interacciones ……………………………………… 153
6.1. Las dimensiones políticas, epistémicas y culturales de la CPC ………... 153
6.2. Un diálogo en condiciones ……………………………………………... 159
6.2.1. La interacción epistémica ……………………………………………. 160
6.2.2. La interacción epistémica en condiciones de asimetría cognitiva y
simbólica ……………………………………………………………………. 165
6.2.3. La interacción epistémica en condiciones de asimetría cognitiva y
simbólica entre científicos, públicos e interfaces …………………………… 170
6.3. La contribución a la agenda disciplinar ………………………………… 174
6.4. La investigación de las dimensiones epistémica y cultural de la CPC …. 178
CAPÍTULO 7. Las imágenes de la brecha entre ciencia y sociedad …………….. 181
7.1. En el principio fue la brecha …………………………………………… 181
7.2. Hacia un lado de la brecha ……………………………………………... 186
7.3. Hacia el otro lado de la brecha …………………………………………. 196
7.4. En medio de la brecha ………………………………………………….. 205
7.5. La heterogeneidad de las imágenes de la brecha ……………………….. 212
CAPÍTULO 8. Las representaciones sociales de la ciencia …………...………… 217
8.1. ¿Qué es la ciencia? ……………………………………………………... 217
8.1.1 Contenido y estructura de las representaciones sociales de la ciencia ... 220
8.1.2. Núcleos comunes y entornos dispares ………………………………... 224
8.2. Luces y sombras de la imagen pública de la ciencia …………………… 227
8.2.1. La cara luminosa …………………………………………………… 227
8.2.2. Anclaje y demarcación de disciplinas: ciencias y “ciencias hippies” ... 230
8.2.3. La fase de transición y el lado opaco ………………………………… 234
8.3. La ciencia para quien la hace …………………………………………... 242
8.3.1. “Buscas, todo el tiempo buscas” ………...…………………………… 242
8.3.2. “Franciscanos: monjes franciscanos” ………………………………… 247
8.4. La ciencia para quien la cuenta ………………………………………… 251
8.4.1. Descubrir cómo funciona el mundo ………………………………….. 251
8.4.2. Descubrir como funciona “ese” mundo ……………………………… 255
8.5. La heterogeneidad de las imágenes de la ciencia ………………………. 260
CAPÍTULO 9. “¿Qué ves cuando me ves?” Las mutuas representaciones de los
agentes …………………………………………………………………………. 265
9.1. Las representaciones sociales como sistemas de expectativas en el
diálogo epistémico …………………………………………………………... 265
9.2. Las representaciones y expectativas del público ……………………….. 273
9.2 (a) “El común de la gente como nosotros” ……………………………… 273
9.2 (b) Humilde como Leloir, genial como Einstein ………………………... 277
9.2 (c) En Infinito, no. En el telediario, sí …………………………………... 284
9.3. Las representaciones y expectativas de los científicos …………………. 289
9.3 (d) y (f) “El público no entiende y el periodista, a veces, tergiversa” ….. 289
9.3 (e) “¿Por qué iba yo a mentir?” …………………………………………. 297
9.4. Las representaciones y expectativas de los mediadores ………………... 301
9.4 (g) e (i) “Ahí entramos nosotros” ……………………………………….. 301
9.4 (h) Aseguran fuentes autorizadas ……………………………………….. 306
9.5. La heterogeneidad de las imágenes de los agentes …………………….. 311
CAPÍTULO 10. Representaciones y actitudes en la recepción pública del
conocimiento científico ………………………………………………………... 315
10.1. ¿Llegó el hombre a la Luna? ………………………………………….. 315
10.2. El problema del dominio de términos y conceptos …………………… 320
10.2.1. “¡Dios, qué es eso!” …………………………………………………. 320
10.2.2. Y Usted, ¿de qué se ríe? …………………………………………….. 325
10.3. Deferencia en acción ………………………………………………….. 332
10.3.1. Creer o no creer: “no es algo que uno se plantee” ………………….. 332
10.3.2. Del principio de confianza al principio de la duda ………………….. 338
10.4. Representaciones, motivaciones y actitudes ………………………….. 358
CONCLUSIÓN …………………………………………………………………... 361
ANEXO 1. Diseño metodológico ……………………………………………….. 370
1. Introducción ……………………………………………………………… 370
2. Teoría y método en la investigación sobre RS …………………………… 371
2.1. Implicaciones metodológicas de la hipótesis del núcleo central ……….. 372
3. Diseño metodológico ……………………………………………………... 375
3.1. Objetivos ……………………………………………………………….. 375
3.2. Hipótesis generales ……………………………………………………... 376
3.3. Diseño y conformación de las muestras ………………………………... 377
3.4. Diseño de las técnicas e instrumentos de recolección de información ... 380
4. Análisis de datos ………………………………………………………….. 395
4.1. Descripción del programa Atlas ti. …………………………………….. 395
4.2. Determinación de los componentes centrales y periféricos de la RS …... 397
5. Transcripciones …………………………………………………………... 400
5.1. Sesión del grupo focal nº 1 ……………………………………………... 400
5.2. Entrevista con un científico …………………………………………….. 413
5.3. Entrevista con un periodista de ciencia ………………………………… 419
ANEXO 2. Parámetros y operacionalización del concepto de Alfabetización
Científica ………………………………………………………………………. 425
BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………….. 432
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS
concluirán señalando los puntos críticos del campo en general y de cada una
de las perspectivas en particular, haciendo hincapié en cómo se inscribe la
propuesta que desarrollaré en este trabajo en el marco de las discusiones
vigentes.
1
En este sentido discrepamos de la diferenciación que realiza Bauer y entre los paradigmas de la
alfabetización científica -en su vertiente norteamericana- y la comprensión pública -en su
vertiente británica-. Por contraste, encontramos más bien una fuerte continuidad en los supuestos
Asimetrías e interacciones 12
“QA8. Por favor dígame, en sus propias palabras, ¿qué significa estudiar algo
científicamente?” (Eurobarómetro Especial 63.1 “Europeans, Science &
Technology”, 2005)
Durante la década de los ’80 en los EE. UU. y el Reino Unido se afianzó la
realización de estudios cuantitativos sistemáticos y a gran escala acerca de
la relación de sus ciudadanos con la ciencia, estudios que en años
subsiguientes se reprodujeron con modificaciones poco sustanciales en otras
naciones desarrolladas y en el espacio de la Unión Europea en su conjunto.
Sin embargo, los fundamentos de esta empresa deben remontarse décadas
atrás hasta la encuesta sobre comprensión y actitudes hacia la ciencia y la
tecnología conducida por R. Davis en el contexto norteamericano. El
estudio de 1957 es considerado pionero en el planteamiento de las
principales variables de investigación que constituyen hasta el presente el
núcleo fuerte de los estudios de percepción: a) grado de interés; b) grado de
información; c) fuentes de información; d) comprensión de nociones
científicas -conocimiento de contenidos-; e) comprensión del proceso y
métodos de la ciencia; f) actitudes hacia los efectos y límites de la ciencia;
g) imágenes y predisposición hacia la profesión científica.
“Interés por la ciencia”, “conocimiento de conceptos y métodos
científicos” y “actitud hacia la ciencia” conforman desde entonces un
triángulo de referencia que se trasladaría a lo largo de la evolución de las
surveys con escasos matices. Las variables de Davis no sólo reaparecerán en
esencia en los desarrollos subsiguientes: algunas de ellas -como se advierte
al comienzo de este apartado- mantienen en los cuestionarios actuales la
propia letra de su formulación original. Pero su herencia no se reduce a la
determinación de los aspectos relevantes que serían retomados por la futura
investigación. Además de constatarse el escaso nivel de conocimiento
científico de la población norteamericana, de los resultados obtenidos en
aquella oportunidad se infirió por primera vez una correlación entre las
dimensiones cognoscitivas y actitudinales de la percepción social: entre los
encuestados, un bajo nivel de interés (a) e información (b), de conocimiento
de contenidos (d) y métodos (e) científicos, aparecía asociado con actitudes
de temor y escasa valoración de la ciencia (f) y sus profesionales (g), y
viceversa.
Al parecer, así fue como comenzó todo. La hipótesis fuerte del programa
estaba planteada: la falta de conocimientos en la sociedad no sólo es
notoria, sino que se relaciona con actitudes negativas y de desinterés hacia
la ciencia. No es ocioso señalar en este punto la débil frontera que separa a
Asimetrías e interacciones 14
2
Sin dudas, una de las herramientas actuales más poderosas e influyentes de medición de la
cultura científica. Por el alcance geográfico y muestral, los recursos con que cuentan y las
repercusiones de sus resultados, tanto la serie de Eurobarómetros Especiales Europeans, Science
and Technology -1990, 1992, 2001 y 2005-, de carácter general, como aquellas vinculadas con
temas específicos -cambio climático, medio ambiente, desechos radiactivos, investigación
médica, tecnologías energéticas o biotecnología-, podrían considerarse los estudios comparativos
transnacionales actualmente más relevantes en esta línea de abordajes. Las fechas de referencia
en sucesivas citas corresponden en todos los casos a aquellas de la publicación del respectivo
informe final consignado en el sitio web de la sección Análisis de Opinión Pública de la
Comisión Europea (http://ec.europa.eu/public_opinion/index_en.htm).
Asimetrías e interacciones 15
6
Miller atribuye su exclusión a dificultades conceptuales y metodológicas de la dimensión, como
así también a la falta de consenso sobre ella en la comunidad disciplinar (1998: 206). Durant,
Evans y Thomas afirman simplemente que la comprensión institucional de la ciencia no fue
tenida en cuenta en la encuesta sin ofrecer razones al respecto (1992: 165)
Asimetrías e interacciones 17
7
En sintonía con el espíritu de la época, diferentes instituciones se abocaron a establecer sus
propios cánones acerca de los conocimientos que debería reunir un individuo para ser
considerado un alfabeto científico. En el Anexo 2 se incluyen los listados producidos por la
National Science Teachers Association (NSTA) y por la American Association for the
Advancement of Science (AAAS) como parte del Proyecto 2061; este último considerado por
Miller como “el inventario más completo de conceptos centrales para un ciudadano que desea
comprender cuestiones de ciencia y tecnología, y política científica y tecnológica” (2004: 279) y,
como tal, el que mejor recoge el carácter cívico de la alfabetización. Por su parte, Shamos (1995)
sugiere como núcleo de la educación general en ciencias un listado de cuestiones más vinculadas
con la naturaleza de la empresa científica como tal que con sus contenidos. Su propuesta se
incluye a continuación de las anteriores, para permitir el contraste entre diferentes formas de
dimensionar el concepto. En el Anexo 2 se incluyen los sets de preguntas correspondientes a las
dos dimensiones de la variable cognitiva ejemplificados en la columna “Observación”.
Asimetrías e interacciones 18
Conocimientos y actitudes
“Por ello, se tomó la decisión de promover una encuesta que tratara de conocer la
opinión de la sociedad española respecto a la relevancia de la ciencia y la tecnología
y los valores asociados a ella, sin tratar de utilizar la consulta como una forma de
medir (evaluar) la cultura científica y técnica de la sociedad española” (Muñoz y
Plaza, 2002: 24)
1.3.1. La tranquilidad…
9
En una revisión reciente del campo, J. Miller enfatiza la correlación entre la formación escolar
en ciencias obtenida por los individuos y su nivel de alfabetización y actitudes frente a la ciencia
e insta, consecuentemente, a promoverlos como la mejor estrategia a largo plazo destinada a
resolver el problema siempre vigente del déficit (2004: 289).
Asimetrías e interacciones 22
10
Al igual que en el caso del Informe Bodmer, el texto se conoce por el nombre del Astrónomo
Real A. Wolfendale, quien lideró el grupo que lo produjo.
Asimetrías e interacciones 24
12
Se lo considera el primero en establecer las bases de los estudios de la comunicación, al
delimitar los componentes del proceso comunicativo y estructurar la investigación. Por esta
razón, todavía hoy se alude a él como el “Paradigma de Lasswell” -dado que sería el primer logro
de la disciplina-. La simplicidad del esquema y su aplicabilidad para la descripción de
situaciones de comunicación diversas explican su persistencia a través del tiempo y las críticas de
todo tipo que se le dispensaron.
Asimetrías e interacciones 27
13
De hecho, el modelo de déficit también es denominado como top-down model. Desde un punto
de vista crítico, Wynne (1995) sostiene una imagen similar cuando afirma que el sujeto es
percibido como un “repositorio de conocimiento”, o un “contenedor cognitivo” en el cual, por
una parte, los cuestionarios hurgan y, por otra, las iniciativas prácticas intentan llenar.
Asimetrías e interacciones 28
“Luego de más de una década de esfuerzos por mejorar lo que se ha dado en llamar
“alfabetización científica” de la población, las encuestas sugieren que poco se ha
conseguido. ¿Cómo podía ser que la encuesta de 1996, continuación de la realizada
en 1988, no registrara más cambios en la alfabetización científica que el incremento
en reconocer las iniciales ADN? (…) La comparación del conjunto de estadísticas
de ambas encuestas revelaba que el déficit no había disminuido en absoluto a pesar
de todos los esfuerzos realizados por el CoPUS en el intervalo transcurrido entre
ellas”. (Miller, S., 2001: 116 y 117)
Una tras otra las surveys reflejaban que, lejos de aminorar, la brecha entre
ciencia y sociedad era refractaria a las acciones encaradas para superarla: a
despecho de las millonarias inversiones realizadas -como se lamenta J.
Miller- los ciudadanos poco más habían aprendido acerca de la naturaleza
del sistema solar. Las expresiones sintetizan la impresión de los
participantes del campo transcurrido un par de décadas de esfuerzos
intensos en el doble plano de la investigación y de la implementación de
iniciativas prácticas: lo que las primeras constatan reiteradamente es que las
segundas no funcionan o, como mínimo, que sus resultados no son tan
significativos como se esperaba. Dicho de otro modo, los estudios de la
comprensión pública de la ciencia parecían destinados a continuar midiendo
su opuesta. Desde la perspectiva complementaria de la comunicación
especializada -la que supuestamente cumpliría un rol preponderante entre
los mecanismos alfabetizadores- algunas afirmaciones adquieren ribetes
desolados de auto-inculpación:
“La divulgación de la ciencia se mantiene como uno de los grandes retos de las
sociedades del siglo XXI. En este sentido, los progresos no respondieron a las
esperanzas. No hemos sido capaces de establecer un diálogo fecundo y creativo
entre ciencia y sociedad.” (Calvo Hernando, M., 2002)
14
Previsiblemente un proceso mucho más denso, en el cual los padres del modelo prefieren no
entrar: “Dejando de lado la pregunta filosófica acerca de la naturaleza de la comprensión en sí
misma…” afirman Durant, Evans y Thomas antes de detallar los tres niveles de conocimientos
que componen la comprensión pública de la ciencia: de contenidos, de métodos, de las
estructuras de la ciencia (1992: 164)
Asimetrías e interacciones 35
15
Que Miller rechaza escueta y lapidariamente como “inviable” (1998: 213)
Asimetrías e interacciones 36
La crítica holística
16
B. Wynne menciona a la Teoría del Actor-Red de B. Latour y M. Callon, y el constructivismo
de H. Collins como las dos perspectivas que han informado el giro constructivista en Public
Understanding of Science. Por su parte, S. Shapin amplía el abanico de las referencias necesarias
para el campo de CPC a “Barry Barnes, David Bloor, Harry Collins, Bruno Latour, John Law,
Donald MacKenzie, Andrew Pickering, Trevor Pinch, Leigh Star, et al” (Shapin, 1992: 29)
Asimetrías e interacciones 38
33
Debo a las observaciones y comentarios de S. Graíño haber modificado una reconstrucción
previa del campo en términos de la coexistencia de dos programas de investigación en sentido
estricto, lakatosiano. De ahí que, un poco farragosamente, me referiré alternativamente a este
último en términos más débiles o generales como “enfoque”, “corriente” o “perspectiva”.
Asimetrías e interacciones 41
“(…) sus fundamentos colectivos, lo que implica que ningún científico dispone de
todo el saber que corresponde a su campo; el papel ineludible de la confianza en la
ciencia, y la consecuente vulnerabilidad de la buena ciencia a las malas prácticas; el
carácter contingente y revisable de las opiniones científicas y, por ende, la
probabilidad de que lo que hoy se considera verdadero mañana, sin culpa, sea
considerado falso; la flexibilidad interpretativa de la evidencia científica, por lo cual
es normal que científicos competentes y sin malas intenciones evalúen de distinto
modo la misma evidencia.” (Shapin, 1992: 28)
34
La percepción de los granjeros fue que podía tratarse de una maniobra político-científica
tendente a encubrir el verdadero origen de la radiación en la zona, que no provendría de
Chernobyl sino de la planta nuclear de Sellafield ubicada en las inmediaciones.
Asimetrías e interacciones 44
“Una vez más, es probable que otras consideraciones sean más significativas que la
ciencia -particularmente aquellas sobre qué instituciones son a la vez confiables y
competentes. (…) Los trabajadores simplemente aprendieron los procedimientos
organizacionales, no la ciencia (lo que podría haber hecho más difícil su vida) y
depositaron su confianza en la institución.” (1991: 116)
restringe a determinar cuánto o cuán poco de una saben los otros. Esto es,
cuando se asume que la alfabetización científica de los ciudadanos es sólo
una entre las múltiples dimensiones que modelan su convivencia con la
ciencia y que, por tanto, cualquier análisis limitado a ella se verá asimismo
constreñido en sus posibilidades de aprehender y explicar el fenómeno
mucho más complejo de interacción entre ambos.
En segundo lugar, esa apertura hacia el reconocimiento de nuevos
objetos y procesos relevantes generó una afluencia de perspectivas
disciplinares que trajeron consigo sus respectivos intereses y marcos
teóricos al estudio de la comprensión pública de la ciencia. Es así como a la
sociología del conocimiento científico y los estudios sociales introducidos
inicialmente por el enfoque etnográfico se añadieron progresivamente
aportaciones de disciplinas como la historia de la ciencia, la antropología
cultural, la sociología y comunicación del riesgo, la psicología o la
lingüística. Cada una de ellas construye el problema y la discusión desde
miradas diversas, enriqueciendo de ese modo la reflexión teórica y la
investigación en dirección de sus propios acentos. Eso puede considerarse,
por un lado, un avance positivo para el campo de CPC que, marcado desde
sus orígenes por el énfasis en los estudios empíricos, nunca había sido
particularmente afecto a la sofisticación conceptual sino, por el contrario,
más bien débil en ese sentido. No obstante, también es necesario señalar
que cuanto más se afirma el carácter interdisciplinar del análisis de la
cultura científica, más lejana se percibe la viabilidad de establecer un
umbral de acuerdos básicos que permita homogeneizar en algún punto
cuáles deben ser precisamente los objetos y conceptos centrales de un
análisis de la cultura científica35.
35
El interés por un cierto grado de unificación no es compartido. Para S. Locke, por ejemplo, la
presencia de conflictos entre los participantes de un campo no es un motivo de preocupación sino
para quien sostiene una visión idealizada de la investigación científica como internamente
armónica y autoconsistente (Locke, 1999: 76). No obstante, entiendo que el problema que señalo
es previo a cualquier conflicto: supone algunos acuerdos mínimos respecto de aquello sobre lo
cual tiene interés entablarlo. Dicho en otros términos: mientras Locke construya el objeto de la
comprensión pública de la ciencia en términos de la retórica de Billig y M. Michael como el
proceso de prehension rizomática que realizan los híbridos post-humanos (2002, passim) -sea lo
que sea que eso signifique-, cada cual seguirá por su lado con su particular definición del
problema, y lo propio hará el resto de las disciplinas. El problema no es el conflicto entre ambos
sino todo lo contrario: lo grave es precisamente que en esas condiciones es imposible que el
conflicto exista. De hecho, creo que no es casual que en un tramo del artículo citado el propio
Locke deba introducir la pregunta retórica “¿Qué tiene que ver todo esto con la comprensión
pública de la ciencia?” (ob.cit.: 82) para que el lector recuerde a cuento de qué venía todo el
Asimetrías e interacciones 48
asunto. Y, en similar sentido, Michael acaba por reconocer en un determinado momento que “En
este punto, ya no estamos tratando en absoluto de CPC.” (ob.cit.: 363).
36
En esta apreciación coincido con la afirmación de Einsiedel acerca del valor que cabe
reconocer a las surveys: “Ciertamente son útiles como indicador de lo que la gente dice, piensa o
sabe de la ciencia como empresa, o sobre algunos conceptos con los cuales algunos públicos
pueden estar más o menos familiarizados. Como indicador de lo que la gente sabe, podría
objetarse (…) que este tipo de sondeos no son medidas demasiado confiables o informativas de
lo que el público sabe de ciencia. Pero como indicadores, efectivamente tocan una dimensión de
conocimiento sin que eso signifique necesariamente negar que existen muchas otras maneras de
acercarse a la comprensión” (Einsiedel, 2003: 211)
Asimetrías e interacciones 49
“2.55. Es una opinión extendida que una de las raíces de la desconfianza pública en
la ciencia es la ignorancia, y en particular la insistencia del público en asegurar el
riesgo cero y la certeza absoluta de la ciencia. (…) 2.56. Sin embargo,
investigaciones actuales sugieren que el público de hecho comprende bien la
incertidumbre y el riesgo sobre la base de la experiencia cotidiana. Las personas
emplean el sentido común para interpretar y evaluar lo que escuchan acerca de los
avances tecnológicos, e intentan situarlos en su contexto cultural, social y ético, y
traducirlos en términos útiles o al menos relevantes para sí mismas.”
Los fragmentos constituyen una muestra del reclamo reiterado por propiciar
instancias de diálogo, discusión y debate entre ciencia y públicos; del
Asimetrías e interacciones 50
37
Debo la introducción al material que contiene la crítica de Lewenstein a Santiago Graíño
(ob.cit).
Asimetrías e interacciones 53
reconocer que en esa diversidad natural “los públicos también pueden ser
desatentos, inmotivados e ignorantes.” (Einsiedel, 2003: 211)
Por contraste con lo que sería la crítica al exceso de confianza en el
público, S. Locke sostiene que las posturas que afirman la necesidad de
mostrarle lo que en realidad es la ciencia, distante de la imagen sancionada
por los textos escolares, manifiestan un tipo de prejuicio semejante al
ejercido por el modelo deficitario: en este caso, el prejuicio de que los
individuos son “sociológicamente incompetentes” y, por ende, adhieren sin
más a la imagen monolítica tradicional (Locke, 1999: 79). Visto desde ese
ángulo, quien se lo proponga falla por defecto de confianza en sus
capacidades para formarse una idea crítica de la ciencia y sus conflictos,
que en modo alguno se reduce a la visión escolar.
Su argumento se dirige en particular contra el modo en que H. Collins y
T. Pinch fundamentan en su obra The Golem qué es lo que “todo el mundo
debería saber sobre la ciencia” -las debilidades, el carácter errático, las
indeterminaciones y desprolijidades propias de toda empresa humana- por
oposición a lo que consideran la representación clásica centrada en el
conocimiento preciso, infalible, autorizado y coherente; un planteamiento
similar al de S. Shapin sobre la necesidad de lograr una comprensión de la
ciencia desmitificada, haciendo hincapié en las contradicciones que la
atraviesan más que en la imagen näive del método aséptico y los resultados
incuestionables. Según Locke, ese tipo de aproximaciones supone un
modelo tan ilustrador como el del déficit, según el cual es necesario
despojar al público de una visión errada y reemplazarla por otra más
apropiada y realista; pero lo que ignoran es precisamente que los sujetos no
carecen de recursos de información y sentido común para disputar el
sentido de la imagen monolítica de ciencia.
En mi opinión, en el argumento de Locke pueden distinguirse dos partes.
Sin duda alguna resulta bastante acertada la equiparación que realiza entre
la voluntad de los dos enfoques de promover la comprensión pública de la
imagen de ciencia que cada uno de ellos considera más apropiada. Sin
embargo, la segunda parte del argumento acerca de los recursos de los
sujetos para contestar críticamente -y no asumir como tal- la imagen más
difundida de la ciencia nos conduce de nuevo al comienzo de este apartado:
si Collins y Pinch tienden a estigmatizar al público en la misma medida que
el modelo deficitario, Locke tiende a idealizar su capacidad de respuesta.
Como se podrá observar a partir del capítulo 7, afirmar que los legos no
suscriben la imagen del conocimiento objetivo, riguroso, metódico, probado
Asimetrías e interacciones 55
La agenda teórica
Como quedó reflejado en las secciones previas, la emergencia del
enfoque etnográfico-contextual tuvo como consecuencia movilizar y
generalizar el debate disciplinar sobre las implicaciones más profundas del
objeto de estudio, discusión en cuyo despliegue los conceptos más básicos
pasaron de ser punto de partida a convertirse ellos mismos en problemas.
Asimetrías e interacciones 58
La agenda metodológica
39
Lo cual, por otra parte, es un debate de larga data en la metodología de investigación social
cuando se trata de la conveniencia de la triangulación entre métodos, y de la aportación de cada
uno de ellos al producto final.
Asimetrías e interacciones 62
renovador por omisión del aspecto clave que subyace y en buena medida
determina el tipo de diálogo, discusión y debate que puede establecerse
entre expertos y ciudadanos. Bajo los supuestos contextualistas, tampoco es
posible pensar una interacción efectiva entre ambas partes.
Desprendida de la connotación minusvalorativa que implica la referencia
a un déficit de parte del público, asumir como un supuesto -y no como
entidad problemática- la existencia de una asimetría epistémica objetiva
entre los agentes de la comprensión pública de la ciencia es un punto de
partida ineludible desde el cual reorientar los ejes de la investigación. El
reconocimiento de una desigualdad de base por lo que respecta a un cierto
tipo de conocimiento es una actitud realista, tan exenta de prejuicios
descalificadores como de pretensiones reivindicativas, sobre la cual creo
que es posible explorar nuevas vías de aproximación que permitan superar
el inmovilismo.
Entre ellas, algunas de las mencionadas como propuestas para la
renovación de la agenda disciplinar constituyen interrogantes claves para
comprender cómo se entablan esas relaciones entre unos agentes en
condiciones heterogéneas: cómo intervienen en el vínculo mediaciones tales
como la confianza en la autoridad de los expertos; cómo se construye su
credibilidad en tanto sujetos individuales o colectivos; sobre qué
fundamentos se establecen dichas mediaciones, y en qué circunstancias se
expanden, se retraen o se deniegan; cuál es el papel que cumplen las
prácticas de interfaz en esos procesos. Y también a la inversa: en qué
medida los miembros de la comunidad científica perciben la legitimidad de
sus interlocutores legos como agentes con los cuales tiene algún valor
dialogar y debatir sobre sus temas; o qué motivaciones modelan su
predisposición y actitudes de cara a la interacción con el público.
Una extensa serie de nuevos problemas relevantes se abre apenas
superados los límites de la discusión sobre si “déficit sí” o “déficit no”. La
propuesta que se desarrolla en las páginas siguientes se sitúa en la dirección
de ese desplazamiento.
CAPÍTULO 3
que se insertan permitió dar cuenta de los múltiples factores que intervienen
para darles forma, y que son irreductibles a la disposición de una serie de
conocimientos entre éstos. Consecuentemente, en la dimensión práctica no
se trata ya de alfabetizar unilateralmente a una de las partes -que no lo
necesita, pues está dotada de sus propios saberes y capacidades- sino de
promover un acercamiento basado en prácticas de diálogo e intercambio,
que atienda a las particularidades de las circunstancias en que éstos se
producen. Eso implica tomar en cuenta en uno y otro plano, el de la
investigación y el de las prácticas de interacción en sí mismas, la
complejidad de dimensiones que conforman el entorno de la situación; entre
las cuales los saberes, valores y motivaciones propios de los legos
desempeñan un papel determinante en su desarrollo.
Abordar las peculiaridades de la vinculación entre ciencia y sociedad en
términos de las interacciones que pueden producirse entre dos grupos de
actores competentes en sus correspondientes ámbitos, capaces de poner en
común saberes y experiencias que les son propios y que resultan pertinentes
para la discusión, ciertamente supone una diferencia cualitativa respecto a
hacerlo partiendo de presumir que uno de ellos carece de cualquier
fundamento para asumir un papel activo en la relación -por lo menos, hasta
tanto haber alcanzado un nivel de información y dominio conceptual que lo
habilite para eso. No obstante, al final del capítulo anterior quedó expuesta
una limitación del enfoque etnográfico-contextual que hace tambalear su
objetivo de comprender plenamente las condiciones que enmarcan los
vínculos entre científicos y públicos. Por reacción a la relevancia exclusiva
y excluyente atribuida al saber de una de las partes, en la nueva versión del
campo se erigió la necesidad de revalorizar la cultura y competencias
propias de los legos como elementos mediadores innegables de su relación
con el conocimiento científico; y eso es imprescindible para comprender las
circunstancias a partir de las cuales sus miembros se involucran en el
proceso. Pero lo que también resulta innegable es que si se trata de dar
cuenta cabal de cómo se configura el escenario en que se inscribe la
relación con los expertos, entonces no es posible omitir que una de sus
notas más salientes es la desigualdad objetiva en el tipo de conocimientos
del que disponen unos y otros, precisamente el conocimiento en torno del
cual se emprende el intercambio y respecto del que pretendidamente van a
confrontarse las respectivas posturas.
El enfoque etnográfico acierta al afirmar que el déficit cognitivo del
público no es el único determinante del vínculo con el discurso de la
Asimetrías e interacciones 69
ciencia; pero se engaña, retomando una vez más a S. Miller, al suponer que
ese déficit no existe, o bien que no juega ningún papel relevante en la
relación.
La contribución que comienza a perfilarse en estas páginas constituye
una visión heterodoxa de la comprensión pública de la ciencia que retoma,
entre otros, problemas e intereses provenientes de los programas vigentes
sin que eso signifique -o por lo menos intenta no serlo- una versión
edulcorada de ambos. En este sentido, mi aportación se construye sobre una
serie de premisas que en algún punto se acercan a las aproximaciones en
curso, pero al mismo tiempo se distancia de ellas en aspectos clave. Por una
parte, recupera la dirección contextualista que insiste en abordar las
relaciones entre ciencia y sociedad en términos de los diálogos -directos o
mediados- que se entablan entre expertos y públicos, pero afirmando que
éstos se establecen bajo las constricciones impuestas por la situación
desigual de ambos grupos en lo que respecta al conocimiento científico; una
dimensión que no es factible obviar del análisis a riesgo de omitir su nota
fundamental. A su vez, esa desigualdad es concebida de manera más radical
que la supuesta por la noción del déficit cognitivo: como se argumentará en
la siguiente sección, no sólo concierne al mayor o menor grado de
disposición de conocimiento sino a la naturaleza de su obtención y
justificación. Por tanto, no se reduce a la dimensión cuantitativa de lo que
saben unos e ignoran otros sino que involucra las diferencias cualitativas
que existen entre dos formas de acceso -uno de carácter autonómo y el otro,
vicario- a los contenidos de la ciencia.
Partiendo de esa base, el interés está orientado en una primera instancia a
desentrañar las derivaciones de dicha condición asimétrica sobre un aspecto
puntual de la relación entre los sujetos: el plano del diálogo epistémico, la
comunicación que gira alrededor del conocimiento científico, bien cuando
se la entabla en función de su distribución pública, bien cuando se trata de
discusiones que en algún punto lo involucran. En una segunda instancia, se
introducirá la idea de que a la señalada heterogeneidad epistémica entre los
agentes debe añadirse la heterogeneidad de una serie de representaciones
simbólicas que intervienen asimismo como condicionantes del vínculo. No
obstante, antes de avanzar en esa dirección es menester desarrollar con
precisión la primera parte del argumento.
En lo que sigue se describen y fundamentan dos dimensiones básicas de
mi propuesta para el estudio de la comprensión pública de la ciencia: en
primer lugar, que la asimetría cognitiva es constitutiva del diálogo entre
Asimetrías e interacciones 70
agentes y que es constitutiva del diálogo que puedan entablar. Como tal, no
puede ser obviada si se trata de dar cuenta de cómo se establece la
comunicación entre ambos, ni tampoco cuando se trata de diseñar y
gestionar las prácticas de vinculación que tiendan a disminuir la brecha que
los separa.
En este punto surge una serie de preguntas obvias: ¿no existe ya un
modelo que se asienta en el reconocimiento de una situación de carencia
entre los legos? ¿No se han diseñado y ensayado hasta el cansancio las
prácticas alfabetizadoras destinadas a superarla? ¿No ha sido
suficientemente criticado ese modelo teórico, tanto como inconducente se
reveló el tipo de intervenciones que genera? Finalmente, reafirmar que el
público se enfrenta a los expertos en una suerte de inferioridad de
condiciones, ¿no comporta un retroceso visible luego del camino recorrido
por el campo en los últimos años?
La respuesta a las tres primeras preguntas es, naturalmente, que sí, y de
hecho cada una de ellas fue analizada en profundidad en páginas previas; la
cuarta, por su parte, dependerá del logro o el fracaso con que culmine este
aporte y del juicio que reciba. Por lo pronto, si bien no es factible
determinar cuál sea esa dirección, sí lo es adelantar en qué sentido la idea
de asimetría epistémica se distancia de los supuestos del modelo deficitario.
Se trata de dos aspectos relacionados, que aluden respectivamente a la
naturaleza y profundidad de la brecha cognitiva y al modo en que se
concibe al público y el proceso de comprensión a partir de una y otra forma.
En la primera sección de este capítulo se recupera un planteamiento
formulado por P. Roqueplo en los albores del campo, tan penetrante como
incómodo para la visión tranquilizadora del problema por entonces en pleno
auge. A su juicio, el fracaso continuado de las estrategias de interfaz
dirigidas a “el reparto del saber” debe rastrearse en rasgos inherentes a la
propia ciencia, a la naturaleza de los conceptos y prácticas científicas, que
los hacen incomunicables hacia fuera de las comunidades especializadas e
inaprehensibles entre los legos. Por eso las prácticas alfabetizadoras, como
vía para dotar a los sujetos de un cierto grado de acceso y dominio sobre
ambos, no tienen más efecto que ofrecer un sucedáneo pobre y trivial de
entidades y procesos cuya densidad rebasa de manera insuperable los
límites de lo que efectivamente puede ser comunicado.
La afirmación de Roqueplo conduce aparentemente a un callejón sin
salida por lo que respecta a la circulación y distribución social del
conocimiento, pues presenta a la asimetría epistémica como un hecho en
Asimetrías e interacciones 72
“En este caso nos encontraríamos con la necesidad de un uso explícito de conceptos
deferenciales, conceptos cuya existencia está distribuida en red, conceptos que
solamente se pueden poseer en la medida en que se concede al conocimiento de los
otros una forma fuerte de autoridad y comprensión. Las varias contrapartes de la
discusión deberían conceder legítimamente que la conversación debe hacer uso de
tales conceptos, y que por consiguiente ha de llevarse a cabo bajo las constricciones
de una comprensión limitada, sin que por ello quede afectado el núcleo principal de
las intenciones comunicativas. Se trata de encontrar una forma de discusión que en
su propio desarrollo entrecruce el conocimiento experto con la discusión abierta de
los valores compartidos por todos, de un lado, en tanto que ciudadanos, de otro, en
tanto que una comunidad epistémica que es capaz de asumir colectivamente sus
proyectos y compromisos.” (ibíd.: 223)
meramente nominal del “Modelo de las Tres D”, el párrafo sugiere una
serie de intereses e interrogantes de gran relevancia en torno a los cuales
rearticular la agenda disciplinar; una articulación que, a su vez, integra en
un nuevo marco parte de las cuestiones señaladas en el capítulo anterior
como los desafíos a futuro de la investigación en CPC49. A partir de la
asimetría cognitiva, y no contra ella, ¿cómo se puede compartir el
conocimiento científico fuera de las comunidades especializadas? ¿En qué
consiste afirmar que la comprensión pública de la ciencia es, por lo que
respecta a sus contenidos conceptuales, una comprensión deferencial? ¿Qué
papel cumple en ese proceso de adquisición y uso deferencial de conceptos
la adscripción de autoridad epistémica a los expertos que refiere Broncano,
cómo intervienen en él aspectos como la confianza que se deposita en su
palabra o cuáles son los fundamentos sobre los cuales se construye la
credibilidad que la sustenta?
En este capítulo se desarrolla parte de ese núcleo de cuestiones. Tras una
primera sección en la que se recupera y profundiza el planteamiento de
Roqueplo acerca del carácter intransmisible de la ciencia, a continuación se
introduce la contribución de ciertas corrientes de la epistemología social
como marco general para la reformulación de los problemas de la
comprensión pública. Desde esta perspectiva se hará hincapié en la
interacción entre los agentes que hace posible que el conocimiento circule
de las comunidades especializadas hacia la sociedad, y en la actitud de
deferencia a la autoridad epistémica como el mecanismo que permite a los
legos acceder a sus contenidos bajo las condiciones que impone la
asimetría. Eso conducirá a examinar en la última sección la índole de los
conceptos deferenciales que obtienen por esa vía. Más adelante, en el
capítulo 4, se abordará una serie de interrogantes que surgen a partir de esta
elaboración, vinculados con la actitud que está en la base de todo el
proceso: la actitud de confianza requerida de los participantes de una
relación como la que se propone. Veremos entonces cómo se articula el
problema de la confianza epistémica con dos temas tradicionales del campo
de CPC, imprimiéndoles un sentido diferente: en primer lugar, con el tópico
del ejercicio del espíritu crítico de los miembros del público frente al
conocimiento científico; en segundo lugar, con la interpretación tradicional
que sostiene la necesidad de modificar los prejuicios sociales sobre la
ciencia para mejorar las actitudes de los sujetos respecto de ella.
49
Véase el apartado 2.4. “Las propuestas de renova ción de la agenda”
Asimetrías e interacciones 76
“[la inferioridad y dependencia epistémica de los legos puede considerarse aún más
radical pues] (1) no ha llevado adelante la investigación que provee de evidencia
para su creencia de que p, (2) no es competente, y posiblemente no llegue a serlo,
para llevar adelante esa investigación, (3) no está en condiciones de juzgar los
méritos de la evidencia aportada por la investigación de los expertos, (4) puede que
no esté en condiciones de comprender la evidencia y en qué medida sostiene la
creencia de que p.” (ibíd.: 338)
50
Una de esas clasificaciones es la que propone A. Goldman en la entrada Epistemología Social
de la Stanford Encyclopedia of Philosophy (ob.cit.), entre cuyas modalidades clásicas sitúa la
suya, centrada en detectar y evaluar las prácticas sociales que en diferentes escenarios tienden a
promover la creación y circulación de conocimiento verdadero -de ahí la apelación “veritista”
que le asigna-. En ese marco incluye también la aportación de P. Kitcher orientada hacia las
“prácticas de consenso” tanto colectivas como individuales que promueven la verdad; y en una
obra previa acercaba también en esta dirección a la epistemología de H. Longino, aunque no
estrictamente veritista sí justificacionista en la inspiración habermasiana. Por su parte, para
Goldman recaen en la categoría de anti-clásicas el programa fuerte de la sociología del
conocimiento científico, el constructivismo social en la línea de B. Latour y S. Woolgar y la
epistemología social política de S. Fuller. Pero a la vez el propio Kitcher diferencia su propuesta
“relativamente conservadora” frente a la constatación de la dependencia epistémica de los sujetos
individuales de la respuesta de Longino, a la que considera una aproximación más radical -en
sintonía, si no inspirada, con los estudios de historia y sociología de la ciencia-, que “sugiere una
concepción del conocimiento que rompe con la aproximación [de la epistemología] tradicional”
(ob.cit.: 675). Por su parte, el trabajo de Fuller acerca de cómo organizar la producción y
distribución del conocimiento en una sociedad democrática no sólo se construye críticamente
respecto de la epistemología tradicional y de la visión “geométrica”, analítica, de la
epistemología social de Goldman, sino también de la sociología de la ciencia y del
Asimetrías e interacciones 83
constructivismo; distancia que se hace explícita en su obra canónica Social Epistemology (1988)
como así también en la revista académica homónima que creó en 1987.
Asimetrías e interacciones 84
“Si A [el público] tiene buenas razones para creer que B [el científico] tiene buenas
razones para creer p [que la Tierra nuta] entonces A tiene buenas razones para creer
p.” (Hardwig, 1991: 697)
“Creo que esos casos nos enfrentan a elecciones básicas: podemos modificar
nuestras teorías epistemológicas, o podemos aferrarnos a ellas y negar la posibilidad
de que sean opciones de conocer, desde el momento en que no cumplen nuestros
requerimientos.” (1991: 696)
“el modo en que los intercambios sociales, la confianza en los otros, y estructuras
particulares como las de autoridad y deferencia se relacionan con una buena
fundamentación de las creencias.” (Kitcher, 1991: 675)
51
Véase el apartado 2.4 “Renovar la agenda”.
Asimetrías e interacciones 90
52
Las razones que pueden justificar esa decisión se desarrollarán en el siguiente capítulo.
Asimetrías e interacciones 91
mastery); esto es, respecto de los cuales tienen una comprensión limitada
o, en ciertos casos, puede que inexistente.
53
El pronombre refiere a “el discípulo”; del propio Michael no me atrevería a afirmar lo uno o lo
otro.
Asimetrías e interacciones 94
“La persona que cuasi-cree que p tiene, en su caja de creencias, una cierta
representación (la representación deferencial) que expresa la proposición de que p.
Si creer que p es tener en la propia caja de creencias una representación que
signifique p, entonces la persona que cuasi-cree que p cree p.” (ibíd.: 97)
61
Science Communication Conference 2007 (British Association for the Advancement of Science
y Royal Society, Londres, mayo de 2007). El intercambio aludido tuvo lugar durante el desarrollo
del grupo de trabajo Engaging to involve a partir de los documentos de discusión presentados por
R. Jackson, C. Davies, A. Dillon y S. Thomas en torno del tema How can public engagement
affect policy?
Asimetrías e interacciones 99
62
Esta caracterización resultaría satisfactoria para ciertas corrientes que asimilan la ciencia a
otros relatos doctrinarios, frente a los cuales los sujetos no disponen de más opciones que la
creencia ciega.
63
Dado que el debate reduccionismo/no reduccionismo ha sido objeto de diversas formulaciones,
cabe aclarar que la revisión que aquí se presenta retoma básicamente los argumentos vertidos por
A. Goldman (2006), J. Adler (2006) y J. Lackey (2006).
Asimetrías e interacciones 100
Tomadas en sentido estricto las dos posiciones han sido objeto de críticas
(ibíd.: passim 160 a 169), si bien para algunas interpretaciones no resultan
completamente irreconciliables o incompatibles. De hecho, planteamientos
como el de la propia Lackey tienden a desarrollar una visión “híbrida” o
“dualista” entre ambas, en la cual la justificación testimonial requiere
contribuciones epistémicas específicas tanto del hablante como del oyente
(ibíd.: 6 y 171). Entre esas perspectivas “equidistantes” de la oposición
entre reduccionismo y no reduccionismo, como las denominan Broncano y
Vega (2008), la contribución específica del testimonio al estatus de las
creencias adquiridas a partir de él aparece sopesada por la consideración de
evidencias y razones formadas a partir de otras fuentes, admitiendo que la
palabra del otro no es en todos los casos la única garantía de aceptabilidad.
Por lo que nos concierne, es necesario no perder de vista en qué sentido
esta discusión es pertinente para el problema de la comprensión pública de
Asimetrías e interacciones 102
64
Entre esos informantes pueden contarse tanto expertos como no expertos: en las discusiones
públicas sobre ciencia participan habitualmente diversos actores sociales, miembros de
instituciones, de grupos de presión, en función de las temáticas involucradas, el grado de
controversialidad de la cuestión, o su magnitud social, política, económica. Aunque las
derivaciones en este caso no sean las mismas, el párrafo inicial de B. Latour a Nunca hemos sido
modernos es muy significativo de la diversidad aludida. El problema en esta oportunidad no es el
de la multiplicidad de opiniones y puntos de vista que cada uno de esos actores puede aportar al
debate sobre una cuestión y cuál es su impacto sobre los receptores, sino aquellos casos en los
cuales dos o más expertos debidamente identificados como tales ofrecen sendos enunciados
proposicionales rivales acerca de un mismo objeto entre los cuales el público debe decidir. Dicho
de otro modo, no se trata de cuán aceptada o rechazada socialmente sea la palabra de Al Gore
sobre el cambio climático -aunque también podría considerarse que por boca de Gore habla un
equipo de expertos asesores-, sino del problema que enfrentan los legos frente a las siguientes
aseveraciones en conflicto: “yo extraigo en conclusión que no existe «cambio climático», por
cuanto que no se puede achacar al hombre lo que simplemente no es” (Sanz Donaire, J. J.,
Anales de Geografía de la Universidad Complutense, Vol. extraordinario 2002, 443-457;
disponible en http://revistas.ucm.es/ghi/02119803/articulos/AGUC0202220443A.PDF) y “un
cambio discernible de influencia humana sobre el clima global ya se puede detectar entre las
muchas variables naturales del clima” (afirmación vertida por los expertos del IPCC, Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático, disponible en http://www.ipcc.ch/)
Asimetrías e interacciones 106
65
En este sentido adquiere pleno valor la opinión de S. Shapin incluida en el apartado 2.1, acerca
de la necesidad de promover entre los receptores una imagen de ciencia que contemple ese tipo
de situaciones a fin de evitar este tipo de resquemores infundados que genera su
desconocimiento.
Asimetrías e interacciones 107
todos los mecanismos propuestos por Goldman, y aún algunos otros que no
figuran entre ellos.
66
Aunque sin aclarar demasiado -como observaban Thomas y Durant- qué es en concreto aquello
que los ciudadanos están en condiciones de examinar críticamente y aprobar o no de la ciencia: si
se trata de sus prácticas, de los principios sobre los que se funda, del contenido de los enunciados
que produce, o de la fijación de sus objetivos y prioridades de investigación, entre otros aspectos.
Véase apartado 1.2.1 “Orígenes y consolidación del modelo”.
Asimetrías e interacciones 116
REPRESENTACIONES SOCIALES Y
COMPRENSIÓN PÚBLICA DE LA CIENCIA
73
Entre los antecedentes de la teoría se señalan habitualmente un conjunto de aportaciones
procedentes de la sociología, la antropología y la psicología de fines del siglo XIX y comienzos
del XX. Entre ellos, la etnopsicología de W. Wundt, el interaccionismo simbólico de H. Mead y
H. Blumer, el constructivismo mental de J. Piaget, la antropología de L. Levy-Bruhl. Muy
cercana a la temática de Moscovici se sitúa la elaboración contemporánea de P. Berger y T.
Luckmann sobre los orígenes del sentido común y la estructuración social de la realidad. Sin
embargo, los antecedentes más directos -los que Moscovici se encarga de destacar y respecto de
los cuales enfatiza sus diferencias- deben rastrearse en los estudios de E. Durkheim acerca de la
conciencia y las representaciones colectivas. Muy someramente, Durkheim distingue las
representaciones individuales de las colectivas, siendo éstas conceptos, categorías abstractas que
se producen grupalmente, son irreductibles a las primeras y forman la conciencia colectiva sobre
la cual una sociedad mantiene su unidad. Las representaciones colectivas constituyen una fuerza
coactiva poderosa que se manifiesta, entre otros, en los mitos, la religión, las creencias.
Moscovici afirma que la diferencia fundamental con el antecedente sociológico radica en que la
Psicología Social atiende tanto a la estructura como a la dinámica de las representaciones, a sus
mecanismos de generación y transformación, frente al carácter fijo o estático que presentan en el
modelo durkheimiano. En este sentido, sostiene, las representaciones deben ser consideradas de
partida como un “fenómeno” a analizar y no como un “concepto” irreductible a otros
(Moscovici, 2000: 30).
Asimetrías e interacciones 122
74
Una exposición detallada y crítica de las discusiones en el seno de la psicología social entre los
programas de las RS y de la cognición social, puede encontrarse en Moscovici, 1982;
Jovchelovitch, 2001; Kruglanski, 2001.
Asimetrías e interacciones 124
75
De más está decir que, cuando ello ocurre, nunca es producto de un caso no tipificable, o aún
de una acumulación de ellos, sino de un proceso que afecta al propio núcleo duro de la
representación -esto quedará más claro en el siguiente apartado, cuando se mencionen las
características estructurales de las RS-, y sólo puede advertirse mediante un análisis diacrónico
de su evolución en el marco de la evolución del propio grupo que la sustenta, y del contexto
social amplio en el que éste se inserta.
76
La expresión de Maxwell se refiere al modo en que un hecho altamente improbable como la
acción a distancia entre dos cuerpos -aludiendo a la fuerza de gravitación universal- se convirtió
en el lapso de un siglo en algo común e incuestionable. (Cit. en Ligthman, A., 1995)
Asimetrías e interacciones 129
77
Ambas características de la función objetivadora -la materialización de objetos abstractos por
remisión a objetos de la experiencia y el carácter contextual del proceso- podrán advertirse
claramente en el Capítulo 8. Allí se describe la representación social del objeto “ciencia” entre
los miembros del público, y la materialización de su contenido abstracto o lejano en los
artefactos tecnológicos que conforman el entorno cotidiano más inmediato. Asimismo, se podrá
advertir cómo la selección de objetos tecnológicos que hacen presente a la ciencia está
supeditada a las experiencias que los miembros de diferentes grupos mantienen con diferentes
tipos de tecnologías. Por caso, mientras la ciencia “es” o “está” en las nuevas tecnologías de la
comunicación para los grupos de jóvenes y adultos jóvenes que experimentan continuamente con
ellas, para los adultos mayores la objetivación del conocimiento científico se encuentra en todo
tipo de prótesis físicas -gafas, muelas postizas, marcapasos cardíacos- con los cuales no sólo
Asimetrías e interacciones 130
conviven sino que forman parte de su propio cuerpo. En este sentido, las circunstancias del grupo
marcan la dirección de la función objetivadora y, simétricamente, también es posible identificar
rasgos de la identidad del grupo mediante el tipo imágenes que conforman sus representacion.
Por decirlo de algún modo, “por su objetivación los conocerás”.
78
Su argumento proviene del estudio sobre el psicoanálisis y señala cómo ciertos elementos de la
teoría son objetivados en la representación de sentido común -la imagen de lo conciente
aplastando desde arriba a lo subconsciente, presión mediante la cual emergen los complejos-,
pero que eso no ocurre con otros, por ejemplo la libido o la sexualidad, a pesar de que ambos
conceptos cumplen un papel central en la teoría y, podría preverse, están fuertemente
impregnados de visualidad.
Asimetrías e interacciones 131
80
En su interpretación de los datos del estudio de Moscovici sobre el psicoanálisis, Herzlich
concluye que si bien todos los miembros de profesiones liberales que participaron de la encuesta
compartían contenidos informacionales básicos, sus campos de representación variaban según
sus adhesiones políticas fueran de izquierda, centro o derecha, pues organizaban de modo
diferente la relación entre psicoanálisis, problemas sociales y acción política (Herzlich, ob.cit.)
Asimetrías e interacciones 133
por más que su nivel de conocimientos sobre una cuestión relevante sea
escaso, el sujeto se siente compelido a adoptar una posición y ejercerla.81
Cuanto más prominente sea un aspecto dado de la realidad -como es
indudablemente el caso de la ciencia en la sociedad contemporánea- el
individuo carga sobre sí una suerte de mandato social por el cual se ve
implícitamente forzado a manifestar una posición, aún cuando la misma no
implique un conocimiento demasiado sólido o exhaustivo sobre el tema. La
presión a la inferencia y la precedencia de las actitudes hacia el objeto
representado respecto del contenido informacional permitiría explicar las
sucesivas refutaciones empíricas de la hipótesis de asociación lineal entre
conocimientos y actitudes sostenida por el programa deficitario. Y al mismo
tiempo conduce a desestimar por una nueva vía el valor práctico de las
iniciativas alfabetizadoras: no tendría mayor sentido procurar formar
actitudes en el público mediante la inyección de información cuando, al
parecer, actitudes e información discurren por caminos no siempre ni
necesariamente coincidentes.
La noción de campo de representación como un conjunto ordenado de
elementos es retomada por J-C Abric (1993, 2001) y un grupo de
investigadores para elaborar su propia versión de la organización estructural
de los contenidos de las RS82. En su enfoque, éstos se articulan en dos
planos: un núcleo central (central core, structuring core) y un sistema
periférico. El núcleo está compuesto por unos pocos elementos
jerarquizados de manera particular que dotan a la representación de su
significado más fuerte y expresa su componente de estabilidad: las
significaciones nucleares son resistentes al cambio no por convención, sino
por la persistencia y extensión de las imágenes producto de la objetivación.
81
De todos modos, la relación entre representaciones y actitud así propuesta es actualmente
motivo de discusión. Por ejemplo un estudio de Tafani (2001) sobre la imagen que ciertos grupos
mantienen respecto de sí mismos, concluyó que las actitudes sí dependen del contenido de las
representaciones, están determinadas por ellos, y no a la inversa: un cambio en los contenidos
sustantivos de una RS produce un cambio de actitud respecto del objeto representado; pero un
cambio en la actitud no modifica sustancialmente a aquellos –lo que se define a continuación
como el núcleo central de la representación- sino que afecta a los contenidos secundarios.
82
La hipótesis de la estructuración en dos planos de las RS fue propuesta inicialmente por J-C
Abric y desarrollada, operacionalizada y contrastada experimentalmente por el grupo Midi
(Universidades de Aix-en-Provence y de Montpellier, Francia). Entre otras contribuciones
teóricas y metodológicas al análisis estructural de las RS destacan las de C. Flament, P. Vergés o
Ch. Guimelli. En particular la técnica propuesta por Vergés para la determinación del carácter
central o periférico de un componente es la que se ha empleado para el análisis de los propios
datos empíricos que se presentan en la segunda parte de esta trabajo. Las implicaciones
metodológicas de la hipótesis del núcleo central se detallan en el Anexo 1.
Asimetrías e interacciones 134
83
He optado por mantener en este caso la expresión en lengua inglesa para preservar el juego de
palabras que establece entre ciencia y sentido común, que se pierde en la traducción al español.
La afirmación completa es: Science was formerly based on common sense and made common
sense less common; but now common sense is science made common (Moscovici, 2000: 41).
Asimetrías e interacciones 137
84
Véase capítulo 1, apartado 1.3. “La tranquilidad y la desazón que provoca el déficit.”
Asimetrías e interacciones 138
85
Actualmente los estudios que emplean el concepto de RS abarcan objetos tan dispares como la
imagen empresarial, los vikingos, los derechos humanos, las identificaciones raciales, la comida,
el género, el acoso sexual laboral, la maternidad y la paternidad, la donación de órganos, el
envejecimiento humano, enfermedades varias, los recursos hídricos, las profesiones, y así cabría
Asimetrías e interacciones 140
87
Aún cuando Gaskell, en publicaciones individuales, se remita a este marco en sus estudios
sobre representaciones de la biotecnología y haya realizado contribuciones teóricas y
metodológicas al campo.
88
En el Anexo I “Diseño metodológico” se desarrolla con mayor extensión la confrontación
entre métodos cuantitativos y cualitativos de investigación en el ámbito de la TRS. De hecho, la
teoría no prescribe una aproximación en particular sino que existe una suerte de consenso en el
campo de que admite ambas formas de acceso a la información y análisis de datos. No obstante,
Asimetrías e interacciones 142
mi postura en este sentido es más cercana a la expresada por R. Farr acerca de un mejor ajuste
entre teoría, objeto y métodos cualitativos de investigación.
Asimetrías e interacciones 143
ciencia que abrevan en el marco teórico de las RS. Entre esos estudios
pueden distinguirse dos vertientes: por una parte, los que se enfocan en los
contenidos de la comunicación de masas como mecanismos privilegiados
en la generación y puesta en circulación de las representaciones públicas;
por otra, aquellos que indagan directamente en las representaciones de los
individuos.
Entre los primeros, Liakopoulos (2002) analiza en un enfoque diacrónico
las representaciones sobre biotecnología en la prensa gráfica británica a
través de las metáforas predominantes en su elaboración, con el objetivo de
captar su evolución durante las últimas tres décadas del siglo pasado.
Asociada en los años 70 con metáforas fuertemente negativas -miedo,
desnaturalización, deshumanización, científicos locos-, la situación se
modifica diez años más tarde a medida que ganan terreno y se imponen las
imágenes que vinculan a la biotecnología con promesas de un futuro mejor:
su impacto sobre el progreso, la economía y la posibilidad de generar
nuevos productos van reemplazando progresivamente a las anteriores e
invierten sus connotaciones negativas. Como refleja el título del artículo, en
ese lapso la representación mediática de la biotecnología pasa sin solución
de continuidad de la imagen de “caja de Pandora” a la de “panacea”. Ya en
los 90, las figuras empleadas apuntan a facilitar y promover la
popularización de conceptos biotecnológicos asociándolos con otros
propios de ciencias más reconocidas. Y entre ellas se detecta una estabilidad
entre imágenes positivas y negativas: la carga valorativa y las apelaciones
emotivas disminuyen significativamente en relación con los períodos
anteriores, en lo que Liakopoulos considera un cambio en la comunicación
hacia objetivos de carácter más divulgativo que de formación de opinión
(ibíd.: 30).
Un procedimiento similar aplican Christidou, Dimopoulos y Koulaidis a
la prensa griega, eligiendo también a las metáforas como recurso de las
representaciones generadas por la comunicación de masas (2004). Su
estudio analiza la cobertura de las Ciencias del Espacio y Astronomía,
Genética y Biotecnología, Ciencias Naturales (Física, Química, Geología y
Meteorología) e Ingeniería e Informática, en periódicos y revistas de
divulgación populares, si bien el interés en su caso estuvo centrado en el
contenido de las imágenes vigentes y estables más que en su evolución
histórica. Las metáforas detectadas fueron clasificadas en dos órdenes:
aquellas que apuntaban a la naturaleza de cada una de esas disciplinas -en
qué consisten-, o a su evolución -cómo cambian-. El análisis mostró que las
Asimetrías e interacciones 145
imágenes del primer tipo podían ser agrupadas en cuatro grandes categorías,
según representaran a las disciplinas, a la ciencia y la tecnología, en sentido
general como: a) una actividad que extiende las fronteras del conocimiento
y, mediante ello, las posibilidades de dominio de la especie humana; b) una
empresa dupla, con valores de promesa y/o espanto; c) un proceso que
trasciende los límites del orden natural; y d) un constructo cuya elaboración
requiere inspiración, originalidad, imaginación, creatividad, competencias
artesanales y artísticas. Así ordenadas por su predominancia en las
representaciones de la ciencia y la tecnología en un sentido genérico, estas
categorías sin embargo se asociaron de diferentes modos con cada una de
las disciplinas analizadas sin que fuera posible detectar coincidencia alguna
con el patrón anterior (ibíd.: 355-356). Por lo que respecta a la imagen del
cambio científico y tecnológico, la conclusión es que la prensa griega lo
asocia de manera preeminente con procesos bruscos y repentinos, que
originan discontinuidades, “revoluciones”, “explosiones” o similares; y esta
forma de representar la evolución del conocimiento se reproduce también
en lo que respecta a cada una de las disciplinas. (ibíd.: 357).
En tanto esta vertiente enfatiza el papel de las instancias de interfaz en la
construcción y diseminación de las representaciones, otra perspectiva las
aborda desde el punto de vista del público que las sostiene -sin descartar el
análisis de los medios como una de sus fuentes-. Es el caso, por ejemplo,
del estudio de W. Wagner y N. Kronberger (ob.cit.) sobre la representación
de los alimentos genéticamente modificados en el imaginario popular, que
compara las actitudes hacia la biotecnología observadas en 1996 entre la
población austríaca con datos producto de los Eurobarómetros especiales
sobre el mismo tema. La elección del período no es arbitraria sino que
corresponde al momento en que la disciplina comienza a adquirir relevancia
y trascendencia pública en ese contexto y, por tanto, ciudadanos, medios de
comunicación y actores políticos se ven en la necesidad de generar los
mecanismos simbólicos necesarios para hacerle frente:
91
Manifestación vertida por un miembro de la agrupación “Asamblea Ambiental”, que lideró la
participación de los grupos de ciudadanos argentinos en la controversia con Uruguay por la
Asimetrías e interacciones 152
instalación de plantas de celulosa potencialmente contaminantes del curso del río que comparten
ambas naciones (Fuente: Diario Clarín, marzo ’06)
CAPÍTULO 6
ASIMETRÍAS E INTERACCIONES
92
En ocasión de un encuentro de especialistas, un participantes valoraba especialmente la
intervención de otro debido a que “por fin alguien sitúa el verdadero problema, que no es
meramente cultural sino político” poniendo énfasis en los términos destacados, como si un mero
análisis de los aspectos culturales de la comprensión pública de la ciencia fuera excluyente de los
aspectos efectivamente relevantes de la cuestión. O, peor aún, como si el orden de lo cultural no
estuviera él mismo atravesado por el orden de lo político. (La expresión fue vertida en el
transcurso del debate subsiguiente a un panel sobre Cultura Científica en el marco del Simposio
Pensar la Ciencia en Español, FECyT e IFS-CSIC, Madrid, 2007)
Asimetrías e interacciones 158
vínculo, el desarrollo más o menos favorable que puede adoptar a los fines
de ese objetivo, pues influye en términos generales sobre las actitudes con
que unos y otros se predisponen o involucran en él. Más específicamente,
porque impacta sobre un núcleo de actitudes vinculadas con la percepción
de cuestiones clave como el propio sentido de “lo científico”, o la imagen
de sí y del otro como agentes legitimados o no para interactuar, con las
cualidades que se atribuyen y las mutuas expectativas que se generan.
Ambas formas de heterogeneidad constituyen las condiciones iniciales
que enmarcan las prácticas de diálogo, discusión y debate entre científicos y
públicos legos promovidas por el “Modelo de las Tres D”, de ahí que
precisar el alcance de una y otra y cómo se relacionan entre sí resulte
fundamental para comprender su desarrollo.
En capítulos previos se introdujeron dos enfoques conceptuales que
permiten situar los interrogantes de la comprensión pública de la ciencia
dentro de ese marco: las corrientes de la epistemología social para abordar
las particularidades del intercambio epistémico en condiciones de asimetría
cognitiva, y las herramientas que proporciona la TRS para interpretar de
qué manera intervienen los supuestos de orden simbólico como guías de la
interacción. Si bien hasta el momento el énfasis estuvo puesto en
caracterizar a grandes rasgos cómo se percibe desde cada uno de esos
proyectos teóricos la relación entre los actores principales, no es novedad
que en su forma más frecuente el diálogo entre científicos y públicos no es
directo sino mediado por una instancia de interfaz. Más allá de ocasiones
concretas y limitadas de contacto personal, la forma más habitual que
adopta el vínculo implica la participación activa de un tercero cuyo papel es
imprescindible para su establecimiento y factor fundamental de su
continuidad y resultados. Como mínimo desde el Informe Bodmer, en el
campo de CPC se admite que el rol del mediador adquiere relevancia propia
en la interacción entre ciencia y sociedad, razón por la cual es menester
reconocerle entidad como agente pleno en el proceso y especificar
suficientemente su participación como tal93. Eso se observará con mayor
93
Eso no significa restar valor al objetivo de generar mecanismos de interacción más directos,
pero sí sostener una idea menos simplista del modo en que se entablan actualmente los diálogos y
las discusiones entre los actores sociales, como si las únicas instancias genuinas fueran aquellas
que los reúnen en una interacción cara a cara. Años de investigación del proceso de
comunicación mediado, sobre los cuales no voy a abundar, han dado por tierra con las objeciones
a su pretendido carácter no-dialógico, unilineal, a la supuesta falta de retroalimentación que
implicaría o a la idea del mediador y del receptor como agentes pasivos y sin iniciativa propia en
el intercambio. Suponer que las únicas alternativas legítimas de contacto entre expertos y
Asimetrías e interacciones 159
ciudadanos son aquellas de diálogo stricto sensu, que implican contacto interpersonal directo y
feedback inmediato, no sólo trasluce una visión restringida en lo conceptual sino que al mismo
tiempo descalificaría el grueso de las instancias de comunicación vigentes, respecto de las cuales
-hasta el momento- las oportunidades para el diálogo no mediado resultan comparativamente
irrelevantes.
Asimetrías e interacciones 160
94
Naturalmente que eso no excluye que esos interrogantes también resulten de interés para el
campo de CPC.
Asimetrías e interacciones 161
aunque con seguridad pueden derivarse de ellos muchos más que los que
podré abarcar en esta oportunidad.
Un grado de complejidad se añade al reconocer que todos esos procesos
y mecanismos no se desarrollan en el vacío. En reiteradas oportunidades a
lo largo de estas páginas he argumentado que las interacciones entre los
agentes se producen bajo ciertas condiciones que demandan un espacio
central en el análisis; de hecho una de ellas, la asimetría cognitiva, es la que
exige la modificación sustantiva en la formulación de los problemas del
campo. En este apartado he tratado la cuestión cómo pensar la relación
tomándola como un supuesto objetivo e inevitable de la dependencia
epistémica de unos agentes respecto de otros. En lo que sigue se profundiza
en esa dirección y se incorpora la segunda fuente de asimetría,
representacional o simbólica, que interviene de manera decisiva en el
proceso.
95
Estas afirmaciones fueron obtenidas durante los grupos de discusión focal desarrollados en el
transcurso de la investigación que se describe en la última sección de este capítulo, y cuyas
especificaciones constan en el Anexo I “Diseño metodológico”.
Asimetrías e interacciones 167
96
Más detalles sobre éstos y otros aspectos generales y técnicos del diseño metodológico se
encuentran en el Anexo I.
Asimetrías e interacciones 179
97
Public Understanding of Science. Science Communication. Science, Technology and Human
Values. Bulletin of Science, Technology and Society. Social Studies of Science. Science,
Technology and Society. Communication Research
Asimetrías e interacciones 182
98
En este punto, Lévy-Leblond hace una sugerencia interesante: aplicar a los expertos los
mismos cuestionarios de medición de cultura científica que se “infligen” a los ciudadanos
(ob.cit.: 17)
Asimetrías e interacciones 183
99
Ese cambio aparece claramente sistematizado y fundamentado en la obra del filósofo G.
Bachelard, quien considera al saber cotidiano como uno de los principales obstáculos
epistemológicos que es menester superar para acceder al verdadero conocimiento de la realidad
mediante el desarrollo del espíritu científico. En la elaboración de Bachelard, la doxa es
precisamente lo opuesto a la epistêmê: lo que limita o afecta la capacidad de los individuos para
conocer genuinamente, porque la opinión “piensa mal” o, directamente, “no piensa”. Por esa
razón no es suficiente con rectificarla o mantenerla como un tipo de conocimiento vulgar,
provisorio sino que, para Bachelard, “ante todo es necesario destruirla” (1994: 15-16)
100
Tal como deja entrever algo tan habitual y extendido como el uso del término lego -profano,
laico, no iniciado- para referir a los miembros del público, una analogía que ya había
desarrollado P. Roqueplo (ob.cit). Actualmente, como he señalado en el capítulo 2, en los
ámbitos críticos del campo el vocablo se considera una rémora poco aceptable de la influencia
del programa del déficit.
Asimetrías e interacciones 185
101
De ese modo comienza a aparecer con fuerza otro de los aspectos centrales de nuestro
enfoque, el de cómo se articulan las mutuas representaciones de los agentes, que será abordado
con mayor detalle en el capítulo 9.
Asimetrías e interacciones 187
102
Las intervenciones de los miembros del público, científicos y periodistas vertidas
respectivamente durante el transcurso de los grupos de discusión focal y las entrevistas se
incorporarán al texto de dos maneras. En ocasiones aparecerán en el contexto de un párrafo
integradas en el argumento que en él se desarrolla, entrecomilladas y sin identificación
específica. Cuando las aportaciones merecen ser destacadas de manera independiente serán
referidas del siguiente modo: a) Para el público, mediante el número asignado al grupo en primer
lugar y, a continuación, el número asignado al sujeto dentro de ese grupo; por ejemplo, la
notación (2-4) significa que la intervención fue extraída del grupo focal nº 2, y corresponde al
participante nº 4. El número de grupo permite obtener información acerca de la composición de
género, edad y nivel educativo del grupo detalladas en el Anexo I “Diseño Metodológico”. b)
Las manifestaciones de los científicos irán encabezadas por la letra C y el número que identifica
al individuo en la muestra (C-3). c) Las intervenciones de los periodistas científicos se referirán
con las letras PC y el número que identifica al individuo en la muestra (PC-10). Se ha procurado
no modificar sustancialmente los usos del lenguaje y construcciones sintácticas de las
proferencias originales de los sujetos, salvo cuando era necesario por cuestiones de coherencia y
legibilidad. Se notará particularmente el uso del voseo propio del español hablado en Argentina,
Asimetrías e interacciones 188
- [el científico ideal] Está más allá del mundo, de lo mundano (...) Está a otro
nivel. (1-5)
- A esa persona [científico] la tenés que poner allá arriba por lo que hace. (7-3)
de donde provienen los casos muestrales; cuando se utilice un localismo que resulta significativo
en el discurso del hablante, su sentido será debidamente aclarado. En el Anexo 1 se incluyen, a
modo de ejemplos, el contenido de las desgrabaciones textuales correspondientes a una sesión de
discusión focal, una entrevista con un científico y una con un periodista.
103
Me refiero a los ítemes 10 y 11 de la Primera Encuesta de Percepción Social de Ciencia y
Tecnología en España, cuya interpretación de la información consigna: “La relación entre el
atributo positivo y el negativo proporciona resultados algo más contradictorios cuando
intentamos medir las dimensiones de proximidad o lejanía: si bien un 50% de los españoles
encuestados consideran que la Ciencia es algo Próximo, un 41% la percibe como algo Lejano.
(...) La Ciencia aparece sin embargo como un ámbito Frío para el 48% de los entrevistados,
frente al 29% que la ven como algo Cálido.” (Fecyt, 2002: 81, el destacado es personal). Cabe
Asimetrías e interacciones 189
- en principio no tengo mucho para decir, porque no tengo contacto con los
científicos. (4-4)
- yo no estoy preparada, no tengo suficiente conocimiento para decir algo
elaborado (6-2)
- Yo tampoco puedo hablar mucho, creo que de ciencia no podemos decir algo
así... más fundamentado (8-3)
- A mí lo que me apasiona de la ciencia es poder captar otros códigos, otros
lenguajes que uno ve tan alejados... pero cuando tratás de entenderlo resulta que
no son tanto. (4-1)
- aunque no sea así, uno lo relaciona con cosas que estarían completamente
separadas de la realidad. Ese mito me parece que colabora para alejar a la
ciencia de la masa (1-5).
- La educación básica limita la idea de la ciencia: es más, te diría que es lo que de
entrada nos aparta de la ciencia, porque eso de la transgresión nadie te lo
muestra, al contrario. (1-7)
- Lo que pasa es que es un rama de la realidad... que no está abordado en los
medios, por ejemplo como otros recortes, lo político, lo económico. Uno no se
entera de la ciencia con la misma facilidad y eso hace que se sienta como algo
extraño, y muy lejos (4-4)
Asimetrías e interacciones 191
- Yo soy adicta a la tecnología. (...) Pero a la ciencia como tal, como un elemento
abstracto, no lo asocio con todas esas cosas: para mí es el conocimiento
abstracto, y está separada de mí y de todos, creo. (5-3)
- esto [señala el reproductor de mp3] es tecnología. Pero ¿de dónde salió? Hubo
gente que estudió hasta que sacó esto, y ahora lo van perfeccionando: esto, en
definitiva, es la ciencia (1-3).
- es lo que nos toca cada día: las cosas que usamos, todo lo que hacés. Abrís la
heladera y te encontrás con comida científica; si te ponés a pensar, cuando usás
preservativos estás usando ciencia. (1-7)
- Sí, él tiene razón, todo lo que consumimos son productos hechos
científicamente, todo es artificial. (1-4)
104
Véase capítulo 5, apartado 5.2.2 “Representaciones sociales: funciones y estructura”.
Asimetrías e interacciones 193
- Todos tenemos contacto con la ciencia [porque] quien más, quien menos, todos
usamos una computadora en algún momento. (5-2)
Handlin, 1980; Blanco e Iranzo, 2000; Torres Albero, 2005a y 2005b). Asumiendo la existencia
de la ambivalencia, en el siguiente capítulo desarrollaré un acercamiento al problema basado en
la hipótesis de la doble estructuración de las representaciones sociales -en componentes centrales
y periféricos-como fuente que permite explicar la ambivalencia psicológica desde una
perspectiva diferente a la de la incoherencia o inconsistencia de las actitudes.
Asimetrías e interacciones 195
- Hoy ves que chicos de 12 años saben mucho más de computadoras que una, y
eso te hace sentir que si no sabés de los avances de la ciencia en poco tiempo
quedás obsoleta. Los chicos saben tanto que, cuando empiecen a trabajar,
cualquiera puede quedarse fuera (7-1).
Y los adultos mayores, más allá de sus afinidades forzosas con prótesis o
marcapasos, dentro o fuera del mundo tecnificado en general:
- [Nosotros] tenemos que entrar a este mundo, porque si no nos vamos a quedar...
En los años que tenemos por delante nos vamos a quedar en cierta medida muy
aislados, porque ahora todo tiene que ver con la ciencia. (3-4).
107
Frente a ello cabría identificar previamente dos posibles sesgos en las respuestas: uno de
carácter general, y otro producto de la selección de los informantes. El primero, ampliamente
estudiado en el campo de la metodología de la investigación social, consiste en la propensión del
entrevistado a generar respuestas acordes con lo que supone es una “buena respuesta”, con lo que
cree que el entrevistador espera de él. En las investigaciones mediante encuesta se procura
detectar y neutralizar su incidencia con la inclusión de preguntas de control cruzadas. En la
investigación mediante entrevistas en profundidad, donde el sujeto va realizando la
estructuración subjetiva del tema en el transcurso del diálogo, resulta más difícil que el sesgo
pueda mantenerse uniforme a lo largo de todo el discurso; de allí que para detectarlo se deba
atender al contenido de sus respuestas como una totalidad (Pérez Serrano, 1998), lo cual exige
evidentemente extremar la rigurosidad en la lectura de la información. El segundo sesgo se
debería al modo en que se seleccionaron las unidades muestrales: dado que en las invitaciones
remitidas constaba explícitamente el objeto de la investigación, puede pensarse que los sujetos
que respondieron favorablemente tendrían algún tipo de interés o predisposición hacia el tema
que motivó su participación.
Asimetrías e interacciones 197
108
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, dependiente del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Rep. Argentina.
Asimetrías e interacciones 198
109
Esto no significa que tengan noticias de la existencia del campo de CPC ni, en general, de los
estudios y debates sobre cultura científica y similares. Eso quedó claro por el tipo de comentarios
entre sorprendidos y elogiosos que formulaban cuando se les explicaba el sentido de la
investigación de la cual formarían parte, como si se tratara de un objeto completamente novedoso
y relevante. Asimismo, salvo un caso que lo refirió de manera vaga, los científicos consultados
tampoco están interiorizados de la realización ni de los resultados de las encuestas de percepción
pública de la ciencia.
Asimetrías e interacciones 199
- uno de los motivos es la manera en que se enseña la ciencia en las escuelas, ahí
hay una falencia terrible. (C-8)
- El ciudadano no puede discernir, entonces lo más importante es el nexo entre él
y el científico, y ahí entra la tarea de los medios. (C-11)
Sin embargo, no todos los consultados creen que esas falencias sean
reversibles aun con la implementación de mejoras educativas y
comunicacionales. En este punto, la percepción se aparta del optimismo de
las recetas previstas para el déficit por el enfoque clásico, lo cual es
comprensible: estos sujetos forman parte de la complejidad de las prácticas
de producción de conocimiento y desde esa posición intuyen que el
problema no admite soluciones esquemáticas como las que supone la
hipótesis lineal, ni a nivel de la transmisión de conocimientos, ni a nivel
actitudinal. Se cuelan insistentemente en el discurso los calificativos de
“insuperable”, “insalvable” y la ya reiterativa imagen de la barrera difícil de
atravesar; actitudes personales de “no sé cómo pelear contra eso”; o dudas
profundas a nivel de “no sé si será posible alguna vez encontrar un
acercamiento, no sé si podremos darle una solución”. Hay asimismo
matices gestuales, corporales, emocionales, difícilmente transmisibles que
trasuntan el pesimismo de los informantes: es imposible reflejar en la
transcripción la frecuencia con que una geóloga se tomaba la cabeza entre
las manos al hablar, el frío desencanto del tono de voz de un químico, o la
vehemencia con que una paleontóloga se preguntaba si sería necesario ir a
la plaza principal a contar y explicar sus descubrimientos más recientes
“todo para que la gente no nos desconozca, no nos desvalorice...”. En otras
intervenciones, sin embargo, la fuerza del discurso resulta de por sí
contundente:
- más que separación, que parece algo intencionado, yo creo que es peor: es...
ignorancia. No sé cómo expresarlo, no es desinterés, tiene que haber una palabra
mejor. En realidad, la ciencia no existe para la gente, no pasa de ser un
condimento más del espectáculo cotidiano. (…) No tiene un rol social, nada. Es
peor que si pensaran que es algo malo: por lo menos ahí pensarían algo... Es que
directamente no existe la figura social de la ciencia. Qué pesimista, ¿no? (C-3)
- a la hora de la verdad, del político por ejemplo... no sé... si uno pudiera explorar
su fuero íntimo no sé si decir que valoran en algo a la ciencia... Y si la gente no
nos apoya... no sé, va a ser difícil poder revertir esa situación en el Estado. (C-4)
- Y como ellos no pueden ver el valor de la ciencia... digamos... el valor del
conocimiento en la sociedad... Y la prueba está en que a la gran mayoría ni se le
cruza por la cabeza la idea de que por la ciencia pasa el futuro del país. Eso
obviamente hace que los gobernantes, que son hijos de... ¡de la opinión pública!,
nunca le van a dar nada a la ciencia. (C-3)
110
Véase capítulo 1, apartado 1.3. “La tranquilidad y la desazón que provoca el déficit”.
Asimetrías e interacciones 201
atravesada por lo que piensa que sostienen los demás. Los científicos, desde
esta perspectiva, creen que los legos creen de ellos que son:
- ratas de laboratorio; una cosa rara que no se entiende de qué se trata (C-1);
- alguien a quien le pagan para que hagan lo que ellos quieren, leyendo cosas todo
el día frente a la computadora, navegando por Internet (C-3)
- bichos raros que vivimos fuera de la sociedad (C-6);
- unos que hacen cosas difíciles, para qué te voy a escuchar si no voy a entender
nada... (C-10)
- esos locos que están con cosas raras y trabajan cuando quieren (…) unos que
tienen la suerte de trabajar en casa (…) no sé, creo que nos ven como algo así
como Indiana Jones (C-11).
El problema no es sólo qué tan ajustadas sean esas proyecciones -es decir,
hasta qué punto se corresponden con el modo en que los legos
efectivamente se representan la figura y el rol de los científicos111- sino que
ellas a su vez acaban configurando otra imagen, la del público en la
percepción de los expertos; que, de ese modo, queda conformado por gente
que piensa de ellos como ratas, bichos raros, o locos que trabajan cuando
quieren. En algún punto, como argumenté en capítulos previos, las
representaciones sociales se imponen sobre los agentes individuales y se
comunican entre sí, modelando sus interacciones: desde esta perspectiva
también he señalado que, evidentemente, no es tarea sencilla entablar o
sostener un diálogo con alguien que uno cree que cree de uno que es un ser
extraño y con semejantes características112. Allí radica para los científicos
un aspecto central de la significación subjetiva de la distancia con los legos:
alguien que se concibe a sí mismo como “parte de todo”, que tiene “los pies
bien puestos sobre la tierra” y que "trabaja[mos] para el beneficio de todos,
pensando que es útil para todos” y que, por tanto, se siente personalmente
afectado por lo que da por sentado como una percepción diferente hacia el
otro lado de la línea:
111
De hecho, en los siguientes capítulos se podrá observar que estos elementos constituyen un
aspecto secundario de la percepción del público y sus connotaciones, mucho menos
desvalorizadoras de lo que los expertos suponen.
112
Esta cuestión quedará mejor reflejada en el capítulo 9, cuando abordemos en detalle el modo
en que las mutuas representaciones de los agentes condicionan su incorporación y participación
en la interacción epistémica.
Asimetrías e interacciones 202
Por mucho que uno intente acercarse, para cierta gente uno es una determinada
cosa que está por allá arriba, y entonces te hacen sentir la diferencia. En algunas
personas lo notás mucho, y te fastidia en lo personal, ni que decir cuando querés
que entiendan lo que hacés. (C-1)
113
Servicio de Inteligencia del Estado en la Rep. Argentina.
Asimetrías e interacciones 203
- la difusión es una tarea tan importante que no la puede hacer otro que no sean
los científicos [porque] los únicos que podemos explicar lo que hacemos somos
nosotros” (C-1)
114
Aún dado el caso de que esta “culpa” fuera heredada y no producto de una situación actual,
como manifestaron dos de nuestras fuentes: “Yo creo que la separación la hace el científico, que
se cree que es superior, que tiene una inteligencia superior. Esa imagen que tiene la sociedad de
algún lugar vino, y probablemente haya venido de ahí, de generaciones de científicos antiguos
que todavía están en activo, y que tenían esa opinión de sí mismos y la transmitieron durante
todos estos años al resto, inclusive a sus propios discípulos, y al resto de la comunidad.” (C-10)
“Esa imagen que tenemos del científico metido en su rincón, que es un genio pero que nadie le
entiende... Yo creo que ahora mismo ya no tendría que existir esa imagen, aunque puede que sea
una persistencia del pasado... No sé... Es cierto que en algún momento a los propios científicos
les gustaba que se les viera de ese modo, con mucha jerarquía, una distancia...” (C-14)
Asimetrías e interacciones 204
115
Resulta casi imposible referir el volumen de bibliografía generada durante las últimas décadas
que tematiza los problemas asociados con la práctica mediadora. A la fecha, el campo de
Comunicación Pública de la Ciencia ha superado ampliamente la etapa que M. Calvo Hernando
caracterizaba como de “incipiente acumulación de un acervo disponible como material de estudio
y teorización” (1997: 13); si bien buena parte de esta producción se clasifica entre las discusiones
bizantinas referidas al comienzo de este trabajo.
116
Frente al interrogante de adónde residiría el peso de la brecha entre ciencia y sociedad, este
fue el único grupo en el cual uno de sus miembros, tras un prolongado e incómodo silencio,
concluyó en que “No sé, nunca lo había pensado de ese modo. ¿Vos decís si reside en...? Va a
depender del área o del tema, pero bueno, es un tema de esas cosas, ¿no? Pero no, no tengo una
respuesta para eso” (PC-4)
Asimetrías e interacciones 207
público. Entre ellas, la brecha se explica porque “la gente no tiene una idea
de qué es la ciencia (...) no tiene muy claro qué están haciendo los
científicos, no lo saben” (PC-1) debido a que “la comunidad científica es
muy cerrada”, lo cual reintroduce el recurso a distinciones como
arriba/abajo o dentro/fuera con que los legos caracterizan la situación:
“Cuando estás fuera sentís esa cosa del mundo lejano y remoto que está allá
arriba”. En otro caso la explicación consistió llanamente en invertir la
formulación del interrogante en afirmación, en un sentido semejante al de la
representación tautológica del público. Consultado sobre “¿A qué atribuye
el peso de la separación entre la ciencia y la sociedad, la ciencia y la
cultura?”, la respuesta fue:
- La forma de romper esa brecha es mostrar a la ciencia como una cosa cotidiana,
como la actividad de hacerse preguntas, del asombro. Cuando la gente
entienda que cuando se hace preguntas e intenta responderlas, o cuando
hace un experimento sencillo, no sé... cuando hace tostadas, que ahí está
haciendo ciencia, ahí se empieza a romper la brecha científica. (PC-2, el
destacado es personal)
- en lo que uno tendría que tratar de avanzar, más que en conocer hallazgos,
descubrimientos, o la entretela de la política científica, no sé... es en que la gente
entendiera que hay una manera de pensar, de poner a prueba determinado tipo
de afirmación. Si la gente entendiera eso sería un poco más racional... (...) en
todas las esferas de la vida pedir, y tratar de entender las causas y las pruebas
detrás de cada afirmación. (PC-5)
- Lo que querés es instalar unas cosas generales en el entendimiento... entre las
inquietudes de la gente [para que tenga] por lo menos lo mínimo como para
formarse una opinión. (PC-6)
- Sí estaría bueno que una persona involucrada en los asuntos públicos supiera un
poco de economía, un poco de política, y también un poco de ciencia para tener
una idea del mundo en que está viviendo. Claro que alguien se puede pasar una
vida entera feliz y dichoso, y hasta diría viviendo mejor, sin oler ninguna de
esas cosas, ciencia incluida. (PC-3)
- uno a veces tiende a magnificar las cosas, poner al investigador en ‘ese’ lugar,
del que está desentrañando misterios, porque nos parece atractivo. (...) Y
después te das cuenta de que estamos transmitiendo una idea de las cosas... que
te preguntás si es realmente así, ¿no? (…) Pero es esa cosa que los periodistas
seguimos teniendo... de fascinación, de querer transmitir lo que uno siente. (PC-
4)
- Cuando uno cuenta la imagen de un científico trata de reforzar esa idea de la
aventura, del tipo idealista, que va detrás de la verdad, que trabajando por el
bien de la Humanidad encontró esto. El periodismo de ciencia muchas veces es
funcional a reforzar esta imagen de los científicos. (...) los periodistas científicos
lo que hacemos es defender a la ciencia... Entonces yo creo que ahí hay una
distorsión, una brecha, en la imagen que se transmite a la sociedad. (PC-5)
- cuando el público asume actitudes pasivas frente a la ciencia es porque
seguimos tratando de presentarla como una entidad... como una actividad... que
funciona de manera diferente a las demás actividades sociales. (PC-6)
Asimetrías e interacciones 212
que desanudar los problemas del campo requiere comenzar desde sus
mismos presupuestos. Entre ellos, cómo perciben los propios interlocutores
la existencia y modo de ser de la distancia que los separa: un lugar común,
como pudo advertirse en los capítulos iniciales, cuya significación ha sido
alternativamente fijada por el enfoque clásico de la investigación en
términos del déficit cognitivo del público y cuestionada teóricamente desde
el enfoque etnográfico-contextual, pero poco o nada explorada en sí por lo
que representa para los propios participantes. Lo que he procurado en este
capítulo, por tanto, es reflejar el modo en que los agentes de la comprensión
pública de la ciencia hablan de la brecha, de distancias y cercanías
materiales y simbólicas, de cómo interpretan lo que ven al otro lado del
foso, de qué sentido tiene o no preocuparse por todo ello.
Más allá de sus contenidos sustantivos, he intentado destacar dos
aspectos de las reconstrucciones obtenidas: el grado dispar de consistencia
de las imágenes disponibles en los distintos grupos, y el hecho de que cada
uno de ellos las estructura en torno de ejes heterogéneos. En otras palabras,
que los agentes difieren no sólo en el nivel de articulación de su
representación sobre la brecha entre ciencia y sociedad, sino también
respecto de aquello a partir de lo cual las articulan. Lo primero hizo
necesario revisar una hipótesis puntual de trabajo: los grados diferenciales
de elaboración de la representación e implicación con el tema entre
científicos y divulgadores se presentaron de manera opuesta a lo previsto,
adquiriendo contornos más precisos entre aquellos y notoriamente inferior
entre éstos. Lo segundo comienza a perfilar información relevante en
función de una de las hipótesis fundamental del enfoque que he propuesto,
la que gira en torno de la separación simbólica entre los agentes y sus
consecuencias para el intercambio cognitivo. Sin haber ingresado aún en
terreno medular, el de sus imágenes sobre la cientificidad en sentido
estricto, esta aproximación inicial al problema aporta datos en esa
dirección: el modo en que cada grupo se representa el vínculo entre ciencia
y sociedad remite de partida a núcleos significativos diferentes, y esto es
más interesante a los fines del análisis que los propios contenidos que
resultan de ello. La brecha se interpreta en el público a partir de una
sustitución -la que opera entre tecnología y conocimiento- y oscila
alternativamente de una a otra dimensión; entre los científicos, a partir de
una distinción entre diversos tipos de sujetos -se trata de una cuestión de
nosotros y ellos-; entre las interfaces, a partir de un conflicto normativo
-qué ciencia debe entender el público para superarla-. Captar el sentido de
las respectivas imágenes requiere, por tanto, comprender que remiten a tres
Asimetrías e interacciones 214
118
Aún así la imagen de la “caja negra” genera no pocas resistencias.
Asimetrías e interacciones 215
119
Véase capítulo 1, apartado 1.4. “Las críticas al modelo de déficit”.
Asimetrías e interacciones 219
120
Los propios sujetos reconocen la ambigüedad de sus posicionamientos a lo largo de las
discusiones focales y reflexionan sobre ello, como quedó reflejado en la nota 69 al pp. en el
capítulo 7.
Asimetrías e interacciones 222
121
De manera complementaria al desarrollo de las discusiones focales y las entrevistas en
profundidad, durante la investigación de campo se aplicaron instrumentos específicos para
acceder a cada uno de esos aspectos: planillas de asociaciones libres para registrar información
acerca de los contenidos conceptuales y emocionales; por otro lado, una tercera en la cual se
presentaba a los sujetos un listado de valores de distintas clases -epistémicos, técnicos, morales,
estéticos, económicos, etc- y se les solicitaba que seleccionaran en orden de relevancia aquellos
que asociaran con su idea de ciencia. La determinación de cómo se distribuyen los tres tipos de
elementos entre el núcleo central y el sistema periférico se realizó mediante un índice, elaborado
por Vergés (referido en Abric, 2001), que sintetiza las características de saliencia -frecuencia de
aparición de un término entre los integrantes de la muestra- y jerarquía -la posición que los
propios sujetos le asignan en la evocación-. De este modo se genera una imagen de las zonas de
la representación: el núcleo central comprende los elementos con mayor frecuencia de mención y
posicionados en los primeros niveles, mientras que en el sistema periférico aparecen aquellos con
alta frecuencia pero asignados a una menor posición en la jerarquización. Más precisiones acerca
de los instrumentos empleados y la elaboración del índice se encuentran en el Anexo I “Diseño
Metodológico”
Asimetrías e interacciones 224
122
Como observa un participante de las sesiones focales: “durante años y años la escuela se ha
encargado de difundir cierta concepción de ciencia, o ciertos parámetros de lo que es la ciencia,
que es muy difícil pensar inmediatamente en otra cosa” (4-3) Es significativo que cuando los
individuos aluden a las fuentes de su representación, mencionan mucho más frecuentemente a la
educación formal que a los medios masivos de comunicación. Eso no implica que éstos no
cumplan ese papel sino que, por lo menos sistemáticamente, no se los reconoce como tales.
Asimetrías e interacciones 226
Por otra parte, es evidente que allí acaban las coincidencias y los
contenidos que completan los correspondientes sistemas periféricos se
orientan en dirección dispar. Las asociaciones no sólo no se reiteran sino
que tampoco convergen ya en un carácter común, como el cariz cognitivo
de las significaciones preponderantes en los núcleos; por el contrario, en
este plano los agentes aparecen netamente diferenciados. Sólo entonces las
representaciones se recortan con nitidez como representaciones grupales,
propias y distintivas de los colectivos específicos: cuando las imágenes
culturalmente extendidas entre los miembros de una sociedad se completan
con el significado particular que la ciencia reviste para cada uno de los
grupos, y adquieren en ese movimiento su pleno sentido como
representaciones de algo para alguien, como sostiene Farr (ob.cit.: 191).
Los elementos que conforman el cinturón periférico recogen la experiencia
de los sujetos con el objeto de la representación inserto en sus respectivos
contextos y circunstancias, el modo en que lo vivencian en su entorno
habitual. No es casual, por tanto, que la distancia simbólica que separa a los
agentes revele su magnitud justamente en ese ámbito de sus
reconstrucciones: qua sujetos sociales, comparten un mismo sistema
cultural del cual proviene el núcleo de su percepción de la ciencia; qua
legos, científicos y divulgadores, sus diferentes relaciones con ella aportan
el plus de significaciones no comunes que proporciona a las respectivas
imágenes grupales su forma final.
En lo que sigue se irá desbrozando cuál es en cada caso esa forma,
reflejada sucintamente en la Figura 1. Darle espesor a la vista plana,
recuperar la densidad de los componentes que asoman en la superficie,
requiere apelar nuevamente a la voz de los actores para hilvanar las muy
diversas cuestiones que confluyen en el contenido de sus imágenes. Además
de su descripción exhaustiva, se pondrá especial énfasis en dos aspectos de
las representaciones así configuradas que son fundamentales para la
interacción epistémica que se entabla entre ellos. El primero, de carácter
interno, apunta a mostrar cómo la tensión existente entre los dos planos que
conforman las respectivas representaciones permite interpretar las
ambivalencias en las percepciones y actitudes de todos los agentes -y no
exclusivamente entre los miembros del público-. El segundo es comparativo
y se enfoca sobre los espacios periféricos: si, como se afirmó
oportunamente, ese es el plano a través del cual las representaciones entran
en contacto y se comunican entre sí entonces es posible advertir que en el
cinturón periférico radica una fuente de problemas para la interacción de los
Asimetrías e interacciones 227
Como la luna de las mejores noches, la ciencia campea sin mácula -y sin
sorpresas- en el núcleo del imaginario social. El perfil básico común a todos
los grupos se completa entre los miembros del público con la incorporación
de un atributo, el progreso, cuyas connotaciones resultan bastante
inequívocas. También expresado mediante la reiteración de conceptos
relativos como avance y mejora, alude a dos aspectos entrelazados: a un
adelanto cognitivo en cantidad y calidad –la evolución del conocimiento es
uniformemente percibida como acumulativa y meliorativa123-, y al modo en
que ese incremento impacta de manera positiva tanto sobre el plano de la
experiencia subjetiva más concreta e inmediata -la consabida alusión a los
adelantos en las condiciones de vida- como en los beneficios que ha traído
aparejados para un escenario más vagamente definido como la Humanidad.
La mejor cara de la ciencia se recorta en una imagen popular a la que uno
de los involucrados califica reflexivamente como “del 1800”, remitiéndola
nuevamente a la impronta de una educación formal con resabios
positivistas, pero que, sin embargo, pone de manifiesto algo que para la
mayoría “es de sentido común, lo más claro que uno tiene en la cabeza
sobre el tema”.
La inclusión de la idea de progreso entre los elementos inherentes a la
ciencia hace posible explicar la presencia del valor de utilidad en el corazón
de la representación popular; algo así como la nota discordante en la
homogeneidad del resto de valores nucleares adjudicados a la ciencia -tanto
por este grupo como por científicos y divulgadores-. Tan consustanciales
con ella se consideran las condiciones epistémicas de rigurosidad de los
procedimientos y verificabilidad de las afirmaciones, como la que resume el
carácter instrumental que su producto reviste para el público: el
123
La impresión general, sintetizada en las citas del apartado anterior, es que siempre se termina
“sabiendo algo más sobre la realidad”.
Asimetrías e interacciones 228
124
G. Holton sostiene algo similar en una afirmación con la cual, sin embargo, no comparto del
todo el tono irónico de ciertos términos: “[E]l proverbial hombre de la calle es felizmente
ignorante de todo ello [las discusiones entre ciencia básica y aplicada], y ha preferido seguir así,
aunque sigue confiando ciegamente en que, misteriosa y pese a todo automáticamente un flujo de
‘retornos’ prácticos y beneficiosos seguirá llegando de la búsqueda de la pura ciencia.” (1998:
170, las comillas son del autor)
Asimetrías e interacciones 229
clasificatoria desde el momento en que provee los criterios que ésta pone en
juego acerca de lo que es y lo que no es parte del campo de la ciencia.
Es frecuente que las encuestas de percepción incluyan en sus
cuestionarios un interrogante destinado a observar qué disciplinas -de un
listado provisto a los participantes- son registradas como científicas en el
imaginario popular125. Por mi parte, en vez de la elección en base a una
serie cerrada de alternativas, he optado por mantener la técnica de
asociaciones libres, solicitando a los asistentes a los grupos focales que
mencionaran ejemplos de ciencias y, sobre todo, que justificaran sus
respuestas. Por lo que respecta a la primera parte de la pregunta, la Tabla 1
permite advertir que los datos obtenidos de las disciplinas con mayor nivel
de identificación resultan muy semejantes a los registrados en otros
contextos, y con diferente metodología, por los estudios cuantitativos:
125
El ítem se reproduce en sucesivas ediciones de los Eurobarómetros Especiales Europeans,
Science and Technology, si bien con leves matices en el listado de disciplinas presentado. En
1992 (EB. 38.1) éstas incluían: Biología. Astronomía. Historia. Física. Astrología. Economía.
Medicina. Psicología. En la edición 2001 (EB. 55.2) se añadió la Matemática; mientras que en
2005 (EB. 63.1), se incorporó la Homeopatía -además de consignarse Horóscopos en una
formulación alternativa de la opción Astrología-. Por su parte, en la primera Encuesta de
Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología en España (2002) la cuestión se planteó en
términos semejantes, si bien a las disciplinas referidas en los Eurobarómetros se agregaron otras
opciones como Estadísticas. La Bolsa. Los índices económicos. Los estudios de mercado. Las
últimas tres fueron retiradas del cuestionario de 2004 y reemplazadas por Química, Farmacia,
Informática y Sociología. La pregunta desapareció en la encuesta de 2006.
126
Dado que, como se expresó en los de las encuestas europeas y españolas presentan
variaciones, en la elaboración de esta tabla se optó por incluir sólo los ítemes compartidos (7 en
total en las ediciones referidas). Por lo que respecta a los datos propios, se respetaron las
menciones registradas durante las sesiones focales, si bien en esta tabla se muestran únicamente
los nueve primeros puestos para favorecer la comparación con los demás datos.
Asimetrías e interacciones 232
Las similitudes entre los tres grupos de datos no deja demasiado margen
para comentarios, ya que estos no harían sino redundar sobre lo que es
elocuente y resulta, a estas alturas, una cuestión abundantemente
corroborada. El reconocimiento privilegiado que ostenta un cierto grupo de
disciplinas se extiende atravesando la diversidad de contextos, mientras
otras -también semejantes- quedan relegadas en la percepción pública a un
segundo plano en lo que respecta a su estatus de cientificidad. No obstante,
por sobre el interés que pueda revestir la aparente homogeneidad de
resultados127, más relevante es que los diálogos originados en este tramo de
las sesiones focales permiten acceder, en alguna medida, a la faz operativa
de las representaciones sociales. El funcionamiento del proceso de anclaje
se hace explícito en cuanto los sujetos se ven frente a la necesidad de
justificar por qué ciertas disciplinas califican plenamente para ser integradas
en la categoría de ciencias, mientras que otras aparecen como dudosas,
generando controversias en el examen de sus atributos, y otras resultan
descartadas sin más. Esto es, en qué medida se ajustan o no a la imagen de
conocimiento metódico, útil, riguroso y verificable, que evoluciona y hace
progresar:
- la imagen de ciencia que uno tiene siempre está referida a las ciencias duras.
Esas [psicología, sociología] son ciencias... ¡Hippies! (1-3)
- Digamos: hay que dividir entre las que usan el método científico y las que no.
Crudamente es así. Porque veces te preguntás: la Historia, ¿es ciencia? Y...
ciencia ciencia… no es. (1-5)
- Lo que pasa es que la psicología, la sociología, no tienen un objeto de estudio
determinado… El estudio del hombre es más subjetivo, puede tener muchas más
variaciones. (1-6)
- Claro: al estudiar las plantas o una roca no tenés muchas chances, las cosas son
o no son. Se puede ser muy preciso, y en las otras no. (1-3)
- Es que las ciencias exactas dan como resultado siempre una certeza: si se
resuelve bien una ecuación, el resultado es verdadero. En cambio, las otras...
Ahí van variando las respuestas, pero en las ciencias naturales sabés que hay
una teoría verificada y punto. (1-2)
127
Cabe recordar que, debido a las características propias del método cualitativo, los datos
propios no son generalizables más allá de los sujetos observados.
Asimetrías e interacciones 233
- A mí nunca se me hubiera ocurrido que esas... Es decir: siempre se lee sobre los
avances en ciencias naturales, pero en ciencias sociales, o humanas como dijo
ella, no. Yo no sé si son del todo ciencias, nunca escuché que hicieran un
descubrimiento en ciencias sociales. (7-1)
- Cierto. La ciencia es el estudio de algo y avanza sobre eso en particular, genera
conocimiento nuevo. Pero yo no sé si en la psicología, por decir… no sé si hay
progresos de ese estilo. Si alguien me lo demostrara, quizás… Pero para mí no...
es como que no encaja. (7-2)
- Es que para ser ciencia tiene que ser... como la matemática, la física, adonde hay
números, fórmulas. Lo que cuentan de la historia... no está comprobado, cada
uno da su versión. (8-4)
- Sí, hay más incertidumbre, no son como la matemática. Es decir, me encantaría
que fuera verdad, que determinaran científicamente que San Martín cruzó los
Andes con - 20º... (8-5)
- ¡Pero nadie me da la certeza de que haya pasado! No sé, son como... cuentos. Lo
que se dice, lo que pasa de generación en generación, puede estar tergiversado,
o inventado. (8-4)
- Bueno, pero volvemos a lo mismo: hay ciencias exactas y otras no. El problema
es pensar que el método es siempre el mismo, pero la ciencia se plantea un
problema y busca la solución, aunque los caminos para llegar a esa solución
pueden ser distintos. Ni de la medicina se puede decir que sea del todo exacta....
y no por eso vamos a decir que no es ciencia. (8-3)
- ¡¿Cómo que la medicina no es exacta?! (8-1)
Hay un punto a partir del cual la imagen prístina reflejada hasta aquí
comienza a matizarse, donde las discusiones se tornan arduas y extensas,
los acuerdos grupales menos nítidos y las posiciones subjetivas adquieren
un movimiento de vaivén que perturba128. La cuestión se torna visible en un
tramo específico de las sesiones focales, cuando se requiere de los
participantes reflexionar acerca de los beneficios y perjuicios que la ciencia
128
Desde un punto de vista metodológico, es interesante observar cómo se altera el
funcionamiento de los grupos en aquellos tramos donde los temas exhiben mayor grado de
incertidumbre o conflictividad entre los sujetos. Lejos de retraerse, todos los participantes
quieren hablar, aún aquellos que en otros segmentos se habían mostrado más renuentes o menos
implicados en el desarrollo de la conversación; las intervenciones individuales se hacen más
frecuentes, y se aceleran o superponen los cambios en las tomas de palabra. Por ende, la función
del moderador se ve complicada entre la necesidad de garantizar la fluidez natural del
intercambio y ordenar de algún modo su transcurso; se le pide asimismo que haga explícita su
posición, o se le sitúa en el lugar de evaluar -como en una instancia educativa- el tenor de las
ideas expuestas. El “entonces, ¿en qué quedamos?” reitera la demanda, dirigida al grupo, de
arribar a algún tipo de conclusión.
Asimetrías e interacciones 235
129
La pregunta es frecuente en los estudios cuantitativos de percepción, tomada como indicador
de una evaluación pública de la ciencia en términos generales, que se sobrepone a instancias
particulares de mayor o menor disposición de conocimientos o preocupaciones focalizadas en
áreas concretas de su desarrollo. Por mi parte, me interesaba más registrar los matices y
discusiones suscitadas en el proceso de evaluación colectiva que la conclusión general, cuyo
resultado es habitualmente positivo -también en este caso.
Asimetrías e interacciones 236
130
“…cuando se les derritió la planta nuclear a los rusos, el gas mostaza, el efecto invernadero, el
agujero de ozono, los agroquímicos que causan cáncer, hasta dicen que el SIDA, en fin… Puedo
seguir, ¿eh?” (1-3)
Asimetrías e interacciones 238
- Pero, vamos a ver: a esta altura nadie diría que Einstein estuviera pensando en
matar a alguien cuando descubrió la fórmula… Hay que distinguir a los que
buscaron aplicar eso a la fabricación de una bomba. (4-1)
Asimetrías e interacciones 239
- los gobiernos no son capaces de dirigir la ciencia hacia quienes menos tienen
porque no les interesa, porque no tienen poder frente a las corporaciones... Eso
es así: la ciencia corre mejor en el autódromo de los países desarrollados que en
los caminitos de Biafra, o de Resistencia mismo, adonde han muerto cinco
hermanos de hambre a pesar de tanta… tanto avance científico131. ¿Cómo es
posible que hoy día, habiendo tanta ciencia, mueran de hambre? (3-2)
131
La participante se refiere a la muerte por enfermedades de la pobreza agravadas por
desnutrición de quince -no cinco, como menciona- aborígenes de la etnia toba acontecida entre
los meses de julio y setiembre de 2007 en las inmediaciones de la ciudad de Resistencia, capital
de la provincia argentina del Chaco.
Asimetrías e interacciones 241
Al igual que en otras áreas científicas, sobre ésta también campean teorías
conspirativas, como la producción deliberada de agentes patógenos para ser
utilizados como armas o a fin de generar demandas de nuevos
medicamentos -el origen artificial del virus del SIDA se cuenta entre esos
mitos arraigados-, o la impresión de que existen formas de prevención o
cura de enfermedades que no se difunden para mantener cautivo el mercado
de pacientes:
- Yo digo ¿cómo el cáncer, que es una enfermedad antiquísima… cómo puede ser
que todavía estén experimentando? ¿Avanzamos en tantas cosas, y no podemos
curar un cáncer? (6-1)
- Bueno, también se escucha... que están los remedios y que por cuestiones de
interés económico no se los aplica. Se escucha, quiero decir, yo no puedo decir
más que eso... (6-5)
- Es que hay tantos intereses en la ciencia… Y los políticos no hacen nada con
eso. (6-1)
132
La Enfermedad de Chagas-Mazza, de tipo parasitario, es endémica en Argentina y presenta
altos niveles de prevalencia en las regiones rurales más pobres del país.
Asimetrías e interacciones 242
134
Salvo un caso -que alude a una predisposición proveniente de la infancia-, el resto de
participantes se refiere a su incorporación a la práctica científica como un hecho no deliberado,
desprovisto de connotaciones vocacionales marcadas más allá de una vaga preferencia por un
campo disciplinar al momento de iniciar su formación universitaria -y en algunos casos ni
siquiera-. De ese modo, “casualidad”, “azar”, “el destino”, “los caminos de la vida”, o “dejarse
llevar por las circunstancias” constituyen los registros más frecuentes para aludir a los orígenes
de la carrera científica.
Asimetrías e interacciones 244
- los becarios doctorales, que son quienes están con las manos en la masa en un
100%, que hacen la vida de científico que yo me imaginaba cuando tenía 15
años. El becario está en contacto directo y permanente con el problema, ahí,
investigando, que tiene las neuronas 100%, las 24 horas al día con eso. (C-3)
Sobre todo, se la añora y echa en falta cuando se reconoce que esa rutina ha
sido sustituida por
- todo lo que yo no sabía que era un científico, pero que ahora sé que también es,
o tiene que serlo: cientos de actividades, que tienen que ver con lo técnico pero
no en forma directa... Corregir tesis doctorales, artículos científicos, redactar
proyectos para pedir subsidios, gestionar recursos humanos y materiales, todo lo
que tiene que ver con la docencia también. (…) Un montón de actividades
accesorias, no digamos complementarias, pero que en realidad te ocupan todo el
tiempo. Es decir, a mí me ocupan gran parte del tiempo... (C-3)
idea… idealista… sigue ahí. Después está todo el otro halo que obviamente
cuando empieza no lo conoce, toda la parte política que envuelve a la ciencia, y
eso tiene su lado gris, ¿no? (C-10)
- Después fui descubriendo que el mundo de la ciencia no era un mundo de cosas
técnicas, que los procesos de creación tenían todo un contexto que en algunos
aspectos me resultó decepcionante. Le quitaba esa mística, esa magia, con la que
yo inocentemente podía pensar que la ciencia estaba hecha por mentes, no por
personas. (…) Pero bueno, lo que te dura es esa voluntad de estar siempre
buscando… (C-3)
- No sé… Más allá de lo que aprendés, de lo que la ciencia es y no era… cuando
vas al campo y encontrás algo que te sorprende, algo que justifica los meses de
búsqueda, ahí te reencontrás con lo mejor… con lo mejor de todo eso. (C-6)
- Por supuesto están los Premios Nobel, los que se destacan, pero también hay
una masa de gente que hace ciencia de gran calidad. Es decir, te das cuenta de
que no hay que ser Einstein, como soñás al principio, para hacer buena ciencia,
seria, creativa... (C-5)
- Todos trabajamos y contribuimos al conocimiento en escaloncitos, de forma
cooperativa, pero cada tanto hay un salto cuántico en originalidad, en
contribución… Pero la búsqueda de la originalidad es inseparable, es algo que te
tiene que seguir moviendo si querés… Digo, es permanente, lo que cualquiera
de nosotros queremos lograr. (C-4)
- Tenés libertad de acción, tenés la posibilidad de llevar adelante cosas que salen
de tu interior, ¡podés crear todo el tiempo! Eso es lo que me atrajo… Lo que te
atrapa de la Biología. (C-7)
- Esto es un trabajo como cualquier otro, en el cual sólo hace falta una formación
especializada como hace falta una formación especializada para ser maestra de
primaria o médico.
135
Disyuntiva que es a la vez subsidiaria y complementaria de la asignación o no de un estatus
particular a la ciencia entre las prácticas culturales de una sociedad, con las consecuencias que
eso trae aparejado y que fueron abordadas en el Capítulo 7. Ésta y otras relaciones entre las
respectivas imágenes de los agentes serán retomadas con mayor profundidad en páginas
subsiguientes.
136
No obstante, esta no es la única oportunidad en que aparece el recurso a la auto-comparación
con un religioso. Otro de los entrevistados, refiriéndose a la virtud de entrega del científico lo
expresaba en estos términos: “Esa especie de entrega… la misma entrega del sacerdote, digamos.
Que para mí tiene un valor superior, fundamental, básico, que es algo muy personal” (C-3)
Asimetrías e interacciones 248
137
Nótese en particular en esta intervención cómo se funden una definición de manual de la
producción de conocimiento con la vivencia de eso como trabajo que experimenta el científico.
Asimetrías e interacciones 250
138
Entre ellos, sólo uno es un científico “en activo” y en una posición disciplinar prominente.
Los dos restantes, una vez finalizados sus estudios de grado optaron por dedicarse a la
comunicación de la ciencia sin dedicarse en ningún momento a la práctica científica.
Asimetrías e interacciones 252
139
El último testimonio citado es claro: cuando el periodista sostiene que debió “plantarse” con
determinación para extender su labor hacia la producción en ciencias sociales, está reconociendo
implícitamente que éstas no forman parte natural del campo de la divulgación tal y como se lo
entiende de modo corriente.
Asimetrías e interacciones 255
- (…) ese objetivo, esa aspiración de encontrar una metodología que te permite
verificar, o por lo menos contrastar lo que decís, me parece muy válido, incluso
transmitirlo. Esta idea del pensamiento crítico: no importa lo que digo porque lo
digo yo, sino porque hay hechos ahí, hay evidencias, hay pruebas. Eso me
parece muy noble... (PC-5)
- Algo que en determinado momento es cierto, que se toma como verificable,
mañana no lo es. Por eso, mejor hablar de conocimientos “verdaderos”,
“verificados”, así… con pinzas. (PC-1)
- La verificabilidad es un valor propio de la práctica científica: que otros grupos
puedan comprobar lo que se afirma determina que algo sea conocimiento o no.
Si no hay verificación entre distintos grupos, no hay ciencia, digamos. Con las
salvedades del caso, ¿no?, de que nada es cien por ciento verificable, yo lo
pondría como un parámetro más que como un valor, un criterio para distinguir
buena y mala ciencia. (PC-4)
Para otros, la cuestión viene atada a una función que cumpliría la institución
científica en el marco de la sociedad. Si bien no se la caracteriza muy
concretamente, enlazaría con las aplicaciones del conocimiento al
desarrollo tecnológico y el impacto que genera:
- La ciencia tiene una dimensión, una función dada por el lugar que ocupa en la
sociedad, que no se puede omitir. La utilidad social por ejemplo es parte de eso:
cada vez se valora más a la ciencia por la función que cumple en cuanto a la
posibilidad de transferencia tecnológica. Claro que ahí también entran una
cantidad de factores, pujas, esas cosas… (PC-5)
que éstos aportan los matices más negativos de la imagen, como aquello
que vendría a enturbiar con su injerencia el proceso de descubrimiento. Es
interesante advertir cómo los divulgadores reconocen que esa intervención
es tan propia de la ciencia como de cualquier otra actividad humana y, sin
embargo, en este caso para algunos constituye un matiz que la empaña.
Como afirma un entrevistado, “[la ciencia] es como la justicia: uno
esperaría que no hubiera otros intereses de por medio, pero se sabe que
están.” Desde un punto de vista opuesto, otra colega establece un
paralelismo crudo que naturaliza la existencia de prácticas interesadas tan
esperables en la ciencia como en otros campos de acción; muy
significativamente, las asocia con actitudes dolosas:
- En cualquier otra actividad social eso [que ganar más dinero por un proyecto
podía torcer las investigaciones] hubiera sido una verdad de perogrullo: si uno
puede ganar económicamente más con algo, es obvio que lo va a hacer; porque
además, por más que pongan muchas barreras éticas, se va a ver inclinado hacia
algún lado. En fútbol se incentiva a los jugadores para que ganen o pierdan; en
política es clásico hablar de corrupción, endogamia, tráfico de favores. ¿Por qué
un científico que puede ganar con su descubrimiento, patentarlo, no va a tratar
que esos resultados sean los que espera? Eso es una obviedad en cualquier
actividad social, pero en ciencia hubo que demostrarlo, y se demostró: hay
innumerables publicaciones que muestran cómo los conflictos de interés afectan
los resultados de investigación. (PC-6)
- (…) cuando uno muestra distintas perspectivas, y pone en evidencia las cosas
que están en juego, no creo que al público le complique el panorama. Al
contrario, se lo simplifica, porque le muestra que la ciencia no está recortada del
Asimetrías e interacciones 259
Otros mantienen una posición matizada: por un lado, destacan el valor que
adquiere cierta información para el examen público de ese tipo de
cuestiones vinculadas con el ámbito científico140, pero al mismo tiempo
reconocen que el efecto puede ser inverso al que se procura. Esto es, que
hacer evidente la intervención de factores extra-epistémicos en la ciencia
contribuya más a profundizar los resquemores que al juicio razonable:
140
Debates que, por otra parte, respecto del tema estricto en cuestión -los intereses económicos
que atraviesan la investigación farmacológica- ya están ampliamente difundidos entre el público.
Como se pudo advertir en el capítulo anterior, la sospecha que el periodista no considera
suficientemente desarrollada es una de las que aparecen con mayor insistencia al momento de
puntualizar en situaciones concretas las preocupaciones de los ciudadanos respecto de la
investigación científica.
Asimetrías e interacciones 260
Otro aspecto común que emerge del análisis interno es el modo en que
los contenidos periféricos de las representaciones grupales pueden
interpretarse como un perceptible cinturón protector de los significados
más arraigados que conforman el núcleo. Con las peculiaridades propias de
cada caso, las connotaciones que adquiere la ciencia en ese espacio
amortiguan la incidencia de los cuestionamientos provenientes del contexto
o de la propia experiencia que los sujetos mantienen con ella, absorbiendo
en sí los matices controvertidos que se le reconocen y evitando, de esa
manera, que sean puestos en jaque sus atributos más firmes. Así, la imagen
de la ciencia en tanto conocimiento metódico, riguroso, preciso, original,
verificable, persiste asociada con elementos tan positivos como el progreso
humano o el afán de perseguir y obtener respuestas, y el consiguiente
cúmulo de sensaciones y actitudes favorables que eso genera. Y eso, sin
desmedro de que su objetivación tecnológica o las consecuencias de su
inserción en el entramado de prácticas sociales promuevan entre los agentes
todo tipo de incertidumbres y polémicas, las cuales -a estas alturas resulta
ocioso señalarlo- no constituyen un sobreañadido de la representación, algo
así como un efecto colateral y discernible de la ciencia, sino un componente
tan genuino e integrado en la entidad simbólica como cualquiera de los
anteriores.
La última reflexión que se desprende del análisis desarrollado en este
capítulo apunta a las vinculaciones entre las respectivas imágenes grupales.
Si el enfoque intrínseco de las representaciones nos permitió describir las
relaciones sectoriales de los sujetos con el objeto representado, su examen
comparativo da pautas para empezar a comprender cómo se modelan las
interacciones de los agentes entre sí cuando el tema es, precisamente, el
objeto representado. En esa dirección, que será profundizada en el siguiente
capítulo, cabe señalar nuevamente el aporte interpretativo de la hipótesis de
la doble estructuración de las representaciones.
Como sostuve anteriormente, las coincidencias básicas de los respectivos
núcleos representacionales dan cuenta de la pertenencia de los agentes a un
proceso cultural común, en cuya historia se han instituido y consolidado una
serie de significados y valores dominantes acerca de la ciencia; aquellos
cuya evocación inmediata, en cierto modo automatizada y extendida de
manera transversal entre los sub-grupos, remite al carácter normativo que
estos elementos asumen para los individuos socializados en el código.
Literalmente -no en vano en la cultura contemporánea la escritura fija el
código para su transmisión- la definición de ciencia de manual, bien
Asimetrías e interacciones 263
142
En términos de una participante de los grupos focales, un científico “[al] que ves en una 4x4
que le pagó M... es un chanta”. La afirmación vincula la posesión de un vehículo de lujo de
doble tracción, provisto por una empresa multinacional que domina el mercado mundial de
herbicidas y la producción de semillas genéticamente modificadas, con el calificativo chanta,
expresión que en lunfardo significa “tramposo, insolvente moral, persona de escasa fiabilidad”
(Diccionario Lunfardo).
143
Sin contar con que la trama puede ser aún más compleja si añadimos que alguno de los
agentes tendría asimismo una representación de la representación del otro sobre él. El papel que
cumple este tipo de anticipación ya fue introducido en el capítulo 7, cuando se describía el modo
en que los científicos consideran que son percibidos por los miembros del público, y cómo esa
imagen se expresa entre los fundamentos de su percepción general de la brecha con la sociedad.
Asimetrías e interacciones 269
La síntesis procura ser exhaustiva, si bien cabe señalar que no todos los
sistemas de representaciones y expectativas de los agentes presentan el
mismo nivel de elaboración ni revisten un grado semejante de injerencia en
sus interacciones. Por ejemplo, mientras en el imaginario social la
significación de lo que es / debe ser un científico se encuentra articulada
hasta en sus mínimos detalles -y, por tanto, conlleva un complejo de
anticipaciones detallado y exigente-, no ocurre lo mismo con una imagen
cuyo objeto sea específicamente el periodista de ciencia. Sin embargo, el
público sí cuenta con una representación social sólida de la figura del
periodismo y de los medios de comunicación de masas en general, las
cuales, veremos, cumplen la función de la anterior en lo consignado en el
apartado (c). Otras, como las que sostienen los divulgadores acerca de la
audiencia (g) guardan directa relación con aquella que mantienen sobre sí
mismos como interface (i), pues la serie de carencias postuladas en el
receptor contribuye a la legitimidad y autoridad del ejercicio de la
mediación. Por su parte, las mutuas representaciones de científicos y
periodistas de ciencia -(f) y (h) respectivamente- constituyen un tópico
habitual en la bibliografía dedicada a glosar sus conflictivas relaciones.
Asimetrías e interacciones 271
más o menos creíble, ¿gira en torno de las mismas propiedades que los
legos demandan del experto en igual ocasión? La respuesta en ambos casos
es que no: ni la modestia del científico es para el periodista un indicador de
su integridad moral -ni, por ende, componente significativo de su
credibilidad-, ni la humildad del periodista o del medio se cuenta entre los
requisitos que elevan su nivel de crédito entre la audiencia. Cabría suponer
entonces que, si bien en lo normativo la credibilidad del testimoniante se
constituye a partir de los atributos intelectuales y morales que se le
adjudican, es materia empírica determinar cuáles son esos atributos y cómo
se articulan entre sí -y aún si se establecen jerarquías- en diversas
circunstancias.
- Para una postura vulgar como la nuestra (…) el tema no es que alguno pueda
saber un poco más que otro, o entender una idea mejor o peor, claro que es así.
Pero la ciencia, la ciencia como tal digo, sólo la pueden entender completamente
los científicos (2-3)
- Pero, eh… pasa que la gente tampoco pone mucho por tratar de entender, ¿eh?
Yo, si no entiendo algo, busco más información, alguien que me explique. (2-4)
- Sí, bueno, pero es que no se trata de una cuestión de esfuerzo… Por más
esfuerzo que se haga, simplemente hay que admitir que a veces las cosas son tan
complejas que uno no llega. Y el desinterés viene de eso, de que uno no llega a
comprender. (2-1)
- (…) mejor callarse antes que decir pavadas. Quiero decir, cuando no tenés
fundamentos y sos consciente de tus limitaciones, te quedás callado y escuchás.
(7-1)
- Y, sí. Y si no te interesa, lo que hacés es dar media vuelta y te vas. No digo que
esté bien pero... Por ejemplo la política… o la economía, son difíciles, pero la
ciencia es distinto. Cuando hablan de bonos me voy, porque no me interesa.
Pero si están hablando de … no sé… de los genes, no es que no te interese: es
que no podés opinar porque no tenés conocimiento, porque no lo podés captar,
quiero decir. (7-4)
- Pero ninguno de nosotros puede hablar de los genes con propiedad. (7-2)
- Uno tendría que pensar que la ciencia es igual que otras cosas: todos podemos
opinar desde lo que somos. Uno no va a opinar como científico, pero sí puede
opinar como... no sé... como una persona cualquiera, de nuestros problemas, con
la capacidad que uno tenga. Ellos dirán lo suyo, pero nosotros también
tendríamos que decir algo... (4-2)
144
Si bien en el Anexo I “Diseño metodológico” se establece el alcance espacio-temporal del
estudio de campo, en este punto es necesario tenerlo muy presente ya que -a diferencia de otros
aspectos- en lo que sigue se advertirán en mayor medida los matices situacionales de la
representación social. Mientras en el capítulo anterior se observó que la imagen de ciencia del
público remite a un repertorio simbólico que en lo sustantivo podría considerarse transcultural, la
objetivación de la figura del científico se tiñe de nombres propios y pormenores biográficos
localmente significativos, de una iconografía particular, y de evocaciones ligadas a
circunstancias del contexto más inmediato a la experiencia de los sujetos. Aunque en términos
generales estas especificidades no afectan la aprehensión del sentido global de la imagen, cuando
sea necesario se aportarán los detalles pertinentes para facilitar su interpretación.
Asimetrías e interacciones 278
que es difícil pensar cómo haría una persona normal, como los
profesionales de la ciencia entrevistados paralelamente, para satisfacer el
nivel de requisitos y las expectativas que despiertan los herederos de
Prometeo. Y nunca más válida la evocación de quien acercó a los hombres
el saber junto con el fuego divino que cuando se trata de describir la
naturaleza cuasi mitológica con que el público concibe a sus epígonos; es
decir, a sus interlocutores en la interacción epistémica.
Densa en contenidos y relaciones, la representación social de la figura
del científico oscila entre las asociaciones más trilladas y otras cuyo grado
de sutileza y elaboración supera ampliamente ese carácter superficial, al
punto que resulta difícil en este contexto hacer justicia a las numerosas
facetas que componen el conjunto de la imagen. Esas referencias
contemplan desde los consabidos clisés visuales del individuo de sexo
masculino de cierta edad y poco agraciado, ataviado con bata blanca y
manipulando instrumentos en un ámbito pulcro y luminoso, hasta
presunciones acerca de un talante excéntrico, hábitos y gustos personales,
reacciones emocionales, o aún sobre los mecanismos empleados para
resolver conflictos existenciales derivados de su profesión:
- (…) nadie imagina a una científica seria, sea Mme. Curie o cualquier otra,
perdiendo tiempo en un salón de baile con su marido. (2-3)
- El científico ideal es el que siente emoción…, el que no tiene miedo a… a la
transgresión, como Darwin o como Einstein. Es un tipo que está sentado y de
pronto dice “Todo lo que sabemos hasta ahora es un error”, y él sólo puede crear
algo completamente distinto. (1-1)
- [Alfred] Nobel inventó la pólvora y después se sintió culpable y creó el Premio
Nobel. Y le salió bien porque todos lo conocen por el premio y casi nadie por la
nitroglicerina, pero, para mí, es el prototipo del científico que no puede con su
conciencia. (1-6)
145
El tema aparece en textos clásicos de la sociología de la ciencia, como el de Solla Price
(1963); y en otros quizás menos difundidos pero igualmente penetrantes como Scientist as
Subject. The psychological imperative (Mahoney, 1976) o en la obra de Mulkay (1979), en estos
casos con un afán explícito de crítica y deconstrucción de su carácter mítico. Investigaciones
empíricas como la de Petkova y Boyadjieva (1994) hacen hincapié en las funciones que
cumplirían unas imágenes así idealizadas tanto respecto de la propia comunidad científica como
Asimetrías e interacciones 279
en su relación con el resto de la sociedad. Por otra parte, dado que la cuestión aparece
estrechamente ligada con las imágenes generadas por la comunicación pública de la ciencia -y en
general por la industria cultural-, también existen numerosos estudios que la enfocan desde esta
perspectiva, entre los cuales cabría mencionar a Weart (1988) acerca del estereotipo del
científico loco en la literatura, el cine, la televisión, la prensa y aún en reportes gubernamentales;
y Schnabel (2003), sobre la ambigüedad de las imágenes periodísticas que los presentan
alternativamente como ángeles o demonios. Nelkin (ob.cit) señala la paradoja de abordajes
divulgativos con pretensiones naturalizadoras que excepcionalmente los representan como seres
humanos elevando esa condición a nivel de rasgo destacable. Los científicos/as también
duermen, tienen familia, se comen las uñas, saben cocinar (ellas) y quizás hasta juegan al fútbol
(ellos); pero el hecho de que exhiban secundariamente características humanas añadidas a su
condición primordial de científicos tiene el efecto de reforzar su naturaleza extraordinaria. De
ese modo, el interés deconstructivo acaba abonando la mitificación.
146
La imagen corresponde al bioquímico argentino Luis F. Leloir (1906-1987), y fue
popularizada por los medios de comunicación locales en ocasión de serle conferido en 1970 el
Premio Nobel de Química por su investigación en nucleótidos de azúcar. (Fuente: Fundación
Instituto Leloir, http://www.leloir.org.ar). Donó la dotación económica del Premio para el
Instituto de Investigaciones Bioquímicas Fundación Campomar -actualmente Instituto Leloir-
pues, según sus palabras, entre otros males estaba tan plagado de cucarachas que “deberíamos
usarlas para la investigación con tal de no desaprovechar la materia prima.” Lejos sin embargo de
cualquier apología de la precariedad, y conciente del impacto público de la fotografía en cuestión
y comentarios subsiguientes, frente a la pregunta periodísticas de si las dificultades económicas
aguzaban el ingenio Leloir se ocupó de dejar muy claro que “Eso es una tonta novela.”
Asimetrías e interacciones 280
147
Médico y humanista argentino (1923-2000). En 1967 durante su estancia en EE.UU desarrolló
la técnica del bypass aorto-coronario o cirugía de revascularización miocárdica, empleada hasta
el momento como procedimiento estándar en cirugías de esta índole. De regreso al país creó la
Fundación Favaloro, de la cual dependen diversos centros de investigación en medicina y
ciencias básicas –agrupados desde 1998 en la Universidad Favaloro- y un Instituto de
Cardiología y Cirugía Cardiovascular de alta complejidad y sin fines de lucro. En el año 2000,
agobiado por las deudas de la institución, sin ayuda pública ni privada para afrontarlas, se suicidó
de un disparo en el corazón. (Fuente: Fundación Favaloro, http://www.fundacionfavaloro.org).
Sumado al hecho de haber sido durante los ’70 candidato asiduo al Premio Nobel de Medicina
sin obtenerlo, supuestamente en represalia al país por la dictadura militar vigente, su fin cargado
de simbolismo lo catapultó definitivamente a la condición de mito popular.
Asimetrías e interacciones 281
148
O bien, aunque esta situación es diferente y será abordada en el siguiente capítulo, de que la
afirmación coincida con los propios intereses y partido que el público, o parte de él, haya
asumido previamente respecto del tema.
Asimetrías e interacciones 282
- (…) lo importante para que sea confiable es que tenga limitaciones éticas (…) la
constancia, la disciplina, todo eso lo va a tener sí o sí porque si no no puede ser
investigador, el mismo trabajo te lo requiere, pero la ética hay que exigírsela.
(…) Yo diría que ser sincero es básico, porque uno no tiene forma de saber si lo
que dice es cierto más que confiar que no miente. (…) Uno lo identifica con el
tipo entregado monacalmente, humilde, renegando encerrado en una pieza,
ciego de tanto estudiar (…) ¡Que es pobre! Te da más confianza un científico
humilde que uno lleno de plata, porque eso te da la pauta de que no transa. (…)
El que no es ambicioso no lo hace por una cuestión económica: lo hace porque
es un sentimiento, una necesidad y la gran retribución la encuentra en el placer
de hacer lo que le gusta. (…) son los menos los que trabajan exclusivamente por
la rentabilidad o por el beneficio, de esos es de los que hay que desconfiar. (…)
Resumiendo, lo fundamental es el altruismo, la honestidad, la humildad, la
responsabilidad. Esa cosa de manejar utopías, de buscar el beneficio de todos
antes que el propio…149
149
Esta técnica de resumen aparece en los estudios sobre representaciones sociales de la imagen
del científico a partir del análisis de producciones escritas de Mead y Metraux (1968) y Petkova
y Boyadjieva (ob.cit). Petracci y Kornblit (2004) la emplean, como nosotros, para reconstruir el
discurso de participantes de sesiones focales, aunque en su caso sobre un objeto de
representación social diferente.
Asimetrías e interacciones 284
150
Si bien se trata de una cuestión sobre la cual no es posible entrar de lleno en este contexto, es
menester tenerla presente pues sus alcances lo rozan con insistencia. Muy brevemente, por tanto,
diremos que la renovación post-funcionalista y post-estructuralista en el campo de las Ciencias
de la Comunicación reorientó los estudios sobre los sistemas mediáticos -centrados ya en sus
efectos y funciones en el sistema social, ya en su condición de aparatos ideológicos- hacia su
carácter de productores de la realidad significativa a la que tiene acceso el público receptor. Los
aportes en esta línea producidos desde la sociología de la comunicación, los estudios culturales
en comunicación y la semiología, entre otras, y su impacto en la evolución del campo, pueden
consultarse en obras como Sociología de la Comunicación de Masas de M. de Moragas (1984) o
La investigación de la comunicación de masas de M. Wolf (1987). Es interesante señalar que
uno de los textos seminales de la perspectiva, Construir el acontecimiento, Eliseo Verón
Asimetrías e interacciones 285
- se cree por el soporte. Quiero decir: vos agarrás un libro de Borges, que puede
dar los más entrañables detalles de una cosa, sea astronómica, lo que sea, pero
de entrada sabés que es ficción. Pero cuando lo dice un científico en un diario, la
lectura es diferente. La semana pasada leía un cuento de Bioy de un tipo que
clonó a su enamorada: lo leí, lo... no sé cómo decirlo. Lo asumí como un cuento,
sabía que no había pasado. Pero si leo en el diario, un diario serio, que en un
laboratorio se clonó a un humano, lo voy a creer. (1-7)
- (…) la formación del juicio crítico te permite ver cuál es la buena fuente, la
fuente fiable. Si tal cosa yo la leo en la revista de los ovnis no la voy a creer,
pero en La Nación no voy a tener problema en darlo como cierto151. (4-1)
La siguiente tabla sintetiza cuatro tipos de reacción del público frente a una
afirmación con pretensión de ser valorada y aceptada como conocimiento,
caracterizadas a partir de las incidencias registradas en las discusiones
focales. Cada una de ellas se corresponde con sendas formas de articulación
entre las presunciones acerca de la credibilidad de la fuente científica
original y del medio que las traslada al público153.
151
Durante las sesiones focales se propuso a los asistentes la lectura de los artículos de
divulgación “Hay agua en un planeta extrasolar” y “Superlente: un nuevo mecanismo ‘reduce’
las ondas de luz” (Sección Ciencia/Salud del Diario La Nación, Argentina, ambos de julio de
2007) como motivador de una serie de cuestiones vinculadas con la asignación de autoridad y
crédito epistémico, los mecanismos de generación y restricción de la confianza o diferentes
circunstancias en que se enmarca la adopción de conceptos deferenciales, entre otras, que serán
reflejadas en éste y en el siguiente capítulo. Una versión digital de los artículos se encuentra en el
Anexo I “Diseño Metodológico”. La referencia a los ovnis en este caso permite inferir que la
intervención refiere al texto sobre astrofísica, y la “fuente fiable” a que se alude es la instancia
mediadora y no la fuente original.
152
En lunfardo: “Gran o pequeña mentira. Mentir, engrupir, engatusar.” (Diccionario Lunfardo).
El Canal Infinito es una emisora de TV temática, orientada a un amplio espectro de
pseudociencias, fenómenos paranormales, “realidades alternativas”, mística, astrología. El
apartado “Ciencia” de su página web consigna “Los últimos descubrimientos de la medicina. Las
últimas teorías sobre el universo, la mente, el tiempo, temas que siempre han preocupado a la
humanidad y los científicos. El lugar donde se une la ciencia con el espíritu.” (Fuente:
www.infinito.com)
153
En beneficio de claridad, he optado por reflejar exclusivamente aquellas situaciones en las
cuales entre el público se manifiestan con nitidez sus presunciones acerca de los otros dos grupos
de agentes. No obstante, también he señalado que los receptores no siempre se encuentran en
condiciones de identificar a las fuentes expertas -recordemos el carácter en ocasiones no
referenciado de la información científica- y por ende presumir algo respecto de ella, como así
también puede darse el hecho de que no tenga un juicio formado y taxativo respecto de la
Asimetrías e interacciones 287
Credibilidad Credibilidad
Actitud Referencia típica
de la fuente del mediador
- Si lo descubrió la NASA y
después lo publica La
Nación, entonces no te
(a)
Positiva Positiva quepa ninguna duda de que
Aceptación es cierto, tranquilamente lo
podés aceptar como que es
verdadero. (5-4)
- Cuando lo dice un
científico tendés a creer,
pero a veces no tenés
cómo… cómo evaluar. Si
Positiva Negativa (b) Duda aparece en Clarín no hay
problemas, pero si es una
revista que no te da... así…
mucha confianza, lo tomás
con pinzas (7-2)
instancia mediadora sino que éste sea débil o no exista. Por lo tanto, en rigor, la tabla debería
completarse con la opción “indeterminada” para contemplar aquellos casos en los cuales el juicio
en uno u otro sentido sea por lo menos débil: en todas sus posibles combinatorias, las alternativas
serían nueve y no cuatro como las que aquí se exponen.
Asimetrías e interacciones 288
Credibilidad Credibilidad
Actitud Referencia típica
de la fuente del mediador
- Si lo descubrió la NASA y
después lo publica La
Nación, entonces no te
Negativa Negativa (d) Rechazo quepa ninguna duda de que
es cierto, tranquilamente lo
podés aceptar como que es
verdadero. (5-4)
154
Que por simplificar he reducido a dos, omitiendo que en la mayoría de los casos la cadena es
mucho más extensa ya que las instancias de mediación se multiplican antes de llegar a la interfaz
que efectivamente acerca la afirmación al público. Por poner un ejemplo sencillo: un grupo de
investigación publica un paper en Nature, cuyos resultados son recogidos por una agencia de
noticias, que los distribuye entre un grupo de medios de comunicación de los cuales, a su vez,
levanta información un periodista de un medio de menores dimensiones quien, finalmente,
escribe que “Hay agua en un planeta extrasolar”. Así, tendríamos una situación en la que A
transmite algo a B, que lo transmite a C, que lo transmite a D, que lo transmite a E, que lo
transmite a F; quien, naturalmente se mantiene al margen de todo el circuito.
Asimetrías e interacciones 290
- Uno por ahí se cansa y ya no se toma el trabajo de dar muchos detalles de lo que
hace. Cuando digo que soy geóloga me preguntan si estudio las religiones, los
huesos, los edificios antiguos... Yo digo ‘no, estudio la tierra’ y entonces me
dicen ‘ah, buscás petróleo’. Entonces yo digo que estoy más enfocada a la
ciencia básica, a qué temperatura se forma un mineral, y entonces lo primero
que preguntan es para qué sirve eso, y después dicen que con tanta minería están
contaminando el planeta… Pero también tenés que explicar que si no extraés
uranio una persona con cáncer no puede hacerse sus estudios, y si decís
‘wolframio’ piensan que es para armamento. Tenés que bajar de acá [techo]
hasta acá [suelo] para que te entiendan, porque el camino intermedio no lo
entienden. Lo que te decía antes: yo ya no me pongo a explicarle al vecino,
porque te puede llevar como veinte minutos, ¿no? (C-11)
155
Entre ellas destaca por su originalidad el artículo “Los científicos reciben de la prensa el trato
que merecen” (The scientists get the press they deserve, Calder, 1998). El problema también se
aborda en Nelkin (ob.cit), Lewenstein (1992) y, en general, en cualquier manual de periodismo
científico.
Asimetrías e interacciones 295
afirma otro, “son muchos, y están bien aceitados: si te arriesgás y los saltás,
la mayoría de las veces perdés.”
Todos esos factores están muy presentes en el modo en que los expertos
construyen una imagen de sí como informantes; constituyen quizás los
elementos más pregnantes del núcleo de la representación, articulado en
torno de lo que denominé párrafos atrás como una demanda de presunción
de credibilidad epistémica y moral. Resulta interesante observar el modo en
que su imagen como agente en el campo del conocimiento público de la
ciencia está atravesada por elementos que el experto traslada de su
constitución como agente epistémico en el campo científico: la honestidad
intelectual, la integridad moral, las exigencias que imponen los controles
individuales e institucionales sobre ambas, la aceptación tácita de lo que
acontece a quienes las transgreden a sabiendas. O, mejor dicho, cómo los
expertos ponen su fiabilidad profesional, la que opera en el ámbito de la
comunidad de pares, como garante de su fiabilidad frente a la sociedad en
su conjunto. Esa extrapolación tiene un corolario implícito: el científico
aspira a que los ciudadanos juzguen su palabra en la esfera pública con los
criterios con que lo hacen sus pares en la esfera pública de la comunidad:
- [La gente] no tiene forma de penetrar en los detalles técnicos, obvio, pero
tampoco es que tengan que creernos porque sí, porque lo digo yo. Porque la
gente sí que podría ver esto: conocer el sistema interno con que se manejan las
publicaciones, los congresos, todo eso, ¿no? Con conocerlo, saber cómo se
manejan los estándares, que hay uno que te revisa, que su misión es encontrarte
las fallas, que en realidad no se publica cualquier cosa, se generaría
confiabilidad. (…) Pero todos los mecanismos internos por los que se genera el
conocimiento realmente la gente ni siquiera se los imagina. (C-3)
No obstante, si recordamos que entre los criterios del público figuran, por
ejemplo, la pobreza, la genialidad o la más absoluta renuncia a cualquier
interés mundano, podemos advertir una dimensión más de la brecha que los
separa. Pero antes de adelantarnos veamos cómo se sostiene esa
representación de sí como presunto fiable con que el científico se involucra
en el diálogo, presunción basada en el reconocimiento de los múltiples
mecanismos de control de calidad epistémica y de integridad personal,
subjetivos e intersubjetivos, presentes en la práctica científica. ¿Cómo
podría no serlo cuando forma parte de un sistema en el cual todo está
organizado para examinarlo, y todos están atentos y dispuestos para
hacerlo?
Asimetrías e interacciones 299
- (…) uno aspira a una alfabetización científica que permita a la gente entender la
pregunta del científico. [Porque] Si yo me pongo en su lugar no me extraña que
no le interese, porque a mí tampoco me interesa lo que no entiendo... (PC-2)
- (…) a la gente le cuesta mucho entender una información de este tipo, quizás
por eso se retrae. Y ahí entraríamos nosotros, en facilitarle el proceso. Yo creo
que el… el desinterés no pasa por restarle valor, la gente sabe que la ciencia es
importante, sino por el esfuerzo que demanda la comprensión. Por eso te digo,
por ahí va la función nuestra. (PC-4)
- (…) si yo al tipo le cuento el Big Bang y no lo entiende, no le va a cambiar
demasiado, o nada, la vida. (…) Pero si no tiene una motivación así… si no
percibe que le afecta en algo, lo que dice es ‘¿para qué perder el tiempo con algo
que no entiendo ni me importa?’ Pasa página, a otra cosa. La divulgación tiene
que resolver las dos cosas: lograr que entienda, y que le interese. (PC-5)
156
En realidad, en mi opinión, creo que lo que habría que preguntarse es en qué medida el
público efectivamente reconoce como tales las necesidades de información científica que el
periodista deposita en él, o si no se trata más bien de una proyección de las propias inquietudes y
motivaciones de los divulgadores en su imagen del receptor.
Asimetrías e interacciones 304
De todos modos, nunca falta un disidente que apunta los cañores en la doble
dirección de la honestidad moral y las competencias del propio agente
colectivo que integra:
- Y sí, la gente nos cree. Más allá de que los medios sean recontra mentirosos, o
se manden enormes pifias con mucha frecuencia. (PC-7)
- [Los científicos] Son gente tan especial… Desde los que te piden las notas para
leerlas antes hasta los que te cuestionan las traducciones de los términos en
inglés, como me pasó, porque sería incorrecto decir que las ratas están
‘embarazadas’ en vez de ‘preñadas’.” (C-5)
157
El problema se percibe con más agudeza, veremos a continuación, en caso de resultados
completamente novedosos o imprevisibles a la luz de lo que se considera sound science, entre los
cuales es necesario distinguir lo que puede ser tenido en cuenta y aquello que debe descartarse
“como un disparate”.
Asimetrías e interacciones 309
158
Es interesante contrastar la relevancia que los divulgadores asignarían a este aspecto con la
queja frecuente entre la comunidad científica de que los periodistas “¡te preguntan cada cosa
insólita! Porque no tienen mucha idea de lo que uno sabe particularmente, piensan que es todo
una gran y misma cosa.” (C-1)
Asimetrías e interacciones 310
- (…) si está dentro de cierta institución, me parece fiable aunque lo que diga no
sea ortodoxo. Por ejemplo, una vez me pasó haciendo una nota sobre terapias
alternativas. El que las hacía era un médico destacado de la Fundación Favaloro,
Jefe de Servicio, que en ciertos casos recurría a terapias alternativas para el
manejo del dolor. A mí esa fuente me parecía muy fiable: a pesar de que la
ortodoxia médica no reconoce nada de lo alternativo, que lo hiciera un tipo de
ese nivel le daba confianza como fuente. (PC-7)
Asimetrías e interacciones 311
- Frente a algo así… que suena raro, no podés creer automáticamente por más que
lo diga un médico de la Fundación Rockefeller, o de cualquier ... Tenés que
sospechar. (PC-3)
- (…) es muy difícil creer algo que se aleje de la norma. En general uno tiene
resistencia a creer un resultado completamente revolucionario; que, por otra
parte, puede ser cierto, un gran trabajo, pero de entrada es difícil creerle a la
persona, aunque esté publicado. (PC-2)
Del experto que aporta conocimiento, el público espera que sea confiable
en tanto moralmente íntegro -con todo lo que hemos visto que eso implica-
porque sus competencias se presuponen desde el momento en que habla
como tal. Pero el científico da por sentado que lo es, y espera que sus
afirmaciones sean juzgadas por las cualidades demostradas en producirlas y
Asimetrías e interacciones 314
justificarlas; o, mejor dicho, espera que el juicio previo establecido por sus
pares resulte garantía suficiente para su aceptación.
Los periodistas de ciencia también anticipan automáticamente la
fiabilidad cognitiva de ciertos informantes expertos, pero no de todos ni por
el mero hecho de serlo -como ocurre entre el público- sino porque encajan
dentro de los atributos de prestigio que exteriorizan su reputación dentro de
la comunidad; con lo cual bien puede ocurrir que contenidos científicos
valiosos nunca lleguen a circular por no superar ese filtro, o que enunciados
dudosos lo hagan sin más avalados por la jerarquía de la fuente en una
Academia Nacional. Por otra parte, los científicos apuntan tácitamente a la
honestidad moral de las interfaces debido a las distintas formas de
distorsión que impondrían al contenido del mensaje original antes de que
éste alcance el final de la cadena.
En la maraña de representaciones que intentamos desbrozar destacan,
por un lado, todas esas distancias y, por otro, una única pero unánime
coincidencia: la pobre imagen que los tres grupos parecen compartir acerca
de las cualidades de los ciudadanos legos y el desmedro de su legitimidad
como agente epistémico que trae aparejada. Anclado en la identificación de
comprensión con la posesión y dominio pleno de los conceptos científicos,
el prejuicio propio y ajeno sobre sus competencias cognitivas no le depara
un papel de privilegio sino más bien lo contrario, y repercute negativamente
en su predisposición y la de los expertos frente al posible contacto.
En el siguiente capítulo, el único de este trabajo enfocado
exclusivamente en el público, se aborda el modo en que sus miembros
afrontan su relación con el conocimiento científico desde esa posición
particular.
CAPÍTULO 10
REPRESENTACIONES Y ACTITUDES EN LA
RECEPCIÓN PÚBLICA DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Luna, que hay agua en el ignoto HD 189733b, que será posible divisar a los
virus, que bajó el índice de precios al consumidor y que la emisión de
residuos organoclorados se mantiene en cotas exentas de riesgo.
De cara a ese abanico de cuestiones, recurrente durante las discusiones
grupales, una mirada podría detenerse en cuestionar la pertinencia de la
representación social que unifica semejante amplitud bajo el mismo rótulo,
concluyendo probablemente en el consabido discurso sobre la ignorancia de
los sujetos que la sostienen y sus dificultades para establecer las
distinciones de rigor. Más aún cuando se observa la heterogeneidad análoga
de las discusiones que alternan en un plano de continuidad con aquellas; por
ejemplo el crédito diferencial que merecería un reality show en el que sus
participantes se someten a un tratamiento para bajar de peso frente a una
publicidad de medicamentos con el mismo fin que presenta pruebas
testimoniales en respaldo de su eficacia, o la controversia acerca de la
fiabilidad de las predicciones sobre el actual cambio climático. En este
punto, el tono de un experto en CPC adquiriría ya el matiz entre irónico y
jocoso de quien señala una manifestación más de la crasa incultura
científica de la sociedad; actitud que, cabe señalar, no es para nada
infrecuente en circunstancias de esta índole. Otra opción es asumir, como
he hecho en este trabajo, que acertada o no la representación existe, que
para el público efectivamente esa variedad de problemas se encuadra de una
forma u otra al interior de su imagen de la ciencia159, y que las inquietudes
que origina confluyen irremediablemente en el mismo tópico, grosso modo,
de si es posible confiar o no, bajo qué condiciones, con qué recaudos y
hasta qué punto, en lo que propone. Desde ese ángulo, tengo la convicción
de que es posible comprender aspectos más sustanciales de la relación de la
sociedad con la ciencia -por lo menos, con lo que significa a los ojos del
público- que limitándonos a constatar asombrados cómo en pleno siglo XXI
todavía existen sujetos que consideran que el alunizaje no fue sino un
montaje televisivo, que incluyen a la astrología como una disciplinas
científica, o que no sabrían responder con seguridad si la Tierra gira
alrededor del Sol o a la inversa.
159
Esto es algo que el enfoque etnográfico-contextual se ha propuesto y ha logrado poner en
evidencia en el desarrollo de sus investigaciones: el público no recibe el conocimiento científico
ni interactúa con los expertos desde un vacío conceptual, de experiencia o de representaciones,
sino que justamente lo hace a partir de ellas, de la base significativa y práctica que le
proporcionan.
Asimetrías e interacciones 317
en afirmar que “lo que me dice la ciencia, me lo creo”? ¿Cuáles, entre quien
se enfrenta a una novedad científica partiendo de la base de “por qué iban a
querer mentirnos” y quien lo hace desde la convicción de que “nos
engañaron tantas veces…”? Más aún: ¿qué entienden los ciudadanos por
haber sido “engañado por la ciencia”, y qué papel adquiere el repertorio de
imágenes y expectativas en esa percepción?
Esa aproximación requerirá retomar cuestiones ya analizadas -en esta
ocasión, aquellas que conciernen exclusivamente a las representaciones del
grupo de agentes legos-, e incorporar al análisis nuevas mediaciones propias
del contexto de recepción; entre otras, el interés e implicación de los sujetos
respecto del conocimiento en juego, necesidades subjetivas y colectivas de
índole psicológica o pragmática, o las impresiones de experiencias previas
de contacto con la ciencia y sus agentes.
162
Ver nota 115 al pie de página en el capítulo 9.
163
Alternativas que no por haber sido previstas de manera artificial resultan menos frecuentes en
el contacto cotidiano del público con la información científica, la cual no necesariamente resulta
un galimatías poco accesible -como el prejuicio extendido hace suponer- sino que en muchos
casos no requiere para su decodificación adecuada de unas competencias lingüísticas más
refinadas que las que demandaría la interpretación de cualquier otro artículo incluido en el
mismo medio de comunicación.
Asimetrías e interacciones 322
- (…) ‘Nada que sea más chico que su longitud de onda’... (Risa) ¡Pero si yo ni sé
qué es la longitud de onda! (2-3)
- La longitud de onda es la distancia entre cresta y cresta... (2-4)
- “Cresta y cresta”... ¿La cresta ilíaca? (Risas) (2-3)
- “Límite de difracción”... ¡Dios, qué es eso! (2-1)
- (Risas) Medíme algo con el “nanómetro”. (2-2)
- ¡Son todas malas palabras! Acá es distinto [del agua en un planeta extrasolar]
porque no tenemos evidencia ni tampoco entendemos qué nos dice. La
comunicabilidad no se da, no hay feedback. Pero igual es lo que decía antes, en
los dos tenés que confiar, ¿no? Por más que lo entiendas, uno no tiene pruebas
ni del agua ni del nano-eso tampoco. (2-5)
- Y sí, al final es un poco creer o reventar, ¿no?... (2-3)
Asimetrías e interacciones 324
afirmaciones y las razones que ofrecen en su apoyo. Pero otro motto fuerte
del campo es que el avance progresivo en el dominio público de los
conceptos científicos tiene como finalidad reducir la asimetría epistémica y
podría pensarse por tanto que también, en algún punto, la necesidad de
delegar las propias competencias cognitivas en la comunidad científica pues
los sujetos estarían más capacitados para juzgar de manera independiente el
contenido proposicional y las pruebas aportadas por la ciencia. Incluso al
nivel de poder decidir con fundamentos en función de ello, como propone
Nelkin, cuál de dos afirmaciones en conflicto es la más adecuada.
La primera opción expresa una correlación positiva entre las variables
del tipo “a mayor alfabetización, mayor dominio conceptual y mayor
motivación para una actitud deferente”; mientras que la segunda plantea la
asociación de signo inverso: “a mayor alfabetización, mayor dominio
conceptual y menor motivación para una actitud deferente”. De ambas
cabría concluir que, frente a la aseveración “haciendo pasar un láser por un
fino disco en el que se grabaron en forma litográfica círculos concéntricos
de dos materiales diferentes se puede enfocar el rayo en 50 nanómetros,
superando el límite de difracción de 600 nanómetros impuesto por la
longitud de onda”, el participante que tiene un nivel de alfabetización
científica superior al resto -algo que el modelo de CPC supone a partir de
que puede explicar el concepto de longitud de onda tendría tanto razón para
deferir a la autoridad cognitiva como para no hacerlo. De acuerdo con la
correlación positiva, su intención se vería fomentada desde el momento en
que es capaz de entender mínimamente el contenido de la aseveración;
desde la negativa, porque cuenta con recursos que le permitirían examinar
por sí mismo los argumentos y evidencias, sin necesidad de delegar en las
competencias en otros.
Lo que queda claro es que, aunque de manera contradictoria, en
cualquiera de las dos situaciones el modelo deficitario-alfabetizador
afirmaría que ese sujeto se halla en mejor posición que otros frente al
conocimiento objeto de la interacción con expertos e interfaces. Con todo,
la incoherencia no es el único problema en el planteamiento sino que
existen por lo menos otros dos inconvenientes: uno podría considerarse una
diferencia de criterios, pero el otro resulta invalidante.
La objeción inicial tiene que ver con el modo en que se estimaría la
riqueza o pobreza epistémica del público de cara a la comprensión de los
contenidos de la ciencia: ¿cómo determinar en ese plano el nivel de
recursos, en cantidad y calidad, de un individuo?
Asimetrías e interacciones 327
165
La Escala Oxford de Conocimiento Científico elaborada por J. Durant y empleada en las
encuestas de percepción es una muestra de ello, al igual que el listado elaborado por la American
Association for the Advancement of Science (AAAS) incluido en el Anexo 2 -considerado por J.
Miller, cabe recordar, como “el inventario más completo de conceptos centrales para un
ciudadano que desea comprender cuestiones de política científica y tecnológica” (2004: 279).
Asimetrías e interacciones 328
transmisión hereditaria; (c) que se aspira a que, con ese capital conceptual,
los ciudadanos puedan comprender las claves de las líneas de investigación
genética sobre la Enfermedad de Alzheimer.
En mi opinión, frente a una afirmación como “el alelo e4 del gen de la
apolipoproteína E (APOE4) se investiga actualmente como factor de riesgo
genético, pues es precursor de acumulación plaquetaria del péptido beta
amiloide en el cerebro en fase pre-diagnóstica” no existe ninguna diferencia
sustantiva en las posibilidades de comprensión cabal de lo que todo ella
significa, de sus alcances e implicaciones, entre quien cuenta con una
somera explicación de lo que es el ADN -calificando en principio como
alfabetizado científico- y quien no la tiene ni por asomo; y que ese nivel de
acercamiento poco más que superficial tampoco guardaría relación con una
mayor o menor voluntad para adoptar una actitud deferente. Ni entre ellos,
ni entre alguien que puede recitar una definición de manual de la longitud
de onda y otro que carece de toda referencia, es legítimo suponer un grado
sensiblemente diferencial de acceso a la complejidad de la ciencia
contemporánea: un grado que a la vez resulte tan definitorio de las actitudes
del público como para justificar el interés y el énfasis excluyente que el
campo de CPC ha depositado en esa dimensión.
La falacia en que incurre el modelo alfabetizador fue sintetizada en el
capítulo anterior por un divulgador cuando, recurriendo al refranero popular
en alusión al público, manifestaba que “en el país de los ciegos el tuerto es
rey, y el que sabe qué es una célula madre se cree apto para hablar de
clonación”. No obstante, el problema no es lo que los individuos sientan o
crean: después de todo, éstos pueden sentir lo que quieran, incluso que
conocer el significado de una serie de términos y entender mal que mal
ciertos conceptos les otorga una mayor autoconfianza frente al examen del
conocimiento científico o una información que lo involucra166. El problema
166
En algunos casos de manera un poco más justificada, en otros no tanto. Un químico que
controla la diferencia entre sulfato y sulfuro de sodio, por ejemplo, puede detectar el error
cuando un periódico publica que una industria ha producido un derrame de sulfato venenoso
cuando en realidad el venenoso es el sulfuro, y sentirse justificadamente en mejor posición que
otros en relación con esa cuestión en particular: “Uno que sabe química, de entrada sabe que lo
que dicen está confundido y se fastidia. Pero el que no sabe química y lee eso, muy posiblemente
al día siguiente no lea la desmentida, y entonces se queda pensando algo que está equivocado.”
(4-1) En otras ocasiones, la sensación de saber más sobre un tema conduce al individuo a
reforzar prejuicios, a confundir su capacidad de examen con la posibilidad de deslegitimar una
línea de investigación científica en base a sus posicionamientos teóricos previos. Es el caso de
una participante psicopedagoga que expresa: “(…) por ejemplo, a los norteamericanos yo en
cuestiones de psicología no les creo nada. Esos estudios que hacen... Creo que el último que
Asimetrías e interacciones 329
escuché era que podían saber por los músculos de la cara cuándo una persona es feliz, o está
feliz. No sé, yo escucho eso y no les creo nada: en psicología los norteamericanos no son
creíbles. También es cierto que a veces uno que no sabe, confía; pero si sabés un poquito más no,
porque yo sé que estos acá no... que los franceses, o quien sea, están más adelantados. En ese
sentido podría influir lo que uno sabe.” (6-5)
167
Como se describió en el capítulo 2, Epstein aborda este problema en relación con los
activistas del SIDA en los EE.UU. Otros estudios advierten situaciones semejantes en
comunidades organizadas frente a potenciales amenazas ambientales (Peters Peters, ob.cit).
Asimetrías e interacciones 330
- (…) no pedís comprobación de que existe Dios, pero en ciencia creés sobre otra
base. (8-3)
- Sí, pero fijate en el artículo del agua. Dice que ese planeta está a 64 millones de
años luz, y nadie lo pudo comprobar, no se puede llegar hasta ahí; te muestran
una foto que no sabemos si no hay photoshop de por medio, pero igual le creés.
Me parece que a lo mejor no es tan diferente, porque ese otro tampoco lo vio por
sí mismo. (8-5)
- Pero uno presupone cosas: que la gente que lo dice lo comprobó, que hay un
estudio... (8-3)
- Que viven para eso y tienen los elementos para determinarlo. Igual, yo no puedo
asegurar que sea cierto. Ya sé que hay cosas que no son accesibles para todo
público, son muy pocos los que pueden acceder a comprobar esto. Antes de
creer siempre dudás un poco... (8-4)
170
A lo que podría inferirse aludiría el término innato empleado por el participante.
Asimetrías e interacciones 335
- Lo que pasa es que que la Tierra es redonda, que tiene un eje, ya nadie lo sigue
investigando: lo das por hecho Pero cuando hay un descubrimiento nuevo como
ése, primero tiene que pasar un tiempo, tener más pruebas, más investigación,
antes de que uno lo pueda creer del todo... (2-3)
Referencia
Actitud
típica
Referencia
Actitud
típica
♦
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos: organismo que produce las estadísticas oficiales en
la República Argentina.
Asimetrías e interacciones 339
- (…) más que todo es eso: delegamos en los científicos porque si ellos están para
eso, bueno, entonces confiemos. Después habrá tiempo para desconfiar si surge
algo que te genera duda. Qué se yo… (…) quizás yo sea ingenua… pero a mí no
me parece tan mal creerle al que sabe más, al contrario: te predispone a tener
una actitud positiva, te hace bien. Si no, no podríamos creer en nada y eso es
tremendo. (6-4)
Pero, ¿qué tan tremendo lo advierten los sujetos que ocupan el extremo
opuesto de las actitudes por defecto? Porque esta participante no es la única
que previene contra los inconvenientes que percibe en el escepticismo, sino
que muchos pares comparten la misma sensación. Algunos asocian la duda
persistente con el confinamiento a un estado de ignorancia; otros, con
cuestiones de supervivencia práctica -“no podés vivir en este mundo siendo
escéptico de la ciencia, porque todo el mundo funciona así”-. Y también
están quienes encuentran allí una sensación de desamparo superior a la que
provocaría la dependencia epistémica, prefiriendo los riesgos de la
Asimetrías e interacciones 341
171
La discusión, como puede inferirse, giraba en torno de diversas circunstancias en las cuales el
público no puede “ver” aquello sobre lo cual debe adoptar una posición más que de forma
mediada por imágenes: televisivas -la destrucción de las Torres Gemelas, el alunizaje- u otro tipo
de representaciones -los gráficos de la estructura helicoidal de la cadena de ADN.
172
Término con que se alude –no sólo en ésta sino en numerosas circunstancias- a lo más
determinante que el público puede concebir.
Asimetrías e interacciones 342
173
Véase la Tabla Nº 4. Actitud frente a la credibilidad diferencial de expertos e interfaces, pp.
362-363.
Asimetrías e interacciones 344
- ¿Pero vos creíste alguna vez que [las estadísticas] son exactas? Acordáte el
caso… de una científica de la UBA que hizo un estudio con datos totalmente
distintos a los del INDEC... (1-1)
- Sí, la socióloga… ¡La que Cavallo mandó a lavar los platos! (1-5)
- Exacto: la mandaron a lavar los platos porque sus datos no coincidían con los
del INDEC. Vos podés no entender nada de estadística pero si una es
investigadora de la Universidad, y los otros están pagados por el gobierno, ¿a
cuál de los dos les vas a creer? (1-1)
- Bueno pero a ella también le pagaba el gobierno. Cierto que por estar en la
Universidad… bueno, podía tenía menos presiones, pero… (1-3) 174
- (…) Lo que pasa es que lo del INDEC fue muy evidente. Vas a comprar… lo
que sea y aumentó 2$ pero los tipos dicen que la inflación fue 0,8%. Es muy
fácil darte cuenta de que te están mintiendo: ahí, lo que te cuenta la ciencia se
cae a pedazos con la realidad. (1-3)
- Sí, cuando lo contrastás se cae a pedazos, y te das cuenta de que te mienten. Yo
me acuerdo de leer ‘Los científicos del INDEC cambiaron el sistema de
mediciones para lograr valores más confiables’. Y yo pensé: ¿había dos
métodos entonces? ¿Uno que te tiraba para abajo el índice y otro que lo tiraba
para arriba? O sea... Ahí me da que pensar que la ciencia no tuvo ética, que a
veces no tienen moral… (1-5)
- ¡Es que nos engañaron tantas veces! Los científicos son mercenarios… (1-4)
- Sí, sí. La ciencia se vende al mejor postor... Yo no digo todos, no todos los
científicos. Pero la ciencia en sí, sí. (1-3)
174
El tramo del diálogo alude a un hecho acaecido en el año 1994, cuando el por entonces
Ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, respondió “Que esa mujer se vaya a lavar
los platos” a las proyecciones sobre la evolución a corto plazo de la tasa de desocupación en el
país desarrolladas por la socióloga y demógrafa Susana Torrado. El suceso y, sobre todo, el
improperio han persistido en la cultura popular como un ícono del desprecio del gobierno de la
época hacia la investigación científica.
175
Basado en la experiencia, una de las fuentes habituales del sentido común, el argumento es
evidentemente erróneo.
Asimetrías e interacciones 346
- El pacto es a través de todo lo que usamos y funciona (…) todos los días abro
mi computadora, y mi computadora anda; tomo las pastillas para la tiroides y
efectivamente me controla. Entonces, estoy confiando en la ciencia, ¿no?,
porque no me estoy planteando todo el tiempo la necesidad de… Digo: yo no
me pongo a estudiar cómo funciona el cuerpo pero sé que si la pastilla me
controla es por algo. (1-7)
- (…) el otro artículo dice que en un CD común tenés 200 canciones, y que con
esto podrán ponerle 6 veces más. Entonces yo digo: ‘muy bien, cuando me
traigas ese CD te voy a creer lo de la difracción de la luz’. Cuando vea el
aparatito, el resultado, le voy a creer. (…) Yo estoy mentalizado... Como decía
antes: confío en los nuevos descubrimientos cuando aparece el aparato. (1-3)
- Como uno no puede… no puede analizarlo, entonces uno proyecta su creencia
en un futuro demostrable de esas cosas: en que aparezca la linterna que use el
nuevo conocimiento sobre la difracción de luz. (4-1)
- A veces una mala experiencia puede hacer que tengas más desconfianza. ¿Se
acuerdan hace unos años…? Una cantidad de personas que se infectaron de HIV
porque eran hemofílicos, y los trataron con sangre infectada. Pero cuando pasó
eso no se sabía todavía... todavía no se sabía muy bien que había que analizar la
sangre. Entonces, uno puede tomarlo como que la ciencia le erró, y ser más
desconfiado, pero lo que te muestra es que la ciencia corrige… se corrige sus
propios errores. (8-1)
- Sí, bueno, lo que hay que pensar en ese caso es que se había avanzado hasta acá,
y lo otro todavía no se sabía... (8-3)
- Cuando algo fue falso terminó sabiéndose, terminó saliendo a la luz. No sé…
me acuerdo de la biopsia al marcianito: durante un tiempo se pensó que era
verdad, pero después se supo que todo fue un fraude. Entonces vos pensás que si
durante tanto tiempo se supo esto y hasta ahora no se descubrió que sea mentira,
entonces tiene que ser verdad. (6-1)
- (Risa) ¡Cualquier día te vas a enterar! No sé, me parece un poco… no sé…
ingenuo creer que todo se sabe. Por eso yo dudo, dudo mucho. (6-3)
Asimetrías e interacciones 350
176
La intervención alude a una de las tantas peligrosas patrañas que pueblan el campo de las
seudo-medicinas. La denominada “Coleoterapia”, está destinada a combatir el cáncer -y otras
dolencias como diabetes, asma, artritis, soriasis, etc- en base a la ingesta de insectos vivos, el
coleóptero Palembus Ulomoides Demestoides, tipo de escarabajo vulgarmente conocido como
gorgojo. Fuente: Página web de la Red Oficial de Coleoterapia, accesible en
http://www.dieminger.com/gorgojo/index2.html.
Asimetrías e interacciones 352
- Eso es muy propio del ser humano creo yo: confiar en que es verdad lo que te
dicen que está de acuerdo con tus... no sé... con lo que ya tenés una idea
formada, con tus convicciones. (4-6)
- Lo que pasa es que vos no hacés un juicio de lo que dicen los estudios, lo
dijimos antes: nosotros no tenemos cómo. Pero sí podés juzgar en base a lo
moral, hacer un juicio moral, ideológico, y rechazar con ese fundamento. Mirá
lo del aborto… (4-5)
- Sí, bueno, pero ahí estás mezclando cosas: lo científico con lo moral, con lo que
vos creés que es bueno, y eso es subjetivo. En cambio, lo que dice la ciencia es
objetivo. (4-1)
- Y sí, yo me hago cargo, pero para mí es una cuestión humana: uno tiene un
background del que no puede salir para tomar una decisión sobre cualquier cosa.
177
Puede inferirse que el último tramo de la intervención alude a la posibilidad de que a futuro
sea posible realizar exitosamente xenotrasplantes de órganos, tejidos o células entre especies
animales; por ejemplo trasplantar a un ser humano un hígado proveniente de un cerdo.
Asimetrías e interacciones 353
Yo soy católico practicante, y el aborto... Yo leo, veo todas las posiciones pero
no me puedo despejar de mis creencias: digan lo que digan, para mí un embrión
es un ser humano desde el vamos. Aunque creo que son muy válidas todas las
posiciones, yo también tengo una posición... No puedo abstraerme de mi
pensamiento... (4-5)
- ¿Cómo hacés? A veces somos cómodos, y creemos la versión que más nos
conviene: como no tengo medios para verificarlo, me quedo con la que para mí
resulta buena, más de acuerdo con lo que pienso, con mis valores... (8-2)
- Sí, pero eso es muy… Digo, muy… limitado. Hay veces que sí podemos saber,
que tenemos elementos para decidir cuándo te dicen algo verdadero, en la
palabra de quién confiar. Justamente: cuando está claro que uno responde a
ciertos intereses, eso te da la pauta de que puede estar diciendo lo que le
conviene a esos intereses. Pero cuando se trata de un científico que no tiene eso
por detrás, seguramente confiaré mucho más en sus resultados y en sus
descubrimientos, porque sé que no lo anima nada... nada raro. (8-3)
Asimetrías e interacciones 355
- (…) me resulta difícil pensar que puedan llegar a resultados distintos siendo los
dos grupos honestos. Si los estudios son similares, y con procedimientos
parecidos, y están hablando de lo mismo… ¡No puede ser que los resultados
Asimetrías e interacciones 356
sean tan diferentes! Es decir, en ese caso yo tendría que pensar o que unos están
equivocados, o que están tratando de hacer algo no demasiado claro… por algún
interés de por medio. (6-2)
- Pero si los dos son honestos, los estudios son parecidos, y uno no sospecha mala
voluntad... Por ejemplo, si tenés creencias… elegís lo mejor, y el margen de
dudas lo dejás en manos de Dios. (6-4)
- Ah, no: para mí la ciencia prima. ¡Yo lo dejo en manos del que sabe más!
Alguno de esos grupos tiene mejor equipamiento, más experiencia… Creo que
tenemos muy internalizado eso de que... de que en ciencia siempre hay una
opinión que está más cerca de la verdad que otra. (6-5)
- Yo no puedo decir cuál estudio es mejor ni que los uruguayos mienten.
Entonces yo elijo creer lo que primero tiende a proteger, después con el tiempo
se verá. Como digo siempre: mejor prevenir que curar. Si hay un riesgo, y el
riesgo puede ser destructivo, aunque no esté comprobado fehacientemente... ¡no
te podés encomendar a nadie! Si yo tuviera que votar, aceptaría lo que aconseje
el grupo que afirma el riesgo. (6-3)
- (…) los científicos uruguayos dicen que no van a contaminar, y los argentinos
que sí. Pero uno puede ver en otros lugares del mundo que las papeleras sí
contaminan. Eso te da una pauta... (7-4)
- Yo acudiría a un tercero neutral, uno que no esté con unos ni con otros. (…) Y
le creería dependiendo del resultado: si el tercero sale con otro resultado
diferente, entonces no le creería a ninguno. Sirve, en este caso, para no tener
confianza en ninguno. (7-3)
- El problema con las papeleras es que ahí actuás con los sentimientos. Nadie,
creo yo, se puso a mirar los estudios detenidamente. Como se puede perjudicar
al país, uno se involucra desde otro lado. (7-1)
- Sin ir a los sentimientos, de mi parte yo trataría de ver qué es lo que me puede
perjudicar. Otro estudio puede tardar en decir quién tiene razón, y el daño ya
está hecho. Yo, por las dudas, me opongo porque quizás si no es hoy, mañana sí
puede tener efectos negativos. (…) Creo que terminamos evaluando en función
de nuestro perjuicio o beneficio. (7-2)
Asimetrías e interacciones 358
grupos como por lo que cada una de ellas encierra de ambiguo en sí misma.
La interacción epistémica se produce en un contexto significativo plagado
de tensiones acerca de lo que es su objeto, lo cual no constituye
precisamente el entorno más favorable para su desarrollo sino, por el
contrario, comporta un nivel adicional de complejidad que se superpone con
la asimetría epistémica de los interlocutores. Este es el primer plano,
general, en el que se puede reconocer la intervención de elementos de orden
simbólico sobre el proceso de distribución y adquisición social del
conocimiento científico.
El segundo plano es el modo en que las respectivas representaciones de
la ciencia generan, a su vez, las imágenes que cada uno de los grupos se
forma de sí y de los demás en relación con ella; es decir, la influencia que
tienen en su autocomprensión y comprensión recíprocas como agentes
cognitivos, y en el tipo de actitudes que -a partir de esas identidades-
asumen y esperan de los otros en el desarrollo de la interacción testimonial.
En este punto, considero que los resultados analizados en el capítulo 7
tienen valor en dos sentidos: en primer lugar, aún tomando en cuenta su
carácter exploratorio, son importantes debido al tipo de información que
aportan para la caracterización del comportamiento de los sujetos en
función de sus respectivas imágenes, tanto reflexivas como mutuas.
Respecto de ello se ha podido observar, por ejemplo, cómo el estereotipo
social de los legos como agentes cognitivos limitados tiene efectos visibles
sobre los roles y actitudes de todos los actores: entre ellos mismos, justifica
el rol pasivo que se reservan en el proceso, cuando no la deserción lisa y
llana del espacio; entre los expertos, en un sentido semejante, sustenta las
reticencias a implicarse en un vínculo del cual, por esa razón, desconfían
que logre efectivamente alcanzar el objetivo de compartir conocimiento;
para las interfaces, opera como fundamento de su propia razón de ser como
mediador imprescindible en el intercambio. La investigación ha permitido
también poner de relieve de qué modo opera la representación social del
científico como fuente de criterios para valorar a “el informante” o “los
informantes” concretos involucrados en una relación o bien, en un plano
genérico, para juzgar la palabra de cualquier emisor identificado como parte
de esa clase. Asimismo, los datos habilitan una interpretación interesante de
las relaciones con frecuencia conflictivas entre expertos y divulgadores, un
tópico de larga data en el campo, en términos de las anticipaciones y
expectativas mutuas que desarrollan a partir de sus imágenes recíprocas
como agentes epistémicos.
Asimetrías e interacciones 365
ANEXO 1
1. Introducción
sesión de los grupos focales, de una entrevista con un científico y otra con
un periodista de divulgación; los datos completos se encuentran a
disposición de quien los requiera.
142
Con todo lo defendible que puede resultar este punto de vista, que en general comparto, no
puede dejar de señalarse que la heterodoxia metodológica deja sin poder resolver un problema:
Asimetrías e interacciones 372
retomado las técnicas que propone para la determinación del núcleo central
y los elementos periféricos de las RS.
Para esa perspectiva, los métodos interrogativos y asociativos permiten
acceder al contenido de la representación: informaciones, imágenes,
creencias, valores, opiniones, actitudes. Entre los primeros se encuentran la
entrevista, el cuestionario, y los soportes gráficos -solicitar a los agentes,
por ejemplo, que dibujen su imagen del objeto en cuestión. Entre los
segundos, destaca en particular la asociación libre de ideas a ciertos
términos -elegidos en función de los objetivos de la investigación- que
operan como estímulo o inductores a partir de los cuales los sujetos generan
un campo semántico, el contenido de la RS, en el que es posible detectar la
ubicación y relaciones de sus elementos. A diferencia de otras técnicas en
las cuales los contenidos son provistos por el observador, la asociación libre
presenta la ventaja de dejar librada la elección de las categorías relevantes
al propio sujeto (Di Giacomo, 1987: 286); con eso elimina un sesgo de
base, como es que los contenidos de la representación que se intenta
explorar sean aquellos que constituyen la propia representación que el
investigador tiene del objeto143. Se trata, como puede inferirse, de un
aspecto por demás relevante a tener en cuenta. De todos modos, los
métodos y técnicas no son excluyentes entre sí sino que pueden emplearse
de manera complementaria, tal como se describirá en el siguiente apartado.
La recolección de información incluye, asimismo, que el individuo
realice alguna actividad que muestre cuál es para él la jerarquización y las
relaciones entre los términos aportados, ya sea a través de un relato oral o
escrito, o bien mediante una consigna o instrumento provisto por el
observador. Con ese material puede determinarse la saliencia -frecuencia de
evocación- y la conectividad de los aspectos mencionados a fin de formular
una hipótesis acerca de cuáles de ellos pertenecen al núcleo y cuáles, a la
periferia. Se asume que los primeros presentan un alto valor expresivo,
143
Esto es lo que A. Cicourel llama la “sobredeterminación del esquema de referencia” (1964:
105). Cuando se le ofrece una serie de alternativas cerradas, el entrevistado no tiene demasiadas
posibilidades de aclarar o articular su propia posición; al tiempo que se fomenta en alguna
medida su pasividad, o bien se obtiene información de manera forzada: las categorías
preestablecidas terminan por sugerir una respuesta, aún en aquellos casos en los cuales el sujeto
no tiene nada que decir sobre lo que se le consulta. Por mi parte, lo que he procurado tanto en los
grupos focales como en las entrevistas en profundidad es más bien lo opuesto: que la propia
situación conversacional contribuyera a la emergencia de conceptos o modos de interpretación
con que el entrevistado cuenta, aún cuando no los haga expresos en su vida cotidiana, y que
reflexionara sobre ellos.
Asimetrías e interacciones 374
“[Es claro que] una pregunta inevitable en una investigación sobre representaciones
debe ser lisa y llanamente ‘¿Qué significa X para Usted, personalmente?’ (adonde
X es el objeto de la representación)” (Breakwell, 1993: 185)
3. Diseño Metodológico
3.1. Objetivos
144
En el sistema científico-tecnológico argentino, los investigadores del CONICET pueden
desempeñarse tanto en centros propios del Consejo como en otras instituciones públicas -
Universidades- o semi-públicas sin fines de lucro -fundaciones-. Las abreviaturas empleadas
corresponden a 1) UNL: Universidad Nacional del Litoral. Santa Fe. Argentina 2) UBA:
Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires. Argentina. 3) INTA: Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria. Argentina. 4) UAM: Universidad Autónoma de Madrid. España.
Asimetrías e interacciones 379
145
Asimismo, por estudios comparativos se ha podido establecer una fortaleza adicional de los
grupos focales en términos de rapidez en la reunión de información: “dos sesiones de grupos
conformados por ocho integrantes produjeron tantas ideas como diez entrevistas individuales.
Dada la cantidad de tiempo que que toma realizar y analizar diez entrevistas, trabajar con dos
grupos focales resulta claramente más eficiente.” (Fern, cit. en Morgan, 1997: 14). En mi
opinión, sin embargo, los problema del reclutamiento y contacto y la organización de las sesiones
Asimetrías e interacciones 381
al interior del grupo focal se produzca una mágica sinergia que haga
emerger espontáneamente las representaciones como si fueran hongos, sino
que esa es la función del moderador: no hacer crecer hongos, sino conducir
la discusión hacia los intereses del trabajo. Es menester señalar que en este
punto radica una fuente de debilidad para la técnica: la influencia de la
intervención del observador sobre la interacción grupal y, por ende, sobre el
tipo de información recogida. Sin embargo, este problema no es exclusivo
de los grupos focales sino una característica propia de cualquier otra técnica
de las empleadas en ciencias sociales. De hecho, podría ser incluso más
sencillo moderar o aligerar el problema en esta circunstancia que en las
entrevistas individuales, adonde la única interacción que existe es entre
observador-observado (Morgan, 1997: 14) y, por tanto, más oportunidades
para la intervención del primero. El modo de organizar la discusión -en un
rango que va de la mayor estructuración e implicación del moderador a una
participación poco más que nula- es una decisión que incidirá en el tipo de
intercambio que se produzca en el grupo.
Asimismo, el tipo de diálogo se verá influido por el nivel de
homogeneidad o heterogeneidad entre los participantes de acuerdo con las
variables de segmentación propuestas: es de esperar que la conversación
resulte más fluida en un grupo cuyos integrantes compartan ciertas
características ya que no existen diferencias marcadas que tiendan a cohibir
o limitar de antemano la expresión de algunos de ellos; de ahí que esa fue la
opción escogida. Por su parte, la heterogeneidad entre los grupos asegura
que puedan abarcarse segmentos variados de la población estudiada y, dado
el caso, realizar comparaciones entre ellos respecto del objeto abordado.
Por último, se debe tener en cuenta que el tipo de registro que se realice
de la sesión -notas, audiograbación o videofilmación- también puede incidir
en el desarrollo de la discusión: si no es imprescindible por algún motivo -
por ejemplo, que la expresión corporal sea un dato de especial relevancia
para la investigación-, deben preferirse siempre las formas de registro que
resulten menos intrusivas para el grupo.
Teniendo en cuenta lo anterior, en función de los objetivos planteados,
los grupos de discusión se desarrollaron del siguiente modo:
hacen que la idea de “rápido y fácil” haya quedado, como bien señalan Morgan y Krueger, en el
“catálogo de mitos” acerca de los grupos de discusión (1993: 4)
Asimetrías e interacciones 382
Grupo 1 2 3 4 5 6 7 8
Duración 1: 42’ 1: 22’ 1: 48’ 1: 34’ 1: 45’ 1: 35’ 1: 25’ 1: 39’
Asimetrías e interacciones 383
146
Básicamente, por cuestiones de agendas personales de ambos tipos de informantes que hacen
casi impracticable la alternativa de conformar sesiones grupales.
147
En algunos casos es oportuno, en otros, necesario y, en otros, inevitable.
148
La inclusión de una pregunta parcialmente categorizada -valores de la ciencia- responde a la
necesidad de orientar suficientemente el sentido de la respuesta; si bien no escapa a la crítica al
sesgo de imposición del punto de vista del observador. Para morigerarlo he incluido la alternativa
“otros” en el listado ofrecido de modo tal de mantener la libertad del entrevistado de no adherir a
ninguno de los valores propuestos si no le resultan significativos de su propia concepción; como
así también la opción de apuntar el disvalor correspondiente en caso de considerar que es ése -y
no la alternativa ofrecida- el más apropiado.
Asimetrías e interacciones 384
La ciencia aporta continuamente una gran cantidad de información acerca del mundo, de
nosotros mismos y lo que nos rodea. Por ejemplo, lo que se refiere en estos artículos
periodísticos que les pido que lean para luego comentar algunas cuestiones sobre ellos.
(Se distribuye entre los participantes dos fragmentos de artículos periodísticos y se
dedica el tiempo necesario para su lectura. Apunta a observar el problema del dominio
conceptual en relación con su actitud frente a la información. A partir de los ejemplos
se intentará poner al grupo frente a la cuestión de que no tiene otra forma de justificar
muchas de sus creencias acerca del mundo más allá de su aceptación de la palabra de
la ciencia).
¿Dirían que, a partir de esa lectura, Ustedes conocen algo nuevo? ¿Por qué?
Cuando las noticias científicas hablan de objetos y en términos desconocidos, de cosas
que no tenemos forma de comprobar por nosotros mismos, ¿les creen? ¿por qué
habríamos de creer lo que nos dicen?
¿De dónde obtiene su credibilidad la ciencia? ¿Qué significa cuando alguien dice que los
científicos “tienen autoridad” para opinar sobre un tema en particular? ¿Qué factores la
afectan, cuándo tienden a desconfiar?
En ocasiones, dos grupos de especialistas sostienen resultados opuestos respecto del
mismo problema (por ejemplo, como ocurrió respecto de las consecuencias ambientales
de la instalación de las pasteras sobre el Río Uruguay). En esos casos, ¿cómo podemos
decidir a quién creerle? ¿Disponemos de algún criterio para discernir entre los dos?
(Problema del lego-2 expertos. Se incluye la pregunta para advertir cómo se interpreta
y resuelve, al nivel del imaginario, un problema que tiene que ver con el carácter de
incertidumbre o controversia que muchas veces tiene una proyección científica.)
En general, en lo cotidiano, cómo definirían su actitud básica frente al conocimiento
científico: ¿de confianza o desconfianza? ¿Por qué? ¿Qué les genera confianza y qué,
desconfianza?
Es habitual afirmar la gran influencia de la ciencia tanto en la vida cotidiana como al
nivel más general de nuestra sociedad: ¿En qué lo percibe cada uno?
Hay quienes sostienen que los perjuicios que ocasiona la ciencia son mayores que sus
beneficios; otros afirman lo inverso. ¿Cuál es su posición respecto de ello? ¿Qué
beneficios consideran que obtienen de la ciencia? ¿Qué perjuicios cree que puede
ocasionar?
En general, ¿qué sentimientos o emociones les genera pensar en la ciencia?
¿Desean agregar algo más?
Asimetrías e interacciones 387
Grupo Nº: …
Código de participante: ...
2. Esta es una lista de valores de distintos tipos. Señale por lo menos 6 en orden
decreciente de importancia que Usted asocia con la ciencia (el 1 será el que considera
más significativo). Si considera que entre los citados falta alguno, puede agregarlo en el
ítem “otros”. Si en algún caso considera que su asociación se vincula con un opuesto,
por favor apúntelo junto al item mencionado.
Ciencia/Salud
Publicado en la ed. impresa: Ciencia/Salud
Jueves 12 de julio de 2007
Hallazgo
Hay agua en un planeta extrasolar
Es un cuerpo gaseoso y caliente
Ciencia/Salud
Publicado en la ed. impresa: Ciencia/Salud Viernes 13 de julio de
2007
(1) (2)
(3)
(4)
Asimetrías e interacciones 392
4. Análisis de datos
149
La principal fuente de información y ayuda a la que he recurrido para la familiarización y uso
del Atlas es el manual de Muñoz Justicia (2005), una obra clara y de alto valor didáctico.
Asimetrías e interacciones 396
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
3 6 5 1 2 4
6 2 3 5 4 1
… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
20 89 101 7 11 76 14 37 60 24 38 17 0 57 35 98 24 47 30 23 15
Asimetrías e interacciones 399
5. Transcripciones
M. ¿Por qué aceptaron participar del grupo? ¿Qué consideran que tienen para decir
sobre la ciencia?
1-5. Lo que pasa es esto: a la ciencia nos acostumbramos a relacionarla con el laboratorio
al que no entra nadie, las ecuaciones, las pizarras gigantes llenas de números que
supuestamente no se entienden. Es decir, aunque no sea así, uno lo relaciona con cosas
que estarían completamente separadas de la realidad. Ese mito me parece que colabora
para alejar a la ciencia de la masa, para decirlo de algún modo.
1-3. Lo que pasa es que también la definición de ciencia fue cambiando, porque eh...
Muchísimos años atrás la ciencia era igual al conocimiento, y hoy si bien queda algo de
eso, está tan diversificado que podés encontrar ciencia en muchas cosas que antes no lo
eran, está distante siglos de lo que se pensaba siglos atrás.
1-7. También en lo cotidiano te toca todo el tiempo. Creo que en lo que decían antes hay
un doble juego: que la ciencia a veces se aleja un poco del resto de la Humanidad, y un
poco también por eso ese resto de la Humanidad se siente rezagada, pensando que no
puede hablar sobre la ciencia. Es decir, hay una cuestión de jerarquía, del mito del que él
hablaba antes. Y sin embargo es lo que nos toca cada día: las cosas que usamos tienen
que ver con la ciencia, todo lo que hacés... Abrís la heladera y te encontrás con comida
científica; si te ponés a pensar, cuando usás preservativos estás usando ciencia...
1-4. Sí, él tiene razón: todo lo que consumimos son productos hechos científicamente,
todo es artificial.
1-7. Sí, claro, vos te acordás de Galileo, de lo que le pasó, que lo metieron preso de por
vida por haber dicho algo que... que era contrario a la iglesia, ¿no? Que la tierra se
movía, mirá qué loco, ¿no?
1-4. Bueno, ya que están hablando de la ciencia y la religión, pienso en todas las ciencias
a las que hoy se opone la Iglesia, qué se yo. Todo lo que es la fecundación in vitro, los
preservativos, la pastilla del día después. Ahí tenés un montón de cosas que son
investigaciones científicas, que son conocimientos avalados por la ciencia y que la
religión prohíbe.
1-3. Yo estoy a favor de que todo eso se estudie más, a pesar de la Iglesia. O que se
perfeccione, que se aplique, mejor dicho. Porque hay problemas muy serios, como el
control de la natalidad, o la gente que no puede tener hijos, que se pueden solucionar
perfectamente a través de la aplicación de la ciencia. Está tan desarrollado todo que, con
un poco más de ciencia, un poco más de estudio, se podrían lograr muchas más cosas...
1-4. Pero el asunto ahí es ético, no es científico, tiene que ver con las trabas morales de
nuestra sociedad. La ciencia ya hizo lo que tenía que hacer: ahora, que se lo aplique.
(…)
que “no, el estudio no puede ser por método”... A mí me encantaba Ameghino en esa
época. Ameghino fue un historiador argentino que renegaba del método científico, estaba
en contra y decía que el método científico era perder el tiempo. Era el único historiador
que había en Argentina en aquella época. ¡Era un loco hermoso! Por ejemplo, encontraba
una calavera en la Patagonia y decía: “este es el Homo Argentinus”. Lo inventó en base a
dos o tres huesos que encontró, y le hizo creer a todo el mundo que existía el Homo
Argentinus; lo enseñaba en la Facultad... Era genial: ¡estaba completamente desquiciado!
A mí me encantaba eso cuando era chico, pero en la escuela tenía la profesora que me
enseñaba eso, el método científico. Y yo pensaba que en realidad, la ciencia se forjó con
gente como Ameghino, y no con gente como mi profesora.
1-7. Sí, porque vos fijáte: ¿quiénes son recordados? ¿quiénes son los que fueron
geniales? Los que rompieron esas reglas... Galileo es uno. Einstein es otro: vino y dijo
“el Universo es curvo, y no me importa todo lo que ustedes digan”; y entonces se puso a
buscar la teoría que sostuviera eso. Es como que la ciencia de avanzada siempre está
buscando superarse a sí misma, usando el método o no.
1-1. Eso es a veces lo lindo de la ciencia: la transgresión. No sé, el otro día leía que a
veces hasta los matemáticos te dicen que 2 más 2 no es 4...
1-7. Ese es el problema... Que el acercamiento de la educación... digamos... normal,
básica, es muy diferente a hacerte pensar en el conocimiento más allá de ciertos límites.
La educación básica limita la idea de la ciencia: es más, te diría que es lo que de entrada
nos aparta de la ciencia, porque eso que decíamos antes de la transgresión, nadie te lo
muestra, al contrario, todo lo contrario.
1-7. Sí, es esa idea del científico concentrado... Sólo en la ciencia y nada más.
1-5. Está más allá del mundo, de lo mundano, porque ya nada le puede interesar,
únicamente puede pensar en el Universo.
1-3. Bueno, pero convengamos en que nada le puede interesar porque no puede. Es un
caso excepcional, en realidad.
1-5. Pero lo que yo quiero decir es que... hizo carne su profesión de científico. El cuerpo
no lo puede distraer, porque lo maneja de manera automática, entonces su única
preocupación es esa: pensar. Vos decías antes lo de la confianza: a alguien así podés
creerle de pe a pa porque ¿con qué lo van a comprar?
1-4. Yo me acuerdo de Chagas, el del Mal de Chagas. ¿Era argentino?
1-1. No: Chagas era brasilero. El argentino era el otro, Salvador Mazza. Por eso en
realidad aunque nadie lo sepa el nombre completo es Mal de Chagas-Mazza. ¿Se
acuerdan de la película “Casas de Fuego”? Allí muestran a Mazza quemando las casas de
barro para que no anide el bicho.
1-3. A mí un tema que me tiene así... preocupadísimo, es el tema de la clonación.
Entonces, si pienso en el nombre de un científico, se me ocurre el que clonó la oveja
Dolly, aunque no sé el nombre.
1-7. Sí, pero vos fijáte que nadie se acuerda del nombre de esos nuevos científicos. Yo lo
tuve que buscar una vez, no sé para qué, pero si me lo preguntás ahora tampoco sabría
decirlo. Lo que pasa es que ahora lo importante es el hecho, no el nombre del científico.
1-2. Es más fácil recordar científicos del pasado porque son los que aprendiste en la
escuela. Hoy lo leés en el diario, o lo ves en la tele, pero lo que te queda es lo que
descubrieron, no quién lo hizo...
1-6. Porque, aparte, hoy los descubrimientos se hacen entre muchos, están divididos.
Entonces, a lo mejor te dicen “lo descubrió un grupo de científicos de la Universidad de
tal...” pero no uno en particular.
1-3. Lo que pasa es que antes había muchos menos también. Eran cuatro o cinco que se
dedicaban a todo y ahora es al revés: hay muchísimos, y cada uno se dedica a una
partecita. Qué se yo: a Pitágoras te lo acordás porque hizo el teorema. Ahora dicen que
no fue Pitágoras, pero eso es otra cosa: Pitágoras o no, fue uno sólo. En vez el que
inventó el celular quizás fue uno, pero todos los que lo perfeccionaron en este tiempo
fueron muchos, y no podés conocerlos a todos.
1-2. Yo me acuerdo de Sócrates, Platón, Aristóteles, Tales de Mileto. Spencer. Los
estudiamos en la escuela, pero no me acuerdo bien qué planteaba cada uno... Kant...
1-1. Darwin, que descubrió que el hombre desciende del mono.
1-4. Favaloro, que era médico pero también investigaba.
1-5. Asimov. Carl Sagan. A mí porque me gusta la ciencia ficción. Arthur Clarke
también, pero no sé si era científico o solo escritor...
1-7. Bueno, Newton también, ¿no?
M. ¿Qué hace un científico? Quiero decir, ¿cómo imaginan su trabajo diario, adonde se
hace ciencia?
1-3. ¡En todos lados!
1-7. No, no, perdón: en todos lados no. En las Facultades, institutos, fundaciones,
laboratorios...
1-2. ¿En un campo se dice?
1-1. ¿En un campus querés decir? ¿O que estudia un campo?
1-2. Eso: en un campus de una Universidad.
1-3. Es lo que decíamos antes: ahora en la ciencia casi todos son equipos. Qué se yo,
como en el fútbol: el gol lo hacen entre los 11.
1-6. Cada uno cumple una función, pero todos apuntan al mismo objetivo...
Asimetrías e interacciones 404
1-1. Mirá: por ejemplo, el lunes contaron que los rusos llegaron al fondo del Polo Norte.
En los dos mini submarinos iban con otros científicos de todo el mundo: un australiano,
no se de dónde más. Y arriba tenían todo el equipo de apoyo que les iba buscando la ruta,
un grupo de gente que trabajaba para ellos.
1-5. Sí. Antes, para llegar al Polo Norte, o a la Antártida, o para escalar el Himalaya, un
loquito hacía una expedición y se mandaba. Podía morir, o podía llegar y volver.
1-4. Como Marco Polo, o como Colón, que dijo “voy a llegar a las Indias” y se mandó el
loco sólo, a matar o morir... Ahora hay un grupo de gente, muchos, detrás del mismo
objetivo: uno allá abajo, otro arriba, quizás lo está mirando vía satélite y dándole los
datos que necesita...
1-7. Yo creo que es así: hay un individuo que se plantea la duda, e interesa a todo un
grupo para que trabaje con él. Entonces, cada uno se pone a hacer lo que sabe en el
campo que sabe, a investigar una partecita para ver si eso es cierto o no.
1-5. Yo entiendo que es como hacer una película, digamos... Hay un guionista, un
director, un productor, iluminador, camarógrafo, sonidista: cada uno está encargado de
diversas partes muy diferentes entre sí, con diferentes responsabilidades y niveles de
responsabilidades. El científico que es director tiene el nivel máximo, y después están los
otros. Creo que la ciencia ahora funciona un poco así; porque no hay que olvidar que hay
una ciencia antes y otra después del siglo XX. La ciencia antes podía...
1-1. Sí, mirá Darwin. Darwin es increíble lo que hizo... El tipo estaba sentado y de pronto
dijo “No, bueno, todo lo que sabemos hasta ahora es mentira”, y él sólo pudo crear algo
completamente distinto. Y lo hizo sólo, pero ahora ya no es posible hacer ciencia de esa
forma, yéndote en barco por el mundo: ahora las expediciones son como las de los rusos
que decíamos antes. El científico ideal es el que siente emoción…, el que no tiene miedo
a… a la transgresión, como Darwin o como Einstein. Es un tipo que está sentado y de
pronto dice “Todo lo que sabemos hasta ahora es un error”, y él sólo puede crear algo
completamente distinto.
1-3. Eso tiene que ver con lo que yo decía al principio: que lo que es ciencia, lo que
entendemos por ciencia, cambió mucho en los últimos años. Quiero decir: yo no sé si a
eso que hacían antes los tipos solos hoy se le llamaría ciencia.
1-2. Lo que pasa es que también, con todo lo que se sabe, con lo que se ha avanzado, no
lo puedo abarcar una mente sola. Tienen que ser muchos, y cada quien aporta lo suyo,
para crear... no sé... el mapa del Genoma Humano. Un tipo no puede saber de física,
química, biología, fisiología, de todo lo que se necesitó para llegar a eso.
1-3. Claro: es el héroe colectivo, es el grupo el que tiene que trabajar. Einstein fue el
último científico solitario.
1-7. Creo que en esto también hay un factor que no nos podemos olvidar, que es el factor
económico: cómo jugaba antes y cómo juega ahora, por ejemplo en decidir qué se
investiga, cómo... No sé: ella dijo recién que todos tienen el mismo objetivo pero vos te
podés preguntar si esto realmente es así... ¿Todos tienen el mismo objetivo? ¿Cuál es el
objetivo de la ciencia?
1-7. Bueno, yo también apuntaba a eso: a ese cruce entre la ciencia y lo económico, las
limitaciones que le impone. Y hasta qué punto... digamos... en esas condiciones,
condicionada, la ciencia puede mejorar la calidad de vida o no. Porque, en definitiva,
quien produce el calentamiento global es la tecnología, y el avance de la tecnología, que
sean cada vez más potentes y más dañosas en este caso, se debe a la ciencia.
(…)
M. Volvamos a los científicos, ¿cuáles son las cualidades que tiene un “buen
científico”?
1-2. Que no sea conformista, que siempre busque más. El inconformismo para mí es
básico.
1-4. Por todo lo que dijimos antes, tiene que tener mucha capacidad de trabajar en
equipo; es decir, no puede ser un tipo egoísta.
1-3. Podría ser poder de observación e imaginación. Porque Newton, cuando descubrió la
ley de gravedad, era un loquito que estaba sentado debajo de un árbol cuando le cayó la
manzana sobre la cabeza. Es curiosidad, y capacidad para unir datos, para darle sentido a
las cosas... No a ese extremo, claro, porque es mucho más difícil observar algo nuevo
ahora que antes, porque es como que ya está todo creado. Entonces, el tipo tiene que
romperse la cabeza pensando qué puede hacer, qué puede inventar, ¿no? No es fácil hoy
en día decir “vamos a inventar algo” porque... ¿qué queda por inventar?
1-4. Pero Newton porque vivía en un mundo perfecto...
1-7. Lo que pasa es que ahora es al revés: para mí inventan cualquier cosa, es la novedad
por la novedad misma. Es decir, no se inventan cosas que hagan falta, como antes, sino
que se van agregando detalles nuevos a lo ya inventado, a lo que ya está...
1-3. Si yo pudiera pedir que inventaran algo... ¡sería una máquina para rascarme la
espalda!
1-5. Pero eso existe, tiene que existir, buscála porque eso existe sin dudas. Mirá si a los
japoneses se les iba a pasar...
1-1. Volviendo al tema, él tiene razón: ¿qué queda por inventar? Quiero decir, ¿qué hace
falta ahora, llegar a Marte? Y eso, ¿qué beneficio nos va a traer a nosotros? ¿Y a la
Humanidad, qué le va a reportar eso? Por ejemplo, mirá el que inventó el avión: yo creo
que vio un pájaro y dijo “mirá qué bueno, nosotros podríamos volar igual”. Y estoy
seguro de que nunca pensó que su aparato iba a servir no sólo para volar, sino para matar
gente... No pensó eso, ni que iban a hacer un cohete para liquidar tipos de un país a otro,
borrar ciudades completas... Y menos que menos pensé que con eso, porque es el mismo
principio que el avión, se podría llegar a la Luna o a Marte, ¿me entendés?
1-5. Pero eso no dice que la ciencia es buena o mala: en todo caso, dice que la ciencia es
democrática. Le da la posibilidad al hombre de que elija usarla para el bien o para el mal.
La ciencia no es culpable: es generosa. Dice: “vos podés hacer el mal o el bien”... El
conocimiento nos hace libres, nos permite optar por el mal o el bien, digamos... El buen
científico, que es básicamente ético, optará por una cosa; y el mal científico por otra.
1-6. Bueno, nadie mencionó que el científico es muy capaz... Y tiene que tener mucho
interés en todo lo que le rodea, relacionado con lo que dijo ella del inconformismo: que
esté todo el tiempo interesado, averiguando, indagando...
1-7. Sí, está bien: yo estoy de acuerdo con que, por un lado, el científico tiene que ser
inconformista, transgresor. Pero también tiene que tener limitaciones. Por eso creo que
hay que hacer mucho hincapié en el tema de la ética. Y si bien no debe ser conformista,
tampoco tiene que ser demasiado ambicioso. Para mí, un científico demasiado ambicioso
¡es un peligro!
1-3. Sí, y si encima es muy capaz... ¡peor! Jaja: a ese hay que liquidarlo porque, si no, él
nos liquida a todos...
Asimetrías e interacciones 406
1-1. Claro, es como en los dibujitos animados, donde están esos personajes científicos
completamente locos.
1-6. Un ejemplo típico para mí es Nobel: primero inventó la pólvora y después se sintió
culpable y creó el Premio Nobel. Y le salió bien porque todos lo conocen por el premio y
casi nadie por la nitroglicerina, pero, para mí, es el prototipo del científico que no puede
con su conciencia.
(…)
M. Todos diríamos que conocemos la estructura del sistema solar, que la Tierra y los
planetas giran alrededor del sol, pero, ¿qué evidencias tenemos de eso? Digo, ¿quién de
nosotros puede comprobar por sí mismo que la Tierra gira alrededor del sol?
1-1. Bueno, pero eso lo vemos, a los planetas los ves: alcanza con ir a un observatorio.
1-2. En realidad, vos no ves los planetas: ves algo en el cielo, que te dicen que son los
planetas, y que se mueven.
1-5. Pero uno lo puede deducir a eso, deducir que es un planeta. O sea: uno da por hecho
ciertos saberes y, a partir de eso, deduce.
1-4. Das por buena la educación que te dieron. Es decir: no podés pensar que te mintieron
todo el tiempo, o que todo el mundo estaba equivocado, sería tremendo. Suponiendo que
lo que te enseñaron es correcto, y no te mintieron, “eso” es una estrella y debe estar ahí.
1-6. Pasa que vos das un ejemplo medio extraño, porque la astronomía es algo
complicado...
1-5. Sí, bueno, pero yo entiendo a qué apunta. Fijáte en la Física, en el concepto de
átomo: ¿alguien vio un átomo? Es imposible ver un átomo, no hay manera de
conseguirlo. Y sin embargo la existencia del átomo la tomamos como una realidad
irrefutable. Pero nadie en la historia de la Humanidad vio un átomo... Las partículas
subatómicas... ¡No hay posibilidad de que las veamos! No es que si nos esforzamos
Asimetrías e interacciones 407
podremos llegar a verlas, no: es que no es posible verlas con ninguna tecnología. Y sin
embargo, existen, están ahí.
1-4. Lo que pasa es que vos podés creer ciertas cosas, aunque no las entiendas mucho,
cuando “las ponen sobre la Tierra”, y a partir de ahí las podés imaginar.
1-3. Por ejemplo, el otro artículo dice que en un CD común tenés 200 canciones, y que
con esto podrán ponerle 6 veces más. Entonces yo digo: ‘muy bien, cuando me traigas
ese CD te voy a creer lo de la difracción de la luz’. Cuando vea el aparatito, el resultado,
le voy a creer.
1-7. Para mí se cree por el soporte. Quiero decir: vos agarrás un libro de Borges, que
puede dar los más entrañables detalles de una cosa, sea astronómica, lo que sea, pero de
entrada sabés que es ficción. Pero cuando lo dice un científico en un diario, la lectura es
diferente. La semana pasada leía un cuento de Bioy de un tipo que clonó a su enamorada:
lo leí, lo... no sé cómo decirlo. Lo asumí como un cuento, sabía que no había pasado.
Pero si leo en el diario, un diario serio, que en un laboratorio se clonó a un humano, lo
voy a creer. No sólo es creer o no creer, sino el tipo de reacciones que te generan...
1-5. Pero, en realidad, eso tiene que ver más con el periodismo que con la ciencia en sí.
Porque lo que estás haciendo acá es un pacto entre el lector y el artículo... Si está editado
en la prensa, se cree. Además, el que escribe esto tampoco entiende lo que está pasando:
entiende de narrar, de contar las cosas de un modo que se entiendan y sean verosímiles.
Para entenderle, el periodista le dirá al científico: “bueno, ahora explíqueselo a mi
mamá”, y a partir de eso va a elaborar la nota.
1-6. Sí, como decía él: yo me fijo mucho en quien lo publica. Porque el conocimiento
científico serio no está en cualquier revista. Qué se yo, los de los raelianos pueden decir
lo que quieran, pero vos sabés que son truchos; y si encima lo ves en… no sé, en una
revista cualquiera, o … no sé… en…
1-2. No, claro: si un documental de Infinito te muestra a uno de esos locos diciendo que
clonó a alguien, quedáte tranquilo porque seguro que no pasó nada.
(…)
M. ¿De dónde obtiene su credibilidad la ciencia? ¿Tienen algún tipo de autoridad los
científicos?
1-1. Yo creo que la observación, el método científico, es clave. De una ciencia que no se
puede observar siempre se duda. De la Historia, por ejemplo: ¿cómo sabés que pasó eso?
Porque hay documentos, te dicen. Pero no siempre hay documentos, o pueden ser falsos.
Lo que pasó hace 10 siglos no lo pudo ver nadie, ni está documentado. Por eso: como la
observación, el método científico, en la Historia no existe, entonces le creés. Hay gente
que puede optar por no creerle.
1-6. Eso pasa con la Psicología también. Dicen que no es una ciencia porque no se puede
observar, porque no siempre llega a los mismos resultados...
1-3. Tiene autoridad porque saben. La Policía: ¿por qué tiene autoridad? Porque tiene el
palo. ¡Tac! Y la autoridad de la ciencia es que te dice: “esto es así”, y puede demostrar
que eso es así. ¡Tac!
1-5. Para mí es una cuestión de ... no sé... como de casta: “esto es verdad, porque lo digo
yo, que soy científico”. Y están autorizados para eso porque estudiaron: eso es lo que los
conforma como casta. Es decir, uno lo ve parte de eso, lo ve como un especialista en la
materia: él puede ver cosas que los demás no ven. Esa es la idea.
1-4. También puede ser porque lo que te dice te convence un poco más que el resto... Si
un político me dice algo, de entrada no le voy a creer, de entrada la actitud será
desconfiar. Pero si lo dice un científico, al revés: de entrada le voy a creer, y luego, si
cabe, empezaré a desconfiar.
1-3. El que hizo el Teorema de Pitágoras, por ejemplo: “a al cuadrado es igual a b al
cuadrado más c al cuadrado”. Vos agarrás un triángulo rectángulo, lo medís con la regla,
Asimetrías e interacciones 408
y te da, la fórmula te da. ¡Y el loco se dio cuenta! Cómo hizo a darse cuenta no sé, era un
genio el tipo. Dijo “es así” y hasta el día de hoy vos podés comprobar que es así, no hay
con qué darle... Lo que dije antes: ¡tac!
(…)
M. Y cuando hay dos opiniones científicas diferentes sobre un mismo tema, por ejemplo,
como en el caso de las papeleras, ¿cómo podemos decidir entre la palabra de cualquiera
de ellos?
1-1. Y... yo optaría por ver otras experiencias, digamos. Ver qué resultados encuentran
otros, sobre el mismo tema. Yo recurriría a un tercero: si dos no se ponen de acuerdo es
porque uno miente o está equivocado, entonces buscás otra opinión; es lo más lógico, de
sentido común...
1-3. Habría que ver cuál es más serio, qué trayectoria tiene… y si tienen algún interés en
decir una cosa o la otra. Porque en la lupa que mira los átomos no hay intereses políticos
y económicos, pero en las papeleras sí. Ahí el problema deja de ser científico...
1-4. Sí, yo estoy de acuerdo con él: buscás un japonés, un asiático, uno europeo, les das
los estudios, les decís de qué se trata, y que repitan todo a ver adónde llegan, y con cuál
de los otros están de acuerdo. Ahí podés saber… decidir con cuál quedarte
1-2. Como si fuera un árbitro…
1-5. Lo que pasa es que hay decisiones en las que la ciencia no puede mediar porque no
son su lugar... A ver, por ejemplo: “¿adónde hacemos el ataque nuclear?” Esa pregunta,
que se hizo algún militar en algún momento... ¿Qué le importa que venga un científico y
le diga: “no, mire, no lo haga, porque no es conveniente para el ambiente, o para la gente
que vive ahí”? La ciencia no puede opinar de ciertas cosas porque, igual, no le hacen
caso.
1-2. Claro, mirá lo que decíamos hace un rato del calentamiento global: la ciencia dice y
dice qué va a pasar y qué hay que hacer para que no pase. Y sin embargo, nadie pero
nadie la escucha.
1-7. Lo que hacen es lo contrario. Pero eso tiene que ver con cuestiones económicas. Hay
partes de la investigación que están limitadas en su avance, justamente, porque no
conviene. Mirá lo que pasa con la energía solar, por ejemplo: no le conviene a los
grandes intereses.
(…)
M. ¿Qué factores afectan la confianza en la ciencia? Quiero decir, ¿en qué casos ustedes
tenderían a desconfiar?
1-6. Bueno, obviamente ese. Si viene un ingeniero de un laboratorio de Coca Cola y me
dice que es buena para mi estómago, obviamente no le voy a creer. O que un científico
de la Morris Tobacco me diga “yo, como su científico de cabecera, le digo que fumar no
es perjudicial para la salud”.
1-2. Jaja. Estaría bueno eso de tener un científico de cabecera: “Ante cualquier duda,
consulte con su científico”...
1-1. ¡Pero que fuera creíble, eh!
1-4. Es eso, obvio… Mirá lo que pasa con las estadísticas: los científicos del INDEC se
quejan de que no se las cree nadie pero, ¿por qué? Porque durante años manipularon los
datos y construyeron los índices para que al Gobierno de turno le cerraran los números:
de desempleo, niveles de pobreza, etc... Entonces, ahora que se destapó todo, se quejan
de que la gente no confía en sus mediciones. Pero, ¿cómo les vas a creer? Una vez que...
no sé... que te enterás de las cosas, cuando te defraudan la confianza, es muy difícil
volver a confiar, por más que te digan que la matemática y las estadísticas son exactas.
1-1. ¿Pero vos creíste alguna vez que [las estadísticas] son exactas? Acordáte el caso…
de una científica de la UBA que hizo un estudio con datos totalmente distintos a los del
INDEC...
Asimetrías e interacciones 409
1-5. Sí, la socióloga… ¡La que Cavallo mandó a lavar los platos!
1-1. Exacto: la mandaron a lavar los platos porque sus datos no coincidían con los del
INDEC. Vos podés no entender nada de estadística pero si una es investigadora de la
Universidad, y los otros están pagados por el gobierno, ¿a cuál de los dos les vas a creer?
1-3. Bueno pero a ella también le pagaba el gobierno. Cierto que por estar en la
Universidad… bueno, podía tenía menos presiones, pero… Lo que pasa es que lo del
INDEC fue muy evidente. Vas a comprar… lo que sea y aumentó 2$ pero los tipos dicen
que la inflación fue 0,8%. Es muy fácil darte cuenta de que te están mintiendo: ahí, lo
que te cuenta la ciencia se cae a pedazos con la realidad.
1-5. Sí, cuando lo contrastás se cae a pedazos, y te das cuenta de que te mienten. Yo me
acuerdo de leer ‘Los científicos del INDEC cambiaron el sistema de mediciones para
lograr valores más confiables’. Y yo pensé: ¿había dos métodos entonces? ¿Uno que te
tiraba para abajo el índice y otro que lo tiraba para arriba? O sea... Ahí me da que pensar
que la ciencia no tuvo ética, que a veces no tienen moral…
1-4. ¡Es que nos engañaron tantas veces! Los científicos son mercenarios
1-3. Sí, sí. La ciencia se vende al mejor postor... Yo no digo todos, no todos los
científicos. Pero la ciencia en sí, si. Dejáme pensar un ejemplo local... La Municipalidad
contrató a unos economistas para que estudiaran el tema de los hipermercados, el
impacto sobre los comercios locales, y sobre esos estudios se redactaron las normas. Pero
viene otro, con otros datos, y te dice que no, que no es así, que no va a tener tanta
repercusión, que no van a generar desempleo, etc... Ahí los estudios fallan, de uno o de
otro, pero fallan: dependen del lado en que los mire, quiero decir, y el lado que se lo mira
es el del que paga el estudio. Es así.
1-6. Claro. Si yo mato a alguien, contrato a un abogado para que diga que yo no lo maté.
Y en la ciencia igual: si yo quiero hacer algo, voy a contratar a un experto que diga que
eso es bueno, que no va a hacer mal al medio ambiente, que va a traer beneficios. Es eso:
¡la ciencia está al servicio del que le paga! Por lo menos en este país, no sé cómo será en
otros países del mundo.
1-3. Sí: no debería estar nunca, pero está casi siempre.
1-7. Creo que hay que distinguir cuando se hacen las cosas mal adrede y cuando es por
error. A esta altura, creo que los científicos saben las consecuencias de lo que hacen, pero
no pueden evitar, porque nadie puede, cometer errores.
1-4. Vean nomás la industria farmacéutica, los laboratorios... Desarrollaron hace unos
años el Viagra porque era una cosa que se vendía y se vendía, y se llenaron de plata con
eso. Y vos decís, a lo mejor, el cáncer... no sé si le habrán puesto tanta plata a la
investigación como al Viagra, que fue un boom comercial y económico, y que realmente
les rindió el esfuerzo de haber invertido ahí. Esa investigación fue costosísima, pero le
pusieron recursos porque... imagináte lo que deben estar teniendo como retorno!
1-3. La semana pasada salió una noticia sobre los laboratorios... Ese profesor que
denunció que la industria farmacéutica le ganaba...
1-1. El 35000 % ...
1-3. Claro: la droga valía menos de 1 centavo de costo, y venden el medicamento a más
de 10$. Es una locura. Y los científicos conocen eso...
1-6. Respecto al cáncer que decíamos antes... Supuestamente está el medicamento
específico que cura algunos cánceres, pero al ser tan grande el negocio y redituarles tanto
dinero no lo sacan a la venta porque es mejor seguir manteniendo eso: los tratamientos,
las drogas, todo eso...
1-4. No, bueno, yo creo que eso es un mito. Igual que con el SIDA, que existe la vacuna
pero no la publicitan para que la gente se siga contagiando. No sé, yo la verdad que no
llego a desconfiar hasta ese punto.
1-1. Mirá el tema del biodiesel: recién ahora, que se está agotando el petróleo, los EEUU
invierten en investigar en biodiesel, porque va a ser negocio. Cuando acá hace años que
Asimetrías e interacciones 410
estamos con eso... Pero, claro, hasta que no es negocio no aparecen los fondos para
estudiar mejor.
1-5. Pero eso lo encontrás en la historia también. Cuando yo empecé Historia, me enteré
que en Grecia, en el s. IV antes de Cristo existía una máquina de vapor. Y las teorías
dicen que nadie se preocupó mucho por desarrollarla porque el mundo griego funcionaba
con esclavos, toda la fuerza de trabajo era de esclavos. El sistema era así y a nadie le
interesaba cambiarlo. “No es posible un mundo sin esclavos” decía Platón, y entonces
¿para qué preocuparse por hacer una máquina de vapor, si siempre iba a haber esclavos?
Y la tenían en las narices, eh, y no la usaron. Bueno, nosotros decidimos no usar el
biodiesel... Que el petróleo se acaba yo lo escucho desde que nací
(…)
1-1. Es como los atletas... Uno corre 10 metros en, suponéte, 8 segundos, para batirle el
récord a otro que lo había corrido en 10; y vendrá otro después que lo haga en 7. Es así,
en la ciencia es igual: pura competencia.
1-5. Pero es que la competencia en la ciencia no es mala, al contrario. Por eso las guerras
producen tantos avances científicos... Fijáte en la 2ª Guerra Mundial: tenías científicos de
todos los países juntos, investigando, laburando para matar. Secuestrados, como quieras,
pero los países se peleaban por tener más científicos. ¡Batallas enteras para rescatar a un
científico! Algo que es impensable, ¿no? Y eso fue buenísimo, porque los avances que se
dieron durante y después fueron en los países que más científicos habían logrado reunir.
Los yanquis al frente, como siempre, ¿no?
1-2. Acá también vinieron, a Argentina. Perón trajo los científicos nazis, eso es una
realidad. Los aviones a reacción que se producían en Bariloche, eso fue todo producto de
los nazis que vinieron durante y después de la guerra.
1-1. Volviendo a la competencia, otro ejemplo: la Fórmula 1. Entre dos marcas de
neumáticos se pelean por ponerle sus cubiertas al mejor equipo. Entonces, una tiene el
mejor caucho para piso seco. Y viene la otra y dice que tiene un caucho mejor, porque a
300º no se derrite. Y entonces los primeros dicen: “yo te voy a probar que tu caucho a
300º se derrite”, y hacen todos los experimentos posibles hasta que demuestran que
efectivamente se derrite. Aunque lo que les importa no es demostrar eso, sino ponerle la
cubierta a Hamilton.
1-6. Claro, pero ahí estás reconociendo que hubo un avance de la ciencia, aunque sea
movidos por la competencia y por intereses económicos.
1-4. Hay otros intereses también: el ego, el orgullo... El desafío del científico es hacer
algo siempre mejor que el otro. Y de todos los que le ponen la plata, es sacar un
provecho. Por eso las compañías se matan por tener a los mejores científicos.
1-5. Yo vuelvo a lo que decía antes: a un tipo con Stephen Hawking, que se borró el
cuerpo, que ya no tiene necesidades, que ya está en otra, lo único que le importa es hacer
avanzar el conocimiento por sí mismo... Se abstrae de todo: para él es la ciencia por la
ciencia misma.
(…)
M. Algunos piensan que la ciencia trajo más beneficios que prejuicios, y otros, a la
inversa, que histórica o actualmente son más los prejuicios que los beneficios, ¿qué
piensa cada uno en relación con eso?
1-2. Yo pienso que depende de la intención del hombre. Me parece que, en principio,
siempre se crea ciencia para beneficio, para solucionar algo. Pero bueno, después cada
uno la toma y hace con ella lo que quiere, como dijimos antes.
1-6. Una máquina puede generar más productividad pero a la vez puede generar más
desempleo. Entonces: un mismo invento puede ser para bien o para mal.
1-3. Mirá en Chernobyl, cuando se les derritió la planta nuclear a los rusos, el gas
mostaza, el efecto invernadero, el agujero de ozono, los agroquímicos que causan cáncer,
hasta dicen que el SIDA, en fin… Puedo seguir, eh... Lo de Chernobyl fue terrible... Y
era algo científico, que era bueno, para generar energía, y causó un montón de muertes y
un desastre ecológico. Hace un tiempo atrás vieron que en esa zona ya no se podrá vivir
ni cultivar, que se extinguieron todos los animales, que no hay agua, nunca más... Y esas
son cosas que la ciencia te produce.
1-2. Igual, por ejemplo, el tema del Genoma Humano surgió para solucionar problemas
de salud. Pero después otro científico lo tomó para clonar animales, seres humanos, y ahí
se pudrió todo y surgió la problemática, el dilema ético. Entonces, que sea bueno o malo
depende del uso.
1-4. Claro: no es que el Genoma Humano sea bueno o sea malo... Para mí fue un gran
descubrimiento ese. Ahora ¿para qué lo usan al genoma? Ese es otro tema
Asimetrías e interacciones 412
1-5. Pero ahí hay otro problema: el que lo patenta, el que patenta un gen, es el dueño de
todo lo que hagan con el gen. Y el que lo patenta es un laboratorio: no es un científico, es
un bancario que quiere ganancias.
1-7. Vivimos distinto, eso es cierto, por la ciencia....
1-4. Para mí fueron mayores los avances. Fundamento: la invención de la penicilina al
principio tuvo un efecto reducido. Luego se expandió y la penicilina... no sé, pero me
animo a decir que salvó y salva millones de vidas. Es la base de la medicina moderna.
Eso es un avance que se consolidó con el tiempo y benefició a toda la Humanidad...
1-5. Es casi religioso la penicilina...
1-4. No sé si religioso, pero evidentemente es bueno...
1-5. Lavarse las manos es un invento científico también, una teoría científica que
tenemos incorporada. ¿Qué más cercano que lavarse las manos, no? Antes de un parto
descubrieron... los médicos del s. XVII vieron que de 10 mujeres, 8 se morían en el
parto. Y descubrieron que nada más con lavarse las manos antes del parte, se morían
muchas menos, un tercio... Y de ahí en más, todo el mundo a lavarse las manos.
1-3. Para mí, cuanto más positivo es tiene consecuencias más negativas. Pero tiene que
ver con otras cosas, con la exclusión. Producís mejores alimentos, producís agua mineral,
eh... Mi abuela se moría de frío, y ahora tenemos gas natural. Pero te vas acá a 100 km y
la gente se sigue muriendo de frío igual que mi abuela cuando vino de Italia a principios
de siglo, no tienen agua, no tienen médico, no tienen nada... Es decir, hay más inventos,
pero la tecnología y la ciencia no es pareja para todo el mundo.
1-4. Pero los países no son democráticos, no es la ciencia. Es la política...
1-7. Lo que pasa es que el avance de la ciencia también crea nuevas necesidades, eso
tiene que ver con el consumo. Es una creación de necesidades: hay aparatos que a lo
mejor no había en otra época, y la gente vivía igual; pero ahora nos parecen
imprescindibles. No sé, la heladera por ejemplo: ¿cuántos siglos la gente vivió sin
heladera?
1-5. Pero, en todo caso, la ciencia estudia, investiga, sigue su camino. Después, que el
hombre considere que necesita heladeras o celulares, es otro tema: es un problema del
hombre, no de la ciencia. Mirá lo que decíamos antes: la máquina de vapor no prosperó
entre los griegos, sino cientos de años después. En un momento no era necesaria, porque
había esclavos, y en otro momento sí...
1-1. La oficina de reclamos del Universo no tiene que ser la ciencia. El conocimiento no
es culpable, es generoso o... no sé... democrático: le da la posibilidad al hombre de que
elija usarlo para bien o para mal.
1-2. Sí, pero, en todo caso, depende de la intención del hombre pero no de cualquiera. Ni
Bush puede… Quiero decir, depende del científico: una vez que el conocimiento está,
que alguien lo descubrió, viene otro, menos ético, y hace con eso lo que quiere, lo que le
piden.
1-5. Pero además, aparte, de entrada el tipo que hace ciencia aplicada no puede decir que
no sabe cuáles son las consecuencias de lo que investiga. No es que de casualidad va y lo
descubre, no: ese sabe de antemano lo que está buscando y cómo y para qué lo va a usar.
1-1- Pero entonces volvemos a lo que yo decía antes: el problema ¿es la ciencia, o es el
hombre con sus vicios?
1-2. Lo que pasa es que cuando habla de ciencia, ahora, en general no pensás en el
conocimiento sino que lo asociás con la tecnología. Entonces, el conocimiento puede ser
bueno, pero la tecnología no. Y lamentablemente, hay más ejemplos malos que buenos.
1-4. Antes, un avance se daba cada siglos, cada un montón de años, y les cambiaba la
vida. Hoy tenés avances todos los días, es una cosa increíble. Fijáte nomás en el s. XX:
yo dije la penicilina pero... es imposible decir la cantidad de cosas que descubrió la
ciencia en cien años. Y cada cosa de esas nos cambió la vida, para bien y para mal. Para
mí, mayoritariamente para bien.
Asimetrías e interacciones 413
¿Por qué se dedicó a la ciencia? ¿Cuál era su imagen de la ciencia, de lo que era ser
científico, entonces? ¿Se modificó en algo durante sus años de profesión?
C3 - Yo pensaba en la ciencia como algo deseable, ya de chico. Y dentro de la
Bioingeniería había muchas alternativas. Está la bioingeniería hospitalaria, por ejemplo,
o los biomateriales, las prótesis... son todas ramas muy diferenciadas. Yo me interesé en
todo lo que tenía que ver con informática; entré en un grupo que trabajaba hace ya
muchos años con reconocimiento del habla, en el área de IA, procesamiento de señales y
todo eso. Así que ya durante el grado participaba en proyectos, me metí en eso y de a
poco fui perfilando mis propios intereses. Luego me fui a hacer los cursos del doctorado
con un grupo que trabajaba en reconocimiento automático del habla, no desde el enfoque
de redes neuronales, sino desde un enfoque estadístico, el de los modelos ocultos de
Markov, otra técnica... Allí hice una reconversión, o una ampliación en todo caso, ya que
ahora sigo trabajando en las dos cosas.
Para mí la ciencia, por lo menos desde el punto de vista técnico, era algo complejo, era
un desafío: esa era mi percepción a los 12, 15 años. Era algo donde las cosas eran
difíciles, y eso era lo que realmente me llamó la atención, me motivaba: era algo que no
se sabía bien cómo era, y había que poner creatividad para resolver problemas difíciles o
que no estaban resueltos... No sé, es eso... Es que lo estoy... elaborando, ahora mientras
hablo, ¿no? Si bien es un tema que uno ha charlado muchas veces, cada vez que lo
Asimetrías e interacciones 414
refresca lo vuelve a reprocesar. Creo que ese era uno de los aspectos. El otro es que yo
veía que era algo muy preciso: yo suponía que en esta área de las ciencias duras (que era
la única que me imaginaba, claro) había que tener mucha precisión, mucha exactitud,
mucho rigor, y eso me motivaba también. El hecho de que fuera difícil... Esa fue una de
las razones por las que me dediqué a la Bioingeniería también: porque yo me imaginaba
que ... Bueno, en esa época ni sabía lo que era la IA, ¿no? Entonces yo me imaginaba que
iba a diseñar un marcapasos, algo que por estar tan vinculado con la salud tenía ese fin
noble, y que debía ser muy exacto, muy preciso, que tenía que tener el máximo de rigor.
Y eso me apasionaba... Bah... Después los marcapasos los estudié y todo, ¡pero nunca
hice ninguno! De hecho, cuando llegué a eso ya había definido completamente mi área
de interés, redes neuronales, y los marcapasos me parecían fantásticos, pero que los
hiciera otro. Pero bueno, creo que la semilla sirvió.
Otra de las cosas que se fue definiendo más, aunque su semilla siempre estuvo, es una
especie de altruismo innato. Una necesidad de hacer algo que no sea... O sea... Que sea...
una especie de entrega... No al punto del bombero, no, que tiene una entrega enorme a la
sociedad, es otro tipo de entrega. Y me parece que tiene que ser un factor que otros te
hayan dicho, porque acá se me ocurre que debe ser un factor determinante: acá a la
ciencia no se la puede visualizar desde otro punto de vista. En el sentido de dedicarte a la
ciencia como tu profesión, como tu vida, como la mayoría de las horas que pasás, porque
el más mínimo interés comercial, digamos, o de progresar económicamente en la vida,
ese interés lo tenés que olvidar de entrada. Así que tiene que haber algo de sacerdocio en
el fondo porque, sino... Por supuesto, uno siempre está interesado en vincularse con la
empresa, en hacer algún trabajo que la empresa pueda aprovechar, y eventualmente que
ese beneficio también llegue a uno y a la Facultad, pero no hay que hacerse a la idea...
Por más que lo que diga mi esposa, jaja, es el reclamo permanente, un poco en joda, un
poco en serio...
¿Y en qué lo gratifica?
C3 - Justamente esta visión opuesta de los valores sociales. Me gratifica el mismo hecho
de no buscar un beneficio económico. Pero, bueno, también esas son cosas internas, que
uno va procesando. No me gusta lo masificado, lo estandarizado. Entonces: poder
mantener esta visión de la vida en el contexto en el que estamos, de por sí me gratifica.
Por supuesto que me gustaría estar más holgado económicamente, habiendo hecho
doctorado en el exterior, habiendo entrado a la carrera del Conicet, siendo profesor, y que
te paguen lo que te pagan... Hay una desproporción grosera...
Pero, socialmente, la figura del científico austero, desprovisto de intereses materiales, es
una imagen muy difundida, muy valorada…
C3 - Es que como se siga manteniendo esa idea, la ciencia se acabará muy rápido. Los
que esperan que todos los científicos seamos sacerdotes o monjes budistas... Yo sé que
soy un bicho raro, pero la mayoría de los científicos son mucho más terrenales que eso.
De hecho, a mí me cuesta un montón; por más que a mí me satisfaga, en el contexto
familiar hay algo ... no sé... Hay tal grado de desproporción en estas cuestiones terrenales
que entonces todo pierde sentido. ¡Se convierte de un acto altruista en un acto estúpido!
Y la gente lo ve así: ya deja de ser altruismo, para que te vean como a un inútil...Y queda
definitivamente así. Mientras la gente siga pensando así, ser científico es ser estúpido
(socialmente).
Universidad por ejemplo. Después fui descubriendo que el mundo de la ciencia no era un
mundo de cosas técnicas, que los procesos de creación tenían todo un contexto que en
algunos aspectos me resultó decepcionante. Le quitaba esa mística, esa magia, con la que
yo inocentemente podía pensar que la ciencia estaba hecha por mentes, no por personas.
No lo pensaba explícitamente, ni en esos términos, pero era una imagen que yo tenía. Por
otro lado, también me cambió la idea en el sentido de que hoy sé que tengo que invertir
tiempo en muchas cosas que hasta el día de hoy no considero que sea estar investigando.
Pero bueno, lo que te dura es esa voluntad de estar investigando, estar siempre
buscando…
¿Podría decirme cuáles -de este listado- son los valores más asociados con su imagen de
ciencia?
C3 - Una cosa es lo que yo veo y otra cosa es como a mí me gustaría que fuera. Son
cosas diferentes. Lo que veo acá y peor lo que he visto en otros países...
Yo no encuentro algo así como la utilidad. Para mí lo más importante sigue siendo lo que
te decía al principio: la entrega; la posibilidad de hacer algo que sea útil para otros. En el
sentido del conocimiento bien entendido, que vos lo das pero no lo perdés, no como algo
Asimetrías e interacciones 416
material que uno cada vez que otorga pierde lo que tiene, sino en el sentido del verdadero
conocimiento, de la verdad, que es una entrega que no se pierde, que sólo se difunde. Esa
especie de entrega, no sé con cuál lo asociaría de acá... la misma entrega del sacerdote,
digamos... Que para mí tiene un valor superior, fundamental, básico, que es algo muy
personal. Y el rigor, sin duda: yo soy obsesivo, soy muy … riguroso, ¡obsesivo! El rigor
es algo que no te lo impone nadie: es uno el que se mata a sí mismo antes de mandar un
paper. Te matás controlando los cálculos, los repetís veinte veces, yo, el equipo. Si es
raro, peor todavía, más veces los vas a hacer de nuevo... El rigor es fundamental.
Pero lo que observo en otros, y más en otros países, es algo que para mí está en el
corazón de los científicos, es una especie de egocentrismo de... de las películas de
Hollywood. Viste, del genio. De esa imagen que Hollywood exagera pero que en gran
medida está en muchos de los corazones de la gente que yo veo. La idea del éxito
personal, del reconocimiento, de pasar a la historia, descubrir algo y ser reconocido
porque descubriste la vacuna de no sé qué, o la nueva ecuación de la energía, o la
relatividad. Esa idea es muy muy poderosa, no sé qué nombre ponerle. Pero es una
especie de... egocentrismo o ... egolatría, una ambición de egolatría, de ser un ídolo. A mi
me da la impresión que eso mueve mucho al científico. Que en general es un tipo que
siempre fue muy inteligente, que se destacó en la escuela, que tuvo buenas notas, que
también en la Universidad le fue bien, que siempre logró todo a partir del motor de
elevarse a sí mismo, de forjar su carrera y ese tipo de cosas. A pesar de que esto parece
contradecirse con la visión economicista que decíamos antes... Yo veo que algunos
piensan eso...
Imaginate el investigador que descubre la vacuna para el SIDA: esa persona piensa que
con eso va mucho más allá que siendo empresario, o siendo dueño de algo. La idea de
prestigio es muy fuerte en ciencia, ¿no? Había un investigador de acá que decía un poco
en broma y un poco en serio... un tipo grande, científico de primera línea... El decía: “acá
los investigadores se mueven o por prestigio o por plata”. Es decir, si al tipo no le ofrecés
un peso, pero le estás ofreciendo un cargo, o una posición en una revista que le da un
prestigio; o por un convenio con una industria, con un proyecto con Europa o con EEUU
que es mucha plata... Agregále la otra P de Poder y ahí... ¡lo tenés agarrado! Pero me
parece que, en el investigador, la P del prestigio es muy fuerte, es casi lo más fuerte.
Hay que ser sinceros: el que se dedicó a la ciencia y tiene una visión más terrenal, se fue
del país. El que se quedó fue por eso; aunque otros dirán que fue porque no le dio para
irse... Ahí empezamos con la visión del estúpido, digamos. El que se quedó fue porque
resignó la parte material, o porque para él siempre fue mucho más importante lo otro. Y
entre sus intereses estaba el prestigio ... Que no sé si es un valor el prestigio, eh...pero
bueno, el tipo siempre prefirió eso.
¿Y cuáles de esos valores cree que son los que la gente más valora o aprecia?
C3 - ¿La gente no científica, la gente normal?... Bueno, ¡nosotros también somos gente,
somos personas!! Yo creo que lo que más esperan es la utilidad, puede ser la
originalidad, no creo que la belleza... Eso lo asocian más con el arte, a pesar de que la
ciencia tiene su belleza, ¿no? Que a veces es enorme
Y sí, la gente... la utilidad y, cuanto mucho, la originalidad, pero no mucho más que eso...
Me parece que lo que pueden llegar a alcanzar a ver en el mundo científico es que hagan
algo muy útil, como una vacuna, o algo que sea muy útil en el sentido directo para ellos.
Que cure, que los salve de una epidemia, de una inundación. Y yo no lo critico ni creo
que sea malo en sí mismo, pero sí es acotado, y habla de una ingenuidad, de una
inmadurez de la ciencia en la mente de la gente que no está involucrada, y es grave
digamos...
Porque eso también es lo que genera el temor. Mirá: en todas las películas de IA rara vez
va a terminar siendo bueno para el humano, todos terminan con que el robot agarra un
grado de conciencia que termina siendo malo. Por no ser humano por definición es malo,
por no tener lo que la gente cree que es ser humano.
Habló de crear conocimiento y ponerlo en circulación para que todos puedan acceder a
él… ¿Podría profundizar más sobre eso?
C3 - Sí, viste como es el sistema... No sé cómo será en las ciencias sociales, pero en las
ciencias duras está muy estructurado con las revisiones por pares. Pero lamentablemente
no es suficientemente extendido el doble ciego como debería ser... Yo diría que gran
parte de las publicaciones importantes son simple ciego: vos como autor no conocés al
revisor, pero él sí te conoce a vos. Eso lo estamos sufriendo mucho nosotros; es otra cosa
que sufrimos por no tener un padre... Somos jóvenes, y no tenemos el tercer o cuarto
autor que es el tipo súper reconocido en el área. Y además de eso somos sudacas: por
más que no quieran reconocerlo, hay un prejuicio enorme respecto de los países
subdesarrollados en la comunidad científica internacional. El componente de prejuicio en
el mal sentido de la palabra. Un paper que como último autor tiene a “fulanito” tiene que
estar muy mal para que se lo vayan a rechazar. Y eso, desde nuestra perspectiva,
corrompe el sistema; más que lo corrompe, lo deteriora, lo hace menos creíble... Qué se
yo... Tendremos que aguantar un par de años hasta lograr una serie de publicaciones
buenas, como para que ese prejuicio ya no nos juegue en contra. Y bueno, después nos va
a jugar a favor, lo cual tampoco es deseable.. Ya te digo, para mí ojalá fueran muchas
más las publicaciones buenas que tuvieran doble ciego porque en nuestra área, de IA, son
muy contadas las que lo tienen.
¿Y por qué la gente, que no conoce todos esos mecanismos, debería creer las
afirmaciones de la ciencia?
C3 - Yo creo que no tiene forma de penetrar en los detalles técnicos, obvio, pero tampoco
es que tengan que creernos porque sí, porque lo digo yo. Porque la gente sí que podría
ver esto: conocer el sistema interno con que se manejan las publicaciones, los congresos,
todo eso, ¿no? Con conocerlo, saber cómo se manejan los estándares, que hay uno que te
revisa, que su misión es encontrarte las fallas, que en realidad no se publica cualquier
cosa, se generaría confiabilidad, ¿no? Ahora, claro, qué va a decidir la gente... Porque
¿cuál es la imagen que tiene la gente? En la mayoría de los casos, que los científicos son
una manga de estúpidos; y que el 10% de ellos son unos genios sueltos por ahí, que
tienen un cerebro magnífico que Dios se lo dio, que descubre los agujeros negros, o la
teoría de la relatividad... Pero todos los mecanismos internos por los que se genera el
conocimiento realmente la gente ni siquiera se los imagina.
Incluso la gente de empresas del área tecnológica lo único que ven de la ciencia es: “Esto
¿se puede convertir en un producto que me de plata o no?” Es muy difícil interactuar,
porque te dicen: “No, no me contés”. Parece que le estuvieras haciendo el verso, como
que querés convencerle de que lo tuyo es fantástico. “No, no: mostráme un demo con
algo andando ahí, o nada. Mostráme el micrófono con el que yo le pueda hablar a la
computadora”. No tienen el interés de decir: “A ver, explicáme. Voy a tratar de entender
lo que estás haciendo; y yo te voy a explicar mis necesidades”. Y lo mismo desde la
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industria, desde la sociedad, vamos a ver juntos qué podemos hacer. Y que se cumpla el
objetivo de vincular a la academia con la industria, y todo ese bla bla. No: ellos quieren
soluciones de hoy para mañana. Por eso te digo: incluso la gente que por su ubicación
debería estar mucho mas en contacto con la ciencia, con la idea de la estructura de la
generación de conocimiento y... No: pasan directamente de eso. Es difícil... Es muy
difícil interactuar con alguien que de entrada sabés que no te va a entender: empresarios,
periodistas, la propia gente... No porque sea mal tipo ni le falte instrucción, no, sino
porque… Es otra cosa, es que desde afuera no hay forma… Ojo, como te dije, tampoco
tienen el interés o la flexibilidad de decir explicáme. Uno porque pasó toda la vida en
esto, pero… esto no es para cualquiera...
Además del desconocimiento, ¿qué otras cuestiones cree que pueden afectar la confianza
pública en la ciencia?
C3 - ¿Acá, en el país? No quiero entrar en el reduccionismo economicista, pero creo que
el hecho de que un colectivero o cualquiera que tenga una mínima empresa gane el doble
que un científico de la Universidad, o del CONICET, es un descrédito. Que no debería
ser tal pero, dada la interpretación que hace la sociedad de lo que es un sueldo, lo es. No
quiero que esto se interprete como un reduccionismo, como que cobrar más solucionaría
los problemas porque no es esa la óptica. Sino que la gente en realidad lo que dice es:
“¿Cuánto está cobrando un investigador? Ah, 2000$? ¡Entonces es un inútil!” Es lo
mismo que un barrendero, es menos que un colectivero urbano. Lamentablemente, a
largo plazo lo ideal sería que la gente tuviera una capacidad de análisis superior a esa;
pero hoy es así. Y como ellos no pueden ver el valor de la ciencia por las vías que lo
tendrían que ver... digamos... del valor del conocimiento en la sociedad, el valor de la
educación, terminan con esa visión reduccionista, minimalista, de que alguien vale lo que
cobra y punto. Lamentablemente es esa la visión... “Mirá, encima les pagan para que
hagan lo que ellos quieren, leyendo cosas, todo el día frente a la computadora, navegando
por Internet...” Y el barrendero es más útil porque barre la calle todos los días, ¿no? Pero
hay que levantar el piso de la gente para que eso verdaderamente se revierta: si tuvieran
una percepción un poco más profunda...
¿En qué cree que se basa esa dificultad? Habitualmente se escucha hablar de una
separación, de un distanciamiento, entre ciencia y sociedad. ¿Qué piensa de eso?
C3 - Sí, es… Temor, puede ser indiferencia… todo por el desconocimiento, ¿no? Pero
más que separación, que parece algo intencionado, yo creo que es peor: es... ignorancia.
No sé cómo expresarlo, no es desinterés, tiene que haber una palabra mejor. En realidad,
la ciencia no existe para la gente, no pasa de ser un condimento más del espectáculo
cotidiano. Existe sólo de vez en cuando, al leer el diario y decir: “Ah, mirá qué bárbaro lo
que inventaron” Pero es hasta ahí y punto, se terminó. Eso es todo lo que moviliza una
noticia en el diario de ciencia. Qué se yo... “Descubren cómo representar el lenguaje de
las vacas” Lo leen y dicen: “Mirá que bárbaro” Y luego pasan a otra página, y ahí sí:
“Uh, ¡mirá, el fútbol!” No me sale la palabra todavía. Ni bueno ni malo: no existe. No
tiene un rol social, nada. Es peor que si pensaran que es algo malo: por lo menos ahí
pensarían algo... Es que directamente no existe la figura social de la ciencia. Y como
ellos no pueden ver el valor de la ciencia... digamos... el valor del conocimiento en la
sociedad... Y la prueba está en que a la gran mayoría ni se le cruza por la cabeza la idea
de que por la ciencia pasa el futuro del país. Eso obviamente hace que los gobernantes,
que son hijos de... ¡de la opinión pública!, nunca le van a dar nada a la ciencia. Qué
pesimista, ¿no? Ni siquiera lo niegan intencionalmente...
Asimetrías e interacciones 419
que nos falta hablar de las tensiones internas de las comunidades científicas, de sus
conflictos, de política científica, no tanto del hallazgo, el descubrimiento. Pero la verdad
que cuando estamos acá, cuando estás en la sección de ciencia, lo que el lector espera es
justamente que le contemos hallazgos, descubrimientos... No vericuetos, no la cocina, no
las peleas por presupuesto… Quizás lo puedas hacer algun día, en una columna. Pero en
general yo lo veo más como un relato de aventuras, y lo que funciona para esa imagen es
eso, pintar al científico como un idealista, como un tipo que trabaja por el bien de la
humanidad y encontró esto... O, no sé, un paleontólogo que es un aventurero que nos
revela, que nos ilumina cómo fue nuestro pasado...
¿Podría decirme qué valores de este listado asocia con su imagen de ciencia?
Bueno… La innovación es un aspecto fundamental: si no, no hay ciencia. Es decir, todo
conocimiento, por mínimo que sea… aunque sea la decodificación de la partecita de un
gen, es un hallazgo, un aporte innovador. Rigurosidad, en principio, por supuesto que hay
matices, pero uno sabe que la ciencia tiende a buscar una metodología rigurosa, unos
procedimientos para arribar a los resultados, un tipo de análisis estadístico. En ese
sentido la ciencia es rigurosa. La utilidad es un tema caliente cada vez más; lo que pasa
en los útlimos años es valorar a la actividad científica en su posibilidad de transferencia
tecnológica. De hecho uno lo percibe en las autoridades... Sin embargo hay tantas
disciplinas que vos te preguntás... ¿cuál es la utilidad de un astrónomo, de un cosmólogo,
de un paleontólogo, de un matemático puro? Lo que pasa es que, es cierto, siempre se
habla de que la ciencia nos alargó la vida, nos dio el teléfono, y hay toda un área de
investigación científica que es más invisible, que la vemos en los manuales, aprendemos
que existen los planetas, el big bang, pero no lo entendemos como producto de la
investigación científica, parece que es un conocimiento que existió por siempre... Pero sí:
la ciencia tiene una dimensión, una función dada por el lugar que ocupa en la sociedad,
que no se puede omitir. La utilidad social por ejemplo es parte de eso: cada vez se valora
más a la ciencia por la función que cumple en cuanto a la posibilidad de transferencia
tecnológica. Claro que ahí también entran una cantidad de factores, pujas, esas cosas…
Competencia, por supuesto... Pero, eh... Verificabilidad, la posibilidad de que otros
grupos puedan verificar lo que se afirma. La belleza también es algo que muchos
científicos rescatan de su actividad. La precisión, ¿no? La originalidad vinculada con la
curiosidad. La responsabilidad, ¿no?
¿Y cuáles considera que son los que la gente más reconoce o valora?
Bueno, la utilidad sin dudas. Y el altruismo creo que también, porque tienen esa imagen
de la ciencia que te decía antes, la imagen que históricamente existió, de una persona...
un científico aislado, que solamente le interesa avanzar en su comprensión del mundo,
desarrollar cosas para el bien de la humanidad, sin tener en cuenta muchas veces ...
Además, la gente tampoco tiene muy claro qué es un científico, ponéle, en Argentina el
científico más reconocido es Favaloro, y él no era científico, era un técnico en todo caso.
La medicina es básicamente una aplicación técnica. De Milstein se acordará alguno, por
el Premio Nobel, pero no mucho más.
parámetro importante, y una ventaja respecto de otras áreas, no sé, en política por
ejemplo. En política es mucho más subjetivo... Pero en ciencia no: por ejemplo, yo jamás
escuché hablar de X, un investigador de la UBA, pero me llega el reporte de Science de
esta semana, que publica allí. Por supuesto, ha habido casos en los que Science dejó
pasar trabajos que eran falsos, pero son contados con los dedos, se supone que los
trabajos pasan el referato, de revisión por pares, entonces hay muchas posibilidades de
que quien publique en Science sea una persona autorizada dentro de su especialidad.
Un científico serio tampoco quiere avanzar por fuera de su ámbito de experticia. Te
encontrás con alguno que te dice “ah, no, yo soy especialista en quarks, pero no en
leptones” ... Pero bueno, el tipo no habla. Todo lo confiable que es para mí ese físico deja
de serlo si yo le pregunto cosas sobre otro tema, no? Y eso es algo que la gente no lo
percibe. Hay un ejemplo emblemático: Pauling fue Premio Nobel de física y de la paz.
En un momento de su vida se convirtió en adalid de la medicina orto-molecular, un
disparate, dosis muy altas de vitamina C para el cáncer... ¡Pero ser Nobel de Química no
lo transforma en una autoridad en medicina! En general, su paso a la medicina no fue un
paso feliz, ¿no? Fijate entonces que una persona, por más importante que sea en su
campo, cuando avanza por fuera de ello no necesariamente lo hace con similar autoridad,
con igual confiabilidad. Es decir, su fiabilidad no se traslada de una a otra... Pero como
esos ves todos los días, no creas… Físicos que incursionan en la filosofía, todo el tiempo
ves esas cosas.
¿Y cómo hace la gente, que no cuenta generalmente con esos criterios, para evaluar lo
que recibe? ¿Por qué debería creerles a los científicos?
Yo creo que el público tiende a creer... El pacto de confianza en realidad es con el medio:
se supone que si el medio legitima a una persona, le da autoridad a alguien, porque
estableció algunos mecanismos previos de control... Esto podría ser una primera
aproximación. Por otro lado, el mero hecho de que uno lo presente como científico, como
médico, la gente tiende a creerle. Tanto cree la gente que hasta le permite dar opiniones
sobre otros terrenos que van por fuera del campo de la ciencia, o de la medicina no? Lo
que te decía antes sobre Linus Pauling... Y aún así la gente los escucha.
¿Qué es más complejo: comprender a las fuentes o hacerte comprensible por el público?
Por un lado... Es que los científicos son gente tan especial… Tenés desde los que te piden
las notas para leerlas antes hasta los que te cuestionan las traducciones de los términos en
inglés, como me pasó, porque sería incorrecto decir que las ratas están ‘embarazadas’ en
vez de ‘preñadas’…. Es decir, hay distintos niveles de sensibilidad, o de
susceptibilidad... Recuerdo una expresión del editor de ciencias de Bussiness Week, que
daba como sugerencia que no nos hiciéramos amigos de las fuentes, y yo creo que eso lo
hago. No soy amigo de mis fuentes, puedo tener una muy buena relación, pero cuando
sos amigo eso condiciona; abrís un espacio que por mérito propio la persona no lo
merecía, te condicionás a la hora de evaluar las cosas de otra manera. Yo he conocido
periodistas científicos amigos de sus fuentes, no es mi caso. Aparecería una dificultad:
por ahí tenés más acceso a alguna información que de otro modo no hubieras llegado,
pero también te frenás, te condicionás a la hora de escribir, o de evaluar...
¿Cuánto, o qué, creés que te entiende la gente? ¿Es algo que te preguntás?
Nunca lo sabés muy bien, yo creo que ningún periodista puede estar seguro de eso que se
llama la decodificación que haga la gente sea de la manera en que el periodista la pensé.
Creo que la gente termina entendiendo... no sé... ¡lo que puede!, en función de
expectativas previas, o experiencias personales, que interpreta los textos de una manera
totalmente diferente...
¿Sabés qué pasa? Es que si vos te preocupás demasiado por eso, te paralizás mucho.
Sobre todo en los temas de medicina, por ejemplo, que son muy sensibles Porque, vamos
a ver: si yo al tipo le cuento el Big Bang y no lo entiende, no le va a cambiar demasiado,
o nada, la vida. O un hueso de un dinosaurio. Pero si no tiene una motivación así… si no
percibe que le afecta en algo, lo que dice es ‘¿para qué perder el tiempo con algo que no
entiendo ni me importa?’ Pasa página, a otra cosa. La divulgación tiene que resolver las
dos cosas: lograr que entienda, y que le interese. Pero si le cuento un tema de salud sí le
va a afectar. Y si te ponés a pensar, por ejemplo en las expectativas que se pueden crear,
o mensajes por el contrario, muy pesimistas, si te ponés a pensar en todo eso, no escribís
nada. Vos estás tratando de hacer periodismo, un poco bajo el marco que tu propio medio
o que la práctica te imponen... Siempre el periodismo sube un poquito el grado de certeza
porque, como ya te dije, tiene que subirlo para convivir con todas las otras certezas que
aparecen en el medio. Y vos terminás administrando eso de alguna forma.
El impacto sobre la gente... a ver... Eso es algo que en otra época me interesó mucho, y
hasta quise profundizarlo, ¿no? Es la cuestión del impacto, de lo que hacía la gente con la
información. En realidad el impacto es menos importante que el que los periodistas, o
aún los científicos, creen. La gente toma piezas de información, las lee, pero después no
modifica radicalmente sus conductas: fijate por ejemplo cuántas notas salen diariamente
sobre las consecuencias del cigarrillo, y sin embargo la gente no cambia sus conductas. O
sobre ecología... Una nota no cambia radicalmente conductas de tratamiento, ninguna
Asimetrías e interacciones 424
nota tiene el poder de lograr eso. Los médicos tienen una opinión diferente, están como
asustados, de que los pacientes los cuestionen, o los cambien... Para un periodista que
escribe en cuestiones de salud, eso es muy bueno, porque en definitiva te quita presión.
Vos pensás que los científicos se preocupan demasiado de lo que dicen los medios...
Imaginate los médicos... Y habría que hacerles entender que en realidad la gente no
cambia en casi nada su forma de pensar por lo que digan los medios. Hay una fantasía...
Para un médico, por ahí, un error que aparece en una nota aislada, en un diario, es un
error que se va a transmitir a lo largo de generaciones, y que todos los lectores que lo
vieron les va a quedar esa información equivocada por el resto de su vida, y que el error
será a perpetuidad. Por supuesto, nadie quiere cometer errores, ni ser sensacionalista o
sobredimensionar determinado tema, no? Pero, en todo caso, el impacto es chiquito.
Qué se yo, tenés casos como el Hansi, o la crotoxina, que en su momento levantaron una
enorme polvareda en el periodismo en salud, y aún entre los propios médicos. Yo tengo
una posición muy firme... No en contra de la gente que pueda creer en esas medicinas,
porque creo que es gente que no tiene muy desarrollado el pensamiento crítico, ¿no? Más
allá de entender que en ciertas ocasiones la gente puede tener una necesidad muy grande
de contención a cualquier precio... En general mi mirada frente a las medicinas
alternativas es o para darles un palo, o bien para mostrar mediante trabajos publicados en
revistas médicas científicas que eso no tiene ningún efecto, que son placebos...
Mi idea es: los cuento para que la gente vea un poco cuál es el esquema de razonamiento,
no tengo por qué salir a buscar científicos que me tiren abajo todas esas cosas... Tratar de
entender de qué manera argumentan, no? y así desarmarlos, con altura. Y qué hay detrás
de eso, qué cosas busca la gente cuando recurre a este tipo de tratamiento.
PARÁMETROS Y OPERACIONALIZACIÓN
DEL CONCEPTO ALFABETIZACIÓN CIENTÍFICA
1. Parámetros
1.1. Parámetros de la National Science Teachers Association (1991) 150
150
Los parámetros propuestos por la NSTA están citados en Fourez (1994).
Asimetrías e interacciones 426
151
Fuente: Durant, Evans y Thomas, 1992.
Asimetrías e interacciones 428
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