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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIDAD EDUCATIVA COLEGIO “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO”
MERIDA, ESTADO MERIDA
CÓDIGO PLANTEL: S1830D1412

ACTIVIDAD 1. ENSAYO NUESTRO VALOR COMO PERSONA


Y COMO SER HUMANO.

Elaborado por:
Juan Rodolfo Martinez Guerrero
Cedula de Identidad Nro.V-30.885.595
5to. Año Sección “A”
Orientación y Convivencia.
Docente: Prof. Minerva Pabón.

Enero, 2022
Es mi intención con este trabajo reflexionar en torno a Nuestro Valor como
Persona y como Ciudadano, entendiendo inicialmente el concepto: La
Dignidad como concepto moral que sirve de base a todo el conjunto de
derechos con el que se garantiza el respeto a la persona humana y nos
permite valorarnos como personas y como ciudadanos. Hoy nos resulta
familiar la palabra “dignidad”, ampliamente usada de forma coloquial. A
menudo oímos decir que una actitud es digna o indigna, que alguien se
comportó dignamente ante situaciones adversas o que un pueblo o nación
son dignos. Sin embargo, no se suele reflexionar sobre el sentido profundo
de estas frases que a todas luces nos enuncian un juicio moral de realce o
reconocimiento del decoro, del honor o de la grandeza en la manera de
comportarnos.

En la vida cotidiana muchas veces valoramos como dignas solo a las


personas que se conducen con decoro, de una forma ejemplar que no da
cabida al reproche o al arrepentimiento, sino todo lo contrario, su
comportamiento es motivo de orgullo personal y social. Conviene precisar
que esta es una acepción de dignidad básicamente premoderna, que fue
predominante en una época anterior, muchos años atrás, en la que se solían
utilizar palabras más antiguas como “honra”, “honor”, “decoro”, “alma” o
“espíritu” para expresar los valores de mayor rango o jerarquía en que se
sustentaba el respeto al ser humano.

En su sentido originario “dignidad” (lat. dignus) significó igual, del mismo


precio o valor, de donde se derivaría la acepción de algo justo o merecedor
de respeto. La tradición religiosa desarrolló su concepción sobre la dignidad
a partir del concepto Imago Dei, sobre cuya base elaboró los rasgos
universales y distintivos de la persona humana y fundamentó la obligación de
respetarla dada su condición de intermediaria entre el Creador y lo creado. El
pensamiento filosófico contribuyó a desarrollar esa visión universal del
hombre como merecedor del respeto de sí mismo y de los demás, que

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constituye una característica distintiva de su condición humana. Gracias a
esta forma de pensar, las ciencias sociales actuales reconocen que la actitud
de respeto hacia la persona humana tiene por base su dignidad, en la cual se
originan los derechos humanos. No obstante, en ellas sigue siendo objeto de
debate cuestiones de fondo tales como: ¿Qué debemos entender por
dignidad? ¿En qué se fundamenta su valor? ¿Cómo se expresa
jurídicamente la dignidad?.

En estos tiempos donde  todo se mide de manera económica, debemos de


ser  más racionales  y ver que es realmente un valor y sobre todo  que es lo
que para  nuestra sociedad es el valor de una persona, es decir ¿Cuánto
valoramos realmente a la persona? Para esto iniciare con el concepto de
valor el cual  viene del latín  valere que significa  “ser fuerte”. De ahí  
también las palabras Valer, no tener defectos, producir más de lo que gasta,
o  dar más de lo que cuesta.

Partiendo de estas definiciones me encuentro ante dos panoramas 


diferentes   como es el valor esperado de la persona y el valor real de la
persona. Ambas con aspectos perceptibles  y que serán calificados
dependiendo del ámbito  y las circunstancias con las que se pretenda
determinar el valor real.

No podemos decir que un hombre que nació en un pesebre vale menos que
uno que nació en un palacio llenos de joyas y piedras preciosas, ahí  lo que
estamos valorando es el inmueble  el cual si podemos calificar dando un
valor nominativo, mas no  la persona la cual por el solo hecho de ser  un ser
vivo racional  tienen en su nacimiento el mismo  valor de persona.  De igual
manera el querer valorar a una persona  por ser hijo de un  gran millonario, o
ser hijo de  un humilde jornalero no es lo que le da el valor a la persona, ahí
valoramos el  poder económico y adquisitivo de sus padres. Pero si la forma
en que es educado  por  los padres va iniciando  la generación de valor para
una persona, es por eso que la familia como unidad de una sociedad es

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tan importante y el hecho de tener unas bases solidad como son los valores
universales  forman tanto la personalidad al individuo y  el valor natural.

Podríamos  hablar de valores universales como el amor,  la honestidad,  la


integridad, el respeto, la lealtad, la unión, la responsabilidad, la confianza  
entre otros  como parte integral del valor de la persona  pero estos solo son
una base  para  iniciar el camino. Ya que además de esto se deberá 
contemplar el talento innato para querer ser y hacer el bien.  Es por eso que
el valor  real de una persona  va a radicar en el sentido natural del bien ser y
del bienestar que conlleva no solo al individuo sino a todo lo que lo rodea.

Nuestros valores afectan poderosamente a la congruencia de un objetivo.


Los valores dan forma a lo que es importante para nosotros y están
apoyados en las creencias. Los adquirimos, al igual que las creencias, de
nuestras experiencias y del contacto con la familia y con amigos. Los valores
se relacionan con nuestra identidad, y nos importan realmente; son los
principios fundamentales según los que vivimos. Actuar en contra de
nuestros valores nos hace incongruentes. Los valores nos motivan y dirigen,
son los lugares importantes, las capitales de nuestro mapa del mundo. Los
valores más duraderos e influyentes son elegidos libremente, no son
impuestos; los elegimos siendo conscientes de sus consecuencias, y
conllevan muchos sentimientos positivos.

Otro aspecto importante para  poder valorar una persona es  el pensamiento,
el cual no solo se adquiere a través de los estudios sino por las ideas que se
generen para lograr  la trascendencia en la misma sociedad, por eso es
importante realizar campañas en las que se incite a los jóvenes a leer
mínimo 20 minutos al día es tan importante  porque genera la creatividad,
impulsa a la persona a un desarrollo psicosocial y genera hombres de bien.

También  podría decir que el valor de una persona es determinado por el


juicio que realicen otras personas sobre ella en base a su creencia y cultura.

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Por ejemplo, Juan es un empresario admirado, el cual es amigable y querido
por todo el mundo, y Fanny es una empleada sencilla pero con mal carácter.
Bajo este argumento, el valor práctico de Juan es más alto que el de Fanny,
porque la sociedad hará una mejor evaluación a la primera persona que a la
segunda.

Pero el valor práctico de las personas puede variar dependiendo del grupo o
cultura social que la juzgue. Por ejemplo, frente a una sociedad de extrema
derecha los papeles se pueden invertir. Mientras que, los miembros del
sindicato pueden percibir que Juan por el simple hecho de ser empresario, es
una persona justa, y Pedro aún con mal carácter, es una persona que se
queja sin justificación al sentirse explotado. Entonces la valoración real se
invierte, porque las características del grupo social que emite el juicio
cambia. Así mismo cada familia de estas dos personas tendrá un valor 
mayor por su consanguíneo por el valor emocional que conlleva. ”Solo el
amor es el que da valor a las cosas” Santa Teresa de Jesús.

He querido resaltar este concepto de valor porque en mi corta vida he visto


caer en esta trampa a muchas personas y amigos e incluso a mí mismo, en
el error de darle valor o valorar a las personas por lo material y no por lo que
son, por sus principios, cualidades y valores morales. Ya que tenemos una
naturaleza innata de definir nuestra valoración dependiendo de las distintas
opiniones y aprobaciones que recibimos del exterior. Cuantos más votos
positivos acumulemos más valiosos somos, un ejemplo lo podemos observar
en las redes sociales, son muchos quienes se siente valorados o su valor
depende de la cantidades de amigos, de seguidores, de likes, etc., sin saber
que cuanto menos feedback positivo poseamos, menos valor tenemos. Si
funcionamos desde este encuadre, nos posicionamos desde un lugar de
escaso poder sobre nosotros mismos, puesto que éste va a estar en manos
de los demás que podrán determinar a su antojo lo valioso que eres. Estarás
dependiendo de la validación externa.

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Otro enfoque que surge en la batalla que se genera al estar en un mercado
dónde el ser más preciado es el que gana, sería el de la soberbia. La
persona que funciona desde esa realidad vive en un absoluto miedo e
inseguridad sobre sí mismo, pero en unos límites inimaginables, aunque
pueda parecer todo lo contrario. Éste se caracteriza por una actitud en dónde
intenta a toda costa disminuir el valor de los demás, para poder vivir
temporalmente en un lugar más elevado. Quien vive desde este paradigma
ha de estar en una lucha constante y a su vez el poder sigue estando en el
exterior, dado que los demás han de seguir teniendo una valoración menor
respecto a él.

Es por todo lo anteriormente descrito que Mi valor como Persona y como


Ciudadano me lleva a integrar la mente, el alma y el pensamiento en un ser
racional, irrepetible y con una búsqueda constante de desarrollarme y ser
cada día mejor, y de esta manera  ser realmente una persona Valiosa, para
mi familia, para mi sociedad y sobre todo para  mi Nación.

REFERENCIAS

6
Youtube (2020), ¿Qué son los Valores Humanos?. [Video].
https://www.youtube.com/watch?v=I7LFBueeoKM

Pérez, Mariana. (Última edición:8 de octubre del 2021). Definición de


Dignidad. Recuperado de: https://conceptodefinicion.de/dignidad/. 

Scielo.org.mx (2012). Reflexiones sobre la dignidad humana en la actualidad.


Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0041-86332013000100002

Redacción. ( Última edición:7 de febrero del 2021). Definición de Valor.


Recuperado de: https://conceptodefinicion.de/valor/.

Ayala, Maite. (27 de octubre de 2020). Valores universales: características,


ejemplos, importancia. Lifeder. Recuperado
de https://www.lifeder.com/valores-universales/.

Acevedo, L. (2011). El concepto de familia hoy. Francisanum LIII (156), 149 –


170. Recuperado en 26 de febrero de 2019:
http://portal.amelica.org/ameli/jatsRepo/59/59952014/html/index.html

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