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Examen de Kant
Examen de Kant
TEXTO:
“La pereza y la cobardía son las causas de que una gran parte de los hombres
permanezca, gustosamente, en minoría de edad a lo largo de la vida, a pesar
de que hace ya tiempo la naturaleza los liberó de dirección ajena; y por eso es
tan fácil para otros el erigirse en sus tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de
edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un director espiritual que reemplaza
mi conciencia moral, un médico que me prescribe la dieta, etc., entonces no
necesito esforzarme. Si puedo pagar, no tengo necesidad de pensar; otros
asumirán por mí tan fastidiosa tarea. Aquellos tutores que tan bondadosamente
han tomado sobre sí la tarea de supervisión se encargan ya de que el paso
hacia la mayoría de edad, además de ser difícil, sea considerado peligroso por
la gran mayoría de los hombres”.
Kant, I.;
CUESTIONES:
1ª/ Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto. (2 puntos)
2ª/ Comentario del texto (5 puntos):
2. a. Explica el significado de los términos subrayados en el texto. (1,50 puntos)
2. b. Expón la temática planteada en el texto. (1,50 puntos)
2. c. Justifica la temática planteada en el texto desde la posición filosófica del
autor del
texto. (2 puntos)
3ª/ Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón,
razonadamente, tu visión personal del tema, valorando su actualidad. (3
puntos) (Añadiré esta pregunta cuando hayamos estudiado la comparación
con otro autor).
Kant recibió influencias de autores ilustrados, entre los que destacan Hume y
Newton.
La filosofía kantiana es, ante todo y sobre todo, una síntesis entre racionalismo
y empirismo. Kant comparte con el racionalismo la idea de que no todo
conocimiento procede de la experiencia. De hecho, nos habla de conceptos a
priori que no son más que ideas innatas. Pero, sin embargo, está de acuerdo
con el empirismo en que sin experiencia no hay conocimiento. Para Kant el
conocimiento es un encuentro entre sujeto y objeto. El sujeto lleva en sí los
conceptos a priori, pero estos solo tienen sentido cuando se aplican a la
experiencia.
En el aspecto moral, en Kant encontramos una ética del deber que nos
recuerda a los filósofos estoicos. Y también él reflexionó sobre la condición
humana en un supuesto estado de naturaleza y tiene influencias de los
filósofos que abordaron esta temática: Hobbes, Locke y Rousseau. Kant
considera, de forma similar a Hobbes, que el ser humano es por naturaleza
insociable y violento. Afirma que cada individuo solo aspira a satisfacer sus
necesidades egoístas. La insociabilidad impide la convivencia y hace que el
mundo sea un lugar peligroso. Las personas son conscientes de que esta
situación puede llevarles a la destrucción y por eso entienden que es necesario
llegar a un acuerdo para no agredirse y formar un Estado. En ese Estado se
fijarán unas normas que es necesario respetar. La sociabilidad humana se
explica, pues, desde la insociabilidad: si no fuéramos insociables, no
tendríamos necesidad de formar sociedades.
Pero, ¿qué me dice la razón? Kant, por influencia del intelectualismo moral,
cree que la razón me lleva a hacer el bien. El ser humano tiende al bien y el
conocimiento del bien le lleva a actuar justamente. Kant cree que el bien
consiste en la buena voluntad. El bien no consiste en perseguir fines sino que
radica en la intención con que se ejecutan los actos, en la buena voluntad y por
buena voluntad entendemos actuar por respeto a la ley. El respeto a la ley es el
deber del ser humano racional. Kant distingue entre legalidad y moralidad y
para explicar esta diferencia distingue entre tres tipos de actos:
b) Actos conformes al deber. Son aquellos que son legales pero no son
morales porque no se hacen por respeto a la ley sino por perseguir
determinados fines. La persona que así actúa no puede ser sancionada porque
no incumple la ley, pero su conducta no tiene valor moral porque el valor de
estos actos no está en la intención con que se han hecho sino en la
recompensa que se espera obtener. Por ejemplo, el conductor que circula a la
velocidad debida para no perder los puntos.
c) Actos por deber. Son aquellos que son legales y son morales. Según
Kant, estos actos son los únicos que tienen valor moral porque son los únicos
que se realizan por respeto a la ley y no pensando en las consecuencias. El
valor moral de estos actos reside en la intención con que se ejecutan. Por
ejemplo, el conductor que circula a la velocidad debida aunque no haya
ninguna sanción posible, aunque sepa que no hay nadie que lo pueda castigar
por lo contrario.
1.- Es autónoma, porque la ley moral no viene impuesta desde fuera. No hay
nadie que deba decirme lo que está bien, sino que es el sujeto el que se da a sí
mismo la ley. Aquí se manifiesta el carácter ilustrado de Kant que le llevó a
defender la idea de que hay que sacar a las personas de la minoría de edad y
enseñarlas a pensar por sí mismas.
Por último, Kant se plantea el futuro del ser humano y eso le lleva a analizar las
relaciones entre los Estados, que se basa en las relaciones entre los
individuos.
Valoración actual.
Al plantearme la actualidad de la filosofía kantiana me enfrento a una curiosa
contradicción que, desde mi punto de vista, se está dando en nuestros días.
Por una parte, el sistema educativo intenta educar valorando nuestras
competencias y, dentro de esas competencias, destaca la autonomía e
iniciativa. La educación nos invita a ser autónomos, a pensar por nosotros
mismos, a ser libres y críticos, “mayores de edad” como diría Kant. Pero, por
otra parte, cuando analizo el mundo que me rodea encuentro un igualitarismo
que unifica las formas de ocio, los hábitos de consumo, los proyectos de futuro,
los valores competitivos propios de una sociedad consumista en que los
ideales se han globalizado lo mismo que la gastronomía o las modas.
Encuentro un pensamiento único que se presenta como un valor incuestionable
y que ha eliminado las diferencias, agudizando los fanatismos, el etnocentrismo
o la xenofobia.
Necesitamos a Kant para que nos dé ese empuje que nos ayude a atrevernos a
pensar con valentía, a combatir los dogmatismos y prejuicios y a valorar
nuestra libertad.