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Manual de

Intervención Familiar
Contenidos
TÍTULO:
MANUAL DE INTERVENCIÓN FAMILIAR. Contenidos

Edita:
Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA
C/ Hernández Más, 20-24 28053 - Madrid
91 507 92 48 / confederacion@consaludmental.org
www.consaludmental.org

Coordinación:
Servicio de Formación y Área de Proyectos y Estudios
de Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA

Equipo de redacción:
Bàrbara Mitats, Federació Salut Mental Catalunya
Belén Díez, ASCASAM - Salud Mental Cantabria
Itxasne Gallastegui, AGIFES - FEDEAFES
Mª Teresa Marcos, ASAENES Salud Mental Sevilla - FEAFES Andalucía Salud Mental
Raquel Martínez, ALFAEM Salud Mental León - Federación Salud Mental Castilla y León
Yolanda Barroso, AFEM Getafe - Federación Salud Mental Madrid

Diseño y Maquetación:
María Reyes Guijarro

Con la financiación de:


Ministerio de Educación y Formación Profesional

fecha de edición:
Junio 2019

licencia de uso:
Este documento es de uso interno para profesionales y entidades de la Confederación SALUD MENTAL
ESPAÑA. Se permite su descarga y copia por parte de la persona encargada del desarrollo de las
sesiones de Programa de Psicoeducación, Escuela de Familias, sesiones de Intervención Familiar. No
se permite su difusión pública en ningún medio digital o impreso.
Índice
INTRODUCCIÓN AL MANUAL_7

MÓDULO 1 ·­­
Sesión introductoria_11

MÓDULO 2 ·­­
Introducción a la salud mental_21

MÓDULO 3 ·­­
Estrategias de afrontamiento en salud mental_87

MÓDULO 4 ·­­
Modelos familiares y género_157

MÓDULO 5 ·­­
Habilidades de comunicación y clima familiar_182

MÓDULO 6 ·­­
Intervención bio - psico - social_211

MÓDULO 7 ·­­
Red de recursos de apoyo social y sanitario_249

MÓDULO 8 ·­­
Cuestiones jurídicas_269

MÓDULO 9 ·­­
Cierre y despedida_307

ANEXO BIBLIOGRÁFICO_319
0 · introducción

1 · Presentación general ¿Qué son los programas


psicoeducativos?

Los Programas en Psicoeducación son básicos e imprescindibles en un modelo


de atención comunitaria para personas con trastorno mental, y tienen el objetivo de
cubrir las necesidades formativas relacionadas con el problema de salud mental y
la recuperación psicosocial, dotar a la persona de herramientas para el desarrollo y
la mejora de las habilidades sociales básicas y fomentar un clima familiar saludable
y la resolución de posibles conflictos en el sistema familiar.

Estos programas también contemplan a la familia y su entorno como elemento


activo en la recuperación psicosocial de la persona con problemas de salud
mental. Pero la psicoeducación no es solo la transmisión de conocimientos sino
que, al mismo tiempo, implica la orientación educativa por parte de personas espe-
cializadas en este tema y la posibilidad de compartir experiencias personales con
otras personas participantes, lo que implica una apertura de las redes sociales,
compartir situaciones similares y evitar el aislamiento social.

2 · ¿Qué es el MANUAL DE INTERVENCIÓN FAMILIaR?

El Manual de Interveción Familiar es un compendio de materiales que pretende


reflejar el modelo de intervención con las familias y personas allegadas al que se
aspira desde SALUD MENTAL ESPAÑA, desde una perspectiva amplia, transversal y
con carácter positivo de la salud mental. Se han desarrollado contenidos forma-
tivos para orientar y tratar de identificar los problemas de salud mental y enfocar
posibles alternativas y propuestas para favorecer la calidad de vida y contar con
estrategias para afrontar las distintas situaciones.

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manual de intervenciÓn familiar

Estos materiales no tienen como finalidad establecer procedimientos exactos y


únicos para afrontar determinadas situaciones relacionadas con la salud mental,
por el contrario, plantean de una manera abierta, flexible y colaborativa la incor-
poración de herramientas y estrategias que pongan en el centro de las actuacio-
nes a las personas y contribuyan a la mejora de la calidad de vida de las personas
con problemas de salud mental y su entorno más próximo (familiares y/o personas
allegadas).

Los materiales diseñados plantean el establecimiento de una estructura común


que sirva como punto de partida para el desarrollo de las sesiones con familiares
y/o personas allegadas y a partir de la cual se puedan plantear las adaptaciones
y mejoras necesarias para adecuarse a la realidad de cada entidad, cada grupo y
cada situación.

Para ello se ha planteado un Manual que recoge contenidos teóricos y su co-


rrespondiente desarrollo mediante actividades que faciliten la dinamización de los
grupos y la asimilación de contenidos a las personas participantes en los mismos.
Este diseño se ha basado en las buenas prácticas y experiencias previas de las
entidades que desarrollan este tipo de Programas.

3 · Metodología

La metodología para el desarrollo de las sesiones tendrá un carácter psicopeda-


gógico y combinará la formación teórica con la práctica, apoyándose también en
dinámicas que refuercen habilidades y actitudes ante determinadas situaciones.

4 · Contenidos del Manual

Módulo 1 · Sesión introductoria_6 actividades


Módulo 2 · Introducción a la Salud Mental_12 actividades
Módulo 3 · Estrategias de afrontamiento en salud mental_19 actividades
Módulo 4 · Modelos familiares y género_7 actividades
Módulo 5 · Habilidades de comunicación y clima familiar_10 actividades
Módulo 6 · Intervención Bio-psico-social_7 actividades
Módulo 7 · Red de recursos de apoyo social y sanitarios_5 actividades
Módulo 8 · Cuestiones jurídicas_6 actividades
Módulo 9 · Cierre y despedida_7 actividades

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INTRODUCCIÓN

Para el diseño de este material se ha planteado el desarrollo de Módulos formati-


vos que recogen las principales temáticas a abordar con los grupos. Esta opción
posibilita además la adaptación a las especificidades de cada entidad de la mane-
ra más sencilla posible

Junto a los contenidos teóricos que se desarrollarían en cada uno de los módulos,
se han diseñado actividades con el propósito de reforzar los conocimientos adqui-
ridos y trabajar la cohesión y fortalecimiento de los grupos.

5 · Propuesta de temporalización

Además, y partiendo de la experiencia en el desarrollo de este Programa, se hace


una propuesta de duración total del Programa, de acuerdo a los contenidos plan-
teados, de 40 horas, distribuidas en 20 sesiones. Este planteamiento inicial podrá
adaptarse a las características y particularidades de cada entidad.

Módulo 1 · Sesión introductoria · Duración: 1 sesión_3 horas


Módulo 2 · Introducción a la Salud Mental · Duración: 3 sesiones_6 horas
Módulo 3 · Estrategias de afrontamiento en salud mental · Duración: 4 sesiones_8 horas
Módulo 4 · Modelos familiares y género · Duración: 2 sesiones_4 horas
Módulo 5 · Habilidades de comunicación y clima familiar · Duración: 3 sesiones_6 horas
Módulo 6 · Intervención Bio-psico-social · Duración: 2 sesiones_4 horas
Módulo 7 · Red de recursos de apoyo social y sanitarios · Duración: 1 sesiones_2 horas
Módulo 8 · Cuestiones jurídicas · Duración: 2 sesiones_4 horas
Módulo 9 · Cierre y despedida · Duración: 2 sesiones_3 horas

programa completo · Duración: 20 sesiones_40 horas

Además de esta propuesta de temporalización general, cada uno de los módulos


plantea una planificación específica que sirva como orientación y apoyo de los
contenidos y actividades a desarrollar en cada una de las sesiones.

6 · A quién se dirige

El Manual de Intervención Familiar se plantea como un material de partida dirigi-


do a profesionales que vayan a dinamizar y desarrollar las sesiones con grupos de
familiares y grupos de ayuda mutua.

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manual de intervenciÓn familiar

Esta copia de Manual de Intervención Familiar debe ser utilizada para el desa-
rrollo de las sesiones del Programa de Psicoeducación por parte de profesionales
de la red SALUD MENTAL ESPAÑA.

NO debe entregarse a las personas asistentes al programa.


A las personas participantes en los grupos, se les entregará
copia de las fichas con las que tengan que trabajar también.

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MÓDULO 1
Sesión introductoria
módulo 1
Sesión introductoria
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_15

2 ·­­BIENVENIDA_17

3 ·­­ENCUADRE TERAPÉUTICO_18
3 ∙ 1 Normas del grupo_18
3 ∙ 2 Metodología_19
3 ∙ 3 ¿Cómo llego a esta formación?_20
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 1 · Sesión introductoria


duración: 3 horas_1 sesión

1_Bienvenida y presentación
objetivo: Romper el hielo y generar un clima de apertura al aprendizaje y la escu-
cha. Tiempo estimado: 15 min

2_Encuadre terapéutico del proceso formativo


ObjetivoS: Establecer un marco claro y preciso de las normas básicas de funcio-
namiento del grupo ∙ Dar a conocer los objetivos y metodología del proceso forma-
tivo. tiempo estimado: 30 min

3_¿Cómo llego a esta formación?


ObjetivoS: Conocer el nivel de emoción expresada de las personas participantes
respecto a su familiar. tiempo estimado: 30 min

4_Opción A: Curioseando
ObjetivoS: Promover la confianza inicial entre las personas del grupo ∙ Conocer y
reflexionar sobre la imagen que tenemos y proyectamos de nosotros/as mismos.
tiempo estimado: 1 hORA y 15 min

5_Opción B: Quién soy, qué busco y qué puedo aportar.


ObjetivoS: Conocer a las personas participantes ∙ Conocer qué expectativas tie-
nen, si comparten alguna de ellas (fomentando la unidad), y qué esperan los demás
de ellos mismos (fomentando así la responsabilidad y el sentido de pertenencia al
grupo). tiempo estimado: 1 hora

6_Despedida y cierre de Módulo 1


objetivoS: Conocer el clima emocional del grupo ante la primera sesión ∙ Permitir
la expresión individual de sentimientos, emociones, pensamientos respecto al pro-
ceso formativo en su fase inicial. tiempo estimado: 30 min

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2 · Bienvenida

Se propone un breve texto para utilizar en la acogida de familiares y personas alle-


gadas que formarán parte de este grupo para trabajar la Psicoeducación.

“ Desde Nombre de la entidad te damos la bienvenida a esta acción formativa, que


deseamos sea de utilidad para iniciar cambios respecto a la relación de ayuda a tu
familiar con problema de salud mental y respecto a tu relación contigo mismo/a.

Como familiar de una persona con problema de salud mental, tu implicación y acom-
pañamiento juegan un papel clave para la rehabilitación y recuperación y como agen-
te de cambio para su inclusión social.

Sin embargo, con frecuencia las familias os encontráis con dificultades para afrontar
y gestionar la nueva situación en la que necesitáis información, recursos y habilida-
des para desempeñar con éxito este papel, sostener y transitar el cambio experimen-
tado.  Esto requiere de un proceso de aceptación, aprendizaje y entrenamiento para
su abordaje.

Así, te invitamos en la medida de lo posible a mantener la actitud del aprendiz, en la


que cada una de nuestras experiencias vitales por dolorosas que resulten nos brin-
da una posibilidad de cambio, flexibilidad, adaptación y aceptación, recordándonos
nuestra vulnerabilidad y también nuestra fortaleza.

A partir de hoy, junto a otras personas contarás con un espacio en el que podrás
compartir dudas, reflexiones, inquietudes y conocimientos.

En este primer encuentro vamos a conocernos un poco y hablaremos de cómo va a


ser nuestra andadura en este camino que empezamos como grupo.”

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3 · ENCUADRE TERAPÉUTICO

En este apartado se tratan cuestiones relacionadas con el encuadre terapéutico


con el que se trabajará el resto de las sesiones, siendo para ello imprescindible las
normas del grupo, la metodología y una valoración inicial de la relación de la familia
con la persona con problemas de salud mental.

3 ·­­1 Normas del Grupo

Para una mayor efectividad y una convivencia saludable como grupo se necesitan
normas que faciliten el aprendizaje y la comunicación. Te proponemos las siguien-
tes normas, sin que ello suponga la incorporación de algunas que consideres im-
portantes para el funcionamiento del grupo:

Puntualidad. Para empezar y terminar las sesiones.

Respeto. No están permitidas las agresiones verbales ni físicas. No emitir juicios


sobre la opinión y experiencias de otras personas del grupo.

Confidencialidad. No sacar los asuntos y temas tratados en el grupo fuera del


mismo, así como no hablar de otras personas si no están presentes.

Participación. Compromiso de asistencia a todas las sesiones dado el carácter


procesual de la formación.

Escucha activa. No murmurar.

Silenciar móviles

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manual de intervención familiar

3 ·­­2 Metodología

Se trata de una formación psicoeducativa, cuyo objetivo es orientar y ayudar a


identificar con mayor entendimiento y claridad el problema de salud mental para
enfocar su resolución o tratamiento y favorecer la calidad de vida, reforzando for-
talezas, recursos y habilidades propias.

Así la principal herramienta es la propia persona por lo que el enfoque de esta


acción formativa es teórica y experiencial, facilitando la toma de conciencia y la
responsabilidad sobre el propio proceso de aprendizaje así como un mayor grado
de autonomía y control.

No hay fórmulas exactas para el abordaje de determinadas conductas, actitudes


ya que cada persona, sistema familiar y problema de salud mental es diferente en
cada caso. En este sentido, es importante considerar las especificidades de cada
situación.

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módulo 1 ·­­sesión introductoria

3 ·­­3 ¿Cómo llego a esta formación?

Esta acción formativa tiene como finalidad mejorar habilidades, actitudes, creen-
cias respecto a la relación de ayuda con familiares y/o personas allegadas.

En cualquier proceso de aprendizaje se hace imprescindible conocer qué creen-


cias, actitudes y comportamientos desarrollamos respecto al tema, aunque sean
de manera inconsciente y automática, sin que esto sea motivo para sentirnos
culpables, inadecuados o torpes o por el contrario tener la sensación de saberlo
todo.

Por ello es importante realizar una reflexión inicial de cómo es esta para poder
valorar en un futuro la incidencia de tu paso por esta formación en la mejora de la
relación con tu familiar y contigo mismo/a.

Existen numerosos instrumentos de medición, una propuesta puede ser el uso de


la Escala FAS (D.J. Kavanagh, P. O´Halloran, V. Manicavasagar y cols, 1997. - Adapt.
R. Jiménez García Bóveda, A.J. Vázquez Morejón, R. Vázquez- Morejón Jiménez) ◊

No te estoy diciendo que será fácil, te estoy diciendo que


valdrá la pena.

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MÓDULO 2
Introducción
a la salud mental
módulo 2
Introducción a la salud
mental
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_25

2 ·­­DATOS GENERALES EN SALUD MENTAL_29

2 ∙ 1 Mitos y realidades_29
2 ∙ 2 Prevalencia_33
2 ∙ 3 Inicio y Edad_34
2 ∙ 4 Personas con discapacidad psicosocial derivada
de problemas de salud mental_35
2 ∙ 5 Factores de riesgo de los problemas de salud mental_36
2 ∙ 6 Evolución de la psicosis (curso, remisión, cronicidad)_38
2 ∙ 7 Suicidio y salud mental_42

3 ·­­RE - CONOCIENDO LA SALUD MENTAL:


CONCEPTOS BÁSICOS_44

3 ∙ 1 Salud Mental_44
3 ∙ 2 Enfermedad mental/Trastorno mental/Problema de salud mental_46
3 ∙ 3 Discapacidad. Minusvalía, Diversidad funcional_48

4 ·­­TIPOS DE MODELOS DE ATENCIÓN EN SALUD MENTAL_51

4 ∙ 1 Modelo Biologicista - Asistencialista_52


4 ∙ 2 Modelo de atención comunitaria_53
4 ∙ 3 Modelo de rehabilitación psicosocial_54
4 ∙ 4 Modelo de recuperación_56
5 ·­­CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS MENTALES_62

5 ∙ 1 Introducción_62
5 ∙ 2 Tendencia dimensional frente a categorial en la clasificación
de los trastornos mentales_63
5 ∙ 3 Clasificación de los distintos trastornos_65

6 ·­­ESTIGMA / AUTOESTIGMA PERSPECTIVA HISTÓRICA_75

6 ∙ 1 Etimología_75
6 ∙ 2 Perspectiva histórica_76
6 ∙ 3 Conclusión: estigma y salud mental_83
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 2 · introduccción a la salud mental


duración: 6 horas_3 sesiones

1_MITOS Y REALIDADES EN SALUD MENTAL


objetivos: Facilitar la curiosidad y apertura al aprendizaje en salud mental ∙ Facili-
tar la expresión de ideas previas, prejuicios y actitudes estigmatizantes del grupo
en cuanto a la salud mental ∙ Visibilizar la presencia del estigma en nuestra socie-
dad ∙ Favorecer una actitud sensible ante las personas con problemas de salud
mental. Tiempo estimado: 20 min

2_DATOS GENERALES EN SALUD MENTAL


objetivos: Conocer a nivel general el funcionamiento de los problemas de salud
mental en nuestro contexto social (mitos y realidades, inicio, prevalencia, género,
factores de riesgo, evolución psicosis y suicidio) ∙ Favorecer una visión más norma-
lizadora y menos estigmatizante en cuanto a los problemas de salud mental.
Tiempo estimado: 60 min

3_¡¡QUÉ SORPRESA!!
objetivos: Facilitar la curiosidad al aprendizaje en salud mental ∙ Tomar concien-
cia sobre cómo nuestro conocimiento ideas previas en relación a la salud mental
influye en nuestro comportamiento, particularmente en relación con las personas
con problemas de salud mental. Tiempo estimado: 20 min

4_RECONOCER QUÉ ENTENDEMOS POR SALUD MENTAL


objetivos: Tomar conciencia sobre las creencias que tenemos en torno a la salud
mental y sus implicaciones en la relación con nuestros familiares ∙ Facilitar un pen-
samiento crítico y reflexivo en torno a la salud mental y sus posibilidades de apoyo

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manual de intervención familiar

y tratamiento ∙ Favorecer la aceptación de la diversidad que en ocasiones muestran


las personas con problemas de salud mental. Tiempo estimado: 30 – 45 min

5_RE-CONOCIENDO LA SALUD MENTAL. CONCEPTOS BÁSICOS


objetivos: Aclarar conceptos en materia de salud mental ∙ Favorecer una visión
más normalizadora y menos estigmatizante en cuanto a los problemas de salud
mental. Tiempo estimado: 30 min

6_TIPOS DE MODELO DE ATENCIÓN EN SALUD MENTAL


objetivos: Facilitar la comprensión de los modelos de atención en salud mental y
sus implicaciones en la atención ∙ Favorecer una actitud crítica y reflexiva en cuanto
al tratamiento de la salud mental. Tiempo estimado: 60 min / Explicación teórica:
15 min

7_CLASIFICACIÓN DE LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL


objetivos: Humanizar la clasificación diagnóstica ∙ Mejorar la comprensión de los
distintos problemas de salud mental Tiempo estimado: 90 min

8_¿CÓMO SE VIVE UN PROBLEMA DE SALUD MENTAL?


objetivos: Facilitar una mirada empática hacia las personas con problemas de
salud mental ∙ Mejorar la comprensión hacia las personas con problemas de salud
mental ∙ Avanzar en la lucha contra el estigma social relacionado. Tiempo estimado:
30 min

9_ESTIGMA-AUTOESTIGMA, PERSPECTIVA HISTÓRICA


objetivos: Tomar conciencia sobre la dimensión relativa del concepto de locura o
enfermedad en función de los procesos de exclusión ∙ Visibilizar la presencia del
estigma en nuestra sociedad a través de sus antecedentes ∙ Avanzar hacia la lucha
contra el estigma social hacia las personas con problemas de salud mental
Tiempo estimado: 30 min

10_MITOS Y REALIDADES EN SALUD MENTAL


objetivos: Consolidar aprendizajes adquiridos en cuanto a salud mental y estigma
∙ Evaluar la presencia y mantenimiento de ideas estigmatizantes tras haber realiza-
do el módulo o programa ∙ Evaluar el grado de impacto del módulo o programa en
relación a la disminución del estigma. Tiempo estimado: 20 min

26 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

11_LA DINÁMICA DE LA EXCLUSIÓN


objetivos: Sensibilizar sobre las experiencias de exclusión ∙ Fomentar actitudes
empáticas hacia la experiencia de las personas que viven procesos de exclusión.
Tiempo estimado: 40 min

12_DESPEDIDA Y CIERRE MÓDULO 2


objetivos: Conocer el clima emocional del grupo al finalizar el módulo. Tiempo
estimado: 10 min

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2 · DATOS GENERALES EN SALUD MENTAL

En este módulo se van a ofrecer una serie de datos que permiten hacerse una idea
general de cómo la salud mental de las personas en nuestra sociedad puede verse
influida, potenciada o desfavorecida, según determinados aspectos bio-psico-so-
ciales. Es decir, nos permite describir el contexto social actual en el que la salud
mental de las personas respira y cómo éste puede afectarles.

En este sentido, sería un error establecer conclusiones de forma directa en relación


a casos particulares, pues la información que se detalla a continuación describe
una realidad social no particular. Dicha realidad social afecta a la salud mental de
una comunidad, y ésta influye a cada persona pero no de forma directa ni sufi-
ciente.

El impacto en cada caso dependerá de los recursos, habilidades y características


específicas de cada persona, así como de las características de su entorno más di-
recto y apoyos sociales con los que cuente, y de la interacción entre todos ellos.

Nunca hemos de medir el impacto de un factor influyente en la salud mental de una


persona de forma aislada.

2 ·­­1 Mitos y realidades

En primer lugar, se va a hacer un recorrido sobre algunos de los mitos más im-
portantes que hay en nuestra sociedad con respecto a los problemas de salud
mental, aportando evidencias que pueden ayudar a desterrarlos y a ofrecer una
visión general más realista sobre los problemas de salud mental.

28 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

Mito 1

“ Una persona que expresa unos síntomas (las alucinaciones, los


delirios, comportamientos desorganizados…) no tiene una buena salud
mental ”

Según la investigación científica y los relatos de las personas con problemas de


salud mental que se han recuperado, la aceptación de cada persona tal y como
es, incluyendo la aceptación de las dificultades y debilidades o incluso de lo que
comúnmente se ha denominado síntomas, contribuye a mantener una buena salud
mental y alcanzar una recuperación. La aceptación de cada persona es el primer
paso hacia el autocontrol y el manejo de la propia vida.

Por otro lado, el hecho de que este mito se haga realidad, en gran parte también
depende del grado de aceptación por parte de la sociedad de la diversidad men-
tal. Si la sociedad rechaza esta diversidad se obstaculiza la salud mental de la
persona.

En definitiva, se hace referencia al "derecho radical a estar loco", como reivindica el


psiquiatra Fernando Colina, perteneciente a la Asociación Revolución Delirante.

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manual de intervención familiar

Mito 2

“ Para la intervención directa en síntomas, como la euforia, delirios,


alucinaciones, insomnio... el único tratamiento son los fármacos. ”

El modelo comunitario de atención muestra cómo el tratamiento farmacológico


combinado con terapia psicológica y rehabilitación psicosocial mejora el pronósti-
co, particularmente a aquellas personas con discapacidad psicosocial.

De hecho, según la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos - EFPA, en


relación con un estudio de 2014 en la Universidad de Ámsterdam realizado por
Dorian Nieman, el tratamiento psicológico que enseña a reinterpretar los síntomas
positivos reduce la aparición de un primer episodio psicótico hasta en un 50%.

Existen además múltiples estudios y experiencias de programas de intervención


precoz con tratamientos psicosociales, psicoterapéuticos y familiares, que mues-
tran obtener a largo plazo mejores resultados que con el tratamiento ordinario con
antipsicóticos. (Para ver en mayor profundidad estos datos en el apartado titulado
Evolución de la psicosis: Curso, remisión y cronicidad).

Mito 3

“ La culpa de que las personas tengan problemas de salud mental


es de padres, madres o familiares. ”

Los problemas de salud mental aparecen por la confluencia de múltiples factores


que tienen que ver con una vulnerabilidad personal (factores biológicos y psicoló-
gicos) y factores ambientales. Nunca, el desarrollo de problemas de salud mental
recae sobre una única causa.

Sin embargo, sí existe mayor evidencia empírica en cuanto a la influencia del clima
familiar en la mejoría de la salud mental de una persona. Familiares y personas
allegadas, como red de apoyo, son un importante factor de prevención y mitiga-
dor de crisis.

30 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

Mito 4

“ Las personas diagnosticadas con una esquizofrenia no se recuperan.”

La evolución puede ir desde una recuperación completa hasta la cronicidad. En-


tre el 15% - 20% de las personas diagnosticadas no presentan recaídas. Tienen
un episodio único. El 50% muestra una recuperación completa o casi completa,
(reducen sus síntomas o desaparecen o logran una mejor adaptación social). El 15-
20%, a lo largo de los años, alcanza un cierto deterioro o deterioro progresivo.

Un factor que puede contribuir en la existencia de este mito o incluso en sesgar los
resultados anteriores es el estigma social. Existen personas con una vida normali-
zada que no hacen público su diagnóstico o incluso no están diagnosticadas y por
tanto no se está teniendo en cuenta su experiencia en los tres resultados.

Por último, añadir que la investigación reciente está constatando cómo la interven-
ción precoz, durante los primeros 5 años, mejora mucho la evolución.

Mito 5

“ Las personas con problemas de salud mental, particularmente las


diagnosticadas de esquizofrenia, son más violentas que la población
general ”

Los comportamientos violentos están relacionados con el estilo de afrontamiento


(pasivo/agresivo/asertivo) de la persona, no con tener problemas de salud mental.

Las personas diagnosticadas de esquizofrenia sólo contribuyen en un porcentaje


inferior al 5% al total de actos violentos. De hecho, lo que se ha evidenciado es
que tienen un riesgo 4 veces superior a ser víctimas de violencia o abuso que la
población general.

Tras revisar estas cuestiones generales, se van a ofrecer algunos datos que tienen
que ver con la incidencia, prevalencia, curso y otros asuntos que se relacionan con
la salud mental.

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manual de intervención familiar

2 ·­­2 Prevalencia

Según el estudio ESEMeD-España de 2005 Estudio Europeo de la Epidemiología de


los Trastornos Mentales Comunes

El 19,5 % de la población española tiene o ha tenido un problema de salud mental a


lo largo de su vida.
El trastorno mental más frecuente es el episodio depresivo mayor, que tiene
un 3,9% de prevalencia-año y un 10,5% de prevalencia-vida.

Según la Encuesta Europea de salud en España 2014, los trastornos mentales más
comunes en España son los trastornos del estado de ánimo y los trastornos de
ansiedad. El 6,89% de la población padece algún trastorno del estado de ánimo,
y un 6,85% trastorno de ansiedad crónica (particularmente, después del
episodio depresivo mayor, los trastornos con mayor prevalencia son la fobia espe-
cífica, trastornos de ansiedad, trastorno por abuso de alcohol y la distimia).

Los datos de prevalencia en la esquizofrenia son más variables según unos


estudios u otros, aunque parece situarse en un rango entre 4-7 por cada 1000
habitantes. Del mismo modo, parece darse un consenso en que esa prevalencia
aumenta en personas que se encuentran en situación de migración.

Como dato curioso, la prevalencia en Laponia Occidental, región de Finlandia don-


de en los últimos 40 años se ha desarrollado un modelo de atención específico
en el que cobra mucha importancia la intervención temprana e inmediata en el
entorno natural de la persona, sus necesidades, el diálogo y la participación de
otras personas de la comunidad en la terapia (dando al tratamiento farmacológico
un papel secundario), llamado Diálogo Abierto, se han conseguido unas tasas de
prevalencia en esquizofrenia de 2 por cada 100.000 habitantes. El 85% de las per-
sonas no tiene un segundo brote.

Existen muchos datos que relacionan el trastorno por uso de sustancias (TUS) con
problemas de salud mental. Encontramos estadísticas que señalan que un 60% de
adolescentes que consumen sustancias tienen alguna condición psiquiátrica co-
mórbida (es decir un problema de salud mental que generalmente está relacionado
con el consumo). Otros estudios señalan que personas que están en seguimiento
ambulatorio por un trastorno psiquiátrico muestran una tasa de trastorno por uso
de sustancias entre el 10 y el 16% (Kramer et al., 2003).

32 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

2 ·­­3 Inicio y Edad

En relación a la variable de edad en el ámbito de la salud mental se pueden con-


templar los siguientes datos:

El 50% de los problemas de salud mental aparecen por primera vez antes de
los 14 años.
Más del 70% de los trastornos mentales comienzan antes de los 18 años.

La adolescencia es una época crucial donde la salud mental se pone a prueba. En


este período se han de afrontar multitud de cambios que se producen tanto a nivel
físico (alta actividad hormonal, desarrollo de las características sexuales, identi-
dad sexual...), psicológico (búsqueda/descubrimiento de identidad, inestabilidad
emocional, toma de decisiones que afectan al futuro...), social (rebeldía, actitud
crítica ante la autoridad, inconformismo, importancia grupo de iguales, preocupa-
ciones éticas...), que acontecen en esta etapa evolutiva y que pueden suponer una
fuente de estrés.

En este momento, se consolida, (por así decir, pues el ser humano está en cons-
tante evolución y cambio), la salud mental, también la vulnerabilidad. No es de
extrañar, por tanto, que se encuentren estos datos.

Sin embargo, existen diferencias en cuanto al momento vital en el que aparecen


los diferentes problemas de salud mental. Algunos de estos momentos son los
siguientes:

Al inicio de la adolescencia... Comienzan los cambios...

Los que aparecen a edades más tempranas son los relacionados con el abuso de
sustancias (TUS). La edad media de inicio en el consumo de drogas es de 13 a
16 años.

También, en plena adolescencia pueden iniciarse otros problemas de salud mental


relacionados con la ansiedad, como son las fobias, fobia social, agorafobia y fobia
específica, disminuyendo su prevalencia a lo largo de los años.

| 33
manual de intervención familiar

Al final de la adolescencia... Despedida de una época e inicio


de la madurez adulta

Los problemas de salud mental más frecuentes que aparecen al final de la adoles-
cencia y principio de la edad adulta son los de tipo psicótico, como el diagnóstico
de esquizofrenia, sobre todo en hombres, pues en mujeres aparece generalmente
más tarde. También el trastorno bipolar suele iniciarse en esta época.

Durante la edad adulta... ¿Qué he conseguido, qué he perdido,


qué he hecho?

De forma general, los problemas de salud mental relacionados con el estado de


ánimo y la afectividad, como los diagnósticos de depresión mayor o la distimia,
muestran una aparición más tardía, encontrando a un amplio rango de la población
que comienza a sufrir este malestar a partir de los 40 años.

La prevalencia de los trastornos afectivos aumenta con la edad, siendo del 25% en
el caso de los mayores de 65 años y del 22,3% entre los 45-64 años.
También, en esta etapa, suele iniciarse el trastorno de ansiedad generalizada.

Los problemas de salud mental relacionados con las propias características de


personalidad, los que se han denominado desde el paradigma médico trastornos
de personalidad, se originan en la infancia. Sin embargo, como están tan arraiga-
dos a la persona, resulta complicado precisar tanto el comienzo como la prevalen-
cia, pues las personas o bien no buscan ayuda (muchas veces no hay angustia en
ellas sino más bien son las personas del entorno las que identifican patrones de
comportamiento desadaptativos), o lo hacen tras años de sufrimiento.

2 ·­­4 Personas con discapacidad psicosocial derivada de


problemas de salud mental

Según el Instituto Nacional de Estadística, en su informe El empleo de las personas


con discapacidad referente al año 2016, encontramos los siguientes datos:

293.600 personas con problemas de salud mental tienen reconocida


una discapacidad superior al 33% en España.
El 16% de las personas que tienen reconocida una discapacidad superior al 33%
en España, se debe a un problema de salud mental.

34 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

La depresión está clasificada como la causa más importante de discapacidad en


el mundo. Entre las enfermedades no fatales, la depresión es la mayor causa de
años vividos con discapacidad (Ustün, Ayuso-Mateos, Catterrji, Mathers y Murria,
2004).

Según datos del Estudio estadístico El empleo de las personas con discapacidad
en España del año 2016 las personas con problemas de salud mental tienen la tasa
de empleo más baja de toda la discapacidad, un 14,3%, 1,6 puntos menos que en
2015. Es el único colectivo dentro de la discapacidad en el que empeora la tasa de
empleo, registrándose un aumento del 1,7% en el resto.

La baja inserción laboral de las personas con problemas de salud mental es una de
las principales barreras para su integración social y su recuperación.

Según muchos estudios, el mejor predictor para la inserción laboral en personas


con problemas de salud mental es la experiencia laboral previa y el nivel de funcio-
namiento social previo.

2 ·­­5 Factores de riesgo de los problemas de salud mental

Los factores de riesgo asociados a padecer un trastorno mental son el sexo feme-
nino, estar en una situación de separación, divorcio o viudedad, y estar en situa-
ción de desempleo, baja laboral o con una incapacidad.

Un ejemplo de ello es que las mujeres que tienen un nivel de estudios más bajo
o pertenecen a clases sociales más desfavorecidas ven aumentado su riesgo de
padecer un trastorno mental a diferencia de los hombres.

Además, en relación a la salud mental y género (aunque luego se verá de manera


más detallada en el Módulo 4), se hace necesario citar dos datos:

· 3 de cada 4 mujeres con problemas de salud mental han sufrido violencia


en el ámbito familiar o de la pareja. El 80% de las mujeres que han vivido en
pareja han sido víctimas de violencia de género.
· Entre el 50 y 70% de las mujeres que son diagnosticadas de depresión y
trastorno por adicciones sufren violencia de género.

| 35
manual de intervención familiar

Se concluye de forma generalizada en los estudios que exploran la relación entre


la prevalencia de los trastornos mentales y los factores sociodemográficos que,
según disminuye el apoyo social percibido, aumenta la prevalencia de problemas
de salud mental.

Las adicciones a sustancias (es decir, el consumo de drogas) pueden originar pro-
blemas de salud mental en las personas que lo consumen. A lo largo de los últimos
años, se ha observado un ligero aumento de los consumos de riesgo de alcohol y
otras sustancias, especialmente en jóvenes, junto a una baja percepción del riesgo
y normalización social del consumo lúdico de sustancias.

El uso de sustancias psicoactivas es un factor de riesgo para la aparición de tras-


tornos psiquiátricos, sobre todo en la adolescencia, una etapa de vulnerabilidad
ante los efectos adversos del consumo de esas sustancias.

Cuando hablamos de adicciones, la mayoría de nosotros, de manera automática,


pensamos en adiciones con sustancia: alcohol, tabaco, cannabis, cocaína… Sin
embargo, hoy en día, también existen adicciones que no están relacionadas con
ninguna sustancia en concreto. Hablamos de adicción a las compras, a internet,
a juegos de azar (tanto presencialmente como online), juegos de ordenador, teléfo-
no móvil, adicción al trabajo, pornografía, redes sociales…

Vivimos en sociedades cada vez más dinámicas y cambiantes donde el abordaje


de las nuevas tecnologías es fundamental. Existe una preocupación creciente por
el aumento del uso patológico de Internet, los medios digitales y las redes sociales,
así como por el papel de las nuevas tecnologías como facilitadoras del acceso
y potenciadoras de otras conductas adictivas, especialmente de los juegos de
apuesta y el juego online entre adolescentes. A mayor grado de uso problemático
de las TIC la puntuación en riesgo de mala salud mental es mayor. (Estrategia Na-
cional sobre Adicciones 2017 - 2024).

Existen otros factores de riesgo que no podemos dejar de nombrar, en muchas


ocasiones originados en la infancia y adolescencia, y que puede conllevar conse-
cuencias más graves en la edad adulta; se trata de cualquier tipo de violencia y la
obsesión por la imagen y el culto al cuerpo.

Las personas menores de edad son, en muchas ocasiones, víctimas de delitos


más graves y más violentos que los adultos, aquellos que producen mayor daño

36 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

psíquico y físico; los malos tratos en el ámbito familiar, maltrato físico y/o psicoló-
gico en el colegio o instituto, violencia de género, delitos de odio por la orientación
e identidad sexual, etc. Entre ellos, el abuso sexual tiene un impacto directo en la
salud mental de la persona agredida, y si no se trata correctamente puede llegar a
provocar un trastorno mental grave.

Por otro lado, la obsesión por la imagen y el culto al cuerpo se ha convertido en una
de las lacras de las sociedades desarrolladas, en las que el físico (extremadamente
delgado en las mujeres y musculoso en los hombres) se asocia con el éxito y el
atractivo sexual.

El Barómetro juvenil de vida y salud realizado por la FAD muestra que la mayoría
de jóvenes:

· Hasta el 86%, dice estar preocupado por su imagen y por la imagen que tengan los
demás de ellos.
· 8 de cada 10, dice que cambiaría alguna o muchas partes de su físico.

2 ·­­6 Evolución de la psicosis (curso, remisión, cronicidad)

Aunque el proceso de recuperación de cada persona es único y diferente, es


importante aportar algunos datos en relación a la evolución de la psicosis pues en
los últimos años, tanto las investigaciones como experiencias en primera perso-
na en salud mental, así como el desarrollo de intervenciones en primeros brotes,
han puesto sobre la mesa algunas cuestiones relevantes que vienen a matizar o
romper las teorías clásicas en cuanto al curso y expectativa de recuperación de
la psicosis.

En primer lugar, hay que tener en cuenta, que no todas las personas que han ex-
perimentado un primer episodio psicótico serán diagnosticadas de esquizofrenia.
Algunos expertos hablan de que solo el 30% de las personas que han sufrido un
primer episodio psicótico, serán diagnosticadas de esquizofrenia con posteriori-
dad.

En el apartado anterior, Mitos y Realidades, se han presentado datos que


muestran una mayor inclinación hacia la mejoría en la evolución clínica. Se añade
además que en las investigaciones longitudinales se encuentra que se dan fluctua-
ciones en relación a la intensidad y la presentación clínica de los síntomas y una

| 37
manual de intervención familiar

disminución de la virulencia posteriormente, de modo que se vislumbra una posible


interacción del desarrollo adulto en el curso.

Existe una correlación entre la duración de la psicosis no tratada y un peor pro-


nóstico. De esta evidencia, adquiere importancia la intervención precoz, o dicho
de otro modo, el tratamiento terapéutico (farmacológico, psicoterapéutico y psi-
cosocial) durante los primeros episodios, ya que facilita no solo la resolución de
ese primer episodio sino que mejora la evolución del mismo y las expectativas de
recuperación.

2 ·­­6 ·­­1 Influencia del curso en la toma de antipsicóticos en el


desarrollo del problema

(Fuente: Asociación Española de Neuropsiquiatría, en la publicación reciente en


2017 de su cuaderno técnico titulado El uso de antipsicóticos en la psicosis. Alcan-
ce, limitaciones y alternativas)

Existen multitud de estudios sobre la eficacia de los antipsicóticos tanto de primera


como de segunda generación que concluyen que los resultados son mínimamente
favorables según las escalas que miden la sintomatología (Escala para el Síndrome
Positivo y Negativo de la Esquizofrenia - PANSS y Escala Breve de Evaluación Psi-
quiátrica - BPRS).

Según varios estudios comparativos sobre resultados del tratamiento de la esqui-


zofrenia en el mundo occidental a lo largo de amplios periodos históricos desde
finales del s. XIX y albores del año 2000), antes y después de la introducción de los
antipsicóticos, concluyen que el porcentaje de aquellos que cumplen criterios de
recuperación no ha mejorado en el transcurso del tiempo.

Algunos consensos científicos relacionados con este tema son los siguientes:

∙ La toma de medicación antipsicótica reduce el riesgo de recaída y rehospitaliza-


ción a corto plazo (durante los dos primeros años de evolución). Sin embargo, no
existe evidencia en cuanto a la eficacia a largo plazo.

∙ La interrupción de los antipsicóticos está asociada a mayor riesgo de recaídas,


pero hay iguales o mejores resultados en cuanto a capacidad de funcionamiento
y adaptación.

38 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

∙ Hay consenso actual en que los antipsicóticos no mejoran la sintomatología ne-


gativa y que pueden empeorarla (Owen 2016). En la experiencia clínica en interven-
ción precoz no se ha podido constatar que el tratamiento con antipsicóticos sea un
componente esencial de los primeros episodios psicóticos (PEP). (Francey 2010).

∙ De hecho, los resultados mejoran cuando se introducen procedimientos psico-


sociales. (Gaebel 2014). Un ejemplo es el modelo de tratamiento de los primeros
episodios, Diálogo abierto, el cual pospone sistemáticamente la introducción de
antipsicóticos y, de hacerlo, los utiliza en breves periodos a bajas dosis obteniendo
los mejores resultados obtenidos. (Seikkula 2016)

2 ·­­6 ·­­2 Transculturalidad y curso

Varios estudios, realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en dis-


tintas épocas, demuestran que la psicosis dura menos en los países en desarrollo
que en los países desarrollados. Por lo que apuntan dichos estudios puede haber
diferentes variables que incidan en ello:

∙ El nivel de cohesión de las sociedades. Las sociedades en vías de desarrollo


pueden desarrollar un tejido social más eficaz que no excluya, proteja y cuide a la
persona con problemas de salud mental, en contraposición a las sociedades más
individualistas.

∙ La imagen social de la esquizofrenia puede ser más o menos estigmatizante


dependiendo del contexto sociohistórico.

∙ En las sociedades en desarrollo la prescripción de antipsicóticos se realiza duran-


te periodos de tiempo más cortos.

∙ La desesperanza que se genera en países desarrollados al recoger altas tasas


de discapacidad psicosocial y dependencia derivada de un problema de salud
mental.

Como dice Jablenski y Sartorius (2008, p. 254) “la experiencia aleccionadora de las
altas tasas de discapacidad y dependencia asociadas a la esquizofrenia en los países
desarrollados, a pesar del acceso a costosos tratamientos biomédicos, lo que sugie-
re que algo esencial para la recuperación falla en el tejido social”.

| 39
manual de intervención familiar

2 ·­­6 ·­­3 Factores que mejoran el pronóstico

Existe consenso en definir los siguientes factores como facilitadores de una re-
cuperación en esquizofrenia, que pueden servir de referencia para otros proble-
mas de salud mental:

∙ Relaciones interpersonales satisfactorias para la persona.


∙ Clima familiar con bajos niveles de emoción expresada (criticismo, hostilidad y
sobreimplicación emocional).
∙ La participación social.
∙ La esperanza y la posesión de creencias positivas con respecto a la propia capa-
cidad de gestionar y de afrontar el estrés y los síntomas.
∙ La aceptación del problema de salud mental.
∙ La resiliencia o la capacidad de adaptación a la nueva situación que conlleva la
aparición de un problema de salud mental

2 ·­­6 ·­­4 Factores predictores de remisión sintomática

Según varios estudios sobre programas de intervención precoz que incorporan in-
tervenciones psicosociales y psicoterapéuticas, en general intervenciones de tipo
cognitivo-conductual, sistémica y familiar que dan valor a la voz de la persona,
tienen como factores predictores de recuperación sintomática son:

∙ Buen funcionamiento premórbido


∙ Alto nivel educativo
∙ Tener empleo.
∙ Los predictores clásicos (edad tardía de inicio, género, perfil de los síntomas, tipo
de comienzo) pierden su efecto con el tiempo.

2 ·­­6 ·­­5 Factores predictores de recuperación funcional

∙ Fase prodrómica más corta (período previo al inicio del problema de salud
mental)
∙ Una psicopatología menos grave
∙ Inexistente o bajo consumo de cannabis

40 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

2 ·­­7 Suicidio y salud mental

Se estima que al menos el 90% de las personas que atentan contra su propia vida
sufre algún tipo de problema de salud mental.

El suicidio es la primera causa de muerte prematura entre las personas diagnosti-


cadas de depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o trastorno por consumo de
sustancias.

Sin embargo, hay una corriente, entre la que se incluyen personas con experiencia
propia en salud mental y profesionales, que discrepa con este tipo de datos pues
parecen reforzar la idea de unicausalidad asociada a patología, cuando hay dife-
rentes determinantes psicosociales que pueden derivar en un intento de suicidio o
suicidio consumado.

Además, alertan de que este tipo de datos pueden ser utilizados para eximir de
responsabilidad a las sociedades e instituciones en su deber de promocionar y
proteger la salud mental.

El 30-40% de las muertes por suicidio son precedidas por intentos de suicidio.
Algunos datos generales sobre la relación de la variable suicidio y algunos de los
más significativos trastornos mentales son los siguientes:

Esquizofrenia

Se ha sostenido clásicamente que la principal causa de muerte prematura en


personas diagnosticadas con esquizofrenia es el suicidio (Hennen y Baldessarini,
2005), tradicionalmente se estimó en un 10% su prevalencia a lo largo de la vida
de la persona.

Actualmente se defiende que la cifra real es más baja, cercana al 5%, con mayor
riesgo en las fases iniciales del problema de salud mental (Palmer, Pankratz y Bost-
wick; Hor y Taylor, 2010; Nordentoft, Madsen y Fedyszyn, 2015b).

| 41
manual de intervención familiar

Depresión

Las personas diagnosticadas por una depresión mayor presentan una probabili-
dad de riesgo suicida 20 veces superior frente a la población general. Hasta un
15% de ellas fallece tras una tentativa.

Trastorno bipolar

Las personas diagnosticadas por un trastorno bipolar presentan una probabilidad


de riesgo suicida 15 veces superior frente a la población general. Hasta un
15% de ellas fallecen tras una tentativa y hasta un 56% lo intentan al menos una
vez en la vida.

Trastorno de Personalidad Límite

Las personas diagnosticadas de un trastorno de personalidad límite presentan una


probabilidad de riesgo suicida entre 4 y 8 veces superior frente a la población
general. Hasta un 8% de ellas fallecen tras una tentativa y hasta un 70% lo inten-
tan al menos una vez en la vida.

Personas con adicciones a sustancias psicoactivas

Las personas afectadas por consumo de sustancias psicoactivas, alcohol y otras


drogas, sobre todo en el caso de jóvenes cuando presentan dificultades de rela-
ciones interpersonales o con otras personas de la familia, presentan mayor riesgo
suicida que la población general.

42 |
3 · RE-CONOCIENDO LA SALUD MENTAL:
CONCEPTOS BÁSICOS

Antes de descubrir y/o aprender distintas herramientas o recursos que se pueden


poner en marcha para ayudar a las personas con problemas de salud mental, es
conveniente que definamos algunos conceptos previamente para ver hacia dónde
se orienta nuestra ayuda.

3 ∙ 1 Salud Mental

Al hablar de salud, es de obligada referencia la definición recogida por la OMS


(Organización Mundial de la Salud):

La salud mental se define como un estado de bienestar en el


cual el individuo es consciente de sus propias capacidades,
puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede tra-
bajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una
contribución a su comunidad, y no solo ausencia de enferme-
dad o achaque.

Es un concepto con una doble dimensión, la individual y la dimensión social.


Se entiende pues que para hablar de salud mental hay que considerar tanto la
percepción de la persona sobre su propio estado de salud (o grado de bienestar),
pero además hay que atender a un indicador objetivo y por tanto más fácilmente
medible, que informe del estado de salud de esa persona, que es la capacidad de
funcionamiento y participación en la comunidad de la que forma parte. Esto a su
vez implica que las sociedades pueden mejorar su capacidad inclusiva y velar por
la salud de las personas, son corresponsables del estado de salud mental de la
ciudadanía.

| 43
manual de intervención familiar

Su dimensión positiva se destaca desde la propia definición de salud que figura


en la constitución de la OMS: "La salud es un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".

El concepto de salud mental está también relacionado con la promoción del bien-
estar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento, rehabilitación y re-
cuperación de las personas con problemas de salud mental. Se puede decir, por
tanto, que la salud mental es un aspecto más del bienestar de cada persona. Algo
que hay que cuidar, prestar atención y afrontar si pensamos que nos encontramos
ante un problema de salud mental.

Sin embargo, no en todas las sociedades ni en todos los casos, las personas con
problemas de salud mental tienen las mismas oportunidades que el resto de las
personas. Desde distintos lugares y particularmente, desde los movimientos so-
ciales liderados por personas con problemas de salud mental, y asociaciones de
familiares se reivindica este papel de corresponsabilidad que tienen las sociedades
para promocionar y proteger la salud mental de todas las personas impulsando
y creando entornos y condiciones de vida facilitadores de salud mental así como
ambientes de respeto y protección de los derechos civiles, políticos, socioeconó-
micos y culturales básicos de todas las personas.

No solo hay que tener en cuenta el bienestar percibido de la persona y su capa-


cidad de funcionamiento y participación en la comunidad sino sus expectativas,
necesidades, así como sus deseos y velar por sus derechos. Es decir, para al-
canzar una buena salud mental es muy importante que exista la posibilidad de que
las personas puedan desarrollar una vida digna, con sentido y satisfactoria para
ellas mismas.

Por tanto, la salud mental:

∙ Se vislumbra desde una perspectiva positiva, se enfatiza el bienestar en vez de


la enfermedad.

∙ Es un proceso, a través del cual la persona desarrolla sus capacidades para


afrontar el día a día y perseguir una meta. Es estar en movimiento.

∙ Es un concepto dinámico y cambiante, varía en función de las condiciones his-


tóricas, culturales y sociales.

44 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

∙ La salud es un derecho y una responsabilidad personal que debe ser promocio-


nada por la sociedad y las instituciones, es necesario promover la co - responsa-
bilización. La salud es un asunto social y un asunto político.

∙ La promoción de la salud es una tarea interdisciplinar pues abarca muchos as-


pectos de la vida de una persona, no solo la presencia o no de síntomas.

3 ∙ 2 Enfermedad / Trastorno / Problema de salud mental

Según la OMS una enfermedad es una alteración o desviación del estado fisiológi-
co en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifes-
tada por síntomas (percepciones de la persona) y unos signos característicos (ma-
nifestación objetiva, percibida por otras personas de su entorno), y cuya evolución
es más o menos previsible.

En el campo de la medicina, al hablar de enfermedad, ésta debe presentar, además


de uno o más síntomas, unos cambios reconocibles en el cuerpo o bien una causa
biológica conocida (o ambos elementos)

La Confederación Salud Mental España, basándose en la definición de Goldman y


Cols, en 1981 definía enfermedad mental como el conjunto de alteraciones que se
producen a nivel psíquico (emocional, cognitivo y/o conductual) como consecuencia
de diferentes factores biológicos, psicológicos y sociales que erosionan o impiden el
desarrollo de las capacidades funcionales de la persona sobre tres o más aspectos
de la vida cotidiana de una persona (autocuidados, autocontrol, autonomía, relacio-
nes sociales, ocio, durante largo tiempo y dificulta su adaptación al entorno y crea
alguna forma de malestar subjetivo. Sin embargo, hoy en día “No existe evidencia
empírica que constate que los comportamientos observados sean, de acuerdo con
el modelo anatomoclínico, una enfermedad, una disfunción biológica o el signo o
síntoma de una enfermedad, de que exista la correspondiente anatomía patológica
lesional, una relación causa-efecto entre una hipotética lesión, disfunción o desequi-
librio y el comportamiento, y la correspondiente fisiopatología y patogenia, del mismo
modo que sí la hay entre una hepatitis y la ictericia o entre un enfisema pulmonar y la
disnea.” (Ernesto López Méndez y Miguel Costa Cabanillas en 2012).

Un reciente estudio publicado en la Revista Molecular Psychiatry en 2013, ofrece


un metaanálisis de más de 50 años de investigación desde el cual concluye que no
existen marcadores biológicos diagnósticos para ningún trastorno mental.

| 45
manual de intervención familiar

Por todo ello actualmente se cuestiona utilizar el término enfermedad mental para
referirnos a diagnósticos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar u otros trastor-
nos que potencialmente pueden generar discapacidad en la sociedad occidental.
Esto se debe a que como ya se ha comentado más arriba, hoy en día no podemos
establecer conclusiones generales en cuanto a la evolución de los distintos proble-
mas de salud mental ni hablar de causas biológicas o alteraciones anatómicas que
los expliquen, pues no se hay evidencia empírica que lo corrobore.

Así pues, nos encontramos actualmente con lo que muchos especialistas deno-
minan crisis de paradigma. Sin embargo, el lenguaje médico (enfermedad mental,
crisis, recaídas, síntomas…) aún está muy extendido en el campo de la salud men-
tal, a pesar de resultar poco preciso.

No obstante, desde distintas instituciones públicas sanitarias, sociales, movimien-


tos asociativos, así como la Confederación Salud Mental España se recomienda
utilizar mayoritariamente el término trastorno mental o problema de salud mental en
vez de enfermedad mental.

Trastorno mental

Es una alteración de tipo emocional, cognitivo y/o del comportamiento en que que-
dan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la motivación,
la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, el aprendizaje y el lenguaje,
lo cual dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en el que vive
y crea alguna forma de malestar subjetivo. (Confederación Salud Mental España)

Es importante entender el trastorno mental como una parte de nuestra vida y una
circunstancia más de la persona, y no como un elemento que anula el resto de
nuestras capacidades.

Personas con problemas de salud mental / personas con sufrimiento


psíquico

También se utilizan los términos persona con problemas de salud mental o personas
con sufrimiento psíquico. Estos términos son introducidos, desde el modelo de re-
cuperación, que veremos más adelante, como un intento de librarse de los efectos
del etiquetado y del diagnóstico psiquiátrico como potenciadores del estigma que
a su vez limitan las posibilidades de recuperación de las personas.

46 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

Se trata de ofrecer una visión más positiva y normalizadora de la realidad. dirigir la


atención a que muchas personas con problemas de salud mental, con la atención
adecuada, pueden mantener su autonomía y sus capacidades personales, sin pre-
sentar situación de dependencia alguna.

3 ∙ 3 Discapacidad, Minusvalía, Diversidad funcional

Veamos ahora la evolución de otros conceptos clave relacionados con la salud


mental:

Discapacidad

La palabra discapacidad está formada por el sustantivo capacidad (tener la fa-


cultad de poder hacer algo, poseer un potencial a desarrollar) y el prefijo dis (con
dificultad). Por tanto, la discapacidad no es la ausencia de capacidad para desa-
rrollar alguna función o tarea, sino que es una dificultad que se posee, por tanto,
nunca será:

∙ Absoluta
∙ No se manifiesta en todas las tareas relacionadas con una misma capacidad.
∙ Ni se va a manifestar en todos los ambientes.

En consecuencia, es un concepto paraguas que se utiliza para referirse:

∙ Al déficit, pérdida o anormalidad que puede tener una persona en una parte del
cuerpo, en una estructura interna o en una función fisiológica o mental por ejemplo,
en capacidades cognitivas.
∙ A la limitación en el desarrollo de actividades, siguiendo con el ejemplo, en el
rendimiento escolar.
∙ A la restricción en la participación social, por ejemplo no pasa de curso escolar.

Dicho de otro modo, serían las dificultades que una persona puede pasar en la
ejecución de una actividad en un determinado ambiente social. Las limitaciones
pueden calificarse en distintos grados según supongan una desviación mayor o
menor de la forma en la que se ejecuta habitualmente dicha actividad en un deter-
minado contexto social.

| 47
manual de intervención familiar

Discapacidad psicosocial

Es el tipo de discapacidad más común reconocida a las personas con problemas


de salud mental que tienen discapacidad. Se define como la limitación a la que se
enfrenta una persona a la hora de interactuar con la sociedad tal y como la socie-
dad espera de ella, pues su forma de sentir, pensar y comportarse se encuentra
alterada. Esta limitación, normalmente, es temporal, durante el momento de mayor
malestar. Solo en los casos de una minoría puede ser permanente y afectar al fun-
cionamiento normalizado de las actividades cotidianas.

Minusvalía

Este es el término primario con el cual se designaba a las personas con discapaci-
dad, minusválidos. Actualmente se encuentra en desuso por la connotación negati-
va del término. En cualquier caso, vamos a aclarar qué significa este concepto.

La minusvalía se refiere a la situación que se genera cuando la discapacidad co-


loca a la persona en una situación de desventaja en relación con otras personas
o bien cuando la sociedad no proporciona ambientes donde la persona pueda
encontrar acomodación y compensación para sus dificultades.

Como ejemplo se puede ver el de una persona con un trastorno mental que ha de-
jado de trabajar. Esto puede interpretarse como que ha sido debido a sus propias
características-capacidades personales, o se puede ver como que existen barre-
ras sociales que se lo impiden como el estigma o entornos laborales no adaptados.
Aquí nos enfrentamos a una situación de minusvalía.

Diversidad funcional

Sin embargo, desde que se introdujo el concepto de discapacidad, la gran mayoría


de los apoyos e intervenciones que se ofrecían a las personas con discapacidad,
estaban dirigidas hacia el entrenamiento de ciertas habilidades que les permitieran
adaptarse al medio, obviando las adaptaciones de éste a las personas. Es com-
prensible que ante esta situación los movimientos sociales en discapacidad en
primera persona propusieran los siguientes cambios:

∙ Erradicar la capacidad como indicador para el colectivo y sustituirlo por el de


dignidad: mismo valor para las vidas y mismos derechos.

48 |
∙ Reivindicar el valor de la diversidad humana y el derecho a la participación
social de todas las personas.

∙ Propugnar un cambio de terminología: sustituir personas con discapacidad por


hombres y mujeres discriminados por su diversidad funcional o, más breve personas
con diversidad funcional.

2008 se identifica como el año en el que se inició la incorporación del modelo


de la diversidad funcional en España gracias a la ratificación de nuestro país de
la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (diversidad
funcional) de la ONU e incorporación a nuestro sistema legal. Ya a finales del 2006,
el modelo ofrecido por el concepto de diversidad comenzaba a desarrollarse en el
marco académico y comunitario, recuperando la responsabilidad de las socieda-
des para ser más inclusivas y respetuosas con los derechos humanos (este modelo
de atención se denominó vida social e independiente).

En conclusión, se puede entender la diversidad funcional como parte de la diver-


sidad humana. Se debe proporcionar plena dignidad a  todas las personas, sea
cual sea su diversidad. Plena dignidad implica dar el mismo valor a todos los seres
humanos y respetar los mismos derechos del mismo modo a todas las personas
por igual.

Se trata de enfatizar los valores de la tolerancia, inclusión y diversidad en la socie-


dad y aceptarla como tal. No es tanto que un modelo haya sustituido a otro, sino
que podríamos decir que el modelo de la diversidad incluye al de la discapacidad,
ahora bien, prioriza los derechos de la diversidad por encima de potenciar una
sociedad homogénea.

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4 · TIPOS DE MODELOS DE ATENCIÓN
EN SALUD MENTAL

Como ya se ha comentado, han existido diversos discursos en torno a la locura y


su tratamiento a lo largo de la historia. Estas formas de entender la realidad cons-
tituyen lo que conocemos como modelos teóricos.

Los modelos teóricos son una reconstrucción racional de la información disponi-


ble en relación a un fenómeno concreto que nos presenta una forma de entender
ése mismo fenómeno o realidad. Dicho de otro modo, sería algo así como las
gafas que nos ponemos para entender una realidad, pero no es la realidad en sí
misma. Ejemplos de modelos son los mapas, las maquetas. Por tanto, todo modelo
ayuda a entender una realidad (en este caso, la salud mental), a la vez que limita la
interpretación. Solo veremos aquello que nuestras gafas nos permitan ver, así como
dejaremos de ver aquello que nuestro modelo no nos permita ver. Por este motivo,
están en constante revisión y construcción.

Según el modelo teórico imperante en la sociedad sobre el funcionamiento de la


salud mental, la atención y el tratamiento de los problemas de salud mental ha
variado. Del mismo modo, hay que tener en cuenta, que desde la perspectiva de
profesionales que gestionan grupos de familiares, el tipo de relación que se es-
tablezca con familiares, las expectativas de mejora y el tipo de apoyos que se
ofrezcan estarán condicionados por el tipo de gafas o modelo, que se utilice para
entender cómo funciona la salud mental y los problemas asociados.

Por esta razón, se considera importante mostrar los distintos tipos de modelos
que se consideran, a priori, los más relevantes en salud mental en la actualidad en
nuestro país, tanto en el campo teórico como en el campo clínico y de atención,

50 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

con el fin de mostrar las diversas ópticas que existen, y ayudar a entender mejor los
tratamientos y apoyos que se ofrecen y por último posibilitar la toma de conciencia
sobre qué gafas utilizar, qué implicaciones tienen éstas en la percepción así como
en la relación que se establece con familiares y personas allegadas, planteando, en
su caso, alternativas diferentes.

A continuación, se describen los diferentes modelos teóricos y de atención vigen-


tes que son considerados en este momento como los más relevantes:

4 · 1 Modelo Biologicista - Asistencialista

También llamado modelo médico-anatómico, fisiopatológico y bioquímico. Para en-


tender el origen del comportamiento anormal, la medicina toma de referencia los
modelos de patología humana que le han servido para explicar el resto de enferme-
dades físicas. El origen del comportamiento anormal reside en el cuerpo.

Desde ahí las explicaciones al comportamiento de las personas con problemas de


salud mental van desde la posesión de estructuras anatómicas cerebrales anorma-
les hasta patrones bioquímicos cerebrales y moleculares anormales que resultan
ser la causa del comportamiento anormal (momento actual de la investigación en
psiquiatría).

La persona con problemas de salud mental pasa a estar enferma. Lo que antigua-
mente se entendía como estar poseída por el demonio o por la amoralidad, ahora se
entiende como estar poseída por enfermedades mentales.

| 51
manual de intervención familiar

Según Kräpelin, psiquiatra del s. XIX y principios del XX y precursor de este mode-
lo, la locura era causada por desórdenes biológicos y genéticos, “la expresión de
operaciones cerebrales patológicas” (1988:134; Kraepelin, Introducción a la clínica
psiquiátrica. Madrid: Nieva)

Se define como un modelo discontinuo en salud mental, caracterizado por la pre-


sencia de una serie de enfermedades mentales que pueden padecer las personas
que las aleja de un comportamiento normal, sin posibilidades de controlarlo.

El tratamiento para la enfermedad mental pasa por modificar las estructuras ana-
tómicas patológicas o arreglar el desequilibrio que se da en la liberación de neu-
rotransmisores en el cerebro para así modificar los patrones bioquímicos patoló-
gicos. Las prácticas terapéuticas, en consonancia, han ido desde la sangría con
sanguijuelas contra la manía hasta los psicofármacos de tercera generación, pa-
sando por la cirugía (lobotomía) o por las descargas eléctricas en el cerebro (elec-
trochoque o terapia electroconvulsiva denominada actualmente, aún vigente).

La cura, por tanto, es responsabilidad de la ciencia médica, no de la persona. Des-


de este punto de vista se justifican toda una serie de tratamientos involuntarios.

Lo máximo que puede hacer la persona para su cura es aceptar y fortalecer su


adherencia al tratamiento.

La duración del tratamiento o la esperanza hacia la cura se ve limitada al grado


en que la ciencia avance y los tratamientos terapéuticos logren modificar dichos
desequilibrios bioquímicos. Como este proceso no es sencillo e implica la toma de
fármacos que a su vez albergan una serie de efectos secundarios, la enfermedad,
con el transcurso de los años, tiende a cronificarse.

4 · 2 Modelo de Atención Comunitaria

Este modelo de atención se desarrolla en el contexto de la reforma psiquiátrica


(años 70 en EEUU, Inglaterra; años 80 en España) que conllevó el cierre de hospi-
tales psiquiátricos, y el retorno de las personas con trastorno mental a la comu-
nidad.

En este sentido, el modelo de atención amplía su campo de visión, utilizando


unas gafas que no solo aprecian la enfermedad mental sino que también prestan

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módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

atención a la vivencia de la persona y su capacidad de funcionamiento, pues ya se


encuentra en la comunidad. Se centra entonces en valorar y apoyar las dificul-
tades de funcionamiento o discapacidad psicosocial, que en muchos casos suele
afectar a las personas que sufren problemas de salud mental y que interfieren en
su nivel de autonomía e integración social, colocándolas en una situación de mayor
riesgo de desventaja social o minusvalía.

Del mismo modo, también a través de estas gafas, se observa cómo el trastorno
mental afecta también de forma importante al entorno más cercano de la persona
que lo padece, a la familia o personas con las que convive.

En este aspecto, los tratamientos psiquiátricos y farmacológicos se muestran in-


suficientes como herramienta para afrontar la discapacidad psicosocial y los pro-
blemas sociales, familiares y de integración que se relacionan con los trastornos
mentales.

Se hace preciso desarrollar por tanto un modelo de atención comunitario com-


prometido con el mantenimiento e integración de la persona con problemas de
salud mental en la sociedad. Desde de este marco, crece y se desarrolla el campo
de la rehabilitación psicosocial.

4 · 3 Modelo de Rehabilitación psicosocial

La rehabilitación psicosocial se desarrolla para enfrentarse a las discapacidades


y dificultades psicosociales asociadas a los problemas de salud mental y ante las
que los tratamientos psiquiátricos y psicofarmacológicos resultan insuficientes. No
se centra en los síntomas, se centra en la capacidad de funcionamiento de una
persona.

Se trata a su vez de una intervención social de carácter individualizado dirigida


a recuperar, desarrollar y compensar capacidades y habilidades deterioradas,
así como potenciar capacidades que mantenga la persona para optimizar el nivel
de autonomía y funcionamiento psicosocial y así alcanzar el mayor grado de inte-
gración y calidad de vida posible.

Pero también es una intervención que no solo se dirige a la persona y da gran im-
portancia a su implicación en su proceso rehabilitador, sino también actúa sobre
el ambiente. Se incluyen acciones que van desde la psicoeducación y orientación

| 53
manual de intervención familiar

a familias hasta el desarrollo de soportes sociales destinados a ofrecer los apoyos


necesarios para compensar o fortalecer el nivel de funcionamiento psicosocial e
integración de la persona, y campañas de sensibilización.

Pero además también hablamos de rehabilitación psicosocial para referirnos a un


proceso largo y continuo donde la evolución de la persona no es lineal, atraviesa
progresiones y regresiones respecto a su situación inicial.

“Se define como aquel proceso cuya meta global es ayudar a las personas con disca-
pacidades psiquiátricas a reintegrarse en la comunidad y a mejorar su funcionamiento
psicosocial de modo que les permita mantenerse en su entorno social en unas condi-
ciones lo más normalizadas e independientes que sea posible” (Rodriguez, 2002).

Principios de la rehabilitación

La rehabilitación psicosocial se argumenta y apoya en:

∙ Una concepción amplia y globalizadora de los Derechos Humanos, lo que implica


el derecho a una vida cotidiana normal e independiente: estudiar, trabajar, ocio,
independencia económica, familiar.

∙ Promover la inclusión y participación de cada persona en su comunidad natural:


familia, amigos, barrio, ciudad, etc.

∙ El principio de autonomía e independencia. Se centra en fortalecer capacidades,


compensar déficits y promocionar ambientes adecuados para posibilitar el dere-
cho a la autonomía de las personas en un entorno concreto.

∙ El principio de normalización. Se trata de facilitar a las personas unas condiciones


y formas de vida que se aproximen lo más posible al estilo de vida vigente.

∙ El principio de individualización. La intervención ha de estar sometida a una eva-


luación individualizada sobre las necesidades, las características y los deseos de
cada persona y su entorno para ofrecer una intervención ajustada a cada caso.

Cada proceso de rehabilitación es único y variará según la historia, la capacidad,


las características y circunstancias sociales de cada persona y familia.

54 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

4 · 4 Modelo de Recuperación

Mariano Hernández, psiquiatra, jefe de los Servicios de Salud Mental de Tetuán,


Madrid, identifica ocho grandes fenómenos como los propulsores de este nuevo
modelo:

1 · El auge y progresivo prestigio del movimiento de personas usuarias, ex-usua-


rias y supervivientes como así también se hacen llamar, de los servicios de salud
mental, que han ido adquiriendo relevancia e influyendo en los foros e instituciones
donde se dirimen cuestiones relevantes en salud mental.

Estos movimientos se han ido organizando (también a nivel europeo, ENUSP (Euro-
pean Network for (ex)-Users and Survivors of Psychiatry), y a nivel mundial, WNUSP
(World Network of Users and Survivors of Psychiatry) y exigiendo que la atención
profesional esté en consonancia con unos valores que dirijan su atención, como la
implicación de la persona atendida, la autodeterminación, la esperanza…

2· Buenos resultados de experiencias asistenciales centradas en la persona (re-


ducción de síntomas, inclusión, porcentajes muy altos de empleabilidad y recupe-
ración del funcionamiento social y autonomía).

Un ejemplo es el Diálogo Abierto en Finlandia, un tratamiento centrado en las ne-


cesidades de la persona atendida y de la familia, que interviene en y desde la
comunidad, en el entorno natural de la persona, obteniendo unos resultados asom-
brosos:

El 85% de los casos atendidos en un primer brote no ha padecido un segundo.


El 75% se ha reinsertado en el mundo laboral o académico en 2 años, y solo un
20% mantiene medicación antipsicótica al cabo de 2 años de seguimiento.

3 · Redes entre personas expertas con experiencia propia en salud mental, a ve-
ces también con profesionales que divulgan experiencias de recuperación, como
Escuchadores de Voces.

Estas redes consideran la escucha de voces, así como cualquier otro de los fenó-
menos que tradicionalmente llamamos síntoma de una enfermedad mental, como
una experiencia humana más que forma parte de la vida cotidiana. En este sentido,
la experiencia en sí misma no es negativa, sí lo es la angustia o la dificultad que en

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manual de intervención familiar

su caso la persona vive cuando la experimenta. Delirar no es negativo en sí mismo,


sino solo si genera angustia a la persona que lo vive.

En este sentido, cobra importancia la manera de afrontar estas experiencias y


por ello surgen los grupos en los que poder compartir vivencias, enfoques, emo-
ciones… con otras personas que hayan pasado por experiencias similares pues
así se construye un recurso de apoyo profundamente enriquecedor en la medida
en la que proporciona comprensión, apoyo y aprendizaje.

Estos grupos funcionan como espacios de aprendizaje colectivo en los cuales se


comparte y se construye conocimiento experto en cuanto a la convivencia con
estas vivencias.

Se constata de hecho en la experiencia de estos grupos que, una vez se acep-


tan los síntomas, se puede encontrar en ellos un sentido muy personal. Es decir,
también las alucinaciones, los delirios, son experiencias que tienen que ver con
la historia biográfica de cada individuo por lo que a través de su comprensión y
aceptación se puede recuperar el control de la propia vida y en un último término
alcanzar la recuperación.

Por otro lado, son redes que también luchan por los derechos de las personas
con problemas de salud mental y por tanto defienden que cada persona es libre
de entender su propio sufrimiento psíquico a su manera, así como de dirigir su pro-
pio tratamiento o recuperación del modo en que desee. La lucha contra el estigma
y la inclusión social es otro punto en común de estas redes.

4 · Gobiernos e instituciones que apoyan el movimiento social y cuentan con ello


en el desarrollo de políticas en salud mental (Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá,
EEUU, la ONU).

5· La importancia y el impulso del Foro de La Vida Independiente (Comunidad


de reflexión filosófica y de lucha por los derechos de las personas con diversidad
funcional).

6 · “Las insuficiencias y toxicidad de una psiquiatría centrada en el fármaco” (cita de


Mariano Hernández) que obvia las necesidades y deseos de la persona, su punto
de vista y se centra en la contención de síntomas, muchas veces provocando un
deterioro en otras áreas funcionales de la persona.

56 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

7 · Errores e insuficiencias también del modelo de Rehabilitación Psicosocial. De-


rivaciones tardías a los programas con más de 8 años de evolución como media;
programas súper especializados y profesionalizados por áreas de intervención sin
tener en cuenta desde una perspectiva integral a la persona demasiada relevancia
en la práctica profesional a conseguir una adherencia al tratamiento; participación
de usuarios deficiente en el diseño e impartición de los programas; efectos con-
trarios a los pretendidos inicialmente, provocando un enrolamiento clínico des-
enrolamiento social, creando sectorización y de nuevo estigmatización.

8 · Los relatos en primera persona cobran una importancia imponiendo una ópti-
ca diferente. La recuperación tiene que ver más con la comprensión de la locura y
no tanto por la explicación/juicio.

Además, de los fenómenos mencionados por M. Hernandez, añadiríamos un no-


veno que ya hemos mencionado anteriormente, que tiene que ver con la ausencia
empírica de estudios científicos que corroboren una relación causal entre fenóme-
nos biológicos y problemas de salud mental.

Principios de la recuperación

∙ Es auto dirigida, individualizada y centrada en la persona. La recuperación


consiste en construir un proyecto de vida con sentido y satisfacción para la perso-
na, definida por ella misma independientemente de la evolución de sus síntomas o
problemas, basada en el respeto a las preferencias y peculiaridades de cada cual.
No es lineal.

∙ Representa un movimiento que se aleja de la patología, la enfermedad y los sín-


tomas, acercándose a la salud, la fortaleza y el bienestar.

∙ La esperanza es un potente motor para la recuperación y la persona la experi-


menta en la medida en que va asumiendo un mayor control sobre su vida. También
se contagia, percibir a otros con esperanza facilita que la persona la desarrolle.

∙ Se estimula y facilita el autocontrol o autogestión (manejo de uno mismo) y el


empoderamiento. Los procesos de autocontrol son similares, pero funcionan de
manera individualizada, de manera diferente en cada persona.

∙ Las relaciones de ayuda entre profesionales y personas con problemas de salud

| 57
manual de intervención familiar

mental se alejan del formato profesional experto/ persona con problemas de salud
mental para acercarse al de persona acompañante de recorrido en el proceso de
descubrimiento.

∙ Las personas no se recuperan solas. El proceso de recuperación está estrecha-


mente relacionado con los procesos de inclusión social y con la capacidad de
disfrutar de un rol social con sentido y satisfacción para la persona en el medio
comunitario y no en servicios segregados.

∙ La recuperación es un ejercicio de responsabilidad, individual y compartida.

∙ La recuperación consiste en el descubrimiento o re-descubrimiento de un sentido


de identidad personal, separado de la enfermedad o discapacidad. Es holística,
en su planteamiento y ejecución.

∙ El lenguaje usado, las historias que se construyen y su significado tienen una


gran importancia como mediadores del proceso de recuperación. Esta mediación
puede, por un lado, reforzar una sensación de esperanza y posibilidades o, por el
contrario, invitar al pesimismo y la cronicidad.

∙ El desarrollo de servicios basados en la recuperación se apoya en las cualidades


personales de los profesionales, al mismo nivel que en su formación académica.
Se han de cultivar habilidades para la esperanza, creatividad, cuidados, empatía,
realismo y resiliencia.

∙ La familia y otras personas allegadas son a menudo cruciales para la recupe-


ración y por tanto deben ser tenidos en cuenta cuando sea posible. Sin embargo,
el apoyo entre iguales es fundamental para muchas personas en su proceso de
recuperación

Se distinguen por tanto dos ámbitos de la recuperación:

58 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

Recuperación Personal

Cuando hablamos de recuperación, normalmente estamos hablando de una re-


cuperación personal.

“La recuperación se refiere a las formas en que una persona maneja un problema
de salud mental tratando de restaurar o desarrollar un sentido positivo de identidad
independiente de este problema” (Larry Davidson, Àngels González-Ibáñez, 2017).

“Un proceso único, profundamente personal de modificación de la actitud, los valo-


res, los sentimientos, los objetivos, las habilidades y/o las funciones de uno mismo.
Es una forma de experimentar una vida satisfactoria, esperanzadora y contribuyente
a pesar de las limitaciones propias de la enfermedad. La recuperación implica el de-
sarrollo de un nuevo significado y propósito de la vida conforme uno crece, más allá
de los efectos catastróficos de la enfermedad” (Anthony, 1993)

Estos efectos catastróficos no se deben sólo a la propia enfermedad, sino también,


y tal vez más, a la forma en que ésta se ve socialmente, incluyendo los efectos que
esta imagen social tiene para la propia autoimagen (autoestigma) apuntando al
estigma al que las personas con problemas de salud mental han sido sometidas
tanto dentro como fuera de las instituciones.

Recuperación Clínica

Es el cese de síntomas y la normalización funcional de la persona, a nivel psicoso-


cial, adaptativo y calidad de vida.

La recuperación clínica es un resultado y no un proceso, como la personal. Es ob-


servable y la miden profesionales, no las personas con problemas de salud mental,
como en la personal, pues ha de cumplir unos criterios técnicos como por ejemplo
no cumplir en ese momento con los criterios diagnósticos, vivir fuera del hospital,
presentar funcionamiento psicosocial en rango normal, no tomar medicación an-
tipsicótica o sí pero en dosis bajas (Torgalsboen, 1999). O la total remisión de sín-
tomas, trabajar o estar activo en esta área, vivir independiente, tener amigos con
quien hacer actividades, como definen Liberman y Kopelowicz, 2002.

La recuperación clínica no tiene por qué incluir la personal y


viceversa.

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manual de intervención familiar

Implicaciones del modelo de recuperación

Desde este modelo cobra importancia en la intervención los procesos de duelo


vividos por las personas con problemas de salud mental y sus familias (pérdida de
roles, de empleo, de amigos, de pareja…), también su capacidad de resiliencia.
Los modelos de crecimiento post estrés y post trauma se convierten en referentes
de tratamiento.Las personas atendidas se empoderan, manejan su trastorno y se
desestigmatizan.

Desde la perspectiva profesional, se adopta una actitud de mayor respeto por la


opinión y preferencias de la persona atendida, cooperan y establecen relaciones
más horizontales. En los servicios la participación e implicación es mayor.

60 |
5 · CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS
MENTALES

5 · 1 Introducción

Desde los albores de la psiquiatría y también desde múltiples escuelas de la psi-


cología se ha tendido a establecer categorías diagnosticas sobre los distintos pro-
blemas de salud mental con el objeto de facilitar la comunicación entre personas
expertas en salud mental, encontrar un lenguaje común que les permita diagnos-
ticar, para referirse a lo que le pasa a las personas; estudiar, para avanzar en el
conocimiento sobre lo que le pasa a las personas y en último término, poder tratar
lo que le pasa a las personas, su salud mental.

Por tanto, es importante tener en cuenta que la clasificación de los diferentes


problemas de salud mental que vais a encontrar a continuación no tiene la pre-
tensión de explicar lo que le pasa a su familiar sino de entender qué significa el
diagnostico que recibe y ojalá también facilite la comprensión de la experiencia
que vive su familiar, pues no habrá mejor fuente de información para ello que la
propia voz de su familiar y la escucha que se pueda ofrecer.

En este sentido, decir que alguien que ha recibido, por ejemplo, un diagnóstico de
trastorno bipolar no significa que tenga un trastorno bipolar, sino que eso que le
pasa, es denominado desde el punto de vista profesional como trastorno bipolar,
pues se observan una serie de comportamientos, pensamientos y emociones que
de manera conjunta y en base a datos empíricos han sido denominados así por la
comunidad científica.

La comunidad científica ha elaborado diferentes manuales diagnósticos que des-


criben distintas clasificaciones diagnósticas para los distintos problemas de salud
mental. Algunos de ellos son el CIE-10 (recomendado por la OMS) y el Manual
DSM-V elaborado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, que son los más

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manual de intervención familiar

usados. En este Manual de Intervención Familiar, se ha recogido información de


este último para describir brevemente la clasificación de los distintos problemas
de salud mental.

Por tanto, como ya se ha comentado en el apartado de Modelos en salud mental,


ahora se utilizan de nuevo las gafas del modelo médico y se usan solo hasta donde
permitan ver, pues la realidad en sí misma será más grande y compleja.

Es importante no olvidar que cualquier modelo solo sirve para representar una
realidad, no hay que confundirla con la realidad en sí misma, ésta destruirá nuestro
modelo.

Hay tantos problemas de salud mental, como personas


que los experimentan.

5 · 2 Tendencia dimensional frente a categorial en la


clasificación de los trastornos mentales

La elaboración de la quinta revisión del Manual DSM estuvo motivada en parte por
la pretensión de utilizar un criterio dimensional en vez del categorial para clasificar
los distintos trastornos mentales. Esta situación conlleva diferenciar los distintos
problemas de salud mental en base a variables continuas (dimensionales) en vez
de discontinuas categoriales (se tiene un rasgo o no se tiene).

Ejemplo práctico

Para diagnosticar esquizofrenia, uno de los criterios fundamentales, es que la per-


sona experimente alucinaciones o delirios.

Desde una perspectiva dimensional definiríamos la psicosis (así se llama a la viven-


cia de delirios y/o alucinaciones) como la tendencia a atribuir muchos significados
al ambiente, como describe Jim Van Os, psiquiatra de la Universidad Maastricht.

En base a esta característica nos podemos clasificar todas las personas. Aque-
llas personas que de forma recurrente atribuyen muchos significados al ambiente,
(como por ejemplo, cuando una persona percibe una mirada neutra de una perso-
na desconocida que se cruza en la calle y la interpreta como que le está vigilando,
o que le quiere hacer daño y lo vive con mucha veracidad y angustia) diríamos que

62 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

tiene una estructura psíquica o un funcionamiento psíquico psicótico, lo cual no


significa que siempre esté activa o no pueda manejarla.

Por el otro extremo de la variable se situarían personas que normalmente realizan


atribuciones sencillas del ambiente. Es decir, aquellas que no interpretan más allá
de lo evidente. Por ejemplo, esa mirada neutra de una persona desconocida, ape-
nas la perciben. Sin embargo no significa que un día atribuyan de mayor significado
a la misma mirada del desconocido e imaginen que esa persona se ha fijado en ella
por algo particular, o que incluso le quiere perjudicar.

Al contrario, si se ve la salud mental desde una perspectiva categorial, entendería-


mos que la psicosis es un rasgo que solo algunas personas tienen y otras no.

La pretensión de definir los problemas de salud mental en base a criterios dimen-


sionales y no categoriales solo se ha conseguido en parte. Se ha introducido el
término espectro para hablar de algunos problemas de salud mental como el autis-
mo, la psicosis, el trastorno obsesivo-compulsivo, etc., con la intención de recoger
esta perspectiva dimensional. En cuanto a la clasificación de los trastornos de
personalidad se ha dado un nuevo enfoque híbrido (categorial-dimensional), que
se verá a continuación, y por último se ha introducido un esquema de evaluación
dimensional sobre la gravedad de la clínica de los distintos problemas de salud
mental (según grado de malestar o funcionamiento social).

Sin embargo, el Manual DSM-V de forma general sigue siendo un sistema de clasi-
ficación categorial que perpetúa un modelo médico de base, a pesar de los inten-
tos de propiciar un cambio de paradigma por parte de muchos miembros de los
propios grupos de trabajo.

Por este resultado ha recibido fuertes críticas desde el contexto científico, social y
movimientos asociativos en primera persona, que reclaman la necesidad de volver
a modelos filosóficos de la psicopatología (como el estructuralismo, que veremos
a continuación), que denuncian la inadecuación del modelo médico, reivindican
modelos más psicosociales y contextuales para clasificar los problemas de salud
mental e incluso voces que ponen en tela de juicio la existencia de los trastornos
mentales y las dificultades para diferenciar entre lo normal y lo patológico.

Dicho esto, vamos a ofrecer una breve clasificación de los problemas de salud
mental más comunes, presentes en nuestras entidades, basándonos en la clasifi-

| 63
manual de intervención familiar

cación propuesta en el DSM-V tratándolo de compaginar con el modelo filosófico


llamado estructuralismo.

El estructuralismo en psicopatología plantea (ver autores como Seassure,


Foucault) como ya hemos comentado anteriormente, que los problemas de salud
mental aparecen cuando existe un desajuste o desadaptación entre la estructura
psicológica de una persona (la forma de funcionar de su psiquismo, cómo piensa,
cómo siente, cómo actúa y se relaciona) y el contexto o situación externa a la que
se enfrenta.

Desde este desajuste la mente busca la manera de sobrevivir, defenderse de este


desafío y es entonces cuando comenzamos a experimentar lo que comúnmente
hemos conocido como síntomas. Las estructuras, como decía Piaget, son una
totalidad que se autorregulan y transforman. En psicopatología diríamos que el
problema de salud mental o el trastorno, o el desarrollo de síntomas no solo pue-
den ocasionar sufrimiento a la persona y a los que le rodean sino que también son
esfuerzos de adaptación al contexto, son salvavidas de la mente. También, son
formas en sí mismas de expresar un sufrimiento, pero están cifradas, son patoló-
gicas.

Y por último añadir que existe divergencia entre autores en cómo entender estas
estructuras, si como estructuras dinámicas, que pueden variar a lo largo de los
años según la persona va acumulando experiencias o permanecen estáticas a pe-
sar de todo.

La aparición de problemas de salud mental no es una cuestión completamente


azarosa (aunque algo de azar pueda haber), que nada tiene que ver con las expe-
riencias vividas por la persona. Los problemas de salud mental están relacionados
estrechamente con la historia de vida y el entorno social en el que se enmarca la
persona.

5 · 3 Clasificación de los distintos trastornos

Con ánimo de comprender a las personas con problemas de salud mental y no


tanto de explicar su comportamiento, se presenta continuación un recorrido por al-
gunos de los diagnósticos clasificados en el DSM-V teniendo en cuenta el punto de
vista de la persona que es así diagnosticada. Por ello, a la vez que describiremos
los diagnósticos, trataremos de entender qué angustia a la persona (comprender

64 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

su vivencia, que es única), cómo expresa esa angustia (cifradamente, en forma de


síntomas) y cuáles son sus necesidades.

5 · 3 · 1 Trastornos de personalidad

En el Manual DSM-V se definen los trastornos de personalidad como una forma


más bien rígida, generalizada y permanente de pensar (maneras de percibirse e
interpretarse a uno mismo, a otras personas y a los acontecimientos), de sentir (en
cuanto a variabilidad de emociones, intensidad, inestabilidad emocional e idonei-
dad de la repuesta emocional) y de comportarse (funcionamiento interpersonal,
control de los impulsos, idoneidad de comportamiento en diferentes contextos…)
que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura de la persona.

Este patrón de personalidad, como mínimo comienza a aparecer en la adolescen-


cia, es estable en el tiempo y provoca un malestar significativo en la persona y/o
un deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes de funcionamiento de
su vida.

Lo que diferencia este tipo de trastornos de otros trastornos es que no es que


surja, por así decir, un cambio en la manera de pensar, sentir y comportarse de la
persona, sino que en este caso, estamos hablando de la forma de ser de la perso-
na. Su personalidad no encaja en lo social. Pensemos en cómo pueden sentirse
las personas…

Esto no significa que no pueda darse un cambio que permita una mejor adap-
tación, o un mejor manejo de este desajuste, pero hay que tener en cuenta que
aquellos rasgos objeto de cambio están arraigados a la persona, forman parte de
su identidad. Con lo cual el abordaje se complica.

Tipos de Trastorno de la Personalidad

Los diferentes tipos de trastorno de personalidad se definen en base a una clasi-


ficación de cinco dimensiones de personalidad que incluyen rasgos patológicos,
inapropiados o inesperados en esta cultura, de personalidad.

Esta clasificación cuenta con una base empírica sólida (Markon, Chmielewski &
Miller, 2011; Morey et al., 2012). Estos rasgos son:

| 65
manual de intervención familiar

* Emocionalidad negativa: Incluye ansiedad, ansiedad de separación, labilidad


emocional, sumisión…

* Desapego: Incluye evitación de la intimidad, suspicacia, retraimiento, afectividad


plana, depresividad…

* Antagonismo: Incluye manipulación, deshonestidad, engaños, grandiosidad,


búsqueda de atención, hostilidad…

* Desinhibición: Incluye irresponsabilidad, impulsividad, temeridad…

* Psicoticismo: Incluye creencias inusuales, excentricidad, dificultad para manejar


la percepción y el pensamiento…

Según la personalidad se caracterice por algunos de estos rasgos y este hecho a


su vez le provoque un malestar intenso o deterioro en su funcionamiento social, la
persona puede ser diagnosticada con un tipo de trastorno u otro. Se establecen
tres grandes grupos que engloban distintas características:

Grupo A

Las personas que son diagnosticadas con este tipo de trastornos son personas
que percibimos que, de forma general, experimentan dificultades para establecer
relaciones íntimas con los demás. Se incluyen en este grupo:

* Trastorno de Personalidad Paranoide: Se diagnostica a personas que muestran


una desconfianza y suspicacia intensa frente a las demás, de tal manera que los
motivos de los otros se interpretan como malévolos.

* Trastorno de la Personalidad Esquizoide: Se diagnostica a personas que mues-


tran desapego en las relaciones sociales y poca variedad de expresión de las emo-
ciones en contextos interpersonales.

* Trastorno de Personalidad Esquizotípico: Se diagnostica a personas que sufren


un malestar intenso a la hora de establecer relaciones estrechas, pues realizan dis-
torsiones cognitivas o perceptivas que dificultan el bienestar en estos contextos,
así como comportamientos excéntricos. También se considera parte del espectro
de los trastornos de la esquizofrenia.

66 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

Grupo B

Las personas que son diagnosticadas con este tipo de trastornos son personas
que percibimos como excesivamente extrovertidas, emocionales, impulsivas, ines-
tables o inmaduras.

* Trastorno de Personalidad Antisocial: Ausencia o poca atención a la seguridad


propia o de la de las demás y tendencia a la vulneración de los derechos de las
demás personas.

* Trastorno de la Personalidad Límite: Inestabilidad de la imagen de uno mismo,


de las relaciones interpersonales y de los afectos, e impulsividad intensa.

* Trastorno de Personalidad Histriónica: Emotividad excesiva y búsqueda de


atención.

* Trastorno de Personalidad Narcisista: Sentimientos de grandeza (en la fantasía


o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía.

Grupo C

Las personas que son diagnosticadas con este tipo de trastornos son personas
que percibimos como ansiosas, temerosas y excesivamente perfeccionistas. Se
focalizan en evitar la ansiedad.

* Trastorno de Personalidad Evasiva: Inhibición social, sentimientos de incompe-


tencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

* Trastorno de Personalidad Dependiente: Necesidad dominante y excesiva de


que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado,
y miedo a la separación.

* Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo: Preocupación por el orden,


el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad,
la franqueza y la eficiencia. Este es uno de los más incapacitantes que provoca un
mayor deterioro social.

| 67
manual de intervención familiar

5 · 3 · 2 Trastornos del espectro esquizofrénico y otros trastornos


psicóticos

La psicosis puede entenderse como una estructura psíquica o un estado mental.


Según la teoría, las personas así diagnosticadas atraviesan por estados de angus-
tia impensables (como describía Winnicot), innombrables. La persona experimen-
ta una agonía que no puede narrar ni compartir con las demás, de ahí podemos
comprender el aislamiento o desapego de muchas personas así diagnosticadas.
Durante el estado de psicosis es como si la persona no tuviera acceso al lenguaje
por lo que la angustia se le hace más punzante ya que no se puede expresar ni
compartir.

Esa angustia está vinculada a la historia de la persona. Sin embargo, ésta tiene
dificultades para identificar su origen, pues no lo puede nombrar. Digamos que
la psicosis se origina desde una experiencia vivida que no se ha registrado en la
conciencia.

Es por ello, como teorizan muchos autores, que la persona comienza a desarro-
llar delirios y alucinaciones como mecanismo de adaptación, como un intento de
poner nombre a esa angustia impensable. “Sufro porque me hacen daño o porque
me están persiguiendo” (delirio de perjuicio/delirio de persecución). Según la teoría
se desarrollaría el delirio para conectar esa angustia que experimenta la persona
a algo concreto y así poder dar un sentido, una causa a esa experiencia a la que
antes no se le encontraba.

De hecho, algunos autores afirman que la angustia que provoca el delirio siempre
es menor al estado de agonía impensable previo. Es posible que por este motivo en
muchas ocasiones algunas personas que están delirando hablan de ello con cierto
malestar, pero parece que están sufriendo menos que cuando no estaban deliran-
do, a pesar del contenido perturbador de lo que cuentan. Digamos que el delirio, el
desarrollo del síntoma, es el salvavidas a ésa agonía impensable.

Cómo se expresa y manifiesta la psicosis: en forma de alucinaciones y


delirios

Las alucinaciones son una alteración del psiquismo. Percepciones sensoriales en


ausencia de objeto. Se producen en ausencia de voluntad de la persona, son inde-
pendientes. Se viven, no se piensan. Se clasifican según el campo sensorial afec-

68 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

tado (auditivas, visuales, táctiles, olfativas, gustativas, cenestésicas y del esquema


corporal) Son auto-referidas, es decir, la persona que las experimenta siente que
tienen que ver con ella, que hablan de ella, como por ejemplo las voces.

En el caso de los delirios definir qué es y cómo se origina es algo en lo que aún no
hay consenso. Algunos planteamientos que se han hecho sobre el delirio es que
es una convicción irrebatible, sostenida por la certeza, que tiene solamente senti-
do para quien lo desarrolla, que tiene un origen patológico, que es auto-referido,
como la alucinación, y que impide el lazo social, aísla a la persona.

También se ha dicho que es una creencia falsa, absurda (Jackson), imposible (Jas-
pers), una interpretación sin razón (Grühle), una ruptura con la realidad (primer
Freud), que está alejado de la norma social.

Supone un sentido nuevo y único de las cosas que solo tiene sentido para quien lo
desarrolla, de ahí también que no sea relevante para la persona que los otros no lo
compartan para su cuestionamiento. Tiene un carácter revelador. Quien lo tiene se
siente especial, solo se le ha revelado a él, de ahí la omnipotencia que siente, en
muchas ocasiones, quien desarrolla un delirio. Un ejemplo claro son los delirios de
grandeza, como por ejemplo creerse el Mesías. También, como la alucinación, es
auto-referido. Va cargado de perjuicio.

Tipos de trastornos del espectro esquizofrénico

Esquizofrenia: Reciben este tipo de diagnóstico las personas que atraviesan o han
atravesado dos o más experiencias de las siguientes durante un período significati-
vo de tiempo, un mes aproximadamente, si no ha habido tratamiento previo.

Al menos una de ellas ha de ser la de experimentar delirios, alucinaciones o discur-


so desorganizado (un lenguaje fragmentado que conecta ideas unas con otras sin
aparente sentido para los demás, solo para la persona que lo narra).

Otra experiencia puede ser tener un comportamiento muy desorganizado o catató-


nico o síntomas negativos (es decir, expresión emotiva disminuida o abulia, apatía
o desinterés).

Además, se ha de constatar que durante un período significativo de tiempo, el


nivel de funcionamiento de la persona en uno o más ámbitos principales, como el

| 69
manual de intervención familiar

trabajo, las relaciones interpersonales o el cuidado personal, está muy por debajo
del nivel alcanzado antes del inicio.

Durante un mínimo de seis meses, la llamada fase residual, persisten o bien los
síntomas negativos o los síntomas de la fase activa o positivos, también llamados
(delirios, alucinaciones y lenguaje desorganizado) aunque de forma atenuada.

5 · 3 · 3 Trastornos depresivos

Los trastornos depresivos son problemas de salud mental relacionados con el es-
tado de ánimo. Se caracterizan de forma general por la vivencia de la pérdida y la
angustia asociada a ella. Se vive con mucha congoja, una intensa pena.

La persona vive como en una encrucijada en la que por un lado continúa su deseo
por seguir con su vida habitual, pero a la vez también experimenta la desidia y la
apatía. Las estrategias psíquicas que posee para relacionarse con lo social no son
suficientes para continuar con su vida habitual.

Por otro lado, a diferencia de la psicosis en su estado crítico, la persona es capaz


de hablar de su angustia, o dicho de otro modo, no pierde la posibilidad de lazo
social aun cuando está experimentando la fase crítica.

Tipos de trastornos depresivos

* Depresión Mayor: Se da este diagnóstico a personas que durante un período,


mínimo de dos semanas, experimentan un deterioro en su modo de funcionamien-
to psicosocial anterior; o bien sufren un estado de ánimo deprimido o bien una
pérdida de interés o de placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte
del día, o bien las dos cosas.

Durante este periodo además puede experimentar mínimo tres o cuatro de las
siguientes experiencias dependiendo de cada caso: pérdida importante de peso
sin hacer dieta. o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o retraso
psicomotor, fatiga o pérdida de la energía casi todos los días, sentimientos de
inutilidad o de culpabilidad excesiva o inapropiada, disminución de la capacidad
para pensar o concentrarse, o de tomar decisiones, pensamientos de muerte recu-
rrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado,
intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

70 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

Este episodio causa un malestar clínicamente significativo o un deterioro en lo


social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

* Distimia o trastorno depresivo persistente: se incluyen en este diagnóstico per-


sonas que experimentan un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del
día, presente más días que los que está ausente, durante un mínimo de dos años.

La persona puede experimentar dos o más situaciones como las que siguen a
continuación: poco apetito o sobrealimentación, insomnio o hipersomnia; poca
energía o fatiga; baja autoestima; falta de concentración o dificultad para tomar
decisiones; sentimientos de desesperanza. Por otro lado, nunca ha habido un epi-
sodio maníaco o un episodio hipomaníaco veremos a continuación.

Las personas viven un malestar significativo o un deterioro en lo social, laboral u


otras áreas importantes del funcionamiento.

5 · 3 · 4 Trastorno bipolar y trastornos relacionados

El trastorno bipolar se diagnostica cuando se reconocen en las personas dos pe-


riodos diferenciados en el que se alternan episodios maniacos con episodio de de-
presión mayor. En ediciones anteriores del manual se incluía en la misma categoría
que los trastornos depresivos llamada trastornos del estado de ánimo. Sin embar-
go, actualmente se han diferenciado en categorías distintas. Como el episodio de
depresión mayor ya lo hemos descrito, pasamos a describir los restantes:

* Episodios maníacos: Se denominan así a los períodos en los que la persona


atraviesa un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal
y persistente de la actividad o la energía dirigida a un objetivo, que dura como mí-
nimo una semana y está presente la mayor parte del día.

La persona puede mostrar un cambio notable de su comportamiento habitual, sen-


timientos de grandeza o de aumento de la autoestima, disminución de la necesidad
de dormir, mostrarse más habladora de lo habitual, tener una percepción de que
sus pensamientos van a gran velocidad, facilidad de distracción, un aumento de la
actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o agita-
ción psicomotora, participación excesiva en actividades de riesgo que potencial-
mente pueden conllevar consecuencias (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a
compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

| 71
manual de intervención familiar

Esta alteración del estado del ánimo es suficientemente grave para causar un
deterioro importante en el funcionamiento social o laboral.

* Episodio hipomaniaco: Es similar al anterior, pero se manifiesta con menor gra-


vedad y menor deterioro social.

Tipos de trastorno bipolar

* Trastorno bipolar 1: Se diagnostica de este tipo cuando se observa la aparición


como mínimo de un episodio maniaco y uno de depresión mayor.

* Trastorno bipolar 2: Se diagnostica de este tipo cuando se observa la aparición


como mínimo de un episodio hipomaniaco y uno de depresión mayor.

5 · 3 · 5 Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados

Hasta la elaboración de la quinta revisión del Manual diagnostico DSM, este tras-
torno aparecía clasificado como un tipo de trastorno de ansiedad. La propuesta de
diferenciarlo es esta última revisión tiene la intención de reconocer su complejidad,
que va más allá del componente de ansiedad, e incluye unas experiencias muy
diferentes al resto de trastornos de ansiedad.

Trastorno obsesivo - compulsivo

Las personas que son diagnosticadas con este trastorno presentan obsesiones,
compulsiones o ambas que causan un malestar importante o un deterioro signi-
ficativo del funcionamiento social, pues sus obsesiones y compulsiones pueden
interferir en cualquier tarea que desempeñen, como ir a trabajar, comer…

Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persisten-


tes que se experimentan como intrusas o no deseadas, y que en la mayoría de las
personas causan un malestar importante o ansiedad. La persona intenta ignorar o
suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o neutralizarlos con algún otro
pensamiento o acto (es decir, realizando una compulsión).

Las compulsiones son comportamientos (p. ej., lavarse las manos, ordenar, com-
probar las cosas) o actos mentales (p. ej., rezar, contar, repetir palabras en silencio)
repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a una obsesión o de acuerdo con

72 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

reglas que ha de aplicar de manera rígida. El objetivo es prevenir o disminuir la an-


siedad o el malestar, o evitar algún suceso o situación temida; sin embargo, estos
comportamientos o actos mentales no están conectados de una manera realista
con los destinados a neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente excesivos.

5 · 3 · 6 Trastorno dismórfico corporal

Este trastorno se caracteriza por una preocupación excesiva por uno o más de-
fectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico que no son observables o
parecen sin importancia a otras personas.

Estas preocupaciones llevan a que en algún momento la persona ha realizado


comportamientos (p. ej., mirarse en el espejo, asearse en exceso, rascarse la piel,
querer asegurarse de las cosas) o actos mentales (p. ej., comparar su aspecto con
el de otros) repetitivos como respuesta a la preocupación por el aspecto.

Esta preocupación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo so-


cial, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento de una manera similar
que en el trastorno obsesivo-compulsivo.

| 73
6 · ESTIGMA / AUTOESTIGMA
PERSPECTIVA HISTÓRICA

En este apartado, se va a hablar sobre estigma porque no podemos entender los


problemas de salud mental sin atender a la influencia o relación que mantienen
con los procesos de exclusión o inclusión de las sociedades. Los límites entre la
locura y la salud mental se han definido en gran parte por lo que se ha considerado
normal, aceptado o rechazado a lo largo de los años.

Por ello, a continuación, vamos a hacer un recorrido sobre la historia de la locura,


o dicho de otro modo, sobre la historia de la exclusión pues parecen dos caras de
una misma moneda. Antes vamos a revisar la etimología de estigma.

6 · 1 Etimología

La palabra estigma viene de latín stigma marca hecha en la piel con un hierro can-


dente, nota infamante, y éste del  griego stigma que se compone de la raíz steig
(picar, puntiagudo) y el sufijo -ma que indica el resultado de una acción, picadura.

La RAE recoge varias acepciones que curiosamente, muchas de ellas reflejan las
distintas imágenes sociales que ha habido a lo largo de la historia sobre la locura,
enfermedad mental o como decimos ahora, los problemas de salud mental. Vamos
a mostrar estas acepciones relacionándolas cada una con un aspecto asociado
con este recorrido histórico sobre la concepción de la salud mental o pérdida de
la misma:

1. Marca o señal en el cuerpo. ¿Diagnóstico?
2. Desdoro, afrenta, mala fama. (Rechazo, exclusión, desprecio)
3. Huella impresa sobrenaturalmente en el cuerpo de algunos santos extáti-
cos, como símbolo de la participación de sus almas en la pasión de Cristo. (En la
Edad Media se consideraba que las personas eran poseídas por Dioses)

74 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

4. Marca impuesta con hierro candente, bien como pena infamante, bien como sig-
no de esclavitud. (Estereotipos como: incapaces, impredecibles, violentos, el diag-
nóstico como el centro de toda su experiencia…)

5. Lesión orgánica o trastorno funcional que indica enfermedad constitucional y he-
reditaria. (Sufrimiento psíquico entendido como enfermedad mental)

Hablamos de estigma porque no podemos entender los problemas de salud mental


sin atender a la influencia o relación que mantienen con los procesos de exclusión
o inclusión de las sociedades. Los límites entre la locura y la salud mental se han
definido en gran parte por lo que se ha considerado normal, aceptado o rechazado
a lo largo de los años.

Por ello, a continuación, vamos a hacer un recorrido sobre la historia de la locura,


o dicho de otro modo, sobre la historia de la exclusión. Parecen dos caras de una
misma moneda.

6 · 2 Perspectiva histórica

Para realizar este recorrido histórico, vamos a basarnos en la obra Historia de la


locura en la época clásica (1961), de Michel Foucault, filósofo, psicólogo y teórico
social francés, el cual analiza qué es la locura y cómo se trata a través de las dis-
tintas épocas.

Según Foucault, en los inicios de la época clásica o incluso anteriormente, parece


haber existido un pasado en que los locos participaban y formaban, en mayor o
menor medida, parte de la sociedad, pero con el paso del tiempo la práctica del
encierro y la reclusión originados por el miedo se volvió cada vez más frecuente.

Haremos pues el recorrido histórico y veremos cómo se ha organizado el concepto


en torno a tres ejes a través de las épocas.

| 75
manual de intervención familiar

Eje 1 · La relación de la locura con la divinidad

Desde esta concepción se define la locura como la pérdida de identidad y de go-


bierno de uno mismo. Se entendía que las personas consideradas como locas,
estaban poseídas por demonios.

Los dioses en la antigua Grecia o el Dios cristiano, en la Edad Media, castigaban a


aquel que había pecado dando rienda suelta a sus pasiones, perdiendo el juicio y la
razón. Ello era considerado socialmente como una aberración, pues se entendía la
razón como lo propio del ser humano y lo que lo diferenciaba de los animales. Por
tanto, aquel que prescindía de la razón era tratado como un animal. Se le contro-
laba y castigaba, pretendiendo eliminar esos comportamientos de la vida pública.
Se excluía al alienado.

La alienación es la posesión del cuerpo del hombre por el demonio y la libertad


es anterior a su alienación por el demonio posesor. Se trataría de un fenómeno
que anula el libre albedrío del individuo por una pérdida del sentimiento de la pro-
pia identidad). (Tomás de Aquino (c.1224-1274)

La responsabilidad del castigo o control, dependiendo del momento, recaía o bien
sobre la familia, o bien sobre el Estado. Esta concepción de la locura como un
fenómeno individual, es la que impera por encima del resto, salvo en algunos pe-
riodos, desde la época clásica, Grecia y Roma, durante toda la Edad Media hasta
prácticamente el inicio de la psiquiatría con Pinel en 1854.

76 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

1 · Hasta la Edad Media, aproximadamente, la responsabilidad del


control que no del cuidado, recaía sobre la familia.

Éstas encerraban a la persona, le maltrataban y organizaban rezos, rituales, con la


intención de exorcizar a su familiar y que desaparecieran esas conductas extrañas.
Si eran personas inofensivas podían salir y les mandaban a mendigar, pero como
se creía que de ellas surgían espíritus malignos, eran rechazadas y evitadas por
el resto por miedo al contagio. Por otro lado, aquellos que se consideraban peli-
grosos corrían el riesgo de ser quemados en la hoguera, sobre todo ellas, por ello
las familias intentaban ocultar y corregir estos comportamientos con todo tipo de
estrategias que transgredían la integridad y dignidad de las personas, y es que,
desgraciadamente, no eran consideradas como tales.

Esta concepción de la locura como un fenómeno individual, es la que impera por


encima del resto, salvo en algunos periodos, desde la época clásica, Grecia y
Roma, durante toda la Edad Media hasta prácticamente el inicio de la psiquiatría
con Pinel en 1854.

2 · Durante los siglos XVII Y XVIII, la responsabilidad del control
de las personas recaía sobre el Estado.

Es la época de los asilos. Los poderes monárquicos absolutos realizaron en toda


Europa un confinamiento masivo de todos aquellos que habían quedado sin razón.
La moral cristiana, marcaba los límites de lo razonable y todo aquello no acorde a
la moral cristiana, era considerado locura y quedaba fuera, se excluía socialmente.
El exceso de libertad, de sentimiento religioso o de estudio, era visto como con-
ductas anormales que había que ocultar.

Los locos, indigentes, bandoleros, fueron recluidos y confinados en instituciones


como método de limpieza de los espacios públicos y ejercicio de la moral del mo-
mento. Es la época de la prescindencia: las personas son eliminadas. Los locos
pasan a ser concebidos como animales no humanos que deben ser domados y
castigados a través de latigazos y palizas. Este método serviría a su vez como
instrumento de adoctrinamiento y control social, pues su experiencia serviría para
adoctrinar al resto: se mostraba a la sociedad adónde llevaba la inmoralidad.

Sin embargo, como entiende R, Porter (2002), el surgimiento de los asilos también
es consecuencia de unos intereses económicos privados pues también aparecen

| 77
manual de intervención familiar

asilos privados, realmente caros, a los que acudía la burguesía. Estos centros pri-
vados sirvieron para comerciar con la locura. Algunos incluso consideran este fe-
nómeno el antecedente del surgimiento de la psiquiatría.

Hasta aquí, se ha definido de algún modo un modelo discontinuo y determinista


en salud mental: quien está poseído o tiene un exceso de libertad, es considerado
loco y lo será para siempre por lo que se le excluye y/o castiga. Aquellos que se
comportan de acuerdo a la moral cristiana son aceptados. No existen términos
medios.

Eje 2 · El trato a la persona con problemas de salud mental

Fue a finales del s. XVIII cuando la sociedad encarga y exige a la medicina que
explique el porqué de la conducta bizarra de los alienados y trate de desarrollar tra-
tamientos que permitan controlar esas conductas, no tanto curar a las personas,
pues aún no se creía posible.

Durante los s. XVIII y XIX médicos ingleses como Battie, Arnold, Mason Cox, fue-
ron los pioneros en desarrollar la terapia moral. Se entendía que el médico podía
educar a la persona enferma con métodos ingeniosos, como el de las duchas frías
que se aplicaban para que las personas dejaran de delirar. Hasta que no mostraran
arrepentimiento o se detractaran de sus convicciones, no se les retiraba del agua
fría. Tenían que reconocer que aquello que creían con profunda convicción (como,
por ejemplo, creerse el Mesías) no era verdad.

Se trataba de inculcar a las personas que sintieran miedo de sí mismas, culpa por
lo que les pasaba, así como vergüenza y arrepentimiento de sus comportamientos
anormales, con el objetivo de que recuperaran la razón y la moral. Era una terapia
que según Foucoult, también se fundamentaba en el miedo que imperaba en la
propia sociedad sobre el contagio de la locura y desde ahí se justificaba la reclu-
sión de las personas.

Pinel y Tuke impulsaron el desarrollo de los manicomios especializados donde in-


gresaron las personas con problemas de salud mental, diferenciándolas de crimi-
nales o mendigos, para que pudieran recibir esta terapia moral.

Siguiendo a Foucault, en esta época, se considera que las personas siguen aliena-
das y es la sociedad la que a través de mecanismos objetivo-científicos legitima

78 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

ahora su reclusión desde su enfermedad, aunque aún no se hablara de ella como


tal, haciendo las veces de administradora de justicia, buscando su arrepentimiento
y dominación. Pinel quita las cadenas a los locos y los separa de los ladrones y
maleantes para atarles ahora al tratamiento médico.

Sin embargo, también la terapia moral subrayaba la importancia de la vida en la


comunidad y de la utilidad de las actividades. Los manicomios ya no eran centros
donde solamente se recluía a las personas sino que en ellos desarrollaban activi-
dades como mecanismo de socialización y vuelta a la razón. Por ello quizá se ha
considerado este momento como el precursor histórico del modelo de rehabilita-
ción psicosocial y recuperación posterior.

Este fue el origen de la psiquiatría (período de la alienación mental, desde la pu-


blicación del Tratado médico-filosófico sobre la alienación mental o manía de Pinel
(1801) hasta Sobre la inexistencia de la monomanía, de J.P. Falret en 1854).

Eje 3 · La locura entendida como un trastorno mental

Bleuler y Kraepelin fueron algunos de los autores que, bajo la influencia positivista
del s. XX, encarnaron el concepto de enfermedad mental de tintes más biologicis-
tas. Consideraron incluso que el origen de las mismas era genético.

Los comportamientos anormales se reconocen como síntomas y éstos como sig-


nos de un desajuste biológico. Se presta atención a ellos y a la evitación de recaí-
das, pasando a un segundo plano la vivencia de la persona, pues se entiende que
cada recaída provoca un mayor deterioro cerebral. La locura es una enfermedad
física más.

De nuevo, en esta concepción, retorna el origen del problema al individuo, no a la


sociedad, como se consideró durante el s. XIX con el surgimiento de los manico-
mios especializados. Sin embargo, ahora se justifica con argumentos objetivos-
científicos. El objetivo por tanto se convierte en curar a las personas de esta enfer-
medad. Es el momento en el que aparece la psiquiatría como especialidad médica.
Se desarrollan diferentes tratamientos médicos, muchos de ellos considerados
hoy como auténticas aberraciones, como el coma insulínico o la lobotomía.

También en este período se acuñan términos como psicosis maníaco-depresiva”


(hoy conocida como trastorno bipolar) y esquizofrenia.

| 79
manual de intervención familiar

Hoy en día esta concepción continúa vigente. Reflejo de ella es el uso tan norma-
lizado de fármacos como tratamiento para los problemas de salud mental, intervi-
niendo en determinadas funciones cerebrales que se encuentran alteradas. Como
se puede deducir este enfoque viene a sustituir a los dioses, por profesionales de
la medicina, quienes a través de su estudio y tratamiento pueden curar la enfer-
medad y eliminar los síntomas. Las personas con problemas de salud mental han
de estar bajo la supervisión y recomendación del médico si quieren recuperar su
salud mental.

Paralelamente, surge en esta época de primera mitad del s. XX la teoría psicoanalí-


tica de Freud, también médico psiquiatra pero que sí tiene en cuenta la experiencia
de la persona.

Esta concepción viene a tambalear las bases de la psiquiátrica del momento pues
considera que los problemas de salud mental tienen un origen no tanto en lo orgá-
nico sino en la historia biográfica de la persona, en las experiencias reprimidas y
traumáticas a las cuales no tiene acceso la persona a nivel consciente. Por ello se
plantea la cura a través de la comprensión y el origen de esos problemas de salud
mental por parte de la propia persona.

El método es la comprensión y la herramienta la palabra, en contraposición al tra-


tamiento médico como tal. Bajo este enfoque, se considera a la persona con un
mayor grado de control de su propia salud mental, aunque impera la figura del
psicoanalista como experto que interpreta y guía a la persona psicoanalizada.

La antipsiquiatría y la desinstitucionalización

El movimiento antipsiquiatría es un movimiento social contracultural que surge en


Reino Unido en los años 60. Señala varias evidencias que vienen a desmontar la
fundamentación del tratamiento psiquiátrico tradicional. Una de ellas es que el
tratamiento psiquiátrico se fundamenta en unas clasificaciones de enfermedades
mentales que hasta el momento no habían encontrado evidencia científica de su
existencia (ni actualmente). Por otro lado, da cuenta de que aquellas sociedades
más inclusivas y solidarias son precisamente aquellas en las que se detectan me-
nos trastornos mentales.

Esto hace plantearse, que como decíamos al inicio del capítulo, los problemas
de salud mental están muy relacionados con los mecanismos de exclusión de las

80 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL

sociedades. Por tanto, postulan que el origen de la locura no está en el individuo,


sino en la sociedad que la excluye. Plantean que existe una diversidad humana de
comportamientos y actitudes que precisamente, una parte de la sociedad no la
acepta y la excluye, pues pretende ser homogénea. La sociedad trata de eliminar,
discriminar, controlar, adoctrinar o curar esta diversidad. Buenos ejemplos de este
fenómeno son la homosexualidad y la transexualidad que estuvieron incluidos en
manuales diagnósticos. Hasta 1990 no fue eliminada la homosexualidad del Ma-
nual de la OMS y hasta 2013, del DSM la transexualidad.

En esta línea se plantea que el tratamiento o la cura ha de pasar por la aceptación


de la diversidad o la locura. Manuel Desviat (Desviat, 2006), uno de los padres de
la reforma psiquiátrica en España, considera que los problemas de salud mental
son como viajes por los que transitan ciertas personas y que el papel que ha de jugar
el profesional es el de acompañante. Algunos autores de este movimiento como
Tomas Szasz, llegan a afirmar la inexistencia de la enfermedad mental.

Desde este movimiento se cuestiona la pretendida objetividad científica de la psi-


quiatría, se reivindica el cierre de manicomios, la reforma psiquiátrica, se promueve
la creación de comunidades terapéuticas que cuenten con un entrono abierto y
tolerante que permita el renacimiento del yo auténtico de las personas. Un ejemplo
es el caso de las casas antipsiquiatría en Reino Unido en los años 60, como King-
sey Hall, donde convivían personas diagnosticadas de esquizofrenia con artistas
vanguardistas de la época.

Es la comunidad la que puede facilitar o reducir el riesgo de que se desarrollen


problemas de salud mental. En este sentido, es en ella en la que hay que intervenir
y no solo con la persona. Surge entonces la preocupación por la protección y la
prevención de la salud mental. La OMS recoge en su definición de salud en 1978
la dimensión de salud mental, reconociendo la importancia y la responsabilidad de
las naciones de protegerla.

La reforma psiquiátrica en España no se produjo hasta 1986.

“La atención a los problemas de salud mental de la población se realizará en el ám-


bito comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y los
sistemas de hospitalización parcial y atención a domicilio, que reduzcan al máximo
posible la necesidad de hospitalización (…).” Art. 20 de la Ley General de Sanidad
de 1986

| 81
manual de intervención familiar

El movimiento antipsiquiatría se transformó en España en un sistema asistencial


de índole comunitaria para los problemas de salud mental. Los servicios de salud
mental se integraron como una especialidad más del sistema sanitario mantenien-
do coordinación con atención primaria. La atención se presta en ambulatorios y
en el domicilio.

6 ∙ 3 Conclusión: estigma y salud mental

Estigma y salud mental, son dos caras de una misma moneda.

Como se ha visto, a lo largo de la historia, las personas con problemas de salud


mental se han tenido que enfrentar a una doble dificultad. Por un lado, experimen-
tan el sufrimiento psíquico en sí mismo derivado propiamente de su problema de
salud mental pero además se enfrentan a la imagen negativa y el rechazo social
asociado precisamente a su problema, que de hecho en muchos casos interiori-
zan en forma de autoestigma afectando a la propia visión que ellos tienen de sí
mismos.

Como ambos fenómenos suceden simultáneamente en muchos casos, se entre-


mezclan y establecen relaciones entre sí muy complejas que hace que incluso
lleguen a difuminarse los límites de ambos conceptos. Por ello no podemos hablar
de salud mental sin tener en cuenta el estigma y viceversa.

De hecho, la experiencia clínica y los resultados de muchas investigaciones dicen


que en una gran mayoría de casos tiene mayor impacto en la calidad de vida de
la persona las consecuencias del estigma, el rechazo y la exclusión vivida, que el
propio malestar asociado al problema de salud mental.

La OMS, en un documento titulado Estigma y exclusión social, alerta de que se


debe luchar contra el ciclo del estigma (OMS, 2008). Este ciclo genera discrimina-
ción que su vez deriva en situaciones de exclusión a las personas que ven arreba-
tados ciertos derechos como el acceso al empleo, la vivienda, o la participación
plena en la vida social, lo cual tiene importantes repercusiones en su calidad de
vida y en su salud mental.

Este ciclo del estigma siempre tiene como base, una asimetría de poder en la rela-
ción entre la persona que reproduce el estigma y la persona estigmatizada.

82 |
módulo 2 ·­­introducCIÓN A LA SALUD MENTAL


Estigma: “Atributo profundamente desacreditador”. “Dicha característica o rasgo
se relaciona en la conciencia social con un estereotipo negativo hacia la persona que
lo posee”. (Erving Goffman sociólogo canadiense - s. XX)

Función social defensiva del estigma: Erving Goffman afirmaba que “el pro-
ceso de estigmatización, además de servir como forma de simplificar el mundo y
facilitar así su manejo, cumplía la función social defensiva de mantener la cohesión
de la mayoría social, generando un nosotros vs ellos” .

¿Qué factores contribuyen al desarrollo del estigma actualmente?

La intención

La intención más o menos consciente, de mantener una sociedad homogénea más


fácil de controlar por parte de los grupos sociales de poder.

| 83
manual de intervención familiar

Las conductas extrañas

Las conductas extrañas, características de muchas personas con problemas de


salud mental que también, en muchas ocasiones, son derivadas de los efectos
secundarios de los fármacos (por ejemplo, movimientos enlentecidos, rigidez mus-
cular…) así como las condiciones de vida habituales de una parte significativa del
colectivo que a su vez en parte también son derivadas de una deficiente atención.

Diagnóstico

El propio diagnóstico y uso de los servicios especializados de salud mental, que


los identifican como diferentes.

Difusión de episodios de violentos

Los episodios de violencia que cometen ocasionalmente una minoría de estas


personas y son difundidos desde los medios de comunicación, distorsionando y
magnificando algunos de estos problemas.

Servicios tradicionales de salud mental

Los servicios tradicionales de salud mental (Hospitales Psiquiátricos), basados en


lógicas de exclusión y defensa sociales y separados del resto de los servicios.
Centros monográficos de atención a la salud mental en vez de que estén incluidos
en centros de distintas especialidades.

Conductas profesionales

Algunas conductas profesionales, tanto en sector sanitario, educativo, servicios


sociales y la atención en salud mental, empleo, en el ámbito ejecutivo y legislativo
incluso en el ámbito penitenciario.

Ámbito familiar

En el ámbito de la familia, se da el fenómeno de la doble vertiente del estigma,


pues en tanto que los familiares también son miembros de la sociedad pueden
convertirse en reproductores de estigma, así como a su vez, por convivencia con
las personas con problemas de salud mental, sufrir las mismas consecuencias del
estigma, digamos un efecto de contagio.◊

84 |
MÓDULO 3
Estrategias de
afrontamiento en
salud mental

| 87
MÓDULO 3
Estrategias de afrontamiento
en salud mental
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_91

2 ·­­EMPODERAMIENTO_95

2 ∙ 1 ¿Qué es el empoderamiento?_95
2 ∙ 2 Empoderamiento y salud mental_96
2 ∙ 3 Promover el empoderamiento en salud mental_97
2 ∙ 4 Programa PROSPECT_99

3 ·­­ESTIGMA_102

3 ∙ 1 El proceso de estigmatización_102
3 ∙ 2 El estigma en salud mental_103
3 ∙ 3 Estrategias para combatir el estigma_106

4 ·­­DUELO, GESTIÓN DEL CAMBIO Y AJUSTE


DE EXPECTATIVAS_112

4 ∙ 1 Salud mental y duelo_112


4 ∙ 2 ¿Cuándo pedir ayuda?_116
4 ∙ 3 Gestión del duelo y del cambio _117
4 ∙ 4 El duelo por el diagnóstico_118
4 ∙ 5 Ajuste de expectativas_122
5 ·­­MANEJO DEL ESTRÉS_123

5 ∙ 1 Modelo del estrés_123


5 ∙ 2 Estrategias de afrontamiento_125
5 ∙ 3 Riesgo de autolesión o de suicidio: Prevención_127

6 ·­­PREVENCIÓN Y ABORDAJE DE SITUACIONES DE CRISIS_136

7 ·­­HABILIDADES PERSONALES DE GESTIÓN DE


CONFLICTOS_142

7 ∙ 1 Manejar las emociones asociadas a los problemas_143

8 ·­­AUTOCUIDADO_147

8 ∙ 1 Autocuidado / Cuidando a la persona acompañante_147


8 ∙ 2 Dificultades que se pueden presentar_153
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

MÓDULO 3 · estrategias de afrontamiento


duración: 8 horas_4 sesiones

1_Explicación teórica Empoderamiento


objetivos: Conocer cómo funcionan los procesos de duelo en general y en rela-
ción a la salud mental en particular, para contextualizar el proceso de duelo del
familiar, ofrecer estrategias para gestionar el duelo y el cambio positivamente y
ajustar expectativas. Tiempo estimado: 30 min

2_¿FORMAR PARTE DEL PROBLEMA O DE LA SOLUCIÓN? opción A


objetivos: Favorecer el empoderamiento de las personas participantes ∙ Eviden-
ciar la importancia de participar en una toma de decisiones y de saber comunicarla
∙ Tomar conciencia de qué rol adoptamos en un grupo ∙ Considerar las dificultades
para llegar a consensos ∙ Evidenciar los beneficios del trabajo en equipo y el em-
poderamiento colectivo. Tiempo estimado:20 min

3_“¿FORMAR PARTE DEL PROBLEMA O DE LA SOLUCIÓN? opción B


objetivos: Compartir conocimientos y recursos ∙ Favorecer el empoderamiento de
las personas participantes ∙ Tomar conciencia de qué rol adoptamos en un grupo.
∙ Evidenciar los beneficios del trabajo en equipo y el empoderamiento colectivo
para promover y conseguir mejoras. Tiempo estimado: 50 min

4_Exposición teórica / Estigma


objetivos: Comprender qué es el estigma, el autoestigma, sus consecuencias ne-
gativas y cómo combatirlo. Tiempo estimado: 30 – 40 min

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Manual de intervención familiar

5_ROLE-PLAYING: EXERIMENTANDO EL ESTIGMA / Opción 1


objetivos: Combatir el estigma ∙ Favorecer la toma de consciencia de actitudes es-
tigmatizantes y desempoderadoras ∙ Evitar dichas actitudes, como el paternalismo
o la sobreprotección ∙ Mejorar la comunicación familiar-persona con problemas de
salud mental. Tiempo estimado: 30 min

6_TESTIMONIO EN PRIMERA PERSONA Opción 2


objetivos: Favorecer la apertura y flexibilidad de pensamiento para: · Luchar con-
tra los estereotipos, los prejuicios y la discriminación · Empatizar y comprender
mejor a las personas con experiencia propia · Valorar nuevas posibilidades, herra-
mientas, alternativas de tratamientos y recursos disponibles ∙ Evitar el paternalis-
mo y la sobreprotección ∙ Cuestionar la idea de cronicidad ∙ Promover la idea de
recuperación, reajustando expectativas. Tiempo estimado: 30-40 min

7_Duelo / Exposición teórica


objetivos: Conocer cómo funcionan los procesos de duelo en general y en rela-
ción a la salud mental en particular, para contextualizar el proceso de duelo del
familiar, ofrecer estrategias para gestionar el duelo y el cambio positivamente y
ajustar expectativas. Tiempo estimado: 40-60 min

8_Opción 1 / DUELO POR LAS EXPECTATIVAS


objetivos: Ayudar a ajustar expectativas ∙ Evitar la idealización de lo que no es o no
ha sido ∙ Favorecer el proceso de duelo ∙ Aceptar al familiar real y despedir al ideal.
Tiempo estimado: 40-60 min

9_Opción 2 / EL HILO DE VIDA


objetivos: Tomar conciencia de las pérdidas y reflexionar sobre los procesos de
duelo y cambio de nuestra vida en general y concretamente en relación al problema
de salud mental del familiar ∙ Promover el autoconocimiento: detectar dificultades y
rescatar recursos personales ∙ Favorecer la visión resiliente del duelo · Despatolo-
gizar el duelo natural y prevenir el duelo complicado. Tiempo estimado: 40 min

10_Manejo del estrés / Exposición teórica


objetivos: Conocer los mecanismos del estrés y ofrecer estrategias de afronta-
miento positivas. Tiempo estimado: 20 min

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Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

11_Opción 1 / LA NASA
objetivos: Tomar conciencia de cómo se desarrolla un proceso de toma de deci-
siones en grupo y analizarlo ∙ Practicar la negociación y los pactos ∙ Evidenciar los
beneficios del trabajo en equipo ∙ Promover el autoconocimiento: detectar dificul-
tades y rescatar recursos personales. Tiempo estimado: 45 min

12_Opción 2 / VISUALIZACIÓN: CALMAR EL MAR


objetivos: Tomar conciencia de la activación fisiológica en momentos de estrés ∙
Practicar la técnica y evidenciar los beneficios ∙ Aprender a atenuar el malestar en
momentos de ansiedad, agitación, tensión o rabia. Tiempo estimado: 20 min

13_Opción 3 / TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN


objetivos: Tomar conciencia de la respiración y de las posibilidades de manejarla ∙
Practicar la técnica y evidenciar los beneficios ∙ Aprender a atenuar el malestar en
momentos de ansiedad, agitación, tensión o rabia. Tiempo estimado: 40 min

14_Opción 4 / TÉCNICA DE RELAJACIÓN PROGRESIVA DE JACKOBSON


objetivos: Tomar conciencia de la importancia de estar aquí, ahora y de su rela-
ción con nuestro estado emocional ∙ Practicar la técnica y evidenciar los beneficios
∙ Aprender a atenuar el malestar en momentos de ansiedad, agitación, tensión o
rabia. Tiempo estimado: 30 min

15_TÉCNICA DE MINDFULNESS: ANCLAJE DE LA RESPIRACIÓN


objetivos: Tomar conciencia de la respiración y de las posibilidades de manejarla ∙
Practicar la técnica y evidenciar los beneficios ∙ Aprender a atenuar el malestar en
momentos de ansiedad, agitación, tensión o rabia.Tiempo estimado: 15 -20 min

16_Opción 6 / MI MALETA DE RECURSOS


objetivos: Favorecer el autoconocimiento ∙ Rescatar recursos personales para
prevenir la escalada en situaciones de estrés ∙ Aprender a atenuar el malestar en
momentos de ansiedad, agitación, tensión o rabia. Tiempo estimado: 30 min

17_Opción 7 / SOLUCIÓN DE PROBLEMAS


objetivos: Favorecer el autoconocimiento ∙ Tomar conciencia de la importancia de
prevenir y planificar ∙ Aprender a utilizar una herramienta para actuar en situaciones
problemáticas. Tiempo estimado: 30-60 min

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Manual de intervención familiar

18_Suicidio / Exposición teórica


objetivos: Comprender el fenómeno del suicidio y abordarlo des de un punto de
vista preventivo ∙ Ofrecer el espacio para abordar uno de los temas que más estrés
genera en los familiares ∙ Proporcionar herramientas para contribuir a la prevención
del suicidio. Tiempo estimado: 30 min

19_Despedida y cierre de Módulo 3


objetivos: Permitir que cada persona del grupo exprese sus vivencias en relación
al trabajo realizado grupalmente.Tiempo estimado: 15 min

* Elegir entre una y otra actividad

94 |
2 · EMPODERAMIENTO

2 ∙ 1 ¿Qué es el empoderamiento?

Según la RAE, empoderamiento es la Acción y efecto de empoderar (también de


empoderarse) que consiste en Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social
desfavorecido.

A nivel individual, entendemos por empoderamiento el proceso de toma de control


y responsabilidad de la propia vida para mejorarla. A nivel colectivo, consistiría en
la adquisición de poder e independencia por parte de un grupo social desfavoreci-
do para mejorar su situación.

Dicho proceso comienza por la definición individual de las


necesidades y objetivos deseados centrándose en el desarrollo
de las capacidades y recursos que lo apoyen. El empodera-
miento de los individuos está dirigido a ayudar a la autodetermi-
nación y autonomía, para que pueda ejercer más influencia en
la toma de decisiones sociales y políticas, y para aumentar su
autoestima. Declaración de empoderamiento OMS (2010)

El proceso de empoderamiento consta de cuatro dimensiones:

* Autoconfianza
* Participación en la toma de decisiones
* Dignidad y respeto
* Pertenencia y contribución a una sociedad más plural

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Manual de intervención familiar

Como fenómeno individual y social, el entorno puede entorpecer o contribuir a


dicho proceso, de modo que hay una parte que dependerá de todos y cada uno de
nosotros como miembros de la comunidad a la que pertenecemos.

Las comunidades pueden apoyar a los individuos en este pro-


ceso, estableciendo redes sociales y movilizando ayuda social;
así se mejora la cohesión entre individuos y se puede apoyar a
las personas que están atravesando periodos de vulnerabilidad.
Declaración empoderamiento OMS (2010)

Adaptado de Empoderamiento del usuario de salud mental - declaración de la Ofici-


na Regional para Europa de la OMS.

2 ∙ 2 Empoderamiento y salud mental

En el contexto de salud mental, el empoderamiento se refiere al grado de elec-


ción, influencia y control que las personas usuarias de los servicios de salud men-
tal pueden ejercer sobre sus vidas y, particularmente, en relación a este ámbito.

En el caso de familiares, el empoderamiento se traduce en el ejercicio de una par-


ticipación más activa en el proceso de recuperación de la persona con problemas
de salud mental y en la mejora de la calidad de vida de ambas.

El enfoque del empoderamiento fomenta el reconocimiento y el desarrollo de las


fortalezas, recursos y habilidades de la persona usuaria de servicios de salud men-
tal y de familiares y personas allegadas. Se trata de un proceso multidimensional
que exige actuar en varios niveles: social y estructural, provisión de servicios y
desarrollo profesional, comunitario e individual.

Según la OMS (2010) la actuación de profesionales de salud mental para contribuir


al empoderamiento de la persona usuaria y sus familiares conlleva tener en cuenta
los siguientes aspectos:

* Protección de los derechos humanos de las personas usuarias de servicios y


lucha contra el estigma y la discriminación
* Garantía de unos cuidados de alta calidad y la responsabilidad de los servicios
* Acceso a la información y a los recursos
* Inclusión en la toma de decisiones

96 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

* Capacidad de organización en el ámbito local para reclamar ante las instituciones


y las estructuras gubernamentales. (Adaptado de Empoderamiento del usuario de
salud mental - Declaración de la Oficina Regional para Europa de la OMS)

2 ∙ 3 Promover el empoderamiento en salud mental

El empoderamiento y la participación en la toma de decisiones se convierten en un


elemento clave para conseguir mejoras a distintos niveles:

Mejora personal

El empoderamiento favorece el proceso de recuperación de la persona usuaria


en la medida en que siente que toma el control de su vida y es sujeto activo, lo
que conlleva un aumento de la autoconfianza, mejora la autoestima, contribuye
a alcanzar una mayor satisfacción con la propia vida, favorece la autogestión del
bienestar, ayuda en la creación de un proyecto vital y promueve el ejercicio de los
propios derechos, la inclusión y la participación ciudadana.

Del mismo modo también tiene un efecto positivo en los familiares en relación a la
autoconfianza, la autoestima, el bienestar, el autocuidado, la participación...

| 97
Manual de intervención familiar

Mejorar en la calidad de los servicios

El enfoque del empoderamiento considera a las personas usuarias de servicios de


salud mental y sus familiares como personas expertas por experiencia propia
en salud mental y les otorga un importante valor como participes en el diseño y la
gestión de servicios de calidad.

La participación de dichas personas expertas por experiencia propia en salud men-


tal contribuye a desarrollar un modelo de atención centrado en la persona, en sus
necesidades y sus preferencias y ofrecer una atención humana y respetuosa con
los derechos humanos.

Mejora social

En la medida en que se fomenta la participación y el empoderamiento de los prin-


cipales protagonistas, se contribuye a crear una sociedad más inclusiva, madura,
justa y sana.

De acuerdo con la Guía Partisam, resaltamos unas actitudes, situaciones o ele-


mentos a tener en cuenta que pueden obstaculizar el empoderamiento, sobre los
que podemos actuar como personas individuales o red asociativa, se han añadido
algunas más y a continuación se propondrán algunas soluciones.

Desinformación * Paternalismo * Sobreprotección * Creencias


limitadoras * Énfasis en carencias * Problemas de comunica-
ción * Actuaciones coercitivas * Debilidad de la red asociativa
* Pasividad y falta de interés * Falta de compromiso e iniciativa
* Ausencia de espacios de participación

Una vez identificadas actitudes, situaciones o elementos que pueden obstaculizar


el empoderamiento, se pueden plantear algunas soluciones también, como las que
se plantean en la siguiente tabla:

98 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Tabla 1: Obstáculos al empoderamiento y soluciones

Obstáculos al empoderamiento Posibles soluciones

* Desinformación * Información
* Paternalismo y sobreprotección * Relaciones horizontales/simétricas
* Creencias limitadoras * Creencias potenciadoras
* Énfasis en carencias y síntomas * Énfasis en las capacidades y
* Problemas de comunicación satisfacción vital
* Actuaciones coercitivas * Comunicación efectiva
* Debilidad de la red asociativa * Estrategias colaborativas,
* Pasividad y falta de interés de negociación y pactos
* Falta de compromiso e iniciativa * Fortalecimiento de la red asociativa
* Ausencia de espacios de participación * Actitud activa y automotivación
* Estigma y autoestigma * Compromiso y poder de decisión
* Creación de espacios de participación
* Sensibilización y campañas contra el
estigma

Contenido adaptado de: Guía PARTISAM, promoción de la participación y la auto-


nomía en salud mental.

2 ∙ 4 Programa PROSPECT

Se trata de un programa implementado en España a través de la Confederación


Salud MENTAL ESPAÑA. PROSPECT es el resultado de un proyecto desarrollado por
la Federación Europea de Asociaciones de Familiares de Enfermos Mentales (EUFA-
MI) con la implicación de dieciséis organizaciones representantes de personas con
problemas de salud mental, familiares, y profesionales de la salud y la atención
social de doce países europeos.

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Manual de intervención familiar

Se trata de una iniciativa de formación Europea que abre nuevas perspectivas a


personas que tengan un contacto directo con la salud mental, bien sean las pro-
pias personas con experiencia propia en salud mental, sus familiares y amistades
o profesionales de la salud y atención social. Esta iniciativa ha dado lugar a tres
programas de formación para los 3 diferentes grupos y un Módulo Común para
todas las personas participantes.

A · Programa de Formación para Familiares y Personas Allegadas

Trata las propias necesidades y derechos que tienen familiares y su entorno, les
permite ir adquiriendo confianza, mejorar sus habilidades a la hora de afrontar
situaciones con su familiar afectado y favorecer la recuperación del control mejo-
rando así su calidad de vida. El objetivo general es favorecer la recuperación de la
confianza de cada persona, y reconocer y aprovechar recursos internos y externos
para mejorar la propia calidad de vida.

Temario Módulo familiares: manejo del estrés, pérdida y duelo, habilidades de


manejo de los problemas de salud mental, redes de apoyo y establecimiento de
metas.

B · Programa de Formación para Personas con experiencia propia en


salud mental

Promueve la idea de la recuperación, permite una mayor integración social, y mejo-


ra las habilidades y oportunidades de trabajo de estas personas. El objetivo general
es sentar o reforzar bases para la recuperación e integración social.

Temario Módulo personas con experiencia propia en salud mental: el mode-


lo comunitario, procesos de integración y recuperación, formación y empleo con
apoyo, autonomía de las personas con problemas de salud mental, cuidadores y
recuperación.

C · Programa de Formación para Profesionales de la Salud y la Atención


Social

Está basado en la idea de que el papel los servicios de Salud Mental es facilitar
la integración de las personas con problemas de salud mental como ciudadanos
y ciudadanas. Esto sitúa a la persona con trastorno mental en un contexto social,

100 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

lo que también reconoce las necesidades de los familiares y amigos como indi-
viduos. El objetivo general es promover la reflexión acerca de la relación entre
problema de salud mental y ciudadanía y establecer propuestas para la mejora de
la atención.

Temario Módulo profesionales: ciudadanía, los y las profesionales como capaci-


tadores de la ciudadanía integral, contradicciones y dilemas y plan de acción.

D · Programa de Formación Común

Pretende trabajar las dificultas que impiden una buena comunicación entre los tres
colectivos para tomar conciencia de ello y hacer propuestas de mejora. El objetivo
general es mejorar la comunicación entre los tres colectivos implicados.

Temario Módulo Común: barreras de comunicación entre los tres colectivos.

| 101
3 · Estigma
3 ∙ 1 El proceso de estigmatización

La categorización es un proceso que realizamos las personas, que nos ayuda a or-
ganizar y relacionar objetos, personas o acontecimientos para hacer que el mundo
sea más comprensible y nuestra interpretación del mismo más rápida y sencilla. El
problema es que esta categorización, a nivel social, puede generar la estigmatiza-
ción de determinados colectivos.

El 80,1% de las personas con un trastorno mental manifiestan haber sido tratadas
injustamente en algún ámbito de su vida (personal, social, laboral y/o sociosanita-
rio) por tener un trastorno mental. Estigma Catalunya (2016)

El estigma se compone de:

* Estereotipos: mitos/creencias erróneas atribuidas a una persona o colectivo.


* Prejuicios: actitud emocional de distanciamiento social.
* Discriminación: conductas de rechazo, menosprecio y distancia social hacia una
persona o colectivo.

102 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

El proceso de estigmatización consiste en:

1 · Identificación o atribución de una característica distintiva a una persona o co-


lectivo. Valoración negativa de dicha característica o condición atribuida.

2 · Generalización causal que explicaría toda la persona y sus actos en función del
atributo negativo.

3 · Distancia social en base a los prejuicios.

4 · Devaluación y discriminación de la persona o colectivo que tiene la caracterís-


tica atribuida.

Autoestigma

Se habla de estigma social cuando es la sociedad la que reproduce los prejuicios


y la discriminación hacia una persona o colectivo. El estigma social se convierte
en autoestigma cuando la propia persona afectada interioriza los estereotipos y
reproduce los prejuicios generalizados y la discriminación hacia sí misma y su co-
lectivo, afectando su propia imagen y autoestima.

3 ∙ 2 El estigma en salud mental

El estigma y autoestigma conllevan consecuencias muy negativas como la des-


esperanza, incrementan el sufrimiento, generan aislamiento social y dificultan la
recuperación. El ser objeto de burla y/o discriminación, provoca vergüenza y miedo
al rechazo lo que afecta muy negativamente la autoestima y lleva a la persona a
buscar el aislamiento y la soledad. Además, la vergüenza obstaculiza la petición de
ayuda y alimenta las reticencias a acudir a los servicios de salud.

Las personas no quieren ir a los servicios de salud mental porque no quieren ser
etiquetadas como “locas”. Estigma Catalunya (2016)

Por estos motivos, muchas personas con un trastorno mental utilizan el oculta-
miento como principal estrategia para evitar el estigma y la discriminación.

Los prejuicios más habituales con relación a las personas con problemas de salud
mental son:

| 103
Manual de intervención familiar

Peligrosidad

Peligrosidad en dos sentidos:


* Una persona con un problema de salud mental es peligrosa
* Si una persona se comporta de forma violenta, debe tener un trastorno mental.

Cuando se trata la vinculación entre violencia y trastorno mental, escasas veces


(debido a los prejuicios existentes) se comenta que el mayor volumen de violencia entre
las personas que tienen un trastorno mental corresponde a la ejercida sobre ellos
mismos. (López et al, 2009). Además, y de forma más generalizada, las personas
con enfermedad mental suelen ser objetos (más que sujetos) de episodios violentos
ejercidos por otras personas.

Estudio “Salud mental e inclusión social. Situación actual y recomendaciones contra


el estigma” (2015)

Impredictibilidad

Las personas con problemas de salud mental son volubles, impredecibles y poco
confiables.

Incapacidad o discapacidad psíquica

Las personas con problemas de salud mental tienen dificultades de comprensión,


sus razonamientos son ilógicos y tienen un nivel cognitivo bajo. Una parte impor-
tante de la población confunde retraso mental con problema de salud mental /
trastorno mental.

Infantilización

Percepción de personas con trastorno mental como emocionalmente inmaduras,


caprichosas e impulsivas, desvalidas, dependientes e incapaces de tomar deci-
siones.

Culpabilización

Aquellas personas con un problema de salud mental y no se recuperaran adolecen


de un carácter débil, falta de voluntad, personalidad perezosa…

104 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

En el caso de culpabilizar a los familiares se les puede llegar a responsabilizar de


una crianza desestructurada o demasiado permisiva.

Genialidad

Atribuye una tendencia a la genialidad y/o la creatividad artística por el hecho de te-
ner un problema de salud mental; es una idea que parece positiva, pero es falsa.

Los prejuicios descritos conllevan reacciones negativas:

* La atribución de peligrosidad y de impredictibilidad genera: miedo, rechazo,


desconfianza y distanciamiento social.

* El prejuicio de incapacidad produce: pérdida de oportunidades y marginación


socio-laboral.

* Aceptar los prejuicios sociales de incapacidad lleva a la persona a autolimitarse


y conduce al efecto de la profecía autocumplida, creando de manera inconsciente,
las condiciones necesarias para que se cumplan sus expectativas desfavorables.

* La infantilización conduce al paternalismo y la sobreprotección, actitudes que


contribuyen a incapacitar a la persona, a mermar su autoconcepto, a debilitar su
resiliencia y a limitar su capacidad para tomar decisiones de manera autónoma.

* La culpabilización conduce a la exclusión sanitaria.

| 105
Manual de intervención familiar

3 ∙ 3 Estrategias para combatir el estigma

En el ámbito familiar, nos encontramos con una doble vertiente del estigma en el seno
de las familias de personas con trastorno mental. Por un lado, los miembros de
la familia comparten con el resto de la sociedad los estereotipos y prejuicios acerca
del trastorno mental y sus consecuencias, por lo que se convierten en reproducto-
res del estigma. Por el otro, debido a su cercanía, que frecuentemente conlleva la
convivencia, con personas con enfermedad mental también acaban siendo receptores
del estigma ya que existe un efecto “contagio” del mismo. ( Estudio Salud mental e
inclusión social. Situación actual y recomendaciones contra el estigma. 2015)

¿Qué podemos hacer?

Es importante que se pueda trasladar a familiares y personas allegadas la nece-


sidad de tomar consciencia de hasta qué punto la manera de interactuar con la
persona con problemas de salud mental puede contribuir a reforzar el estigma y el
autoestigma o a debilitarlo.

Las siguientes propuestas pretenden aportar posibles soluciones que favorecen


acabar con el estigma y el autoestigma tanto en relación a las personas con pro-
blemas de salud mental como a familiares.

1 · No a la discriminación

Es necesario tomar consciencia y evitar hacer prejuicios sobre las personas con
trastorno mental u otros grupos objeto de prejuicios y discriminación. Hay perso-
nas que son doblemente estigmatizadas como LGTBI, las personas sin hogar o ex
reclusas. Cualquier cambio deseado hay que empezarlo desde la propia persona.

2 · Cuidado del lenguaje

La manera como se habla y las expresiones utilizadas pueden reproducir el estig-


ma y autoestigma. Algunas recomendaciones a tener en cuenta en el empleo de
determinadas expresiones son:

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Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

NO, POR FAVOR


* Es un enfermo mental
* Es una esquizofrénica o una anoréxica

SÍ, GRACIAS
* Es una persona con problemas de salud mental.
* Es una persona con un problema de esquizofrenia o anorexia.

Los medios de comunicación contribuyen también a difundir y popularizar el uso


del lenguaje discriminatorio con titulares o comentarios sensacionalistas. Si de-
tectas comentarios o discursos estigmatizantes, da la voz de alarma o pon una
queja.

NO, POR FAVOR


* Psicosis en el Congreso
* Situación desconcertante en el Congreso.

SÍ, GRACIAS
* Sufrimos una esquizofrenia identitaria
* Sufrimos una confusión identitaria.

3 · Comunicación asertiva con quienes estigmatizan

Hay que evitar la pasividad, defender los derechos de las personas con problemas
de salud mental y promover la no - discriminación con firmeza, pero sin agresivi-
dad.

4 · Valoraciones sobre los comportamientos, no sobre la persona

Categorizar a una persona por un comportamiento reprobable o definirla en base a


atribuciones negativas no ayudará a su mejora.

NO, POR FAVOR


* Eres un desordenado

SÍ, GRACIAS
* Hoy has dejado la habitación muy desordenada.

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Manual de intervención familiar

5 · Evitar generalizaciones y limitaciones

No hay dos personas iguales. Cada persona es única y merece ser tratada como
tal. La concepción biologicista, que ha imperado durante mucho tiempo, otorga
una causalidad predominante al aspecto biológico de los trastornos mentales, lo
que contribuye a obviar la vertiente más humana. Hay que reivindicar un enfoque
bio-psico-social y una atención integral.

No debemos concebir a la persona en base a su etiqueta, limitando su identidad al


hecho de tener problema de salud mental.

Quizás derivado de la situación histórica de reclusión, el estigma funciona atri-


buyendo una connotación negativa y totalizadora a la persona (o grupo) que comparte
este trastorno. (Estudio Salud mental e inclusión social. Situación actual y recomenda-
ciones contra el estigma, 2015)

6 · Rompiendo tabús

Hay que apoyar y facilitar, si es el caso, que las personas con problemas de salud
mental puedan visibilizar su situación, sin que reciban presiones, tanto a nivel per-
sonal como colectivo. Este apoyo favorecerá superar la vergüenza, que la persona
acabe con el miedo a ser descubierta, visibilizar el colectivo y sus derechos, nor-
malizar el problema de salud mental, ser reconocidas socialmente…

7 · Información y educación

Gran parte del estigma social viene provocado por la falta de conocimiento. La
información y la formación ayudarán a tener una visión más ajustada a la realidad
y a combatir los propios prejuicios y los del resto de personas.

8 · Detección precoz

No hay que caer en patologizar conductas naturales, pero tampoco en negar sig-
nos de alarma. Ante la población infanto-juvenil. Merece una particular atención la
lucha contra el bullying y la importancia de educar en la convivencia, el respeto,
la igualdad... tanto como factor de riesgo para desarrollar un problema de salud
mental, como consecuencia del estigma en el caso de padecerlo.

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Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

9 · Asociacionismo y lucha contra el estigma

La unión hace la fuerza, a través del fortalecimiento del movimiento asociativo se


continuará la reivindicación, defensa de los derechos y lucha contra el estigma. Se
puede participar en combatir el estigma, en diferentes ámbitos a través de entida-
des y/o asociaciones de personas con problemas de salud mental y familiares.

Además de recibir y ofrecer comprensión, ayuda mutua, experiencias y tratar ne-


cesidades compartidas, existe la opción de participar en programas de sensibili-
zación.

Se pueden identificar muchos colectivos que serían susceptibles de ser re-


ceptores de esta sensibilización: profesionales del ámbito social y sanitario, familiares,
policías, profesores, periodistas, estudiantes universitarios, estudiantes de instituto,
etc. (Estrategias de lucha contra el estigma en salud mental, 2013)

10 · Empoderamiento

Hacer que se escuchen todas las voces e implicarse para la mejora de la situa-
ción de las personas con problemas de salud mental y sus familiares es un avance
hacia el empoderamiento. Las personas con experiencia propia en salud mental y
sus familiares aportan un valor añadido como expertas en salud mental para ayu-
dar a conseguir cambios y reducir el estigma en salud mental.

Es necesario potenciar las estrategias personales y grupales de afrontamiento de


la discriminación, auto-confirmación y defensa de sus derechos de las personas con
enfermedad mental y de sus familiares. (Estrategias de lucha contra el estigma en
salud mental, 2013)

En las siguientes páginas, se muestran, a modo de resumen, las diferentes reco-


mendaciones vistas a lo largo de este apartado:

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Manual de intervención familiar

tabla 2 · resumen: lenguaje y formas

Sí, por favor No gracias

* Persona con problemas de salud * Enfermo/a mental, trastornado/a,


mental / con trastorno mental. perturbado/a, loca/o, psicópata.
* Persona con/que tiene esquizofrenia, * Esquizofrénico/a, depresivo/a,
con depresión, con trastorno bipolar... anoréxico/a, maníaco/a, psicótico/a.
* Centro de salud mental / Centro de * Manicomio, psiquiátrico.
día / Centro de rehabilitación
* Ingreso hospitalario en... * Reclusión, internamiento, encierro...
* Mostrar las capacidades de las * Hablar de diagnósticos y asumir que son
personas con trastorno mental (rela- el “todo” de la persona.
ciones laborales, sociales, convivencia
familiar, etc).

tabla 3 · barreras al empoderamiento

Obstáculos al empoderamiento Posibles soluciones

* Desinformación * Información
* Paternalismo y sobreprotección * Relaciones horizontales/simétricas
* Creencias limitadoras * Creencias potenciadoras
* Énfasis en carencias y síntomas * Énfasis en las capacidades y
* Problemas de comunicación satisfacción vital
* Actuaciones coercitivas * Comunicación efectiva
* Debilidad de la red asociativa * Estrategias colaborativas,
* Pasividad y falta de interés de negociación y pactos
* Falta de compromiso e iniciativa * Fortalecimiento de la red asociativa
* Ausencia de espacios de participación * Actitud activa y automotivación
* Estigma y autoestigma * Compromiso y poder de decisión
* Creación de espacios de participación
* Sensibilización y campañas contra el
estigma

110 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

tabla 4 · prejuicios y reacciones negativas

Prejuicios Reacciones negativas

* Peligrosidad * Miedo, rechazo, desconfianza


* Impredictibilidad * Distanciamiento social
* Incapacidad * Pérdida de oportunidades y
* Infantilización acceso a recursos y derechos
* Culpabilización * Marginación social y laboral
* Paternalismo, sobreprotección
* Exclusión sanitaria

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4 ∙ DUELO, GESTIÓN DEL CAMBIO Y AJUSTE
DE EXPECTATIVAS

4 ∙ 1 Salud mental y duelo

El duelo es un proceso natural que tiene lugar cuando se produce una pérdida y
consiste en una respuesta emocional intensa, más o menos adaptativa.

No hay vida sin duelos porque, a lo largo de nuestro ciclo vital, todas las personas
deberemos superar las diversas pérdidas que, inexorablemente, conlleva el hecho
de vivir, pues no solamente es inevitable el duelo cuando se produce la muerte de
un ser querido, sino también en el caso de otras pérdidas y cambios vitales.

Así pues, se trata de un proceso natural y es importante trabajar tanto a nivel


individual como social para gestionarlo, favorecerlo y evitar que sea un tabú, que
se patologice y que se medicalice innecesariamente. En caso contrario, podemos
encontrarnos con que, al dolor por una pérdida, se puede añadir un enorme sufri-
miento si percibimos como no natural o patológico lo que estamos sintiendo y/o no
nos vemos capaces de afrontarlo.

Redefinir situaciones, naturalizarlas y contextualizarlas en base al proceso de


duelo que estamos viviendo ayuda a despatologizar y a abordar correctamente la
situación y no añadir más dolor al malestar de base. De este modo, nos sentiremos
validadas, legitimaremos el propio sufrimiento y, a partir de aquí, estaremos en una
posición más favorable para poner en marcha nuestros recursos y estrategias de
afrontamiento para alcanzar el propio bienestar.

112 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

En el caso de recibir un diagnóstico de salud mental o que el diagnóstico recaiga


en un familiar, podemos hablar de una pérdida de salud y ésta puede ir asociada a
otras pérdidas que pueden ser permanentes o transitorias, en relación a lo que ya
no fue, no es o no será.

Proponemos una clasificación simplificada de los tipos de pérdida y duelos, aun-


que en muchos casos una misma pérdida podría encasillarse también en otra ca-
tegoría o ir a asociada otras pérdidas:

* Muerte de seres queridos.


* Físicas: movilidad, sensorial, salud, mutilaciones…
* Psicológicas: autoestima, ideales, ilusiones, expectativas, proyectos, rol, iden-
tidad, incapacitación…
* Instrumentales: hogar, trabajo, nivel económico, país (emigración)….
* Emocionales: ruptura sentimental, conflicto con un amigo o familiar…
* Transiciones del ciclo vital: adolescencia, menopausia, jubilación…

El duelo es íntimo, pues afecta un área muy privada e implica una vivencia y un
ritmo personal que hay que respetar. No obstante, también es un fenómeno social
porque está muy influenciado por el entorno sociocultural de la comunidad a la que
se pertenece, su evolución depende del apoyo recibido, comporta cambios de rol
y está condicionado por un reconocimiento público. Si el proceso de duelo no se
naturaliza, se gestiona y se elabora positivamente, pueden aparecer complicacio-
nes y degenerar en problemas de salud graves.

Hay una serie de manifestaciones en el duelo que son naturales y que es impor-
tante reconocer para naturalizar algunas reacciones y no caer en la desesperanza y
la sensación de falta de control. Dichas reacciones se manifiestan en las diferentes
dimensiones de la persona (psicológica, emocional, cognitiva, social, física y espi-
ritual) pero vamos a clasificarlas en cuatro apartados:

| 113
Manual de intervención familiar

tabla 5 · Manifestaciones del duelo

Manifestaciones fisiológicas Manifestaciones afectivas

* Aumento de la Morbimortalidad * Tristeza, apatía, abatimiento, angustia


* Vacío en el estómago * Ira, frustración y enfado
* Opresión en el pecho y garganta * Culpa y auto-reproche
* Hipersensibilidad al ruido * Ansiedad
* Sensación de despersonalización * Soledad, abandono
* Falta de aire * Emancipación y/o alivio
* Palpitaciones * Fatiga
* Debilidad muscular * Impotencia e indefensión
* Falta de energía * Atención y memoria
* Dolor de cabeza * Shock
* Sequedad de boca * Anhelo
* Insensibilidad

Manifestaciones conductuales Manifestaciones cognitivas

* Trastornos del sueño y alimentarios * Incredulidad/Irrealidad


* Conducta distraída * Confusión
* Aislamiento social * Preocupación
* Soñar con la persona fallecida * Sentido de presencia
* Evitar recordatorios de la persona * Alucinaciones (visuales y/o auditivas)
fallecida fugaces y breves
* Llorar y/o suspirar * Dificultades de concentración, aten-
* Buscar y llamar en voz alta ción y memoria
* Llevar y atesorar objetos * Pensamientos e imágenes recu-
* Visitar lugares que frecuentaba la rrentes
persona fallecida * Obsesión por recuperar la pérdida
* Hiper-hipo actividad * Distorsiones cognitivas

Hay unos elementos a tener en cuenta al valorar el impacto de la pérdida porque


determinaran el proceso de duelo que habrá que elaborar:

114 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

1 · La consideración que tiene la pérdida para la persona (según el tipo de relación,


la relevancia de la pérdida, creencias, biografía…).

2· Cómo se ha producido la pérdida (adecuada al ciclo vital, súbita y/o violen-


ta, esperada/inesperada, previsión de permanencia o transitoriedad, múltiple por
acumulación de pérdidas seguidas o a la vez…).

3 · Las habilidades personales y estrategias de afrontamiento de la persona


doliente.

4 · El apoyo y la red social disponibles.

Destacar que haber sufrido un problema de salud mental es un factor de riesgo


para desarrollar un proceso de duelo complicado y, a su vez, un proceso de due-
lo es un factor de riesgo para desarrollar problemas de salud físicos y mentales.
Cuando la persona se ve superada por las circunstancias y no consigue elaborar el
proceso de duelo que afronta, pueden aparecer complicaciones.

Según J.W. Worden, hay cuatro tipos de duelo complicado:

Duelo crónico

La situación de duelo se prolonga indefinidamente en el tiempo, hay un bloqueo, no


hay evolución ni aceptación ni reconstrucción.

Duelo exagerado

La intensidad del malestar resulta muy incapacitante y se alarga en el tiempo.

Duelo enmascarado o reprimido

En el que se intenta reprimir el malestar, pero éste se manifiesta en forma de so-


matizaciones.

Duelo postergado o inhibido

Aquel en el que el dolor se posterga más o menos voluntariamente por la situación


personal o por evitación.

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Manual de intervención familiar

4 ∙ 2 ¿Cuándo pedir ayuda?

Cuando el proceso de duelo se complica puede desembocar en un problema de


salud mental grave, así que es importante saber reconocer las señales de alerta
que pueden indicar la necesidad de una intervención profesional. Algunas de las
señales de alarma a nivel cognitivo, afectivo y conductual son:

* Conductas, reacciones y/o pensamientos rígidos y repetitivos: identificación,


idealización, momificación, sobreprotección, rumiaciones, atesoramiento...
* Miedos exacerbados.
* Relato incoherente o inconexo.
* Expresiones afectivas inhibidas/ausentes (bloqueo o anestesia emocional) o muy
intenses y muy prolongadas en el tiempo (culpa, aflicción, ira, ambivalencia...).
* Aislamiento social.
* Somatizaciones (insomnio, ansiedad, depresión, fobias, confusión, agotamiento,
hipocondriasis...).
* Auto-abandono y conductas autodestructivas (consumo de tóxicos, comporta-
mientos de riesgo, ideas autolíticas, abandono de hábitos saludables, autocuidado)

Es difícil determinar en qué momento se hace necesario acudir a profesionales. El
tiempo que ha transcurrido desde la pérdida no se puede considerar un indicador
suficientemente fiable ya que, tal y como hemos comentado, el proceso de duelo
es idiosincrático y el ritmo es muy personal.

Sí pueden ser indicadores válidos: las señales de alarma comentadas, la intensi-


dad del malestar, las interferencias que éste provoca en la vida diaria de la persona
y, por supuesto, la vivencia personal en relación a dicho malestar.

Es importante que la persona pueda reconocer hasta qué punto la situación se


le escapa de las manos a pesar de haber puesto en marcha todos sus recursos.
Así pues, es la persona quien mejor puede determinar si el proceso de duelo se
está complicando, pero la ayuda del entorno más próximo puede ser muy valiosa
tanto por el apoyo que puede ofrecer como por la ayuda que puede suponer para
detectar señales de alarma.

A pesar de la idiosincrasia del fenómeno, se puede considerar que el duelo se ha


resuelto cuando la persona es capaz de integrar el pasado, valorar el presente y
reformular el futuro.

116 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

4 ∙ 3 Gestión del duelo y del cambio

Durante décadas se ha intentado explicar el duelo desde diferentes modelos o teo-


rías. Exponemos a continuación algunos de los modelos de duelo más relevantes
que son complementarios y ayudan a entender el proceso.

1 ∙ Modelo de 5 etapas de Elisabeth Kübler-Ross

Una de las tanatólogas más importantes a nivel mundial. El duelo implica transitar
por 5 etapas, aunque no es necesario que sea una evolución lineal y en algún mo-
mento se pueden solapar: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

A pesar del reconocimiento por su tarea, la crítica más importante al modelo de


etapas de Kübler-Ross se debe a que adjudica un papel pasivo a la persona en
duelo.

2 ∙ Modelo de J. William Worden

Por este motivo, se plantean otros modelos que hacen énfasis en el rol activo de la
persona en duelo y se basan en un modelo de tareas como el de J. William Worden
que plantea cuatro:

Tarea 1: Aceptar la realidad de la pérdida (tanto intelectual como emocional).

Tarea 2: Procesar les emociones y experimentar el dolor por la pérdida.

Tarea 3: Adaptarse a un mundo sin la persona que ha muerto o sin el elemento


perdido (externa y espiritualmente).

Tarea 4: Resituar emocionalmente la persona ausente o el elemento perdido y


continuar con la vida.

3 ∙ Proceso dual de Stroebe y Schut

Un modelo complementario a los anteriores es el del proceso dual de Stroebe y


Schut que postula como en el duelo conviven dos tipos de procesos que permiten
integrar el acontecimiento vital en la propia historia de vida: uno orientado a la
pérdida y otro orientado a la reconstrucción.

| 117
Manual de intervención familiar

Durante el duelo se produciría un movimiento pendular que, idealmente, consistiría


en que el proceso orientado a la pérdida menguaría progresivamente en intensidad
y frecuencia, mientras que el orientado a la reconstrucción ocuparía un espacio
cada vez mayor.

4 ∙ Reconstrucción de significados de Robert Neimeyer

Finalmente, tal y como explica el modelo de reconstrucción de significados de


Robert Neimeyer, podemos entender el duelo como una ”oportunidad de reafirmar
o reconstruir un mundo personal de significados que ha sido cuestionado por la pér-
dida” que requiere una tarea activa por parte de la persona doliente de revisar el
sistema y reconstruirlo si es necesario y, en consecuencia, “configurar una nueva
identidad que pueda encajar con un mundo que ha quedado transformado”.

4 ∙ 4 El duelo por el diagnóstico

Es posible que muchas personas que en algún momento de su vida han recibido un
diagnóstico en salud mental y han empezado un tratamiento, no hayan vivido dicho
acontecimiento como un duelo. No obstante, cualquier cambio que se produzca en
la vida, comporta despedirse de lo que ha dejado de ser, incluso cuando el cambio
es deseado, y abre las puertas a un proceso de transformación que puede ser
positivo para nuestro crecimiento personal.

Las personas que en un momento dado de su vida han recibido un diagnóstico en


salud mental pueden sufrir situaciones traumáticas y cambios que demandan un
afrontamiento, una readaptación e incluso una reestructuración y reconstrucción
de significados.

Pueden vivirse pérdidas relacionadas con: el sentido del sí mismo y la propia


identidad, la red de apoyo social, la economía personal/familiar, el autoestigma, la
esperanza y las expectativas de futuro… Del mismo modo, aceptar que una perso-
na del entorno familiar presenta un problema de salud mental, también demanda
hacer un proceso similar.

Atravesar un proceso de duelo es difícil y requiere de la voluntad de la persona


en duelo para elaborarlo, lo que implica un esfuerzo para el que, es posible que
no todas las personas ni en todos los momentos, se cuente con la preparación
adecuada para afrontarlo.

118 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Es importante identificar este hecho, respetar el ritmo de cada persona y compren-


der que, a veces, el duelo genera situaciones de evitación que pueden ser transi-
torias, pero también pueden perpetuarse en el tiempo. Cuando hay que afrontar
situaciones dolorosas, puede suceder que, de manera inconsciente, se adopten
actitudes y estrategias defensivas para afrontar la situación que nos genera sufri-
miento.

Ante la aparición de un problema de salud mental, una respuesta tanto de la per-


sona afectada como de sus familiares, es la negación o evitación, que en definitiva,
es una estrategia de defensa utilizada para graduar el nivel de dolor soportable
que una persona puede gestionar en un momento dado. La negación que consiste
en actuar como si no existiera el problema, como si no se hubiera producido un
cambio o una pérdida.

Otro mecanismo defensivo es el de la proyección que puede comportar el delegar


la responsabilidad o la culpa en la otra persona o exigir que la solución venga de
los demás.

Estas estrategias defensivas pueden ser adaptativas en la medida que permiten


afrontar situaciones dolorosas graduando el nivel de dolor que se puede sopor-
tar en un momento determinado y administrando los recursos personales de los
que se disponen. No obstante, si dichas estrategias se mantienen en el tiempo
de forma indefinida, pueden bloquear el desarrollo natural de proceso de duelo y
aceptación y, a la larga, agravar el sufrimiento y entorpecer la recuperación de una
vida satisfactoria.

Así pues, a lo largo de la vida, se pueden vivir situaciones dolorosas que compor-
ten hacer un proceso personal difícil de transitar y que estén asociadas a un duelo.
Un posible camino hacia la aceptación de situaciones que han generado o siguen
generando sufrimiento consiste en adoptar una postura activa y afrontar algunos
retos que según los modelos de duelo supone realizar una serie de tareas y que
pueden completarse con los otros modelos presentados.

Nos basaremos en el modelo presentado en el punto anterior de las cuatro tareas


planteadas por J. W. Worden para definir de manera más específica los pasos a
seguir.

| 119
Manual de intervención familiar

1 ∙ Primera

Tomar consciencia que se ha producido un cambio o una pérdida, en este caso


en relación a la salud, pero que además, puede ir acompañada de otros cambios o
pérdidas en relación al ámbito social y relacional de la persona.

2 ∙ Segunda

Disponer de un espacio para la expresión y gestión emocional de las diferen-


tes emociones que pueden aparecer y desbordarnos como la tristeza, la rabia, la
frustración…

Es esencial favorecer la expresión de sentimientos, disponer de personas que es-


cuchen y ofrezcan apoyo emocional: el entorno afectivo, hacer terapia psicológica
individual, los grupos de terapia o apoyo mutuo pueden jugar un papel importante
para sentirnos apoyadas.

La escritura puede ser útil para aclarar y ordenar ideas y emociones. La expresión
plástica (dibujos, collage, manualidades…) puede tener la misma función que la
escritura, plasmando gráficamente o mediante objetos: pensamientos, emociones,
ideas… Es más simbólico y puede ayudar en caso de dificultades cognitivas o
bloqueo.

120 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

3 ∙ Tercera

Hacer un esfuerzo para resituarnos y adaptarnos a la nueva realidad. Se trata de


conseguir adoptar una visión esperanzadora de la nueva situación, del presente y
del futuro.

Es fundamental promover una visión resiliente de la adversidad y contemplar la po-


sibilidad de que es posible salir reforzadas y transformadas del proceso de duelo.
Se puede buscar ayuda para tomar decisiones importantes o dejarlas para más
adelante y planificar de acuerdo a los cambios que se han producido, pero es im-
portante empoderarse, para favorecer la auto-responsabilidad y la autogestión.

4 ∙ Cuarta

Ayudará despedirse de lo que hemos perdido y conseguir poner el foco de aten-


ción, cada vez más, en reconstruir el propio proyecto vital y mirar el futuro con
esperanza.

Puede ayudar la lectura de libros o las películas que tratan la pérdida explícita-
mente o más indirectamente, pues ofrecen herramientas o ideas de cómo salir
adelante. También la experiencia de otras personas que han pasado por situacio-
nes similares con historias positivas de superación pueden ser un estímulo en este
sentido.

Es relevante diferenciar entre resignación y aceptación. La resignación, se iden-
tifica en una posición más pasiva delante de un malestar, que no ayuda a movilizar
los propios recursos para intentar mejorar la situación. En cambio, en el caso de la
aceptación, se adopta un rol más activo que implica luchar, avanzar a pesar de las
dificultades y limitaciones.

Resignación Aceptación

* Posición más pasiva * Rol más activo


* No se movilizan recursos propios * Se lucha
recursos para mejorar. * Se avanza

| 121
Manual de intervención familiar

Finalmente, hay que hacer hincapié en que, incluso en las circunstancias más ad-
versas o difíciles de la vida, como un proceso de duelo, hay un momento en que
se puede tomar consciencia de que tenemos la libertad de escoger entre tres
opciones:

Dejar que el duelo...


me destruya, me defina o me refuerce

Ésta última opción se refiere a la visión resiliente del duelo y comporta que, si se
quiere madurar como personas y alcanzar el bienestar, los procesos de duelo pue-
den llegar a integrarse a la historia de vida como elementos sanadores de aprendi-
zaje, de transformación y de crecimiento personal.

4 ∙ 5 Ajuste de expectativas

En el camino hacia una vida plena, resolver positivamente los procesos de duelo
ayudará a ajustar expectativas y viceversa. Es crucial conseguir que tanto la per-
sona con problemas de salud mental como familiares y profesionales de referencia
trabajen como un equipo para avanzar en el proceso de recuperación.

Para conseguirlo, es necesario plantear objetivos comunes y realistas, tomando


consciencia de la situación de la que partimos, de las capacidades y el poten-
cial de la persona con problemas de salud mental y de su entorno afectivo más
próximo y de las preferencias de la persona afectada. Debe existir colaboración y
trabajar en la negociación, el establecimiento de objetivos y pactos para conseguir
caminar en la misma dirección.

122 |
5 ∙ MANEJO DEL ESTRÉS

5 ∙ 1 Modelo del estrés

Según la Real Academia de la Lengua, entendemos por estrés la Tensión provoca-


da por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos
psicológicos a veces graves.

No obstante, se considera que un cierto nivel de estrés permite poner en marcha


nuestros recursos para afrontar determinadas situaciones, de manera adaptativa.
En este caso, el estrés puede considerarse positivo, al activar mecanismos que
nos conminan a actuar favorablemente para lograr el propio bienestar. Sin em-
bargo, si el nivel de estrés es muy intenso y/o perdura demasiado en el tiempo,
podemos desarrollar problemas de salud.

De acuerdo con el modelo del estrés de Lazarus y Folkman (1984) se establece


que, en situaciones de estrés:

* En primer lugar, se percibe una situación como una demanda relevante del en-
torno y se realiza una valoración de dicha demanda como peligrosa, amenazante
o apremiante.

* En segundo lugar, se lleva a cabo una valoración de los recursos personales


disponibles para afrontarla.

| 123
Manual de intervención familiar

De acuerdo con este modelo, si se percibe una situación de riesgo, pero al mismo
tiempo se valora que se dispone de los recursos necesarios, se puede vivir la si-
tuación como un reto.

En cambio, cuando se da un desequilibrio entre la amenaza percibida y la valora-


ción sobre la disposición de recursos disponibles aparece el sufrimiento. Es decir,
la persona sufre cuando valora y siente que la demanda sobrepasa su capacidad
para responder adecuadamente.

Ante dicha situación podemos optar por varias estrategias, desde la evitación o la
negación hasta el afrontamiento.

Lazarus y Folkman (1984) definieron el afrontamiento como los esfuerzos cogniti-


vos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las
demandas específicas, externas y/o internas, que son evaluadas como excedentes o
desbordantes de los recursos del individuo. Según este modelo se distinguen dos
tipos de estrategias de afrontamiento:

1 · Dirigidas al problema, para tratar de solucionarlo, modificar la situación ame-


nazante, generar un cambio.

2 · Dirigidas a la propia vivencia y emoción ante la situación estresante; se parte


de la aceptación de la realidad, de la limitación de nuestros recursos para cambiar-
la y se centra en modificar el modo cómo se vive dicha situación.

Si se aplica al caso de ser familiares de personas con problemas de salud mental y


la vivencia de circunstancias difíciles de gestionar en el día a día, se pueden utilizar
estrategias para que la persona tenga una buena atención, lleve una vida lo más
funcional y plena posible, sufra lo menos posible… pero hay circunstancias exter-
nas que también van a influir.

124 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Así pues, si se sufre por tener que afrontar situaciones estresantes que sobrepa-
san y la situación amenazante no se puede ni cambiar ni evitar, al menos se puede
aumentar o mejorar los recursos y estrategias personales para afrontar la amenaza
y aprender nuevas maneras de relacionarse con el problema, para mejorar las vi-
vencias y atenuar la sobrecarga emocional.

El problema no es el problema, es tu relación con el problema.

5 ∙ 2 Estrategias de afrontamiento

Cuando se habla de estilos de afrontamiento se hace referencia a la predisposi-


ción personal a actuar de una determinada manera ante diferentes situaciones y
problemas.

En cambio, las estrategias de afrontamiento hacen referencia a los procesos


concretos que ponemos en marcha y son variables en función de la experiencia,
momento vital, situación desencadenante…

Estilo de afrontamiento Estrategia de afrontamiento

* Predisposición personal * Puesta en marcha de procesos para


* Actuación ante situaciones y proble- actuar en determinadas situaciones y
mas problemas.

Cuando se activan las estrategias de afrontamiento para aliviar el estrés o solucio-


nar un problema, se hace referencia a una amplia variedad de posibilidades.

Sin embargo, algunas estrategias se consideran positivas porque promueven el


bienestar y otras se consideran negativas al no favorecer el bienestar e incluso
entorpecer una evolución positiva de la situación:

| 125
Manual de intervención familiar

tabla 6 · Estrategias de afrontamiento

Afrontamiento positivo Afrontamiento negativo

* Concederse momentos de ocio y * Autoculparse


desconexión * Sobreimplicarse
* Esforzarse por mejorar la situación o * Crearse falsas expectativas
resolver un problema * Ignorar el problema
* Focalizarse en lo positivo * Preocuparse o quejarse
* Buscar apoyo social sin pasar a la acción
* Desarrollar la propia espiritualidad * Aislarse
* Buscar ayuda profesional

Así pues, proponemos algunas estrategias de afrontamiento positivo que pue-


den ayudar en situaciones de estrés:

* Identificar las situaciones que generan estrés para poder prevenir y actuar proac-
tivamente en momentos de riesgo.
* Tomar conciencia de nuestros recursos personales y estrategias. Mejorar aque-
llos de los que se dispone y aprender nuevos.
* Practicar técnicas de relajación/respiración en situaciones de calma.
* Aplicar las técnicas de relajación/respiración en situaciones de estrés.
* Abandonar el afán de intentar controlarlo todo y trabajar la tolerancia a la incer-
tidumbre. Aceptar que hay cosas que no dependen de uno mismo y aprender a
gestionarlas.
* Actuar: desahogarse sí, pero sólo desahogarse, no. La expresión emocional ayu-
da, pero no es suficiente si no se acompaña de una actuación dirigida a mitigar el
estrés.
* Reconducir los sentimientos de culpa y los reproches hacia uno mismo y hacia
otros.
* Disponer de una red de apoyo social, compartir responsabilidades y aprender
a delegar.
* Poner límites y defender nuestros derechos.
* Tener un proyecto vital propio.
* Cuidarse.

126 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

5 ∙ 3 Riesgo de autolesión o de suicidio: Prevención del suicidio

La conducta suicida hace referencia a una serie de comportamientos relacionados


con las ideas de suicidio, las tentativas de suicidio y el suicidio consumado.

Según la Organización Mundial de la Salud (2009), la ideación y tentativas suicidas


pueden ser vistas como fases previas al suicidio, esto significa que existe
un desarrollo desde los pensamientos hasta la acción en las cuales se ha realizado
un acto intencionado y auto-infringido que amenaza contra la vida y con resultado
de muerte. (Recomendaciones sobre la detección, prevención e intervención de la
conducta suicida, 2010)

Los suicidios se cobran un costo alto. Más de 800.000 personas mueren cada
año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15
a 29 años de edad. En mayo del 2013, la 66ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó
el primer plan de acción sobre salud mental de la historia de la Organización Mundial
de la Salud. La prevención del suicidio forma parte integrante de este plan, que se
propone reducir un 10% para el 2020 la tasa de suicidio en los países. (Preventing
suicide OMS, 2014)

Los problemas de salud mental que se correlacionan con un mayor riesgo de suici-
dio son los que corresponden a los diagnósticos de: depresión, trastorno bipolar,
esquizofrenia o trastorno límite de la personalidad.

Rompiendo mitos

Existen unas creencias populares que no se ajustan a la verdad y que hay que
revisar y aclarar, porque pueden entorpecer enormemente el acceso a la ayuda
necesaria en caso de riesgo. Es lo que se conoce como mitos, pues no tienen una
base real y demostrable. Consideremos algunos:

“Quien quiere suicidarse no lo dice o el que lo dice no lo hace”

Esta creencia falsa conduce a no prestar atención a las personas que manifiestan
sus ideas suicidas o amenazan con suicidarse y, en el caso contrario, a no tener en
cuenta las señales de alarma menos explícitas que pueden ayudarnos a prevenir
el suicidio.

| 127
Manual de intervención familiar

“Todas las personas que se suicidan tienen un problema de salud mental”

No necesariamente hay que tener un trastorno mental para cometer un suicidio.


Se trata de un fenómeno multicausal y diversos problemas pueden llevar al sui-
cidio. Lo que sí es común a las personas que lo intentan es la presencia de un
sufrimiento emocional intenso.

“Hablar del suicidio agrava la posibilidad de cometerlo”

Existe un temor muy extendido a abordar el tema del suicidio, sin embargo, está
demostrado que hablar del suicidio reduce las posibilidades de realizarlo y puede
ofrecer, a la persona en riesgo, una buena oportunidad para que reconsidere sus
propósitos autodestructivos.

“El suicidio es un acto impulsivo y no se puede prevenir”

El suicidio se puede prevenir, pues a menudo, los intentos de suicidio vienen pre-
cedidos por señales de alarma o cambios de comportamiento que es importante
reconocer.

“Las personas que se suicidan quieren morir”

Con frecuencia la persona que se plantea el suicidio no desea morir, lo que desea
es vivir sin sufrimiento.

“La persona que intenta suicidarse es valiente/cobarde”

No es bueno relacionar el suicidio con una característica de personalidad, ya sea


positiva o negativa. Las personas que intentan suicidarse no son ni cobardes ni
valientes, son personas que sufren.

Tal y como reconoce la OMS, el estigma asociado a los comportamientos suicidas,


los problemas de salud mental o el consumo de tóxicos, puede actuar como una
barrera que impide que las personas reciban la ayuda que necesitan. Así pues,
para hacer prevención, es primordial crear espacios para hablar del suicidio, rom-
per con los tabús existentes, luchar contra el estigma y hacer accesible la ayuda y
apoyo necesarios.

128 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Hablar de suicidio con las personas en las que se detecte o ellas mismas
comuniquen ideación suicida puede aliviar su ansiedad y contribuir a que se sientan
mejor comprendidas, sin que ello aumente el riesgo de desencadenar una conducta
suicida. También hay que tener en cuenta que el que un paciente hable sobre el suici-
dio no elimina la posibilidad de que lo cometa. (Guía de Práctica Clínica de Prevención y
Tratamiento de la Conducta Suicida)

Es cierto que la manera en que los medios de comunicación tratan el suicidio puede
favorecer un efecto contagio, pues dar la noticia de forma sensacionalista, detallar
el método usado o abordarlo como un acto valiente o romántico puede favorecer
la aparición de conductas de imitación. Sin embargo, este efecto contagio no se da
cuando la información se enfoca a sensibilizar a la sociedad y prevenir el suicidio.

De la misma manera, es positivo romper el tabú y hablar del suicidio de manera


respetuosa en nuestro entorno o con una persona en riesgo.

Ante esta situación, confederación sALUD MENTAL ESPAÑA ha elaborado una cam-
paña de concienciación en redes sociales bajo el hashtag #HablaDelSuicidio, en
la que insta a la sociedad a visibilizar este fenómeno que afecta a tantas personas
en nuestro país. Desde la confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, se defiende que
hablar es el primer paso para trabajar en la prevención.

| 129
Manual de intervención familiar

130 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

| 131
Manual de intervención familiar

Para prevenir, es muy importante tener en cuenta los factores de riesgo, pues, en
ocasiones, las personas que hacen un intento de suicidio, no lo han verbalizado de
manera directa a su entorno próximo por lo que hay señales de alarma que pueden
ayudars a detectar situaciones de riesgo y actuar en consecuencia.

En el caso de personas con problemas de salud mental se debe tener especial


atención en el período en que aparece el problema y en los meses siguientes a
un alta hospitalaria y, en general, se debe prestar especial atención a si se ha
producido una pérdida reciente, se ha diagnosticado una enfermedad grave o la
persona tiene problemas de relación con una o varias personas de su entorno. Una
persona que presenta riesgo de autolisis puede presentar, entre otras, dificultades
graves para:

* Superar un dolor emocional intenso y un estado de tristeza permanente.


* Pensar con claridad y tomar decisiones.
* Tener esperanza e imaginar un futuro sin sufrimiento.
* Valorarse a sí misma.
* Encontrar soluciones alternativas.
* Dormir, comer, trabajar o desenvolverse en cualquier tarea de la vida diaria.
* Encontrar apoyo en su entorno social próximo.
* Recuperarse de una depresión.
* Superar una pérdida o ruptura.

Las señales de alarma a las que hay que prestar atención, pueden ser más o
menos explícitas:

* Hablar de suicidarse abiertamente y hace comentarios como “Me gustaría des-


aparecer”, “Quiero descansar”, “No vale la pena seguir así”.
* Comunicar sentimientos de soledad y aislamiento.
* Manifestar emociones contenidas de alejamiento y huida.
* Expresar sentimientos de impotencia, indefensión, inutilidad, fracaso, pérdida
de autoestima, desesperanza y verbalizar frases como “No seré un problema por
mucho tiempo más”, “Si me pasa algo quiero que sepas que...”, “No valgo para
nada”, “Estaríais mejor sin mí”, “Soy una carga para vosotros”, “Soy inútil”, Estoy
cansada/o de luchar”…
* Mostrar cambios repentinos de comportamiento. Por ejemplo, pasa, de un esta-
do de irritabilidad a uno de calma o viceversa de forma brusca.

132 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

* Aislarse y alejarse de amistades y/o actividades sociales.


* Perder el interés en las aficiones, estudios o trabajo.
* Regalar posesiones muy apreciadas.
* Preparar documentos para cuando la persona no esté, como el testamento o un
seguro de vida.
* Correr riesgos innecesarios.
* Abandonar el interés en la apariencia personal.
* Aumentar el consumo de bebidas alcohólicas o de drogas.
* Cerrar asuntos, visitar o llamar a personas para despedirse.
* Pensar que el sufrimiento es muy grande o ha durado tanto que la persona cree
que ya no puede soportarlo más.
* Hablar a menudo de la muerte.
* Tener ideas definidas sobre cómo quitarse la vida.
* Presentar dificultades para concentrarse.
* Dar vueltas y más vueltas a problemas que parecen no tener solución.
* Aumentar las molestias físicas, frecuentemente asociadas a conflictos emocio-
nales.
* Escuchar voces que empujan a hacer algo peligroso.
* Vivir el empeoramiento de un estado de depresión (tristeza profunda).
* Autolesionarse, haciéndose heridas en alguna parte del cuerpo.

¿Qué podemos hacer?

El suicidio y/o los intentos, en muchas ocasiones se pueden prevenir y por este
motivo es muy importante promover los factores de protección:

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Manual de intervención familiar

* Disponer de una red de apoyo.


* Cultivar la espiritualidad y los valores positivos.
* Trabajar la autoconfianza.
* Tener buena capacidad de comunicación.
* Poner en marcha estrategias de afrontamiento positivas.
* Llevar un estilo de vida saludable y dedicar espacios al autocuidado.

Para prevenir el suicidio, lo más efectivo es transmitir apoyo a la persona en ries-


go, favorecer que recupere la esperanza y ayudarle a tomar conciencia que, tal y
como sentenció Edwin Shneidman:

El suicidio es una solución eterna para lo que a menudo es un


problema temporal.

Algunas estrategias útiles para acompañar a personas en riesgo de suicidio:

* Hay que tomarse seriamente todas las amenazas de autolesión.


* Evitarle, en la medida de lo posible, el acceso a métodos letales.
* Ayudarle a reconocer las señales de alarma.
* Acompañar y fortalecer su red de apoyo social: que la persona sienta que tiene
apoyo y animarle a involucrar a otras personas significativas.
* Infundirle esperanza, pues el dolor y el vacío son estados temporales, no per-
manentes.
* Promover que participe en actividades de ocio y recupere aficiones.
* Trasmitirle calma y disponibilidad.
* Ayudarle a tomar perspectiva y a abrirse a soluciones alternativas.
* Promover que busque ayuda profesional.
* Buscar recursos o asociaciones próximas.
* Ayudarle a recuperar su proyecto vital.
* Escucha activa, consciente y respetuosa: sin juzgar, discutir, cuestionar o dar
sermones el valor de la vida, sin reproches, ni críticas o actitudes desafiantes.
* Dar espacio a la persona para que exprese sus emociones.
* Hablar del suicidio, evitar que sea un tema tabú.
* Favorecer su autonomía, su propio autocuidado, seguimiento de rutinas y hábitos
saludables.
* Colaborar en la creación de un plan de seguridad que incluya teléfonos de emer-
gencia o de personas de referencia, ya sean profesionales, familiares o amigos.
* Pedir ayuda al centro de atención primaria o de salud mental de referencia.

134 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Contactos de interés

* confederación sALUD MENTAL ESPAÑA


Tfno: 91 507 92 48
Mail: confederacion@consaludmental.org
https://consaludmental.org

* Emergencias
Tfno: 112 / 061

* Teléfono de la esperanza
Atención en crisis: 717 003 717
http://telefonodelaesperanza.org/prevencion-del-suicidio

* Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS)


Mail: info@redaipis.org
Web: www.redaipis.org

| 135
6 ∙ PREVENCIÓN Y ABORDAJE DE las
SITUACIONES DE CRISIS
La convivencia con una persona con problemas de salud mental puede, en oca-
siones, conllevar dificultades y problemas que a los familiares les resulta difícil
manejar. A veces, esos problemas son un obstáculo para la recuperación de la
persona, otras, distorsionan la convivencia en el hogar.

Hay personas que presentan algunos de estos problemas episódicamente, mien-


tras que otras pueden comportarse así durante mucho tiempo. Básicamente, los
problemas más comunes y más difíciles de manejar son los que se recogen a
continuación:

Inactividad

Es un problema que suele angustiar mucho a familiares y personas allegadas. La


persona puede mostrarse reticente a participar en ningún tipo de actividad y pasar
el día sentado o tumbado sin hacer nada.

Este problema suele provocar discusiones, y muchos familiares acaban creyendo


que la persona es holgazana, perezosa o que no quiere mejorar. En algunos casos,
la inactividad es un síntoma de diferentes problemas de salud mental, en otros
responde a la desesperanza de la persona respecto a su futuro y sus posibilidades
de cambiar las cosas.

136 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Por último, otras personas están sumidas en sus preocupaciones o tienen miedos
que les impiden hacer cosas.

Familiares y personas allegadas que han conseguido mejores resultados afron-


tando este problema, normalmente lo han logrado cuando lo han planteado en
pequeños pasos y no como un problema global.

Ejemplo: El hermano de Ramón se dio cuenta de que planteándole que tenía que
hacer más cosas no se producía ningún cambio, y que, sin embargo, si le animaba
a hacer cosas concretas y útiles para él mismo cuando lo veía vagando por la casa
(ir a por el pan o a hacer pequeñas compras, ayudarle con alguna tarea doméstica
específica, acompañarle al cine, etc.), Ramón solía responder mejor, no siempre
aceptaba, pero era más probable que lo hiciera.

Aislamiento Social

En algunas ocasiones, las personas con problemas de salud mental se muestran


retraídas y reticentes a estar con otras personas. Tienden a aislarse y no muestran
interés por el contacto con las demás; se aíslan de amistades y familiares, y pasan
mucho tiempo solas.

En ocasiones las familias manifiestan quejas referentes a la cantidad de tiempo


que su familiar pasa en su habitación a solas. El aislamiento social puede tener
relación con sintomatología presente en algunos problemas de salud mental (la
esquizofrenia, la depresión, etc.). Por ello, para afrontar el problema, es importante
empezar por valorar:

* Si se trata de un cambio reciente y no es su comportamiento habitual: si habla


menos, pasa más tiempo en soledad que de costumbre, no intenta ni desea estar
con nadie y se encierra en su habitación durante períodos más largos que antes,
podría producirse como consecuencia de la reagudización de síntomas del propio
trastorno que tenga diagnosticado.

* Si ocurre siempre, es algo habitual, podría ser una manifestación de sintomatolo-


gía negativa, una estrategia de control de la estimulación ambiental o el resultado
de un proceso depresivo.

| 137
Manual de intervención familiar

En general, para romper el aislamiento social es conveniente:

1 · Identificar primero a la persona con la que se siente mejor, lo que más le gusta
y lo que le resulta más fácil.

2 · Propiciar contactos breves pero satisfactorios para la persona.

3 · Programar con regularidad a las mismas horas actividades en compañía de


esas personas.

4 · Aumentar poco a poco la duración de los contactos y las actividades que se


realizan con la persona con un problema de salud mental.

5 · Introducir progresivamente contactos.

Es adecuado animarle a que realice actividades por las que muestra agrado y faci-
litarle la posibilidad de realizarlas con otras personas.

Alimentación y dieta

Muchas familias expresan tener problemas con las pautas alimenticias y que éstas
dan lugar, en ocasiones, a conflictos, bien porque la persona coma poco, bien
porque lo haga en exceso, bien porque se produzca una ganancia de peso que
genere problemas de salud. Muchas pueden tener poco apetito y es importante
asegurar tanto como sea posible una dieta alimenticia correcta, con los nutrientes
esenciales.

Los problemas de apetito suelen provocar mucha intranquilidad en familiares, y en


muchos casos se produce una auténtica lucha en la que ofrece comida con mucha
frecuencia a la persona con problemas de salud mental. Sin embargo, si aprove-
chamos cualquier oportunidad para ofrecerle alimentos, lo que conseguiremos a
la larga es alterar la regularidad en las comidas e ir empeorando cada vez más la
situación.

En los casos en los que la persona come muy poco o no toma los nutrientes esen-
ciales con regularidad, muchos familiares han conseguido asegurar una dieta ade-
cuada acordando con su familiar una dieta ligera que asegure los ingredientes
nutricionales básicos y el mantenimiento de un buen estado de salud. De lo que se

138 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

trata es que la persona tome los alimentos imprescindibles para no tener carencias
alimenticias que provoquen problemas de salud.

Otras veces, el problema es el inverso, algunas personas comen demasiado y tien-


den a engordar. Cuando alguien se encuentra nervioso, comer suele ayudarle a
tranquilizarse; por ello, no es infrecuente encontrar que la persona coma más que
antes o que pique mucho entre horas. En muchos casos, esto se une a un descen-
so en su nivel de actividad, lo que contribuye a que la ganancia de peso sea mayor.
Por otro lado, algunos fármacos pueden producir aumento de peso como efecto
secundario.

Cuidado e higiene personal

Aunque no es un problema generalizado en las personas que sufren un problema


de salud mental, ésta puede llevar a la pérdida de interés en su cuidado, en su
aspecto personal y en cómo le ven los demás. A menudo, los hábitos del día a día,
tales como ducharse, afeitarse, lavarse los dientes, vestirse…, pueden plantear
dificultades.

Puede ser de ayuda establecer rutinas en torno a tareas como el baño, el cambio
de calcetines, etc.

Al principio, se puede negociar realizar determinadas actividades de cuidado e hi-


giene personal. Es conveniente decidir hacerlo un día concreto. Establecer rutinas
en este aspecto posibilita una mejor organización y cumplimiento.

Manejo del dinero

Algunos familiares expresan dificultades en esta área. Entre los problemas que, en
algunas ocasiones, expresan las familias son:

* Falta de pago de recibos del piso y otros.


* Compras de productos innecesarios e imposibilidad económica para ello.
* Gastos desproporcionados en actividades de ocio.

Ante este tipo de dificultades es importante mantener una actitud calmada siendo
especialmente relevante el generar una relación de colaboración, que las alternati-
vas de solución de situaciones problemáticas se generen y propongan por las dos

| 139
Manual de intervención familiar

partes. Las imposiciones no ayudan a resolver problemas y pueden obstaculizar la


relación entre las personas integrantes del entorno familiar.

Comportamiento inapropiado o inaceptable

Las relaciones entre las personas conllevan siempre un reconocimiento implícito


de los comportamientos tolerables e inadmisibles. De manera general, sabemos
cuáles son las normas para relacionarnos con determinadas personas y conoce-
mos qué cosas son aceptables en cada relación.

En ocasiones las familias informan de comportamientos en su familiar - especial-


mente en un contexto de crisis - que resultan inaceptables e inapropiados.

Las familias varían entre sí en cuanto a los límites que establecen en sus relacio-
nes. Sin embargo, en todas hay conductas que, en general, se consideran inacep-
tables: romper objetos, golpear los muebles, escuchar el equipo de música con el
volumen muy alto a altas horas de la madrugada…, son conductas que resultan
inaceptables a todo el mundo.

En momentos de crisis, la persona puede tener comportamientos inaceptables


como consecuencia de la desorganización de su conducta de determinados sínto-
mas (delirios, alucinaciones, etc.).

Cuando la persona se encuentra en plena crisis puede tener dificultades para mo-
dular su conducta y tener comportamientos inusuales que pueden variar en gra-
vedad. Si éstos son graves y alteran notablemente la convivencia, es necesario
contactar con los servicios sanitarios. Sin embargo, cuando la crisis remite y la
conducta de la persona se va normalizando, pueden persistir conductas intolera-
bles para la familia.

La permisividad hacia la conducta inapropiada de la persona con problemas de


salud mental puede aumentar por una o varias de estas razones:

* Familia y su entorno creen que hay que tolerarla porque tiene un problema.
* Familia y su entorno no saben cómo conseguir que regule su comportamiento.
* La persona se comporta así porque cree con el derecho a hacerlo y no reconoce,
o le resulta difícil reconocer, que es inadecuada.

140 |
Establecer límites va a ayudar a que ciertas conductas disruptivas o extrañas no
alteren demasiado la convivencia, y va a facilitar que la persona ajuste su com-
portamiento a unas normas mínimas que le van a facilitar su relación con otras
personas.

Para conseguir esto, es conveniente:

* Acordar, con la participación de todas las personas, las normas imprescindibles


para la convivencia en casa. Lo mejor es que sean pocas, pero muy claras.
* Las normas se ponen para facilitar la convivencia de todas las personas.
* Las normas tienen que ser de obligado cumplimiento para todas las personas
que convivan en la casa.
* Cuando cualquier miembro de la familia se comporte de forma contraria a lo
acordado, hay que decirle claramente que eso no es aceptable y pedirle que deje de
hacerlo o que no vuelva a repetirlo.
* Las normas deben ser razonables y adaptarse a las circunstancias específicas
de cada miembro de la familia.

| 141
7 · HABILIDADES PERSONALES DE GESTIÓN
DE CONFLICTOS
Para empezar este punto, se pueden plantear algunas reflexiones:

* Saber cómo resolver problemas es una habilidad o capacidad útil para la vida.

* Saber cómo resolver problemas empieza por aceptar que tener problemas es
parte de la vida y que no debe llevarnos a la desesperación o al abatimiento.

* Ante los problemas, las personas experimentamos sentimientos negativos con


dosis más o menos elevadas de malestar y ansiedad; esto es normal. Puede ser
útil entender estos sentimientos como una señal de aviso del problema y a conti-
nuación tratar de enfriar las emociones para pensar con más serenidad y claridad
sobre lo que es mejor hacer.

* Con la experiencia vemos que hay problemas que se pueden resolver de manera
individual; para otros problemas buscamos ayuda de la familia, de amistades, de
especialistas, o de otros profesionales; pero también descubrimos que hay pro-
blemas que no tienen solución, con los medios que contamos y en el presente, en
estos casos es bueno plantearse aprender a convivir con ellos.

* Ante los problemas: controla las emociones y párate a pensar.

142 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

7 ∙ 1 Manejar las emociones asociadas a los problemas

La gestión de las emociones ayuda a ser más eficaz ante los problemas. Estas son
algunas sugerencias que pueden ayudar a gestionar las emociones negativas:

* Con pensamientos más realistas, con una conversación positiva consigo mis-
mo: Si creemos que podemos resolver el problema tendremos más posibilidades
de lograrlo. Resolver un problema es una oportunidad para mejorar.

* Con tiempo para descansar cuando esté abrumado. Puede ser útil no dejarse
llevar por las prisas.

* Distrayendo los pensamientos negativos o poco útiles que pueden acompañar


las emociones negativas. Se trata de frenar estas influencias y no deje que crezcan
como una bola de nieve.

* Planificando actividades que le ayuden a calmarse: escuchar música, imágenes


agradables, relajación, deporte u otras actividades saludables.

* Los cuatro pasos para resolver problemas:

| 143
Manual de intervención familiar

1 ∙ Conocer el problema y definirlo claramente

Conocer bien el problema es un paso importante para buscar soluciones

No todos los problemas son iguales, unos son más sencillos y otros más comple-
jos, unos son urgentes y otros pueden esperar, unos son más fáciles y otros más
difíciles.

Las acciones son diferentes a la hora de abordar los distintos tipos de problemas,
por eso es útil poder analizar y ordenar los problemas.

Los problemas se solucionan de uno en uno

En general observamos que las situaciones problemáticas suelen ser complejas y


tienen distintos grados de problemas. A la hora de resolver es bueno diferenciarlos
y centrarse en resolverlos de uno en uno.

Podemos verlo a través del siguiente ejemplo: Javier está preocupado, duerme
mal por la noche y tiene mal humor durante el día, teme que le despidan del trabajo,
quiere decírselo a su madre y buscar ayuda, pero no sabe cómo.

Problemas detectados: Duerme mal y tiene mal humor durante el día, riesgo de
perder el trabajo y cómo hablar con su madre.

Por dónde empezar, ¿qué problema resolver primero?

Estos son algunos criterios que pueden ayudar a decidir por dónde empezar
cuando se aborda un problema complejo, es decir, que lleva más de un problema:

* El que puede generar otros problemas.


* El más fácil de resolver.
* El más urgente.
* Los más pequeños antes de abordar un problema más grande.

En nuestro ejemplo que Javier hable con su madre, puede ayudarle a aliviar los
otros problemas.

144 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

Como analizar el problema con más detalle

Para comprender mejor un problema es bueno verlo de la forma más concreta


posible. Estas son algunas de las preguntas que pueden formularse:

¿Cuándo y con qué frecuencia se da el problema? ¿Dónde


se produce? ¿Qué personas suelen estar implicadas? ¿Cómo
reacciono yo y otras personas ante el problema? ¿Qué hace
mi familiar después?

Esta información ayuda a comprender mejor el problema y a formularlo de manera


que permita buscar nuevas soluciones. Por último, hay que preguntarse:

¿Qué me gustaría que pasara? ¿Hay algo que impide resolver el


problema?

2 ∙ Buscar soluciones

Encontrar soluciones a los problemas supone un cambio de actitud, desechar vie-


jos hábitos y plantear nuevas ideas. En la fase de búsqueda de soluciones se trata
de pensar en el mayor número de soluciones posibles ante el problema. Puede
empezar elaborando una lista de posibles soluciones, cuantas más y más nove-
dosas mejor.

No hay que evaluar las soluciones sino buscar muchas para poder elegir. Pensar en
soluciones es un proceso creativo que no hay que someter a la evaluación ni a la
censura, es como hacer un torbellino de ideas para luego seleccionar.

Ejemplo de torbellino de ideas: La persona dinamizadora propone como ejemplo


práctico el que las personas asistentes piensen en todos los “usos de un ladrillo”
que puedan identificar.

Algunas ideas para aumentar la búsqueda de soluciones:

No hacer crítica, no evaluar, es más importante la cantidad que la calidad, una


idea puede sugerir otras alternativas, también se pueden combinar soluciones,
por último se puede visualizar la situación conflictiva intentando sobrellevar dicha
situación y logrando la meta de lo que se desea que pase.

| 145
Manual de intervención familiar

3 ∙ Elegir una solución

Ahora es el momento de evaluar las soluciones planteadas y tomar una decisión


sobre cuál puede ser la mejor o las mejores soluciones.

Para empezar, de la lista de soluciones se eliminan las peores: porque no son útiles
o entrañan riesgos innecesarios o no son viables. A continuación, con las restantes
opciones, se analizan intentando nuevamente visualizar como resuelven el conflic-
to, que coste tienen y que consecuencias acarrean.

Las soluciones se pueden ordenar según distintos criterios: las consecuencias


positivas y negativas de cada solución, el esfuerzo que suponen y cómo son de
realistas (no matar moscas a cañonazos).

Por último, se valora que se puede buscar ayuda o colaboración de familiares,


amistades o especialistas que orienten también en la toma de decisiones.

Una vez se ha tomado una decisión conviene escribirla y detallar los pasos para
ponerla en práctica. Si es posible se debe procurar que esta solución sea conocida
por todas las personas implicadas.

4 ∙ Poner en marcha la solución y valorar el resultado

Una vez se pone en marcha la solución viene el momento de analizar el resultado


obtenido “¿Se cumple el objetivo?, ¿Consigo lo que quería que pasara?”.

Hay que dar un tiempo para ver qué ocurre con la solución elegida y poner día y
hora para revisar la solución adoptada. Si finalmente no funciona revisa porqué, es
importante tener en cuenta qué se puede mejorar, por ejemplo a la hora de analizar
el problema, o en las metas planteadas, o tal vez a la hora de buscar soluciones y
también puede ser bueno pedir ayuda a otros familiares o personas cercanas que
le ofrezcan otros puntos de vista.

146 |
8 ∙ AUTOCUIDADO

8 ∙ 1 Cuidando a la persona acompañante

El cuidado de una persona con problemas de salud mental puede ser una tarea
ardua y compleja con complicaciones adicionales a las que se presentan en otras
situaciones.

Para colaborar, en la medida en que sea posible, a que la persona con problemas
de salud mental continúe con su proyecto vital, las personas cuidadoras necesi-
tan aprender a apoyar y acompañar a quien está viviendo un problema de salud
mental.

Las personas con problemas de salud mental, tienen necesidades de acompa-


ñamiento o apoyo que pueden variar notablemente en las distintas etapas de su
problema, y en ocasiones, no son conscientes del problema de salud que tienen
y pueden tener dificultades para recuperar una vida funcional, satisfactoria y su
proyecto vital.

A esto se une la estigmatización y el desconocimiento generalizado que impera so-


bre este tipo de problema de salud, que contribuye a que la persona acompañante
se sienta más aislada y disponga de menos apoyo social. Es necesario contar con
una gran fortaleza y una gran estabilidad personal y social para poder afrontar a
esa tarea cotidiana sin sufrir alteraciones emocionales secundarias.

| 147
Manual de intervención familiar

Esas alteraciones emocionales suelen afectar negativamente a la capacidad de


cuidado de sus familiares, y abonan el terreno para que las tensiones y conflictos
se conviertan en un ingrediente cotidiano de la convivencia. Por ello, a la hora de
abordar un problema de salud mental, es imprescindible considerar no sólo las
necesidades de la propia persona, sino también las de la persona cuidadora.

Algunos familiares y personas allegadas tienen un nivel tan alto de angustia y so-
brecarga que centran todos sus esfuerzos en cuidar de su familiar con la esperan-
za de que mejore y que le necesite menos.

Otras personas, se resignan a dedicar su vida entera al cuidado de su familiar,


a pesar de la frustración y el sufrimiento que les produce; pierden la esperanza
de que, a pesar de todo, las cosas puedan intentar organizarse de forma que su
sufrimiento sea menor y que ellas, dentro de las circunstancias, también puedan
tener su propia vida.

Por último, es también común encontrar familiares que tienen la convicción de que
dedicarse en cuerpo y alma al cuidado de la otra persona es la mejor opción, y no
se permiten un momento de respiro. Olvidan que nadie puede cuidar de nadie si no
se encuentra en las condiciones físicas y emocionales adecuadas.

Familiares y personas allegadas que mejor han conseguido sobrellevar las exigen-
cias implícitas en el cuidado a largo plazo, normalmente:

* Procuraban hacer, con regularidad de forma independiente de su familiar, activi-


dades agradables y de ocio.

* Procuraban quedar con amistades y tener relaciones sociales diversas.

* Contaban con personas de confianza con las que compartir sus preocupaciones
y problemas.

* Compartían las responsabilidades del cuidado del familiar con otras personas.

* Y, muy importante, potenciaban que su familiar hiciera de forma autónoma el


mayor número de actividades.

En general, lo que procuraban es que, a pesar de las limitaciones, las dificultades

148 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

derivadas del problema de salud mental y del cuidado de su familiar no absor-


bieran totalmente su vida, ni le restasen los mínimos para mantener el necesario
equilibrio emocional para afrontar la situación.

De manera general, se puede decir que las personas que de forma continuada
apenas tienen relaciones sociales, no realizan actividades agradables y tienen que
experimentar cotidianamente situaciones desagradables y hostiles, pueden a la
larga derivar a tener problemas emocionales (trastornos depresivos, problemas de
ansiedad, etc.).

A continuación, se presenta una ilustración que muestra cómo la atención prolon-


gada a una persona con problemas de salud mental puede dar lugar a una serie
de consecuencias sobre la vida familiar y social y sobre la propia salud física
y psicológica:

Para cortar este círculo vicioso, la persona tiene que asumir que es imprescindible
que cuide de sí misma, adoptando actitudes y acciones encaminadas a valorarse
y quererse. En definitiva, el autocuidado consiste en llevar a cabo acciones para
mantener y mejorar la salud física y mental.

Una de las principales dificultades con que suelen tropezar las personas cuida-
doras es que no dan casi importancia al cuidado de su propia salud y bienestar,
cuando es evidente que, si enferman o se sobrecargan mental o físicamente, no

| 149
Manual de intervención familiar

podrán cuidar de sus seres queridos. Básicamente, la persona cuidadora debe


tener presente:

El manejo de sus emociones

El proceso de cuidado, acompañamiento, apoyo de otra persona durante un tiem-


po prolongado puede producir emociones negativas en todas las personas cuida-
doras. Es normal que en ocasiones se sientan desanimadas, tristes, enfadadas o
asustadas.

Algunas personas suelen pasar por alto esas emociones y van dejando que esos
sentimientos vayan acrecentándose y envolviendo cada vez más su estado de áni-
mo cotidiano. Con el tiempo, pueden pasar la mayor parte del día malhumoradas,
deprimidas o desesperanzadas.

El manejo del estrés

Todas las personas están sometidas a situaciones que les producen cierto grado
de estrés. El estrés forma parte de la vida de todo el mundo y nuestro cuerpo está
preparado para enfrentarse a él.

Sin embargo, cuando es demasiado intenso y se prolonga en el tiempo, no sólo


provoca malestar, sino que puede provocar enfermedades o agravar las que ya se
padecen. Por ello es conveniente disponer de estrategias que permitan controlar el
estrés al que nos sometemos.

Básicamente, existen dos formas de controlar el estrés:

* Limitando el nivel de exigencia, la exposición a situaciones que lo provocan.


Es conveniente que se determinen las exigencias a las que hay que atender y que
se valore hasta qué punto se pueden afrontar de manera cotidiana.

Todas las personas podemos enfrentarnos a obligaciones muy exigentes durante


períodos cortos de tiempo, pero, si se alargan, acaban provocando estrés crónico
en quien lo hace. Por eso, es conveniente que en situaciones de cuidado prolonga-
do se valore lo que las circunstancias están exigiendo de cada persona y que,
si es excesivo, se busquen alternativas para descargarse parcialmente de algunas
de sus obligaciones.

150 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

* Aprendiendo a ajustar nuestra valoración de lo que sucede a lo que realmente


está pasando. Nuestro organismo no responde a los hechos objetivos, sino a las
interpretaciones que hacemos de lo que nos sucede. En situaciones que afec-
tan mucho emocionalmente, se pueden exagerar sus consecuencias y responder
como fueran más graves de lo que realmente son.

En esas circunstancias, resulta de ayuda buscar información que le permita con-


trastar sus impresiones con los hechos objetivos. Comentar las preocupaciones
con alguna persona de confianza también puede ayudar a mantener una visión
más realista y a sentir menos presión.

El cuidado del propio estado físico y mental (Autocuidado)

Uno de los aspectos que más fácilmente suelen descuidarse cuando se está cui-
dando a otra persona es el propio estado físico.

La alimentación, el respeto de los períodos de descanso y el descenso en la ac-


tividad física son los aspectos que más fácilmente suelen descuidarse. Es muy
frecuente que las personas cuidadoras se planteen como prioridad esencial el cui-
dado y el bienestar de la otra persona y descuiden su propio bienestar.

Algunas pautas básicas para mantener un buen estado físico y mental serían:

| 151
Manual de intervención familiar

Alimentación

Procure seguir un horario regular de comidas y mantener una dieta equilibrada;


las carencias y desequilibrios nutricionales nos debilitan y, a la larga, producen
trastornos en el cuidador (agotamiento, depresión y enfermedades de distinta gra-
vedad) que pueden dificultar o impedir su labor.

Sueño

En ocasiones las personas tienen desajustes en el sueño y pueden requerir la aten-


ción de la persona cuidadora. Si bien estas alteraciones debieran remitir con el
tratamiento adecuado si esta situación se prolonga más allá de unos días es nece-
sario buscar alternativas que le permitan descansar.

Descanso

Aunque no se perciba remuneración alguna, cuidar de otra persona es un trabajo.


Nadie puede trabajar durante las veinticuatro horas del día todos los días del año
sin que su salud física se resienta. Es imprescindible que la persona cuidadora
tenga momentos de respiro, que disponga de tiempo para descansar y para de-
dicarlo a sí mismo. Es necesario programar el descanso periódico de la persona
cuidadora y poder aprovechar ese tiempo para ver a sus amigos o para disfrutar de
actividades de ocio que le resulten gratificantes. Para ello debemos introducir, si es
necesario, la colaboración de otros familiares, de amigos o amigas, utilizar servi-
cios de la comunidad o en última instancia pagar a alguien durante unas horas, en
definitiva, buscar alternativas para lograr el necesario descanso.

Ejercicio

El ejercicio puede ser acudir a un gimnasio, caminar o realizar un programa de


ejercicios en casa.

152 |
Módulo 3 ·­­estrategias de afrontamiento en salud mental

8 ∙ 2 Dificultades que se pueden presentar

La mayoría de familiares, se han mostrado de acuerdo cuando se les comenta que


es tan importante el cuidado de ellas mismas como el de su familiar. Pero cuando
se les plantean algunas posibilidades para realizar, la respuesta más usual era que
no podían hacerlo por los problemas que tenían que atender derivados del proble-
ma de salud de su ser querido.

De forma resumida, las dificultades que más frecuentemente mencionan son:

A · Reticencias a que terceras personas se encarguen de su familiar


durante ese tiempo

Muchos familiares, sobre todo padres y madres, creían que cuidar de su familiar
era una responsabilidad propia indelegable y se sentían culpables e incómodos si
los hijos u otros parientes se encargaban de algunos asuntos mientras ellos que-
daban con amigos, iban a dar un paseo o al cine.

A medida que fueron conociendo mejor el problema, se dieron cuenta de que era
muy importante cuidar su estado emocional; además, el contacto con otros fami-
liares que habían resuelto mejor su situación con menos sacrificio personal les hizo
plantearse que el sacrificio no era imprescindible ni una garantía de que las cosas
fueran mejor, sino, más bien, todo lo contrario.

B · Pérdida de contactos sociales que mantenían antes de la del


comienzo del problema de salud mental o reticencia a relacionarse.

Los problemas de salud mental llevan asociado un importante estigma social que
también los familiares, en muchas ocasiones, portan. Así, hay familiares que se han
sentido culpabilizados e incomprendidos por muchas personas de su entorno.

En ocasiones los y las familiares se han sentido avergonzados porque en momen-


tos de crisis su familiar ha tenido comportamientos tan llamativos y extraños que
se sienten abochornados ante vecinos y conocidos. Otros, ocultan desde el princi-
pio la existencia de este problema de salud a los demás, incluso a sus amigos más
íntimos y a otros familiares. Como consecuencia, su vida social se ve notablemente
reducida y se produce un aislamiento progresivo que acaba produciendo proble-
mas a toda la familia.

| 153
Manual de intervención familiar

Los problemas de salud mental continúan siendo muy desconocidos y no siempre


es fácil que las personas que no han tenido contacto con ella entiendan las pre-
ocupaciones y problemas con los que pueden encontrarse los familiares. Facilitar
una guía o información sobre los problemas de salud mental puede resultar útil.

C · No tener nada agradable que hacer o con quien hacerlo

Hay familiares a quienes les cuesta mucho encontrar actividades con las que real-
mente disfruten. Tras mucho tiempo de pasar por cosas desagradables y tener
pocas satisfacciones, la gente suele sentirse incapaz de disfrutar con algo y puede
perder el interés por las cosas que antes le gustaban.

En algunos casos, ése suele ser un síntoma de un trastorno depresivo. Con fre-
cuencia, tiene reticencias a acudir a profesionales especializados para recibir tra-
tamiento. Sin embargo, el apoyo profesional en situaciones difíciles puede ayu-
darnos a sobrellevarlas mejor, a recobrar las ganas de hacer cosas y de disfrutar
con ellas.

D · Miedo a que le pase algo desagradable al familiar o persona allegada

En ocasiones algunos familiares han expresado su temor a separarse de la persona


con un problema de salud mental, e incluso a encargarse de cosas que él podía
hacer de forma autónoma, porque creían que cuando no estuviera bajo su cuidado
podía hacer alguna tontería o podía ocurrirle algo desagradable.

La necesidad de apoyo y acompañamiento varía notablemente a lo largo del tiem-


po, y tan desaconsejable es eludir las necesidades de la persona con problemas
de salud mental como excederse en el apoyo que se le proporciona.

Conocer las características del problema de salud mental y de su tratamiento


ayuda a modular ese temor y a que familiares o personas allegadas puedan dis-
frutar de momentos para sí mismas, al tiempo que estimulan la autonomía de la
propia persona.

Sin embargo, en ocasiones, a pesar de que se ofrece información a familiares sobre


este tema siguen sintiendo temor y renunciando a su tiempo libre del que pueden
disfrutar sin necesidad de buscar ayuda externa, simplemente dejando de propor-
cionar apoyos que no son estrictamente necesarios o que no son pertinentes. ◊

154 |
MÓDULO 4
Modelos familiares
y género

| 157
módulo 4
Modelos familiares y género
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_160

2 ·­­TIPOLOGÍAS DE MODELOS FAMILIARES_162

2 ∙ 1 La relación madres/padres - hijas/hijos como una relación de ayuda y los


problemas de salud mental_169

3 ·­­GÉNERO Y SALUD MENTAL_171

3 ∙ 1 Salud mental desde una perspectiva de género_171


3 ∙ 2 La ética de los cuidados y la socialización de género_174
3 ∙ 3 Las mujeres con problemas de salud mental desde la perspectiva de
género_177
3 ∙ 4 Los hombres con problemas de salud mental desde la perspectiva de
género_180
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 4 · modelos familiares y género


duración: 4 horas_2 sesiones

1_Introducción sesión
objetivos: Conocer las ideas previas del grupo respecto el tema a trabajar. Tiempo
estimado: 15 min

2_Modelos Familiares y salud mental


objetivos: Informar sobre los diferentes modelos de familia y su incidencia en las
posibilidades de recuperación · Ofrecer posibilidades de cambio relacional de las
dinámicas familiares. Tiempo estimado: 45 min

3_Las Estatuas
objetivos: Facilitar la toma de conciencia sobre la importancia del modelo de fami-
lia y su relación con la recuperación de la persona con problemas de salud mental ·
Promover la responsabilidad para modificar actitudes y dinámicas relacionales que
favorezcan la recuperación. Tiempo estimado: 45 min

4_Avanzando sobre conceptos de género


objetivos: Reforzar los conceptos de género, sexo… trabajados en la actividad
anterior · Sensibilizar a las personas participantes sobre aspectos aportaciones de
los estudios de género. Tiempo estimado: 30 min

160 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

5_Género y salud Mental


objetivos: Analizar el papel diferenciado que juegan hombres y mujeres en la pres-
tación de los cuidados a una persona familiar o allegada con problemas de salud
mental · Sensibilizar sobre la situación de mayor vulnerabilidad de las mujeres con
problemas de salud mental. Tiempo estimado: 30 min

7_Roles de Género y Estereotipos


objetivos: Reflexionar sobre los estereotipos de género · Tomar conciencia del
papel de los roles de género en la sociedad y en cada persona · Conocer cómo
varían los roles de género. Tiempo estimado: 20 min

8_Despedida y cierre de Módulo 4


objetivos: Permitir que cada persona del grupo exprese sus vivencias en relación
al trabajo realizado grupalmente. Tiempo estimado: 15 min

| 161
2 · tipologías de modelos familiares

El ser humano es un ser social por lo que, desde el nacimiento, se activan un con-
junto de mecanismos que educan para vivir en sociedad en base a unas normas
preestablecidas. Bajo el patriarcado, estos mecanismos de socialización tienen un
claro componente de género como principal eje de discriminación que divide a la
humanidad en dos mitades.

Desde el momento en que se detecta el sexo del bebé, son atribuidas una serie de
características asociadas al género femenino y masculino. Aún sin base social ni
científica que lo sostenga, las diferencias de género han sido naturalizadas y jerar-
quizadas situando al hombre en una posición de privilegio respecto a las mujeres
en relación a su acceso a los recursos y espacios de poder.

Se produce, pues, lo que denominamos división sexual del trabajo al establecer


una diferenciación sustancial entre los ámbitos público, destinado a los hombres,
y privado, destinado a las mujeres. El trabajo generado en el ámbito privado y
reproductivo no es remunerado y está invisibilizado mientras que en el público y
productivo pasaría lo contrario. Es en el ámbito público, además, el espacio donde
se toman las decisiones por lo que el reparto de poder entre hombres y mujeres
sitúa a estas últimas en una posición de clara desventaja.

Los roles tradicionales de género son transmitidos, interiorizados y reproducidos


por los diferentes agentes sociales como la familia, el sistema educativo, el gru-
po de iguales, en las relaciones afectivas, … aparecen reflejados en los distintos
productos culturales como en el mundo del cine, la publicidad… posicionando
socialmente de forma desigual a mujeres y hombres. Adaptado de Feminismo para
Principiantes. Nuria Varela. Ediciones B, S. A., 2008

162 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

Las familias son los sistemas afectivo/relacionales primarios de referencia en los


que el ser humano, de una u otra forma, permanece vinculado a lo largo de su vida
atravesando fases evolutivas cruciales como son la neonatal, infantil y adolescen-
te. (Nardone, Giannotti, Rocchi, 2005).

En contextos de crisis económica o situaciones de dependencia que no son cu-


biertas por un sistema adecuado de protección social y promoción de la autono-
mía, pueden desembocar en la permanencia de un tiempo más prolongado del
habitual en entornos familiares de referencia que, por lo general, producen so-
brecargas y frustraciones proyectadas en todos los miembros que componen los
sistemas familiares.

Se constituye, por tanto, como el primer entorno de socialización del que de-
pendemos por un periodo largo de tiempo. No es un contexto estático, sino que
cambia, evoluciona y se transforma a lo largo del tiempo. El análisis de los cambios
a lo largo del tiempo nos permite hablar del ciclo vital de las familias. El ciclo vital
de un sistema familiar se concibe como una serie de transiciones familiares en las
que ocurre una re-negociación de las reglas interaccionales.

Para el modelo de familia tradicional, se describe un ciclo arquetípico que com-


prende los siguientes hitos:

modelo de familia tradicional

Retiro y vejez

Adolescencia y Primeros años


emancipación de la de pareja
descencdencia

Nacimiento y
Descendencia en primeros años de
edad escolar la descendencia

| 163
manual de intervención familiar

Cortejo

Etapa donde se ajustan las dos visiones del mundo de cada componente de la
pareja que es un reflejo del sistema de procedencia.

Primeros años de pareja

Donde se forma la alianza conyugal y se establecen las reglas de interacción,


regulándose la relación con familias de origen de ambos.

Nacimiento y primeros años de la descendencia

Se organizan los diferentes roles y pueden aparecer tríadas (alianzas, coaliciones),


se re-definen las relaciones con la ascendencia abuelas y abuelos.

Descendencia en edad escolar

Es la etapa de la socialización de la familia y se estipula la participación de hijas e


hijos en las tareas familiares.

Adolescencia y emancipación de la descendencia

Requiere una nueva definición de la relación entre madres y padres con las perso-
nas adultas que se independizan.

Por otro lado, se produce un reencuentro entre la pareja, al mismo tiempo que
se van estableciendo relaciones y tareas de cuidado con la generación de origen
(abuelas y abuelos).

Retiro y vejez

Una vez la descendencia ha formado sus propias familias, se produce el llama-


do síndrome de nido vacío, madres y padres deben re-organizar su vida en otras
tareas que, en el caso de las madres sigue consistiendo en el mantenimiento del
hogar y los cuidados. En el caso de los padres, supone una desvinculación del
ámbito laboral. El envejecimiento suele dar paso de la prestación a la recepción
de cuidados.

164 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

Es importante tener en cuenta que estas etapas hablan de generalidades que ha-
bría que ajustar a cada sistema familiar concreto. De hecho, cada día son menos
las familias tradicionales y más variadas las formas de convivencia familiar.

Algunas de estas variaciones del ciclo vital deben tener en cuenta situaciones
como el divorcio (y las familias reconstituidas), las familias monoparentales y mo-
nomarentales, la adopción, las parejas inter-étnicas, las parejas homosexuales y,
por supuesto, la muerte, la enfermedad y el duelo.

En cualquier caso, lo que debe quedar claro es que el modelo de intervención


sistémico, intenta contextualizar los diferentes conflictos que se puedan generar
en el momento del ciclo vital que se producen e investigar si cumple alguna función
para estabilizar el sistema ante la transición vital que corresponda. Por ejemplo,
una persona joven adulta que tiene un problema de salud mental grave (psicosis,
drogas, etc.) puede congelar el ciclo vital y hacer que las madres y los padres ten-
gan que continuar ejerciendo sus roles respectivos, transformando el desarrollo de
los ciclos vitales como la que se produciría al dar el salto hacia una vida autónoma
e independiente de una persona adulta respecto al sistema familiar de referencia.

Adaptado de: El modelo sistémico. (2012) Guillem Feixas i Viaplana Dámaris Muñoz
Cano Victoria Compañ Felipe Adrián Montesano del Campo). Facultat de Psicolo-
gía. Universitat de Barcelona

Por otro lado, puede ser útil la clasificación de Modelos Familiares (Nardone, Gion-
notti, Rocchi, 2005) resecto a la organización de las relaciones entre madres/padres
e hijas/hijos que aparecen como responsables de la constitución de problemas.

No debemos perder de vista que hablamos de modelos arquetípicos que pueden


ayudar a situar a las familias en su proceso de autoconocimiento y crecimiento
vital:

| 165
manual de intervención familiar

1 ∙ Modelo Hiperprotector

Supone ponerse en lugar de la descendencia considerada frágil, o la profecía au-


tocumplida.

La prestación de cuidados no ajustada a necesidades reales se envía como un


mensaje de amor “lo hago todo por ti, porque te quiero” pero contiene una sutil e
inconsciente descalificación de “yo lo hago todo por ti porque quizás tú solo o sola
no podrías”, que puede trasmitirle al hijo o la hija la sensación y/o sospecha de su
propia incapacidad. Frecuentemente, esta duda (profecía) se convierte en realidad
y puede generar graves problemas. Es lo que denominamos, el efecto Pigmalión.

Hijos e hijas desarrollan su vida en entornos de privilegio que al mismo tiempo les
generan una gran dependencia del que es difícil salir, por la deuda y/o sentimientos
de incapacidad generados.

Algunas personas integrantes de estas familias, exageran esta actitud o la man-


tienen una vez que la recuperación va apareciendo, situándose detrás respecto al
proceso de recuperación de la persona con problemas de salud mental. Ésta, por
su parte, reaccionará mal cuando interprete esta actitud como una forma control.

166 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

El sobreproteccionismo infantiliza a las personas con problemas de salud mental


y supone para familiares un mayor consumo de tiempo, mayor aislamiento social y
menos posibilidades de respiro y descanso.

2 ∙ Democrático-permisivo

Las relaciones entre padres/madres e hijos/hijas se establecen como relaciones


de amistad con una ausencia de autoridad. Con frecuencia, las decisiones son
consensuadas con la finalidad de la búsqueda de armonía y ausencia de conflic-
tos. Todas las personas componentes de la familia tienen los mismos derechos
partiendo de una situación de igualdad que, por otra parte, no es ponderada ya
que el desacuerdo de cualquier componente de la familia puede bloquear la toma
de decisiones. Al no existir una figura de autoridad que establezca ciertas normas
no existen tampoco sanciones y sentido de responsabilidad.

La consecuencia que se sufre al inicio de algún conflicto, tanto en la descendencia


como en madres y padres, es que no cuentan con un sistema de reglas y normas
que establezcan cierto orden en la resolución de los conflictos por lo que es habi-
tual que se inicien discusiones, incomprensiones y enfrentamientos.

3 ∙ Sacrificante

Este modelo se basa en el sacrificio constante por la creencia del reporte de bene-
ficios a las hijas y los hijos como una consecuencia lógica. Este proceso también
se da a la inversa, de la descendencia hacia las hijas e hijos. El resultado es la
dejación en la satisfacción de las necesidades personales por la dedicación de
los deseos de las demás personas. Los sentimientos de sacrificio y deber son
recurrentes, convirtiéndose en una filosofía de vida. Por otro lado, el sacrificio no
reconocido genera desilusión, resentimiento, descontento y la idea de que no se
ha hecho suficiente.

Otra de las consecuencias, sobre todo en varones, es que son exonerados de cual-
quier tarea doméstica y son satisfechos en todas sus exigencias.

La descendencia se muestra poco entusiasta, descontenta y con poca capacidad


para valorar el bienestar proporcionado. A veces, desarrollan actitudes de rechazo
o violencia contra madres y padres.

| 167
manual de intervención familiar

4 ∙ Intermitente

Las personas integrantes oscilan de un modelo a otro. La duda es una constante y


ninguna posición es permanente porque la constante es el cambio. La consecuen-
cia es que las personas habitualmente aplican una estrategia sin mantenerla en
el tiempo haciendo, así, ineficaz cualquier intento de resolución de conflictos, no
porque la estrategia elegida sea equivocada sino por la prisa en ver los resultados
o por la duda de si es idónea.

5 ∙ Delegante

Padres y/o madres delegan a terceras personas sus funciones. La pareja no desa-
rrolla un sistema autónomo de vida, sino que se inserta en un contexto de relacio-
nes familiares extensas de la familia de origen de uno de los dos cónyuges.

Las relaciones fluctúan, cuando están todas presentes, se hace inestable la dife-
renciación entre hijas, hijos, nietas y nietos, y se crea una especie de hermandad
cómplice entre neo-padres/madres e hijos/hijas.

Madres y padres con la coartada de la presencia de abuelas y abuelos, pueden


tender a estar poco presentes para evitar continuas discusiones y delegar la edu-
cación de su descendencia hacia sus progenitores y progenitoras y suegras y sue-
gros. La regla es somos y tenemos que ser una gran familia.

Una de las consecuencias de esta forma de organización es que hijos e hijas consi-
gan negociar hábilmente dentro del sistema familiar extenso y encuentran justifica-
ciones ya que gozan de un amplio margen de autonomía. No sufren consecuencias
negativas de sus acciones porque siempre encuentran a alguien con disposición
a remediarlas.

6 ∙ Autoritario

Padres y madres ejercen el poder de forma decidida y rígida. Hijas e hijos tienen
poca voz viéndose en la obligación de aceptar los dictámenes impuestos, desani-
mando y obstaculizando el desarrollo de espacios de esparcimiento y ocio con los
grupos de iguales. El mandato de este tipo de modelo familiar es el de obtención
del éxito ya sea a través de entornos educativos, deporte… La vida familiar está
marcada por el sentido de la disciplina y del deber.

168 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

La atmósfera familiar es tensa cuando está presente quien ostenta el poder des-
apareciendo las posibilidades de diálogo.

Existen unos valores absolutos, inmutables y eternos que cada cual debe acatar
haciendo frente a las consecuencias si se desobedecen.

Una de las consecuencias que suele plantearse bajo este modelo es que hijos e
hijas no se adhieren o identifican con el modelo familiar, inician toda una serie de
maniobras para sustraerse al clima de tensión, estar más tiempo fuera de casa,
hacer las cosas a escondidas. Bajo estas circunstancias, quedan pocas opciones
de reacción o adaptación: se trata de aceptar, revelarse y/o entrar en conflicto.

Modelos de Familia. Conocer y resolver los problemas entre padres e hijos. (Giorgio
Nardone, Emanuella Giannotti, Rita Rocchi, 2005)

2 ∙ 1 La relación madres/padres-hijas/hijos como una relación


de ayuda y los problemas de salud mental

Por lo general y en unas circunstancias sanas ideales, las relaciones que se esta-
blecen entre padres, madres e hijos/hijas desde el nacimiento son de cuidados,
afectivas y de ayuda. Padres y madres van cubriendo las necesidades y apoyando
la independencia de hijos e hijas.

Con el nacimiento del primer bebé, padres y madres dirigen gran parte de sus
esfuerzos en la crianza. A medida que van creciendo, se van transformando las
relaciones intergeneracionales de una mayor dependencia a la vida autónoma
reforzando y reconociendo los éxitos y orientando los fracasos.

Al llegar la adolescencia, la educación o ayuda, se convierte en algo más difícil ya


que se trata de educar hacia la autonomía y la independencia.

De forma progresiva la relación entre progenitores y descendencia se convierte


prácticamente en simétrica después de la juventud, aunque nunca es totalmente
simétrica, porque se suelen invertir los roles y los hijos/as fuera del hogar cuidan
de los padres, los atienden a nivel afectivo… Para que esto se dé, madres y padres
deben permitir la inversión de roles.

| 169
manual de intervención familiar

Este proceso que se ha resumido en líneas muy generales se complica cuando


aparece un problema de salud mental por varias razones:

1 · Al aparecer un problema de salud mental en un sistema familiar, los procesos


de independencia pueden verse alterados ya que la persona requiere una intensi-
ficación de las ayudas que, además, se extienden en el tiempo. La inseguridad e
incertidumbre aparecen en padres y madres además de en la propia persona que
tiene el problema de salud mental lo que genera una situación de crisis y frustra-
ción al no conseguir normalizar las actividades.

2 · Cada persona tiene su propio proceso de recuperación, se hace complicado


discernir lo que pueden hacer en cada etapa. Padres y madres pueden sobrepro-
teger y la persona con problemas de salud mental responder de manera abrupta
para conseguir su legítima independencia.

3 · Puede ser que la persona con problemas de salud mental necesite un apoyo
continuado en la vida que puede alterar la inversión de roles (hijas e hijos cuidando
de sus padres y madres). Sin embargo, es un hecho que muchas personas con
trastorno mental son capaces de cuidar y dar apoyo emocional a sus progenitores
siempre que lo permitan. Esto es muy beneficioso para la relación familiar.

4 · Si el problema de salud mental se inicia en personas casadas y/o con hijos/


as, la simetría se puede romper.

5 · Entre hermanos o hermanas a veces complica tener una relación de ayuda, si


son jóvenes.

En definitiva, transitar de la relación de simetría a la de ayuda puede ser compli-


cado, pero es importante que la familia asuma y acepte los problemas de salud
mental y se establezca una corresponsabilidad e implicación en las tareas de
apoyo y cuidado, hecho que no siempre se produce. Adaptado de: La esquizofrenia
en el hogar. Sonia Mañá Alvarenga. (2002)

170 |
3 ∙ GÉNERO Y SALUD MENTAL

3 ∙ 1 Salud Mental desde una perspectiva de género

Antes de pasar a aportar algunos datos relevantes en salud mental y género, se


hace necesario aclarar una cuestión:

El sexo biológico no justifica la desigualdad entre hombres y


mujeres.

Donde se genera la desigualdad es en la construcción social y cultural que define


las diferentes características emocionales, afectivas, intelectuales, así como los
comportamientos que cada sociedad asigna como propios y naturales a hombres
y mujeres. Estos son los arquetipos que definen cómo ha de ser y comportarse una
mujer y un hombre respectivamente.

Estas construcciones pueden ser más o menos flexibles, abiertas, eclécticas, he-
terogéneas, en función del tipo de sociedad en las que se generan.

Partiendo de la asignación tradicional de roles a hombres y mujeres, en nuestra


cultura encontramos desigualdades así como una potencial desventaja para las
mujeres, pues sus roles asignados son menos valorados en la sociedad en la que
se encuadran, por tanto la dejan en una posición de mayor vulnerabilidad para
sufrir exclusión.

| 171
manual de intervención familiar

tabla 1 · características de los roles según género

Rol tradicionalmente femenino Rol tradicionalmente masculino

* Pasivo *Activo
* Débil *Fuerte
* Sensible *Racional
* Dependiente *Independiente
* Subordinado *Líder
* Más capacitada hacia el ámbito *Más capacitado hacia el ámbito
privado y familiar público

Algunos datos que también pueden resultar interesantes son los siguientes:

El 19,5 % de la población española tiene o ha tenido un problema de sa-


lud mental a lo largo de su vida. En el caso de las mujeres este porcentaje aumenta
a un 22,9%, frente a 15,7% en hombres.

* Según el último Informe de la Base Estatal de Datos de Personas con Discapacidad


de 2016, en España existen 266.776 mujeres con grado de discapacidad reco-
nocido igual o mayor al 33% por causa de trastorno mental, representando un 50% del
total aproximadamente.

* Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión, que afecta mayorita-


riamente a las mujeres, es el problema de salud mental más frecuente y la principal
causa de discapacidad en el mundo.

* En cuanto al consumo de tóxicos, entre el 50-70% de las mujeres que


tienen problemas de adicciones también padecen depresión. En las mujeres, este
consumo, está más directamente relacionado con antecedentes traumáticos y con una
baja autoestima. (Poulin et al., 2005; Elkins et al., 2007; Becker y Grilo, 2006).

* Las adicciones en las mujeres tienen una mayor penalización social por
lo que se suelen producir en entornos privados y en soledad lo que provoca un mayor
aislamiento. Sin embargo, según algunos investigadores, ellas podrían disponer de
factores de protección que disminuirían la probabilidad de desarrollar trastornos más

172 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

graves en relación con las sustancias (Mason et al., 2008); en cambio, serían más
sensibles a las dificultades en el entorno familiar y escolar (Masten et al,2005; Becker
y Grilo,2006, Díaz et al, 2011). Por otro lado, el policonsumo es más frecuente en los
varones.

En definitiva, se concluye en gran multitud de estudios que ser mujer es un factor


de riesgo para padecer un problema de salud mental.

Además, las mujeres con problemas de salud mental sufren doble discriminación
o estigma por el hecho de ser mujer y tener un problema de salud mental. Se las
considera vagas, incapaces, desaliñadas y malas madres.

Por otro lado, el 70% de las mujeres con problemas de salud mental está en
situación de desempleo, siendo un 20% en el caso de la población general de mujeres.

Mujer, salud mental y violencia

3 de cada 4 mujeres con problemas de salud mental han sufrido violencia en


el ámbito familiar o de la pareja. El 80% de las mujeres que han vivido en pareja han
sido víctimas de violencia de género.

* Entre el 50 y 70% de las mujeres que son diagnosticadas de depresión y


trastorno por adicciones sufren violencia de género.

* Las mujeres que consumen sustancias tóxicas en entornos públicos tienen


mayor riesgo de sufrir violencia.

* El artículo 156 de nuestro Código Penal abre la puerta a las esterilizaciones


involuntarias, practicadas mayoritariamente a las mujeres. Esto supone una
clara vulneración de los derechos humanos, sexuales y reproductivos, además de un
ataque directo de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, ratificada por España en 2008.

Estudios, como Cuidando de quienes cuidan, realizado por EUFAMI, la Federación


Europea de Asociaciones de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (de
la que forma parte SALUD MENTAL ESPAÑA) y LUCAS, el Centre for Care Research and
Consultancy de la Universidad belga de Lovaina, concluyen que la persona cuida-
dora familiar habitual de una persona con trastorno mental grave es una mujer de

| 173
manual de intervención familiar

64 años que cuida de un hijo durante una media de 21 años.

En este apartado abordaremos la salud mental desde la perspectiva de género.


Por un lado, analizaremos el papel diferenciado que juegan hombres y mujeres en
la prestación de los cuidados a una persona familiar o allegada con problemas de
salud mental, y los efectos y consecuencias que se pueden producir en el ejercicio
del rol de persona cuidadora.

Por otra parte, describiremos la situación de mayor vulnerabilidad que padecen


las mujeres con problemas de salud mental, así como el cuestionamiento del mo-
delo de masculinidad hegemónico.

3 ∙ 2 La ética de los cuidados y la socialización de género

Las mujeres son las principales cuidadoras de la red informal de prestación de


cuidados de las personas con problemas de salud mental, así lo evidencian las es-
tadísticas y la propia experiencia institucional del movimiento asociativo de la red
SALUD MENTAL ESPAÑA, con un amplio recorrido atendiendo a familiares y personas
allegadas del ámbito de la salud mental.

La dedicación al cuidado de la persona con problemas de salud mental grave su-


pone de 6 a 9 horas diarias de atención, lo que puede generar sentimientos de
pérdida, restricciones sustanciales en la vida social, pérdida de oportunidades la-
borales y efectos negativos sobre las personas integrantes de los diferentes siste-
mas familiares y de personas allegadas. Esto implica un riesgo para la salud mental
de la persona cuidadora principal que es generalmente una mujer.

Así pues, los cuidados están claramente feminizados como resultado de la so-
cialización diferenciada de género que constituye, como vimos, una situación de
discriminación y una merma en las condiciones, oportunidades y control sobre la
propia vida de las mujeres y cuyas consecuencias tienen efectos, a veces, devas-
tadores a nivel físico, psicológico y económico. Una de estas consecuencias es
con frecuencia el Síndrome del cuidador/a quemado (burnout).

Dicha socialización y la asunción de los mandatos de género interiorizados por


mujeres y hombres respecto al cuidado hace que sean éstas las que asuman la
carga del cuidado en soledad o sean las principales responsables del cuidado de
otra persona con trastorno mental.

174 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

Así, el 90% de las mujeres cuidadoras está afectada negativamente por su ac-
tividad como cuidadora en sus posibilidades vitales respecto a carrera profesional,
situación financiera, relaciones familiares y sociales, participación y actividades de
esparcimiento.

Otro dato a tener en cuenta es que las posibilidades de desarrollar un problema de


salud mental se multiplican por seis en el caso del familiar que presta los cuidados
de una persona con trastorno mental.

Por otro lado y muy al contrario de la imagen de las mujeres con problemas de
salud mental como objetos de cuidado, la realidad nos muestra que son sujetos
activos en la prestación de estos cuidados como se recoge en el Diagnóstico sobre
la situación frente a la igualdad de mujeres y hombres, de la Federación de Euskadi
de Asociaciones de Familias y Personas con Enfermedad Mental, FEDEAFES, donde
se apunta a que “A pesar de que se percibe en general a las personas con enferme-
dad mental como acreedoras de cuidados, en el caso de las mujeres son también
cuidadoras.”

En relación al coste económico que supone la prestación de cuidados, en estudios


realizados recientemente se estima que el promedio de horas anuales dedicadas
al cuidado de una persona con problemas de salud mental es de 3.660 horas, es
decir, un promedio de 10 horas diarias, y el coste de la prestación de estos
cuidados ascendería entre los treinta mil a cincuenta mil euros.

| 175
manual de intervención familiar

Cierto es que, se aprecia un incipiente aumento del número de hombres, aunque


no significativo, respecto a la asunción del cuidado de personas con problemas
de salud mental, fundamentalmente padres, pero no podemos afirmar ni de lejos
la existencia de una corresponsabilidad en el cuidado de su familiar. Así pues, la
implicación de hombres en las tareas de cuidado así como de soporte emocional
requiere de un cambio para dejar de ser cómplices de la dominación social sobre
las mujeres.

Cabe, pues, hacer mención a la necesidad de nuevos modelos de masculinidad


en los que la ética del cuidado y la dimensión emocional del ser humano puedan
ser práctica y ejercicio de un derecho para los hombres, apelando al derecho de
ser y sentirse hombres desde modelos comprometidos con la equidad. La nece-
sidad de modelos de relación en los que el cuidado es una responsabilidad ética
del ser humano que implica valores como reconocer a la otra persona, el amor, la
conciencia de formar parte de una red de conexiones de interdependencia, equi-
dad, reciprocidad y justicia.

Algunas de las consecuencias de la prestación de ayuda en las personas cuida-


doras son:

* Reducción del tiempo de ocio


* Cansancio
* Ausencia de vacaciones
* Disminución en el tiempo para dedicar a amistades
* Ansiedad y depresión
* Deterioro de la salud
* Imposibilidad del desarrollo profesional y laboral
* Limitación de tiempo para cuidar a otras personas
* No disponer de tiempo para los autocuidados
* Problemas económicos
* Reducción de su jornada de trabajo
* Abandono del trabajo

176 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

3 ∙ 3 Las mujeres con problemas de salud mental desde la


perspectiva de género

Abordar la perspectiva de género en el ámbito de los problemas de salud mental


nos lleva ineludiblemente a hablar de doble discriminación y doble estigma para
las mujeres con problemas de salud mental, dado que las situaciones de discrimi-
nación que viven éstas están atravesadas por dos ejes de discriminación como es
el género y el estigma asociado a los problemas de salud mental que las sitúa en
posiciones de mayor subordinación y por tanto de mayor vulnerabilidad y menores
oportunidades para su autonomía, empoderamiento y ejercicio de su libertad.

En este sentido, podemos afirmar que la menor presencia de mujeres en los pro-
gramas y servicios para personas con trastorno mental está sustentada en la so-
cialización de género que mencionábamos en apartados anteriores, y que está
relacionada directamente con su bajo nivel de empoderamiento, el rol tradicional
que las sitúa también como cuidadoras de otros miembros del sistema familiar,
la infantilización de sus necesidades y capacidades, e incluso el hecho de que
los recursos estén diseñados atendiendo a un patrón de necesidades masculino,
entre otros.

Por otro lado, merece especial atención la violencia machista que sufren las muje-
res con problemas de salud mental, hecho que puede desencadenar o empeorar
un trastorno mental previo.

En 2015 y en colaboración con sus asociaciones (AGIFES, ASAFES, ASASAM y


AVIFES), FEDEAFES publicó un resumen de la primera fase de Investigación sobre la
violencia que sufren las mujeres con problemas de salud mental

| 177
manual de intervención familiar

Algunos datos significativos que se han recogido en este estudio son:

Tener una enfermedad mental multiplica de 2 a 3 veces el riesgo de sufrir violen-


cia que tenemos todas las mujeres.

* Existe una elevada vinculación entre la violencia


y la enfermedad
mental grave. Muchas mujeres que tienen enfermedad mental grave sufrieron
previamente, por ejemplo, en la infancia, violencia sexual y/o familiar. La violencia
puede incidir, junto con otros factores, en que se desencadene una enfermedad mental
grave. Muchas mujeres con enfermedad mental grave sufren o han sufrido violencia
familiar, sexual o de pareja.

Esta misma entidad, en 2017, publicó una guía resumen de la segunda fase de esta
misma Investigación sobre la violencia que sufren las mujeres con problemas de
salud mental pronunciándose, en este sentido, como sigue:

3 de cada 4 mujeres con enfermedad mental grave (EMG) han sufrido violencia en
el ámbito familiar o/y en la pareja alguna vez en su vida.

* Alrededor del 80% de las mujeres con enfermedad mental grave que han estado
emparejadas en algún momento de su vida han sufrido violencia procedente de la
pareja. El riesgo que tiene una mujer con enfermedad mental grave de sufrir violencia
en la pareja se multiplica entre 2 y 4 veces respecto a las mujeres en general.

* Entre el 50 y 70% de las mujeres que son diagnosticadas de depresión y trastor-


no por adicciones sufren violencia de género.

* El 52% de las mujeres con enfermedad mental grave que conviven con familiares
han sido victimizadas en el último año.

Al igual que en resto de la población femenina, el tipo de violencia más frecuente en la


pareja es la psicológica. Sin embargo, la violencia física y la sexual son también
muy elevadas:

* Más del 50% mujeres con enfermedad mental grave que han estado en pareja han
sufrido violencia física.

* Algo más del 40% han sufrido violencia sexual.

178 |
módulo 4 ·­­modelos familiares y género

Más del 40% de las mujeres con enfermedad mental grave que están sufriendo
violencia en la pareja en la actualidad no la identifican como tal.

* En la mitad de los casos, la o el profesional de referencia en la Red de Salud Mental


de la mujer no conocía la existencia del maltrato ocurrido durante el último año.

En la revisión de 2012 del Protocolo común para la actuación sanitaria ante la violen-
cia de género y atendiendo a las situaciones que presentan una mayor vulnerabili-
dad como es el caso de las mujeres con discapacidad, se señala lo siguiente en re-
lación a las mujeres con trastorno mental grave al tener, con mayor probabilidad:

Menor credibilidad en su relato, especialmente en mujeres con


trastorno mental grave.

Asimismo, siguiendo este documento y en relación a la violencia psicológica, ex-


pone lo siguiente:

Algunas de estas formas de violencia pueden considerarse


específicas para determinados grupos vulnerables, como por
ejemplo la omisión de cuidados o la medicación negligente en
el caso de mujeres con discapacidad, mayores o con enferme-
dad mental grave.

Es pues indispensable establecer líneas de intervención dirigidas a promover el


empoderamiento de las mujeres con problemas de salud mental mediante accio-
nes de formación y sensibilización con objeto de identificar y prevenir situaciones
de violencia de género, así como formar y sensibilizar a los y las profesionales para
la detección de situaciones de violencia de género en estas, visibilizar factores de
vulnerabilidad y la adopción de recursos específicos.

| 179
manual de intervención familiar

3 ∙ 4 Los hombres con problemas de salud mental desde la


perspectiva de género.

Igualmente hemos de destacar los prejuicios derivados del estigma social que vi-
ven los hombres con problemas de salud mental asociados a sus roles de género
no deseables y que definen la masculinidad tradicional, y sobre los que se constru-
ye y establece la subjetividad masculina.

Entre estas premisas están algunas como ser una persona independiente, autóno-
ma, segura de sí misma, ocultando sus emociones ante sí mismo y ante los demás,
lo que le permite no mostrar ningún indicio de debilidad femenina, el hombre debe
demostrar ante todos que no es una mujer, que no es un bebé y que no es ho-
mosexual, se sostiene en el poder y la potencia, y se mide por el éxito. El hombre
busca en su trabajo el reconocimiento que le permite demostrar que es un hombre
importante. De esta forma, el trabajo masculino se basa en la producción y la hom-
bría depende de la agresividad, expresada a través de la fuerza.

Bajo todos estos parámetros la masculinidad hegemónica, en el caso de los hom-


bres con un trastorno mental queda por determinar que estos son menos hombres
que otros, limitando posibilidades de expresión del ser así como de ser reconoci-
dos como sujetos con derechos.◊

180 |
MÓDULO 5
Habilidades
de comunicación y
clima familiar

| 183
módulo 5
Habilidades de comunicación y clima
familiar
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_187

2 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar_189

2 ∙ 1 La comunicación_190

3 ·­­ESTILOS DE COMUNICACIÓN, ASERTIVIDAD, EMPATÍA


Y ESCUCHA_197

4 ·­­mejorando la comunicación: la comunicación


eficaz_202

4 ∙ 1 Comunicación eficaz_203
4 ∙ 2 Lenguaje verbal y no verbal_204
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 5 · habilidades de comunicación


y clima familiar
duración: 6 horas_3 sesiones

1_EXPOSICIÓN TEÓRICA
objetivos: Conocer los procesos comunicativos, reflexionar sobre los estilos de
comunicación y cómo mejorar las propias habilidades. Tiempo estimado: 30 min

2_ROLE-PLAYING / PRACTICANDO LA ASERTIVIDAD


objetivos: Tomar conciencia de las propias limitaciones y potencialidades ∙ Favo-
recer la autoconfianza y autoestima ∙ Mejorar las habilidades de comunicación y de
relación ∙ Mejorar la interacción familiar-persona con problemas de salud mental.
Tiempo estimado: 30 min

3_ASERTIVIDAD PARA DECIR NO


objetivos: Mejorar las habilidades de comunicación y de relación ∙ Mejorar la inte-
racción familiar-persona con problemas de salud mental ∙ Aprender a dar respues-
tas negativas de forma asertiva. Tiempo estimado: 30 min

4_ROLE-PLAYING / ESCUCHA ACTIVA


objetivos: Tomar conciencia de las propias limitaciones y potencialidades ∙ Tomar
conciencia de las barreras psicológicas de la comunicación y de cómo sortearlas
∙ Mejorar las habilidades de comunicación y de relación ∙ Mejorar la interacción
familiar-persona con problemas de salud mental. Tiempo estimado: 30 min

| 187
manual de intervención familiar

5_COMUNICACIÓN Y ESCUCHA
objetivos: Tomar conciencia de las propias limitaciones y potencialidades ∙ Tomar
conciencia de las barreras psicológicas, cognitivas y físicas de la comunicación
y de cómo sortearlas ∙ Mejorar las habilidades de comunicación y de relación ∙
Mejorar la interacción familiar-persona con problemas de salud mental. Tiempo es-
timado: 20 minutos

6_PRÁCTICA DE MENSAJES EN PRIMERA PERSONA


objetivos: Tomar conciencia de las propias limitaciones y potencialidades ∙ Mejo-
rar las habilidades de comunicación y de relación ∙ Mejorar la interacción familiar-
persona con problemas de salud mental. Tiempo estimado: 30 min

7_LA TÉCNICA DEL BARCO


objetivos: Sensibilizar a las personas participantes sobre las percepciones que
se tienen frente a los demás de acuerdo al rol que desempeñan. Tiempo estimado:
1 hora

8_VALORES PARA LA CONVIVENCIA


objetivos: Promover en las personas participantes una actitud positiva frente a las
personas con quienes comparte su vida (Familiares, personas del entorno laboral,
personas del entorno educativo…) ∙ Fomentar habilidades de comunicación que
puedan incidir en la mejora del clima familiar de las personas. Tiempo estimado:
1 hora

9_ ROLE PLAYING / ESCUCHA ACTIVA / MENSAJES EN PRIMERA PERSONA


objetivos: Tomar conciencia de las propias limitaciones y potencialidades ∙ Mejo-
rar las habilidades de comunicación y de relación ∙ Mejorar la interacción familiar-
persona con problemas de salud mental. Tiempo estimado: 1 hora

10_Despedida y cierre de Módulo 5


objetivos: Permitir que cada persona del grupo exprese sus vivencias en relación
al trabajo realizado grupalmente. Tiempo estimado: 15 min

188 |
2 · habilidades de comunicación
y clima familiar

En primer lugar, es importante realizar una definición de los términos: Comunica-


ción y familia. Toda la bibliografía consultada, coincide en que definir teóricamente
la Comunicación Familiar, es un aspecto clave e importante.

Koerner y Fitzpatrick (2002) en su artículo Toward a Theory of Family Communica-


tion, dicen que todas las personas sabemos qué es la comunicación familiar, pero
al mismo tiempo; todas las personas tenemos una idea diferente su definición. Por
eso, es fundamental definir estos dos términos.

| 189
manual de intervención familiar

Familia

Los numerosos cambios sociales que están sucediendo últimamente, originan que
se reconsidere la definición de familia. En lugar de considerar a la familia como una
composición de personas, vinculadas primeramente por lazos legales y biológicos,
la familia es definida, como un grupo de personas íntimas que generan entre sí,
un sentido de hogar y una identidad de grupo; experimentando una historia y un
futuro.

Comunicación

Definir la comunicación humana resulta una tarea tan difícil como dar una defini-
ción a la familia. La mayoría de los teóricos definen a la comunicación de tal forma
que incluyen cualquier tipo de creación de códigos de tal modo que otras personas
puedan darse cuenta de ello y darle un significado y un sentido.

En el libro Family communication (Chris Segrin & Jeanne Flora), definen a la Comu-
nicación como “un proceso transaccional en el que los sujetos crean, compar-
ten y regulan un significado”.

En un estudio realizado por Chris Segrin (2006) se observó que una correcta comu-
nicación familiar aumenta la calidad de las relaciones familiares; si a su vez estas
son satisfactorias, favorecen la consecución de una adecuada salud mental.

La estructura familiar está considerada uno de los sistemas más importantes que
favorecen la salud y mejoran la calidad de vida de la persona que vive en el entorno
familiar.

La familia, aunque muchas veces puede representar una fuente de apoyo, también
puede convertirse en una fuente de tensiones psicológicas entre sus miembros.

2 ∙ 1 La comunicación

La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros


mismos, determina la calidad de nuestras vidas. A. Robbins

El diálogo es imprescindible en la relación entre las personas y lo es más en el


ámbito familiar. A través de la comunicación establecemos contacto y trato con las

190 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

personas, transmitimos nuestros pensamientos y sentimientos y nos relacionamos


con el mundo que nos rodea.

En este sentido, todas las personas, por muy distintas que seamos, queremos ser
escuchadas, comprendidas y tenidas en cuenta para encontrar nuestro lugar en la
sociedad, por esto debemos dejar a un lado cuestiones como raza, etnia, condi-
ción sexual, sexo, cultura, población o nivel de riqueza.

Hay que recordar y recalcar que la comunicación no se basa únicamente en el acto


de hablar. Los gestos, silencios, el tono, la postura, la mirada o las expresiones
corporales entran en juego cuando interactuamos con otras personas y determi-
nan que la comunicación sea o no sea positiva y enriquecedora, todo esto juega un
papel fundamental a la hora de facilitar la comprensión cuando nos comunicamos
con las demás personas.

Los mecanismos familiares estresantes utilizan un concepto denominado Emo-


ción Expresada (EE) en el ambiente familiar, que se refiere a la evaluación de la
cantidad y calidad de las actitudes y sentimientos relacionados con la crítica, hos-
tilidad y sobre involucramiento que uno de los familiares expresa acerca de uno o
varios miembros de la familia.

Estas actitudes de familiares se han asociado con la presencia de recaídas en los


casos de personas a los dos años de haber sido dadas de alta, especialmente
cuando los miembros de la familia y la persona conviven en el mismo espacio y
pueden tener contacto por lo menos 35 horas o más semanales.

Las expresiones emocionales más características comprenden: comentarios crí-


ticos, hostilidad, exceso de involucramiento afectivo y aspectos positivos como
la calidez, los cuales son percibidos como estresantes. La explicación de estos
cinco componentes es la siguiente (Muela y Godoy, 1997; Muela y Godoy, 2003a):

A ∙ Criticismo

Hace referencia a los comentarios críticos realizados por familiares acerca del
comportamiento de la persona con problemas de salud mental.

| 191
manual de intervención familiar

B ∙ Hostilidad

Hace referencia a una evaluación negativa generalizada, dirigida más a la persona


que a la conducta, o un rechazo manifiesto de la persona.

C ∙ Sobreimplicación emocional

Sobreimplicación emocional hace referencia a una respuesta emocional exage-


rada y desproporcionada del familiar (que incluye intentos, por parte del familiar,
de ejercer un control excesivo sobre la conducta de la persona con problemas
de salud mental, desesperanza, autosacrificio, sobreprotección y manifestación
emocional intensa).

D ∙ Calor

Hace referencia a manifestaciones de empatía, comprensión, afecto, e interés ha-


cia la persona.

E ∙ Comentarios positivos

Hace referencia a expresiones de aprobación, valoración o aprecio de la persona


con problemas de salud mental o de su conducta.

El índice o nivel de Emoción Expresada de la familia se obtiene solamente a partir


de los componentes de criticismo, hostilidad y sobreimplicación emocional, que
han mostrado el mayor valor predictivo en relación a la recaída (Muela y Godoy,
2003).

Un ambiente familiar de alta Emoción Expresada puede ser un estresor crónico


para muchas personas. De esta manera las personas que viven en un ambiente de
alta Emoción Expresada tienen mayor riesgo de recaída que aquellas que se en-
cuentran en ambiente familiar de baja Emoción Expresada, por lo que se concluye
que es una variable relevante ante el clima familiar.

Instrumentos de medida

Dentro de las diferentes herramientas de medida, la principal técnica utilizada en


la evaluación del constructo, es una entrevista especialmente diseñada para iden-

192 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

tificar la presencia de Emoción Expresada, la Camberwell Family Interview (CFI),


basada en trabajos del grupo de G. W. Brown (Vaughn y Leff, 1976).

Habilidades de comunicación

Una comunicación eficaz es un eslabón muy importante para crear una buena
relación de ayuda con la persona y entre la dinámica familiar para comprender la
situación.

Tipos de relación de ayuda

En la bibliografía consultada, se observan diversos tipos de relación de ayuda.


Explicados de forma breve y concisa serían los siguientes:

Autoritario

Centrado en el problema y en intentar resolverlo, no se hace uso de los recursos de


la persona sino los de una misma.

Democrático o cooperativo

Centramos el problema de la persona y adoptamos una actitud facilitadora, e im-


plicamos a la persona en la resolución del mismo.

Paternalista

Centramos el problema en la persona, en cómo lo vive, adoptamos una actitud


directiva y tomamos la responsabilidad de la situación y sobreprotegemos a la
persona con problemas de salud mental.

Empático

Se orienta a la persona, se adopta una actitud facilitadora y se ayuda a la otra per-


sona, insistiendo en qué cree que debe hacer en relación a lo que puede realizar.
(Rico Beltrán, 2007).

| 193
manual de intervención familiar

El ideal a seguir, de los cuatro tipos de relación de ayuda expuestos, sería el em-
pático, centrándonos en la persona y no en el problema y/o que le afecta. Para ello
debemos de tener en cuenta una serie de habilidades y destrezas:

194 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

* Utilizar un lenguaje apropiado a la persona que escucha. Comunicar consiste


en hacerse entender.

* Dar indicaciones y/o prescripciones de manera clara y concisa.

* Dejar hablar a la persona interlocutora, sin interrumpir salvo que se pierda el hilo
de la conversación.

* Ayudar a la persona interlocutora a que se sienta cómoda y libre en aquello que


quiera expresar. Para ello es necesario crear un clima de cordialidad.

* Manifestar una actitud de respeto absoluto e incondicional hacia la persona y


su intimidad.

* Demostrar interés hacia lo que se está escuchando, mediante feedback verbal


y no verbal (postura, miradas…). La persona que se siente escuchada se mostrará
mucho más implicada en el proceso y colaboradora con las personas con las que
se relaciona.

* Escuchar siempre para comprender a la otra persona y no estar pensando en


lo que se va a decir cuando acabe de hablar. Escuchar significa prestar atención
y demostrar que se hace y, en definitiva, escuchar para comprender y no para
responder.

* Evitar las interferencias físicas tales como ruidos, espacios inapropiados…

* Evitar también las interferencias actitudinales tales como prejuicios sociales, es-
tereotipos…

* Utilizar la empatía, entendiendo que esto no significa compartir obligatoriamente


sino comprender aunque, se esté en desacuerdo.

* Evitar juicios de valor sobre la persona interlocutora.

* Ser conscientes de que todas las personas tenemos necesidades físicas, psico-
lógicas y sociales pero, que tanto éstas como la forma de satisfacerlas pueden ser
muy distintas de una persona a otra.

| 195
manual de intervención familiar

* Atender no sólo al contenido del mensaje sino también a los sentimientos y ne-
cesidades de la persona.

* Prestar atención a los mensajes no verbales de la persona. Es una buena fuente


de información que nos ayudará a comprender mejor a la persona, sus sentimien-
tos, necesidades, dudas y preocupaciones.

* Ser consciente de la comunicación no verbal y utilizarla como un recurso comuni-


cativo de primer orden (sonreír o mantener una expresión facial distendida, postura
corporal...). Hay que ser conscientes de que la manera en que se dicen las cosas
es tan importante como lo que se dice explícitamente.

* Personalizar el diálogo. Debemos centrarnos en la propia persona evitando


generalizaciones. Así, lograremos que familiares y persona allegadas no vean el
problema como algo ajeno a sí mismo, que se deba a circunstancias externas o
ambientales, consiguiendo que analice su control sobre su problema y su capaci-
dad para solucionarlo y darle respuesta.

Creo que el mejor regalo que puedo recibir de alguien es el ser


vista por él, escuchada por él. El mejor regalo que puedo dar
es el ver, escuchar, comprender y tocar a otra persona. Cuanto
esto se ha hecho siento que el contacto se ha realizado. (Virgi-
nia Satir)

196 |
3 · ESTILOS DE COMUNICACIÓN, EMPATÍA,
ASERTIVIDAD, Y ESCUCHA ACTIVA

Los seres humanos somos seres sociales y como tales, tenemos la necesidad de
relacionarnos y comunicarnos.

La comunicación es el proceso que permite transmitir y recibir mensajes entre las


personas y, aunque sea un proceso natural, no es simple ni fácil.

Gracias a la información que recibimos a través de los procesos comunicativos,


podemos elaborar e interpretar la realidad. Lamentablemente, la comunicación no
es siempre efectiva y, si se producen problemas de comunicación, la relación entre
las personas que se están intentando comunicar, puede verse afectada.

Así pues, desarrollar habilidades de comunicación es muy importante para nuestra


vida en comunidad y para establecer y mantener relaciones positivas. Cuando una
persona carece de dichas habilidades, la relación con las demás personas puede
convertirse en fuente de malestar, ansiedad, frustración o enojo y degenerar en
situaciones de aislamiento y exclusión.

La comunicación no es sólo fruto de un comportamiento intencional, nuestra pos-


tura, la forma como nos movemos, cómo gesticulamos, el tono de voz… siempre
comunicamos y el cómo lo hacemos (comunicación no verbal) puede incluso
ofrecer más información que el qué decimos (comunicación verbal).

| 197
manual de intervención familiar

Los estilos de comunicación se refieren a los patrones que utilizamos habitual-


mente para comunicarnos, sin embargo, no tiene porqué tratarse de algo rígido.
Aunque cada persona pueda presentar una tendencia a adoptar un estilo comuni-
cativo u otro, puede también influir la situación concreta en la que nos encontre-
mos, el momento vital, nuestro estado emocional, la persona con quien interactua-
mos… Los tres estilos de comunicación que existen son:

Inhibido o Pasivo

Actitud de retraimiento, sentimientos de inseguridad, miedo… generalmente aso-


ciado a un carácter introvertido. La persona da más importancia a las reglas exter-
nas y opiniones de los demás personas que a las propias necesidades y derechos
o no se ve capaz de defenderlos.

Agresivo

Actitud de exigencia, autoritarismo, amenaza, desprecio… generalmente asociado


a un carácter expansivo y/o explosivo. La persona da más importancia a lo que ella
necesita imponiendo sus opiniones, incluso de manera hostil.

Asertivo

Actitud de respeto, escucha… generalmente asociado a un carácter empático y


conciliador. La persona da importancia a sus propias necesidades y derechos,
considerando también los de los demás y hace respetarlos suyos, sin vulnerar los
de la otra persona.

198 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

Así pues, la asertividad puede definirse como la capacidad para expresar nuestros
deseos y sentimientos de modo directo y honesto, sin ofender a la otra persona,
mostrando respeto por la persona con la que estamos interactuando y cuidando la
relación con la misma. Por lo tanto, un estilo comunicativo asertivo ayuda a desa-
rrollar una buena autoestima, autoconfianza, seguridad en uno mismo y a mante-
ner relaciones positivas y a la vez, es reflejo de todo ello.

Algo importante a tener en cuenta es que la asertividad tiene mucho que ver, no
sólo con la manera de comunicarse, sino también con la trascendencia de marcar
límites.

No debemos olvidar que todas las personas tenemos derecho a…

ser tratadas respetando nuestra dignidad como personas.


… expresar nuestros sentimientos, opiniones y valores.
… plantear nuestras necesidades.
… equivocarnos.
… cambiar de opinión.
… decir no sin sentirnos culpables o egoístas.
… protestar ante un trato despectivo.
… que se respete nuestra privacidad.

Por lo tanto, es muy importante aprender a defender estos derechos de una mane-
ra asertiva, para favorecer nuestro bienestar emocional y promover un buen clima
familiar.

Debemos marcar límites cuándo:

* Se produce una conducta intolerable por irrespetuosa, hostil o agresiva.


* Se manifiestan actitudes y comportamientos que amenazan nuestro bienestar
emocional.
* Se transgreden las normas mínimas y razonables de convivencia, implícitas o
previamente establecidas.

En estos casos es preciso negociar o establecer pactos entre los miembros de la


familia.

| 199
manual de intervención familiar

Veamos ahora los cuatro pasos para mantener un diálogo asertivo:

1 · Describir los hechos concretos de manera objetiva.

2 · Manifestar nuestros sentimientos y pensamientos.

3 · Pedir de manera concreta y operativa qué esperamos de la otra persona.

4 ·Especificar las consecuencias.

La asertividad también está muy relacionada con la empatía que entendemos


como la capacidad de ponernos en el lugar del otro y que permite entender mejor
sus motivaciones, comportamientos y emociones.

La empatía implica conectar con lo que la otra persona siente, evitando juicios de
valor y teniendo en cuenta que cada persona siente de una manera particular. No
consiste en cambiar de opinión para adaptarse a la otra persona, ni estar de acuer-
do o sentir como ella, pero sí trata de respetar opiniones distintas y de esforzarse
por entender, y permite conectar con la vivencia de otras personas en un momento
determinado.

Una herramienta esencial para desarrollar la empatía y la asertividad es la escucha


activa.

Ésta implica prestar atención plena a lo que las demás personas verbalizan y
transmiten. Se trata de un proceso activo que requiere un buen uso de las capa-
cidades físicas, cognitivas y emocionales y está relacionado con el interés y la
motivación. Ofrecer una escucha activa implica:

* Tomarse tiempo para escuchar


* Crear un clima propicio y agradable
* Generar confianza en el otro para evitar resistencias
* Aceptar a la otra persona sin prejuicios
* Evitar distracciones
* No interrumpir
* Mostrar un interés real
* Concentrarse y estar atento a la comunicación verbal y no-verbal
* No anticipar conclusiones

200 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

* Comprender la estructura argumental


* Dar espacio a, respetar y escuchar los silencios
* Confirmar que hemos entendido el mensaje, parafrasear, recapitular o resumir lo
que hemos escuchado
* Atender a las emociones de la otra persona
* Mantener el contacto visual
* No expresar desacuerdo al inicio, esperar a haber escuchado todo el mensaje
* Formular preguntas abiertas

Ventajas de la escucha activa

* Se comunica a la persona que la aceptas tal y como es, se cuida su autoestima.


* Se comunica que te interesa su estado, se proporciona apoyo.
* Se comunica además que le estás comprendiendo.

Estas tres condiciones favorecen que la persona se centre en sí misma, no tanto


en el problema periférico. No presta tanta atención a las circunstancias o a lo que
hacen las otras personas. De esta manera se fomenta su responsabilidad hacia
el cambio.

En definitiva, ayuda a que la persona encuentre su propia solución. Por tanto fo-
menta la autonomía y además tiene mayores probabilidades de éxito, ya que la
solución es ajustada a la persona, pues es propuesta por ella misma.

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4 ∙ MEJORANDO LA COMUNICACIÓN:
LA COMUNICACIÓN EFICAZ

La buena comunicación se parece a un coro en el que las personas participantes


tienen la habilidad de cantar aunadas con sus distintas voces, la misma música, en
la misma sintonía. En los procesos de comunicación entre las personas, sin duda
es el lenguaje la principal herramienta, pero no es la única.

La manera en que decimos las cosas es, muchas veces, más importante que lo que
decimos: el tono de la voz, los gestos, los silencios dicen más que las palabras.

Por esto es muy importante conocer las técnicas y herramientas que favorezcan
una comunicación eficaz, ejercitando el olvidado arte de la escucha empática y
comprendiendo que cada cual percibe las cosas de manera diferente y construye
esa percepción según su propio modelo, a partir de la historia vivida. Esto que
hace de cada persona un ser especial, único e irrepetible, con diversas maneras de
pensar y actuar, es muy positivo para el desarrollo personal, de las organizaciones
y de la sociedad en su conjunto.

También genera la posibilidad de que aparezcan situaciones conflictivas que de-


bemos aprender a gestionar adecuadamente, utilizando técnicas para un abordaje
pacífico y colaborativo. Los resultados que se obtienen son altamente beneficiosos
para todas las partes: personas y organizaciones.

202 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

4 ∙ 1 Comunicación eficaz

Se refiere a saber construir buenas relaciones con las demás personas y con no-
sotras mismas, aprendiendo a entrar en sintonía o compenetrarnos, generando un
clima de confianza y credibilidad. Comprender cómo entendemos la información y
la procesamos, atender a las reacciones del lenguaje no verbal y anticiparnos, son
claves para conseguirla.

Para ello, es útil atender a las siguientes presuposiciones:

* Siempre comunicamos: hagamos lo que hagamos, incluso estando en silencio


siempre transmitiremos un mensaje y ese mensaje por muy imparcial que quiera
ser, siempre generará una reacción consciente o inconsciente en la persona re-
ceptora.

* Procesamos la información a través de los cinco sentidos y según lo que enten-


demos de lo que percibimos damos significado a lo que sucede.

* El mapa no es el territorio.

* No existen fracasos en la comunicación, sólo hay resultados.

* El significado de tu comunicación es la respuesta que recibes, no lo que tu es-


perabas que la otra persona comprendiera sobre lo que intentabas comunicar.

* Tenemos dos niveles de comunicación: consciente e inconsciente.

* Toda comunicación tiene una intención positiva.

* Si lo que has hecho hasta ahora y cómo lo has hecho no funciona, haz otra
cosa.

Aprender a comunicarnos. La comunicación es para la relación,


lo que la respiración es para mantenerse con vida. (Virginia
Satir)

| 203
manual de intervención familiar

4 ∙ 2 LENGUAJE VERBAL Y NO VERBAL

No es sólo lo que dices, sino cómo lo dices

Lenguaje corporal

El lenguaje corporal, la mayor parte de las ocasiones, habla más fuerte que mil
palabras. Es una de las formas de comunicación más eficaces y más contundentes
que hay.

El sistema físico (cuerpo), el sistema mental y el sistema emocional están estrecha-


mente unidos y se afectan continuamente. Si el sistema emocional está triste, el
sistema mental lo piensa y el sistema físico lo demuestra. Lo demuestra al mundo
exterior a través del cuerpo, su postura y su actitud. Normalmente, los ojos pierden
un poco de brillo, hay poca energía, poco movimiento y seguramente el cuerpo
estará levemente inclinado hacia la derecha y la vista igualmente hacia abajo a la
derecha. Estos pueden ser algunos rasgos comunes de alguien que está pasando
por un momento triste o por una depresión.

En cambio, una persona que tenga un caminar con entusiasmo, habla con energía
y tiene la mirada al frente o un poco hacia arriba, no suele estar triste o deprimida.
Esta persona está alegre, tiene motivación en su vida y no tiene tiempo para dejar-
se caer. La piel luce joven, le brillan los ojos y esa energía que irradia es contagiosa.
Si la mente piensa en una ocasión en la que hubo mucho coraje y todavía hasta el
día de hoy provoca coraje, el sólo pensarlo afectará el sistema físico y el sistema
emocional. Pensar en un mal rato hará que los músculos de la cara se tensen, la
piel se hace más rígida y todo el cuerpo reluce dureza y enojo.

Las palabras

Las palabras que utilizamos para describir una experiencia no son la experiencia
misma, son sólo la mejor representación verbal que hemos sido capaces de dar de
ella. Las palabras tienen el poder de evocar imágenes, sonidos y sentimientos
en la persona que las escucha.

El lenguaje es una herramienta de comunicación y como tal las palabras significan


lo que la gente acuerda que signifiquen, es una forma compartida de comunicar
experiencias. Recordemos que nuestro mapa o modelo mental es la representa-

204 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

ción del territorio o realidad: No es la realidad o territorio y el lenguaje es la repre-


sentación de ese mapa o modelo mental de cada persona.

La mayoría de las veces no somos conscientes de las palabras que utilizamos para
denominar, describir o explicar las diferentes situaciones de nuestra vida. Creemos
que es lo mismo utilizar un tipo de lenguaje que otro. Pero nada más lejos de la
verdad, porque el lenguaje que utilizamos crea la realidad, nuestra realidad.

A la hora de hablar y sobre todo a la hora de hablarnos a nosotras mismas, es


importante tener en cuenta el lenguaje a utilizar porque éste nos puede potenciar o
limitar. Es decir, nos puede ayudar a conseguir lo que queremos, nuestros sueños
u objetivos en la vida o todo lo contrario; nos puede llenar de miedos y limitaciones
para alcanzar aquello que deseamos.

Una persona frente a su experiencia del mundo forma de éste una representación
lingüística bastante completa, variada y rica en detalles.

A nivel lingüístico, esto corresponde a la estructura profunda y opera a un nivel


inconsciente. Sin embargo, al comunicar su experiencia a otras personas, puede
utilizar expresiones empobrecidas, de manera inconsciente, elimina, generaliza,
limita o distorsiona sus pensamientos profundos basándose en sus creencias y
valores, recuerdos, decisiones y estrategias. En otras palabras: la persona po-
see la experiencia completa que quiere comunicar y debe elegir las palabras para
hacerlo, perdiéndose una gran cantidad de información en este proceso. Lo que
escuchamos es sólo la punta del iceberg.

Por otro lado, la estructura superficial es lo que se que comunica, verbalmen-


te, por escrito, tono vocal y lenguaje corporal. Lo que se comunica finalmente, la
estructura superficial, es sólo un pequeño fragmento del pensamiento original, y
puede ser ambiguo y confuso y llevar a un error de entendimiento. De las diferen-
cias entre la estructura profunda y la estructura superficial es de donde nacen la
inmensa mayoría de los conflictos y los malentendidos.

| 205
manual de intervención familiar

Princicpios básicos para lograr una buena comunicación

* Observar: La conducta no verbal.


* Escuchar: Lo que cuenta la otra persona, cómo lo cuenta... atender a lo que
transmite, la emocionalidad del mensaje.
* Preguntar: Corroborar si estamos entendiendo a quien escuchamos, no sólo el
mensaje sino su experiencia al respecto certificar que le estamos comprendiendo
y así eliminar posibles malentendidos y optimizar la comunicación.
* Observar: Atender su respuesta, si matiza o añade algo nuevo a la comunicación,
y volver a empezar con el ciclo.

OBSERVAR

A ∙ CALIBRAR – ACOMPASAR – RAPPORT

206 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

Calibrar

Es el proceso por el cual percibimos las señales no verbales de la fisiología de las


personas. Indicadores mínimos:

* Postura corporal.
* Gestos y pequeños movimientos.
* Posición de la cabeza.
* Movimientos de ojos y parpadeo.
* Ritmo y posición de la respiración.
* Velocidad de la palabra.
* Tono muscular.
* Tono y ritmo de la voz.

Acompasar

Es el proceso a través del cual se puede establecer contacto con una persona,
en niveles conscientes e inconscientes al mismo tiempo, creando una relación de
confianza y credibilidad mediante la igualación del lenguaje corporal. Es ir al paso
de la otra persona, ni adelante, ni atrás.

Rapport

Es un vínculo que se caracteriza por experimentar afinidad, conformidad y armo-


nía. Es establecer con la otra persona una relación de igualdad en la que habrá
entendimiento y un sentimiento de unidad. Es la capacidad de entrar en el mapa de
la otra persona. Es estar con ella.

B ∙ CERCANIA ÓPTIMA (BURBUJA DE COMODIDAD – DISTANCIA ÓPTIMA)

Es el espacio percibido como ideal cuando se afronta una relación interpersonal


(negociación, conversación, etc.). Este espacio varía según el contexto, la situa-
ción, la persona, etc. Algunos autores llaman a la distancia óptima, la burbuja de
comodidad.

Cuando no tenemos en cuenta la distancia óptima de la otra persona, es decir, nos


ubicamos más cerca o más lejos de su burbuja, obtenemos como resultado que la
otra persona no nos escuche, se sienta invadida y hasta violentada.

| 207
manual de intervención familiar

ESCUCHAR

Oír es un fenómeno biológico. Escuchar es lingüístico, incluye la interpretación


que cada cual hace a partir de lo que oye.

Como se decía en un punto anterior, la escucha activa y empática es un elemento


indispensable en la comunicación eficaz y se refiere a la habilidad de escuchar no
sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimien-
tos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. La escucha
activa y empática significa escuchar y entender la comunicación desde el mapa o
modelo mental de la persona que habla.

El error más habitual es querer hablar primero y expresar nuestro punto de vista a
toda costa, de ahí que nos concentremos únicamente sobre la idea que queremos
transmitir, y no sobre lo que nos están diciendo. Esta forma de distraerse perjudica
seriamente la comunicación. Una herramienta para estas situaciones es el uso de
los mensajes en primera persona.

Los mensajes en primera persona son una manera de manifestar nuestros inte-
reses, necesidades y expectativas mostrando respeto hacia las otras personas.
Sirven para señalar, exacta y honestamente, una situación que se dese modificar,
el sentimiento que produce y la alternativa que se espera. Son útiles para expresar
quejar o manifestar algo con lo que nos desagrada. Este tipo de mensajes predis-
ponen a la escucha.

¿Cómo hacer un mensaje en primera persona?

* Han de ser descriptivos es decir describir objetivamente lo que nos está perjudi-
cando. Únicamente con el objetivo de dar información, no de juzgar ni criticar.

* Han de transmitirse los efectos que causan en cada persona el comportamiento


de la otra persona. Cuanta más clara, sencilla y concreta sea la información mejor
nos comprenderá la otra persona.

Ventajas del mensaje en primera persona

* El mensaje es claro y concreto, transmitimos una realidad de la que solo pode-


mos hablar nosotros, ya que es la nuestra. No hay juicios de valor.

208 |
módulo 5 ·­­habilidades de comunicación y clima familiar

* Es autoterapéutico, ya que ayuda a escucharnos, reconocernos y entendernos.


* Aumenta la predisposición de la otra persona a la escucha.
* Potencia la responsabilidad de la otra persona.
* Fomenta el respeto en la otra persona de todas las opiniones.
* Favorece la relación interpersonal.

Límites del mensaje en primera persona

El mensaje en primera persona funciona siempre que se den dos condiciones:

* Ausencia de empatía. La otra persona priorizará sus necesidades sobre las


nuestras, por lo que no se producirá un cambio.
* Necesidad incompatible. La persona posee una necesidad o valor incompatible
con el nuestro.

PREGUNTAR

Una persona frente a su experiencia del mundo, forma de éste una representación
lingüística bastante completa, variada y rica en detalles. A nivel lingüístico, esto
correspondería a la estructura profunda, sin embargo, al comunicar su experien-
cia a otra persona, es posible que utilice expresiones empobrecidas (estructura
superficial), presentando información parcial sobre la experiencia (omisión); gene-
ralizando a la hora de observar a otras personas ignorando posibles excepciones
y condiciones especiales (generalización) y simplificando o fantaseando sobre lo
que es posible o lo que ha sucedido (distorsión).

Una manera de recuperar toda esta información es a través de preguntas. El pro-


pósito de las preguntas es atajar esta ambigüedad para acceder directamente a la
información que falta.

De manera más concreta, los objetivos que se quieren conseguir son:

* aclarar significados,
* identificar limitaciones y
* encontrar opciones, desafiando generalizaciones, omisiones y distorsiones. ◊

| 209
MÓDULO 6
Intervención
bio-psico-social

| 211
módulo 6
Intervención bio-psico-social
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_215

2 ·­­tratamiento y trato_217

2 ∙ 1 El trato_218
2 ∙ 2 Tratamiento_223

3 ·­­intervención farmacológica_225

3 ∙ 1 ¿Qué es un psicofármaco?_225
3 ∙ 2 Algunos conceptos básicos_225
3 ∙ 3 Tipos de psicofármacos_226
3 ∙ 4 Efectos secundarios_226
3 ∙ 5 ¿Qué hacer ante efectos indeseables?_228

4 ·­­intervenciones psicosociales_229

4 ∙ 1 Definición intervencion psicosocial_229


4 ∙ 2 Antecedentes_230
4 ∙ 3 Caracterísiticas y tipos de intervencion psicosocial_233
4 ∙ 4 Tipos de intervencion psicosocial_235
4 ∙ 5 Intervención psicosocial desde el modelo de recuperación_237

5 ·­­intervenciones psicológicas_241

5 ∙ 1 Tipos de intervención psicológica_241


1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 5 · intervención bio-psico-social


duración: 4 horas_2 sesiones

1_Intervenciones psicosociales: Trato y tratamiento


objetivos: Comprender la importancia de las relaciones de ayuda en la interven-
ción biopsicosocial por encima de cualquier tratamiento ∙ Comprensión y diferen-
ciación de los conceptos trato y tratamiento. Tiempo estimado: 30 min

2_Dinámica: Trato y tratamiento


objetivos: Comprender la importancia del establecimiento de una buena relación
de ayuda en la intervención biopsicosocial por encima de cualquier tratamiento ∙
Comprensión y diferenciación de los conceptos trato y tratamiento. Tiempo esti-
mado: 45 min

3_Intervención farmacológica
objetivos: Conocer las principales características, efectos secundarios… de algu-
nos fármacos utilizados en los procesos de tratamiento farmacológicos de proble-
mas de salud mental. Tiempo estimado: 30 min

4_Combatir los efectos secundarios


objetivos: Conocer y compartir recursos, estrategias, remedios, alternativas...
para ayudar al familiar a lidiar con los efectos secundarios de la medicación ∙ Tomar
consciencia de las molestias que ocasionan los psicofármacos para empatizar con
las reticencias de las personas con problemas de salud mental ∙ Reflexionar sobre
las consecuencias adversas del tratamiento farmacológico ∙ Valorar alternativas y
evidenciar la importancia de los tratamientos no farmacológicos. Tiempo estimado:
30 min

| 215
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

5_Intervenciones psicológicas
objetivos: Dar a conocer a familiares participantes qué es y en qué consisten las
intervenciones psicológicas. Tiempo estimado: 30 min

6_Intervenciones psicosociales: programas de


acompañamiento psicosocial comunitario
objetivos: Dar a conocer a familiares participantes qué es y en qué consiste la
intervención psicosocial y el acompañamiento comunitario ∙ Profundizar en la
evolución que ha seguido la asistencia psiquiátrica, hasta llegar a los actuales
modelos de intervención (recuperación, tratamientos asertivos comunitarios, etc.).
Tiempo estimado: 1 hora

7_Despedida y cierre de Módulo 6


objetivos: Permitir que cada persona del grupo exprese sus vivencias en relación
al trabajo realizado grupalmente. Tiempo estimado: 15 min

216 |
2 ∙ TRATAMIENTO Y TRATO

Existen multitudes de trabajos e investigaciones que ponen de manifiesto la im-


portancia de la relación terapéutica en la eficacia del tratamiento biopsicosocial.
El impacto en el bienestar de la persona de la relación que se establece entre el
profesional y él mismo es mayor incluso que la aplicación de cualquier técnica o
enfoque durante el tratamiento. Es decir, es más sanador cómo te lleves con tu
psicóloga/o, que el tratamiento que ésta/e utilice.
De hecho, la investigación demuestra que la calidad de la relación es un aspecto
determinante en la eficacia de un tratamiento psicoterapéutico.

La intervención en rehabilitación psicosocial y recuperación nos muestra día a


día el valor del enfoque del tratamiento orientado a las necesidades de la persona,
considerando sus ritmos y preferencias, para conseguir resultados satisfactorios
para la misma.

Las propias personas, en distintos movimientos sociales, reivindican el derecho a


ser escuchadas para la elección de sus tratamientos así como la atención de sus
necesidades.

Estamos hablando básicamente de dos conceptos fundamentales a tener en cuen-


ta en la intervención biopsicosocial. El trato (o la forma de relación que se propicia
desde la perspectiva profesional hacia la persona atendida) y el tratamiento (ya
sea médico, psicológico, psicosocial o social).

| 217
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

2 ∙ 1 El Trato

El trato, según la RAE, en la acepción más ajustada a este contexto, es la acción de


comunicarse o relacionarse con alguien.

Según Carl Rogers, fundador de la psicología humanista, la actitud de terapeutas


o profesionales que tratan de establecer una relación de ayuda ha de cumplir tres
condiciones para ser efectiva a nivel terapéutico: autenticidad, consideración po-
sitiva y la empatía.

Estas consideraciones han servido de referencia para el estudio y desarrollo de


cualquier tipo de relación de ayuda. Por tanto, es oportuno tenerlas en cuenta a la
hora de ayudar a familiares y personas allegadas.

Autenticidad

La autenticidad de la persona que ayuda (Rogers hablaba de la persona encargada


de la terapia), pasa por conocerse y aceptarse tal y como es en todos los aspec-
tos de su vida, incluso en la relación con la persona a la que ayuda. Esto le permite
ser congruente consigo misma y con la otra persona y por tanto manejar de forma
consciente aquello que es solo suyo y puede estar afectando a la terapia o trata-
miento y evitar efectos no deseados en las otras personas o en el tratamiento.

218 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

Por ejemplo, la persona que realiza la terapia puede que esté frustrada, desmoti-
vada, decepcionada con la relación y si no es consciente de ello y no lo maneja,
puede de forma consciente o inconsciente hacer reproches o culpar a la otra per-
sona de que no haga avances.

Me he dado cuenta claramente de que no produce ningún fruto


a largo plazo, en las relaciones interpersonales, comportarse
de manera diferente a la que se es (...) Constato que soy más
eficaz cuando puedo escucharme con aceptación y puedo ser
yo mismo. (Carl Rogers)

Consideración positiva

La consideración positiva sería algo así como aceptar con calor cualquier aspecto
experiencial de la persona a la que se quiere ayudar. Por ejemplo, recibir con los
brazos abiertos.

Es el aspecto afectivo de la relación, tener interés por el bienestar de la otra perso-


na. Diríamos que sería la amistad, que brindamos a la persona a la que queremos
ayudar, pero con ciertos límites.

En el caso profesional, los límites serían los que marca la institución en la que se
encuadra la intervención. Por ejemplo, no atender fuera del horario de trabajo.

En el caso de familiares, podría ser no atender a la persona que ayuda en el mo-


mento en el que se encuentra trabajando o en su clase de pintura semanal.

Se trata aquí de mucho más que de una neutralidad, por muy


benévola que esta pueda ser. Es un empeño afectivo y positivo,
es un interés, o también como dice Rogers es amor, pero no un
amor posesivo (Interprete de Rogers)

Empatía

La empatía sería la capacidad que tiene quien ayuda de ponerse verdaderamente


en el lugar de la otra persona y ver el mundo como realmente la otra persona lo ve.
Ser capaz de entender la experiencia de la otra persona liberándose de todo juicio
sobre la misma. Quitarse sus gafas para ponerse las de la otra persona.

| 219
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

Entrar en el mundo personal del otro y quedarse tan a gusto


como en su propia casa. (Carl Rogers)

Según Carl Rogers, estas condiciones o actitudes en el ámbito profesional facilitan


una relación de confianza y seguridad, libre de juicios que permite a la persona
atendida mostrarse tal y como es, conocerse a sí misma, sus deseos, sus frustra-
ciones, emerger de forma espontánea y por tanto situarse en el punto de partida
real desde el cual iniciar un camino hacia la felicidad o la recuperación personal.

Es por todo ello que en la intervención biopsicosocial se trabajan ciertos aspec-


tos con el objetivo de establecer una buena relación de ayuda con la persona aten-
dida. Seguramente, resultarán conocidos algunos de los siguientoes conceptos.

Alianza terapéutica

Se habla de alianza terapéutica cuando se dan dos condiciones en la relación. Por


un lado, la comodidad y libertad que experimentan las personas en el contexto
terapéutico al sentirse acogidas y aceptadas por el profesional.

Por otro lado, cuando además existe un acuerdo entre profesional y persona
atendida en cuanto a los objetivos y las tareas a desarrollar durante la inter-
vención el equipo de trabajo construido. De este modo se entiende la alianza te-
rapéutica como una construcción conjunta entre persona y profesional en la que
ambos juegan un papel importante en la intervención. Se considera esta alianza
muy importante para alcanzar buenos resultados con el tratamiento.

Vínculo

Es una relación particular con un objeto o persona. De esta relación particular


resulta un comportamiento que tiende a repetirse automáticamente, tanto a nivel
interno, en los afectos y pensamientos que provoca la relación en sí misma, como
a nivel externo, en la forma de comportarse hacia el otro.

Es una estructura dinámica (siempre está en movimiento y transformación) y plural


(no existe un único tipo de vínculo para una persona u objeto, ya que un mismo
vínculo integra varios).

220 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

Vínculo terapéutico

Es aquel que permite la diferenciación entre ambas personas, conservando cierta


autonomía cada una de ellas. Facilita a la vez una clara comunicación entre ambas
partes, con alto grado de libertad y confianza, construyendo una relación flexible
y adaptativa, que se deja transformar dialécticamente por los cambios del entorno
dando lugar a un aprendizaje y cambios continuos.

A través de esta relación se facilita que la persona pueda explorar lugares y roles
de forma espontánea que anteriormente no había experimentado o temía hacerlo.
De este modo la imagen de sí misma e incluso su identidad puede verse enriqueci-
da y a la vez esto puede ampliar el campo de experiencia de la persona facilitando
su recuperación. (Pichon Riviere)

El vínculo terapéutico se ha convertido en muchos casos en la herramienta de


trabajo más importante en la intervención en salud mental.

Acompañamiento terapéutico

Es una disciplina de recién aterrizaje en España (originaria de Brasil y Argentina)


que se implementa en la intervención en salud mental en los distintos dispositivos
de atención, sobre todo en los de atención social.

Persigue el establecimiento de un vínculo terapéutico entre la persona acompa-


ñante y la acompañada, utilizando a su vez el vínculo como herramienta fundamen-
tal de trabajo. El acompañamiento se desarrolla en la vida cotidiana de la persona,
tanto en espacios públicos como en el domicilio de la persona, con el objetivo de
facilitar a través del vínculo la participación y la autonomía de la persona acom-
pañada en su propia vida.

Enganche

Constituye la primera fase del desarrollo de cualquier tipo de tratamiento biopsico-


social. El enganche lo pone en marcha el profesional con el objetivo de facilitar el
establecimiento de un vínculo terapéutico con la persona.

Es un artificio técnico al servicio de la táctica. (A. Chévez).

| 221
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

En esta fase desde el punto de vista profesional se despliegan las artes para atraer
a la persona, se busca aquello en común con la persona, se pone en relieve lo
semejante. El objetivo es facilitar una confianza y una pseudo amistad que per-
mita compensar la violencia intrínseca que hay en cualquier tipo de intervención
biopsicosocial, en tanto que profesionales y dispositivos vienen a invadir la intimi-
dad de la persona atendida. Este despliegue de lo semejante de la relación viene
acompañado del establecimiento de unos límites que encuadran la relación en un
contexto terapéutico, introduciendo unas condiciones en la relación, diferencián-
dola de una amistad.

Adherencia al tratamiento (o adherencia terapéutica)

Es un término utilizado mayoritariamente en el contexto médico que hace refe-


rencia a la aceptación por parte de la persona atendida de un plan o programa de
tratamiento, a la puesta en práctica de forma continuada de las indicaciones del
médico o terapeuta, la evitación de conductas de riesgo, la incorporación de con-
ductas saludables a la vida cotidiana, etc.

Es un término que no hay que confundir con alianza terapéutica, en la cual hay una
mayor participación de la persona atendida, una relación digamos más horizontal
que la que se plantea en el trabajo por la adherencia al tratamiento.

En el caso de la alianza lo más importante es la persona atendida y ajustar el


tratamiento a la misma, en la adherencia es lo contrario, ajustar la persona al
tratamiento.

En resumen, estamos viendo el papel tan importante que juega la relación estable-
cida entre la persona atendida y el profesional en el marco de cualquier interven-
ción biopsicosocial en salud mental.

Por esta razón, se hace necesario el trabajo en equipo y la supervisión pues el


establecimiento de cualquier relación despliega unos efectos en los perfiles pro-
fesionales que resultan inevitables y pueden resultar perjudiciales para el trata-
miento. Estos efectos tienen mucho que ver con los afectos que pueden ser ex-
perimentados por profesionales en el marco de la relación. Es necesario por ello,
conocerlos y manejarlos pues si no pues si no, en el ámbito profesional, se corre
el riesgo de que aparezcan... en la relación de forma descontrolada e interfieran en
el tratamiento.

222 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

2 ∙ 2 Tratamiento

El tratamiento es el conjunto de medios o técnicas que se emplean para curar o


aliviar una enfermedad, según la RAE.

En la intervención biopsicosocial se ponen en marcha cuatro tipos de tratamien-


tos, fundamentalmente, el médico, psicológico, psicosocial y social, los cuales
abordaremos de forma más detenida a lo lardo de este módulo.

El tratamiento biopsicosocial se pone en marcha en respuesta a una demanda.


Una demanda que puede partir de la propia persona, de la familia o su entorno o
desde el ámbito profesional.

Tras la recepción de la demanda, el profesional o equipo hace un análisis de la


misma para identificar la necesidad o el motivo real de demanda, pues no siempre
coinciden, como punto de partida para iniciar una propuesta de tratamiento.

Tras este análisis se establecen uno o varios objetivos de recuperación, teniendo


en cuenta las necesidades, fortalezas, debilidades y apoyos sociales con los que
cuenta la persona. Estos objetivos se convierten en las metas y el para qué del
tratamiento.

A su vez, los objetivos hay que diferenciarlos de las estrategias de intervención


o metodología a poner en marcha para alcanzar dichos objetivos. Es importante
diferenciar estos componentes del tratamiento pues a veces se confunden entre
ellos.

| 223
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

Por ejemplo, un objetivo puede ser reducir el malestar psicológico de una persona
pero ello no significa que la estrategia de intervención tenga que ser necesaria-
mente, administrar tranquilizantes o enseñar técnicas de relajación a la persona.
Éstas no son más que dos herramientas que puede utilizar la persona para reducir
su malestar y alcanzar su objetivo, pero ello no significa que sean las únicas o de
necesaria aplicación. A lo mejor la persona necesita tomar una decisión importante
en su vida que le libere de dicho malestar o prefiera practicar deporte para paliarlo.
Por ello es importante tener siempre en cuenta las necesidades de la persona y
sus preferencias.

Otro ejemplo sería el momento en que se plantea en un plan de intervención psi-


cosocial el objetivo de aumentar la autonomía en el manejo del transporte público
a una persona que se siente muy insegura en este contexto y no se ofrecen acom-
pañamientos como estrategia de intervención justificando esta decisión en que
lo que queremos es que la persona desarrolle su autonomía. Sería bastante poco
probable que hubiera avances pues a la persona le faltan apoyos para conseguirlo.
Quizá la persona los necesite en un principio para aumentar la seguridad en sí mis-
ma hasta poder manejarse autónomamente en el futuro. Dicho de otro modo, es
necesario centrar el tratamiento en la persona y en sus necesidades específicas.

224 |
3 ∙ INTERVENCIÓN FARMACOLÓGICA

3 ∙ 1 ¿Qué es un psicofármaco?

Es una sustancia química capaz de modificar el comportamiento, el humor, la per-


cepción u otras funciones mentales a través de su actuación sobre el cerebro.
Actúa modificando la actividad de determinados circuitos neuronales y modulando
pequeñas estructuras de las células que componen el sistema nervioso central.

3 ∙ 2 Algunos conceptos básicos

* Dosis: Cantidad de fármaco que hace que sea terapéutico.


* Vida media: Tiempo durante el cual es efectivo y explica por qué hay que tomarlo
varias veces al día.
* Vía de administración: Oral o intramuscular.
* Forma de administración: Pastillas, gotas, ampollas.

Hay sustancias que pueden alterar el mecanismo de acción de algunos psicofár-


macos. Las interacciones generales más habituales son:

* El alcohol puede potenciar la sedación.


* Los antiinflamatorios pueden alterar el metabolismo.
* Las sustancias estimulantes (cafeína o cocaína) pueden contrarrestar su efecto.
* El tabaco puede recortar la vida media.
* La comida y los antiácidos pueden enlentecer la absorción.

| 225
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

3 ∙ 3 Tipos de psicofármacos

Los psicofármacos más comunes son los que pertenecen a los cuatro grupos que
se nombran a continuación.

Ansiolíticos e hipnóticos

Calman la ansiedad, el nerviosismo o el estado de excitabilidad. Los hipnóticos


facilitan o mantienen el sueño. Se indican principalmente en la ansiedad primaria o
secundaria a otros procesos y situaciones, y en insomnio.

Antidepresivos

Mejoran los síntomas depresivos y ansiosos como la tristeza, la falta de energía,


la apatía. Se indican principalmente en los trastornos depresivos, los trastornos
de ansiedad crónicos, los trastornos fóbicos y el trastorno obsesivo-compulsivo.
También se utilizan en el trastorno del control de los impulsos, el dolor crónico y
otras enfermedades.

Antipsicóticos

Disminuyen los síntomas psicóticos como las alucinaciones o las ideas delirantes.
Se indican principalmente en la esquizofrenia y psicosis agudas, episodios depre-
sivos con síntomas psicóticos y episodios de manía.

Eutimizantes

Evitan nuevos episodios depresivos o maníacos, intentando estabilizar el humor.


Se indican principalmente en la prevención de nuevos episodios depresivos o hipo-
maníacos del trastorno bipolar o trastorno depresivo recurrente. También se utilizan
en trastornos del control de los impulsos y cuadros asociados a la agresividad.

3 ∙ 4 Efectos secundarios

La toma de psicofármacos puede provocar efectos indeseables que son uno de los
principales motivos de abandono del tratamiento.

Siempre habrá que analizar y asegurar que el beneficio sea mayor que los efectos
adversos y, cuando estos aparecen, consultar con el profesional de referencia para

226 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

decidir conjuntamente si hay que disminuir la dosis, utilizar un remedio casero para
atenuarlo, tomar otro fármaco que contrarreste las molestias o valorar si se puede
cambiar de fármaco o es mejor dejarlo. Los efectos secundarios más habituales
son:

Sistema Nervioso Central

* Somnolencia
* Visión borrosa
* Cefalea
* Trastornos de la memoria y la atención
* Enlentecimiento
* Temblores
* Rigidez muscular
* Necesidad de no estar quieto
* Tolerancia y dependencia (sobre todo ansiolíticos/hipnóticos)

Sistema Cardiovascular

* Hipotensión arterial

Sistema Gastrointestinal

* Náuseas
* Vómitos
* Estreñimiento
* Sequedad de boca

Sistema Endocrino

* Aumento de peso
* Alteraciones en la menstruación
* Disfunción sexual
* Galactorrea

| 227
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

3 ∙ 5 ¿Qué hacer ante efectos indeseables?

Algunas ideas a tener en cuenta para los efectos secundarios producidos por la
toma de determinados medicamentos son los siguientes:

Sequedad de boca

TOMAR O REALIZAR: Caramelos ácidos, agua con limón natural, enjuagues bucales,
infusiones…

Estreñimiento

TOMAR O REALIZAR: Verduras ricas en fibra (judías tiernas, espinacas, acelgas), fru-
tas (kiwi, ciruela, naranja), ejercicio físico, ingesta de 2 litros de agua / día

Somnolencia

TOMAR O REALIZAR: Ejercicio físico, mantener horarios y rutinas saludables, evitar el


alcohol, promover la realización de actividades cotidianas…

Insomnio

TOMAR O REALIZAR: Evitar bebidas estimulantes (te, café, chocolate), sobre todo a
partir del mediodía, evitar las cenas pesadas y ejercicio intenso dos horas antes
de ir a dormir, en la habitación procurar un ambiente agradable (temperatura, luz,
ruido), hacer actividades relajantes las últimas horas del día (respiración, música,
ducha…).

HTA/hipotensión

TOMAR O REALIZAR: Dieta, reducir peso, ejercicio.

Aumento de peso

TOMAR O REALIZAR: Dieta hipocalórica, evitar picar entre comidas, ejercicio físico.

En el caso de disfunción sexual, amenorrea, galactorrea, temblor, rigidez muscular


o inquietud es conveniente consultar con el psiquiatra.

228 |
4 ∙ INTERVENCIONES PSICOSOCIALES

4 ∙ 1 Definición intervención psicosocial

La Intervención Psicosocial es una disciplina encuadrada dentro de la Psicolo-


gía Social, que trata de comprender, predecir y cambiar la conducta social de las
personas, así como modificar aquellos aspectos nocivos de su entorno, con la
finalidad de mejorar la calidad de vida de éstos.

Es un proceso integral y permanente, dirigido a incrementar la capacidad de de-


sarrollo del ser humano, la familia y la comunidad. Está basada en la bidireccio-
nalidad entre lo psicológico y lo social, y se contempla la interdependencia de lo
individual con lo grupal y lo comunitario. Además, en la Intervención Psicosocial
se entretejen aspectos multidisciplinares provenientes de lo cultural, lo social y lo
económico.

La Intervención Psicosocial permite que las personas puedan ejercer control y


poder sobre su ambiente individual y social, para afrontar y solucionar situaciones
problemáticas y lograr cambios en el entorno social.

Para que todo ello se logre es necesaria la presencia de una ayuda profesional y
técnica que tenga como objetivo la potenciación de los recursos, tanto personales
como comunitarios; la formación y la educación, incrementando las posibilidades
laborales; y la prestación de servicios, acercando a la población a diferentes pro-
gramas a los cuales tiene derecho.

| 229
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

4 ∙ 2 Antecedentes

Antiguamente, el destino de las personas con problemas de salud mental estaba


ligado al hospital psiquiátrico, es decir, la atención comunitaria no se planteaba;
no se prestaba atención a las necesidades de cuidados comunitarios; no había
intención de que el enfermo se integrara de nuevo en su ambiente.

Esto supone que, durante el internamiento, la persona se hace dependiente de las


formas de vida que imperan en la institución, se acostumbra a un estilo de vida
estructurado por las normas del hospital, lo que se traducía en una incapacidad
para vivir fuera.

En la década de los 70, surge en Trieste (Italia), de la mano del psiquiatra Franco
Basaglia, una nueva línea de trabajo que apuesta decididamente por la integración
e inclusión de las personas con problemas de salud mental, tratándolas como
personas y no sólo como enfermos.

Esto supuso un gran cambio para la Psiquiatría en general, y el inicio de la llamada


Desinstitucionalización Psiquiátrica. A partir de esta nueva corriente y a lo largo
de las siguientes décadas, se ha ido construyendo una alternativa a la reclusión
hospitalaria: salir del manicomio a la comunidad

Desde este prisma, la Desinstitucionalización se entiende como un proyecto de


emancipación personal y colectiva; supone que la persona es la protagonista
de su propia vida, despliega sus opciones de interacción social, pertenece a una
comunidad, y ejerce sus derechos y responsabilidades civiles como cualquier otra
persona.

Pero para llevar a cabo la desinstitucionalización, fue necesario desplegar nue-


vos servicios que conforman la Dimensión Comunitaria de la reforma psiquiátrica.
Supuso un cambio sustancial en la organización de servicios (por ejemplo, la ge-
neralización de los Centros de Salud Mental, o las Unidades de Hospitalización
en hospitales generales, etc.), integrándolos plenamente en los procesos sociales
normales. Teniendo como marco este contexto, la rehabilitación psicosocial se
desarrolla para enfrentarse a las discapacidades y dificultades psicosociales que
caracterizan los problemas de salud mental de larga duración y ante las que los
tratamientos psiquiátricos y psicofarmacológicos resultan insuficientes.

230 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

Ello hacía necesario desarrollar nuevas formas de intervención psicosocial que


ayudaran a esta población a recuperar y compensar las capacidades y habilidades
deterioradas y a optimizar su nivel de autonomía y funcionamiento psicosocial de
modo que les permitiera alcanzar el mayor grado de integración y calidad de vida
posible en cada caso.

Se trata pues de incorporar dentro de una misma estrategia: los tratamientos far-
macológicos, los psicológicos y las intervenciones sociales; lo rehabilitador y lo
preventivo; de focalizar la intervención en la persona, la familia y el entorno.

Tal y como señala Gelinas (1998):

Lo comunitario en Salud Mental debe aplicarse para describir


las intervenciones que consisten en acompañar a la persona
en su medio de vida, proponerle una relación de ayuda para
superar las dificultades que surgen a diario, y para sortear las
barreras internas y externas que le impiden utilizar los recursos
necesarios para su integración social.

Otra cuestión relevante de actualidad que refuerza la importancia del desarrollo


de un modelo de intervención biopsicosocial, es precisamente que hoy en día, no
se ha encontrado evidencia empírica a favor de un efecto positivo de los psicofár-
macos a largo plazo. Únicamente sí se ha demostrado su contribución en muchos
casos a la prevención de recaídas en los primeros años (1-2 años). A medio y largo
plazo (más de 2 años) las cosas cambian. Según transcurre el tiempo disminuye
la diferencia del efecto del placebo y el de los antipsicóticos en términos de recaí-
das.

Existen muchas dudas al respecto de la eficacia de los antipsicóticos y voces cien-


tíficas, profesionales y de personas en atención en contra de su administración tal
y como se viene haciendo de forma habitual (en periodos largos y a altas dosis),
por lo que nos encontramos ante lo que algunas personas denominan una crisis del
paradigma médico.

Por otro lado, múltiples estudios y experiencias de programas de intervención pre-


coz con tratamientos psicosociales, psicoterapéuticos y familiares, muestran que
es factible posponer el inicio del tratamiento con antipsicóticos y limitar su uso, y
además obtener a largo plazo mejores resultados (sirva como ejemplo una revisión

| 231
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

de estudios aleatorizados y cuasi-experimentales de 5 modelos de intervención


psicoterapéuticos y psicosociales pilotos: Agnews State Hospital de Rappaport,
Soteria San Francisco, Soteria Berna, Parachute en Suecia y Tratamiento Adapta-
do a las Necesidades en Finlandia (Bola, Lehtinen, Cullberg y Ciompi, 2009 etc).

Igualmente se ha constatado que existe un grupo de personas con diagnóstico de


esquizofrenia que pueden mantenerse a largo plazo sin el uso continuado de me-
dicamentos antipsicóticos, como queda de manifiesto en las experiencias de los
programas intervención en primeros episodios como EPPIC en Australia, Soteria
en San Francisco, y Diálogo Abierto en Finlandia, entre otros.

Las intervenciones centradas en la persona, aquellas que tratan de recuperar a


la persona y de proporcionarle apoyo y acompañamiento en su proceso vital de
recuperación, se vislumbran más esperanzadoras para la recuperación que aque-
llas que se centran en el fármaco o en aumentar la capacidad de funcionamiento
de la persona.

Tampoco debemos obviar multitud de factores que complican la eficacia del tra-
tamiento con antipsicóticos, como son: las altas tasas de abandono y dificultades
de adherencia, la comorbilidad y las condiciones reales de salud de las personas
con diagnóstico de psicosis, por ejemplo. En conclusión, no se sostiene la idea
de un mismo modelo de tratamiento con antipsicóticos para todas las personas
diagnosticadas de esquizofrenia (Harrow y Jobe, 2007, 2013; Moilanen et al., 2013,
2016; Sohler et al., 2015)

Por último, señalar que los ensayos clínicos no muestran ventajas en sintomato-
logía negativa, a pesar del empeño de las farmacéuticas en demostrarlo (Keefe,
Bilder, Davis, Harvey, Palmer, Gold et al., 2007; Davidson, Galderisi, Weiser, Wer-
beloff, Fleischhacker, Richard et al., 2009; Leucht, Corves, Arbter, Engel, Li y Davis,
2009a). Cuando se produce dicha mejoría en los episodios agudos está relaciona-
do con una mejoría clínica general y la disminución de los síntomas agudos (Keefe
y Harvey, 2012).

Es posible que ahora nos preguntemos por qué se ha dado tanto valor a la eficacia
del tratamiento con psicofármacos a lo largo de la historia, si los resultados empíri-
cos no son tan esperanzadores. Pues bien, sería muy ambicioso por nuestra parte
tratar de enumerar las causas que han llevado a la sociedad a aplicar de forma tan
contundente el uso de los psicofármacos, pues habría que atender a cuestiones

232 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

filosóficas, culturales, sociales, económicas y quizás de otra naturaleza que están


fuera de nuestro alcance. Sin embargo podemos compartir los resultados de un
estudio reciente, publicado en la revista Translational Psychuiatry (Lancee, M., Lem-
mens, C. M. C.. Kahn, R.S., Vinkers, C.H., & Luykx, J. J. (2017) y titulado: Outcome
reporting bias in randomized-controlled trials investigating antipsychotic drugs, en
español: Sesgo de informe de resultado en ensayos controlados aleatorios que in-
vestigan fármacos antipsicóticos, y que nos puede transmitir algunas ideas.

Este estudio analiza más de 45 ensayos clínicos sobre la eficacia de antipsicóti-


cos publicados desde el año 2006, y que concluyen que más del 85% presentan
sesgos en su publicación, informando solo de resultados positivos y que ocultan
o disimulan los negativos, confundiendo a la comunidad científica y a la sociedad,
dando a entender que los resultados son uniformemente positivos.

Afirmaremos en consecuencia, que avanzar hacia un uso mínimo de los antipsicóti-


cos es un imperativo basado en la evidencia y en la perspectiva ética que sustenta
la práctica sanitaria.

4 ∙ 3 CARACTERÍSTICAS Y TIPOS DE INTERVENCION PSICOSOCIAL

La experiencia adquirida en controvertidos procesos de desinstitucionalización


psiquiátrica señala nuevos caminos para el tratamiento de las personas con pro-
blemas de salud mental crónicos.

Hemos aprendido que la mera instalación en la comunidad de estas personas no es


una panacea, y hay evidencias de que ahí también pueden producirse los fenóme-
nos de rechazo, estigma y abandono. Así pues, los ingredientes de los servicios
de Intervención Psicosocial comunitaria deben ser:

Integralidad

Se trata de incorporar, simultánea o sucesivamente, las distintas modalidades de


tratamientos dentro de un proyecto terapéutico global, pensado para cada per-
sona con problemas de salud mental en particular: una misma estrategia que aúne
los tratamientos farmacológicos, los psicológicos y las intervenciones sociales; lo
rehabilitador y lo preventivo; la intervención en la persona con problemas de salud
mental, pero también en la familia y en el entorno.

| 233
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

Continuidad

Es la secuencia de atenciones prestadas entre los distintos dispositivos de una


red de atención, es decir, exige que cada dispositivo prevea sus intervenciones de
tal manera que no se den por finalizadas hasta que no esté accesible la siguiente
intervención y/o dispositivo…y así hasta que se considere finalizado el plan de
tratamiento de la persona con problemas de salud mental.

Responder a las necesidades de las personas con problemas


de salud mental

Dar respuesta a las necesidades de la persona debe guiar, en todo momento, las
estrategias profesionales y el proceso de intervención. El tratamiento de la croni-
cidad requiere rehabilitar y curar: aumentar la competencia social, aliviar y com-
pensar los déficits, mejorar la calidad de vida. Este cambio de enfoque supone
reconocer y superar algunas barreras que lo dificultan, como la tendencia de los y
las profesionales a perpetuar esquemas adquiridos en los que el objetivo es curar
(curación como remisión de síntomas); la tendencia a confundir demandas y nece-
sidades, con la consiguiente desviación de la atención hacia quienes son capaces
de formular y articular las demandas con más precisión y exigencia (las personas
con problemas más graves que no disponen de esta capacidad, tienen mayor ries-
go de no ser atendidas); la tendencia a estructurar las intervenciones psicosociales
según cómo se perciben las necesidades desde la perspectiva profesional, no de
la persona con problemas de salud mental… etc.

Trabajar con el entorno

Salir a la comunidad es uno de los desafíos más difíciles para los equipos profesio-
nales que realizan la intervención psicosocial, ya que deben ocuparse de la ardua
tarea de mejorar la red social de la persona con problemas de salud mental (el
déficit de relaciones interpersonales y el aislamiento son dos de los mayores pro-
blemas a los que se enfrentan en la comunidad).

Ocuparse de las personas cuidadoras

En nuestro medio habitual, la familia. Ofreciendo información, implicación en el


proceso rehabilitador y apoyo ante la sobrecarga familiar.

234 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

Con una perspectiva rehabilitadora

Tanta importancia puede tener la administración continuada de psicofármacos,


como la participación de la persona con problemas de salud mental en actividades
de capacitación laboral, ocio, vida familiar, etc.

4 ∙ 4 Tipos de intervención psicosocial

La intervención psicosocial ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Sin


embargo, aunque haya habido una especie de evolución lineal hay que tener en
cuenta que continúan vigentes ambas filosofías de intervención comunitaria.

La intervención psicosocial que se basa en la filosofía asistencialista o pedago-


gismo, considera a la persona con necesidades de atención como una persona
que no es capaz de mejorar sus capacidades o modo de funcionamiento o como
alguien que no sabe hacerlo.

En este sentido, son tanto desde la perspectiva profesional como de los dispositi-
vos de atención, se deciden mayoritariamente qué necesidades atender, pasando
a sustituir a la persona en este aspecto. En muchas ocasiones, son las necesida-
des más básicas (cuidados, higiene, alimentación, techo, económicas…) las que se
atienden desde esta filosofía de intervención.

El nivel de participación de la persona con problemas de salud mental, en la forma


de satisfacción es nulo o bajo, siendo las personas profesionales, voluntarias o
institución quienes asumen este rol. Los y las profesionales, por tanto, pasan a ser
el todo para la persona. Son intervenciones en las que se presta, muy probable-
mente, más apoyo del que realmente necesita la persona, se la sobreprotege.

A largo plazo, esta filosofía de atención genera iatrogenia (mantenimiento de una


situación patológica, dependencia, cronicidad) como se ha constatado a lo largo
de la historia con la experiencia de los manicomios.

Un ejemplo de intervención en salud mental desde esta filosofía asistencialista lo


encontramos en los ingresos hospitalarios, en los que el grado de participación
o decisión de las personas con problemas de salud mental en sus rutinas diarias
está mermado, salvando diferencias entre centros.

| 235
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

También encontramos este modelo de atención en algunos recursos de atención


social, como por ejemplo en algunas residencias.

Veamos ahora un ejemplo más claro. Una persona con problemas de salud mental
que vive en una mini-residencia puede sentirse muy insegura a la hora de hacer
determinadas actividades cotidianas y por ello solicita ayuda o compañía para rea-
lizar muchas de ellas de forma persistente (hacer la cama, llamar por teléfono,
buscar una prenda en su armario…). Incluso solicita ayuda para actividades que,
bajo el punto de vista de los otros, podría hacer sola.

Desde una perspectiva asistencialista se respondería directamente a la demanda


de la persona sin apenas haber realizado un análisis de la misma, proporcionán-
dole la prenda directamente, ayudándola a hacer la cama...etc. En este sentido,
es muy probable que se esté reforzando ese sentimiento de inseguridad y se
esté, favoreciendo la dependencia de la persona sobre el recurso, perpetuando el
problema.

Si por el contrario, se realizara un análisis de la demanda, se identificaría la nece-


sidad subyacente a ésta y se trabajaría sobre cómo aumentar esa confianza en sí
misma.

Es cierto que, por otro lado, muchas veces tanto familiares, como profesionales
caemos en esta forma de apoyar pues este tipo de intervenciones, aparentemente,
resultan resolutivas. Es por ello, que en situaciones de crisis, frecuentemente se
recurra a ellas. Este, digamos, espejismo de eficacia, se relaciona con que este tipo
de apoyos conllevan una participación muy activa por parte de la persona que ayu-
da, por lo que, de algún modo, se siente satisfecha con su tarea. Se puede pensar
“Estoy haciendo las cosas bien, estoy contribuyendo a revolver situaciones”.

Es en este punto donde consideramos conveniente diferenciar el asistencialismo


como estrategia de intervención de un apoyo asistencialista, como intervención
concreta que se puede dar también desde una estrategia basada en la rehabilita-
ción psicosocial o modelo de recuperación.

A veces sucede que se proporcionan apoyos asistencialistas a una persona para


poder seguir trabajando otros aspectos relacionados con su recuperación o reha-
bilitación psicosocial. Por ejemplo, imaginemos a una persona que tiene muchas
dificultades para organizarse en sus actividades diarias y auto cuidados y esto

236 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

hace que en muchas ocasiones se haya puesto en peligro su salud física (se ha
dejado el gas dado, come solo fruta…). Se ha intentado apoyarla desde el centro
de día para personas con problemas de salud mental para organizarse mejor pero
no ha sido posible. Ante esta situación el centro de día le recomienda solicitar la
ayuda a domicilio (ejemplo de apoyo asistencialista) para poder seguir trabajando
otras áreas de rehabilitación, facetas o proyectos de la persona también significa-
tivas para ella.

Siguiendo con el mismo ejemplo, imaginemos que no se facilitara dicho apoyo. y


esta necesidad primaria quedara sin atender… Podríamos estar hablando de un
caso de abandono institucional.

4 ∙ 5 INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL DESDE EL MODELO DE RECUPERACIÓN


(INCLUYENDO EL MODELO DE REHABILITACION)

Como ya hemos comentado anteriormente en el módulo 2 la intervención social


desde el modelo de rehabilitación psicosocial da gran importancia a la impli-
cación activa de la persona con problemas de salud mental en su proceso reha-
bilitador, así como la de su grupo de apoyo, como la familia. Este proceso no se
considera lineal, incluye progresiones y regresiones continuas.

Su metodología se basa en el establecimiento de objetivos, priorizando, graduan-


do y evaluando estos. Se plantea como objetivo la autonomía que una persona
pueda alcanzar y los apoyos que necesita para ello. En este sentido, la rehabilita-
ción llega a todas las personas, sea cual sea su grado de discapacidad psicosocial
o malestar.

Además de intervenir con la persona para mejorar su capacidad de manejo con el


entorno, interviene en el mismo entorno. Del mismo modo, proporciona un segui-
miento y apoyo de la persona en los diferentes contextos de su vida.

La rehabilitación psicosocial se enfoca desde una perspectiva multidisciplinar y


se realiza en equipo con varios perfiles profesionales (psicología, educación social,
terapia ocupacional, trabajo social, orientación laboral, formación…). Es un trabajo
en red, pues requiere de coordinaciones y colaboración entre los diferentes servi-
cios que atienden a la persona. Por tanto, los ámbitos de intervención en rehabili-
tación psicosocial son:

| 237
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

A · Entrenamiento y recuperación de habilidades y capacidades y apoyo


a la integración social

Autocuidado (aseo e higiene personal, vestido, hábitos saludables), psicomotri-


cidad, actividades de la vida diaria, psicoeducación (conocimiento y manejo del
problema de salud mental, tratamiento, prevención de recaídas, etc.); autocontrol
y manejo del estrés; habilidades sociales; déficit cognitivos; ocio y tiempo libre;
orientación y rehabilitación laboral; actividades de apoyo y soporte social; integra-
ción comunitaria; apoyo a la integración social y soporte comunitario y seguimiento
en la comunidad.

B · Apoyo, asesoramiento e intervención psicosocial con familias

Apoyo y asesoramiento específico con cada familia; programas grupales estruc-


turados de psicoeducación e intervención psicosocial (como este en el que estáis
participando); promoción y apoyo al desarrollo de grupos de autoayuda y asocia-
ciones (por ejemplo, PROSPECT)

C · Intervenciones en el medio social de apoyo y soporte comunitario

Coordinación con recursos sociocomunitarios; promoción y apoyo al desarrollo de


redes sociales de apoyo; desarrollo y coordinación de servicios y programas de
apoyo como en atención y tratamiento (Tratamiento Asertivo Comunitario), reha-
bilitación psicosocial y apoyo a la integración social, rehabilitación laboral y apoyo
a la inserción laboral, atención residencial comunitaria, programas de seguimiento
(apoyo, coordinación y seguimiento comunitario individualizado)

Sin embargo, desde hace aproximadamente una década, comienza en España (an-
teriormente en otros lugares) a evolucionar este modelo de atención e intervención
psicosocial hacia el modelo de recuperación, como comentamos en el módulo 2.

Uno de los principales cambios que introdujo fue que la meta de la intervención
ya no solo era mejorar la autonomía o la inclusión de las personas, sino que se cen-
traba en la recuperación personal, entendiéndola como el proceso por el cual la
persona recobra (o, en muchos casos, accede por primera vez…) al protagonismo
sobre su propia vida, de acuerdo con sus valores propios, junto con el acceso al
desempeño de roles sociales significativos.

238 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

En esta dimensión, el papel de profesionales no es ya tanto el tratar un trastorno,


sino apoyar los esfuerzos de la persona con problemas de salud mental por res-
catar y resignificar su vida. Supone reconocer a la persona con problemas de salud
mental como verdadera protagonista en primera persona de su proceso terapéuti-
co y de crecimiento personal.

No se trata de un proceso de avance lineal, sino de un mapa con opciones de iti-


nerarios diversos, a merced de las elecciones personales, y no como una ruta fija
de obligado recorrido.

La recuperación es inicialmente un movimiento social que se pone en marcha en el


seno de las personas usuarias de servicios de salud mental, en torno a un conjunto
de valores compartidos (implicación personal, autodeterminación, esperanza…).

Estos valores se proponen como alternativa a la actual situación de valores y pers-


pectivas existentes, y cuya relevancia para los procesos terapéuticos depende tan-
to de la asunción de esos valores por parte del mundo profesional y las personas
con responsabilidad en políticas sanitarias, como del hecho de que a posteriori se
ha ido disponiendo de una colección de resultados empíricos que demuestran que
los tratamientos más eficaces son aquellos ricos y densos en ingredientes de recu-
peración. Los cuatro valores clave que sostienen el proceso de recuperación son:

| 239
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

Orientación hacia la persona

Ver la persona en su totalidad, no el problema; intervención centrada en talentos y


recursos personales; aceptación de todos los roles (no solo el de enfermo); visión
holística (entender la biografía completa de la persona).

Implicación de la persona

Implicar a la persona en su proceso terapéutico y de cambio; tomar responsabili-


dades; fomentar el sentido de empoderamiento y de identidad propia.

Autodeterminación

Dejar a la persona tomar decisiones; ayudar a la persona a retomar el significado


de su vida; colaborar en vez de pautar.

Esperanza

Buscar la oportunidad para crecer en cada circunstancia; ver y oír que la recu-
peración es posible; asumir el control sobre la propia vida; potenciar y reconocer
cambios positivos; ir más allá del mantenimiento o la prevención de recaídas; ser
capaz de avanzar y construir espacios vitales en muchos casos nunca conquista-
dos previamente (tener un trabajo, tener familia, vivir en un piso, etc.).

En resumen, como apunta W.A. Anthony, la recuperación se entiende como:

Una manera de vivir una vida satisfactoria, con esperanza


y aportaciones aún con las limitaciones causadas por la
enfermedad.

240 |
5 ∙ INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS

Una intervención psicológica consiste en la aplicación de principios y técnicas


psicológicas por parte de profesionales con experiencia acreditada con la finalidad
de ayudar a otras personas a comprender sus problemas, a prevenirlos, superarlos
o atenuarlos, y a mejorar sus habilidades personales y relacionales para alcanzar
su bienestar emocional.

La psicología clínica y de la salud, así como la sanitaria, ha sido definida como


aquella especialización de la psicología que aplica los principios, técnicas y cono-
cimientos científicos para evaluar, diagnosticar, explicar, tratar, modificar y/o pre-
venir los trastornos mentales o cualquier otro elemento relevante para los procesos
de salud y enfermedad, en los distintos y variados contextos en que éstos puedan
tener lugar.

Los fenómenos que constituyen el centro de atención de la psicología clínica y de


la salud son los trastornos mentales y cualquier otro tipo de comportamiento (nor-
mal o patológico) que afecte a la salud y el bienestar.

La psicología social, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y el bienestar


de las personas, superando enfoques basados en las carencias y patologías, para
promover un papel proactivo y autónomo de la persona, convirtiéndose éste en
agente activo del cambio, tanto en el papel de la intervención en situaciones de
crisis, como en la prevención de las mismas, de cara a maximizar sus habilidades

| 241
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

y competencias de análisis y transformación de su realidad social. Se basa pues,


en una filosofía de empoderamiento y de promoción de la autogestión. Para lograr
este objetivo, se requiere un abordaje multidisciplinar y el trabajo en red.

Adaptado de:
* http://www.copao.com/
* http://www.papelesdelpsicologo.es/
* http://diposit.ub.edu/

5 ∙ 1 Tipos de intervención psicológica

Podemos diferenciar entre distintos niveles de intervención, en función de las per-


sonas a las que se dirige de la intervención psicológica que se lleva a cabo: indivi-
dual, de pareja, familiar, grupal o comunitaria.

También podemos hablar de diferentes tipos de intervención psicológica en fun-


ción del objetivo que nos planteamos:

242 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

A · Psicoeducación

Permite ofrecer información sobre conceptos básicos de salud mental y el manejo


de situaciones asociadas, tanto a personas con problemas de salud mental como
familiares o profesionales no especializados, desde una perspectiva bio-psico-
social.

B · Rehabilitación cognitiva

Está orientada a mejorar el funcionamiento de las capacidades mentales en per-


sonas con afectación de sus funciones cognitivas, como la atención o la memoria,
para favorecer su desempeño en las actividades de la vida diaria, su autonomía y
su integración social y laboral.

C · Rehabilitación psicosocial

Implica el entrenamiento en estrategias y habilidades como el autocuidado, la co-


municación o la asertividad, para conseguir un funcionamiento lo más autónomo
y positivo posible y favorecer la inclusión de la persona en la comunidad de la que
formamos parte.

D · Psicoterapia o terapia psicológica

Pretende conseguir el alivio del sufrimiento a través del cambio. La psicoterapia fa-
cilita la toma de conciencia y la comprensión de situaciones, favorece la expresión
emocional, promueve la mejora o el aprendizaje de recursos personales y habilida-
des y la adopción de modos diferentes de pensar, sentir y actuar.

De este modo, ayuda a disminuir el malestar y favorece el funcionamiento y el


desarrollo pleno y autónomo de la persona. El cómo se consiga dependerá del
problema que plantee la persona, de las metas que quiera conseguir y del mode-
lo teórico seguido por el terapeuta. (Adaptado de: http://www.cop.es/colegiados/
ca00088/pag7.htm)

Existen diferentes modelos teóricos en psicología desde los que abordar una
intervención psicológica que varían en cuanto a la conceptualización de los ele-
mentos implicados y la metodología utilizada:

| 243
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

Modelos teóricos en psicología:

* Cognitiva

Se enfoca en tratar de modificar la forma de pensar de la persona, sustituir falsas


creencias y reconducir pensamientos limitadores y negativos.

* Conductual

Se centra en cambiar pautas de conducta inadaptadas, dejando en un segundo


plano los aspectos más subjetivos. Se trata de sustituir hábitos prejudiciales por
otros más sanos o constructivos.

* Constructivista

Se basa en la experiencia subjetiva y concibe el ser humano como constructor


activo de sus estructuras de relación con el entorno y no como un receptor pasi-
vo de experiencias y aprendizaje. El terapeuta propone preguntas que vuelvan la
atención hacia los procesos de significado y desarrollo en su mundo relacional, a
la vez que se le alienta a expandir y flexibilizar esos procesos.

* Dinámica

Comprende el ser humano en su globalidad en relación con su entorno y su am-


biente. Busca la toma de conciencia y el cambio de comportamiento basándose en
la participación activa de la persona que se ve influenciada por energías internas
y/o externas que orientan sus acciones (a menudo de forma inconsciente).

* Ecléctica

Toma recursos y técnicas terapéuticas de las diferentes corrientes psicológicas


para ofrecer un abordaje más amplio. 

* Psicoanalítica

Pone énfasis en el papel del inconsciente para explicar el comportamiento humano


y los problemas de salud mental. Se centra en experiencias pasadas (conflictos
psíquicos inconscientes) y su influencia en el comportamiento actual.

244 |
módulo 6 ·­­intervención - bio - psico - social

* Humanista

Concibe la persona como un todo integrado y se centra en el valor humano, la auto-


nomía, el potencial de la persona y la búsqueda existencial como responsabilidad
del propio sujeto. La psicóloga actúa como facilitadora del proceso, acompañando
a la persona para que sea ésta la que encuentre sus propias respuestas.

* Integradora

Tiene en cuenta criterios sobre el funcionamiento humano de diferentes corrientes


psicológicas y entiende la persona de una forma integral considerando los distin-
tos aspectos (cognitivo, emocional, relacional, espiritual…) como un todo. Resalta
el valor humano de cada persona.

* Sistémica

Tiene muy en cuenta los fenómenos de relación y comunicación de la persona


como parte de los distintos sistemas que componen el contexto en el que se des-
envuelve. Es la base de la terapia familiar. Busca cambiar patrones de interacción.

* Transpersonal

Combina principios y métodos de la psicología moderna con disciplinas de con-


ciencia y transformación tanto de Oriente como de Occidente. El concepto de sa-
nación incluye la modificación de la conciencia y el despertar espiritual, abarcando
aspectos de la humanidad, la vida, el psiquismo y el cosmos.

¿Dónde buscar ayuda?

A · Pide ayuda a tu médico/a de cabecera o, en el caso de ser atendido en un


Centro de Salud Mental, pregunta por el servicio de atención psicológica.

B · Hay asociaciones que disponen de un servicio de atención psicológica.


A veces existe una tarifa social para personas con pocos recursos económicos.

C · Infórmate en el ayuntamiento de tu municipio, pues en ocasiones ofrecen


programas de atención psicosocial a colectivos en riesgo o con necesidades espe-
cíficas (atención a la mujer, diversidad funcional, discapacidad, adicciones…).

| 245
manual de INTERVENCIÓN FAMILIAR

D · Si perteneces a una mutua privada de salud, averigua si tu cobertura de asis-


tencia incluye la atención psicológica.

E · En la web del Consejo General de Colegios de Oficiales de Psicólogos pue-


des encontrar el enlace al Colegio Oficial de tu comunidad autónoma para infor-
marte o acceder al directorio de profesionales colegiados.
https://www.cop.es/index.php

F · Existe también un Registro Nacional de Psicoterapeutas acreditados.


http://www.registronacionaldepsicoterapeutas.es/index.php/buscador/search

A tener en cuenta

Ante la posibilidad de iniciar una terapia psicológica se aconseja: (Adaptado de:


http://www.apa.org/centrodeapoyo/entendiendo-la-psicoterapia.aspx)

* Hacer un contacto inicial con la psicóloga por vía telefónica y aprovechar para
hacer todas las preguntas que se consideren oportunas. También permitirá obte-
ner una primera impresión del vínculo que podemos establecer con ella.
* ¿Presta atención a personas adultas, niños y niñas, adolescentes, parejas o
familias? (Personalizar para cada caso)
* ¿Está colegiada? (Se aconseja que así sea)
* ¿Cuáles son sus áreas de especialización?
* ¿Cuál es su método/modelo de intervención?
* ¿Cuáles son sus honorarios? En caso de que no pueda pagar los honorarios
habituales, ¿tiene una escala flexible de precios?
* En el caso de tener mutua privada, ¿acepta seguro médico?
* ¿Cuál es su política con respecto a no asistir a una cita? ◊

246 |
MÓDULO 7
Red de recursos
de apoyo social
y sanitario

| 249
módulo 7
Red de recursos de apoyo social
y sanitario
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_253

2 ·­­recursos sociales y sanitarios_254

3 ·­­asociacionismo y participación comunitariia_264

3 · 1 Las asociaciones y grupos de apoyo como estrategia de intervención


en apoyo social_265
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 7 · recursos de apoyo social


y sanitario
duración: 2 horas_1 sesión

1_Identificación de recursos
objetivos: Establecer el conocimiento de partida acerca de la red de recursos
existentes y las características de los mismos. Tiempo estimado: 15 min

2_Recursos
objetivos: Dar a conocer a familiares y personas allegadas participantes la tipo-
logía de recursos sociales y sanitarios. Tiempo estimado: 40 min

3_Apoyo en los recursos adecuados


objetivos: Reflexionar sobre la importancia de derivación al recurso más adecua-
do en función de las características y necesidades de la persona ∙ Mejorar el co-
nocimiento sobre la red de atención sociosanitaria. Tiempo estimado: 50 – 60 min

4_Asociacionismo y participación comunitaria


objetivos: Dar a conocer a familiares y personas allegadas participantes los orí-
genes del movimiento asociativo, y su especial contribución y aportación a la vida
comunitaria. Tiempo estimado: 1 hora

5_Despedida y cierre de Módulo 7


objetivos: Permitir que cada persona del grupo exprese sus vivencias en relación
al trabajo realizado grupalmente. Tiempo estimado: 5 min

| 253
2 ∙ RECURSOS SOCIALES Y SANITARIOS

Hoy en día, aún no existe un acuerdo en cuanto a las nomenclaturas o denomina-


ciones que se dan a los dispositivos de atención a la salud mental, y tampoco
hay un sistema de información público adecuado.

A continuación, se describen los recursos sanitarios disponibles en nuestro país


para la adecuada atención de las personas con problemas de salud mental. Algu-
nos de los citados y descritos no se han desarrollado en todas las Comunidades
Autónomas:

Unidad de Hospitalización de Agudos - Breve - Corta Estancia

* Atiende aquellos casos que, por la gravedad de su sintomatología aguda, no pue-


den permanecer en su medio habitual hasta la remisión del episodio.
* Presta atención continuada durante periodos de tiempo cortos, en régimen ce-
rrado y presenta, como característica fundamental los cuidados de carácter con-
tinuado.
* Tratamiento, de personas ingresadas, de tipo biológico y psicoterapéutico.
* Psiquiatría de enlace en el hospital y con los equipos de Atención Primaria y de
Salud Mental.
* Atención a las urgencias psiquiátricas hospitalarias.
* Docencia e investigación.

254 |
módulo 7 ·­­red de recursos de apoyo social y sanitario

Unidad de Media Estancia - Rehabilitación - Comunidades terapéuticas

* Personas con trastornos mentales graves de larga evolución.


* Asistencia médica integral
* Tratamientos psicofarmacológicos y psicoterapéuticos.
* Terapia ocupacional, actividades de ocio y tiempo libre, alta y reinserción
* Programas individualizados de rehabilitación.
* Apoyo a las familias.
* Docencia e investigación.

Unidad Larga Estancia - Hospital Psiquiátrico- Unidades Rehabilitadoras

* Atención de personas con problemas de salud mental graves en régimen de larga


estancia y que presentan grandes dificultades de adaptación a su entorno.
* La derivación a esta unidad responderá a un criterio clínico apoyado en un ade-
cuado informe psicosocial.
* Actividades médicas y psiquiátricas de apoyo.
* Terapia ocupacional.
* Actividades básicas de rehabilitación.
* Actividades de tiempo libre, ocio y convivencia.

Hospital de Día Psiquiátrico

* Hospitalización parcial para personas con trastorno mental grave que, aunque
han perdido temporalmente la capacidad de autocuidados, no precisan de un me-
dio totalmente cerrado para la contención de su sintomatología.
* Las estancias en estos dispositivos, que suelen estar ubicados en los hospitales
generales de referencia, pueden alcanzar 60 días.
* Tratamientos intensivos psicofarmacológicos, psicoterápicos individuales o grupales.
* Elaboración de informes al alta y derivación.
* Formación e investigación.
* Interconsultas con otras especialidades médicas.

Unidades de Salud Mental (USM) - Centros de Salud Mental (CSM) de


Adultos.

* Atención integral a personas: psicofarmacológica, psicoterapéutica individual, de


grupo o familiar, y actividades encaminadas al desarrollo de habilidades sociales.

| 255
manual de intervención familiar

* Seguimiento y control de las personas que han sido dadas de alta en las unidades
de hospitalización breve.
* Desarrollo de programas individualizados de rehabilitación en colaboración,
cuando sea preciso, con los dispositivos específicos de rehabilitación.
* Detección de necesidades sociales de las personas con problemas de salud
mental y sus familiares en colaboración con los servicios sociales de base.
* Apoyo y asesoramiento al equipo de Atención Primaria y a otros profesionales
sanitarios de su ámbito geográfico de actuación y participación en los programas
de enlace.
* Atención a las urgencias en el horario del centro de Salud Mental.
* Derivación de personas que necesiten ingreso a las unidades de hospitalización
breve o al resto de los dispositivos de la red de salud mental.
* Interconsulta psiquiátrica en los hospitales que carezcan de unidad de hospita-
lización breve.
* Docencia e investigación.

Unidades de Salud Mental Infanto - Juvenil (USMIJ)

* Se trata de un servicio diferenciado para la atención a la salud mental y a la asis-


tencia psicológica de la población menor de 18 años.
* Acogida, evaluación, diagnóstico y tratamiento.
* Seguimiento y control de las personas que han sido dadas de alta en las unidades
de Hospitalización breve infanto-juvenil.
* Prestación de asistencia domiciliaria cuando las circunstancias terapéuticas lo
requieran.
* Apoyo y asesoramiento al equipo de Atención Primaria, al equipo de salud mental
y a otros profesionales sanitarios de su ámbito geográfico de actuación.
* Atención a las consultas urgentes en el horario de funcionamiento de la unidad
de salud mental.
* Derivación de las personas que necesiten ingreso a la unidad de hospitalización
breve infanto-juvenil.
* Interconsulta psiquiátrica en los servicios de pediatría de los hospitales que ca-
rezcan de unidad de hospitalización breve.
* Apoyo a los centros educativos y de servicios sociales.
* Docencia e investigación.

256 |
módulo 7 ·­­red de recursos de apoyo social y sanitario

Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) o Centros de Día (CD)

* Permiten la permanencia en su medio social y familiar de personas con trastor-


no mental grave con importante deterioro pero que están estabilizadas sintomáti-
camente y gozan de alguna autonomía o tienen algún apoyo familiar.
* Rehabilitación y reinserción con unos tiempos de permanencia amplios.
* Tratamiento psicoterápico.
* Programas individualizados de rehabilitación.
* Terapia ocupacional.
* Psicoeducación.
* Actividades estructuradas de ocupación del tiempo libre.
* Apoyo a familiares y personas allegadas.
* Docencia e investigación.

A continuación, se desgrana la estructura de la red de dispositivos que se entien-


de deben ser considerados como adecuados para la atención a cualquier persona
que tenga un problema de salud mental, refiriéndonos siempre a criterios de conti-
nuidad, integralidad y calidad en la atención.

En todo momento, en este punto, se refieren como dispositivos sociosanitarios a


aquellos que no sean exclusivamente hospitalarios o sanitarios como las unidades
de salud mental, las unidades de hospitalización breve, de media estancia, de larga
estancia…

Esta red debería estar compuesta por dispositivos de diversa índole que cubran
las distintas necesidades de la persona con problemas de salud mental, y que
básicamente se recogen en el siguiente esquema:

1 ∙ Necesidades terapéuticas / Dispositivos de atención terapéutica


2 ∙ Necesidades laborales / Dispositivos de atención laboral
3 ∙ Necesidades residenciales / Dispositivos de atención residencial
4 ∙ Necesidades de ocio y tiempo libre / Dispositivos de ocio y tiempo libre
5 ∙ Necesidades tutelares / Dispositivos tutelares

| 257
manual de intervención familiar

1 · Dispositivos de atención terapéutica

Incluyen servicios que en las distintas comunidades reciben distintos nombres


como centro de rehabilitación psicosocial, centro de día, centro de soporte social,
centro de soporte diurno, unidad de psicogeriatría…

Estudiando las peculiaridades de cada uno se podrían englobar todos dentro de


las siguientes categorías:

Centro de rehabilitación psicosocial (CRPS)

Son centros que ofrecen programas individualizados de rehabilitación psicosocial


para ayudar a las personas con problemas de salud mental a recuperar el máximo
grado de autonomía personal y social, mejorar su funcionamiento psicosocial y
promover su mantenimiento e integración en la comunidad. Además, ofrecen inter-
venciones a nivel familiar.

Todo ello se lleva a cabo desarrollando intervenciones individuales y grupales en


áreas como autocuidado y actividades de la vida diaria, psicomotricidad, habilida-
des sociales, autocontrol, psicoeducación y manejo de la enfermedad, integración
comunitaria y apoyo a la integración social. Así mismo ofrecen psicoeducación,
asesoramiento y apoyo a las familias.

258 |
módulo 7 ·­­red de recursos de apoyo social y sanitario

Centro de Día (CD)

Son centros que ofrecen programas y actividades de apoyo y soporte social,


para ayudar a las personas con problemas de salud mental con mayores niveles de
dificultades de funcionamiento, aislamiento y dependencia, a alcanzar un mínimo
de autonomía y apoyar su mantenimiento en la comunidad en las mejores condi-
ciones posibles.

Su función es además evitar el riesgo de deterioro, aislamiento o dependencia.


Todo ello se lleva a cabo a partir de actividades de mantenimiento de la autonomía
personal, actividades de socialización, actividades de ocio y actividades sociocul-
turales de soporte social (manualidades, pintura, juegos de mesa, tertulias, elabo-
ración de periódicos, taller de lectura y escritura, taller de creatividad, expresión
corporal, gimnasia…) y cuantas otras actividades sociales, ocupacionales o cultu-
rales puedan resultar de interés.

2 · Dispositivos de atención laboral

Se incluyen servicios que en las diversas comunidades reciben distintos nombres


como centro ocupacional, taller ocupacional, centro de rehabilitación laboral, ser-
vicio de orientación y apoyo al empleo, proyecto de integración sociolaboral, cen-
tro especial de empleo, empresa social, taller prelaboral, empleo con apoyo, servi-
cio de formación… Analizando las características de cada uno se podrían englobar
todos dentro de las siguientes categorías:

Centro de rehabilitación laboral (CRL)

Son centros que ofrecen programas de rehabilitación laboral para ayudar a


aquellas personas con problemas de salud mental que han alcanzado un buen
nivel de autonomía, a aprender o recuperar los hábitos y capacidades laborales
necesarias para acceder al mundo laboral y apoyar su integración y mantenimiento
en el mismo. Ofrecen un abanico variado de actividades y programas tanto indivi-
duales como grupales que trabajan la orientación vocacional, el entrenamiento en
hábitos básicos de trabajo, el ajuste socio-laboral, talleres pre-laborales, el apoyo
a la formación laboral, la búsqueda activa de empleo, el apoyo y seguimiento de la
inserción laboral y el mantenimiento en el mismo.

| 259
manual de intervención familiar

Programas de formación y empleo

Son programas que surgen de la necesidad fundamental de articular medidas


de promoción y fomento del empleo que permitan aminorar las barreras que el
mercado laboral impone a la contratación de personas con problemas de salud
mental, y potenciar un abanico de alternativas laborales que permitan su efectiva
integración en el mundo laboral. Algunas de las principales alternativas para su
inserción laboral son las siguientes:

Centro especial de empleo (CEE)

Fórmula empresarial de empleo protegido, que facilita la contratación laboral de


personas con problemas de salud mental. Son empresas cuyo objetivo principal es
proporcionar a las personas con problemas de salud mental, que están trabajando,
la oportunidad de realización de un trabajo remunerado, adecuado a sus caracte-
rísticas y que facilite la integración laboral en el mercado ordinario.

Empresa social

Iniciativas empresariales comprometidas con la inserción laboral de personas con


problemas de salud mental y en las que se combina y complementan la dimensión
empresarial y mercantil con la dimensión social. Son empresas con forma jurídica
de Sociedad Limitada cuyo objetivo es incorporar en sus plantillas a personas que
padecen personas con problemas de salud mental. Se opta por una Sociedad
Limitada en vez de Sociedad Anónima y facilita oportunidades para obtener un
empleo permanente, a la vez que se incrementa, en algunos casos con carácter
exploratorio, su utilización complementaria como lugar de prácticas formativas,
empleo de transición, o apoyo a CRL.

Programas de empleo con apoyo

Programas que facilitan la incorporación y mantenimiento en empleos del mercado


laboral normalizado. Son empleos integrados en la comunidad dentro de empresas
normalizadas, para personas con problemas de salud mental, mediante la provi-
sión de los apoyos necesarios dentro y fuera del lugar de trabajo, a lo largo de su
vida laboral, y en condiciones de empleo lo más similares posibles en funciones
y retribuciones a las de otra persona sin problemas de salud mental en un puesto
equiparable dentro de la misma empresa.

260 |
módulo 7 ·­­red de recursos de apoyo social y sanitario

3 · Dispositivos de atención residencial

Podemos comprobar que incluyen servicios que en las distintas comunidades re-
ciben distintos nombres como residencia, minirresidencia, piso tutelado, vivienda
supervisada, piso transición, piso escuela, piso terapéutico, pensión concertada,
casa hogar, servicio de soporte de autonomía en el propio hogar, equipo de trata-
miento asertivo comunitario, servicio de atención a domicilio especializado, equipo
de atención social comunitaria …

Estudiando las peculiaridades de cada uno se podrían encuadrar todos dentro de


las siguientes categorías:

Minirresidencia (MR)

Son un recurso residencial comunitario dirigido a personas con problemas de sa-


lud mental con necesidades de apoyo residencial. Su capacidad de atención se
sitúa entre 20/30 personas usuarias. Proporcionan, con carácter temporal (estan-
cia corta o transitoria) o indefinido, alojamiento, manutención, cuidado y soporte
así como apoyo a la mejora de la autonomía personal y social. Ofrecen supervisión
y apoyo durante las 24h del día, en un ambiente de convivencia lo más familiar y
normalizado posible.

Piso supervisado (PS)

Alternativa de alojamiento estable y normalizada organizada en pisos normales


en los que residen 3 ó 4 personas con problemas de salud mental recibiendo el
apoyo y supervisión que en cada momento necesiten. La persona ha de pasar un
tiempo en una residencia antes de incorporarse a este recurso como proceso de
adaptación previo.

Pensión concertada (PC)

A través del pago de plazas en pensiones se pretende ofrecer un alojamiento digno


y cobertura de necesidades básicas a personas con problemas de salud mental
con un buen nivel de autonomía, pero sin apoyo familiar ni recursos económicos,
intentado evitar procesos de exclusión.

| 261
manual de intervención familiar

Servicio de soporte de autonomía en el propio hogar (SSAPH)

Servicio que viene a completar la red de centros. Funcionan de un modo integrado


y coordinado con el resto de recursos y facilita la continuidad de cuidados. Permite
ofrecer atención social domiciliaria y en el propio entorno a aquellas personas
con problemas de salud mental con dificultades y necesidad de apoyo social para
poder mantenerse en su entorno familiar y comunitario. Se configuran como un
equipo social interdisciplinar, compuesto por diversos perfiles profesionales como
enfermería, psicología, trabajo social, psiquiatría…

Además, realizan labores de acompañamiento y vinculación con la red de recursos


de salud mental y de servicios sociales a fin de mejorar su situación, su adherencia
al tratamiento, su calidad de vida y ofrecer apoyo a sus familias y cuidadores.

4 · Dispositivos de ocio y tiempo libre

Se incluyen servicios que en las distintas comunidades reciben distintos nombres


como club social, club de ocio, escuela de ocio y tiempo libre, programa de ocio,
servicio de tiempo libre… Estudiando las peculiaridades de cada uno se podrían
englobar todos dentro de la siguiente categoría:

Club social (CS)

Es un espacio de encuentro polivalente y de apoyo a la integración e inserción


comunitaria de las personas con problemas de salud mental. Ofrece un conjunto
de actividades sociales con la finalidad de estimular a las personas, favoreciendo
iniciativas, desarrollando diferentes actividades y talleres dentro de un marco re-
lacional que permita recuperar el intercambio social y las relaciones de amistad, y
siendo el punto de partida para la participación en espacios y ámbitos normaliza-
dos que potenciarán la autonomía de la persona con problemas de salud mental.
El club pretende proporcionar una estructura, facilitar apoyo logístico y motivación,
para la realización y organización de actividades de ocio que respondan a los in-
tereses de las personas participantes y ponerlas en relación con el entorno y la
comunidad. Son actividades asociadas al bienestar y satisfacción personal, con el
objetivo de estimular a los miembros del club para que ellas mismas sean gestores
del tiempo libre.

262 |
módulo 7 ·­­red de recursos de apoyo social y sanitario

5 · Dispositivos tutelares

Se incluyen servicios que en las distintas comunidades reciben distintos nombres


como entidad tutelar, agencia tutelar, fundación tutelar… Teniendo en cuenta las
características de cada uno, se podrían englobar dentro de la siguiente categoría:

Agencia tutelar (AT)

Asume el apoyo de aquellas personas con problemas de salud mental, cuya capa-
cidad de obrar ha sido modificada judicialmente con el objetivo de garantizarles
la seguridad jurídica, patrimonial y personal que necesitan, asegurando que sus
derechos como ciudadanos y ciudadanas no sean vulnerados por ninguna Admi-
nistración, ni por ninguna persona física o jurídica.

| 263
3 ∙ ASOCIACIONISMO Y PARTICIPACIÓN
COMUNITARIA

Cada vez es mayor el reconocimiento de instituciones y organizaciones profesio-


nales de ayuda, en cuanto a que su labor en solitario no es suficiente para propor-
cionar los recursos y el apoyo social que cubran, en su totalidad, las necesidades
de la población en general y de la más vulnerable, en especial.

El caso de la Salud Mental ilustra de forma dramática esta situación, y demuestra


claramente la necesidad de desarrollar estrategias de intervención alternativas,
tanto en éste como en otros ámbitos, si se pretende atender adecuadamente a la
población más necesitada.

Pues bien, como respuesta más poderosa se plantea la utilización de redes infor-
males de ayuda y apoyo. Dentro de estas redes se incluirían los Grupos de Ayuda
Mutua (GAM) de los que hablaremos en el Módulo 9, cuyo crecimiento durante las
últimas décadas ha sido espectacular, conformando un movimiento que es ya una
realidad en nuestro país y que se nos presenta como una auténtica alternativa que
complementa la asistencia profesional.

En este sentido, el movimiento asociativo intentaría responder a ciertas necesida-


des que no alcanzan a satisfacer los servicios sociales y sanitarios existentes en
la comunidad.

264 |
módulo 7 ·­­red de recursos de apoyo social y sanitario

3 · 1 LAS ASOCIACIONES Y GRUPOS DE APOYO COMO ESTRATEGIA DE


INTERVENCIÓN EN APOYO SOCIAL

En múltiples ámbitos, los conceptos de red social y de apoyo social proporcionan


una nueva perspectiva y un conjunto más amplio de opciones para la intervención.
No sólo estos conceptos nos recuerdan que los servicios profesionales constitu-
yen sólo una fracción de los recursos disponibles, sino que también guían hacia
intervenciones que son capaces de utilizar el potencial de los vínculos sociales
para responder a condiciones vitales cambiantes. Este nuevo acercamiento a la
intervención social puede así: mejorar, complementar u ofrecer alternativas al con-
vencional de los servicios sociosanitarios.

Acerca de este tema, debemos tener en cuenta el planteamiento de autores como


Gottlieb, que mantiene que la contribución de las redes sociales naturales en el
bienestar, la salud, etc. difiere de la de los sistemas formales de apoyo en cinco
aspectos fundamentales:

1 ∙ Su accesibilidad natural.
2 ∙ Su congruencia con las normas locales acerca del momento y forma en que el
apoyo debe ser expresado.
3 ∙ Sus raíces en relaciones duraderas entre iguales.
4 ∙ Su variabilidad, pues comprende desde la provisión de bienes y servicios ma-
teriales a la simple compañía.
5 ∙ Su libertad e independencia de los costes económicos y psicológicos que
tienen lugar cuando se utilizan los recursos profesionales.

Como sugiere este autor, ya que las anteriores características son centrales en los
procesos de apoyo social, desde la perspectiva de la provisión formal de ayuda y
de la colaboración profesional con las redes informales de apoyo, los esfuerzos
deben dirigirse hacia su preservación y fortalecimiento.

El logro de una relación positiva y mutuamente beneficiosa entre las fuentes infor-
males y formales de ayuda requiere igualmente de cambios en el rol profesional
tradicional, que implican aspectos relacionados con las actitudes, la ideología y la
formación. Así, los estilos de ayuda están basados en la reciprocidad y la partici-
pación directa de las personas implicadas (como ocurre en los Grupos de Autoa-
yuda) se encuentran, con frecuencia, en contradicción con el marco de referencia
profesional tradicional.

| 265
manual de intervención familiar

tabla 1 · PRINCIPALES OBJETIVOS Y PROPUESTAS DE ACCIONES

Objetivos Acciones

* Mejorar la calidad de vida de las * Promoción de redes de apoyo social.


personas con problemas de salud * Desarrollo e implementación de
mental y sus familiares. programas de intervención psicosocial.
* Conseguir una sociedad inclusiva. * Sensibilización y lucha antiestigma.
* Aportar el saber, como personas con * Presencia en espacios de
experiencia propia en salud mental, en participación.
diseño y gestión de servicios, progra- * Denuncia de vulneración y defensa
mas, política et. en salud mental. de los derechos en Salud Mental.
* Lograr un sistema de prestación de * Alianza y coordinación con adminis-
servicios comunitario, accesible, justo, traciones públicas.
eficiente y humano. * Incidencia política.
* Reafirmarse como una herramienta
de empoderamiento, cohesión y trans-
formación social.

En este sentido, sería importante una nueva orientación en la formación profesional


que fuera capaz de reflejar otras formas de definir los problemas y sus soluciones,
capaz de identificar e involucrar a las redes informales de apoyo en la comunidad.
Debería favorecer también un cambio desde la perspectiva de déficits a la de pro-
moción de habilidades y recursos comunitarios.

Igualmente, el movimiento asociativo y los grupos de autoayuda favorecen la


comprensión y sensibilización social con respecto a un determinado problema.
Además, son la forma más sencilla de obtener información, conocimientos, conse-
jos, apoyo emocional y compartir experiencias. Favorecen el cambio de actitudes
en sus miembros, crean un entorno social que promueve la asunción de cambios
a un estilo de vida más positivo, lo que puede resultar muy beneficioso para las
personas con problemas de salud mental y sus familiares.

La fuerza asociativa rompe su vulnerabilidad y aislamiento, fortaleciendo su posi-


ción frente a la sociedad. De aquí parte su fuerza reivindicativa para obtener mejo-
ras para su propio colectivo y la repercusión social anhelada. ◊

266 |
MÓDULO 8
Cuestiones jurídicas:
figuras de protección

| 269
módulo 8
Cuestiones jurídicas: figuras
de protección
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_275

2 ·­­DERECHOS Y PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DE DECISIONES
EN SALUD_276

2 · 1 ¿Qué es la planificación anticipada de decisiones en salud mental?_278


2 · 2 ¿Qué contenidos se pueden incluir en este documento?_279
2 · 3 ¿Quién debe iniciar y desarrollar los procesos de planificación anticipada
decisiones en salud mental?_279
2 · 4 ¿Tiene la planificación anticipada de decisiones en salud mental carácter
legalmente vinculante?_280
2 · 5 ¿Qué limitaciones podemos encontrar en un proceso de planificación
anticipada de decisiones en salud mental?_280
2 · 6 ¿Quién debe conocer la planificación anticipada de decisiones en
mental?_281
2 · 7 ¿Se puede modificar o anular una planificación anticipada de decisiones
salud mental?_281

3 ·­­NORMATIVA LEGAL EN LA QUE SE PROTEGE A LA PERSONA


CON PROBLEMAS DE SALUD MENTAL_282

3 · 1 Constitución Española_282
3 · 2 Legislación Sanitaria Estatal_283
3 · 3 Otras normativas de protección_285
4 ·­­LA CAPACIDAD JURÍDICA Y LA CAPACIDAD DE OBRAR_287

4 · 1 ¿Qué es la capacidad jurídica?_287


4 · 2 ¿En qué se distingue de la capacidad de obrar?_287
4 · 3 ¿Afectan los problemas de salud mental a la capacidad de obrar?_288

5 ·­­EL PROCESO DE INCAPACITACIÓN_290

5 · 1 Aspectos específicos del proceso de incapacitación_290


5 · 2 Cómo se tramita un proceso de incapacitación_291
5 · 3 Modificación del alcance de la incapacitación_293
5 · 4 Cómo se tramita el proceso modificación o reintegración de la
capacidad_293

6 ·­­FIGURAS DE GUARDA DE LA PERSONA INCPACITADA_294

6 · 1 ¿Qué figuras jurídicas existen para la protección de la persona


incapacitada_294
6 · 2 ¿Qué obligaciones supone el ejercicio de las funciones tutelares?_294
6 · 3 ¿Existe responsabilidad derivada del ejercicio de las funciones como
tutor?_295
6 · 4 Tutela_295
6 · 5 Curatela_298
6 · 6 Defensor judicial ¿cuándo se debe nombrar?_298
6 · 7 Administrador judicial_298
6 · 4 La guarda de hecho_299
7 ·­­internamiento de personas con trastorno mental
grave_300

8 ·­­EL TESTAMENTO_302

9 ·­­LEY 41/2003, DE 18 DE NOVIEMBRE, DE PROTECCIÓN PA-


TRIMONIAl de las PERSONAS CON DISCAPACIDAD_303
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 8 · CUESTIONES JURÍDICAS:


FIGURAS DE PROTECCIÓN
duración: 4 horas_2 sesiONES

1_Figuras de Protección
objetivos: Convertir en accesibles a la población general conceptos jurídicos
poco conocidos, pero de vital importancia. para el colectivo de Salud Mental.
Tiempo estimado: 2 horas

2_Derechos y planificación anticipada de decisiones en salud


mental
objetivos: Dar a conocer a familiares participantes la importancia de salvaguardar
el derecho a tomar decisiones de forma autónoma por parte de su familiar con
problemas de salud mental, y en especial, en todo lo relativo a su tratamiento y
abordaje terapéutico en situaciones de crisis ∙ Profundizar en el contenido de esta
herramienta puesta en marcha por los Servicios de Salud Mental de Andalucía.
Tiempo estimado:

3_TRES CasoS prácticoS


objetivos: Analizar qué figuras de protección se adaptan con mayor precisión a
los casos expuestos, sin vulnerar los derechos y la capacidad de autonomía per-
sonal de la persona con problemas de salud mental ∙ Convertir en accesibles a la
población general conceptos jurídicos poco conocidos, de vital importancia para
el colectivo de Salud Mental. Tiempo estimado: 45 min CADA CASO PRÁCTICO

4_Despedida y cierre de módulo 8


objetivos: Conocer el clima emocional del grupo al finalizar este módulo ∙ Permitir
la expresión individual de sentimientos, emociones, pensamientos respecto al pro-
ceso formativo ∙ Ajustar expectativas del proceso adaptándose a las sugerencias y
necesidades de las personas participantes. Tiempo estimado: 15 min

| 275
2 ∙ DERECHOS Y PLANIFICACIÓN
ANTICIPADA DE DECISIONES EN SALUD
MENTAL

Salvaguardar el derecho a la toma de decisiones de forma autónoma y con


libertad es una obligación de los servicios y profesionales en todos los ámbitos de
la atención sociosanitaria.

En el caso de las personas con trastorno mental, es un imperativo legal, formulado


en la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Garantizar el
derecho de las personas que, en situaciones excepcionales, tienen limitada su
capacidad para tomar sus propias decisiones, requiere del uso de herramientas
específicas orientadas a la expresión anticipada de preferencias y voluntades.

Desde el año 2012, el Grupo de Derechos Humanos y Salud Mental, vinculado al


Plan Integral de Salud Mental, con la coordinación de la Escuela Andaluza de Salud
Pública y el Programa de Salud Mental, han venido trabajando en el desarrollo
pionero de una herramienta que sirva para conocer, de forma anticipada, las nece-
sidades y preferencias en relación a la asistencia que van a recibir por parte de los
servicios de Salud Mental.

276 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

El resultado es la Guía de apoyo para la planificación anticipada de decisiones en


salud mental, editada en 2015 por la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Ha sido realizada y revisada de forma conjunta por profesionales y personas usua-


rias, y ofrece información práctica dirigida tanto a los equipos profesionales de
servicios de Salud Mental, como a personas usuarias de los mismos que deseen
realizar un proceso de Planificación Anticipada de Decisiones en Salud Mental.

Ello redunda en una mayor garantía de los derechos de las personas, favoreciendo
la relación terapéutica, la toma de decisiones compartidas y la expresión de acuer-
dos que facilitan el respeto y la confianza mutua entre profesionales y usuarios/as
de los servicios.

| 277
manual de intervención familiar

2 · 1 ¿Qué es la PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DE DECISIONES en


salud mental?

Es una herramienta que:

* Protege los derechos de las personas


* Mejora la relación terapéutica
* Adapta la asistencia a sus preferencias y necesidades
* Facilita los procesos de toma de decisiones cuando se encuentre en situación de
incapacidad transitoria.

Además, aporta información sobre signos de alerta y síntomas, preferencias y ne-


cesidades de atención sanitaria, que pueden ser de utilidad en cualquier momento
del proceso de atención en salud mental, incluyendo la hospitalización, la atención
ambulatoria o estancias en dispositivos de Salud Mental.

Asimismo, pueden constituir una herramienta de autoconocimiento, disminución


del autoestigma y fomento del empoderamiento de las personas con problemas de
salud mental en su proceso de recuperación. No se limita a la cumplimentación
de un documento, sino que forma parte de un proceso continuado de información,
comunicación a apoyo a la toma de decisiones.

278 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

2 · 2 ¿Qué contenidos se pueden incluir en este documento?

La persona interesada tiene la oportunidad de:

* Designar a una o varias personas para que actúen en su representación.


* Nombrar a personas a las que avisar o no avisar, así como sus preferencias de
visita.
* Describir signos de alerta o síntomas previos a una situación de crisis relacionada
con su problema de salud mental.
* Indicar actuaciones que le hacen sentirse mejor o peor.
* Expresar preferencias respecto a medicación, actuaciones e intervenciones tera-
péuticas, medidas de contención o medidas coercitivas, así como profesionales.
* Aportar información sobre preferencias sobre dieta alimenticia, aseo, hábitos de
sueño, hábitos religiosos o espirituales, aspectos culturales, etc.

2 · 3 ¿Quién debe iniciar y desarrollar los procesos de


PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DE DECISIONES en salud mental?

El documento debe ser elaborado por la persona interesada, con los apoyos que
desee tener por parte de profesionales de Salud Mental, representantes, familia-
res, personas allegadas, amistades, movimiento asociativo, etc.

Debe ser entendido como un proceso de diálogo y reflexión compartida entre


profesionales de Salud Mental y la persona interesada, que debe conocer el docu-
mento antes de cumplimentarlo.

Es imprescindible que la persona interesada tenga oportunidad de leer detenida-


mente el documento final y realizar las modificaciones que considere.

| 279
manual de intervención familiar

2 · 4 ¿Tiene la PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DE DECISIONES en salud


mental carácter legalmente vinculante?

Las preferencias expresadas en este documento son éticamente vinculantes,


aunque en el momento actual aún no tengan carácter legalmente vinculante.

Por tanto, es relevante que en la atención de Salud Mental se tenga en cuenta lo


expresado en el documento cuando la persona se encuentre en una situación de
incapacidad transitoria, dentro de los límites de legalidad, viabilidad y disponibili-
dad de recursos.

2 · 5 ¿Qué limitaciones podemos encontrar en un proceso de


PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DE DECISIONES en salud mental?

A pesar de las ventajas que puede suponer el realizar un proceso de Planificación


Anticipada, esta herramienta también tiene potenciales limitaciones:

* El carácter no vinculante legalmente.

* Los límites de disponibilidad de recursos en el Sistema Sanitario Público.

* Otras potenciales barreras como la falta de conocimiento de la herramienta por


parte de profesionales de Salud Mental.

* Las actitudes paternalistas en la relación clínica.

* El NO reconocimiento de la capacidad de las personas con problemas de salud


mental para su elaboración.

* Las expectativas de las personas con problemas de salud mental que se encuen-
tran en contradicción con las normativas legales, normas de convivencia o hábitos
saludables.

Y, ante todo, hay que evitar posibles presiones ejercidas por parte de profesiona-
les, familiares u otras personas, para que la persona interesada otorgue de forma
anticipada su consentimiento al uso futuro de determinadas medidas o tratamien-
tos, ya que éstos siempre deberían reflejar la voluntad de la persona interesada.

280 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

Se debe señalar una importante observación: ¿quién y cómo se evalúa el nivel de


competencia de una persona con problemas de salud mental que quiere elaborar y/o
modificar una Planificación Anticipada de Decisiones? ¿Sería desde la perspectiva
profesional? ¿O tal vez la familia y su entorno?

La subjetividad implícita en esta valoración genera un considerable dilema ético,


ya que no existiría un derecho de autodeterminación real de la persona con pro-
blemas de salud mental.

2 · 6 ¿Quién debe conocer la PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DE DECISIO-


NES en salud mental?

Desde el ámbito profesional de Salud Mental del Sistema Sanitario Público se debe
consultar la historia clínica para comprobar si la persona atendida tiene registrado
un documento de Planificación Anticipada de Decisiones, y seguir las preferencias
expresadas en el mismo.

Así mismo, se recomienda informar al máximo de personas de confianza acerca


del proceso de elaboración del documento y de su registro en la historia clínica
electrónica.

2 · 7 ¿Se puede modificar o anular una PLANIFICACIÓN ANTICIPADA


DE DECISIONES en salud mental?

Se considera un proceso continuo de información, asesoramiento y toma de


decisiones, por lo que la persona interesada tiene el derecho de modificar, actua-
lizar o anular el documento de la Planificación Anticipada de Decisiones siempre
que lo considere oportuno.

Para finalizar, señalar la importancia de ampliar la difusión a todo el territorio nacio-


nal, en cuanto a la existencia de una herramienta tan completa y útil como es el do-
cumento de Planificación Anticipada de Decisiones desarrollado en Andalucía,
y que debería ser ejemplo de eficacia y respeto hacia los derechos de las personas
usuarias de los Servicios de Salud Mental.

| 281
3 · NORMATIVA LEGAL EN LA QUE SE
PROTEGE A LA PERSONA CON PROBLEMAS
DE SALUD MENTAL

3 · 1 Constitución Española

Aunque todos los artículos contenidos en nuestra Constitución amparan a las


personas con problemas de salud mental en la misma medida que cualquier otro
ciudadano o ciudadana, cabe señalar algunos de ellos que son de especial interés
para la adecuada protección de estas personas:

Artículo 14: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discrimi-
nación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social.

Artículo 15: Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que,
en ningún caso, puedan ser sometidos a torturas ni a penas o tratos inhumanos o
degradantes.

Artículo 17.1: Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad. Nadie puede ser
privado de su libertad, sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en
los casos y en la forma previstos en la ley.

Artículo 24.1: Todas las personas tienen derecho a obtener tutela efectiva de los
jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos sin que, en
ningún caso, pueda producirse indefensión.

282 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

Artículo 43.1: Se reconoce el derecho a la protección de la salud.

Artículo 49: Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento,
rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los
que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente
para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos.

3 · 2 Legislación Sanitaria Estatal

La Ley General de Sanidad (Ley 14/1986, de 25 de abril)

La Ley General de Sanidad (Ley 14/1986, de 25 de abril) recoge la normativa bási-


ca aplicable en todo el Estado Español en materia de sanidad.

Todos los preceptos de la Ley amparan a las personas con enfermedad mental,
al establecerse un Sistema Público de Salud, que se extiende a toda la población
(Artículo 3.2).

Especialmente conviene señalar que el Catálogo de Derechos que establece el


Artículo 10 de la Ley General de Sanidad (dignidad, información, confidencialidad,
asignación de médico, etc.) es aplicable plenamente a las personas con problemas
de salud mental, sin perjuicio de que el ejercicio de alguno de los derechos con-
templados pueda verse imposibilitado, en la práctica, por falta de capacidad.

Por otro lado, el Artículo 18.8 de la Ley General de Sanidad, determina que las
Administraciones Públicas, a través de sus Servicios de Salud y de los Órganos
competentes en cada caso, “desarrollarán actuaciones dirigidas a la promoción y
mejora de la salud mental”.

| 283
manual de intervención familiar

Más específicamente aún, el Artículo 20 de la Ley General de Sanidad, establece


una importante regla general: la total equiparación de las personas con proble-
mas de salud mental a las demás personas que requieran servicios sanitarios y
sociales, determinando sobre esta base los principios a los que deben adecuar su
actuación las Administraciones Sanitarias:

Artículo 20: Sobre la base de la plena integración de las actuaciones relativas a


la salud mental en el sistema sanitario general y de la total equiparación del enfer-
mo mental a las demás personas que requieran servicios sanitarios y sociales, las
Administraciones Sanitarias competentes adecuarán su actuación a los siguientes
principios:

1. La atención a los problemas de salud mental de la población ser realizará en el


ámbito comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y los
sistemas de hospitalización parcial y atención a domicilio, que reduzcan al máximo
posible la necesidad de hospitalización. Se considerarán de modo especial aquellos
problemas referentes a la psiquiatría infantil y psicogeriatría.

2. La hospitalización de los pacientes por procesos que así lo requieran se realizará


en las unidades psiquiátricas de los hospitales generales.

3. Se desarrollarán los servicios de rehabilitación y reinserción social necesarios para


una adecuada atención integral de los problemas del enfermo mental, buscando la
necesaria coordinación con los servicios sociales.

4. Los servicios de salud mental y de atención psiquiátrica del sistema sanitario ge-
neral cubrirán, asimismo, en coordinación con los servicios sociales, los aspectos de
prevención primaria y la atención a los problemas psicosociales que acompañan a la
pérdida de salud en general.

La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía


del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y
documentación clínica,

La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del pa-


ciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación
clínica, regula los derechos mencionados para todas las personas usuarias y pa-
cientes, previendo en su disposición adicional cuarta, que el Estado y las Comu-

284 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

nidades Autónomas, dentro del ámbito de sus respectivas competencias, dictarán


las disposiciones precisas para garantizar estos derechos a las personas con ne-
cesidades especiales asociadas a la discapacidad.

Por su parte las letras a) y b) del apartado 3 del artículo 9 de esta Ley, prevén el
otorgamiento del consentimiento de pacientes a actuaciones sanitarias por repre-
sentación en los siguientes supuestos:

1. Cuando el paciente no sea capaz de tomar decisiones, a criterio del médico res-
ponsable de la asistencia, o su estado físico o psíquico no le permita hacerse cargo
de la situación.

2. Si el paciente carece de representante legal, el consentimiento lo prestarán las


personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho.

Es importante recordar en este caso la obligación establecida en el artículo 757.3


de la Ley de Enjuiciamiento Civil para las autoridades públicas o funcionarios que
por razón de sus cargos conozcan la existencia de una posible causa de incapaci-
tación de una persona, de ponerla en conocimiento del Ministerio Fiscal.

3 · 3 Otras normativas de protección

Normativa de protección a personas con problemas de salud mental

g Civil
Código g
Código Penal
Ley de Enjuiciamiento Civil Ley de Enjuiciamiento Criminal

Por otro lado, determinadas normas de derecho sustantivo contenidas en el Có-


digo Civil y Código Penal, así como los cauces procesales regulados en las Leyes
de Enjuiciamiento Civil y de Enjuiciamiento Criminal, están también al servicio de la
protección y defensa de las personas más vulnerables, y entre ellas las personas
con problemas de salud mental.

| 285
manual de intervención familiar

La interpretación de todas estas normas tiene que hacerse siempre a la luz de los
Convenios y Declaraciones Internacionales en materia de derechos humanos,
de derechos de pacientes, y en particular, de las personas con problemas de salud
mental. A este respecto podemos destacar:

* La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la Asam-


blea General de las Naciones Unidas (ONU) en 1948.

* La Declaración para la Promoción de los Derechos de los Pacientes en Euro-


pa, de 1994, y promovida por la Oficina Regional para Europa de la OMS.

* La Recomendación sobre Psiquiatría y Derechos Humanos de la Asamblea


Parlamentaria del Consejo de Europa, también de 1994.

* El Convenio del Consejo de Europa para la protección de los derechos humanos


y la dignidad del ser humano respecto a las aplicaciones de la biología y la medi-
cina, suscrito en Oviedo el 4 de abril de 1997, y que ha entrado en vigor en España
el 1 de enero de 2000.

* La Recomendación del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre


los principios referentes a la protección jurídica de los mayores incapacitados, de
1999.

* La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, publicada en el


Diario Oficial de las Comunidades Europeas de 18 de diciembre de 2000.

* Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (CDPD)

* 2º Manifiesto de los Derechos de las Mujeres y Niñas con Discapacidad de la


Unión Europea. Una herramienta para activistas y responsables políticos.

286 |
4 · LA CAPACIDAD JURÍDICA Y
LA CAPACIDAD DE OBRAR

4 · 1 ¿Qué es la CAPACIDAD JURÍDICA?

La capacidad jurídica es la cualidad que ostentan todas las personas por el hecho
de serlo, desde el comienzo hasta el fin de su personalidad y por la que se les re-
conoce como titulares de derecho.

Todas las personas con problemas de salud mental tienen capacidad jurídica: pue-
den ser, y son, titulares de derechos y de obligaciones.

4 · 2 ¿En qué se distingue de la CAPACIDAD DE OBRAR?:

La capacidad de obrar supone algo más que la posibilidad de ser titular de dere-
chos y de obligaciones: consiste en la facultad de las personas de ejercer por sí
mismas esos derechos y esas obligaciones. Se trata, por tanto, de la dimensión
dinámica de la capacidad jurídica. Para tener capacidad de obrar no es requisito
suficiente ser persona.

Por ejemplo, un recién nacido, aunque puede ser propietario de un bien, no podrá
realizar negocios sobre dicho bien por sí mismo (venderlo, arrendarlo, etc.), preci-
samente porque le falta capacidad de obrar.

La falta de capacidad de obrar de las personas exige que otras, en representación


suya, ejerzan los correspondientes derechos y obligaciones.

| 287
manual de intervención familiar

El artículo 322 del Código Civil señala como regla general respecto de la capaci-
dad de obrar que “el mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil,
salvo las excepciones establecidas en casos especiales por este Código”. La condi-
ción de mayor de edad se adquiere al cumplir los dieciocho años.

Por otro lado, el menor emancipado tiene una capacidad de obrar similar a los ma-
yores de edad (puede “regir su persona y bienes como si fuera mayor”), con algunas
limitaciones que establece el propio Código Civil.

4 · 3 ¿Afectan los problemas de salud mental a la CAPACIDAD DE


OBRAR?

Si toda persona mayor de edad o menor emancipada tiene, en principio, capacidad


de obrar, en algunas circunstancias dicha capacidad puede perderse o encontrar-
se limitada.

El artículo 199 del Código Civil establece una clara garantía en cuanto a esta po-
sibilidad, y es que “nadie puede ser declarado incapaz sino por sentencia judicial en
virtud de las causas establecidas en la ley”.

288 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

Las causas por las que puede perderse la capacidad de obrar se establecen en
el artículo 200 del Código Civil: “Son causas de incapacitación las enfermedades
o deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a la persona
gobernarse por sí misma.”

Por tanto, los problemas de salud mental, cuando sean persistentes e impidan a la
persona gobernarse por sí misma, y siempre que así lo declare el Juez en una sen-
tencia, pueden dar lugar a una pérdida o limitación de la capacidad de obrar. Para
llegar a dictarse una sentencia de esta naturaleza, es necesario seguir un proceso
judicial de incapacitación.

La pérdida o limitación de la capacidad de obrar, una vez declarada judicialmente,


se inscribe en el Registro Civil. Hay que tener presente que, en todo caso, dicha
pérdida o limitación siempre debe producirse en defensa de la persona y/o de su
patrimonio.

| 289
5 · EL PROCESO DE INCAPACITACIÓN

Se trata de un proceso cuya especialidad radica en el “carácter indisponible de su


objeto” al haber un interés público implicado que se trata de proteger.

La incapacidad de una persona sólo puede declararse por sentencia judicial en


virtud de las causas establecidas en la Ley (artículo 199 del Código Civil).

Pueden ser causa de incapacitación “las enfermedades o deficiencias persistentes


de carácter físico o psíquico que impiden a la persona gobernarse por sí misma.“.
(Artículo 200 del Código Civil).

5 · 1 Aspectos específicos del proceso de incapacitación

Los procesos relativos a la capacidad de las personas presentan una serie de pe-
culiaridades que tienen su fundamento en el interés que se trata de proteger:

1. Indisponibilidad de su objeto

Significa que las partes no pueden renunciar al derecho, allanarse a la pretensión


o transigir. Para desistir se exige la conformidad del Ministerio Fiscal (Artículo 751
LECiv).

2. Partes y postulación (asistencia de abogado y procurador)

En los procesos sobre incapacitación siempre será parte el Ministerio Fiscal, aun-
que no haya sido promotor del mismo ni deba asumir la defensa de alguna de las
partes (Artículo 749 LECiv).

Es preceptiva la intervención de abogado y procurador, salvo que las partes deban


ser defendidas por el Ministerio Fiscal (Artículo 750 LECiv).

290 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

3. Exclusión de publicidad y acceso a Registros Públicos

El Tribunal puede acordar, de oficio o a instancia de parte, que los actos y vistas
se celebren a puerta cerrada y que las actuaciones sean reservadas (Artículo 754
LECiv).

Las sentencias y otras resoluciones judiciales se comunicarán de oficio a los Re-


gistros Civiles. A instancia de parte, también pueden comunicarse a otros Regis-
tros públicos (Artículo 755 LECiv).

4. Tramitación y prueba

Estos procesos se tramitan por el cauce del juicio verbal, con particularidades:

* Se prevé un trámite para la contestación por escrito a la demanda, igual que ocu-
rre en el proceso ordinario (Artículo 753 LECiv).

* Las partes pueden introducir, en cualquier momento del proceso, hechos o alega-
ciones nuevas, fuera de la demanda y contestación de la demanda.

El interés público preside todo el procedimiento. Así aumentan las facultades del
tribunal, que puede decretar de oficio cuantas pruebas estime oportunas y valorar
libremente las pruebas. La conformidad de las partes sobre los hechos no vincula
al tribunal, que tampoco estará vinculado a las disposiciones legales sobre reco-
nocimiento en materia de fuerza probatoria del interrogatorio de las partes, de los
documentos públicos y de los documentos privados reconocidos.

5 · 2 Cómo se tramita un proceso de incapacitación

Los procesos sobre incapacidad de las personas son competencia del Juez de
Primera Instancia del lugar de residencia del presunto incapaz (Artículo 756 LE-
Civ). Pueden promover el proceso de incapacitación:

1. “El cónyuge o persona en situación de hecho asimilable y descendientes, ascen-


dientes o hermanos del presunto incapaz.

2. El Ministerio Fiscal si las personas anteriores no existieran o no hubieran solicitado


la iniciación.”

| 291
manual de intervención familiar

Se reconoce la facultad de las personas y la obligación de las autoridades y funcio-


nariado (cuando conocen por razón de sus cargos) de poner en conocimiento del
Ministerio Fiscal los hechos que puedan ser determinantes de una incapacidad.

En cuanto a los procesos de incapacitación de menores de edad, sólo podrá ser


promovido por quienes ejerzan la patria potestad o la tutela.

La persona presuntamente incapaz puede comparecer en el proceso en su propia


defensa y representación. En su defecto, será defendido por el Ministerio Fiscal,
excepto en aquellos casos que éste haya promovido el procedimiento, en los que
corresponderá a un Defensor Judicial (Artículo 758 LECiv).

Para proteger la persona y los bienes del presunto incapaz, el tribunal puede adop-
tar, de oficio o a instancia de parte, medidas cautelares durante la tramitación del
proceso e incluso antes a instancia del Ministerio Fiscal o de oficio. Dichas medi-
das se acordarán previa audiencia de las personas afectadas, tal y como recoge
el Artículo 762 LECiv.

Como hemos señalado anteriormente, se siguen los cauces del juicio verbal para
su tramitación, si bien se prevé un trámite para la contestación a la demanda por
escrito.

La prueba es esencial para decidir el proceso. Así, sin perjuicio de las pruebas que
se practiquen a instancias del Ministerio Fiscal y de las demás partes, el tribunal
puede decretar de oficio cuantas estime pertinentes. Además, en los procesos de
incapacitación, se exigirán las siguientes pruebas y audiencias:

* Audiencia de los parientes más próximos del presunto incapaz, examen del incapaz
por el juez y dictamen pericial.

* Cuando en la demanda se solicite el nombramiento de quienes haya de representar


al incapaz, además de oír a los parientes sobre esta cuestión se oirá a éste, si tuviera
suficiente juicio. (art. 759 LECiv).

* La sentencia que declare la incapacidad debe incluir los límites y extensión de


ésta, así como el régimen de tutela o guarda a que se somete la persona incapa-
citada, y en su caso, se pronunciará sobre la necesidad de internamiento (art. 760
LECiv).

292 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

Si en la demanda se solicita el nombramiento de quienes han de representar al


incapaz y el juez accede, la sentencia de incapacitación nombrará también a la/s
persona/s que haya/n de asistir o representar a la persona incapaz y velar por ella.

5 · 3 Modificación del alcance de la incapacitación

La sentencia que declare la incapacidad no tiene eficacia indefinida: puede ins-


tarse un nuevo proceso si desaparecen o cambian las circunstancias que la moti-
varon con objeto de dejar sin efecto o modificar el alcance de la incapacitación ya
establecida (art. 761 LECiv).

5 · 4 Cómo se tramita el proceso modificación o reintegración


de la capacidad

La tramitación es muy semejante al proceso de incapacitación descrito, puesto


que se trata de un proceso donde también hay que decidir sobre la capacidad de
las personas.

La competencia corresponde igualmente al Juez de Primera Instancia del lugar


de residencia de la persona incapaz, y en cuanto a la prueba, se practican las
mismas que para la declaración de incapacidad, tanto en primera instancia como
en segunda.

La diferencia radica en que el círculo de personas legitimadas para promover es


más amplio que en la declaración de incapacidad. Además de las personas ya legi-
timadas, lo están también la persona ejerce la tutela, la guarda y la propia persona
incapacitada.

| 293
6 · FIGURAS DE GUARDA DE LA PERSONA
INCaPACITADA

Las figuras de guarda de la persona incapaz son figuras de protección legal cuyo
objeto es evitar el desamparo y la conservación de sus bienes.

6 · 1 ¿Qué figuras jurídicas existen para la protección de la


persona incapacitada?

La propia sentencia que declare la incapacitación determinará su extensión y lími-


tes, así como el régimen a que haya de quedar sometida la persona incapacitada.

El Código Civil prevé que la guarda y protección de los incapacitados y de sus


bienes se realizará mediante:

* La tutela, que se regula en los artículos 222 a 285.


* La curatela, regulada en los artículos 286 a 297.
* El defensor judicial, que aparece regulado en los artículos 299 a 302.
* El Administrador judicial, en el artículo 299 bis.
* El Guardador de hecho, recogido en el artículo 303 a 306.

6 · 2 ¿Qué obligaciones supone el ejercicio de las funciones


tutelares?

“Las funciones tutelares constituyen un deber, y se ejercerán en beneficio del tutela-


do y estarán bajo la salvaguarda de la autoridad judicial”. (artículo 216 CC). Sólo se
admite la excusa de los cargos tutelares en los supuestos previstos en el artículo
217 del Código Civil.

294 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

Las personas que desempeñen un cargo tutelar están sujetas igualmente a una
serie de prohibiciones que vienen recogidas en el artículo 221 CC para proteger
los intereses de la persona tutelada en conflicto con los de quien le represente. Por
ello, no pueden recibir liberalidades de la persona tutelada o de sus herederos/
as antes de que se haya aprobado la gestión. Tampoco pueden representar a la
persona tutelada cuando en el mismo acto intervengan en nombre propio o de un
tercero y exista conflicto de intereses. Por último, no pueden adquirir ni transmitir
bienes por título oneroso al tutelado.

Pero quien ejerce una función tutelar no sólo asume obligaciones, también tiene
derechos, como por ejemplo el de ser indemnizado con cargo a los bienes de la
persona tutelada si sufre daños y perjuicios, sin culpa por su parte, y no puede
obtener su resarcimiento por otros medios.

6 · 3 ¿Existe responsabilidad derivada del ejercicio de las fun-


ciones como tutor?

No existe una regulación específica. Aun así, en el artículo 1.101 del Código Civil,
se establece que existe obligación de reparar el daño causado a la persona tutela-
da cuando en el cumplimiento de sus obligaciones quien ejerce una función tutelar
incurre en “dolo, negligencia o morosidad”.

También existe obligación de reparar el daño causado a otro por los actos u omi-
siones del/la tutor/tutora, “interviniendo culpa o negligencia” (art. 1.902 CC) y por
los perjuicios causados por los “incapacitados que están bajo su autoridad y habitan
en su compañía” (art. 1.903 CC).

6 · 4 TUTELA

Como ya hemos señalado, están sometidas a tutela las personas incapacitadas


cuando así lo establezca la sentencia de incapacitación, y también aquellas sujetas
a patria potestad prorrogada cuando ésta cesa, salvo que proceda la curatela.

¿Quiénes tienen obligación de promover la Tutela?

Se trata de parientes más cercanos y/o que conviven con el presunto incapaz,
especialmente cuando ejercen una guarda de hecho. Pero también puede pedirla el
Ministerio Fiscal si conoce de la existencia de una persona que deba ser sometida

| 295
manual de intervención familiar

a tutela, correspondiendo al Juez la constitución de la misma (incluso de oficio). No


obstante, cualquier persona puede poner en conocimiento del Ministerio Fiscal o la
autoridad judicial competente el hecho determinante de la tutela.

¿Quiénes pueden ser tutores o tutoras?

El Código Civil establece un orden de preferencia para el nombramiento del tutor


o tutora:

* 1º El cónyuge que conviva con la persona tutelada.


* 2º El padre o la madre.
* 3º Las personas designadas por éstos en sus disposiciones de última voluntad
(Testamento).
* 4º El descendiente, ascendiente o hermano que designe el juez.

Lo esencial es siempre el beneficio de la persona tutelada por lo que, excepcional-


mente, el juez puede alterar ese orden o prescindir de todas estas personas y, en
su defecto, nombrar a la persona que considere más idónea, incluso una persona
jurídica que no tenga finalidad lucrativa y entre cuyos fines figure la protección de
incapacitados (Fundaciones Tutelares). No obstante, el Código Civil en su artículo
251, prevé que tanto las personas físicas como las personas jurídicas puedan ex-
cusarse por determinadas razones del desempeño de la tutela.

En principio la tutela se ejercerá por un solo tutor/a, excepto en los siguientes


supuestos:

* Cuando concurran circunstancias especiales en la persona o patrimonio de la


persona tutelada y convenga separar los cargos.

* Cuando la tutela corresponda al padre y a la madre.

* Cuando el tutor lo sea de los hijos de su hermano/a y se considere conveniente


que el cónyuge del tutor ejerza también la tutela.

* Cuando el juez nombre tutores a las personas que los padres designen en tes-
tamento para que la ejerzan conjuntamente.

296 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

¿Qué derechos y obligaciones tiene el tutor o tutora?

Quien ejerce una función tutelar, deberá actuar siempre en beneficio de la persona
tutelada y velará por ella debiendo “procurarle alimento, educarle y promover su
formación integral, la adquisición o recuperación de su capacidad y su inserción en
la sociedad”. Deberá informar al juez y rendirle cuenta anual de su administración,
y cuenta general al cesar en sus funciones como tutor. (Artículos 269 y 279 del
Código Civil).

Quien ejerce una función tutelar es el administrador del patrimonio de la persona


tutelada y deberá ejercer dicha administración con diligencia. Está obligado a ha-
cer inventario de los bienes de la persona tutelada en el plazo de 60 días desde que
hubiese tomado posesión de su cargo.

Pero en el ejercicio de la tutela no todo son obligaciones. El tutor/a tiene derecho


a una retribución, siempre que el patrimonio de la persona tutelada lo permita.
Su cuantía será fijada por el juez, así como el modo de percibirla. Y las personas
sujetas a tutela deben respeto y obediencia al tutor, quien podrá recabar el auxilio
de la autoridad judicial en el ejercicio de sus funciones.

¿Cuándo se extingue la tutela?

Se produce la extinción al fallecimiento de la persona tutelada, o bien por resolu-


ción judicial que ponga fin a la incapacitación.

| 297
manual de intervención familiar

6 · 5 CURATELA

En el caso de la curatela, será para la intervención en los actos que las personas
incapacitadas no pueden realizar por sí solos (artículo 288 CC), y tendrá por objeto
la asistencia para aquello actos que expresamente imponga la sentencia que la
haya establecido.

Son aplicables a curadores las normas de nombramiento, inhabilidad, excusa y


remoción de los tutores.

6 · 6 DEFENSOR JUDICIAL ¿CUÁNDO SE DEBE NOMBRAR?

El nombramiento de Defensor Judicial corresponde al juez, que designará para


el cargo a quien estime más idóneo, y que represente y ampare los intereses de
quienes estén en algunos de los siguientes supuestos:

* “Cuando en algún asunto exista conflicto de intereses entre el incapacitado y sus


representantes legales.

* Cuando el tutor/curador no desempeñe sus funciones.

* En los demás casos previstos en el Código Civil. Además, cuando una persona no
se halle en el pleno ejercicio de sus derechos civiles y no hubiera persona que legal-
mente le represente o asista para comparecer en juicio, el juez nombrará un defensor
judicial hasta que se designe a aquella personal”. (artículo 8 LECiv)

6 · 7 EL ADMINISTRADOR JUDICIAL

En los procesos de incapacitación, en tanto no recaiga resolución judicial, el Mi-


nisterio Fiscal es quien asume la representación y defensa de la persona presun-
tamente incapaz.

Y cuando ésta tenga bienes, el juez puede designar a un administrador de dichos


bienes que deberá rendir cuentas de su gestión.

298 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

6 · 8 LA GUARDA DE HECHO

En ocasiones, hay personas que conviven con la persona presuntamente incapaz


sin ostentar la guarda legal sobre las mismas. Estas personas ejercen la guarda
de hecho.

El juez puede requerir al guardador de hecho para que informe sobre la situación
de la persona o los bienes de quien está bajo su guarda, así como de su actuación,
estableciendo las medidas de control y vigilancia que considere oportunas, tal y
como se refleja en el artículo 303 del Código Civil.

| 299
7 · INTERNAMIENTO DE PERSONAS CON
TRASTORNO MENTAL GRAVE

Existen dos tipos de internamiento en el caso de las personas con trastorno men-
tal grave: voluntario e involuntario.

Internamiento voluntario

La persona con trastorno mental grave, encontrándose en condiciones de prestar


su consentimiento, puede dirigirse al médico de Atención Primaria, al especialista
psiquiatra de su Equipo de Salud Mental o al Servicio de Urgencias.

Internamiento involuntario

En el tratamiento de los trastornos mentales graves es frecuente que tenga que


hospitalizarse a una persona sin su consentimiento. En estos casos, la legislación
prevé la intervención de la autoridad judicial, que velará por la persona.

En el caso de personas con trastorno mental grave que se encuentren en evidente


situación de desamparo y en peligro, la pasividad o inacción de las personas que
debieran intervenir puede dar lugar a responsabilidad civil o penal.

Tal y como refleja el Código Penal en su artículo 195, 1 y 2, “se considerará delito
de omisión del deber de socorro el no socorrer a una persona que se halle desampa-
rada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de
terceros, así como el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia
auxilio ajeno”. También tipifica como falta “no prestar auxilio a un incapaz abando-
nado o desvalido” (art. 618 y 619 del Código Penal).

300 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

¿Qué ocurre si existiese resistencia por parte de la persona con trastorno


mental grave a la realización del internamiento involuntario?

Pues en ese caso, se puede recabar el auxilio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguri-
dad, tal y como recoge el artículo 11, 1 a), b) y e) de la Ley Orgánica 2/19896, de 13
de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La competencia para la autorización del internamiento corresponde al Juez de Pri-


mera Instancia del lugar donde reside la persona afectada por el internamiento. En
caso de internamiento urgente, sin autorización previa, la ratificación será por el
Juez de Primera Instancia del lugar donde se encuentre el centro de internamiento.

En principio, cualquier persona puede promover el procedimiento. No es necesario


abogado ni procurador para quien pide la autorización.

| 301
8 · EL TESTAMENTO

El testamento es un instrumento muy importante por el que padres y madres ase-


guran el futuro de sus hijos, hijas o descendientes con trastorno mental grave. No
sólo por el establecimiento de medidas económicas, sino porque en él pueden
proponerse tutores y administradores de sus bienes.

La herencia se divide en tercios:

1 · Dos tercios del haber hereditario del padre y la madre (legítima). De ellos, un
tercio debe repartirse a partes iguales y otro tercio puede ser de mejora a favor de
alguno o algunos de sus hijos o descendientes.

2 · Un tercio de libre disposición, que puede ser adjudicado a cualquier persona


o entidad.

En relación con el testamento, es conveniente destacar que existe una Ley de Pro-
tección Patrimonial de las personas con discapacidad que prevé, entre otras,
importantes modificaciones en materia de derecho sucesorio.

302 |
9 · LEY 41/2003, DE 18 DE NOVIEMBRE,
DE PROTECCIÓN PATRIMONIAL DE LAS
PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Es muy importante destacar como figura de protección de las personas con


trastorno mental grave, las amplias posibilidades que la promulgación de la Ley
41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas con
discapacidad, reformada a su vez en el año 2009, brinda a padres y madres de
personas con discapacidad. Por primera vez, se contempla la creación del patri-
monio especialmente protegido.

Se regula una nueva figura, la del patrimonio especialmente protegido de las per-
sonas con discapacidad que, una vez constituido, queda inmediata y directamente
vinculado a la satisfacción de las necesidades vitales de la persona que padece
esta circunstancia, favoreciendo la constitución de este patrimonio y la participa-
ción a título gratuito de bienes y derechos a la misma.

Los bienes y derechos que forman este patrimonio, se aíslan del resto del patrimo-
nio personal de su beneficiario, sometiéndolos a un régimen de administración y
supervisión específico.

De esta forma se atiende la preocupación de muchas familias que quieren prever


la situación en que quedará su familiar con discapacidad cuando los progenitores
ya no estén o ya no puedan hacerse cargo de la persona, sin perjuicio de que el
Estado despliegue la necesaria función asistencial cuando proceda.

Pueden ser personas beneficiarias de este patrimonio especialmente protegido


aquellas personas con discapacidad por trastorno mental con un grado de dis-
capacidad reconocido igual o superior al 33%. Es independiente de que dicha
persona haya sido o no incapacitada judicialmente.

| 303
manual de intervención familiar

El patrimonio protegido se constituirá en documento público (notario), o por reso-


lución judicial (si la persona está incapacitada jurídicamente).

Se recogerá:

1 · El inventario de los bienes y derechos que inicialmente lo constituyan.

2 · La determinación de las reglas de administración y fiscalización.

La persona que ejerza la Administración del patrimonio protegido, cuando no sea


la propia persona beneficiaria del mismo, tendrá la condición de representante
legal de ésta para todos los actos de administración de los bienes y derechos
integrantes del patrimonio protegido, y no requerirá el concurso de padre, madre o
tutor para su validez y eficacia. Constará en el Registro Civil.

La supervisión de la administración del patrimonio protegido corresponde al Mi-


nisterio Fiscal, al que deberá rendir cuentas de su gestión el Administrador del
patrimonio distinto del beneficiario o sus padres.

El patrimonio protegido se extinguirá al fallecimiento de la persona con discapa-


cidad, o porque ésta deje de padecer una discapacidad en el grado establecido
para ser beneficiaria.

El expediente de patrimonio protegido deberá ser registrado:

1 · En el Registro Civil

Nombramiento de la persona que ejerza la Administración si no es la persona be-


neficiaria, sus padres o tutor.

2 · En el Registro de la Propiedad

Cuando el dominio de un bien inmueble o derecho real sobre el mismo se integre


en un patrimonio protegido, se hará constar esta cualidad en la inscripción que se
practique a favor de la persona con discapacidad.

La misma mención se hará en los restantes bienes que tengan el carácter de re-
gistrables. Si se trata de participaciones en fondos de inversión o instituciones de

304 |
módulo 8 ·­­cuestiones jurídicas: figuras de protección

inversión colectiva, acciones o participaciones en sociedades mercantiles que se


integren en un patrimonio protegido, se notificará por el notario autorizante o por el
juez, a la gestora de los mismos o a la sociedad, su nueva cualidad.

Además de regular el patrimonio protegido, la Ley incorpora un conjunto de modi-


ficaciones del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil mediante las que se
adoptan diferentes medidas que mejoran la protección patrimonial de las personas
con discapacidad, que resultan muy interesantes.

Por ejemplo, se añade un nuevo artículo, el 233, por el que padres y madres podrán
(en testamento o documento público notarial) nombrar tutor, establecer órganos de
fiscalización de la tutela, así como designar las personas que hayan de integrarlos
u ordenar cualquier disposición sobre la persona o bienes de sus hijos incapaci-
tados.

También resultan muy útiles algunas modificaciones en el derecho de sucesiones.


Se impide que, en ausencia de testamento, puedan heredar a una persona con dis-
capacidad los parientes que no le hayan prestado las atenciones debidas durante
su vida (indignidad). ◊

| 305
MÓDULO 9
Cierre y despedida

| 307
módulo 9
Despedida y cierre
1 ·­­PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN_310

2 ·­­Tránsito a los grupos de ayuda mutua_312

3 ·­­despedida y cierre_315
1 · PROPUESTA DE TEMPORALIZACIÓN

Módulo 9 · despedida y cierre


duración: 3 horas_2 sesiones

1_Preparando el cierre y las despedidas


objetivos: Preparar el cierre y la despedida ∙ Saber cómo se siente el grupo ante el
cierre y la despedida grupal. Tiempo estimado: 30 min

2_Después de la Psicoeducación hay más camino


objetivos: Informar sobre los recursos existentes que apoyan y fortalecen los pro-
cesos de empoderamiento y autocuidado de las familias ∙ Promover la implicación
de las personas participantes en otras acciones importantes para su proceso de
empoderamiento y autocuidado ∙ Ofrecer posibilidades y esperanza a las familias.
Tiempo estimado: 45 min

3_¿Cómo me voy de esta formación?


objetivos: Conocer el nivel de emoción expresada de las personas participantes
respecto a su familiar después del proceso de psicoeducación. Tiempo estimado:
30 min

4_El espacio catártico*


objetivos: Permitir que cada persona del grupo exprese sus vivencias en relación
al trabajo realizado grupalmente. Tiempo estimado: 1 hora y 15 min

5_El regalo*
objetivos: Aportar al grupo un regalo de despedida del proceso que han comparti-
do juntos ∙ Expresar lo compartido desde la gratitud. Tiempo estimado: 1 hora

310 |
módulo 9 ·­­DESPEDIDA Y CIERRE

6_Cuestionario de satisfacción
objetivos: Conocer la satisfacción del grupo con el Programa desarrollado. Tiempo
estimado: 10 min

7_Despedida y cierre del proceso formativo


objetivos: Conocer el clima emocional del grupo en la despedida ∙ Permitir la ex-
presión individual de sentimientos, emociones, pensamientos respecto al proceso
formativo en su fase final. Tiempo estimado: 20 min

* elegir una actividad

| 311
2 ∙ tránsito a los
grupos de ayuda mutua

La necesidad de continuar con espacios para el intercambio de experiencias y el


apoyo emocional entre familiares y personas allegadas de una persona con pro-
blemas de salud mental hace que los Grupos de Ayuda Mutua (GAM) constituyan
una herramienta clave para esta finalidad.

Como hemos expuesto en los módulos anteriores, el acompañamiento a una per-


sona con problemas de salud mental requiere de un proceso de formación, adap-
tación, aceptación que implica contar con los apoyos y recursos necesarios.

De este modo, los Grupos de Ayuda Mutua suponen una oportunidad para que
familiares y personas allegadas puedan contar con un espacio sostenido en el
tiempo en el que apoyarse y aportar sus conocimientos y experiencias en este
proceso.

Estos grupos no están profesionalizados, están constituidos por familiares y per-


sonas allegadas a personas con problemas de salud mental, que han participado
en procesos formativos de psicoeducación, y que tienen como finalidad:

Compartir experiencias y vivencias. darse apoyo mutuo y abor-


dar temas de interés relacionados con los problemas de salud
mental.

Estos Grupos son coordinados, gestionados y liderados por los propios familiares,
en el que una de las personas integrantes actúa como facilitadora, pudiendo rotar
este rol entre sus miembros.

312 |
módulo 9 ·­­DESPEDIDA Y CIERRE

Así un Grupo de Ayuda Mutua cumple funciones de socialización, ampliando las


redes y evitando el aislamiento social, de autocuidados, facilitando la expresión
de emociones y sentimientos, ocupando un espacio y tiempo para las necesidades
propias, de visibilidad, de la necesidad de abordar los problemas de salud mental,
de empoderamiento, fortaleciendo la autoconfianza y responsabilidad.

Por tanto, un Grupo de Ayuda Mutua no es una reunión de amigos y amigas, un


grupo de debate o una terapia grupal, sin que ello implique que surjan afectos o
diferentes puntos de vista acerca de un mismo asunto, así como un efecto terapéu-
tico en el sentido de bienestar, toma de conciencia y amortiguación emocional. Las
características básicas de un Grupos de Ayuda Mutua son:

* Encuentros periódicos y regulares que permitan la cohesión, confianza y sen-


tido de pertenencia.

* Grupos pequeños, máximo 15 personas, que faciliten la intimidad y garanticen la


expresión y escucha de cada una de ellas.

* No profesionalización, la horizontalidad en las interacciones, no hay roles de


personas expertas, ni jerarquías.

| 313
manual de psicoeducación

Las normas básicas de funcionamiento del Grupos de Ayuda Mutua son aquellas
que permiten y facilitan la convivencia democrática de la diversidad de participan-
tes, atendiendo a las necesidades e intereses de cada persona. A continuación,
enumeramos las principales normas que consideramos de utilidad:

* Participación, en la que se puedan generar condiciones para que, todos sus


participantes, en la interacción puedan dar y recibir.

* Confidencialidad, imprescindible para sentir ese espacio seguro en el que con-


fiar y que garantice la intimidad de lo expuesto.

* Voluntariedad para participar y pertenecer al mismo.

* Puntualidad

* Respeto entendiendo este como no juzgar, ni agredir verbalmente a otra persona,


ni sus opiniones ni sus conductas, mostrar empatía (no confundir la situación y/o
la problemática de la otra persona como si fuese nuestra propia), hablar desde la
propia experiencia y no aconsejar ni asumir la responsabilidad del problema de la
otra persona.

314 |
3 · DESPEDIDA Y CIERRE

Tras esta formación el camino del aprendizaje no termina, la necesidad de conti-


nuar adquiriendo conocimientos, enfoques y practicando lo aprendido forma parte
del proceso de acompañamiento a familiares y/o personas allegadas, a personas
con problemas de salud mental, así como a nosotras mismas en nuestras dificul-
tades y fortalezas.

Una buena despedida implica, una revisión de lo aprendido durante la relación,


aquello en lo que hemos empezado a apreciar pequeños cambios, nuevos mo-
vimientos, explorar a atrevernos a salir a veces de nuestra zona de confort, atra-
vesar miedos, dudas, sentir tristeza y rabia, aceptar el dolor y compartir alegrías,
avances y mantener la ilusión de vivir, con la certeza de que estamos en constante
cambio y ante nuevas experiencias a lo largo de nuestras vidas.

En este punto, se invita a revisar los avances así como aquello en lo que aún es
necesario profundizar o se necesita más tiempo para poder gestionar de un modo
más saludable o con mayor conciencia y confianza. Para ello, se propone, en-
tre otras actividades, cumplimentar de nuevo la Escala FAS (D.J. Kavanagh, P.
O´Halloran, V. Manicavasagar y cols, 1997. - Adapt. R. Jiménez García Bóveda, A.J.
Vázquez Morejón, R. Vázquez- Morejón Jiménez), y que puedas observar avances
obvios. Es importante hacer este balance para así atisbar el próximo viaje a em-
prender.

En algunas organizaciones relacionadas con la salud mental, tras la formación en


Psicoeducación se desarrollan acciones formativas orientadas al empoderamiento
de familiares y personas allegadas, es la formación PROSPECT y/o Talleres de au-
tocuidado. Ambas orientaciones son fundamentales en el modelo de acompaña-
miento a una persona con problemas de salud mental.

| 315
manual de psicoeducación

La acción formativa PROSPECT es un curso de crecimiento personal, donde familia-


res y amistades de personas con problemas de salud mental intercambian expe-
riencias y desarrollan habilidades para afrontar las situaciones que se presentan.

El curso está diseñado desde el conocimiento y los principios de la recuperación:


se aprende a saber más sobre los problemas de salud mental, la autoayuda y las
habilidades en el manejo y resolución de conflictos. Cada módulo está diseñado
para facilitar el debate entre las personas participantes sobre cómo les ha afectado
la experiencia.

Recomendamos como ejemplo de buenas prácticas el proceso formativo com-


puesto por Programa Psicoeducativo, seguido del curso PROSPECT y finalizando
con la incorporación a una Grupo de Ayuda Mutua.

Del mismo modo, se realizan jornadas y conferencias relacionadas con la Salud


Mental por diferentes entidades, administraciones y organizaciones, así como di-
versas campañas de sensibilización entre la población tales como la celebración
del Día Mundial de la Salud Mental, el 10 de octubre, o la Campaña de sensibili-
zación #Descubre – No Bloquees tu salud mental, que se realiza con alumnado y
profesorado para informar y sensibilizar sobre la relación de la salud mental y las
adicciones en el contexto educativo.

Esperamos que en un futuro no muy lejano puedas participar de manera activa


de nuevas propuestas, invitando y motivando a otras personas con similares ex-
periencias respecto a los problemas de salud mental a participar en procesos de
este tipo.

Te felicitamos por el recorrido realizado, la implicación y participación. Igualmente


te agradecemos la confianza, el compromiso y la entrega en este proceso formati-
vo que esperamos haya sido un hito para el cambio de mirada, actitud y acompa-
ñamiento en la relación con tu familiar y contigo mismo/a. ◊

316 |
Anexo bibliográfico
2 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTRODUCCIÓN A LA SALUD MENTAL

Federación de Euskadi de Asociaciones Familiares y Personas con Enfermedad


Mental, FEDEAFES. (2015). Diagnóstico sobre la situación frente a la igualdad de
hombres y mujeres en FEDEAFES. Llodio. Federación de Euskadi de Asociaciones
de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEDEAFES).

Programa Descubre / No bloquees tu salud mental. Financiado por el Plan Nacio-


nal sobre drogas y promovido por la Confederación Salud Mental España (2016).

De Vicente, A. y Berdulles, S. (2018). ¿Nos podemos fiar de los estudios sobre efica-
cia de los fármacos antipsicóticos? Infocop, 80, pp. 12

Inchauspe Aróstegui, J. A y Valverde Eizaguirre, M.A. (2017). El uso de antipsicóticos


en la psicosis. Alcance, limitaciones y alternativas. Madrid: Asociación Española de
Neuropsiquiatría (AEN).

Hernandez Monsalve, M. (2013). Psicopatología y recuperación. Informaciones psi-


quiátricas, 213(3), pp. 285-319.

Jiménez Pietropaolo, J., Martín Ulloa, S., Navío Acosta, M., Pacheco Tabuenca, T.,
Pérez-Íñigo Gancedo, J.L., Petersen Guitarte, G., Robles Sánchez, J. I., Santiago Gar-
cía, P., Tébar del Río, I., Torras García, A. y Villoria Borrego, L. (2016). Guía para la
detección y prevención de la conducta suicida dirigida a profesionales sanitarios y
facilitadores sociales. Madrid: Salud Madrid.

Miquel, L., Roncero, C., López Ortiz, C. y Casas, M. (2011). Diferencias de género epi-
demiológicas y diagnósticas según eje I en pacientes con Patología Dual. Adiccio-
nes, 23 (2), pp. 165-172

Haro, J.M., Palacín, C., Vilagut, G., Martínez, M., Bernal, M., Luque, I., Codony, M.,
Dolz, M., Alonso., J. y el Grupo ESEMeD-España. (2006). Prevalencia de los trastornos
mentales y factores asociados: resultados del estudio ESEMeD-España. Medicina
Clínica, 126 (12), pp. 445-451
2 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTRODUCCIÓN A LA SALUD MENTAL

Instituto Nacional de Estadística, INE. (2014). Encuesta europea de salud en Espa-


ña. Cifras INE.

Bones Rocha, K, Pérez, K., Rodríguez - Sanz, M., Borrell, C. y Obiols, J.E. (2010). Pre-
valencia de problemas de salud mental y su asociación con variables socioeconó-
micas, de trabajo y salud: resultados de la Encuesta Nacional de Salud de España.
Psicothema, 22 (3), pp. 389-395

Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enferme-


dad Mental (FEAFES). (2014). Aproximación a la patología dual: propuestas de inter-
vención en la red Feafes. Madrid. Confederación Española de Agrupaciones de
Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES).

Barlow, D.H. y Durand, M. (2003). Psicopatología. Madrid. Thomson-Paraninfo.

Instituto Nacional de Estadística (INE). (2014). Encuesta europea de salud en Es-


paña.

Instituto Nacional de Estadística (INE). (2016). El empleo de las personas con dis-
capacidad.

Lopez, M., Laviana, M., Fernandez, L., López, A., Rodríguez, A. M., Aparicio, A. (2008). La
lucha contra el estigma y la discriminación en salud mental. Una estrategia comple-
ja basada en la información disponible. Revista Asociación Española de Neuropsi-
quiatría, 28 (101), pp. 43-83.

López Méndez, E. y Costa Cabanillas, M. (2012). Desvelar el secreto de los enigmas.


Despatologizar la psicología clínica. Papeles del psicólogo, 33 (3), pp. 162-171.

RedToRed Consultores. (2015). Salud mental e inclusión social: situación actual y re-
comendaciones contra el estigma. Madrid. Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA.

| 321
2 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTRODUCCIÓN A LA SALUD MENTAL

Rodriguez, A, González Cases, J. (2006). Rehabilitación psicosocial y apoyo comuni-


tario de personas con enfermedad mental crónica: programas básicos de interven-
ción. Madrid. Comunidad de Madrid, Consejería de Servicios Sociales.

Shepherd, G., Boardman, J. y Slade, M. (2008). Hacer de la recuperación una realidad.


Sevilla. Servicio Andaluz de Salud.

Rosillo Herrero, M., Hernandez Monsalve, M. y Smith, S. P. (2013). La recuperación:


servicios que ponen a las personas en primer lugar. Revista Asociación Española
de Neuropsiquiatría, 33 (118), pp. 257-271.

American Psyquiatric Association. (2014). Guía de Consulta de los Criterios Diag-


nósticos del DSM-5. Madrid. Médica Panamericana.

Rus Calafell, M. y Lemos Giraldez, S. (2014). Esquizofrenia y otros trastornos psi-


cóticos: principales cambios del DSM-5. Cuadernos de Medicina Psicosomática y
Psiquiatría de enlace. Revista iberoamericana de Psicosomática, 111, pp. 89-93

Fernando Muñoz, L. y Jaramillo, L. E. DSM-5: ¿Cambios significativos?


Asociación Española de Neuropsiquiatría, 2015, 35 (125) pp. 111-121

Sandín, B. (2013) DSM-5: ¿Cambio de paradigma en la clasificación de los trastornos


mentales? Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 18 (3), pp. 255-286.

Lopez, M., Laviana, M., Fernandez L., López, A., Rodríguez, A.M., Aparicio, A. (2008). La
lucha contra el estigma y la discriminación en salud mental. Una estrategia comple-
ja basada en la información disponible. Asociación Española de Neuropsiquiatría,
28 (101), pp. 43-83.

Castejón Bellmunt, M. A. y San Martín Ontoria, R. (2012). Informe del Estado Actual
de la Prevención en Salud Mental. Madrid. Ministerio de Sanidad Servicios Socia-
les e Igualdad.

322 |
2 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTRODUCCIÓN A LA SALUD MENTAL

Romañach, J. y Lobato, M (26 de julio, 2009). Diversidad Funcional, nuevo término


para la lucha por la dignidad en la diversidad del ser humano.

Suárez, M. A. (24 de septiembre, 2016). Reflexiones sobre el modelo de recuperación


en salud mental.

Recursos web

∙ Infografía 8 de marzo 2018 Día Internacional de la mujer.


Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA.

∙ Sección “infórmate”. Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA.

∙ Esquizofrenia. Organización Mundial de la Salud (OMS).

∙ El periódico feminista. Mujeres en Red.

∙ The Melbourne hearing voice declaration

∙ La evolución de la esquizofrenia

∙ Definición de estigma. Real Academia Española de la Lengua.

∙ Definición etimológica de estigma. Diccionario etimológico del español en línea.

| 323
3 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
estrategias de afrontamiento en salud mental

Chévez, A. (2012). Acerca del vínculo. En Acompañamiento terapéutico en España


(pp. 145-162). Madrid: Grupo 5.

Organización Mundial de la Salud (OMS), Oficina Regional para Europa (2010). Em-
poderamiento del usuario de salud mental: declaración de la Oficina Regional para
Europa de la OMS. Copenhague: Organización Mundial de la Salud (OMS), Oficina
Regional para Europa.

Fernández de Sevilla Otero, J. P., San Pío Tendero, M. J., Mendoza Cabrera, A., Gar-
cía Copín, B., Briongos Rica, E., Arévalo, J. M., Casal Álvarez, J. C., Cañas Parlmero,
L. M., Moreno Romero, M. y Velasco Sánchez, R. (2014). Guía PARTISAM: promoción
de la participación y autonomía en salud mental. Madrid: Asociación Española de
Neuropsiquiatría (AEN).

Worden, J.W. (1997). El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia.


Barcelona: Paidós Ibérica.

Neimeyer, R. A. (2001). Aprender de la pérdida: una guía para afrontar el duelo. Bar-
celona: Paidós Ibérica.

Payàs Puigarnau, A. (2010). Las tareas del duelo: psicoterapia de duelo desde un
modelo integrativo-relacional. Barcelona: Paidós.

Guillem Porta, V., Rocío Romero, R. y Oliete Ramírez, E. (2007). Manifestaciones del
duelo. En Duelo en oncología (pp. 63-83). Madrid: Sociedad Española de Oncolo-
gía Médica.

Martín-Aragón, M. (2007). Guía de apoyo al duelo. Elche: Grupo ASV Servicios fu-
nerarios.

Aznar Avendaño, E., Berlanga Adell, A. (2004). Guía práctica para el manejo de la
esquizofrenia: manual para la familia y el cuidador. Madrid: Pirámide.

324 |
3 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
estrategias de afrontamiento en salud mental

Martín Carrasco, M., Gonçalvez Pereira, M., Domínguez Panchón, A. I., González
Fraile, E., Muñoz Hermoso, P. y Fernández Catalina, P. (2012). Proyecto Educa. Pro-
grama Psicoeducativo para el manejo de la sobrecarga en el cuidador del paciente
con esquizofrenia. Madrid: Instituto de Investigaciones Psiquiátricas (IIP); Funda-
ción María Josefa Recio

Hernandez Monsalve, M. (2013). Psicopatología y recuperación. Informaciones psi-


quiátricas, 2013, 213(3), pp. 285-319.

San Pío Tendero, M. J. (2007). Programas de formación Prospect. Norte de Salud


Mental, 27, pp. 133-135.

Marcel Balasch, M. Caussa, A. mireia faucha, M. y Casado J. (2016). El estigma y la


salud mental en Cataluña 2016. Barcelona: Apunts.

Sampietro, H. (2013). Taller de formación: estigma y autoestigma, herramientas para


enfrentarlos. Barcelona: Activament Catalunya Associació

Muñoz, M. Pérez Santos, E. Crespo y M. Guillén, A. I. (2009). Estigma y enfermedad


mental: análisis del rechazo social que sufren las personas con enfermedad men-
tal. Madrid: Editorial Complutense.

Obertament (2013). Estrategias de lucha contra el estigma en salud mental. Dos-


siers del Tercer Sector, 26, pp. 1-18.

Bleda Pérez, M., Cuairán Roca, X., García García, J., Gómez Sancho, M., Lacasta Re-
verte, M. A., Novellas Aguirre de Càrcer, A. Rodríguez Blanco, V. , Rovira González,
N., Sánchez Sobrino, M., Serra Boncompte, T., Soler Sáiz, M., Fernández Fernández,
E., Moral Costa, B. y Pin Niebla, O. (2015). Guía para familiares en duelo. Madrid:
Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL)

| 325
3 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
estrategias de afrontamiento en salud mental

Álvarez Ariza, M., Atienza Merino, G., Ávila González, M.J., Canedo Magariños, C.,
Castro Bouzas, M., Combarro Mato, J., Heras Liñero, E., Fernández Martínez, R.,
Ferrer Gómez del Valle, E., García Caballero, A., González García, A., Guitián Rodrí-
guez, D., Kokoulina Cherevach, E., Losada Pérez, C. y Maceira Rozas, M. del C. (2012).
Guía de práctica clínica de prevención y tratamiento de la conducta suicida. A
Coruña: Consellería de Sanidad, Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias
de Galicia, avalia-t..

Díaz, P., Losantos, S., Pastor, P. (2014). Guía de duelo adulto para profesionales
socio-sanitarios. Madrid: Fundación Mario Losantos del Campo.

Organización Panamericana de la Salud. (2014). Prevención del suicidio: un impe-


rativo global. Washington: Organización Mundial de la Salud (OMS).

Diputación de Córdoba, Área de Igualdad y Desarrollo Social, Universidad de


Córdoba e Instituto Provincial de Bienestar Social. (2009). Guías de intervención
psicológica en servicios sociales comunitarios. Córdoba: Diputación de Córdoba,
Instituto Provincial de Bienestar Social.

Servicio Andaluz de Salud, Grupo de trabajo sobre atención a situaciones de due-


lo. II PISMA. (2011). Guía para profesionales de la salud ante situaciones de duelo.
Granada: Área de Evaluación y Calidad. Escuela Andaluza de Salud Pública

Recursos web

∙ Documentos sobre prevención de la conducta suicida. Confederación SALUD MEN-


TAL ESPAÑA.

326 |
4 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
modelos familiares y género

Feixas i Viaplana, G., Muñoz Cano, D., Compañ Felipe, A., Montesanto del Campo, A.
(2012). El modelo sistémico, Recursos Multimedia en Psicología. Universidad de
Barcelona.

Nardone, G., Giannotti, E. y Rocchi, R. (2012). Modelos de familia: conocer y resolver


los problemas entre padres e hijos. Barcelona: Herder.

Mañá Alvarenga, S. (2002). La esquizofrenia en el hogar: guía práctica en el hogar.


San Vicente (Alicante): Club Universitario.

Organización Mundial de la Salud (OMS), Oficina Regional para Europa (2010). Em-
poderamiento del usuario de salud mental: declaración de la Oficina Regional para
Europa de la OMS. Copenhague: Organización Mundial de la Salud, OMS, Oficina
Regional para Europa.

García Santos, A. (2017). Investigación sobre violencia contra las mujeres con en-
fermedad mental: guía 2017. Llodio: Federación de Euskadi de Asociaciones de
Familiares y Personas con Enfermedad Mental FEDEAFES.

Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad


Mental, FEDEAFES. (2015). Diagnóstico sobre la situación frente a la igualdad de
hombres y mujeres en FEDEAFES. Llodio: FEDEAFES.

Angels Carabí, A. y Segarra, M. (2000). Nuevas masculinidades. Barcelona: Icaria.

Fascioli, A. Ética del cuidado y ética de la justicia en la teoría moral de Carol Gilli-
gan. Revista ACTIO, 12, pp. 41-57.

López Rodríguez, R. M. y Peláez Moya, S. (2012). Protocolo común para la actuación


sanitaria ante la violencia de género. Madrid: Ministerio De Sanidad, Servicios So-
ciales e Igualdad, Centro de Publicaciones.

Nuria Varela, N. (2008). Feminismo para principiantes. Barcelona: Ediciones B.

| 327
5 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN Y CLIMA FAMILIAR

O' Connor, J. y Seymour, J. (1992). Introducción a la programación neurolingüística.


Barcelona: Urano.

328 |
6 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTERVENCIÓN BIO - PSICO - SOCIAL

Chévez, A. (2012). Acerca del vínculo. En acompañamiento terapéutico en España


(pp. 145-162). Madrid: Grupo 5.

Giordani, B. (1997). La relación e ayuda de Rogers a Carkhuff. Bilbao: Desclée de


Brouwer

Corbella, S. y Botella, L. (2003). La alianza terapéutica, historia, investigación y


evaluación. Anales de psicología, 19 (2), pp. 205-221.

Pulice, G.O. (2011). La problemática de la amistad en el acompañamiento terapéu-


tico. Fundamentos clínicos del acompañamiento terapéutico. Buenos Aires: Letra
Viva

Polo, L. (199). La amistad en Aristóteles. Anuario Filosófico, 32 (2), pp.477-485.

Blanco, A. Valera, S. (2007). Los fundamentos de la intervención psicosocial.


En Intervención psicosocial (pp. 1-59). Madrid: Prentice Hall.

Hernandez Monsalve, M. (2013). Psicopatología y recuperación. Informaciones psi-


quiátricas, 2013, 213(3), pp. 285-319.

Rosillo Herrero, M., Hernandez Monsalve, M., Smith, S. P. (2013). La recuperación:


servicios que ponen a las personas en primer lugar. Revista Asociación Española
de Neuropsiquiatría, 33 (118), pp. 257-271.

Anthony, W.A. (1993). Recovery from mental illness: the guiding vision of the mental
health service system in the 1990`s. Psychosocial Rehabilitation Journal, 16 (4), pp.
11–23

Hernández Monsalve, M. (2000). Los programas de seguimiento intensivo en la co-


munidad: una alternativa a la hospitalización psiquiátrica, ¿y algo más?. En La Psi-
cosis en la Comunidad. Madrid: Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN).

| 329
6 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTERVENCIÓN BIO - PSICO - SOCIAL

Gélinas, D. (1998). Points de repère pour différencier la gestión de cas du suivi in-
tensif dans le mileu auprès des personnes souffrant des troubles mentaux graves.
Santé mentale au Québec, 23 (2), pp. 17-47

Baura Ortega, J. C., López MartÌn-Berdinos, E., GarcÌa MartÌn, J. M., Sanz RufÌn, A.,
Durante Molina, P. y Noya Arnaiz, B. (2003). Rehabilitación e integración social de
las personas con trastorno mental grave: documento de consenso. Madrid: Secre-
taría General de Asuntos Sociales, Instituto de Migraciones y Servicios Sociales
(IMERSO), Subdirección General de Planificación, Ordenación y Evaluación

Inchauspe Aróstegui, J. A y Valverde Eizaguirre, M.A. (2017). El uso de antipsicóticos


en la psicosis. Alcance, limitaciones y alternativas. Madrid: Asociación Española de
Neuropsiquiatría (AEN).

Rodríguez González, A., Rodríguez Pulido, F., Contreras Nieves, J. A., Inchauspe, J.
A., Gaminde Inda, I. y Reverte Lledó, F. J. (2003). Atención comunitaria rehabilitación
psicosocial y apoyo social: dossier enfermedad mental. Minusval, pp. 23-25.

Shepherd, G., Boardman, J. y Slade, M. (2008). Hacer de la recuperación una reali-


dad. Sevilla: Servicio Andaluz de Salud.

lmela Bernal, J., Aznar Martínez, A., Caballero Estebaranz, N., Canovas Conesa, J.,
Carcelén García, E., Ferrera Rodríguez, B., Guinea Roca, R., López Gómez, D., López
Navarro, J. M., Lozano Semitiel, M. J., Martínez Benítez, S., Martínez Jambrina J. J.,
Martínez Sande, G., Olmos Villaplana, E., Pastor Martínez, A., Pérez Pérez F., Rodrí-
guez García, M. A., Rodríguez Pulido, F., Ruiz Periago, B., Sánchez Suárez, M., Sobrino
Calzado, T., Vehil Blanco, L., Villegas Miranda, F. (2012). Hacia una reformulación
de la Rehabilitación Psicosocial. Madrid: Asociación Española de Neuropsiquiatría
(AEN).

Uriarte, J.J. (2007). Rehabilitación Psicosocial. Madrid: Asociación Española de


Neuropsiquiatría (AEN).

330 |
6 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
INTERVENCIÓN BIO - PSICO -SOCIAL

Rodriguez, A y González Cases, J. (2006). Rehabilitación psicosocial y apoyo comu-


nitario de personas con enfermedad mental crónica: programas básicos de inter-
vención. Madrid: Comunidad de Madrid, Consejería de Servicios Sociales.

Asociación Pasos. Acompañamiento terapéutico.

Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. (2013). Roles y funciones del


psicólogo de la intervención social. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales
de Psicólogos

Bados López, A. (2008). La intervención psicológica: características y modelos. Bar-


celona: Universitat de Barcelona, Facultat de Psicologia, Departament de Perso-
nalitat, Avaluació i Tractament Psicològics

Colegio Oficial de Psicólogos de España. (1998). El perfil del psicólogo clínico y de


la salud. Papeles del Psicólogo, (69).

Recursos web

∙ Real Academia Española de la Lengua.

∙ Colegio Oficial de Psicólogos de España

∙ ¿Qué es la psicoterapia? Colegio Oficial de Psicólogos de España

∙ Buscador. Registro Nacional de Psicoterapeutas.

∙ Entendiendo la psicoterapia. American Psychological Association.

| 331
7 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
red de recursos de apoyo social y sanitario

Martínez Martínez, R. (1998). Realidad del movimiento de ayuda mutua en el ám-


bito de la salud mental: grupos de autoayuda en ALFAEM. León: Universidad de
León.

Gracia Fuster, E. (1996). Los grupos de autoayuda en el contexto de las estrategias


de intervención social. Psychosocial Intervention, 5 (15), pp. 7-22.

Roca, F., Villalbí, J. R. (1992). Los grupos de ayuda mutua y los servicios sanitarios
y sociales. La supervisión, 25, pp. 82-87.

Villalba Quesada, C. (1996). Los grupos de apoyo basados en la autoayuda: una


propuesta para el inicio y acompañamiento profesional. Psychosocial Intervention,
5 (15), pp. 23-42.

332 |
8 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
cuestiones jurídicas

Castilla y León Dirección General de Planificación Sociosanitaria. (2003). Guía


para la protección jurídica de las personas con enfermedad mental. Valladolid: Jun-
ta de Castilla y León, Dirección General de Planificación Socio-Sanitaria.

Resumen de la ley de protección patrimonial de las personas con discapacidad.

| 333
9 ANEXO BIBLIOGRÁFICO
cierre y despedida

Federación andaluza de asociaciones de usuarios/as de salud mental, En Primera


Persona. (2014). Recuperación y Ayuda Mutua: guía de apoyo para el moderador
de grupos de ayuda mutua. Federación andaluza de asociaciones de usuarios/as
de salud mental En primera Persona.

334 |
Con la financiación de:

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