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Universidad Michoacana De San Nicolás De Hidalgo

División de Estudios de Posgrado

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Reporte de Lectura

Tribunales de la Nueva España: Los tribunales ordinarios

Presenta

Cinthya Vanessa Sánchez Rodríguez

Profesora

Dr. Jaime Hernández Díaz

Materia

Historia del Derecho Mexicano

Morelia, Michoacán 16 de Octubre de 2020


Aunque la historia del derecho es parte esencial del conocimiento humano, muy
pocas veces se recurre a ella, falta estimar su importancia en los aportes que
puede brindar a nuestra actualidad. Parte de su utilidad la podemos encontrar en
la historia y el estudio de las instituciones que ha ido evolucionando conforme a
nuestra sociedad en lo que respecta al sistema legal.

Desde siempre nos ha interesado la justicia que se imparte en el contexto


mexicano, y este interés se arraiga en la historia que proviene desde la Nueva
España, lo que ha implicado que nos dé un significado más amplio de las
jurisdicciones que perpetuaron en esa época.

Entender el significado de los diversos términos que se han empleado y


comprender su distinción nos permite conocer los asuntos referentes, para
ejemplo el autor nos aclara que para adéntranos en el tema, es preciso aclarar
términos como fuero y tribunal, en el texto indica que “el fuero es el conjunto de
normas jurídicas especiales y que la jurisdicción puede ser ejercida por un tribunal
especial o por uno ordinario”1.

En nuestro contexto histórico y social el autor señala que “existe una tendencia
dentro de la doctrina jurídica hacia la llamada unidad de jurisdicción, atribuyéndole
esta, de manera exclusiva, a los órganos del Estado” 2Ídem se prevé que sea el
Estado a través de la Constitución otorgue y respalde las garantías eficaz e
imparcialmente.

Ahora en la historia de la Nueva España la diversidad de la jurisdicción fue el


resultado de la transición en el tiempo que sufrió España durante la época de la
conquista y de la colonia.

Dentro de los tribunales y las leyes había un privilegio para la clase militar, los
eclesiásticos, los comerciantes los universitarios, y también la especialización
como la medicina, para los indios existían otros procedimientos, de tal forma que

1
Soberanes Fernández, José Luis, “Los tribunales de la Nueva España”, Instituto de
investigaciones jurídicas UNAM, México, 1980, p. 8
2
Ídem
se crearon tribunales específicos. Cada uno tenía ciertos privilegios y libertades,
según la jurisdicción.

Los tribunales ordinarios

En la época de la conquista y durante la colonización la historia se vio mezclada


entre dos culturas, desde 1521 hacia 1821, en la Nueva España como se le
denomino a nuestro país a causa del gobierno de España que estaba a cargo de
la corona española y que jerárquicamente el Rey de España encabezaba se
suscitaron varias etapas, en las que los países hispanoamericanos como
actualmente se nombran, aplicaban en su mayoría las mismas normas jurídicas,
así como los mismos organismos que regían.

Durante el gobierno de las Indias el gobierno era dividido en cuatro sectores que
se conformaban de la siguiente manera, la administración pública, la organización
militar, la hacienda pública y la judicatura, que en aquel entonces se clasificaban
en el gobierno, la guerra, la real hacienda y la justicia.

Las instituciones jurisdiccionales de nuestro país, eran equivalentes a los actuales,


es decir, los ordinarios, los especiales o los de fuero. Algunos de estos eran
juzgadores u ordenamientos que eran propios y exclusivos.

La administración pública se organizaba en tres niveles que correspondían al


local, el superior y el supremo, en este sentido el local representaba los tribunales
de primera instancia, es decir las alcaldías ordinarias, las alcaldías mayores,
subdelegaciones, corregimientos, gobernaciones, intendencias y el juzgado de
provincia, en segundo lugar encontramos, los tribunales de alzada, que encasilla
las reales audiencias, y el último, el supremo tribunal que se encargaba de las
posesiones indianas, el Real y Supremo Consejo de Indias 3 Ibídem
como dicta el
texto, por su parte los organismos más relevantes eran las audiencias.

Lo anterior provoco que el territorio se fragmentó en distritos, en cuales se


establecieron las reales audiencias, que consistían en ser tribunales colegiados,

3
Ibídem, p.20
que eran integrados por magistrados y que se regían jurídicamente mediante el
Consejo Real y Supremo de Indias.

Estas audiencias indianas se contemplaban de la siguiente manera, virreinal,


pretorial y subordinada, en las que la autoridad provenía de la provincia mayor y la
ciudad que no fuese autónoma. Aquí se situaban en la ciudad de México y en
Guadalajara.

Ahora, “La Real Audiencia y Cancillería de México se erigió el 29 de noviembre de


1527 y se le dotó de ordenanzas el 22 de abril de 1528” 4 Ibídem
en la que las reales
cédulas de creación de estos tribunales se establecía su organización.
Posteriormente una reforma el 17 de abril de 1536, se dio la orden de que la
presidencia de la Audiencia de México era correspondiente al virrey de la Nueva
España y que atrajo consigo las leyes nuevas el 20 de noviembre de 1542, para el
3 de octubre de 1563 se establecieron nuevas ordenanzas para el organismo
judicial novohispano y que concluyo con otras reformas en 1568 y 1597. Hacia
1680 el acto legislativo de mayor importancia que hace referencia al derecho
indiano, fue la promulgación de la Recopilación de Leyes de los Reynos de Indias
que finalizo hacia la independencia en 1821.

Finalmente la jurisdicción ordinaria tenía una función que residía en la Corte; sin
embargo, el conocimiento y toda resolución de conflictos y procesos penales eran
correspondientes al Rey de España, del cual emanaba toda autoridad principal y
que todo era efectuado por disposición del mismo, aunque claro a lo largo de la
historia virreinal de las instituciones o tribunales se efectuaron diversas reformas,
que aportaron a la evolución de estas y de lo que se ha ido estableciendo en las
instituciones a través de nuestra historia y de la misma historia que respecta al
área jurisdiccional.

4
Ibídem, p.24

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