Está en la página 1de 6

BERTTATEEXÉRICA

H rrryaryo tlaetral t*hri*L

IltRoductio
T&ñ pgrní*g cuafu aog hntbry , ¡rryq-pbto o*ub, ffir * t"ryb*U

br§a$§rr{ob -tryt f"i$ttu rt$¡t g*§}tbb1 .}rngr, ,S"6gb tff*.' pg Sr

¡*WWq*o, gr§#or ry*g"gtr Snffeb lu3rl&r¡. M lrf r@§, gn mg *[


pñ6gb* pisf, t*rjigaftaf¡or i6tir ᧡Ssb L *e? o5t ,"irp" lhol t¡ t*
l*f*yk gorrritieb u?af W 1¡ rb¿ *rafx¿rbo ,ór a§bb* ?obl¿t' F¡
ie#o,

f"t* I*ñ*g b Ssr [6 tretol b ld tosftrd, $üt p.fosal hfor b, *ü*


to$Lsitl$

?* qptt *gtop6, *.& rypip}* luf*, *ry Og {stgfut"tei,


igisie$t*f at

É"t6tite. &gbrfhreb¿nrlafuto,#oos en#trs re&S neg lirrymf' Fuga ary ct

ryory$türio, á ** ¡l$iq §¿ a&ia


b¡*rbryrurcÉ, @§ }ry§ ft{irtt§ *Srir{t* b
m*So e? lss Xu*}írgp rlirfuryw" ErbCIb ryllrrrt e?tt t¿ kup übbl mhrb¿

st la sefubt*SoryáCI, rss,fia$tris a la igr.ryiab Xr


Wsl*t

?*rog t# a# ri, *g 0u6tro gorygtob gqqorb*pagto, .orygerog frr


Ansrlr* §* ¿r*gt& a tr Vabrt¡galn, *g tr* {¿ry M illnry*p &$ip, rcg l*
ryrfu eutoritarb ct *0*rah **§ dá acduryLretn agogorg*r.
W§NÉre$ $¡$b$&§ rt, aagr* §$Frte OcÉ *terr&, p$pÑ*§ esit*r rerh*rto
et creer[** t]"hr tu€ $ffih, *kr*$ .$Ahhere ü0f csfte t& phrs §r-* §ns d
#-h" goq te fea, @á*& ct gue á g*t $g! cÍ ry*S ** c8a fat$¿bt
&re*t*c*r r
$ú$or ts kkheceF F¡nr$ ryrF t+ oaünte $Es b át eScrcftarhi§, et ad
*#tfteiÉts tfu kUffqe rt r$!-ft *5b[Cree]er.

tarffia st te 41Enbtb4of* tq*o*$ gerkrbpi5,#-*fuf-tt -tS

ñW*co$üopsr€#- ?w iSrufi*f*qrlkrg **if;rierb ?oHst, gnf, *&


ffi*ftsris b ,frgte TW
ntf&, *bat p §r$M rF,rir, *ss sr{4 g"rchar at
q-b#,btfa4n*pr* iqphi*s,#É $*s tc pchiñfu ffifdb U$rl rt¡rooq
shrirybtrq5 ?rbrs,

§-§ &qn61,e$mt*b et treiciepb, ltr¿qrgtág * t* ?elt¿ br &6rfa3ñ


§t§ *e mEory $ctry1p clenft aL tots fGf*e-raet&, rtr,q#ocaf
q$el,tfucofu*q E gt¡s ¡al¡ptfftr rt rgÉg*$tob la rqqt¿b,fraj Écpto

1}*g *lary¡r*Í c@ b o6r a-rel§ef ryrye, *# g* fngf f-rc ehrc s[


^$nL*
c*g§ie: t$§ siÉ ac$sf€É, t* teag*citc¡a *, iabr* ts¡§, $e€tr* $r*h*. L*
air*bb[ geo, tr*f rryfttargit*r, ry@. [¡ ,erLt

fu ctgr* §cbbst I¡, p*i**a#*r* rsf{Ft*f

'i ': ::'.r,-¡.:,, .


r.. ,
-r..,,::.i ! jl-':' r :,.''
.

En 1J48, cuasdo t*r:ía ¡,reintinn*ve añ*s, Bernat entregó su


aima a Asrn*de*, rambit*n conocido corno §ilcharde. Lo hizc ex
pleno viaie al mor:as¡eri* de §anta &{aría y¡ {orno prueba de lealtad,
tG¡I

acept$ quedar marcada pare siempre: palideció }l;rsta lo entermiz* v


su piel adquirié un tacto hümedo y viscoso. He<ho el pacto, el
demonio ofreció al moaje coaocimientos mágicos, una futura
abadia que administrar y, tras la muerte, la posibilidad d* prosperar
en el Infierno.

Pero, ¿qüé es lo que el Señor del Dorninio espera de sus


seguidores? Que le ayuden a crc*r uaa herejía en eI seno de la
Iglesia, un ¡nsviaiento religioso que haga tambalearse los cimientos
de la cristiandad y {ue, al mismo tiempo, esté al servicio de Sauán.

Fara ello, ha enseñado al Hermano Gabriel y a otros monjes


un hechizo de magia negra, la elaboración de un brebaie que deben
admiaistrar a los abades de sus resp*ctivos moaasterios. Con éI se

pueden implantar falsss recuerdos y akerar las creeacias religiosas


de ¡rn devoto. Eso si, ha de hacerse con cuidado, pues la víctkna
rechazará todo aquello que contradiga sus valores morales.

En base a esta limitación, qrre impide obligar a nn católico a


servir al §ia"blo, el plan es mucho más complejo: se trata de
transmitir a cada abad Xa visión judía de Lucifer y sus súbditos;
segúa la tradición hebrea, los ángeles soa criaturas excelsas del
§eñor y, por ello, no pueden desobedecerle" Es decir, que iacluso
aquellos que tientan al hombre son fieles a Dios y realizan la tarea
que Él les ha encomendado, La de ponsr a prueba atr ser humano.

Et obletivo de todo ello no podría estar más claro: Silcharde


prreteade qne su súbdito Bael se presente a los abades y estos,

eagañados, le considerea ñel al ákisimo. Así, gracias a las palabras


de este demonio
-en teoría, measajero del Creador-, hfu
:
I
I
I

apareciendo pequeñas ecmunidades de hereles sue, sin saberlo,


estarán favcreciendo Eas ürtereses de Lucifer"

No obstante, cotrno ya hemos indicado con anteriori&d, nada


de esto será pcsible sfur antes prepamr la pócima de Asmodeo. Para
ellCI, han de seguirse los siguientes pasos:

L Ea un ff¡enco de rnadera, mezclar vino caliente cor tres flores de


betreño rregra
-molida§-r rxna hoja de romera y dos pepitas de
Iimón.

U. Tras dejarlo reposar durante un minirno de un mesr erl urr


espacio seco y sie luz, añadir aI bebedizo u* pelo de la víctima (eI
abad). Este debe estar sano y, por ello, es más seguro arrancarlo
firestamente de su cabeza"

ItI- Degollar & ü¡l sistiano mientras reua y añadir una gota de su
t
sangre a Ia mezcla.

tV. Apuñalar hasta Ia muerte a un fanático católico y, con et puñal


atln manc.hado de rojo, remover una rúltim avezel brebale.

En el mcmento en que se inicia la partida, Bernat está a mitad


del segucdo paso. El uneiunje lleva cuarerrta dias a recaudc y, por
ello, su sigaiente movimiento debe ser conseguir cabello del abad.

ñ
Su mayor problema, cómo no, es encontrar a un hombre de
creencias tari frrees comCI para poder completar la cuarta y rñItima
fase. Algunos de sus hermanos son muy píos, pero ninguno parece
nmatar
sapaz de y morir por Ia lglesia', que e§ [o que ha pedido
Silcharde.
Aunque no existe forma alguaa de determfurar
si uaa persona
cumple 0 no con este requisito, al de Xérica
se le ha oürrrido una
opción eu€, pese a ser arriesgada, padria
fuacioaar: atraer a u§
inquisidor al monasterio.

Dispuesto a lograrlo, ha aprovechado s,s pobres


conocimientos sobre judaísmo con el objetivo de hacer
eX
plausible
la preseacia de un hereje e¡rtre los moajes.
sabedor de la existencia
de un rimal cabalísüco para causar ra muerte
a u,' enemigo, ha
ocr¡-ltado en el colchón del abad un breve
escrito, una supuesta
matrdición ea hebreo. Auaque la pulsa denura,
-así se llama Ia
verdadera ceremonia- se realiza de un urodo
muy diferente, eso es
rlgo que ni Bernat ni Ia mayoría de los cristianos
saben.

Puesto que es fundameatal que er abad encuentre


er texto, ha
llenado su habitación y estantes de hormigas.
Ahora sélo queda
e§perar a que el rroaje, preocupado porque
éstas puedaa alcanzar su
cama, realice el terrible hatlazgo y comience
a temer por su vida

cuando la lnquisicién llegue, el rernino a


seguir será claro:
cumplir los deseos de silcharde e incurpar
a otro hermano por ros
actos de herejía- Si el plan es descubierto,
entonces nadie deberá
sobrerrivir.

AI fin y al cabo, no sóro Dios sabe de purgas


y extermiaios.
TOIAE
I. Bernat es el hermano claustral de Santa María y, como tal, se
erlcarga de vigilar la disciplina de los monjes y aplicar castigos pare
corregir sus pecados. Graci*s a eHo, dispone de infarrnación
relevante acerc& de todos los padres bernardos de la comu¡ridad.
siernpre que quieras saberulgo sobre un pJ o pNJ, no dudes en
pregüntar aI na¡rador.

II. Pactar con el Demonio tiene su precio: el de Xérica está 'maldito


por Dior' y, en conseeuencia, pennanecer dentro de un recinto
sagrado o tocar un obieto bendeeido le obliga a reatrizar una tirada
de templ afrzil. Además, si continúa en contacto con Ia **"oro, ,"
sentirá enfermo y tendrá un -50*i a todas sus tiradas de competencia
o característica.

III. con el objeto de eütar Io expuesto en el apartado anterior, el


personaie lleva cuatro años mancillando eI cenobio. El problema es

etre, haga lo que h"gr, [a iglesia peñnanece inmaculada- puesto que


algunels detalles de esta subtrama varían de una partida a otr&., no
olvides preguntar al director de juegc artes de empezar Ia sesiéa.

IV. §ilcharde, eu€ en ocasiones ha de comunicarse con ex pJ, Io haee


a través detr cuerpo del Maestra C-opista Honorio. Aunque la víctima
siempre olvida lo sucedido, no puede recordar qué ha hecho durante
t .t
la posesión; un riesgo gE€, desde luego, merece Ia pena correr.

También podría gustarte