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Micronutrientes del suelo

En anteriores entradas hemos podido conocer más sobre los nutrientes


del suelo y en particular de los macronutrientes. Ahora llega el
momento de conocer qué y cuáles son los micronutrientes necesarios
para el crecimiento vegetal y las interacciones existentes entre ellos.

Aunque se encuentran presentes en nuestros suelos en cantidades


muy pequeñas son elementos nutritivos necesarios para el desarrollo y
crecimiento vegetal. Desempeñan un papel complejo en el sistema suelo
asociado con otros procesos fundamentales en el que intervienen otros
nutrientes. Los principales micronutrientes son el Cu, Mn y Zn,
indispensables para las plantas y para los animales en baja
concentración, ya que si alcanzan determinados niveles pueden resultar
tóxicos para ambos, por lo que su falta en los suelos conlleva a una
carencia mientras que su exceso a una toxicidad. Su carencia puede ser
un factor limitante para el crecimiento y/o desarrollo de las plantas.

 
Además, su disponibilidad va a depender de un factor muy importante
como es el pH que va a modificar su comportamiento en el suelo en
función de su solubilidad, adsorción e inmovilidad. Se diferencian con
los macronutrientes en la proporción que necesita la planta de ellos ya
que en el caso de los micronutrientes es mucho menor.
 
 
Cobre (Cu)
 
Es considerado como uno de los elementos esenciales más importantes
tanto para las plantas como para los animales, pero si se encuentra en
grandes cantidades puede causar toxicidad.
 
Desempeña varias funciones en las plantas ya que interviene en la
formación de semillas viables o actúa como catalizador para la
respiración y constituyente de enzimas. Además, forma parte del
metabolismo de carbohidratos y proteínas y en la síntesis de proteínas.
 
 Manganeso (Mn)

Este elemento se encuentra presente en el suelo procedente de óxidos,


carbonatos, silicatos y sulfatos. Su disponibilidad disminuye en suelos
bien aireados cuando el pH del suelo es superior a 5,5 ya que se
favorece su oxidación por acción biológica. Por otro lado, las formas
oxidadas se reducen y pasan a tener una mayor disponibilidad en suelos
reducidos y con un pH más ácido.
 
Este nutriente es muy importante en el aprovechamiento del nitrógeno
por la planta ya que es esencial para el metabolismo de dicho nutriente
y además actúa en la reducción de los nitratos. También juega un papel
importante en la asimilación del anhídrido carbónico (fotosíntesis) y en
la formación de caroteno, riboflavina y ácido ascórbico. Su carencia en
los suelos presenta síntomas muy similares a los del hierro tales como
hojas amarillas entre los nervios que permanecen verdes, pero se
diferencian en que en el caso del Mn aparece una aureola de color verde
alrededor de los mismos. Los suelos que suelen presentar una mayor
falta de Mn son suelos calcáreos y suelos arenosos muy lavados.
  Zinc (Zn)
 Se trata de un nutriente ampliamente distribuido en muchos suelos y
plantas, que se encuentra en los suelos en pequeñas cantidades, pero
suficientes. Su carencia en algunos suelos se puede deber o bien a su
escasez en los materiales parenterales o bien a su reacción
desfavorable.
 
Juega un papel importante en la creación de diferentes hormonas que
afectan al crecimiento de las plantas y favorece un mejor tamaño de los
frutos y flores en cantidades adecuadas. Además, actúa como
estabilizador de la molécula de la clorofila y en la metabolización de la
glucosa, oxidación y obtención de energía. Un déficit de este elemento
en las plantas puede conllevar a un mal aprovechamiento del nitrógeno
y el fósforo ya que es necesario para la correcta asimilación de éstos.
 
 
Hierro (Fe)
 
Es un micronutriente muy abundante en suelos y rocas, pero a pesar de
ello es de los más deficientes. Es el elemento nutritivo más utilizado por
las plantas siendo fundamental para la formación de la clorofila y el
transporte de oxígeno. También es fundamental para la realización de la
fotosíntesis e interviene en diferentes procesos implicados en el
crecimiento de las plantas.
 
Además, es necesario en la realización del proceso de reducción de los
sulfatos y de los nitratos y en la producción de energía y la respiración
de la planta. La falta de Fe en la planta puede provocar clorosis férrica.
 
 
Todos los micronutrientes deben encontrarse disponibles en cantidades
adecuadas y en forma asimilable para las plantas para lograr
condiciones óptimas de crecimiento y producción. Para evitar posibles
carencias o déficit de estos elementos en nuestros suelos y cultivos se
pueden aplicar fertilizantes foliares ya que a diferencia de los
macronutrientes sí se puede llegar a corregir la carencia de uno o más
microelementos. También existen otras alternativas como puede ser la
utilización de quelatos, formas quelatadas de los minerales u
oligoelementos en sí

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